EDUARDO VIII. El Rey que abdicó al trono de un imperio, por amor. – Detalles de la Historia

La historia: Eduardo Alberto Christian Jorge de Windsor nace en Londres, el 23 de Junio de 1894 , era el heredero de la corona del Imperio Británico y desde niño fue educado para ejercer esta función. En su juventud, siendo Príncipe de Gales, sirvió en la Primera Guerra Mundial y realizó varias giras por el extranjero en representación de su padre, el Rey Jorge V. Su rango y su buena presencia lo convirtieron en la celebridad más fotografiada de su tiempo y en el soltero más codiciado del mundo; estuvo relacionado con una gran cantidad de mujeres, la mayor parte de ellas casadas y de mayor edad que la suya. En 1934, a sus 40 años, conoce a Wallis Simpson, una estadounidense de 38 años, que había tenido un primer matrimonio con un oficial de la marina norteamericana que terminó en divorcio, y en ese momento estaba casada con un inglésamericano llamado Ernest Spencer. En principio a Eduardo le encantó el carácter dominante de Wallis y su evidente irrespeto hacia su posición real, y luego se enamora perdida e irremediablemente, se hace su amante, y desde ese momento quedó sometido a ella.

En Enero de 1936 el rey Jorge V muere, Eduardo asciende al trono y le propone matrimonio a Wallis, que a tal efecto se divorcia de su segundo marido. El deseo del rey de contraer nupcias con una mujer que era una “yanqui plebeya”, que tenía dos divorcios, y de la cual circulaban además muchos rumores sobre su comportamiento licencioso, provocó una crisis constitucional: La familia real, la iglesia anglicana, el gabinete ministerial, los primeros ministros de todo el imperio y el parlamento se opusieron rotundamente al matrimonio. Al no poder renunciar a su amor por la señora Simpson Eduardo abdicó  al trono en Diciembre de 1936, siendo sucedido por su hermano menor, Alberto, que eligió usar el nombre de Jorge VI, y que le dio a Eduardo el título de “Duque de Windsor”, mas una enorme pensión que le permitiría vivir como un rey por el resto de su vida. Y así, el 3 de Junio de 1937 finalmente pudo casarse con Wallis.

En octubre de 1937 el duque y la duquesa visitaron la Alemania nazi y se reunieron con Adolf Hitler, a quien ambos admiraban. En cada evento de esa visita Eduardo efectuaba el saludo nazi, lo que fue muy publicitado por los medios de comunicación. Durante la segunda guerra mundial, a causa de sus simpatías pro alemanas y su intromisión en los asuntos de estado, fue enviado a mas de 6.000 kms. de distancia, a las Bahamas, como gobernador. Nunca más se le dio otro cargo oficial y pasó el resto de su vida en el retiro, disfrutando de una vida de ocio como celebridades sociales. Al morir el duque, el 28 de Mayo 1972, la duquesa se recluyó y rara vez volvió a ser vista en público, murió en su casa de Paris en Abril de 1986.

Un detalle: Wallis, pasaba por ser una mujer muy poco atractiva, no tenía un cuerpo femenino, sin curvas ni pechos, y su cara era Bastante hombruna, de joven era considerada una “tomboy”o “marimacha”. Sin embargo desde adolescente tuvo una gran cantidad de admiradores, que caían subyugados por su carisma, gracia y coquetería.

Otro detalle: Sobre Wallis se han dicho muchas cosas: Que coleccionaba amantes, que mientras estuvo en China (adonde su primer marido había sido destacado) fue amante del embajador italiano Galeazzo Ciano (que luego sería yerno de Mussolini y más tarde su ministro de Asuntos Exteriores). Se dice también que en Londres tuvo otro romance con Joachim Von Ribbentrop, ministro de Hitler. Si bien era cierto que ella mantuvo una gran amistad con ambos personajes, no se ha hallado ningún documento que pruebe que hubo una relación más intima. Así mismo se comentaba que en China, asistía con su marido a casas de citas, donde aprendió las artes eróticas orientales con las cuales conquisto al príncipe, lo que tampoco se ha comprobado. Lo que sí es cierto es que ella era compulsivamente ambiciosa y que al menos, en un principio, persiguió a Eduardo por su riqueza y posición.

Otro detalle: Wallis y su segundo marido, inicialmente usaron al príncipe de Gales para subir en la escala social, de hecho, Ernest cerraba un ojo cuando la intimidad entre el príncipe y su esposa subió de tono. Pero ninguno de los dos preveía que la situación se saldría de control, y cuando ella quiso terminar la relación Eduardo amenazó con suicidarse. Recientemente se han hallado 15 cartas de ella que revelan que para ese momento aún amaba a su esposo y deseaba abandonar al príncipe, pero  al final hizo la elección que le rendiría más beneficios.

Otro detalle: El duque vivió cautivado por Wallis desde el día en que la conoció. Ella era muy poco respetuosa con él, le hacía bromas, le daba órdenes, lo trataba con burla e ironía, lo llamaba “Peter Pan” y se reía de él delante de los amigos. También les contaba a todos que el duque dormía con un osito que era su juguete fetiche desde su niñez. Pero mientras más actuaba así, él más la quería y deseaba que ella estuviera siempre a su lado.

Otro detalle: El muy estricto rey Jorge V, padre de Eduardo, que detestaba a Wallis, antes de morir, en Enero de 1936, profetizo: “Tras mi muerte, mi hijo arruinará su reinado en tan solo doce meses”. En realidad su primogénito, reinó por un tiempo aun más corto, solo 325 días.

Un último detalle: Winston Churchill dijo: “Todas las ciudades del Reino Unido deberían hacerle una estatua a Wallis Simpson, porque salvó a Inglaterra del desastroso rey que hubiera sido Eduardo VIII”.                                                                                                                                                        

Fuentes

  • Memorias del Duque de Windsor. “La vida de un Rey”. Biografías Gandesa, 1952 
  • Andrew Morton. “Wallis in Love”. Grand Central Publishing, 2018.      
  • Anne Sebba. “That woman”. St. Martin Press, 2013.       
  • Javier Moncayo. “Eduardo VIII, de rey a duque”. Revista Historia y vida, No.503, 2010
  • Programa “The Nazi King”. BBC, 2009                                                                                             

Por francisco

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