Que ver en Urbino: La ciudad de Urbino es una antigua ciudadela de 15.000 habitantes aprox. ubicada en el corazón de la región Marcas en la Italia central.
Muchas cosas hacen de Urbino una ciudad interesante y atractiva turisticamente: Sus antiguos orígenes, que han dejado una enorme cantidad de vestigios y monumentos; es sede de una de las universidades más antiguas de Italia.
Urbino es el lugar de origen tanto de Raffaello Sanzio como de Valentino Rossi. Es reconocida por su encanto, con sus angostas calles de piedra, sus viviendas y sus murallas, manteniendo la misma apariencia que ostentaba hace medio milenio.
Urbino es un tesoro de arte e historia que toma la forma de una ciudad de montaña a unos 30 km de la costa del Adriático hacia el este y a unos 100 km de la ciudad toscana de Arezzo.
Sus orígenes se remontan a la época romana y posteriormente a la Edad Media, la ciudad alcanzó su apogeo en el siglo XV, cuando el duque Federico da Montefeltro estableció una de las cortes más ilustres de Europa.
La ciudad es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Veamos todo lo que pueden ver y hacer en Urbino en un día:
- Tabla de Contenido
- Palacio Ducal de Urbino
- Catedral de Urbino
- Oratorio de San Juan Bautista
- Casa de Rafael
- Fortaleza Albornoz
- Piazzale Roma
- Plaza del Renacimiento
- Museo Diocesano Albini
- Iglesia de San Bernardino degli Zoccolanti
- Monasterio de Santa Clara
- Parque de la Resistencia
- Teatro Sanzio
- Colinas de Montefeltro
- Museo Arqueológico
- Valle del Metauro
Estas atracciones en Urbino ofrecen una combinación de historia, arte, cultura y belleza natural, haciendo de la ciudad un destino imprescindible en cualquier viaje a Italia.
1.- Visitar el Palacio Ducal de Urbino
El Palacio Ducal de Urbino fue construido en el siglo XV y utilizado como residencia por el duque Federico de Montefeltro, es uno de los palacios más ricos del centro de Italia. Sus salones fueron convertidos en la Galería Nacional de las Marcas donde podréis apreciar obras de arte de gran valor (como el «Retrato de una señorita» de Raffaello Sanzio), además de muebles y enceres de época medieval.
La construcción involucró a varios arquitectos durante más de 30 años. Las intervenciones de Maso di Bartolomeo (Palazzetto della Jole, apartamento Melaranci y parte del patio), Luciano Laurana (patio porticado, la Gran Escalera, la Biblioteca, la Sala degli Angeli, la Sala delle Adienze, el Soprallogge, el espacio sagrado con el estudio) y Francesco di Giorgio Martini que completó el trabajo pendiente.
Los dos testimonios más bellos de esta obra treintañera son la “Facciata dei torricini”, quizás el punto más fotografiado de Urbino, y “Lo studiolo”, acertadamente definido como “cofre del tesoro de la belleza, el refinamiento, la perspectiva…”.
2.- La Catedral de Urbino
El Duomo de Urbino es la principal iglesia de la ciudad. Fue erigida por el obispo Mainardo en el lejano 1063 dedicada a Santa María en los cielos. A pesar de tener casi mil años, esta Catedral se muestra en óptimo estado. Esto es debido a los numerosos trabajos de reconstrucción de la catedral a través de los siglos. Su aspecto actual es del siglo XVIII, donde la iglesia fue reconstruida casi totalmente en estilo neoclásico.
La historia no ha sido generosa con las iglesias que se han sucedido en este lugar: la primera construcción data de 1021, sustituida por una nueva iglesia construida por Francesco di Giorgi Martini, arquitecto de confianza de Federico da Montefeltro que trabajó durante muchos años también en el Palacio Ducal.
Tras el terremoto del 12 de enero de 1789, se encomendó al romano Giuseppe Valadier la tarea de construir la actual catedral en estilo neoclásico.
