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Este 25 de abril se cumple el 50 aniversario de la Revoluci�n de los Claveles de Portugal, levantamiento pac�fico liderado por los militares llamados capitanes de Abril para dar un golpe de Estado que sepult� el fascismo en ese pa�s. En s�lo unas horas, la sociedad lusa se uni� en una movilizaci�n sin precedentes que ilusion� al mundo, que entendi� el movimiento como una hoja de ruta para derrocar las dictaduras.
Desde 1933 Portugal viv�a bajo el r�gimen de Ant�nio de Oliveira Salazar, el Estado Novo, una dictadura ultratradicionalista inspirada en el fascismo y apuntalada a base de represi�n, censura y propaganda. Tras casi tres d�cadas sin apenas fisuras, la fortaleza del sistema autoritario comenz� a desquebrajarse en 1961 tras 16 a�os de lucha en las colonias de Angola, Mozambique y Guinea Bissau, esta �ltima guerra conocida como el Vietnam portugu�s. La muerte de Salazar en 1970 contribuy� a desgastar a�n m�s la dictadura.
El malestar en el ej�rcito luso no dejaba de crecer. De hecho, ya hubo un intento de golpe de Estado en marzo de 1974 por parte del llamado el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA), pero �ste fracas� por la mala coordinaci�n de los sublevados. Todo -la Historia- cambiar�a un a�o despu�s.
El golpe de Estado definitivo se produjo el 25 de abril de 1974. Comenz� durante la noche previa, a las 22:55 horas, cuando en las radios son� la canci�n E Depois do Adeus; la se�al que indicaba que los sublevados hab�an ocupado posiciones estrat�gicas en el pa�s. Pocas horas despu�s R�dio Renascen�a emiti� otro tema, Gr�ndola, Vila Morena; era la luz verde para que los rebeldes avanzaran hacia Lisboa.
A la ma�ana siguiente, unos 5.000 militares salieron a la calle contra la dictadura, si bien durante las primeras horas la ciudadan�a no sab�a si aquellos soldados y sus tanques hab�an irrumpido para derrocar el salazarismo, que en esos momentos ten�a a Marcelo Caetano como jefe de Gobierno, o para reforzar el r�gimen con m�s represi�n.
El esp�ritu pacifista del levantamiento se confirm� gracias al gesto de Celeste Caeiro, una camarera lusoespa�ola que paseaba por el centro de Lisboa con un ramo de claveles. Caeiro se top� con un soldado que le desvel� que el objetivo era detener a Caetano y derrocar la dictadura sin atacar a la poblaci�n civil. Aquel militar le pidi� a la camarera un cigarrillo pero, ante la falta de tabaco, le regal� un clavel que acab� en el ca��n de su fusil.
La imagen de la flor en el arma fue vista por el resto de soldados como la mejor manera de demostrar las intenciones pacifistas con los portugueses, por lo que se apresuraron a acudir a las florister�as para introducir claveles en sus fusiles. La sociedad se sum� a la movilizaci�n en unas horas y fue as� como el levantamiento popular-militar pac�fico acab� siendo bautizado como la Revoluci�n de los Claveles. Desde entonces, la fecha del 25 de abril qued� fijada para celebrar la fiesta nacional de Portugal.
En s�lo unos d�as, la dictadura m�s longeva de occidente (48 a�os) fue derrocada sin apenas apretar el gatillo. Marcelo Caetano y otros colaboradores del r�gimen pusieron rumbo a Brasil, mientras que en Portugal se restaur� la democracia. Antes de que finalizara 1975, las colonias lusas de Guinea-Bissau, Angola, Mozambique, Cabo Verde, Santo Tom� y Pr�ncipe y Timor lograron independizarse, salvo Macao, que fue devuelto a China en 1999, y la isla de Madeira, que qued� como la �nica regi�n aut�noma del pa�s fuera de Europa.
El 27 de junio de 1976 Portugal vivi� en libertad sus primeras elecciones presidenciales, cuyo ganador fue Antonio dos Santos Ramalho Eanes, uno de los miembros del MFA.
El pacifismo con tintes rom�nticos de la Revoluci�n de los Claveles entusiasm� al mundo y especialmente a una Espa�a que ya so�aba con el fin del franquismo.