NELSON
Nuevo
Diccionario
Ilustrado
de la Biblia
EDITOR GENERAL
Wilton M. Nelson
EDITOR DE LA VERSIÓN REVISADA Y AUMENTADA
Juan Rojas Mayo
CARIBE
Eidtoral Caribe, Inc.
Una división de Thomas Nelson, Inc.
© 1998 EDITORIAL CARIBE
E-mail: caribe@editorialcaribe.com
www.editorialcaribe.com
DICCIONARIO ILUSTRADO de la BIBLIA
Editor General: Wilton M. Nelson
Editor de la versión revisada y aumentada: Juan Rojas
Editores asociados:
Antiguo Testamento: Mervin J. Breneman
Antiguo Testamento: Tomás Hanks
Nuevo Testamento: Ricardo Foulkes B.
Telogía y Generales: W. Dayton Roberts
Editor asociado de le versión revisada y aumentada: Francisco Mena
Redactores:
Nancy Pineda
Otto Minera
Ronaldo Ross
Pedro Vega
Reservados todos los rechos.
Prohibida la reproducción total or parcial de esta obra sin la debida autorización escrita
de los editores.
PREFACIO
Es con sumo placer que presentamos al lector una nueva edición revisada y aumentada de
una obra que a través de varias décadas ha sido pilar en el estudio serio de las Sagradas
Escrituras: el Diccionario Ilustrado de la Biblia , obra cumbre de ese gran siervo de Dios
que fue el Dr. Wilton M. Nelson.
Varias cosas se han tratado de lograr en esta edición. Hemos tratado de preservar al
máximo la integridad de la obra del finado Dr. Wilton M. Nelson. Sin embargo, cada uno
de los artículos fue revisado cuidadosamente en busca de asuntos que debían incluirse o
quizás corregirse a la luz de los descubrimientos arqueológicos más recientes o el
desarrollo del pensamiento teológico. Algunos, como los relativos a cada libro de la
Biblia, fueron ampliados, reorganizados y uniformados en su presentación para facilitar el
estudio de los mismos. Y desde luego, el lector encontrará un sinfín de artículos nuevos
que satisfacen las inquietudes de muchos de los que se acercan a la Biblia para estudiarla.
Desde luego, esta obra se ve altamente beneficiada por al nueva presentación gráfica.
Hemos incluido más de cuatrocientas fotos en colores que, ademas de situar al lector en
el ambiente mismo que está estudiando, embellecen el libro.
Es nuestro mayor anhelo que esta obra sea de bendición a todos los que aman la
Palabra de Dios.
Los editores
PREFACIO
(A la primera edición)
Este nuevo y magnífico DICCIONARIO ILUSTRADO DE LA BIBLIA llega a nuestras manos en una
hora perfecatamente propicia. Este es el siglo de la Biblia en las Américas y España.
Numerosos millares de creyentes necesitamos de este volumen saturado de información
bíblica e história para conocer a fondo lo que Dios enseña en la Biblia, que es su
revelación especial («la Escritura … fue traída … por los santos hombres de Dios que
hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo». 2 P. 1.20, 21 ).
Sin la Biblia, el cristianismo se torna anémico y está a un paso de la extinción. El
honrar a Jesucristo—el Verbo viviente de Dios—y el honrar las Sagradas Escrituras—el
Verbo escrito de Dios—marchan paralelamente. Quien en verdad ama a Cristo, ama
también con devoción su Palabra inspirada. El Señor Jesús afirmó: «el que tiene mis
mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama» ( Jn 14.21 ).
Pero tenemos que conocer toda la Escritura, y no exclusivamente algunos trozos
favoritos de la misma. Lo que propiament deber llamarse «la Palabra de Dios», es la
totalidad de la revelacíon bíblica. En los Salmos leemos: «la exposición de tus palabras
alumbra; hace entender a los simples … La suma de tus palabras es verdad» ( Sal
119:130 , 160 ). Sin embargo, ha múltiples pasajes bíblicos que no siempre son fáciles de
comprender sin un marco de conocimientos lingüísticos, históricos, geográficos y
culturales.
Este nuevo DICCIONARIO ILUSTRADO DE LA BIBLIA llena ese vacío. Suple en gran parte las
necesarias respuestas a miles de preguntas que surgen al analizar las páginas escriturales
y al procurar estudiarlas exegéticamente.
Por cuanto creo que los cristianos de las Américas y de España necesitamos, hoy más
que nunca, conocer y vivir la Palabra de Dios, es que recomiendo a todo el mundo que
tenga a la mano un ejemplar del DICCIONARIO ILUSTRADO DE LA BIBLIA . ¡Vale la pena
(cualquier sacrificio personal) para adquirirlo!
Es mi mayor deseo que nos transformemos todos en «hombres y mujeres de la
biblia». Solamenta así veremos un despertamiento moral y espiritual de consecuencias
transformadoras en los países de habla española.
Luis Palau
México, D.F.
Enero de 1974
LISTA DE
COLABORADORES
(Se señalan los estudios y cargos que tenín en el momento de la primera edicíion.
José M. Abreu
Lic. Lit., Licenciatura en Teología (L.T.). Profesor de
Nuevo Testamento, Seminario Bíblico Latinoamericano,
San José
Ismael E. Amaya
Bachiller en Divinidades (B.D.) y candidato al doctorado
en Teología (D.T.). Profesor de Filosofía y Religión,
Pasadena College, California
Justo C. Anderson
Licenciatura en Artes (L.A.) y D.T. Profesor de Historia
Eclesiástica
y Homilética, Seminario Internacional Teológico
Bautista, Buenos Aires
Eduardo Aparicio T.
Bachiller en Teología (B.T.). Candidato a la L.T. Profesor
de Nuevo Testamento, Seminario Teológico Nazareno
Centroamericano, San José
Victorio Araya G.
L.T. y licenciatura en Filosofía (L.F.). Profesor de Filosofía
e Historia del Pensamiento Cristiano, Seminario Bíblico
Latinoamericano, San José
Gerardo de Ávila
Pastor y Evangelista, Miami
A. Benjamín Bedford
B.D. y D.T. Profesor de trabajo práctico y Administración
Pastoral, Seminario Internacional Teológico Bautista,
Buenos Aires
Jorge B. Biddulph
M.R.E. Rector y Profesor de Literatura Bíblica y Teología,
Seminario Bíblico Unido
de Colombia
José M. Blanch
L.T. y doctor en Filosofía (D.F.). Profesor de Sociología,
Universidad de Costa Rica y Seminario Bíblico
Latinoamericano, San José
Juan M. Boice
L.A. y B.D. Profesor de Nuevo Testamento, Seminario
Evangélico de Lima
J. Mervin Breneman
L.A. y D.F. Profesor de Antiguo Testamento, Buenos Aires
Santiago Canclini
Capellán y Profesor de Evangelismo, Seminario
Internacional Teológico Bautista, Buenos Aires
Emilio E. Castro
L.T. Director Ejecutivo de la División de Misión Mundial y
Evangelismo del Consejo Mundial de Iglesias, Ginebra
A. Clark Scanlon
B.D. y D.T. Director y profesor de Teología, Ética y
Evangelismo, Instituto Teológico Superior Bautista,
Guatemala
Stanley D. Clark
B.D. y D.T. Profesor de Nuevo Testamento y Griego,
Seminario Internacional Teológico Bautista, Buenos Aires
Samuel Cuadra C.
Profesor del Instituto de Lengua Española, San José
W. Dayton Roberts
B.D. y Litt. D. Ex Secretario General Comunidad
Latinoamericana de Ministerios Evangélico (CLAME), San
José
Carlos E. Derr
L.T. Profesor de Nuevo Testamento y Evangelismo, Centro
Bíblico del Caribe, Sincelejo
Jorge E. Díaz
L.T. Profesor de Teología e Historia Eclesiástica, Instituto
Superior Teológico Bautista, Guatemala
W. Douglas Smith
M.S., L.A. y L.T. Profesor de Antiguo Testamento,
Seminarios Teológicos Jorge. Allen y Bautista
Héctor Espinoza Treviño
L.A. Director del Instituto Evangelístico de México, D.F.
Manuel V. Flores
M.R.E. y doctorado en Divinidades (D.D.). Rector,
Seminario Evangélico Unido, México, D.F.
Ricardo Foulkes B.
L.T. y D.T. Profesor de Nuevo Testamento, Seminario
Bíblico Latinoamericano, San José
Carlos T. Gattinoni
L.T. Obispo de la Iglesia Evangélica Metodista de
Argentina, Buenos Aires
Jorge Gay C.
L.T. y D.F. Profesor de Nuevo Testamento, Seminario
Bíblico Latinoamericano, San José
James E. Giles
B.D. y D.T. Profesor de Teología Práctica, Seminario
Internacional Teológico Bautista, Cali
Andrés J. Glaze
B.D., D.T. Rector y Profesor de Antiguo Testamento,
Seminario Internacional Teológico Bautista, Buenos Aires
Ananías P. González
L.T. Profesor de Educación Cristiana, Seminario
Internacional Teológico Bautista,
Buenos Aires
Jorge A. González
S.T.B. y D.F. Profesor de Antiguo Testamento, Berry
College, Mt. Berry, Georgia
Justo L. González
L.A., S.T.M. y D.F. Profesor de Teología Histórica, Candler
School of Theology, Emory University, Atlanta
José Grau Balcells
Director de Ediciones Evangélicas Europeas, Barcelona
Enrique Guang T.
L.T. Rector y Profesor de Historia Eclesiástica, Seminario
Bíblico Alianza, Guayaquil
Tomás D. Hanks
L.A. y D.T. Profesor de Antiguo Testamento, Seminario
Bíblico Latinoamericano, San José
Robert T. Hoeferkamp
S.T.M. Profesor de Teología y Nuevo Testamento,
Seminario Luterano Ausbufgo, México, D.F.
David M. Howard
L.A. Director Misionero de Inter- Varsity Christian
Fellowship, WI
Juan E. Huegel
L.T. Profesor de Teología Práctica y Hermenéutica,
Seminario Unido Evangélico, México, D.F.
Juan C. Huffman
B.D. y L.T. Profesor de Nuevo Testamento, Seminario
Bíblico Latinoamericano, San José
David James-Morse
Profesor de Antiguo Testamento, Seminario Evangélico de
Lima
Jean-Daniel Kaestli
L.T. Director del Centro Universitario Protestante,
Ginebra
Juan A. Kirk
L.A. y B.D. Profesor de Nuevo Testamento, Instituto
Superior Evangélico de Estudios
Teológicos, Buenos Aires
Federico Lange
B.T. Profesor de Antiguo Testamento y Liturgia, Seminario
Concordia, Buenos Aires
Alfonso Lloreda B.
L.T. y D.D. Candidato al
D.F. Rector de la facultad Latinoamericana de Teología
Reformada, México, D.F.
Rubén Lores
Lic. Fil. Rector, Seminario Bíblico Latinoamericano, San
José
Guidoberto Mahecha
L.T. Pastor de la Iglesia Presbiteriana, Girardot
Kenneth L. Mahler
Licenciatura en Divinidades (L.D.). Presidente, Consejo de
Iglesias Luteranas en Centroamérica
Joyce Main de Hanks
L.A. y candidata a D.F. Profesora de Francés, Universidad
de
Costa Rica, San José
Jorge Maldonado Rivera
B.T. y S.T.M. Director del Departamento de Educación
Teológica Iglesia del Pacto
Werner G. Marx
S.T.M. y D.D. Ex director del Instituto Bíblico Moravo,
Bilwaskarma
Oscar Mas Herrera
D.F. Profesor de Filosofía, Universidad de Costa Rica e
Instituto de Teología de América Central, San José
Luis F. Mercado
D.T. Secretario Ejecutivo de la Convención Bautista de
Puerto Rico, Hato Rey
José Míguez Bonino
D.T. Director de Estudios Posgraduados, Instituto
Superior Evangélico de Estudios Teológicos, Buenos Aires
Otto R. Minera
B.T. Redactor de Editorial Caribe
Víctor Monterroso R.
B.D. y candidato al D. Miss. Profesor de Teología Práctica,
Seminario Bíblico Latinoamericano, San José
José A. Morales
Secretario Ejecutivo, Sociedades Bíblicas de Costa Rica y
Panamá, San José
Kenneth B. Mulholland
S.T.M. y D.T.P. Ex rector, Instituto Teológico de la Iglesia
Evangélica y Reformada, San Pedro Sula
Reynaldo Murazzi S.
M.R.E. Profesor de Educación Cristiana, Seminario Bíblico
Latinoamericano, San José
Alan P. Neely
B.D. y D.T. Profesor de Filosofía de Religión y Misiones,
Seminario Internacional Teológico Bautista, Buenos Aires
Pedro Nelson A.
B.D. Colaborador, Ministerio al Mundo Estudiantil de
CLAME,
San José
Wilton M. Nelson
L.T. y D.T. Profesor de Historia Eclesiástica, Seminario
Bíblico Latinoamericano, San José
Emilio A. Núñez
L.T. y D.T. Rector y profesor de Teología, Seminario
Teológico Centroamericano, Guatemala
Rodolfo Obermuller
D.T. Profesor de Nuevo Testamento, Instituto Superior
Evangélico de Estudios Teológicos, Buenos Aires
Tapani Ojasti L.
L.T. y L.F. Pastor Luterano y candidato a los doctorados en
Filosofía y Teología, Estrasburgo
Juan H. Orme
L.T. y candidato al D.T. Profesor de Nuevo Testamento,
Seminario Teológico Centroamericano, Guatemala
Jetty Otárola de De la Vega
B.T. Colaboradora del Ministerio al Mundo Estudiantil,
CLAME,
San José
Euclides Padilla C.
B.T. Pastor del Templo Bíblico, San José
Federico J. Pagura
L.T. Obispo de la Iglesia Metodista en Costa Rica y
Panamá, San José
Jerry Parkerson
L.T. Asociado del Evangelismo
en Acción, Misión Centroamericana, Bilbao
Russell A. Patrick
B.D. y D.T. Profesor de Nuevo Testamento, Seminario
Internacional Teológico
Bautista, Cali
Pablo R. Peaslee
B.D. Decano del Instituto y Seminario Bíblico, Puebla
Héctor Pina C.
B.T. y doctor en Ed. Rector
del Seminario Evangélico
de Lima
Alberto T. Platt
L.T. y D.T. Director General y Profesor de Teología y
Biblia, Seminario Centroamericano, Guatemala
Aristómeno Porras P.
Secretario de Información y Promoción de las Sociedades
Bíblicas en América Latina y Director de La Biblia en
América Latina , México, D.F.
Alejo Quijada G.
B.T. Candidato a la Licenciatura
en Teología, Seminario Bíblico Latinoamericano, San José
Antonio Rengifo T.
B.T. y L.A. Miembro del Personal de la Comunidad
Internacional de Estudiantes Evangélicos,
Lima
Adolfo Robleto D.
B.T. Secretario del Departamento de Materiales Generales
para Iglesias, Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, TX
Víctor Rodríguez
L.T. Colaborador, Ministerio al Mundo Estudiantil de
CLAME, Bogotá
Ramón Rojas L.
Bach. Hum. Secretario General del Movimiento
Universitario Evangélico Venezolano, Caracas
Raymond S. Rosales
L.T. Director del Departamento de Extensión, Seminario
Luterano Ausburgo, México, D.F.
F. Ross Kinsler
B.D. y D.F. Profesor del Seminario Teológico
Presbiteriano,
Guatemala
Constantino Ruiz-Garrido
Lic. Fil. Traductor, editor y profesor de griego, Escuela
Bíblica de Madrid
Laverne A. Rutschman
D.T. Profesor de Teología y Antiguo Testamento, Seminario
Teológico Menonita, Montevideo
Robert S. Sabean
L.D. y M.S. Director de Campamentos, Ministerio al
Mundo Estudiantil, CLAME,
San José
Dalton Said Henríquez
L.T. Profesor de Lenguas Bíblicas y del Antiguo
Testamento, Seminario Teológico Evangélico
de Brasil, Belo Horizonte
Edesio Sánchez C.
D.T. Profesor del Seminario Bíblico Latinoamericano,
San José
Pedro Savage
B.D. Rector del Seminario Teológico Jorge Allan,
Cochabamba
Luis A. Seggiari
L.D. Médico Cirujano, Profesor de la Facultad de Ciencias
Médicas, Universidad Nacional de Córdoba, y de la
Escuela Bíblica Evangélica, Villa María, Córdoba
Juan E. Stam
L.A., B.D. y D.T. Profesor de Teología, Seminario Bíblico
Latinoamericano, San José
L. Stanford Orth
L.T. y D.T. Vicerrector y profesor de Nuevo Testamento,
Seminario Teológico Centroamericano, Guatemala
Pablo E. Sywulka
L.T. Profesor de Teología, Seminario Teológico
Centroamericano, Guatemala
Guillermo D. Taylor
L.T. y candidato al D.F. Profesor de Educación Cristiana,
Seminario Teológico Centroamericano, Guatemala
Jorge J. Taylor
S.T.B. y D.F. Decano y Profesor de Sicología y Consejo,
Seminario Bíblico Latinoamericano, San José
Lincoln H. Toalombo
B.T. Pastor de la Iglesia Bíblica, Santa Cruz, Guanacaste,
Costa Rica
Ernesto H. Trenchard
Bachiller en Artes (B.A.). Director de «Curso de Estudio
Bíblico» y de la Editorial Literatura Bíblica, Madrid
Floreal Ureta
L.T. Profesor de Filosofía y Biblia, Seminario Internacional
Teológico Bautista, Buenos Aires
Virgilio F. Vangioni
L.T. y Mus. M. Secretario, Sociedad Bíblica, Madrid
Pedro Vega R.
L.T. Profesor de Nuevo Testamento, Seminario Reformado
Presbiteriano, Barcelona
C. Pedro Wagner
L.T. Profesor de Estudios Latinoamericanos, Facultad de
Misiones Mundiales, Seminario Teológico Fuller, Pasadena
Wayne C. Weld
L.A. y D. Miss. Profesor Seminario Bíblico Unido de
Colombia, Medellín
Irene Westling de Foulkes
L.A. Profesora de Griego, Seminario Bíblico
Latinoamericano, San José
John H. Will
B.D. Pastor, Faith United Church, Woodsboro, TX
Roy B. Wyatt
B.D. y D.T. Profesor de Antiguo Testamento, Seminario
Internacional Teológico Bautista, Cali
Miguel A. Zandrino
Dr. en Bioquímica. Presidente, Escuela Bíblica Evangélica,
Villa María, Córdoba
C. Hugo Zorrilla
B.T. y L.A. Profesor de Nuevo Testamento, Seminario
Bíblico Latinoamericano, San José
INTRODUCCION
(A la primera edición)
Desde que los valientes colportores de las Sociedades Bíblicas abrieron brecha en
Iberoamérica para el movimiento evangélico, este se ha caracterizado por su decidido
énfasis en las Sagradas Escrituras. Por otra parte, muchos católicos romanos están dando
ahora una importancia semejante a la biblia, debido a un avivamiento bíblico impulsado
por el Concilio Vaticano II. De ahí la necesidad de ayudas idóneas para el número
creciente de estudiantes de las Escrituras.
Hasta fechas recientes contábamos con pocas ayudas literarias en castellano para los
estudiantes de la Biblia. Para los evangélicos, las do más importantes han sido el
DICCIONARO DEL A SANTA BIBLIA (1901, que lo reemplazó la CONCORDANCIA DE LAS SAGRADAS
ESCRITURAS , basada en la revisión de 1960 de la versión RV). Estas dos obras las
publicaron en castellano la Sociedad Americana de Tratados hasta 1948 y desde esa fecha
la Editorial Caribe. Han tenido una circulación enorme y han prestado un servicio de
incalculable valor a pastores, maestros de Escuela Dominical y estudiantes de las
Escrituras en general.
El DICCIONARIO era la traducción del Dictionary of the Bible (1886) editado por el
Rvdo. William W. Rand, pastor del a Iglesia Reformada en Estados Unidos de América.
Huelga decir, que hace años el DICCIONARIO iba a caducar. Indicio notorio de esto es el
hecho de que, según su artículo sobre «Jerusalén», ¡la santa ciudad está en manos de los
turcos! Desde 1886 ha transcurrido mucha historia, con grandes adelantos en las ciencias
que contribuyen en la mejor comprensión de las Escrituras, especialmente en la filología
y la arquelogía (por ejemplo, el descubrimiento de los papiros de Oxyrhynchus y Chester
Beatty, las tabillas de Tell-el-Amarna, Mati, Ras Samra y Nuzi, y últimamente los
famosos «Rollos del Mar Muerto»).
Por el año 1960 empezaba a sentirse la imperiosa necesidad de poner al día el viejo
DICCIONARIO . Se inció una revisión de los artículos existentes, pero este plan se rechazó
por inadecuado. Se resolvió entonces editar un nuevo diccionario y darle carácter
hispanoamericano. La tarea se encomendó a algunos profesores de Seminario Bíblico
Latinoamericano. Luego los encargados pedimos la colaboración de distintas personas,
especialmente a profesores de seminarios e institutos bíblicos de Iberoamérica y algunos
de España y América del Norte.
Así es que han participado en la preparación del DICCIONARIO ILUSTRADO DE LA BIBLIA
más de cien colaboradores residentes en tierras que van desde Españ hast Texas y desde
México hast Argentina. Representan una gran fariedad de confesiones cristianas; pero
todos aman la Palabra de Dios y desean auydar o otros a comprenderla mejor.
Los que auspiciamos la publicación del presente Diccionario creemos que las
Escrituras son inspiradas por el Espíritu Santo ( 2 Ti 3.15–17 ; 2 P 1.20, 21 ) y
constituyen la revelación especial de Dios que nos conduce a la persona de Jesucristo.
Esta postura ha sido norma orientadora para los editores sin coartar la debida libertad
académica. En asuntos secundarios los colaboradores no siempre han estado de acuerdo
entre sí, y los editores no hemos pretendido armonizar todos los criterios.
Al confeccionar este DICCIONARIO , hemos pensado no solo en los teólogos eruditos,
sino también en los predicadores, obreros laicos, maestros de Escuela Dominical y todos
los estudientes de las Escrituras para entregarles una herramienta que les aude en sus
esfuerzos de «exponer bien la palabra de verdad» ( 2 Ti 2.15 HA). Para los que desean
profundizar más en el estudio de la biblia, ofrecemos al final de este volumen un
compendio anotado de «Ayudas bibliográficas para el estudio de la Biblia».
El editor general quiere manifestar por este medio su sincera y sentida gratitud hacia
todos los que prestaron su valiosa cooperación, especialmente hacia los colegas editores
asociados, los doctores Ricardo Foulkes, Dayton Roberts, Mervin Breneman, Tomás
Hanks y Juan Huffman, a quienes les tocó la labor importante, y a veces tediosa, de
revisar el contenido de aproximadamente 2100 artículos quie componen el DICCIONARIO .
Además, desea hacer mención especial de ciertos contribuyentes que hicieron aportes
extraordinarios. El que hizo la contribución mayor (80 artículos, 30.000 palabras) fue el
doctor Foulkes. Después sigue el doctor Justo L. González (hijo) que escribió 61 artículos
(23.500 palabras). Los siguientes colaboradores contribuyeron con más de 15.000
palabras cada uno: doctor José Míguez Bonito, doctor Alfonso Lloreda, doctor Tomás
Hanks, licenciado José María Abreu, el doctor Werner G. Marx y el Rvdo. Aristómeno
Porras.
Durante los años de la preparación del DICCIONARIO , murió uno de los colaboradores,
el profesor Ernesto H. Trenchard. Don Ernesto había dedicado casi 50 años a la causa
evangélica en España. Fue director de «Cursos de Estudio Bíblico» y autor de varios
libros de exposición bíblica. Escribió 46 artículos para el DICCIONARIA ILUSTRADO DE LA
BIBLIA .
Una vez pasados por el proceso editorial, los artículos se sometieron a varias
redacciones. Agradecemos a los redactores, señores Otto Minera, Rolando Ross, Juan
Rojas y Pedro Vega su importantísimo trabajo; también a la mecanógrafa Srta. Marta
González, que sacó en limpio los artículos editados y redactos. Agradecemos también la
hermosa obra del dibujante cartógrafo, Edwin Morris.
Finalmente, el editor general da gracias a la compañera de su vida, Thelma Agnew de
Nelson, quien estuvo a su lado los siete años de la confección del DICCIONARIO ,
fortaleciéndole y ayudándole en diversas maneras.
Sobre todo la gracias al Dios que inspiró a los profetas y apóstoles para que pusieran
en forma escrita su revelación a los hombres. Quiera Él usar esta DICCIONARIO para hacer
que la Escritura sea más «útil para ensenñar y reprender, para corregir y educar en una
vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y bien preparado para hacer
toda clase de bien» ( 2 Ti 3.16, 17 VP).
Wilton M. Nelson
Editor General
San José, Costa Rica
Enero de 1974
AARÓN Hijo de Amram y Jocabed, de la tribu de Leví ( Éx 6.20 ), hermano mayor de
Moisés ( Éx 7.7 ) y de María ( Nm 26.59 ; 1 Cr 6.3 ). Su esposa fue Elisabet y sus cuatro
hijos fueron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.
En las narraciones más antiguas del Pentateuco se presenta a Aarón como «boca» de
Moisés ( Éx 4.16 ) ante Faraón. Parece que Aarón tenía fama de orador, mientras que
Moisés se sentía «torpe de lengua» ( Éx 4.10 , 14 ). Por tanto, Dios lo escogió para
ayudar a Moisés en el proceso de liberación de Egipto al pueblo de Israel ( Éx 4.27 ). Al
principio siempre acompaña a Moisés ( Éx 5.1 , 4 , 20 ; 6.13 ; 7.6 , 10 , 20 ; 8.5 , 12 , 16 ,
25 ; 9.8 , 27 ; 10.13 , 16 ; 11.10 ; 12.1 , 31 ; 17.10–12 ). Pero después del cruce del mar
Rojo parece dejar esta responsabilidad y Moisés habla directamente al pueblo ( Éx 14.13
).
Foto: Museo bíblico, Amsterdam
Figura de Aarón vestido de sumo sacerdote, incluyendo el efod con
doce piedras preciosas que representan las tribus de Israel. ( Nm 17 )
Aarón figuró entre los líderes de Israel ( Éx 19.24 ; 24.9 ; 34.31 ) y estuvo con ellos
cuando vieron a Dios. Sin embargo, no tuvo cualidades de líder. Cuando sustituyó a su
hermano al subir este al monte Sinaí, no supo mantener el orden ( Éx 32.25 ) ni pudo
resistir las exigencias del pueblo de Israel. Para complacerlos hizo un becerro de oro. Es
posible que tuviera en mente al sagrado buey Apis de Egipto o al toro de los cananeos.
El momento cumbre de la vida de Aarón fue cuando se le nombró sumo sacerdote (
Éx 28.1 ; Lv 8.2 ). Se confeccionaron vestidos especiales para este servicio ( Éx 28.2ss ;
39.1ss ), como señal de su autoridad religiosa y de su representación de Israel ante Dios.
El relato de su consagración es minucioso ( Éx 29.1–37 ; Lv 8 ). El punto central de su
ministerio fue el Día de Expiación, al entrar en el Lugar Santísimo como único
representante del pueblo de Israel ( Lv 16.13 , 14 ). Dios sostuvo la autoridad de su
sacerdocio frente a una rebelión ( Nm 16 ) y la confirmó con el milagro de la vara que
floreció ( Nm 17 ).
El oficio sacerdotal que ejercía no evitó una lucha por el poder contra Moisés. Quiso
justificar sus proyectos alegando que Moisés había tomado una mujer cusita ( Nm 12.1 ,
2 ). Sin embargo, Jehová intervino para reafirmar que escogió a Moisés para ser «boca»
de Dios.
Por su falta de fe, no se le permitió entrar en la tierra prometida ( Nm 20.12 ). Entregó
el sumo sacerdocio a su hijo Eleazar en el monte Hor ( Nm 20.26 ; Dt 10.6 ), donde
murió siendo anciano ( Nm 33.38 , 39 ). ( → SUMO SACERDOTE .)
ABADÓN (en hebreo, perdición ). Nombre poético del mundo de abajo. En Job,
Salmos y Proverbios denota simplemente la morada de los muertos ( → SEOL ). Sin
embargo, en la literatura rabínica designa específicamente el lugar de condenación y
castigo, o sea, un departamento de las regiones infernales reservado para los inicuos. Este
matiz se refleja en su empleo como nombre del ángel del abismo en Ap 9.11 ; Juan lo
traduce Apolión (destructor).
ABANA Y FARFAR Ríos de Siria que Naamán menciona en 2 R 5.12 . Son ríos
claros y Naamán sostenía que eran mejores que «todas las aguas de Israel», y en nada
comparables con el → JORDÁN . Tenía razón. Tal vez el Abana es el actual río Barada, que
nace en el Antilíbano, unos 30 km al noroeste de Damasco. Pasa por la ciudad hacia el
sudeste y desemboca en un lago pantanoso 30 km al este. Riega los llanos y brinda agua a
la ciudad de Damasco. Por eso Naamán habló de su grandeza.
El río Farfar probablemente es el moderno Awaj, que nace en el monte Hermón y
corre unos 14 km al sur de Damasco; fluye de oeste a este. Es perenne y riega la región
entera.
ABARIM ( más allá o del otro lado ). Monte situado al este del mar Muerto y del bajo
Jordán, frente a Jericó, en el territorio de Moab y en la tribu de Benjamín ( Nm 33.48 ; Dt
32.49 ). El uso del plural ( Nm 33.47 , 48 ) sugiere una cadena de montañas. Los montes
Nebo, Pisga y Peor formaban parte del Abarim ( Nm 27.12 ; 33.47 , 48 ; Dt 32.49 ; 34.1 ).
Los israelitas acamparon dos veces en Ije-abarim ( Nm 21.11 ; 33.44 ).
ABBA Forma enfática del arameo ab (padre), usada por lo general para expresar una
relación filial íntima. Raras veces se usa para referirse a Dios y mucho menos en oración,
como lo hace Jesús en Mc 14.36 (donde se añade la traducción griega). Tal vez se dirigió
así a Dios, no solo en la ocasión citada, sino también en otras en que los evangelistas
tradujeron abba como «padre», «padre mío» o «mi padre». Abba expresa la relación
única de plena comunión y confianza del Hijo con el Padre y, según parece, la iglesia
primitiva adoptó el término sobre todo en la oración ( Ro 8.15 ; Gl 4.6 ), pues «el Espíritu
de adopción» incorpora al cristiano en esa nueva relación.
Desde el punto de vista hermenéutico el concepto «padre» ha sufrido, hacia finales
del siglo XX, un profundo deterioro. En primer lugar, la mujer parece ser la nueva cabeza
del hogar. Esto significa que las nuevas generaciones saben que existe algo denominado
«padre», pero no tienen un vínculo real entre el significado de «padre» y la vida
cotidiana. El concepto del hombre como proveedor de la familia también ha sufrido. Por
ejemplo, en Costa Rica, el 52% de las mujeres son cabeza de hogar y responsables
directas de la manutención de los hijos.
Sin embargo, el aspecto más doloroso de este deterioro tiene que ver con las acciones
violentas de los hombres contra sus compañeras e hijos. Dentro de esa violencia debemos
contar la agresión física, sicológica y sexual. Esto nos obliga a preguntarnos: ¿Qué
comunicamos cuando le llamamos Padre a Dios? ¿Somos padres al estilo de Dios?
ABDÍAS ( siervo de Jehová ). Nombre hebreo de por lo menos 12 hombres del Antiguo
Testamento. Entre los personajes veterotestamentarios que llevan este nombre se
encuentran:
1. El mayordomo de Acab ( 1 R 18.3–16 ) que salvó de la furia de Jezabel a 100
profetas de Jehová.
2. El cuarto de los profetas menores ( Abd 1 ), aunque en este caso quizás no sea un
nombre propio.
3. Los restantes se mencionan en 1 Cr 3.21 ; 7.3 ; 8.38 (cf. 9.44 ); 9.16 (cf. Neh 11.17
; 12.25 ); 12.9 ; 27.19 ; 2 Cr 17.7 ; 34.12 ; Esd 8.9 ; Neh 10.5 .
Bibliografía:
J.D. Douglas, et al ., New Bible Dictionary , Tyndale House Publishers, Inc., Wheaton, IL,
1988.
ABDÍAS, LIBRO DE Es el libro más breve del AT y uno de los más descuidados por
la erudición. Presenta múltiples desafíos en lo que respecta a autoría, fecha,
lugar/contexto de composición e interpretación. Se atribuye a Abdías (nombre que
significa siervo de Jehová ), pero no hay información adicional que permita determinar si
se trata de un nombre propio o de un término descriptivo (p. ej., «visión de un siervo de
Jehová»).
Autor Y Fecha
No se sabe con certeza la fecha de esta profecía. Se ha sugerido que se escribió
durante el reinado de Joram ( ca. 848–841 a.C.), cuando los filisteos y los árabes
saquearon a Jerusalén ( 2 Cr 21.16 , 17 ; Jl 3.3–6 ; Am 1.6 ). En aquel tiempo los idumeos
eran enemigos acérrimos de Judá ( 2 R 8.20–22 ; 2 Cr 21.8–10 ; cf. Éx 15.15 ; Nm
20.14ss ; Sal 83.6 ; Is 63.1–6 ; Jl 3.19 ), lo que bien pudo deberse, como dicen los vv. 10–
14 , a la rivalidad de Esaú y Jacob.
ABDÍAS:
Un bosquejo para el
estudio y la enseñanza
I.
III.
Predicciones de juicio
sobre Edom
1–9
II.
Razones para el
juicio de Edom
10–14
IV.
Israel toma
posesión de Edom
17–21
Resultados del juicio
sobre Edom
5–16
Marco Histórico
Sin embargo, muchos eruditos ven en Abd 10–14 una descripción de hechos
acontecidos en ocasión de la destrucción de Jerusalén, en 586 a.C., y creen que Abdías
quizás se escribió después de aquel suceso; sin embargo, la existencia de lagunas en la
información disponible dificulta una conclusión definitiva al respecto.
Es importante considerar las relaciones literarias que existen entre Abdías y otros
escritos del Antiguo Testamento. La asociación literaria más notable es con Jeremías (cf.
v. 1a y Jer 49.7 ; v. 1b–4 y Jer 49.14–16 ; 5–6 y Jer 49.9–10a ). También existen
relaciones literarias con Joel y Ezequiel (cf. 11 y Jl 3.3 ; v. 15 y Jl 1.15 ; v. 16 y Jl 3.17 ;
v. 18 y Jl 2.5 ; Ez 25.12–14 ). Es probable que cada una de estas colecciones proféticas se
sirviera de una fuente común de materiales para sus respectivos fines.
Esta fuente común tal vez se originó en el contexto litúrgico que proclamaba a Jehová
como guerrero poderoso que castiga tanto a sus enemigos como a su propio pueblo.
Estructura Del Libro
El tema principal es el juicio divino que caería sobre Edom, descendientes de Esaú,
por su malévola actitud hacia los hijos de Judá. La primera parte del libro (vv. 1–14 )
describe la soberbia de Edom, su falsa confianza en la posición estratégica que disfrutaba
su capital ( → SELA ) y su falta de misericordia hacia los habitantes de Judá cuando el
enemigo los humilló. Por estas razones, los edomitas sufrirían el juicio de Dios (vv. 4 , 8 ,
9 ).
En la segunda sección (vv. 15–21 ) se anuncia la llegada del día de Jehová, que
significará juicio sobre todas las naciones y exaltación para el pueblo de Israel. El v. 21
festeja el reinado de Jehová implícito en el triunfo del monte Sion sobre el monte de
Esaú.
Otros Puntos Importantes
A medida que se desarrolla el argumento de Abdías, queda claro que Edom es una
metáfora que trasciende el contexto inmediato y que se refiere a los pueblos que se
oponen a Jehová y a los suyos. Edom no entiende de solidaridad, de compasión ni de
fidelidad a un pueblo hermano. Edom confía en la condición propia de un pueblo de
tradición sapiencial venerada ( → TEMÁN ), con poderío militar, estratégica ubicación
geográfica y relaciones sociopolíticas importantes con los poderosos de la región. No se
le ocurre que el pueblo santo «que ha sido rescatado/liberado» (remanente) en última
instancia trasciende y es vindicado. No entiende que triunfe la visión alternativa del
monte de Sion sobre la sabiduría establecida de los montes de Esaú.
Abdías, pues, nos recuerda que desde el monte Sion las cosas se ven desde la óptica
de un pueblo que, en virtud de haber sido liberado por Dios, vive bajo su dominio.
Bibliografía:
Richard J. Coggins y S. Paul Re’emi, Nahum, Obadiah, Esther: Israel Among the Nations ,
Eerdmans, Grand Rapids, MI, 1985. Andrew Hill y John Walton, A Survey of the Old Testament ,
Zondervan, Grand Rapids, MI, 1991. Washington Padilla, Amós/Abdías , Editorial Caribe. Alonso
Schökel, 2 Vol., Los profetas , Editorial Cristiandad, Madrid, 1982.
ABED-NEGO Nombre babilónico de Azarías, uno de los tres compañeros de Daniel
en Babilonia ( Dn 1.7 ). Junto con Sadrac y Mesac, lo nombraron para el servicio real de
Nabucodonosor ( Dn 2.49 ). Cuando los tres rehusaron adorar la estatua de oro que este
levantó, se les condenó a morir en un horno de fuego ( Dn 3.13–22 ). Dios intervino para
salvarlos ( Dn 3.24–26 ), y sus puestos les fueron restituidos ( Dn 3.30 ). Su fe ha sido
ejemplo para los judíos ( 1 Mac 2.59 ) y para los cristianos ( Heb 11.33 , 34 ).
ABEJA Insecto himenóptero, muy común en Tierra Santa dada la abundancia de flores.
Había tantas flores que era natural que Palestina se llamara «tierra que fluye leche y
miel» ( Éx 3.8 ; Dt 6.3 ), y que se usaran frases como: «Me rodearon como abejas» ( Sal
118.12 ), o se aludiera a las abejas en enigmas, como en el caso de Sansón ( Jue 14.8 ).
El nombre → DÉBORA significa abeja ( Gn 35.8 ; Jue 4.5 ).
ABEL ( hálito o lo transitorio ).
1. Segundo hijo de Adán y Eva ( Gn 4.2 ). Era pastor de ganado menor (R. de Vaux) y
su trabajo lo vincula con la vida nómada, contrario a su hermano Caín, que era agricultor
y apunta a la vida sedentaria. El Nuevo Testamento lo presenta como justo ( Mt 23.35 ).
Con Caín, su hermano mayor, hizo sacrificio a Jehová. Su ofrenda fue bien recibida,
pero la de Caín no ( Gn 4.3–10 ). Según Heb 11.4 , la fe de Abel valoró su sacrificio.
El biblista alemán Gerhard von Rad dice sobre la aceptación del sacrificio de Abel:
«No se nos dice que Dios no miró con agrado ambos sacrificios, sino solo el de Abel.
Encarecidamente se ha buscado una explicación a esta preferencia, pero el motivo de la
misma no está ni en el ritual, ni en el ánimo de Caín. A nada de eso alude el texto. El
único punto de apoyo que podemos colegir del relato es que a Jehová le agradó más el
sacrifico cruento. Visiblemente el narrador quiere dejar a la libre voluntad de Dios la
aceptación del sacrificio. Renuncia a hacer comprensiblemente lógica la decisión
contraria a Caín y favorable a Abel («Yo hago merced a quien hago merced, y muestro
compasión a aquel de quien me compadezco», Éx 33.19 ). El relato es tan conciso y corre
tan impetuoso hacia la catástrofe, que no deja margen para explicaciones, necesarias sin
embargo. Y así, no sabemos siquiera cómo fue que Caín conoció este juicio de Dios. En
todo el Oriente Antiguo aceptar o rechazar un sacrificio dependía del aspecto de lo
ofrecido por la víctima; en eso hemos de pensar aquí también. Pero en este pasaje, nada
se indica al respecto» (Gerhard von Rad, pp. 125–126)
En Génesis, la narración de la vida de Abel es muy breve. En 4.8 se describe su
muerte, la que planificó y ejecutó su hermano.
Se recomienda que este artículo se lea junto con el de → CAÍN .
2. Prefijo de algunos nombres toponímicos. En tales casos Abel significa «prado» o
«valle». Por ejemplo, Abel-sitim ( Nm 33.49 ), Abel-mehola ( Jue 7.22 ), Abel-bet-maaca
( 1 R 15.20 ), Abel-main ( 2 Cr 16.4 ), Abel-mizraim ( Gn 50.11 ). Se usa como voz
independiente en 2 S 20.18 .
Bibliografía:
Gerhard von Rad, El libro de Génesis , Sígueme, Salamanca, 1982.
ABEL-BET-MAACA ( prado de la casa de opresión ). Ciudad en el norte de
Palestina, en la latitud de Tiro, que en 2 Cr 16.4 se llama «Abel-maim». Tiene
importancia histórica por ser el lugar adonde huyó Seba al rebelarse contra David ( 2 S
20.13–22 ). Ochenta años después la tomó Ben-adad, rey de Asiria ( 1 R 15.20 ). Tiglatpileser, rey de Asiria, la incorporó a su imperio 200 años después ( 2 R 15.29 ). En la
antigüedad se conoció por su fidelidad a las costumbres israelitas ( 2 S 20.18 ).
Actualmente se identifica con Tel-abil, cerca del pantano Hulé.
Foto de Willem A. VanGemeren
Promontorio de Abel-bet-maaca en la parte norte de Neftalí.
ABEL-MEHOLA Ciudad natal de Eliseo ( 1 R 19.26 ), situada cerca del lugar donde
Gedeón derrotó a los madianitas ( Jue 7.22 ). Es común identificarla con la actual Tel Abu
Sifri, al lado oeste del Jordán, a media distancia entre el mar Muerto y el mar de Galilea.
ABEL-MIZRAIM (prado o lamento de los egipcios). Nombre que se dio a la era de
Atad, donde José y sus acompañantes lloraron a Jacob durante siete días en camino a
Mamre y donde tuvieron que sepultarlo. Hoy es un lugar desconocido. Génesis 50.10s lo
sitúa «al otro lado del Jordán», pero algunos exégetas opinan que una mejor traducción
de esta pasaje sería «en la región del Jordán».
ABEL-SITIM ( Nm 33.49 ). → SITIM .
ABI → ABÍAS No. 8.
ABIAM → ABÍAS No. 6.
ABÍAS (el Señor es mi padre).
1. Séptimo hijo de Bequer, hijo a su vez de Benjamín ( 1 Cr 7.8 ).
2. Esposa de Hezrón, nieto de Judá ( 1 Cr 2.24 ).
3. Segundo hijo de Samuel, nombrado juez con su hermano Joel. Su corrupción dio
pretexto para que el pueblo pidiera rey ( 1 S 8.1–5 ; 1 Cr 6.28 ).
4. Padre de una familia sacerdotal que formó la octava clase cuando David dividió a
los sacerdotes en 24 clases para desempeñar el servicio del templo ( 1 Cr 24.10 ).
Zacarías, padre de Juan el Bautista, fue de esta clase ( Lc 1.5 ).
5. Hijo de Jeroboam, primer rey de Israel. Murió joven y muy llorado conforme a la
profecía que el profeta Ahías le dio a su madre ( 1 R 14.1–18 ).
6. Hijo y sucesor de Roboam, primer rey de Judá. Reinó durante tres años. Ganó una
victoria notable sobre Jeroboam, rey de Israel ( 2 Cr 13 ). Se llama «Abiam» en 1 R 14.31
; 15.1 , 7 , 8 .
7. Sacerdote de la época de Nehemías; firmó el pacto ( Neh 10.7 ; 12.4 , 17 ).
8. Madre de Ezequías, rey de Judá ( 2 Cr 29.1 ). Llamada «Abi» en 2 R 18.2 .
ABIATAR Hijo de Ahimelec, sacerdote de Nob. Escapó cuando Saúl asesinó a su
padre y se unió a David ( 1 S 22.20–22 ). Llevó consigo el efod que le ayudó a conocer la
voluntad de Dios ( 1 S 23.6–12 ). Después que David subió al trono, sirvió como uno de
sus oficiales ( 1 Cr 27.34 ). Ayudó a llevar el arca a Jerusalén ( 1 Cr 15.11 , 12 ). Él y su
hijo Jonatán sirvieron de espías para David en Jerusalén durante la sublevación de
Absalón ( 2 S 15.35ss ). Ayudados por Husai, comunicaron a David los planes de Absalón
( 2 S 17.15–17 ). Al final del reinado de David, Abiatar cooperó en el intento fallido de
coronar a Adonías ( 1 R 1 ), por lo cual Salomón lo destituyó ( 1 R 2.26 , 27 ). Con este
acto se cumplió lo que Dios dijo respecto a la casa de Elí ( 1 S 2.27–36 ).
Durante el reinado de David hubo dos sumos sacerdotes, Sadoc y Abiatar ( 1 Cr 15.11
), aunque parece que Abiatar tenía un rango mayor que Sadoc ( 1 R 2.35 ). Después de la
destitución de Abiatar, quedó solamente el linaje de Sadoc.
ABIB (espigas maduras). Primer mes del año litúrgico hebreo y séptimo del año civil.
Su nombre se deriva del palestino local, y se llama así porque en ese tiempo se maduraba
el grano. Especialmente la cebada se espigaba en este mes. La Fiesta de las Primicias se
ofrecía el 16 del mes. El día 10 de Abib se iniciaba la preparación de la Pascua. Se
mataba la víctima el día 14, hacia la puesta del sol, y se comía esa misma noche al
comenzar el día 15. Los días 15 al 21 eran el tiempo de la Fiesta de los Panes sin
Levadura que terminaba con una convocación solemne ( Éx 12.1 , 2 ; 13.4 , 6 ; 23.15 ;
34.18 ; Dt 16.1 ). Su nombre después del cautiverio es Nisán. Corresponde a marzo-abril.
( → MES .)
ABIEZER ( mi padre es ayuda ).
1. Hijo de Galaad, nieto de Maquir y bisnieto de Manasés ( 1 Cr 7.14–18 ), llamado
también Jezer ( Nm 26.30 ). Sus descendientes, los abiezeritas, fueron los que primero se
reunieron con Gedeón, cuando este buscaba hombres para luchar en Jezreel contra los
madianitas y amalecitas ( Jue 6.33 , 34 ).
2. Uno de los valientes de David ( 1 Cr 11.28 ). Era benjamita ( 1 Cr 27.12 ), natural
de Anatot ( 2 S 23.27 ).
ABIGAIL ( mi padre es gozo ).
1. Hermosa y prudente esposa de Nabal, el de Carmel, la cual intervino con su sabio
razonamiento y regalos cuando David iba a vengarse de Nabal por su torpe mezquindad.
David acató el consejo de Abigail y a los diez días Nabal murió sin que David derramara
sangre. Abigail pasó a ser esposa de David, y fue madre de Quileab o Daniel ( 1 S 25 ; 2
S 3.3 ; 1 Cr 3.1 ).
2. Hermana de David y madre de Amasa ( 2 S 17.25 ; 1 Cr 2.16 , 17 ).
ABILINIA Tetrarquía gobernada por → LISANIAS en el año 15 de Tiberio ( Lc 3.1 ), y
situada en el Antilíbano. Las ruinas de su capital, Abila, se hallan 30 km al noroeste de
Damasco, sobre la línea del ferrocarril de Beirut, en un lugar llamado Es-suk. Se le llama
Abilina de Lisanias para distinguirla de otras.
ABIMELEC ( mi padre es rey ).
1. Rey de los filisteos en Gerar. Llevó a Sara a su harén porque Abraham había dicho
que era su hermana. Reprendido por Dios en sueños, se la devolvió a Abraham después
de reconvenirlo por el engaño ( Gn 20.1–18 ). Más tarde Abimelec y Abraham hicieron
un pacto ( Gn 21.22–34 ).
2. Otro rey de Gerar, tal vez hijo del anterior, a quien Isaac le dijo la misma mentira
con respecto a su esposa, Rebeca. Aunque los filisteos no la tomaron, cuando Abimelec
descubrió el embuste, reprendió a Isaac ( Gn 26.1–13 ). Sin embargo, siguieron en buenas
relaciones ( Gn 26.26–33 ).
3. Hijo de Gedeón y su concubina ( Jue 8.31 ). Se hizo rey de Siquem después de la
muerte de su padre y mató a 70 hijos de este. Solo se salvó Jotam, el hijo menor, que se
escapó. Abimelec murió ignominiosamente cuando una mujer le dejó caer una piedra de
molino sobre la cabeza ( Jue 9.50ss ).
4. El título del Salmo 34 menciona a un Abimelec. Evidentemente se refiere a Aquis,
rey de Gat ( 1 S 21.10–15 ). Es probable que Abimelec se use aquí como título real y no
como nombre propio.
ABINADAB ( mi padre es generoso ).
1. Hombre (quizás levita) de Quiriat-jearim en cuya casa permaneció el arca de
Jehová desde que los filisteos la devolvieron hasta el reinado de David ( 1 S 7.1 ; 2 S
6.3ss ; 1 Cr 13.7 ).
2. Segundo hijo de Isaí y uno de los tres que fueron con Saúl a la guerra contra los
filisteos ( 1 S 16.8 ; 17.13 ; 1 Cr 2.13 ).
3. Uno de los cuatro hijos de Saúl. Murió con dos hermanos y su padre en la batalla
de Gilboa ( 1 S 31.2 ; 1 Cr 8.33 ; 9.39 ; 10.2 ).
4. Padre de un yerno de Salomón, gobernador de la región de Dor ( 1 R 4.11 ).
ABIRAM ( mi padre es el excelso ).
1. Bisnieto de Rubén que se levantó con Datán, Coré y otros contra Moisés y Aarón.
Perecieron juntamente con sus familiares cuando la tierra se los tragó por castigo de Dios
( Nm 16.1–32 ; 26.9 ; Dt 11.6 ; Sal 106.17 ).
2. Primogénito de Hiel. Murió en cumplimiento parcial de la maldición de Josué ( Jos
6.26 ) cuando Hiel reedificó Jericó, ca. 870 a.C. ( 1 R 16.34 ).
ABISAG ( mi padre es errante ). Hermosa virgen de Sunem escogida para cuidar a
David en su vejez ( 1 R 1.1–4 ). Cuando → ADONÍAS la solicitó como esposa, el nuevo rey
Salomón mandó matarlo por haber pretendido el trono, pues las concubinas del muerto
debían pasar a su heredero ( 1 R 2.13–25 ).
ABISAI ( mi padre es Isaí ). Primer hijo de Sarvia, hermana de David; hermano de Joab
y de Asael ( 1 Cr 2.16 ), y uno de los más valientes soldados de David ( 2 S 23.18 , 19 ).
Solo él entró con David en el campamento de Saúl en Zif ( 1 S 26.5–12 ). Con Joab
siguió tras Abner, general del ejército de Isboset ( 2 S 2.18 , 24 ). Derrotó a los edomitas (
1 Cr 18.12 ); dirigió parte del ejército de Joab contra los amonitas ( 2 S 10.10 , 14 ); libró
a David y mató al gigante filisteo Isbi-benob ( 2 S 21.16 , 17 ). Era guerrero cruel ( 2 S
16.9 ; 19.21 ), pero se destacaba siempre por su valor, su intrepidez y su lealtad a David,
aun durante las rebeliones de Absalón y Seba ( 2 S 16.9–11 ; 20.6 , 7 ).
ABISMO (del griego abyssos, sin fondo ). Término con que la LXX traduce la palabra
hebrea que denota océano inicial ( Gn 1.2 ), aguas abismales ( Sal 42.8 ) y mundo de los
muertos ( Sal 71.20 ).
En el Antiguo Testamento expresa el concepto antiguo del océano, una vasta masa de
agua sobre la que flotaba el mundo ( Gn 1.2 ; 7.11 ) y alude a un elemento del caos
primitivo ( Job 28.14 ).
En el Nuevo Testamento se presenta como morada o calabozo de los demonios ( Lc
8.31 ; Ap 9.1ss ; 11.7 ; 17.8 ; 20.1–3 ) y lugar de los muertos ( Ro 10.7 ; → SEOL ).
ABIÚ Segundo hijo de Aarón y Elisabet ( Éx 6.23 ). Por ser miembro de esta familia lo
consagraron al sacerdocio ( Éx 28.1 ). Acompañó a su padre, los ancianos de Israel y
Moisés cuando subieron al monte Sinaí y vieron la gloria de Dios ( Éx 24.1 , 9 , 10 ). Se
le recuerda como desobediente, porque ofreció «fuego extraño delante de Jehová» y
recibió un drástico castigo ( Lv 10 ).
ABNER Hijo de Ner, primo de Saúl y general de los ejércitos de este y de Is-boset ( 1 S
14.50 ; 26.5 ; 2 S 2.8 ).
Estaba junto a Saúl cuando David salió al encuentro de Goliat ( 1 S 17.55 , 56 ) y fue
el que más tarde presentó a David ante el rey ( 1 S 17.57 ). Estaba sentado a la mesa cerca
de Saúl cuando este intentó matar a Jonatán en un arranque de furia ( 1 S 20.25 , 33 ).
Acompañó a Saúl mientras perseguía a David ( 1 S 26.5ss ). Sin embargo, David lo
reprendió severamente por no cuidar bien al rey ( 1 S 26.15 ). Muerto Saúl, Abner se
encargó del cuidado del hijo que aquel dejó, Is-boset, y lo proclamó rey ( 2 S 2.8 , 9 ).
Reprendido por Is-boset debido a su conducta con Rizpa, concubina de Saúl, hizo un
pacto con David para que este reinase sobre todo Israel ( 2 S 3.6–21 ). Joab lo asesinó a
traición, en venganza de la muerte de su hermano Asael. David lamentó su muerte y
compuso una elegía a su memoria ( 2 S 3.33 , 34 ).
ABOGADO Hoy entendemos por abogado al profesional que en un tribunal defiende
la causa de otro. En la época de Cristo, dentro del sistema político religioso judío, no se
ejercía la profesión en el sentido clásico, salvo en casos como el de → TÉRTULO , quien
acusó a Pablo delante de Félix ( Hch 24.1 ). Pero sí había «doctores» e «intérpretes de la
ley» que compartían con los → ESCRIBAS las funciones de abogado (cf. Lc 7.30 ; 11.45s ,
52 ). No se sabe si → ZENAS ( Tit 3.13 ) era experto en la ley judía o en la romana.
Con la palabra abogado se traduce el vocablo griego parákletos , que denota «uno
llamado al lado de otro para ayudar y consolar». En tal sentido se aplica al Espíritu Santo
en el Evangelio de Juan ( 14.16 , 26 ; 15.26 ; 16.17 ) y a Cristo en las Epístolas ( 1 Jn 2.1
; cf. Ro 8.34 ; Heb 7.25 ). ( → PARACLETO ; INTERCESIÓN ; ORACIÓN .)
ABOMINACIÓN Término que traduce cuatro vocablos hebreos en el Antiguo
Testamento, y en resumen señala la repugnancia que produce un objeto, una persona o
una práctica que violenta los postulados religiosos del sistema dominante.
Podía Aplicarse a Varias Cosas
A la violación de un tabú
«Los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los
egipcios» ( Gn 43.32 ; cf. 46.34 ; Éx 8.26 ).
A los ídolos
Los ídolos de los gentiles eran abominación por excelencia frente a Jehová, Dios
único y verdadero. Astoret era la abominación de los sidonios; Quemos, abominación de
Moab, etc. ( 2 R 23.13 ).
A las prácticas idolátricas
Eran abominación por sus implicaciones religiosas y éticas (pues combinaban la
deslealtad a Jehová con prácticas que reñían con la santidad, 2 R 21.2–7 ) y porque
incluían adivinación, magia, etc. ( Dt 18.9–14 ).
A los pecados y actitudes ajenos
al pacto de Dios con Israel
Véanse cómo en Proverbios se mencionan cosas que son abominación, como los
«labios mentirosos» ( 12.22 ).
A los actos rituales y sacrificios ofrecidos sin humildad ni espíritu
de adoración ( Is 1.11–14 )
Los mismos conceptos pasan al Nuevo Testamento bajo el término griego bdelygma .
Según Lucas, Jesús declaró que a veces aun «lo que los seres humanos tienen por
sublime, delante de Dios es abominación» ( Lc 16.15 ).
La Abominación Desoladora
Según dos evangelistas, Jesucristo hace referencia a una funesta señal futura, ya
predicha por el libro de Daniel (el profeta), y la llaman to bdelygma tes eremóseos ( Mt
24.15 ; Mc 13.14 ), o sea, la abominación desoladora o que causa devastación, que se
colocaría en el «lugar santo». En Daniel la frase (con variantes) se halla en 9.27 ; 11.31 y
12.11 . Daniel 11.31 se refiere a la profanación del altar de los holocaustos por orden de
Antíoco Epífanes (167 a.C., período de los macabeos).
En su Evangelio, Lucas omite referencias a la abominación, pero dice: «Cuando vean
a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan que pronto será destruida» ( Lc 21.20 ), referencia
clara a la destrucción de Jerusalén en el año 70. Otros autores del Nuevo Testamento
tienden a ver en los últimos tiempos antes de la venida gloriosa de Jesús una época
dominada por el → ANTICRISTO ( 1 Jn 2.18 ; 4.3 ; Ap 11.1–2 y cap. 13 ). La versión paulina
( 2 Ts 2.3ss ) habla del «hombre malvado» que «llega incluso a instalar su trono en el
templo de Dios, haciéndose pasar por Dios».
Bibliografía:
V. Taylor, El Evangelio según San Marcos , Cristiandad, Madrid, 1980, p. 511.
ABORRECIMIENTO Emoción caracterizada por una gran aversión o disgusto
profundo. Es un sentimiento complejo que puede incluir ira, temor, disgusto, enemistad,
odio, rencor, desprecio y mala voluntad, junto con el deseo de perjudicar el objeto o la
persona.
Como tal, la palabra no es muy común en la Biblia, pero entre sus más de 16
sinónimos, los más importantes son odio, desprecio y rencor. El aborrecimiento o rencor
al hermano o al prójimo causa distanciamiento y enemistad ( Gn 27.41 ; 37.4ss ; Lv 19.17
; 2 S 13.22 ). Por lo mismo, la Biblia distingue entre el asesinato accidental y el malicioso
o intencional ( Dt 4.42 ; 19.4 , 6 , 11 ; Jos 20.5 ). El rencor es uno de los cuatro pecados
de Edom que colman la paciencia de Dios y por lo que Él no revoca su castigo ( Am 1.11
).
Al que aborrecía a su mujer, alegando falsas causas, debía recibir castigo y no podía
abandonarla ( Dt 22.13–19 ; 24.3 ). El amor basado en cualquier tipo de obsesión puede
convertirse en aborrecimiento ( 2 S 13.15 ).
A menudo en las Escrituras el aborrecimiento es lo contrario del amor, o un grado
menor de amor ( Sal 109.5 ; Pr 10.12 ; ). El aborrecimiento u odio es tan fuerte que se
utiliza como analogía para expresar la actitud de Dios respecto a los pensamientos, los
caminos pecaminosos y el carácter de los pecadores ( Sal 5.5 , 6 ; Jer 44.4 ).
ABRAM ( mi padre es exaltado ). Según Génesis, nombre con que primero se conoce a
Abraham (padre de multitudes, Gn 17.5 ). Descendiente de Sem e hijo de Taré, se le
atribuye la fundación de la nación judía, de los ismaelitas y de otras tribus árabes. La
historia de su vida se relata en Gn 11.16–25.10 , y hay una sinopsis de ella en Hch 7.2–8 .
Tres grupos religiosos lo reconocen como patriarca: judíos, cristianos y mahometanos.
Nació en Ur, ciudad caldea, donde vivió con su padre y sus hermanos, Nacor y Harán,
y donde se casó son Sarai. Al llamado de Dios, abandonó a su parentela ( Jos 24.2 ) y se
trasladó a Harán, en Mesopotamia, donde murió su padre ( Gn 11.26–32 ). A la edad de
75 años se fue a Canaán con su esposa y Lot, pasando por Siquem y Bet-el ( Gn 12.1–9 ).
Obligado por el hambre, fue a Egipto donde hizo pasar a Sarai por hermana suya. Volvió
enriquecido a Canaán y con espíritu generoso dio a Lot el fértil valle del bajo Jordán.
Luego se estableció en Mamre ( Gn 13.1–18 ). Entonces Dios renovó su promesa a
Abram ( Gn 13.15–18 ). Al volver de rescatar a Lot de manos del rey elamita ( Gn 14.1–
16 ), Melquisedec, sacerdote-rey, le salió al encuentro y le dio su bendición ( Gn 14.17–
24 ).
A pesar de que Dios le había prometido un hijo ( Gn 15.4 ), cuando tenía 86 años,
Abram tomó a la esclava Agar y de ella nació Ismael ( Gn 16 ). Trece años después Dios
reconfirmó su pacto con él; estableció la circuncisión como señal y a Abram le puso por
nombre «Abraham» ( Gn 17 ). Abraham intercedió por Sodoma ( Gn 19 ), viajó por el
Neguev y se estableció en Cades y Gerar ( Gn 20 ). Allí nació Isaac, cuando Abraham
tenía 100 años de edad. Luego Agar e Ismael fueron echados de la casa. Por ese mismo
tiempo Abraham hizo un pacto con Abimelec en que se aseguraban los derechos de este
en Beerseba ( Gn 21 ).
Foto de Howard Vos
Pozo tradicional de Abraham en las llanuras de Mamre ( Gn 21.22–
32 ).
Después de veinticinco años, Dios probó la fe de Abraham ordenándole que
sacrificara a Isaac, su hijo y heredero de la promesa ( Gn 22 ). Doce años después Sara
murió y fue enterrada en Hebrón. Rebeca, nieta de Nacor, el hermano de Abraham, fue
escogida como esposa de Isaac. Abraham tomó también otra esposa, Cetura, de quien
tuvo seis hijos. Regaló «todo lo que tenía» a Isaac, dio dones a los hijos de sus
concubinas y murió a los 175 años.
La fe de Abraham estaba depositada en un solo Dios (en contraste con el politeísmo
de sus antepasados, Jos 24.2 ) que es el creador de los cielos y la tierra ( Gn 14.22 ), juez
justo y soberano de las naciones y toda la tierra ( Gn 15.14 ; 18.25 ), eterno ( Gn 21.33 ) y
exaltado ( Gn 14.22 ). Atribuía a Jehová justicia y misericordia ( Gn 19.19 ). Aceptó el
juicio de Jehová ( Gn 18.17 ; 20.11 ) y sin embargo intercedió por Ismael ( Gn 17.20 ) y
Lot ( Gn 18.33 ; 24.40 ) y se distinguió por ser «amigo de Dios» ( Stg 2.23 ). Su fe se
demuestra por la obediencia al mandato divino al: (1) salir de Ur ( Gn 11.31 ; 15.7 ; Hch
7.2–4 ); (2) trasladarse de Harán a la tierra de promisión ( Gn 12.1–4 ); (3) sacrificar a su
único hijo, confiado en que Dios podía incluso levantarlo de los muertos ( Gn 22.12 , 18 ;
Heb 11.19 ). Su amor a los demás se ve en su generosidad ( Gn 13.9 ; 14.23 ), su
fidelidad y su hospitalidad ( Gn 18.2–8 ; 21.8 ). Mostró valor ante sus enemigos ( Gn
14.15 ), pero cobardía al anteponer su seguridad personal al honor de su esposa ( Gn
12.11–13 ; 20.2–11 ).
El lugar que Abraham ocupa en la historia bíblica es único. Jehová se reveló a Moisés
como «El Dios de Abraham» y esta expresión se usa en las Escrituras desde Isaac en
adelante. En el Nuevo Testamento es antecesor reverenciado de Israel ( Hch 13.26 ), del
sacerdocio levítico ( Hch 7.5 ) y del mismo Mesías ( Mt 1.1 ). Todo lo que recibió por
elección divina lo hereda su simiente: la promesa ( Ro 4.13 ), la bendición ( Gl 3.14 ), la
misericordia ( Lc 1.54 ), el juramento ( Lc 1.73 ) y el pacto ( Hch 3.25 ). La unidad de los
hebreos como hijos de Abraham se presenta como analogía de la unidad de los creyentes
en Cristo ( Gl 3.16 , 29 ), pero Juan el Bautista ( Mt 3.9 ) y Pablo ( Ro 9.7 ) refutan la
idea de que la descendencia racial garantiza la bendición espiritual.
Gracias a los descubrimientos arqueológicos, la mayoría de los expertos aceptan la
historicidad de lo que narra el libro de Génesis referente a la vida y época de Abraham.
Los acontecimientos concuerdan con los tiempos del segundo milenio a.C. y Albright y
de Vaux opinan que Abraham vivió entre 1900 y 1700 a.C., y Rowley 1800–1600 a.C. (
→ PACTO ; FE ; JUSTIFICACIÓN ; SENO DE ABRAHAM .)
ABROJOS → CARDOS .
ABSALÓN ( padre de la paz ). Tercer hijo de David y el único que tuvo con la
extranjera Maaca, hija de Talmai ( 2 S 3.3 ). Se destacó por su hermosura y por su cabello
( 14.25 , 26 ). Ammón, otro hijo de David, violó a Tamar, hermana de Absalón, y este,
para vengarse, lo mató ( 13.1–29 ). Luego huyó a Gesur, donde su abuelo era rey ( 13.37–
39 ).
Después de tres años de destierro, regresó a Jerusalén por la intervención de Joab,
pero no vio a su padre David sino hasta dos años después ( 14.28 ). Una vez reconciliado
con su padre, Absalón, heredero evidente del trono, comenzó a conspirar para usurpar el
trono ( 15.1–6 ). Lo proclamaron rey en Hebrón ( 15.7–13 ), donde David comenzó su
reinado. David huyó de Jerusalén y Absalón tomó posesión de la ciudad.
Foto de E. B. Trovillion
A esta tumba en el valle de Cedrón se le designa erróneamente como
la tumba de Absalón. Probablemente se construyó varios siglos
después del tiempo de Absalón
Con la ayuda de Husai y Joab, David reorganizó sus fuerzas y se preparó para
reconquistar Jerusalén. Derrotó a Absalón en el bosque de Efraín (al este del Jordán).
Cuando Absalón huía en un mulo, se le enredó el cabello en una encina, y Joab y sus
escuderos lo alcanzaron y lo mataron ( 18.8–18 ). David, aunque la victoria le restituyó el
reino, lamentó amargamente la muerte de este hijo amado ( 18.32–19.8 ).
Absalón tuvo tres hijos y una hija llamada Tamar ( 14.27 ), la cual fue madre de
Maaca, esposa de Roboam ( 2 Cr 11.20 , 21 ).
ABUBILLA Ave migratoria, del tamaño de un tordo grande, que llega durante la
primavera a Palestina. Tiene plumas largas en la cabeza que forman una cresta
semicircular eréctil típica. Anida en huecos de árboles y paredes. Por la suciedad de su
nido y por alimentarse de gusanos, insectos y larvas, se consideraba inmunda ( Lv 11.19 ;
Dt 14.18 ). Entre los egipcios era emblema de piedad filial y figura en relatos populares
del Talmud.
