Vistiendo a la realeza

Mateo Aguado, el olvidado sastre de las reinas de España

Isabel de Bordón a caballo

Isabel de Bordón a caballo

"La reina Isabel de Borbón, a caballo" (1635), obra de Velázquez.

Wikimedia Commons

Quizás no te suena el nombre de Mateo Aguado, pero si has visto alguna de las obras del pintor Diego Velázquez donde retrata a las reinas Isabel de Borbón y Mariana de Austria, o a las infantas María Teresa y Margarita, sin saberlo has observado algunas de sus creaciones. 

Mateo Aguado (1605-1672) se convirtió en sastre de cámara de la reina en 1630, y lo fue hasta su muerte. Es el creador de algunas de las prendas más icónicas vestidas por miembros de la realeza española durante el reinado de Felipe IV, de las cuales tenemos constancia a través de las pinturas de Velázquez, el encargado de retratar la imagen oficial del rey y su familia durante tres décadas. Sin embargo, durante mucho tiempo fue un gran desconocido, principalmente porque no se le había reconocido el crédito por estos impresionantes vestidos. 

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el camino hacia la corte

Nacido en la localidad madrileña de Fuenlabrada, su familia se trasladó a la capital cuando él apenas tenía 6 años, en un momento en que la industria de la moda comenzaba allí su auge y los artesanos vestían a los miembros de la corte.

En la década de 1620 pudo iniciarse en esta honorable profesión desde el taller de Francisco de Soria, quien había sido el sastre de cámara de la reina desde 1601. Los artesanos de la corte ocupaban una cómoda y privilegiada posición en la sociedad del momento: tenían acceso a las altas esferas, pero también a las calles y los comercios, gozaban de un buen sueldo anual, y podían pasar el título a su descendencia. 

Unos años años más tarde, en octubre de 1630, Soria falleció sin herederos y Aguado ocupó su puesto como sastre de la entonces reina Isabel de Borbón y los infantes de la casa real, así como otros encargos especiales. El modisto se encargaba de hacer los diseños de todas las prendas, y luego supervisaba su producción, que quedaba en manos de las costureras. 

No obstante, en 1644 Isabel de Borbón sufrió una muerte repentina que dejaría al sastre sin su principal fuente de ingresos. Aferrado a los trabajos que todavía le quedaban y llevando a cabo oficios secundarios dentro de la corte, algunos de ellos sin salario, Aguado vivió una época de crisis económica hasta que el rey Felipe IV volvió a contraer matrimonio, esta vez con Mariana de Austria. 

Así, los diseños de Aguado vistieron a la Casa Real durante importantes acontecimientos políticos a nivel nacional e internacional, durante los actos de matrimonio, funerales y todo tipo de eventos. Su estilo dio forma a la percepción de la moda española del siglo XVII con tanto éxito que todavía se reconoce en la actualidad: faldas exageradamente acampanadas, detallados y llamativos bordados, o cintas decorativas. 

El papel de las creaciones del sastre en la vida política de los miembros de la corte fue tan importante que se trata de un tema ampliamente estudiado y recientemente documentado por la autora Amanda Wunder en su libro titulado Moda española en la época de Velázquez. Un sastre en la corte de Felipe IV. En él se puede obtener información completa sobre las prendas que fueron confeccionadas y su contribución a la vida pública de la realeza. 

Mariana de Austria

Mariana de Austria

Retrato oficial de la reina Mariana de Austria, de Vel��zquez, donde viste el icónico vestido negro diseñado por Mateo Aguado. 

Wikimedia Commons

Además de la propia reina, Aguado vistió también a las infantas María Teresa y Margarita, sobre todo en ocasiones especiales como el compromiso de la primera con Luis XIV, el sucesivo encuentro entre Felipe IV y Luis XIV para pactar la paz entre España y Francia, o la mismísima boda real. 

un incidente y la CONSECUTIVA DECADENCIA de mateo aguado

En 1661, el mayordomo real ordenó el encarcelamiento del sastre en la Cárcel de Corte por una supuesta desobediencia al guardajoyas de la reina. Por consecuente, fue suspendido de sueldo y empleo hasta que apenas dos meses más tarde el mismo mayordomo abogó por su restitución para que pudiera retomar su trabajo en la corte de Mariana de Austria y las infantas. 

Sin embargo, a partir de este incidente su carrera fue en declive de forma progresiva, especialmente a partir de la muerte de Felipe IV, cuando la reina empezó a vestir de viuda y la infanta Margarita abandonó la corte. Aun así, siguió siendo el sastre oficial de la casa Real hasta su muerte en 1672, siendo sustituido entonces por Isidro de Robledo.

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BREVES PUNTADAS A SU VIDA PERSONAL

Mateo Aguado se casó en dos ocasiones: la primera, con Alfonsa Martínez, hija de un sastre; tras su temprana muerte, contrajo matrimonio con Bernarda Ruiz de Reinoso, una joven hija del sombrerero real a quien la reina Isabel de Borbón tenía gran estima. Juntos tuvieron una quincena de hijos, aunque la mayoría de ellos murieron antes de llegar a la edad adulta. Su único hijo varón, Nicolás, y la mujer de este fallecieron en 1661, y dejaron al sastre a cargo de su nieto huérfano, a quien convirtió en mozo de la sastrería real. 

Poco después, Aguado empezó a sufrir una enfermedad incapacitante sin especificar que terminó con su vida, dejando a su mujer viuda junto con dos de sus hijas. El Archivo Histórico de Protocolos de Madrid realizó un inventario de las posesiones de Aguado que reveló su posesión de varias viviendas y todo tipo de lujosos objetos de colección, como tapices de importación, una biblioteca personal, orfebrería y muebles, y 59 cuadros de la realeza española de su época, para los cuales había diseñado sus prendas.