En su interior se encuentran dos hermosos cuadros de Federico Barocci: el Martirio de San Sebastián y La Última Cena. Lo más interesante de la Catedral son las Cuevas que a lo largo de los siglos han albergado una Cofradía. Durante la Segunda Guerra Mundial, para protegerlas de las bombas y de los alemanes, las cuevas albergaron las obras del Tesoro de la Basílica de San Marco en Venecia. En las cuevas hay varias capillas y el Corredor del Perdón: según una antigua tradición de Urbino, el perdón de los pecados se aseguraba caminando varias veces por este corredor durante el Lunes de Pascua.
3.- Oratorio de San Juan Bautista
Urbino, una ciudad que resplandece con la gloria del Renacimiento, alberga joyas que van más allá de los nombres célebres de Raffaello Sanzio y Federico da Montefeltro. Una de estas joyas, a menudo eclipsada por otras atracciones, es el Oratorio de San Giovanni Battista, un testimonio viviente de la transición del arte medieval al renacentista.
Construido en 1365, este edificio, que originalmente sirvió como hospital, esconde tras su fachada neogótica un universo de colores y emociones. Al entrar, uno se encuentra con un deslumbrante ciclo de frescos, obra principal de los hermanos Lorenzo y Jacopo Salimbeni, realizados alrededor de 1416. Estos frescos son un puente entre el estilo tardo gótico y los albores del Renacimiento, mostrando una fusión de la vida cotidiana con lo divino.
El punto culminante de este oratorio es, sin duda, la majestuosa «Crocifissione», que ocupa casi toda la pared posterior. Esta obra maestra, con su explosión de colores y detalles, captura la atención y el corazón de cualquier visitante. Pero no es solo la crucifixión lo que fascina; las escenas que narran la vida de San Juan Bautista, desde su nacimiento hasta su trágico final, son igualmente cautivadoras.
A través de estas pinturas, se puede apreciar la evolución del arte durante esa época. Mientras que las obras de Lorenzo muestran una meticulosa atención al detalle y una gracia refinada, las de Jacopo son audaces y realistas, reflejando una nueva dirección en el arte de la época.
No obstante, la historia del oratorio no termina con los Salimbeni. Años después, otro artista, probablemente Antonio Alberti da Ferrara, retomó la tarea de completar el ciclo de frescos. Aunque su estilo difiere de los hermanos, su contribución es igualmente valiosa, narrando la trágica muerte de Juan Bautista.
La entrada cuesta 3€ por persona. Bastante económico.
4.- Entrar a la casa natal de Raffaello Sanzio
En el corazón de Urbino, se encuentra un rincón que ha sido testigo del nacimiento y formación de uno de los más grandes genios del arte renacentista: Rafael Sanzio. La Casa de Rafael, donde nació un Viernes Santo del 28 de marzo de 1483, es más que una simple estructura arquitectónica; es un viaje al pasado, a los primeros años de formación artística de Rafael bajo la tutela de su padre, Giovanni Santi, también un reconocido pintor de la época.
Hoy en día es sede de la Academia de Raffaello, que la transformó en un interesante museo donde encontraréis numerosas obras de arte, pinturas, esculturas, cerámicas o muebles antiguos. Muchos de estos objetos con algún nexo a Raffaello: copia de sus cuadros, bocetos, homenajes, etc.
Urbino no fue solo el lugar de nacimiento de Rafael, sino también el espacio donde absorbió la esencia del arte, comprendiendo la filosofía y la dignidad que debía impregnar en su trabajo como pintor. Como mencionó Carlo Bo en 1984, en Urbino, Rafael aprendió sobre «la divina proporción de los talentos».
Con el fallecimiento de Rafael en 1520, la casa pasó por diversas manos y transformaciones. Sin embargo, en 1635, el arquitecto Muzio Oddi adquirió una parte de la vivienda, restaurándola y dejando una inscripción latina en su fachada, que aún hoy se puede leer, recordando el legado de Rafael.