ACAB ( padre es hermano ). Nombre de dos hombres en el Antiguo Testamento.
1. Séptimo rey de Israel, hijo y sucesor de Omri. Reinó en Samaria durante veintidós
años ( ca. 870–850 a.C.). Fue contemporáneo de Asa y Josafat, reyes de Judá, e hizo lo
malo «más que todos los que reinaron antes de él», según juzga el libro de Reyes su
gobierno ( 1 R 16.29–33 ).
Se alió con los fenicios al tomar por esposa a la hija de Et-baal (rey de los sidonios),
la impía → JEZABEL , quien lo indujo a la idolatría ( 1 R 16.29–33 ). Acab edificó en
Samaria un altar a → BAAL ( 1 R 16.32 ).
La esposa de Acab, Jezabel, es símbolo de idolatría, aunque muchos con cierta razón
pretendan justificarla. El biblista alemán, Herrmann, dice: «Acab construyó en Samaria
un templo de Baal como santuario oficial, no solo para la familia real, sino para una parte
de su verdadera liga de estados. Esto fue el reconocimiento oficial de la religión de Baal
en Israel. No podía dejar de producirse el contramovimiento de los círculos fieles a
Jehová» ( Historia de Israel , Ediciones Sígueme, Salamanca, 1979, p. 272). Y Siegfried
Herrmann señala que la estabilización de la monarquía dependía de la tolerancia
religiosa. «No la erradicación, sino la tolerancia de la religión de Baal en el territorio
israelítico era lo que prometía a la larga el éxito de la política exterior» ( Ibid., p. 270).
Se debe destacar la capacidad de liderazgo de la esposa de Acab. Jezabel parece
vencer a Acab en cuanto al modelo político religioso dominante que rigió a los israelitas
en su época. Esto es lo que encontramos en el episodio de la viña de Nabot ( 1 R 21 ). El
rey renuncia a su tradición que, fundamentada en la Ley de Jehová, facilita cierto tipo de
democracia, garantiza el derecho y la justicia para los pobres y condiciona el poder del
rey.
Las Escrituras mencionan también la alianza de Acab con Ben-adad rey de Siria ( 1 R
20.1–21 ), la cual tampoco agradó a Jehová ( 1 R 20.22–34 ). La inscripción monolítica
de Salmanasar III, rey de Asiria, revela que Acab se unió a Ben-adad contra los asirios en
la batalla de Karkar, al norte de Hamat, en 853 a.C.
Acab hizo además una alianza familiar y militar con Josafat. Joram, hijo de Josafat,
tomó por esposa a Atalía, hija de Acab ( 2 R 8.18 , 26 ; 2 Cr 18.1 ; 21.6 ; 22.2 ). A pesar
de que Micaías había profetizado la derrota de Israel y Judá ( 1 R 22.13–28 ), Acab y
Josafat persistieron en su plan de pelear contra los sirios para recuperar a Ramot de
Galaad. Acab se disfrazó antes de entrar en la batalla, pero una flecha lo hirió
mortalmente ( 1 R 22.29–40 ).
Como gobernante, gozó de buen éxito económico y político. A través de sus alianzas
logró que Israel fuese en aquel tiempo una nación próspera y respetable. Pero la
experiencia del reinado de Acab debe llevarnos a reflexionar sobre el significado amplio
y profundo de la idolatría. Además de rendir culto a otros dioses, la idolatría se ensaña
muchas veces contra la única imagen de Dios en el mundo: el hombre ( Gn 1.26 ; Stg 3.9
). Y no solo esto, sino que se ensaña sobre todo contra los más débiles, pues son los
pobres, los que no tienen acceso al poder, quienes padecen de especial manera.
2. Falso profeta en el tiempo de Jeremías ( Jer 29.21 ).
ACACIA Árbol de la familia de las mimosáceas, de cuya madera se construyeron el
tabernáculo y su mobiliario ( Éx 25–27 ; 30 ; 35–38 ; Dt 10.3 ). Hay varias especies de
acacia. Tal vez Moisés usó la acacia addiana , variedad muy común en la península
sinaítica. Esta alcanza unos 5 m de altura, es de tronco grueso y follaje copioso. Sus
hojas, pinadas pequeñas, presentan estípulas en forma de espinas largas y agudas. Las
florecillas amarillas se agrupan en racimos. El fruto es una vaina torcida en espiral, de
muchas semillas. De su nombre hebreo, sitim , se derivan los nombres de varias
localidades mencionadas en el Antiguo Testamento. De algunas variedades de acacia se
extrae la goma arábiga.
ACAD Ciudad fundada por Nimrod ( Gn 10.10 ), cuya ubicación exacta se ignora. Fue
capital de Babilonia durante el reinado de Sargón I, conquistador semítico que fundó la
dinastía acádica en el siglo XXIV a.C. en la baja Mesopotamia.
Situada cerca de Ur, su civilización se unía con la de Sumer, que ocupaba la ribera
opuesta del río Éufrates. Su alto nivel cultural destaca el medio social que heredó Abram
y que después decidió abandonar.
El idioma acádico persistió como lengua franca varios siglos después del fin político
de Acad. Se han encontrado escritos acádicos en Meguido y Jericó.
ACAICO ( de Acaya ). Miembro de la iglesia en Corinto que acompañó a → ESTÉFANAS
y → FORTUNATO en una comisión que alegró al apóstol Pablo en Éfeso ( 1 Co 16.17 ). Tal
vez llevaron la carta mencionada en 1 Co 7.1 y volvieron a Corinto llevando 1 Corintios.
El nombre Acaico sugiere que era oriundo de Acaya, ex esclavo o esclavo quizás al
servicio de la familia que fundó esta provincia.
ACÁN ( perturbador ). Hijo de Carmi, de la tribu de Judá. Violó el mandamiento divino
al tomar para sí de los despojos de Jericó ( Jos 6.18 , 19 ; 7.1–26 ). Este pecado tuvo
consecuencias inmediatas para maldición de todo el pueblo. Dios ordenó que se castigara
con severidad al culpable. Acán y toda su familia fueron apedreados y sus cadáveres
quemados ( Jos 22.20 ; 1 Cr 2.7 ).
ACAYA Región que abarca la porción de Grecia al sur de Macedonia. En 146 a.C., los
romanos la conquistaron y gobernaron desde Macedonia, hasta su establecimiento como
provincia aparte bajo Augusto en 27 a.C. Después la gobernó un procónsul, desde la
capital → CORINTO , con la cual se asocia íntimamente en el Nuevo Testamento ( 2 Co 1.1
; cf. 1 Co 16.15 ).
Cuando Pablo llegó a Corinto, el procónsul romano era Galión ( Hch 18.12 ), pero en
67 Nerón retiró al procónsul y otorgó autonomía a Acaya. Las primeras iglesias acaicas se
encontraban en Atenas ( Hch 17.34 ) y Cencrea ( Ro 16.1 ).
ACAZ Duodécimo rey de Judá, hijo y sucesor de Jotam. Reinó de ca . 735 a 715 a.C. (
→ CRONOLOGÍA DEL ANTIGUO TESTAMENTO ). Se le recuerda por su idolatría y por haber
hecho pasar por fuego a sus hijos ( 2 Cr 28.1–4 ; 2 R 16.1–4 ). Como castigo de su
rebelión contra Dios, recibió el ataque de Rezín, rey de Siria, y Peka, rey de Israel,
quienes mataron a muchos judíos y llevaron cautivos a otros. Debido a la intervención del
profeta Obed recibieron liberación ( 2 Cr 28.5–15 ). Sufrió otros reveses a manos de los
edomitas y los filisteos ( 2 Cr 28.16–20 ).
El profeta Isaías lo exhortó a volver a Jehová ( Is 7.1–12 ), pero Acaz no le hizo caso;
más bien solicitó ayuda de Tiglat-pileser, rey de Asiria. Con esto se convirtió en tributario
suyo y quedó reducido a gran estrechez. Se sumergió más bien en la idolatría y construyó
un gran altar al estilo asirio. Profanó el altar de Salomón y cerró el templo ( 2 R 16.10–16
; 2 Cr 28.22–25 ). Su nombre aparece en una inscripción de Tiglat-pileser como uno de
sus vasallos.
ACCIÓN DE GRACIAS Gratitud del pueblo de Dios, expresada en el culto público
( 1 Cr 23.30 ; Neh 12.46 ; Sal 100.4 ) o particular ( Dn 6.10 ). En Israel se ofrecían →
SACRIFICIOS en acción de gracias ( Lv 7.12ss ; 22.29 ).
En el Nuevo Testamento la gratitud es parte de la fe ( Lc 17.15–19 ; Ro 1.21 ) y de la
alabanza ( Ap 4.9 ; 7.12 ). La motivan los actos de Dios a través de Jesucristo ( 1 Co
15.55–57 ; 2 Co 2.14 ), principalmente por la salvación ( Ro 6.17 ; Col 1.12 ; etc.), pero
también por la respuesta a la oración ( Jn 11.41 ), la evidencia de la gracia en otros
creyentes ( Ro 1.8 ), el amor de los hermanos ( Hch 28.15 ; 2 Co 8.16 ), la comida ( Mt
15.36 ), el ministerio ( 1 Ti 1.12 ), los → DONES DEL ESPÍRITU ( 1 Co 14.18 ) y la dirección
de Dios ( 1 Co 1.14 ). Debe practicarse en la oración ( Flp 4.6 ). El cristiano debe dar
gracias en todo ( Ef 5.4 , 20 ) porque glorifica a Dios ( 2 Co 4.15 ; 9.11–13 ) y porque es
la voluntad divina ( 1 Ts 5.18 ).
ACEITE Grasa líquida, comúnmente vegetal.
El aceite más común en tiempos bíblicos era el de oliva. El más puro se obtenía del
fruto aún verde en noviembre, que se echaba en receptáculos y se machacaba ligeramente
( Éx 27.20 ). El fruto maduro, de diciembre a febrero, producía aceite más abundante
pero menos estimable. Las olivas se exprimían en cilindros de piedra, o se sometían a
presión en un molino. Getsemaní (de las palabras hebreas gat-semen , que significan
prensa de aceite ) debe su nombre al hecho de que había algunas prensas de aceite en sus
cercanías.
En los ritos de Israel se usaba el aceite de varias maneras: en la consagración de los
sacerdotes ( Éx 29.1–7 ; Lv 8.12 ), en ciertas ofrendas y sacrificios ( Lv 2.1ss ; Nm 7.19
), en la consagración del tabernáculo ( Éx 30.22–29 ; 40.9 , 10 ), en la purificación de
leprosos ( Lv 14.10–18 ), en las lámparas del tabernáculo ( Éx 25.6 ; Lv 24.2 ) y en la
consagración del rey ( 1 S 10.1 ; 1 R 1.39 ). En la época del Nuevo Testamento se ungía a
los enfermos con aceite ( Stg 5.14 ).
El aceite dulce y fresco se prefería a la manteca animal como sazón para el alimento.
Servía como combustible para las lámparas ( Mt 25.1–13 ; Lc 12.35 ). Se utilizaba como
medicina tanto externa como interna ( Is 1.6 ; Mc 6.13 ; Lc 10.34 ). Como cosmético se
empleaba después del baño ( Rt 3.3 ; 2 S 12.20 ; Est 2.12 ; Lc 7.46 ).
Se usaba también como medio de cambio y se vendía como mercancía ( 1 R 5.11 ; Ez
27.17 ; Os 12.1 ; Lc 16.6 ; Ap 18.13 ).
El aceite simboliza alegría ( Sal 45.7 ; Is 61.3 ; Heb 1.9 ), prosperidad y abundancia (
Dt 32.13 ; 33.24 ; 2 R 18.32 ; Job 29.6 ; Jl 2.19 , 24 ). La falta de aceite denotaba pobreza
( Jl 1.10 ; Hag 1.11 ). Se ungía a los sacerdotes y reyes con aceite (véase arriba) para
simbolizar la unción del Espíritu Santo a fin de poder desempeñar el oficio con el poder
de Dios.
ACEITUNA → OLIVA .
ACÉLDAMA ( campo de sangre ). Terreno pequeño, que antes se llamaba «campo del
alfarero» ( Jer 19 ). Los sacerdotes lo compraron con las treinta piezas de plata que Judas
recibió como precio de la sangre de Jesucristo, y lo reservaron para la sepultura de
extranjeros ( Mt 27.7 , 8 ). Hechos 1.18 , 19 atribuye la compra a Judas porque el terreno
se adquirió con su dinero. La tradición lo sitúa en un lugar plano en el lado sur del valle
de Hinom. Tuvo importancia en la Edad Media porque en tiempo de las Cruzadas se usó
como cementerio de los peregrinos y porque de allí llevaron tierra para los camposantos
de Roma y Pisa. Allí se han encontrado tumbas, trincheras y una casa de entierros con
una acumulación de varios metros de huesos.
ACEPCIÓN DE PERSONAS La raíz griega de este término tiene como base las
palabras «rostro» y «recibir», con el sentido literal de recibir a alguien según el rostro, es
decir, por lo que aparenta y con parcialidad.
La Biblia es clara en cuanto a este tema. Dios es un juez imparcial que aplica un solo
y verdadero criterio sin distinción de raza, religión ( Hch 10.34 ; Ro 2.6–11 ) o posición
social ( Pr 28.21 ; Stg 2.1–9 , Jud 16 ). Para dar testimonio de la justicia divina, el pueblo
de Dios debe vivir de acuerdo con ella, no concediendo privilegios a los pudientes ni
aprovechándose de los indefensos.
En la Ley Mosaica y entre los profetas de Israel se previene contra el soborno de
jueces por gente influyente ( Lv 19.15 ; Dt 16.19 ; Am 2.6 ; Pr 24.23 ). Jesús mantiene
esta norma en su juicio sobre los hombres ( Mt 6.2–4 ; Mc 10.42–44 ; Jn 2.24s ).
ACMETA (nombre arameo equivalente a «Ecbátana», en la BJ, de uso griego y
romano). Fue la capital de Media desde ca . 700 a.C. En 550 a.C. cayó ante los persas
bajo Ciro II, para luego servir de residencia de verano a los nuevos monarcas. Es la
moderna Hamadán al sudoeste de Teherán, Irán. Se menciona únicamente en Esd 6.2 ,
pero aparece varias veces en los libros apócrifos.
ACO → TOLEMAIDA .
ACOR ( aflicción en extremo ). Valle seco donde los israelitas apedrearon a Acán y a su
familia ( Jos 7.24–26 ). Estaba al sudeste de Jericó, entre Debir y Bet-arabá, y al norte de
Wadi Qumram ( Jos 15.6 , 7 ). Es el primer nombre en el Rollo de Cobre de → QUMRÁN .
En sentido figurado ( Is 65.10 y Os 2.15 ), Acor simboliza el «portón de esperanza»,
la abundante gracia de Dios que puede hasta reverdecer un valle como Acor.
ACRABIM ( escorpiones ). Pendiente en el Neguev en la misma latitud que el extremo
sur del mar Muerto, por donde el camino del Arabá subía a los montes de Judá ( Nm 34.4
; Jos 15.3 ; Jue 1.36 ). En tiempo de los macabeos se llamaba Akrabattine y fue escenario
de una furiosa batalla ( 1 Mac 5.3 ).
ACSAF Ciudad real de los cananeos, conquistada por los israelitas. Se repartió entre la
tribu de → ASER ( Jos 11.1 ; 12.20 ; 19.25 ). Quedaba cerca de → ACZIB y Aco, quizás
donde hoy se encuentra Tell Kesan.
ACZIB ( mentira o engaño ).
1. Pueblo en la costa del territorio repartido entre la tribu de → ASER , de donde no se
echaron a los cananeos en los días de la conquista ( Jos 19.29 ; Jue 1.31 ). Quedaba 17
km al norte de Aco (Acre); hoy es Ez-zib.
2. Pueblo de Judá ( Jos 15.44 ; Miq 1.14 ), probablemente el Quezib de Gn 38.5 .
Estaba en la Sefela cerca de Laquis y Gat. Tal vez se pueda identificar con Cozeba de 1
Cr 4.22 . Hoy es Tell el-Beda.
ADAM Ciudad al este del Jordán, cerca de → SARETÁN , donde las aguas del Jordán se
detuvieron para dar paso a los israelitas que iban rumbo a la tierra prometida ( Jos 3.16 ;
cf. BJ).
Actualmente se identifica con Tel-ed-Damiyeh, situada cerca de la desembocadura del
río → JABOC en el Jordán.
ADÁN La palabra hebrea adam aparece más de 560 veces en el Antiguo Testamento y
casi siempre significa «hombre» o «ser humano» ( Gn 7.23 ; 9.5 , 6 ). Aunque la
etimología de la palabra adam (forma masculina) no está del todo clara (véase el análisis
que hace el DTMAT ), la narración de la creación ( Gn 2.4ss ) la asocia con `âdama ,
tierra (forma femenina). De esta manera, establece un vínculo fundamental entre el ser
humano y su medio. Más tarde, cuando se crea a la mujer, se usarán otros dos términos
con la misma relación ( Gn 2.22 ) `is , hombre (forma masculina), `issa , mujer (forma
femenina).
La importancia del término Adán está en que se usa como designación de los seres
humanos en los relatos de la creación. Lo relevante de esos relatos no es que se puedan
verificar en la historia, sino su contenido teológico y antropológico. En Gn 1–3 tanto los
judíos como los cristianos encontramos la primera piedra de nuestra identidad humana y,
al mismo tiempo, el punto de partida que posibilita la reflexión teológica: somos sus
criaturas.
Tomar el término adam y traducirlo el hombre no es adecuado en todos los pasajes
donde aparece. Mucho mejor es traducirlo ser humano, humanidad . La Nueva Biblia de
Jerusalén traduce así Gn 1.27 : «Creó, pues, Dios al ser humano , a imagen suya le creó,
macho y hembra los creó». La mujer es también creación de Dios y por lo tanto sujeto,
persona. Aun cuando Adán se use en sentido personal refiriéndose al hombre compañero
de Eva, tanto Adán como Eva son también nombres genéricos e indican a toda la
humanidad.
Con estas aclaraciones podemos plantear algunas cuestiones de fondo que se derivan
de Gn 1–3 y le dan contenido al término Adán.
El «Adam» Es Tierra Y Aliento
Génesis 2.7 podría decir así: «Entonces Jehová Dios formó al [ser humano] con polvo
del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el [ser humano] un ser
viviente». Según este pasaje, el ser humano comparte la misma sustancia de la tierra, pero
no se convierte en ser vivo hasta que recibe el divino aliento en la cara: nesama (aliento),
que corresponde a nuestro aliento, hálito, resuello.
El «Adam» Es Imagen de Dios
«Y creó Dios el hombre a su imagen, a imagen de Dios le creó; varón y hembra los
creó», dice Gn 1.27 . Esto bien pudiera entenderse como una afirmación global de
majestad y perfección. El ser humano, al igual que Dios y al contrario de los animales (a
los que el hebreo llama behemah , mudo), posee un lenguaje y una conciencia para
meditar sobre sí mismo y sobre sus relaciones con el mundo que lo rodea. El ser humano
puede actuar y responsabilizarse ante Dios, entrar en un contrato con el Altísimo y hacer
alianza con Él.
El biblista francés Pierre Grelot, en su libro Hombre, ¿quién eres? , aporta otro
aspecto sobre el tema: «El universo es, en cierto modo, un templo gigantesco que Dios
eleva para su gloria. Cuando el templo está preparado, coloca allí al ser humano como
“una imagen, según su semejanza” ... La única imagen de Dios permitida es el rostro
humano. Pero si Dios se representa por la imagen de una persona viva, de un ser humano
que habla, para hacer existir las cosas (“Dios dice...”), no por ello queda divinizado el ser
humano: “la imagen de Dios” tiene que volverse hacia aquel cuyos rasgos refleja» (p.
30).
El «Adam» Es Comunidad
Durante siglos la tradición cristiana ha visto en Adán una persona concreta de sexo
masculino, un hombre. Sin embargo, Adán es un sustantivo masculino pero no
necesariamente equivale a hombre. Para comprender mejor el significado de Adán
debemos entender que Adán supone ambos sexos y más importante aun, supone una
relación entre personas. Adán es comunidad; esto es lo fundamental. Claus Westermann
dice: «En Gn 2.4b–24 esta comunidad (hombre-mujer) constituye la finalidad de la
narración: el ser humano formado por Dios de la tierra ( 2.7 ) no es todavía la criatura que
Dios quería (“no está bien...”); solo tras la creación de la mujer se ha conseguido de
verdad la creación del ser humano» ( DTMAT , p. 97).
Podemos dar un paso más y decir que el ser humano alcanza su condición de tal en el
proceso de las relaciones comunitarias. Es en la dinámica de la relacionalidad de los
individuos donde cada uno desarrolla su identidad particular y aprende a amar. El amor es
el vínculo fundante que posibilita lo humano. En otras palabras, la capacidad de los seres
humanos de amarse es una manifestación, quizás la más importante, de la presencia del
Espíritu de Dios en el mundo.
Así que Adán es unidad, no parcialidad. No se puede deducir desde este pasaje una
norma mayor para el hombre y una menor para la mujer. Nuestra responsabilidad es
estudiar el texto con un espíritu de respeto, aceptar las diferencias y luchar contra las
desigualdades.
El «Adam» Como Señor de La Creación
Según la Biblia, el Señor le dijo a la primera pareja: «Sed fecundos y multiplicaos, y
llenad la tierra y sometedla; dominad en los peces del mar» ( Gn 1.28 , BJ). De este
pasaje se ha elaborado una perspectiva teológica que podemos caracterizar como «el
señorío del ser humano sobre la creación». Es evidente que el pasaje apoya la visión del
ser humano como corona de la creación, como señor. Así lo indican los verbos usados:
sometedla, dominad. Pero jamás hemos de olvidar que la responsabilidad del señorío del
ser humano sobre la creación le obliga, entre otras cosas, a protegerla de la destrucción.
Dios Acoge Al «Adam»
Génesis 3 es una narración profundamente dramática. El ser humano decide actuar
por su cuenta al desobedecer a Dios y rompe con una forma de vida ideal. Como
consecuencia, Adán tiene que aprender a vivir con la limitación propia de cualquier
criatura: el dolor y la muerte. El ser humano está solo frente a su destino y debe escoger
la calidad de su vida. Es en este punto en que descubre a Dios. Él le llama, lo invita y lo
acoge. Dios se le muestra como gracia. Adán puede comprender estas nuevas formas de
ser de Dios porque ahora está enfrentado al dolor y a la conciencia de su fragilidad.
El «Adam» Fuera Del Antiguo Testamento
Después del cautiverio, en medio de la opresión de sus enemigos, los judíos
empezaron a teologizar sobre lo que significaba la caída de Adán. Se echaba a él y a su
pecado la culpa de la muerte, y de la existencia de los males en toda la creación terrestre
(2 Baruc 17.3; Jubileo 3.28, 29). Incluso algunos rabinos le culparon más tarde de varios
desórdenes cósmicos.
El Nuevo Testamento nos da el verdadero significado teológico de Adán. Frente a las
varias posturas modernas que ponen en tela de duda su historicidad, en el Nuevo
Testamento se le considera un ser histórico. Lucas 3.38 lo menciona como antepasado de
Jesús. Pablo afirma que Adán fue el primer hombre ( 1 Co 15.45–47 ; 1 Ti 2.13 , 14 ), y
por todas partes el paralelismo entre Adán y Cristo implica que aquel era en verdad un ser
real ( Ro 5.12–21 ).
Pablo nos enseña que el → PECADO y la MUERTE entraron por medio de Adán y que en
él todos morimos, ya que hay tal tipo de solidaridad entre Adán y la humanidad que nos
involucra a cada uno en su pecado y castigo. En varias de sus cartas, Pablo presenta a
Cristo como «el postrer Adán» o «el segundo hombre» ( 1 Co 15.45–47 ) en quien todos
los hombres pueden disfrutar de abundante gracia, justificación y vida eterna, de la
misma manera que, aparte de Cristo, comparten el juicio, la condenación y la muerte en
el primer Adán.
La referencia a «Enoc séptimo desde Adán», que se encuentra en Jud 14 , puede ser
una referencia histórica a Gn 5 , pero quizás es una forma técnica de referirse al libro de 1
Enoc del cual viene la cita de Jud 14 , 15 . ( → MUJER ; PECADO ; PACTO ; EDÉN ; IMAGEN DE
DIOS .)
Bibliografía:
Gerhard von Rad, El libro de Génesis , Sígueme, Salamanca, 1982. E. Jenni y C.
Westermann, Diccionario Teológico Manual del AT , 2 Vol., Cristiandad, Madrid, 1978. José
Croato, Crear y amar en libertad , Editorial Aurora, Buenos Aires, 1986. Pierre Grelot, Hombre,
¿quién eres? , Verbo Divino, Navarra, 1983. Josef Schreiner, Palabra y mensaje del Antiguo
Testamento , Herder, Barcelona, 1972.
ADAR ( nublado ). Nombre de un mes, un hombre y un pueblo.
1. Último mes del año litúrgico hebreo y sexto del año civil. Corresponde a febreromarzo de nuestro año. La cosecha de frutas cítricas comenzaba en adar. La Fiesta de
Purim se celebraba el 14 y 15 del mes ( Est 3.7 , 13 ; 8.12 ; 9.1 , 15 , 17 , 19 , 21 ). ( →
MES ; AÑO .)
2. Hijo de Bela y nieto de Benjamín ( 1 Cr 8.3 ).
3. Pueblo de Judá, en la frontera ( Jos 15.3 ).
ADIVINACIÓN Práctica supersticiosa, común en todas las sociedades, de buscar y
discernir señales y revelaciones, sobre todo acerca del futuro, por medio de ídolos o
hechiceros que se suponen que estén dotados de poderes sobrenaturales.
En la Biblia se mencionan varios medios de adivinación: la copa o el agua ( Gn 44.5
); los sueños ( Dt 13.2 , 3 ; Jue 7.13 ; Jer 23.32 ); la consulta de ídolos, las varas y los
oráculos ( 1 S 15.23 ; Zac 10.2 ; Os 4.12 ; Is 41.21–24 ; 44.7 ); las flechas ( Ez 21.21 ); el
fuego ( Dt 18.10 ); y la inspección del hígado ( Ez 21.21 ).
La adivinación se condena como reliquia engañosa del paganismo y la prohíben
estrictamente la ley y los profetas por ser abominación ( Éx 22.18 ; Lv 19.26 , 31 ; 20.27 ;
Is 47.12 , 15 ). Los profetas condenan a los adivinos, hechiceros, encantadores y a la
gente que los busca ( Is 8.19–22 ; Jer 27.9 , 10 ; Ez 13.17–23 ; Miq 5.12 ). La razón se ve
claramente en Dt 18.9–22 .
La revelación no es augurio ni la profecía es prognosis. El adivino practica su
profesión por lucro y siempre ajusta su mensaje a fines personales o políticos ( 2 Cr 18.4–
26 ); Ez 13.15 ; Jer 6.13ss ; Hch 8.9 ; 16.16 ). En cambio el profeta de Jehová profetiza
bajo el impulso divino, nunca por remuneración, sino más bien a veces a riesgo de su
vida ( 1 R 22.1–35 ; Is 7ss ; Jer 2.36ss ). No se puede engañar ni forzar a Jehová por
medios ocultos. Cuando Él se revela, lo hace en términos claros, directos y
comprensibles.
Esto no significa que no hubiera en Israel algún vestigio de superstición o práctica de
adivinación. Al parecer, Dios se ajustó a la mentalidad popular y aprovechó en varias
ocasiones estos medios para lograr su propósito, como en los casos de la adivinación por
suerte ( Lv 16.8 ; Hch 1.26 ), por vellón de lana ( Jue 6.36–40 ) y por → URIM Y TUMIM (
Esd 2.63 ; Neh 7.65 ). Pero el conocimiento de Jehová y su revelación destruyen la base
de la superstición esotérica y mágica. Es la fe, y no la superstición, lo que exige Dios. (
→ MAGIA .)
ADMA Ciudad del valle de Sidim, cubierta ahora por la parte meridional del mar
Muerto. Según Dt 29.23 (cf. Gn 10.19 ; 19.24–29 ; Os 11.8 ), fue destruida por fuego del
cielo junto con las ciudades de Zeboim, Sodoma y Gomorra.
ADOBE → TEJA .
ADONÍAS ( mi señor es Jehová ). Cuarto hijo de David y Haguit ( 2 S 3.4 ; 1 Cr 3.2 ).
Muerto Absalón, Adonías se consideraba heredero del trono ( 1 R 1.5ss ). En esto le
apoyaban el general Joab, el sacerdote Abiatar y muchos del pueblo. Mientras Adonías y
sus partidarios hacían una fiesta, el profeta Natán y Betsabé, madre de Salomón,
recibieron noticias de la rebelión. Avisaron al anciano rey David y le recordaron su
promesa de dar el reino a Salomón ( 1 R 1.17 , 30 ). David inmediatamente mandó
coronar a este. Al enterarse, los partidarios de Adonías se dispersaron. Adonías se refugió
asiéndose de los cuernos del altar en el templo. Salomón lo perdonó a condición de su
lealtad. Después de la muerte de David, Adonías pidió por esposa a Abisag, la concubina
de David. Esta petición, de acuerdo con las costumbres orientales, equivalía a un acto de
traición. Por tanto, lo condenaron a muerte ( 1 R 2.13–25 ).
Otros dos hombres llevaron el nombre de Adonías ( 2 Cr 17.8 ; Neh 10.16 ).
ADONIRAM Alto funcionario bajo David, Salomón y Roboam ( 2 S 20.24 ; 1 R 4.6 ).
Era cobrador de tributos y encargado de la leva de 30.000 hombres enviados a cortar
maderas en el Líbano ( 1 R 5.14 ). Cuando Roboam lo envió a las diez tribus rebeldes, lo
lapidaron y se inició la rebelión de Jeroboam, ca. 931 a.C. ( 1 R 12.18 ). Se le llama
Adoram en 2 S 20.24 ; 1 R 12.18 ; 2 Cr 10.18 .
ADORAM → ADONIRAM .
ADOPCIÓN Acto por el que una persona recibe como hijo a uno que no lo es, y le
confiere todos los derechos y obligaciones de esa posición.
Aunque la adopción se conocía en tiempos antiguos (por ejemplo, en los archivos de
→ NUZI ), los judíos no la practicaban directamente. Por lo general, los casos en el
Antiguo Testamento que se asemejan a la adopción formal sucedieron en países
extranjeros y los adoptados de un israelita solían ser parientes cercanos ( Gn 48.5 ; Éx
2.10 ; 1 R 11.20 ; Est 2.7 ).
En el Nuevo Testamento solo Pablo usa la palabra y da en cada una de las cinco
referencias un sentido teológico. En el derecho romano, el término adoptio se usaba
cuando un hombre tomaba como suyo al hijo de otro, en un acto que incluía una venta
simbólica delante de testigos. Quizás Pablo se refiera a esta costumbre en Gl 4.5 , 6 .
La doctrina neotestamentaria de la adopción se presenta especialmente en Ro 8.15 ;
Gl 4.5 y Ef 1.5 . La posición de hijo se pone en contraste con la del esclavo ( Ro 8.15 ; Gl
4.7 ) o la de un menor bajo tutela ( Gl 3.25 , 26 ). La adopción es un acto soberano y
gratuito de Dios ( Ef 1.5 ), por el que, sin mérito humano y en base a la redención
consumada en la cruz ( Gl 4.5 ), Él da al creyente en Cristo la posición de hijo suyo ( Gl
3.26 ).
Usando adopción en un sentido algo distinto, Ro 9.4 habla de la relación especial que
Dios estableció con la nación de Israel (cf. Éx 4.22 ). Romanos 8.23 se refiere a la futura
realización completa o «promulgación pública» de nuestra posición como hijos (cf. 1 Jn
3.1–3 ).
Como adoptado, el creyente tiene confianza en Dios en vez de temor ( Ro 8.15 ). La
obra del Espíritu Santo es concientizarlo en su posición y encaminarlo en ella ( Ro 8.14 ,
16 ) hacia una herencia juntamente con Cristo ( Ro 8.17 ). Aunque la palabra adopción no
aparece en otros pasajes, el concepto se encuentra a través del Nuevo Testamento, sobre
todo en los escritos de Juan (p. ej., Jn 1.12 ). ( → HIJO ; HIJO DE DIOS .)
ADORACIÓN Culto o reverencia que se rinde a Dios por sus obras ( Sal 92.1–5 ) y
por ser quien es ( Sal 100.1–4 ). Se expresa mediante → ORACIÓN ( Gn 12.8 ; Neh 9 ), →
SACRIFICIO ( Gn 8.20 ), → OFRENDA ( Gn 4.3 , 4 ; 1 S 1.3 ; Dt 26.10 ; 1 Cr 16.29 ); →
ALABANZA ( 2 Cr 7.3 ; Sal 29.1 , 2 ; 86.9 ; 138.1 , 2 ), → CANTO ( Sal 66.4 ), ritos ( Éx
12.26 , 27 ), meditación ( Sal 63.5 , 6 ), → TEMOR ( Sal 96.9 ), → AYUNO ( Neh 9.1–3 ;
Lc 2.37 ), → FIESTA y → ACCIÓN DE GRACIAS ( 2 Cr 30.21 , 22 ), y sobre todo inclinación
( Sal 95.6 ; 1 Cr 29.20 ) y servicio ( Dt 11.13 ; Jos 22.27 ). Estos dos últimos conceptos se
expresan en hebreo y en griego con palabras que también significan «adoración» ( Dt
6.13 ; 10.12 , 13 ; 2 R 5.18 ; cf. Mt 4.10 ; Ro 12.1 ), de modo que no se distingue entre
«servir» y «adorar» ni entre «inclinarse» y «adorar».
La adoración externa y cultual debe nacer de una actitud interna ( Is 29.13 ), que a su
vez se expresa en obediencia y una vida dedicada por entero al servicio de Dios ( 1 S
15.22 , 23 ; Miq 6.6–8 ; cf. Stg 1.27 ). El adorador debe ser bueno y justo ( Sal 15 ; Am
5.21–26 ) para que su adoración sea aceptada ( Sal 50.7–23 ; Is 1.11–20 ; cf. Mt 5.23 , 24
y Jn 4.23 ), además de sincero ( Sal 51.16–19 ).
En la adoración, los patriarcas invocaban el nombre de Jehová ( Gn 13.4 ), celebraban
el pacto ( Gn 15.7–21 ) y la sustitución ( Gn 22 ; cf. Lv 17.11 ), y practicaban los
lavamientos y las purificaciones ( Gn 35.2 ; cf. Éx 19.10 ), todo lo cual precede al culto
más formal y complejo que se verá después en el → TABERNÁCULO y el → TEMPLO ( 1 R 6–
8 ; 2 Cr 20–31 ). A pesar de este desarrollo posterior, no se pierde el aspecto personal de
la adoración ( 2 S 17.18–29 ; Sal 23 ; Is 55.6–9 ).
En el Nuevo Testamento, el culto de la → SINAGOGA ( Lc 4.16–21 ) se adapta a las
necesidades de la → IGLESIA . Incluye alabanzas, salmos, cánticos ( Ef 5.19 , 20 ), lectura
bíblica, enseñanza, exhortación ( Col 3.16 ; 4.16 ; 1 Ti 4.13 ), oración, ayuno, santa cena (
Hch 2.46 ; 13.1–3 ; 1 Co 11.18–34 ), profecía ( 1 Co 14 ), doctrina, mensajes en lenguas e
interpretación ( 1 Co 14.26 ).
En ambos testamentos el pueblo de Dios lo adora públicamente ( Hch 20.7 ), en
privado ( Gn 24.26 , 27 ; Dn 6.10 ; Mt 6.5 , 6 ) y en familia ( Gn 35.1–3 ; Hch 16.30–34 ).
Se prohíbe terminantemente la adoración de seres humanos ( Hch 10.25 , 26 ; 14.11–
15 ; cf. Est 3.2 , 5 ), ángeles ( Col 2.18 ; Ap 19.10 ; 22.8 , 9 ) u otra criatura ( Mt 4.10 ; cf.
Dt 6.13 ; Ap 14.9–11 ). La adoración de dioses falsos es una ofensa que trae las más
terribles consecuencias en todo el Antiguo Testamento ( Éx 20.3–6 ; 32.1–11 , 30 , 35 ; Dt
4.15–18 ; 8.19 ; etc.; cf. Ro 1.25 ). En el Nuevo Testamento la adoración se dirige a
Jesucristo ( Mt 14.33 ; Jn 5.22 , 23 ; Heb 1.6 ; Ap 5.8–14 ), y se destaca que el culto
ofrecido a Jehová en el Antiguo Testamento explícitamente pertenece a Jesús ( Flp 2.10 ,
11 // Is 45.23 ). La adoración a Dios y al Cordero es la esencia misma de la vida celestial
( Ap 4.6–11 ; 15.3 , 4 ; 19.1–8 ).
ADRAMELEC ( Adar es rey ). Nombre de un dios pagano y un hombre en el Antiguo
Testamento.
1. Deidad venerada por los habitantes de Sefarvaim, quienes, llevados por los asirios,
poblaron Samaria después de 722 a.C. Nos informa 2 R 17.31 que quemaban a sus hijos
en ofrenda a esta y otra deidad llamada Anamelec.
2. Hijo de → SENAQUERIB , rey de Asiria. Según 2 R 19.37 e Is 37.38 , junto con su
hermano → SAREZER , asesinó a su padre, mientras este adoraba en el templo a Nisroc.
Esto sucedió cuando Senaquerib regresó a Nínive, después de su fallida campaña contra
Ezequías, rey de Judá.
ADRAMITENA Perteneciente a Adramitio, antiguo puerto de Misia en la provincia
romana de Asia, situado frente a la isla Lesbos ( Hch 27.2 ).
ADRIÁTICO Mar entre Italia al oeste y Dalmacia y Acaya al este. En la época del
Nuevo Testamento este nombre abarcaba también el mar Jónico, y las aguas entre Creta y
Malta. Era un paso peligroso para la navegación durante los meses de noviembre a
marzo; Pablo naufragó en este mar y pasó catorce días en la tormenta ( Hch 27.27 ).
ADULAM ( refugio ). Nombre de una ciudad y de un conjunto de cuevas.
1. Probablemente Tel-es-seikh-Madhkur, a medio camino entre Laquis y Jerusalén.
Josué la conquistó y cedió a Judá ( Jos 12.15 ; 15.20 , 35 ). Roboam la fortificó ( 2 Cr
11.7 ) y Nehemías la reedificó ( 11.30 ).
2. En las cuevas de Adulam se escondieron los 400 guerreros de David y toda su
parentela ( 1 S 22.1 ; 2 S 23.13s ). Es-seih-Madhkur no se presta a esto, pero sí las
muchas cuevas de Khirbet’Id el-Ma.
ADULTERIO Relación sexual entre una persona casada y otra que no sea su cónyuge
legal. Sin embargo, en una cultura donde la poligamia se aceptaba, la unión sexual entre
un hombre casado y sus concubinas no se consideraba adulterio.
Bajo la Ley de Moisés este pecado se castigaba con la muerte, ya fuese por
apedreamiento o fuego ( Lv 20.10 ; 21.9 ; Dt 22.22–24 ; Jn 8.5 , 6 ). Debido a que la pena
de muerte solo se podía aplicar en el caso de que se sorprendiera a la persona en el acto
mismo ( Jn 8.4 ), el cónyuge acusado tenía que someterse a ciertos procedimientos
acordados para establecer su culpabilidad o inocencia ( Nm 5.11–31 ). No obstante la Ley
Mosaica, cuando el rey David se arrepintió de su pecado de adulterio, Dios lo perdonó ( 2
S 11.2–5 ; Sal 51.1 , 2 ).
Cristo también perdonó a la mujer sorprendida en adulterio, pero sin obviar la
gravedad del cargo ( Jn 8.11 ). En el Nuevo Testamento el Señor señala que al adulterio
no se comete únicamente por el acto en sí, sino también por mirar a una mujer para
codiciarla, dando a entender que la sed de este, como de todo pecado, está en el →
CORAZÓN ( Mt 5.27 , 28 ).
Nuestro Señor señala el adulterio como el único motivo de → DIVORCIO ( Mt 5.32 ;
19.3–12 ). El término → FORNICACIÓN debe entenderse en estos pasajes como sinónimo de
adulterio. Pablo parece dar otra causa en 1 Co 7.10–15 .
El adulterio es un pecado contra la santidad del hogar al que todo hombre está
expuesto. Por esta razón, siempre se debe tener muy presente la advertencia de Cristo (
Mt 5.27 , 28 ) y elevar diariamente la oración de David ( Sal 51.2 , 10–12 ). ( →
SEXUALIDAD .)
ADUMÍN ( rojura ). Pasillo en el camino que sube de Jericó a Jerusalén, donde hoy
está la «Posada del buen samaritano». Quedaba en la frontera entre Benjamín y Judá ( Jos
15.7 ; 18.17 ).
ADVENEDIZO → EXTRANJERO .
AFEC ( fortaleza ). Nombre de antiquísimos lugares y ciudades en el Antiguo
Testamento.
1. Lugar entre el territorio de los cananeos y el de los amorreos, que los israelitas no
pudieron subyugar ( Jos 13.4 ). Es probable que sea el moderno Afca en la falda noroeste
del monte Líbano.
2. Ciudad real de los cananeos que Josué conquistó ( Jos 12.18 ) y campamento
militar de los filisteos ( 1 S 4.1 ; 29.1 ). Es el moderno Tell el-Muhmar junto a Ras el-Ain
al nordeste de Tel Aviv.
3. Ciudad de Aser ( Jos 19.30 ) que Israel no subyugó ( Jue 1.31 ). Es el moderno Tell
Kurdane en la llanura de Aco al nordeste de Haifa.
4. Lugar de Basán donde Israel, bajo Acab, derrotó a los sirios, dirigidos por Benadad II ( 1 R 20.26 , 30 ) y donde Israel, bajo Joás, heriría a los sirios, según la profecía
de Eliseo ( 2 R 13.17 ). Es el moderno Fik al este del mar de Galilea.
5. Lugar de Judá ( Jos 15.53 , BJ [RV, «Afeca»]) que se cree localizado al sudoeste de
Hebrón.
AGABO Profeta cristiano de Jerusalén, activo también en Antioquía y Cesarea. Predijo
el encarcelamiento de Pablo y también una gran hambre que hizo necesario enviar
socorro a Judea ( Hch 11.27–30 ). Para profetizar la prisión del Apóstol se valió de un
gesto simbólico ( Hch 21.10 , 11 ). Existen pruebas de una tremenda escasez de alimentos
(46–47 d.C.) en Grecia, Roma y especialmente Judea en tiempos del emperador Claudio.
AGAG (significado desconocido). Nombre de reyes del Antiguo Testamento.
1. Según parece, era el título del rey entre los → AMALECITAS , como lo era «Faraón»
entre los egipcios y «César» entre los romanos ( Nm 24.7 ).
2. Rey en el Neguev en el tiempo de Samuel y Saúl. Era enemigo de Israel y se
caracterizaba por su extrema crueldad ( 1 S 15.2 , 32 ; Éx 17.8–14 ; Dt 25.17–19 ). A
través de Samuel, Dios ordenó a Saúl aniquilarlo junto con su pueblo y ganado ( 1 S 15.3
, 18 ). Saúl desobedeció: le perdonó la vida al rey Agag y dejó vivo lo mejor del ganado (
1 S 15.7–9 ). Cuando Samuel llegó, juzgó a Saúl por su hipocresía y descuartizó a Agar (
1 S 15.13–23 , 32 , 33 ).
ÁGAPE Una de las tres palabras griegas que se traducen → AMOR . Designaba el amor
que los creyentes sentían los unos por los otros, y de ahí que también se denominara así la
cena fraternal que los primeros cristianos celebraban juntos. Es posible que Pablo mismo
la haya instituido en Corinto ( 1 Co 11.17–34 ).
Es lamentable, pero con el tiempo surgieron excesos graves en estas fiestas:
glotonería, embriaguez e inmoralidad. Primera de Corintios 11.20–22 , 27–34 y Judas 12
se refieren a estos problemas y el texto más probable de 2 P 2.13 , VM, reza «engaños»
en vez de «ágapes». Sin embargo, el contexto habla siempre de comilonas. Precisamente
debido a estos excesos ha ido desapareciendo esta fiesta, al menos como celebración al
lado de la Santa Cena. No obstante, se sigue celebrando hasta el día de hoy entre algunos
grupos cristianos.
AGAR Esclava egipcia de Sara. Esta, siendo estéril, se la dio a Abraham como
concubina. Según las costumbres de la época, los hijos así engendrados serían
descendencia legal de Sara. Cuando Agar se enorgulleció de estar encinta, Sara,
afrentada, apeló a Abraham, puesto que la esclava ya era responsabilidad de él. Abraham
terminó el concubinato y entregó a Agar de nuevo a Sara, quien la afligió de tal manera
que la esclava huyó. Un ángel se le apareció a Agar en el desierto y le ordenó someterse a
Sara y le anunció que el hijo que nacería, Ismael, sería hombre fuerte y padre de
multitudes ( Gn 16 ). La rivalidad prosiguió después del nacimiento de Isaac. Abraham,
obedeciendo la voz de Dios, accedió a la petición de Sara y expulsó a Agar e Ismael. Con
la ayuda de Dios sobrevivieron en el desierto e Ismael se crió allí ( Gn 21 ).
Esta historia presenta una serie de detalles importantes. En primer lugar, observemos
que Agar salió dos veces del lado de Abraham y Sara, la primera en Gn 16.6 y la segunda
en 21.14 . En ambos casos la falta de misericordia hacia ella y su hijo es clara. Sin
embargo, esta falta de misericordia de Abraham y Sara ha tenido una contraparte: la
abundancia de la promesa de Dios. Dios no desechó a esta mujer y su hijo, sino que les
expresó su gracia salvadora. Por esta razón, el ángel le habla de su descendencia en 16.10
y en 21.18 .
La falta de misericordia de Abraham que se relata en el cap. 21 prácticamente la
condena a la muerte. Agar, sin agua y con poca comida, deambula en el desierto sin un
lugar a donde ir, y acepta su muerte y la de su hijo con la única condición de «no ver
cuando el muchacho muera». Es en este contexto en que Dios manifiesta su forma de ser
con total transparencia. El niño llora «y oyó Dios la voz del muchacho y el ángel de Dios
llamó a Agar ... No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está». Dios
no los condenó a muerte como sí lo hizo Abraham. Dios los rescata, atento al dolor
injusto del pequeño Ismael, y constituye a Agar en matriarca de una nueva nación que
nacerá de ella.
Pablo menciona a Agar en Gl 5.21ss . Para mostrar la novedad de la promesa
realizada en Jesús, Pablo relee alegóricamente la tradición sobre Sara y Agar ( Gl 5.24 ).
AGARENOS Descendientes de Agar, y según algunos escritores judíos, parte de la
tribu de los ismaelitas ( Sal 83.6 ). Según 1 Cr 5.10 , 18–22 , las tribus de Rubén, Gad y
Manasés los derrotaron definitivamente. Un agareno fue administrador de David ( 1 Cr
27.31 ).
ÁGATA (traducción del vocablo hebreo shebo ). Piedra preciosa que se hallaba en la
mitad de la tercera línea sobre el pectoral del sumo sacerdote ( Éx 28.19 ; 39.12 ).
Presenta bandas diversas y vivamente coloreadas, a veces concéntricas.
De acuerdo con la RV, el tercer cimiento de la muralla de la nueva Jerusalén es de
ágata ( Ap 21.19 ), pero la voz griega aquí es calquedón , palabra que puede referirse a
varios tipos de cuarzo.
AGORERO → HECHICERO ; MAGIA .
AGRICULTURA A través de la historia bíblica la ocupación principal del pueblo de
Israel fue la agricultura. Isaías dice que el Señor la estableció ( 28.23–29 ). Cuando
Abraham y su familia llegaron a Palestina, imitaron los métodos del agricultor cananeo.
Los campesinos vivían en aldeas cerca de sus campos y caminaban todos los días al
trabajo. Respetaban las piedras limítrofes entre los terrenos.
Los territorios más fértiles en Israel eran las llanuras marítimas de Esdraelón y del
Jordán. A Samaria se le conocía por sus plantaciones de olivos y las áreas más elevadas
del valle del Jordán por su trigo.
Foto de Gustav Jeeninga
Sembrados cerca de Jabes de Galaad, en los que se ven los métodos
progresivos de agricultura usados en la actualidad en la Tierra
Santa.
La agricultura influyó grandemente en la religión de Canaán y también en la
formación de las leyes de Israel. La industria y el comercio nunca dieron grandes
ingresos a los habitantes de Israel. Más bien la agricultura era la fuente principal de sus
ganancias. Por eso figura mucho en la literatura.
La agricultura nunca fue fácil en Palestina. La tierra era rocosa y montañosa. Había
pocos valles fértiles, apenas los suficientes para producir alimentos para los habitantes.
Pero los que había eran muy fértiles. Amós dice que podían producir dos cosechas de
trigo al año ( 7.1 ).
El clima era otro serio problema para el agricultor hebreo. Había cinco meses de
verano, desde mayo a octubre, en que no llovía. A veces, aun durante la época de lluvia
no caía suficiente para producir la cosecha. Entonces había hambre en la tierra. El pueblo
tomaba medidas para evitar esto. Se han descubierto muchas cisternas en Palestina ( 2 Cr
26.10 ; Neh 9.25 ) y algunas evidencias de riego artificial. ( → ESTANQUE .)
Foto de Gustav Jeeninga
Árboles de limón en Tel Aviv, Israel, en un moderno cultivo de
cítricos.
Además del clima, el agricultor hebreo tenía que enfrentar plagas de insectos y
enfermedades de plantas. La amenaza más grave era la invasión de langostas que en
pocos días consumían campos enteros de grano ( Dt 28.42 ; 1 R 8.37 ; Jl 1.4 ). El pasto
también sufría de una especie de tizoncillo que atacaba las hojas de las plantas.
Había tres cultivos principales: la viña, el olivo y el grano. De las muchas clases de
uvas la mayor era el shorek , una uva roja, grande y deliciosa. La mayor parte de la
cosecha se convertía en vino.
La oliva se usaba para extraerle aceite, elemento importante en la comida hebrea. El
grano principal era el trigo, aunque también se cultivaba la cebada.
Foto de Gustav Jeeninga
La fuente de agua abundante era crucial para la supervivencia de
una ciudad antigua. Esta gran cisterna en Gabaón se labró a través
de más de nueve metros de roca sólida.
Toda la familia colaboraba en la agricultura y durante el día las aldeas se quedaban
solas cuando todos se dirigían a sus respectivos terrenos.
La agricultura estaba íntimamente relacionada con la fe hebrea. Desde el comienzo
Dios la estableció como un oficio digno ( Gn 2.5 ): la tierra era regalo de Dios ( Dt 11.9ss
). Por eso las fiestas principales del Antiguo Testamento se relacionaban con las cosechas.
El futuro glorioso de Israel se expresaba como un tiempo de viñas y huertos florecientes.
El Antiguo Testamento contiene muchas figuras tomadas de la agricultura ( Sal 65.9–13 ;
80.8–13 ; 128 ; Pr 10.5 ; 20.26 ; 24.30–34 ; Is 5.1–7 ). Jesús las empleaba muchas veces
en sus parábolas ( Mt 20.1–16 ; Mc 4.1–20 ; Lc 6.43 , 44 ) por ser lenguaje que los judíos
entendían.
AGRIPA → HERODES .
AGUA La posición geográfica de Palestina (entre las regiones climatológicas
mediterráneas y las semidesérticas de los países que la limitan al este y al sur) determina
la cantidad de agua disponible ( → LLUVIA ). Las rocas calíferas no retienen el agua con
facilidad y los → ARROYOS , caudalosos en el invierno, se convierten en cauces secos en
verano ( → WADI ).
El Jordán es el único río de suministro permanente y por ello a menudo era necesario
abrir → POZOS o conservar el agua en → CISTERNAS . La calidad del agua variaba de
salobre a dulce ( Éx 15.23–27 ; 2 R 2.19–22 ).
Foto de Gustav Jeeninga
Terrazas en las colinas, una técnica para prevenir la erosión del
suelo, en las fincas que rodean a Belén.
Con razón al agua se le llama «don de Dios» en las regiones donde hay escasez de
ella ( Jn 4.10 ). Su falta es algo grave ( 1 R 17.1ss ; Jl 1.20 ), así como su contaminación (
Éx 7.17ss ; cf. 15.23 ). En tiempos de guerra era común cortar las fuentes que abastecían
una ciudad ( 2 R 3.19 , 25 ; 2 Cr 32.30 ) para obligarla a racionar el agua ( Lm 5.4 ; Ez
4.11 , 16 ).
Tanto ayer como hoy, la vida de las personas, los animales y las plantas depende en
gran parte del agua. Proporciona vida, refrigerio, crecimiento y fruto ( Sal 1.3 ; 23.2 ;
65.9 ). Su escasez aniquila con ardiente sed ( Éx 17.3 ; Jue 15.18 ; Is 5.13 ; Jn 19.28 ).
Por esto, se usa también en sentido figurado para representar las bendiciones que Dios
derrama y que el creyente anhela. Dios, revelado en el Antiguo Testamento y manifestado
en Cristo, es fuente del agua espiritual ( Sal 63.1 ; Is 32.2 ; Jer 2.13 ; Jn 4.13s ; 7.37–39 ),
agua que se derramará en abundancia sobre su pueblo en el futuro ( Is 35.6 , 7 ).
Aun en el presente, el Espíritu Santo que se derramó cuando Cristo fue glorificado (
Jn 7.39 ) nos bautiza en un cuerpo ( 1 Co 12.13 ; cf. Jn 3.5 ). A veces el simbolismo del
agua incluye la Palabra de Dios ( Is 55.10s ; Am 8.11s ) o de Cristo ( Jn 15.3 ). Todo el
sistema ceremonial da importancia a los lavamientos. No solo sacerdotes y levitas ( Éx
29.4 ; Nm 8.7 ), sino las personas en general, practicaban diferentes abluciones ( Lv
11.40 ; 15.5ss ). Con este trasfondo apareció Juan el Bautista predicando un → BAUTISMO
de arrepentimiento. En el Nuevo Testamento, este aspecto del perdón de pecados ocupa
un lugar prominente en varias referencias al agua (p. ej., Ef 5.26 ; Heb 10.22 ).
Las aguas del caos primitivo ( Gn 1.2 ), aunque Dios las colocó en su lugar (sobre los
cielos, Gn 1.7 ; Sal 148.4 ; o debajo de la tierra, Éx 20.4 ; Sal 136.6 ), siguen como
posible instrumento de muerte en sus manos ( Gn 7.10s ; Éx 14.26s ). Los judíos que
rechazaron «las aguas del Siloé, que corren mansamente» (las bendiciones de la Palabra
de Dios en Jerusalén), serían asolados por «aguas de ríos, impetuosas y muchas», figura
de la invasión asiria ( Is 8.6s ). Pero aun en medio de esta tribulación o juicio divino, el
rescate del creyente no está lejos debido a la misericordia de Dios ( Is 43.2 ; 59.19 ; Mt
7.26s ; 1 P 3.20s ).
La inestabilidad de carácter se simboliza a veces como aguas turbulentas y volubles (
Gn 49.4 ; Stg 1.6 ).
AGUAS DE CELO Aguas tomadas quizás de la fuente de bronce y usadas en el rito
cuando el marido sospechaba de su mujer sin poder comprobar la infidelidad ( Nm 5.11–
31 ). El sacerdote escribía en un rollo la maldición de Dios sobre el adulterio y luego
borraba las letras con aguas en que había echado polvo del suelo del tabernáculo. El
polvo representaba la santidad de Jehová que moraba en el tabernáculo y la tinta su ira
contra el adulterio. Se mecía la ofrenda de un efa de harina de cebada y se quemaba un
puñado de ella sobre el altar. Luego, las aguas de celo preparadas, que simbolizaban la
afrenta de la mujer, se les daban a beber ante el Santo Israel, quien la juzgaría.
AGUIJÓN Término para indicar todo objeto punzante ( 1 Co 15.55ss ), como por
ejemplo el aguijón de los escorpiones ( Ap 9.10 ). En Jue 3.31 y 1 S 13.21 es una punta
de hierro que servía para castigar a los bueyes, de donde, en lenguaje figurado, se originó
el proverbio «dar coces contra el aguijón», que indica resistencia inútil a una fuerza
superior. Pablo escuchó este proverbio de labios del Señor ( Hch 26.14 ).
ÁGUILA Ave rapaz de 80 a 90 cm de altura, que en algunas especies puede alcanzar 1
m de longitud y 2, 5 m de envergadura. Posee pico recto en la base y curvo en la punta,
fuerte musculatura y vuelo rapidísimo. En la Tierra Santa viven unas ocho variedades de
águilas y cuatro de buitres. A estos últimos parece referirse la Biblia cuando menciona la
calvicie del águila ( Miq 1.16 ) y su alimentación a base de carroñas ( Pr 30.17 ; Mt 24.28
; Lc 17.37 ). Por esto último figura entre los animales prohibidos ( Lv 11.13 ; Dt 14.12 ).
Las costumbres del águila sirven en la Biblia para diversas comparaciones. El hábito
de hacer su nido en las alturas ( Job 39.27 ) simboliza la soberbia de Edom ( Jer 49.16 ;
Abd 4 ). La rapidez de su vuelo ( Job 9.26 ; 2 S 1.23 ; Lm 4.19 ) representa la ligereza de
un ejército para invadir pueblos extraños como Moab ( Jer 48.40 ) y Edom ( Jer 49.22 ), o
al propio pueblo de Israel ( Dt 28.49 ; Jer 4.13 ; Os 8.1 ; Hab 1.8 ). Ilustra también la
prontitud con que se disipan las riquezas ( Pr 23.5 ).
Para proteger sus crías y enseñarles a volar, el águila las obliga a salir del nido y
vuela por debajo y al lado de ellas vigilando el primer vuelo. Esta figura ilustra en Éx
19.4 , 5 y Dt 32.11 el cuidado amoroso de Dios con su pueblo. Es probable que sirva de
base también a Ap 12.14 .
En la visión de Ezequiel de la gloria divina hay una semejanza de águila, de
significado discutido ( Ez 1.10 ; 10.14 ), que vuelve a mencionarse en Ap 4.7 . En la
parábola de Ez 17 , Babilonia y Egipto están simbolizadas por un águila.
AGUJA → CAMELLO .
AGUR Persona que compiló las máximas de Proverbios 30 . No se sabe quién era, pero
algunos creen que era natural del norte de Arabia, porque massa , traducida «profecía» en
Pr 30.1 y 31.1 , podría referirse al sitio denominado Massa (cf. Gn 25.14 ; 1 Cr 1.30 ).
AHAVA Población de Babilonia en la que Esdras reunió a quienes le acompañarían en
su viaje a Jerusalén ( Esd 8.15 ). Había también un río del mismo nombre ( Esd 8.21 , 31
).
AHÍAS ( mi hermano es el Señor ). Nombre de nueve personas en el Antiguo
Testamento.
1. Sacerdote (quizás sumo sacerdote), bisnieto de Elí ( 1 S 14.3 , 18 ). Posiblemente
debe identificársele con Abimelec ( 21.1 ; 22.9 ).
2. Profeta que protestó contra la idolatría de Salomón y profetizó, simbólicamente, la
división consecuente del reino de Israel. Rasgó su capa en doce pedazos y entregó diez a
Jeroboam ( 1 R 11.30–39 ), quien para evadir la ira de Salomón se refugió con Sisac, rey
de Egipto ( 11.40 ). Cuando Jeroboam también se volvió idólatra, Ahías profetizó el
exterminio de la casa de este y el cautiverio de Israel ( 1 R 14.6–16 ).
3. Otros siete personajes llevaron este nombre: 1 R 4.3 ; 15.27 ; 1 Cr 2.25 ; 8.7 ; 11.36
; 26.20 ; Neh 10.26 .
AHICAM ( mi hermano se ha levantado ). Funcionario de Josías ( 2 R 22.12 , 14 ; 2 Cr
34.20 ). Protegió a Jeremías cuando los sacerdotes y profetas demandaban su muerte ( Jer
26.24 ). Fue padre de Gedalías, a quien Nabucodonosor nombró gobernador de Judá ( 2 R
25.22 ).
AHIMAAS ( hermano poderoso ).
1. Padre de Ahinoam, esposa de Saúl ( 1 S 14.50 ).
2. Hijo de Sadoc. Corredor veloz ( 2 S 18.27 ) que, junto con su padre, sirvió a David
como espía en Jerusalén durante la sublevación de Absalón ( 2 S 15.27 , 36 ). Ahimaas y
Jonatán, hijo de Abiatar, llevaron a David la noticia de la victoria sobre Absalón. No le
informaron, sin embargo, que Absalón había muerto ( 2 S 18.19–23 ).
3. Funcionario de Salomón ( 1 R 4.15 ).
AHIMELEC ( mi hermano es rey ). Nombre de tres hombres en el Antiguo
Testamento.
1. Sumo sacerdote, hijo de Ahitob, y bisnieto de Elí. Fue el sacerdote de Nob que dio
a David el pan de la proposición y la espada de Goliat cuando David huía de Saúl. (Cristo
aprovechó este incidente para reprimir el legalismo de los fariseos [ Mc 2.26 ]). Por haber
ayudado al enemigo del rey, este mandó matar a Ahimelec y a 85 sacerdotes de Nob ( 1 S
21 ; 22 ).
2. Hijo de Abiatar, tal vez nieto del Ahimelec hijo de Ahitob. En algunos pasajes de
Crónicas se llama «Abimelec» ( 1 Cr 18.16 ). Fue sumo sacerdote durante el reinado de
David ( 2 S 8.17 ).
3. Heteo que fue compañero de David durante el tiempo en que Saúl lo perseguía ( 1
S 26.6 ).
AHINOAM ( mi hermano es gozo ). Nombre de dos mujeres en el Antiguo
Testamento.
1. Esposa de Saúl e hija de Ahimaas ( 1 S 14.50 ).
2. Mujer de Jezreel, esposa de David y madre de Amnón, primogénito de David ( 1 S
25.43 ; 2 S 3.2 ).
AHITOB ( hermano del bien ). Nombre de tres hombres en el Antiguo Testamento.
1. Hijo de Finees, nieto de Elí y padre de Ahías ( 1 S 14.3 ). Ejerció el sacerdocio en
tiempo de Saúl.
2. Padre de Ahimelec. Tal vez se identifique con el anterior ( 1 S 22.9 ).
3. Padre de Sadoc ( 2 S 8.17 ; 1 Cr 6.7 , 8 ). Hijo de Amarías, del linaje de Leví ( 1 Cr
18.16 ; Esd 7.2 ).
AHITOFEL ( hermano de la locura ). Natural de Gilo en Judá ( 2 S 15.12 ). Al
principio fue uno de los más íntimos consejeros de David ( 2 S 16.23 ). No obstante,
cuando se rebeló Absalón, abrazó la causa de este y se convirtió en enemigo del rey.
Aconsejó a Absalón que atacara a David inmediatamente, pero Husai, amigo de David,
desbarató su plan. Previendo la inminente derrota que iba a sufrir Absalón, Ahitofel
volvió a su casa y se ahorcó ( 2 S 15–17 ).
AHOGADO Levítico 17.13 prohíbe comer la carne de un animal sin que antes se
derrame su → SANGRE , ya que esta es el vehículo y símbolo de la vida del animal (v. 14 )
y por lo tanto desempeña un papel muy importante en el ritual de los judíos. Solo Dios,
dador de la vida, puede disponer de la sangre.
Para quienes observaban la Ley, entonces, beber o comer sangre era repugnante. Los
animales sacrificados en un matadero que solo ahogaban las víctimas, en vez de
degollarlas y vaciarlas de su sangre, se consideraban inmundos. Era natural, por tanto,
que el partido judaizante dentro de la iglesia primitiva sugiriera en el → CONCILIO DE
JERUSALÉN que los recién convertidos del paganismo se abstuvieran de ahogado ( Hch
15.20 , 29 ; 21.25 , pasajes no muy seguros textualmente). Tal concesión a los escrúpulos
judíos facilitaría el compañerismo de mesa entre los cristianos.
AHOLA, AHOLIBA Nombres de las dos mujeres simbólicas de Ez 23 . Ahola ( la
que posee un tabernáculo ) representa a Samaria, el reino del norte, y Aholiba ( mi
tabernáculo en ella ), a Jerusalén, el reino del sur. Aunque Samaria tenía un lugar de
adoración, el verdadero santuario de Jehová ( mi tabernáculo ) estaba en Jerusalén.
AHOLIBAMA ( tienda del lugar alto ). Nombre de un hombre y una mujer en el
Antiguo Testamento.
1. Hevea, una de las esposas de Esaú, y madre de tres jefes de tribu en Edom ( Gn
36.2 , 18 ).
2. Uno de los jefes de la tribu edomita ( Gn 36.41 ; 1 Cr 1.52 ).
AHORCADURA Acción de ahorcar o ahorcarse. Probablemente, los israelitas no
aplicaban la horca como pena de muerte, pero a veces colgaban de un árbol o poste los
cadáveres de los condenados ( Dt 21.22 ; 2 S 4.12 ) para mostrar que habían sido
ejecutados. Al privarles de sepultura, y dejarles a merced de los animales de rapiña, se
agravaba el castigo de los culpables. Más tarde, la ley deuteronómica prohibió que el
delincuente colgara del madero después de la puesta del sol ( Dt 21.23 ; Jos 10.27 ; Gl
3.13 ).
AÍN ( ojo , fuente ). Nombre de dos ciudades en el Antiguo Testamento.
1. Ciudad asignada primeramente a Judá ( Jos 15.32 ) y después a Simeón ( Jos 19.7 ;
1 Cr 4.32 ). Era ciudad de los sacerdotes ( Jos 21.16 ). Se llamaba Asán en 1 Cr 6.59 .
Quedaba 15 km al nordeste de Beerseba.
2. Lugar en el límite norte de Canaán, al oeste de Ribla ( Nm 34.11 ).
AINÓN → ENÓN .
AIRE Término que en la Biblia se usa de varias maneras:
1. Para referirse al vacío que media entre tierra y firmamento. Es la región de las aves
( Dt 4.17 ; Dn 4.12 , 21 ), muy susceptible a plagas que afectan el ambiente humano ( Ap
9.1–3 ; 16.17 , 18 ). El hebreo no tenía otra expresión que «bajo el cielo» para designar lo
que nosotros llamamos atmósfera. La expresión «lanzar al aire» ( Hch 22.23 ) equivale a
«lanzar hacia arriba».
