(PDF) ÉPOCAS Y AUTORES DE LA FILOSOFÍA | Alberto Mora - Academia.edu
ÉPOCAS Y AUTORES DE LA FILOSOFÍA Alberto Argenis Mora de la Paz Lic. Jesús Antonio Quiroz Hernández Filosofía del derecho Derecho - Sabatino 6° Cuatrimestre Época Antigua VI A.C. – IV D.C Época Antigua Introducción La Edad Antigua es un período tradicional, muy utilizado en la periodización de la historia humana, definido por el surgimiento y desarrollo de las primeras civilizaciones que tuvieron escritura, llamadas por ello "civilizaciones antiguas". Tradicionalmente ha sido el período inicial de la historia propiamente dicha, iniciada con la invención de la escritura, precedida de la prehistoria. Algunos esquemas periódicos consideran que existe una etapa llamada "protohistoria", entre la prehistoria y la Edad Antigua, definida por el surgimiento de las primeras civilizaciones sin escritura. Durante la Edad Antigua surgieron y se desarrollaron cientos de civilizaciones de gran importancia en todos los continentes, muchas de las cuales generaron productos, instituciones, conocimientos y valores que aún se encuentran presentes en la actualidad, desde Sumeria (IV milenio a. C.) y el Antiguo Egipto, pasando por las antiguas civilizaciones védicas en la India, la China Antigua, las antiguas Grecia y Roma, el Imperio aqueménida en Persia, el Imperio jemer en Indochina, entre muchos otros. En el curso de la Edad Antigua surgieron las ciudades y el proceso de urbanización, el Estado, el derecho y la ley, así como grandes religiones como el budismo y el judeo-cristianismo. La Filosofía antigua se origina en el esplendor del mundo grecorromano. Aparece formalmente en la Grecia del siglo VI a.C. y se extiende hasta la decadencia del Imperio Romano en el siglo IV de nuestra era. Es una filosofía que abarca una gran variedad de tesis y argumentaciones, cuyo intento principal fue tratar de encontrar el fundamento último de todas las cosas. A través de un lenguaje crítico y reflexivo los filósofos de este periodo lograron trascender entre las cosmovisiones y mitologías que imperaban en su época. Tales de Mileto Tales de Mileto (en griego antiguo: Θαλῆς ὁ Μιλήσιος Thalḗs o Milḗsios; Mileto, c. 624 a. C.-Ibid., c. 546 a. C.) fue un filósofo, matemático, geómetra, físico y legislador griego. Vivió y murió en Mileto, polis griega de la costa jonia (hoy en Turquía). Fue el iniciador de la escuela de Mileto a la que pertenecieron también Anaximandro (su discípulo) y Anaxímenes (discípulo del anterior). En la antigüedad se le consideraba uno de los Siete Sabios de Grecia. No se conserva ningún texto suyo y es probable que no dejara ningún escrito a su muerte. Desde el siglo v a. C.. se le atribuyen importantes aportaciones en el terreno de la filosofía, la matemática, la astronomía, la física, etc; así como un activo papel como legislador en su ciudad natal. A menudo Tales es considerado el iniciador de la especulación científica y filosófica griega y occidental, aunque su figura y aportaciones están rodeadas de grandes incertidumbres. Se suele aceptar que Tales comenzó a usar el pensamiento deductivo aplicado a la geometría, y se le atribuye la enunciación de dos teoremas geométricos que llevan su nombre. Filosofía Se considera a Tales de Mileto como el primer filósofo de Occidente por haber sido quien intentó la primera explicación racional a distintos fenómenos del mundo de la que se tiene constancia en la historia de la cultura occidental. En su tiempo predominaban aún las concepciones míticas, pero Tales buscaba una explicación racional, lo que se conoce como “el paso del mito al logos”, donde la palabra griega logos alude en este contexto a “razón”, uno de sus significados en castellano. Es muy probable que haya sido uno de los primeros hombres que llevaron la geometría al mundo griego, y Aristóteles lo consideraba el primero de los φυσικόι o ‘filósofos de la naturaleza’. Muchas de estas ideas parecen provenir de su educación egipcia. Igualmente, su idea de que la tierra flota sobre el agua puede haberse desprendido de ciertas ideas cosmogónicas de Oriente Próximo. “El agua es el principio de todas las cosas” Tales de Mileto creía que cada cosa conservaba cierta similitud intrínseca con las demás, y que en ese sentido debía existir un principio común del cual se desprendieron y motorizaron todas las demás cosas. Una substancia única para todas las cosas implica que el universo se puede entender bajo las mismas reglas. Y fue así como en sus conclusiones intentó explicar que este elemento común, capaz de conservarse a pesar de los continuos cambios, y del cual proviene la existencia misma, no podía tratarse de algo distinto del agua. Inspirado en el incesante fluir de los ríos, y convencido de que el agua hacía presencia en todas las demás cosas, Tales propuso al agua como arjé o primer principio creador del universo, el agua como la materia originaria de la que surgió el pletórico conjunto de todas las expresiones de vida cósmica. Tales sostenían que la tierra sobre la que pisamos es una especie de isla que “flota” sobre el agua de forma parecida a una tortuga y por ello la tierra a veces tiembla. Al no estar sostenida sobre unas bases fijas si no que, como está flotando sobre el agua, ésta la hace tambalearse. Anaximandro de Mileto Anaximandro (en griego antiguo Ἀναξίμανδρος; Mileto, Jonia; c. 610 a. C.-c. 545 a. C.) fue un filósofo y geógrafo de la Antigua Grecia. Discípulo y continuador de Tales, además compañero y maestro de Anaxímenes, consideró que el principio de todas las cosas (arje) es lo ápeiron. Se le atribuye solo un libro, conocido con el título Sobre la Naturaleza. El libro se ha perdido y su palabra ha llegado a la actualidad mediante comentarios doxográficos de otros autores. Se le atribuye también una carta terrestre, la medición de los solsticios y equinoccios por medio de un gnomon, trabajos para determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la afirmación de que la Tierra es cilíndrica y ocupa el centro del universo. Anaximandro, hijo de Praxíades, nació en Mileto durante el tercer año de la 42ª Olimpiada (610 a. C.). Según Apolodoro de Atenas, tenía la edad de sesenta y cuatro años durante el segundo año de la 58ª Olimpiada (547-546 a. C.) y murió poco tiempo después, habiendo vivido principalmente en la época de Polícrates, tirano de Samos (538-522 a. C.). Compatriota y alumno de Tales, también parece que fue uno de sus parientes (según la Suda). La muerte de Anaximandro fue contemporánea al nacimiento de Heráclito. En sus Discursos, Temistio menciona que Anaximandro habría sido “el primero de los griegos conocidos en publicar una obra escrita sobre la naturaleza” y, por este mismo hecho, sus textos habrían estado entre los primeros documentos griegos escritos en prosa. Sin embargo no existe ninguna mención de sus textos antes de Aristóteles, y por esa razón se supone a veces que, en tiempos de Platón, su filosofía había caído en el olvido; fue Aristóteles quien la redescubrió, y es debido a Aristóteles, a Teofrasto y a varios doxógrafos que sus fragmentos han sido conservados. Teofrasto escribió que Anaximandro fue el primero en llamar «mundo» al universo. Las Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres de Diógenes Laercio cuentan que Anaximandro, cantando en cierta ocasión, se le burlaron los muchachos, y habiéndolo advertido, dijo: “Es menester cantar mejor por causa de los muchachos”. De acuerdo con Eliano, los milesios le habrían encargado dirigir una colonia en Apolonia, en la costa tracia del Ponto Euxino, lo cual hace pensar que fue un ciudadano de cierta notoriedad. Explica Eliano, en la Varia Historia, que los filósofos dejaban a veces la comodidad de sus pensamientos para ocuparse de asuntos políticos. Es muy probable que fuera enviado en calidad de legislador para aportar una constitución o incluso para mantener allí el poder en nombre de Mileto. Filosofía El pensamiento de Anaximandro se centra en el principio de todas las cosas (arché) es ápeiron (sin límites, sin definición), lo cual quiere decir indefinido, lo indeterminado. Este ápeiron es inmortal e indestructible, ingénito e imperecedero, pero que de él se engendran todas las cosas. Todo sale y todo vuelve al ápeiron según un ciclo necesario. De él se separan las sustancias opuestas entre sí en el mundo y, cuando prevalece la una sobre la otra, se produce una reacción que restablece el equilibrio según la necesidad, pues se pagan mutua pena y retribución por su injusticia según la disposición del tiempo. Esta sustancia, al ser indeterminada, no ser ni una cosa ni otra, podría ser justamente todo, ya que de ella parten la totalidad de los elementos. Así, la cosmología de Anaximandro decía que en un principio hubo una separación entre lo frío y lo caliente, la primera división o creación nacida de la sustancia eterna que es el ápeiron. Después el calor, en movimiento rotativo, creó una esfera de fuego que rodeaba al vapor y éste a la tierra. Es decir, en el principio, fueron tres elementos: agua, fuego y tierra. Estos tendían a agrandar su influencia y su dominio por el enfrentamiento, pero el ápeiron se encargaba de que aquello no fuera así. “Donde antes había fuego queda ceniza, y esta es la tierra.” Así, del ápeiron parten unos elementos y éstos dan nacimiento a otras sustancias conocidas. Pero además de constituir el principio de todo, el ápeiron también se comporta como regulador para el equilibrio entre todas las sustancias. Vemos entonces en el ápeiron una ley universal que estructura el universo y su devenir para conseguir algo así como la justicia en la relación de las sustancias, que es injusta por la constante intención de unas por dominar a las otras . Y esa capacidad le viene dada por ser la esencia primera y estar presente en todos ellas. Ni siquiera los Dioses están exentos de cumplir con las leyes establecidas por el ápeiron pues de éste provienen. Una última parte de su cosmología, tiene que ver con el concepto de infinito aplicado al ápeiron que lleva a la consecuencia lógica de la existencia de mundos infinitos. Esta falta de finitud acaba con la idea de un principio y final para nuestro universo, llevándonos a una explicación cosmológica donde en un cosmos eterno y cíclico todo nace y se desarrolla según la regulación del ápeiron para luego destruirse y volver crearse. Anaximenes de Mileto Anaxímenes de Mileto (en griego: Ἀναξιμένης; Mileto, ca.. 590 a. C. – entre 528 y 525 a. C.)1 fue un filósofo griego, discípulo de Tales y de Anaximandro. Coincidió con Anaximandro en que el principio de todas las cosas (y también el substrato que permanece invariable ante todos los cambios y el fin, o telos al que todo vuelve) es infinito; aunque, a diferencia del ápeiron de su mentor, habla de un elemento concreto: el aire. Esta sustancia, afirmaba, se transforma en las demás cosas a través de la rarefacción y la condensación. La rarefacción genera el fuego, mientras que la condensación, el viento, las nubes, el agua, la tierra y las piedras; a partir de estas sustancias, se crean el resto de las cosas. Podría explicarse el cambio de estado del aire mediante el flujo entre dos polos, lo frío y lo caliente; pero varios fragmentos muestran que Anaxímenes pensaba de forma inversa, y creía que lo caliente y lo frío eran consecuencia y no causa de la rarefacción y la condensación respectivamente. Según menciona Plinio el Viejo en su Historia natural (libro II, capítulo LXXVI), Anaxímenes fue el primero en analizar el cómputo geométrico de las sombras para medir las partes y divisiones del día, y diseñó para ello un reloj de sol, que denomina sciothericon. Literalmente: «Umbrarum hanc rationem et quam vocant gnomonicen invenit Anaximenes Milesius, Anaximandri, de quo diximius, discipulus, primusque horologium, quod appellant, Lacedaemone ostendit». Diógenes Laercio afirma que, según Apolodoro, Anaxímenes muere en la olimpiada 63 (528-525 a. C.). Según menciona Plinio el Viejo en su Historia natural (libro II, capítulo LXXVI), Anaxímenes fue el primero en analizar el cómputo geométrico de las sombras para medir las partes y divisiones del día, y diseñó para ello un reloj de sol, que denomina sciothericon. Literalmente: «Umbrarum hanc rationem et quam vocant gnomonicen invenit Anaximenes Milesius, Anaximandri, de quo diximius, discipulus, primusque horologium, quod appellant, Lacedaemone ostendit». Diógenes Laercio afirma que, según Apolodoro, Anaxímenes muere en la olimpiada 63 (528-525 a. C.). Filosofía Anaxímenes pone como arjé el aire que es un principio infinito, como el ápeiron de Anaximando; pero determinado, como el agua de Tales. Por ello podemos interpretar la filosofía de Anaxímenes como un intento de síntesis entre Tales y Anaximandro. El racionalismo de Anaximandro es un racionalismo abierto pues la transformación de unas cosas en otras sólo es posible por medio del ápeiron. En anaxímenes asistimos nuevamente al racionalismo cerrado del grupo de transformaciones. El aire como arjé sustituye al agua de Tales, pero a la vez incorpora alguna de las propiedades del ápeiron de Anaximandro. En Anaximandro el arjé es infinito e indeterminado. Para Anaxímenes el aire, como arjé, es un ápeiron (infinito) pero determinado. Probablemente Anaxímenes encontró en el aire empírico una serie de propiedades que desempeñarían mejor que otros elementos las funciones de arjé. En primer lugar la invisibilidad y la infinitud del aire, “cuando es perfecto es imperceptible a la vista”. El aire es infinito pero determinado. Pero la determinación del aire es más abstracta a los sentidos que la del agua: es invisible como el ápeiron. Tanto es así que se confunde con el vacío y su existencia como cuerpo no será demostrada hasta tiempos de Empédocles y Anaxágoras. El aire es infinito y “abarca todo el cosmos” pues el aire empírico parece no tener límites, ocupa una vasta región del mundo ya desarrollado y penetra todas las cosas (los huecos de la Tierra están ocupados por el aire): la omnipresencia extensiva del aire empírico es mayor que la del agua. El aire es además un principio activo y en movimiento (empuja los barcos, encrespa las olas, arrasa los poblados, etc.). En segundo lugar el aire tiene carácter divino y se compara con el alma. El aire se emparenta desde antaño con las potencias anímicas. Al ser aire nos mantiene unidos, así también el aliento (pneûma) o aire abarca a todo el cosmos. Las noticias que tenemos de la cosmología de Anaxímenes son escasas y, por lo general, manifiestan opiniones bastante ingenuas. Así, la tierra, el sol, la luna y los demás astros ígneos cabalgan sobre el aire y son planos. Los astros no se mueven debajo de la tierra sino alrededor de ella “como gira un sombrero alrededor de nuestra cabeza”. El sol gira alrededor de la tierra en un plano horizontal y se oculta porque lo cubren las partes más elevadas de la tierra y porque aumenta la distancia en relación a nosotros. Heráclito de éfeso Heráclito de Éfeso (en griego antiguo: Ἡράκλειτος ὁ Ἐφέσιος Herákleitos ho Ephésios; Éfeso, 540 a. C.-ibidem, 480 a. C.), Conocido también como El Oscuro de Éfeso y El filósofo llorón, fue un filósofo griego. Era natural de Éfeso, ciudad de Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (actual Turquía). Como de los demás filósofos griegos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos de sus obras, y en gran parte se conocen sus aportes gracias a testimonios posteriores. Diógenes Laercio atribuye a Teofrasto la teoría de que Heráclito no completó algunas de sus obras debido a la melancolía. Heráclito era famoso por su insistencia en el cambio, con su firme compromiso con la unidad de los contrarios, a diferencia de Parménides, quien declaraba que "lo que es, no puede no ser", negando así el cambio. Por esta razón, Parménides y Heráclito se consideran como dos de los fundadores de la dialéctica y en parte de la metafísica La fuente principal de la vida de Heráclito es Diogenes Laercio. Heráclito nació en una familia aristocrática hereditaria del cargo de Basileos c. 540 a.C. en Éfeso, en el Imperio Persa, en lo que hoy se llama Éfeso, Turquía. Heráclito "floreció" en la 69ª Olimpiada, 504–501 a. C. Tal cargo Heráclito se lo cedió a su hermano. Diógenes relata que Heráclito era un misántropo en los asuntos humanos. Creía que Hesíodo, Pitágoras, Jenófanes y Hecateo no sabían nada y que Homero y Arquíloco merecían ser derrotados. Diogenes Laercio relata que cuando Heráclito era niño había dicho que "no sabía nada", pero luego afirmó que "sabía todo". El odiaba a los atenienses y a sus compañeros efesios, deseando a estas últimas riquezas en castigo por sus malos caminos. La vida de Heráclito como filósofo fue interrumpida por hidropesía. Los médicos que consultó no pudieron prescribir una cura. Diogenes enumera varias historias sobre la muerte de Heráclito: en dos versiones, Heráclito se curó de la hidropesía y murió de otra enfermedad. Sin embargo, en un relato, el filósofo se enterró en un establo, esperando que el calor húmedo del estiércol le sacara el húmedo nocivo, mientras que otro dice que se trató con un linimento de estiércol de vaca y, después de un día propenso al sol, murió y fue enterrado en el mercado. Murió por 470 a.C. Según Neantes, después de mancharse con estiércol, Heráclito fue devorado por perros. Filisofía En cierto sentido, Heráclito fue uno de los iniciadores de la metafísica griega, aunque sus ideas se derivan de las de la escuela jónica de la filosofía griega. El sostenía que el fuego era el origen primordial de la materia y que el mundo entero se encontraba en un estado constante de cambio. El pensaba que precisamente los cambios constantes eran los rasgos más básicos de la naturaleza. Parmenides era un filósofo muy importante que pensaba que todo lo que hay ha existido siempre, lo que era una idea muy corriente entre todos los griegos, daban por sentado que todo lo que existe en el mundo es eterno y nada podía surgir de la nada, y algo que existe, tampoco se puede convertir en nada. La teoría de Heráclito era totalmente contraria a la de Parmenides, Heráclito tenía más fe en lo que decían sus sentidos que Parmenides. Consideraba el fuego como la sustancia primordial o principio que, a través de la condensación y rarefacción, crea los fenómenos del mundo sensible. Heráclito incorporó a la noción de "ser" de sus predecesores el concepto de "devenir" o flujo, al que consideró una realidad básica subyacente a todas las cosas, incluso a las más estables en apariencia. Para aclararlo, afirmaba que una persona no podía bañarse dos veces en el mismo río. Una persona no puede bañarse en el mismo río dos veces por qué, el agua con que se baña la primera vez no será la misma cuando lo haga por segunda vez, ya que todo está en continuo movimiento y cambio, entonces cuando desciendo al río por segunda vez, ni yo ni el río somos los mismos. La lucha de los contrarios Heráclito también señalo el hecho de que el mundo está caracterizado por constantes contradicciones. Si no estuviéramos nunca enfermos, no entenderíamos lo que es estar sano. Si no tuviéramos nunca hambre, no sabríamos apreciar estar saciados. Si no hubiera nunca guerra, no sabríamos valorar lo paz , y si no hubiera nunca invierno, no nos daríamos cuenta de la primavera. Tanto el bien , como el mal, tienen un lugar necesario en el Todo y si no hubiera un constante juego entre los contrastes, el mundo dejaría de existir. Se puede apreciar notablemente como una pila funciona con un ánodo y un cátodo que son energía negativa y positiva, ya que energías iguales se repelen y energías distintas se atraen. En las relaciones de pareja se puede ver como hay armonía cuando uno es de mal genio y el otro no, ya que debe haber un contraste algo asi como entre el negro y el blanco para que todo funcione bien. "Dios es dia y noche, invierno y verano, guerra y paz, hambre y saciedad. Emplea la palabra Dios, como algo divino, es algo que abarca todo el mundo. Dios se muestra precisamente en esa naturaleza llena de contradicciones y en constante cambio. En lugar de la palabra Dios emplea a menudo la palabra griega logos, que significa razon. Parménides de Elea Parménides nació en Elea (llamada Velia en época romana), ciudad ubicada en Magna Grecia. Diógenes Laercio dice que su padre fue Pires, y que perteneció a una familia rica y noble. También es Laercio quien trasmite dos fuentes divergentes en lo que se refiere al maestro del filósofo. Una, dependiente de Soción, señala que primero fue alumno de Jenófanes, pero que no le siguió, y que luego se asoció con un pitagórico, Aminias, al que prefirió como maestro. Otra tradición, dependiente de Teofrasto, indica que fue discípulo de Anaximandro. Todo lo relativo a la datación de Parménides, la fecha de su nacimiento, de su fallecimiento, así como la época de su actividad filosófica. está envuelto en oscuridad irremediablemente; los estudiosos barajan conjeturas a partir de datos de dudosa veracidad relativos a su fecha de nacimiento y el floruit del filósofo, sin que parezca poderse establecer fecha firme alguna más allá de vacilantes aproximaciones. Todas las conjeturas acerca de la fecha de nacimiento de Parménides se basan en dos fuentes antiguas. Una procede de Apolodoro y nos la trasmite Diógenes Laercio: esta fuente marca la Olimpíada 69.ª (entre el 504 a. C. y el 500 a. C.) como momento de madurez, situando su nacimiento 40 años antes (544 a. C. – 540 a. C.). La otra es Platón, en su diálogo Parménides. Allí Platón compone una situación en la que Parménides, de 65 años, y Zenón, de 40, viajan a Atenas para asistir a las Grandes Panateneas. Conocen en esa ocasión a Sócrates, que era aún muy joven según el texto platónico. Más allá de las especulaciones e inexactitudes sobre su fecha de nacimiento, algunos especialistas han vuelto la mirada a ciertos pasajes de su obra para precisar la relación de Parménides con otros pensadores. Se creyó encontrar en su poema ciertas alusiones polémicas a la doctrina de Anaxímenes y los pitagóricos (fragmento B 8, verso 24, y frag. B 4), y también contra Heráclito (frag. B 6, vv. 8–9), mientras que Empédocles y Anaxágoras se refieren frecuentemente a Parménides.16 La referencia a Heráclito ha sido debatida. La tesis de Bernays de que Parménides ataca a Heráclito, a la que se adhirieron Diels, Kranz, Gomperz, Burnet y otros, fue discutida por Reinhardt, a quien siguió Jaeger. A Guthrie le parece sorprendente que Heráclito no hubiera censurado a Parménides si lo hubiese conocido, como hizo con Jenófanes y Pitágoras. Su conclusión, no obstante, no surge de esta consideración, sino que señala que, por la importancia de su pensamiento, Parménides parte en dos la historia de la filosofía presocrática, por lo tanto su posición respecto de otros pensadores es fácil de determinar. Y, desde este punto de vista, la filosofía de Heráclito le parece pre-parmenídea, mientras que las de Empédocles, Anaxágoras y Demócrito son post-parmenídeas. Filosofía Parmenides representa un nuevo punto de partida en su filosofar. Se trata de una de las pocas posiciones metafísicas más radicales que se han dado en la Historia de la Filosofía Occidental. Parménides expuso su doctrina en un Poema. En él se plantean críticas a las idea pitagóricas y referencias a AnaxíMenes y quizá, a Heráclito. El núcleo fundamental de este poema se divide en dos partes: La vía de la verdad (aletheia) En donde Parménides expone su teoría del conocimiento, y la vía de la opinión (doxa) En la que, utilizando algunos elementos tomados de los pitagóricos, se expone una cosmología que probablemente rechaza Parménides como engañosa. Sólo el ser es y el imposible que no sea; el no ser no es, y por tanto no se puede hablar de él “Sólo es lo que es y no lo que no es”. Así, “sólo lo que es , es y es pensable. El No-Ser, ni es, ni es pensable”. Parménides caracterizaba al Ser del siguiente modo: +El Ser es imperecedero, único, indivisible e inmóvil. El Ser es eterno, no puede dejar de existir, no tiene ni principio ni fin; no puede haber otro ser que lo limitara o al principio o al final. Si no fuera eterno, habría un momento en que no existiera, y es una contradicción un ser que al mismo tiempo es y no es. Mientras que el No-Ser: Es impensable. Una de las aportaciones principales de la filosofía de Parménides es precisamente su definición del Ser, al que le atribuye una serie de características.       