En 1873, la Accademia Raffaello tomó posesión de la casa, convirtiéndola en un santuario dedicado al maestro. Gracias a su cuidado y a generosas donaciones, la casa se ha enriquecido con obras de arte, desde pinturas y esculturas hasta muebles y cerámicas. Algunas de estas piezas están directamente relacionadas con Rafael, mientras que otras reflejan la rica historia artística y cultural de Urbino.
5.- Visitar la Fortaleza Albornoz
La Fortaleza de Albornoz fue mandada a construir en el 1367 en honor al cardenal Egidio Alvarez Carrillo de Albornoz, se encuentra en el punto más alto de Urbino. Desde este fantástico lugar se logra observar el puzzle de techos rojos de la ciudad, el verde de las colinas circundantes y el gris del Apenino central.
La fortaleza ha cumplido diversos roles a lo largo de su historia: fortaleza militar, monasterio Carmelitano, orfanato, y luego de un período de total abandono, sirvió para hospedar a la Academia de las Bellas Artes hasta nuestras fechas.
Es una obra de gran interés turístico por su historia, sus obras de arte y el panorama a 360 grados de la ciudad que se observa desde sus terrazas.
6.- Piazzale Roma
Esta hermosa plaza ubicada en un punto panorámico, podréis disfrutar del Monumento a Raffaello Sanzio, una enorme estatua de bronce colocada sobre un pedestal ricamente decorado con bajorrelieves y estatuas. Además, desde Piazzale Roma disfrutaréis de una espléndida vista de la ciudad: su posición panorámica permite observar toda la belleza de la muralla de la ciudad y de la Fortalezza Albornoz.
7.- Plaza del Rinascimiento
Esta hermosa plaza se encuentra ubicada al oriente del Palacio Ducal. Su singular belleza la hace una de las atracciones preferidas por los turistas que visitan Urbino. Al inicio de la plaza se encuentra un monumental obelisco egipcio del 560 a.C. traído a Urbino en el año 1737. Tal obelisco no hace más que aumentar el valor escenográfico de la plaza.
8.- Museo Diocesano de Urbino
El Museo Diocesano de Urbino es una joya escondida que alberga siglos de historia, arte y devoción. Oficialmente inaugurado en 1964 como el Museo del Duomo «Albani», ya desde el siglo XVIII, sus sacristías exhibían valiosos arreglos litúrgicos, paramentos sagrados y obras maestras para el deleite de visitantes distinguidos.
El museo se encuentra en el corazón de la catedral, en un espacio que ha evolucionado a lo largo de los años. Las dos sacristías, construidas en diferentes épocas, son testimonio de la rica historia de Urbino. La más antigua, del siglo XV, destaca por su sobriedad, mientras que la posterior, financiada por el Papa Clemente XI en 1705, deslumbra con su rica decoración en madera y estucos.
Dentro de sus paredes, el museo alberga obras de inestimable valor. Desde el leggio en latón de Federico III da Montefeltro, probable obra del artesanado inglés del siglo XV, hasta el candelabro de bronce, posiblemente creado por Francesco di Giorgio Martini. Además, el museo cuenta con pinturas de artistas locales como Timoteo Viti, maestro y colaborador de Rafael Sanzio, y Girolamo Cialdieri, entre otros.
Pero no solo de pinturas y esculturas vive este museo. Los arreglos litúrgicos y paramentos sagrados, en su mayoría donaciones de la familia Albani, son una muestra del esplendor y la devoción de la época. También se pueden admirar corales miniados y una colección de frescos del siglo XV.
El Museo Diocesano de Urbino es un testimonio vivo de la rica tradición artística y religiosa de la ciudad. Una visita a este lugar no solo es un viaje al pasado, sino también una oportunidad para conectarse con la esencia y el espíritu de Urbino. Si eres un amante del arte, la historia y la devoción, este museo es una parada obligatoria en tu recorrido por la ciudad.