2. Para referirse a la habitación de los espíritus malos, según la creencia popular
griega, que influyó en el judaísmo tardío. El príncipe de tal «potestad» ( Ef 2.2 ) es
Satanás, quien opera en las personas desobedientes. Es en esta misma esfera donde
aparecerá Jesucristo en su gloriosa venida ( 1 Ts 4.17 ).
3. En el sentido de viento. El aire puede ser la brisa fresca de la tarde ( Gn 3.8 ) o el
bochorno destructor ( Is 27.8 ).
4. En el sentido de «nada». «Golpear el aire» ( 1 Co 9.26 ) significa «lidiar en vano».
«Hablar al aire» ( 1 Co 14.9 ) es hablar en lenguas que los oyentes no comprenden.
AJALÓN ( lugar de ciervo ). Nombre de dos ciudades en Isarael.
1. Aldea situada unos 20 km al noroeste de Jerusalén ( Jos 10.12 ; 2 Cr 28.18 ) que se
repartió entre la tribu de Dan ( Jue 1.34 , 35 ). Luego se designó ciudad levítica para los
coatitas ( Jos 21.20 , 24 ; 1 Cr 6.69 ). Después de la separación entre Israel y Judá, quedó
como parte de Benjamín. Roboam la fortificó para proteger a Jerusalén, pero los filisteos
la ocuparon en días de Acaz ( 2 Cr 11.10 ; 28.18 ). Hoy se llama Yalo.
2. Lugar en Zabulón donde enterraron al juez → ELÓN ( Jue 12.12 ).
AJELET-SAHAR (en hebreo, cierva del amanecer ). Nombre de una melodía de
caza con la que se cantaba el Salmo 22 . Quizás aludía a la victoria después de la noche
de aflicción.
AJO Vegetal bulboso de olor y sabor intensos. Es muy estimado en el Oriente. En la
Biblia aparece solamente en Nm 11.5 .
ALABANZA Aspecto de la → ADORACIÓN en que se le rinde honor a Dios ( 2 Cr 7.3 ).
Producto de la alegría santa ( Sal 9.1 , 2 ; 63.5 ; 100 ). La alabanza se expresa a veces con
cánticos, música y danzas ( 2 Cr 7.6 ; Sal 28.7 ; 40.3 ; 95.1 , 2 ; 149.1–3 ; 150 ).
Dios exige la alabanza ( Sal 50.14 ; Ap 19.5 ) y es digno de ella ( 2 S 22.4 ; Sal 48.1 ;
145.3 ) porque es único ( 2 Cr 6.14 , 15 ; Sal 113 ), bueno ( Sal 106.1 ; Jer 33.11 ), grande
( 1 Cr 16.25 , 26 ; Sal 150.2 ), poderoso ( 1 Cr 29.11–13 ; Sal 21.13 ), misericordioso ( 2
Cr 20.21 ; Sal 57.9 , 10 ; 107.1 ; 138.2 ) y justo ( Dn 4.37 ; Sal 7.17 ). Merece alabanza
por sus obras ( 1 Cr 16.8 , 9 ; Sal 78.4 ; 106.2 ; Is 25.1 ; Lc 19.37 ) y por su Palabra ( Sal
56.4 , 10 ). La alabanza surge espontáneamente frente a los milagros de Dios ( Lc 18.43 ;
Hch 3.8 ), sus dones ( Dn 2.23 ; Hch 11.17 , 18 ) y su ayuda ( Sal 30.11 , 12 ; 109.30 , 31
; 118.21 ).
Los que alaban a Dios son generalmente sus siervos ( Sal 113.1 ) celestiales ( Lc 2.13
, 14 ; Sal 148.2 ) y terrenales ( Sal 148.14 ; 149.1 , 2 ; Hch 2.47 ; Ro 15.8–11 ) de toda
condición ( Ap 19.5 ) y edad ( Sal 148.12 ; Mt 21.16 ). Pero también le glorifican los
pueblos y las naciones ( Sal 67.3–5 ; 117.1 ), los reyes ( Sal 138.4 ; 148.11 ), la creación (
Sal 69.34 ; 145.10 ; 148.3–10 ) y todo lo que respira ( Sal 150.6 ). La alabanza ocupará
eternamente al pueblo de Dios ( Sal 30.12 ; 79.13 ; 84.4 ).
ALABASTRO Piedra blanda de color crema claro con venas visibles. Aunque en el
Antilíbano se ha hallado un yacimiento de alabastro, el material no se menciona en el
Antiguo Testamento. Todos los objetos de alabastro hallados en Palestina se importaban
de Egipto (la mayoría) o se producían localmente según modelos egipcios. En otras partes
el alabastro se empleaba en columnas y diversos adornos en los templos.
En Mc 14.3 , «alabastro» se refiere, según se entendía en griego, a un vaso de
ungüento sin asas y de cualquier material. Eran comunes en ese período pequeños frascos
de vidrio, cuyo largo cuello tenía que romperse para que el dueño tuviera acceso al
contenido.
ÁLAMO (en hebreo libne , blanco ). Es el estoraque, arbusto de 3 m de alto, de hojas
blanquecinas por el envés y flores blancas ( Gn 30.37 ; Os 4.13 ). Es muy común en el
Mediterráneo oriental. ( → ESTACTE .)
ALAMOT (en hebreo, vı́rgenes ). Término musical de significado incierto, que tal vez
se refería a música para voces femeninas, instrumentos de tonos agudos o instrumentos
ejecutados por vírgenes ( 1 Cr 15.20 ; Sal 46 , título).
ALDEA Denota una agrupación de casas que no constituye un municipio y está
agregada a un pueblo mayor. A veces se refiere a los barrios que se encontraban fuera de
las murallas de una ciudad principal ( Nm 21.25 , 32 ; 32.42 ; 2 Cr 28.18 ; Neh 11.25–31
).
ALEGORÍA Metáfora extendida o continuada, que puede prolongarse desde dos ideas
hasta todo un volumen completo, como en el caso de La Divina Comedia de Dante
Alighieri. En la Biblia encontramos alegorías tanto en el Antiguo Testamento como en el
Nuevo Testamento. Por ejemplo: Sal 80.8–16 ; Mt 13.1–10 , 31 , 32 ; Mc 4.21 , etc; Jn
10.1–16 ; Ef 6.13–17 . Aunque por siglos el → CANTAR DE LOS CANTARES se consideró una
alegoría, hoy en día se aprecia más su aplicación histórica. La expresión paulina «lo cual
es una alegoría» ( Gl 4.24 ) significa que los sucesos de la vida de estos personajes del
Antiguo Testamento se han aplicado alegóricamente.
En la apologética cristiana de los primeros siglos hubo una fuerte tendencia a la
«alegorización» de muchos pasajes bíblicos, y esto ocultaba su mensaje directo a los no
iniciados. Las alegorías pueden ser útiles para ilustrar conceptos difíciles, pero su uso
indiscriminado suele impedir que la Palabra de Dios llegue a nuestros corazones con toda
su claridad.
ALEGRÍA → GOZO .
ALEJANDRÍA Ciudad fundada en 331 a.C. por → ALEJANDRO MAGNO , en una
estrecha franja de terreno al oeste de la desembocadura del Nilo, entre el lago Mareotis y
el mar Mediterráneo. Al desmembrarse el Imperio de Alejandro, Alejandría pasó a ser la
capital de Egipto bajo los → TOLOMEOS . En 30 a.C., Egipto, y Alejandría con él, quedaron
anexados al Imperio Romano.
Puesto que Alejandría surgió después del período veterotestamentario y que los viajes
de Pablo nunca le llevaron a Egipto, las referencias bíblicas a la ciudad son escasas. En el
Nuevo Testamento se hace referencia a los judíos alejandrinos que poseían una sinagoga
propia en Jerusalén ( Hch 6.9 ); según parece emigraron a Palestina debido a las
persecuciones a los judíos en Alejandría. Por sus disputas con → ESTEBAN , concluimos
que eran muy apegados a la Ley y al templo. Hay referencias también al origen
alejandrino de → APOLOS ( Hch 18.24 ) y a las dos ocasiones en que Pablo tomó barcos de
la flotilla alejandrina ( Hch 27.6 ; 28.11 ).
Vista aérea de la localización costera de Alejandría, Egipto. Se
muestra la localización de la antigua ciudad dentro de las líneas
blancas.
Alejandría fue una ciudad de gran importancia durante el período intertestamentario y
los primeros siglos del cristianismo. Económicamente, su envidiable situación geográfica
hacía de ella el eje del comercio entre el Oriente y el Occidente. En lo cultural y
religioso, esa misma posición geográfica daba lugar a que en Alejandría se diesen cita
diversas corrientes de pensamiento, así como diferentes religiones, y a que todo esto se
mezclase y confundiese en sistemas filosóficos eclécticos y doctrinas religiosas de
carácter sincretista.
Allí estaba el famoso museo, o templo de las musas, centro de estudios superiores en
el que se reunían las más preclaras mentes de la época para dedicarse a estudios, no solo
de filosofía, sino también de matemáticas, astronomía, zoología y otras ciencias. El
aspecto más importante de este museo era su enorme biblioteca que junto con la otra que
se encontraba en el templo de Serapis, constituía la mayor colección de libros de la
antigüedad. Alejandría, pues, fue el principal centro del pensamiento filosófico y
teológico original, tanto entre creyentes de otras religiones como entre judíos y cristianos.
Desde muy temprano, hubo aquí una colonia judía que poseía su barrio propio y que
alcanzó el número de un millón, según Filón. Muchos de estos judíos olvidaron la lengua
hebrea y por ello fue necesario producir la traducción del Antiguo Testamento al griego
llamada → SEPTUAGINTA (LXX). Entre estos judíos se destacó Filón de Alejandría, quien
hizo todo lo posible por armonizar la religión hebrea con el pensamiento filosófico
griego, valiéndose de la interpretación alegórica de las Escrituras.
No sabemos cómo llegó el cristianismo a Alejandría, aunque Eusebio, afirma en su
Historia Eclesiástica (ii, 16) que fue San Marcos el que lo llevó. En todo caso, la
influencia del ambiente alejandrino se hizo sentir desde muy temprano en ciertos círculos
cristianos, como ejemplifican la Epístola a los → HEBREOS y la seudónima Epístola de
Bernabé (compuesta en Alejandría por algún cristiano del siglo II).
ALEJANDRO ( defensor de hombres ). Nombre helénico común, adoptado por
muchos judíos.
1. Hijo de Simón de Cirene el que llevó la cruz de Cristo ( Mc 15.21 ). Probablemente
él y su hermano Rufo eran cristianos prominentes cuando se escribió Marcos ( Ro 16.13
).
2. Miembro saduceo del consejo que condenó a Pedro y a Juan ( Hch 4.6 ).
3. Judío que trató en vano de apaciguar el alboroto en Éfeso ( Hch 19.33s ). La
conmoción se inició como una protesta contra Pablo, pero se volvió una manifestación
antisemita.
4. Maestro pernicioso que con → HIMENEO trastornó la fe de algunos ( 2 Ti 1.20 ; cf. 2
Ti 2.17s ). Pablo lo «entregó a Satanás» como castigo por sus blasfemias.
5. Calderero de Éfeso que se oponía a Pablo ( 2 Ti 4.14s ). Es posible que este
Alejandro y el No. 4 sean idénticos. Algunos también identifican al No. 3 con este.
ALEJANDRO MAGNO Nombre por el que se conoce a Alejandro III de
Macedonia (356–323 a.C.), hijo de Felipe II. Durante su juventud fue discípulo de
Aristóteles, por quien siempre sintió gran estima. En 336 a.C. heredó el trono de
Macedonia y dos años después se lanzó a la gran empresa de conquistar el Oriente. Tras
derrotar a los ejércitos de Darío en las batallas de Gránico e Iso, atravesó el Asia Menor,
Siria y Palestina, y en 331 conquistó a Egipto. La batalla de Gaugamela vio la derrota
final de Darío y con ella Alejandro quedó como dueño del Imperio Persa. Su avance hacia
el Oriente le llevó allende las fronteras de la India, pero cuando iba de vuelta hacia su
patria murió en Babilonia debido a una fiebre. En seguida, sus generales se disputaron y
dividieron el enorme imperio que se forjó en el transcurso de once años.
Foto de Howard Vos
Busto de Alejandro Magno, conquistador militar griego.
Los historiadores concuerdan en que Alejandro trató bien a los judíos. Era parte de su
política de conquista ganarse la simpatía de los pueblos conquistados, a fin de defender
su retaguardia y la integridad de su imperio. Aparte de las referencias de 1 Mac 1.1–8 y
6.2 , todas las referencias del Antiguo Testamento a su persona se hacen de manera
velada. Entre estas se cuentan: Dn 2.32 , 39 (piernas de hierro de la estatua); 7.6 , 17 (la
tercera bestia); 8.5 , 8 , 21s (el macho cabrío); 11.3s (el rey valiente). También es posible
que Zac 9.1–18 se refiera a la conquista de Palestina por parte de Alejandro.
Sus conquistas, que unificaron buena parte del mundo conocido y extendieron el uso
de la lengua griega, abrieron el camino al helenismo y, más tarde, a la expansión del
cristianismo.
ALELUYA (termino hebreo load a Jah , forma abreviada de → JEHOVÁ ). Antigua
exclamación litúrgica de regocijo y alabanza, con la que 24 salmos comienzan, terminan
o ambas cosas (p. ej., 106; 111–113; 115–117; 146–150). Originalmente la pronunciaba el
cantor, el sacerdote y los levitas, y luego la repetía el pueblo. Se cree que llegó a ser un
llamado habitual a la adoración en el culto del templo.
En el Nuevo Testamento solo aparece en Ap 19.1–6 , como grito de júbilo. Los
salmos aleluyáticos ocuparon un importante lugar en la sinagoga, y entre ellos
especialmente el Gran Hallel ( Sal 113–118 ) que se piensa que Jesús y los apóstoles lo
entonaron después de la última cena ( Mc 14.26 //).
ALFA Y OMEGA Término que presenta a Dios como causa y fin de todas las cosas.
Se deriva de las letras primera y última del alfabeto griego y, en última instancia, de
especulaciones místicas sobre el nombre de Dios. Destaca la acción divina no solo en la
creación y en la consumación, sino en un presente continuo (los tres elementos: «que es y
que era y que ha de venir», Ap 1.8 ; cf. Éx 3.14 ; Is 44.6 ). En Apocalipsis esta frase se
aplica no solo al Padre ( 1.8 ), sino también al Hijo ( 21.6 ; 22.13 ; los mejores
manuscritos la omiten en 1.11 ); cf. Ap 2.8 ; Ro 11.36 ; Ef 1.10 .
ALFABETO Nombre que se da al conjunto de letras que se emplean en la escritura. El
término mismo se deriva del nombre de las dos primeras letras del alfabeto griego, alfa y
beta , de igual modo que en español se dice también «abecedario» porque las tres
primeras letras se llaman «a», «be» y «ce».
No todas las formas de escritura emplean un alfabeto pues hay sistemas de escritura
silábica e ideográfica ( → ESCRITURA ). Lo que caracteriza a la escritura alfabética es que
cada sonido se representa con un símbolo distinto, llamado «letra», y que combinando
tales símbolos se forman sílabas, palabras y oraciones.
Los primeros indicios de un alfabeto se encuentran entre 1800 y 1500 a.C. en Siria
Palestina. Hay semejanzas entre ese alfabeto semítico y ciertos jeroglíficos egipcios, pero
el alfabeto representa un gran adelanto sobre los complicados sistemas de escritura
usados desde ca. 3000 a.C. en Egipto y Mesopotamia. Ninguno de los pueblos de los
alrededores concibió la idea de dividir las palabras en sus sonidos básicos y representar
cada sonido con un símbolo. Luego, los semitas han aportado al desarrollo de la
humanidad no solo su religión, sino también el alfabeto, pues todos los alfabetos
modernos se derivan del semítico, bien por adaptación o bien por imitación.
Posiblemente el orden de las letras fue desde el principio muy parecido al que
conocemos hoy, pues se han encontrado textos escritos ca. 1500 a.C. en los que ese orden
es básicamente el mismo. Los fenicios y los hebreos ordenaban las letras de un mismo
modo, como puede verse por ejemplo en el Sal 119 . Es más, los nombres griegos de las
letras alfa y beta se derivan de los nombres semíticos de esas mismas letras alef («buey»)
y beth («casa»), que eran también las dos primeras del alfabeto semítico.
De los fenicios, el alfabeto pasó a los griegos, quienes lo mejoraron al cambiar el
sentido de algunos símbolos para representar las vocales. Los semitas solo tenían letras
consonantes.
Con ciertos cambios en la forma de las letras, la inclusión de algunas y la eliminación
de otras, nuestro alfabeto es el mismo de los griegos.
ALFARERO Artesano que con el barro humedecido elabora toda suerte de vasijas. El
oficio se conoció desde los más remotos tiempos. Algunas antiguas pinturas egipcias
representan al alfarero amasando, torneando y dando forma al barro ( Is 41.25 ).
Entre los israelitas la alfarería se popularizó rápidamente ( 1 R 17.12 ; Sal 60.8 ).
Algunas vasijas se usaban para actos rituales ( Lv 14.50 ).
Foto: Colección fotográfica Matson
Un alfarero mueve con el pie una plataforma giratoria al moldear
una jarra de barro.
El arte del alfarero dio al lenguaje bíblico muchas de sus imágenes, símiles y
metáforas; p. ej. la fragilidad del barro para recordar las debilidades humanas ( Sal 2.9 ;
Is 30.14 ; 41.25 ), el dominio del alfarero sobre el barro como símil de la soberanía de
Dios ( Is 29.16 ; Jer 18.1–6 ; 64.8 ; Ro 9.20 ), etc.
ALFEO (del arameo Jalfai , de significado dudoso).
1. Padre de → LEVÍ , el cobrador de tributos en Capernaum ( Mc 2.14 ).
2. Padre del apóstol Jacobo «el menor» ( Mt 10.3 ; Mc 3.18 ; Lc 6.15 ; Hch 1.13 ). La
mención de «hijo de Alfeo», distingue a este segundo Jacobo de su compañero en el
apostolado, Jacobo hijo de Zebedeo. Una antigua tradición pretende identificar a Alfeo
con el → CLEOFAS , esposo de María, de Jn 19.25 , ya que en Mt 27.56 , al referirse al
grupo de mujeres cerca de la cruz, se menciona una «María madre de Jacobo y José». Tal
tradición supone un nombre doble, Alfeo (arameo) y Cleofas (griego). Pero María era un
nombre tan común, que no puede asegurarse que se tratara de la esposa de Cleofas (en
griego, Klope ) y a la vez la madre de Jacobo, aun suponiendo que este Jacobo sea «el
menor» del colegio apostólico. (Para el Kleopas [ Kleópatros ] de Lc 24.18 , → CLEOFAS .)
Su identificación con Alfeo es igualmente precaria.
ALFOLÍ → GRANERO .
ALGA Planta acuática de diversidad de especies. En la Biblia, el nombre es una de las
varias traducciones del hebreo suf , pero solamente se usa en Jon 2.5 .
En la experiencia del profeta se destaca que se trata de una especie particularmente
submarina.
ALGARROBAS Fruto del algarrobo ( ceratonia siliquia ), árbol leguminoso, siempre
verde, de 8 a 10 m de altura, abundante en los países mediterráneos, y de hojas lustrosas y
flores purpúreas agrupadas en racimos. Las algarrobas son en forma de vainas, de unos
15 a 30 cm de largo y 2 ó 3 de ancho. A la vaina, por su forma curva, se le llamaba
keration (en griego, pequeño cuerno ). Contiene varias semillas aplastadas, envueltas en
una pulpa dulce y se usa como forraje para el ganado porcino ( Lc 15.16 ) y vacuno. A
base de su pulpa se prepara un jarabe que algunos investigadores indentifican con la
«miel» bíblica.
ALGUACIL Término usado en dos sentidos en RV:
1. En el sentido de «policía» (en griego, rabdújos ; en latín, lictor ). La mayoría de las
versiones castellanas usan en este caso el tecnicismo lictor (BJ, NC, BC). En Hechos
16.35–38 se narra que los magistrados romanos de Filipos enviaron sus dos lictores
(oficiales subalternos) para liberar a Pablo y a Silas de la cárcel.
2. En el sentido de «criado» o «guardia» (en griego, hyperetes , práktor , Mt 5.25 ;
Mc 14.65 ; Lc 12.58 ; Jn 7.32 ). Se trata de gente asalariada que estaba al servicio de
personas que ejercían alguna clase de autoridad.
ALHEÑA Arbusto aromático que aún hoy crece en En-gadi ( Cnt 4.14 ). Sus flores,
blancas y amarillas, de olor fragante, crecen en racimos. Las hojas de la alheña se trituran
y se mezclan con agua para producir un tinte rojo usado como cosmético por los árabes
de hoy y los antiguos egipcios. Tal vez Cnt 7.5 se refiere a la práctica de teñir los cabellos
con alheña.
ALIANZA En la RV se traduce dieciséis veces la voz hebrea berit por «alianza» en vez
de → PACTO . Esto ocurre generalmente cuando se habla de un pacto puramente humano,
pero nunca tratándose de un pacto con Dios. En 1 S. 11.2 ; 22.8 ; Dn 2.43 ; 11.6 ,
«alianza» es traducción de otras expresiones hebreas y arameas.
ALIMENTOS Desde los tiempos más remotos el hombre recibió leyes exactas en
relación con los alimentos que habría de consumir. En las referencias bíblicas más
antiguas se prescribe una alimentación a base de verduras y frutas ( Gn 1.29s ); luego se
incluyen carnes ( Gn 9.3 ). Pero siempre Dios como creador se reservó el derecho de
establecer tabúes. Prohibió ora una fruta particular ( Gn 2.16s ), ora la → SANGRE ( Gn 9.4
, → AHOGADO ). La lista de prohibiciones (de carnes contaminadas, de frutas de árboles
jóvenes, de víctimas ofrecidas a Dios, etc.) fue aumentando a tal punto que casi se
necesitaba un curso especial para conocer los alimentos que debían consumirse o no.
En el Antiguo Testamento los alimentos se dividen en → PUROS e → INMUNDOS . La
Ley contiene fuertes sanciones para quien consuma alimentos prohibidos ( Lv 17.10 , 14
). Los judíos que se mantenían celosamente fieles a estas leyes evitaban incluir alimentos
que no estuvieren catalogados en las leyes alimentarias ( Lv 11 ; Dt 14 ). El caso mejor
conocido es el de → DANIEL , contenido en el libro del mismo nombre.
Foto: Oficina de prensa gubernamental, Israel
En los tiempos bíblicos, muchas veces el alimento se almacenaba
bajo el suelo. Los arqueólogos descubrieron restos de grano, frijoles
y uvas en estos silos de almacenaje subterráneo que datan más o
menos del 4000 a.C.
El Nuevo Testamento se desarrolla en un contexto en donde esas regulaciones
alimentarias están vigentes. Jesús mismo y gran parte de sus discípulos respetaban esta
legislación. Al extenderse el cristianismo, las iglesias gentiles o mixtas tuvieron fuertes
tensiones alrededor de esta problemática (como lo indica Gl 2.11ss ; véanse también Hch
10–11 ; 1 Co 10 ; 11.17ss ). Esto llevó a la celebración de un → CONCILIO en Jerusalén en
el que se declaró que el nuevo pueblo era libre de tales costumbres ( Hch 15.24–29 ). San
Pablo se constituyó en abanderado de la nueva doctrina, basada en la conciencia educada
por el amor. Sin embargo, las tensiones entre los líderes al respecto no acabaron ahí.
Entre los alimentos puros más utilizados por los judíos en los tiempos bíblicos se
destacan los vegetales: frijoles, lentejas, cebollas, uvas, higos y dátiles ( Gn 25.29–34 ; 2
R 4.38–44 ). También se utilizaban pepinos, melones, puerros y pescado ( Nm 11.5 ).
Desde los días de los patriarcas, los judíos preparaban banquetes para sus amigos ( →
HOSPITALIDAD ) utilizando especialmente carne de cabritos y carneros ( Gn 18.7 ; 1 S 16.20
; 1 R 4.22s ; Lc 15.23 , 27 ). Este tipo de alimentación era muy diferente de la de los
romanos, quienes usaban además el cerdo, preparaban varios tipos de embutidos y
comían mariscos.
Foto de Willem A. VanGemeren
Trigo, una importante fuente de alimento en Palestina, creciendo en
terraplenes en una colina de Judea.
Junto con las leyes sobre la alimentación física, los judíos recibieron instrucciones
sobre el valor de los manjares del espíritu. El estudio de las Sagradas Escrituras ( Dt 8.3 ;
Sal 119 ; Mt 4.4 ) y su puesta en práctica es un nuevo → MANÁ que nutre al creyente ( Pr
9.4 , 5 ; Jn 4.34 ; 1 Co 3.2 ; 1 Ti 4.6 ). Esta búsqueda de los bienes espirituales deja en
manos de Dios la provisión de los bienes materiales ( Mt 6.25–34 ; Lc 11.3 , // → PAN ).
El → HAMBRE nos recuerda nuestra dependencia absoluta del Creador y Sustentador.
ALJABA Receptáculo donde los arqueros, soldados o cazadores llevaban sus →
FLECHAS . Los que andaban a pie la llevaban pendiente de una correa colgada al hombro.
La palabra se usa en sentido literal ( Gn 27.3 ; Is 22.6 ) y metafórico: como el círculo de
la familia ( Sal 127.5 ), lugar de protección ( Is 49.2 ) y sepulcro ( Jer 5.16 ).
ALMA Término que en el Antiguo Testamento es traducción común del sustantivo
hebreo nefesh , que a su vez se deriva del verbo nafash ( respirar , rehacerse ). Aparece
unas 755 veces en el Antiguo Testamento con significados muy variados.
Tal vez el sentido original de nefesh haya sido «garganta» (canal de la respiración) o
«cuello», como el acadio napishtu , pues este sentido se conserva en el Antiguo
Testamento en textos como Sal 69.1 y Jon 2.7 . De allí viene el sentido de «soplo» de
vida ( → ESPÍRITU ), como en Job 41.21 («aliento», RV). Así, en hebreo, morir se expresa
muchas veces por «exhalar la nefesh » ( Jer 15.9 , BJ). Puesto que la respiración es señal
de vida, el alma («soplo») se considera como el principio de la vida ( Gn 35.18 ).
Además, «hacer volver la nefesh » significa hacer revivir ( 1 R 17.21s ); salvar la nefesh
de una persona es salvar su vida ( Sal 72.13s ).
La nefesh («vida») de la carne está en la → SANGRE ( Lv 17.11 ). En un sentido más
amplio, nefesh puede definir a un ser vivo en la totalidad de su existencia, sea animal (
Gn 1.20 , 21 , 24 ; «seres») o ser humano ( Éx 1.5 ; «personas»). En este sentido nefesh se
utiliza también para denotar la acción de amarse a sí mismo: amar como a su nefesh
significa «como a sí mismo» ( 1 S 18.1 ). A veces nefesh también designa a un cadáver,
quizás por eufemismo ( Lv 21.1 ; «muerto»).
En contraste con el pensamiento filosófico griego (p. ej., Platón), es notable que el
Antiguo Testamento jamás habla de la inmortalidad del alma. Al contrario, se dice que la
nefesh muere ( Nm 23.10 ; Jue 16.30 , donde nefesh se traduce «yo»). La nefesh no es
algo distinto del cuerpo que baja al → SEOL , sino el ser humano total ( Sal 16.10 ; 30.3 ).
A los habitantes del Seol no se les llama «almas» ni espíritus, sino «muertos» ( refaim en
Sal 88.10 ; metim en Is 26.14 , 19 ). Hoy día es común reconocer muchas pruebas en el
Antiguo Testamento para una doctrina de la supervivencia del ser humano después de la
muerte, pero estas pruebas llevan más bien a una enseñanza acerca de la persona total y
no del alma en el sentido platónico.
Es notable que además de la vida física, se atribuyen a la nefesh todas las funciones
síquicas. Por ejemplo, los pensamientos se atribuyen a la nefesh ( Est 4.13 , VM), como
también al → CORAZÓN y al → ESPÍRITU . En 2 R 9.15 se traduce por «voluntad». La
nefesh es la sede del amor ( Gn 34.3 ) y el odio ( Sal 11.5 ), de la tristeza ( Sal 42.6 ) y la
alegría ( Sal 86.4 ). Siente hambre ( Sal 107.9 ) y sed ( Pr 25.25 ), pero también busca a
Dios y suspira por Él ( Sal 42.1 , 2 ; 103.1s ).
Así, en la sicología del Antiguo Testamento la nefesh tiene una función muy
semejante a la del → ESPÍRITU . Sin embargo, nefesh significa sobre todo, la vida, mientras
que «espíritu» indica fuerza o poder.
En el Nuevo Testamento «alma» es la traducción común del griego psyjé que a su vez
deriva del verbo psyjo («soplar»), y aparece más o menos cien veces.
Psyjé (como nefesh ) significa a veces «ser viviente», y puede referirse a un animal (
Ap 16.3 , «ser vivo») o a una persona ( Ro 13.1 , «persona»; cf. la forma plural en Hch
7.14 ; 27.37 ). Con el pronombre posesivo, psyjé puede significar también «yo mismo» (
Mt 12.18 ; Jn 12.27 , «mi alma»).
Psyjé muchas veces denota la vida física ( Mt 6.25 ), y es virtualmente sinónimo de
«cuerpo vivo» (p. ej. en Mc 8.35–37 donde «alma» tiene el sentido de «vida»). Quizás
sea la connotación «físico-animal» del sustantivo psyjé lo que determina en ocasiones el
uso del adjetivo psyjikós ( 1 Co 15.44 , «animal»; cf. v. 46 con 2.24 , «natural»).
También psyjé puede indicar el principio de la vida, el cual, vinculado con el cuerpo,
es un aspecto del ser humano total ( Mt 10.28 ; Hch 20.10 , BJ: «su alma está en él»).
Como principio de vida, la psyjé es el asiento de los pensamientos ( Hch 4.32 ; Flp 1.27 ),
las emociones ( Mc 14.34 ; Jn 12.27 ) y los actos de la voluntad ( Ef 6.6 , BC y Taizé; cf.
Col 3.23 ).
Finalmente, como principio de vida, psyjé indica en algunos textos el asiento de una
vida que trasciende la vida terrenal. Este uso, muy parecido al de algunos filósofos
griegos (p. ej., Platón), tiene cierta base en algunos dichos de Jesús ( Mt 10.28 , 39 ; Mc
8.35–37 ), pero se desarrolla en los escritos posteriores ( Heb 6.19 ; 10.39 ; 13.17 ; 1 P
1.9 , 22 ; 2.11 , 25 ). «Alma» llega incluso a significar algo inmortal, distinto del cuerpo (
Ap 6.9 ; 20.4 ). Sin embargo, no se niega la necesidad de la → RESURRECCIÓN corporal (
Ap 20.4s ).
Sería muy aventurado interpretar 1 Ts 5.23 como una enseñanza de la tricotomía
griega (cf. Heb 4.12 ); es más bien una manera de subrayar la totalidad de la persona
(«todo vuestro ser») como objeto de la santificación (cf. Dt 6.4 ; Mc 12.30 ).
Bibliografía:
P. Van Imschoot, Teología del Antiguo Testamento , Ediciones Fax, Madrid, 1969, pp. 351378,386ss.
ALMENDRO Tradúcese así shaqedh (en hebreo, velar , amanecer , Jer 1.11 ), nombre
simbólico del almendro, tal vez porque es el primero en florecer (en enero). Antes de que
aparezcan las hojas, el almendro se cubre de flores blanco-rosadas que le dan un hermoso
aspecto que Ec 12.5 compara con la cabeza cana. También debía traducirse así luz ( Gn
30.37 , RV, «avellano»), que en lenguas afines significa almendro. Quizás el antiguo
nombre de Bet-el, «Luz» ( Gn 28.19 ), se deba a la presencia de almendros en el lugar.
El almendro ( amygdalus communis ) es un árbol de unos 7 m de alto, con hojas
oblongas que caen en invierno. Tienen drupa cuya semilla, la almendra, era fruto dilecto
en el Oriente ( Gn 43.11 ).
Recientemente se ha descubierto almendro silvestre en el Neguev. Todo hace suponer
su existencia en la región sinaítica en la antigüedad y que ahí tenga su origen el uso del
almendro como ornamento en el tabernáculo y en el candelero ( Éx 25.33 , 34 ; 37.19 , 20
).
ALMUD Medida cuyo nombre en RV se traduce de la voz griega modios (BJ, NC y BC
la traducen «celemín»), que se usa en Mt 5.15 .
El modius romano era una medida de capacidad, usada especialmente para granos, en
la que cabían ca. 8, 7 litros. ( → MEDIDA .)
ÁLOE (en griego, alóe ).
1. Aquilaria agallocha . Árbol oriundo del sudeste de Asia. Incienso y perfumes
hechos de su madera aromática se importaban a Palestina, así como la madera misma (
Sal 45.8 ; Pr 7.17 ; Cnt 4.14 ). La traducción de Nm 24.6 es dudosa, pues es improbable
que el áloe creciera en Palestina.
2. Áloe succotina . Planta perenne de la familia de las liliáceas. De su hoja carnosa se
extrae un jugo espeso y amargo que se usa en medicina. Según Herodoto, los egipcios
usaban el áloe mezclado con mirra para embalsamar cadáveres ( Jn 19.39 ).
ALTAR Lugar de sacrificio construido de roca, tierra o bronce. La superficie natural de
una roca ( Jue 13.19 , 20 ), o un montón de piedras ( Gn 8.20 ), podían servir de altar en
la antigüedad. Algunas excavaciones han revelado que los altares tenían hoyos para
recoger la sangre y encender el fuego. Según Éx 20.24–26 , debían construirse de tierra
amontonada o en forma de ladrillo, o de piedras no labradas. Los altares del campo no
debían tener gradas para que el sacerdote no descubriera su desnudez al subirlas ( Éx
20.26 ). Parece que estas instrucciones se les dieron a los israelitas como individuos para
que realizaran sacrificios en ciertas ocasiones. Por ejemplo, Josué, Jos 8.30 , 31 ; Gedeón,
Jue 6.24–26 ; David, 2 S 24.18–25 , Elías 1 R 18.30–35 .
Mientras que en el mundo pagano el altar era principalmente la «mesa» donde se
ponía el banquete para el dios, por lo general este sentido está ausente en el Antiguo
Testamento ( Is 65.11 ). El altar era, primero, señal de la presencia de Dios donde Él se
había manifestado en forma especial ( Gn 12.7 ; 26.24 , 25 ). También era un lugar de
misericordia. Un prófugo, al asirse de los cuernos del altar, encontraba asilo ( 1 R 2.28 ).
Sin embargo, el propósito principal del altar era establecer y mantener la relación del
pacto entre el pueblo de Israel y Dios ( Éx 20.24 ; Lv 1.5 , 16 ). Fue un instrumento de
mediación.
El altar del holocausto estaba en el vestíbulo del tabernáculo. Era cuadrangular, de
madera de acacia, cubierto de bronce, con cuatro cuernos en los ángulos ( Éx 27.1–8 ).
Tenía cuatro anillos por los que pasaban las varas con que se portaba en el desierto.
Parece que el altar del holocausto en el templo de Salomón no los tenía. En el centro tenía
una rejilla sobre la que se colocaba el sacrificio. Para el servicio del sacrificio, el altar
tenía calderos de bronce para recoger la ceniza, tazones para recoger la sangre y otros
instrumentos para arreglar el sacrificio, como paletas, garfios, y sus braseros, todo de
bronce. Sobre el altar se ofrecía el holocausto y otros sacrificios por la mañana y por la
tarde; nunca se apagaba el fuego ( Lv 6.13 ).
El altar del incienso era pequeño ( Éx 30.1–5 ; 37.25–28 ), de madera de acacia
cubierta de oro, con cuatro cuernos y cuatro anillos para transportarlo. Se hallaba delante
del velo que separaba el Lugar Santo del Santísimo; sobre este altar se ofrecía cada día el
incienso aromático, por la mañana y por la noche, con la excepción del Día de Expiación
( Lv 16.18 , 19 ). Sobre los cuernos del altar se rociaba la sangre de un animal ( Éx 30.10
).
El altar, en sentido figurado, es el lugar de consagración ( Ro 12.1 ) donde el creyente
demuestra en forma pública su absoluta dedicación a Dios (cf. Flp 4.18 ; Heb 13.15 , 16 ;
1 P 2.5 ).
AMALEC, AMALECITAS Amalec fue hijo de Elifaz y nieto de Esaú ( Gn 36.12 ,
16 ). Al parecer, sus descendientes habitaban como un pueblo nómada en la región del
Neguev y Sinaí. Génesis 14.7 puede significar que el país allí mencionado llegó a
pertenecer después a los amalecitas.
En Refidim, Israel ganó su primera victoria militar al derrotar a Amalec ( Éx 17.8–16
). Dios le reveló a Moisés que en el futuro los amalecitas sufrirían el exterminio por causa
de su pecado ( Éx 17.14–16 ; Dt 25.17–19 ; cf. 1 S 15.2 , 3 ). En → HORMA , Amalec
derrotó a los israelitas ( Nm 14.39–45 ; Dt 1.41–46 ). Balaam pronunció palabras de
juicio contra Amalec ( Nm 24.20 ).
Foto de: Gustav Jeeninga
Excavaciones del antiguo Meguido que dejan ver el antiguo altar
redondo usado para sacrificios paganos.
En tiempo de los jueces, los amalecitas se unieron primero a los moabitas ( Jue 3.13 ),
y luego Madián y «los hijos del oriente» para atacar a Israel. Gedeón los derrotó ( Jue
6.3–5 , 33 ; 7.12 ; 10.12 ). Jueces 12.15 sugiere que hubo un tiempo cuando los
amalecitas lograron establecerse en el territorio de Efraín.
Saúl derrotó a los amalecitas, pero desobedeció el mandamiento de Samuel al no dar
muerte a su rey Agar ( 1 S 15 ). Parece que David debilitó en gran manera a los
amalecitas ( 1 S 27.6–9 ; 30.1–20 ). Primero de Crónicas 4.42 , 43 menciona un
remanente de ellos que destruyeron los hijos de Simeón en los días de → EZEQUÍAS rey de
Judá.
AMÁN ( magnífico , ilustre ). Primer ministro de Asuero, rey del Imperio Medo-Persa.
Uno de los personajes centrales del libro de Ester en donde ( 3.1 ) se le presenta como
agagueo : procedente de un país desconocido pero identificado por Josefo como Amalec,
tradicional enemigo de los judíos. En las adiciones deuterocanónicas al libro de Ester, que
aparecen en ediciones católicas de la Biblia ( Est 16.10 ), se dice que Amán era
macedonio. Todo hace creer que se trata de un extranjero afortunado, muy estimado por
Asuero.
Amán se caracterizaba por su terrible odio a los judíos ( Est 3.8 , 9 ). Logró que el rey
firmara un decreto de exterminio contra ellos ( Est 3.5–15 ). Tan seguro estaba Amán del
éxito de sus planes, que hizo levantar una horca en la que haría morir a Mardoqueo, líder
del pueblo de Dios. Ester, esposa del rey, consiguió que este ordenara la pena de muerte
para Amán, la cual se realizó un poco después. Amán murió en la misma horca que
levantó para su enemigo ( Est 7.9 , 10 ).
AMARNA → EL AMARNA .
AMASÍAS ( Jehová es poderoso ).
1. Noveno rey de Judá, hijo de Joás ( 2 R 14.1–20 ; 2 Cr 25 ). Reinó veinticinco años.
Se condujo bien ante los ojos del Señor, pero no con corazón perfecto. Una vez afirmado
en el reino mató a los asesinos de su padre. Movilizó un ejército de 300.000 hombres de
Judá y contrató a 100.000 de Israel para reconquistar a Edom. A los de Israel los despidió
en respuesta a una advertencia profética. Derrotó decisivamente a Edom y llevó los ídolos
a Judá. Poco después le hizo guerra temerariamente a Joás, rey de Israel, el cual lo
humilló y lo llevó cautivo luego de saquear a Jerusalén y el templo. Unos quince años
después murió en Laquis a manos de unos conspiradores y lo sepultaron en Jerusalén.
2. Sacerdote de Jeroboam II en Bet-el; trató de silenciar al profeta Amós ( Am 7.10–
17 ).
3. Descendiente del patriarca Simeón ( 1 Cr 4.34 ).
4. Levita, descendiente de Merari ( 1 Cr 6.45 ).
5. General del ejército del rey Josafat ( 2 Cr 17.16 ).
AMATISTA Piedra preciosa, una de la variedades del cuarzo cristalizado, transparente
y teñida de color violeta azulado, probablemente por el óxido de manganeso. Se hallaba
en la tercera hilera del pectoral del sumo sacerdote ( Éx 28.19 ). De amatista es el
duodécimo cimiento del muro de la nueva Jerusalén ( Ap 21.20 ).
ÁMBAR Material brillante mencionado en Ez 1.4 , 27 ; 8.2 (RV-1909). Es traducción
de la palabra hebrea jasmal , cuyo sentido no puede precisarse, aunque algunas versiones
optan por «bronce». Su traducción en la LXX y la Vulgata, electrum , sugiere o una
mezcla de oro y plata, o bien el mismo ámbar. El ámbar propiamente dicho es una resina
fósil cuyo color varía entre amarillento y café, y cuando está pulido brilla mucho.
AMÉN Palabra hebrea que pasó sin modificación al griego y al latín, y que significa
«así sea» ( Jer 11.5 ) o «efectivamente» ( Jer 28.6 ). En el Antiguo Testamento se emplea
como fórmula responsoria, afirmando la validez de un juramento o maldición cuyas
consecuencias se aceptan ( Nm 5.22 ; Dt 27.15 ); como aceptación de un anuncio o
profecía favorable ( 1 R 1.36 ); y al término de una doxología o bendición, como
respuesta congregacional a las alabanzas rendidas a Dios ( 1 Cr 16.36 ; Sal 41.13 ). En
Isaías a Dios se le llama «Dios amén»: el que garantiza lo que promete, con la verdad de
sus palabras ( Is 65.10 ).
En el Nuevo Testamento los evangelistas atribuyen a Jesús la expresión «amén os
digo». La repetición del «amén» refuerza la afirmación expresada ( Jn 1.51 ) y se
aproxima a un juramento. El uso que Jesús hace del «amén» se desconoce en la literatura
rabínica y parece implicar su autoridad mesiánica. Recalca la veracidad de sus palabras.
En Él se cumplen las promesas de Dios ( 2 Co 1.20 ) y se le llama «el Amén» ( Ap 3.14 ).
AMIGO La amistad es una relación de afecto que se establece entre dos personas y que
muchas veces sobrepasa la fuerza de una relación familiar ( Pr 18.24 ). La Biblia contiene
bellísimos ejemplos de amistad humana: David y Jonatán ( 1 S 18.1 ; 2 S 1.25–27 ), Rut y
Noemí ( Rt 1.16–18 ), Husai y David ( 2 S 15.37 ; 16.16 ), Pablo y Timoteo ( 2 Ti 1.2 ), y
otros.
Pero hay una dimensión más maravillosa en la relación de amigo: Abraham es
llamado «amigo de Dios» ( Is 41.8 ) por la intimidad de sus relaciones con Él; el Señor
Jesús llama a sus discípulos amigos en virtud de esa misma relación íntima ( Jn 15.14 , 15
).
La palabra amigo que usó el Señor para dirigirse a Judas ( Mt 26.50 ) es simplemente
una expresión de cortesía, como se ve por el uso en otros pasajes ( Lc 14.10 ; Mt 22.12 ;
20.13 ; etc.).
AMINADAB ( el compañero de la tribu [e.d., Dios] se ha mostrado generoso ).
Personaje que aparece, en el Antiguo Testamento, en las genealogías de Judá ( 1 Cr 2.10 )
y de David ( Rt 4.20 ) y en el Nuevo Testamento en la de Jesús ( Lc 3.33 ).
Otro personaje de igual nombre ( Éx 6.23 ) fue el padre de Elisabet («Isabel»: BJ y
TA; Elisheba en hebreo), mujer de Aarón.
AMNÓN → TAMAR ; ABSALÓN .
AMÓN ( pariente o persona ).
1. Decimoquinto rey de Judá, hijo de Manasés y padre de Josías ( 2 R 21.19–26 ; 2 Cr
33.20–25 ). Comenzó a reinar a los 22 años de edad y reinó dos años en Jerusalén. Hizo
lo malo ante Jehová y sirvió a los ídolos de su padre. Lo asesinaron por razones
desconocidas y el pueblo mató a los conspiradores.
2. Gobernador de Samaria a quien el rey Acab encomendó el encarcelamiento del
profeta Micaías ( 1 R 22.26 ; 2 Cr 18.25–27 ).
3. Descendiente de los siervos de Salomón ( Neh 7.59 ), llamado Ami en Esd 2.57 .
4. Dios de Tebas ( Jer 46.25 ).
AMONITAS Tribu de pastores descendientes de Lot ( Gn 19.36–38 ) que se estableció
entre los ríos Jaboc y Arnón y que finalmente ocupó solo el territorio encerrado en la gran
curva del Jaboc.
Debido a la estrecha relación de los amonitas con Israel, Dios no permitió a Moisés
atacarlos ( Dt 2.19 ), pero ellos no recibieron con bien a sus hermanos israelitas por lo
cual fueron excluidos de Templo de Jerusalén ( Dt 23.3s ).
La historia subsiguiente demuestra una enemistad crónica entre Amón e Israel. Los
profetas denuncian la crueldad y falta de compasión de los amonitas ( Am 1.13–15 ; Sof
2.10 ). Ezequiel profetiza la destrucción completa de Amón ( 21.28–32 ; 25.1–7 ).
Al establecerse alrededor de → RABA-AMÓN , que llegó a ser su capital, los amonitas
tuvieron que desplegar a los zomzomeos, una raza de gigantes ( Dt 2.19–21 ). Ocuparon
entonces hasta el río Jordán, pero una invasión de los amorreos que venían del norte los
obligó a retirarse más al este, en el desierto. Israel aniquiló más tarde a los amorreos, bajo
los reyes Og y Sehón ( Jue 11.18–23 ), pero mientras aún se consolidaba, sucumbió ante
la fuerza unida de los amonitas y moabitas. Jefté da un resumen contemporáneo de las
relaciones a través de 300 años entre Amón e Israel ( Jue 11.12–28 ). Jefté triunfó sobre
los amonitas, pero estos no sufrieron la derrota más completa sino cuando Joab y David
conquistaron a Rabá ( 2 S 10–12 ). Desgraciadamente, Salomón hizo un templo para
Milcom ( → MOLOC ), el dios amonita, en Jerusalén ( 1 R 11.1 , 5 , 7 , 33 ). Naama, la
madre de Roboam, el nuevo rey, era una princesa amonita ( 1 R 14.21 , 31 ).
Siempre luchando por independizarse, los amonitas causaron dificultades a Israel y
Judá en los tiempos de Josafat ( 2 Cr 20.1–30 ), Joás ( 2 Cr 24.26 ), Uzías ( 2 Cr 26.7s ) y
Jotam ( 2 Cr 27.5 ). El rey amonita, Baalis, provocó el asesinato de Gedalías ( Jer 40.14 )
y Tobías, el amonita, estorbó mucho la reconstrucción de Jerusalén ( Neh 2.10 , 19 ; 4.3 ,
7 ; 13.7 , 8 , 23–27 ). Por último, Judas Macabeo venció a los amonitas ( 1 Mac 5.1–8 ).
Ammán, la capital moderna de Jordania, la vieja Rabá, a pesar de su nombre, ya no
cuenta con ciudadanos amonitas ( Ez 25.10 ).
AMOR El verbo `ahab designa el amor sexual ( Os 3.1 ), paternal ( Gn 25.28 ), de
amistad ( 1 S 16.21 ) y del prójimo ( Lv 19.18 ), que incluye al compatriota y al
extranjero que habita en Israel ( Lv 19.34 ). Se exhorta a ayudar y perdonar al enemigo
personal ( Éx 23.4s ; Pr 25.21 ), pero no se habla de amarle. Los profetas utilizan el
término khsed («misericordia» en RV, amor compasivo) para describir la relación que
Dios demanda entre su pueblo, particularmente con los pobres y desamparados ( Os 6.6 ;
cf. Is 1.17 ; Ez 18.12ss ; Am 2.6 ).
El Antiguo Testamento declara que el hombre debe amar a Dios en respuesta al amor
de este: debe ser un amor total y pleno ( Dt 6.5 ), rendido solo a Él y expresado en
servicio, obediencia y reverencia ( Dt 10.12s ; 11.13 ; Is 56.6 ). La profesión de ese amor
a menudo inicia la alabanza en los Salmos ( 18.1 ; 73.25 ; 116.1 ; cf. Lm 3.24 ).
El amor de Dios por el hombre raramente se expresa en el Antiguo Testamento con
los términos amar ( ˒ahab ) o amor ( ˒ahaba ); más bien se habla de la khesed
(«misericordia», «fidelidad activa»), khen («favor», «gracia») o rikham («misericordia»,
«compasión»). Este amor se expresa sobre todo en los actos históricos por los que Dios
eligió, creó, libertó y guió a su pueblo. Nace de la pura misericordia divina ( Dt 4.37 ; 7.7
; 10.15 ; Jer 12.7–9 ; Is 54.5–8 ; 2 Cr 20.7 ). Es misericordioso: salva, socorre, corrige (
Dt 23.5 ; Is 43.25 ; Sal 86.5 ; Is 63.9 ). Oseas, Jeremías y Ezequiel utilizan los símiles del
esposo y del padre para destacar la fidelidad de Dios y la infidelidad y desobediencia del
pueblo.
Rara vez menciona el Antiguo Testamento el amor de Dios por los israelitas, y cuando
lo hace es en el contexto de las promesas futuras, como en Is 2.2–4 ; Miq 4.1–4 ; Jer
12.15 ; Jon 4.11 . Igualmente escasas son las referencias al amor por todas las criaturas
(véase, sin embargo, Sal 145.9 ). Aunque el amor de Dios está dirigido primordialmente
al pueblo, no falta en la relación de Dios con el individuo, como se ve en varias oraciones
personales de los salmos ( 40 ; 42 ; 51 ; 130 ), con respecto a personas en particular ( 2 S
12.24s ; 1 R 10.9 ; Sal 127.2 ) o a categorías de personas ( Pr 15.19 ; Dt 10.18 ; Pr 22.11 ,
LXX).
Todas las relaciones que el Antiguo Testamento menciona se profundizan y llevan a
cabo en el Nuevo Testamento.
Jesús resume la Ley en el mandamiento del amor a Dios y al prójimo ( Mt 7.12 ;
22.34–40 ), pues ambos están estrechamente vinculados ( 1 Jn 3.14–22 ; Mt 5.45 ). El
amor a Dios y al prójimo debe ser activo y concreto ( Mt 5.38–47 ; 7.21 ; 25.34–36 ). La
noción del prójimo se ensancha para incluir a todo el que tiene necesidad ( Lc 10.29–37 )
y específicamente al enemigo ( Mt 5.44 ; 18.22–25 ). La línea de los profetas señala que
este amor al prójimo tiene prioridad sobre los deberes religiosos y la observancia del
sábado ( Mt 5.23s ; 9.13 ; Mc 3.1–6 ). De ese amor total, desinteresado y abnegado, Jesús
ha dado el ejemplo perfecto ( Jn 10.11 ; 15.13 ; 1 Jn 3.16 ).
El amor de Dios también forma parte de la enseñanza de Jesús ( Mt 6.24 ; 22.37 ).
Debe ser total y sin reservas ( Mt 6.24ss ; Lc 17.7ss ; 14.26ss ). Pablo destaca que es la
respuesta al amor de Dios hacia el hombre y la consecuencia de este ( Gl 2.20 ; 1 Jn 3.1 ;
4.10 , 11 , 17 , 19 ).
Este amor de Dios ha hallado su perfecta manifestación y realización en Jesucristo.
En su enseñanza señala la universalidad ( Mt 5.45 ; 6.25–32 ) e infinitud ( Mt 18.12s ) del
amor de Dios. Pero es sobre todo en la muerte y resurrección de Cristo donde Dios ha
puesto en acción su amor para nuestra redención ( Ro 5.8 ; 8.32 ; Tit 3.4 ). La muerte
voluntaria de Jesús es obra del amor del Padre y del Hijo ( Ro 5.6 ; Flp 2.8 ). Por eso
Pablo no distingue el amor de Dios del de Cristo ( Ro 5.15 ; 2 Co 8.9 ; Gl 1.6 ). El amor
de Dios escoge a las personas ( Ro 1.17 ; Col 3.12 ) y los llama. Derrama su Espíritu en
los corazones de los creyentes ( Ro 5.5 ), realiza en los amados la purificación, la
santificación, la justificación ( 1 Co 6.11 ; 2 Ts 2.13 ), la renovación interior ( Tit 3.5 ; Ro
6.4 ; 8.2 ; 13.8 ; Gl 5.13 ). El amor es el don supremo del Espíritu ( 1 Co 13 ) y el
resumen de toda la Ley ( Ro 13.8 ; Gl 5.13 ).
Cuando interpretamos la expresión cumbre de Juan: «Dios es amor», debemos
recordar que las características del amor manifestadas en la Escritura son: personal,
voluntario, selectivo (es el fundamento de la elección), espontáneo, fiel a su pacto, justo
(y exige justicia), exclusivo (demanda una respuesta total) y redentor.
AMORREOS Descendientes de Canaán, hijo de Cam ( Gn 10.15 , 16 ). La
arqueología revela que eran nómadas antes de la época de Abraham. Habitaban la región
al noroeste de Mesopotamia, por lo que se les dio el nombre de amurru («occidentales»).
Desde aquí invadieron a las ciudades de Mesopotamia y constituyeron parte importante
de la presión internacional que rompió por fin el dominio de la tercera dinastía de Ur (
ca. 2060–1950 a.C.) sobre estas ciudades.
En medio de esta turbulencia salió Abraham de su tierra natal. El poder de los
amorreos crecía en Mesopotamia y, como consecuencia, Babilonia inició su carrera
internacional bajo el rey amorreo Hammurabi ( ca. 1728–1686 a.C.), quien conquistó
Asur ( → ASIRIA ) y Mari.
Foto de Howard Vos
Ruinas de un templo pagano de los amorreos, en Siquem.
Otros grupos de amorreos habían emigrado hacia el sur y ocupaban una gran parte de
la tierra prometida, a ambos lados del Jordán. En Gn 14.7 , se les encuentra en Hazezontamar (Engadi), al oeste del mar Muerto; y Gn 14.13 menciona a los amorreos de Mamre,
con quienes Abraham se alió.
Los amorreos se nombran entre las diez naciones cuya tierra Dios otorgó a la
descendencia de Abraham ( Gn 15.21 ), pero su cultura dominaba tanto la de las otras
nueve que se menciona en Gn 15.16 como representante de la vida cananea: «aún no ha
llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí». Este dominio general parece que
ya había menguado en el tiempo de Moisés, quizás por la influencia de los → HETEOS ; se
ve a los amorreos representados por varios reinos claramente delineados. Sin embargo,
eran todavía (de acuerdo a Gn 15.16 ) el símbolo de la oposición a Israel, a juzgar por la
importancia dada a la victoria sobre Sehón y Og, reyes amorreos al este del Jordán ( Nm
36 ) y a la derrota en Hai ( Jos 7.7 ). Dios mostró su poder al detener el sol durante la
batalla contra la alianza amorrea de los reyes de Jerusalén, Hebrón, Jarmut, Laquis y
Eglón ( Jos 10 ).
Los rasgos más abominables de la idolatría israelita se debían a los amorreos ( 1 R
21.26 ; 2 R 21.11 ) que no fueron eliminados, sino que quedaron como remanente en un
estado servil ( 1 R 9.20 , 21 ). Por fin, «la maldad del amorreo» fue lo que llevó a Israel al
cautiverio.
AMÓS ( carga o cargador ).
El primero de los grandes profetas de Israel cuyo mensaje se conserva en un libro que
lleva su nombre. Aunque desarrolló su ministerio en Israel, era natural de Judá. ( →
TECOA , su ciudad natal, era una aldea 16 km al sur de Jerusalén en la que había una
fortaleza con guarnición.)
Según 7.14 , Amós no era un profeta «profesional». Además de ser pastor ( 1.1 ),
recogía la fruta de los sicómoros silvestres que crecían en las partes bajas de esa región
desértica. Pero su origen campesino le proporcionó acceso a la cultura popular, a la
sabiduría de la tribu a la que pertenecía y a las tradiciones pastoriles. Además, ya que su
tierra natal lindaba con el desierto y al mismo tiempo estaba próxima a la ruta comercial
de las montañas, adquirió algún conocimiento de la actividad comercial.
El mensaje de este profeta fue sumamente relevante en su país y época. Si comenzó
su ministerio allá por el 760 a.C., ya habrían pasado cuarenta años desde el triunfo asirio
sobre Damasco, capital de Siria. Libre de la intervención política y económica, Jeroboam
II pudo dedicarse a extender las fronteras de Israel ( 2 R 14.25 ). Aprovechando las rutas
de caravanas estimuló el comercio y, como resultado, se fue creando una clase rica que
menospreciaba y aun explotaba a los pobres ( 2.6 , 7 ; 3.10 ; 4.1 ; 5.11 ). Los
comerciantes especulaban con el trigo y el pan y sumían en la miseria a los necesitados (
8.4–6 ). La justicia se compraba ( 2–6 ); las autoridades aceptaban sobornos ( 5.12 ). Los
que disfrutaban la abundancia económica padecían de miseria moral. La religión de
Jehová estaba en decadencia.
Amós predicó en las ciudades de Samaria y Bet-el y después de algún tiempo el
sacerdote Amasías lo desterró, alarmado por la severidad de su mensaje contra el rey y la
nación. Regresó a Judá ( 7.10ss ) y nada se sabe de su fin.
Bibliografía:
Milton Schwantes, Amós: meditaciones y estudios , Aportes, Costa Rica, 1988. Alonso
Schökel, Profetas , Cristiandad, Madrid, 1980. Lothar Coenen, Eric Beyreuther y otros,
Diccionario Teológico del Nuevo Testamento , 4 Vol., Sígueme, Salamanca, 1983. E. Jenni y C.
Westermann, Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento , 2 Vol., Cristiandad,
España, 1985.
AMÓS, LIBRO DE Libro profético del Antiguo Testamento que se caracteriza por su
ardiente denuncia del reino norteño de Israel durante un tiempo de idolatría generalizada
y desviación de costumbres.
Autor Y Fecha
No hay duda en cuanto a quién fue el autor, pues se identifica en 1.1 . Quizás → AMÓS
predicó entre 760–750 a.C., durante el reinado de Jeroboam II. Este aprovechó la
coyuntura político militar para ampliar su reino hacia el norte y hacia el sur, y fomentar
así el comercio e incrementar la recaudación de tributos. Además, de esta forma se
garantizaba y se ampliaba el control de las rutas comerciales entre las tierras del Nilo y
las del Éufrates y el Tigris, de tanta importancia para Israel. Los comerciantes egipcios y
mesopotámicos necesariamente debían pasar por la planicie de Jezreel.
Por esta visión política, el reinado de Jeroboam II generó un enorme crecimiento de la
riqueza. Israel alcanzó una prosperidad que ningún israelita de la época podía recordar.
Los edificios espléndidos que se perciben en las ruinas, y el fino marfil incrustado de
origen fenicio o damasceno desenterrado en Samaria, demuestran que no exagera Amós
al referirse al lujo de que gozaban las clases altas de Israel. Sin embargo, el próspero
desarrollo económico de esta época no fue igualitario, y la opresión y la pobreza
contrastaban con la riqueza y el esplendor de los grupos gobernantes.
Esta descomposición social iba unida a la corrupción religiosa. Aunque los grandes
santuarios estaban en plena actividad, repletos de adoradores y magníficamente provistos,
la religión no se conservaba en su pureza. Muchos santuarios eran abiertamente de otras
formas religiosas, y se fomentaban los cultos de la fertilidad y la prostitución sagrada.
Otros, la mayoría, aunque se presentasen como santuarios de Jehová, cumplían una
función totalmente negativa: apaciguar a la divinidad con ritos y sacrificios que
garantizaban la tranquilidad de conciencia y el bienestar del país.
AMÓS:
I.
Introducción a Amos
1.1–2
II.
Los ocho juicios
1.3—2.16
Un bosquejo
para el estudio y
la enseñanza
A.
Enjuiciamiento de
Damasco
1.3–5
B.
Enjuiciamiento de
Gaza
1.6–8
C.
Enjuiciamiento de
Tiro
1.9–10
D.
Enjuiciamiento de
Edom
1.11–12
E.
Enjuiciamiento de
Amón
1.13–15
F.
Enjuiciamiento de
Moab
2.1–3
G.
Enjuiciamiento de
Judá
2.4–5
H.
Enjuiciamiento de
Israel
2.6–16
III.
Los tres sermones de
juicio
3.1—6.14
A.
El primer sermón:
Presente de Israel
3.1–15
1.
El juicio sobre
Israel es
merecido
3.1–10
2.
Se describe el
juicio sobre
Israel
3.11–15
B.
El segundo sermón:
Pasado de Israel
4.1–
13
1.
El juicio sobre
Israel es
merecido
4.1–5
2.
Se demuestra el
juicio sobre
Israel
4.6–11
3.
Se describe el
juicio sobre
Israel
4.12–13
C.
El tercer sermón:
Futuro de Israel
5.1
—6.14
1.
El juicio sobre
Israel es
merecido
5.1–15
2.
Se describe el
juicio sobre
Israel
5.16—6.14
a.
El primer
lamento de
juicio
5.16–
27
b.
El segundo
lamento de
juicio
6.1–14
IV.
Las cinco visiones de
juicio
7.1—9.10
A.
Visión de las
langostas
7.1–3
B.
Visión de fuego
7.4–6
C.
Visión de la
plomada
7.7–9
D.
Oposición de Amasías
(paréntesis histórico)
7.10–17
E.
Visión de la fruta
veraniega
8.1–14
F.
Visión de los
portales
9.1–10
V.
Las cinco promesas de la
restauración ...de Israel
9.11–15
Estructura Del Libro
Introducción ( 1.1–2 )
Se informa quién fue Amós, cuándo predicó y cuál fue el origen de su autoridad.
Juicio contra ocho naciones ( 1.3–2.16 )
Amós inicia su mensaje señalando los pecados de las naciones vecinas de Israel
(reino del norte) en un esquema envolvente que a uno le causa el efecto de sentirse
inmerso en un mar de injusticia, crueldad y opresión. Esta sección se inicia con el oráculo
contra Damasco ( 1.3–5 ); y continúa uno a uno con Gaza ( 1.6–8 ); Tiro ( 1.9 , 10 );
Edom ( 1.11 , 12 ); Amón ( 1.13–15 ), Moab ( 2.1–3 ) y Judá ( 2.4 , 5 ), hasta llegar a
Israel ( 2.6–16 ), quien, por haber sido receptora de los favores de Dios, merece mayor
castigo.
Cinco mensajes ( 3.1–6.14 )
Los tres primeros versículos se presentan con la frase: «Escuchad esta palabra». En el
primero ( 3.1–15 ), Amós declara a todo Israel que su mensaje proviene de haber
escuchado la palabra de Jehová, y proclama la destrucción de Samaria ( 3.9–15 ). En el
segundo ( 4.1–13 ), advierte a los ricos que serán castigados por oprimir a los pobres.
Aunque este castigo ya había comenzado en pequeña escala, ellos no se habían vuelto a
Jehová.
El tercero ( 5.1–17 ) es un llamamiento a buscar al Señor antes que Él pase en medio
de ellos. En el cuarto ( 5.18–27 ), Amos pronuncia un « ¡ay! » sobre los religiosos cuyas
ceremonias llegaron a ser abominación al Señor. En el quinto ( 6.1–14 ) pronuncia otro «
¡ay! » Esta vez sobre los ricos que en su afluencia olvidan la aflicción de los oprimidos.
Cinco visiones ( 7.1–9.10 )
En las dos primeras visiones, la plaga de langostas ( 7.1–3 ) y el fuego consumidor (
7.4–6 ), Amós ve dos calamidades que sirven de juicio, pero que se detienen debido a su
intercesión. En la tercera ( 7.7–9 ), ve una plomada de albañil que indica que la condición
de Israel es irreparable. Lo ilustra con una sección intercalada: el incidente entre Amós y
Amasías ( 7.10–17 ). En la cuarta visión ( 8.1–3 ) ve un canastillo de fruta de verano,
señal de que ya ha madurado el pecado de Israel y se aproxima el juicio. Otra sección
intercalada contra los defraudadores y explotadores ilustra esta madurez, que es también
causa del castigo de Dios ( 8.4–14 ). En la quinta visión ( 9.1–10 ) Amós ve al Señor
sobre un altar diciéndole que destruya el santuario, señal de que el juicio es inminente e
ineludible.
Conclusión ( 9.11–15 )
Amós concluye prometiendo la futura restauración de Israel donde el reino de David
se restablecerá, las ciudades se reedificaran y habrá abundancia.
Bibliografía:
K.M. Yates, Estudios sobre el libro de Amós , Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, 1966.
E. Jenni y C. Westermann (eds.), Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento , Vol. I y
II, Cristiandad, Madrid, 1978. John Bright, La historia de Israel , 7a edición, Desclée de
Brouwer, Bilbao, 1970. Norman Gottwald, The Hebrew Bible: A Socio-Literay Introduction ,
Fortress Press, Filadelfia, 1985. Werner Schmidt, Introducción al Antiguo Testamento , Sígueme,
Salamanca, 1983. Roland de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento , Herder, Barcelona,
1976. H. Walter Wolff, La hora de Amós, Sígueme, Salamanca, 1984.
AMPLIAS (diminutivo griego del latín Ampliatus , que significa: agrandado). Nombre
común dado a los esclavos en los días del Imperio Romano. En Ro 16.8 Pablo saluda a un
Amplias como «amado mío en el Señor».
AMRAFEL Rey de Sinar, contemporáneo de Abraham, que junto con otros reyes
participó en la batalla de Sidim contra Sodoma, Gomorra y otras ciudades ( Gn 14.1ss ).
Algunos eruditos han pretendido identificarlo con Hammurabi, pero no hay pruebas
suficientes para sostener esa hipótesis.
ANA (gracia, graciosa).
1. Esposa de Elcana y madre del juez y profeta Samuel. Pidió a Jehová un hijo.
Jehová se lo concedió, y cuando el niño tenía muy pocos años, lo dedicó al servicio del
Señor, en Silo ( 1 S 1.1–2.21 ). El cántico de Ana ( 1 S 2.1–10 ) se compara con el
Magnificat de María ( Lc 1.46–55 ). En este cántico aparece por primera vez en el
Antiguo Testamento el nombre Mesías (el Ungido).
2. Anciana profetisa, viuda, de la tribu de Aser, que servía en el templo de Jerusalén
en la época en que nació Jesús. Después de ver a Jesús en el templo, habló del niño a
todos los que esperaban al Mesías en la ciudad ( Lc 2.36–38 ).
ANÁ Nombre de dos personas del Antiguo Testamento.