Unidad. El ser no puede ser más que “uno”, si fuera otra cosa distinta al “uno” sería el no-ser. Indivisible. En relación a la unidad, el ser es indivisible y compacto. El vacío sería el noser, y el no-ser no existe. Finito. El ser es finito y esférico. Estas ideas probablemente las tomó de los pitagóricos, que relacionaban dichas características con lo determinado. Inmutable. El Ser no puede cambiar. Si el Ser cambia o se mueve deja de Ser. Indestructible. El Ser es, si deja de ser ya no puede ser el Ser. Ingénito. El Ser no ha podido ser engendrado, ya que entonces habría sido creado por el No-ser, y el No-ser no existe. Parménides es considerado el inventor de la Lógica utilizo un razonamiento deductivo, muy bien encadenado y coherente. Escribíó el poema Vía de la Verdad y Vía de la Opinión, con un lenguaje poético y difícil, pero con una estructura lógica clara y contundente, que le sirvió para refutar, paso a paso, las teorías de sus adversarios. Pitágoras de Samos Pitágoras (en griego antiguo Πυθαγόρας; Samos,1 c. 569Metaponto, c. 475 a. C.) fue un filósofo y matemático griego considerado el primer matemático puro. Contribuyó de manera significativa en el avance de la matemática helénica, la geometría, la aritmética, derivadas particularmente de las relaciones numéricas, y aplicadas por ejemplo a la teoría de pesos y medidas, a la teoría de la música o a la astronomía. Respecto a la música, sus conceptos de I, IV y V, fueron los pilares fundamentales en la armonización griega, y son los utilizados hoy en día. Es el fundador de la Escuela pitagórica, una sociedad que, si bien era de naturaleza predominantemente religiosa, se interesaba también en medicina, cosmología, filosofía, ética y política, entre otras disciplinas. El pitagorismo formuló principios que influyeron tanto en Platón como en Aristóteles y, de manera más general, en el posterior desarrollo de la matemática y en la filosofía racional en Occidente. El padre de Pitágoras fue Mnesarco, un mercader de Tiro, y su madre Pythais, originaria de Samos, en Jonia. La mayoría de los historiadores concuerdan en que su vida pública surge hacia el 532 a.C., en tiempos de Polícrates y de Tarquinio el Soberbio. Pitágoras vivió los primeros años de su vida en Samos y acompañó a su padre en muchos de sus viajes; era ciertamente instruido: aprendió a tocar la lira, a escribir poesía y a recitar a Homero. Es posible que su padre lo llevara a Tiro y que allí recibiera instrucción de caldeos y hombres instruidos de Siria. Entre sus profesores, se menciona a tres filósofos: Ferécides de Siros, a quien a menudo se describe como el maestro de Pitágoras; Tales y el pupilo de éste, Anaximandro. Según Jámblico, en su Vida de Pitágoras, a la edad de 18 o 20 años, Pitágoras visitó a Tales, en Mileto. Si bien Tales ya debía ser un anciano en ese entonces, habría ejercido una fuerte impresión en el joven Pitágoras, interesándolo por las matemáticas y la astronomía, y aconsejándole visitar Egipto para interiorizarse más sobre estas cuestiones. Anaximandro impartía las enseñanzas de Tales, lecturas a las cuales asistió Pitágoras, y muchas de sus ideas sobre geometría y cosmología influyeron en su propia visión.Fue creencia común en la Antigüedad que Pitágoras emprendió largos viajes con el propósito de recopilar la información científica asequible de su época directamente de las fuentes. Con este fin habría visitado no sólo Egipto, sino también Arabia, Fenicia, Babilonia e incluso la India. El paso de Pitágoras por Egipto puede ser visto como más que probable; Polícrates había establecido una alianza y existían fuertes lazos entre la isla de Samos y Egipto en ese momento. En 525 a. C. Cambises II, rey de Persia, invadió Egipto. La alianza con Polícrates se rompió y, tras la Batalla de Pelusium, Cambises capturó Heliópolis y Memphis. Según Jámblico, Pitágoras fue conducido a Babilonia como prisionero de guerra por los seguidores de Cambises. Allí, se asociaría con los «magies», instruyéndose en sus ritos sagrados y los «cultos mistéricos de los dioses», así como las ciencias matemáticas cultivadas por los babilonios. No está claro cómo obtiene su libertad, si bien las muertes de Polícrates y de Cambises —ambas acaecidas en 522 a. C.— pueden haber sido factores determinantes para que Pitágoras emigrara al sur de Italia y se estableciera en la ciudad de Crotona. La evidencia sobre el lugar y el año de la muerte de Pitágoras es incierta. Unas fuentes indican que murió en 532 a. C., pero realmente, en 508 a. C. la Sociedad Pitagórica de Crotona fue violentamente atacada y Pitágoras escapó a Metaponto, lugar donde terminaría sus días (algunos autores afirman que se dejó morir de hambre). Jámblico refiere la siguiente versión de los hechos: Cilón, un ciudadano noble de Crotona, líder por nacimiento, rico y poderoso, pero también violento y tiránico, deseaba ansiosamente participar del modo de vida de los pitagóricos. Se acercó a Pitágoras, para entonces un hombre mayor, pero fue rechazado en virtud de los defectos de carácter antes mencionados. Cilón decidió tomar venganza y juró perseguir a los pitagóricos hasta el último hombre. Ésta es la versión mayoritariamente aceptada por los historiadores, pero Jámblico la discute, arguyendo que el ataque de Cilón fue un asunto menor y que Pitágoras regresó a Crotona. Ciertamente la Sociedad Pitagórica prosperó por muchos años después de este acontecimiento y se propagó hacia otras ciudades italianas. Su tumba fue exhibida en Metaponto en tiempos de Cicerón. Filosofía La filosofía de Pitágoras guarda estrecha relación con la Escuela jónica, en cuanto a que busca resolver por medio de un principio primordial el origen y la constitución del universo visto como un todo. Pero al igual que Anaximandro, abandona la hipótesis de Tales y Anaxímenes, suplantando el terreno de lo físico por el de la metafísica. La observación de múltiples relaciones numéricas o analogías al número en los fenómenos del universo, eran la convicción de que en los números y en sus relaciones «armoniosas» los pitagóricos encontrarían los principios absolutamente certeros del conocimiento. Aristóteles enuncia la máxima fundamental de los pitagóricos de varias maneras, como por ejemplo: “los números son cosas en sí”. Pitágoras y la música Se le adjudica a Pitágoras el descubrimiento de las leyes de los intervalos musicales regulares, es decir, las relaciones aritméticas de la escala musical.15 Diógenes Laercio le atribuye la invención del monocordio, un instrumento musical de una sola cuerda. Ilustra la ley según la cual «la altura del sonido es inversamente proporcional a la longitud de la cuerda». Los principios de la música fueron sin duda tan importantes para el sistema pitagórico como los principios matemáticos mismos, o las nociones sobre “números”. La expresión de la Naturaleza en términos matemáticos -como las proporciones y las razones- es una idea clave dentro de la filosofía desarrollada por los pitagóricos. «Estos filósofos notaron que todos los modos de la armonía musical y las relaciones que la componen se resuelven con números proporcionales». La afinación pitagórica es una gama musical construida sobre intervalos de quintas perfectas de razón 3/2. Las frecuencias pitagóricas de la nota “Do” son las siguientes: 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256, 512, 1024, 2048. Para los pitagóricos la música poseía además un valor ético y medicinal, hacía comenzar la educación por la música, por medio de ciertas melodías y ritmos, gracias a los cuales sanaba los rasgos de carácter y las pasiones de los hombres, atraía la armonía entre las facultades del alma. La idea del orden y de que las relaciones de armonía regulan incluso todo el universo, se encuentran presentes en todo el sistema pitagórico. La armonía del cuerpo y la armonía del cosmos eran vistas por igual, dentro de un sistema unificador. Platón dirá que música y astronomía son “ciencias hermanas”. La vida en las matemáticas De acuerdo con Pitágoras a cada cosa le correspondía una figura y ésta figura a su vez, correspondía a un número de acuerdo con su forma ya que las cosas son números. Al estar los números definiendo las formas, si éstos no existieran entonces las cosas tampoco podrían existir. Los pitagóricos no estaban interesados en formular o resolver problemas matemáticos, ni existían para ellos problemas abiertos en el sentido tradicional del término. El interés de Pitágoras era el de los principios de la matemática, el concepto de número, el concepto de triángulo (u otras figuras geométricas) y la idea abstracta de prueba. Pitágoras reconocía en los números propiedades tales como “personalidad”, “masculinos y femeninos”, “perfectos o imperfectos”, “bellos y feos”. El número diez era especialmente valorado, por ser la suma de los primeros cuatro enteros [1 + 2 + 3 + 4 = 10], los cuales se pueden disponer en forma de triángulo perfecto: la “tetraktys”. Para los pitagóricos, “las cosas son números” y observaban esta relación en el cosmos, la astronomía o la música. El número 4 se consideraba símbolo de la justicia y de la solidaridad, una idea que sobrevive en algunas expresiones de los idiomas actuales ("cuadrar bien", por ejemplo). Profesaba especial veneración a los números "perfectos", tales como el 6 y el 28, que son iguales a la suma de sus divisores (por ejemplo, 6=1+2+3). Empédocles de Agrigento Empédocles de Agrigento, en griego Ἐμπεδοκλής, (Agrigento, 495 - 444 a. C.) fue un filósofo y político griego. En la Grecia antigua, con pensadores como Parménides, Heráclito y Pitágoras entre otros, la separación gradual entre lo espiritual y lo material, entre el movimiento y la inmutabilidad del Ser, entre lo racional y lo sensible, etc., representaban algunas de las preocupaciones de la filosofía de aquella época. En el caso de Empédocles, su pensamiento tuvo presente algunas de estas ideas y las incorporó en una doctrina que contempla tanto la argumentación racionalista como el espíritu místico. Fue un filósofo que se interesó mucho por el pensamiento de Parménides. Tomó de él muchos atributos asignados al Ser parmenídeo y los aplicó a su propia Sphairos, la divinidad en la cual todo estaba mezclado en armonía. C ree como Parménides que nada puede originarse de la nada y que lo que existe no puede desaparecer, pero mientras que aquel deducía de esto que la realidad era una e inmóvil, Empédocles postuló que eran cuatro los principios materiales de la realidad y que se hallaban en constante movimiento, mezclándose y repulsándose por las fuerzas espirituales del Amor y el Odio. Estos eran los elementos propuestos por Tales de Mileto, Anaxímenes, Heraclito y Jenófanes: agua, aire, fuego y tierra respectivamente. No se conocen muy bien las fechas exactas de su nacimiento y muerte. Es probable que naciera alrededor del 490 a. C. y muriera hacia el 430 a. C., aproximadamente a los 60 años. Empédocles provenía de una familia brillante y acomodada, por lo cual recibió una educación acorde a ello. Su padre fue Metón, que intervino en el derrocamiento del tirano Trasideo, hijo de Terón en el año 470 a. C. Su abuelo, también llamado Empédocles, fue criador de caballos como cuenta Diógenes Laercio, y venció en las carreras de caballos en Olimpia durante la LXXI Olimpíada. Durante la infancia del filósofo, Agrigento, su ciudad natal, gozaba de su máximo poder y fama bajo el gobierno del tirano Terón (488-472), quien fue reconocido por ser un gobernante interesado por las artes y la religión, encarnando así las preocupaciones del pueblo agrigentino, que conformaron el medio espiritual del cual Empédocles se nutrió. Luego de la muerte de Terón, la tiranía pasó a manos de su hijo Trasideo. Posteriormente esta fue derrocada y se estableció en Agrigento una democracia. En esta transformación política, el filósofo tuvo parte importante, y su defensa de la democracia instaurada lo llevó a disolver una organización oligárquica conocida como la asamblea de los mil. Además persuadió a los habitantes de Agrigento de abandonar las luchas entre partidos y cultivar la igualdad política y rehusó cualquier cargo que se le quisiera otorgar. Por sus ideales democráticos y quizás por su extravagancia y sus métodos, Empédocles se hizo muchos enemigos, que en una de sus ausencias de Agrigento conspiraron contra él e impidieron su regreso. Hay varias leyendas acerca de su muerte. Una de ellas es que luego de celebrar un sacrificio en un campo de Pisianacte, todos los invitados, incluido su discípulo Pausanias, se retiraron del lugar. Empédocles sin embargo se mantuvo allí. Al día siguiente, el filósofo no se encontraba por ningún lado y algún sirviente dijo haber escuchado una voz que lo llamaba y luego haber visto una luz celestial. Luego de eso Pausanias determinó que era hora de alabarle como a un dios. Otra versión nos dice que se arrojó al volcán Etna, buscando confirmar su unión divina con la naturaleza. Esta versión fue desmentida por muchos en la antigüedad, como si se tratase de un engaño (Hipóboto). Timeo es quien da el dato más probable acerca de su muerte, diciendo que Empédocles murió en el Peloponeso, una vez exiliado de Agrigento. Filosofía Su principal teoría se conoce con el nombre de la teoría de los cuatro elementos. Aseguraba que estos cuatro elementos se encontraban sometidos a dos fuerzas, las cuales pretendía explicar por medio del movimiento de generación y corrupción que había en el mundo, y con respecto a esto afirmaba que el Amor, las unía, y el Odio, las separaba. Esta teoría explica el cambio y a la vez la permanencia de los seres humanos del mundo. También consideraba que el hombre estaba formado a partir de un compuesto de los cuatro elementos y que la salud estaba relacionada con el equilibrio entre ellos. El Amor y la Discordia Para explicar el movimiento del Ser, negado por Parménides, Empédocles propone fuerzas motoras externas o diferentes a los cuatro elementos. Estas fuerzas aparecen en el fragmento 17 con los nombres de Amor y Discordia, las fuerzas primordiales de atracción y repulsión. Ellas conviven en constante tensión, alternando su preponderancia en el mundo. Esta no puede ser nunca absoluta de una sobre la otra, pues esto haría que nuestro mundo se disolviera por completo o bien se hallase en un momento en el cual la vida terrestre sería imposible. En un determinado momento de este ir y venir entre la unión y la separación de las cosas es que es posible el nacimiento del mundo tal cual lo vemos. Empédocles muestra esta doble visión de los seres, que en tanto que son compuestos de los elementos se originan y perecen constantemente, y en tanto que sus elementos son en sí indestructibles, son eternos. El Amor representa la atracción entre lo no semejante y la Discordia, la atracción entre lo semejante. Lo que la discordia separa, debe unirlo en una masa separada. Las sustancias orgánicas se originan por el azar, es decir, fortuitamente, aunque siempre por influencia del Amor, quien los combina y mantiene unidos. Las cosas actúan según su naturaleza particular, pero de manera fortuita. De esta manera, se entiende al azar como una causa que se esconde a la razón humana. Es necesario en tanto que es la naturaleza de los elementos, que estos se muevan, y que estos se encuentren de manera azarosa. Esta naturaleza se trata, en el pensamiento de Empédocles, de la particular de cada elemento, y no está basada en una teleología. Demócrito de Abdera Demócrito (en griego: Δημόκριτος; Abdera, Tracia, c. 460 a. C.-c. 370 a. C.) conocido también como El filósofo risueño, fue un filósofo y matemático griego que vivió entre los siglos V-IV a. C. Discípulo de Leucipo, se le llama también “el filósofo que ríe”. Pensador con un amplio campo de intereses, es especialmente recordado por su concepción atomista de la materia. Se considera a menudo a Demócrito “el padre de la física” o “el padre de la ciencia moderna”. Tradicionalmente se le considera un filósofo presocrático, aunque es un error de cronología, ya que fue contemporáneo de Sócrates. Desde el punto de vista filosófico se le asocia a los presocráticos por su temática (physis), mientras que Sócrates y los filósofos que le siguieron abordaron una temática ético-política. En gran parte fue ignorado en la antigua Atenas, pero era conocido por Aristóteles. Se dice que a Demócrito le disgustaba tanto Platón que este último deseaba quemar todos sus libros. Muchos consideran a Demócrito como el "padre de la ciencia moderna". Ninguno de sus escritos ha sobrevivido, solo fragmentos. Nació en la ciudad de Abdera (Tracia),8 capital de una polis griega situada en la actual costa norte de Grecia, al este de la desembocadura del río Nestos, cerca de la isla de Tasos. Estudió con magos y eruditos caldeos que el rey Jerjes I de Persia dejó en la casa de su padre, cuando se hospedó en el hogar de este durante su campaña militar contra los griegos en las guerras médicas. Siendo todavía muy joven, aprendió de ellos sobre todo astrología y teología. Demócrito fue conocido en su época por su carácter extravagante. Se le adjudican numerosas leyendas. Una de ellas dice que se arrancó los ojos en un jardín para que no estorbara en sus meditaciones la contemplación del mundo externo. Se dice de él que presentía el futuro, y entre sus obras más importantes se cita su Gran Diacosmos, por la cual obtuvo, por plebiscito popular, un premio de quinientos talentos. También realizó numerosos viajes, en los cuales habría aprendido de magos persas, sacerdotes egipcios y caldeos. Se dice que viajó por Egipto, donde vivió cinco años y adquirió especialmente conocimientos de geometría, así como que visitó Etiopía, Mesopotamia, Babilonia, Caldea y Persia y que incluso llegó a la India en busca de conocimientos. Había adquirido dinero para viajar de la herencia que le dejó su padre a él y a sus dos hermanos; le correspondieron cien talentos. Posteriormente escribió precisamente el Gran Diacosmos para defenderse de las posibles acusaciones que se hacían a aquellos que malgastaban la herencia de sus padres. Siendo ampliamente ignorado en Atenas durante su vida, la obra de Demócrito fue ampliamente conocida, el mismo Aristóteles la divulgó extensamente. La razón de que no adquiriera fama fue que él mismo «no se cuidó de ser conocido; y aunque él conoció a Sócrates, Sócrates no lo conoció a él». Asimismo asistió a escuchar a los pitagóricos. Es famosa la anécdota que Platón detestaba tanto a Demócrito que quería que todos sus libros fuesen quemados. Se dice que estuvo a punto de quemarlos pero que se lo impidieron los pitagóricos Amiclas y Clitias aludiendo que era inútil pues ya sus escritos circulaban en muchas partes. Hiparco de Nicea asegura, según Diógenes Laercio, que Demócrito murió a los noventa años de edad; y todos los autores de la antigüedad que hayan hecho referencia a su edad, coinciden en que vivió más de cien años. Según Aulo Gelio, Tertuliano y Cicerón, Demócrito, que llegó a vivir casi un centenar de años, se privó voluntariamente de la vida. Existen dos fechas sobre su fallecimiento: En 420 a. C., o, la que actualmente se toma como verdadera, en 370 a. C. Filosofia Junto con su maestro, Leucipo, Demócrito es considerado fundador de la escuela atomista. Se inscribe entre los pos-eleatas, en tanto que acepta los principios establecidos por Jenófanes y Parménides, pero desarrolla una filosofía pluralista como Anaxágoras o Empédocles. Para Demócrito, la percepción, la razón por la cual piensa, por ejemplo, que tiene una pluma en la mano, es un proceso puramente físico y mecanicista; que el pensamiento y la sensación son atributos de la materia reunida en un modo suficientemente fino y complejo, y no de ningún espíritu infundido por los dioses a la materia. Base de la Teoría Atómica Una de las principales aportaciones de Demócrito fue el desarrollo de la "teoría atómica del universo", que fue concebida originariamente por su mentor, el filósofo Leucipo. Demócrito acuñó por primera vez con esta teoría el término "átomo". Así, la "teoría atómica" establece que la materia es tan sólo una mezcla de átomos (que en griego significa "indivisible"). Estos son elementos que inmutables, eternos e infinitamente pequeños y, por tanto, imperceptibles para los sentidos. Esta teoría puede resumirse en los siguientes postulados:    Los átomos son indivisibles, homogéneos y eternos. La diferencia entre los átomos estriba únicamente en forma y tamaño, pero no en sus cualidades internas. Las propiedades de la materia cambian según la agrupación de los átomos. Demócrito consideraba que el movimiento era una realidad y no un fenómeno. Así, existirían dos causas en la realidad, por un lado "lo que es", causa representada por los átomos, y "lo que no es", que vendría a ser representado por el vacío. De esta manera, este "lo que no es" es lo que permite la existencia de partículas diferenciadas y el especio en el que se mueven. Por tanto, el movimiento de los átomos en el vacío es algo inherente a los mismos, en tanto que son eternos y están siempre en movimiento. Para explicar su modelo, Demócrito comenzaba con una piedra, la cual explicaba que si se cortaba a la mitad obtendría dos pedazos de la misma piedra y si se repitiera la operación continuamente, se llegaría a una pieza dentro de la piedra que ya no pudiera ser cortada. Una pieza indivisible, el “átomo”. Como se puede apreciar el modelo era totalmente mecánico y solamente consideraba la unión entre átomos. Sin embargo, este modelo fue una genialidad para la época y tuvieron que pasar 2,200 años para que surgiera el siguiente modelo atómico que hiciera resonancia en la comunidad científica Sócrates de Atenas Sócrates (en griego antiguo, Σωκράτης, Sōkrátēs; Alopece, Atenas, Antigua Grecia, 470 a. C. - ib., 399 a. C.) Fue un filósofo clásico griego considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal. Fue maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo, siendo estos tres los representantes fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia. Sócrates fue figura principal de la transformación de la filosofía griega en un proyecto continuo y unificado. Luego, sabemos que pasó gran parte de su vida generando discusiones con todo el mundo en Atenas, tratando de determinar si alguien tenía alguna idea de lo que estaba hablando, especialmente cuando el tema tratado era importante, como la justicia, la belleza o la verdad. No dejó ningún escrito, pero inspiró a muchos discípulos. En su vejez, se convirtió en el foco de la hostilidad de muchos de la ciudad quienes veían a los sofistas y a la filosofía, intercambiablemente, como los destructores de la piedad y moral de la ciudad; y fue ejecutado en 399 a. C. Detalles de la vida de Sócrates son conocidos gracias a tres fuentes contemporáneas: los diálogos de Platón, las obras de Aristófanes y los diálogos de Jenofonte. No hay ninguna evidencia de que Sócrates haya publicado algún escrito de su autoría. El no pretendió divulgar ninguna doctrina en especial, trataba un método de clarificación cuyo primer paso era la ironía, el reconocimiento de la propia ignorancia "Solo se, que no se nada", (afirmaría insistentemente), para llegar a saber algo y así esclarecer la verdad, destruyendo todo saber que fuese sólo aparente y el segundo la mayéutica, nombre que otorgó a su propio método, por alusión al oficio de su madre, y que consistía en esclarecer las ideas en la mente de los demás, para "dar a luz" las verdaderas. Sólo así se podía acceder a los valores universales. Sócrates fue el padre de la filosofía política y de la ética y es la principal fuente de todos los temas importantes de la filosofía occidental en general; quizás su contribución más importante al pensamiento occidental es su modo dialéctico de indagar, conocido como el método socrático o método de «elencos», el cual aplicaba para el examen de conceptos morales clave, tales como el bien y la justicia. Nació en Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a. C.,123 la época más espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo de Sofronisco, de profesión cantero, motivo por el que en su juventud lo llamaban Σωκράτης Σωφρονίσκου (Sōkrátēs Sōfronískou, ‘Sócrates hijo de Sofronisco’), y de Fenáreta, comadrona, emparentados con Arístides el Justo. Recibió una educación tradicional: literatura, música y gimnasia. Más tarde se familiarizó con la dialéctica y la retórica de los sofistas. Al principio, Sócrates siguió el trabajo de su padre; realizó un conjunto de estatuas de las tres Gracias, que estuvieron en la entrada de la Acrópolis hasta el siglo II a. C. Tuvo por maestro al filósofo Arquelao quien lo introdujo en las reflexiones sobre la física y la moral. Se casó con Xantipa (o Jantipa), que era de familia noble. Según una tradición antigua, trataba muy mal al filósofo, aunque en realidad Platón muestra, al narrar la muerte de Sócrates en el Fedón, una relación normal e incluso buena entre los dos. Durante la guerra del Peloponeso contra Esparta, sirvió como hoplita con gran valor en las batallas de Potidea en el 432 a. C.