Batalla de Pichincha: “ 200 años de la invasión Anglo Bolivariana de la provincia española de Quito “

Batalla de Pichincha, Divide et impera… A las ocho de la mañana del 24 llegamos a las alturas del Pichincha que dominan a Quito, dejando muy atrás nuestro parque cubierto con el Batallón Albión.

Divide et impera, esta es una de la máxima que se ha aplicado en la geopolítica, y es aplicado y es estudiado en todo el mundo. En el mundo anglosajón tomó fuerza a partir de la casa Tudor, cuando Enrique VIII intentó divorciarse de Catalina de Aragón, y al no permitirle ese divorcio, el rey de Inglaterra tomó el poder de la vida religiosa de su pueblo, conocido en latín como: «cuius regio eius religió», que significa literalmente, «la confesión religiosa del príncipe se aplica a todos los ciudadanos del territorio.» Así comenzó un lucha geo-política, que esto incluye a la literatura, filosofía-literatura, política-economía frente a su enemigo, la Monarquía Hispana que abarcaba cuatro continentes, y ahí entraba la Audiencia de Quito, como una provincia española en América.

En la geopolítica, el vencer al contrincante es su máxima, e influir en él es su aplicación, puesto que se les hace pensar tal como y como guste el que ha vencido, ahí radica el divide et impera, es decir, a hacerlo olvidar quién es para recrearle un nuevo ser y una nueva esencia, a haciendo que omita su historia, sus raíces y así se debilite frente al mundo. Con esto, ya no tendrá presencia ante el mundo y podrá ser víctima de cualquier vecino codicioso o será fácilmente influenciado por ideologías que vaya en contra de su propio ethos, es por esto que en este bicentenario es necesario defender la verdad histórica, no para ponerla en duda o relativizarla, sino para entender ¿Qué mismo nos sucedió a los hispanos, de este lado del mundo? Tanto en el XIX y sus consecuencias hasta este presente siglo.

La historia y la geopolítica

Cuando la Inglaterra de los Tudor toma el poder religioso de sus súbditos, toma un nuevo rol protagónico en las relaciones internacionales, puesto que serán los que desean ser los árbitros del mundo, sin importar quién tenga el poder, ellos deberían ser el poder equilibrante en el mundo. Uno de sus más grandes rivales, será la Monarquía Hispánica, desde la caída de Constantinopla de 1453, la nueva potencia global será la corona de Castilla con el 12 de octubre de 1492, con la llegada de Colón y con ellos comenzará la primera globalización. Los ingleses de se demorarán 86 años para interesarle las empresas trans-atlánticas emprendidas por los hispanos.

En este proceso de tradiciones, transformaciones y cambios de manera lineal, el primer gran enfrentamiento será entre la hija de Enrique VIII, Isabel I de Inglaterra conocida como la virgen y de Felipe II, este enfrentamiento se dio entre 1585-1604, donde la casa Tudor y la casa Habsburgo se enfrentan. Con el fin de este enfrentamiento, la monarquía hispánica saldrá más favorecida, para el comercio con los reinos ultramarinos, entre ellos Quito.

El siguiente enfrentamiento se dará en el mismo siglo entre 1655 y 1660. Los intereses ingleses que ya se ven con más claridad, puesto que la estrategia de Oliver Cromwell que dará pasó a la mancomunidad o lo que será la mancomunidad, pues él será su protector y con él comenzará una guerra en contra del reinado de Felipe IV, puesto que los ingleses querían apoderarse de las Indias Occidente, es decir del ya construido imperio hispánico del cual Quito era parte fundamental, puesto que próximamente se lo tratará.

En efecto, el Western Design, o Designio Occidental, fue propuesto por el mismo Cromwell, por el cual pretendía quitar a la monarquía hispánica sus reinos de ultra mar, y así convertirse ellos en los dueños absolutos del imperio del cual los quiteños y quitenses formábamos parte, puesto que, hasta ese momento, Quito o la Audiencia de Quito era considerado un punto estratégico para la monarquía.