1. Padre de una de las esposas de Esaú e hijo de Zibeón de la tribu de los → HEVEOS (
Gn 36.2 , 14 , 18 , 24 ). Existe cierta confusión respecto a este personaje: En Gn 36.2 el
texto masorético reza «Aná hija de Zibeón», mientras la LXX y la Samaritana dicen
«hijo». Muchos traductores modernos (incluso la RV), por razones del contexto, optan
por seguir la traducción de estas versiones antiguas y no el texto masorético.
2. Hijo de Seir, duque de los → HOREOS ( Gn 36.20 , 29 ; 1 Cr 1.38 ).
ANAC ( de cuello largo ). Descendiente de → ARBA ( Jos 15.13 ) y progenitor de los
anaceos ( Nm 13.22 , 28 , 33 ).
ANACEOS Los espías que se enviaron a explorar Palestina, antes de la invasión
israelita, se aterrorizaron al ver un pueblo de gran estatura que vivía en las montañas del
sur alrededor de Hebrón. El anaceo Arba, que fundó Hebrón, era descendiente de los
nefilim (que se traduce por → GIGANTES en Nm 13.33 ).
Los egipcios, para provocar la derrota de sus enemigos, inscribían los nombres de
ellos sobre urnas y luego las quebraban. En el museo de Berlín se exhiben pedazos de
cerámica egipcia con execraciones a «Erum, soberano de Iy-anac y a todo su séquito», los
cuales muestran que ya por el año 2000 a.C. los anaceos les inspiraban miedo a sus
vecinos.
Josué en su conquista del sur, o los destruyó o expulsó, pero algunos permanecieron
en Hebrón, Gat, Gaza y Asdod ( Jos 11.21 , 22 ). Caleb venció a los de Hebrón ( Jos
14.6–14 ; 15.13–19 ; 21.11s ). Según Jer 47.5 (LXX) aún quedaban algunos al final de la
monarquía.
ANANÍAS → HANANÍAS .
1. Compañero de Daniel en el cautiverio, quien después se llamó Sadrac ( Dn 1.1–19 ;
2.17 ).
2. Población en la tierra de Benjamín ( Neh 11.32 ).
3. Ascendiente de un Azarías ( Neh 3.23 ).
4. Padre de un Sedequías ( Jer 36.12 ).
ANANÍAS (forma griega del hebreo Jananyá , Jehová le ha favorecido ).
1. Marido de Safira y miembro de la comunidad primitiva de Jerusalén, cuya
contribución al fondo común fue fraudulenta ( Hch 5.1–11 ). Probablemente quería
aparentar que seguía el ejemplo de Bernabé ( Hch 4.36s ) y recibir igual elogio. El pecado
fue la mentira y la hipocresía, y no la retención de una parte del precio de la venta,
porque en estos casos la contribución era voluntaria ( Hch 5.4 ). La severidad del castigo
se debió a que Dios quiso hacer de esta pareja, al principio de la nueva era, un ejemplo
público para mostrar la seriedad de tratar con un Dios santo.
2. Cristiano de Damasco, «piadoso según la ley», que devolvió la vista a Pablo, lo
bautizó y le comunicó su comisión de parte del Señor ( Hch 9.10–19 ; 22.12–16 ).
3. Sumo sacerdote, 47–58 d.C., conocido como codicioso, orgulloso y sin escrúpulos.
Presidía el concilio en el proceso de Pablo ( Hch 23.1–5 ) y acusó a este ante Félix (
24.1–9 ). En 66 d.C. los zelotes lo mataron por ser amigo de los romanos.
ANÁS (forma abreviada de Ananías). Personaje nombrado sumo sacerdote por →
CIRENIO , en 6 d.C., y depuesto por los romanos en 15 d.C. Su deposición no tuvo valor
para los judíos, pues entre ellos el cargo de sumo sacerdote era vitalicio. Por su gran
influencia, Anás consiguió que tras él obtuvieran el sumo sacerdocio sus cinco hijos y su
yerno Caifás. Por esta razón, aunque Caifás era el sumo sacerdote oficial al principio del
ministerio de Juan el Bautista ( Lc 3.2 ), Anás se reconocía juntamente con él.
Anás intervino en el proceso de Jesucristo, realizando un interrogatorio previo en su
casa ( Jn 18.13–24 ), y aquí de nuevo se le considera como sumo sacerdote (v. 19 ) a
pesar de la identificación de Caifás (vv. 13 , 24 ) como tal. Aparece por tercera vez
interrogando a Pedro y a Juan ( Hch 4.6ss ).
ANATEMA (en griego, anathema )
1. Transcripción de un vocablo griego que significa «algo erigido» (en un templo). Es
decir, ofrenda votiva, como en Lc 21.5 .
2. Vocablo parecido al del N.o 1, que en la LXX traduce el hebreo jerem (lo
consagrado, devoto a Dios). Es decir, lo sustraído de todo empleo humano y, por lo tanto,
maldito. En particular, el botín de guerra, como propiedad de Jehová, debía destruirse (
Dt 13.17 ; Jos 6.17s ) y toda infracción de esta ley era abominable ( Jos 7.1ss ; 1 S 15.21
).
En el Nuevo Testamento, «anatema» encierra la idea de entregar algo a la ira divina,
de echarle una maldición. No había peor blasfemia que pronunciar «anatema sea Jesús»,
dando por sentado que era bajo inspiración ( 1 Co 12.3 ), ya que tal influjo no viene del
Espíritu Santo. En cambio, Pablo está dispuesto a colocarse bajo maldición si esto
contribuyera a la salvación de otros judíos ( Ro 9.3 ). Él mismo echa un anatema sobre
los predicadores de un «evangelio» legalista ( Gl 1.8s ) y sobre todo el que no ama al
Señor ( 1 Co 16.22 ).
Verbos afines aparecen en Mc 14.71 ; Hch 23.12 , 14 , 21 .
ANATOT Ciudad ubicada a unos 5 km al norte de Jerusalén. Tal vez el antiguo
santuario de la deidad cananea «Anat». Se menciona en el Antiguo Testamento con
referencia a varios personajes ( Jos 21.18 ; 2 S 23.27 ; 1 Cr 11.28 ; 12.3 ; 1 R 2.26 ) y la
invasión asiria ( Is 10.30 ). Fue el lugar del nacimiento y las primeras profecías de
Jeremías ( Jer 1.1 ; 11.21–23 ; 32.7–9 ), devastado por los babilonios y luego reconstruido
( Esd 2.23 ; Neh 7.27 ).
ANCIANO En la mayoría de las civilizaciones antiguas se ha creído que las personas
de edad son las más capaces para gobernar el pueblo. De ahí que a menudo los
gobernantes o líderes se llamen «ancianos». En la Biblia, «anciano» es traducción de la
palabra hebrea zaquén y de la griega presbyteros .
Había ancianos en los pueblos de Egipto ( Gn 50.7 ), de Moab y de Madián ( Nm 22.7
).
Aun cuando eran esclavos en Egipto, los israelitas tenían ancianos ( Éx 3.16 ).
Durante la peregrinación en el desierto se formalizó la institución debido al consejo de
Jetro ( Éx 18.21 ). En el período siguiente, cada ciudad tenía su cuerpo de ancianos que
actuaban como jueces ( Dt 19.12 ; 21.2 ; 22.15 ; 25.7 ; Jos 20.4 ). El número de 70 quedó
como norma ( Éx 24.1 ; Nm 11.16–25 ; cf. Jue 8.14 ).
El cuerpo nacional, «los ancianos de Israel», ejercía bastante influencia durante la
monarquía ( 1 S 8.4s ; 2 S 5.3 ; 1 R 8.1 , 3 ; 20.7 , etc.), durante la cautividad ( Ez 8.1 ;
14.1 ; 20.1 ) y en la época de Esdras. Al principio los ancianos solo ejercían poder civil,
pero al llegar la época del Nuevo Testamento ejercieron autoridad juntamente con los
principales sacerdotes y formaban parte del → SANEDRÍN .
Como en las → SINAGOGAS había un consejo de ancianos gobernantes, era normal que
las iglesias cristianas imitaran esta estructura. Cada congregación tenía su → PRESBITERIO ,
pero el oficio de anciano cambió. Mientras entre los judíos los ancianos se encargaban
sobre todo de los asuntos administrativos y civiles, y no se encargaban de los cultos en las
sinagogas, los ancianos cristianos visitaban a los enfermos en una labor pastoral ( Stg
5.14 ) y predicaban la Palabra ( 1 Ti 5.17 ).
Había ancianos en la primera iglesia de Jerusalén ( Hch 11.30 ), aunque no se nos
explica cómo se nombraron, y participaban en el → CONCILIO con los apóstoles ( Hch 15.4
, 6 , 23 ; 16.4 ). Pablo y Bernabé «constituyeron ancianos en cada iglesia» de Asia Menor,
con oración y ayuno ( Hch 14.23 ), y se instó a Tito a que hiciera lo mismo en Creta ( Tit
1.5 ). Pablo pronunció un discurso a los ancianos de la iglesia de Éfeso ( Hch 20.17 ), y
más tarde recomienda que «los ancianos que gobiernan bien sean tenidos por dignos de
doble honor» ( 1 Ti 5.17 ). Pedro se identifica como anciano ( 1 P 5.1 ) y también Juan ( 2
Jn 1 ; 3 Jn 1 ).
Puesto que el verbo «supervisar» se usa en 1 P 5.2 para describir la función de los
ancianos, y Pablo llama «obispos» a los ancianos de Éfeso ( Hch 20.28 ; cf. Tit 1.5–7 ),
parece que los términos anciano y → OBISPO eran intercambiables.
ANDAR Las características del andar literal se aplican en sentido figurado a la
conducta perfecta, pues el movimiento debe ser progresivo, hacia una meta. En el
Antiguo Testamento el buen andar comúnmente se refiere a la sumisión a la voluntad de
Dios, lo cual contrasta con el andar de los idólatras (cf. 1 R 8.61 con 16.31 ). En el Nuevo
Testamento algunos hermanos «andan conforme a la carne» o «como hombres» ( 1 Co
3.3 ; Ro 8.4 ), porque su conducta no se diferencia tajantemente a la de los «gentiles» ( Ef
4.17 ). Pierden así su testimonio y la capacidad de trabajar para el Señor.
Los hijos de Dios deben andar «por fe» ( 2 Co 5.7 ), «en el Espíritu» ( Gl 5.16 ), «en
buenas obras», como es «digno de su vocación», «en amor», «como hijos de luz»,
«aprovechando bien el tiempo» ( Ef 2.10 ; 4.1 ; 5.2 , 8 , 15 , 16 ). Juan contrasta el andar
«en tinieblas», con el andar «en luz» ( 1 Jn 1.6 , 7 ; 2.11 ). El modelo es Cristo: «El que
dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo» ( 1 Jn 2.6 ).
ANDRÉS ( varonil ). Uno de los doce apóstoles. Casi todo lo que se sabe de él se
encuentra en el cuarto Evangelio. Era natural de Betsaida ( Jn 1.44 ), hermano de Simón
Pedro, al que condujo ante Jesús, e hijo de Juan (cf. Jn 21.16 , HA; «Jonás», RV). Antes
de su apostolado era discípulo de Juan el Bautista ( Jn 1.35–40 ). Después de su vocación
pasó a vivir con Pedro en Capernaum, donde eran socios en la pesca ( Mt 4.18 ; Mc 1.29
).
Andrés no formaba parte del trío íntimo de Jesús (Pedro, Jacobo y Juan), pero a la
larga se le encuentra con las mismas inquietudes de estos tres apóstoles ( Mc 13.3 ). Con
Felipe, que con él eran los únicos apóstoles de nombre griego, fue intermediario entre
unos griegos y Jesús ( Jn 12.22 ). Movido por su fe práctica, planteó la imposibilidad de
sustentar a los cinco mil ( Jn 6.8s ). Estuvo presente en el aposento alto después de la
ascensión ( Hch 1.13 ) y entonces desaparece de la historia bíblica. Según una tradición
verosímil, lo crucificaron en Acaya tras una actividad misionera muy fructífera allí.
ANDRÓNICO ( conquistador de los hombres ). Designado «pariente» de Pablo ( Ro
16.7 ),quizás fue pariente carnal o solo de raza (cf. Ro 9.3 ). Fue cristiano antes que Pablo
y su «compañero de prisiones», aunque no se sabe cuándo (cf. 2 Co 11.23 ). ( → APÓSTOL
; JUNIAS .)
ANFÍPOLIS Antigua capital de Macedonia, situada cerca de la desembocadura del río
Estrimón, sobre la famosa «Vía Ignatia» y a unos 53 km de Filipos. Pablo y Silas no se
detuvieron en ella ( Hch 17.1 ), posiblemente porque allí no había sinagoga, la
acostumbrada base de operaciones para ellos.
ÁNGEL Traducción de un término hebreo ( mal˓ak ) y un término griego ( ángelos )
que significan «mensajero». Se aplica a seres humanos ( Job 1.14 ; 1 R 19.2 ; Hag 1.13 ;
Lc 7.24 ; 9.52 , etc.), pero de manera muy especial a un orden de seres sobrenaturales y
celestiales cuyo ministerio es actuar como mensajeros y agentes de Dios en la realización
de la voluntad divina.
Los ángeles se mencionan muchas veces en ambos testamentos y Cristo mismo
afirmó que hay un orden de seres angélicos en el universo ( Mt 18.10 ; 24.31 , 36 ; Lc
15.10 ).
Los ángeles fueron creados ( Col 1.16 ) en estado de santidad ( Jud 6 ) antes de la
creación del mundo ( Job 38.6 , 7 ). Son seres espirituales ( Heb 1.14 ) que pueden tomar
forma corpórea, aunque no tienen cualidades físicas como los humanos. Su apariencia es
masculina ( Gn 18.2 , 16 ; Mc 16.5 , etc.). No pueden reproducirse ni tampoco morir ( Mt
22.30 ; Lc 20.36 ). Existen en gran número ( Heb 12.22 ; Ap 19.1 ). Poseen inteligencia (
1 P 1.12 ), sensibilidad ( Lc 15.10 ) y voluntad ( Jud 6 ). Se les llama «santos» ( Mt 25.31
), «escogidos» ( 1 Ti 5.21 ) e «hijos de Dios» ( Job 1.6 ), y se dice que están en el cielo» (
Mt 18.10 ).
Las Escrituras hablan de ángeles que pecaron ( Jud 6 ; 2 P 2.4 ). ( → DEMONIOS ;
SATANÁS .) Aquí se trata solamente de los que no han caído de su estado original. Pablo
menciona «principados y potestades en los lugares celestiales» ( Ef 3.10 ). Dos ángeles se
mencionan por nombre: Gabriel ( Lc 1.26 ) y Miguel (el arcángel, «uno de los principales
príncipes», Dn 10.13 , Jud 9 ). Se habla también de serafines ( Is 6.1–3 ) y querubines (
Gn 3.22–24 ).
Los ángeles alaban a Dios ( Ap 4–5 ), cuyo rostro contemplan siempre en el → CIELO
( Mt 18.10 ), y ejecutan su palabra ( Sal 103.20 ). En cuanto a Cristo, se dice que fue
«visto de los ángeles» ( 1 Ti 3.16 ). Predicen ( Lc 1.26–33 ) y anuncian su nacimiento (
Lc 2.13 ), le protegen en su infancia ( Mt 2.13 ), le asisten en la tentación ( Mt 4.11 ),
están listos para defenderle ( Mt 26.53 ), le confortan en Getsemaní ( Lc 22.43 ),
remueven la piedra del sepulcro ( Mt 28.2 ), anuncian la resurrección ( Mt 28.6 ) y la
Segunda Venida ( Hch 1.10 , 11 ). Hay varios ministerios que los ángeles cumplen en
relación con la experiencia delcreyente ( Lc 15.10 ; 16.22 ; Hch 8.26 ; 12.7 ; 27.23 , 24 ;
1 Ts 4.16 ; 1 Ti 5.21 ; Heb 1.14 ). Intervienen también en la vida de las naciones ( Dn
10.21 ; 12.1 ; Ap 8 ; 9 ; 16 ) y de los individuos no salvos ( Gn 19.13 ; Mt 13.39 ; Hch
12.23 ; Ap 14.6 , 7 ).
El hombre ha sido hecho «poco menor que los ángeles» ( Sal 8.5 ), pero al unirse con
Cristo por medio de la fe es exaltado sobre ellos ( Heb 1–2 ). Los ángeles le sirven ( Heb
1.14 ), pero Él les excede en conocimiento espiritual respecto a la manifestación de la
gracia de Dios en Cristo ( 1 P 1.10–12 ), y un día los juzgará ( 1 Co 6.3 ). La Biblia
prohíbe que se rinda adoración a los ángeles ( Col 2 , 18 ; Ap 19.10 ; 22.8 , 9 )
Bibliografía:
Xabier Pikaza, «Los ángeles. Doctrina del Nuevo Testamento», en Revista Biblia y Fe , Vol.
XIX, Escuela Bíblica «Fermín Caballero», España, septiembre-diciembre, 1993.
ÁNGEL DEL SEÑOR De las 213 veces que aparece mal’ak en el Antiguo
Testamento, 58 componen la expresión mal˓ak Yhwh , ángel de Jehová, y otras 11 mal˓ak
ha-elohim , ángel de Dios.
La identificación de este ángel es difícil. En algunos textos parece tratarse de un ser
angélico que actúa como mensajero o representante de Jehová, con quien tiene una
relación como la que existe entre un soberano y su embajador ( Gn 24.7 ; Zac 1.12 , 13 ).
Pero hay casos en que el Ángel del Señor se identifica con Dios mismo ( Gn 16.7–13 ;
22.11–18 ; Jue 13.2ss ), lo que conduce a pensar que era una teofanía, o sea una
manifestación de Dios en forma visible y corpórea. Como tiene que ser una de las
personas de la Trinidad, si no es la primera persona, tiene que ser el Espíritu Santo o el
Hijo. Como el Espíritu no asume forma corpórea, puede concluirse que el ángel del Señor
es el Hijo de Dios, quien revela corporalmente a la divinidad ( Jn 1.18 ).
ANILLO Joya muy popular en los tiempos bíblicos ( Éx 35.22 ; Stg 2.2 ), considerada
como el toque final del atuendo de una persona; recibirlo era signo de aceptación ( Lc
15.22 ). Cuando Dios restauró la prosperidad de Job, sus familiares le obsequiaron un
anillo ( Job 42.11 ). Por lo general, era símbolo de cierta comodidad ( Stg 2.2 ).
El anillo se grababa con el sello particular de su dueño, de modo que se pudiese
estampar ese sello en tablillas de barro húmedo, bien para tratos comerciales o para
asuntos de Estado ( Est 8.8 ). Los reyes o miembros de la corte usaban anillos como sello
real distintivo. El faraón de Egipto dio a José su propio anillo real ( Gn 41.42 ); lo mismo
hizo el rey Asuero con Amán y Mardoqueo ( Est 3.10 ). Judá entregó su anillo (sello) a
Tamar ( Gn 38.18 ).
En la vestidura de los sacerdotes el pectoral debía llevar dos anillos de oro para
sujetar a este con el efod ( Éx 28.28 ).
ANTICRISTO Adversario demoníaco o humano-demoníaco de Jesucristo, que
aparecerá antes de la Segunda Venida como el último perseguidor de los cristianos. Cristo
lo vencerá en su regreso a la tierra. A veces adquiere el aspecto de un seudocristo que
engañará a muchos con sus pretensiones, sus milagros y sus falsas enseñanzas. El
anticristo, una especie de encarnación de Satanás, figura en la literatura apocalíptica
cristiana bajo varios nombres, todos con antecedentes en el judaísmo ( → GOG ; MAGOG ;
BELIAL ; ANTÍOCO ; NERÓN ; cf. «el hombre de iniquidad» [HA] de 2 Ts 2.3ss ).
Apocalipsis sintetiza en forma misteriosa muchos de estos conceptos. Se bifurca en
dos bestias ( Ap 13 ; 16.12–16 ; 17 ; 19.19ss ; cf. 11.7ss ), que con Satanás forman una
trinidad malvada. La primera («la bestia» por excelencia) es una encarnación de Satanás
que demanda adoración; y la segunda, subordinada a la primera, es un falso profeta.
Las epístolas juaninas, sin negar que habrá un anticristo final y único, afirman que
existe ya una actitud o tendencia característica de este, y hablan aun de «muchos
anticristos» ( 1 Jn 2.18 , 22 ; 4.3 ; 2 Jn 7 ). Para Juan, la negación de que Jesucristo haya
venido en carne (y por tanto que el Padre haya actuado para nuestra salvación) constituye
la revelación del anticristo.
ANTÍOCO (en griego, el firme ). Nombre muy común entre los reyes seléucidas de
Siria. Hubo trece reyes que llevaron este nombre. Los más importantes son los siguientes:
1. Antíoco I (280–262 a.C.). Hijo de Seleuco, uno de los generales de Alejandro.
Sostuvo contra Tolomeo Filadelfo de Egipto la llamada Primera Guerra de Siria, en la que
estaba en juego, entre otras cosas, la posesión de Palestina.
2. Antíoco II (262–246 a.C.). Hijo de Antíoco I. Sostuvo contra Tolomeo Filadelfo la
Segunda Guerra Siria. Derrotado, hizo la paz con Tolomeo contrayendo matrimonio con
la hija de este y repudiando a su esposa anterior, Laodicea. Sin embargo, el hijo de
Laodicea sucedió a Antíoco II. A esto se refiere Dn 11.6 .
3. Antíoco III, el Grande (233–187 a.C.). Uno de los más hábiles administradores y
generales de los reyes seléucidas. Aunque la mayoría de sus campañas militares le
llevaron hacia el Oriente y hasta la India, Antíoco el Grande sostuvo varias campañas
contra Egipto. La primera se suspendió cuando se vio obligado a dirigirse con su ejército
hacia Media a fin de sofocar una rebelión. La segunda terminó cuando Tolomeo Filópator
lo derrotó en la batalla de Rafia ( 1 Mac 8.1–7 ). Durante la tercera campaña, logró
conquistar la Palestina y la península de Sinaí con la ayuda de los judíos que sentían
simpatía por él. A partir de entonces, los destinos de Palestina estarían más estrechamente
unidos a los del reino de Siria que a los de Egipto.
4. Antíoco IV, conocido como Epífanes (176–164 a.C.). Hijo segundo de Antíoco el
Grande. Su política helenizante, que pretendía unir a todos sus súbditos bajo un solo
idioma, una sola ley y una sola religión, le costó la enemistad con los judíos. En todos los
escritos judíos en que se habla de él se le trata con desprecio y se le tacha de inmoral. Su
campaña helenizante le hizo intervenir en Jerusalén, donde los dos hermanos Jasón y
Onías se disputaban el sumo sacerdocio. Puesto que Jasón se inclinaba más hacia las
costumbres de los gentiles, Antíoco le prefirió por encima de Onías. El rey llegó al punto
de decretar la pena de muerte para quien se negase a seguir las costumbres griegas ( 1
Mac 1.52 ).
Además, Antíoco invadió a Judá, tomó a Jerusalén, profanó el templo e hizo una gran
matanza de judíos ( → ABOMINACIÓN ). Ante esta situación, Matatías se rebeló y se retiró a
los montes con gran número de seguidores. El hijo de Matatías, el famoso Judas
Macabeo, derrotó repetidamente a las fuerzas de Antíoco ( 1 Mac 3 ; → DEDICACIÓN,
FIESTA DE ). Todas estas victorias de los judíos fueron posibles porque bajo Antíoco IV el
reino sirio se encontraba en franca decadencia. Antíoco murió en Babilonia en medio de
una campaña militar ( 1 Mac 6.8–16 ). A él se refiere Dn 11.21–39 .
Foto de Howard Vos
Tique, divinidad de la fortuna, relacionada con la adoración pagana
de los residentes de Antioquía de Siria.
5. Antíoco V (164–162 a.C.). Hijo de Antíoco Epífanes, a quien sucedió. Tuvo éxito
al pelear contra Judas Macabeo ( 1 Mac 6 ; Josefo, Antigüedades xii 9.4).
6. Antíoco VII (138–129 a.C.). Derrotó a Juan Hircano, hijo de Judas Macabeo, en
135 a.C.
Moneda acuñada por Antíoco IV Epífanes, gobernante sirio cuya
profanación del templo judío inició la revuelta de los macabeos.
7. Antíoco VIII y IX (125–95 a.C.). Hermanos que se disputaron el trono de Siria y
con ello prestaron ocasión a Juan Hircano para fortalecer la independencia de Judea.
ANTIOQUÍA Nombre de ciudades de Siria y Pisidia.
1. Ciudad cosmopolita de Siria, situada sobre el río Orontes a 26 km del Mediterráneo
y unos 480 km al norte de Jerusalén. La fundó Seleuco Nicator en 301 a.C. (en honor a su
padre Antíoco) en una situación geográfica ideal. Por hallarse entre montañas y casi
rodeada de agua, gozaba de un clima muy favorable en contraste con la mayor parte de
Siria. Llegó a ser una ciudad próspera y populosa (500.000 habitantes). Su vitalidad
comercial se debía en parte al río y en parte a su posición en la encrucijada de
importantes rutas de caravanas. Fue sometida a Roma en 64 a.C. y llegó a ser la tercera
ciudad de todo el imperio; Roma era la primera y Alejandría la segunda. Casas lujosas
adornaban su calle principal (6 km) y los emperadores acostumbraban contribuir a su
belleza general. Antioquía se conocía, además, por su devoción sensual a Dafne y su
culto orgiástico. (A veces, para distinguir entre Antioquía y las muchas otras ciudades del
mismo nombre, se especificaba «Antioquía cerca de Dafne».)
Pero si Antioquía tuvo fama de ciudad pagana, ocupa también un lugar prominente en
la historia del cristianismo. Habitada por numerosos judíos inmigrados (a menudo ricos y
celosos en su proselitismo, cf. Hch 6.5 ), Antioquía recibió el impacto del mensaje
evangélico poco después de la persecución de Esteban ( Hch 11.19s ) y fue allí donde por
primera vez se predicó el evangelio a los gentiles y a los creyentes se les llamó →
CRISTIANOS ( Hch 11.20–26 ). Aunque algunos opinan que «cristianos» era un apodo que
los satíricos antioqueños inventaron, es más aceptable la teoría de que los propios
miembros de la joven y entusiasta iglesia, en su afán de identificarse con Cristo, se hayan
autodenominado así.
Antioquía también fue la base de las operaciones misioneras de Pablo ( Hch 13.1–3 ;
14.26ss ; 15.35s ; 18.22s ). La iglesia de Antioquía, formada de judíos y gentiles, fue
generosa con los hermanos en Judea ( Hch 11.27ss ; → AGABO ) pero a la vez fue objeto
de controversia a los ojos de estos (cf. Gl 2.11ss ; → CONCILIO DE JERUSALÉN ). En tiempos
postapostólicos, Crisóstomo y una escuela de interpretación bíblica dieron más fama a la
ciudad, la cual se denominó «la reina del Oriente». Excavaciones arqueológicas dan
testimonio de la existencia en ella de más de veinte iglesias en distintas épocas.
2. Ciudad de Pisidia (en el corazón de Asia Menor, a unos 240 km al este de
Filadelfia), también fundada por Seleuco Nicator. Dominaba las rutas comerciales entre
Éfeso y el Oriente. Como sede del procónsul romano, gozaba de muchos privilegios y era
una ciudad de mucha importancia en la época de las visitas de Pablo y Bernabé ( Hch
13.14 ; 14.19 , 21 ). El éxito inicial de la predicación de Pablo en la sinagoga ( Hch
13.15–41 ) suscitó mucha oposición ( 13.50s ), de manera que la iglesia se componía
sobre todo de gentiles ( 14.21 ).
ANTIPAS «Testigo fiel» de la iglesia en → PÉRGAMO , que sufrió el martirio según Ap
2.13 . La tradición afirma que era obispo de aquella iglesia y que durante la persecución
de Domiciano lo asaron vivo en una olla de bronce.
ANTÍPATRIS Ciudad de Palestina situada a unos 60 km al sur de Cesarea, en el
camino romano a Jerusalén, y a unos 13 km del Mediterráneo.
Pablo pasó por allí cuando los militares romanos lo llevaban a Cesarea ( Hch 23.31 ).
Herodes el Grande reconstruyó a Antípatris, anteriormente llamada Cafarsaba, en honor
de su padre Antípatro. Ocupó el sitio de la antigua ciudad cananea, Afec ( Jos 12.18 ).
ANTONIA → FORTALEZA alta en la esquina noroeste del área del templo de Jerusalén,
mencionada en Neh 2.8 ; 7.2 . Hircano la reconstruyó y más tarde Herodes el Grande la
fortificó y le dio el nombre actual. Era cuadrada, tenía cuatro torres y servía de palacio y
castillo.
Gabata, donde Jesús compareció ante Pilato, puede haber sido el patio central de la
Antonia ( Jn 19.13 ; → PRETORIO ). De ella salieron los soldados romanos para rescatar a
Pablo, y desde sus gradas este habló a la multitud ( Hch 21.31–40 ; cf. 22.24 ; 23.10 , 16
). La destruyeron en 70 d.C.
ANTORCHA Manojo de maderas fuertemente atadas entre sí e impregnadas de aceite
y sustancias resinosas, que encendido sirve como medio de iluminación ( Gn 15.17 ; Jn
18.3 ). Se utilizaba también como elemento de guerra ( Zac 12.6 ).
A veces la Biblia emplea la palabra «tea» como sinónimo ( Jue 6.16 , 20 ; 15.4 ). La
antorcha simboliza la rectitud del carácter ( Jn 5.35 ), la luz que brota de las Sagradas
Escrituras ( 2 P 1.19 ) y la esperanza ( Is 62.1 ).
ANZUELO Herramienta del pescador, utilizada desde épocas remotas ( Job 41.1 ; Is
19.8 ; Hab 1.15 ). Los asirios, según vemos en algunas esculturas, conducían a sus
prisioneros enganchados por la nariz con un anzuelo ( Am 4.2 ). Pedro utilizó el anzuelo
para pescar el pez que le dio el dinero para pagar un tributo ( Mt 17.27 ).
AÑO Los hebreos se regían por dos años. El año sagrado empezaba en el mes de Abib o
Nisán (marzo o abril). Lo instituyó Moisés durante el éxodo y lo usaban los profetas y
sacerdotes ( Éx 12.2 ; 13.4 ; Esd 7.9 ; Neh 2.1 ; Est 3.7 ). El año civil parece haber
empezado en el mes de Tishri o Etanim (septiembre u octubre), y lo empleaban los
comerciantes y agricultores ( 1 R 8.2 ).
Al principio, el año hebreo era solar, de doce meses, con 30 días cada uno, excepto el
duodécimo mes que tenía 35 días. Pero también contaban el tiempo con el año lunar de
doce meses ( 1 R 4.7 ; Jer 52.31 ; Dn 7.25 ; 12.7 ). Antes del cautiverio los años eran
lunares, distribuidos en doce meses de 30 y 29 días alternativamente, cuya duración se
indicaba por el curso de la luna. Posteriormente (Mishnah) se dispuso que en el año no
hubiera menos de cuatro ni más de ocho meses de 30 días, llamados meses completos.
Los egipcios y los babilonios idearon la intercalación de un mes para conciliar el año
lunar con el solar (que comprende 365 días, 5 horas, 48 minutos y 48, 7 segundos que
dura el movimiento de la tierra alrededor del sol). Esto fue común entre los judíos
después del cautiverio.
Antiguamente, los hebreos referían sus fechas a los acontecimientos más memorables
de su historia: el éxodo de Egipto ( Éx 19.1 ; Nm 33.38 ; 1 R 6.1 ), la erección del templo
de Salomón ( 1 R 8.1 , 2 ; 9.10 ), el advenimiento de los reyes (Reyes, Crónicas y
Jeremías) y la cautividad babilónica ( Ez 33.21 ; 40.1 ). Año en el Nuevo Testamento
indica la época de acuerdo con el lugar donde ocurren los hechos ( Lc 3.1 ; Gl 1.18 ; 2.1 ;
3.17 ), marca un tiempo determinado ( Mt 9.20 ; Lc 12.19 ; 13.11 ; Jn 2.20 ; Hch 7.6 ;
Heb 3.17 ; Ap 20.2 , 7 ); la fecha de nacimiento ( Mc 5.42 ; Lc 2.42 ; 3.23 ; Jn 8.57 ; Hch
4.22 ; 1 Ti 5.9 ); repetición de los sucesos ( Lc 2.41 ; 13.7 ) y un tiempo ilimitado ( Heb
1.12 ).
AÑO SABÁTICO Institución íntimamente ligada con la del sábado. Se ordenaba que,
al cabo de seis años de trabajo, se diera libertad a los esclavos israelitas. Además, cada
siete años había que dejar la tierra en → BARBECHO y abandonar los frutos en el olivar o el
viñedo ( Éx 23.10 , 11 ). Deuteronomio señala que ese año debía ser también de
liberación financiera. Pero no podemos precisar en qué sentido debía serlo: si los
acreedores habían de abandonar totalmente su derecho a cobrar deudas, o si solo se
trataba de renunciar al interés producido por estas ( 15.1 ). Es posible que esta remisión
haya sido consecuencia de la ordenanza anterior: si el agricultor abandonaba aquel año
los productos de la tierra, le era imposible pagar el interés por sus deudas.
Sin embargo, solo después de la adopción del código sacerdotal se celebró realmente
el año sabático ( Lv 26.34 , 43 ). La tierra, en todas partes, debía poder celebrar en un año
un sábado en honor al Señor ( Lv 25.1–7 ). Durante esos doce meses no había que
cultivar nada. La Ley prometía magníficas cosechas el sexto año para que pudiesen vivir
al año siguiente ( Lv 25.20 , 21 ). En tiempo de Nehemías, los israelitas se
comprometieron a guardar el año sabático ( Neh 10.31 ). Este compromiso se respetó en
más de una ocasión ( 1 Mac 6.49 , 53 ). Los historiadores Josefo y Tácito hacen alusión a
ello; el primero, para informarnos que el emperador eximió a los judíos, cierto año
sabático, de pagar impuesto, y el segundo, para ofrecer un ejemplo de lo que él
consideraba la pereza de los judíos. Sin embargo, no es seguro que esta ley se observara
habitualmente. El Talmud atestigua su cumplimiento, porque da numerosas
prescripciones para resolver las dificultades suscitadas por su aplicación. ( → JUBILEO .)
AOD Benjamita, juez zurdo ( Jue 3.15 ). Liberó a Israel de la opresión de Moab,
matando a su rey → EGLÓN ( 3.16–26 ). Reunió más tarde a los israelitas, y estos acabaron
con el ejército moabita ( 3.27–29 ). Como resultado, la tierra reposó 80 años ( 3.30 ).
APARICIÓN DE JESÚS → SEGUNDA VENIDA .
APEDREAMIENTO La verdadera pena de muerte entre los israelitas. Había que
ejecutarla fuera de la ciudad, ante el juez y en presencia del pueblo ( Lv 24.14 ; Nm 15.36
; 1 R 21.10 , 13 ). El testigo de cargo (tenía que haber por lo menos dos) debía arrojar la
primera piedra ( Dt 13.9s ; 17.7 ; cf. Jn 8.7 ), la más pesada posible. Si esta no bastaba
para dar muerte a la víctima, los espectadores terminaban de ejecutar la sentencia,
arrojando piedras más pequeñas. En ciertos casos al apedreamiento se agregaba la
práctica de quemar el cadáver ( Jos 7.15 , 25s), empalarlo o colgarlo ( Dt 21.22 ) como
signo de afrenta.
El apedreamiento se imponía sobre todo en casos de delitos religiosos: contra
adivinos ( Lv 20.27 ), blasfemos ( Lv 24.16 ), idólatras ( Dt 17.2–5 ) y violadores del
sábado ( Nm 15.35 ); pero también en otros casos ( Dt 21.21 ; 1 R 21.13 ).
APELES Cristiano que Pablo saludó en Ro 16.10 , añadiendo que era «aprobado en
Cristo».
APIA Miembro de la iglesia en la casa de Filemón (v. 2 ) en Colosas, tal vez esposa de
este y madre de Arquipo.
APIO → FORO DE APIO .
APOCALIPSIS, LIBRO DE Último libro del Nuevo Testamento. Su nombre viene
del griego apokalyptein , que significa «quitar el velo». Literalmente puede traducirse
«revelación».
Foto de Howard Vos
Restos del altar para adorar al dios pagano Zeus en Pérgamo. El
escritor de Apocalipsis pudo tener en cuenta este altar idólatra al
referirse al «trono de Satanás» en Pérgamo ( Ap 2.12–13 ).
Autor Y Fecha
Después de la muerte y resurrección de Jesús, el evangelio se expandió rápidamente.
En todas partes surgían pequeñas comunidades. En poco tiempo la buena nueva de Jesús
atravesó las fronteras de Palestina y entró en los límites del Imperio Romano: Asia
Menor, Grecia, Italia. Unos treinta años después de la muerte de Jesús, en el mes de julio
de 64, el emperador Nerón decretó la primera gran persecución.
Después de Nerón hubo un período de tregua para los cristianos. Pero cuando el
emperador Domiciano (81–96) llegó al trono, decretó una nueva persecución.
Esta vez fue mayor y mejor organizada. Domiciano torturaba a los cristianos para que
abandonaran su fe. Y es al final del siglo I, entre los años 95 y 96, en época de
persecución, cuando probablemente se escribió Apocalipsis.
Apocalipsis:
Un bosquejo para el
estudio y la enseñanza
Primera parte: «Las
cosas que has visto» (
1.1–20 )
Segunda parte: «Las
cosas que son» ( 2.1 —
3.22 )
I.
Introducción
1.1–8
II.
I.
Mensaje a Éfeso
Revelación de
Cristo
1.9–20
2.1–7
II.
Mensaje a
Esmirna
2.8–
11
III.
Mensaje a
Pérgamo
2.12–17
IV.
Mensaje a Tiatira
2.18–29
V.
Mensaje a Sardis
3.1–
6
VI.
Mensaje a Filadelfia
3.7–13
VII.
Mensaje a Laodicea
3.14–22
Tercera parte: «Las
cosas que han de
venir» ( 4.1 — 22.21 )
I.
Persona del juez
5.14
4.1—
A.
El trono de
Dios
4.1–
11
B.
El libro
sellado
5.1–14
II.
Profecías sobre
la tribulación
6.1—19.6
A.
Siete sellos del
juicio
6.1—8.5
B.
Siete trompetas del
juicio
8.6—11.19
C.
Profecías
explicativas
12.1—
14.20
D.
Siete vasos del
juicio
15.1—19.6
III.
Profecías sobre la
Segunda Venida
19.7–21
A.
Cena matrimonial del
Cordero
19.7–10
B.
Segunda Venida de
Cristo
19.11–21
IV.
Profecías sobre el
milenio
20.1–15
A.
Satanás es atado por
mil años
20.1–3
B.
Los santos reinan mil
años
20.4–6
C.
Satanás es liberado y
lleva a la rebelión
20.7–9
D.
Satanás es
atormentado para
siempre
20.10
E.
El juicio del gran trono
blanco
20.11–15
V.
Profecías sobre el estado
eterno
21.1—22.5
A.
Se crean un nuevo
cielo y una nueva
tierra
21.1
B.
Desciende la Nueva
Jerusalén
21.2–8
C.
Se describe a la Nueva
Jerusalén
21.9—22.5
VI.
Conclusión
22.6–21
Marco Histórico
El autor se identifica como Juan ( 1.1 , 4 , 9 ; 22.8 ) y se presenta como «siervo de
Dios» ( 1.1 ), uno de los profetas ( 22.9 ) y «hermano» y «copartícipe en la tribulación»
de los destinatarios ( 1.9 ). Desterrado de sus amadas iglesias en la provincia de → ASIA ,
se halla preso en la isla de → PATMOS . Desde la época de Justino Mártir (como por 140
d.C.), este Juan se ha identificado en Occidente como el apóstol y además como autor del
cuarto Evangelio y las tres epístolas juaninas. Algunos, sin embargo, como ciertas iglesias
orientales, objetan que el estilo de Apocalipsis es notablemente diferente al de otros
escritos juaninos; los solecismos en que incurre aquí (por lo visto, intencionales)
muestran poco respeto por la gramática. Además, el punto de vista en cuanto a la
escatología parece muy distinto (esta es más completa en el Evangelio y las Epístolas,
pero futuristas en Apocalipsis). Por tanto, Apocalipsis faltó en el canon de ciertas iglesias
entre 250 y 950 d.C.
Si bien muchos exégetas modernos le niegan la posibilidad de paternidad apóstolica a
Apocalipsis, las ideas denuncian un fuerte parentesco con el cuarto Evangelio y las cartas
juaninas, de manera que la teoría tradicional puede ser verdadera. Con un fin
eminentemente pastoral, Juan traza una teología de la historia y coloca la apremiante
necesidad de una iglesia a punto de ser exterminada en dos contextos: 1) la necesidad del
mundo; y 2) el propósito redentor de Dios.
Otros Puntos Importantes
Género literario del libro
El libro pertenece al género literario apocalíptico. A partir del siglo II a.C., hasta el
siglo IV d.C., hubo una gran producción literaria en este género en el ambiente judío y
luego en el cristiano ( → APOCALÍPTICA, LITERATURA ).
El simbolismo en Apocalipsis
Una de las mayores dificultades para el lector actual de Apocalipsis es el lenguaje
simbólico que utiliza el autor.
Juan utiliza un número impresionante de registros simbólicos: las cifras, los colores,
las figuras animales, los astros y los elementos cósmicos, así como también símbolos
sacados directamente del lenguaje religioso y cultual del Antiguo Testamento.
Sin embargo, el mundo simbólico de Apocalipsis no es incomprensible, ya que el
mismo Juan se preocupa de revelarnos el significado de muchos de ellos.
A. Las cifras
1. Primero (uno): exclusividad, primacía, excelencia («Yo soy ... el primero y el
último»: 1.11 ; 2.8 ; 22.13 ).
2. Tres y medio: tiempo limitado, período restringido.
Expresión simbólica de algo terreno y humano. Aparece formulado de varias maneras
( 11.2 , 3 , 9 ; 12.6 , 14 ; 13.5 ).
3. Cuatro: universalidad (conjunto del mundo habitado): cuatro vientos, cuatro
ángulos de la tierra ( 7.1 ; 20.8 ).
4. Seis: algo esencialmente imperfecto (666: 13.18 ).
5. Doce: representatividad de las tribus del pueblo elegido; continuidad entre el nuevo
pueblo y el antiguo ( 12.1 ; 21.12 , 14 , 20 , 21 ); doce veces mil ( 7.4–8 ); dos veces doce
( 4.4 , 10 ; 5.8 ; 11.16 ; 19.4 ).
6. Mil: gran número, multitud ( 5.11 ; 7.4–8 ); los mil años ( 20.27 ): período extenso,
larga duración. El mil combina con el doce y se obtiene el número 12.000, cifra de los
elegidos de cada una de las tribus de Israel. Se trata de la plenitud dentro del pueblo de
Dios ( 7.5–8 ).
7. Ciento cuarenta y cuatro mil: 122 = 144 X 1000 = 144.000. Esta cifra indica una
muchedumbre infinita, incalculable. Es la muchedumbre de los elegidos. Por lo tanto, es
absurdo tomar este número al pie de la letra para designar el número de los elegidos ( 7.4
; 14.1 ).
B. Partes del cuerpo
1. Ojos: conocimiento ( 4.6 ; 5.6 )
2. Mano: poder ( 1.16 ; 2.1 ; 5.1 ; 10.2 ).
3. Pies, piernas: estabilidad ( 1.15 ; 2.18 )
4. Alas: movilidad ( 4.8 ; 14.6 ).
5. Cuernos: fuerza ( 5.6 ; 12.3 ).
C. Colores
1. Blanco: mundo divino, alegría, pureza, victoria, dignidad ( 1.14 ; 2.17 ; 3.4 , 5 , 18
; 6.11 ; 7.9 , 13 ; 14.14 ; 19.14 ).
2. Negro: muerte, hambre, impiedad, desgracia, miseria ( 6.5 , 12 ).
3. Rojo: guerra, asesinatos, violencia, sangre ( 6.4 ; 9.17 ; 12.3 ).
4. Amarillo: muerte, descomposición ( 6.8 ).
5. Púrpura: desenfreno ( 17.4 ; 18.12 ; 18.16 ).
6. Escarlata: desenfreno ( 17.3–4 ; 18.12 , 16 ).
D. Imágenes
1. La mujer ( 12.1–3 ): la comunidad de creyentes, el «verdadero Israel» que abraza a
judíos y gentiles; está encinta, se trata del nacimiento del «Nuevo Israel» que se realizará
a través de la obra del Mesías.
2. La bestia ( 17 ): el poder político del Imperio Romano que, como agente de
Satanás, se levanta contra Dios y su Iglesia. Es el anticristo.
3. La prostituta ( 17.4–5 ): la pompa y el esplendor de la Roma imperial.
4. El dragón ( 12.3–4 , 7 , 9 , 13 , 16 , 17 ; 13.2 , 4 ; 16.13 ): imagen de Satanás, típica
de Apocalipsis. Al dragón también se le llama diablo. Viene del griego diábolos : el que
rechaza el orden de Dios, el que subvierte todos los valores.
5. El falso profeta ( 13.11–18 ): el que promueve el culto imperial. Persuade a los
hombres a erigir una inmensa imagen del emperador como objeto de adoración ( 13.14ss
). Utiliza básicamente cuatro métodos: a) poderosa retórica de su «voz de dragón» ( 13.11
; b) prodigios que realiza ( 13.13–15 ); c) severas sanciones económicas contra los que no
reciben la marca de la bestia ( 13.16–18 ); d) pena de muerte contra los disidentes que no
lo adoran ( 13.15 ).
Interpretación
Hay varias maneras de interpretar Apocalipsis. Los exégetas preteristas entienden
Apocalipsis como una descripción de acontecimientos pasados, del mal inherente al
Imperio Romano del siglo I. Los historicistas ven en Apocalipsis un enorme panorama de
la historia desde el siglo I hasta la Segunda Venida. Entre ellos mismos, sin embargo, no
hay unanimidad respecto a la identificación de los episodios históricos. Los futuristas
sostienen que desde el capítulo 4 , Apocalipsis describe acontecimientos relacionados con
la Segunda Venida, que tiene lugar en 19.11ss . En cambio los idealistas consideran
primordial el propósito de inspirar a los cristianos perseguidos a permanecer fieles hasta
el fin, y entienden el lenguaje simbólico no cronológicamente, sino como una serie de
descripciones imaginativas del triunfo de Dios. Estas cuatro escuelas no se excluyen
mutuamente. Es probable que una combinación de todas estas interpretaciones responda a
la intención de Juan.
Bibliografía:
S. Croato, «Apocalíptica y esperanza de los oprimidos», en RIBLA No. 7, DEI, San José,
1990, pp. 9–24. Pablo Richard, Apocalipsis: Reconstrucción de la esperanza , Editorial DEI, San
José, 1994. José M. González, Apocalipsis de Juan , Ediciones Cristiandad, Madrid, 1987. Alfred
Wikenhause y Josef Schmid, Introducción al Nuevo Testamento , Editorial Herder, Barcelona,
1978.
APOCALÍPTICA, LITERATURA Cierto tipo de literatura judía y cristiana
escrita en Egipto y Palestina entre 200 a.C. y 200 d.C. Se deriva de la palabra
«apocalipsis», que significa «revelación». Por lo tanto, la apocalíptica es un tipo
particular de literatura que surgió entre los judíos y los cristianos para revelar ciertos
misterios en cuanto al cielo y a la tierra, la humanidad y Dios, los ángeles y los demonios,
la vida del mundo presente y el mundo venidero.
La literatura apocalíptica quizás surgió en la tradición de los profetas de Israel, pero
varios siglos después. El último de los profetas de Israel, Malaquías, escribió allá por el
460 a.C. Dos libros de la Biblia (Daniel en el Antiguo Testamento y Apocalipsis en el
Nuevo Testamento) son buenos ejemplos de este tipo de literatura.
Foto de Amikam Shoob
A veces se mencionan los escorpiones en los escritos proféticos y
apocalípticos como símbolos gráficos de juicio divino ( Ap 9.3 , 10 ).
Los siguientes libros judíos y cristianos se consideran apocalípticos: Apocalipsis de
Abraham , Apocalipsis de Baruc , Ascensión de Isaías , Ascensión de Moisés , 2 Baruc ,
Libro de Jubileos , 1 y 2 Enoc , Vida de Adán y Eva , Oráculos Sibilinos , Testamento de
Abraham y Testamento de los doce patriarcas . Casi todos son → APÓCRIFOS DEL ANTIGUO
TESTAMENTO .
En 1974 aparecieron varios libros y fragmentos apocalípticos entre los rollos del mar
Muerto. En el segundo y el tercer siglo después de Cristo se escribieron varios libros
apocalípticos cristianos, entre ellos Apocalipsis de Pedro , Apocalipsis de Pablo y
Apocalipsis de Tomás . Se incluyeron en una colección que se conoce como Apócrifa del
Nuevo Testamento .
La mayoría de los libros apocalípticos son de escritores judíos que reaccionaban a la
opresión extranjera de su pueblo.
Muchas veces escribían para explicar por qué el malo parecía prosperar mientras que
los justos sufrían. Los escritos apocalípticos cristianos están bajo la influencia de esas
primeras obras judías. El libro de → APOCALIPSIS en el Nuevo Testamento emplea
símbolos e imágenes que aparecen en el Libro de Enoc , y en el libro conocido como 4
Esdras , escrito allá por el año 100 d.C., parece ser paralelo de Apocalipsis en varias
cosas. Esta gran similaridad entre la apocalíptica judía y la cristiana explica por qué los
eruditos los agrupan en una sola categoría y los estudian juntos.
Características
La literatura apocalíptica tiene ciertas característica que la distinguen de las demás
obras.
Visión.
Aunque otros tipos de literatura utilizan visiones para expresar su mensaje (véase
Isaías 6 ), la literatura apocalíptica las presenta para revelar secretos celestiales en cuanto
al presente y al futuro de la humanidad. A menudo son el producto de cierto trauma o
acontecimiento personal o social que creó una crisis en la experiencia del escritor (cf. Ap
1.10 con 4 Esdras 3.1 ). Estas visiones conducen a su vez a adicionales explicaciones de
acontecimientos futuros y otras visiones y sueños.
Ética.
De estas visiones, el escritor saca conclusiones éticas. En Ap 2–3 , Juan escribe siete
cartas a siete iglesias del Asia Menor occidental. Cada carta se enfoca en asuntos
específicos que confronta esa iglesia. Estas cartas las escribió Juan después de tener una
visión en que Dios le encomendara escribirlas ( Ap 1.19 ). Son un llamado a las iglesias a
determinadas decisiones éticas o morales.
Seudónimos.
El libro de Apocalipsis en el Nuevo Testamento es el único libro de la apocalíptica
que ofrece el nombre del autor. Los demás se atribuyen a personajes famosos del pasado,
como Esdras, Enoc, Baruc, Jeremías, Abraham, Moisés y Adán. Tal vez se usaba el
seudónimo para añadir credibilidad a la obra.
Grandes simbolismos.
Los libros de la apocalíptica son ricos en simbolismos. La imaginación del autor se
ejercita. Quienes leyeron esos libros cuando se escribieron conocían el significado de los
simbolismos que empleaba el autor. Los acontecimientos de la época, los malos
gobernantes y las naciones paganas se simbolizan con animales y bestias, horribles
señales en el cielo o caóticas corrientes de agua. Pero al pueblo fiel a Dios se le presenta
como animales majestuosos, como un león o como un árbol bien cuidado. El propósito de
estos simbolismos era presentar a los lectores un contraste notable entre lo bueno y lo
malo.
Mensajes.
A través de los libros apocalípticos, los autores comunicaron varios mensajes
importantes. Los siguientes temas aparecen en toda la apocalíptica: El fin está cerca, el
fin del mundo comprende al universo entero, la historia se divide en segmentos fijos, los
ángeles y los demonios participan activamente en los acontecimientos, habrá cielos
nuevos y tierra nueva, el reino de Dios, el Mesías, el pueblo de Dios disfrutará la gloria.
APÓCRIFOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO, LIBROS El término
«apócrifos» significa «escondidos», y con él se designaron los libros no destinados al uso
general, porque se consideraba que contenían verdades demasiado profundas para la
mayoría, o porque se pensaba que contenían errores o herejías. El empleo evangélico
(protestante) de este término, sin embargo, solo denota que estos libros no son canónicos,
significado que se remonta a Jerónimo.
Origen
De acuerdo con la tradición atestiguada por Jerónimo, existen 14 ó 15 libros
apócrifos. Todos se originaron en el período intertestamentario, que va del siglo II a.C. al
siglo I d.C. Todos se escribieron originalmente en hebreo o en arameo, excepto Sabiduría
, Oración de Manasés y 2 Macabeos , y gozaron de gran popularidad entre la numerosa
colonia judía de Alejandría. Casi todos se incluyeron en la traducción griega del Antiguo
Testamento llamada → SEPTUAGINTA (LXX), que se hizo en esa ciudad. Ello implica que
estos judíos, en cierta forma, los consideraron revestidos de la misma autoridad que los
demás libros del Antiguo Testamento.
Canonicidad
Sin embargo, los rabinos que se reunieron en el llamado Concilio de Jamnia en 90
d.C. asumieron la tarea de fijar el → CANON de los libros sagrados hebreos. Los criterios
empleados por los rabinos fueron los siguientes: (1) composición del libro en hebreo o
arameo; (2) antigüedad (por creerse que la profecía cesó con Esdras); (3) ortodoxia; y (4)
calidad literaria. De acuerdo con estos criterios y otros factores, respecto a los cuales solo
podemos conjeturar, los libros apócrifos quedaron excluidos del canon hebreo.
Sin embargo, la decisión de Jamnia no afectó a los cristianos de los primeros siglos de
nuestra era, puesto que su Biblia era el Antiguo Testamento griego (LXX). Es cierto que
ningún libro apócrifo se cita directamente en el Nuevo Testamento; no obstante, los
apócrifos parecen haber influido directa o indirectamente en algunos escritos
neotestamentarios: cf. Mt 11.28–30 con Ecl 24.25–31 ; Mt 9.17 con Ecl 9.15 ; Lc 12.6–20
con Ecl 11.14–20 ; Ro 1.19–20 con Sb 13.1–9; Ro 9.21 con Sb 15.7; Heb 1.3 con Sb
7.26; Heb 11.35 con 2 Mac 6.18–9.28 .
Muchos padres de la iglesia antigua citaron estos libros sin reconocerlos como parte
de la Biblia cristiana. Cirilo de Jerusalén (m. 381) y Jerónimo (m. 420) fueron más
explícitos en distinguir los apócrifos de los libros canónicos del Antiguo Testamento. En
su prólogo a los libros de Salomón, Jerónimo apunta que los apócrifos del Antiguo
Testamento podían leerse para la edificación, pero «no para confirmar la autoridad de los
dogmas de la iglesia». Los incluyó en el Antiguo Testamento de su versión latina de la
Biblia (la Vulgata), pero señaló en los prólogos los libros que no se hallaban en el canon
hebreo.
Evaluación Protestante
En el siglo XVI, Lutero y otros reformadores emplearon el Antiguo Testamento
hebreo, que no contenía los apócrifos. Conocían los puntos de vista de Jerónimo y se
alejaron de ciertas doctrinas que la iglesia de Roma basó en los apócrifos. En su versión
alemana del Antiguo Testamento (1534), Lutero juntó los apócrifos, dispersos a través de
la Vulgata, en una sola sección. Los colocó después del Antiguo Testamento y los
encabezó con las siguientes palabras: «Apócrifos. Libros que no son tenidos por iguales a
la Sagrada Escritura, pero cuya lectura es útil y buena». Otras traducciones protestantes
de la Biblia a las lenguas vernáculas siguieron el ejemplo de Lutero, incluyendo la Biblia
del Oso, de Casiodoro de Reina (1569).
Frente a esta actitud, la iglesia de Roma decretó, en el Concilio de Trento (1546), que
quienes no reconocieran como sagrados y canónicos todos los libros contenidos en la
Vulgata estaban «anatematizados». Libros como 1 y 2 Esdras y la Oración de Manasés,
no incluidos en la lista de doce escritos declarados como canónicos en Trento, se
publicaron más tarde en letra pequeña, a modo de apéndice, en la edición clementina de
la Vulgata (1592). Debe observarse que los católicos romanos se refieren a los apócrifos
como libros «deuterocanónicos», sin que ello implique menoscabo de su inspiración y
autoridad.
En el artículo sexto de los «Treinta y nueve artículos de la religión», la iglesia
anglicana recomienda la lectura de los apócrifos «por motivo del ejemplo de vida y la
instrucción en las costumbres, pero no los emplea para establecer doctrina alguna». La
Confesión de Westminster (1647), que ha sido autoritativa para las iglesias presbiterianas
(calvinistas) de habla inglesa, rechaza categóricamente los apócrifos y los despoja de
cualquier viso de autoridad. En 1827, la Sociedad Bíblica Británica, seguida por la
Sociedad Bíblica Norteamericana, decidió excluir los apócrifos en los ejemplares de la
Biblia publicados por ella.
Ningún evangélico, por cierto, equipara los apócrifos con los libros canónicos. Sin
embargo, los apócrifos constituyen un eslabón entre los dos testamentos, sin el cual se
dificulta notablemente la comprensión del Nuevo Testamento, y puesto que formaban
parte de la Biblia cristiana más antigua, los apócrifos deben estudiarse.
El orden de los libros apócrifos
Los libros individuales apócrifos del Antiguo Testamento se organizan en orden alfabético en
la subsiguiente artículo. Pero aquí está el orden en el cual generalment se organizan estos 15
libros en las Biblias que contienen los apócrifos.
1.
Primer libro de Esdras
2.
Segundo libro de Esdras
3.
Tobís
4.
Judit
5.
Adiciones a Ester
6.
El libro de la Sabidurí
7.
Eclesiástico o Sabiduría de Jesús, el hijo de Sirac
8.
Baruc
9.
La carta de Jeremís
10.
La oración de Azarís y el cántico de los tres jóvenes.
11.
Susana
12.
Bel y el dragón
13.
La oración de Manasés
14.
Primer libro de los macabeos
15.
Segundo libro de los macabeos
Descripción
A continuación damos un resumen del carácter, el contenido y la fecha de
composición de los apócrifos (de los cuales los números 1, 2 Esdras y La oración de
Manasés no se imprimen en las Biblias catolicorromanas).
Primer libro de Esdras
(3 Esdras en la Vulgata)
Es una traducción y compilación de 2 Cr 35.1–36.21 , aumentada por la adición de un
pasaje largo ( 3.1–5.3 ). Relata cómo Zorobabel obtuvo de Darío la autoridad y los fondos
para reanudar la reconstrucción de los muros de Jerusalén y del templo. Se supone que
fue escrito después del 150 a.C.
Segundo libro de Esdras
(4 Esdras en la Vulgata)
Es un libro apocalíptico que contiene en los caps. 3–14 siete visiones al parecer
otorgadas a Esdras en Babilonia durante el siglo VI a.C. El autor está obsesionado por la
razón del mal y del sufrimiento humano y procura justificar ante los hombres los caminos
de Dios. El autor de estos caps. fue un judío desconocido que quizás escribió en arameo
hacia fines del siglo I d.C. Los caps. 1 , 2 y 15 , 16 son adiciones posteriores de dos
autores cristianos.
Tobías
Es un relato popular y edificante. El ángel Rafael soluciona los problemas de Tobit y
de Sara, dos judíos piadosos, por mediación de Tobías, hijo de Tobit. El libro destaca los
deberes con los muertos y el consejo de dar limosna. Apareció en el siglo II a.C.
Judit
Relata cómo una bella viuda judía, Judit, le cortó la cabeza a Holofernes, comandante
asirio que sitiaba la ciudad de Betulia, y así salvó a los israelitas. La historia está repleta
de errores y dislates históricos y geográficos que tal vez introdujo adrede el autor para
centrar la atención en el drama religioso que constituye el fondo del relato. Es probable
que el libro se escribiera en hebreo, alrededor del 100 a.C.
Adiciones a Ester
En el siglo I o II a.C. un tal Lisímaco ( 11.1 ) tradujo el texto hebreo de Ester al
griego. En seis lugares distintos de la narración griega, él, u otro autor, introdujo pasajes
que no se hallan en el texto hebreo y que suman 107 versículos. Todas estas adiciones,
menos una, mencionan el nombre de Dios (recuérdese que el texto masorético no se
refiere ni una sola vez a Dios). En la Vulgata estas adiciones se agregan al final del texto
canónico, pero en la Biblia de Jerusalén están intercaladas en letra cursiva en los lugares
correspondientes al texto canónico.
El libro de la Sabiduría
Aunque insinúa que su autor fue Salomón, en realidad lo escribió en griego un judío
helenizado, quizás de Alejandría, entre 100 y 50 a.C. El autor parece tomar en cuenta
diferentes clases de lectores: judíos tibios y apóstatas (caps. 1–5 ) y judíos fieles pero
desanimados por las persecuciones (caps. 10–12 y 16–19 ). A posibles lectores gentiles
les ofrece una apología a favor de la verdad del judaísmo y señala la insensatez de la
idolatría (caps. 6–9 y 13–15 ). Recalca la creencia en la inmortalidad del alma (rasgo
típicamente helenista) y ensalza el papel de la sabiduría, que se identifica con Dios en el
gobierno del mundo ( 7.22–8.1 ).
Foto de Ben Chapman
Grupo de tumbas en Bene Hezir (centro) cerca de Jerusalén,
sepulcro de una familia sacerdotal del período macabeo.
Eclesiástico
Se escribió en hebreo en 190 ó 180 a.C. por un judío de Palestina llamado Jesús (en
hebreo, Josué), hijo de Sirac ( 50.29 ). Unos cincuenta años después el nieto del autor
llevó un ejemplar a Egipto, donde lo tradujo al griego (véase el Prólogo). Este libro
recalca que la sabiduría es la ley que Moisés proclamó ( 24.33 , 34 ). Una recopilación
muy variada de máximas la encontramos en 1.1–42.4 . Aquí se ensalzan sobre todo la
prudencia y la autodisciplina. Es muy conocido el «elogio de los hombres ilustres» (
44.1–50.21 ), que empieza con Enoc y termina con el sacerdote Simón II (220–195 a.C.).
Baruc
Se atribuye al escribano de Jeremías. El libro contiene una oración de confesión y de
esperanza ( 1.15–3.8 ), un poema que alaba la sabiduría ( 3.9–4.4 ) y una pieza profética (
4.5–5.9 ) donde el autor anima a los cautivos con la esperanza de su regreso del
cautiverio. Es posible que en realidad el libro haya tenido dos o más autores; el más
reciente de ellos tal vez vivió poco antes o después de la era cristiana.
La carta de Jeremías
Aparece en la Vulgata y demás traducciones catolicorromanas como el cap. 6 de
Baruc. Pero la LXX conserva aparte esta carta. Se trata de una diatriba que ridiculiza la
idolatría crasa de Babilonia. Se desconocen la identidad y la fecha del autor.
La oración de Azarías y el cántico
de los tres jóvenes
Es una adición hallada en la versión griega y latina de Daniel, colocada entre 3.23 y
3.24 del texto canónico (donde se halla también en las traducciones catolicorromanas).
Posiblemente se escribió en hebreo entre los siglos II y I a.C. El cántico de los tres
jóvenes sigue usándose en varias liturgias modernas (p. ej., en la anglicana y en la
luterana) con el título de Benedicite .
Susana
Es una historia de tipo «detectivesco» en que Daniel pone al descubierto las falsas
acusaciones que dos ancianos lascivos lanzaron contra Susana, mujer judía muy virtuosa
y bella. En la Vulgata se agrega al último capítulo de Daniel (en las demás traducciones
catolicorromanas figura como el cap. 13 de Daniel). El autor es desconocido y el relato se
compuso durante los dos siglos anteriores a la era cristiana.
Bel y el Dragón
Es otra historia de tipo «detectivesco» dirigida contra la idolatría. Daniel descubre los
ardides de los sacerdotes del ídolo Bel y después mata a la serpiente adorada por los
babilonios. Por segunda vez lo echan al foso de los leones y lo salvan. El autor, la fecha y
el lugar de composición se desconocen. La Vulgata también anexa esta adición al libro
canónico de Daniel y en las otras traducciones catolicorromanas figura como el cap. 14
de Daniel.
Ruinas de Antioquía de Siria, capital de la dinastía que gobernó a
Palestina durante la era de los macabeos y la escritura de gran parte
de los apócrifos veterotestamentarios.
La oración de Manasés
Es una plegaria en que Manasés confiesa con humildad sus muchas transgresiones y
pide perdón a Dios. Probablemente se compuso para insertarse en 2 Cr 33.12 , 13 , 18 .
Se escribió en griego, tal vez ya comenzada la era cristiana. Aunque no forma parte del
censo de los libros canónicos adoptados en Trento, se incluye casi siempre en un
apéndice de la Vulgata. Que se sepa, no existe traducción castellana.
Primer libro de los macabeos.
Es de alto valor histórico. Destaca la resistencia a los esfuerzos de Antíoco Epífanes
IV de Siria por erradicar la religión judía y por helenizar a los judíos, y relata las hazañas
de los hermanos Judas Macabeo, Jonatán y Simón, durante las invasiones de los sirios y
las peripecias históricas ocurridas entre 175 y 134 a.C. El autor fue un judío de Palestina
que escribió en hebreo alrededor de 100 a.C., pero el texto hebreo se ha perdido.
Segundo libro de los macabeos.
Es un resumen de una obra de 5 tomos escrita por Jasón de Cirene ( 2.19–32 ). El
libro trata de la historia de los judíos entre 175 y 160 a.C. El estilo es exhortatorio y el fin
es agradar y edificar ( 2.25 ; 15.39 ). El autor escribió para los judíos de Alejandría, con
el fin de despertar en ellos un interés por el templo de Jerusalén. El libro da por sentado
la fe en la resurrección de los justos y recomienda la oración y el sacrificio de expiación
por los difuntos ( 12.41–46 ). Tiene mucho menos valor histórico que 1 Macabeos. Se
escribió en griego entre 124 a.C. y 70 d.C.
Bibliografía:
A. Robert y A. Feuillet, IB Tomo I, pp. 666–710. Alfonso Lloreda, «Sobre los libros
apócrifos», primera, segunda y tercera partes, La Biblia en América Latina , No. 93–95, México,
D.F., 1970.
APÓCRIFOS DEL NUEVO TESTAMENTO, LIBROS Obras que, aunque
pretenden dar información acerca de Cristo y los apóstoles, o incluso estar escritas por
estos, se excluyen del → CANON del Nuevo Testamento. Se consideran distintas de la
literatura patrística (también extracanónica), de la cual algunos escritos gozaron de gran
popularidad en ciertas iglesias durante los primeros dos siglos; p. ej., el Pastor de
Hermas, la Didajé y Las epístolas de «Bernabé», Clemente de Roma, Ignacio y
Policarpo. Más bien, los libros apócrifos nacieron principalmente de la curiosidad y
piedad populares, y su orientación teológica delata su procedencia gnóstica ( →
GNOSTICISMO ). En su mayoría, se escribieron en griego. Solo de algunos se conserva el
texto completo; para otros dependemos de citas en escritos posteriores.