-430 a. C., Delio en el 424 a. C., y Anfípolis en el 422 a. C. Fue obediente con las leyes de Atenas, pero evitaba la política. Creía que podría servir mejor a su país dedicándose a la filosofía. La Muerte de Sócrates Aunque durante la primera parte de su vida fue un patriota y un hombre de profundas convicciones religiosas, Sócrates sufrió sin embargo la desconfianza de muchos de sus contemporáneos, a los que les disgustaba la nueva postura que tomó frente al Estado ateniense y la religión establecida, principalmente en contra de las creencias metafísicas de Sócrates, que planteaban «una existencia etérea sin el consentimiento de ningún dios como figura explícita». Fue acusado en el 399 a. C. de introducir nuevos dioses y corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la democracia. Por el contrario, Sócrates se manifestó devoto de los dioses, y no pretendía introducir nuevas deidades. Aunque la causa de fondo para llevar a un juicio a Sócrates, según Jenofonte, fue que este abrió sus puertas como discípulo a Critias, quien integró el cuerpo político-militar espartano denominado los Treinta Tiranos, quienes se hicieron con el poder en Atenas tras la guerra del Peloponeso, y sometieron a la polis a una terrible matanza y vaciamiento económico (por el lapso de un año). Posiblement e, esto haya sido imperdonable. La Apología de Platón recoge lo esencial de la defensa de Sócrates en su propio juicio; una valiente reivindicación de toda su vida. Fue condenado a muerte, aunque la sentencia sólo logró una escasa mayoría. De acuerdo con la práctica legal de Atenas, Sócrates hizo una réplica irónica a la sentencia de muerte del tribunal proponiendo pagar tan sólo una pequeña multa dado el escaso valor que tenía para el Estado un hombre dotado de una misión filosófica. También se hace mención que Sócrates pidió jocosamente que se lo podría condenar sencillamente «invitándole a comer en los banquetes comunales», en alusión a que estos eran deplorables. Tanto una como otra, enfadaron tanto al jurado que este volvió a votar a favor de la pena de muerte por una abultada mayoría. Los amigos de Sócrates propusieron pagar una fianza, e incluso planearon su huida de la prisión, pero prefirió acatar la ley y murió por ello. Pasó sus últimos días con sus amigos y seguidores. El envenenamiento por cicuta era un método empleado habitualmente por los griegos para ejecutar las sentencias de pena de muerte. Sócrates fue juzgado y, declarado culpable, cumplió esta pena en el año 399 a. C. Murió a los 70 años de edad, aceptando serenamente esta condena, método elegido por un tribunal que le juzgó por no reconocer a los dioses atenienses y corromper a la juventud. Según relata Platón en la Apología que dejó de su maestro, éste pudo haber eludido la condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y morir. Filosofia A pesar de creer en la existencia de definiciones universales es considerado un precursor del inductismo, en el sentido de que consideraba que los c onceptos universales debían obtenerse desde lo simple hasta lo complejo, de lo particular a lo general. Cada uno debe realizarse sus propias preguntas y formarse su forma de ver el mundo, alcanzando cada vez una mayor comprensión de su funcionamiento. Sócrates y el alma como base para la psicología occidental. Sócrates experimentó mucho cuando era joven en el periodo del esplendor de Atenas , fue también líder en el ámbito político y cultural , modifico el pensamiento filosófico y psicológico en occidente , critico a la sociedad ateniense en el proceso en el que toda persona tiene conocimiento pleno de la verdad ultima contenida dentro del alma , los sofistas fueron un grupo que seguían las historias de la filosofía que trataba de Sócrates, estas personas eran conocidas como traficantes de mercancías que se alimenta el alma , podemos decir que ellos eran maestros que enseñaban las buenas maneras y el arte de las cosas . Los sofistas solían dar conferencias pagadas principalmente en temas como el pensamiento lógico. Con Sócrates comenzó lo que podría considerarse como un espacio de “interioridad psicológica (la autorreflexión o el conocerte a ti mismo) aunque el interés sea marcadamente antropológico antes que psicológica. Ética y moral Sócrates llamó “virtud” aquello que era común para toda la raza humana y en todas las circunstancias, por ejemplo, la justicia, la valentía o el autocontrol. De esta manera no sólo se opuso al relativismo de los sofistas, sino que extrajo de todas las virtudes aquellas que hoy llamaríamos “virtudes morales”. Por esa razón a Sócrates se le considera como el fundador de la ética. Ser ético según Sócrates consiste en dejarse y guiarse por la razón, en torno a lo que esté bien y renunciando a lo que está mal. Ser ético significa encontrar la felicidad sólo si se actúa en conformidad con las propias convicciones; de allí que ser feliz consiste en ser ético, es entonces saber lo que está bien y en conformidad con ese saber hacer el bien. Pues no hacer el bien significa ser infeliz o no ser ético. Método Socrático (Ironía, dialéctica y mayéutica) Sócrates enseñaba a sus discípulos interrogándolos y haciéndoles reflexionar sobre sus argumentos, revisándolos, atacándolos y poniendo cada uno en constante debate. Dada una afirmación, realizaba preguntas a sus alumnos y los entrenaba para que sean capaces de sostener sus argumentos. Sócrates se caracterizaba por su enorme capacidad oratoria y el uso de la ironía para “ridiculizar” los argumentos contrarios a los suyos. La táctica de Sócrates era hacer que sus discípulos se contradigan a sí mismos y así quedaran en evidencia. Por este motivo, también se conoce al método socrático como ironía socrática. El método socrático suele vincularse a la mayéutica, que es una técnica similar, pero tiene fundamentos distintos. La mayéutica también se basa en la retórica, la conversación y el debate de argumentos, pero la idea que rige a la mayéutica no es ridiculizar argumentos “errados”. Todo lo contrario, la idea detrás de esta dinámica es que el alumno ya tiene la respuesta en su mente. La verdad está en su interior, sólo debe aprender a explicarla hacia afuera. Estas dinámicas no son del todo opuestas, de hecho funcionan básicamente igual, la diferencia está en el punto de partida. Mientras que el método socrático asume que el discípulo estará equivocado pues su razonamiento parte de prejuicios. La mayéutica considerará que el discípulo ya sabe la verdad, solo resta que pueda expresarla. Hoy en día esta dinámica se pone en práctica en las más diversas disciplinas. Particularmente se utiliza mucho en los cursos de Derecho, Filosofía, Didáctica e Historia de las Ideas. Platón Platónn. (en griego antiguo: Πλάτων, Plátōn; Atenas o Egina, c. 427-347 a. C.)31 fue un filósofo griego seguidor de Sócratesn. y maestro de Aristóteles. En 387 fundó la Academia, institución que continuaría su marcha a lo largo de más de novecientos años y a la que Aristóteles acudiría desde Estagira a estudiar filosofía alrededor del 367, compartiendo, de este modo, unos veinte años de amistad y trabajo con su maestro. Platón participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió, siempre en forma de diálogo, sobre los más diversos temas, tales como filosofía política, ética, psicología, antropología filosófica, epistemología, gnoseología, metafísica, cosmogonía, cosmología, filosofía del lenguaje y filosofía de la educación. A diferencia de sus contemporáneos, se cree todo el trabajo de Platón ha sobrevivido intacto. Mediante mitos y alegorías Platón desarrolló sus doctrinas filosóficas. En su teoría de las formas o ideas, sostuvo que la realidad sensible es solo una "sombra" de otra más real, perfecta e inmutable. Platón es considerado como uno de los fundadores de la filosofía política al considerar que la ciudad justa estaría gobernada bajo filósofos reyes. Intentó también plasmar en un Estado real su original teoría política, razón por la cual viajó dos veces a Siracusa, Sicilia, con intenciones de poner en práctica allí su proyecto, pero fracasó en ambas ocasiones y logró escapar penosamente y corriendo peligro su vida debido a las persecuciones que sufrió por parte de sus opositores. Platón nació hacia el año 427 a. C. en Atenas o Egina en el seno de una familia aristocrática ateniense. Era hijo de Aristón, quien se decía descendiente de Codro, el último de los reyes de Atenas, y de Perictione, cuya familia estaba emparentada con Solón; era hermano menor de Glaucón y de Adimanto, hermano mayor de Potone (madre de Espeusipo, su futuro discípulo y sucesor en la dirección de la Academia) y medio-hermano de Antifonte (pues Perictione, luego de la muerte de Aristón, se casó con Pirilampes y tuvo un quinto hijo). Critias y Cármides, miembros de la dictadura oligárquica de los Treinta Tiranos que usurpó el poder en Atenas después de la guerra del Peloponeso, eran, respectivamente, tío y primo de Platón por parte de su madre. El nombre de Platón fue, al parecer, el apodo que le puso su profesor de gimnasia y que se traduce como aquel que tiene anchas espaldas, según recoge Diógenes Laercio en Vida de los filósofos ilustres. Su nombre verdadero fue Aristocles. Según Diógenes Laercio, Platón conoció a Sócrates a la edad de 20 años aunque el historiador W. K. C. Guthrie se muestra convencido de que ya lo frecuentaba con anterioridad. De cualquier modo, puede acordarse en que el primer encuentro se produjo entre el 412 y el 407 (es decir, entre los quince y los veinte años de Platón). A partir de allí, fue uno de los miembros más cercanos del círculo socrático hasta que en 399, Sócrates, que contaba unos setenta años, fue condenado a la pena de muerte por el tribunal popular ateniense, acusado por los ciudadanos Ánito y Meleto de "impiedad" (es decir, de no creer en los dioses o de ofenderlos) y de "corromper a la juventud". Los sentimientos de Platón pudieron haber sido tan intensos que no fuera capaz de soportar el espectáculo de ser testigo de la muerte real del mejor, el más sabio y el más justo de los hombres que conoció". Luego de la pérdida de Sócrates, Platón, que tenía solo veintiocho años, se retiró con algunos otros de los discípulos de su maestro a Megara, Sicilia, a la casa de Euclides (socrático, fundador de la escuela megárica). De allí habría viajado a Cirene, donde se reunió con el matemático Teodoro (personificado en el Teeteto) y con Arisitipo (socrático también, fundador de la escuela cirenaica) y a Egipto, aunque estos dos últimos viajes son puestos en duda por muchos especialistas. La Academia A la vuelta de Sicilia, se estima que al poco tiempo, Platón compró una finca en las afueras de Atenas, en un emplazamiento dedicado al héroe Academo, y fundó allí la Academia, que funcionó como tal ininterrumpidamente hasta el año 86 a.C. al ser destruida por los romanos, siendo restituida y continuada por los platónicos hasta que en 529 d.C. fue cerrada definitivamente por Justiniano I, quien veía en las escuelas paganas una amenaza para el cristianismo y ordenó su erradicación completa. Numerosos filósofos se formaron en esta milenaria Academia, incluyendo el mismo Aristóteles durante la dirección de Platón, junto a quien trabajó alrededor de veinte años, hasta la muerte de su maestro. Filosofía La teoría de las ideas Su teoría más conocida es la de las Ideas o Formas. En ella se sostiene que todos los entes del mundo sensible son imperfectos y deficientes, y participan de otros entes, perfectos y autónomos (Ideas) de carácter ontológico muy superior y de los cuales son pálida copia, que no son perceptibles mediante los sentidos. Cada Idea es única e inmutable, mientras que, las cosas del mundo sensible son múltiples y cambiantes. La contraposición entre la realidad y el conocimiento es descrita por Platón en el célebre mito de la caverna, en la República. Para Platón, la única forma de acceder a la realidad inteligible era mediante la razón y el entendimiento; el papel de los sentidos queda relegado y se considera engañoso. Platón y la religión Es posible que el pensamiento platónico tuviese una amplia gama de elementos teológicos o religiosos. Estos elementos podrían ser la base de sus planteamientos ontológicos, gnoseológicos, políticos y epistemológicos. Incluso, en el diálogo Timeo Platón presenta una teoría cosmogónica y religiosa. Las teorías teológicas de Platón posiblemente eran esotéricas (secretas). Incluso en la Carta VII Platón afirma: “No hay ni habrá nunca una obra mía que trate estos temas [...] Cualquier persona seria se guardaría mucho de confiar por escrito cuestiones serias, exponiéndolas a la malevolencia de la gente” Estos comentarios de Platón hacen pensar que aquello que dejó en escrito no es, para él, suficientemente "serio". Según confesiones de Aristóteles en Sobre el bien, el estarigita no tenía acceso a estas doctrinas, a diferencia de Epeusipo y Jenócrates –lo cual daría una idea de porqué Aristóteles no adoptó la Academia. Metafisica En los Libros VI y VII de la República, Platón utiliza diversas metáforas para explicar sus ideas metafísicas y epistemológicas: las metáforas del sol, la muy conocida "alegoría de la caverna" y, la más explícita, la de la línea dividida. En su conjunto, estas metáforas transmiten teorías complejas y difíciles; está, por ejemplo, la Idea del Bien, a la que tiene como principio de todo ser y de todo conocer. La Idea de Bien realiza esto en la manera similar que el sol emana luz y permite la visión de las cosas y la generación de éstas en el mundo perceptivo (ver la alegoría del sol). El platonismo ha sido interpretado tradicionalmente como una forma de dualismo metafísico, a veces referido como realismo platónico o exagerado. De acuerdo a esto, la metafísica de Platón divide al mundo en dos distintos aspectos:   El mundo inteligible, que reside el auténtico ser, inmutable, de formas u objetos abstractos; El mundo sensible, que vemos alrededor nuestro en forma perceptiva, cambiante y copia imperfecta de las formas inteligibles o Ideas. Platón estableció así el dualismo fundamental de la filosofía, la distinción entre idealismo y materialismo, entre esencias eternas abstractas y existencias efímeras concretas, entre el ser parmenideano y el cambio heráclito.41 Esta división lleva también a Platón una dualidad en su antropológica y epistemológica. Alegoría de la Caverna En el libro VII de “La República” (514a-516d), Platón presenta el mito de la caverna, una metáfora respecto de nuestra educación y de su ausencia. Sirve para ilustrar su teoría epistemológica, pero tiene también implicaciones como en la ontología, la antropología e incluso la política y la ética. En la alegoría, Platón compara a las personas no formadas en la Teoría de las Formas con los prisioneros encadenados en una cueva. Al no tener conocimiento del mundo real, las sombras proyectadas en la pared por un fuego son la verdad definitiva para ellos, pero cuando uno es liberado y ve los objetos y el fuego, entonces se dan cuenta de su error. Una vez que ha asumido el hombre esta nueva situación, aprecia la nueva realidad material exterior de la caverna (árboles, lagos, astros, etc), fundamento de las anteriores realidades y finalmente aprecia el Sol, la metáfora de la idea de bien. En el mundo perceptivo, las cosas que vemos a nuestro alrededor no son sino una ligera resemblanza con las formas más reales y fundamentales que representa el mundo inteligible de Platón. Es como si viéramos una sombra de las cosas, sin ver las cosas mismas; estas sombras son una representación de la realidad, pero no la realidad misma. Estado ideal Se debe mencionar, sin embargo, que la idea de la ciudad que se describe en La República la califica Platón como una ciudad ideal, la cual se examina para determinar la forma como la injusticia y la justicia se desarrollan en una ciudad. De acuerdo a Platón, la ciudad “verdadera” y “sana” es la que se describe en el libro II de La República, que contiene trabajadores, pero no tiene los reyes-filósofos, ni poetas ni guerreros. En todo caso, para Platón el Estado ideal (Monarquía) devendrá en una corrupción triste pero necesaria. Así establece Platón las categorías de los diferentes estados en un orden de mejor a peor: Aristocracia, Timocracia, Oligarquía, Democracia y Tiranía Platón y la Atlántida Atlántida es el nombre de una isla mítica mencionada y descrita en los diálogos Timeo y Critias, textos del filósofo griego Platón. En dichos diálogos, la isla aparece como una potencia militar que existió nueve mil años antes de la época del legislador ateniense Solón, quien, según Platón, es la fuente del relato. Es ubicada más allá de las Columnas de Hércules2 y se la describe como más grande que Libia y Asia Menor juntas. El poderío de la Atlántida fue tal que llegó a dominar el oeste de Europa y el norte del África, hasta ser detenida por la ciudad de Atenas. En ese mismo momento una catástrofe, que no se describe, hizo desaparecer a la vez la isla y los ejércitos rivales, “en un solo día y una noche terrible”. El mar donde estuviera la Atlántida se tornó innavegable a causa de los bajíos, en tanto que Atenas y los pueblos de Grecia olvidaron el suceso, pues solo unos pocos sobrevivieron. En Egipto, en cambio, se preservó el recuerdo que, miles de años más tarde, llegó a conocimiento de Solón y, a partir de sus relatos y un manuscrito, a Critias, el narrador. La descripción detallada de la isla y la mención de que se trata de una historia verdadera llevó a muchos investigadores a proponer diversas conjeturas sobre su ubicación y existencia. Del mismo modo, el hecho de que la fuente sea una tradición no comprobada y la evidencia de que en los diálogos se hace uso de la ironía, hizo que otros estudios considerasen a la historia como una invención literaria destinada a expresar ciertas ideas políticas de Platón. Durante la Antigüedad y la Edad Media prevaleció la interpretación del relato como una alegoría, pero a partir de la Edad Moderna y, especialmente desde la segunda mitad del siglo xix, durante el Romanticismo, se multiplicaron las hipótesis sobre la Atlántida, identificándola con diversas culturas del pasado o con la cuna de la civilización. La investigación moderna, no obstante, ha comprobado que no existen las supuestas fuentes egipcias del relato y que la narración presenta anacronismos y datos imposibles, lo cual lleva a descartarla como histórica. Algunos investigadores, sin embargo, admiten la posibilidad de que el mito haya sido inspirado en un fondo de realidad histórica vinculado a algún desastre natural. Aristóteles de Estagira Aristóteles (en griego antiguo: Ἀριστοτέλης Aristotélēs; Estagira, 384 a. C.-Calcis, 322 a. C.) fue un filósofo, polímata y científico nacido en la ciudad de Estagira, al norte de Antigua Grecia. Es considerado junto a Platón, el padre de la filosofía occidental. Sus ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios. Fue discípulo de Platón y de otros pensadores, como Eudoxo de Cnido, durante los veinte años que estuvo en la Academia de Atenas.5 Fue maestro de Alejandro Magno en el Reino de Macedonia durante casi 5 años. En la última etapa de su vida fundó el Liceo en Atenas, donde enseñó hasta un año antes de su muerte. Aristóteles escribió cerca de 200 obras (de los cuales solo se han conservado 31, ninguna de ellas destinada a la publicación) sobre una enorme variedad de temas, entre ellos: lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología.1 Aristóteles transformó muchas, si no todas, las áreas del conocimiento que abordó. Es reconocido como el padre fundador de la lógica y de la biología, pues si bien existen reflexiones y escritos previos sobre ambas materias, es en el trabajo de Aristóteles, donde se encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al respecto. Entre muchas otras contribuciones, Aristóteles formuló la teoría de la generación espontánea, el principio de no contradicción, las nociones de categoría, sustancia, acto, potencia y primer motor inmóvil. Algunas de sus ideas, que fueron novedosas para la filosofía de su tiempo, hoy forman parte del sentido común de muchas personas. Influyó en el pensamiento islámico durante la Edad Media, así como en la escolástica cristiana. Su ética, aunque siempre influyente, ganó un renovado interés con el advenimiento moderno de la ética de la virtud. Aristóteles nació en 384 a. C. o 383 a. C., durante el primer año de la olimpiada XCIX,89101112 en la ciudad de Estagira, la actual Stavros, (razón por la cual se lo apodó el Estagirita), no lejos del actual Monte Athos, en la península Calcídica, entonces perteneciente al Reino de Macedonia (actual región de Macedonia de Grecia). Su padre, Nicómaco, pertenecía a la corporación de los asclepiadeos, es decir, que profesaba la medicina, y fue médico del rey Amintas III de Macedonia, hecho que explica su relación con la corte real de Macedonia, que tendría una importante influencia en su vida; y su madre, Festis, también estaba vinculada a los asclepiadeos. En la época del rey Arquelao I de Macedonia, al ser su padre médico del rey Amintas III de Macedonia, ambos residieron en Pella, y Aristóteles no pudo permanecer mucho tiempo en aquel lugar ya que sus padres murieron cuando él era aún muy joven, y se trasladó probablemente a Atarneo. En 367 a. C., cuando Aristóteles tenía 17 años, su padre murió, y se hizo cargo de él su tutor Proxeno de Atarneo, que lo envió a Atenas, por entonces un importante centro intelectual del mundo griego, para que estudiase en la Academia de Platón.15 Allí permaneció por veinte años. La Academia Para completar la educación de Aristóteles, Proxeno lo envió a Atenas para inscribirle a la Academia, habiéndose extendido ya su fama y la de Platón por el mundo griego. Aristóteles conoció a Platón cuando tenía 17 años de edad, y permaneció en la Academia desde el 367 o 366 a. C. hasta el 347 o 346 a. C., justo con el momento en el que coincide el segundo viaje que realiza Platón a Sicilia. Debido a que Aristóteles acudió a la Academia durante su periodo de máximo esplendor, pudo desarrollarse de forma adecuada. Eudoxo ejerció la primera influencia decisiva sobre Aristóteles, ya que pudo ejercer su influencia en la exigencia “salvar los fenómenos”, lo que es lo mismo, “hallar un principio que explicase los hechos conservando intacto su modo genuino de presentarse”. Debido a que las ideas filosóficas de Eudoxo diferían con la filosofía platónica y concluían en aporías, Aristóteles hizo caso omiso de las mismas, pero sí se relacionó con Espeusipo, Filipo de Opunte, Erasto y Corisco. Tanto Espeusipo como Filipo de Opunte fueron escolarcas de la Academia, Heraclides Póntico la rigió cuando Platón realizó su tercer viaje a Sicilia, Filipo publicó la obra Leyes, y Erasto y Corisco asociaron sus nombres con Aristóteles. Alejandro Magno y el Liceo En 343 a. C., el rey Filipo II de Macedonia convocó a Aristóteles para que fuera tutor de su hijo de 13 años, que más tarde sería conocido como Alejandro Magno. Aristóteles viajó entonces a Pella, por entonces la capital del imperio macedonio, y enseñó a Alejandro durante, al menos, dos años, hasta que inició su carrera militar. En 335 a. C., Aristóteles regresó a Atenas y fundó su propia escuela, el Liceo (llamado así por estar situado dentro de un recinto dedicado al dios Apolo Licio). A diferencia de la Academia, el Liceo no era una escuela privada y muchas de las clases eran públicas y gratuitas. A lo largo de su vida Aristóteles reunió una vasta biblioteca y una cantidad de seguidores e investigadores, conocidos como los peripatéticos (de περιπατητικός, 'itinerantes', llamados así por la costumbre que tenían de discutir caminando). La mayoría de los trabajos de Aristóteles que se conservan son de este período. Escribió muchos diálogos, de los cuales solo han sobrevivido fragmentos. Muerte Cuando Alejandro murió en 323 a. C., es probable que Atenas se volviera un lugar incómodo para los macedonios, especialmente para quienes tenían las conexiones de Aristóteles. Según se cuenta, declaró que "no veía razón para dejar que Atenas pecara dos veces contra la filosofía" (clara alusión a la condena de Sócrates). Aristóteles dejó Atenas y se estableció a Calcis, en la isla de Eubea, donde murió extrañamente al año siguiente a la edad de 61 ó 62 años, en 322 a. C., por causas desconocidas. Hallazgo de la tumba En mayo de 2016, durante el congreso internacional "Aristóteles, 2.400 años" celebrado en la Universidad de Salónica, el director de las excavaciones en la ciudad de Estagira, dio a conocer las conclusiones de su equipo de arqueólogos sobre un edificio descubierto en 1996 y ahora reestudiado a la luz de dos manuscritos que hacen alusión al traslado posterior de las cenizas del filósofo, en una urna de bronce, a su ciudad natal. Según ellos, el edificio, hallado en el interior de una fortaleza bizantina posterior, "no puede ser otra cosa que el mausoleo de Aristóteles", aunque aclarando que "no tenemos pruebas, pero sí indicios muy fuertes que rozan la certeza" Filosofía Construyó un sistema filosófico propio, puesto a las ideas de su maestro Platón, para quien el mundo se componía de dos planos: el sensible y el inteligible, Aristóteles propuso que el mundo no tenía compartimentos. Criticó, así, la “Teoría de las formas” de su maestro, que postulaba que el mundo de las ideas era el mundo verdadero y que el mundo perceptible era apenas un reflejo de éste. Para Aristóteles, las cosas se componen de una materia y una forma, irremediablemente juntas en la esencia de la realidad, y su verdad puede alcanzarse sólo empíricamente, es decir, a través de la experiencia. Es el padre fundador de la lógica Es considerado el padre fundador de la lógica, debido a que en sus trabajos se encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al respecto. Aristóteles fue el primer pensador en formalizar el sistema lógico, de tal forma que sus propuestas han trascendido hasta nuestros días. La lógica aristotélica es una ciencia objetiva cuyo propósito es estudiar conceptos, analizando juicios y formas de razonamiento, cuyos resultados se expresan mediante el silogismo o razonamiento deductivo categórico. El silogismo es un razonamiento mediante el cual se deduce una conclusión partiendo de dos juicios. Está conformado por tres partes y a su vez por tres términos. Las tres partes son: premisa mayor, premisa menor y la conclusión. Los tres términos a que nos referimos son: el término mayor, el término menor y el término medio que figura en ambos términos. Enmanuel Kant, en su obra Crítica de la razón pura afirma que “desde los tiempos más tempranos la lógica ha transitado por un camino seguro a partir del hecho que, desde la época de Aristóteles no ha dado un solo paso atrás”. Principio de la no contracción Otro gran aporte a la lógica fue el principio de no contradicción, que estipula que una proposición y su negación no pueden ser verdaderas al mismo tiempo y en el mismo sentido. De allí, todo razonamiento que implique una contradicción podrá ser tenido como falso. Aristóteles dedicó también sus esfuerzos al estudio de las falacias (razonamientos inválidos), de las cuales identificó y clasificó trece tipos principales. División de las disciplinas filosóficas Los escritos de Aristóteles se clasifican generalmente en dos grupos:   Los exotéricos destinados al gran público no iniciado en la filosofía, lo que actualmente se llamarían obras de divulgación. Éstos se han perdido, y solamente se conocen algunos títulos, o muy pequeños fragmentos. Los esotéricos destinados a quienes ya estuvieran iniciados en el saber filosófico. Según la tradición, los libros esotéricos fueron conservados gracias a que su heredero, Neleo, para evitar que cayeran en manos del rey de Pérgamo, llevó toda la biblioteca de Aristóteles - parte de la cual la formaban sus manuscritos a Tróade, donde la escondió en una bodega. Fueron recuperados en el siglo I A.C. por Apelicón de Teo y luego trasladados a Roma. Las obras fueron dispuestas en el orden en que actualmente son conocidas por Andrónico de Rodas; conformando lo que desde entones se conoce como el “Corpus aristotelicum”. El “Corpus aristotelicum” comprende cuatro grandes grupos de obras:     Los tratados de lógica, llamados Órganon, (“instrumentos”), comprenden: “Categorías”, “De la interpretación”, “Primeros Analíticos”, “Segundos Analíticos”, “Tópicos”, “Refutaciones de sofismas”. Los escritos acerca de la Naturaleza, o física, que comprenden “Física”, “Del cielo”, “De la generación y de la corrupción”, “Meteorológicos”, “Historia de los animales”, “Del movimiento de los animales”, “De la marcha de los animales”, “Del alma, de la sensación y de lo sensible”, “De la memoria y del recuerdo”. Catorce libros reunidos bajo el título de Metafísica, así llamados porque en la serie ordenada por Andrónico