Con el Designio Occidental, los ingleses deseaban tomar parte del Caribe y parte de la Real Audiencia de los Confines o Guatemala, especialmente lo que ahora es Nicaragua, pero, su majestad Felipe IV, no aceptó las condiciones propuestas por Cromwell, y se dio otra guerra por el dominio que nosotros los hispanos poseíamos ante el mundo.

Como es de esperarse, el mundo anglosajón perdió esta guerra en contra del mundo hispano, puesto que la lealtad al Rey era lo primordial frente a otras formas ideológicas que se pretendían meter en ese momento.

  • Cromwell dirigiéndose al parlamento inglés, en 1656 expresó lo siguiente, «El español no es, sin más, nuestro enemigo por mera casualidad, sino de forma providencial; así lo ha dispuesto Dios en su sabiduría.»

Entonces debemos suponer o intuir que Quito era su enemigo por sabiduría de Dios y todas las provincias españolas en América.

Así transcurrió en siglo XVII, con enfrentamientos con los ingleses, y muchas de esas guerras, nosotros los hispanos, vencíamos. Ya en el siglo XVIII, se dará un hecho que todos debemos conocer es, la guerra de sucesión española, un hecho que cambiará el rumbo del mundo hispánico y de la geo política en Europa, pero no en América.

A la muerte de su majestad Carlos II de España perteneciente a la casa de los Habsburgo, al no dejar herederos, comenzó una disputa entre los que apoyaban a que otro Habsburgo heredará la corona, pero hubo otros que apoyaron a la casa de los Borbones de Francia, para que asumieran la dirección de la monarquía hispánica; este enfrentamiento se dio entre 1701 a 1713, donde los Borbones serán los vencedores.

Se firmará el tratado de Ultrech, el cual, la monarquía hispánica renuncia a sus posesiones en Europa para que Felipe V se reconocido como Rey de las Españas, pero mantiene sus posesiones ultra marinas, es decir, nosotros los hispanos somos una fuerza a considerar en el mundo.  Entonces aquí se dará una de las guerras menos estudiadas por los hispanos y más conocida por los ingleses, la guerra del asiento, guerra desarrollada entre 1739 a 1748, en dónde de nuevo se enfrentará de nuevo Inglaterra y nosotros los Hispanos o la Monarquía Hispana.

Esta guerra era con continuación de los planes de Cromwell del siglo pasado, ya que él mismo afirmaba en carta fecha el 30 de mayo de 1655 a Fontescue, […] Pensamos, y de esto se habla mucho entre nosotros, en luchar contra los españoles por el dominio de esos mares y por tanto desearíamos de corazón que la isla Providencia estuviera otra vez en nuestras manos pensando que, gracias a su ventajosa situación respecto a Tierra Firme y especialmente para obstaculizar el comercio de Perú y Cartagena usted no sólo tendría la ventaja de saber de él y sorprenderlo, sino aún de bloquearlo.

Así se llevaba la guerra de Inglaterra contra nosotros. Inglaterra sufrirá una de sus mayores derrotas en su historia, el plan era tomar la ciudad de Cartagena de Indias por Edward Vernon fracasará de manera estrepitosa, pues Blas de Lezo defendió la ciudad de la arremetida inglesa; hay que señalar que el medio hermano de George Washington, Lawrence Washington, participó en el asalto en contra de una ciudad española en América.  Blas de Lezo, en inferioridad de tropas, armas y barcos, venció a los ingleses, las bajas de esta guerra fueron 8000 y 10 000 muertos y unos 7500 heridos, muchos de los cuales murieron en el trayecto a Jamaica.

  • Pero es en este siglo, precisamente en 1711, se escribe Propuesta para humillar a España donde aparece Quito o la Audiencia de Quito en la mira de la geopolítica de los ingleses.

En el documento escrito y publicado en Londres, dice lo siguiente de Quito: «Y ciertamente, dada la considerable falta que tienen estas mercaderías, que tanto necesitan el consumo de ellas, aumentaría, porque nuestros productos y telas son tan irrazonablemente caros, por las razones ya mencionadas, y así los pobres y aún los comerciantes, hacen uso de las telas de Quito para sus vestidos y solo los mejores usan géneros y telas inglesas. Pero si de una vez, nosotros podemos fijar nuestro comercio, por el camino que yo propongo, con seguridad, ARRUINARÍAMOS, EN POCOS AÑOS, LA MANUFACTURA DE QUITO.»