Evangelios Apócrifos
Preocupados por las lagunas en las narraciones canónicas, algunos autores de los
siglos II a IV, a veces evidentemente heréticos, las rellenaron con episodios pintorescos.
Estos escritos casi nunca merecen el nombre de → EVANGELIOS , porque su género literario
es muy diferente. El Evangelio de los hebreos procede de Siria, de judeocristianos que
conocían nuestro Mateo canónico. Más heterodoxo todavía es el Evangelio de los
egipcios , que incluye un diálogo entre Cristo y Salomé sobre el repudio de toda relación
sexual.
Entre los papiros se han hallado varios fragmentos, como el Evangelio de Tomás
(véase abajo) y el Evangelio desconocido (Papiro Egerton 2), que data del año 100. Se
han descubierto documentos que subrayan la pasión ( Evangelio de Pedro y el de
Nicodemo ) y exageran lo milagroso. Otros describen la infancia de Jesús (
Protoevangelio de Santiago , Evangelio [árabe] de la infancia del Salvador , etc.) y
multiplican puerilmente los prodigios hechos por Jesús. Además, hay evangelios menos
importantes que se llaman de los doce apóstoles , de Matías , de Judas , de Bartolomé ,
etc.
En Jenoboskion (Egipto) se descubrió en 1945 una biblioteca de literatura gnóstica
(Nag Hammadi) escrita en copto, la cual brindó tres documentos de gran valor: el
Evangelio de la verdad , escrito en Roma ca. 140 d.C., que medita enigmáticamente
sobre la redención; el Evangelio de Tomás , procedente de Siria, que da 114 dichos de
Jesús gnostizados; y el Evangelio de Felipe , en el que se rechaza enfáticamente todo lo
sexual. El cotejo de estos libros con los canónicos es un estudio útil que llevará muchos
años todavía.
Hechos Apócrifos
Para satisfacer la curiosidad popular respecto a la suerte de los apóstoles (sus
milagros, viajes y martirio) algunos cristianos de siglos posteriores rellenaron las lagunas
del libro de Hechos. El resultado incluye ciertos datos de innegable valor, pero los hay
también netamente fantásticos, de tendencia apologética y herética. Dignos de mención
son: Hechos de Pedro, de Pablo, de Andrés, de Juan, de Tomás , etc., Predicación de
Pedro y Romance (Pseudo-Clementino) .
Epístolas Apócrifas
Aun durante la vida de Pablo hubo falsificadores de su firma (cf. 2 Ts 3.17 ), pero en
los siglos II y III esta literatura seudoepigráfica llegó a su apogeo, sobre todo en Siria y
Egipto. A veces sus autores procuran acreditar aparentes privilegios de determinadas
iglesias; otras veces pretenden suplir epístolas apostólicas, ahora perdidas. Títulos de
interés son: Correspondencia entre Cristo y Agbar rey de Edesa, Epístola de los
apóstoles, Tercera de corintios, Epístola a los laodiceos y Correspondencia entre Pablo y
Séneca .
Apocalipsis Apócrifos
Todo el aparato apocalíptico ( → APOCALIPSIS ) de visiones, arrebatos y apariciones
angélicas está presente en estas obras. En ciertos sectores el Apocalipsis de Pedro gozó
de reputación canónica en el siglo II; en menos valor se tuvieron los Apocalipsis de
Pablo , de Juan (no canónico), de Tomás y Esteban y de María .
El análisis de estos libros es una tarea delicada; el cristiano que busca en ellos datos
genuinos de la → TRADICIÓN , tropieza con mucho material ficticio y espurio.
Bibliografía:
A. de Santos O., Los Evangelios apócrifos , B.A.C., Madrid, 1956. Johannes Baptist Baver,
Los apócrifos neotestamentarios , Ediciones Fax, Madrid, 1968.
APOLIÓN → ABADÓN .
APOLONIA Ciudad de Macedonia situada a 44 km al oeste de → ANFÍPOLIS en la Vía
Ignatia, camino romano a Tesalónica. Recibió su nombre en honor de Apolo, dios
grecorromano del sol. Pablo pasó por Apolonia en su segundo viaje misionero ( Hch 17.1
).
APOLOS Judío alejandrino que abrazó el cristianismo. Llegó a Éfeso después de la
corta visita que Pablo hizo a esta ciudad en su segundo viaje misionero ( Hch 18.24–28 ).
Era «varón elocuente, poderoso en las Escrituras ... de espíritu fervoroso», pero su
experiencia en el cristianismo era parcial, ya que «solamente conocía el bautismo de
Juan».
Los hermanos Priscila y Aquila, quienes habían acompañado a Pablo desde Corinto (
Hch 18.18 ), instruyeron a Apolos y posiblemente lo bautizaron. Los hermanos efesios lo
animaron a visitar a Corinto, donde sobresalió como elocuente apologista en las
controversias con los judíos ( Hch 18.27s ), granjeándose así involuntariamente un
partido propio. Tanto Pablo como Apolos deploraban estas divisiones en la congregación
( 1 Co 3.4–8 ).
A juzgar por 1 Co 16.12 , Apolos buscó a Pablo en Éfeso (cf. Tit 3.13 ), estaba con él
cuando este escribió 1 Corintios y se negó a regresar a Corinto.
Lutero y otros han sugerido que Apolos fue el autor de la Epístola a los → HEBREOS .
APOSENTO ALTO Pieza construida en el piso alto de una casa y destinada al
descanso ( Jue 3.20–24 ), a la oración ( Mc 6.6 ) y al hospedaje de personas distinguidas (
2 R 4.10 , 11 ).
En un aposento alto se instituyó la Santa Cena ( Mc 14.14s ), se reunió la primera
iglesia cristiana ( Hch 1.13 ), se realizaron, según una interpretación de Hch 2.1s , los
hechos del día de Pentecostés y Pablo predicó el evangelio ( Hch 20.8 ).
APOSTASÍA Transcripción exacta de la palabra griega apostasía (defección,
revuelta), que en el griego clásico era un término técnico de la política; p. ej., la rebelión
contra el poder gubernamental, sea el rey o la patria. Este significado secular se conserva
en la LXX ( Gn 14.4 ; 2 Cr 13.6 ; Ez 17.15 ; Neh 2.19 ; 6.6 ), traducción de la raíz hebrea
mrd , «rebelarse».
El sentido religioso de apostasía es de origen bíblico. Señala en sentido amplio
rebelión contra Dios. Es decir, no obedecerlo ya sea por seguir falsos dioses (la idolatría)
o desviación moral de la Ley. En la LXX ya aparece con este significado ( Dt 32.15 ; Jos
22.18–23 ; Jer 2.19 ; 3.14 ; Dn 9.9 ). Ejemplos de la apostasía en el Antiguo Testamento
son los reyes Acaz ( 2 Cr 29.19 ), Manasés ( 2 Cr 33.19 ) y el pueblo de Israel ( Is 1.2–4 ;
Jer 2.1–9 ). En el judaísmo tardío la adopción de prácticas religiosas paganas de los
judíos se consideraba la apostasía «del pacto santo» ( 1 Mac 1.15 ), «de la religión de sus
antepasados» ( 1 Mac 2.15 , 19 ) y de «las leyes» ( 2 Mac 5.8 ).
En el Nuevo Testamento el término griego apostasía solo aparece en dos pasajes (
Hch 21.21 y 2 Ts 2.3 ). Sin embargo, la realidad que describe se encuentra con
frecuencia. En Hch 21.21 acusan a Pablo de enseñar «a los judíos [de la dispersión] ... a
apostatar de Moisés». Es decir, a abandonar la Ley, la circuncisión y las costumbres
tradicionales judías. En 2 Ts 2.3 se usa de nuevo en un contexto escatológico. Antes de la
venida del día del Señor habrá una rebelión contra Dios, el abandono o la apostasía de la
fe. La apostasía en el contexto escatológico se describe con otra terminología en 1 Ti 4.1
y Mt 24.1–12 .
La apostasía era uno de los problemas más graves que la iglesia primitiva tenía que
enfrentar. Se describía como volver atrás y no seguir a Jesús ( Jn 6.66 ), abandonar la fe (
1 Ti 4.1 ), ser arrastrado por el error ( 2 P 3.17 ) y apartarse del Dios vivo ( Heb 3.12 ).
Las causas de la apostasía pueden incluir la enseñanza de falsos maestros ( Mt 24.11 ; Gl
1.6 , 7 ; 2 Ti 2.17 , 18 ; 2 P 2.1 , 2 ; Jud 3 , 4 ), la adopción de una vida de pecado que los
herejes promueven ( 2 P 2.18–20 ), la persecución ( Mt 24.9 , 10 ; Lc 8.13 ) y la tentación
satánica ( 1 P 5.8 ). Las consecuencias graves de la apostasía se describen en Heb 6.4–8 y
10.26–29 . Frente al peligro de la apostasía los autores apostólicos presentaban un
antídoto: la exhortación de perseverar hasta el fin ( Mt 24.13 ; Lc 8.15 ), estar firmes y
retener la doctrina apostólica ( 2 Ts 2.15 ), retener la confianza en Dios ( Heb 3.14 ), y
resistir al diablo ( 1 P 5.9 ) en la confianza de que Dios fortalece a su pueblo frente a las
adversidades que pueden llevarlo a la apostasía ( 1 P 5.10 ; 2 Ts 2.16 , 17 ). Los
miembros de la comunidad de fe se exhortan los unos a los otros a permanecer en la fe (
Hch 14.22 ; Heb 13 ).
Mientras algunos teólogos opinan que el verdadero creyente no puede abandonar la fe
con base en los textos que hablan de la seguridad del creyente ( Jn 10.27–30 ; Flp 1.6 ;
Heb 7.25 ; 2 Ti 1.12 ), otros observan que varios textos neotestamentarios describen la
apostasía y la perdición de quienes recibieron la salvación ( 2 Ti 4.10 ; Heb 6.4–6 ; 10.26
, 27 ; 1 P 5.8 ; 2 P 2.1 ; 2.18–22 ).
Bibliografía:
Juan Calvino, Institución de la religión cristiana , Nueva Creación, Buenos Aires y Grand
Rapids, 1988, 3.3.2 1ss. DTNT , 1.202–207. Judith M. Gundr y Volf, Paul & Perse verance , John
Knox Press, Westminster, Louisville, 1990. I. Howard Marshall, Kept by the Power of God ,
Bethany, Minneapolis, 1975. Robert Shank, La vida en el Hijo , Beacon Hill, Kansas City, 1961,
pp. 29ss.
APÓSTOL Transcripción de la voz griega apóstolos , derivada del verbo griego
apostello (enviar o despachar). Este verbo se distingue del verbo pempo (otro verbo que
significa «enviar») en que involucra la idea de ser enviado con un propósito especial o
con autorización oficial. El sustantivo se emplea en el Nuevo Testamento de tres distintas
maneras:
1. Designa un «enviado», «delegado» o «mensajero». En Jn 13.16 la palabra no se
transcribe sino se traduce «enviado». En este sentido Cristo es un apóstol de Dios ( Heb
3.1 ; cf. Lc 11.49 ). Epafrodito es un apóstol de los filipenses ( Flp 2.25 , donde apóstolos
se traduce «mensajero», igual que en 2 Co 8.23 ).
2. Designa a un miembro del grupo de los doce que Jesucristo seleccionó para ser de
manera especial sus compañeros constantes y los pregoneros iniciales del mensaje del
reino de Dios ( Mt 10.1–8 ; Mc 3.14s ; 6.13–19 , 30 ; Lc 6.12–16 ; Hch 1.26 ; Ap 21.14 ).
Parece que prevalecía en la mente del colegio apostólico la idea de que el número de
doce debía guardarse intacto. Prueba de esto es el hecho de que, después de la muerte de
Judas Iscariote, nombraron a otro que ocupara su lugar ( Hch 1.15–26 ). En esta ocasión
Pedro especificó los requisitos que había que cumplir para ser apóstol: haber sido (1)
compañero de Jesús durante su ministerio terrenal y (2) testigo de su resurrección ( Hch
1.21 , 22 ).
Pablo cumplía el segundo requisito, pero no el primero. Sin embargo, dijo ser apóstol
( 1 Co 9.1s ; 2 Co 12.12 ; Gl 1.1 ; 1 Ti 2.7 ; 2 Ti 1.11 ).
Los estériles y ardientes desiertos del Arabá al sur de Israel.
Es interesante notar que la palabra apóstolos aparece 79 veces en el Nuevo
Testamento y que de ellas 68 se hallan en los escritos de Pablo y Lucas, mientras que en
los de Juan no se encuentra ni una. Sin embargo, es en el Evangelio de Juan donde se
especifica más claramente el papel particular de los apóstoles después de la muerte de
Cristo ( 17.18 ; 20.21 ). Según Juan, el Espíritu Santo les recordará las palabras de Jesús,
les «enseñará todas las cosas», les «guiará a toda la verdad», y les «hará saber las cosas
que habrán de venir» ( 14.26 ; 16.13 ).
Por tanto, las enseñanzas de los apóstoles son la norma para la doctrina y la vida de la
iglesia ( Hch 2.42 , → TRADICIÓN ). Pablo da el primer lugar a los apóstoles entre los
líderes instituidos en la iglesia ( Ef 4.11 ) y dice que ella está edificada «sobre el
fundamento de los apóstoles y los profetas» ( Ef 2.20 ; cf. Gl 2.9 ). Jesús anunció que los
apóstoles serán jueces en el juicio mesiánico ( Mt 19.28 ) y Apocalipsis declara que sus
nombres estarán grabados en los cimientos del muro de la nueva Jerusalén ( 21.14 ).
3. Designa en sentido general a maestros y misioneros destacados. Por ejemplo, →
JACOBO el hermano del Señor ( Gl 1.19 ), → BERNABÉ ( Hch 14.14 ), → TIMOTEO y SILVANO (
1 Ts 1.1 ; 2.6 ), → ANDRÓNICO y JUNIAS ( Ro 16.7 ). En 1 Co 15.5 , 7 Pablo evidentemente
distingue entre «los doce» (categoría 2, arriba) y «todos los apóstoles» (categoría 3).
Juan y Pablo nos advierten que hay quienes pretenden ser apóstoles, pero realmente
están «disfrazados» ( Ap 2.2 ; 2 Co 11.5 , 13 ).
AQUILA Y PRISCILA Aquila, natural del Ponto, fabricante de tiendas ( Hch 18.3 ),
y Priscila su esposa, eran colaboradores con Pablo en Corinto y Éfeso. A veces el nombre
de Priscila precede al de su marido, lo cual hace sospechar que ella ocupó un lugar más
prominente que el de su esposo en la dirección de la iglesia. «Priscila» es el diminutivo
de «Prisca» ( 1 Co 16.19 , BJ; 2 Ti 4.19 ).
La primera mención de Aquila y Priscila se hace cuando Pablo llega a Corinto en su
primer viaje misionero y se aloja en la casa de ellos ( Hch 18.1–3 ). Tal vez fue en esta
época cuando arriesgaron la vida por él ( Ro 16.4 ), por lo que merecieron el
agradecimiento de las iglesias gentiles. Junto a otros judíos, los expulsaron de Roma bajo
edicto del emperador Claudio en 49 d.C. No se sabe si eran cristianos antes de la visita de
Pablo, pero pronto llegaron a ser líderes en la nueva iglesia de Corinto.
Aquila y Priscila acompañaron a Pablo cuando salió de Corinto para Éfeso ( Hch
18.18 ). La iglesia de Éfeso se reunía en la casa de ellos ( 1 Co 16.19 ) y quizás se
encargaron de la misma durante la ausencia de Pablo. Cuando → APOLOS llegó a Éfeso, lo
instruyeron más en las cosas del Señor ( Hch 18.24–26 ), tal vez lo bautizaron y le
ayudaron en su viaje a Corinto dándole una carta de recomendación ( Hch 18.27 ).
Aparecen después en Roma ( Ro 16.3 ) y luego 2 Ti 4.19 indica que de nuevo se
encuentran en Éfeso.
AQUIS Rey filisteo de la ciudad de Gat, que brindó asilo a David cuando este huía de la
persecución de Saúl. Por temor a Aquis y a los siervos de este, David se fingió loco y
escapó para ir a refugiarse a la cueva de Adulam ( 1 S 21.10–22.1 ).
Más adelante, Aquis volvió a permitir a David asilarse en Gat y le dio la ciudad de
Siclag ( 1 S 27.5 , 6 ). En el título del Sal 34 , Abimelec es otro nombre para Aquis.
AR Una de las ciudades principales de → MOAB ( Is 15.1 ). Se hallaba en el límite
septentrional de Moab, al sur del río → ARNÓN ( Nm 21.15 , 28 ). Se prohibió a los
israelitas tomar esta ciudad porque Jehová la dio por heredad a Moab, uno de «los hijos
de Lot» ( Dt 2.9 , 18 , 29 ).
ARABÁ ( tierra seca o estepa desértica ). Nombre de la depresión que se extiende
desde el mar de Galilea hasta el golfo de Aqaba en el sur. Designaba diferentes partes de
la depresión, tales como el valle del → JORDÁN ( Dt 4.49 ; Jos 11.16 ; 2 S 4.7 ), el → MAR
MUERTO ( Dt 4.49 ; Jos 3.16 ; 12.3 ) o la parte sur del mar Muerto ( Dt 2.8 ).
Hoy en día se denomina Arabá a la parte entre el mar Muerto y el golfo de Aqaba,
región importante por su control de rutas comerciales de las caravanas. La misma palabra
en plural ( `arbot ) indica estepas desérticas dentro del Arabá, como «los llanos de Jericó»
( Jos 5.10 ) o «los campos de Moab» ( Nm 22.1 ; 26.3 ). Las palabras «Arabia» y «árabe»
se derivan de esta misma raíz.
Habitantes del desierto con sus rebaños cerca de un oasis en el
Arabá.
ARABIA, ÁRABES Es la península más grande del mundo, tiene forma de
rectángulo, su extensión abarca casi 3.000.000 km 2 y está situada al sudeste de Palestina.
Limita al oeste con el mar Rojo, al sur con el golfo de Edén, el océano Índico y el mar de
Omán, y al este con el golfo Pérsico. No tiene frontera definida en el norte porque se une
con el desierto de Siria.
Dos inmensas depresiones cubiertas de dunas de macizo volcánico atraviesan Arabia
y en ellas se cultivan trigo y dátiles gracias a la poca lluvia. La región del sur es
montañosa y alcanza hasta 3.000 m de altura en algunas partes. Las costas son angostas
llanuras desérticas.
Arabia se considera la cuna de los pueblos semitas. Desde el cuarto milenio a.C. los
semitas de Arabia (sobre todo del norte de Arabia) han mantenido relación con las
civilizaciones sedentarias que pueblan desde Mesopotamia hasta Palestina y
Transjordania. Por lo general, los árabes se infiltraron poco a poco en estas civilizaciones,
pero a veces hubo grandes migraciones. Las más importantes fueron: (1) ca. 3500 a.C.,
cuando algunos semitas formaron la cultura acádica en Mesopotamia y posiblemente
algunos se amalgamaron con los habitantes del valle del Nilo; (2) ca. 2500 a.C., cuando
los amorreos entraron en Mesopotamia y los cananeos y fenicios emigraron a Siria y
Palestina; (3) entre 1500 y 1200 a.C., cuando los hebreos entraron en Palestina y los
amorreos en Siria; (4) ca. 400 a.C., cuando los nabateos dominaron a Edom, al sur de
Siria y Palestina; y (5) en el siglo VII d.C., cuando ocurrieron las migraciones del islam.
Arabia casi siempre se presenta en la Biblia como lugar solitario y apto para recibir
allí la revelación de Dios. Por eso la parte más famosa es la pequeña península de Sinaí/
Horeb al noroeste de la península principal. En este lugar sagrado para los hebreos, Dios
se reveló a Moisés y le dio las tablas de la → LEY . Años más tarde Elías oyó aquí la voz
de Dios ( 1 R 19.8ss ).
Los árabes siempre se han identificado con la vida nómada, las caravanas de camellos
y el comercio (cf. Gn 37.25 ; 1 R 10.10 ). Sin embargo, en varias épocas levantaron
renombrados reinos y civilizaciones. Dos ejemplos son el poderoso reino de Sabá en el
sur de Arabia ( ca. 1000 a.C.), del cual los arqueólogos han encontrado grandes
construcciones, y el reino de los nabateos en el norte de Arabia (400 a.C.—100 d.C.) con
su capital en → PETRA . En los siglos IX a VII a.C. los árabes se mencionan a menudo en
escritos asirios. Tanto los asirios como los caldeos dominaron a las tribus que habitaban
la parte norte de Arabia.
En Gn 10 algunos de los hijos de Cus (v. 7 ) y de Joctán (vv. 26–29 ) pueden
identificarse con tribus del sur de Arabia. Los hijos de Aram ( Gn 10.23 ) son árabes. Más
tarde, los descendientes de Abraham por Cetura: Medán, Madián, Súa y Dedán ( Gn
25.1–4 ), habitaron el norte de Arabia. Muchos descendientes de Ismael ( Gn 25.13–16 )
se relacionaron con el noroeste de Arabia. Asimismo algunos hijos de Esaú ( Gn 36 ) se
identifican como árabes. En la historia de José, los ismaelitas y madianitas son
mercaderes ( Gn 37.27 , 28 ). Moisés pasó largo tiempo en Arabia, en tierra de → MADIÁN
.
Los israelitas se relacionaron con varias tribus árabes, especialmente beduinos
nómadas del norte de Arabia: los amalecitas ( Éx 17.8–16 ; 1 S 15 ; 30 ) los madianitas y
los hijos del Oriente ( Jue 7.12 ) y algunas bandas armadas ( 2 Cr 21.16 ; 22.1 ). Estas
tribus fueron enemigas, pero las hubo también amigables. El encargado de los camellos
de David era ismaelita ( 1 Cr 27.30 ). Salomón se enriqueció por comerciar con los árabes
( 1 R 10.15 ) y recibió la visita de la reina de Sabá ( 1 R 10.1ss ). El rey Josafat recibió
tributo de los árabes ( 2 Cr 17.11 ). Los profetas mencionan con frecuencia a los árabes (
Is 13.20 ; 21.13 ; 60.6 ; Jer 6.20 ; Ez 27.20–22 ). En el tiempo de Nehemías un árabe,
Gesem, intentó impedir la reconstrucción de los muros de Jerusalén ( Neh 2.19 ; 4.7 ;
6.1–6 ).
En el día de Pentecostés algunos árabes oyeron el evangelio ( Hch 2.11 ). Aretas el
gobernador de Damasco, quien trató de prender a Pablo, era árabe ( Hch 9.23–25 ; 2 Co
11.32s ). Cuando Pablo se retiró a Arabia, tal vez se fue al territorio de los nabateos al
este o sudeste de Palestina.
ARADO Instrumento usado desde los tiempos más antiguos para labrar y preparar la
tierra para la siembra. Seguramente Caín araba la tierra ( Gn 4.2 ). Los primeros arados se
hacían de madera y no de metal. Más tarde la reja se guarnecía con una punta de hierro (
Is 2.4 ; Jl 3.10 , VM). En el tiempo de David había abundancia de hierro para fabricar
rejas para los arados.
La mancera se formaba de una sola pieza y esto permitía manejar el arado con una
sola mano. Con la otra mano se dirigía a los bueyes o animales con una garrocha, que
también servía para limpiar la reja cuando el suelo quedaba pegado a ella ( Jue 3.31 ; 1 S
13.21 , VM). Era importante que el arado no fuera pesado, ya que era necesario levantarlo
y pasarlo por encima de las piedras en ciertos campos.
ARAM, ARAMEOS Aram fue quinto hijo de Sem, uno de los hijos de Noé ( Gn
10.22s ), y el territorio habitado por sus descendientes. De ellos derivaron los distintos
pueblos semíticos y, por tanto, el nombre «arameo» designa tanto un pueblo, como un
idioma. Se menciona a otro Aram, nieto de Nacor, el hermano de Abraham ( Gn 22.21 ),
lo cual pareciera indicar una relación estrecha entre los arameos y los patriarcas hebreos.
Con el término «arameo» la Biblia suele designar un pueblo semítico que vivía esparcido
por las regiones de Mesopotamia y Siria en distintas tribus y localidades.
El territorio de los arameos nunca estuvo bien definido. Comúnmente, Aram se refería
a la tierra que estaba al nordeste de Palestina hasta donde nacen los ríos Tigris y Éufrates.
En tiempos de Abraham y sus hijos, Aram significaba Mesopotamia, pero durante el
período de la monarquía hebrea designaba a Damasco y la región de → SIRIA . Por lo
general, la LXX traduce el hebreo Aram por Syria .
Abraham reconocía su parentesco con los arameos, pues buscó entre ellos una esposa
para Isaac ( Gn 24 ). Después, Jacob consiguió sus dos esposas de entre sus parientes
arameos. Un viejo credo de los hebreos afirma que estos descendieron de los arameos (
Dt 26.5 ). Según 2 S 8.3–10 , David logró dominar Hamat y Damasco, los dos centros
arameos importantes. Pero al mismo tiempo los amonitas contrataron a los arameos para
pelear contra David ( 2 S 10.8 ).
Como mercenarios, los arameos constituían un peligro para Israel hasta que al fin
Asiria los conquistó completamente en la misma época en que cayó Samaria (722 a.C.).
La importancia histórica de los arameos reside en su facilidad para adoptar la cultura de
sus vecinos y diseminarla por el Cercano Oriente. Al adoptar el alfabeto fenicio, su
idioma sencillo y práctico llegó a desplazar la complicada escritura cuneiforme de los
asirios, babilonios y persas. ( → ARAMEO, IDIOMA .)
ARAMEO, IDIOMA Dialecto semítico muy semejante al hebreo y hablado por los
→ ARAMEOS . Probablemente los patriarcas lo conocían aun antes de llegar a Palestina. El
alfabeto arameo se tomó de los fenicios. Existen textos en arameo desde los siglos X y IX
a.C.
Durante el período del Imperio → ASIRIO muchos pueblos agregados a este usaban el
arameo como idioma común. Se adoptó la práctica de añadir una traducción aramea a
muchas inscripciones cuneiformes asirias. Era la lengua comercial del Imperio, y los
escribas copiaban en arameo los documentos de compra y venta y de valor legal.
Abundan las inscripciones arameas en los sellos y en la cerámica de aquella época, e
incluso habló en arameo el general asirio que demandó la rendición de Jerusalén en 701
a.C. ( 2 R 18.13–37 ).
El arameo continuó usándose durante el período babilónico y llegó a su «edad de oro»
en la época del Imperio Persa (538–330 a.C.). Desde Egipto hasta Grecia, y hasta
Afganistán en el Oriente, abundan las inscripciones arameas en las piedras y la cerámica
del período. Todavía existen papiros con cartas escritas en arameo. Es posible que el libro
de → DANIEL se escribiera originalmente en arameo y que ciertas porciones se tradujeran
al hebreo después, puesto que el original de Dn 2.4–7.28 todavía se conserva en arameo.
También Esd 4.8–6.18 y 7.12–26 están en arameo y algunas palabras y expresiones en
Génesis, Job, Salmos, Ester y Cantares. Después del cautiverio la mayoría de los judíos
de Palestina hablaban arameo como lengua común. Un traductor realizaba la lectura
pública de las Escrituras y lo hacía en arameo ( Neh 8.8 ). Según la tradición rabínica esta
práctica se hizo común ( → TÁRGUM ).
Para varios críticos del Antiguo Testamento la presencia de arameísmos indica que
ciertos pasajes se escribieron posteriormente. Sin embargo, ahora se sabe que algunos de
los llamados «arameísmos» son simplemente diferencias dialectales del norte de Israel.
Además, desde el tiempo de David hubo estrecha relación entre hebreos y arameos
(sirios). Asimismo, el estilo del arameo de Esdras y Daniel no justifica que se les atribuya
una fecha posterior como se suponía, ya que el arameo imperial fue igual en el Oriente y
el Occidente durante varios siglos. El arameo de Esdras y Daniel bien puede ser del siglo
VI a.C.
Durante la época del dominio griego, los judíos acentuaron el uso del arameo para
resistir la penetración de la cultura griega. El famoso historiador Josefo escribió la
primera versión de su obra en arameo. Alrededor del período de Jesús se escribieron los
→ TÁRGUMES , traducciones arameas de las Escrituras con alguna interpretación y
aclaración hecha por los fariseos.
Recientemente se descubrió que el manuscrito Neofiti I de la Vaticana es un tárgum
palestiniano completo del Pentateuco. También en los manuscritos de Qumrán se
encontró un tárgum del siglo I. Estos documentos nos permiten conocer el arameo que
hablaban Jesús y sus discípulos.
El uso de los antecedentes arameos para explicar los Evangelios es de mucho valor si
no se exagera. Es difícil sostener la tesis de que todos los Evangelios se tradujeron del
arameo, como han dicho algunos, pero es cierto que muchos dichos de Jesús revelan el
ritmo y el genio del arameo que Él hablaba. En el tiempo de Jesús el idioma común era el
arameo. Sin embargo, muchos también hablaban griego y algunos hebreo mísnico. El
Talmud se escribió mayormente en arameo.
Bibliografía:
EBDM I, pp. 665–672. IV, pp. 518–526. V, pp. 811–818.
ARAÑA Animal de la clase de los arácnidos. A pesar de que en Palestina hay más de
setecientas especies de arañas, se le nombra pocas veces en la Biblia, p. ej., Job 8.14 ; Is
59.5 . En estos casos se compara la fragilidad de la telaraña con la naturaleza de los
vanidosos y la prosperidad de los malos.
ARARAT Región (y no solo los montes) donde se posó el → ARCA DE NOÉ , según Gn
8.4 . Está entre los lagos Van y Urmía, por donde fluye el río Araxes hacia el mar Caspio.
Hoy es Armenia, pero en tiempos veterotestamentarios se llamaba Urartu. Tenía una
extensión de ca. 200 km. Al Ararat huyeron los asesinos de Senaquerib ( 2 R 19.37 ; cf. Is
37.38 ). Jeremías incitó a los habitantes de esta región a sublevarse contra Babilonia ( Jer
51.27 ).
El macizo montañoso que hoy se llama Ararat tiene dos picos volcánicos situados en
el ángulo donde se unen Rusia, Irán y Turquía, lo cual ha impedido la exploración
moderna. La cima más alta tiene unos 5.230 m de altura, y permanece cubierta de una
capa de hielo y nieve.
Allí se ha descubierto una antiquísima viga labrada, posible reliquia del arca, según
algunos. Muchas expediciones se han organizado para buscar más vestigios.
Los habitantes de la región han creído desde hace siglos que el arca reposó más bien
en otra montaña, llamada Jebel Judi, al sur del lago Van. El «Noé» de la historia
babilónica del diluvio salió ileso sobre el monte Nisir, que se encuentra en la misma
región.
ARAUNA (Ornán, según 1 Cr 21 ). Jebuseo que poseía una era en el monte Moriah, en
la cual el ángel de Jehová detuvo su mano cuando extendía la peste sobre Israel. David le
compró a Arauna esta era para construir allí un altar ( 2 S 24.16–25 ; 1 Cr 21.15–27 ).
Dios escogió este terreno para la construcción del templo de Salomón ( 1 Cr 22.1 ; 2 Cr
3.1 ).
ÁRBOL Los árboles frutales viejos se talan para que retoñen nuevos vástagos ( →
RENUEVO ; VID ) de sus raíces ( Job 14.7 ; Is 11.1 ) o se les injerta una rama nueva ( Ro
11.17 ; → OLIVO ). La Ley protegía los árboles frutales ( Dt 20.19 ). ( → FRUTA ; HIGUERA
.)
El uso de «árbol» en sentido figurado tiene raíces en la mitología del Cercano
Oriente. A menudo esta mitología hace referencia a un árbol cósmico, símbolo del
universo. De ahí parece derivarse el uso del árbol como símbolo de los imperios
universales: Egipto ( Ez 31 ) y Babilonia ( Dn 4.10–17 ). En parte, de ahí viene también
la imagen del árbol como símbolo del Reino de Dios ( Mt 13.31ss ), aunque también el
Antiguo Testamento habla de árboles plantados por Jehová ( Nm 24.6 ; Sal 104.16 ).
Dada esta asociación mística, los árboles se consideraban a veces sagrados. Bajo su
sombra se celebraban reuniones del pueblo y juicios ( Jue 4.5 ; 1 S 14.2 ; 22.6 ; → ENCINO
; TAMARISCO ) y en su cercanía se sepultaba a personas destacadas ( Gn 35.8 ). La
veneración de árboles sagrados en los cultos paganos amenazaba con desviar a los
israelitas del culto de Jehová. ( → ASERA ; LUGARES ALTOS .)
También en la mitología mesopotámica se utiliza el símbolo del «árbol de la vida»
(véase Guilgamés, XI, pp. 266–289), del todo inaccesible al hombre como en Gn 3.24
(pero cf. Ap 22.2 ). Pero en estas mitologías tal árbol ofrece rejuvenecimiento, mientras
que el de la Biblia comunica inmortalidad ( Gn 2.9 ; 3.22 ).
El «árbol de la ciencia del bien y del mal» está íntimamente relacionado con el «árbol
de la vida» ( Gn 2.9 ). Se discute si «ciencia del bien y del mal» es un concepto ético; o
sea, «comprensión de lo que es bueno y lo que es malo», o más bien un semitismo que
significa «saberlo todo».
ARCA DE NOÉ «Arca», en el relato de Gn 6.13–8.19 , traduce la voz hebrea teba ,
palabra que se repite solo en la historia del nacimiento de Moisés ( Éx 2.1–10 ). No fue
exactamente un barco, sino una «casa (o caja) flotante», construida para conservar la vida
de algunas personas y muchos animales durante el diluvio. Muchas de las preguntas que
se hacen respecto al arca no tienen respuesta, pero la Biblia revela lo siguiente:
1. Se construyó por mandato de Dios para que, cuando llegara el inminente juicio del
diluvio, se salvara la vida de Noé y su familia y se perpetuase por medio de ellos la raza (
Gn 6.12ss ).
Foto: Servicio fográfico Levant
Una interpretación artística del arca de Noé basada en información
de un explorador que afirma haberla visto en el monte Ararat en
1908.
2. El tiempo de su construcción, 120 años, fue también período de advertencia para el
mundo antediluviano ( Gn 6.3 ; 1 P 3.20 ; 2 P 2.5 ).
3. Sus dimensiones eran ideales para una «casa flotante» que no tenía que navegar:
300 codos de largo, 50 de ancho y 30 de alto (aproximadamente 132 m por 22 m por 13
m), suficiente espacio para los aposentos (literalmente, nidos ) de Gn 6.14 . Sería muy
natural que tuviera «tres pisos» ( Gn 6.16 ), aunque caben otras traducciones.
4. Estaba hecha de madera de gofer, madera poco conocida. Es probable que se trate
del ciprés. Estaba calafateada con brea como las embarcaciones del sur de Mesopotamia.
5. Sin dogmatizar, las parejas de animales deben de representar la fauna de las tierras
bíblicas, ya que estas constituyen el escenario para el desarrollo del plan de la redención.
A menudo el adjetivo «todo» o «todos» debe entenderse en relación con el contexto. Los
animales limpios ( Gn 7.2 ) se usaban para el sacrificio o la comida, de modo que las
disposiciones de Lv 11 reflejan suficiente para recoger los animales.
6. La ventana ( Gn 6.16 ) quizás fue una abertura que rodeara toda el arca debajo del
techo para luz y ventilación. Había una sola puerta ( Gn 6.16 ) y Jehová la cerró al
terminarse el tiempo de espera. Se ha considerado como símbolo de la única puerta de
salvación que un día también se cerrará ( Mt 25.10 ).
El simbolismo del arca se desarrolla en 1 P 3.20 , 21 : fue medio de salvación para
ocho personas que pasaron por agua de una tierra de muerte a otra limpia de
«resurrección». De ahí su correspondencia con el bautismo, que no limpia la carne, pero
simboliza la salvación y viene a ser la respuesta de una buena conciencia hacia Dios. Para
quienes admiten la acción de Dios en el mundo, no hay nada increíble en la historia del
arca, la cual tiene relación con las leyendas de un diluvio de enormes proporciones en la
tradición de muchos pueblos. ( → DILUVIO .)
ARCA DEL PACTO ( arca del Señor , arca de Dios o arca del testimonio ). Caja
rectangular, de madera de acacia, que medía 112, 5 cm de largo por 67, 5 de ancho y alto.
Estaba cubierta de oro por dentro y por fuera, y tenía cuatro anillos colocados en los
ángulos, por los cuales pasaban dos varas de madera de acacia (también cubiertas de oro)
con que se transportaba. Sobre el arca había una tapa de oro que se llamaba el
«propiciatorio», encima del cual dos querubines de oro se miraban frente a frente, de pie,
con sus alas extendidas cubriendo el propiciatorio ( Éx 25.10–22 ).
Dentro del arca se hallaban las dos tablas de la Ley ( Éx 40.20 ; Dt 10.1–5 ), la vara
de Aarón y una porción de maná ( Heb 9.4 , 5 ). El arca se colocó dentro del Lugar
Santísimo tanto del tabernáculo como del templo de Salomón, tras el velo; era el único
mueble allí.
Un tallado en piedra que pudiera representar el arca del pacto,
descubierta en la excavación de una sinagoga en Capernaum.
Para el pueblo de Israel, el arca del pacto tenía un doble significado. En primer lugar
se conceptuaba como trono de Dios ( 1 S 4.4 ; Is 6.1 ). De una manera especial Dios
moraba entre los querubines y desde allí en varias ocasiones se reveló a Moisés ( Éx
25.21 , 22 ; 30.36 ) y a Aarón ( Lv 16.2 ; Jos 7.6 ). Sirvió como símbolo de la presencia
divina entre el pueblo de Israel ( Lv 16.2 ). Por eso en la peregrinación el arca iba delante
guiando a los israelitas; por ejemplo, cuando cruzaron el Jordán ( Jos 3.11–17 ). Cuando
rodearon los muros de Jericó se llevó en medio del pueblo ( Jos 6.4–13 ).
El segundo significado residía en la relación entre la Ley que estaba dentro del arca y
la sangre rociada sobre el propiciatorio que la cubría en el Día de Expiación ( Lv 16 ). El
punto culminante en este día era la entrada del sumo sacerdote en el Lugar Santísimo con
la sangre del macho cabrío para rociar el propiciatorio. Era entonces cuando, en forma
representativa, el pueblo entraba en la presencia de un Dios misericordioso y dispuesto a
perdonar los pecados. El pueblo quedaba purificado para otro año ( Lv 16.30 ) y el pacto
seguía en vigencia.
Después de una larga trayectoria en el desierto, el arca descansó en Bet-el ( Jue 20.27
), durante la época de los jueces. Aparece en Silo en el tiempo del sumo sacerdote Elí ( 1
S 1.3 ; 3.3 ). Los israelitas creían que el arca tenía poderes mágicos. Por eso durante la
guerra con los filisteos, la llevaron a la batalla, pensando que así se aseguraban la victoria
( 1 S 4.3–9 ). Sin embargo, perdieron la batalla y los filisteos llevaron el arca a Asdod.
Como consecuencia de haberla puesto en sus templos, los filisteos padecieron siete meses
de plagas ( 1 S 5 ), por lo cual colocaron el arca en un carro y la llevaron a Quiriat-jearim
( 1 S 6.1–7.2 ). Durante el reinado de David, este la guardó en una tienda en Jerusalén ( 2
S 6 ). Su hijo Salomón la puso en el nuevo templo ( 1 R 8 ). Después de la reforma de
Josías, ya no se sabe más del arca ( 2 Cr 35.3 ). Probablemente la destruyeron o perdieron
durante la devastación de Jerusalén (587 a.C.).
ARCÁNGEL ( ángel principal ). Término que aparece dos veces en la Biblia: 1 Ts
4.16 ; Jud 9 . Según Dn 10.13 , 20 , hay ángeles que velan sobre ciertas naciones, a los
cuales se les llama «príncipes» y se les asignan misiones especiales. Miguel, el arcángel
protector de Israel ( Dn 12.1 ; Ap 12.7–9 ), es «uno de los principales príncipes» ( Dn
10.13 ).
ARCO Y SAETA Armas muy usadas en tiempos antiguos tanto para la caza como
para la guerra ( Gn 27.3 ; 2 R 6.22 ). El arco se hacía de madera flexible, reforzada a
veces con cuero o metal ( 2 S 22.35 ). Los arcos usados en guerra eran largos, hasta 1, 5
m. La cuerda se hacía de cuero o del intestino de un animal, por lo general de buey.
La saeta o flecha constaba de un asta de caña o de madera fuerte y liviana y de una
punta afilada de bronce o (más tarde) de hierro. A veces la punta llevaba veneno ( Job 6.4
) o fuego ( Ef 6.16 ). Las flechas se llevaban en una → ALJABA .
El término saeta se usaba simbólicamente para representar a los niños ( Sal 127.4 , 5
), calamidades o peligros ( Sal 38.2 ; 91.5 ; Ez 5.16 ), palabras engañosas y amargas ( Sal
64.3 ); violencia ( Sal 11.2 ) y juicio divino ( Sal 7.13 ; → ARMADURA ).
ARCO IRIS El mismo término que se emplea para → ARCO de guerra. El arco de
Jehová es símbolo de su ira, pero lo guarda inutilizado en el cielo, como muestra de
benevolencia y señal del pacto con Noé de no volver a destruir la tierra por inundación (
Gn 9.12–27 ).
Ezequiel vio en el arco iris una comparación adecuada a la magnificencia de la gloria
de Jehová ( Ez 1.28 ). Juan, en una visión similar, vio el arco iris de gracia y fidelidad
alrededor del trono de Dios ( Ap 4.3 ) y de la cabeza de un ángel ( Ap 10.1 ).
AREÓPAGO ( colina de Ares , deidad griega de la guerra, que corresponde al Marte
romano). Nombre de un lugar alto (115 m) y rocoso, situado en Atenas, al norte de la
Acrópolis y separado de ella por un pequeño arroyo.
Areópago era además el nombre de la corte suprema que en tiempos antiguos se
reunía allí. Esa corte se componía de los patriarcas de la ciudad («areopagitas»), quienes
en tiempos antiguos ejercían autoridad suprema en asuntos políticos y religiosos. (Hubo
épocas en que también tenía jurisdicción en asuntos criminales.) En tiempos
novotestamentarios el Areópago todavía tenía mucha influencia en asuntos de educación
y religión. Era natural, pues, que semejante cuerpo tuviera interés en Pablo y su nueva
enseñanza ( Hch 17.18s ). (Quinientos años antes el Areópago fue el escenario del juicio
y la condenación del famoso filósofo, Sócrates.) Debido al discurso del apóstol, sobre el
verdadero conocimiento de Dios, un miembro de la corte se convirtió, aunque a la
mayoría de los areopagitas el mensaje de Pablo les pareció de escaso interés. ( Hch 17.34
, → DIONISIO ; ATENAS .)
Foto de Gustav Jeeninga
El Areópago (Colina de Ares) es una pequeña colina cerca de la
acrópolis en Atenas donde llevaron a Pablo ante los filósofos de esta
ciudad ( Hch 17.16–34 ).
ARETAS Forma griega del nombre que llevaron varios soberanos de los nabateos entre
200 a.C. y 40 d.C. Este pueblo ocupaba la parte noroeste de Arabia, o sea, el territorio a
lo largo del este y sur de Palestina; su capital era Petra. Aretas IV reinó de 9 a.C. a 40
d.C. y parece que dominó al menos por un tiempo a Damasco, capital de Siria. Este
Aretas dio su hija en matrimonio a Herodes Antipas. Más tarde Antipas se divorció de
ella y se casó con Herodías ( Mc 6.17 ), pero Aretas se vengó derrotándolo en una disputa
de fronteras. En la Biblia se le menciona una vez, cuando Pablo relata que en Damasco
fue perseguido por «el gobernador de la provincia del rey Aretas» ( 2 Co 11.32 ; cf. Hch
9.24 ).
ARFAD Ciudad de Siria que por lo general se menciona junto con Hamat y Damasco (
2 R 18.34 ; 19.13 ; Is 36.19 ; Jer 49.23 ). Debido a su importancia, los asirios la atacaron
varias veces y la tomó Tiglat-pileser (742–740 a.C.). Su caída fue indicio de lo poderosa
que había llegado a ser Asiria ( Is 10.9 ). Se hallaba a unos 30 km al noroeste de Alepo;
hoy Tell Rifa’ad.
ARFAXAD Descendiente de Noé y antecesor directo de los hebreos ( Gn 10.22–24 ;
11.10–13 ; cf. 1 Cr 1.17 , 24 ). Aparece también en la genealogía de Cristo en Lc 3.36 .
Aquí Lucas interpone el nombre de Cainán entre Arfaxad y Sala, siguiendo en esto a
algunos manuscritos de la LXX.
ARGOB ( argob , probablemente de regeb , que significa terrón ).
1. Región al este del Jordán que formaba parte del reino de Og, rey de Basán. Incluía
60 ciudades amuralladas y bien fortificadas ( Dt 3.4–14 ; 1 R 4.13 ). Actualmente es
incierta la ubicación precisa de esta región.
2. Cómplice de Peka en el asesinato de Pekaía, rey de Israel. Algunos opinan que
Argob y Arie, juntamente con Pekaía, fueron víctimas de Peka más bien que cómplices
suyos ( 2 R 15.25 ). El texto hebreo es dudoso: cf. Biblia de Jerusalén.
ARIEL ( león de Dios , altar de Dios u hogar de Dios ).
1. Palabra hebrea usada simbólicamente para referirse a la «ciudad donde habitó
David» ( Is 29.1 , 2 , 7 ); es decir, Jerusalén.
2. Nombre de uno de los enviados por Esdras en busca de sacerdotes para la
restauración del culto después del cautiverio ( Esd 8.16–18 ).
Hay diferentes traducciones sugeridas para esta palabra (véase arriba). A veces es
difícil saber si se debe traducir o dejarla como nombre propio (p. ej., las traducciones de
2 S 23.20 y Ez 43.15 , 16 en las diferentes versiones).
ARIETE Máquina de guerra usada al sitiar una ciudad para abrir una brecha en sus
muros ( 2 S 20.15 ; Ez 4.2 ; 21.22 ; 26.9 ). La parte principal de la máquina era una viga
larga, grande y fuerte con cabeza de metal (a veces en forma de cabeza de carnero), con
que se arremetía contra el muro.
ARIMATEA «Ciudad de Judea» o, más exactamente, «ciudad de los judíos» ( Lc
23.50 ). Aparte de su asociación con José, el noble consejero, discípulo secreto de Jesús,
quien pidió el cuerpo del Señor a Pilato para darle honrosa sepultura en su propia tumba (
Mt 27.57 ; Mc 15.43 ; Lc 23.50 ; Jn 19.38 ), la Biblia no menciona a Arimatea y su
identificación es difícil. Su mención por todos los evangelistas puede indicar que José era
ciudadano destacado del lugar.
ARISTARCO ( gobernante destacado ). Macedonio de Tesalónica y fiel compañero
de Pablo. Recibió maltratos en el alboroto de Éfeso ( Hch 19.29 ). Regresó a Jerusalén
con Pablo ( Hch 20.4 ) y más tarde embarcó con él en Cesarea para viajar a Roma ( Hch
27.2 ). Allí le sirvió de «colaborador» ( Flm 24 ) y «compañero de prisiones» ( Col 4.10 ).
ARISTÓBULO ( destacado en el consejo ). Nombre de varios descendientes de los
macabeos durante el siglo I a.C. (Josefo, Antigüedades XIII, XIV, XVI; → HERODES , el
Grande.)
Nombre de un personaje mencionado en Ro 16.10 . Pablo envía saludos a los de la
«casa» de este, quienes probablemente eran sus esclavos convertidos al cristianismo.
ARMADURA Traducción de la palabra griega panoplia ( Ef 6.11 , 13 ), que significa
todo el equipo de guerra que usaba el soldado común de la infantería en los tiempos
bíblicos.
Las armas defensivas eran: el → ESCUDO ( 1 Cr 12.24 ; Ef 6.16 ), el → YELMO o casco
( 1 S 17.5 , 38 ; Ef 6.17 ), la → CORAZA o cota de malla ( 1 S 17.5 , 38 ; Ef 6.14 ; Ap 9.9 ),
grebas y calzado ( 1 S 17.6 ), y → CINTURÓN o faja ( Ef 6.14 ).
Foto de Howard Vos
Un soldado romano armado, demostrando algunas de las piezas de la
«armadura espiritual» que el apóstol Pablo menciona ( Ef 6.10–18 ).
Las armas ofensivas eran: → ESPADA ( Neh 4.17 ; Ef 7.17 ; Heb 4.12 ), → ARCO y
flecha ( 1 Cr 12.2 ), → HONDA ( 1 S 17.40 ; 1 Cr 12.2 ); → LANZA ( 1 S 17.7 ; 26.7 ; Hch
23.23 ).
Pablo compara al cristiano con un soldado y le insta a estar completamente armado
para la lucha, que tiene carácter tanto ofensivo como defensivo ( Ef 6.10–17 ; 1 Ts 5.8 ;
cf. Is 59.17 ). Pero aclara que nuestra lucha no es «contra sangre y carne» sino de carácter
espiritual ( Ef 6.12 ). El reino por el que luchamos «no es según este mundo» ( Jn 18.36 ).
Por lo tanto, «las armas de nuestra milicia no son carnales» ( 2 Co 10.4 ). Están
compuestas por la experiencia de la gracia de Dios y su misericordia. Este es el espíritu
que impulsa al creyente a vivir según Dios, con amor y solidaridad. En este sentido, no se
indica en el texto que el creyente deba desentenderse de sus responsabilidades históricas
y civiles, pensando que está rodeado de poderes malignos invisibles que lo atormentan.
Al contrario, la armadura del creyente está compuesta por la nueva forma de vida que se
deriva de la experiencia de la gracia y que lo hace sentirse responsable de la vida de los
demás y de la creación misma. ( → PRINCIPADOS .)
ARMAGEDÓN ( Harmagedón en NC y BC; Harmaguedón en BJ). Lugar donde
Dios reunirá a los reyes de todo el mundo «a la batalla de aquel gran día del Dios
Todopoderoso» ( Ap 16.1 , 14 ). ( → MEGUIDO .)
En la Biblia no hay más referencia al lugar, pero la batalla se describe en Ap 19.11–21
. Para los intérpretes que dan un valor simplemente simbólico a esta batalla no hay
necesidad de ubicarla; para quienes creen que la batalla es literal y futura, es de interés
saber que Armagedón puede señalar «la montaña de Meguido», o sea, la región
montañosa que separa la llanura de Jezreel de la costa de Palestina, no lejos del Carmelo.
Esta llanura es de gran importancia estratégica, y fue escenario de muchas batallas ( Jue
4.2–16 ; 1 R 14.25 ; 22.29 ; y otras antes y después de los tiempos bíblicos).
Otros comentaristas conjeturan que Armagedón representa a Har-mo’ed (monte de la
asamblea), donde según Is 14.13 los dioses se congregan y el blasfemo rey de Babilonia
intenta escalar. Sería Armagedón, pues, la contraparte demoníaca de tal monte (cf. Ap
16.13 , 14 , donde espíritus malignos convidan a los reyes).
ARNÓN Río de aguas perennes, claras y turbulentas que desciende de los montes del
este del mar Muerto, hacia el cual corre por una profunda hondonada. Durante el verano
se le encuentra casi seco, pero en tiempo de lluvias se vuelve impetuoso ( Nm 21.13 ).
Era frontera entre Moab al sur y la tribu de Rubén al norte ( Dt 3.8 , 12 , 16 ). En los
tiempos de la peregrinación israelita ambas riberas del Arnón estaban fuertemente
fortificadas.
AROER ( enebro o desnudo ).
1. Pueblo fronterizo situado sobre la margen norte del Arnón, a 23 km al este del mar
Muerto. Moisés se lo quitó a los amorreos ( Jos 12.2 ) y se lo entregó a Rubén ( Jos 13.16
). Más tarde, Gad lo reedificó ( Nm 32.34 ). Fue el punto de partida del censo que ordenó
David ( 2 S 24.5 ). Luego, bajo el reinado de Acab, Moab se rebeló y lo conquistó por un
tiempo (según la piedra moabita). Durante el reinado de Jehú, Hazael de Siria conquistó
Israel hasta Aroer ( 2 R 10.33 ).
2. Pueblo «enfrente de Rabá» ( Jos 13.25 ; cf. Jue 11.33 ), sitio que aún no se ha
localizado. Algunos creen que se hallaba al sur de Rabá, pero posiblemente sea el mismo
Aroer del No 1.
3. Lugar en el Neguev adonde David envió el botín en vísperas de tomar posesión en
Hebrón ( 1 S 30.28 ).
AROMAS Traducción de nekhoth , que se identifica posiblemente con el tragacanto, la
goma extraída del astragalus tragacantha . Esta goma era muy estimada como incienso,
así como por sus propiedades medicinales. Los mercaderes ismaelitas que llevaron a José
a Egipto traficaban con ella ( Gn 37.25 ). Jacob la consideró como «de lo mejor de la
tierra» y la envió a José ( Gn 43.11 ).
En dos ocasiones RV traduce también así bosem ( Cnt 4.16 ; 8.14 ). ( → ESPECIAS .)
ARPA Primer instrumento musical mencionado en la Biblia ( Gn 4.21 ) y el único de
cuerdas nombrado en el Pentateuco. Fue uno de los instrumentos con que Labán hubiera
deseado despedir a Jacob ( Gn 31.27 ). A pesar de la referencia en 1 S 16.23 , no es claro
si se ejecutaba con un plectro o pequeña varilla de hierro, o se pulsaba directamente con
los dedos.
Según el historiador Josefo, el arpa era de madera y tenía diez cuerdas. Tal vez la de
David era de madera de haya ( 2 S 6.5 ) y de madera de → SÁNDALO las que Salomón hizo
para el templo ( 1 R 10.12 ). Las arpas eran de variadas formas y tamaños, algunas lo
bastante pequeñas como para poder tocarse mientras se caminaba ( 1 S 10.5 ).
Foto de Howard Vos
Lira reconstruida de Mesopotamia. Este era un instrumento musical
popular de más o menos 2500 a.C., varios siglos antes del tiempo de
Abraham.
De timbre dulce y melodioso, el arpa era símbolo de felicidad, muy popular en las
demostraciones de júbilo. Los cautivos en Babilonia, sin ánimo para cantar, colgaron sus
arpas sobre los sauces ( Sal 137.1–4 ).
ARQUELAO → HERODES III.
ARQUEOLOGÍA Ciencia que estudia los restos del pasado humano, aunque limitada
en cuanto a que los «restos» solo ofrecen una vista parcial de la antigüedad. Descubre
evidencias materiales que han sobrevivido al paso del tiempo, pero no así las ideas, la
organización social y la vida de los antiguos. Estas las infiere, sin ofrecer seguridad
absoluta. No obstante, la arqueología ha brindado un valioso aporte al estudio de las
Escrituras.
El Método Arqueológico
La arqueología científica data de la excavación de Tell-el-Hesi por Sir Flinders Petrie
en 1890. Los años transcurridos han servido para perfeccionar el método arqueológico.
Anteriormente se excavaba en busca de piezas para museo y hallazgos espectaculares.
Petrie por primera vez prestó atención al método, al detalle y a la conservación de la
evidencia obtenida. Hoy se excava con precisión y meticuloso cuidado porque el hallazgo
arqueológico solo tiene valor si se estudia en su contexto. Como la excavación destruye
ese contexto, es imprescindible mantener registros exactos, junto con planos y fotografías
que permitan reconstruir la situación original de cada hallazgo.
Las condiciones naturales hacen que ciertos lugares sean más apropiados para la
ocupación humana. En estos sitios la ocupación repetida ha formado a lo largo de los
siglos una colina en forma de cono truncado, que en ocasiones alcanza 25 e incluso más
metros de altura sobre el nivel original del terreno. Al excavar esta colina o → TELL se
presta especial atención a cada estrato o nivel de ocupación. La identificación del estrato
a que corresponde cada piso, cada objeto, cada muro o pared es de vital importancia. Solo
así se puede determinar la relación que existe entre los distintos hallazgos de un tell .
A cada estrato corresponden ciertos tipos de cerámica. La evolución en el estilo,
decorado y método de fabricación permite distinguir distintos tipos . Debido a la
fragilidad, ubicuidad y durabilidad de la cerámica, el estudio de sus tipos constituye hoy
uno de los aspectos más importantes en la arqueología. Aunque son importantes la
evolución tipológica del arte, la arquitectura, etc., nada es tan valioso como los cascos de
cerámica que se encuentran por todas partes. Para los períodos precerámicos de la Edad
de Piedra se estudia la industria pedernal. Las hachas, cuchillos y otros implementos de
piedra presentan características de forma y estilo que permiten estudiar su evolución y la
identificación de sus tipos .
Más que afortunado es el arqueólogo que encuentra alguna inscripción. Ya sea un
ostracon (así se llama el casco de alfarería en que se ha escrito algo), una inscripción
monumental, algunos trazos labrados en piedra, o un pedazo de papiro o pergamino tal
como los rollos del mar Muerto. Epigrafía es la ciencia que descifra la inscripción y
estudia la evolución de la escritura.
Foto de Gustav Jeeninga
Un arqueólogo saca cuidadosamente un esqueleto en una excavación
cerca de la Cesarea marítima.
Resultados de La Arqueología
Cronología.
La primera edición del Diccionario de la Santa Biblia (1890) decía: «En esta obra se
ha adoptado la cronología de Ussher, generalmente aceptada. Si bien es cierto que hay
incertidumbre no pequeña en cuanto a algunas épocas antiguas, también lo es que las
especulaciones científicas que pretenden aumentar en muchos miles de años las edades
primitivas de la humanidad sobre la tierra no han sido de ningún modo confirmadas por
las investigaciones ulteriores». La situación ha cambiado radicalmente desde entonces.
El análisis tipológico de los hallazgos arqueológicos, especialmente de la alfarería y
de la industria pedernal, ha permitido la elaboración de una «cronología secuencial». Es
decir, se ha podido establecer la posición relativa que corresponde a cada tipo . Esta →
CRONOLOGÍA secuencial se convierte en «cronología absoluta» cuando, gracias a un
descubrimiento epigráfico, por ejemplo, se logran identificar los tipos con períodos
determinados.
Para la cronología absoluta de la Palestina en tiempos históricos se depende de los
sincronismos entre Palestina, Egipto y Mesopotamia, ya que las cronologías de estos
lugares se han fijado con bastante exactitud sobre las bases de cálculos astronómicos.
Para los tiempos prehistóricos se depende de otros métodos, por ejemplo, el análisis del
contenido de carbono 14 en la materia orgánica.
Como resultado de estas investigaciones, hoy sabemos de la presencia humana en la
Tierra Santa desde fines del período Paleolítico. El Homo galilaeensis de Capernaum y
Nazaret vivió durante la tercera época interglacial (Riss-Würm), ca. 180.000–120.000
a.C. Desde entonces la Palestina ha sido escenario de la actividad humana.
Trasfondo cultural de la Biblia.
Hubo tiempo en que la Biblia era nuestra principal fuente de conocimiento sobre la
historia antigua, y por tanto no se relacionaba con su marco histórico. Ha sido en este
campo donde la arqueología ha hecho su mayor contribución, iluminando los
antecedentes históricos y culturales de la Biblia. Basten algunos ejemplos. Las tabletas de
→ RAS SARMA , halladas en el sitio de la antigua ciudad de Ugarit, al norte de Canaán, dan
a conocer de primera mano la religión y cultura de los cananeos de la época preisraelita.
Las tablas de → NUZI , al norte de Mesopotamia, nos ayudan a entender las costumbres
características del período de Bronce Medio, la era de los patriarcas, tales como el interés
de → RAQUEL en los ídolos de Labán (estos transmitían el derecho de heredad) y la
preocupación de Abram por el esclavo → ELIEZER : Lo había adoptado para que le cuidase
en el ocaso de su vida.
Las cartas de → TELL EL AMARNA reflejan las condiciones políticas de Palestina, con
las rivalidades entre los monarcas vasallos del faraón que derrumbaron el Imperio
Egipcio y permitieron la conquista de Canaán por los israelitas.
Foto de Gustav Jeeninga
La libreta de un arqueólogo con anotaciones detalladas de todo lo
descubierto en una excavación.
La verdad de la Biblia y la arqueología.
A pesar de que la arqueología ilumina el marco bíblico de manera maravillosa, no
puede decirse, como con frecuencia se hace, que «la arqueología prueba la verdad de la
Biblia». Tal afirmación pasa por alto no solo la naturaleza de la arqueología, sino el
carácter de la Biblia misma.
Usar la arqueología para «probar» la verdad de la Biblia es negarle a la arqueología
su valor de ciencia independiente. La investigación arqueológica no puede hacerse con
ideas preconcebidas, sino objetivamente, de modo que su contribución al estudio de las
Escrituras sea válida. Por otra parte, si fuese posible, por ejemplo, probar
arqueológicamente la migración de Abraham desde Ur hasta Canaán, todavía no se habría
probado que «la Biblia tenía razón». La Biblia no se interesa por explicar la migración de
Abraham como parte de los movimientos de pueblos ocurridos durante el Bronce Medio,
sino que nos dice que Abraham dejó Mesopotamia y se fue a Canaán porque Dios lo
había llamado . Tal afirmación no se puede probar ni refutar sobre bases arqueológicas;
pero es precisamente esta declaración de fe, y no el simple hecho de que Abraham
cambió su domicilio, lo que constituye la verdad bíblica.
Dicho todo lo anterior, hay que añadir que en multitud de casos las investigaciones
arqueológicas, precisamente porque son hechas de manera objetiva, han comprobado la
exactitud de muchas referencias geográficas, históricas y de otro tipo que los detractores
de la Biblia habían tildado de erróneas.
La arqueología y las lenguas bíblicas.
La arqueología ha hecho accesible un número extraordinario de documentos e
inscripciones en las lenguas del Oriente antiguo. Aparte del valor de estos escritos para
esclarecer el marco histórico y cultural de la Biblia, el estudio de estas lenguas nos ha
permitido comprender los idiomas bíblicos mucho mejor. Palabras y hasta frases cuyo
significado había que adivinar más bien que traducir, hoy son inteligibles gracias al
estudio comparativo de estas lenguas. De ahí que las nuevas versiones bíblicas se
aproximen más al sentido real de los originales hebreo y griego.
Foto de Gustav Jeeninga
Un especialista en monedas limpia y clasifica antiguos artefactos de
una excavación arqueológica.
La Arqueología Y La Biblia
Período preisraelita.
Hacia fines del período Paleolítico apareció en la zona del Carmelo el Homo
carmelitanus , identificado como tipo intermedio entre el hombre de Neanderthal y el
Homo sapiens. Desde entonces, debido a su situación geográfica, la Palestina se hizo
puente de transición. El hombre natufiano del Mesolítico (8000–6000 a.C.), tipo
fundamental de la raza semítica, manifestó los comienzos de la agricultura y de la cultura
sedentaria. En el Neolítico (6000–4000 a.C.) apareció la primera ciudad, Jericó, y se
introdujo la alfarería (ca. 5000 a.C.). El Calcolítico (4000–3000 a.C.) se caracterizó por
el uso corriente del cobre. De este período viene la Estrella de Gassul, figura geométrica
de fino gusto artístico y expresión de una cultura avanzada.
La Edad de Bronce se divide en Bronce Antiguo (3000–2100 a.C.), Bronce Medio
(2100–1550 a.C.) y Bronce Reciente (1550–1200 a.C.). Durante el Bronce Antiguo la
población de la Palestina aumentó considerablemente. Se establecieron numerosas
ciudades amuralladas con calles bien trazadas y alcantarilladas. Se inventó el torno y el
horno cerámico que mejoraron muchísimo la alfarería. En el Bronce Medio, la época de
los patriarcas, la invasión de los amorreos destruyó la civilización del Bronce Antiguo.
Los estratos dan muestra de repetidas destrucciones, evidencia de la inseguridad reinante.
Egipto ejerció cierta influencia cultural y política de manera esporádica, hasta que con el
advenimiento de las dinastías XVIII y XIX, durante el Bronce Reciente, estableció una
vez más su autoridad en el área.
Foto de Gustav Jeeninga
Aun las partículas diminutas, como estos huesos y micropedernales,
deben ser cuidadosamente clasificadas y analizadas después que los
arqueólogos las descubren.
Período israelita
Una nueva destrucción marca el comienzo de la Edad de Hierro. Los invasores
llegaron en dos grupos. Desde el desierto los israelitas se apoderaron de la región
montañosa y dejaron huellas de su destrucción en Bet-el, Laquis, Debir, Hazor y otras
plazas fuertes. Desde el Mediterráneo los «Pueblos del Mar», entre ellos los filisteos,
traían consigo el secreto de la siderurgia, aprendido de los heteos de la Anatolia.
Los períodos Hierro I (1200–900 a.C.) y Hierro II (900–600 a.C.) abarcan la
conquista, la época de los jueces y la monarquía. Al principio los filisteos retuvieron el
monopolio del hierro, obstaculizando así el desarrollo de Israel, pero en tiempos de David
los israelitas aprendieron a trabajar ese metal.
De la época monárquica tenemos relativamente poca evidencia. Las excavaciones en
Meguido y Samaria nos suministraron muestras del arte arquitectónico fenicio. La
reciente expedición a Arad descubrió un templo israelita. Materiales de este tipo nos
permiten inferir cómo debe haber sido la Jerusalén de Salomón.
El Hierro III (600–300 a.C.) se conoce también como Período Persa. De ahí en
adelante los períodos reciben designación histórica: Helenista (300–63 a.C.), Romano (63
a.C.—323 d.C.), Bizantino (323–636 d.C.) e Islámico (636 d.C. hasta hoy).
Cada nueva excavación y cada nuevo descubrimiento arroja valiosísima luz sobre la
Tierra Santa y las naciones vecinas, y nos permite así una mejor comprensión del mensaje
eterno de Dios en el contexto histórico.
Bibliografía:
«Arqueología», «Excavaciones en Palestina», EBDM . W.F. Albright, Arqueología de la
Palestina , Barcelona, 1962. W.F. Albright, De la edad de piedra al cristianismo , Santander,
1959. K.M. Kenyon, Arqueología en Tierra Santa , Barcelona, 1963.
ARQUIPO Cristiano de Colosas, que en ausencia de Epafras pastoreaba las iglesias en
Colosas y Laodicea ( Col 4.16s ). Es uno de los tres destinatarios de la carta a Filemón (v.