9.- Iglesia de San Bernardino degli Zoccolanti
La Iglesia de San Bernardino degli Zoccolanti se encuentra en la colina de San Donato, a 2 kilómetros del centro histórico de Urbino, desde donde tendréis una magnifica vista de la ciudad de Urbino. Esta iglesia es una de las más imponentes de Urbino, mandada a construir por el mismo duque Federico de Montefeltro como mausoleo suyo y de sus sucesores al ducado. En su interior se encontraba hasta el siglo pasado la famosa obra «La Virgen con el niño» de Piero della Francesca, que hoy en día se encuentra en la Pinacoteca de Brera.
10.- Monasterio de Santa Clara
El Monastero de Santa Chiara es un testimonio viviente del esplendor renacentista y de la rica historia de la ciudad. Construido en 1420, inicialmente albergó un conservatorio para mujeres viudas. Sin embargo, su verdadera transformación comenzó en 1456, cuando, bajo la influencia del duca Federico III da Montefeltro y la bendición del Papa Callisto III, adoptó la regla de Santa Chiara.
Este monasterio ha sido testigo de historias de amor, devoción y tragedia. Aquí, Gentile Brancaleoni, la primera esposa del duca Federico III, encontró refugio en la vida monástica. También fue el lugar de descanso final de Battista Sforza, su segunda esposa. Más tarde, Elisabetta da Montefeltro, hija del duca, se retiró al monasterio tras la pérdida de su esposo, y con su generosa dote, impulsó una ambiciosa renovación bajo el diseño del renombrado arquitecto Francesco di Giorgio Martini.
Aunque el proyecto de Martini no se completó debido a circunstancias adversas, el legado del monasterio continuó floreciendo. Durante el siglo XVI y XVII, la familia Della Rovere realizó intervenciones significativas en la iglesia conventual, convirtiéndola en el Mausoleo ducale y albergando los restos de destacados miembros de su linaje.
Sin embargo, el paso del tiempo trajo cambios. En 1864, el monastero fue adquirido por el Comune y transformado en un instituto educativo femenino, y posteriormente en un hospital civil. Pero el destino tenía otros planes para este emblemático lugar. En la década de 1970, tras el traslado del hospital, el antiguo monasterio encontró un nuevo propósito como sede del prestigioso Istituto Superiore per le Industrie Artistiche (ISIA).
Hoy, el Monastero de Santa Chiara invita a todos a sumergirse en su rica historia y a apreciar la majestuosidad del arte renacentista. Es un lugar donde el pasado y el presente convergen, ofreciendo una experiencia única para aquellos apasionados por la historia, el arte y la cultura.
11.- Parque de la Resistencia
Ubicado en las laderas del Monte S. Sergio, a un paso del vibrante centro histórico de Urbino, el Parque de la Resistencia emerge como un oasis de serenidad. Es el rincón perfecto para aquellos que buscan un respiro entre las maravillas arquitectónicas y culturales de la ciudad.
Este parque no solo te envuelve con su exuberante vegetación y atmósfera pacífica, sino que también te regala vistas panorámicas inigualables de Urbino. Desde aquí, la majestuosidad de la ciudad se despliega ante tus ojos, permitiéndote apreciarla en toda su espléndida extensión.
En la cima del parque, destaca majestuosamente la Fortezza Albornoz, un baluarte que tiene sus raíces en la segunda mitad del siglo XIV. Dentro de sus muros, este monumento histórico resguarda una intrigante colección de objetos arqueológicos y armamentísticos que nos remontan a los siglos XIV y XV.
Si visitas Urbino, no puedes dejar de recorrer este parque. Es una combinación perfecta de naturaleza, vistas impresionantes y rica historia, todo en un solo lugar. Un verdadero tesoro que aguarda ser descubierto por ti.
