Histórica cena de gala de Felipe y Letizia en Holanda: la confirmación de un secreto a voces, un recuerdo a Leonor y mucha camaradería

Reyes y amigos. Así podríamos definir lo que se vivió este miércoles por la noche en el Palacio Real de Ámsterdam. A pesar del boato y las grandes tiaras, lo que quedó evidenciado en la velada fue la buena sintonía que existe entre don Felipe y doña Letizia y sus anfitriones, Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda. De hecho, fue lo que destacaron los dos monarcas durante sus discursos. Ambos alabaron ese vínculo que los une, además de recordar un hecho muy especial que sucedió en España hace más de veinte años y que tiene a los reyes de Holanda como protagonistas.

Pero vayamos por partes. Guillermo Alejandro empezaba sus palabras confirmado lo que era un secreto a voces: que la princesa Amalia residió el año pasado en Madrid. A pesar de las múltiples informaciones publicadas en España, no ha sido hasta ahora cuando desde la casa real holandesa lo han confirmado: "El año pasado las circunstancias hicieron que residiera en Madrid. Y desde allí pudo continuar sus estudios en la universidad de Ámsterdam. Todo ello fue posible gracias a la afectuosa dedicación de un gran número de sus conciudadanos y de sus Majestades. Fue una conmovedora prueba de amistad en un periodo difícil. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a sus Majestades".

El rey de los Países Bajos también aprovechó para recordar que fue en nuestro país donde conoció a su esposa, la reina Máxima. "España ocupa un lugar especial en nuestro corazón. En primer lugar, porque nuestra vida en común comenzó en su país. El flechazo surgió hace 25 años, durante la Feria de Abril de Sevilla. El resto es historia... Una visita a España es siempre como un cálido abrazo", aseguró.

También don Felipe quiso hacer mención al momento en el que Guillermo Alejandro y Máxima se conocieron. "Hace 25 años, alrededor de esta época del año, los reyes se conocieron en la famosa Feria de Abril. Desde entonces tienen un gran cariño por nuestro país", reveló el Rey, antes de levantar la copa para brindar por sus homólogos y también por los Países Bajos. Guillermo Alejandro respondía a esas palabras con un toque en el hombro a don Felipe, en señal de amistad y camaradería.

Durante su discurso, el Rey español también quiso recordar a la Princesa de Asturias, afirmando: "Nuestras monarquías parlamentarias avanzan juntas hacia el futuro, de la mano de dos mujeres jóvenes de su generación -la princesa Amalia y la princesa Leonor-,profundamente comprometidas con su nación y su pueblo". Lo dijo ante la heredera holandesa, quien debutó en este tipo de cenas con un vestido azul marino con capa incorporada y la espectacular tiara del pavo real, con un collar a juego.

Por su parte, doña Letizia se decantó por un vestido de la firma The 2nd Skin. Un diseño en azul cobalto con cuello caja, manga japonesa y detalle de lazos en las mangas que la Reina combinó con la tiara Rusa, conocida así por su parecido a los tradicionales tocados rusos, los kokoshnik. Fue creada para la reina regente María Cristina de Austria, madre de Alfonso XIII, y fue pasando de mano en mano hasta que la condesa de Barcelona se la cedió a sus tres hijos. Fue don Juan Carlos el que llegó a un acuerdo con sus hermanas para recuperarla.

Doña Letizia llevaba también dos piezas del lote de pasar, aquellas joyas que la reina Victoria Eugenia dejó escrito que deben pasar de reina en reina. Hablamos de los pendientes con un brillante central y otros pequeños y un broche con perla grande gris pálido también rodeada de brillantes y del cual cuelga una perla en forma de pera.

La Reina española acaparó titulares al tener que sentarse durante los saludos a los 220 invitados. Debido al neuroma de Morton que padece, sufre de un gran dolor en los pies que le impide estar mucho rato de pie, por lo que se sirvió de un taburete para estar más cómoda.

Máxima eligió a Jan Taminiau, diseñador holandés afincado en Madrid, para su vestido, gris y con un gran escote. Coronó su cabeza con la espectacular tiara Stuart, que esta vez sí llevaba en lo alto el diamante que le da nombre, una piedra que la argentina solo había llevado en su visita de Estado a Reino Unido en 2018. Unos pendientes de diamantes y un gran broche en forma de lazo redondeaban su look para esta cena en la que también estuvieron presentes la otrora reina Beatriz, luciendo su Toisón de Oro, y su hermana Margarita.