Robert Hooke: biografía y resumen de sus aportes a la ciencia

Robert Hooke: biografía y resumen de sus aportes a la ciencia

Robert Hooke es una de las figuras más importantes y a la vez olvidadas. Fue el primero que habló del concepto de “célula” y sus aportes marcaron enormemente el mundo de la física y la biología.

Robert Hooke

“Con la ayuda de los microscopios, no hay nada tan pequeño como para escapar de nuestra investigación; De ahí que haya un nuevo mundo visible descubierto para el entendimiento.”

No todos los genios reciben el reconocimiento que merecen, pues algunas figuras clave para el entendimiento de nuestro ser, identidad y el funcionamiento de todo lo que nos rodea han sido eclipsadas a lo largo de los años por figuras más carismáticas.

Por un lado tenemos a científicos, químicos, físicos y matemáticos como Newton, Marie Curie o Albert Einstein. La habitación en la que nos encontremos se ilumina solo con formular sus nombres, pues todos asociamos estas personalidades a inteligencia, carisma, perseverancia y descubrimiento.

En cambio, si pensamos en otras figuras como Gregor Mendel o Robert Hooke, es posible que se haga un silencio sepulcral a la hora de debatir sus contribuciones o descubrimientos clave para el entendimiento del planeta y todo lo que nos rodea.

Uno de estos genios olvidados, una figura esencial en las sombras, es el magnífico científico y pensador que hoy nos atrapa en estas líneas. Si quieres saber todo sobre Robert Hooke, considerado como uno de los padres de la microscopía y de la divulgación, continúa leyendo.

Biografía de Robert Hooke (1635 - 1703)

Para ir abriendo apetito de conocimiento, podemos resumir las aportaciones de Robert Hooke en unas pocas líneas: acuñó por primera vez el término “célula”, describió la Ley de la elasticidad de Hooke, y en un mundo preevolucionista, postuló la existencia de una infinidad de especies previas a las que el ser humano podía observar. Casi nada. A continuación, te mostramos una biografía resumida de esta fascinante figura.

Primeros años

Robert Hooke nació el 18 de 1635 en la Isla de Wight, un territorio insular perteneciente a Inglaterra. Hijo de un padre clérigo anglicano, se quedó huérfano a los 13 años de edad, con una deuda de 40 libras y una mano detrás de la espalda. Tampoco vamos a listar todas las instituciones por las que el joven Hooke pasó antes de ser reconocido por su inteligencia y valía, pues vemos de más interés describir sus aportaciones científicas de forma extensa en líneas posteriores.

La idea que debe quedar clara es la siguiente: este investigador es el claro ejemplo de un hombre hecho a sí mismo, pues de la nada consiguió llegar a la universidad de Oxford, mediante programas de aprendiz y becas encadenados durante varios años. Allí, por fin, pudo desarrollar sus dotes científicas, pues fue acogido bajo el ala de Robert Boyle entre 1655 y 1662, un físico investigador de renombre en los círculos de pensadores de la época.

Vida profesional

En 1661, debido a sus excelentes dotes como científico, Hooke fue designado como “curador de experimentos” en la recién fundada Royal Society (la real sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural), la cual continúa operativa a día de hoy. Cientos de pensadores han pasado por esta institución, aportando cada uno de ellos su granito de arena a la playa de conocimiento que tenemos disponible hoy en día.

Más allá de esta condensadísima biografía, resulta fascinante conocer que casi todo lo que se sabe de Robert Hooke se debe a la autobiografía que realizó sobre sí mismo en el año 1696, la cual nunca fue terminada. Además, esta esencial figura en el mundo de la ciencia ni siquiera cuenta con un retrato oficial, es decir, no podemos ponerle cara. ¿A qué se debe tamaño desdén en la comunidad científica? Quédate hasta el final para descubrirlo, pues primero tenemos que hacer un obligado recorrido por su carrera científica.

Por desgracia, la falta de reconocimiento suele tener una base justificada en muchos casos. Robert Hooke tenía una personalidad irascible, esquiva y fría con sus contemporáneos, lo que le llevó a diversas disputas y roces a lo largo de su vida.

El conflicto más reseñable de todos es el que tuvo con Isaac Newton, un verdadero mastodonte que, como jefe de la Royal Society, lo tuvo fácil para eclipsar a la figura de Hooke. El gran enfrentamiento entre ambas figuras surgió en 1686, con la publicación de la obra Principia de Isaac Newton donde, entre otras muchas cosas, recoge las tres leyes de Newton sobre las que se ha asentado la física moderna.

