por EL UNIVERSAL
09/05/2024 17:21 / Uniradio Informa Baja California / Sociedad / Actualizado al 09/05/2024
(EL UNIVERSAL).- �Tres de cada diez hogares mexicanos, (33 %), son encabezados por mujeres. Es decir, 11.5 millones, lo que representa un incremento del 67 % en trece a�os, ya que en el Censo de 2010 la cifra era de 6.9 millones de hogares encabezados por una mujer, de acuerdo con cifras del cuatro trimestre del 2023 del Instituto Nacional de Estad�stica y Geograf�a (Inegi).
La trabajadora social y jefa de la Unidad de Educaci�n y Extensi�n para la Igualdad en la Coordinaci�n para la Igualdad de G�nero (CIGU) de la UNAM, Gabriela Guti�rrez Mendoza, explic� que hoy las mujeres se cuestionan sobre su decisi�n de ser madres y las expresiones de su maternidad.
"Ahora, la maternidad no est� ligada a formar una pareja y existen otras din�micas propias entre los v�nculos de madres, hijos, hijas e hijes", dijo.
Precis� que este es el futuro de las madres aut�nomas. Sin embargo, las mujeres, que sobre la marcha se han convertido en mam�s aut�nomas, han generado una tendencia de crecimiento que estad�sticamente va al alza.
A las madres aut�nomas se les ha nombrado como "mam� soltera" o "mam� luchona", pero estos t�rminos siempre han sido despectivos. La maternidad no es un estado civil y "luchona" es un estereotipo que califica y castiga a la mujer que est� al frente de un hogar.
"Las maternidades aut�nomas son todos aquellos procesos en los que las mujeres que han decidido sobre su maternaje y su vida est�n relacionados directamente madre, hijo, hija e hijes y a partir de ellos se genera una organizaci�n de cuidados, acompa�amiento psicoemocional y sostenimiento de la vida", sostuvo Gabriela Guti�rrez que tambi�n es madre y se reconoce como aut�noma.
Algunas de las madres aut�nomas de hoy han llegado hasta ese punto por ser sobrevivientes de violencia, como es el caso de Jessica, quien no ten�a permiso para hacer ejercicio o usar perfume, y menos para arreglarse aunque fuera por motivos de trabajo y presentaci�n. Para ella se hab�an acabado las salidas con amigas y m�s si hab�a un hombre en la reuni�n. Tambi�n le ten�an controlado el dinero de lo que ganaba con su trabajo.
Un d�a sucedi� una pelea con su entonces pareja y comenz� la ley del hielo para ella y su hija. "Ese fue el peor error de su vida", dice Jessica, porque en el silencio y la desatenci�n con ellas, tuvo una revelaci�n: "S� puedo con ella. No lo necesito".
El padre de la ni�a era inconstante en el trabajo y toda la carga econ�mica siempre fue para Jessica.
La ma�ana que hablaron como pareja antes de la separaci�n, Jessica ten�a preparadas tres preguntas: �Cu�ndo le hab�a comprado algo a la ni�a?, �cu�ndo hab�a comprado algo para la casa? y �cu�ndo hab�an podido ir de vacaciones en familia?
Para los tres cuestionamientos no hab�a alguna aportaci�n por parte de �l y la �nica vez que fueron de vacaciones, ella se hab�a encargado de todos los gastos.
�l se fue y le advirti�: "No vas a poder sola con ella", "no vas a ser capaz de cuidarla".
La vida despu�s de ese d�a cambi�. Lo primero que hizo Jessica fue hablar con su hija y decirle que su pap� y ella ya no eran pareja, pero que no por eso dejaba de ser ella su mam� y �l su pap�.
El pap� de la ni�a se desvincul� de su paternidad y no s�lo lo hizo de forma econ�mica. Hubo largos silencios y ausencias.
Gabriela Guti�rrez explic�: "Las paternidades socialmente no han sido ligadas a las tareas de cuidado de los hijos e inclusive, la paternidad ha sido colocada como si fuera una decisi�n. T� eres madre, pero el pap� puede decidir si quiere ser o no padre, o si quiere ejercer o no la paternidad. Parece que ser madre siempre ser� un mandato y una obligaci�n".