12.- Rampas helicoidales y Teatro Raffaello
Urbino es una ciudad vertical, empinada y de calles estrechas. En 1400 era por tanto el lugar ideal para quienes querían organizar una emboscada a los poderosos de turno. El peligro era claro para Federico da Montefeltro que hizo construir un bastión justo al pie de los Torricini del Palazzo Ducale, y dentro de este algunas rampas helicoidales.
Gracias a esta magnífica obra de ingeniería, el Duque pudo llegar a las caballerizas ducales directamente desde Palacio. Para no perderse nada, también se agregaron armas al baluarte que permitían controlar el área subyacente de Mercatale.
En 1800 se superpuso al baluarte el Teatro Raffaello Sanzio, elección que suscitó polémica por considerarse un elemento ajeno a la arquitectura de la ciudad. Recuperadas en la década de 1970, hoy las Rampas son una vía lenta y pintoresca pero muy fatigosa para acceder al centro histórico.
13.- Colinas de Montefeltro
Se puede llegar a Urbino en coche o autobús desde la estación de Pesaro. Esta ciudad aparece en las suaves colinas de Montefeltro, después de haber recorrido los sinuosos caminos que se elevan y descienden entre el verde paisaje de las Marcas. Urbino es una obra de arte pintada a cuatro manos por el hombre y la naturaleza, es un lugar mágico que es testigo de la transición entre la Edad Media y el Renacimiento.
Simplemente subiendo por las murallas de la ciudad se puede admirar la inmensidad de estas tierras fértiles que aún hoy inspiran a artistas, poetas y cantantes.
14.- Iglesia de San Sergio
15.- Museo Arqueológico
¿Dónde alojarse en Urbino?
Si desean vivir la experiencia de un burgo medieval, hermoso y bien conservado, les recomiendo dormir al menos un día en Urbino, sobre todo si aman caminar por la noche en un burgo salido como de un sueño. Siendo un pequeño centro los hoteles son pequeños y familiares, si viajan en auto pueden ver en los agriturismos y b&b rurales que se encuentran fuera del centro histórico, ideales para degustar las delicias enogastronómicas locales.
Veamos los mejores hoteles donde alojarse en Urbino:
- Sanpolo 1544 Antique Room – Maravillosa habitación para dos en un edificio del 1544. En pleno centro histórico, toda una experiencia!.
- Hotel Bonconte 4 estrellas – Antigua Villa, restructurada y modernizada, excelente opción.
- B&B Albornoz – Pequeño, familiar, moderno. Excelente opción si desean tranquilidad y buena calidad/precio.
Pueden leer nuestro artículo dedicado: Donde alojarse en Urbino: Mejores zonas y hoteles.
Cómo llegar a Urbino
Lamentablemente Urbino no tiene estación ferroviaria, sin embargo puede ser alcanzada facilmente con autobús.
La estación ferroviaria más cercana es Pesaro.
A las afueras de la estación encontraréis los autobuses que llevan a Urbino. Los horarios son irregulares, pero aproximadamente encontraréis uno cada hora. Encontraréis más información sobre los horarios consultad la pagina web oficial https://www.adriabus.eu/ donde además encontraréis los horarios de los buses Roma-Urbino.
Si llegáis en automóvil,
Desde Bolonia: os aconsejo tomar la autopista A14 dirección sur, y salir en «Pesaro-Urbino». de allí, tomar la calle estatal SS423 Urbinate.
Desde Roma: tomar la via Flaminia y luego la E45 dirección Perugia.
Ciudades cercanas que visitar desde Urbino
Si visitan Urbino, no se pierdan las ciudades cercanas que pueden visitar en un día, ida por vuelta.
Sea las ciudades de la región Marcas, que la región Emilia-Romaña y la región Umbría. Entre las ciudades más cercanas les recomiendo visitar Pésaro, ideal para disfrutar las playas, Fano, Rímini, Cattolica, Senigallia, y el país de San Marino.
En Umbría no se pierdan Gubbio, Perugia, entre otras.
Les dejo nuestros mejores posts: