Las oscuras prácticas de Ronan Farrow, el periodista que destapó la trama Pegasus
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17 de abril de 2024

Ronan Farrow

El periodista Ronan Farrow, hijo de Mia Farrow y Woody AllenINSTAGRAM

Las oscuras prácticas de Ronan Farrow, el periodista que destapó la trama Pegasus

El hijo de Mia Farrow y Woody Allen ha sido acusado de omitir hechos que contradicen sus investigaciones, dejarse llevar por «narrativas cinematográficas» y no contrastar fuentes

Antes de que sacara pecho como estrella del periodismo norteamericano, Ronan Farrow ya protagonizaba titulares por la turbulenta vida de sus padres Mia Farrow y Woody Allen. Una familia dinamitada tras conocerse la relación entre el veterano cineasta y Soon-Yi Previn, hija de Mia Farrow 35 años menor con la que acabó casándose. Ronan nunca tragó a su padre y cerró filas con su hermana Dylan, cuando acusó al director de haber abusado de ella. Unas acusaciones que han sido probadas falsas en numerosas ocasiones, pero que su hijo se empeña en que no caigan en el olvido para seguir manchando la imagen de Allen.
Brillante en sus estudios, Ronan trabajó para la Administración Obama y para la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton. En 2015 desembarcó en el periodismo de investigación en la cadena NBC, pero su ascenso meteórico llegó tras destapar los abusos del productor cinematográfico Harvey Weinstein, en The New Yorker, lo que le valió el premio Pulitzer en 2018.
En esta misma revista, el hijo de Woody Allen firmaba el extenso reportaje «Cómo las democracias espían a sus ciudadanos», el pasado 18 de abril. En la publicación revela que Citizen Lab, un laboratorio con sede en Toronto, ha analizado los teléfonos de los líderes independentistas catalanes y ha concluido que fueron infectados con el programa Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO. «He estado dos años investigando la industria del software espía, accediendo a su empresa más conocida y a las plataformas tecnológicas que luchaban, con su privacidad en juego», explicó Farrow en su cuenta de Twitter.
Contagiándose del victimismo separatista y omitiendo que el referéndum fue anticonstitucional, el artículo se nutre de las informaciones de un investigador de Citizen Lab, Elies Campo, independentista y antiguo empleado de Whatsapp y Telegram. Ronan es conocido por no contrastar sus fuentes y por un amplio historial de informaciones que resultaron infundadas.
La actriz Mia Farrow y su hijo Ronan, en la gala Time 100

La actriz Mia Farrow y su hijo Ronan, en la gala Time 100, EN 2019GTRES

The New York Times publicó en 2020 una exhaustiva investigación bajo el elocuente título: «¿Es Ronan Farrow demasiado bueno para ser verdad?». Su autor Ben Smith aseguraba que Ronan «a menudo omite hechos y detalles que complican o son inconvenientes» para sus historias y que no contrasta ni corrobora fuentes. No inventa cosas, pero se deja llevar por «narrativas cinematográficas», con héroes y villanos sin tonos grises y olvida «las viejas reglas de la imparcialidad y la mente abierta».
En el caso de la investigación sobre Weinstein, recabó el testimonio de Lucia Evans, una estudiante que acusó al productor de forzarle a realizar sexo oral. No buscó la confirmación del episodio con una amiga de Evans, que estaba con ella aquel día y en su artículo se limitó a decir que «Evans se lo contó a algunos amigos, pero le costaba hablar de ello».
Una exclusiva sobre el abogado personal de Donald Trump Michael Cohen y una supuesta eliminación de documentos relacionados con el presidente de EE.UU. resultó ser infundada. Un historial profesional oscuro que hace reflexionar sobre la fiabilidad de lo que narra en su gran investigación sobre el espionaje a los independentistas catalanes.
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