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La felicidad, al igual que el amor, es quizás una de las emociones y experiencias menos comprendidas y más buscadas en la vida humana. Aunque existen numerosas enseñanzas inspiradoras sobre cómo alcanzar la felicidad individual, resulta valioso considerar el nivel de felicidad en los países en su conjunto a escala colectiva.

Para abordar esta perspectiva, se elabora el Informe Mundial de la Felicidad 2024, un esfuerzo persistente por medir, cuantificar y comparar los niveles de felicidad alrededor del mundo, utilizando datos proporcionados por Gallup. Este esfuerzo involucra encuestas a aproximadamente 1,000 personas en casi cada país sobre una variedad de temas, incluyendo una evaluación de su vida actual en una escala de 0 a 10.

El Informe Mundial de la Felicidad promedia las puntuaciones de evaluación de la vida por país durante un período de tres años (2021–2023 para la edición de este año) y las clasifica de la más alta a la más baja. La reciente publicación del Índice de Felicidad Mundial 2024 ha revelado que Nigeria se encuentra entre los países con las personas menos felices del mundo. Sin embargo, los mayores de 60 años en Dinamarca se coronan como las personas más felices del año 2024, con la puntuación más alta de felicidad, 7.92 sobre 10. De manera más general, las personas más felices de todas las edades viven en Finlandia, con una puntuación de felicidad de 7.74, donde 0 indica el nivel más bajo de felicidad y 10, el máximo.

Este informe se basa en las percepciones individuales de diferentes aspectos de la vida que inducen a la felicidad, midiendo áreas principales de la existencia humana que explican la felicidad individual y nacional, tales como la economía, el bienestar social, la salud y la gobernanza. En el año reportado, se midió la felicidad en 143 países, en contraposición a los 151 países medidos en años anteriores, con el objetivo de evaluar la felicidad de «los jóvenes del mundo, los ancianos y todos los demás en medio.» El Informe de Felicidad Mundial 2024 muestra que, en los últimos 12 años, ha habido un aumento de más del 20% en la desigualdad de la felicidad entre regiones y grupos de edad, lo que subraya la importancia de considerar la felicidad como un indicador esencial del bienestar social y personal a nivel global.