Los ingleses sabían a quién debían destruir, y era la proto industrialización del Reino o la Audiencia de Quito, y no es casualidad lo que pasará en el siglo XIX, ya que los enfrentamientos no cesarán, y por eso mi estimado lector, si ya ha llegado hasta aquí, sabrá que la geo-política y la historia van de la mano, y por ende, si no se conoce lo que pasó entre el siglo XVI y XVIII, no se podrá comprender lo que nos pasará en el siglo XIX, y sus efectos hasta el presente siglo.

Quito como españoles frente a la geopolítica

Ya entrado en el siglo XIX, muchos quiteños y quitenses seguían o querían pertenecer a su monarquía, puesto que esa era su tradición, su política, y lo que les daba presencia ante el mundo. Un hecho que marcará el inicio del declive de nuestra monarquía será la invasión hecha por Napoleón a la península, un hecho que se debe entender a profundidad, esa invasión dará paso a cambios en la mentalidad de los ciudadanos españoles en América, y por españoles serán, criollos, indígenas, mestizos, castizos, etc. Ya que todos eran súbditos de la monarquía española.

Entre 1808 hasta 1814 será un punto fundamental, y posteriormente, entre 1820 a 1823. La primera, puesto que el Rey Fernando VII y toda la familia real es capturada y llevaba por Napoleón a Francia, y es en estos años en que José Bonaparte es puesto como rey de las Españas; sin embargo, los súbditos de todo el mundo no estuvieron de acuerdo con este rey impuesto, pues, su legítimo rey era Fernando VII.

  • Es en estas fechas donde se dará el 10 de agosto de 1809 en Quito, el 20 de julio en Santa Fe, conocidas como las actas de independencia.

Lo curioso de todo esto mi estimado lector, todas estas actas son a favor del Rey Fernando VII, entonces ¿Cómo podemos llamar acta de independencia? Si siguen reconociendo a su legítima autoridad.

En ese mismo intervalo, también se dará dos constituciones, la una que se dará en Cádiz, conocida como la Pepa. Esta constitución se hace sin el Rey, y por esta constitución se dará el siguiente intervalo de 1820 y 1823; la otra constitución que se hará, en la cual, se seguirá reconociendo al Rey es de la de quiteños de 1812, donde en su art. 5 se sigue reconociendo al Rey, por su antiguo amor y fidelidad, ¿No les parece curioso? Pues sí, se lo puede leer claramente: Artículo 5.- En prueba de su antiguo amor, y fidelidad constante a las personas de sus pasados Reyes; protesta este Estado que reconoce y reconoce por su Monarca al señor don Fernando Séptimo, siempre que libre de la dominación francesa y seguro de cualquier influjo de amistad, o parentesco con el Tirano de la Europa pueda reinar, sin perjuicio de esta Constitución.

  • Al parecer, muchos tenían claro que no deseaban una separación de la monarquía española.

pues ese era historia, su esencia, lo que son y por el cual actuaban. En próximos artículos detallaré lo que sucedió, pues hubo gente que quería seguir con su monarca en desmérito de aquella constitución, pues hubo una batalla conocida como la batalla del Panecillo de 1812.

Transcurre esa década, entre 1810 a 1820, y si podemos situarnos, la gente estaba a la expectativa de lo que podría suceder, en estos territorios hubo enfrentamientos entre hermanos, en otras palabras, las guerras fratricidas, pues también se darán batallas en otras partes de la Audiencia de Quito.

Por ejemplo la batalla de Mocha de 1812 donde la media hermana de Manuela Sáenz, Doña Josefa Sáenz del Campo logra una victoria para los ejércitos del Rey frente a los separatistas, es decir, ya hay un movimiento de separación, de destrucción de la unidad hispana en América.

Eso nos llevará a no ser nada frente al mundo, y en muchas de estas batallas, estarán algunos ingleses que estarán como consejeros de las mal altas autoridades, por ejemplo William Bennet Stevenson, quien fuera contratado por el que fue presidente de la Audiencia de Quito, el Conde Ruiz de Castilla, pues se sabe que don Benito como se lo llegó a conocer, será él, el mentor del golpe de estado contra el Conde Ruiz, y ese golpe es conocido como el 10 de agosto de 1809, grito de la independencia, detalles que ahora tienen más sentido, pues la lógica del Divide et impera siempre estuvo presente en cuanto se pudo aplicar en la España Americana.

Un hecho que no se relaciona, o que no se conoce a profundidad es lo que sucedió entre 1819-1821 y 1820-1823, pues en 1819 a 1821 con el congreso de Angostura nacerá la república de Colombia, con Bolívar a la cabeza, para el siguiente año en 1820 será un golpe de estado por parte de Rafael del Riego contra su majestad Fernando VII.

Cuando el rey llega de nuevo al trono, deroga la constitución de Cádiz, pues en aquella constitución va en contra de la tradición hispana de la monarquía, pues dice lo siguiente en el art. 2, Cap. I: «La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona.» Pero en la introducción citan al Rey cautivo, Fernando VII. El plan de la monarquía era enviar un ejército a pacificar estos territorios, pues los levantamientos, las guerras entre nosotros era un tanto común, y así minar la solidez del imperio, por eso el Rey manda una flota comandada por Rafael de Riego, y él es quién le da un golpe de estado que durará 3 años, a esta etapa es conocida como el trienio liberal pues de nuevo hubo otra guerra en la península.

Es justamente en este periodo conocido como trienio liberal, que Bolívar y sus secuaces harán y desharán en esta parte del continente, pues aquí comenzará la etapa más nefasta para los españoles americanos, y posteriormente para colombianos, peruanos, ecuatorianos y venezolanos, ya que nacerán países de la nada, con guerras entre el uno y el otro, y finalmente, nuestro sometimiento al orden internacional.

El plan anglo bolivariano caribeña para Quito.

Quito, como provincia española no deseaban una anexión a la Colombia de Bolívar, al contrario, desconfiaba de aquel proyecto, que al final de su existencia, nacerán tres países, dos de ellos, no nacerán con sus nombres heredados de siglos, sino, con el nombre de sus conquistadores, como es el caso del Ecuador.

  • El plan era claro, invadir a Quito para continuar hacia el Perú, pues el Perú el bastión realista en América.

El 9 de octubre de 1820, Guayaquil declara su independencia, aunque para 1808 y 1809 aludían a la fidelidad al Rey, como muestra las actas del cabildo de aquellos años, en efecto, Olmedo pide ayuda a San Martín, pero no tenía el contingente necesario para acudir a su petición, pero Bolívar si disponía de un contingente, sobre todo ingleses. Sucre se entrevista con Olmedo para 1821, y como se desenvuelve los hechos en los años siguiente es fundamental, puesto que Olmedo creará la División Protectora de Quito y con ello invadir el resto de la Audiencia de Quito, para luego continuar sus campañas hacia el Perú.

Por eso fundamental entender y relacionar se está desarrollando entre 1820 a 1822 con el trienio liberal, pues mientras allá estaban en un golpe de estado, acá estábamos en una guerra con una república había nacido de la nada, y que posteriormente se desmoronará.

Invasión a Quito, 24 de mayo de mayo de 1822

El divide et impera seguirá presente, pues Sucre llegará Quito con un contingente no solo de hispanos del norte, llaneros de venezolanos, sino del Magdalena, de Guayaquil y de Piura y por supuesto ingleses: Inglaterra como instigadora de la subversión, no solo permitió el reclutamiento de mercenarios, sino que alentó el mismo.

Llegaron en cantidades considerables los ingleses para engrosar las filas de los separatistas, completando 720 en 1817, a los que se sumaron nada menos que 5088 incorporados hasta 1819. Todos estos actuarían taxativamente para la consecución de los fines de sus amos, como se detallada a continuación. En la parroquia anglicana de St. Agnes —en Kensington Park, Londres— se organizó un proceso masivo de reclutamiento el 4 de mayo de 1817, emprendido por Luis López Méndez, agente personal del «libertador» Simón Bolívar, autorizado por el Gobierno británico y auspiciado entusiastamente por el vicario de St. Agnes, el Rev. Henry Francis Todd.

  • En efecto, los ingleses estaban ejecutando, La Propuesta para humillar a España, pues España también fue Quito, y así es cómo el mismo Sucre describe su plan para invadir Quito:

“República de Colombia. Ejército Libertador. Comandancia General de la División del Sur. Cuartel General en Quito, a 28 de mayo de 1822.

Señor ministro:

“Después de la pequeña victoria de nuestros Granaderos y Dragones sobre toda la caballería enemiga en Riobamba, ninguna cosa había ocurrido de particular. Los cuerpos de la División se movieron el 28, y llegaron a Latacunga el 2. Los españoles estaban situados en el pueblo de Machachi, y cubrían los inaccesibles pasos de Jalupana y la Viudita. Fue necesario excusarlos haciendo una marcha sobre su flanco izquierdo; y, moviéndose el 13, llegamos el 17 al Valle de Chillo (cuatro leguas de la capital) habiendo dormido y pasado los helados del Cotopaxi. El enemigo pudo penetrar nuestra operación, y ocupó a Quito el mismo día 16, por la noche.

“La Colina de Puengasí que divide el Valle de Chillo de esta ciudad, es de difícil acceso; pero pudimos burlar los puntos del enemigo y pasarla el 20. El 21 bajamos al llano de Turubamba (que es el Ejido de la Capital) y presentamos batalla, que creíamos aceptarían los españoles, por la ventaja del terreno en su favor, pero ellos ocupaban posiciones impenetrables; y después de algunas maniobras, fue preciso situar la división en el pueblo de Chillogallo, una milla distante del enemigo.

El 22 y 23 los provocamos nuevamente a combate, y desesperados de conseguirlo, resolvimos marchar por la noche a colocarnos en el Ejido del Norte de la ciudad, que es mejor terreno, y que nos ponía entre Quito y Pasto, adelantado, al efecto, el Sr. Coronel Córdova con dos compañías del Batallón Magdalena.

Un escabroso camino nos retardó mucho la marcha, pero a las ocho de la mañana del 24 llegamos a las alturas del Pichincha que dominan a Quito, dejando muy atrás nuestro parque cubierto con el Batallón Albión.

Mientras las tropas reposaban, la compañía de Cazadores de Paya fue destinada a reconocer las avenidas: seguía luego el Batallón Trujillo (del Perú) dirigido por el señor Coronel Santa Cruz, Comandante General de la División del Perú. A las nueve y media, dio la Compañía de Cazadores con toda División Española, que marchaba por nuestra derecha a la posición que teníamos; y roto el fuego, se sostuvo mientras conservó municiones; pero en oportunidad, llegó al Batallón Trujillo y se comprometió” el combate muy inmediatamente; las dos compañías de Yaguachi reforzaron este batallón, conducido por el señor Coronel Morales, en persona.

El resto de nuestra infantería a las órdenes del señor Coronel Mires, seguía el movimiento, excepto las dos compañías del Magdalena, con que el señor Coronel Córdova marchó a situarse por la espalda del enemigo; pero encontrando obstáculos invencibles, tuvo que volverse. El Batallón Paya, pudo estar formado, pero consumidos” los cartuchos de estos dos cuerpos, tuvieron que retirarse, ¿no obstante? Su brillante comportamiento.

El enemigo se adelantó, por consiguiente, algún poco; y como el terreno apenas permitiese entrar más de un batallón al combate, se dio orden a que marchase a bayoneta, y lo ejecutó con un brío que hizo perder al enemigo, en el acto, la ventaja que había obtenido; y comprometido nuevamente el fuego, la maleza del terreno permitió que los españoles aún se sostuviesen.