Tras haber mantenido correspondencia antes de la publicación de la obra, Robert Hooke exigió coautoría y reconocimiento, pues afirmó que había sido él quien le había dado a Newton la noción que le llevó a la ley de la gravitación universal. Este último nunca reconoció tales proclamaciones, pues siempre sostuvo que Hooke reavivó durante las correspondencias su interés por la astronomía, pero que no aportó en ningún momento nada nuevo.

Fruto de este desagradable conflicto surge la famosísima frase «Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes» por parte de Newton a Hooke, en la que se cree que se ríe de la baja estatura y porte del científico que aquí nos atañe. Desde luego, esto nos demuestra que hasta los más elevados pensadores son víctimas de disputas de colegio, pues la pelea forma parte de la naturaleza humana.

Aportaciones a la ciencia

A pesar de que tuvieron que pasar tres siglos tras su muerte para que los historiadores lo llegaran a considerar como “el Leonardo da Vinci inglés”, a día de hoy podemos resumir las aportaciones de Robert Hooke en dos grandes pilares: la física y la biología.

1. La Ley de la elasticidad de Hooke

En 1665, mientras trabajaba como ayudante de Boyle, Hooke formuló lo que hoy se conoce como “la Ley de Hooke”. Originalmente formulada para los objetos que se estiran de forma longitudinal, esta postulación establece que el alargamiento de un muelle es directamente proporcional al módulo de la fuerza que se aplique, siempre y cuando no se deforme permanentemente. La fórmula general es la siguiente:

F=k⋅(x−x0)

  • F es el módulo de la fuerza aplicada sobre el muelle.
  • K es un valor que hace referencia a la constante elástica del muelle. Cuanto mayor sea esta cifra, más costará estirar dicho muelle.
  • x es la longitud del muelle con la fuerza aplicada, mientras que x0 es la longitud correspondiente a la forma inicial.

Sencillo, ¿verdad? Por básica que pueda parecer, esta ley nos permite predecir diversos eventos físicos en la sociedad actual. El uso más claro de esta postulación es la construcción de los dinamómetros, aparatos que permiten medir la escalarmente las fuerzas. También se puede utilizar para diversos terrenos dentro de la ingeniería, por ejemplo, predecir el efecto que tendrá el peso de un coche al pasar sobre un puente y las fuerzas que soportarán los materiales que lo componen.

2. Micrographia

"Micrographia" es el título que recibe la obra publicada por Robert Hooke en 1665, en la cual se muestran por primera vez dibujos de imágenes tomadas con microscopía óptica. Estamos ante un escrito de impacto desmedido, pues fue la primera publicación relevante de la Royal Society y también se convirtió, por méritos propios, en el primer Best Seller científico de la historia. Desde luego, hacer llegar a la población general ideas tan abstractas invisibles al ojo humano es una tarea titánica que requiere de maestría comunicativa.

Micrographia

Uno de los mayores atractivos de esta obra era que mostraba objetos cotidianos de uso común observados al microscopio, aportando sobre ellos un prisma desconocido para el mundo. La obra se divide en varios frentes:

  • Observaciones sobre objetos artificiales.
  • Descripciones de objetos inertes, como el hielo y la nieve.
  • Descripción del corcho, el carbón, fósiles y otras observaciones del mundo vegetal.
  • Observaciones del reino animal, pues describió 26 especies animales observadas al microscopio como el piojo, por ejemplo.
  • Tres observaciones telescópicas.

Estamos ante un lenguaje llano, humorístico en algunos casos, con dibujos de calidad notable sobre la estructura microscópica de objetos y seres vivos cotidianos. Desde luego, esta obra es un verdadero precursor en el mundo de la divulgación científica.

Más allá de esto, en "Micrographia", Robert Hooke acuña por primera vez el término célula o cell, pues viendo una lámina de corcho al microscopio, le llamó la atención la subdivisión de este tejido en una serie de celdillas, las cuales le recordaban a las celdas de los monjes. En resumen, esta obra abrió un amplio camino al mundo de la divulgación científica y promovió el empleo de instrumentos para la descripción científica de la naturaleza en los años posteriores.

Resumen

Por desgracia, estamos ante un investigador y pensador de esencial importancia que fue eclipsado, en gran medida, por sus roces con Newton y una personalidad aparentemente esquiva, irascible y celosa. Esto demuestra que, en la sociedad tanto antigua como moderna, con conocimiento no basta: somos seres sociales, y por tanto, nuestro legado se basa en la percepción que tienen los demás sobre nosotros.

Más allá de las disputas y roces, Robert Hooke fue un excelente investigador que se considera, a día de hoy, una de las figuras más importantes en la historia de la ciencia en lo que a científicos experimentales se refiere. Padre de la microscopía, física y divulgación, esta figura será recordada en estas líneas y otras muchas más como se merece.

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