2 ), tal vez hijo de Filemón y Apia. Es un joven como Timoteo, misionero activo,
«compañero de milicia» y a veces poco cumplidor.
ARRAS Lo que se daba como prenda o en señal de algún contrato, o el primer abono
dado como seguridad del pago de toda la deuda. Difería de una «prenda», propiamente
dicha, en que era de la misma especie que la cosa prometida, mientras que la prenda
podía ser algo de distinta naturaleza. Aparece tres veces en el Nuevo Testamento ( 2 Co
1.22 ; 5.5 ; Ef 1.14 ), siempre refiriéndose al Espíritu Santo dado por Dios al creyente
como una garantía y anticipación de las bendiciones superiores del futuro.
ARRAYÁN Traducción del hebreo hadas ( Neh 8.15 ; Is 41.19 ; 55.13 ). Pero en Zac
1.8 , 10 , 11 se traduce por «mirto». Son dos nombres para una misma planta. El arrayán
es el myrtus communis , un arbusto de un metro de alto, de hojas perennes y de muchas
ramas. Las hojas son de un verde lustroso, las flores blancas y el fruto una baya de color
negro azulado. Para los hebreos, el arrayán era símbolo de paz y acción de gracias, y
como tal es parte del simbolismo escatológico de Is 41.19 ; 55.13 . El arrayán era una de
las cuatro plantas con cuyas ramas se preparaban las enramadas de la Fiesta de los
Tabernáculos ( Neh 8.15 ).
ARREBATAMIENTO → SEGUNDA VENIDA .
ARREPENTIMIENTO Traducción de una familia de palabras que indican un
regreso, un cambio de parecer, o un repudio del pecado para volver a Dios.
En El Antiguo Testamento
Puesto que Israel debe a Dios obediencia absoluta y cae bajo juicio cuando se desvía,
solo por el arrepentimiento puede restablecer su relación favorable con Él. La nación
puede apartar para este reconocimiento un día entero ( Neh 9 ; cf. las liturgias del
arrepentimiento conservadas en Is 63.7–64.12 ; Dn 9.4–19 ; Os 9 y 14 ). Como símbolo
de su renuncia al pecado, el arrepentido rasga sus vestidos, ayuna, se viste de cilicio, o se
sienta en cenizas. Los profetas recalcan el aspecto personal del arrepentimiento (p. ej.,
Acab, 1 R 21 ), al exigir una reorientación de todo el individuo que conduzca a la
obediencia, confianza en Dios y rechazo total a ídolo y dependencia de lo humano. El
arrepentimiento demanda una renovación del espíritu y del corazón ( Ez 18.31 ); esto es
posible solo como consecuencia de la redención divina ( Is 44.22 ; Jer 31.33 ; Ez 11.19 ;
36.26 ).
En lenguaje antropomórfico, se afirma que Dios también se arrepiente, con lo cual se
señala simplemente un cambio en su relación con el ser humano (p. ej., Gn 6.6s ).
En El Nuevo Testamento
Juan el Bautista continúa la demanda de arrepentimiento ( Mt 3.8 , 10 ) y asimismo
Jesús ( Mc 1.15 ; Lc 13.1ss ), pero con mayor énfasis en la limpieza interior y la totalidad
de la demanda divina ( Lc 14.33 ; Mt 18.3 ; Lc 5.32 ). En un sentido nuevo Jesús hace
posible el arrepentimiento, porque este se completa con la fe, con el discipulado cristiano.
En la predicación de la iglesia apostólica el arrepentimiento es básico ( Hch 3.19 ; 2
Co 7.9 ; Heb 6.1 ; Ap 2.21 ; etc.; cf. Concordancia ); se relaciona con el bautismo ( Hch
2.38 ), la fe ( Hch 20.21 ) y el perdón ( Lc 24.47 ). Este regreso a Dios ( 1 P 2.25 ) se basa
en la obra de Cristo ( Hch 17.30 ); es a la vez una responsabilidad humana ( Hch 8.22 ) y
un don de Dios ( Ro 2.4 ; 2 Ti 2.25 ) mediante el Espíritu ( Hch 10.45 ).
En el Nuevo Testamento arrepentimiento, por lo general, es traducción de la voz
griega metánoia , que significa «cambio de actitud o de propósito en la vida» y no solo
«penitencia» como solía traducirse en las versiones catolicorromanas antiguas (TA, Sc.).
ARROYO Pequeña corriente de agua y su cauce. Este cauce se llama en árabe un →
WADI. El arroyo es permanente cuando se alimenta de una fuente viva. Se seca al faltar
las lluvias, pero cuando estas son abundantes suele convertirse en furioso torrente. La
palabra hebrea najal puede traducirse por «arroyo», «río», «torrente» o simplemente
«valle», según el agua que lleve: Dt 8.7 ; Lv 11.9 , 10 ; Jer 47.2 ; Dt 21.4 .
Foto de Willem A. VanGemeren
Un rebaño de cabras bebiendo del arroyo de Cedrón, que comienza al
nordeste de Jerusalén y desemboca en el mar Muerto.
ARTAJERJES Nombre de varios reyes → PERSAS , entre los cuales se destaca
Artajerjes I (Longimano), hijo de → JERJES . Reinó durante 464–424 a.C. Tal vez sea este
el rey persa que gobernaba cuando → ESDRAS ( 4.7ss ; 6.14 ; 7.1ss ; 8.1 ) y → NEHEMÍAS
( 2.1 ; 5.14 ; 13.6 ) llegaron a Jerusalén.
En la historia general, Artajerjes se conoce sobre todo por su carácter magnánimo
pero débil. Sometido a la influencia perjudicial de su madre (Amestris) y de su esposa
(Amistis) dejó en manos de sus generales las campañas principales contra Egipto y
Grecia. La LXX pone a Artajerjes en lugar de Asuero en el libro de → ESTER , lo cual ha
hecho pensar a algunos que se trata del rey Artajerjes II (Mnemón, 404–358; → PERSIA ).
Foto de Howard Vos
La tumba de Artajerjes, cavada en los desfiladeros sobre las ruinas de
Persépolis, la antigua capital persa.
ARVAD Ciudad fenicia construida sobre una pequeña isla rocallosa, a 200 km al norte
de Tiro y fundada en 761 a.C. por personas procedentes de Sidón. Como toda ciudad
fenicia, Arvad se distinguió por sus marinos, que a menudo sirvieron en las fuerzas de
otras ciudades ( Ez 27.8 , 11 ). Se menciona a los arvadeos en la genealogía de Gn 10.18
y 1 Cr 1.16 .
ASA Tercer rey de Judá e hijo de Abiam. Reinó 41 años ( 1 R 15.9–24 ; 2 Cr 14–16 ).
Los primeros diez años fueron de paz y prosperidad. Quitó a los sodomitas y también a
los ídolos que habían puesto sus padres. Privó a Maaca de ser reina madre por haber
erigido un ídolo a → ASERA . Zera el etíope salió contra él con un gran ejército, pero Dios
lo deshizo.
En el año 36 del reinado de Asa, subió Baasa, rey de Israel, y fortificó Ramá. Asa
solicitó la ayuda de Ben-adad, rey de Siria, el cual atacó a Baasa y lo obligó a retirarse. El
profeta Hanani reprochó a Asa el no haber confiado en Jehová, por lo cual Asa lo
encarceló. Después Asa enfermó gravemente de los pies, pero no buscó a Jehová, sino a
los médicos. Esta enfermedad causó su muerte.
ASAEL Hijo de Sarvia (hermana de David) y hermano de Joab y Abisai ( 1 Cr 2.16 ).
Fue soldado valiente en el ejército de David y tenía fama de corredor velocísimo ( 1 Cr
27.7 ; 2 S 2.18 ; 23.24 ). Abner lo mató porque Asael no quería dejar de perseguirlo, por
lo cual se produjo una contienda entre Abner y los hermanos de Asael ( 2 S 2.23 ).
Otras tres personas en el Antiguo Testamento llevan este nombre ( 2 Cr 17.8 ; 31.13 ;
Esd 10.15 ).
ASAF Nombre de varias personas del Antiguo Testamento.
1. Descendiente de Gersón, hijo de Leví ( 1 Cr 6.39 , 43 ). Padre de una familia
escogida para el ministerio de la música y uno de los directores durante el reinado de
David. Los levitas le designaron cantante y ejecutante de címbalos cuando se llevó el arca
a Jerusalén ( 1 Cr 15.16–19 ). El mismo rey lo confirmó poniéndolo al frente de la
alabanza coral e instrumental ( 1 Cr 16.5–7 ). No es seguro que estuviera presente en la
consagración del templo de Salomón, pues 2 Cr 5.12 podría referirse a sus familiares. Sus
descendientes pertenecieron al grupo que regresó del destierro con Zorobabel ( Esd 2.41
). Fue reconocido como vidente y autor de los salmos cantados cuando Ezequías restauró
el culto del templo ( 2 Cr 29.30 ). Su nombre aparece en los títulos añadidos
posteriormente a los Sal 50 ; 73–83 .
2. Padre del canciller del rey Ezequías ( 2 R 18.18 , 37 ; Is 36.3 , 22 ).
3. Guardabosques del rey Artajerjes ( Neh 2.8 ).
ASALARIADO → JORNALERO .
ASCALÓN Una de las principales ciudades filisteas, situada a unos 20 km al nordeste
de Gaza, en la costa mediterránea. En un principio estaba bajo el poder de Egipto, pero
hacia 1200 a.C. la ocuparon los → FILISTEOS . Fue un centro de los más diversos cultos
paganos, sobre todo egipcios y babilónicos.
Durante la época de la conquista israelita se vio de lleno en una serie de batallas
fronterizas y, según Jue 1.18 , Judá la tomó (aunque el texto de la LXX dice que no la
tomaron). Durante el tiempo de los jueces, de Saúl y de David, Ascalón era una ciudad
totalmente filistea ( Jue 14.19 ; 1 S 6.17 ; 2 S 1.20 ). Después de la época persa, el
helenismo la conquistó culturalmente. Jeremías ( 47.5–7 ), Amós ( 1.8 ) y Sofonías ( 2.4 )
profetizaron su ruina.
ASCENSIÓN El ascenso visible de Cristo al cielo, que puso fin a su ministerio
terrenal. Varias frases en el Nuevo Testamento se refieren a este suceso: «fue alzado» (
Hch 1.9 ), «ha sido tomado» ( 1.11 ), «subió a los cielos» ( 2.34 ). El relato más detallado
de la ascensión se encuentra en Hch 1.9–11 . Jesús guió a sus discípulos al monte de los
Olivos y los bendijo, y luego subió en una nube que lo ocultó de la vista. Desde los cielos
comenzó a reinar, sentado a la diestra del Padre ( Ef 1.20 ; Heb 1.3 ). El significado
teológico de esto es que el cuerpo de Cristo había sido resucitado y glorificado para pasar
a una existencia espiritual como la que describe Pablo en 1 Co 15.44 . La ascensión y
exaltación son el fin natural de la presencia de Jesús en la tierra como el Mesías, que
sufrió, murió y resucitó. La ascensión visible es, además, la primicia de la Segunda
Venida ( Hch 1.11 ).
La importancia de la ascensión se manifiesta en Jn 14–16 ; Ef y Heb. Llevó a su fin la
presencia visible de Cristo entre los discípulos, lo cual fue el preludio de una relación
nueva con ellos y de una actividad diferente en cuanto a todo el mundo. Así también se
inicia un nuevo aspecto del ministerio del Espíritu Santo ( Jn 16.7 ). El Cristo ascendido
es Rey: todas las cosas están bajo su autoridad ( Ef 1.20 , 21 ; Flp 2.9–11 ). Es también
Sumo Sacerdote: intercede por todos nosotros como uno que entiende, por experiencia
propia, lo que es la tentación, el sufrimiento y la muerte ( Heb 4.14–16 ; 7.23–25 ).
ASDOD Ciudad filistea, situada a unos 32 km al noroeste de Gaza y a unos 5 de la
costa mediterránea. Los → ANACEOS ( Jos 11.22 ) la habitaron antes de que la ocuparan
tribus filisteas en el siglo XII a.C. Los filisteos la consagraron al dios → DAGÓN , a cuyo
templo condujeron el arca del pacto ( 1 S 5.1–8 ; 6.17 ).
Durante la conquista de Palestina, se le adjudicó a la tribu de Judá ( Jos 15.46 , 47 ),
pero continuó siempre en manos de los filisteos ( Jos 13.3 ). Los judíos la conquistaron (
2 Cr 26.6 ) en tiempos del rey Uzías ( ca. 783–742 a.C.). Logró independizarse al
producirse una rebelión contra Sargón II en 711 a.C. ( Is 20.1 ), pero poco después el
faraón Semético I la destruyó casi por completo.
Durante el cautiverio de los judíos en Babilonia, la habitaron los amonitas y moabitas
( Neh 13.24 ). Quedó parcialmente destruida ( 1 Mac 4.15 ; 5.68 ; 10.77–85 ; 11.4 ; 16.10
) como consecuencia de la revolución de los macabeos (167–37 a.C.).
Los romanos la reconstruyeron ca. 55 a.C., después de lo cual se llamó «Azoto».
Durante la predicación de Felipe, el diácono ( Hch 8.40 ), Asdod recibió el evangelio y se
convirtió poco a poco en un centro cristiano hasta el siglo V d.C. Hoy es puerto marítimo
de la república de Israel.
ASENAT Voz egipcia que significa «perteneciente a Neit» (una diosa). Hija de
Potifera, sacerdote de On, que Faraón dio por esposa a José ( Gn 41.45 ). Madre de
Manasés y Efraín ( Gn 46.20 ).
ASER ( feliz , bendito ).
1. Hijo de Jacob y Zilpa la sierva de Lea ( Gn 30.12 , 13 ). Entró en Egipto con sus
cinco hijos y la familia de Jacob ( Gn 46.17 ), y allí este último le predijo prosperidad a él
y su descendencia ( Gn 49.20 ).
2. Tribu formada por la descendencia de Aser ( Gn 49.28 ), con cinco familias
principales ( Nm 26.44–47 ). Experimentó con las demás tribus los sucesos del desierto (
Nm 1.13 ; 2.27 , 28 ; 7.72 ; 13.13 , etc.) y recibió la bendición de Moisés ( Dt 33.24 ). No
eliminó a los cananeos de su tierra ( Jue 1.31 , 32 ). Aunque no formó parte del ejército de
→ DÉBORA ( Jue 5.17 ), sí ayudó a → GEDEÓN contra los madianitas ( Jue 6.35 ; 7.23 ).
Algunos hombres de esta tribu asistieron a la Pascua que celebró Ezequías ( 2 Cr
30.11 ). La profetisa Ana, quien reconoció al niño Jesús en el templo, era de la tribu de
Aser ( Lc 2.36 ).
3. Territorio fértil, junto al Mediterráneo, que Josué concedió a la tribu de Aser ( Jos
19.24–31 ). Comprendía desde el monte Carmelo hasta Sidón en el norte.
ASERA Diosa o imagen cananea. En algunas versiones antiguas este vocablo se traduce
indebidamente por «bosque». Estudios recientes indican que Asera era la diosa de la
fertilidad entre los fenicios y cananeos y que su culto se introdujo en Israel en los inicios
de la historia israelita. Según Jue 3.7 ; 6.25 , 28 , había relación entre el culto de Asera y
el de Baal. La imagen de Asera se hacía de madera: tronco, palo o vara.
El culto a Asera estaba prohibido a los israelitas ( Éx 34.13 ; Dt 16.21 ; Is 17.8 ). No
obstante, incurrían en este pecado durante épocas de decadencia espiritual ( 1 R 18.19 ; 2
R 23.4 ). En tiempos de avivamiento o reforma las imágenes de Asera se derribaban y
destruían ( 1 R 15.13 ; 2 R 23.6 ). ( → ASTORET .)
ASFALTO Sustancia bituminosa que se hallaba en pozos en Mesopotamia y en el bajo
valle del Jordán ( Gn 14.10 ). Servía para calafatear barcos ( Éx 2.3 ) y para unir ladrillos
en las construcciones ( Gn 11.3 ). Químicamente se relaciona con la brea, que se obtiene
por la destilación del alquitrán que, a su vez, procede del carbón o de ciertos tipos de
madera.
ASIA Término geográfico de origen incierto. En la literatura apócrifa designa el Imperio
Seléucida ( 1 Mac 8.6 ; 11.13 ; 12.39 ; 13.32 ; 2 Mac 3.3 ) y en el Nuevo Testamento, casi
exclusivamente, la provincia proconsular romana de Asia (Hch passim ; 1 Co 16.19 ; 2
Co 1.8 ; 2 Ti 1.15 ; 1 P 1.1 ; Ap 1.4 , 11 ).
Los romanos conquistaron esta porción de Asia Menor arrebatándosela a Antíoco el
Grande (189 a.C.) y la dieron a sus aliados los atalidas. Al morir Atalo III (133 a.C.) legó
su reino a Roma. La nueva provincia abarcaba la parte oeste de Asia Menor, incluyendo a
Misia, Lidia, Caria, partes de Frigia, las regiones costaneras y muchas de las islas del mar
Egeo. Fue una de las primeras en pedir permiso para adorar al emperador romano
reinante. El autor de Apocalipsis dirige sus siete cartas a congregaciones ubicadas en
Asia. El libro refleja la persecución que asediaba a los cristianos a fines del siglo I d.C. al
negarse estos a adorar al emperador.
Foto de Howard Vos
Los montes Tauro al norte de Tarso en Cilicia, en la provincia
romana de Asia.
ASIENTO → SILLA .
ASIRIA Imperio relacionado íntimamente con la historia de los pueblos de Israel y
Judá. Ocupó la parte norte del actual Irak (entre los ríos Tigris y Éufrates) durante la
mayor parte del período que abarca el Antiguo Testamento. Su nombre es la traducción de
la voz hebrea Assur , palabra con la cual se señalaba tanto la divinidad pagana, la ciudad
y el país, como el imperio, sobre todo en la literatura profética. Sin embargo, «Asiria»
generalmente designa el país y el imperio; y «Asur», la ciudad y la divinidad.
Asur era el dios nacional de Asiria, y se pensaba que dominaba (junto al resto del
panteón) todas las cosas. Cada ciudad tenía su propio templo para adorar al dios local, y
en los días especiales los adoradores participaban en ceremonias y procesiones donde se
exhibían las estatuas de la divinidad. Solían usar amuletos para ahuyentar los espíritus
malignos que, de acuerdo a sus creencias, causaban daño y provocaban enfermedades.
Además, consultaban adivinos y astrólogos para conocer el futuro, y ofrecían ofrendas a
los muertos.
En sus comienzos, Asur era apenas la capital de un pequeño distrito codiciado por sus
vecinos. Situada en la parte superior de Mesopotamia, sus linderos fueron variando con
su importancia. En términos generales, iba desde el norte de Bagdad hasta los lagos Van y
Urmia; y de este a oeste se extendía desde los montes Zagros hasta el valle de Habur.
Debido a esta situación geográfica, Asiria estuvo siempre expuesta a infiltraciones tanto
de los nómadas como de los montañeses. Asur data del tercer milenio a.C. y se
encontraba en la margen derecha del Tigris. Cuando esta perdió importancia, la capital se
trasladó a Nínive, frente a Mosul.
Los reyes asirios construyeron grandes palacios y templos en las ciudades más
importantes del imperio (p. ej., Nínive, Asur y Cala). Las paredes estaban decoradas con
planchas de piedra que mostraban al rey mientras cazaba o presentaba alguna victoria
real.
Los esfuerzos arqueológicos para poner al descubierto este famoso imperio datan de
hace más de un siglo. Botta descubrió el palacio de Sargón en Korsabad en 1843. Luego
Layard trabajó en Nimrud (1845–47) y en Nínive (1849–51). No menos de seis enormes
palacios y gran cantidad de esculturas, inscripciones y tablillas con escritura cuneiforme
se encontraron en estas tres ciudades. Este tipo de escritura, hecha con signos y en forma
de cuña, se imprimía en tabletas de barro con una especie de punzón. Gracias a
Rawlinson, las escrituras cuneiformes quedaron descifradas durante la primera mitad de
este siglo. Desde entonces las excavaciones y hallazgos han continuado en forma casi
ininterrumpida hasta nuestros días. Hoy contamos con un gran cúmulo de literatura de
todo género: crónicas militares, correspondencia diplomática y administrativa, listas
cronológicas y diversos datos curiosos. Esto ha hecho posible reconstruir
minuciosamente la historia y conocer detalladamente las costumbres, el arte, la religión y
sobre todo las hazañas guerreras de este pueblo formidable.
Foto de Gustav Jeeninga
El rey Asurbanipal de Asiria es ungido por criaturas divinas en este
relieve de la época.
Antiguo Imperio (Ca. 1950–1400 a.C.)
Este período va desde la caída de Ur III hasta el fin de su dominación por los hurritas.
Aunque las listas mencionan a Irisum I como primer rey, ya el padre de este, Ilusuma,
había conquistado Asur. Los asirios, aunque étnicamente eran el producto de diferentes
razas, lingüísticamente eran semitas.
Durante el siglo XIX, Asiria se distingue sobre todo por su importancia comercial.
Archivos encontrados en Capadocia demuestran que en ese siglo Asiria superaba a
Babilonia en el aspecto socioeconómico. Sigue un período de decadencia que termina con
el ascenso al trono de Samsi-Ada I, amorreo, quien conquista Asur y forma un poderoso
imperio. Todo esto se conoce ampliamente gracias a los archivos de Mari. Este rey coloca
a sus dos hijos en partes clave del imperio y mantiene así el equilibrio y grandeza del
mismo. A su muerte le sucede Isme-Dagan, uno de sus hijos que, aunque sofoca varias
rebeliones, al fin cae en manos del poderoso → HAMMURABI juntamente con su imperio.
De esta manera, Asiria desaparece por un tiempo de la historia, y permanece bajo los
hurritas hasta su resurgimiento en 1400 a.C.
Foto de Howard Vos
El rey Asurbanipal de Asiria practica el deporte real de la caza de
leones, en este relieve de su palacio en Nimrod.
Imperio Intermedio (Ca. 1400–970 a.C.)
La caída del Imperio Hurrita ( ca. 1450) propicia el resurgimiento de Asiria. AssurUballit toma una buena parte de Mitani y es aclamado como «Rey de la Totalidad». No
obstante, Supiluliuma, rey heteo, que se ha anexado todo el Imperio Hurrita, impide la
expansión de los asirios hacia el norte, obligándolos a virar hacia Babilonia. Adad-Nirari
I ( ca. 1297–1266) emprende con buen éxito una campaña contra los mitani y se adueña
de toda la Mesopotamia superior hasta Carquemis. Pero fue Tukulti-Ninurta I ( ca. 1235–
1198) quien llenó de gloria a Asiria conquistando Babilonia. Llega luego al trono, en
1116, el gran Tiglat-pileser I, guerrero incansable que se abre paso hasta el Mediterráneo,
en donde las ciudades de Sidón, Biblos y Arvad le rinden tributo (cf. Ez 27.8 , 9 ). Este
período, que es de gran apogeo arquitectónico, legislativo y cultural, se viene abajo ca.
970, cuando termina el reinado de Assur-Rabi II.
Foto de Howard Vos
Guerreros asirios en batalla con una potencia enemiga sobre un bote
de papiro, en esta talla del palacio de Senaquerib en Nínive.
Nuevo Imperio (932–612 a.C.)
Después de estos años difíciles, Asiria resurge con Assur-Dan II (932–910), y
consolida su situación imperial con Adad-Nirari II (909–889). En adelante, cada nuevo
rey no hará sino aumentar las conquistas y bañar de gloria el imperio. Los ejércitos
asirios son ahora dueños y señores de todo el Cercano Oriente.
Con Salmanasar III (858–824) comienza lo que se podría llamar el intenso período
bíblico de Asiria. Con este rey empiezan los dolores de cabeza para los reinos de Israel y
Judá. En 853, Acab, rey de Israel, organiza una coalición contra Asiria, la cual tiene buen
éxito y termina con la derrota de Salmanasar III en Karkar ( 1 R 20 ). Sin embargo, las
siguientes intervenciones asirias iban a ser funestas para ambos reinos hebreos. Pero
debido a que Asiria tenía que atender problemas internos, los reinados de Uzías en Judá y
de Jeroboam II en Israel pudieron ser largos, pacíficos y prósperos ( 2 R 14.21ss ).
Ya con Tiglat-pileser III (745–727), las cosas vuelven a cambiar en perjuicio de Israel
y de Judá ( 2 R 15.14–23.37 ; Is 7.6 ). Salmanasar V y Sargón II sitian y destruyen a
Samaria y provocan la ruina total de Israel en 722 a.C. Unos 27.000 habitantes de
Samaria son llevados cautivos a las regiones montañosas del norte. Después de este
triunfo, Sargón arremete contra Acaz y hace de Judá su tributario ( 2 R 17.3–6 ; 18.9 ).
De ahí en adelante, hasta la caída definitiva de Nínive en 612 a.C., en todo el Cercano
Oriente se impone lo que podría llamarse la «Paz Asiria». Abundante material bíblico
encontramos sobre todo esto en 2 R 18–19 ; 2 Cr 32–33 ; Is 36–39 y la profecía de
Nahum.
Foto de Howard Vos
Un gigantesco toro alado, símbolo del Imperio Asirio.
ASKENAZ Descendiente cercano de Noé ( Gn 10.3 ; 1 Cr 1.6 ) y poblador del
territorio al sur del mar Negro. Es conocido en la literatura cuneiforme por sus ataques
contra Asiria, en alianza con los de Ararat y Mini ( Jer 51.27 ). A los descendientes de
Askenaz se les ha identificado con los temidos escitas de los tiempos grecorromanos (
Col 3.11 ).
ASMONEOS → MACABEOS .
ASNAPAR Asurbanipal de la historia secular. Esdras 4.10 lo relaciona con un «grande
y glorioso» gobernante que transportó pueblos del norte y del nordeste a las tierras de
Samaria. Algunos creen que se trata de Salmanasar y no de Asurbanipal, ya que Josefo (
Antigüedades , XI.ii.1) menciona a aquel en este contexto y también la recensión griega
luciana reza aquí Salmanasar en vez de Asnapar. Sin embargo, dado que varios reyes
asirios hicieron tales transportaciones, este texto quizás se refiere a Asurbanipal.
ASNO Mamífero ungulado perisodáctilo muy usado entre los semitas seminómadas. En
la Biblia se menciona por primera vez cuando Abraham estuvo en Egipto ( Gn 12.16 ).
Era el más común de los animales de montura ( Éx 4.20 ; Nm 22.22 ; Jue 10.4 ; 12.14 ).
En asno se podía viajar unos 30 km diarios y era insustituible en terreno montañoso. La
riqueza de una persona podía medirse mediante el número de asnos que tuviera ( Gn
12.16 ; 24.35 ; Job 1.3 ), por lo que constituían un regalo preciado ( Gn 32.13–15 ).
Era, además, animal de carga ( Gn 42.26 ; 1 S 16.20 ; 2 S 16.1 ). Se usaban en las
faenas agrícolas, pero se prohibía uncirlo con el buey ( Dt 22.10 ). La carne de asno era
impura para alimentación ( Lv 11.1–8 ), de modo que la referencia al precio de una
cabeza de asno, en Samaria, durante una época de hambre, revela la gravedad de la
situación ( 2 R 6.25 ).
Foto de Howard Vos
Aunque pequeño en tamaño, los burros eran lo suficientemente
fuertes como para cargar viajeros y transportar cargas pesadas en
tiempos bíblicos.
El asno blanco se consideraba como animal digno de personas importantes ( Jue 5.10
). Un escrito del siglo XVII a.C. indica que no era propio de gente real andar a caballo en
vez de en asno. El caballo se introdujo más tarde, principalmente como animal de guerra.
El hecho de que Jesús haya usado un asno para la entrada triunfal es, a la vez, símbolo de
realeza mesiánica y de su misión pacífica ( Zac 9.9 ; Mt 21.5 ).
ASÓN Puerto de Misia en la ribera norte del golfo de Adramicio, a unos 48 km de Troas
por mar. Después de llegar a Troas a pie (la mitad de la distancia por mar), Pablo se
embarcó en Asón para Mitilene ( Hch 20.13s ).
ÁSPID Término que se refiere a varias clases de culebras muy venenosas. Aparece seis
veces en el Antiguo Testamento como traducción de la palabra hebrea peten , y una vez
en el Nuevo Testamento como traducción de la palabra griega aspis . Se menciona en
relación con encantadores ( Sal 58.4 ) y se dice que vive en cuevas ( Is 11.8 ). Muchos
suponen que se refiere a la serpiente egipcia naja haje (de color verde amarillento con
manchas pardas y cuello dilatable) que es similar a la cobra de la India, aunque más
pequeña. Se usa figuradamente para representar la crueldad ( Dt 32.33 ), la comida que se
convierte en «hiel de áspides» ( Job 20.14b ) y la lengua venenosa de los malvados ( Ro
3.13 ). En la visión apocalíptica, los niños juegan sin peligro sobre la cueva del áspid ( Is
11.8 ).
ASTORET (en plural, Astarot). Diosa de la fertilidad y del amor sexual, deidad
principal de los cananeos. A menudo se la presenta como el complemento femenino de
Baal ( Jue 2.13 ; 10.6 ; 1 S 7.3 , 4 ; 12.10 ). Se conoce también con el nombre de Asera (
Jue 6.25 ; 1 R 18.19 ). Parte esencial de su culto era la prostitución. Por eso se cree que el
nombre Astoret es una forma hebrea del nombre Astarté, pronunciado por los judíos con
las vocales de la palabra bosheth , es decir, «vergüenza».
El culto a Astoret, muy común entre los vecinos de Israel, pronto llegó a
popularizarse también, según parece, entre los israelitas ( Jue 2.13 ; 3.7 ; 1 S 7.3 , 4 ; 1 R
11.5 ). Se luchó continuamente contra esta forma de idolatría. Se le quitó el reino a
Salomón por haber transigido con este culto ( 1 R 11.33 ). En la reforma de Josías, todo
lo relacionado con Astoret se arrancó y se quemó como primer paso hacia la purificación
del templo ( 2 R 23.4–7 ). ( → BAAL ; ASERA ; CANAÁN .)
ASTRÓLOGO Entre los paganos muy pronto en la historia surgió la idea de que los
movimientos de los astros afectaban el destino del ser humano. Los astrólogos eran, pues,
personas que pretendían predecir los acontecimientos futuros mediante la observación de
las estrellas. Los profesionales ocupaban altos puestos y ejercían mucha influencia entre
los → CALDEOS , asirios, egipcios, fenicios, árabes y en especial los babilonios ( Dn 2.2 ,
27 ; 4.7 ).
Parece extraño que la astrología no se halle entre las cosas condenadas en Dt 18.10s ,
ni en las otras listas de prácticas esotéricas que se prohíben en el Pentateuco. Esto puede
atribuirse al hecho de que quizás la astrología era entonces un equivalente de la
astronomía moderna. Los antiguos utilizaron la astrología para determinar no solo lo
referente a cultivos y crianza de animales, sino también su calendario y con él las fiestas
y otras actividades cúlticas y culturales. Sin embargo, a finales de la historia del reino de
Judá se ve que era una práctica que se condenaba ( 2 R 23.5 , 12 ; Is 47.13 ; Jer 10.2 ;
19.13 ; Ez 8.16 ; Sof 1.5 ).
Foto de Howard Vos
Signos egipcios del zodíaco, de la tumba del faraón Seti I en Tebas.
Debemos distinguir entre el papel de la astrología de la antigüedad y las prácticas
actuales ( → HECHICERÍA ; MAGO ).
ASUERO ( → ESDRAS ).
1. Rey → PERSA , mencionado en Esd 4.6 , que en la historia profana se llama Jerjes
(del griego). En el texto masorético un rey persa del mismo nombre es una figura
principal en → ESTER . Aunque la LXX lo traduce Artajerjes, los exégetas generalmente
están de acuerdo en identificarlo con el Asuero de Esdras que reinó 485–465 a.C.
Algunos, no obstante, identifican al Asuero de Esdras con Cambises, hijo de Ciro que
sucedió a su padre y reinó 529–527 a.C. Asuero (Jerjes I) es conocido en la historia
general por su expedición contra Egipto (485), la destrucción de Babilonia y su
malograda campaña contra los griegos (480).
2. Padre de → DARÍO DE MEDIA ( Dn 9.1 ).
ATALÍA ( Jehová es exaltado ). Hija de Acab, rey de Israel, y esposa de Joram rey de
Judá. La intrusión del reino del norte en el del sur marcó el apogeo del culto a Baal en
esta última región. Ejerció su perniciosa influencia durante el breve reinado de su hijo
Ocozías. Cuando este murió, Atalía destruyó a todos los herederos (a excepción del
pequeño Joás, a quien su tía Josabet escondió) y reinó por espacio de seis años ( ca. 842–
837 a.C.). El sumo sacerdote Joiada, cuya esposa fue esta misma Josabet, organizó una
sublevación armada contra Atalía y coronó a Joás. Mientras Atalía trataba de recuperar el
poder, fue muerta cerca del templo ( 2 R 8.16–27 ; 11.1–20 ; 2 Cr 22–23 ).
ATALIA Puerto de Panfilia, situado en la desembocadura del río Catarractes, por la
costa sudoeste del Asia Menor. Fue fundado por el rey Atalo Filadelfo de Pérgamo (159–
138 a.C.) y Pablo lo visitó en su primer viaje ( Hch 14.24–26 ). Hoy día las ruinas de los
tiempos romanos atestiguan ampliamente su antigua grandeza.
ATAR Y DESATAR Pedro ( Mt 16.19 ) y la asamblea de los discípulos ( Mt 18.18 )
recibieron de Jesús el poder de «sujetar» y «libertar» en la tierra, porque Dios ata y desata
en los cielos. Es difícil, sin embargo, interpretar con exactitud el sentido de lo anterior. En
Israel, la expresión figurada se refería a la autoridad de los maestros en cuestiones de
doctrina y disciplina de la Ley ( Mt 23.13 ; Lc 11.52 ), pero Jesús cambió el significado
de la comparación. En Jn 20.23 autoriza a los discípulos para remitir y retener los
pecados por el poder del Espíritu Santo.
La proclamación del evangelio de la salvación, que liberta a los oprimidos, ata los
poderes demoníacos y desata el poder del Reino de Dios ( Mt 12.28 , 29 ). Desata de la
enfermedad a una hija de Abraham después de dieciocho años de estar atada por Satanás (
Lc 13.16 ). Ahora la expresión se refiere a la acción libertadora de Jesús y el testimonio
de su Iglesia.
ATAROT (literalmente, coronas ).
1. Una de las ciudades pedidas por las tribus de Rubén y Gad, situada al este del mar
Muerto ( Nm 32.3 , 34 ); hoy es Khirbet-Attarus. No se sabe si Atarot-sofán de Nm 32.35
es la misma.
2. Aldea en el límite este de Efraín ( Jos 16.7 ) que Glueck identifica con Tell elMazar.
3. Atarot-adar ( Jos 16.2 , 6 ; 18.13 ). Ciudad situada en el límite entre Efraín y
Benjamín. Posiblemente la actual Tell en-Nasbeh, 11 km al norte de Jerusalén.
4. Atrot-bet-joab ( 1 Cr 2.54 ). Puede traducirse por «coronas de la casa de Joab» y así
referirse a Belén y a los «netofatitas».
ATENAS Ciudad capital de Ática, en Grecia, situada en el golfo Sarónico, a 74 km de
Corinto y a unos 8 km de la costa. La unía con su puerto principal, El Pireo, una calle
ancha y amurallada. Fue construida en una pequeña llanura alrededor de la Acrópolis,
colina de unos 156 m de alto, donde en tiempos antiguos se edificaban los templos a los
dioses. Había en la Acrópolis una estatua de bronce de Atenea (Minerva), de 21, 3 m de
alto, y allí estaba el Partenón, considerado el más noble triunfo de la arquitectura griega.
Atenas era famosa por su devoción a los dioses ( Hch 17.16 , 22 ) y allí había
abundancia de templos, estatuas y altares. Todavía no hay confirmación arqueológica de
una estatua «al dios no conocido» ( Hch 17.23 ); sin embargo, un devoto no muy seguro
de cuál de los muchos dioses le había ayudado, bien pudo haber edificado semejante altar.
El hermoso Partenón en Atenas, dedicado a la diosa griega Atenea.
En tiempos de San Pablo se conocía el deseo que tenían los atenienses de oír
novedades ( Hch 17.21 ), pero los pensadores se dividían en dos escuelas de filosofía
muy importantes: → ESTOICOS y → EPICÚREOS . Epicuro fue materialista y casi ateo. Su
dios estaba muy retirado de los asuntos humanos y no era el gobernador moral del
universo. Para los epicúreos el placer era el sumo bien de la vida. Zenón, fundador de la
filosofía estoica (denominada así por haberse originado en los pórticos [en griego, stoa ]
de Atenas), enseñaba que la virtud y no el placer debía ser el sumo bien. Por su énfasis en
la razón como la ley suprema de la vida y su enseñanza del panteísmo, el estoicismo no
tenía mucho en común con la doctrina de Pablo.
Cuando Pablo, entonces, presentó su mensaje en medio del → AREÓPAGO , tuvo muy
poco éxito ( Hch 17.18–34 ; cf. 1 Ts 3.1 ), a pesar de haber preparado el camino con
polémicas en la sinagoga y en la plaza. Tanto habló de la resurrección que los burladores
le acusaron de haberles traído una nueva pareja de dioses: Jesús y Anástasis (
resurrección ).
Foto de Gustav Jeeninga
El pórtico de las cariátides, relacionado al templo conocido como
Erecteón en Atenas.
ATRIO Patio que rodeaba el tabernáculo ( Éx 27.9–19 ) y el templo ( 1 R 6.36 ; 7.12 ),
dentro del cual se hallaban el altar del holocausto ( Éx 29.42 ), el lavatorio ( Éx 30.18 ) o
«mar» de bronce ( 1 R 7.23–29 ; 2 Cr 4.6 ) y el altar del incienso ( Éx 30.1–10 ). En el
templo de Salomón había dos atrios: el interior ( 1 R 6.36 ), donde estaba el altar y el
«mar», y el gran atrio ( 1 R 7.12 ), donde se encontraban el templo y el palacio de
Salomón.
En el atrio se hacían los sacrificios cotidianos y allí se daba asilo a los prófugos ( 1 R
1.50–53 ; 2.28–30 ).
El templo de Herodes tenía varios atrios: el de los sacerdotes, el de los hombres
israelitas, el de las mujeres israelitas y el de los gentiles.
AUGUSTO ( digno de reverencia ). Título latino que el Senado Romano otorgó a Gayo
Octavio César, el primer emperador romano (27 a.C.—14 d.C.), y que llevaron varios de
sus sucesores así como sus esposas, hermanas, madres e hijos ( → CÉSAR ).
Busto de Augusto César, primer emperador del Imperio Romano.
Puesto que algunos emperadores ostentaron el título con la pretensión de merecer
honores divinos ( Ap 13.1 ; 17.3 ) habla del «nombre blasfemo» de la bestia.
En Hch 25.21 , 25 «Augusto» se refiere a Nerón.
Octavio (n. 63 a.C.), para quien este título se usa también como sobrenombre, era
sobrino y más adelante hijo adoptivo de Julio César. Se destacó como militar,
consolidando el imperio, y como administrador, estableciendo el sistema de gobierno que
el imperio siguió por 300 años. Era emperador cuando nació Jesús ( Lc 2.1 ).
AUTORIDAD «Toda autoridad viene de Dios» ( Ro 13.1 ) y su ejercicio en la tierra
debe someterse a las exigencias de la voluntad divina ( Sal 62.11 ; Jn 19.10s ). Tanto la
autoridad del hombre sobre la naturaleza ( Gn 1.28 ) como la del marido sobre la mujer (
Gn 3.16 ), o la de los padres sobre los hijos ( Lv 19.3 ), proceden del Juez que demanda
→ JUSTICIA de todos. Confiere poderes gubernamentales a paganos ( 1 R 19.15 ; Jer 27.6 )
y a su pueblo ( → MOISÉS ; REY ), no sin limitarlos por las obligaciones morales.
En el Nuevo Testamento Jesucristo es depositario de la autoridad (en griego, exusı́a ).
La manifiesta en su predicación ( Mc 1.22 ; //), su poder para perdonar pecados ( Mc 2.10
//) y al disponer del sábado ( Mc 2.28 //). Jesús no responde directamente a la pregunta
que le plantean los líderes judíos sobre su autoridad ( Mt 21.23 //), pero sus hechos son
una elocuente respuesta: tiene autoridad sobre la enfermedad ( Mt 8.8s //), sobre los
elementos naturales ( Mc 4.41 //) y sobre los demonios ( Mt 12.28 //). La potestad que
rehusó aceptar de Satanás ( Lc 4.6 ) la recibirá de su Padre. Debido a su abnegación en el
servicio ( Mc 10.42ss ), Jesús murió en la cruz y luego, resucitado, se le otorgó «toda
potestad [ exusı́a ] en el cielo y en la tierra» ( Mt 28.18 ). En su → SEGUNDA VENIDA será
evidente la autoridad de Cristo.
Los apóstoles continúan el ejercicio del poder de su Señor ( Mc 3.14s ; Lc 10.16s ;
Hch 3.6 ; 2 Co 10.8 ), a veces en forma disciplinaria ( 1 Co 5.4s ), pero siempre en aras
del servicio a Cristo y a los seres humanos ( 1 Ts 2.6–10 ).
En el plural, exusı́ai puede referirse a poderes sobrenaturales ( Ef 3.10 ; Col 1.15s )
que a veces se representan como seductores, o como ayudadores, de los seres humanos (
→ RUDIMENTOS ).
AVARICIA Traducción de un término griego cuya raíz significa «desear más». La
malicia de la avaricia radica en el hecho de que el deseo de más bienes conduce a la
violación de los derechos ajenos ( Jer 22.17 ; Ez 22.27 ). El avaro busca ganancias ilícitas
y para ello se aprovecha de los otros ( Pr 1.19 ; Jer 6.13 ; 8.10 ; Ez 7.11 ; 22.12 ).
En la comunidad cristiana primitiva, la lucha contra los pecados de posesión fue
importante (cf. Hch 5.1–11 ). Junto con el deseo sensual, el ansia de adquisición
constituye una amenaza especial para la vida nueva del cristiano ( Ro 1.29 ; 1 Co 5.10s ;
Ef 5.3 , 5 ; Col 3.5 ).
AVE (pájaro). En la Biblia se usa el término ave para designar a las de rapiña en Gn
15.11 ; Job 28.7 ; Is 18.6 ; a las de corral en Neh 5.18 ; 1 R 4.23 ; y a los pájaros en
general en Gn 1.20 ; Lc 12.24 .
Moisés dividió las aves en limpias e inmundas, usando como criterio el tipo de
alimentación de cada una: a las aves rapaces que se alimentan de carroña o de presas
vivas las declaró inmundas; no se podían comer ni presentar en los sacrificios. Por eso
figuran en la visión de Pedro en Jope ( Hch 10.11–14 ).
Foto de Bernice Jhonson
El dios pagano Horus de los antiguos egipcios lo representaban como
un halcón, un pájaro común del Cercano Oriente antiguo.
La lista de aves inmundas se encuentra en Lv 11.13–19 y Dt 14.11-20 . Las tórtolas,
los palominos y quizás alguna otra especie fueron prescritos en la Ley de Moisés como
aptos para el holocausto ( Lv 5.7–10 ; 14.4–7 ; Lc 2.24 ), provisión que permitía a los
pobres cumplir con el ritual.
Algunas características propias de las aves se mencionan en la Biblia: sus
migraciones ( Pr 27.8 ; Jer 8.7 ); su aguda visión ( Job 28.7 , 21 ), su canto ( Ec 12.4 ; Cnt
2.12 ), etc. La caza de las aves se presta para ilustrar verdades abstractas ( Sal 124.7 ; Pr
6.5 ; 7.23 ; Ec 9.12 ).
Con las costumbres de las aves se ilustran las más variadas circunstancias de la vida
humana y de la fe: la felicidad de estar en la casa de Dios, Sal 84.3 ; la seguridad del
creyente, Sal 11.1 ; la providencia de Dios, Mt 6.26 ; Lc 12.6 , 7 ; la obra de Satanás, Mt
13.4 , 19 ; //.
AVÉN ( vacío , nada ).
1. Nombre que Ezequiel dio a la ciudad egipcia de → ON ( 30.17 ).
2. Nombre con que Oseas se refirió a → BET-EL , para dar a entender que ya no era
«casa de Dios», sino casa de idolatría ( Os 10.8 ).
3. Pueblo en un valle entre el Líbano y el Antilíbano en la región de Damasco ( Am
1.5 ).
AVENA → CENTENO .
AVENTADOR Especie de bieldo largo y de madera, en forma de pala dentada, que se
usaba para arrojar el grano al viento después de trillarlo, para asegurar el tamo ( Is 30.24 ;
Jer 15.7 ).
Al levantarse la brisa en el mes de junio, los campesinos llevaban su grano a la era y
lo aventaban. Por extensión el verbo «aventar» adquirió un sentido escatológico y
figurado para indicar el juicio de Dios ( Ez 5.10–12 ). Juan el Bautista usó esta figura
para ilustrar la obra de Cristo que vendría para separar a los buenos de los malos ( Mt
3.12 ; Lc 3.17 ). ( → TRILLAR .)
AVEOS Descendientes de Canaán, en el sudeste de Palestina. Los filisteos los
expulsaron ( Dt 2.23 ); pero estaban allí en tiempos de Josué ( Jos 13.3 ).
AVESTRUZ La mayor de las aves corredoras conocidas en la actualidad: llega a 2, 5
m de altura. El plumaje de la hembra es gris; el del macho es negro. Ambos sexos carecen
casi por completo de plumas en el cuello y la cabeza. Sus alas no son aptas para el vuelo,
pero sí útiles como auxiliares en la veloz carrera típica del animal ( Job 39.18 ).
Las referencias al avestruz en Job 39.14 , 15 y Lm 4.3 aluden a la manera en que
incuba sus huevos. El avestruz es polígamo. Tres o cuatro hembras ponen sus huevos en
un nido común apenas excavado en la arena. Durante el día, el calor del sol incuba estos
huevos. Al llegar la noche el avestruz los incuba con su calor. Deja sin incubar algunos
huevos al borde del nido, para que sirvan de alimento a los recién nacidos.
Miqueas 1.8 y Job 30.29 se refieren a su grito plañidero. Los árabes tienen una
expresión: «Estúpido como un avestruz» con la que concuerda Job 39.17 . Para los
hebreos era un animal inmundo ( Lv 11.16 ; Dt 14.15 ).
AVISPA Insecto himenóptero que vive en grandes enjambres. Es peligroso por su
aguijón, con el que inyecta una sustancia irritante. Abundaban tanto en Palestina que
llegaron a ser una plaga. «Zora» significa lugar de avispas ( Jos 15.33 ). Su miel se usa
como la de las abejas. Hay en Palestina cuatro especies: dos que hacen nidos entre las
piedras y dos bajo tierra. Atacan al ser humano como al ganado y a los caballos. En Éx
23.28 y Dt 7.20 , se ve que Dios las usó para castigar a los pueblos cananeos, a no ser que
estas citas se entiendan en sentido metafórico.
En Dt 1.44 la voz hebrea que se traduce por avispas debe traducirse por «abeja», y la
que en Jos 24.12 se traduce por «tábano» debe traducirse por avispa.
AY Exclamación muy común que expresa lástima, pena, o conmiseración. A juzgar por
Lc 6.20–26 , «ay de...» es lo opuesto a una → BIENAVENTURANZA ; colocarlos juntos es una
aleccionadora paradoja.
Aunque Jesús parece amenazar con sus ayes, no se trata tanto de un juicio final como
de una descripción de un infortunio ( Mt 11.21 ). El vidente de Patmos llama ay a las tres
últimas de las siete trompetas ( Ap 8.13 ; 9.12 ; 11.14 ).
AYO Traducción de la voz griega paidagogós , que significa «el que guía a los niños»,
pero que no alude a la figura del maestro ( didáskalos ).
En el mundo grecorromano, los primeros años del niño transcurrían en el «gineceo»,
bajo la vigilancia de la madre y de la «nutricia». Pero a los 7 años el niño abandonaba el
control femenino para pasar a manos del ayo, cuya función era acompañar a su joven amo
en las salidas diarias, cuando iba a la escuela, a la palestra o a cualquier ceremonia
pública. Le llevaba su equipo escolar y por la calle cuidaba de que el niño observara una
conducta decente, caminara con los ojos bajos y cediera el paso a las personas mayores.
En los dos pasajes en que Pablo utiliza esta palabra ( 1 Co 4.15 ; Gl 3.24 ), le da un
sentido peyorativo. En el primero, establece un contraste entre su propio papel como
padre espiritual y el de los muchos «ayos». En el segundo no quiere decirnos que la Ley
educa a las personas para Cristo (esto sería labor del didáskalos ), sino que la Ley
ocasiona las transgresiones y conduce a las personas a la situación en la que la gracia de
Dios quiere salirles al encuentro. Una vez confiados a tal gracia, sería ilógico volver atrás
a la etapa inmadura del ayo.
AYUNO, AYUNAR Ejercicio espiritual en el que un individuo o una comunidad se
abstienen de comida. Aunque la práctica bíblica era que durara generalmente un día
(hasta el anochecer), la Biblia cita ayunos de tres días, siete días, tres semanas y cuarenta
días.
Las personas ayunaban por diversas razones. Lo hacían, por ejemplo, para prepararse
antes de recibir un mensaje de Dios y antes de ir a cumplir una misión especial de Dios.
Pero lo hacían también con motivo de la muerte de un ser querido o para conmemorar
catástrofes nacionales; y para implorar la ayuda de Dios, discernimiento o perdón.
El Ayuno En El Antiguo Testamento
La revisión detallada de textos en el Antiguo Testamento nos ofrece el siguiente
cuadro:
1. La mayoría de los pasajes del precautiverio presentan el ayuno en un contexto de
luto, tristeza y humillación ( Jue 20.26 ; 1 S 31.13 ; 2 S 1.12 ; 12.16–23 ).
2. Hay algunos pasajes que presentan el estado de tristeza y humillación en el
contexto de la penitencia por el pecado ( 1 S 7.6 ; 1 R 21.9–27 ).
3. En los textos del cautiverio y especialmente en los del poscautiverio (donde se
encuentran la mayoría de textos), el ayuno por lo general se presenta en el contexto de la
penitencia y la humillación y como señal de conversión ( Jer 14.12 ; Jon 3.5 ; Esd 8.23 ;
Neh 9.1 ; 2 Cr 20.3 ; Jl 1.14 ; 2.12 ; 2.15 ; Dn 9.3 ; Sal 35.13 ; 69.10 ; 109.24 )
4. En Est 4.3 la reina pide a sus paisanos que ayunen como un acto de solidaridad. Así
el pueblo haría simbólicamente lo que Ester estaba haciendo literalmente: exponiendo su
vida en favor de su pueblo.
5. Llama la atención la reinterpretación profética de Is 58 y Zac 7 . En ambos pasajes,
lo que Dios quiere es la justicia social. Mientras que el pueblo practica el ayuno como
obediencia a una exigencia ritual, el profeta coloca el ayuno en el contexto total de la
vida y donde Dios quiere que tenga su contexto más feliz. En el caso de Zac 7 la pregunta
que hizo el pueblo está mal hecha; el asunto no es si se celebra o no el ayuno, sino a qué
acción o actitud del pueblo responde esa práctica.
Isaías presenta al ayuno como una acción de solidaridad. Con este tipo de ayuno surge
la posibilidad de que las personas acomodadas y solventes experimenten lo que día a día
viven los pobres y hambrientos.
En el ayuno, sugiere Is 58 , el que tiene se hace vulnerable y débil y puede mirar a
Dios como fuente de vida y de sustento. En el ayuno, el rico aprende a ser pobre en
espíritu; y el pobre imparte al rico la actitud de humilde espera delante de Dios.
Podríamos decir que toda acción litúrgica o cultual apunta al bien del ser humano y a la
gloria de Dios (véase Mc 12.28–34 ).
6. Hay dos casos, semejantes al de Jesús, en los que Moisés ( Éx 34.28 ) y Elías ( 1 R
19.8 ) ayunan durante cuarenta días, en el desierto.
El Ayuno En El Judaísmo
La ley de Moisés específicamente mandó ayunar en el → DÍA DE EXPIACIÓN . Esto llevó
a que el día se conociera también como «día del ayuno» ( Jer 36.6 ) o «el ayuno» Hechos
27.9 . Después del cautiverio se establecieron intervalos regulares para la celebración del
ayuno. Según Zac 8.19 , en el cuarto, en el quinto, en el séptimo y en el décimo mes
habría de observarse otros cuatro ayunos que recordaban desastres en la historia de los
judíos. Y está también el ayuno antes de la celebración del Purim, que se instituyó en los
días de Ester ( Est 9.31 ).
El Ayuno En El Nuevo Testamento
El ayuno se menciona también en el Nuevo Testamento. Los judíos devotos ayunaban
( Hch 27.9 ). Algunos ayunaban los lunes y los jueves ( Lc 18.12 ). Otros, como Ana, que
servía a Dios en el templo con «ayunos y oraciones» ( Lc 2.37 ), lo hacían más a menudo.
Los discípulos de Juan el Bautista ayunaban ( Mc 2.18 ). Jesucristo ayunó cuarenta días y
cuarenta noches antes de la tentación ( Mt 3.2 ). Asimismo, se menciona el ayuno de
Cornelio ( Hch 10.30 ), de los cristianos de Antioquía ( Hch 13.2–3 ), de Pablo y Bernabé
( Hch 14.23 ), y se registra la recomendación de Pablo a los matrimonios ( 1 Co 7.5 ).
Algunos opinan que pasajes como Mt 17.21 , Mc 9.29 , Hch 10.30 y 1 Co 7.5 no
deben tomarse en cuenta porque no se encuentran en los manuscritos más antiguos, pero
la existencia de estos versículos en muchos manuscritos demuestra por lo menos que la
iglesia primitiva creía en el valor del ayuno.
Jesús no canceló la práctica, pero pidió que sus seguidores lo hicieran con la mirada
fija en Dios, no en los hombres ( Mt 6.16–18 ).
AZAFRÁN Planta mencionada en Cnt 4.14 . Tal vez el crocus sativus , planta pequeña
de la familia de las iridáceas. Los estilos y estigmas de sus flores se secan y se usan como
condimento y también en medicina y perfumería.
AZARÍAS ( el Señor ha ayudado ). Nombre de 24 personajes en la Biblia, entre los
que se cuentan sacerdotes, capitanes, siervos y un profeta. (Cf. Concordancia .)
Llevaba este nombre el décimo rey de Judá, que también se llamaba Uzías ( 2 R 15.1–
7 ; 2 Cr 26 ). Escogido por el pueblo a la edad de 16 años para suceder a su padre
asesinado, reinó cincuenta y dos años e hizo lo recto ante Jehová. Durante su reinado
hubo un gran terremoto ( Am 1.1 ; Zac 14.5 ). Dirigió victoriosas campañas militares
contra los filisteos, los árabes y los amonitas, y reedificó la ciudad de Jerusalén y edificó
torres en los muros. También promovió la agricultura. Durante los días de Zacarías, un
profeta piadoso, Azarías persistió en los caminos de Dios.
Sin embargo, «cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina». Entró en
el templo para ofrecer incienso en el altar, lo cual era exclusividad sacerdotal. Pero el
sumo sacerdote y ochenta sacerdotes se le opusieron.
El rey, pese a la oposición, intentó realizar su propósito, por lo que Dios le hirió con
lepra y el rey tuvo que retirarse apresuradamente. Quedó leproso hasta su muerte y su
hijo Jotam se encargó del gobierno ( 2 Cr 26.16–22 ).
AZAZEL El ritual levítico establecía que el sumo sacerdote debía presentar delante de
Jehová, en el Día de Expiación, dos machos cabríos, sobre los cuales echaría suertes: una
suerte por Jehová y otra por Azazel. Después que el sacerdote ponía las manos en la
cabeza del macho cabrío por Azazel y confesaba sobre este todos los pecados del pueblo,
el animal era llevado al desierto. La única mención que la Biblia hace de Azazel está en
Lv 16.8 , 10 , 26 . (En la época de Cristo, se dejaba caer a este macho cabrío, desde una
roca alta, a un precipicio distante 19 km de Jerusalén.)
No ha sido posible identificar exactamente a Azazel. Según la etimología del nombre,
el significado principal es «quitar», «conducir hacia un lugar desierto» o el mismo sitio
desierto ( Lv 16.21 , 22 ). Hay algunos, sin embargo, para quienes Azazel significa el
macho cabrío y otros que lo interpretan como un demonio o Satanás mismo. En todo
caso, la enseñanza de purificar el pueblo, alejando simbólicamente sus rebeliones para
facilitar de ese modo la reconciliación con Dios ( Lv 16.10 ), se cumple
satisfactoriamente en Cristo, de quien Juan el Bautista dijo: «He aquí el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo» ( Jn 1.29 ). ( → DÍA DE EXPIACIÓN .)
AZECA Ciudad cananea de la Sefela, a 24 km al noroeste de Hebrón, hasta donde
Josué persiguió a los cananeos ( Jos 10.10 , 11 ). En la partición correspondió a Judá ( Jos
15.35 ). Como fortificación se menciona en relación con Saúl ( 1 S 17.1 ) y Roboam ( 2
Cr 11.9 ). Nabucodonosor la asedió y destruyó ( Jer 34.7 ). Nehemías la rehabilitó ( 11.30
).
AZOTE Pena prevista en Dt 25.1–3 , pero limitada «a cuarenta azotes, no más» para
que «tu hermano no quede envilecido delante de tus ojos».
Este castigo no parecía muy deshonroso en sí mismo, pero llegaba a serlo cuando
ponía al castigado en estado lamentable. La legislación posterior, para estar segura de no
sobrepasar el número de cuarenta, más bien que por sentimientos de piedad, ordenó que
se dieran treinta y nueve azotes. Se administraba esta pena con un flagelo de tres correas.
Y, así, cada golpe equivalía a tres. Se daba, por tanto, trece golpes (3 x 13 = 39). La ley
asiria administraba este castigo con mayor prodigalidad.
Por el Talmud y por el Nuevo Testamento se sabe que este castigo se ejecutaba a
menudo en la sinagoga ( Mt 10.17 ; 23.34 ; Mc 13.9 ; Hch 5.40 ; 22.19 ). La flagelación
judía debió de irse sustituyendo poco a poco por la flagelación romana. Así se deduce
probablemente de 2 Co 11.24 , 25 , donde Pablo distingue entre los treinta y nueve golpes
recibidos cinco veces de los judíos y las tres veces que lo azotaron.
La Lex Porcia prohibía azotar a un ciudadano romano ( Hch 16.37 ). Sin duda, a Jesús
se le aplicó la flagelación romana, mucho más cruel que la judía y quizás dentro del
pretorio ( Mc 15.15 y //).
AZOTO → ASDOD .
AZUFRE Metaloide amarillo, inflamable. Se encuentra puro y en combinación con
otros metales con los que forma sulfuros. Como al inflamarse se derrite, los antiguos se
aterrorizaban ante estos ríos de fuego. Abunda en la región del mar Muerto, y la
destrucción de Sodoma y Gomorra se atribuye a una lluvia de azufre ( Gn 19.24 , 25 ).
Por las características del azufre, se usa en sentido metafórico para referirse a los juicios
de Dios sobre los rebeldes. A menudo se relata la desolación resultante ( Dt 29.23 ; Sal
11.6 ; Ez 38.22 ; Ap 9.17 ).
BAAL ( poseedor o señor ). Nombre usado en el Antiguo Testamento principalmente
para referirse al dios de la fertilidad de los → CANANEOS , cuyo culto se introdujo entre los
hebreos ( Nm 22.41 ; Jue 2.13 ; 6.28–32 ). Durante el reinado de Acab y Jezabel, 450
profetas de Baal y 400 sacerdotes de Astoret vivieron en el palacio; se puso gran empeño
en erradicar el culto a Jehová ( 1 R 18 ). Cuando Elías mató a todos los profetas de Baal,
no destruyó este culto ( 2 R 10.18–28 ). Siguió la lucha contra la tendencia de los
israelitas hacia el culto a Baal y la promoción de la idolatría ( 2 Cr 21.5 , 6 , 11 ; 22.3 ).
Joiada se opuso firmemente al culto a Baal. Destruyó los ídolos y altares, y dio muerte a
los sacerdotes ( 2 R 11.17 , 18 ). Sin embargo, una vez tras otra las imágenes y la
adoración de Baal reaparecieron en Israel, sobre todo bajo el patrocinio de los reyes ( 2
Cr 28.2 ; 2 R 21.3 ). Con la reforma del rey Josías se eliminaron todos los vestigios de la
idolatría ( 2 R 23.4 , 5 ).
Los templos y altares de Baal se construían por lo general sobre lugares altos ( Nm
22.41 ; Jer 19.5 ), rodeados a veces de numerosas imágenes de este dios, su esposa, Anat,
y de otros dioses que componían el panteón cananeo. G.E. Wright ayuda a entender mejor
en qué consistía la experiencia religiosa: «fundamentalmente, la religiosidad práctica era
una combinación de fe, magia y superstición. La vida era un asunto desesperadamente
serio, y era absolutamente necesario disponer de los medios adecuados para dominar las
fuerzas que la rodeaban». «La religión», continúa diciendo Wright, «se centraba en torno
a una variedad de actos regulados por largas listas de preceptos, cuyo objeto era llamar la
atención de los dioses y lograr que hicieran prósperos los caminos del hombre. En tal
religiosidad apenas había algo cuyo objeto fuera mejorar al individuo. La sociedad
estableció sus leyes, que recibían una sanción religiosa, pero la atención se dirigía sobre
todo hacia las acciones rituales, externas, capaces de lograr que los dioses se mostraran
más favorables».
Ya que la religión de Canaán estaba marcada fuertemente por la fecundidad y el sexo,
el culto consistía en lograr la fecundidad de los campos, animales y personas. Por eso, la
prostitución de hombres y mujeres era común y se practicaba en varios centros de culto.
El culto a Baal frecuentemente acompañaba al culto de Astoret ( Jue 2.12 , 13 ), y había
cerca una «Asera» ( Jue 6.28–30 ; 1 R 16.32 , 33 ). ( → ASTORET ; ASERA ; LUGARES ALTOS ;
MOLOC .) Cada pueblo podía tener su propio Baal. Se les designaba con el nombre común
de Baal combinado con el del lugar (p. ej., Baal-Gad, Baal-Hazor, etc.).
Baal también era nombre de un dios particular, p. ej., Bel-Merodac ( Jer 50.2 ), ídolo
de los babilonios y de los asirios; Baal-peor ( señor de Peor ) un ídolo de los moabitas (
Nm 25.3 , 5 ; Os 9.10 ) y Baal-zebub ( señor de las moscas ), dios de los filisteos ( 2 R
1.2 ).
Baal era nombre de varias personas en días primitivos de Israel ( 1 Cr 8.30 , 33 , 34 ;
9.39 ). Más tarde, cuando todo lo asociado con Baal llegó a ser blanco del ataque de los
profetas, se prohibió usar el nombre como referencia a Dios y, podemos suponer, también
a seres humanos ( Os 2.16 ). En el Nuevo Testamento el nombre Beelzebú ( el príncipe
de los demonios , Mt 10.25 ; etc.), obviamente se deriva de Baal-zebub. ( → BAAL-ZEBUB
.)
Bibliografía:
G.E. Wright, Arqueología bíblica , Cristiandad, Madrid, 1975, p. 400.
BAAL-BERIT ( señor del pacto ). Dios cananeo por el que los israelitas «se
prostituyeron» ( → PROSTITUCIÓN ; IDOLATRÍA ) después de la muerte de Gedeón. Su
santuario se hallaba en Siquem ( Jue 8.33 ; 9.4 , 46 ). «Berit» quizás se refiera al pacto
hecho entre los devotos y su dios.
BAAL-MEÓN Ciudad que edificaron los rubenitas al este del Jordán ( Nm 32.38 ), y
el pueblo natal de Eliseo de acuerdo con la tradición. Tal vez se llamó antes Beón ( Nm
32.3 ), y después Bet-baal-meón ( Jos 13.17 ) y Bet-meón ( Jer 48.23 ). Jeremías ( 49.23 )
y Ezequiel ( 25.9 ) la conocían como ciudad moabita, pero se ignora cuándo pasó a
Moab.
BAAL-PEOR Dios del monte. Peor en Moab. Israel tomó parte en el culto a la
fertilidad que se le daba a este dios. Su participación provocó a Jehová y ocasionó la
muerte de 24.000 israelitas ( Nm 25 ; Dt 4.3 ; Sal 106.28 ; Os 9.10 ; 1 Co 10.8 ).
BAAL-ZEBUB ( señor de las moscas ). Dios filisteo cuyo santuario se hallaba en
Ecrón. Ocozías, rey israelita, quiso consultarlo pero Eliseo se lo impidió ( 2 R 1.1–6 , 16
).
Baal-zebub quizás se refiera al dios que producía o prevenía la peste de las moscas.
Es posible que su verdadero nombre fuera Baal-Zebul ( señor elevado o señor príncipe ),
un dios bien conocido en los textos de → UGARIT , y que los judíos, para burlarse de él, lo
llamaran «señor de las moscas».
BAAL-ZEFÓN ( señor del norte ). Lugar cerca del cual acamparon los israelitas (Pihahirot) antes de cruzar el mar Rojo ( Éx 14.2 ; Nm 33.7 ). El nombre es idéntico al de un
dios cananeo adorado en Egipto y señala, sin duda, el centro de su culto, establecido para
reforzar la defensa de la región.
BAANA ( hijo de aflicción ).
1. Benjamita de Beerot, hijo de Rimón. Baana y su hermano Recab asesinaron en
secreto a su amo, Is-boset hijo de Saúl, y llevaron su cabeza a David ( 2 S 4.1–12 ).
2. Padre de Heleb, uno de los treinta valientes de David ( 2 S 23.29 ; 1 Cr 11.30 ).
3. Hijo de Ahilud, uno de los doce gobernantes bajo Salomón ( 1 R 4.12 ).
Otros tres o cuatro de este nombre se encuentran en 1 R 4.16 ; Esd 2.2 ; Neh 3.4 ; 7.7
; 10.27 .
BAASA Hijo de Jeroboam I. Tercer rey de Israel ( ca. 909–886 a.C.). Antes fue general
del ejército de Nadab. Mató a Nadab durante el sitio al pueblo filisteo de Gibetón y luego
exterminó toda la casa de Jeroboam de acuerdo con la profecía de Ahías ( 1 R 14.7–11 ).
Guerreó continuamente contra Asa, rey de Judá, y ocupó Ramá, 7 km al norte de
Jerusalén, pero Asa, en alianza con Benadad de Damasco, recobró el territorio. Jehú
profetizó contra Baasa por su pecado ( 1 R 16.1–7 ). Le sucedió su hijo → ELA .