El enemigo destacó tres compañías de Aragón a flanquearnos por la izquierda; y a favor de la espesura del bosque conseguía estar ya sobre la cima, cuando llegaron las compañías de Albión (que se había atrasado con el parque) y entrando con la bizarría que siempre ha distinguido a este cuerpo, puso en completa derrota a los de Aragón.

Entre tanto, el señor Coronel Córdova tuvo la orden de relevar a Paya, con las dos compañías del Magdalena, y este Jefe, cuya intrepidez es muy conocida, cargó con un denuedo admirable; y desordenado al enemigo y derrotándolo, la victoria coronó a las doce del día a los soldados de la libertad: Reforzado este jefe con los Cazadores de Paya, con una compañía de Yaguachi y con las tres de Albión, persiguió a los españoles, entrándose hasta la capital, y obligando a sus restos a encerrarse en el fuerte del Panecillo.

“Aprovechando de este momento, pensé a horrar la sangre que nos costaría la toma del fuerte, y la defensa que permitía aún la ciudad e intimé verbalmente al General Aymerich por medio del edecán O`Leary para que se rindiese, y en tanto, me puse en marcha con los cuerpos, y me situé en los arrabales, destinando antes al señor Coronel Ibarra (que había acompañado en el combate a la infantería) que fuese con nuestra caballería a perseguir a la del enemigo, que observaba se dirigía a Pasto.

El General Aymerich ofreció entregarse por una capitulación, que fue convenida y ratificada al siguiente día, en los términos que vera V.S. en la copia que tengo el honor de someter a la aprobación de S.E.

“Los resultados de la jornada de Pichincha han sido la ocupación de esta ciudad y sus fuertes el 25 por la tarde, la posesión y tranquilidad de todo el departamento, y la toma de 1100 prisioneros de tropa, 160 oficiales, 14 piezas de artillería, 1700 fusiles, fornituras, cornetas, banderas, cajas de guerra, y cuantos elementos de guerra poseía el ejército español.

“Cuatrocientos cadáveres enemigos y doscientos nuestros han regado el campo de batalla: además tenemos 190 heridos de los españoles y 140 de los nuestros. Entre los primeros, contamos al Teniente Molina y al Subteniente Mendoza; y entre los segundos a los capitanes Cabal, Castro y Alzuro; a los Tenientes Calderón y Ramírez y a los Subtenientes Borrero y Arango.

“Los cuerpos todos han cumplido su deber: Jefes, Oficiales y tropa se disputaban la gloria del triunfo. El Boletín que dará el Estado Mayor recomendará a los jefes y subalternos que se han distinguido; y yo cumpliré con el deber de ponerlos en consideración del Gobierno; en tanto, hago una particular memoria de la conducta del Teniente.

Calderón, que habiendo recibido sucesivamente cuatro heridas, no quiso retirarse del combate. Probablemente morirá; pero el Gobierno de la Republica sabrá a su familia los servicios de este oficial histórico.

“La caballería española va dispersa y perseguida por el Cuerpo del Comandante Cestarí, que antes había yo interpuesto en Quito y Pasto. El 26 han salido comisionados de ambos gobiernos, para intimar la rendición a Pasto, que creo será realizada por el Libertador: otros oficiales marchaban para Esmeraldas y Barbacoas; de manera que, en breve, el reposo y la paz serán los primeros bienes de que gozarán estos países, después que la República le ha dado la independencia y la Libertad.

“La División del Sur ha dedicado sus trofeos y Laureles al Libertador de Colombia”

¿Quiénes son los ingleses que llegaron a invadir Quito?

En la obra, británicos en la emancipación del Ecuador, escrita por Carlos García Arrieche, en Caracas abril de 1972, y aquí es necesario a hacer varias preguntas, ¿acaso el Ecuador ya existía en la monarquía hispánica? ¿Ecuador tiene historia en el siglo XVIII o XIX? ¿Acaso Ecuador era parte de la geo-política británica? Pues son preguntas que debemos a hacernos para entender este proceso.

El batallón Albión

La oportuna y decisiva participación del Albión en Pichincha, en aquel memorable 24 de mayo de 1822, ha quedado perpetuada y reconocida en el fragmento del parte oficial del combate emitido por el general Sucre, donde expresa: “Las municiones se estaban agotando… Tres compañías del Aragón, el mejor batallón realista estaba ya a punto de flaquear a los patriotas, cuando llegaron, con el resto del parque, las tres compañías del Albión, con su coronel Mackintosh a la cabeza; y entrando con la bizarría que siempre ha distinguido a este cuerpo, puso en completa derrota a los de Aragón”.

Otras versiones de la batalla señalan como al producirse la carga del Albión, toda la línea republicana pareció recibir un impulso eléctrico; haciendo retroceder y destrozando a los realistas, los cuales, perseguidos por los del Albión y por los veteranos soldados colombianos traídos de Panamá por O`Leary y Córdova, se refugiaron en el fuerte de El Panecillo, donde el jefe Español Aymerich capituló horas más tarde.

El Albión había sido creado oficialmente el 22 de octubre de 1819 por orden directa del libertador. Quedó formado originalmente, por el residuo de la Legión Británica – un centenar de oficiales, cabos y soldados veteranos de la campaña emancipadora de la Nueva Granada- y por unos 400 reclutas nativos de la región de Tunja. La oficialidad del Albión la integraban el teniente coronel John Makintosh, su comandante, los mayores John Johnston, Thomas Manby, y John Bendle, los tenientes Charles Smith, Thomas Palmes, William Brown, Archibald Dunlop, los subtenientes Frederick Fulham, Hug Mcann, Donal Ross Peter O`Brien, Charles Trousdale, Julian Lynch, Edwad Cave, John Brown y Edward Dake.

  • John Illingworth

En Guayaquil, Illingworth- o Illingrot, como se españolizó su nombre- ayudó a Sucre en la reorganización del ejército republicano. Tras el triunfo de Yaguachi en agosto de 1821, el jefe patriota le ordenó marchar con una columna de 300 reclutas para cortar la retirada a los realistas. Y tan rápidamente se movilizó el marino inglés, demostrando gran pericia conduciendo también soldados en tierra, que casi estaban ya en los suburbios de Quito, cuando Sucre fue derrotado en Huachi. Temiendo que todo el ejército de Aymerich se echara sobre Illingworth, Sucre mandó urgentes postas requiriendo su regreso. Después de penosa marcha, pero con su columna completa, Illingworth volvió a Guayaquil.

  • Daniel F. O`Leary

Nacido en Cork, Irlanda, en 1800, O´Leary vino a la América siendo un adolescente. Llegó con el grupo de legionarios británicos, llamado los Húsares Rojos, que dirigía el coronel Henry Wilson, el cual, a su vez, formaba parte de una de aquellas expediciones de voluntarios extranjeros contratadas en Londres por Luis Méndez, el agente de Bolívar en Inglaterra. En mayo de 1818 estaba en San Fernando de Apure, cuando su jefe inmediato, el coronel Wilson, intentó una sedición contra el libertador, con la cual el joven irlandés no estuvo de acuerdo.

Por su actuación en la campaña y batalla de Pichincha fue ascendido a teniente coronel, a coronel en Ibarra, en 1825, y a general de brigada, en marzo de 1828, tras su brillante participación en la campaña que culminó en Tarqui.

  • John Mackintosh

Este pundonoroso y eficiente legionario británico se había alistado en Londres para venir a servir en las filas de los insurrectos venezolanos que dirigidos por Bolívar se concentraban en Angostura, a la orilla del Orinoco. Coincidencialmente sentó plaza en el mismo regimiento, los Húsares Rojos, junto con el entonces alférez Daniel Florencio O`Leary. La travesía del Atlántico la hicieron en el bergantín “Prince” que zarpó de un puerto ingles el 3 de diciembre de 1817 rumbo a Venezuela.

Mackintosh era un teniente a media paga del Ejército británico. Su padre, James Mackintosh fue uno de los mercaderes londinenses que negociaron con Luis López Méndez el aprovisionamiento de armas y vestuarios para los expedicionarios.