estaban colocados después (metà en griego) de los escritos de la física; y que versan sobre el Ser, su alcance y sus propiedades, que Aristóteles llamó primera filosofía. Las obras dedicadas a los asuntos morales, políticos, de poética y de retórica, los cuales son: la “Ética a Eudemo”, la “Ética a Nicomaco”, la “Ética mayor” o “Gran moral” (cuya autenticidad se discute), la “Política”, la “Poética”, la “Retórica” y “La Constitución de Atenas” Silogismos El silogismo es una forma de razonamiento deductivo e inductivo el cual proviene de la palabra del latín syllogismus, y hace parte de la lógica el cual hace origen del griego, que consta de dos proposiciones como premisas y otra como conclusión, siendo la última una inferencia necesariamente deductiva de las otras dos. Fue formulado por primera vez por Aristóteles, ampliamente reconocido como padre fundador de la lógica. El silogismo es la noción central de la lógica aristotélica, pilar fundamental del pensamiento científico y filosófico desde su invención hace más de dos milenios. Aristóteles consideraba la lógica como un método de relación de términos. Los silogismos aristotélicos buscan establecer la relación entre dos términos: un sujeto y un predicado, los cuales se unen o separan en juicios. La aparición de posibles conclusiones sobre la relación entre estos dos términos surge de su comparación, por medio de juicios, con un tercer término que hace de "término medio" (tertium comparationis). Así pues, el silogismo consta de dos juicios, premisa mayor y premisa menor, en los que se comparan tres términos (sujeto, predicado y "término medio"), de cuya comparación se obtiene un nuevo juicio como conclusión. La lógica silogística trata de establecer las leyes que garantizan que, de la verdad de los juicios comparados, o premisas, se pueda obtener con garantía de verdad un nuevo juicio verdadero, o conclusión. De esta forma, el silogismo tiene la siguiente estructura:     Premisa mayor, juicio en el que se encuentra el término mayor o predicado de la conclusión, P, comparado con el término medio M. Premisa menor, juicio en el que se encuentra el término menor o sujeto de la conclusión, S, comparado con el término medio M. Consecuente, un juicio de conclusión al que se llega, el cual afirma (une) o niega (separa) la relación entre S y P. Los juicios, que dan origen a las premisas mayor y menor, relacionan los términos unos con otros para constituir el argumento. De esta manera, el silogismo argumenta estableciendo la conclusión como una relación entre dos términos, derivada de la comparación de ambos términos con un tercer término. ÉPOCA MEDIEVAL Siglo V al XV Época Medieval La filosofía medieval es la filosofía que se desarrolló en Europa y Oriente Medio durante lo que hoy se llama el Medioevo o la Edad Media, que se extiende aproximadamente desde la caída del Imperio Romano hasta el Renacimiento. La filosofía medieval se caracteriza principalmente por intentar conciliar las doctrinas cristianas (pero también judías e islámicas) con la filosofía heredada de la antigüedad clásica. Algunas de estas doctrinas fueron especialmente difíciles (como la encarnación y la trinidad), pero el esfuerzo por resolverlas fue el motor de gran parte de la filosofía medieval, y llevó a desarrollar conceptos, teorías y distinciones que heredaría toda la filosofía posterior. Aunque la influencia de la filosofía pagana fue crucial para la filosofía medieval, la gran mayoría de los textos de autores clave como Platón, Aristóteles y Plotino fueron inaccesibles a los estudiosos medievales. Los medievales tuvieron acceso al pensamiento de estos y otros autores principalmente a través del trabajo de autores patricios como Tertuliano, Ambrosio y Boecio, y de autores paganos como Cicerón y Séneca. En los siglos XII y XIII, sin embargo, una gran cantidad de trabajos de Aristóteles viajaron a Europa Occidental desde Al-Andalus y desde Constantinopla, influenciando enormemente a la filosofía.2 Este importante hecho permite dividir a la filosofía medieval en dos períodos: el período antes del reingreso de Aristóteles, y el período durante y después de su reingreso. El primer período fue marcadamente platónico, con un estilo generalmente ameno y asistemático, y sin una distinción clara entre teología y filosofía.2 Algunos de los autores más importantes fueron “Boecio, Juan Escoto Erígena, Anselmo de Canterbury y Pedro Abelardo”. El segundo período fue más aristotélico. Asistió a la creación de las universidades, a una mayor profesionalización y sistematización de la filosofía, a nuevas traducciones y a nuevas formas de enseñanza. La escolástica fue el movimiento teológico y filosófico dominante, y entre los autores clave estuvieron “Ramon Llull, Tomás de Aquino, Juan Duns Scoto, Guillermo de Ockham y Buenaventura de Fidanza”. Algunos de los temas centrales a lo largo de la filosofía medieval fueron:     La relación entre la fe y la razón, la existencia y naturaleza de Dios, La cuestión de la compatibilidad entre atributos divinos, el problema del mal, El problema de la compatibilidad de la omnisciencia divina con el libre albedrío, el problema de los universales, la causalidad, los límites del conocimiento, la lógica aristotélica y, La individuación de las sustancias divisibles e indivisibles. Después de las conquistas musulmanas, la filosofía islámica temprana desarrolló las tradiciones filosóficas griegas en nuevas direcciones innovadoras. Esta Edad de Oro islámica influyó en los desarrollos intelectuales europeos. Las dos principales corrientes del pensamiento islámico temprano son Kalam, que se centra en la teología islámica y la escuela falsafa, que se basó en el aristotelismo y el neoplatonismo. Aristóteles fue muy influyente entre falsafa como al-Kindi (siglo IX), Avicena (980-1037) y Averroes (siglo XII). Otros, como Al-Ghazali, criticaron a los métodos de la filosofía aristotélica de los falsafa. Los pensadores islámicos también desarrollaron un método científico, medicina experimental, una teoría de la óptica y una filosofía jurídica. Ibn Khaldun fue un pensador influyente en la filosofía de la historia. Agustín de Hipona Agustín de Hipona, conocido también como san Agustín (en latín, Aurelius Augustinus Hipponensis; Tagaste, 13 de noviembre del 354-Hipona, 28 de agosto del 430), es un santo, padre y doctor de la Iglesia católica. Después de su conversión, fue obispo de Hipona, al norte de África y lideró una serie luchas contra las herejías de los maniqueos, los donatistas y el pelagianismo. El “Doctor de la Gracia” fue el máximo pensador del cristianismo del primer milenio y según Antonio Livi uno de los más grandes genios de la humanidad. Autor prolífico, dedicó gran parte de su vida a escribir sobre filosofía y teología, siendo Confesiones y La ciudad de Dios sus obras más destacadas. El pensamiento de san Agustín de Hipona tendió un puente entre el mundo clásico y el mundo medieval, adaptando una lectura alegórica de las Sagradas Escrituras con el neoplatonismo. Su padre, llamado Patricio, era un pequeño propietario pagano y su madre, la futura santa Mónica, es puesta por la Iglesia como ejemplo de mujer cristiana, de piedad y bondad probadas, madre abnegada y preocupada siempre por el bienestar de su familia, aun bajo las circunstancias más adversas. Mónica le enseñó a su hijo los principios básicos de la religión cristiana y al ver cómo el joven Agustín se separaba del camino del cristianismo se entregó a la oración constante en medio de un gran sufrimiento. Años más tarde Agustín se llamará a sí mismo “el hijo de las lágrimas de su madre”. A los diecinueve años, la lectura de Hortensius de Cicerón despertó en la mente de Agustín el espíritu de especulación y así se dedicó de lleno al estudio de la filosofía, ciencia en la que sobresalió. Durante esta época el joven Agustín conoció a una mujer con la que mantuvo una relación estable de catorce años y con la cual tuvo un hijo: Adeodato. En su búsqueda incansable de respuesta al problema de la verdad, Agustín pasó de una escuela filosófica a otra sin que encontrara en ninguna una verdadera respuesta a sus inquietudes. Finalmente abrazó el maniqueísmo creyendo que en este sistema encontraría un modelo según el cual podría orientar su vida. Varios años siguió esta doctrina y finalmente, decepcionado, la abandonó al considerar que era una doctrina simplista que apoyaba la pasividad del bien ante el mal. Cuando llegó a Tagaste, Agustín vendió todos sus bienes y el producto de la venta lo repartió entre los pobres. Se retiró con unos compañeros a vivir en una pequeña propiedad para hacer allí vida monacal. Años después esta experiencia fue la inspiración para su famosa Regla. A pesar de su búsqueda de la soledad y el aislamiento, la fama de Agustín se extendió por todo el país. Monacato, sacerdocio y episcopado En 391 viajó a Hipona (Hippo Regius, la moderna Annaba, en Argelia) para buscar a un posible candidato a la vida monástica, pero durante una celebración litúrgica fue elegido por la comunidad para que fuese ordenado sacerdote, a causa de las necesidades del obispo Valerio de Hipona. Agustín aceptó, tras resistir, esta elección, si bien con lágrimas en sus ojos. Algo parecido sucedió cuando se le consagró como obispo en el 395. Entonces abandonó el monasterio de laicos y se instaló en la casa episcopal, que transformó en un monasterio de clérigos. Predicó y escribió incansablemente, polemizó con aquellos que iban en contra de la ortodoxia de la doctrina cristiana de aquel entonces, presidió concilios y resolvió los problemas más diversos que le presentaban sus fieles. Participó en los concilios regionales III de Hipona del 393, III de Cartago del 397 y IV de Cartago del 419, en los dos últimos como presidente y en los cuales se sancionó definitivamente el Canon bíblico que había sido hecho por el papa Dámaso I en Roma en el Sínodo del 382. Ya como obispo, escribió libros que lo posicionan como uno de los cuatro principales Padres de la Iglesia latinos. La vida de Agustín fue un claro ejemplo del cambio que logró con la adopción de un conjunto de creencias y valores. Agustín murió en Hipona el 28 de agosto de 430 durante el sitio al que los vándalos de Genserico sometieron la ciudad durante la invasión de la provincia romana de África. Su cuerpo, en fecha incierta, fue trasladado a Cerdeña y, hacia 725, a Pavía, a la basílica de San Pietro in Ciel d'Oro, donde reposa hoy. Filosofia El punto de partida de la filosofía de Agustín es el problema de la verdad. En íntima dependencia con el pensamiento grecorromano, el hiponense reivindica la razón como única facultad capaz de alcanzar la verdad y superar el escepticismo, verdadero obstáculo para abrazar la fe y lograr la felicidad. El acceso a la verdad requiere que el hombre se desvincule del conocimiento sensible, mera contingencia y apariencia de ser, y se vuelque hacia el interior de sí mismo. Si Platón identificaba la verdad con el ser y a éste con el mundo inteligible de la ideas, Agustín hará lo mismo desde un planteamiento cristiano, en el que la verdad se reconoce en el ser y éste es, en última instancia, Dios (ipsum esse). Las ideas platónicas o rationes rerum, están ahora radicadas en la mente de Dios como principios de creación y arquetipos o modelos de los seres creados, siendo superiores a “lo superior en el hombre o en el alma”. Sin embargo, a diferencia del platonismo, Agustín niega que el acceso a la verdad se produzca a través del recuerdo o reminiscencia del alma: el alma descubre que las ideas están en ella como una luz que no emana de sí misma, sino de Dios. El acceso a la verdad se produce por iluminación, esto es: mediante una intuición intelectual que el alma descubre en su interior y que la lleva a trascenderse. Instancias arbitrales de la razón Agustín escribió sobre las llamadas instancias arbitrales de la razón, que son las “matemáticas, la lógica y el sentido común”. Estableció que estas instancias no provienen de los sentidos, sino que vienen de Dios, dado que son elementos universales, perennes y no pueden venir de la mente del hombre, sino de algo que sea superior a este. La particularidad que tuvo este acercamiento de Agustín a Dios es que le atribuye el origen de las que llamó las instancias arbitrales de la razón a través del pensamiento, no de elementos de la naturaleza o que pueden ser percibidos por los sentidos. El Entendimiento Para Agustín, el entendimiento solo puede obtenerse a través de Dios. Indicó que el ser humano solo puede comprender la verdad de las cosas si obtiene ayuda de Dios, dado que este corresponde al origen de todas las cosas y de las verdades que existen. Agustín expuso que la obtención de esta verdad se hace a partir de la introspección, a través de lo que denominó razón o alma, cuya esencia es Dios. Es decir, que los sentidos no son la vía para comprender la verdad de las cosas. Esto es porque lo obtenido a través de los sentidos no es permanente ni mucho menos eterno; por lo tanto, este conocimiento no es trascendental. Niveles de Pensamiento Agustín determinó la existencia de tres niveles principales de entendimiento:    Las sensaciones: Las sensaciones constituyen la forma más básica y primaria de acercarnos a la verdad y a la realidad. Este elemento es compartido con los animales, razón por la cual es considerado como uno de los mecanismos más primitivos para obtener conocimiento. El conocimiento racional: Está ubicado en el punto medio de la escalera. Es propio de los seres humanos y tiene que ver con llevar a la acción los pensamientos. A través de la sensibilidad, el ser humano obtiene conocimiento de lo que Agustín denominó objetos sensibles. la sabiduría propiamente dicha: Por último, en la cúspide de la lista se encuentra la sabiduría, que es tomada en cuenta considerando la capacidad que llegan a tener los seres humanos de adquirir conocimiento eterno, trascendental y valioso sin hacerlo a través de los sentidos. Creación del mundo Agustín era simpatizante de la doctrina del creacionismo en cuanto a que indicó que fue Dios quien creó todo lo que existe, y que esta creación se generó de la nada, pues nada pudo haber existido antes que Dios. Sin embargo, dentro de sus concepciones también había cabida a la teoría de la evolución, dado que consideraba cierto que fue Dios quien generó los elementos fundamentales de la creación, pero que posteriormente fueron estos elementos los que siguieron evolucionando y generando todo lo que existió luego. Tomas de Aquino Tomás de Aquino (en italiano, Tommaso d'Aquino; Roccasecca, Italia, 1224/1225-Abadía de Fossanova, 7 de marzo de 1274), teólogo y filósofo católico perteneciente a la Orden de Predicadores, es considerado el principal representante de la enseñanza escolástica y una de las mayores figuras de la teología sistemática. En materia de metafísica, su obra representa una de las fuentes más citadas del siglo XIII además de ser punto de referencia de las escuelas del pensamiento tomista y neotomista. La Iglesia católica lo nombra Doctor Angélico, Doctor Común y Doctor de la Humanidad y considera su obra fundamental para los estudios de filosofía y teología. Tomás de Aquino nació en 1225 en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en el seno de una numerosa y noble familia de sangre germana.8 Su padre, Landolfo, descendiente a su vez de los condes de Aquino, estaba emparentado con el emperador Federico II. Su madre, Teodora, era hija de los condes de Taete y Chieti. Cumplidos los cinco años, Tomás recibió sus primeras enseñanzas en la abadía de Montecasino, de la que era abad un tío suyo. Ya por entonces, sus biógrafos Guillermo de Tocco, Bernardo Guido y Pedro Calo destacan su singular devoción al señalar cómo, desde bebé, se aferraba fuertemente a un papiro que tenía escrito el Ave María. Comenzó entonces su aprendizaje de gramática, moral, música y religión hasta 1239, año en que el emperador Federico II decretara la expulsión de los monjes. Entonces, el joven Tomás continuó su educación en la Universidad de Nápoles donde el estudio de las artes liberales, el currículo educativo de la época, lo puso en contacto con los principios de la lógica aristotélica. En junio de 1259, Tomás es llamado a Valenciennes, junto con Alberto Magno y Pedro de Tarentaise (futuro papa Inocencio V), para organizar los estudios de la Orden, aprovechando que tenía que trasladarse a su Italia natal. Estuvo durante un periodo de diez años enseñando en Nápoles, Orvieto, Roma y Viterbo. En esta época, Tomás termina la Summa contra gentiles, que sería la guía de apología de la Orden en España, encarga la traducción de numerosas obras de Aristóteles a su amigo erudito Guillermo de Moerbeke, para evitar ciertos errores de interpretación cometidos por los árabes, y comienza la redacción de la Summa Theologiae. Es menester señalar que el papa Urbano IV lo nombró consejero personal, y que le encargó la Catena aurea (Comentario a los cuatro Evangelios), el Oficio y misa propia del Corpus Christi y la revisión del libro Sobre la fe en la Santísima Trinidad, atribuido al obispo Nicolás de Durazzo. El Aquinate fue enviado de vuelta a París, debido a la gran oposición que se había alzado en contra de su figura y doctrina. Esta época es la más madura y fecunda del Aquinate pues se enfrentaría a tres brazos del pensamiento: los idealistas “agustinistas”, encabezados por “Juan Peckham”, “los seculares antimendicantes”, dirigidos por Gerardo de Abbeville y, por último los “averroístas”, cuya figura visible era “Sigerio de Brabante”. Tomás ya había asumido públicamente, numerosas ideas aristotélicas y completó las Exposiciones de las más destacadas obras de Aristóteles, del Evangelio de Juan y de las Cartas de Pablo el apóstol. Por otro lado, escribe sus famosas cuestiones disputadas de ética y algunos opúsculos en respuesta a Juan Peckham y Nicolás de Lisieux, al tiempo que terminaba la segunda parte de la Summa Theologiae. Pero su gran lucha vino contra los averroístas: Sigerio de Brabante, máxima figura de la Facultad de Artes, había manifestado en sus clases que el hombre no tenía naturaleza espiritual por lo que la razón podía contradecir la fe sin dejar ambas de ser verdaderas. Tomás, líder indiscutible de la Facultad de Teología, respondería ese mismo año con su De unitate intellectus contra averroistas terminando dicho opúsculo. Tras este desafío singular se dice, pues no consta entre sus biógrafos, que ambos se enfrentaron públicamente y no sería descabellado, ya que Tomás había disputado con, por ejemplo, Peckham ante la universidad pero lo históricamente válido es que Tomás salió ampliamente victorioso tras la publicación del opúsculo, ya que, en primer lugar, Siger se retractó de muchas cuestiones en su De anima intellectiva, y en segundo lugar, el obispo de París, Esteban Tempier condenaría a los pocos meses hasta trece cuestiones esenciales del averroísmo, lo que provocó una gran huelga en la Facultad de Artes. Tomás murió haciendo una enérgica profesión de fe el 7 de marzo de 1274, cerca de Terracina. Posteriormente, el 28 de enero de 1369, sus restos mortales fueron trasladados a Tolosa de Languedoc, fecha en la que la Iglesia católica lo celebra. La importancia y la gravitación política de Tomás de Aquino fue de tal magnitud, que aun existen dudas acerca de la causa de su muerte. Ciertamente, se ha escrito sobre un posible envenenamiento por orden del rey de Sicilia, Carlos de Anjou, según una afirmación sostenida por Dante Alighieri en el Purgatorio de la Divina Comedia, epopeya escrita entre 1304 y 1321. Después de su muerte, algunas tesis de Tomás de Aquino, confundidas entre las averroístas, fueron incluidas en una lista de 219 tesis condenadas por el obispo de París, Étienne Tempier, en la Universidad de París en 1277. A pesar de ello, tras varias profecías y milagros14 documentados con numerosos testimonios, Tomás de Aquino fue canonizado casi a los 50 años de su muerte, el 18 de enero de 1323. Las condenas de 1277 fueron inmediatamente levantadas en lo que respecta a Tomás de Aquino el 14 de febrero de 1325. Filosofía El pensamiento de Tomás de Aquino parte de la superioridad de las verdades de la teología respecto a las racionales, por la sublimidad de su fuente y de su objeto de estudio: Dios. Aunque señala que la razón es muy limitada para conocer a Dios, ello no impide demostrar que la filosofía sea un modo de alc anzar conocimientos verdaderos. En primer lugar porque no contradice a la teología, así lo dice: Lo naturalmente innato en la razón es tan verdadero que no hay posibilidad de pensar en su falsedad. Y menos aún es lícito creer falso lo que poseemos por la fe, ya que ha sido confirmado por Dios. Luego como solamente lo falso es contrario a lo verdadero, como claramente prueban sus mismas definiciones, no hay posibilidad de que los principios racionales sean contrarios a la verdad de la fe En segundo lugar, porque es la herramienta natural del hombre para conocer el mundo y el Aquinate, como se ha visto, considera imposible pensar en la falsedad de la razón por lo connatural que no es. No obstante, Tomás señala que de llegarse a una contradicción real y no aparente entre una conclusión de fe y otra racional, la errónea es la de razón puesto que Dios es infalible. Un ejemplo de contradicción aparente se encuentra en la cuestión de la Trinidad: Tomás, por razón, señala que "Dios es simple", y, por fe, que es "trino", pero para ser trino (que no triple) hace falta ser uno, es decir simple, por lo que fe y razón no se contradicen, sino que la gracia de la fe supone (acepta) y eleva (perfecciona) la naturaleza, racional en este caso. Vías o argumentos racionales que Santo Tomás uso para explicar la existencia de Dios 1) La realidad del cambio requiere un agente del cambio; quiere decir que el cambio no puede ocurrir así como así nada más sino que está influido por un ente u inteligencia superior. 2) La cadena de la causalidad necesita fundarse en una causa primera que no es causada; Establece una razón similar al punto primero ya que establece que la causalidad, las causas de los cambios son provocadas por Dios, que sería la causa no causada, a que nadie causa a Dios, está ahí. 3) Los hechos contingentes del mundo (hechos que pueden no haber sido como son) presuponen un ser necesario; Quiere decir que las cosas no ocurren por ocurrir sino que se fundamentan en algo, o en alguien. 