BABEL ( puerta de Dios ).
1. Una de las ciudades que fundó Nimrod ( Gn 10.8–10 ) en la tierra de Sinar
(Sumer); → BABILONIA .
2. Torre construida en una llanura de la tierra de Sinar ( Gn 11.1–9 ). Se ha
identificado con las ruinas de una torre escalonada ( zigurat ) de es-sahn , excavadas en
1913. Es la torre de un templo de siete pisos, con una altura de 90 m y una sólida base
subterránea de unos 90 m por cada lado. En el piso más alto se hallaba un templo, o casa
de bodas, de la divinidad, Marduc. La forma del zigurat se desarrolló en Babilonia ca.
3000 a.C, pero Gn 11 tal vez hable de un prototipo de fecha anterior.
Algunos comentaristas creen que la confusión de lenguas (v. 7 ) es universal y literal,
explicando así el origen de la diversidad de idiomas; otros creen que el texto habla de un
juicio local ( → DILUVIO ). La confusión se puede interpretar también como un milagro
del oído, como algunos lo hacen en el caso de Pentecostés. No hay indicios de un idioma
escrito antes del de Sumer, ca. 3000 a.C. (el cual no tiene relación evidente con otros
idiomas conocidos). Por eso es imposible ser dogmático en cuanto al origen y desarrollo
de la variedad de idiomas. Pero, sí hay pruebas de la dispersión de los hombres ( Gn
11.8s ) mucho antes de la cultura sumeria.
Sin embargo, la enseñanza básica del pasaje no es del origen de los idiomas, sino del
desarrollo del pecado humano. El desorden en el mundo internacional no figuraba en el
plan original de Dios, sino que fue el castigo resultante por la rebelión del hombre. Los
esfuerzos unificadores de este (sus obras) son siempre incompletos e insuficientes, y
contrastan con la obra salvadora de Cristo y con la ciudad de Dios que desciende del cielo
( Ap 21.2 ). La variedad de idiomas y culturas ahora obstaculiza la comunicación y
representa un juicio de Dios, pero seguirá en la eternidad ( Ap 22.2 ) como bendición y
oportunidad para expresión creativa de la gracia de Dios.
Bibliografía:
A. Pacios, «Babel, La torre de», EBDM I, pp. 995–999. A. Parrot, La torre de Babel ,
Ediciones Garriga, S.A., Barcelona, 1962. J. Prado, «La ciudad y la torre de Babel» ( Gn 11.1–9
), Estudios Bíblicos II, 1950, pp. 273–294.
BABILONIA (ciudad). Antiquísima ciudad a orillas del Éufrates cuyo nombre hebreo
es → BABEL , y a la que se refiere la narración de Gn 11.1–9 . Se han hecho varias
expediciones arqueológicas a Babilonia, pero todas han tenido que limitarse a excavar los
niveles más superficiales y por tanto más recientes de la ciudad. En todo caso, debido a
las referencias en varias inscripciones cuneiformes, se sabe que Babilonia existía ya en el
tercer milenio a.C.
Babilonia era una ciudad de cierta importancia ( ca. 2000 a.C.), pues servía de capital
a una de las provincias del reino de → UR . Poco después se independizó y sirvió de
capital a un reino cuyo soberano más famoso fue → HAMMURABI . Hacia el año 1595 a.C.,
los → HETEOS la atacaron y tomaron, pero esto no destruyó su hegemonía en el sur de
Mesopotamia. A principios del primer milenio a.C., al surgir el gran Imperio → ASIRIO ,
este conquistó y se anexó a Babilonia. Sin embargo, su resistencia fue tal, que en 689 los
asirios la destruyeron completamente. A pesar de ello, volvió a surgir de sus ruinas y
continuó oponiéndose al poderío asirio.
Foto de Ben Chapman
Un relieve vidriado de un toro, descubierto en la excavación de la
antigua Babilonia.
En 608, desaparecido el poder de los asirios, Babilonia llegó a ser la capital del reino
→ CALDEO . Fue esta la época más gloriosa de su historia, que terminó cuando en 539
a.C., → CIRO dirigió a los persas en la conquista del reino caldeo y Babilonia se rindió.
Cuando → ALEJANDRO conquistó el Imperio Persa, Babilonia cayó en sus manos y allí fue
donde el gran conquistador macedonio regresaría más tarde para morir. Su sucesor,
Seleuco I, fundó sobre el Tigris, a poca distancia de Babilonia, la ciudad de Seleucia, que
sería capital de su reino. A partir de entonces, la importancia de Babilonia comenzó a
declinar. En tiempos neotestamentarios era solo una pequeña población. Poco después
desapareció del todo y no quedaron más que sus ruinas, que aún testifican de la grandeza
que una vez tuvo.
Como es natural, la configuración de Babilonia, que existió por casi 3000 años, varió
mucho con el correr de los siglos. Su importancia, desde el punto de vista del estudio
bíblico, es mayor durante los tiempos de Nabucodonosor. El esplendor de la ciudad en
esa época era extraordinario y por ello los escritores bíblicos la llaman «la admiración de
toda la tierra» ( Jer 51.41 ), «la belleza de la excelencia de los caldeos» ( Is 13.19 ), «la
señora de los reinos» ( Is 47.5 ) y «la grande» ( Dn 4.30 ). Debido a las excavaciones
arqueológicas, así como por el testimonio bíblico ( Jer 51.58 ), sabemos que Babilonia
era una ciudad fuertemente amurallada. Estaba construida en forma de rectángulo
dividido de norte a sur en partes iguales por el Éufrates. La porción que se encontraba al
este del río se conocía como la «antigua» ciudad, y a la parte occidental se le llamaba la
«nueva», lo cual hace suponer que Babilonia originalmente se encontraba solo al este del
Éufrates. Todo este rectángulo lo rodeaban dos murallas paralelas y un foso exterior
también paralelo a las murallas. En época de Nabucodonosor II, se construyó otra muralla
al este de la ciudad antigua para brindar mayor protección contra los ataques del
enemigo. Las principales puertas de entrada, a través de las dos murallas paralelas,
estaban ricamente adornadas con relieves hechos de centenares de lozas cuadradas. Los
temas principales de estos relieves eran leones, toros y dragones.
Dentro de la ciudad el edificio más imponente era el templo de Marduc, al que quizás
se refiere Génesis en la historia de la torre de → BABEL . Este templo se encontraba casi
en el centro de la ciudad, en la ribera oriental del Éufrates. El antiguo historiador
Herodoto ha conservado para la posteridad una valiosa descripción del lugar.
Como toda gran ciudad, Babilonia no solo se distinguió por su prosperidad, sino
también por su pompa y la laxitud de sus costumbres. Su idolatría resultaba repugnante a
los escritores bíblicos. Además, fue la capital del gran imperio que durante largo tiempo
rivalizó con Egipto la supremacía sobre Palestina y las regiones circundantes. Como esto
culminó con la caída de Jerusalén y el cautiverio, y puesto que Babilonia era una ciudad
dada a la idolatría, en el Antiguo Testamento son frecuentes las profecías en su contra (p.
ej., Is 13.1–22 ; 14.22 ; 47 ; Jer 25 ; 50 ; 51 ; etc.).
Por consiguiente, en los primeros años de nuestra era judíos y cristianos tenían a
Babilonia como encarnación de toda suerte de abominaciones. También se utilizaba para
referirse a Roma, queriendo significar con ello no solo el inmenso poderío de dicha
ciudad, sino también la corrupción e idolatría. En ese sentido se utiliza en 1 P 5.13 , que
parece referirse no a la Babilonia histórica, sino a → ROMA . También a Roma se refiere
Ap 17–18 , aunque no solo se trata de la gran ciudad y su imperio, sino de como
encarnación de los poderes malignos que se oponen al Señor hasta el día postrero. Como
en el Antiguo Testamento, una vez más se oponen Babilonia y Jerusalén, aunque ahora se
trata de la confrontación final.
BABILONIA (región e imperio). El nombre de Babilonia se le da también a la región
de límites imprecisos situada en el curso inferior de los ríos Tigris y Éufrates. Su centro
es una llanura a la que algunos textos nombran como Sinar ( Gn 10.10 ; 11.2 ; 14.1 ; Zac
5.11 ). Al este de Babilonia se encuentra la región montañosa de Elam. Sin embargo,
puesto que la transición de la llanura a las montañas ocurre de manera paulatina, los
límites entre Babilonia y Elam siempre dependieron del poderío militar de una u otra
región. Al oeste, Babilonia se extiende hasta el desierto de Arabia. Debido a que los
babilonios rara vez se inclinaron a atravesar ese desierto, ya que había innumerables
grupos nómadas que se dirigían a Babilonia a través de él, la influencia de estos pueblos
nómadas sobre Babilonia fue grande a través de toda su historia. Sus límites hacia el sur y
el norte no eran tan precisos. Durante la hegemonía de Babilonia se le daba ese nombre a
todo el sur de Mesopotamia, que se extendía hacia el norte hasta las fronteras mismas de
Asiria. Sin embargo, en otros tiempos, se distinguían de Babilonia propiamente dicha las
regiones de Sumeria y Caldea al sur, y las de Asiria y Mesopotamia al norte. (En la
antigüedad, el término «Mesopotamia» por lo general no se aplicaba a toda la región
entre el Tigris y el Éufrates, sino a una zona mucho más pequeña que se encontraba entre
el Tigris y el Zab.)
La civilización babilónica es una de las más antiguas en el Cercano Oriente; los
sumerios ya habitaban Babilonia mil años antes de Abraham. Allí se encontró la escritura
más antigua conocida; ese fue el inicio de la escritura cuneiforme en la que más de 500
figuras simples representaban, en un inicio, objetos e ideas y, más tarde, sílabas. Antes
del año 2000 a.C. sus artesanos ya hacían joyería en oro y plata, armas de bronce y cobre
y estatuas.
Este dibujo de Babilonia muestra la arteria principal de la ciudad,
que pasa a través de la puerta de Istar en el muro de la ciudad.
Las condiciones geográficas de Babilonia determinaron en gran medida el modo de
vida de sus habitantes. Los ríos Tigris y Éufrates, con sus inundaciones periódicas
(aunque no tan precisas y abundantes como las del Nilo), permitían la irrigación de una
vasta región mediante toda una red de canales y compuertas. De este modo Babilonia
llegó a ser una de las regiones más fértiles del mundo. Como la piedra era escasa, los
babilonios construían sus edificios con ladrillos que a menudo solo amontonaban unos
sobre otros, aunque otras veces los unían con barro o algún material semejante. Por esta
razón la mayoría de sus enormes construcciones, que una vez asombraron al mundo, han
quedado reducidas a ruinas. La topografía de la región también la dejaba abierta a
múltiples situaciones, de modo que en Babilonia vivieron, a través de los siglos, diversos
pueblos y se hablaron varios idiomas, como el sumerio, el arameo y otros.
En tiempos de su mayor extensión, las ciudades más importantes de la región
babilónica eran, además de Babilonia: → UR , de donde partió Abraham en su
peregrinación ( Gn 11.27–31 ); → EREC ( Gn 10.10 ); Nipur, que data de la época de la
hegemonía sumeria, y en la que se han hecho importantísimas excavaciones; y → CUTA ,
de donde se dice que procedían algunas de las personas que Sargón II utilizó para
repoblar Samaria después de tomarla ( 2 R 17.24 ).
Esta reconstrucción de Babilonia del tiempo del rey Nabucodonosor
II muestra el enorme zigurat a la izquierda y el templo del dios
pagano Marduk a la derecha.
Cuando aparecen los primeros registros históricos, Babilonia se encontraba dividida
en una serie de ciudades, cada una con su rey, que a menudo chocaban y se disputaban la
hegemonía. Esta situación desapareció cuando Sargón de Acad o Agadé logró unificar por
primera vez toda la Mesopotamia del sur bajo un solo rey (al menos, las antiguas
leyendas le atribuyen este gran logro). En todo caso, el poderío de Agadé no duró mucho,
pues cuando los pueblos de las montañas invadieron la llanura, lo destruyeron. Poco
después Ur logró establecer su poderío sobre toda la región, aunque solo para perderlo a
causa de una invasión elamita. Surgieron entonces tres dinastías simultáneas en Isín,
Larsa y Babilonia, hasta que → HAMMURABI , rey de Babilonia, logró imponer su poderío
y organizar la región en un vasto imperio en el que las demás ciudades quedaron
relegadas al rango de capitales provinciales. Sus sucesores no pudieron retener el imperio
que este formó, sino que vieron limitado su poder cada vez más hasta que los → HETEOS
tomaron a la misma Babilonia.
La segunda y tercera dinastías de Babilonia ocupan un período de alrededor de 600
años. Durante ellas Babilonia no logró reafirmar su poderío y de ellas se sabe muy poco.
La tercera dinastía la destruyó una invasión elamita. Fue durante la cuarta dinastía, bajo
→ NABUCODONOSOR I, cuando Babilonia comenzó a restablecerse de su decadencia, aunque
muy lentamente. Este proceso se interrumpió en el siglo VIII a.C. cuando → ASIRIA logró
establecer su poderío sobre toda Mesopotamia. El Imperio Asirio duró poco más de un
siglo. Su capital, Nínive, la tomaron los medos en 606 a.C. Aprovechando esta coyuntura,
Babilonia se independizó bajo una dinastía procedente del sur de la región, de → CALDEA
. De ahí que a menudo se da el nombre de «Caldea» al reino neobabilónico que sucedió a
Asiria en el dominio de Mesopotamia. El más importante de los reyes caldeos fue
Nabucodonosor II. El último de ellos fue Nabonido, cuyo hijo → BELSASAR gobernaba
representativamente la ciudad de Babilonia cuando la tomó → DARÍO .
Foto: Colección fotográfica Matson
Las ruinas de Babilonia, que una vez fuera la orgullosa capital del
poderoso Imperio Babilónico.
Con la caída de Nabonido termina la historia independiente de Babilonia. Desde
entonces pasó a formar parte del Imperio Medo-Persa. Cuando Alejandro derrotó a los
persas, quedó unida a su imperio y luego pasó a manos de su sucesor Seleuco I. Al
resurgir el Imperio Persa, Babilonia quedó supeditada a él, para que luego la conquistaran
los musulmanes. El período de la civilización babilónica que más interesa al estudioso de
la Biblia se discutirá aparte bajo el título de «Caldea» (véase 2 R 23–24 ).
La religión de los babilonios era politeísta hasta el punto de que son más de 2.500 los
nombres de sus dioses. A los dioses se les representaba mediante imágenes, por lo general
de forma humana, en las que se creía que residía el dios representado. Los hombres se
creían dirigidos por un destino prefijado y no había esperanza de una vida después de la
muerte ( → UR ).
BAHURIM Pueblecito o suburbio de Jerusalén al nordeste del Monte de los Olivos.
Simei, enemigo de David, vivía en Bahurim ( 2 S 16.5–13 ; 19.16–23 ; 1 R 2.8 ). Pero
también había amigos de David en Bahurim ( 2 S 17.16–21 ; cf. 3.12–16 ).
BAILE Movimientos cadenciosos del cuerpo, casi siempre acompañados con música.
Entre los griegos el baile o danza formaba parte de la educación nacional. En algunas
tumbas egipcias se conservan escenas de banquetes con intervención de bailarinas. Entre
los hebreos se utilizaba el baile para celebrar efemérides nacionales ( Éx 15.20 , 21 ),
para recibir a los héroes ( Jue 11.34 ; 1 S 18.6 ) y para manifestar regocijo por alguna
bendición especial ( 2 S 6.14 ; Jer 31.4 , 13 ; Lc 15.25 ). También figuraba en los
servicios religiosos y actividades relacionadas con expresiones de la fe ( Sal 149.3 ; 150.4
).
Este relieve de un templo de la reina Hatsepsut en Karnak, Egipto,
muestran bailarines y músicos egipcios practicando sus habilidades.
BALAAM ( devorador o glotón ). Vidente famoso, hijo de Beor, que vivía en Petor de
Mesopotamia. Según Jud 11 , es ejemplo de un hombre religioso que sucumbe ante la
tentación de la avaricia ( Nm 22.1–20 ).
Cuando Balac, rey de Moab, le pidió maldecir a los israelitas, Balaam consultó
inmediatamente a Jehová, quien le prohibió hacerlo ( Nm 22.8–13 ). Al llegar otros
emisarios de Balac con la misma petición, Balaam les reiteró la negación de Dios ( Nm
22.18 ). No obstante, volvió a consultar a Jehová. Esta vez Dios le dijo: «Vete con ellos;
pero harás lo que yo te diga».
Camino a Moab un ángel intentó obstruirle el paso. Balaam no lo vio, pero su asna sí,
y Dios la hizo hablar para reprender al profeta. Su avaricia lo llevaba por un camino
peligroso. Balaam confesó que había pecado, pero siguió adelante según le indicó el
ángel ( Nm 22.34ss ).
Balaam es también ejemplo de cómo un pecador puede ser, en contra de su voluntad,
un instrumento de Dios para declarar un mensaje. Balaam y Balac subieron a cuatro
colinas ( Nm 22.39 , 41 ; 23.14 , 28 ) desde las que se dominaba el campamento israelita,
procurando, en sentido figurado, franquear los muros de salvación ( Is 60.18 ) que Jehová
puso alrededor de su pueblo. En cada una de las colinas Balaam ofreció sacrificios y, bajo
la inspiración de Dios, profetizó con respecto a Moab, Israel y el propio Mesías ( Nm
24.17 ; Ap 22.16 ).
Balaam volvió a su casa ( Nm 24.25 ) y, privado ya de la presencia de Dios, dio malos
consejos a Balac ( Ap 2.14 ), con lo que ocasionó la muerte de 24.000 israelitas ( Nm
25.9 ). Hubo después una guerra de represalia entre Israel y Madián en la que Balaam
murió ( Nm 31.8 ; Jos 13.22 ).
BALAC ( devastador ). Rey de → MOAB en el tiempo del éxodo. Iba a atacar a Israel (
Jos 24.9 ), pero luego optó por otra estratagema. Para salvaguardarse contra una invasión
aplastante contrató al vidente → BALAAM para que maldijera a Israel ( Nm 22–24 ; Jos
24.10 ).
Cuando mediante encantos no logró su propósito, siguió el mal consejo de Balaam y,
a través del culto inmoral de su religión, pudo debilitar a Israel ( Nm 25 ; Miq 6.5 ; Ap
2.14 ).
BALANZA Aparato para pesar dinero, granos y otros valores ( Gn 23.16 ; 43.21 ; Job
31.6 ). Había varios tipos de balanzas. Las más primitivas consistían en una barra
horizontal y cuerdas en los extremos con platillos para sostener el objeto a pesar.
Al principio, las → PESAS eran piedras de distintos tamaños. Más tarde se hicieron de
cobre o hierro. Era posible pesar con bastante precisión, pero también era fácil engañar.
El uso de balanzas falsas era un mal que los profetas condenaban, lo cual indica que era
problema común ( Lv 19.36 ; Pr 11.1 ; 16.11 ; 20.23 ; Am 8.5 ; Miq 6.11 ; Os 12.7 ).
Según los legisladores, profetas y maestros, el uso de balanzas justas era prueba de
rectitud. La balanza aparece en lenguaje figurado en Sal 62.9 ; Job 6.2 ; 31.6 ; Is 40.12 ,
15 ; Dn 5.27 .
BALSAMERA Reina-Valera traduce así bakha en 2 S 5.23 , 24 ; 1 Cr 14.14 , 15 . En
Sal 84.6 lo traduce «lágrimas». La identificación de bakha con balsamera es imposible
pues estas solo crecen en el sur de Arabia. Sobre la base del contexto otros la identifican
con el álamo temblón , cuyas hojas se mueven con facilidad al impulso del viento.
BÁLSAMO En cinco ocasiones Reina-Valera traduce el hebreo tsoriy por bálsamo. En
Ez 27.17 lo traduce resina. No se ha podido identificar con certidumbre, pero se supone
que sea algún tipo de resina aromática. Era un producto de comercio internacional ( Gn
37.25 ; 43.11 ; Ez 27.17 ). Galaad era centro de este comercio ( Jer 8.22 ). Sin embargo,
en Galaad no hay planta que produzca resina que tenga las propiedades medicinales
atribuidas al bálsamo ( Jer 46.11 ; 51.8 ). Quizás el bálsamo se producía en otra parte y lo
llevaban a Galaad las caravanas de especias o tal vez se trataba de otra planta. En una
ocasión ( Sal 141.5 ), Reina-Valera traduce el hebreo shemen por bálsamo ( → ACEITE ).
BAMA, BAMOT ( → LUGAR ALTO ; Bamot es el plural de Bama ). Nombre de centros
de culto idólatra ( → IDOLATRÍA; ÍDOLO ).
1. Lugar no identificado, mencionado en Ez 20.29 .
2. Lugar cerca de Moab, por donde pasaron en su peregrinación los israelitas ( Nm
21.19 , 20 ). Quizás sea el mismo Bamot-baal adonde Balaam subió para maldecir a Israel
( Nm 22.41 ; cf. Jos 13.17 ).
BANCO El concepto de banco no se halla en el Antiguo Testamento en el sentido de
institución para custodiar el → DINERO de individuos o dar crédito comercial. El palacio y
el templo eran los depositarios de la riqueza nacional ( 1 R 14.26 ). Aunque existía el
sistema bancario en Babilonia desde 2000 a.C., los judíos no lo adoptaron sino hasta el
período del destierro ( Ez 18.8 , 17 ; 22.12 ). Su aversión sin duda se debía a la estricta
prohibición de la usura en el Antiguo Testamento.
La palabra traducida por banco en Lc 19.23 literalmente quiere decir «mesa». Tal
nombre se debe seguramente a que sobre tal mueble acostumbraban trabajar los
banqueros (cf. Mt 25.27 ). Algunos banqueros trabajaban como → CAMBISTAS .
El «banco de los tributos públicos» ( Mt 9.9 ) era la oficina aduanera del → PUBLICANO
, en este caso de → MATEO .
BANDERA Emblema militar nacional. Al igual que hoy, en tiempos antiguos se usaba
para funciones militares y litúrgicas. Después que los israelitas salieron de Egipto, las
tribus se identificaban por su respectiva bandera y se agrupaban alrededor de ella ( Nm
1.52 ; 2.2 , 3 , 10 , 17 , etc.). Jeremías 4.21 usa la bandera como símbolo de la guerra que
desea ver terminada.
La palabra bandera se usa en sentido figurado. La amada puede morar bajo la bandera
del amor de su amado ( Cnt 2.4 ). Los fieles alzarán bandera en el nombre de Dios ( Sal
20.5 ). La bandera es punto de reunión y llama a los hijos de Dios para ampararse en su
sombra y salir a luchar bajo su insignia ( Éx 17.15 ; Is 11.12 ; Sal 60.4 ). En Is 11.10 al
Mesías se le llama «pendón».
BARAC ( relámpago ). Hijo de Abinoham de Cedes de la tribu de Neftalí ( Jue 4.6 , 12
). Dios le ordenó por medio de la profetisa → DÉBORA que liberase a Israel del yugo de →
JABÍN , rey de Canaán. Asegurándose primero la ayuda de Débora, reunió diez mil
personas y acampó en el monte → TABOR . Quebrantó a → SÍSARA y al ejército de este (
Jue 4.15 ). Esta victoria se detalla en el célebre cántico de Débora y Barac ( Jue 5.1–31 ).
Barac se cuenta entre las personas de fe ( Heb 11.32 ).
BARBA Para los israelitas y sus vecinos la barba era un adorno. Destacaba la virilidad
y la dignidad masculinas ( Sal 133.2 ), por lo que se esmeraban en cuidarla. La dejaban
crecer larga y poblada. Los hombres se saludaban tomando con la mano derecha la barba
del amigo íntimo y besándola ( 2 S 20.9 ). Afeitarse la barba o cubrirla era señal de
humillación, pesar o luto ( Is 15.2 ; Jer 41.5 ; 48.37 ). Raparle la barba a otro era
deshonrarlo ( 2 S 10.4–14 ; Is 7.20 ). Para prevenir a los israelitas contra las prácticas
idólatras, Dios les ordenó que no se cortasen la punta de la barba ( Lv 19.27b ). Los
leprosos debían cubrirse la barba ( Lv 13.45 , BJ). A diferencia de los hebreos, según
Herodoto, los egipcios mantenían la barba solo como señal de duelo, de ahí que cuando
liberaron a José de la cárcel, tuvo que cortársela antes de comparecer ante Faraón ( Gn
41.14 ). ( → PELO .)
Cabeza de yeso descubierta en la excavación de Mari en
Mesopotamia, mostrando la barba completa que usaban los antiguos
amorreos y hebreos.
BÁRBARO ( balbuceante , tartamudo ). Transcripción griega de una voz sánscrita
usada para referirse a una persona que emitía sonidos sin sentido, o que hablaba
ininteligiblemente. Al principio, los griegos llamaban bárbaros a los que no hablaban
griego, sin darle sentido despectivo ( Ro 1.14 ; Hch 28.2ss , griego). Más tarde «bárbaro»
se aplicó a todo lo no helénico ( Col 3.11 ) o al que se expresaba incomprensiblemente ( 1
Co 14.11 ).
De un modo u otro, bárbaro se ha usado para designar a quienes una cultura
dominante consideran inferiores. Esto significa que el uso del término en sí está cargado
de un sentido negativo.
BARBECHO Tierra revuelta con arado y rastrillo, pero dejada sin sembrar para que
recupere su fertilidad. La Ley ( Éx 23.11 ) mandaba que el hebreo dejara su tierra en
barbecho un año de cada siete, enseñando así que la tierra en verdad pertenecía a Dios (
Os 10.12 ). Sin embargo, no hay pruebas de que esta práctica fuera común en Israel
(véase Lv 26.33s ). ( → JUBILEO .)
BARCA → NAVE .
BARJESÚS → ELIMAS .
BARRABÁS (en arameo, hijo del padre o maestro ). Contemporáneo de Jesucristo, al
que algunos manuscritos de Mt 27.16 identifican, con cierta probabilidad, como «Jesús
Barrabás». Todos los Evangelios lo mencionan al narrar el proceso de Jesús ante Pilato,
pero con terminología algo diferente ( Mt 27.20s ; Mc 15.15 ; Lc 23.18 ; cf. Hch 3.14 ; Jn
18.40 ). Para Juan es un bandido o terrorista, pero Marcos y Lucas asocian su crimen de
homicidio con cierta insurrección realizada en la ciudad. Mateo destaca la notoriedad del
preso.
Para comprender la liberación de Barrabás como el indultado escogido a causa de la
Pascua, es preciso recordar que Pilato, conocedor de la anterior popularidad de Jesús
entre el pueblo, quiso salir de su dilema apelando a la turba con el fin de anular la
sentencia del sanedrín. No comprendió que Jesús había perdido su prestigio ante la
multitud. Los consejeros judíos ya podían apoyarse en la turba y de ahí el grito popular:
«¡Fuera con este, y suéltanos a Barrabás!» ( Lc 23.18 ).
Si la «insurrección» tenía visos de resistencia contra los romanos, la trágica elección
de la turba cobra cierto tono patriótico. Barrabás llega a ser ejemplo de la liberación por
expiación vicaria.
BARRO Lodo o mezcla usada en la construcción de edificios y casas habitables, en
alfarería y trabajos de arte. Se hacía con elementos de varias clases: tierra, arena, ceniza y
cal. Para amasarlo bien se majaba con los pies ( Is 41.25 ). Con un molde rectangular, se
hacían ladrillos de barro o arcilla reforzada con paja ( Éx 5.6–19 ) y se ponían a secar al
sol ( Gn 11.3 ; Éx 1.14 ; Nah 3.14 ). Con estos construían casas ( Job 4.19 ; 33.6 ).
Para la elaboración de diversos utensilios, luego de hacer la mezcla, se amoldaba
sobre una rueda y después se cocía en un horno ( Jer 18.3 ; 43.9 ). En vez de lacre, se
usaba el barro para sellar ( Job 38.14 ).
En sentido figurado la Biblia lo aplica al hombre por comparación con Dios, y a las
cosas de poco valor o despreciables. En Is 64.8 y Ro 9.21 se alude al arte del → ALFARERO
para denotar la dependencia que el hombre tiene de Dios. Todo lo que es se lo debe al
Creador, por eso debe acatar sumiso las disposiciones divinas.
BARSABÁS (en arameo, hijo de Sabás ). Apellido de dos personas del Nuevo
Testamento:
1. José Barsabás, uno de los primeros discípulos, quizás de los setenta ( Lc 10.1 ), y
uno de los dos candidatos propuestos para llenar la vacante que dejó Judas ( Hch 1.23–26
).
2. Judas Barsabás, profeta y cristiano distinguido, comisionado con Silas, Pablo y
Bernabé para llevar a Antioquía la decisión del → CONCILIO en Jerusalén ( Hch 15.22–23
). Probablemente José y Judas eran hermanos.
BARTIMEO (en arameo, hijo de Timeo ). Mendigo ciego al que Jesús le devolvió la
vista ( Mt 10.46–52 ). A pesar de ciertas variantes en los detalles del milagro, Mt 20.29–
34 ; Mc 10.46–52 y Lc 18.35–43 tratan del mismo incidente. Según Lucas, Jesús pasó la
noche en la casa de Zaqueo (quizás en las afueras de Jericó), lo que significa más que
solamente atravesar la ciudad, y podría explicar que el milagro se haya realizado «al
entrar», según Marcos y Lucas, y «al salir», según Mateo. Otros han pensado que las
referencias al trayecto de Jesús han de entenderse o en relación con la antigua ciudad o
con la nueva.
A diferencia de Lucas, que solo menciona «un ciego ... junto al camino», y de Mateo,
que alude a dos ciegos, Marcos conserva el nombre de Bartimeo. Sin duda este último
evangelista lo nombró porque Bartimeo era conocido entre los círculos para los que
escribió y por las circunstancias especiales que rodearon el milagro.
BARTOLOMÉ (en arameo, hijo de Talmai ). Uno de los doce apóstoles según Mt
10.3 . Juan, al referirse al colegio apostólico, nombra a → NATANAEL y no a Bartolomé (
1.45–51 ; 21.2 ). Esto hace suponer que se trata de una misma persona. Se menciona en el
aposento alto entre los otros discípulos ( Hch 1.13 ).
BARUC ( bendito ).
1. Secretario y discípulo de Jeremías que consignó por escrito parte de las profecías
de este ( Jer 36 ), y mereció su confianza, gratitud y bendición ( Jer 32.12–16 ; 45.5 ).
Emparentado con funcionarios de prominencia en la corte de Sedequías ( Jer 51.59 ), tal
vez abogó a favor del profeta. Acusado de favorecer a los caldeos, lo obligaron a emigrar
a Egipto con Jeremías. Algunas tradiciones (Jerónimo) hablan de un posterior traslado a
Babilonia. El judaísmo tardío le adjudicó varios libros deuterocanónicos y
seudoepígrafos: El libro de Baruc , El apocalipsis siríaco de Baruc y El apocalipsis
griego de Baruc , provenientes, sin embargo, de los siglos I y II d.C.
Vasija de Samaria con inscripciones del siglo VIII a.C. Dos líneas de
la inscripción comienzan con el nombre Baruc.
2. Hijo de Colhoze, uno de los que reconstruyeron Jerusalén y firmaron el pacto de
guardar la Ley ( Neh 10.6 ; 11.2 , 5 ).
3. Hijo de Zabai, otro de los que reconstruyeron la ciudad luego del cautiverio ( Neh
3.20 ).
BARZILAI ( hombre de hierro ).
1. Padre de Adriel, yerno de Saúl ( 1 S 18.19 ; 2 S 21.8 ).
2. Galaadita que envió provisiones a David cuando este huía de Absalón ( 2 S 17.27ss
). Cuando David regresó, Barzilai le acompañó hasta el Jordán; por su avanzada edad no
continuó hasta Jerusalén. En sus últimas palabras a Salomón, David le mandó que tratase
con bondad a la familia de Barzilai ( 1 R 2.7 ).
3. Sacerdote que se casó con una descendiente del anterior ( Esd 2.61 ; Neh 7.63 ).
BASÁN Región de la Jordania septentrional, al este del río Jordán. Surcada por el río
Yarmuk y sus numerosos afluentes, es una de las regiones más ricas de las tierras
bíblicas. Era célebre por la hermosura de sus campos ( Sal 68.15 ), sus magníficas
encinas ( Is 2.13 ), su saludable ganado y ricos cultivos ( Dt 32.14 ; Ez 39.19 ; Am 4.1 ).
En los días de la conquista de Canaán, a Basán la gobernaba el rey Og ( Nm 21.33 ;
Dt 1.4 ; 3.3 , 4 , 10 , 11 ; etc.). La tierra de Basán pasó a ser posesión de los rubenitas,
gaditas y la media tribu de Manasés ( Jos 12.4–6 ). En total, la región se componía de 60
ciudades ( Jos 13.30 ). La región sufrió posteriores dominaciones ( 1 R 4.13 ; 2 R 10.32 ,
33 ; 13.25 ). En la actualidad forma parte del reino del Jordán.
BASEMAT (quizás de la raíz semítica bsm , fragante ).
1. Hija de Ismael y esposa de Esaú ( Gn 36.3 ). Tal vez sea la misma Basemat «hija de
Elón heteo» de Gn 26.34 , aunque según Gn 36.2 , Elón era padre de Ada, otra esposa de
Esaú. En Gn 28.9 la hija de Ismael con que se casó Esaú se identifica como Mahalat.
2. Hija de Salomón ( 1 R 4.15 ).
BATO La más grande de las → MEDIDAS hebreas para líquidos. En tamaño equivalía a la
efa (medida para áridos, 1 R 7.26 ; Ez 45.11 ). Las autoridades difieren mucho en cuanto
a su equivalencia en medidas modernas: desde 46, 5 a 21 litros (NBD). Josefo la estimó
en 9 galones.
La palabra española viene del vocablo griego batos , que se traduce por «barriles» en
Lc 16.6 .
BAUTISMO La acción del bautismo se expresa en el Nuevo Testamento con el verbo
griego baptı́dzo (intensivo de bápto ), y sus derivados, que significa introducir en el agua,
sumergir o lavar con agua.
Origen
Los baños y → LAVAMIENTOS sagrados eran comunes en las religiones vecinas a Israel
a.C., pero el bautismo del Nuevo Testamento tiene sus antecedentes inmediatos en el
Antiguo Testamento y el judaísmo intertestamentario. La Ley prescribía varios
lavamientos con agua ( Éx 29.4 ; 30.20 ; 40.12 ; Lv 15 ; 16.26 , 28 ; 17.15 ; 22.4 , 6 ; Nm
19.8 ; etc.), y también los profetas hablaron de lavamientos presentes ( Is 1.16 ; cf. Sal
51.2 , 7 ) y futuros ( Is 52.15 , RV-1909; Ez 36.25 , 26 ; Jl 2.23 , 28 ; Zac 13.1 ; etc.; cf. 1
Co 10.2 ).El bautismo se prescribió a los prosélitos (quizás a.C.) para incorporar a los
gentiles en la comunidad judaica. También lo practicaron los → ESENIOS
Foto de Gustav Jeeninga
Bautisterio, o baño, usado para las ceremonias de purificación en la
comunidad esenia de Qumrán.
Significado
El bautismo en el Nuevo Testamento es la puerta de entrada al comunidad del nuevo
→ PACTO , que permite a los que pasan por ella experimentar los beneficios de dicho
pacto.
Juan el Bautista insistió en que se bautizaran los judíos. Cristo se sometió al bautismo
con el que inició su identificación pública con los pecadores, identificación que culminó
en la cruz ( Mt 3 ; Mc 1.9–11 ; Lc 3.1–22 ; Jn 1.19–34 ; cf. Mc 10.38 , 39 ).
Como señal inicial para el miembro agregado al → PUEBLO del nuevo pacto, el
bautismo reemplazó a la → CIRCUNCISIÓN ( Col 2.11 , 12 ) y llegó a implicar tanto los
requisitos como los beneficios del pacto.
Juan el Bautista insistía en el → ARREPENTIMIENTO (que incluía una confesión pública
de pecado) y les prometía a los bautizados el → PERDÓN de sus pecados. El bautismo
cristiano vino a señalar un segundo beneficio básico: el don del → ESPÍRITU SANTO y su
poder regenerador ( Mc 1.8 ; Hch 1.5 ; 2.38 ; 10.47 ; cf. Jn 3.5 ; Tit 3.5 ). Al igual que la
circuncisión ( Ro 4.11 ), al bautismo le precedía (al menos en el caso de los adultos) la fe
( Hch 8.12 , 13 ; 16.31–34 ; 18 ; etc.). Cristo lo instituyó en obligatorio para todos sus
discípulos ( Mt 28.19 ).
Pablo utilizó los requisitos y beneficios del bautismo para combatir varios problemas
de las nuevas iglesias. En Gálatas combatió el legalismo afirmando que el entendimiento
del bautismo era señal de la → JUSTIFICACIÓN por la fe ( 3.24–27 ). En Romanos, al
condenar el → LIBERTINAJE , insistió en que una recta comprensión del bautismo excluía el
abuso de la abundante gracia de Dios y exigía la más dura lucha contra los deseos
pecaminosos ( 6.1–14 ; cf. Mc 1.12 , 13 ). En Romanos 6 también se destaca que
mediante el bautismo se identifica el creyente con Cristo, tanto en su muerte como
también en su resurrección.
A las divisiones carnales de los corintios el apóstol opone el bautismo como señal de
la unidad cristiana ( 1 Co 1.13–17 ; 12.13 ; cf. Ef 4.5 y Gl 3.27 , 28 ). Cuando a los
colosenses los atrajo un tipo de → GNOSTICISMO que les prometía salvación por un
conocimiento secreto, Pablo les recordó el bautismo que les unió a Cristo, fuente de la
plenitud de la sabiduría de Dios. También se refirió al bautismo en su consejo
matrimonial ( Ef 5.26 ) y para promover el celo en hacer buenas obras ( Tit 3.5 ).
Pedro menciona el bautismo con respecto al problema de las conciencias intranquilas
a causa de la persecución ( 1 P 3.21 ) y el autor de Hebreos para estimular a la oración (
10.22 ).
Foto de Howard Vos
Bautisterio en forma de cruz en la iglesia de San Juan en Éfeso.
Problemas
La mayoría de los estudiosos están de acuerdo en que el bautismo común en la iglesia
primitiva era por inmersión, aunque reconocen también que la palabra empleada en el
mandamiento tiene a veces un sentido más amplio y general (p. ej., Lc 11.38 ).
El problema práctico más agudo relacionado con este tema es el del bautismo de los
párvulos hijos de creyentes. Algunos enseñan que se deben esperar hasta que los hijos
hagan su propia confesión de fe, porque no consta en el Nuevo Testamento que se
bautizaran a los niños. Otros opinan que la unidad del pacto y la analogía de la
circuncisión justifican el bautismo de los niños de creyentes, como expresión de la fe de
los padres, sujeta, desde luego, a la posterior confirmación de los hijos mismos.
Relacionado con lo anterior, está el problema del significado preciso del bautismo.
Por ejemplo, ¿es el bautismo un acto humano de confesión, puramente simbólico? ¿Es un
acto divino, sacramental, por el cual Dios comunica su gracia y presencia personal
mediante la fe como en el caso de un sermón? ¿Puede ser un instrumento por el que Dios
crea la fe y salva al individuo? Los textos bíblicos citados en esta discusión se han
interpretado de varias maneras ( Mc 1.8 ; Jn 3.5 ; Hch 2.38 ; 10.47 ; 1 Co 1.17 ; Ef 5.26 ;
Tit 3.5 , 6 ; 1 P 3.21 ).
Aunque el interés natural del lector moderno casi inevitablemente gira en torno a los
problemas de interpretación en los diversos sectores del cristianismo, es importante notar
que el Nuevo Testamento, como se ha señalado, subraya otros aspectos del bautismo.
BECERRO Torito o hijuelo de vaca. Animal limpio cuya carne se usaba para
ocasiones especiales ( Gn 18.7 , 8 ; Lc 15.23 , 27 , 30 ; cf. «ternero» en 1 S 28.24 y
«novillo» en Am 6.4 ). Se empleaba mucho en los → SACRIFICIOS ( Lv 9.2 , 3 , 8 ; Miq 6.6
; Heb 9.12 , 19 ). Los pies de los seres vivientes que vio Ezequiel eran como los del
becerro ( 1.7 ). En Ap 4.7 el segundo ser viviente es semejante a un becerro.
En dos ocasiones los israelitas rindieron culto al becerro. La primera fue al pie del
Sinaí mientras Moisés recibía la Ley de Jehová. La fiesta que acompañó el culto fue
orgiástica y provocó la ira santa de Moisés ( Éx 32 ; cf. Dt 9.16 , 21 ; Neh 9.18 ; Sal
106.19 , 20 ; Hch 7.41 ). Entre los pueblos de todo el Oriente, el toro simbolizaba
divinidad debido a su fuerza y fecundidad. Uno de los dioses principales de Egipto era
Apis, el toro sagrado. Es probable, pues, que los israelitas hayan aprendido este culto
mientras vivían en Egipto.
Foto de Howard Vos
Los eruditos señalan los parecidos entre el becerro de oro que
adoraron los israelitas ( Éx 32.1–24 ) y una costumbre religiosa
egipcia. Su dios Hapi era representado por la figura de un toro.
La segunda vez que esta idolatría se practicó fue en el siglo X a.C. (después de la
división del reino de Israel), en el reino del norte. El primer rey de Israel, → JEROBOAM I,
estableció en Bet-el y en Dan dos becerros de oro como centros de culto para evitar que
el pueblo fuera a Jerusalén a adorar ( 1 R 12.28–32 ; 2 R 17.16 ; 2 Cr 11.14 , 15 ; 13.8 ).
Los dioses → BAAL y → HADAD se representaban parados sobre toros. Algunos opinan
que Jeroboam quería que los becerros sirviesen como pedestales sobre los que el invisible
Jehová estaría entronado. Oseas condenó el uso de estas imágenes en la adoración ( 8.5 ,
6 ; 13.2 ).
BEDELIO (del hebreo bedola ). La mayoría de los estudiosos aceptan que se trata de
una resina aromática, amarillenta, transparente, cerosa y plástica. Otros sostienen que es
una piedra preciosa o una perla (así lo interpreta la LXX).
Se menciona dos veces en el Antiguo Testamento: Gn 2.12 , en la descripción del
Edén, y Nm 11.7 en la descripción del color del maná.
BEEL-ZEBÚ → BAAL-ZEBUB .
BEER ( pozo o cisterna ).
1. Lugar desierto al norte del río Arnón, donde Dios proveyó de agua a los israelitas
en un pozo que cavaron los príncipes del pueblo, acontecimiento que se celebró
poéticamente ( Nm 21.16–18 ). El sitio exacto se desconoce. Quizás sea el Beer-elim de
Is 15.8 .
2. Lugar a donde huyó Jotam «por miedo de Abimelec su hermano» ( Jue 9.21 ). Sitio
desconocido.
BEEROT ( pozos ).
1. Estación en la peregrinación de los israelitas, a unos 40 km al norte de Cadesbarnea ( Dt 10.6 ; Nm 33.31 ).
2. Una de cuatro ciudades que hicieron la paz con Josué mediante una estratagema
engañosa ( Jos 9.3–17 ). Más tarde, los habitantes de Beerot emigraron a Gitaim por
motivos desconocidos ( 2 S 4.3 ), después de lo cual, según parece, la habitaron los
benjamitas. Era el pueblo de Recab ( 2 S 4.1–12 ) y de Naharai, escudero de Joab ( 2 S
23.37 ; 1 Cr 11.39 ; cf. Esd 2.25 ; Neh 7.29 ). Beerot se hallaba casi a 6 km al sudoeste de
Bet-el.
BEERSEBA Nombre dado a un pozo importante y a un poblado y distrito ( Gn 21.14 ;
26.33 ; Jos 19.2 ). La ciudad actual de Beerseba se encuentra a unos 78 km al sur de
Jerusalén y a medio camino entre el Mediterráneo y el mar Muerto, a unos 3 km al oeste
del sitio original. Allí se hallan varios pozos, el mayor de ellos tiene 4 m de diámetro y 13
de profundidad. Para cavarlo hubo que cortar más de 5 m de roca sólida. El significado
del nombre se da en Gn 21.31 : «pozo de siete» o «pozo del juramento».
Los patriarcas estuvieron muy asociados con este lugar: allí vivió Abraham por algún
tiempo ( Gn 22.19 ); de allí salió para ir a sacrificar a Isaac. Este último vivía allí cuando
Jacob salió para ir a Mesopotamia ( Gn 28.10 ). Jacob se detuvo allí en su viaje a Egipto
cuando iba en busca de José. En la partición, Beerseba le correspondió a Simeón y pasó
después a ser posesión de Judá ( Jos 19.2 ). En Am 5.5 y 8.14 se indica que el lugar se
convirtió en centro de indeseables actividades religiosas. En tiempos de Nehemías se
rehabilitó ( 11.27 ).
Foto: Servicio fotográfico Levant
Excavaciones en la antigua Beerseba cerca de Jerusalén al sur de
Israel.
BEHEMOT Forma plural de una palabra hebrea. Aparece nueve veces en el Antiguo
Testamento, transcrita en Job 40.15 y traducida las otras veces de diferentes maneras ( Dt
32.24 ; Job 12.7 ; Sal 49.12 , 20 ; 50.10 ; 73.22 ; Jer 12.4 ). Generalmente significa
«bestias», «animales» o «ganado».
Sin embargo, en Job 40 behemot parece referirse al hipopótamo del Nilo, animal
enorme que alcanza hasta 4 m de longitud, de piel desnuda muy gruesa y de cabeza
gigantesca. En el discurso de Jehová en Job 40 , es símbolo del poder creador de Dios.
BEL Dios supremo de Babilonia al que los hebreos llamaban «Merodac». Era el dios del
sol y su hijo era Nebo ( Is 46.1 ). Para los profetas, la caída de Babilonia aseguraba
también el fin de Bel ( Jer 50.2 ; 51.44 ). En la obra apócrifa, Bel y el dragón , el profeta
Daniel expone la falsedad de los dos dioses principales de los babilonios. ( → MERODAC ;
APÓCRIFOS .)
Imagen de bronce de Baal, dios pagano de la guerra y la fertilidad
entre los antiguos cananeos y fenicios.
BELÉN (en hebreo, casa de pan ).
1. Ciudad de Judá, situada a unos 8 km al sudoeste de Jerusalén, cerca a la vía que
une esta ciudad con Hebrón. En un principio a Belén se le conoció como Efrata, cerca del
lugar donde sepultaron a Raquel ( Gn 35.19 ; 48.7 ). Los levitas de los incidentes
relatados en Jue 17 y 19 fueron de Belén. La mayoría de los hechos en el libro de Rut
tienen a Belén como escenario ( Rt 1.1 , 2 , 19–22 ; 2.4 ; 4.11 ).
En el Antiguo Testamento a Belén se le conoce más como la ciudad de David. Allí
tuvo su hogar David ( 1 S 17.12 , 15 ; 20.6 , 28 ) y lo ungió Samuel ( 1 S 16.1 , 4ss).
También llegó a ser el lugar de sepultura de Asael ( 2 S 2.32 ) y luego sede de una
guarnición filistea sorprendida por tres vigilantes de David ( 2 S 23.14–16 ; 1 Cr 11.16–
18 ). Fue el pueblo natal de Elhanán hijo de Dodo ( 2 S 23.24 ; 1 Cr 11.26 ). Roboam
fortificó varias ciudades de Judá, entre ellas Bel ( 2 Cr 11.6 ).
Después del reinado de David la importancia de Belén menguó. No obstante, se
seleccionó como cuna del Mesías y esto haría imperecedera su fama ( Miq 5.2 ). Ya para
el regreso del remanente de la cautividad, 123 hijos de Belén repoblaron el lugar ( Esd
2.21 ; Neh 7.26 ).
En tiempos del Nuevo Testamento se menciona como lugar de nacimiento del Señor y
de la matanza de los inocentes ( Mt 2.1 , 5 , 6 , 8 , 16 ; Lc 2.4 , 15 ; Jn 7.42 ).
Foto de Gustav Jeeninga
Belén, en el área de las colinas de Judá, hogar de David y donde
nació Jesús ( 1 S 16.1 , 4 ; Lc 2.11 ).
2. Ciudad en el territorio de Zabulón ( Jos 19.15 ), posiblemente el hogar y lugar de
sepultura de Ibzán, uno de los jueces de Israel ( Jue 12.8 , 10 ). Este pueblo se halla
situado a unos 11 km al noroeste de Nazaret.
BELIAL ( tragadero ). Término que en el Antiguo Testamento se usa generalmente en
sentido abstracto y no como nombre propio. Se refiere a lo malo y perverso ( Jue 19.22 ;
2 S 16.7 , RV-1909). En los rollos del mar Muerto se refiere a los enemigos satánicos de
la comunidad. En 2 Co 6.15 es sinónimo de Satanás.
BELSASAR Príncipe de los caldeos, que gobernaba en → BABILONIA junto con su
padre Nabonido. Este es el único caso en Caldea en que se sabe que un príncipe
gobernaba juntamente con su padre antes de que este muriera. Por eso, Daniel 5.29 dice
que Belsasar hizo a Daniel «el tercer señor del reino».
Según Daniel 5 , Belsasar celebraba un banquete en Babilonia, con los vasos que trajo
del templo de Jerusalén → NABUCODONOSOR II, su abuelo, cuando apareció una mano que
escribía en la pared. Tras apelar a toda suerte de magos y adivinos, Belsasar mandó a
buscar a Daniel, quien le interpretó la escritura (el reino tocaba a su fin) y esa misma
noche Belsasar murió al tiempo (539 a.C.) que → DARÍO tomaba a Babilonia ( Dn 5.30 ,
31 ). Aparte del episodio de la escritura misteriosa, los antiguos textos de Mesopotamia
confirman la historia bíblica y nos informan que mientras Belsasar se enfrentaba a las
tropas persas en Babilonia, su padre Nabonido se encontraba sitiado en Borsipa, cerca de
Babilonia.
BELTSASAR (Quizás [Bel] proteja su vida ). Nombre babilónico dado a Daniel ( 1.7
; 2.26 ), tomado del nombre del dios principal de Nabucodonosor ( 4.8 ). La experiencia
de Daniel (caps. 1 ; 6 ) refutó el mensaje contenido en su nombre. ( → DANIEL ; BEL .)
BEN-ADAD Nombre de varios reyes de Damasco o Siria.
1. Ben-adad I ( ca. 900 a.C.) se alió con Baasa, rey de Israel, contra Asa, rey de Judá.
Pero Asa le ofreció los tesoros del templo con tal que rompiera el pacto e invadiera a
Israel. Ben-adad aceptó y conquistó todo el norte del territorio israelita ( 1 R 15.16–22 ; 2
Cr 16.4 ).
Más tarde, cuando el rey Salmanasar III de Asiria amenazaba a Damasco, Ben-adad
sitió Samaria a fin de obligar al rey Acab a aliarse con él contra el avance asirio ( 1 R
20.1–22 ). Acab derrotó a Damasco dos veces y capturó a Ben-adad. Le perdonó la vida a
cambio de privilegios comerciales en Damasco y la devolución de ciudades israelitas
tomadas por Siria en agresiones anteriores. El tratado resultante dio a Israel tres años de
paz ( 1 R 20.26–34 ; 22.1 ).
En 853 a.C., Ben-adad se alió con varios estados pequeños, uno de ellos fue Israel,
para resistir a Asiria. Se produjo luego la batalla de Qarqar tras la cual Asiria se adjudicó
la victoria. Pero el hecho es que pasaron cinco años sin que estuviera en condiciones de
realizar otra invasión. En el mismo año Acab quebrantó el pacto y atacó a Ramot de
Galaad, ciudad que pertenecía a Damasco, empresa para cuya realización necesitó de la
ayuda de Josafat, rey de Judá. Ben-adad los derrotó y Acab murió en la batalla ( 1 R
22.1–40 ).
Es posible que Ben-adad sea el mismo rey sirio a cuyo general, Naamán, Eliseo sanó
de la lepra ( 2 R 5.1 ). Después, hallándose enfermo el rey mismo, envió su siervo Hazael
a consultar con Eliseo respecto a su enfermedad. Cuando anunció el profeta que el mismo
Hazael sería el próximo rey de Siria, este volvió a Damasco, asesinó alevosamente a su
señor y ocupó el trono en su lugar ( 2 R 8.7–10 ; 14.15 ).
2. Ben-adad II (III según otros estudiosos que creen que hubo un Ben-adad II en la
época de Omri de Israel) era hijo de Hazael. Empezó a reinar durante el reinado de Joás
de Israel. Su país estaba tan debilitado por las constantes incursiones asirias que no pudo
conservar el territorio que le dejó su padre. En tres batallas con Joás perdió las ciudades
israelitas que su padre tomó ( 2 R 13.14–19 , 25 ). Jeroboam II de Israel ganó aun más
victorias sobre Siria y extendió su territorio hasta los límites del antiguo reino de David (
2 R 14.25–28 ). Nada se sabe de su fin, pero se cree que murió cuando Salmanasar IV
sitió a Damasco en 773 a.C. Le sucedió Tabeel ( Is 7.6 ).
BENAÍA ( Jehová ha edificado ).
1. Hijo de Joiada, levita del pueblo de Cabseel ( 2 S 23.20 ), y capitán de la guardia
extranjera durante el reinado de David ( 2 S 8.18 ; cf. 1 Cr 27.5 ). Fue contado entre los
treinta soldados más valientes de David ( 1 Cr 27.6 ; 2 S 23.20–23 ). No solo sirvió a
David, sino también a Salomón, a quien ayudó a establecer su reino ( 1 R 1 ; 2.25 , 29ss ).
2. Soldado de Piratón de Efraín, nombrado entre los treinta hombres valerosos ( 2 S
23.30 ). Fue jefe de una división del ejército de David ( 1 Cr 27.14 ).
Otros del mismo nombre se mencionan en 1 Cr 15.18 , 20 , 24 ; 16.6 ; 2 Cr 20.14 ;
31.13 ; Esd 10.25 , 30 , 35 , 43 ; Ez 11.1 , 13 .
BENDICIÓN Invocación del apoyo activo de Dios para el bienestar y la prosperidad,
o el recibimiento mismo de estos bienes ( Dt 28.8 ).
En general, el pueblo que vive existencialmente en la presencia de Dios, amándole y
obedeciéndole, goza de la bendición o provisión divina ( Dt 28.3–6 ; Sal 72.13ss ). En
tiempos bíblicos el patriarca invocaba proféticamente la bendición divina y la transmitía a
sus hijos ( Gn 27.4ss ; 48.9ss ). Sin embargo, cuando el hombre bendecía a Dios, era una
expresión de gratitud y adoración ( Sal 67 ; 100 ; 103 ).
Con el tiempo, la bendición llegó a constituir parte del → CULTO . Se usaba como
saludo ( 2 S 6.18 ; Sal 118.26 ), en la → SANTA CENA ( Mt 26.26 ; Mc 14.22 ; 1 Co 10.16 )
y en la despedida ( Gn 49.28 ; Dt 33 ; Lc 24.50s ). Se transmitía por la imposición de
manos ( Gn 48.14 ) y por el beso ( Gn 27.26s ). En el culto cristiano la bendición ha
tomado formas rituales ( Nm 6.24–26 ; Ro 15.13 ; 2 Co 13.14 ; Heb 13.20s ; Jud 24s ).
En la teología bíblica, bendición es la palabra que une los dos testamentos. El pacto
de bendición hecho con Abraham ( Gn 12.1–3 ) se cumple en Cristo en el Nuevo
Testamento ( Hch 3.25 ; Gl 3.14 ; Ef 1.3 ; 1 P 3.9 ). La vida toda del nuevo pueblo de
Dios es una herencia de bendición y un esfuerzo continuo por bendecir ( Mt 5.44 ; Ro
12.14 ; 1 P 3.9 ).
BENJAMÍN Nombre de varios personajes de la Biblia, una tribu israelita y un
territorio.
El más conocido es el hijo de Jacob y Raquel, nacido cerca de Belén durante un viaje
( Gn 30.1 , 22–24 ; 35.16 ). Al nacer el niño, murió la madre. Jacob le dio el nombre de
«Benjamín» (hijo de la mano derecha) en vez de «Benoni» (hijo de mi tristeza) que le
puso Raquel. Mucho se ha discutido sobre el significado de la frase «hijo de la mano
derecha»: quizás fuera, lo mismo que hoy, una expresión que utilizan los padres al
referirse a un hijo servicial, hogareño y predilecto.
Después de la muerte de Raquel y de la separación de José, Jacob sintió especial
cariño por Benjamín. A duras penas permitió que viajara con sus hermanos a Egipto ( Gn
43.1–14 ). Al parecer, durante su juventud fue humilde, obediente a su padre y resignado
ante las circunstancias difíciles ( Gn 44.1–34 ).
La tribu de Benjamín se distinguió en hechos notables dentro de la nación hebrea. El
primer rey de Israel (Saúl) vino de dicha tribu ( 1 S 10.21 ). El apóstol Pablo fue también
de la tribu de Benjamín ( Flp 3.5 ). Esta tribu ocupó el territorio limítrofe con Judá, tribu
a la que vivió unida durante la división del reino ( Jos 18.11–18 ).
Otros tres que llevan el nombre de Benjamín se mencionan en 1 Cr 7.10 , 11 ; Esd
10.32 y Neh 3.23 .
BERACA ( bendición ).
1. Hermoso valle cerca del desierto de → TECOA , donde → JOSAFAT , rey de Judá, y su
pueblo levantaron altares a Jehová para bendecirlo por el triunfo logrado sobre las tribus
de Moab y Amón ( 2 Cr 20.26 ).
2. Uno de los guerreros que se juntó con David cuando este huía de Saúl ( 1 Cr 12.3 ).
BEREA Ciudad en la parte sudoeste de Macedonia (a unos 80 km de Tesalónica), en el
distrito de Ematia y al pie del monte Bermio. Las ruinas alrededor de la ciudad moderna
(Veroia) indican algo de su importancia (alrededor de 20.000 habitantes en tiempos del
Nuevo Testamento). Pablo predicó allí durante su primera visita a Europa y un
considerable número de judíos residentes recibió su encomio por estudiar con cuidado las
Escrituras. De Berea era Sópater, un compañero de Pablo ( Hch 17.10–15 ; 20.4 ).
BERENICE (en griego, la que trae la victoria ). Hija de → HERODES AGRIPA I, nacida
en 28 d.C. Se casó primero con su tío Herodes de Calcis. Al morir este (48 d.C.),
Berenice vivió con su hermano Agripa, según parece en unión incestuosa. Después de un
matrimonio pasajero con Polemón, rey de Cilicia, volvió al lado de su hermano. Visitaron
juntos al nuevo procurador → FESTO en Cesarea y asistieron al interrogatorio de Pablo (
Hch 25.13–26.32 ). Más tarde, fue amante de Vespasiano y luego de Tito, quien la hizo
venir a Roma pero no se atrevió a casarse con ella por la hostilidad del pueblo.
BERILO Piedra preciosa por lo general verde o azul verdoso, pero también amarilla,
rosada, con variedades en aguamarina y esmeralda, casi siempre opaca o simplemente
translúcida. En el Antiguo Testamento se menciona en Éx 28.20 ; Ez 28.13 ; Dn 10.6 . En
el Nuevo Testamento solo en Ap 21.20 .
BERNABÉ (en arameo, hijo de la exhortación ). Nombre que los apóstoles dieron a
José, levita de Chipre. Su generosidad era notoria en la iglesia primitiva de Jerusalén (
Hch 4.36s ) en contraste con el egoísmo de → ANANÍAS y Safira ( Hch 5.1ss ). Primo
hermano de Juan Marcos ( Col 4.10 ) y, según Clemente de Alejandría, uno de los setenta
discípulos de Jesucristo. Era «varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe» ( Hch
11.24 ). Lucas y Pablo lo llamaron → APÓSTOL ( Hch 14.4 , 14 ; 1 Co 9.6 ), y en varias
ocasiones demostró poseer un espíritu de comprensión y discernimiento.
Fue Bernabé el que convenció a los apóstoles de la conversión y sinceridad de Pablo (
Hch 9.27 ). Más tarde lo enviaron a investigar la nueva obra entre los gentiles de
Antioquía, donde otros chipriotas eran prominentes ( 11.19ss ). Al reconocer que esta era
obra de Dios y que allí había mucha oportunidad para el ministerio de Pablo, fue a Tarso
y lo trajo consigo a Antioquía, donde predicaron juntos ( 11.25s ). Con Pablo, Bernabé
llevó la ayuda para los hermanos necesitados de Judea ( 11.29 , 30 ).
De nuevo en Antioquía, a Bernabé y Pablo, contados entre los profetas y maestros de
la congregación, los separaron para la misión gentil ( Hch 13.1ss ; cf. Gl 2.9 ). Su primer
viaje misionero, que comenzó con una visita a Chipre, produjo una cadena de iglesias que
se extendió hasta el Asia Menor ( Hch 13.14 ). El orden de los nombres, que quizás indica
prioridad en el liderazgo, había sido «Bernabé y Saulo», pero desde la salida de Chipre
Lucas habla de «Pablo y Bernabé».
Al regresar del viaje, Bernabé tuvo otra misión importante cuando lo nombraron junto
con Pablo para presentar la cuestión de la circuncisión ante el → CONCILIO DE JERUSALÉN (
Hch 15 ). Su ministerio se reafirmó y parece que Bernabé se destacó más que su
compañero en el concilio (vv. 12 , 25 ), tal vez por ser el representante original de
Antioquía. Sin embargo, para no oponerse a Pedro, en una ocasión Bernabé contemporizó
con las convicciones de este sobre la aceptación de los gentiles, dejando de comer con
ellos en Antioquía ( Gl 2.13 ).
Según Hch 15.36–40 , Bernabé y Pablo se separaron y aquel navegó acompañado de
Juan Marcos, rumbo a Chipre. Sin embargo, el testimonio posterior de Pablo referente a
Marcos ( 2 Ti 4.11 ) parece indicar que este aprovechó mucho el trabajo con su primo.
Algunos atribuyen a Bernabé la Epístola a los → HEBREOS . La llamada Epístola de
Bernabé , de tinte alejandrino, es seudónimo y data de ca. 125 d.C.
BESER ( fuerte ). Nombre de una ciudad y un hombre en el Antiguo Testamento.
1. Ciudad de refugio situada en los llanos al este del Jordán, asignada a la tribu de
Rubén ( Dt 4.43 ; Jos 20.8 ). Se designó como lugar de residencia para los hijos de Merari
de la tribu de Leví ( Jos 21.36 ; 1 Cr 6.63–78 ).
2. Hijo de Zofa de la casa de Aser ( 1 Cr 7.37 ).
BESO como saludo y muestra de afecto, amistad o reverencia. Los judíos lo practicaban
como prueba de afecto entre prometidos ( Gn 29.11ss ), cónyuges ( Cnt 8.1 ), parientes (
Gn 33.4 ; Rt 1.14 ; 1 R 19.20 ; Lc 15.20 ) y amigos ( 1 S 20.41 ) y como rito ceremonial (
1 S 10.1 ; cf. Est 5.2 , TA). Este último, en reconocimiento del «ungido de Dios» (cf. Sal
2.12 , RV-1909), puede ser una práctica cultual parecida a las que se hallan entre los
paganos. Besar la mano ( Job 31.27 ) o una imagen ( 1 R 19.18 ; Os 13.2 ) es un acto de
adoración. Además, el beso puede ser una simple provocación sexual ( Pr 7.13 ).
El beso más famoso de la Biblia fue el que Judas dio a Jesús, no como expresión de
amor, sino de traición ( Mt 26.48s ; Mc 14.44s ; Lc 22.47s ).
Entre los cristianos el beso expresa afecto comunitario ( Hch 20.37 ) y se menciona
en el saludo epistolar como «ósculo santo» ( Ro 16.16 ; cf. 1 Co 16.20 ), «ósculo de
amor» ( 1 P 5.14 ). Luego la práctica entró en la liturgia de la iglesia.
BESOR Arroyo que nace cerca de Aroer, sigue al oeste pasando por Beerseba y
desemboca en el Mediterráneo, a 8 km al sudoeste de Gaza. Se relaciona con la derrota
que David infligió a los amalecitas ( 1 S 30.9 , 10 , 21 ).
BESTIA Término usado en Reina-Valera para referirse a diferentes animales.
1. Animales vertebrados y mamíferos en contraste con las aves y los reptiles ( Gn
1.30 ), excluyendo, desde luego, al hombre.
2. Cualquiera de los animales inferiores, incluyendo a los reptiles y las aves ( Sal
147.9 ; Ec 3.19 ).
3. Animales salvajes ( Gn 37.20 ; Éx 23.11 ; cf. Tit 1.12 ).
4. Animales domésticos en general ( Gn 1.24 ; Jue 20.48 ; Pr 12.10 ; Ap 18.13 ),
aunque son frecuentes las alusiones a los asnos ( Gn 45.17 ), bueyes ( Gn 34.23 ; cf. Nm
35.3 ) y caballos ( 2 R 3.9 ). Estos últimos eran las bestias de carga en las campañas
militares.
La palabra bestia se usa en sentido figurado en la literatura apocalíptica. Las cuatro
bestias de la visión de Daniel ( Dn 7.3ss ) representan el poder destructivo personificado
por cuatro imperios, comenzando con el Imperio Babilónico. En Apocalipsis se habla de
dos bestias. Una sube del abismo ( Ap 11.7 ; 17.8 ) o del mar ( Ap 13.1 ); es escarlata (
Ap 17.3 ) y tiene siete cabezas y diez cuernos ( Ap 17.7 ). Simboliza al Imperio Romano
que persiguió a los cristianos, y a veces al emperador que se presenta como la
reencarnación de Nerón. En sentido más amplio simboliza a todo poder político que se
opone a Dios. La segunda bestia sube de la tierra, habla como dragón ( Ap 13.11 ) y se
identifica con el falso profeta ( Ap 16.13 ; 19.20 ; 20.10 ). Representa el culto que se
tributaba al emperador como dios y a los que promovían este culto. ( → ANTICRISTO ;
APOCALIPSIS .)
Cómo las versiones de la Biblia difieren ocasionalment en la traducción
de nobres de animales
Esta tabla muestra claramente que seis traducciones populares de la Biblia—Nacar-Colunga,
Reina Valera (1960), Dios habla hoy, La Biblia Latinoamérica, Biblia del Peregrino, La Biblia de
Jerusalén—algunas veces difieren en sus traducciones de los nombres de los animales en la
biblia. Estas diferencias existen porque los eruditos no concuerdan en el significado preciso de las
palabras hebreas subyacentes.