En su actuación frente al Albión la remató con broche de oro en la jornada de Pichincha, en 1822. Su hoja de servicio muestra que fue dado de baja el 23 de junio de 1823 con el goce de exenciones militares, el derecho a llevar el uniforme de su rango y una asignación de 100 pesos mensuales. Posteriormente Mackintosh viajó a Inglaterra, donde se casó con Elizabeth Archer, volviendo a Bogotá, naturalizándose ciudadano colombiano y ocupándose en algunas actividades comerciales. Allí falleció en 1845.

  • Thomas Manby

Meritorio y valiente oficial británico, de gallarda figura, que actuó como ayudante de Sucre en la Batalla de Pichincha. Al igual que la mayoría de la oficialidad del batallón Albión, vino a la América, entrando por el Orinoco para incorporarse a las fuerzas de Bolívar. Manby figuraba en la lista del ejército británico de 1815 como subteniente del doceavo Regimiento de Foot, y como teniente a media paga, en 1817.

  • John Johnston

Segundo jefe del batallón Albión. Vino a la América formando parte de la primera expedición de voluntarios organizada en Londres por Luis López Méndez; el activo agente de Bolívar, para reforzar a las fuerzas patriotas venezolanas. Adscrito a los segundos Húsares del coronel Hippisley, uno de los regimientos de aquella expedición, Johnston se embarcó en el bergatín “Indian” donde venía otro de dichos cuerpos comandado por el teniente coronel Robert Skeene.

Algunas semanas después el batallón Albión fue trasladado a Bogotá, y a la disolución del mismo, en 1823, el teniente coronel Johnston fue pensionado por el gobierno de Colombia. Algún tiempo después emprendió viaje con la idea de regresar a Inglaterra, pero enfermó y murió en el lugar llamado Bocas del Toro, en el itsmo de Panamá.

Esta es la historia que nadie conoce y que Tú, estimado lector, y ahora que son 200 años de esta batalla, es necesario dejar de lado un fideísmo sobre esta fecha, al contrario, todo hispano debe tener la responsabilidad de entender y decir lo que realmente nos pasó.

  • Cuando ya la ciudad es entregada, la Propuesta para humillar a España de 1711 se cumplió y se ejecutó. En el acta de capitulación de la ciudad, en su art. 8 nos dice lo siguiente:

Después de la ratificación por ambas partes del presente tratado, el señor General Sucre podrá ocupar la ciudad y fortaleza a la hora y día que guste, cuyos artículos para la ratificación de las partes contratantes firmaron dichos señores comisionados, en el Palacio del gobierno de Quito, dichos días, mes y año.

¿Cuál fue el trato que recibieron los quiteños y quitenses por parte de Bolívar?, en su carta escrita a Santander, fechada el 15 de abril de 1823, dice lo siguiente:

»Trato de levantar tres batallones de gente del país, más no servirán de nada, porque al mover un cuerpo de un lugar a otro se desertan todos […] La mayor parte de los reclutas que hemos mandado a Lima son casados y con hijos, porque se casan muy temprano los muchachos en este país […] he agotado el manantial de mi rigor para juntar los hombres y el dinero con que se ha hecho la expedición al Perú. TODO HA SIDO SOBRE VIOLENCIA. Los campos, las ciudades, han quedado desiertos para tomar 3.000 hombres y para sacar doscientos mil pesos. Yo sé mejor que nadie hasta dónde puede ir la violencia y toda ella se ha empleado. En Quito y Guayaquil se han tomado los hombres todos, en los templos y en las calles para hacer la saca de reclutas. El dinero se ha sacado a fuerza de bayonetas.

Sí, Quito fue conquistado, no liberado. La libertad que supuestamente nos trajo este personaje, es liberticida. Su proyecto se desmoronó y sus efectos hasta el presente tiempo, lo sentimos.

Me gustaría terminar con las palabras de Andrade de León, dichas el 25 de mayo de 1822, cuando Quito será entregado a la Colombia de Bolívar,

¡Viva el Rey!
Alejandro Armijos-Ramón.