4) Se puede observar un orden de las cosas desde lo más alto a lo más bajo, y esto apunta hacia una realidad perfecta en el punto más alto de la jerarquía; Quiere decir que las cosas como dice él están jerarquizadas, podemos empezar a razonar mirando o tomando en cuenta lo más pequeño de la creación, ideas humanas, etc., pero al final siempre encontraremos el fundamento final en una inteligencia superior, Dios 5) El orden y el diseño de la naturaleza demandan como fuente un ser que posea la más alta sabiduría: Esto quiere decir que al ver nosotros una creación armónicamente ordenada, una creación perfecta para vivir, una creación que tiene todo lo necesario para la existencia humana, no podemos atribuir esta ordenación a una mente humana a que la creación está antes de nosotros, de nuestra existencia por lo tanto el último fundamento de este orden es que ha una inteligencia superior detrás de todo esto, esa inteligencia superior sería Dios. Fe y Razón Santo Tomás prestó mucha atención a este tema que era discutido normalmente entre la gente religiosa de la Edad Media; en este periodo se decía que los conocimientos racionales estaban subordinados al ámbito de la Fe. Santo Tomás armoniza la relación entre razón y fe tan discutida durante la Edad Media a que se decía que estos dos conceptos no podían tener ni una relación. Sin embargo aun siendo ambos tipos conocimientos independientes no existe ningún tipo de conflicto entre ellas, pues ambas proceden de Dios. Tanto la creación del mundo natural como el sobrenatural son obra de la divinidad y considerar a ambos mundos y formas de conocimiento separadas sería ¡lógico, pues todo procede de Dios. Afirma que siendo distintas no son contradictorias, ya que hay verdades a las que podemos acceder simultáneamente a través de la razón o de la fe. La fe se sustenta sobre ideas racionales previas pues no podríamos conocer que Dios es eterno o inmortal si nuestro entendimiento o si nuestra racionalidad no poseyera las nociones de que existe un Dios. Pensamiento Tomista del siglo XX Fruto dela encíclica del Papa Leon XII será el surgimiento durante el siglo XX de toda una serie de filósofos y teólogos católicos inspirados en la doctrina tomista. El tomismo del siglo XX tendrá distintos matices: tomistas tradicionalistas, tesistas, neotomistas, louvainistas, tomistas trascendentalistas, participacionistas. En el siglo XX las ideas de Santo Tomás de cierta forma han sido vulgarizadas con la inclusión de nuevos pensamientos, de nuevas ideologías que se han ido formando en estos últimos tiempos, El tomismo tradicional se puede decir que a queda muy poco de él, pero sin embargo se sigue manteniendo, pero bastante modificado con la aparición de estos nuevos tomistas que nombre a principio de este párrafo: “En esta vida es mejor amar a Dios que conocerlo, por ello es más lo que amamos a Dios por la caridad que lo que lo conocemos por la fe” - Santo Tomás de Aquino Según Santo Tomás amamos a Dios n por la fe, no lo amamos por ser una figura divina ni por ser el padre de Jesús, el salvador, tampoco quiere decir que lo amamos porque somos fervientes devotos de Él, sino que el verdadero amor que tenemos a Dios se justifica por ninguna de las razones antes expresas, sino que se justifica por su infinita caridad, o sea, quiere decir que al ver nosotros, los seres humanos, que lo que pedimos a Dios de alguna manera se cumple, o cuando Dios nos ayuda, cuando Dios es caritativo con nosotros, ahí realmente lo amamos porque nos ayuda pero nosotros sin embargo no nos acordamos de ir a misa ni de confesarnos ciertos días, en resumen a Dios se le ama, como dice Santo Tomás, no por lo que es, sino por lo que hace. Época Moderna XVI-XVIII Época Moderna El siglo XVII marca el inicio de la filosofía moderna, mientras que el comienzo del siglo XX marca aproximadamente su fin. Cuánta parte del Renacimiento debería ser incluido como parte de la filosofía moderna es un asunto controvertido; es también motivo de debate si la modernidad ha acabado o no en el siglo XX y si ha sido reemplazada por la posmodernidad. Cómo uno decide estas cuestiones determina el alcance del uso del concepto de "filosofía moderna." La filosofía moderna nace como un quiebre del pensamiento establecido en la Edad Media con la aparición de los humanistas y de los movimientos renacentistas. Los pensadores y filósofos de la filosofía moderna se dividen en 4 grupos: El racionalismo: Su apogeo abarca desde el año 1640 hasta el 1700. Su mayor exponente y también considerado padre de la filosofía moderna fue René Descartes (1596-1650) cuya frase más famosa es “Pienso, luego existo”. Otros exponentes del racionalismo son el alemán Gottfried Leibniz (1646-1716) y el holandés Baruch Spinoza (1632-1677). El empirismo: el auge del empirismo se encuentra entre los años 1690 y 1780. La doctrina fue desarrollada teóricamente por John Locke (1632-1704) quien afirma que el conocimiento solo puede ser alcanzado empíricamente o sea a través de la experiencia. Otros autores de esta corriente son el inglés Francis Bacon (15611626), el irlandés George Berkeley (1685-1753), el inglés David Hume (17111776) y el escosés Adam Smith (1723-1790). El idealismo trascendental: se desarrolla entre los años 1780 y 1800 y su mayor exponente es Immanuel Kant (1724-1804) quien combina el racionalismo y el empirismo. Otros autores que no se identifican en las categorías anteriores: son el francés Blaise Pascal (1623-1662), el italiano Giambattista Vico (1668-1744) y el suizo Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). Otro de estos usos es datar la filosofía moderna desde la "Era de la Razón", donde la filosofía sistemática se hizo común, lo cual excluye a Erasmo de Rotterdam y a Nicolás Maquiavelo como "filósofos modernos". Otra forma es fecharla, de la misma forma que la mayoría del período moderno está fechado, desde el Renacimiento. Para algunos, la filosofía moderna terminó en 1800 con el surgimiento del hegelianismo y del idealismo. Una visión general tendría entonces a Erasmo de Rotterdam, Francis Bacon, Nicolás Maquiavelo y Galileo Galilei como representantes del auge del empirismo y del humanismo. Nicolás Maquiavelo Nicolás Maquiavelo (en italiano: Niccolò di Bernardo dei Machiavelli [nikkoˈlɔ makjaˈvɛlli]; Florencia; 3 de mayo de 1469 - Ibidem; 21 de junio de 1527) fue un diplomático, funcionario, filósofo político y escritor italiano, considerado padre de la Ciencia Política moderna. Fue así mismo una figura relevante del Renacimiento italiano. En 1513 escribió su tratado de doctrina política titulado El príncipe, póstumamente publicado en Roma en 1531. Nació en el pequeño pueblo de San Casciano in Val di Pesa, a unos 15 km de Florencia, el 3 de mayo de 1469, hijo de Bernardo Machiavelli, un abogado perteneciente a una empobrecida rama de una antigua familia influyente de Florencia, y de Bartolomea di Stefano Nelli, ambos de familias cultas y de orígenes nobiliarios, pero con pocos recursos a causa de las deudas del padre. Su vida podría ser dividida en tres periodos; cada uno de ellos representa en sí mismo la historia de Florencia. Juventud Aunque se tienen pocos registros de su juventud, la Florencia de aquellos días era tan bien conocida que es fácil imaginar el ambiente en el que el joven ciudadano se desenvolvía. Florencia era una ciudad con dos corrientes opuestas, una representada por el austero Girolamo Savonarola y la otra por Lorenzo de Médici, amante del esplendor. Aunque el poder de Savonarola sobre las fortunas florentinas era inmenso, no parece haber sido muy importante para Maquiavelo puesto que sólo lo menciona en El Príncipe como un malogrado profeta desarmado. Por otra parte, la magnificencia del mandato de Lorenzo impresionó fuertemente a Maquiavelo, llegando incluso a dedicar El príncipe al nieto de Lorenzo. Maquiavelo fue considerado uno de los grandes escritores en su colegio. Era un escritor y fue un militar muy reconocido que influyó en el humanis mo. Servicio civil El segundo período de su vida se ubica en el "Período Libre" de Florencia, que va desde la expulsión de Girolamo Savonarola en 1498 cuando Maquiavelo tenía 29 años, y duró hasta el regreso de los Médici (familia que poseía el mayor poder económico en Florencia) en 1512. Después de servir cuatro años en una oficina pública como secretario, fue nombrado canciller y secretario de la Segunda Cancillería. Tomó un rol importante en los asuntos de la república, habiendo quedado sus decretos, sus registros y sus despachos para guiarnos, así como sus propios escritos. Pese a que tuvo posiciones altas en el panorama público y político, él las evitaba ya que aceptaba cualquier tipo de trabajo a cambio de poco sueldo. Su primera misión fue en 1499, para Caterina Sforza, «mi dama de Forli» en El príncipe, de cuya conducta y suerte, Maquiavelo extrajo la moraleja: “es mejor ganar la confianza de la gente que confiar en la fuerza”. Será un concepto muy importante para Maquiavelo, y es señalado en muchas formas como de vital importancia para aquellos que quieran ostentar el poder. En 1500 fue enviado a Francia para convencer a Luis XII la conveniencia de continuar la guerra contra Pisa. Será este el rey que, en su política con respecto a Italia, comete los cinco errores capitales del poder resumidos en El príncipe. Los demás años de Maquiavelo en el servicio público transcurrieron alrededor de los eventos surgidos a partir de la Liga de Cambrai, formada en 1508 entre las tres grandes potencias europeas y el papa, con el objeto de destruir a la República Veneciana. Después de la batalla de Agnadello, Venecia perdió en un día todo lo ganado en ochocientos años. A raíz de esta batalla surgió un problema entre el papa y Francia, que dejó a Florencia desprotegida y a merced del papa, quien impulsó el regreso de los Médici el primero de septiembre de 1512. La consecuente caída de la república provocó el despido de Maquiavelo del servicio público y el fin de su carrera como oficial. Exilio Al regreso de los Médici, Maquiavelo, quien había mantenido esperanzas de retener su puesto bajo el mandato de los nuevos amos de Florencia, fue despedido por decreto el 7 de noviembre de 1512. Fue apresado y torturado al pertenecer a una conspiración contra los Médici, junto con su amigo Giovanni Battaini y 20 personas más. El nuevo pontífice León X medió para liberarlo y Maquiavelo se retiró a su pequeña propiedad en San Casciano in Val di Pesa, a unos quince kilómetros de Florencia. Aquí malvive talando un bosque de su propiedad junto con unos obreros contratados y sobrevive con este pesado trabajo. También se dedicaba a la agricultura y a la ganadería y convivía con los obreros, con ellos comía, jugaba y hablaba, para sentirse vivo. Sus amigos de la ciudad le dan la espalda. Pero aunque son los peores años de su vida, Maquiavelo tiene en las noches su espacio para la libertad y el bienestar. Cada noche se despojaba de sus vestimentas de trabajo y se ponía trajes de cuando su servicio civil. Una vez así ataviado leía a Dante, a Petrarca y a Ovidio y fue entonces en aquellas noches solitarias cuando empieza a dedicarse en cuerpo y alma a la literatura. Logró escribir ocho libros, la mayoría con una prosa ágil y clara, entre 1513 y 1525. En una carta a Francesco Vettori, fechada en diciembre de 1513, dejó una descripción interesante de su vida en ese período, y un esbozo de sus motivos para escribir El príncipe. Llegó a dar una réplica de El príncipe a los Médicis, pero estos lo despreciaron. Maquiavelo escribe su segunda obra de más importancia en su bibliografía llamada Discursos de la primera década de Tito Livio, donde muestra Nicolás Maquiavelo su verdadera visión política, describiendo como mejor forma de gobierno una república y no una monarquía absoluta entre otras cosas más importantes. Luego realiza Discurso sobre el Arte de la Guerra y su comedia La mandrágora. Pese a ser años de penuria en donde su mente sufría, Maquiavelo sacó lo mejor de su talento. Recibió la amnistía en 1521, a los 52 años, pero poco después fue acusado falsamente de estar involucrado en un golpe de estado contra los Médici. Fue torturado y apresado poco tiempo. Empezó a trabajar en la academia humanista de Bernardo Rucellai, traduciendo la obra griega de Polibio y gracias a ello recogió muchas ideas sobre el gobierno de una república. El nuevo papa Clemente VII, un Médici, le acercó a la política de nuevo, encargándole una obra sobre la historia de Florencia por 120 florines. Por ello, Maquiavelo fue acusado de ser partidario de los Médici, curiosamente la misma familia contra la que supuestamente había conspirado antaño. Nicolás Maquiavelo murió en su ciudad natal el 22 de junio 1527 a causa de una peritonitis aguda a los 58 años de edad. Olvidado e ignorado por sus contemporáneos, su legado tuvo más éxito en siglos posteriores que en la época en la que vivió, donde la fría y poco religiosa forma de presentar el gobierno del estado causó gran escándalo. Siempre defendió la colectividad frente a la individualidad y nunca olvidó la cruenta y única verdad s obre la política y los gobernantes. Filosofía Aunque nunca lo dijo, se le atribuye la frase el fin justifica los medios, ya que resume muchas de las ideas contenidas en el capítulo XVIII de El príncipe: solo el resultado justifica la acción, siendo además el creador del concepto de la razón de estado, fundamental en Política, y que se encuentra ulteriormente en Guicciardini y Giovanni della Casa, aunque solo con Giovanni Botero se desarrollará como doctrina (Della Ragion di Stato, 1589). Se considera a Maquiavelo como uno de los teóricos políticos más notables del Renacimiento, pues con su aporte se abre camino a la modernidad en su concepción política y a la reestructuración social. Decía que "si una persona desea fundar un estado y crear sus leyes, debe comenzar por asumir que todos los hombres son perversos y que están preparados para mostrar su naturaleza, siempre y cuando encuentren la ocasión para ello." Tradicionalmente, se ha encontrado una aporía en el pensamiento maquiaveliano como consecuencia de la difícil conciliación de sus dos obras principales, los Discursos sobre la primera década de Tito Livio y El príncipe. El Príncipe Aunque fue escrito como si fuera un trabajo tradicional en el estilo instrucción de príncipes, en general se acepta que fue especialmente innovador. Esto es solo en parte porque fue escrito en el italiano vernáculo en lugar del latín, una práctica que se había vuelto cada vez más popular desde la publicación de la Divina comedia de Dante y otras obras de la literatura del Renacimiento. El príncipe a veces se dice que es una de las primeras obras de filosofía moderna, especialmente de filosofía política, en la que se considera que la verdad efectiva es más importante que cualquier ideal abstracto. También estaba en conflicto directo con las doctrinas dominantes católicas y escolástica de la época con respecto a la política y la ética. Las descripciones dentro de El príncipe tienen el tema general de aceptar que los objetivos de los príncipes, como la gloria y la supervivencia, pueden justificar el uso de medios inmorales para lograr esos fines. Maquiavelo entiende que todo príncipe debe tener virtud y fortuna para subir al poder: virtud al tomar buenas decisiones y fortuna al tratar de conquistar un territorio y encontrarse con una situación (que no fue provocada por él mismo) que lo ayuda o beneficie conquistar. Aquel príncipe que obtenga el poder mediante el crimen y el maltrato, siendo éste vil y déspota, debe entender que una vez subido al poder tiene que cambiar esa actitud hacia el pueblo. Dándole libertad al pueblo, para ganarse el favor del mismo, ya que al fin y al cabo estos serán los que decidan su futuro. Pero el hecho es que lo que Maquiavelo propone es el cuestionable relativismo moral. Hannah Arendt escribió que "la debilidad del argumento del mal menor ha sido siempre que los que escogieron el mal menor olvidan muy rápido que han escogido el mal".5 Pero insistiendo en las ideas relativistas del maquiavelismo, Hobbes afirma que: «Mientras los hombres viven sin ser controlados por un poder común que los mantenga atemorizados a todos, están en esa condición de guerra, guerra de cada hombre contra cada hombre». Es decir, que el poder político colectivo atemoriza a los hombres y gracias a ese “temor reverencial”, gracias al miedo, se constituye un cuerpo político capaz de frenar mediante dominio y violencia (es decir, mediante el mal) la guerra y el caos continuo. La inclinación malvada de los hombres hace de nuevo necesaria la alianza del poder con el mal mismo para producir los resultados adecuados de la convivencia y la paz. Para el liberalismo, el poder es un mal, desde luego... y un mal necesario, pero, por eso mismo, si queremos disfrutar de la seguridad que produce frente a la anarquía, también debemos controlarlo y limitarlo, ya que sin esta contención no es útil, no produce sus funciones asignadas, que son la seguridad, la paz y la convivencia; el mal, pues, ya que nos es necesario, ha de ser domado (esgrimiendo frente a él nuestros derechos), sometido (al consentimiento de los obedientes), vuelto sensible a nuestros intereses (mediante la representación), despedazado (dividiendo sus poderes), regulado (sometiéndolo al imperio de la ley). Del arte de la guerra Es un tratado escrito por Maquiavelo en el año 1520, en él aborda importantes temas relacionados a la vida militar y sobre todo, a las decisiones militares que en un guerra pueden asegurarte la victoria o condenarte de una brutal derrota de toda tus tropas. En dicho tratado, Maquiavelo además, critica muchas de las acciones militares que ponen en riesgo no sólo a las tropas, sino a la nación o pueblo protegido, es por ello que, se debe ser muy cuidadoso a la hora de decidir y más si se está a cargo de un ejército que protege a una nación. Un error podría significar la caía de dicha nación. Maquiavelo decía que lo que bien favorece al enemigo, es totalmente perjudicial para nosotros; ésto es en caso de guerra, y por contra parte, lo que nos favorece a nosotros, perjudica potencialmente al enemigo. Estas son variables que siempre se deben tomar en cuenta y no deben ser ignoradas nunca, según Maquiavelo. A la filosofía Las aportaciones filosóficas de Nicolás Maquiavelo, normalmente van dirigidos hacia temas políticos, pues, gran parte de sus escritos habla sobre ello, sin embargo, tomando en cuenta todas las enseñanzas que dejó Maquiavelo, deducimos que no sólo se pueden aplicar a la política, sino que también puede aplicarse a cualquier ámbito de la vida. Maquiavelo era participe de que lo que se decía sobre un tema cualquiera teóricamente hablando, no sólo se quedara en la teoría, por el contrario, se llevara siempre a la practica, de esa forma se pone a prueba ese pensamiento o teoría para determinar si es factible o no. En el sentido de la política, fue un precursor nato sobre el Realismo Político, diciendo que normalmente las palabras de un político se quedan en sólo palabras. Estaba de acuerdo con que, siempre se ponga en práctica lo que se dice y que no solo se quede en palabras, por de nada sirve entonces. John Locke Fue un filósofo y médico inglés, considerado como uno de los más influyentes pensadores del empirismo inglés y conocido como el “Padre del Liberalismo Clásico”. Fue uno de los primeros empiristas británicos. Influido por las ideas de Francis Bacon, realizó una importante contribución a la teoría del contrato social. Su trabajo afectó en gran medida el desarrollo de la epistemología y la filosofía política. Sus escritos influyeron en Voltaire y Rousseau, pensadores de la Ilustración francesa, así como los revolucionarios estadounidenses. Sus contribuciones al republicanismo clásico y la teoría liberal se reflejan en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Declaración de Derechos de 1689. La teoría de la mente de Locke es frecuentemente citada como el origen de las concepciones modernas de la identidad y del yo, que figuran prominentemente en las obras de filósofos posteriores como Hume, Rousseau y Kant. Locke fue el primero en definir el yo como una continuidad de la conciencia. Postuló que, al nacer, la mente era una pizarra o tabula rasa en blanco. Al contrario de la cartesiana —basada en conceptos preexistentes—, sostuvo que nacemos sin ideas innatas, y que, en cambio, el conocimiento solamente se determina por la experiencia derivada de la percepción sensorial. Nació el 29 de agosto de 1632, en una pequeña cabaña con techo de paja cerca de la iglesia en Wrington (Somerset), a unos doce kilómetros de Brístol. Fue bautizado el mismo día. El padre de Locke, también llamado John, era un abogado rural y empleado de los Juzgados de Paz en Chew Magna. En 1647, Locke fue enviado a la prestigiosa Westminster School en Londres, bajo el patrocinio de Alexander Popham, un miembro del Parlamento y exjefe de su padre. Después de completar sus estudios allí, fue admitido en la Christ Church (Oxford). El decano del colegio en ese momento era John Owen, vicerrector de la universidad. Aunque un estudiante capaz, Locke se irritó por el plan de estudios de pregrado de la época. Encontró obras de los filósofos modernos, como René Descartes, más interesantes que el material clásico enseñado en la universidad. Mediante su amigo Richard Lower, a quien conocía desde la Westminster School, se introdujo a la medicina y la filosofía experimental que se aplicaba en otras universidades y en la Royal Society, de la que finalmente se convirtió en un miembro. Se le otorgó su licenciatura en 1656 y una maestría en 1658. Obtuvo un título de medicina en 1674, porque estudió profundamente la medicina durante su estancia en Oxford y trabajó con varios científicos y pensadores notables como Robert Boyle, Thomas Willis, Robert Hooke y Richard Lower. En 1666, conoció a lord Anthony Ashley Cooper, primer conde de Shaftesbury, que había llegado a Oxford en busca de tratamiento médico para una infección del hígado. Cooper estaba impresionado con Locke y lo convenció para convertirse en parte de su comitiva. Huyó a los Países Bajos en 1683, ya que sobre él caía una fuerte sospecha por haber participado en la complot de Rye House, aunque hay poca evidencia para sugerir que estuviera directamente involucrado en la trama. La filósofa y novelista Rebecca Newberger Goldstein sostiene que durante sus cinco años en Holanda, Locke eligió a sus amigos «entre los mismos miembros de librepensadores de grupos protestantes disidentes como el pequeño círculo de confidentes leales a Spinoza. En los Países Bajos, tuvo tiempo para regresar a la escritura e invirtió mucho en volver a trabajar el Ensayo y componer la Carta sobre la tolerancia. No volvió a casa hasta después de la Revolución Gloriosa, y acompañó a la esposa de Guillermo de Orange en su regreso a Inglaterra en 1688. La mayor parte de las publicaciones de Locke fue redactada después su regreso del exilio. Su Ensayo sobre el entendimiento humano antes mencionado, los Dos tratados sobre el gobierno civil y la Carta sobre la tolerancia son impresos en rápida sucesión. Murió el 28 de octubre de 1704, y fue enterrado en el cementerio de la localidad de High Laver, al este de Harlow (Essex), donde había vivido en la casa de sir Francis Masham desde 1691. Locke nunca se casó ni tuvo hijos. Filosofía Su epistemología (teoría del conocimiento) no cree en la existencia del innatismo y el determinismo, considerando el conocimiento de origen sensorial, por lo que rechaza la idea absoluta en favor de la probabilística matemática. Para Locke, el conocimiento solamente alcanza a las relaciones entre los hechos, al cómo, no al porqué. Por otra parte cree percibir una armonía global, apoyado en creencias y supuestos evidentes por sí mismos, por lo que sus pensamientos también contienen elementos propios del racionalismo y el mecanicismo. Cree en un Dios creador cercano a la concepción calvinista del gran relojero, basando su argumentación en nuestra propia existencia y en la imposibilidad de que la nada pueda producir el ser. Es decir, un Dios tal como lo describe el pensador racionalista, René Descartes, en el Discurso del método, en la tercera parte del mismo. De la esencia divina solamente pueden ser conocidos los accidentes y sus designios solamente pueden ser advertidos a través de las leyes naturales. Trata la religión como un asunto privado e individual, que afecta solamente a la relación del hombre con Dios, no a las relaciones humanas. En virtud de esta privatización el hombre se libera de su dependencia de las imposiciones eclesiásticas y sustrae la legitimidad confesional a la autoridad política,[cita requerida] puesto que considera que no hay base bíblica para un estado cristiano. Considera la ley natural un decreto divino que impone la armonía global a través de una disposición mental (reverencia, temor de Dios, afecto filial natural, amor al prójimo), concretada en acciones prohibidas (robar, matar y en definitiva toda violación de libertad ajena), que obligan en favor de la convivencia. Teoría de las Ideas Locke desarrolla y defiende la teoría de que la mente es una página en blanco. En ella se registra información exterior a través de los sentidos, además de la generada por la actividad de la mente. A esto lo llama “reflexión”, rechazando el pensamiento de que el conocimiento de Dios, la moral o las leyes de la lógica son innatas en la mente humana. Locke dijo: “Las palabras en su significación primaria o inmediata, no representan nada, sino las Ideas en la Mente de aquel que las usa”. Afirma que la fuente de todo conocimiento es la experiencia sensorial y que las ideas se dividen en simples y complejas. Analizar ideas complejas, llamadas también conceptos, se convirtió en un tema importante en la filosofía. Ideas simples y complejas Locke parte de que hay un objeto del pensamiento, y a este objeto lo llama idea. Según Locke las ideas simples son indivisibles y completas, pero no son siempre claras; son sin mezcla, homogéneas y inanalitzables: no se puede pues ni definirlas ni explicarlas. No se puede tampoco comunicarlos, ni conocerlas sin experiencia personal. Estas ideas son sólo los materiales de nuestro pensamiento. Distingue dos tipos de ideas simples: las ideas simples y complejas.  Ideas simples: considera que son aquellas que proceden de la experiencia, y que el entendimiento recibe de un modo pasivo. En función de su procedencia, Locke afirma que pueden clasificarse a su vez en tres categorías: de sensación, reflexión o ambas. Ej: el color, el calor, el frío, el gusto, etc.  Ideas compuestas: son ideas elaboradas a en la mente partir de las ideas simples. Locke nos indica que existen cuatro categorías de ideas compuestas: Sustancia, modos, relaciones y universales. Ej: la idea de espacio (modo), de causalidad (relación) o la idea de hombre (universal). Cualidades primarias y secundarias El origen del realismo indirecto surge con John Locke al rechazar la afirmación de que los objetos físicos son los objetos directos de percepción. Locke clasificó las perfecciones sensoriales en dos cualidades de la siguiente manera:   Las cualidades primarias son cualidades que son "explicativamente básicas", es decir, pueden ser referidas como la explicación de otras cualidades o fenómenos sin requerir explicación propia, y son distintas porque nuestra experiencia sensorial de ellas se asemeja a ellas en la realidad. (Por ejemplo, uno percibe un objeto como esférico precisamente por la forma en que están dispuestos los átomos de la esfera). Las cualidades primarias no pueden eliminarse ni por pensamiento ni por acción física, e incluyen masa, movimiento y, polémicamente, solidez. Las cualidades secundarias son cualidades que la experiencia de uno no se parece directamente; por ejemplo, cuando uno ve un objeto como rojo, la sensación de ver enrojecimiento no se produce por alguna cualidad de enrojecimiento en el objeto, sino por la disposición de los átomos en la superficie del objeto que refleja y absorbe la luz de una manera particular. Las cualidades secundarias incluyen color, olor y sabor. La comprensión humana En muchos sentidos las obras de Locke son la mejor manera de comprender la intelectualidad humana. El poder del conocimiento y el desarrollo de la ideología sobre la comprensión del ser humano y su accionar justifican su reputación como filósofo. Locke explora la concepción del conocimiento y lo divide en tres grados:    El primero sería el conocimiento intuitivo. Es cuando se percibe directamente la conexión entre dos ideas. El segundo lo llama demostrativo. Cuando no es posible percibir una conexión inmediata entre dos ideas. El tercero es el conocimiento sensible. Locke afirma que los dos primeros son las únicas formas de conocimiento, pero que existe » otra percepción de la mente…” que va un poco más allá y estaría relacionado con las ideas y los objetos externos que las producen. David Hume Fue un filósofo, economista e historiador escocés, constituye una de las figuras más importantes de la filosofía occidental y de la Ilustración escocesa. Hume afirma que todo conocimiento deriva, en última instancia, de la experiencia sensible. Sus obras principales son: Tratado de la naturaleza humana (1739) e Investigación sobre el entendimiento humano (1748). Hume estuvo fuertemente influido por los empiristas John Locke y George Berkeley, así como por varios escritores franceses como Pierre Bayle, y algunas figuras del panorama intelectual anglófono como Isaac Newton, Samuel Clarke, Francis Hutcheson y Joseph Butler. David Hume influyó en el utilitarismo, el positivismo lógico, la filosofía de la ciencia, la filosofía analítica, la ciencia cognitiva, la teología y otros movimientos. Immanuel Kant mismo atribuye a Hume como estímulo para su pensamiento filosófico que lo había despertado de su "sueño dogmático". Los historiadores consideran que la filosofía de Hume no es válida como una profundización en el escepticismo, aunque esta visión ha sido discutida argumentando que el naturalismo tiene un peso comparable en su pensamiento. El estudio de Hume ha oscilado entre los que enfatizan la vertiente escéptica de Hume (como es el caso del positivismo lógico), y los que, en cambio, consideran más importante la vertiente naturalista (como Don Gartner, Norman Kemp Smith, Kerry Skinner, Barry Stroud y Galen Strawson). David Hume nace en Edimburgo (Escocia) en 1711. Estudia Derecho forzado por su padre, pero lo que verdaderamente le interesaban eran los estudios de literatura, historia y filosofía. Al estudio de esas disciplinas se dedicaría en su estancia en Francia. Pero su vida no solo transcurriría al hilo de su actividad intelectual, sino que también llegó a desempeñar puestos de responsabilidad política, como los cargos de subsecretario de Estado y secretario de la Embajada inglesa en París. Hume moriría en Edimburgo en 1776. Se puede dividir la vida de Hume en tres periodos. Aunque este género de división puede parecer algo arbitrario, es un medio mnemotécnico útil y pertinente si se apoya sobre su producción literaria y la vida misma que la provoca:    Un periodo de estudios y de primeros trabajos que se extiende hasta 1740. Un periodo activo de viajes y de resultados, de 1740 a 1769. Un periodo de retraimiento de 1769 a 1776. A partir de 1775, comienza a sentir los efectos de un tumor intestinal que lo llevó a la muerte un año más tarde a la edad de sesenta y cinco años. Hume escribió una corta noticia autobiográfica poco antes de su deceso (My own life). Esforzándose por guardar un tono objetivo, describe en especial cómo incrementó progresivamente su patrimonio y pasó de una relativa pobreza a una cierta opulencia. Termina con un análisis de su carácter: “Dulce, dueño de sí mismo, de un humor alegre y social, capaz de amistad pero muy poco inclinado al odio, y harto moderado en todas mis pasiones.” Filosofía Aunque Hume escribió sus obras en el siglo XVIII, su trabajo sigue siendo relevante en las disputas filosóficas de la actualidad, lo que contrasta con las aportaciones de muchos de sus contemporáneos. Ideas e impresiones Hume cree que todo el conocimiento humano proviene de los sentidos. Nuestras percepciones, como él las llamaba, pueden dividirse en dos categorías: ideas e impresiones. Así define estos términos en Investigación sobre el entendimiento humano: “Con el término impresión me refiero a nuestras percepciones, cuando oímos, o vemos, o sentimos, o amamos, u odiamos, o deseamos. Y las impresiones se distinguen de las ideas, que son impresiones menos vívidas de las que somos conscientes cuando reflexionamos sobre alguna de las sensaciones anteriormente mencionadas”. Más adelante precisa el concepto de las ideas, al decir: “Una proposición que no parece admitir muchas disputas es que todas nuestras ideas no son nada excepto copias de nuestras impresiones, o, en otras palabras, que nos resulta imposible pensar en nada que no hayamos sentido con anterioridad, mediante nuestros sentidos externos o internos”. Esto constituye un aspecto importante del escepticismo de Hume, en cuanto equivale a decir que no podemos tener la certeza de que una cosa, como Dios, el alma o el yo, exista a menos que podamos señalar la impresión de la cual, esa idea, se deriva. A esta distinción se la llama Tenedor de Hume. La teoría empirista de Hume Las ideas principales de la filosofía de David Hume se resumen en los siguientes principios básicos. 1. No existen los conocimientos innatos: Los seres humanos llegamos a la vida sin saberes previos ni esquemas de pensamiento que delimiten cómo debemos concebir la realidad. Todo lo que llegaremos a saber será gracias a la exposición a las experiencias. De esta manera, David Hume negaba el dogma racionalista de que hay verdades que existen por sí mismas y a las que podríamos tener acceso en cualquier contexto posible, tan solo mediante la razón. 2. Existen dos tipos de contenidos mentales: Hume distingue entre las impresiones, que son esos pensamientos que se fundamenta en cosas que hemos experimentado a través de los sentidos, y las ideas, que son copias de las anteriores y su naturaleza es más ambigua y abstracta al no tener los límites ni los detalles de algo que se corresponde con una sensación originada por ojos, oídos, etc. 3. Hay dos tipos de enunciados: A la hora de explicar la realidad, Hume distingue entre los enunciados demostrativos y los probables. Los demostrativos, como su nombre indica, son aquellos cuya validez puede ser demostrada evaluando su estructura lógica. Por ejemplo, decir que la suma de dos unidades equivale al número dos es un enunciado demostrativo. Eso implica que su verdad o falsedad es evidente en sí misma, sin necesidad de investigar acerca de otras cosas que no estén contenidas en el enunciado o que no formen parte del marco semántico en el que se encuadra ese enunciado. Los probables, en cambio se refieren a lo que ocurre en un tiempo y en un espacio determinados, y por consiguiente no se puede saber con total seguridad si son ciertos en el momento en el que se enuncian. Por ejemplo: "mañana lloverá". 4. Necesitamos los enunciados probables: A pesar de que no nos podamos fiar totalmente de su validez, necesitamos respaldarnos con enunciados probables para vivir, es decir, confiar más en unas creencias y menos en otras. De no ser así estaríamos dudando de todo y no haríamos nada. Para Hume, los principios por los que nos guiamos son valiosos porque es probable que reflejen algo cierto, no porque se correspondan exactamente con la realidad. 5. Las limitaciones del pensamiento inductivo: Para Hume, nuestras vidas se caracterizan por estar asentadas sobre la creencia de que conocemos ciertas características invariables acerca de la naturaleza y todo lo que no rodea. Estas creencias nacen a partir de la exposición a varias experiencias similares. Así pues, a pesar de que hay muchas cosas acerca de cómo funciona el mundo que parecen evidentes, para Hume estas "verdades" no lo son realmente, y solo actuamos como si lo fuesen por conveniencia o, más concretamente, porque forman parte de nuestra rutina. Primero nos exponemos a una repetición de experiencias y luego asumimos una verdad que realmente no está ahí. Tipos de conocimiento Además de la diferenciación entre impresiones e ideas, Hume introduce una importante clasificación relativa a los modos de conocer. De acuerdo con esta distinción, nuestro conocimiento es de dos tipos: conocimiento de relaciones entre ideas y conocimiento factual, de hechos. Relaciones entre ideas: Tomemos la siguiente proposición: “El todo es mayor que sus partes»”. La verdad de esta proposición no tiene nada que ver con los hechos, con lo que pase o suceda en el mundo; es independiente de que haya todos y haya partes: sean cuales sean los hechos, se trata de una proposición verdadera. Este conocimiento no se refiere, pues, a hechos, sino a la relación que existe entre las ideas de todo y de parte. Las relaciones entre ideas se formulan en proposiciones analíticas, en las que el predicado está contenido en el sujeto y que son necesariamente verdaderas. Conocimiento de hechos: Aparte de las relaciones entre ideas, nuestro conocimiento puede referirse a hechos: el conocimiento que tengo de que ahora estoy leyendo, de que hace un rato escuchaba música, de que dentro de unos instantes hervirá el agua que he colocado sobre el fuego, es un conocimiento factual, de hechos. El conocimiento de hechos no puede tener, en último término, otra justificación que la experiencia, que las impresiones. René Descartes René Descartes, también llamado “Renatus Cartesius” (en escritura latina) (La Haye en Touraine, 31 de marzo de 1596Estocolmo, Suecia, 11 de febrero de 1650), fue un filósofo, matemático y físico francés, considerado como el padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna, así como uno de los epígonos con luz propia en el umbral de la revolución científica. Hizo famoso el célebre principio cogito ergo sum (‘pienso, luego existo’), elemento esencial del racionalismo occidental, y formuló el conocido como “método cartesiano”. Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en la Turena, en La Haye en Touraine, hoy en día llamada Descartes en su honor, después de que su madre abandonara la ciudad de Rennes, donde se había declarado una epidemia de peste bubónica. Pertenecía a una familia de baja nobleza; su padre fue Joachim Descartes, consejero en el Parlamento de Bretaña. Era el tercero de los descendientes del matrimonio entre Joachim Descartes, parlamentario de Rennes, y Jeanne Brochard, por lo que, por vía materna, era nieto del alcalde de Nantes. Con once años entra en el Collège Henri IV de La Flèche, un centro de enseñanza jesuita en el que impartía clase el padre François Fournet (doctor en filosofía por la Universidad de Douai) y el padre Jean François (matemático) que le enseñará matemáticas durante un año en el que permanecerá hasta 1614. La educación que recibió en La Flèche hasta los dieciséis años de edad (1604-1612) le proporcionó, durante los cinco primeros años de cursos, una sólida introducción a la cultura clásica, habiendo aprendido latín y griego en la lectura de autores como Cicerón, Horacio y Virgilio, por un lado, y Homero, Píndaro y Platón, por el otro. El resto de la enseñanza estaba basada principalmente en textos filosóficos de Aristóteles (Órganon, Metafísica, Ética a Nicómaco), acompañados por comentarios de jesuitas (Suárez, Fonseca, Toledo, quizá Vitoria) y otros autores españoles (Cayetano). Conviene destacar que Aristóteles era entonces el autor de referencia para el estudio, tanto de la física, como de la biología. A los 18 años de edad, Descartes ingresó en la Universidad de Poitiers para estudiar derecho y medicina. Para 1616 cuenta con los grados de bachiller y licenciado en Derecho. A los veintidós años parte hacia los Países Bajos, donde observa los preparativos del ejército de Mauricio de Nassau para la inminente Guerra de los Treinta Años. En 1619 se enrola en las filas del duque Maximiliano de Baviera. El filósofo se encontraba acuartelado en Ulm, cerca de Baviera, durante el frio invierno de 1619. Pasa el día en una habitación calentada por una estufa, al dormirse por la noche tres sueños sucesivos que interpreta como un mensaje del Cielo para consagrarse a su misión de investigador. Los tres sueños En el primer sueño es atormentado por unos fantasmas que lo asustaron tanto que le hicieron salir a la calle. Al caminar iba encorvado hacia el lado izquierdo, porque sentía una gran debilidad en su lado derecho. Cuando intentaba rectificar su paso, fue sacudido por un torbellino. Vio una iglesia y fue hacia ella, con la idea de rezar, pero un hombre se acercó a él diciéndole que Monsieur N tenía algo que darle. Era un melón de un país extranjero. La intensidad del viento disminuyó y se despertó pensando que tal vez un genio maligno lo quería seducir. Al despertarse, Descartes rezó y le pidió a Dios que lo protegiera y volvió a dormirse. El segundo sueño un sonido explosivo, como un relámpago, lo estremeció. Esto hizo que se "despertara". Abrió los ojos y notó numerosas centellas de fuego dispersas por toda su habitación. El terror se disipó y se volvió a dormir. El tercer sueño, Descartes encontró una un diccionario y una antología de poesía latina, Corpus Poetarum. Lo abrió en un verso que decía "Quod vitae sectabor iter?" ("¿Qué camino de vida debo seguir?"). Luego un hombre desconocido le mostró un verso que empezaba "Est & Non" ("Sí o No"). Era un idyllis de Ausonio. Se lo intentó enseñar al hombre pero no lo encontró. Le dijo al hombre que conocía otro poema, del mismo poeta, que empezaba "Quod vitae sectabor iter?". Sin lograrlo, finalmente el libro y el hombre desaparecieron. Se dice que Descartes no despertó, sino que empezó a interpretar su sueño mientras soñaba. Descartes como investigador En noviembre de 1618 conoció en Breda a Isaac Beeckman, quien intentaba desarrollar una teoría física corpuscularista, muy basada en conceptos matemáticos. El contacto con Beeckman estimuló en gran medida el interés de Descartes por la matemática y la física. Pese a los constantes viajes que realizó en esta época, Descartes no dejó de formarse y en 1620 conoció en Ulm al entonces famoso maestro calculista alemán Johann Faulhaber. Él mismo refiere que, inspirado por una serie de sueños, en esta época vislumbró la posibilidad de desarrollar una «ciencia maravillosa». El hecho es que, probablemente estimulado por estos contactos, Descartes descubre el teorema denominado de Euler sobre los poliedros. Terminaría trasladándose definitivamente a los Países Bajos, donde llevaría una vida modesta y tranquila, aunque cambiando de residencia constantemente para mantener oculto su paradero. Descartes permanece allí hasta 1649, viajando, sin embargo, en una ocasión a Dinamarca y en tres a Francia. La preferencia de Descartes por Holanda parece haber sido bastante acertada, pues mientras en Francia muchas cosas podrían distraerlo y había escasa tolerancia, las ciudades holandesas estaban en paz, florecían gracias al comercio y grupos de burgueses potenciaban las ciencias fundándose la academia de Ámsterdam en 1632. Entre tanto, el centro de Europa se desgarraba en la Guerra de los Treinta Años, que terminaría en 1648. En septiembre de 1649, la reina Cristina de Suecia llamó a Descartes a Estocolmo. Allí murió de una neumonía el 11 de febrero de 1650, a los 53 años de edad. Actualmente se pone en duda si la causa de su muerte fue la neumonía. En 1980, el historiador y médico alemán Eike Pies halló en la Universidad de Leiden una carta secreta del médico de la corte que atendió a Descartes, el holandés Johan Van Wullen, en la que describía al detalle su agonía. Curiosamente, los síntomas presentados —náuseas, vómitos, escalofríos— no eran propios de una neumonía. Tras consultar a varios patólogos, Pies concluyó en su libro El homicidio de Descartes, documentos, indicios, pruebas, que la muerte se debía a envenenamiento por arsénico. La carta secreta fue enviada a un antepasado del escritor, el holandés Willem Pies. Filosofía El gran aporte de Descartes el que le ha llevado a ser conocido por el padre de la filosofía moderna. Su pensamiento se basa en rechazar las verdades recibidas, combatiendo activamente los prejuicios a través del estudio del conocimiento humano. Sus ideas filosóficas están muy ligadas a su pensamiento matemático, siendo el Discurso del método la base sobre la que se desarrolla más en profundidad. La filosofía moderna, de la mano de Descartes, aparece con un pro-pósito aparentemente modesto: conocer cuál es el camino que se puede seguir para llegar al conocimiento y a la verdad. No empie-za, como otros filósofos, preestableciendo verdades, ni definiendo qué es el mundo, qué es el ser humano, qué es el alma, sino inten-tando buscar una ruta para llegar a conclusiones fiables. La clave de su búsqueda es el método, que proviene de la palabra griega methodos, que quiere decir camino, que es lo primero que busca Descar-tes. Un sendero que nos lleve a ideas que nos resulten claras y dis-tintas. No aquellas que están confusas, que más o menos aceptamos al tuntún, sin verlas con precisión. Descartes, que estaba reflexio-nando sobre muchos temas: físicos, astronómicos, fisiológicos, y matemáticos por supuesto, organiza un discurso del método. Crea un planteamiento para estar seguros de que hemos encontrado la verdad. Descartes protagoniza una de las anécdotas más celebres de la historia de la filosofía. Estaba sentado dentro de una estufa —en aquella época las estufas eran una especie de lugar cerrado en torno a un fuego central—, durante una de las campañas militares en las que participó. En un momento dado se para y empieza a dar vueltas y se cuestiona: “Bueno... ¿Cuál puede ser la seguridad, qué seguri­dad puedo tener yo de algo? Puedo dudar de lo que me han dicho, puedo dudar de lo que veo y de lo que toco, puesto que existen los espejismos y las alucinaciones. Si puedo dudar de todo, ¿de qué cosa puedo estar seguro? De la única cosa que puedo estar seguro — con-cluye— es de mi duda misma, de que yo estoy aquí dudando y si dudo, existo». Si dudo, tengo unas capacidades intelectuales, pienso, y si pienso, entonces existo”. De esa certeza paradójica, la certeza de la duda, nace el pensamiento moderno. Método Cartesiano Por método se entiende, dice Descartes: "una serie de reglas ciertas y fáciles, tales que todo aquel que las observe exactamente no tome nunca a algo falso por verdadero, y, sin gasto alguno de esfuerzo mental, sino por incrementar su conocimiento paso a paso, llegue a una verdadera comprensión de todas aquellas cosas que no sobrepasen su capacidad". Descartes nos propone aquí la intuición y la deducción como los dos únicos modos de conocimiento y, por lo tanto, como aquellos elementos sobre los que se debe construir el método, ofreciéndonos su definición en la Regla III: "Entiendo por intuición, no la creencia en el variable testimonio de los sentidos o en los juicios engañosos de la imaginación -mala reguladora- sino la concepción de un espíritu sano y atento, tan distinta y tan fácil que ninguna duda quede sobre lo conocido; o lo que es lo mismo, la concepción firme que nace en un espíritu sano y atento, por las luces naturales de la razón." La intuición es pues el elemento básico del conocimiento; unas líneas más adelante nos dice que no puede ser mal hecha por el hombre. Efectivamente se reclama como característica de la intuición la sencillez, que va asociada en Descartes a la claridad y distinción de lo conocido. La intuición establece, necesariamente, una relación directa con el objeto, de tal manera que debe destacarse su carácter de inmediatez. De ahí que la intuición nos lleve de una manera inevitable a la deducción, que consistirán en una serie sucesiva de intuiciones, apoyadas en la memoria. La deducción "consiste en una operación por la cual comprendemos todas las cosas que son consecuencia necesaria de otras conocidas por nosotros con toda certeza". Y más adelante nos dice que distinguimos la intuición de la deducción en que en esta se concibe un movimiento o cierta sucesión y en aquélla no, ya que la deducción no necesita como la intuición una evidencia presente, sino que, en cierto modo, la pide prestada a la memoria. En definitiva, la intuición nos ofrece el conocimiento de los principios y la deducción el de las consecuencias lejan as, a las que no se puede llegar de otro modo. De esta forma, nos encontramos en el Discurso del método las cuatro reglas o preceptos del mismo: la regla de la evidencia, la del análisis, la de la síntesis, y la del recuento. “...en lugar del gran número de preceptos que componen la lógica, creí que tendría bastante con los cuatro siguientes, con tal que tomase la firme y constante resolución de no dejar de observarlos ni una sola vez. - El primero era no recibir jamás por verdadera cosa alguna que no la reconociese evidentemente como tal; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención y no abarcar en mis juicios nada más que aquello que se presentara a mi espíritu tan clara y distintamente que no tuviese ocasión de ponerlo en duda. - El segundo, dividir cada una de las dificultades que examinara, en tantas parcelas como fuere posible y fuere requerido para resolverlas mejor. - El tercero, conducir por orden mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer para subir poco poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más complejos, incluso suponiendo un orden entre aquellos que no se preceden naturalmente los unos a los otros. - Y el último, hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que quedase seguro de no omitir nada.” Las dos primeras conforman lo que se ha dado en llamar la parte analítica del método; y las dos segundas la parte sintética. El método estaría compuesto así por dos operaciones básicas: el análisis y la síntesis. Por lo que respecta al análisis, representaría lo que podríamos llamar un "ars inveniendi", es decir, una forma de conocimiento propia para el descubrimiento y la investigación; nos permitiría separar lo accidental, y establecer el orden corrector en la secuencia analítica, afirmando la primacía de lo simple. La síntesis sería un "ars demostrandi, es decir, una forma de conocimiento útil para exponer, explicar, o enseñar lo que hemos conocido a través de la investigación o del descubrimiento, así como la constitución del saber cómo sistema. Esto cimienta las bases del método científico de hoy en día. Immanuel Kant Fue un filósofo de la Ilustración nacido en Königsberg, Prusia (en aquel entonces); el 22 de abril de 1724 y murió el 12 de febrero de 1804. Fue el primero y más importante representante del criticismo. Es considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal. Además se trata del penúltimo pensador de la modernidad, anterior a la filosofía contemporánea que comienza en 1831 tras la muerte del pensador. Immanuel Kant fue bautizado como Emanuel pero cambió su nombre a Immanuel tras aprender hebreo4. Nació en 1724 en Königsberg (antiguamente Prusia, desde 1946 Kaliningrado, Rusia). Era el cuarto de nueve hermanos, de los cuales solo cinco alcanzaron la adolescencia. Pasó toda su vida dentro o en los alrededores de su ciudad natal, la capital de Prusia Oriental en esa época, sin viajar jamás más allá de 150 km de Königsberg. Su padre, Johann Georg Kant (1682-1746), era un artesano alemán de Memel, en aquel tiempo la ciudad más al noreste de Prusia (ahora Klaipėda, Lituania). Su madre Anna Regina Reuter (1697-1737), nacida en Núremberg, era la hija de un fabricante alemán de sillas de montar. En su juventud, Kant fue un estudiante constante, aunque no espectacular. Creció en un hogar pietista que ponía énfasis en una intensa devoción religiosa, la humildad personal y una interpretación literal de la Biblia. Por consiguiente, Kant recibió una educación tan severa —estricta, punitiva, disciplinaria, polarizada y excluyente— que favorecía la enseñanza del latín y la religión por encima de las matemáticas y las ciencias. Desde el principio de sus estudios, Kant mostró gran aplicación en sus investigaciones. Primero fue enviado al Collegium Fridericianum y después se matriculó en la Universidad de Königsberg en 1740, a la edad de 16 años. Estudió la filosofía de Leibniz y Wolff con el profesor Martin Knutzen, un racionalista que también estaba familiarizado con los desarrollos de la filosofía y la ciencia británica y que introdujo a Kant en la nueva física matemática de Newton. También previno al joven alumno respecto del idealismo, visto negativamente por toda la filosofía del siglo XVIII, e, incluso después de la creación de la teoría del idealismo trascendental, Kant refutó el idealismo en la segunda edición de su obra principal: la Crítica de la razón pura. El infarto de su padre y su posterior muerte en 1746 interrumpió sus estudios. Kant se convirtió en un profesor particular en los pequeños pueblos alrededor de Königsberg, pero continuó su investigación académica. En 1749 publicó su primera obra filosófica, Gedanken von der wahren Schätzung der lebendigen Kräfte (Meditaciones sobre la verdadera estimación de las fuerzas vivas). Kant publicó muchas más obras sobre temas científicos, y llegó a ser profesor universitario en 1755. El tema de sus lecciones era la metafísica, la cual enseñó durante casi cuarenta años, incluso después de su ruptura con es ta. El manual para el curso estaba escrito por Alexander Gottlieb Baumgarten, autor del término «estética» en su sentido moderno. En 1764, Kant escribió Beobachtungen über das Gefühl des Schönen und Erhabenen (Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime) y quedó segundo tras Moses Mendelssohn en un concurso de la Academia de Berlín con su Untersuchung über die Deutlichkeit der Grundsätze der natürlichen Theologie und Moral (Sobre la nitidez de los principios de la teología natural y de la moral). En 1770, a la edad de 45 años, Kant fue nombrado finalmente Profesor de Lógica y Metafísica en la Universidad de Königsberg. Kant escribió su Disertación inaugural (De mundi sensibilis atque intelligibilis forma et principiis) en defensa de este nombramiento. Esta obra vio la aparición de muchos temas centrales de su obra madura, incluyendo la distinción entre las facultades del pensamiento intelectual y la receptividad sensible. Ignorar esta distinción significaría cometer el error de la subrepción y, como dice en el último capítulo de la disertación, la metafísica tan solo progresará evitando dicho error. De 1879 a 1881 se recolectó dinero para construir una capilla a modo de monumento. La tumba de Kant se encuentra fuera de la Catedral de Königsberg —actual Kaliningrado— en el río Pregolya y es uno de los pocos monumentos alemanes conservados por los soviéticos después de que conquistaran y anexionaran la ciudad en 1945. La tumba original de Kant fue demolida por las bombas rusas a comienzos de aquel año. Una réplica de una estatua de Kant, ubicada en frente de la Universidad, fue donada por una entidad alemana en 1991. Los recién casados llevan flores a la capilla, como hicieron antes para el monumento de Lenin. Cerca de la tumba se halla una placa con la siguiente inscripción en alemán y ruso, tomada de la “Conclusión” de Crítica de la razón práctica: “Dos cosas me llenan la mente con un siempre renovado y acrecentado asombro y admiración por mucho que continuamente reflexione sobre ellas: el firmamento estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí”. Filosofía Encasillado en su subjetividad, a la manera de Descartes, da a sus teorías una dirección muy distinta a la del filósofo francés. Descartes se adentra en su yo, pero ha de encontrar el camino para elevarse a Dios, y a un tiempo, para dar «certidumbre» al mundo físico o de la res extensa. Kant, encerrado en un mundo fenoménico, ha de descalificar la posibilidad de contactar a las cosas en sí mismas, sean las del mundo, la de Dios, o del alma. La filosofía de Kant no niega la existencia de Dios, ni un orden moral, ni la realidad pensable de un mundo físico. Lo que niega —salvo en lo moral— es que la razón humana pueda trascender y llegar a esos entes en sí mismos: sean el «mundo», «Dios» o el «alma». Además Kant constituyó la idea de que el mundo, el Sol y todos los planetas son complementarios unos con otros. El Criticismo. El criticismo pretende establecer los límites del conocimiento a través de una investigación sistemática de las condiciones de posibilidad del pensamiento, es decir, el criticismo no niega que el hombre pueda acceder al conocimiento, a la verdad, pero considera necesario que haya un examen atento y una justificación racional de la forma en que se alcanza ese conocimiento. Para el criticismo, la investigación del conocer está por encima de la investigación del ser. Esto quiere decir que Kant consideraba que la forma correcta de adquirir conocimiento es mediante la prueba y el examen exhaustivo que permitía comprobar cada uno de los hechos como las pruebas científicas Racionalismo y Empirismo. Kant hace la síntesis más importante de la filosofía occidental después de Platón. Recordemos que los racionalistas (como Descartes y Espinoza) pensaban que la base de todo conocimiento humano está en la conciencia del hombre (La evolución de la filosofía en la era de la Revolución Científica), mientras que los empiristas (Locke, Berkeley y Hume) decían que todo el conocimiento del mundo viene de las percepciones (La negación empirista del racionalismo: Locke, Berkeley y Hume). Kant está en principio de acuerdo con esta última idea, pero da la razón a los racionalistas en esto: hay en nuestra razón importantes condiciones de cómo captamos el mundo a nuestro alrededor. Hay determinadas estructuras en nuestra razón que marcan todas nuestras percepciones. Kant dividió el conocimiento en inteligible Y sensible. El primero está constituido por la receptividad del sujeto, que en cierto modo se ve afectado por la presencia del objeto. El conocimiento sensible presenta las cosas tal como se le aparecen al sujeto, no como son en sí. En cambio, el conocimiento intelectivo es la facultad de representar aquellos aspectos de las cosas que, por su misma naturaleza, no se pueden captar mediante los sentidos. “Posibilidad”, “existencia”, “necesidad”, etc., son conceptos propios del intelecto, y son tratados por la metafísica. El conocimiento sensible es intuición, conocimiento inmediato. Todo conocimiento sensible, sin embargo, tiene lugar en el espacio y en el tiempo, ya que no es posible que se dé ninguna representación sensible a no ser que esté determinada espacial y temporalmente que para Kant Son las formas de la sensibilidad, las condiciones estructurales de la sensibilidad, modos a través de los cuales el sujeto capta sensiblemente las cosas. El tiempo y el espacio no están “ahí fuera” junto con los objetos, sino que los pone el sujeto. No se trata de que el sujeto se adecue al objeto cuando lo conoce, sino al revés; el objeto se adecua al sujeto. Ésta es la gran intuición de Kant, que le abrirá una perspectiva nueva y revolucionaria, que él denominará su “revolución copernicana”, y que le permitirá superar el racionalismo y el empirismo, el dogmatismo y el escepticismo, y abrirá una nueva era en la filosofía tras la publicación de la Crítica de la Razón Pura (Reale y Antiseri, 1988). Tipos de juicios Lo “a priori” y “a posteriori” no se limita al tema del conocimiento, también está presente en la ética kantiana. En general, “a priori” es lo que no tiene su origen ni mediato ni inmediato en la experiencia, y “a posteriori” es lo que tiene un origen empírico pues descansa en la experiencia, y en último término en la percepción.   Los juicios a priori son aquellos que no tienen su fundamento en la experiencia sino en el ejercicio de la razón pura. Son universales y necesarios; ejemplo: "el todo es mayor que las partes que lo componen"; lo peculiar del pensamiento kantiano en este punto es su creencia en la existencia de juicios sintéticos a priori, por ser a priori no tienen su fundamento en la experiencia y son universales y necesarios; por ser sintéticos, son extensivos, nos dan información nueva. Según Kant, estos juicios no son posibles en la metafísica, pero sí en matemáticas y en la parte racional de la física: el propio Kant pone los siguientes ejemplos: "4 + 3 = 7", "la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos", "la cantidad de materia del universo se mantiene invariable", "en todo movimiento acción y reacción son siempre iguales". Los juicios a posteriori se verifican recurriendo a la experiencia, son juicios empíricos, se refieren a hechos. Tienen una validez particular y contingente. Ejemplos: "los alumnos de filosofía son aplicados", "los ingleses son tranquilos". Hay que tener cuidado con las nociones "universal y necesario" y "particular y contingente": que un juicio sea universal y necesario no quiere decir que todas las personas deban saber que es verdadero, o que necesariamente tengan que hacer dicho juicio; que un juicio sea particular y contingente no quiere decir que sólo algunas personas saben que es verdadero o que no es necesario que lo hagamos. El juicio "A es B" es universal y necesario si la nota o característica "B" se encuentra en todos y cada uno de los individuos que caen bajo el concepto "A" (si no tiene excepciones), y si necesariamente todos los individuos "A" la poseen. Que sea particular y contingente quiere decir que es pensable que haya algún "A" que no posea la propiedad "B" (es pensable que haya excepciones) y que aún en el caso de que los "A" existentes actualmente la posean, es pensable que otros "A" del futuro no la posean, porque el vínculo entre "A" y "B" es contingente, es así, pero puede no ser así. Época Contemporánea XIX-XX Época Contemporánea La filosofía contemporánea es el período actual de la historia de la filosofía. Por extensión, se llama también con este nombre a la filosofía producida por filósofos que aún están vivos. Es el período que sigue a la filosofía moderna, y su inicio se suele fijar a finales del siglo XIX o principios del siglo XX. Las tradiciones filosóficas más significativas y abarcadoras del siglo XX fueron la filosofía analítica en el mundo anglosajón, y la filosofía continental en la Europa continental. El siglo XX también vio el surgimiento de nuevas corrientes filosóficas, como el positivismo lógico, la fenomenología, el existencialismo y el postestructuralismo. En este período la mayoría de los filósofos más importantes trabajaron desde las universidades, especialmente en la segunda mitad del siglo. Algunos de los temas más discutidos fueron la relación entre el lenguaje y la filosofía (este hecho a veces es llamado «el giro lingüístico»). Los principales exponentes de este «giro» fueron Martin Heidegger en la tradición continental y Ludwig Wittgenstein en la tradición analítica. La filosofía del siglo XIX es la filosofía que se desarrolló en el mundo principalmente en Europa, durante el siglo XIX. Este período se caracteriza por ser en gran parte una reacción a la filosofía de Immanuel Kant. Comenzó con el desarrollo del idealismo alemán (principalmente Fichte, Schelling y Hegel), pero siguió con una cantidad de otros movimientos,4 la mayoría de los cuales fueron creados por filósofos trabajando desde fuera del mundo académico.5    En Alemania, los excesos metafísicos del idealismo dieron lugar a un movimiento neokantista. Kierkegaard y Nietzsche sentaron las bases para la filosofía existencialista. Auguste Comte acuñó el término «positivismo» y popularizó la escuela del mismo nombre. En la ética, Jeremy Bentham y John Stuart Mill elaboraron el utilitarismo, según el cual la acción correcta es aquella que produce la mayor cantidad de felicidad general.9     Karl Marx y Friedrich Engels invirtieron la filosofía hegeliana para sentar las bases del materialismo dialéctico. En los Estados Unidos, Charles Sanders Peirce, William James y John Dewey dieron origen a la escuela pragmatista. Por el final del siglo, Edmund Husserl inició la escuela de la fenomenología trascendental. En el último tercio del siglo, Gottlob Frege empezó con su trabajo en lógica matemática, que habría de proveer las herramientas para la filosofía analítica, pero que permanecería desconocido hasta el siglo XX. El siglo XX se encarga de las agitaciones producidas por una serie de conflictos en el discurso filosófico sobre las bases del conocimiento, con las certezas clásicas derrocadas, y con nuevos problemas sociales, económicos, científicos y lógicos. La filosofía del siglo XX se resolvió a intentar reformar y preservar, y a alterar o abolir, viejos sistemas de conocimiento. Georg Wilhelm Friedrich Hegel Fue un filósofo del Idealismo alemán, el último de la Modernidad y uno de los más importantes de su época. A diferencia de Kant, su predecesor, Hegel defendía un tipo de Razón que resultaba de la relación dialéctica entre los raciocinios individuales y los hechos impredecibles de la realidad, y cuya sustancia sólo podía aprehenderse a posteriori, siendo de esta forma una razón histórica, colectiva y providencialista. De ahí su expresión "astucia de la Razón", por cuanto difícilmente alguien podría por sí solo considerar todas las variables relevantes para realizar en el mundo, de manera previsible, un ideario de la conciencia: la razón produce resultados que "escapan" a las previsiones que uno pudiera hacer en relación a su funcionalidad presente, desplegándose según una predestinación que a priori le es inaccesible. Su teoría fue reinterpretada por Karl Marx desde una óptica materialista, subordinando de esta manera al género humano y su razón (fenómeno secundario en Marx) a los vaivenes de las grandes conformaciones de la materia (la Iglesia, el Estado y el Mercado, por ejemplo): el ser humano depende irremisiblemente de sus condiciones ideales y materiales, enfrentándose a ellas en una dialéctica imperecedera, la cual no le hace libre en modo alguno, sino más bien le otorga una nueva forma material en cada ciclo dialéctico. Recibió su formación en el Tübinger Stift (seminario de la Iglesia Protestante en Wurtemberg), donde trabó amistad con el futuro filósofo Friedrich Schelling y el poeta Friedrich Hölderlin. Admiraba las obras de Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza, Kant, Rousseau, así como la Revolución Francesa, la cual acabó rechazando cuando esta cayó en manos del terror jacobino. Murió víctima de una epidemia de cólera, que hizo estragos durante el verano y el otoño de 1831. Fue el padre del historiador Karl von Hegel (1813-1901). Considerado por la historia clásica de la filosofía como el representante de «la cumbre del movimiento decimonónico alemán del idealismo filosófico» y como un revolucionario de la dialéctica, habría de tener un impacto profundo en el materialismo histórico de Karl Marx. La relación intelectual entre Marx y Hegel ha sido una gran fuente de interés por la obra de Hegel. Su pensamiento generó una serie de reacciones y revoluciones que van desde la explicación del materialismo marxista, el preexistencialismo de Søren Kierkegaard, el escape de la metafísica de Friedrich Nietzsche, el existencialismo de Gabriel Marcel, la crítica a la ontología de Martin Heidegger, el pensamiento de Jean-Paul Sartre, la filosofía nietzscheana de Georges Bataille, la dialéctica negativa de Theodor W. Adorno, la teoría de la deconstrucción de Jacques Derrida y la teoría psicoanalítica de Jacques Lacan, entre otros. Resulta patente, en este sentido, el impacto que el sistema hegeliano ha tenido en la filosofía continental y, en especial, en la filosofía francesa del último siglo, donde la recepción de Hegel estuvo mediada, principalmente, por Jean Hyppolite, Alexandre Koyré y Alexandre Kojève. Filosofía La obra de Hegel puede considerarse como la madurez filosófica y cultural de la tradición occidental. Su filosofía pasa por ser el último gran sistema filosófico, en el que confluyen prácticamente todas las filosofías anteriores. El propio Hegel interpretó así su sistema, como el estado de maduración y unidad interna de todo el pensamiento anterior a él así lo hace en sus Lecciones sobre la historia de la filosofía. La filosofía de Hegel se basa en la relación entre los dos conceptos fundamentales de la filosofía anterior: la Naturaleza en la filosofía griega y el Espíritu en la filosofía cristiana y, a partir de Descartes, en la filosofía moderna. Hegel pretende la unidad interna y la conexión entre Naturaleza y Espíritu, de modo que pueda elaborarse una teoría unitaria, total y cerrada sobre la realidad en su totalidad. Pero para ello necesitaba revisar y superar la filosofía de Kant, que era la que había alcanzado mayor madurez pero que, en cambio, ofrecía mayores dificultades para ese proyecto de sistema filosófico unitario, cerrado y total. Fenomenología del espíritu Hegel presenta la Fenomenología del espíritu como propedéutica respecto a su sistema filosófico. Su misión consiste en acompañar a la conciencia natural desde sus grados más inmediatos hasta llegar al conocimiento del saber absoluto o filosofía. Para que la conciencia natural se eleve al punto de vista especulativo es preciso que ésta realice la experiencia de la inadecuación de las figuras del saber aparente (de ahí el término fenomenología) en la cual se va realizando hasta alcanzar a comprender la necesidad del camino recorrido a través de dichas figuras. Sólo la filosofía comprende el significado total de las figuras en su sucesión, y en este sentido la fenomenología del espíritu es como una recapitulación de la experiencia de la humanidad, concentrada y reconquistada en aquella forma de interacción que es la memoria. La Fenomenología del espíritu comprende seis secciones: Conciencia, Autoconciencia, Razón, El espíritu, La religión y El saber absoluto. En la primera Hegel critica diversas formas de realismo más o menos ingenuo, al tiempo que reivindica la función constitutiva del pensamiento frente a la objetividad, y, por lo tanto la función de la mediación contra la opinión de que la verdad está dada por la inmediatez. Ya antes, en la más elemental certeza-sensible, muestra cómo el aquí y el ahora son significativos sólo en relación a la estructura global del espacio y del tiempo, en la cual intentan situar una cosa o un evento. Luego muestra que la relación con las otras cosas (ser-para-otro) es tan esencial en toda cosa como la relación consigo misma (seren-sí), oponiéndose así al atomismo, que privilegia la autoidentidad de las cosas en pretexto de la diferencia. La sección de la conciencia culmina en la construcción de la noción de infinito, que permite el paso a la sección de Autoconciencia. La autoconciencia se presenta como identidad de opuestos: el Yo-sujeto y el Yoobjeto son el mismo Yo que por sí mismo se duplica. En el estadio de la razón la conciencia se dirige tanto a la naturaleza viviente como a su propio mundo social, empeñándose en reencontrar en aquélla y en éste el concepto, o sea a descubrir en ambos una razón objetiva. Pasa luego al estadio del espíritu, en que traza una reseña de las épocas decisivas de la historia occidental: desde el mundo antiguo hasta la Revolución Francesa, pasando por el mundo romano, la crisis del feudalismo y el posterior absolutismo monárquico. Luego sigue la sección de La religión, en la cual se presenta el cristianismo como la forma de religión que simbólicamente expresa la exigencia de la conciliación entre lo divino y lo humano, a través del dogma del Dios-hombre. En la última sección, El saber absoluto, Hegel propone una interpretación en clave alegórica a través de la traducción a términos filosófic os de la exigencia de conciliación entre los opuestos. Con una expresión que gozará de gran éxito, Hegel llama alienación al movimiento por el cual el espíritu se halla fuera de sí, en la naturaleza y en la historia, en contraposición a su ser en sí, pero para alcanzar finalmente el estado en sí y para sí, correspondiente a la superación de su propia alienación. La dialéctica La Idea en su manifestación, sigue un desarrollo dialéctico en tres fases: afirmación, negación y negación de la negación (corresponden a la tesis, antítesis y síntesis de Fichte aunque Hegel no emplee esta terminología. Dicho desenvolvimiento dialéctico es tanto lógico como ontológico: de ahí que a la dialéctica del pensamiento correspondan, en la dialéctica de lo real, las fases de : posición, contraposición y conciliación, siendo así que todo lo racional es real y todo lo real es racional. La lógica Equivale en el sistema de Hegel a la ciencia de la Idea en su ser en sí. La lógico de Hegel no tiene, pues, por objeto simplemente dar a conocer las reglas por las que se rige el pensamiento, sino expresar las determinaciones y las leyes del pensamiento. Es al mismo tiempo una ontología y una teodicea. Su lógica se divide en tres partes: lógica del ser, lógica de la esencia y lógica del concepto. La Lógica del ser considera las categorías de “calidad y cantidad”. El ser (tesis), en su concepción pura, resulta indeterminado; por consiguiente es identificable con la nada (antítesis). Pero no podemos concebir la nada sin referencia al ser. Por tanto, en vez de excluirse el uno al otro, se infieren mutuamente formando así la unidad que es el devenir (antítesis). Con ello tenemos la existencia determinada. Dado que para Hegel el devenir es precisamente el ser determinado, resulta que su primera representación es la cualidad: lo existente se nos muestra cualitativo, es algo (nueva tesis). Prosiguiendo el proceso, vemos que lo que es algo hace referencia a otro (otro algo), su oponente en cuanto limitador. De donde se desprende que los seres se encuentran encerrados en una determinada cantidad (nueva antítesis), sin especificación de límites. La síntesis nueva de la cualidad y de la cantidad será, en efecto, la medida o cantidad cualificada que establece el límite. La lógica de la esencia considera, entre otras, las categorías modales (posibilidad, realidad, necesidad) y las categorías de la relación (substancia, causalidad, reciprocidad). A la determinación de la idea como ser sucede otro momento: el de la determinación como esencia. La esencia se define, pues, como el ser aparecido a sí mismo (la verdad del ser) en idéntica relación con el Absoluto que es el ser, con sus tres momentos dialécticos: esencia como razón de la existencia, fenómeno y realidad esencial. Por último la lógica del concepto considera las formas lógicas “tradicionales” (concepto, juicio, silogismo), y otras determinaciones de la ciencia y de la metafísica, como el mecanicismo, el conjunto de reacciones químicas, la teleología, la vida, la idea de la verdad y la idea del bien. Como síntesis de superación de ser y esencia surge el concepto: la verdad del ser y de la esencia, que igualmente se desarrolla de forma trifásica en: concepto subjetivo, concepto objetivo e idea. Filosofía del espíritu Responde al último momento del desenvolvimiento del Absoluto o Idea. De su exteriorización en la naturaleza, la Idea retorna a sí misma, se proyecta sobre sí misma y a sí misma se conoce, en el pensamiento humano, como espíritu universal. Siguiendo el movimiento dialéctico hegeliano, el espíritu se manifiesta también en tres fases, concretadas en: espíritu subjetivo, espíritu objetivo y espíritu absoluto. Espíritu subjetivo: Corresponde al espíritu o alma individual (espíritu concreto), que habiendo emergido de la naturaleza, se auto conoce como sujeto: es el hombre. El proceso evolutivo del espíritu subjetivo se atiene a estas fases: antropología, fenomenología y psicología. El espíritu objetivo: El espíritu no permanece en sí mismo. Al final del último grado de la subjetividad, el espíritu se explaya o exterioriza en obras propiamente humanas, en las que las leyes afirman su existencia y defienden su estabilidad. Esta concreción del espíritu subjetivo se da en tres momentos o modalidades de exteriorización: el derecho, la moralidad y la eticidad. Esta parte del sistema está desarrollada en laFilosofía del derecho. El espíritu absoluto: El espíritu absoluto es el en sí y para sí, unidad del espíritu subjetivo y objetivo, y, a la vez, la síntesis de naturaleza y espíritu. El espíritu absoluto también recorre tres estadios: el arte, la religión y la filosofía. Auguste Comte Auguste Comte (nombre completo: Isidore Marie Auguste François Xavier Comte) (Montpellier, 19 de enero de 1798– París, 5 de septiembre de 1857) fue un filósofo francés, considerado el creador del positivismo y de la sociología. Creó la palabra altruismo en función de lo cual vivió: dio clases gratis de astronomía y escribió una enciclopedia de varios tomos. Su filosofía tuvo gran influencia, incluso en la fundación de países, como es el caso de Brasil, en cuya bandera se lee orden y progreso, parte de la tríada filosófica de Comte (altruismo, orden, progreso). Comte nació en Montpellier, Francia el 19 de enero de 1798. Después de asistir al Lycée Jofree y luego a la Universidad de Montpellier, fue admitido en el École polytechnique en la ciudad de París. La École Polytechnique era conocida por su cercanía a los ideales franceses del republicanismo y el progreso. En 1816, sería cerrada (por motivos de reorganización), pero no impidió que Comte continuara sus estudios académicos en un colegio de médicos de la ciudad. Cuando la École fue reabierta, Comte no solicitó la readmisión. Luego de su regreso a Montpellier, tendría diferencias irreconciliables con su familia, ya que eran partidarios de la monarquía y profesaban la religión católica, por lo que se ganaría la vida con pequeños trabajos. En agosto de 1817, encontró un apartamento en París donde viviría hasta 1822. Ese mismo año, se convirtió en el secretario y alumno de Henri de Saint-Simon, que a su vez, pondría a Comte en contacto con la sociedad intelectual y por ende, terminaría influenciado por el. Comte trabajó con de Saint- Simon por siete años hasta que se separaron por diferencias irreconciliables entre ambos. Comte contraería matrimonio con Caroline Massin en 1825. En 1826, Comte fue llevado a un hospital de rehabilitación, pero luego se irìa sin haberse recuperado del todo - solo estabilizado por el psiquiatra francés Jean Étienne Dominique Esquirol - para luego continuar trabajando en sus obras (aunque luego trataría de suicidarse en 1827, intentando saltar del Pont des Arts). Su mejor amigo fue John Stuart Mill. Filosofía La filosofía de Comte se encuentra con la revuelta moderna contra los antiguos que inició Francis Bacon y consistió, a grandes rasgos, en la asunción de la razón y la ciencia como únicas guías de la humanidad capaces de instaurar el orden social sin apelar a lo que él considera oscurantismos teológicos o metafísicos. La evidente intención de reforma social de su filosofía sin embargo, a una postura conservadora y contrarrevolucionaria en claro enfrentamiento con las propuestas ilustradas de Voltaire y Rousseau. Tomando como trasfondo la Revolución francesa, Comte acusa a estos dos autores de generar utopías metafísicas irresponsables e incapaces de otorgar un orden social y moral a la humanidad. La idea básica de Comte era que todas las ciencias formaban una jerarquía, de manera que cada eslabón dependía del anterior de acuerdo a la complejidad de los fenómenos estudiados. En la base estaban las matemáticas, seguida de la mecánica, la física, la química, la biología y por último, encabezando la pirámide de las ciencias se encontraba la Ciencia de la Sociedad; la Sociología. Comte vio en esta ciencia las respuestas a los problemas del hombre y la sociedad. Los problemas sociales y morales han de ser analizados desde una perspectiva científica positiva que se fundamenta en la observación empírica de los fenómenos y que permita descubrir y explicar el comportamiento de las cosas en términos de leyes universales susceptibles de ser utilizadas en provecho de la humanidad. Comte afirma que sólo la ciencia positiva o positivismo podrá hallar las leyes que gobiernan no sólo la naturaleza, sino nuestra propia historia social, entendida como la sucesión y el progreso de determinados momentos históricos llamados estados sociales. Comte y el Positivismo La filosofía positiva como tipo de conocimiento propio del último de los tres estados de la sociedad según la ley de los tres estados, se define por oposición a la filosofía negativa y crítica de Rousseau y Voltaire (postura a la que Comte atribuye los males de la anarquía y la inseguridad social que caracterizan al período post-revolucionario). El término «positivo» hace referencia a lo real, es decir, lo fenoménico dado al sujeto. Lo real se opone a todo tipo de esencialismo, desechando la búsqueda de propiedades ocultas, características de los dos primeros estados. La obra más importante de Comte fue una serie de ensayos publicados en 6 volúmenes y que llevaban por nombre: Filosofía positiva. En ellos, Auguste Comte plasma las bases de una nueva filosofía. A esta nueva corriente de pensamiento Comte la bautizó con el mismo nombre de su obra y posteriormente se le dio el nombre de “positivismo”. El aporte de Comte al positivismo no estuvo solo en acuñar el nombre y describirlo, sino buscar su aplicación para mejora de las sociedades. Gracias a las aportaciones de Comte en el campo se pudieron definir los objetos del positivismo:     Proporcionar a las mentalidades individuales un sistema de creencias que unifiquen el espíritu colectivo. Establecer reglas coordinadas sobre las creencias comunes del sistema de creencias. Determinar una organización política, aceptada por todos los hombre y que responda a sus aspiraciones intelectuales y tendencias morales. Las ideas de Comte han permitido posteriores desarrollos del positivismo, una filosofía aún vigente. Karl Marx Karl Heinrich Marx (en español a veces traducido como Carlos Enrique Marx; Tréveris, 5 de mayo de 1818-Londres, 14 de marzo de 1883) fue un filósofo, economista, sociólogo, periodista, intelectual y militante comunista prusiano de origen judío. En su vasta e influyente obra abarca diferentes campos del pensamiento en la filosofía, la historia, la ciencia política, la sociología y la economía; aunque no limitó su trabajo solamente a la investigación, pues además incursionó en la práctica del periodismo y la política, proponiendo siempre en su pensamiento una unión entre teoría y práctica. Junto a Friedrich Engels, es el padre del socialismo científico, del comunismo moderno, del marxismo y del materialismo histórico. Sus escritos más conocidos son el Manifiesto del Partido Comunista (en coautoría con Engels), El capital y El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte. Las teorías de Marx sobre la sociedad, la economía y la política, que se conocen colectivamente como el marxismo, sostienen que todas las sociedades avanzan a través de la dialéctica de la lucha de clases. Fue muy crítico de la forma socioeconómica vigente de la sociedad, el capitalismo, al que llamó la "dictadura de la burguesía", afirmando que se llevaba a cabo por las acaudaladas clases dueñas de los medios de producción para su propio beneficio. Teorizó que, como en los anteriores sistemas socioeconómicos, inevitablemente se producirían tensiones internas, producidas por las leyes dialécticas, que lo llevarían a su reemplazo por un nuevo sistema a cargo de una nueva clase social, el proletariado. Sostuvo que la sociedad bajo el socialismo sería regida por la clase obrera en lo que llamó la "dictadura del proletariado", "Estado obrero" o "democracia obrera". Creía que el socialismo sería, a su vez, finalmente reemplazado por una sociedad sin Estado y sin clases llamada comunismo. Junto con la creencia en la inevitabilidad del socialismo y del comunismo, Marx luchó activamente por la aplicación del primero (el socialismo), argumentando que los teóricos sociales y las personas desfavorecidas debían realizar una acción revolucionaria organizada para derrocar el capitalismo y lograr un cambio socioeconómico. Aunque Marx se mantuvo como una figura relativamente desconocida durante su vida, sus ideas y la ideología del marxismo comenzaron a ejercer una gran influencia sobre los movimientos socialistas poco después de su muerte. Lenin fue el primer teórico-práctico que intentó desarrollar el pensamiento de Marx en la práctica. Los llamados gobiernos revolucionarios socialistas tomaron el poder en una variedad de países a lo largo del siglo XX, llevando a la formación de Estados como la Unión Soviética en 1922 y la República Popular China en 1949, con diversas variantes teóricas desarrolladas, tales como el leninismo y el maoísmo. Karl Marx nació el 5 de mayo de 1818 en la casa número 664 de la calle Brückengasse (hoy Brückengasse número 10) en Tréveris, una ciudad situada en la provincia del Rin del antiguo Reino de Prusia. Era descendiente de judíos. Su abuelo paterno, Merier Halevi Marx, fue el rabino de Tréveris desde 1723 y su abuelo materno era un rabino neerlandés. El padre de Karl, Herschel Mordechai, sería el primero en la línea en recibir una educación laica. Poco se sabe sobre la infancia de Karl Marx. Era el tercero de nueve hermanos. Al morir su hermano, Moritz, en 1819, se convirtió en el mayor. En 1836, Marx se comprometió con Jenny von Westphalen, una baronesa de la clase dirigente prusiana que rompió su compromiso con un joven alférez aristocrático para estar con él. Su eventual matrimonio carecía en las convenciones sociales entonces dominantes, ya que era un matrimonio entre una hija de un origen noble y un hombre de origen judío, así como entre individuos que pertenecían a la clase media y media alta (aristocracia) respectivamente. Marx se interesó de una forma crítica por la obra del filósofo alemán G. W. F. Hegel (1770-1831), cuyas ideas fueron ampliamente debatidas entre los círculos filosóficos europeos de la época. Marx escribió que se sentía enfermo debido a "su disgusto por tener que hacer un ídolo de un punto de vista que detestaba". Se involucró con un grupo de pensadores radicales conocidos como los jóvenes hegelianos, que se reunían en torno a Ludwig Feuerbach y Bruno Bauer. Al igual que Marx, los jóvenes hegelianos fueron críticos de los supuestos metafísicos de Hegel, pero aun así adoptaron su método dialéctico con el fin de criticar a la sociedad, a la política y a la religión establecida. Marx se hizo amigo de Bauer que vio muy pronto en él a un colega de igual rango, a quien podía consultar sobre cualquier problema de la época, aún en lo referente a lo personal. Durante ese período, Marx se centró en su crítica a Hegel y a algunos otros jóvenes hegelianos. Marx se volcó al periodismo, trasladándose a la ciudad de Colonia en 1842, donde comenzó a escribir para el periódico radical Gaceta Renana (Rheinische Zeitung) y expresó sus opiniones cada vez más socialistas sobre la política. En esta época fue discípulo de Moritz "Moses" Hess, persona que influyó mucho en su ideología y quien le presentaría a Friedrich Engels. Criticó a los gobiernos de Europa y sus políticas, pero también a los liberales y a otros miembros del movimiento socialista cuyas ideas le parecían ineficaces o totalmente anti socialistas. El periódico finalmente atrajo la atención de los censores del gobierno prusiano, que revisaron cada tema que fuera material potencialmente sedicioso antes de que pudiese ser impreso. Después de que el periódico publicó un artículo criticando fuertemente a la monarquía en Rusia, el zar ruso Nicolás I, un aliado de la monarquía prusiana, pidió que la Gaceta Renana fuera prohibida. El gobierno prusiano cerró el periódico en 1843. Marx escribió un artículo para la revista de los jóvenes hegelianos, Deutsche Jahrbücher, en el que criticó las instrucciones de censura emitidas por el rey prusiano Federico Guillermo IV. Poco después su artículo fue censurado y el periódico cerrado por las autoridades. El periodo de París Tras el cierre impuesto por el gobierno de la Gaceta Renana, Marx se involucró con un nuevo periódico radical, los Anuarios franco-alemanes (Deutschfranzösische Jahrbücher), que hasta entonces era llevado adelante por Arnold Ruge, otro revolucionario socialista alemán. El periódico no estaba localizado en Alemania, sino en la ciudad de París, en Francia, y fue aquí donde Marx y su esposa se trasladaron en octubre de 1843, Fue en París donde, el 28 de agosto de 1844, Marx conoció al socialista alemán Friedrich Engels en el Café de la Régence luego de haberse interesado en las ideas que Marx había expresado en los artículos escritos para la Gaceta Renana y los Anales franco-alemanes. A pesar de que tuvieron una breve reunión en las oficinas de la Gaceta Renana en 1842, fue aquí en París, que comenzaron su amistad que duraría el resto de sus vidas. Después de la caída de los Anuarios franco-alemanes, Marx siguió viviendo en la Rue Vaneau, y comenzó a escribir para lo que entonces era el único periódico alemán radical sin censura en Europa, el Vorwärts!. Con sede en París, el periódico había sido establecido y llevado adelante por muchos activistas conectados a la Liga de los Justos, una organización revolucionaria socialista que en unos pocos años llegaría a ser más conocida como la Liga de los Comunistas. En Vorwärts!, Marx siguió perfeccionando sus opiniones sobre el socialismo basado en las ideas hegelianas y feurbachianas del materialismo dialéctico, mientras que al mismo tiempo se dedicaba a criticar a varios liberales y a otros socialistas que operaban en Europa en ese momento. Sin embargo en 1845, después de recibir una petición del rey de Prusia, el gobierno francés acordó en cerrar a Vorwärts!, y además, el propio Marx fue expulsado de Francia por el ministro del interior François Guizot. El periodo de Bruselas y El Manifiesto Impedido de permanecer en Francia o trasladarse a Alemania, Marx decide emigrar a Bruselas en Bélgica, donde tuvo que prometer no publicar nada sobre la política contemporánea para poder entrar. Establecido en Bruselas, se asoció con otros socialistas exiliados de toda Europa, incluyendo a Moses Hess, Karl Heinzen y Joseph Weydemeyer, Engels también se trasladó a la ciudad para unirse a ellos. En colaboración con Engels, se dedicó también a escribir un libro que es a menudo visto como su mejor planteamiento del concepto del materialismo histórico, La ideología alemana; este trabajo, como muchos otros, no fue publicado mientras Marx estuvo vivo, se publicó únicamente en 1932. Luego le siguió La miseria de la filosofía en 1847, que fue una respuesta al libro La Filosofía de la miseria escrito por el anarco-socialista francés Pierre-Joseph Proudhon y una crítica del pensamiento socialista francés en general. Estos libros sentaron las bases de la obra más famosa de Marx y Engels, un panfleto político que desde entonces ha sido conocido como el “Manifiesto del Partido Comunista”, que se publicó por primera vez el 21 de febrero de 1848. Este estableció las bases de la Liga de los Comunistas, un grupo que había comenzado a ser muy influenciada por Marx y Engels, quienes argumentaron que la Liga debía hacer sus objetivos e intenciones claras para el público en general en lugar de ocultarles como anteriormente lo había venido haciendo. A finales de ese año, Europa experimentó una serie de protestas, rebeliones y levantamientos en algunos casos violentos, denominados las revoluciones de 1848. En Francia, una revolución llevó a la caída de la monarquía y al establecimiento de la Segunda República Francesa.64 Marx respaldó dicha actividad y habiendo recibido recientemente una importante herencia de su padre de 6000 o 5000 francos, utilizó supuestamente un tercio de la misma para armar a trabajadores belgas que estaban planeando acciones revolucionarias.68 Aunque la veracidad de estas acusaciones fuesen discutibles, el Ministerio de Justicia Belga lo acusó y posteriormente lo arrestó, algo que lo obligó a huir a Francia donde, al estar un nuevo gobierno republicano en el poder, creyó que estaría seguro. El periodo de Londres y El Capital Marx se trasladó a Londres en mayo de 1849 y permanecería en la ciudad para el resto de su vida. Fue aquí donde fundó la nueva sede de la Liga de los comunistas, además, estaba fuertemente involucrado con la Sociedad Londinense de Instrucción de los Obreros Alemanes, que realizaba sus reuniones en la calle Great-Windmill, en Soho, el distrito de entretenimiento del centro de Londres. Teniendo en cuenta los repetidos fracasos y frustraciones de las revoluciones y de los movimientos de obreros, Marx también intentó entender el capitalismo y pasó mucho tiempo en la sala del Museo Británico, estudiando y reflexionando sobre las obras de los economistas políticos y sobre datos económicos. En 1857 ya había acumulado más de 800 páginas de notas y ensayos cortos sobre el capital, la propiedad de la tierra, el trabajo asalariado, el Estado, el comercio exterior y el mercado mundial; este trabajo no aparecerá impreso hasta 1941, bajo el título de Grundrisse. En 1859, Marx publicó la Contribución a la crítica de la economía política, que sería su primera obra económica seria. En los años 1860 trabajó en la composición de tres grandes volúmenes, comenzando con las Teorías de la plusvalía, donde examinó a los teóricos de la economía política, especialmente a “Adam Smith y David Ricardo”. Este trabajo es visto a menudo como el cuarto libro de El Capital y constituye uno de los primeros tratados completos sobre la historia del pensamiento económico El capital, una obra que analiza el proceso de producción capitalista. Aquí, Marx elaboró su teoría del valor-trabajo, su concepción de la plusvalía y de la explotación que según él en última instancia llevaría a una tasa de ganancia decreciente y al colapso del capitalismo industrial. Los volúmenes II y III se mantuvieron como manuscritos en los que Marx siguió trabajando para el resto de su vida y fueron publicados póstumamente por Engels. Muerte Tras la muerte de su esposa Jenny en diciembre de 1881, Marx desarrolló una fuerte gripe que lo mantuvo con un mal estado de salud durante los últimos 15 meses de su vida. Con el tiempo, contrajo bronquitis y pleuresía que lo condujeron a su muerte el 14 de marzo de 1883 en Londres. Murió como apátrida; sus familiares y amigos en Londres enterraron su cuerpo en el cementerio de Highgate el 17 de marzo de 1883. Asistieron entre nueve a once personas en su funeral. Varios de sus amigos más cercanos hablaron en él, entre ellos Wilhelm Liebknecht y Friedrich Engels, que dijo en su discurso: El 14 de marzo, a las tres menos cuarto de la tarde, dejó de pensar el más grande pensador de nuestros días. Apenas le dejamos dos minutos solo, y cuando volvimos, le encontramos dormido suavemente en su sillón, pero para siempre. Filosofía El estudio de la política económica en Inglaterra tras su exilio en París, a la par de las ideas del socialismo francés o socialismo utópico, le dieron las nociones para el análisis de la economía en función del valor del trabajo como fuente de la actividad productiva y la base de sus ideas sobre la lucha de clases. La alienación en Marx Según Marx, el fenómeno de la alienación en el entorno social se desarrolla en función de un sistema que supone un ejercicio de poder, que le impide al sujeto social pensar libremente con relación a ese poder. Esta prohibición condena el ejercicio del raciocinio y la auto reflexión, lo que deriva en un distanciamiento del hombre de sí mismo, convirtiéndolo en un autómata. La característica humana por excelencia es su capacidad de transformar su propia naturaleza en una manera de expresarse a través de lo que produce. De esta forma, el trabajo ejercido libremente surge como un concepto que explica la naturaleza humana. Esta teoría cambia su sentido cuando la sociedad industrial establece que el trabajador ya no controla el resultado de su trabajo. Así, el individuo se enfrenta al hecho de que otro aproveche el producto de su trabajo, al cual él mismo no tiene acceso ni derecho. De ahí se desprende la alienación ideológica sustentada en lo religioso y lo filosófico, que busca crear una realidad falsa para confundir a la mayoría y desviar su atención de la miseria en la que rea lmente vive. El materialismo histórico Para el marxismo, son las circunstancias materiales y no las ideas o la voluntad de los hombres las que determinan los hechos históricos. En tal sentido, diferencia entre infraestructura (la economía) y superestructura (la organización del Estado, los aspectos políticos, jurídicos, ideológicos, el pensamiento filosófico, las creencias religiosas, la producción artística, las costumbres, etc). La superestructura es un concepto marxista que hace referencia al conjunto de elementos jurídicos, políticos e ideológicos provocados por la infraestructura o base. Del mismo modo que en la infraestructura o base, Marx indica que existe una influencia clara de las fuerzas productivas sobre las relaciones de producción, en el caso de la infraestructura y la superestructura ocurre lo mismo. Aunque bien podrían ser tres componentes diferenciados, para Marx la estructura jurídica y política forma una sola. Por tanto, tenemos dos componentes principales de la superestructura:   Estructura ideológica: La estructura ideológica está compuesta por las distintas formas de conciencia social. Estructura jurídico-política: Está formada por el Estado y el Derecho. Es decir, en la organización política y las leyes que rigen el país. Karl Marx no desarrolló mucho este concepto y gran parte cuánto sabemos de él, se debe a las interpretaciones de los estudiosos de su obra. La estructura económica está compuesta por las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Las fuerzas productivas incluyen la materia prima u objeto de transformación, la capacidad o fuerza de trabajo del empleado u obrero (según sus habilidades técnicas, intelectuales o físicas), y los medios para realizar el trabajo (equipos, herramientas, maquinarias) necesarios para obtener los productos requeridos. Jean-Jacques Rousseau Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, 28 de junio de 1712-Ermenonville, 2 de julio de 1778) fue un polímata suizo francófono. Fue a la vez escritor, pedagogo, filósofo, músico, botánico y naturalista, y aunque fue definido como un ilustrado, presentó profundas contradicciones que lo separaron de los principales representantes de la Ilustración, ganándose por ejemplo la feroz inquina de Voltaire y siendo considerado uno de los primeros escritores del prerromanticismo. Sus ideas imprimieron un giro copernicano a la pedagogía centrándola en la evolución natural del niño y en materias directas y prácticas, y sus ideas políticas influyeron en gran medida en la Revolución francesa y en el desarrollo de las teorías republicanas, aunque también se le considera uno de los precursores del totalitarismo del siglo XX, al insistir en la idea del sacrificio del individuo por la colectividad; incorporó a la filosofía política conceptos incipientes como el de voluntad general (que Kant transformaría en su imperativo categórico) y alienación. Su herencia de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor expresada en sus dos frases más célebres, una contenida en El contrato social, «El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado», la otra, presente en su Emilio, o De la educación, “El hombre es bueno por naturaleza”. La familia Rousseau procedía de hugonotes franceses y se instaló en Ginebra unos cien años antes de que Isaac Rousseau (Ginebra, 1672-Nyon, 1747) y Suzanne Bernard (Ginebra, 1673-ibidem, 1712), hija del calvinista Jacques Bernard, tuvieran al futuro escritor Jean-Jacques. Nueve días después de dar a luz, Suzanne falleció y el pequeño Rousseau consideró a sus tíos paternos como sus segundos padres, debido a que desde muy pequeño pasó mucho tiempo con ellos y fueron los que lo cuidaron. Cuando Rousseau tenía 10 años (1722), su padre, un relojero bastante culto, tuvo que exiliarse por una acusación infundada y su hijo quedó al cuidado de su tío Samuel, aunque ya había tomado de él un gran amor por la lectura y un sentimiento patriótico de admiración por el gobierno de la República de Ginebra que Jean-Jacques conservó toda su vida. A los 16 años (1728) empezó a vagabundear y abandonó su ciudad natal. Tras estar peregrinando un tiempo y desempeñando los oficios más dispares, al borde de entrar en la marginalidad, abjuró del calvinismo y abrazó el catolicismo, del que más tarde también renegó (en el futuro expondrá sus ideas deístas sobre una religión natural en su Profesión de fe del vicario saboyano) y se estableció en Annecy, siendo tutelado por Madame de Warens, una dama católica ilustrada sin hijos, trece años mayor que él, que le ayudó en su discontinua educación y en su afición por la música, y además le fue buscando distintos trabajos. A ojos de Rousseau, ella sería la madre que había perdido y, a partir de 1733, una amante. Rousseau ejerció de periodista y de muchos otros oficios ocasionales más. En 1742 presenta un innovador sistema de notación musical a la Real Academia de las Ciencias de París, con poco fruto (su sistema solo se interesaba por la melodía y no por la armonía, y además un sistema prácticamente similar ya había sido inventado sesenta y cinco años atrás por el monje Souhaitti), y al año siguiente publica su Disertación sobre la música moderna (1743), en que critica muy duramente la francesa, para él muy inferior a la italiana. Conoce a madame Dupin, de la que será luego secretario; también en ese año es nombrado secretario del inepto embajador de Francia en la República de Venecia, Pierre-François de Montaigu, con quien no llegó a concordar, hasta el punto de que al año siguiente fue despedido (1744). 1762 fue un año fundamental en su creación literaria, pues redacta una pieza teatral originalísima, Pygmalion, considerada la creadora de un nuevo género dramático-musical, el melólogo, que solo podrá representarse en 1770, y publica dos obras capitales: Emilio, o De la educación y El contrato social, o Principios del derecho político. La primera de estas obras era sobre todo un cañonazo en toda regla contra la pedagogía tradicional y las religiones culturales y aprendidas, no naturales, que habrá de tener consecuencias importantísimas en esas disciplinas; en pedagogía imprimió un giro copernicano que desarrollará otro escritor suizo, Pestalozzi, centrando la educación en el niño y en su evolución mental, y primando las materias prácticas frente a las teóricas y abstractas, mientras que en cuestiones religiosas Rousseau proponía, despreciando la teología como inútil, una religión natural con papel secundario y menos importante que otras disciplinas prácticas; la segunda obra era una crítica fundamentada y de raíz de los principios políticos del Antiguo Régimen que partía de una cuestión que se hizo justamente célebre: «El hombre nace libre y, sin embargo, donde quiera que va está encadenado. ¿Por qué este cambio?» Así como los de otros personajes de su época terminó apartándolo finalmente de la vida pública sin poder aprovechar la fama y el reconocimiento de su obra, que inspiraría al romanticismo. Alarga sus Consideraciones sobre el Gobierno de Polonia y en los años siguientes trabajó en Cartas sobre botánica a la señora Delessert (1771-1773), Rousseau juez de Jean-Jacques (1772-1776) y la ópera Daphnis et Chloé (1774-1776). En 1776 empieza a redactar sus Ensoñaciones de un paseante solitario (1776-1778 ), cuya redacción quedará inconclusa por su súbita muerte, cuando andaba retirado en Ermenonville por consejo médico, de un paro cardíaco en 1778, cuando contaba 66 años. Filosofía Estado Natural Uno de los principales preceptos que presenta Jean-Jacques Rousseau es que el ser humano es bondadoso por naturaleza, no tiene maldad, y a partir de la sociedad es corrompido. En 1754 escribió: El primer hombre que, habiendo ballado un pedazo de tierra, dijo «esto es ´mío», y encontró que la gente era lo suficientemente ingenua para creerle, ese hombre fue el verdadero fundador de la sociedad civil. De cuántos crímenes, guerras y asesinatos, de cuántos horrores y desgracias podría haber salvado nadie a la humanidad, tirando de las estacas, o llenando la zanja, y llorando a sus compañeros: cuídate de escuchar a este impostor; estás perdido si olvidas que los frutos de la tierra nos pertenecen a todos, y la tierra a nadie. A este estado del ser lo llamó hombre natural o estado de la naturaleza y corresponde al momento previo a la concepción de las sociedades. Describió a este hombre como aquel ser humano en su esencia más profunda, incluso sin razón y sin predisposiciones, que responde a la compasión (está limitado por la piedad) y al amor por sí mismo (busca la autoconservación). Es un ser transparente, sin segundas intenciones, con mucha inocencia y sin conocimiento del concepto de moralidad, que vive lleno de felicidad y que está dispuesto a convivir de forma pacífica con todo lo que le rodea. Estado social Además del hombre natural, Rousseau indicó que existe un hombre histórico, que corresponde a aquel ser humano que vive y se desenvuelve dentro de una sociedad. Para Rousseau, el hecho de vivir dentro de una sociedad con características específicas implica que el ser humano puede desarrollar ampliamente sus capacidades cognitivas, como la imaginación, el entendimiento y la razón, pero necesariamente se tornará maligno, perdiendo la bondad que tenía originalmente. Rousseau afirmó que en este contexto el hombre es sumamente egoísta y va en busca solo del beneficio propio, en lugar de buscar generar armonía con su entorno. Cultiva un amor propio desfavorable para el resto de los hombres, dado que se basa en el egocentrismo. Contrato social La noción de contrato social fue propuesta por varios estudiosos, entre los que destacan los ingleses Thomas Hobbes y John Locke y, por supuesto, Rousseau. Las consideraciones de estos tres filósofos fueron diferentes entre sí. La aproximación de Rousseau fue expuesta en su obra El contrato social que se publicó en el año de 1762. Rousseau no consideraba válido un contrato o pacto que estuviera basado en la obligación, dado que en el mismo instante en el que hay coacción se pierde la libertad, y esta forma parte fundamental de los principios naturales a los cuales el hombre debe regresar. Entonces, Rousseau planteó la creación de un contrato social que tuviera como base la libertad del individuo, que no tenía por qué superponerse a la superioridad del orden político y social establecido a través de dicho pacto. La idea era pasar a una libertad con carácter político y civil. Lo más importante es que los individuos puedan encontrar una manera de asociarse por medio de la cual se obedezcan a sí mismos y a nadie más, manteniendo su libertad. Sometimiento voluntario A través de esta vía, los hombres se someten de forma voluntaria al orden creado buscando el bienestar de la comunidad, no únicamente el suyo. En este contexto Rousseau introduce el concepto de voluntad general. Es importante distinguir entre la voluntad general y la voluntad del grupo. La primera no corresponde a la suma de las voluntades de todas las personas, concepción más vinculada con la voluntad de grupo. La voluntad general es aquella que surge de las conclusiones generadas por las asambleas de ciudadanos. El contrato social de Rousseau establece que existe un sometimiento, pero solamente a las normas y a los órdenes que los mismos individuos han generado de forma racional y buscando el consenso, por lo que no se trata de una participación basada en la imposición. Al contrario, el basamento principal del pacto social rousseauniano es la libertad y la razón. Así mismo, el reconocimiento de los semejantes es uno de los pilares fundamentales de este c ontrato, dado que todos los miembros de la sociedad comparten los mismos derechos y deberes. 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