Referencia: Nacar-Colunga, Reina Valera (60), Dios habla hoy, La Biblia Latinoamérica,
Biblia del Peregrino, La Biblia de Jerusalén
REFERENCIA
NC
RV (60)
DHH
Éx 8.17
tábanos
piojos
mosquitos
Éx 36.19
piel de tejón piel de
pieles finas
tejón
Lv 11.18
pelícano
pelícano
cisne
Nm 23.22
unicornio
búfalo
búfalo
2 S 6.13
carnero
carnero
carnero
cebado
engordado gordo
1 R 10.22
monos
pavos reales monos
Sal 104.18
madriguera conejos
tejones
del damán
Is 11.8
áspid
víbora
cobra
Is 14.23
erizos
erizos
lechuzas
Is 34.11
lechuza
pelícano
búho
Jer 8.7
cigüeña
cigüeña
cigüeña
Lm 5.18
raposas
zorras
zorras
Am 4.9
langosta
oruga
langostas
LBL
BDP
tábanos
moscas
cueros finos pieles de
marsopa
somormujo corneja
búfalo
búfalo
ternero
ternero
cebado
cebado
monos
monos
conejos
tejones
BDJ
tábanos
cueros
finos
pelícano
búfalo
carnero
cebado
monos
damanes
víbora
erizos
pelícanos
cigüeña
las fieras
langostas
monos
erizos
pelícano
cigüeña
las raposas
langostas
serpiente
erizos
corneja
cigüeña
zorros
langosta
BET ( casa , templo o, simplemente, ubicación ). Es la segunda letra del alfabeto hebreo
( Sal 119.9ss ). Por lo general, figura como prefijo en palabras como: Bet-esda («casa de
misericordia»); Bet-avén ( casa de vanidad ); Bet-el ( casa de Dios ); Bet-lehem (Belén) (
casa de pan ), etc.
BETÁBARA ( la casa del vado ). Pueblo que, según Jn 1.28 , se hallaba «al otro lado
del Jordán, donde estaba bautizando». En los mejores manuscritos antiguos este pasaje
reza → « BETANIA , más allá del Jordán», pero el nombre Betábara prevaleció en ciertas
ediciones ( → CRÍTICA TEXTUAL ) por el apoyo decidido de Orígenes.
Por el contexto de Jn 1.28 , parece que el lugar era accesible a los sacerdotes, levitas y
fariseos de Jerusalén. Sin embargo, y aunque tradicionalmente se ubica frente a Jericó en
la ribera oriental del Jordán, el sitio exacto es un problema que todavía se discute.
BETANIA Nombre de dos aldeas del Nuevo Testamento.
1. Pueblecito al sudeste del Monte de los Olivos, a 3 km de Jerusalén, en el camino a
Jericó ( Mc 11.1 ). Es importante en los Evangelios por los acontecimientos del
ministerio de Jesús que ocurrieron allí.
En Betania residía → LÁZARO , el amigo que Jesús resucitó ( Jn 11 ), con sus hermanas
Marta y María. En casa de estos hermanos Jesús encontraba un ambiente familiar ( Lc
10.38–42 ), y allí permaneció durante la semana de la Pasión. En este mismo pueblo
ungieron a Jesús mientras se celebraba un banquete «en casa de Simón el leproso» ( Mt
26.6–13 ; Mc 14.3–9 ; cf. Jn 12.1–8 ) y aquí también ocurrió la ascensión ( Lc 24.50ss ).
La actual Betania lleva el nombre árabe El-Azariye (derivado de Lázaro).
2. Lugar «más allá del Jordán» ( Jn 1.28 , NC, HA y casi todas las versiones recientes,
→ BETÁBARA ), cuya ubicación ha permanecido incierta desde tiempos de Orígenes ( ca.
250 d.C.).
BET-ARÁN Ciudad que fortificó la tribu de Gad para albergar a sus mujeres y niños
mientras los hombres participaban en la conquista al otro lado del Jordán ( Nm 32.36 ;
Jos 13.27 ). Estaba ubicada en un lugar alto en el valle del Jordán, a 10 km al este del río
y a 13 de la desembocadura.
Herodes Antipas la reconstruyó y es muy probable que allí se celebrara la fiesta de
cumpleaños cuyas consecuencias fueron la decapitación de Juan el Bautista ( Mt 14.6–12
).
BET-AVÉN ( casa de iniquidad ).
1. Pueblo de Hai al este de Bet-el ( Jos 7.2 ; 18.12 ). De acuerdo con 1 S 13.5 ; 14.23 ,
estaba al oeste de Micmas. Fue escenario de una batalla entre Saúl y los filisteos.
2. Oseas 10.5 (cf. 4.15 ; 5.8 ) emplea el nombre Bet-avén en tono despectivo para
describir la condición de → BET-EL ( casa de Dios ) después de colocar allí el becerro de
oro.
BET-EL ( casa de Dios ). La ciudad que con más frecuencia se menciona en el Antiguo
Testamento después de Jerusalén. Estaba situada a 35 km al norte de Jerusalén y a 29 al
sur de Silo. No tenía defensas naturales, pero la abundancia de agua estimuló su
crecimiento. Parece que los cananeos tenían allí un santuario al dios El, pero el nombre
hebreo de la ciudad procede de la visión que Jacob tuvo en este lugar ( Gn 28.10–22 ).
En la Biblia aparece primero como sitio donde Abraham levantó un altar ( Gn 12.8 ;
13.3 , 4 ). Por la experiencia de Jacob el nombre adquirió el sentido especial de lugar de
revelación ( Gn 28.19 ; 35.1–7 ). Dios se refiere a sí mismo como «Dios de Bet-el» ( Gn
31.13 ) y le manda a Jacob volver allí. La segunda vez que Jacob fue a Bet-el, Jehová le
dijo que a partir de ese momento no se llamaría Jacob sino Israel, y se renovó el pacto
con Abraham ( Gn 35.10–15 ).
Foto de Howard Vos
Arqueólogos excavan el antiguo centro de sacrificios cananeo en
Bet-el.
Los arqueólogos han comprobado que la ciudad se quemó durante la época de Josué y
muchos suponen que la conquistaron al mismo tiempo que → HAI , que estaba un poco al
este de Bet-el ( Jos 7.2 ; 8 ).
Durante la época de los jueces el arca estaba en Bet-el ( Jue 20.18–28 ) aunque
después la llevaron a Silo. El territorio que Débora gobernaba se hallaba entre Bet-el y
Ramá ( Jue 4.5 ). Después de la caída de Silo, Samuel visitaba Bet-el todos los años para
resolver los problemas espirituales de sus habitantes ( 1 S 7.16 ).
Bet-el adquirió mala fama cuando Jeroboam I, al establecer el reino del norte, la
convirtió en santuario del culto a un becerro de oro para evitar que los israelitas volvieran
al templo de Jerusalén. Es probable que el becerro de oro no haya sido una representación
de Jehová, sino el guardián del trono de Dios ( 1 R 12.26–33 ; 2 Cr 13.8 , 9 ). Sin
embargo, la ira de Dios cayó sobre el rey por su desobediencia. Durante los días de Elías
y Eliseo había una escuela de profetas en la ciudad ( 2 R 2 ). En el siglo VIII, Amós
denunció las iniquidades de Bet-el, por lo que el sacerdote del santuario lo mandó salir de
la ciudad ( Am 7.12 , 13 ).
Cuando Asiria conquistó a Samaria (722 a.C.), no devastó a Bet-el. Como parte de sus
reformas, Josías de Judá destruyó el santuario pagano y procuró eliminar su sacerdocio,
pero dejó intacta la ciudad ( 2 R 23.15–20 ). Los babilonios o los persas sí la destruyeron
en la época del cautiverio. La ciudad volvió a levantarse puesto que Esdras y Nehemías
mencionan una pequeña población de este nombre ( Esd 2.28 ; Neh 7.32 ).
En el Nuevo Testamento no se nombra a Bet-el aunque llegó a ser más grande que
antes. Josefo dice que el emperador Vespasiano estableció allí una guarnición romana
( Guerras IV, ix, 9). el pueblo llegó a su apogeo en la época bizantina y desapareció al
comenzar el período árabe en la Tierra Santa.
BETESDA (transcripción griega de la voz aramea bet-jasdá , casa de misericordia ; las
variantes textuales rezan Betzatá o Betsaida). Estanque de cinco pórticos en Jerusalén,
donde los enfermos aguardaban la sanidad mediante las aguas. Aquí sanó Jesús a un
hombre enfermo desde hacía 38 años ( Jn 5.2–9 ).
No solo el nombre Betesda está en duda, por problemas textuales (el v. 4 falta en los
manuscritos más antiguos), sino su ubicación. En el v. 2 el original reza: «cerca del ... de
las ovejas»; algunas versiones suplen «puerta» (de acuerdo con Neh 3.1 , donde se
menciona una entrada en el muro septentrional de Jerusalén); otras, «abrevadero».
Si las primeras tienen razón, como es probable, el sitio tradicional es el correcto:
contiguo a la actual iglesia de Santa Ana, un poco al norte del área del templo. Se halla en
el barrio Betzatá (o Bezeta), y aquí los arqueólogos han excavado un estanque trapezoide
con sus cinco columnatas. A la par, en la pared de una antigua iglesia en ruinas, se nota
un fresco de un ángel que agita las aguas.
BETFAGÉ (en arameo, casa de higos ). Aldea cerca de Jerusalén, ubicada en la
vertiente este del Monte de los Olivos. Se menciona solo en relación con la entrada
triunfal de Jesús a Jerusalén ( Mt 21.1 ; Mc 11.1 ; Lc 19.29 ). En los relatos, Betfagé se
menciona antes de → BETANIA , lo que hace suponer que se hallaba al este de ella. Muchos
identifican a Betfagé con la actual ciudad musulmana de Sbu Dís.
BET-HORÓN ( casa de Horón , un dios de Canaán).
Nombre de las ciudades gemelas: «Bet-horón la de arriba» y «Bet-horón la de abajo».
La primera queda 16 km al noroeste de Jerusalén y la segunda 2 km más al noroeste y
270 m más baja que la primera ( Jos 16.3–5 ). Las dos las construyó Seera de Efraín ( 1
Cr 7.24 ). Salomón las reconstruyó y las convirtió en fortalezas ( 2 Cr 8.5 ). Una de ellas
se incluía entre las ciudades levíticas ( Jos 21.22 ). Según los libros apócrifos ( Jdt 4.4 , 5
; 1 Mac 9.50 ), después del cautiverio se fortificaron de nuevo. Muchos ejércitos pasaron
por las dos Bet-horón: el de los amorreos ( Jos 10.10 ), el de los filisteos ( 1 S 13.18 ) y el
de los sirios ( 1 Mac 3.16 , 24 ). Sanbalat, gobernador de Samaria, era de allí ( Neh 2.10 ).
BET-JESIMOT Pueblo situado cerca de la desembocadura del río Jordán en el valle
de Moab ( Nm 33.49 ). Moisés se lo dio a Rubén ( Jos 12.3 ; 13.20 ), pero Moab lo
reconquistó, tras lo cual creció en importancia ( Ez 25.9 ).
BET-NIMRA ( casa de agua pura o casa de leopardo ). Pueblo amurallado en las
llanuras de Moab. Moisés lo conquistó y lo cedió a Gad ( Nm 32.36 ; Jos 13.27 ). Se le
identifica con Nimra ( Nm 32.3 ) y Nimrim ( Is 15.6 ; Jer 48.34 ). Hoy existe un lugar
llamado Tel Nimrim, 24 km al este de Jericó.
BET-PEOR ( casa de Peor ). Valle al este del Jordán, frente a Jericó, donde Israel
acampó y Moisés les enseñó por última vez ( Dt 3.29 ; 4.1ss ; 4.46 ; 5.1 ss). A Moisés lo
sepultaron allí sobre el cercano monte Pisga ( Dt 34.6 ). Según Jos 13.20 , Bet-peor se le
cedió a Rubén.
BETSABÉ Esposa de → URÍAS , soldado heteo del ejército del rey David. Este, atraído
por su hermosura, la sedujo; luego hizo que Urías muriera en batalla y la tomó por
esposa. El profeta → NATÁN reprendió al rey y, como castigo de Jehová, el primer hijo de
esta unión murió ( 2 S 11 ; 12 ; cf. Sal 51 ). En la vejez de David, Betsabé se alió con
Natán para conseguir que su hijo → SALOMÓN ascendiera al trono y así llegar a ser la reina
madre ( 1 R 1.5–40 ). Presentó a Salomón la petición de → ADONÍAS para que se le diera
Abisag, concubina de David, solicitud que se interpretó como traición y redundó en la
muerte de Adonías ( 1 R 2.13–25 ).
BETSAIDA (en arameo, lugar de pesca ). Ciudad ubicada a la orilla norte del lago de
Galilea, cerca de la desembocadura del Jordán.
Según Juan 1.44 y 12.21 , Betsaida era la ciudad natal de Felipe, Andrés y Pedro. Sin
duda, Jesús la visitaba a menudo ( Mc 6.45 ; 8.22 ), pero los Evangelios solo mencionan
un milagro hecho allí, la curación gradual de un ciego ( Mc 8.22–26 ). En un lugar
desierto en sus inmediaciones ocurrió la alimentación de los 5.000 ( Mc 6.31–45 //; Jn
6.1–15 ).
A pesar del ministerio de Jesús, Betsaida no se arrepintió y por lo tanto fue objeto de
una advertencia severa ( Mt 11.21 ; Lc 10.13 ).
La reconstrucción de Betsaida la realizó → FELIPE , el tetrarca, elevándola al rango de
ciudad ( Jn 1.44 ), y le puso el nombre de Julia en honor de la hija del emperador
Augusto.
Betsaida se ha identificado con dos sitios actuales al este del Jordán, cercanos entre
sí: et-Tell y Musadiya. Marcos 6.45 (cf. Jn 6.17 ). Parece indicar que había otra Betsaida
al oeste del Jordán. Se supone que en la ribera oeste del río había un barrio de Betsaida,
Julia.
BET-SÁN Lugar cuyo nombre aparece en la historia con variantes desde el siglo XV
a.C. en adelante. En Jue 1.27 es una de las ciudades entregadas a Manasés. Según Jos
17.16 , se hallaba en el valle de Jezreel. Según 1 S 31.10 era una ciudad filistea cerca del
monte de Gilboa. Lo anterior hace pensar que se hallaba al sudeste del valle de Jezreel.
La historia de Bet-sán comienza cuando Tutmosis III la tomó después de la batalla de
Meguido, ca. 1467 a.C. Siguieron tres siglos de dominio egipcio, durante los cuales se
usó la ciudad como defensa contra los enemigos del norte.
Foto de William A. VanGemeren
Teatro del período romano, con el monte del antiguo Bet-sán ( 1 S
31.8–10 ) al fondo.
Al conquistar a Canaán los israelitas no expulsaron completamente a los habitantes de
Bet-sán ( Jue 1.27 ), quizás por los carros de hierro que aquellos poseían ( Jos 17.11 , 16
). Los filisteos colgaron el cadáver de Saúl en los muros de Bet-sán ( 1 S 31.10 , 12 ; 2 S
21.12 ). En el siglo X a.C., la ciudad formaba parte del reino de Salomón ( 1 R 4.12 ).
Sisac I la saqueó ca. 926 a.C. ( 1 R 14.25 ).
Durante el período griego se llamaba Escitópolis, situada en el camino de Jerusalén a
Damasco. En 107 a.C. Juan Hircano capturó la ciudad. Luego Pompeyo la tomó y la
incorporó al Imperio Romano. En tiempos de Cristo figuraba entre las ciudades de la →
DECÁPOLIS .
BET-SEMES ( casa o templo del sol ). Ciudad en la frontera septentrional de Judá, 25
km al norte de Laquis y 35 al oeste de Jerusalén, sobre la carretera entre esta y las
ciudades de Asdod y Ascalón. Aunque por mucho tiempo fue importante para la defensa
de Israel contra los filisteos, se menciona poco en el Antiguo Testamento. Cuando los
filisteos devolvieron el arca, la mandaron a Bet-semes ( 1 S 6.9ss ), donde murieron
algunos hombres de la ciudad por mirar su contenido.
Los arqueólogos han descubierto seis estratos, de la Edad Media del Bronce en
adelante. El más antiguo es de 2200–1700 a.C. El siguiente data de la época de los hicsos
(1700–1500), quienes al dominarla construyeron en el sitio de Bet-semes una ciudad
fortificada. Entre 1500–1200 floreció allí una ciudad cananea. Las casas estaban bien
construidas y parece que fue una ciudad próspera. La destruyeron (quizás los israelitas) y
durante el tiempo de los jueces (1200–1000) surgió otra ciudad de construcción inferior.
Esta también la asolaron, quizás durante una batalla entre israelitas y filisteos.
David la incorporó a su reino y todavía se puede ver la casa del gobernador. La vida
de Bet-semes terminó de repente a fines del siglo X a.C., tal vez como resultado de la
invasión del faraón Sisac ( 1 R 14.25 ). Aunque más tarde otra ciudad ocupó el lugar, era
solo una pobre imitación de las anteriores. Cerca de esta ciudad peleó Joás, rey de Israel,
contra Amasías, rey de Judá ( 2 R 14.11ss ) y fue esta la que los filisteos quitaron a Acaz (
2 Cr 28.18 ).
BET-SUR ( casa de roca ). Ciudad edificada sobre las rocas típicas de Judea. Se
encontraba entre Hebrón y Belén. Roboam la fortificó junto con otras ciudades para la
defensa de Judá ( 2 Cr 11.7 ; cf. Neh 3.16 ). Fue estratégica en las guerras de los
Macabeos (1 y 2 Mac) que levantaron allí una de sus mejores fortalezas. Judas Macabeo
derrotó allí a los griegos que comandaba Lisias en 165 a.C.
BETUEL Hijo de Nacor y Milca ( Gn 24.24 ), parientes ambos de Abraham ( Gn
11.27–29 ; 24.15 ). Poco se sabe de Betuel. Se menciona junto con Labán cuando se hace
el compromiso de Rebeca con Isaac ( Gn 24.50 ).
BEZALEEL ( a la sombra de Dios ).
1. Hijo de Uri, de la tribu de Judá, Dios lo dotó de sabiduría y de una extraordinaria
habilidad para labrar oro y otros metales preciosos y madera ( Éx 31.2–5 ; 36.2 ). Sus
trabajos como principal constructor del tabernáculo se describen en Éx 37.1–38.23 .
2. Hijo de Pahat-moab al que Esdras convenció para que dejara su mujer extranjera (
Esd 10.30 ).
BEZEC En el Antiguo Testamento, nombre de una ciudad y un lugar.
1. Ciudad cananea en el territorio de Judá que conquistaron Judá y Simeón ( Jue 1.1–
7 ). No se ha determinado con certeza dónde se hallaba. Se cree que estaba cerca de
Gezer.
2. El lugar donde Saúl organizó su ejército antes de ir al rescate del pueblo en Jabes
de Galaad ( 1 S 11.8 ). Tal vez estaba a unos 21 km al nordeste de Siquem.
BIBLIA (plural griego de biblión , libro breve , o sea, colección de libros breves ).
Nombre dado a la colección de escritos que la iglesia cristiana considera divinamente
inspirados. Comenzó a utilizarse a fines del siglo IV d.C. En griego ta biblía era un
neutro plural, pero al pasar al latín se le atribuyó el género femenino, debido a su
terminación en «a». De allí nuestra costumbre en castellano de referirnos a «la Biblia».
El número de libros incluidos en la Biblia varía según el canon que cada
denominación acepta ( → CANON DEL ANTIGUO TESTAMENTO ; CANON DEL NUEVO TESTAMENTO ;
TEXTOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO ; TEXTOS DEL NUEVO TESTAMENTO ; VERSIONES ). En general,
todas las iglesias concuerdan en los veintisiete libros del Nuevo Testamento, pero el
número de libros del Antiguo Testamento varía según una iglesia siga el canon griego
(como la iglesia católica romana y la ortodoxa griega), o el canon hebreo (como las
protestantes).
Foto de Howard Vos
Fragmentos de papiro con porciones de Juan 18 que datan más o
menos del 125–150 d.C.
La Biblia se divide en dos partes: el Antiguo Testamento, escrito antes de Jesucristo, y
el Nuevo Testamento, que se refiere a la vida de nuestro Señor y al trabajo de la Iglesia en
las primeras décadas después de la resurrección. Casi todo el Antiguo Testamento se
escribió originalmente en → HEBREO , aunque algunas porciones están en → ARAMEO , el
idioma que se hizo común entre los judíos unos pocos siglos a.C. También hay algunos
libros del Antiguo Testamento catolicorromano que al parecer se escribieron
originalmente en griego y que forman parte de los libros → APÓCRIFOS . En general, estos
libros forman parte de la Biblia griega y latina, pero no de la hebrea. Todo el Nuevo
Testamento se escribió originalmente en → GRIEGO , que era la lengua común del
comercio y la comunicación de la época de Jesucristo. Hace algún tiempo se creía que
parte del Nuevo Testamento (como el Evangelio de → MATEO ) se escribió originalmente
en arameo. Pero hoy casi todos los eruditos rechazan esta teoría.
De todos los libros que la humanidad ha conocido, ninguno ha ejercido tanta
influencia como la Biblia. Sobre ella se han escrito millares de estudios; autores famosos
han tomado de ella temas para sus obras; pensadores y científicos se han inspirado en
ella; y aun movimientos antagónicos al cristianismo, como el islam y el marxismo, han
tomado de ella buena parte de sus doctrinas. Completa o en parte se ha traducido a más
de mil idiomas, y brinda la base doctrinal a centenares de iglesias en culturas y
situaciones muy diversas.
Foto de Howard Vos
Porciones de un comentario del libro de Habacuc, uno de los
antiguos documentos incluidos entre los rollos del mar Muerto.
Los primeros cristianos creían firmemente que Dios inspiró el Antiguo Testamento (
→ INSPIRACIÓN ) y cuando usaban el término → ESCRITURAS se referían solo a esta parte,
pues el Nuevo Testamento aún no se había escrito ni compilado. Sin embargo, esto creaba
varios problemas. Para los cristianos, la interpretación tradicional del Antiguo Testamento
estaba equivocada, pues los judíos no admitían a Jesucristo como culminación de las
promesas dadas a Israel. En Jn 5.39 , Jesús mismo advierte a los judíos que es en Él, y no
sencillamente en las Escrituras, donde hay vida eterna. Luego, los cristianos tenían que
demostrar que Jesucristo era la culminación de las Escrituras y ellos eran el nuevo Israel.
El modo más sencillo de mostrar esto era apelando a las → PROFECÍAS del Antiguo
Testamento, y mostrar su cumplimiento en Jesucristo. De ahí que en los Evangelios, al
narrar los acontecimientos de la vida de Jesús, aparezca a menudo la frase «para que se
cumpliese lo que fue dicho» ( Mt 1.22 ; 4.14 ; 8.17 ; Jn 17.12 ; 19.24 ; etc.), o la frase
«conforme a las Escrituras» ( 1 Co 15.3s ; → CITAS ). Este método de interpretación
bíblica no lo crearon los cristianos, sino que ya existía desde mucho antes ( → QUMRÁN ;
INTERPRETACIÓN ). A decir verdad, en la misma época de Jesús hubo varias personas que
pretendieron ser el cumplimiento de las profecías ( → MESÍAS ). El argumento poderoso
que utilizaban los cristianos, para entender los episodios de la vida de Jesús, era la
relación con las profecías antiguas. Por consiguiente, el método más común para
interpretar el Antiguo Testamento fue el de buscar en él profecías de los hechos
mencionados en el Nuevo Testamento.
Foto: Servicio fotográfico Levant
Colinas cerca de la ciudad de Anatot, hogar del profeta Jeremías (
Jer 1.1 ).
Sin embargo, esto no bastaba para interpretar todo el Antiguo Testamento, ya que
buena parte de él no consistía en profecías que se pudiesen relacionar directamente con el
Nuevo Testamento. Por esta razón, algunos cristianos recurrieron a un método de
interpretar el Antiguo Testamento, también conocido entre judíos y griegos: el alegórico.
Según esta interpretación hay pasajes en el Antiguo Testamento que no deben entenderse
literalmente, sino como una → ALEGORÍA en la que se expresa una verdad en lenguaje
simbólico. El apóstol Pablo utiliza este método en 1 Co 9.8ss , donde interpreta la antigua
ley judía «no pondrás bozal al buey que trilla», no en el sentido literal, «como si Dios se
ocupase de los bueyes», sino en un sentido simbólico.
El método alegórico, sin embargo, no es común en el Nuevo Testamento, pues
encierra dos peligros serios: en primer lugar, tiende a dejar a un lado el carácter histórico
de las narraciones del Antiguo Testamento, y por tanto puede olvidar que el Dios allí
descrito se revela en la historia, en medio de las acciones de los hombres. En segundo
lugar, el método alegórico puede llevar fácilmente a las más absurdas interpretaciones del
texto.
Foto de Gustav Jeeninga
Un rollo hebreo del libro de Ester, leído en las sinagogas durante la
Fiesta de Purim.
Para evitar los riesgos anteriores, la mayoría de los autores del Nuevo Testamento
interpretan el Antiguo Testamento mediante una clase de alegoría modificada llamada →
TIPOLOGÍA . Según esta interpretación, los hechos relatados en el Antiguo Testamento son
reales y en ellos Dios dio una señal de los acontecimientos que ocurrirían en el Nuevo
Testamento. Para entenderlo mejor, tómese p. ej. Gl 4.21–31 ; donde Pablo se refiere «al
hijo de la sierva y al de la libre» como una alegoría. Aquí, sin embargo, Pablo no niega el
hecho histórico que está discutiendo. Al contrario, da por sentado que lo narrado en el
texto del Génesis sucedió de verdad; pero entonces le añade al acontecimiento histórico
un sentido simbólico: nosotros no somos hijos de la esclava, sino de la libre. Otro
ejemplo de este método puede verse en 1 Co 10.1–11 , donde Pablo interpreta la situación
histórica de Israel en Éxodo como un hecho real que prefigura la vida de la Iglesia.
En resumen, los escritores del Nuevo Testamento, y la mayoría de los más antiguos
autores cristianos, veían en la Biblia de su tiempo, es decir en el Antiguo Testamento, la
→ PALABRA DE DIOS , pero la interpretaban desde un punto de vista cristocéntrico. Los
pasajes proféticos referentes a Jesucristo, debían entenderse como tales. La alegoría era
lícita y hasta necesaria. Pero tanto la profecía como la alegoría tenían que entenderse a la
luz del Señor de la Iglesia, quien era para los primeros cristianos el centro de la Biblia.
Bibliografía:
IB II, pp. 177–189. X. León-Dufour, Los Evangelios y la historia de Jesús , Estela,
Barcelona, 1966, pp. 228–235; 365–369. L. Alfonso Schökel, La palabra inspirada , Herder,
Barcelona, 1966. Justo L. González, Jesucristo es el Señor , Editorial Caribe, San José, 1972, pp.
15–25.
BIBLIA, DIVISIONES PRINCIPALES DE LA La Biblia posee dos grandes
divisiones conocidas como Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. Los libros del
Antiguo Testamento se escribieron en un período de 1.000 años aproximadamente. El
Antiguo Testamento nos narra la preparación realizada para el advenimiento de Cristo.
El Nuevo Testamento se escribió en un período de más o menos 60 años. Esta parte
de la Biblia nos narra la venida, vida y ministerio de Cristo, así como el crecimiento de la
iglesia primitiva.
Un vistazo a los libros de la Biblia y su clasificación
ANTIGUO TESTAMENTO
Pentateuco o Ley
Libro
Génesis
Éxodo
Levítico
Números
Deuteronomio
Resumen
Creación y establecimiento de la relación de pacto
Liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto
Ley ceremonial
El pueblo de Dios vaga por el desierto
Moisés entrega la Ley de nuevo antes de que el pueblo entre a la tierra
prometida
Historia de Israel
Libro
Josué
Jueces
Rut
1y2
Samuel
1 y 2 Reyes
1y2
Crónicas
Esdras
Nehemías
Ester
Resumen
Conquista y división de la tierra prometida
Varios jueces o líderes militares rescatan a la nación de Israel
Hermoso relato sobre el amor y el cuidado de Dios
La historia primitiva de Israel que incluye los reinados de Saúl y David
Historia política de Israel concentrada en los reinados de ciertos reyes desde
el tiempo de Salomón hasta el cautiverio babilónico del pueblo judío
Historia religiosa de Israel que abarca el mismo período de 2 Samuel y 1 y 2
Reyes
Regreso del pueblo judío del cautiverio en Babilonia
Reedificación de las murallas de Jerusalén después que los cautivos
regresaron de Babilonia
Cuidado de Dios hacia su pueblo bajo el dominio gentil
Sapienciales
Libro
Job
Salmos
Proverbios
Eclesiastés
Cantar de los
cantares
Resumen
Evaluación de los problemas del mal y el sufrimiento humano
Libro de cantos o himnario del antiguo Israel
Dichos sabios y observaciones creadas para fomentar conducta y
actitudes apropiadas
Descripción filosófica de lo vacía que es la vida sin Dios
Canto de amor que representa la belleza de una relación humana como
símbolo del amor divino
Profetas mayores
Libro
Isaías
Jeremías
Lamentaciones
Ezequiel
Daniel
Resumen
La principal profecía de condena y consolación mesiánica
Mensaje de juicio contra la moral de Judá y el deterioramiento espiritual
Cinco poemas de lamento por la caída de Jerusalén
Profecía de juicio durante el cautiverio babilónico
Libro de profecía sobre los postreros tiempos
Profetas menores
Libro
Oseas
Joel
Amós
Abdías
Jonás
Miqueas
Nahum
Habacuc
Sofonías
Hageo
Zacarías
Malaquías
Resumen
Mensaje de condenación a Israel seguido por el perdón de Dios
Predicción de la invasión extranjera como juicio de Dios
Edictos de juicio contra las naciones, sobre todo a Israel
Libro que profetiza la destrucción total de Edom
Relato sobre un profeta desobediente que llevó a Nínive al arrepentimiento
Predicción de juicio y promesa de restauración mesiánica
Profecía sobre la destrucción de Nínive
Un profeta que discutió con Dios y alabó su inminente juicio contra Judá
Predicción de juicio destructivo seguida de tremenda bendición
Llamado a reedificar el templo después que regresan de Babilonia.
Profecía mesiánica que llama a terminar la construcción del templo
Profecía de destrucción seguida de la bendición mesiánica
NUEVO TESTAMENTO
Evangelios
Libro
Resumen
Mateo Se presenta a Cristo como el cumplimiento de la profecía mesiánica del Antiguo
Testamento
Marcos Quizás el primero de los Evangelios, se centra en el ministerio de Cristo
Lucas La biografía más completa sobre Cristo, enfocándose en su perfección y
ministerio de salvación
Juan
El Evangelio más simbólico que presenta a Cristo como el Hijo de Dios
Historia de la iglesia primitiva
Libro
Hechos
Resumen
Historia de la expansión de la iglesia primitiva
Epístolas del apóstol Pablo
Libro
Romanos
1 Corintios
2 Corintios
Gálatas
Efesios
Filipenses
Colosenses
1y2
Tesalonicenses
1 y 2 Timoteo
Tito
Filemón
Resumen
Explicación de la fe cristiana para judíos y gentiles, dirigida a la
iglesia en Roma
Instrucciones a la iglesia en Corinto que lidia con problemas entre
cristianos
Defensa de Pablo y explicación de su apostolado
Importancia de la necesidad de justificación por fe antes que por obras
Carta a la iglesia en Éfeso explicando la posición del creyente en
Cristo
Carta gozosa a la iglesia en Filipos, relata la fe triunfante de Pablo
durante su encarcelamiento
Consideración de la supremacía de Cristo, escrita a la iglesia en
Colosas
Instrucciones a la iglesia en Tesalónica sobre la venida del Señor
Manuales de liderazgo para el joven pastor en Éfeso
Manual de conducta cristiana para líderes de la iglesia, escrita a un
joven pastor de Creta
Petición por la unidad cristiana y el perdón del esclavo fugado
Epístolas generales
Libro
Hebreos
Resumen
Presentación de Jesucristo como Sumo Sacerdote, dirigida a los creyentes
judíos
Santiago
Instrucciones prácticas para el cristianismo aplicado
1 Pedro
Pedro consuela y anima a cristianos que sufren
2 Pedro
Advertencia de Pedro contra los falsos maestros
1 Juan
Recordatorio de Juan sobre la plenitud de la humanidad de Cristo
2 Juan
Carta de aliento y aprobación de Juan
3 Juan
Nota personal de aprecio de Juan para Gayo
Judas
Fuerte advertencia contra los falsos maestros
Apocalipsis Profecía de aliento sobre los días finales y el triunfo definitivo de Dios
BIBLIA, VERSIONES Y TRADUCCIONES DE LA La Biblia se comenzó a
traducir a otros idiomas en Egipto en el siglo III a.C. Fue en esta época que se tradujo el
Antiguo Testamento del hebreo al griego. Según la tradición, 70 eruditos judíos (algunos
dicen 72) acometieron la empresa. De ahí surge el nombre de la versión Septuaginta .
En los días de Jesús, el griego era el idioma universal. A este solo lo superaba el latín
debido a la extensión de la hegemonía romana. A mediados del siglo III d.C., partes del
Nuevo Testamento aparecieron en este idioma, además del copto y siriaco. Después de
una compilación de varias porciones en latín, Jerónimo, obispo de Milán, produjo una
versión conocida como la Vulgata ( ca . 382 d.C.). Esta fue la versión que la Iglesia usó
durante la Edad Media.
Debido a que en España el latín cayó en desuso entre la gente común, Alfonso X, rey
de Castilla y León, ordenó la traducción de la Vulgata al castellano. La obra se concluyó
en 1280 y fue quizás la primera versión en idioma moderno.
Sin embargo, posteriormente surgieron numerosas versiones. Algunas solo del
Antiguo Testamento, como la Biblia del duque de Alba, traducida por el judío Moisés
Arragel para la comunidad judía española. También para los judíos se publicó en 1533 la
Biblia de Ferrara. No obstante, en la época de los Reyes Católicos se prohibió la
divulgación de la Biblia, pues temían que surgieran doctrinas contrarias a la iglesia de
Roma.
Foto de Gustav Jeeninga
Una excavación arqueológica en la antigua Saretán ( Jos 3.16 ) al
sur de Israel.
Versiones Católicas
Con el tiempo, las cosas cambiaron y los católicos han publicado varias versiones.
Las primeras se hicieron a partir de la Vulgata (p. ej., Felipe Scío de San Miguel, 1793;
Félix Torres Amat, 1823; Rivera, primera que se publicó en América en 1833). No
obstante, posteriormente los católicos publicaron varias versiones traducidas
directamente de los idiomas originales. Estas son algunas de las versiones católicas:
Torres Amat , publicada en Madrid en 1825. Traducida a partir de la Vulgata .
Nácar-Colunga , publicada en Madrid en 1944.
Bover-Cantera , publicada en Madrid en 1944.
Versión de Straunbinger , publicada en Buenos Aires en 1944.
Edición Popular de las Sagradas Escrituras , de la Editorial Herder y publicada en
Madrid en 1964.
Biblia de Jerusalén , traducida por un equipo de lingüistas dirigido por José Ángel
Ubieta y publicada en 1966.
La Biblia para Latinoamérica , traducida por un equipo de lingüistas dirigido por
Ramón Ricciardi y publicada en Madrid en 1972.
Foto: Servicio fotográfico Levant
Ruinas romanas en Hierápolis, una ciudad en la provincia de Asia
mencionada por el apóstol Pablo ( Col 4.13 ).
Versiones Protestantes
Algunos evangélicos españoles huyeron de su patria, a fin de escapar de la
Inquisición que tomó auge después de la Reforma, y se dedicaron con fervor a la
traducción de la Biblia. De ahí que surgieran las «Biblias del exilio», que en su mayoría
no eran Biblias completas. Mencionaremos tres de dichas traducciones.
Juan de Valdés . Tradujo en 1534 los Salmos, los Evangelios y las Epístolas a los
Romanos y a los Corintios.
Francisco de Enzinas . En 1543 tradujo el Nuevo Testamento.
Casiodoro de Reina . De todas las traducciones que se produjeron durante el Siglo de
Oro de la literatura castellana, nada supera a esta. Casiodoro de Reina fue el primer
evangélico en traducir la Biblia directamente de los idiomas originales. Cipriano de
Valera la revisó y publicó en 1602. Posteriormente, varias veces se ha revisado y cotejado
con los idiomas originales. La última que se publicó fue la de 1960. De esta se han hecho
numerosas ediciones para el estudio de la Biblia:
Biblia anotada de Scofield . Publicada por W.H. Walker, con la colaboración de
Emilio A. Núñez, en 1966.
Biblia de Estudio , publicada en 1977 por Editorial Mundo Hispano.
Biblia de Estudio Harper/Caribe , publicada en 1980 por Editorial Caribe.
Biblia Thompson , publicada en 1987 por Editorial Vida.
Biblia Plenitud , edición castellana de la Spirit Filled Life Bible . Fue publicada en
1994 por Editorial Caribe.
Biblia del diario vivir , edición castellana de la Life Application Bible . Fue publicada
en 1997 por Editorial Caribe.
Foto de Howard Vos
Los campos de Booz, cerca de la ciudad de Belén ( Rt 2.1–4 ).
Revisiones Posteriores de La Reina-Valera
Revisión 1977 . Publicada por la Editorial CLIE de Barcelona.
Reina-Valera Actualizada . Publicada por la Casa Bautista de Publicaciones en 1989.
Revisión 1995 . Publicada por las Sociedades Bíblicas en América Latina.
Otras Versiones
Versión Moderna . Publicada en 1893 por la Sociedad Bíblica Americana, de una
traducción a partir de los idiomas originales.
Dios habla hoy o Versión Popular . Difundida por las Sociedades Bíblicas Unidas. Se
ha publicado una versión para España y otra para América Latina. De ambas se han
impreso ediciones interconfesionales que incluyen los libros apócrifos.
La Biblia al día . Paráfrasis de las Sagradas Escrituras que se preparó siguiendo el
estilo de la famosa Living Bible estadounidense.
BIENAVENTURANZA → SERMÓN DEL MONTE .
BILDAD Uno de los tres amigos de → JOB que fueron a consolarlo ( 2.11 ) y que
entablaron con él un largo diálogo en busca de las razones de su desgracia. Bildad
interviene en 8.1 ; 18.1 y 25.1 . Su identificación como «suhita» lo relaciona con una
tribu aramea que merodeaba al sudeste de la Tierra Santa.
BILHA ( tranquila ). En el Antiguo Testamento, el nombre de una ciudad y una mujer.
1. Sirvienta de Raquel que, por causa de su propia esterilidad, se la dio por concubina
a Jacob. Fue madre de → DAN y de → NEFTALÍ ( Gn 30.1–8 ; cf. Gn 35.22 ; 49.4 ).
2. Ciudad de los descendientes de Simeón ( 1 Cr 4.29 ).
BITINIA Territorio en la parte noroeste de Asia Menor. Colinda al oeste con el mar de
Mármara y Misia, al norte con el mar Negro, al sur con Galacia y Frigia, y al este con la
antigua región de Paflagonia. Su nombre primitivo fue Bebricia, pero el actual parece
derivarse de los tinios, tribu tracia que dominó la región.
Formó parte del reino de Lidia y del Imperio Persa, y llegó a ser independiente con la
victoria de Alejandro Magno. Cayó más tarde en poder de los romanos y Pompeyo la
constituyó, junto con el Ponto, en provincia proconsular (65–63 a.C.).
Pablo intentó ir a Bitinia entrando por Misia, pero el Espíritu no se lo permitió ( Hch
16.7 ).
La mención de Bitinia en 1 P 1.1 y en las cartas de Plinio el Menor, comisionado
especial de Bitinia y el Ponto (111–113 d.C.), indica la existencia de congregaciones
cristianas allí.
BLANCA (en griego, lepton , pequeño ). Única moneda judía mencionada en el Nuevo
Testamento. Era de cobre y equivalía a la mitad del → CUADRANTE romano ( Mc 12.42 //).
Representaba la moneda de menor valor ( Lc 12.59 ). La viuda echó dos blancas al →
ARCA porque la tradición rabínica las establecía como la ofrenda mínima.
BLANCO → COLORES .
BLASFEMIA El Antiguo Testamento designa como blasfemia toda expresión o
acción injuriosa e irreverente contra Dios o sus representantes. A veces era simplemente
un pensamiento no expresado ( Job 1.5 ).
Tanto se temía incurrir inconscientemente en la blasfemia que prohibía el tercer
mandamiento ( Éx 20.7 ; Dt 5.11 ), que los judíos, prefiriendo una forma alterada, dejaron
de pronunciar el nombre de Dios, por lo que hoy se ignora la verdadera pronunciación de
«Jehová» ( Is 52.6 ; Ez 36.20 ). En el libro de Ester hasta se suprimió el nombre divino,
para que los paganos no lo blasfemaran al leerlo. Los pecados de Israel y los castigos que
sufrió podían también motivar la blasfemia de los enemigos ( 2 S 12.14 ; Sal 74.10 , 18 ;
Is 37 passim ; 52.5 ).
La blasfemia se castigaba con la muerte ( Lv 24.10–16 ; 1 R 21.10 , 13 ; cf. la
lapidación de → ESTEBAN en Hch 6.13 ). Profanar el sábado también se consideraba
blasfemia ( Nm 15.32ss ).
En el Nuevo Testamento se concibe la blasfemia con la misma seriedad que en el
Antiguo Testamento. La más grave acusación contra Jesús fue la de blasfemia ( Mt 9.3 ;
Mc 2.7 ; 14.64 ; Lc 5.21 ), aunque al denunciarle ante las autoridades romanas, tenían que
acusarle de ofensas civiles ( Lc 23.2 ). En cambio, para los primeros creyentes, era
blasfemia despreciar a Cristo ( Mt 27.39 ; Mc 15.29 ; Lc 22.65 [injuriaban o
blasfemaban, en griego]; Hch 13.45 ; 18.6 ).
El mayor pecado que la Biblia registra es la blasfemia contra el Espíritu Santo ( Mt
12.31s ; Mc 3.28s ). Para la debida interpretación de este tipo de blasfemia, deben
compararse Heb 6.4–6 y 1 Jn 5.16s . Estos versículos constituyen una solemne
advertencia contra el deliberado y persistente rechazo de la salvación en Cristo que ofrece
a los pecadores el Espíritu Santo. Tal actitud es blasfemia contra el Espíritu que al final
«no le será perdonada». Vivir de manera que se menosprecie la fe también es blasfemia
muy grave ( 1 Ti 1.20 ; 2 P 2.2 ).
En la cultura helénica la blasfemia no implicaba consecuencias tan funestas.
Significaba más bien varios grados de difamación como burla o calumnia ( Col 3.8 ; 1 Ti
6.4 ; Ap 2.9 ).
BOANERGES (en hebreo o arameo, hijos del trueno ). Apodo que Jesús dio a los
hijos de Zebedeo según Mc 3.17 . Marcos no explica por qué, pero la conducta de los dos
relatada en Lc 9.49 , 51–56 es indicativa. Se supone que el carácter «tronador» de Jacobo
motivó su martirio ( Hch 12.2 ). Pero es notable que Juan llegara a ser el «apóstol del
amor».
BOAZ → JAQUÍN .
BOCA Órgano para emitir la voz con la colaboración de los dientes y la → LENGUA . La
primera parte del sistema digestivo.
En los dos testamentos se habla de la boca del hombre, de los animales y, como un
antropomorfismo, de la boca de Dios. Metafóricamente, también las cosas inanimadas
tienen boca: el pozo ( Sal 69.15 ), el costal ( Gn 42.27 ), la tierra ( Gn 4.11 ; Ap 12.16 ).
El que habla por otro se constituye en boca de aquel ( Éx 4.16 ), de ahí que la boca se
relacione también con la palabra del otro ( Dt 17.6 ).
Según las enseñanzas de Cristo, la boca revela las intenciones del corazón ( Lc 6.45 ).
BOCINA Instrumento musical de viento, cuyo nombre, la mayoría de las veces en el
Antiguo Testamento, constituye una traducción de los términos hebreos shofar o qeren ,
que significan → CUERNO . Era más un instrumento de señal o alarma que de música, y
aparece en las campañas militares de Josué ( Jos 6.20 ) y de Gedeón ( Jue 7.16–22 , RV1909); tal vez la → TROMPETA que Pablo menciona (p. ej., 1 Co 14.8 ) sea una bocina.
La bocina también se menciona entre los instrumentos de la orquesta de
Nabucodonosor ( Dn 3.5 ). Sin duda, las primeras se hicieron de cuernos de animales y
para ello servía cualquier tipo de cuerno, excepto los de vaca. Para anunciar el año nuevo
se hacía sonar en el templo un cuerno de macho cabrío; era recto y con la boquilla
enchapada de oro. El cuerno usado en los días de ayuno era de carnero, curvado y con la
boquilla enchapada de plata. Aún se usa en la sinagoga.
BODAS → MATRIMONIO .
BOLSA Pequeño saco hecho de piel o seda tejida, que por lo general se sujetaba al
cinturón y servía para guardar monedas ( Pr 1.14 ; 7.20 ; Lc 22.35s ). Los comerciantes la
usaban también para guardar las pesas ( Dt 25.13 ; Is 46.6 ; Miq 6.11 ). Colgada del
cuello, la «bolsita de mirra» ( Cnt 1.13 , BJ) perfumaba los pechos de la amada.
En el Oriente el cinturón mismo se usaba como bolsa; a esta práctica alude Jesús en
Mt 10.9 .
La palabra traducida bolsa en Jn 12.6 y 13.29 se refiere en realidad a una cajita como
la que los músicos de oboe usaban para llevar sus lengüetas; allí Judas guardaba los
fondos comunes de los doce.
La expresión «saco roto» ( Hag 1.6 ) es alusión simbólica a una economía y un
bienestar ficticios. Igualmente metafóricas son las bolsas de Lc 12.33 , ya que las que
contenían grandes cantidades se sellaban ( Job 14.17 ). También se habla de la «bolsa de
la vida» ( 1 S 25.29 , BJ).
BOOZ Hombre acomodado de Belén ( Rt 2.3–4 ), descendiente de Judá y pariente de →
ELIMELEC , el marido de → NOEMÍ ( Rt 2.1 ). Hacendado benevolente según su tradición
patriarcal. Fue hombre de buen espíritu y estricta integridad. Aprobó que → RUT , la
moabita, viuda del hijo de Elimelec, recogiera espigas en sus campos. Luego, por la ley
del → LEVIRATO , la redimió tomándola por esposa. Fue padre de → OBED y abuelo de →
DAVID . Así vino a formar parte del linaje real de Judá al que pertenecía el Mesías ( Rt 1–4
; Mt 1.5 ).
Posiblemente, una de las columnas del templo de Salomón llevaba su nombre ( 1 R
7.21 ; 2 Cr 3.17 ).
BORDE → FLECOS .
BORRACHERA → EMBRIAGUEZ .
BOSRA ( pastor ). Nombre de dos ciudades en el Antiguo Testamento.
1. Capital de Edom, ciudad muy antigua ( Gn 36.33 ; 1 Cr 1.44 ; Is 34.6 ; 63.1 ; Jer
49.13 , etc.). Se identifica con la moderna ciudad de Buseira, 32 km al sudeste del mar
Muerto y 50 km al norte de Petra. Fue ciudad inexpugnable en tiempo de los edomitas y
sede de las principales guarniciones de estos en el norte de Edom. Protegía los caminos a
las minas de cobre en el Arabá. Para los profetas era símbolo de oposición; destruir esta
ciudad equivalía a destruir todo Edom. Por tanto, profetizaban su destrucción por mano
de Dios ( Am 1.11 , 12 ).
2. Ciudad de Moab ( Jer 48.24 ), cuya identificación es incierta. Puede ser la ciudad
de Buzrah, 95 km al sur de Damasco, pero otros la identifican con → BEZER , ciudad de
refugio ( Dt 4.43 ).
BOTÍN → DESPOJO .
BOXEO → JUEGOS DEPORTIVOS .
BRAZA Medida marina de profundidad, de origen griego, cuya dimensión es la
distancia entre las dos extremidades de los brazos extendidos horizontalmente.
Representaba aproximadamente 1, 85 m ( Hch 27.28 ).
BRAZALETE Adorno en forma de aro o argolla que usaban hombres y mujeres en
uno o en ambos brazos ( Gn 24.22 ; Ez 16.11 ).
En 2 S 1.10 se menciona una argolla, signo de realeza, en el brazo de Saúl. Los
brazaletes se consideraban valiosa ofrenda de sacrificio ( Nm 31.50 ).
BRAZO Símbolo de fuerza en hebreo y otros idiomas del Cercano Oriente antiguo. A
menudo se emplea la frase el «brazo extendido de Jehová» para señalar un acto poderoso
de Dios: p. ej. la liberación del pueblo de Israel de Egipto ( Éx 6.6 ; Dt 4.34 ; 5.15 ; 9.29 ,
etc.). La redención lograda por el → SIERVO SUFRIENTE es una manifestación del «brazo de
Jehová» ( Is 53.1 ). El poderoso «brazo de Jehová» contrasta con el «brazo de carne» ( 2
Cr 32.8 ). Los «brazos eternos» son el refugio seguro del pueblo de Dios ( Dt 33.27 ).
BREA → ASFALTO .
BRONCE Traducción del término hebreo nehoset y el griego jalkós que designan tanto
al cobre como a su aleación con el estaño u otro metal. La primera referencia bíblica se
halla en Gn 4.22 .
El bronce se usó en la construcción y ornamentación del tabernáculo, bajo la
dirección de Bezaleel y Aholiab ( Éx 31.2ss ). La industria del bronce se desarrolló
mucho durante el tiempo de Salomón ( 1 R 7.13–46 ). Además, se empleaba para
adornos, armas y cerrojos ( 1 R 4.13 ).
Foto de Howard Vos
Cabeza de bronce del dios griego Zeus. El bronce es una aleación de
cobre y estaño.
En el lenguaje figurado es un símbolo de fuerza, resistencia y poder ( Job 6.12 ; Sal
107.16 ; Jer 1.18 ); de riqueza ( Is 60.17 ); de falta de amor ( 1 Co 13.1 ); de pueblos
irreligiosos e inmorales ( Jer 6.28 ).
BUENOS PUERTOS Bahía en el litoral meridional de la isla de Creta, cerca de la
ciudad de Lasea, donde permaneció algún tiempo la nave en la que Pablo iba prisionero a
Roma ( Hch 27.8–12 ). El apóstol aconsejó invernar allí, ya que el puerto, a unos 8 km al
este del cabo Líthinon, la punta más al sur de la isla, estaba protegido del temible viento
del noroeste. No oyeron su consejo y más tarde naufragaron.
Hoy una aldea con solo treinta casas conserva el antiguo nombre, Kalí Limniones.
BUEY Macho del ganado bovino que castran cuando alcanza su desarrollo. En la Biblia
la distinción entre buey y toro muchas veces depende del contexto, porque la
terminología bíblica no indica claramente la diferencia. Tanto en condiciones nómadas
como sedentarias, entre los judíos la posesión de muchos bueyes era signo de riqueza (
Job 1.3 ). Se apreciaban como animales de trabajo para halar carros ( 2 S 6.6 ) y el arado (
Dt 22.10 ; 1 R 19.19 ; Job 1.14 ; Am 6.12 ), para trillar ( Dt 25.4 ; 1 Co 9.9 ) y llevar
carga ( 1 Cr 12.40 ). El estiércol del buey servía de combustible para cocinar ( Ez 4.15 ).
El cuidado y la responsabilidad del dueño del buey estaban debidamente reglamentados (
Éx 21.28–22.15 ).
El buey era animal limpio y se podía comer ( Dt 14.4 ). Su carne se servía sobre todo
en ocasiones especiales ( 1 R 4.23 ; Neh 5.18 ; cf. «novillos» en Am 6.4 ). También se
usaba como animal de sacrificio ( Lv 9.4 ; 22.23 ; Nm 7 passim ).
El buey y el toro se asociaban con la adoración de los dioses en el Oriente; el buey
por su fuerza y el toro por su fecundidad ( → BECERRO ). El mar fundido del templo de
Salomón descansaba sobre doce bueyes ( 1 R 7.25 ) y las diez basas de bronce tenían en
sus tableros figuras de leones, bueyes y querubines ( 1 R 7.29 ). En la visión de Ezequiel,
una de las caras de los seres vivientes es de buey ( Ez 1.5–10 ; cf. Ap 4.7 ).
BÚFALO Casi con certeza es el bos taurus primigenius , especie extinguida pero
ampliamente difundida en todo el mundo antiguo. ( Unicornio en la RV-1909 que sigue la
traducción errónea de LXX, monóqueros de la palabra hebrea reem .) El búfalo, de
acuerdo con la Biblia, era de gran tamaño y fuerza ( Nm 23.22 ; 24.8 ), indomable y feroz
( Job 39.9 , 10 ), muy peligroso para cazarlo por sus cuernos ( Dt 33.17 ; Sal 92.10 ).
Simboliza el poder del pueblo de Dios ( Nm 23.22 ; 24.8 ), un enemigo poderoso ( Sal
22.21 ), la fuerza que Dios da ( Sal 92.10 ), y quizás simbolice en Is 34.7 a los
gobernantes o príncipes de Edom.
BUL ( lluvia ). Mes hebreo de origen fenicio-cananeo. El segundo mes del calendario
civil y el octavo del litúrgico. Corresponde a octubre-noviembre. En bul comenzaban las
lluvias. Era el tiempo para arar y cosechar los higos de invierno ( 1 R 6.38 ). ( → MES .)
BUZ Segundo hijo de Nacor y Milca, hermano de → BETUEL ( Gn 22.20 , 21 ) y
antecesor de los buzitas. El nombre se encuentra en Jer 25.23 al lado de Dedán ( Gn 10.7
) y Tema ( Gn 25.15 ) y tal vez se refiere a un pueblo vecino de Edom.
CABALLO Bestia de carga, llamada sus en hebreo e hippos en griego, tal vez
originaria de los llanos centrales de Asia y Europa. Por ser más noble y valiente que el →
ASNO , en tiempos bíblicos se usaba el caballo para la guerra ( Pr 21.31 ; Jer 8.16 ), para
montar y para tirar de los carros de guerra ( Éx 14.9 ; Jos 11.4 ; 2 S 15.1 ; etc.). Los
caballos eran propiedad de los reyes y no de la gente común. De ahí que tienen un fuerte
sentido simbólico de poder militar y arrogancia política ( Is 2 ).
En la Biblia, la confianza en los caballos suele oponerse a la confianza en Dios ( Is
30.16 ; Sal 20.7 ; 33.17 ), y por lo tanto se les prohibía a los reyes «aumentar para sí
caballos» ( Dt 17.16 ). No obstante, Salomón tenía 40.000 ( 1 R 4.26 ), a no ser que esta
cifra sea error de algún copista (cf. 2 Cr 9.25 ).
«Un carro de fuego con caballos de fuego» llevó a Elías al cielo ( 2 R 2.11 ). La
palabra caballo se usa metafóricamente en los Salmos, Zacarías y en Apocalipsis para
simbolizar lo siguiente: el poder de Dios ( Sal 20.7 ; 33.17 ; 76.6 , 7 ); y según su color, el
hambre ( Ap 6.5 ; Zac 6.2 , 6 ), la guerra ( Ap 6.4 ; Zac 1.8 ; 6.2 ), la muerte ( Ap 6.8 ), la
victoria ( Ap 6.2 ; 19.14 ; Zac 1.8 ; 6.3 , 6 ).
CABELLO → PELO .
CABEZA Parte del cuerpo humano que se consideraba como la fuente de vida, pero no
necesariamente el asiento del intelecto, función que los antiguos atribuían al corazón. A
menudo, cabeza se usa con sentido metafórico. Perder la cabeza es perder la vida misma
( Gn 40.19 ; cf. Jn 19.30 ). Levantar la cabeza expresa la idea de tener éxito en cualquier
empresa de la vida ( Sal 27.6 ; Gn 40.13 ). Cubrirse la cabeza con las manos, o con polvo
o ceniza, es señal de humillación y lamento ( 2 S 13.19 ; Lm 2.10 ). La piedra angular se
considera como cabeza del edificio ( Sal 118.22 ).
En hebreo, el término cabeza, ro˓s , indica además el comienzo u origen de alguna
cosa: la fuente donde nace un río ( Gn 2.10 ), el punto donde comienza una calle ( Ez
40.1 ), el primer momento de un período ( Éx 12.2 ; Jue 7.19 ). En el Antiguo Testamento
se usa también para designar al jefe de una familia o tribu ( Éx 6.14 ; Dt 33.5 ), es decir,
el progenitor del linaje.
Para los grecoparlantes la palabra kefalê (cabeza) no expresaba el sentido de mando.
En los escritos griegos de los siglos inmediatamente antes y después de Cristo, la palabra
kefalê se usa como metáfora que señala el «origen» o «comienzo» de algo. Puede
significar también la persona en sí. Pero no se encuentra ninguna evidencia en toda esa
literatura griega donde kefalê signifique «jefe» o «autoridad». Donde el Antiguo
Testamento dice cabeza con el sentido metafórico de «autoridad» o «jefe» de familia o
tribu, los traductores que tradujeron el Antiguo Testamento al griego no usaron la palabra
kefalê . Emplearon unas catorce palabras griegas distintas para traducir esa acepción de
ro˓s.
Estos datos lingüísticos exigen que cabeza en diferentes pasajes se entienda en
sentido de «origen» o «fuente». Al decir que Dios es la cabeza de Cristo y Cristo la
cabeza del varón, 1 Co 11.3 expresa el concepto de que Dios es la fuente de todas las
cosas y que Cristo es su agente directo en la creación ( 1 Co 8.6 ). Primera de Corintios
11.8–9 revela que cabeza en este capítulo tiene el sentido que le da el relato de la
creación en Gn 2.21–22 : el hombre sirvió de origen para la mujer, pues esta procede de
su costilla. En cambio, no se ajusta a la nueva creación «en el Señor», debido a que Cristo
es origen de la nueva vida tanto de la mujer como del hombre ( 1 Co 11.11 ).
En Ef 4.15–16 , la imagen de Cristo como cabeza de su cuerpo, la Iglesia, define la
función de la cabeza como fuente de la vida y el crecimiento del cuerpo: «Crezcamos en
todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo ... recibe el
crecimiento para ir edificándose en amor».
Colosenses 1.18 conserva el sentido de cabeza como «origen» o «comienzo», al
indicar que Cristo es la cabeza de la Iglesia al ser «el principio, el primogénito de entre
los muertos». En su resurrección Cristo se constituyó en «primicias» de todo un linaje de
nuevas criaturas que resucitarán en su venida ( 1 Co 15.20–22 ). Según Ef 1.22 y Col
2.10 , el Cristo resucitado y exaltado goza de nuevo de la primacía en relación con «todas
las cosas» (cf. 1 Co 8.6 arriba). Como cuerpo que pertenece a esta cabeza, la Iglesia
participa en su gran plenitud.
El significado de cabeza que vemos en todos estos pasajes del Nuevo Testamento
ilumina su uso en Ef 5.23 : «El marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza
de la iglesia». El autor dedica los vv. 25–28 a instruir a los maridos sobre lo que esto
significa. El marido debe imitar la conducta de Cristo con la Iglesia, es decir, debe amar a
su esposa hasta el punto de entregarse por ella. Efesios 5.21 , «sujetaos los unos a los
otros», ofrece el marco para esta discusión y aclara la palabra dirigida a las esposas. La
sujeción de ellas (vv. 22 , 24 ) representa la contraparte del amor totalmente consagrado
que se exige del esposo.
Bibliografía:
G.D. Fee, Primera de Corintios , Eerdmans/ Nueva Creación, Grand Rapids/Buenos Aires,
1995. I. Foulkes, Problemas pastorales en Corinto. Comentario exegético-pastoral a 1 Corintios
, SEBILA/DEI, San José, 1996. B. y A. Mickelsen, «What does kefalê Mean in the New
Testament?», en A. Mickelsen, ed., Women, Authority and the Bible , InterVarsity, Downers
Grove, IL, 1986.
CABRA, CABRÍO, CABRITO Animal muy importante en los tiempos bíblicos
que tiene seis nombres en hebreo y dos en griego.
En muchos sacrificios las cabras y los cabritos eran tan aceptables como las ovejas y
los corderos. El animal que se enviaba al desierto el Día de Expiación, cargado
simbólicamente con los pecados del pueblo, era sa˓ir (macho cabrío, Lv 16.7–22 ). La
misma palabra se traduce «demonios» en Lv 17.7 ; 2 Cr 11.15 . En Proverbios 30.29–31
el «macho cabrío» ( tayish ) se halla entre las tres cosas de «hermoso andar» y en Gn
30.35 ; 32.14 es una de las posesiones de Jacob y Labán.
Foto de Amikam Shoob
El íbice ( Dt 14.5 ).
Las cabras formaban parte importante de la riqueza pastoril en el Oriente ( Gn 15.9 ;
27.9 ; 30.31ss ; 32.14 ; 37.31 ). Las criaban los israelitas en Canaán y en Egipto ( Éx 12.5
; 1 S 25.2 ), y en las tribus nómadas vecinas ( 2 Cr 17.11 ; Ez 27.21 ). Su leche y su carne
se usaban mucho como alimento ( Dt 14.4 ; Jue 6.19 ; Pr 27.27 ; Lc 15.29 ). Del cuero se
hacían odres y vestiduras rústicas que usaban los pobres, ascetas, llorones y profetas ( Gn
21.14 ; Jos 9.4 ; Mt 9.17 ; Heb 11.37 ). Su pelo se tejía para hacer vestidos exteriores, tela
para tiendas ( Éx 26.7 ; 35.6 ; Cnt 1.8 ) y telas finas como la que cubría el tabernáculo (
Éx 25.4 ; 35.26 ).
El macho cabrío, guía del rebaño ( Pr 30.31 ; Jer 50.8 ), simboliza a un «guía en la
maldad» ( Is 3.12 ; Zac 10.3 ; cf. Ez 34.17 ; Mt 25.32 , 33 ). Un macho cabrío con un
cuerno era símbolo reconocido del Imperio de Macedonia ( Dn 8.5 ).
CABRAHÍGOS → SICÓMOROS .
CABSEEL Pueblo fronterizo entre Edom y Judá ( Jos 15.21 ). En Neh 11.25 se lee
Jecabseel. Benaía ben Joiada, uno de los más valientes de David, era oriundo de Cabseel (
2 S 23.20 ; 1 Cr 11.22 ).
CABUL ( estéril, improductivo ). Nombre de ciudades.
1. Ciudad en el territorio de Aser, 15 km al este de Acre ( Jos 19.27 ).
2. Nombre que Hiram, rey de Tiro, puso a las veinte ciudades que Salomón le dio por
su cooperación en la construcción del templo ( 1 R 9.13 ). Cabul es un nombre irónico
que significa «como nada» y expresaba el desagrado de Hiram por aquel obsequio.
CADEMOT Ciudad del rey amorreo → SEHÓN , próxima al desierto conocido por el
mismo nombre de la ciudad. Los israelitas derrotaron a Sehón y conquistaron su tierra
cuando este les negó el paso ( Dt 2.26–36 ). Cademot se le asignó a Rubén ( Jos 13.18 ) y
se convirtió en ciudad levítica ( 21.37 ). Quedaba al este del Jordán, tal vez al lado del
brazo superior del río Arnón.
CADES-BARNEA Sitio en la península sinaítica, conocido de antiguo por la
importancia de sus aguas en una región desierta. Se ha identificado con la fuente de Ain
Qudeis en el desierto de Sin, en la parte nordeste de la península, a once jornadas del
monte Sinaí, camino de Edom ( Dt 1.2 ) o unos 80 km al sudoeste de Beerseba. Sin
embargo, las aguas de esta fuente no habrían bastado para la multitud de israelitas bajo
Moisés, por lo que algunos eruditos lo identifican con Ain el-Quedeirat, otra fuente, unos
6 km al noroeste. Sin embargo, lo más probable es que Ain Qudeis sea el sitio original y
que los israelitas hayan usado también el agua de Ain el-Qudeirat y Ain Qoseime (otra
fuente de la misma región). Estas últimas se necesitaban cuando se congregaba allí una
multitud muy numerosa.
En Cades, los israelitas aceptaron el informe pesimista de la mayoría de los espías
enviados a Canaán, y por ello se les condenó a caminar 38 años en el desierto (Nm 13s).
Allí fue donde se rebeló Coré ( Nm 16 ). En Cades se sepultó a María ( Nm 20.1 ), y
Moisés, por su incredulidad al golpear la peña, perdió el derecho de entrar en Canaán (
Nm 20.2–13 ). Debido a que Israel contendió con Dios, a las aguas de Cades se les llamó
«aguas de la rencilla» ( Nm 20.13 ), idea que se perpetuó en el nuevo nombre del lugar,
Meribat-Cades o Meriba (rencilla) de Cades ( Dt 32.51 ; Ez 47.19 ; 48.28 ).
Un viajero exhausto a la sombra de un enebro en el desierto de Cades
( Nm 20.16 ).
CADMONEOS Pueblo mencionado en Gn 15.19 cuya tierra poseería la descendencia
de Abraham. El nombre cadmoneo es idéntico en su forma al adjetivo «oriental» ( Ez
47.18 ), de modo que podría significar simplemente «los orientales». Tal vez vivían en la
tierra prometida, al este del Jordán.
CAFARNAÚN → CAPERNAUM .
CAFTOR, CAFTORIM Isla de → CRETA , lugar de procedencia de uno de los
pueblos que, junto con los casluhím, originaron a los → FILISTEOS ( Gn 10.14 ; 1 Cr 1.12 ).
Deuteronomio 2.23 habla de los caftoreos como procedentes de Caftor, pero según Jer
47.4 y Am 9.7 esta fue la tierra de donde salieron los filisteos.
En Creta la civilización minoica estuvo en su apogeo de 1800–1575 a.C. y su
hegemonía abarcó, durante varios siglos, gran parte de la costa oriental de la cuenca del
Mediterráneo. Aunque se cree que muchos de sus habitantes eran originarios de Asia
Menor, hay pruebas de que semitas del delta de Egipto influyeron mucho en su cultura.
Creta mantenía estrechos lazos culturales y comerciales con Egipto, Siria y Mesopotamia
en esta época.
CAIFÁS Sobrenombre de significado desconocido, perteneciente a José, a quien el
procurador Valerio Grato nombró sumo sacerdote ca. 18 d.C. y Vitelio, legado de Siria,
depuso en 36 d.C. Su suegro → ANÁS ( Jn 18.13 , 24 ), le consiguió el sumo sacerdocio e
influyó tanto durante el ejercicio del mismo, que llegó a ocupar el lugar de su yerno ( Hch
4.6 ).
Juan el Bautista inició su ministerio en la época de Caifás ( Lc 3.2 ). Después de la
resurrección de Lázaro, Caifás recomendó al sanedrín la muerte de Jesucristo, en
beneficio de la nación, sin darse cuenta de lo profético de sus palabras ( Jn 11.49ss ). Fue
en el patio de Caifás ( Mt 26.3 ) donde los líderes judíos acordaron prender a Jesús. Fue
allí también, después de la interrogación de Anás ( Mt 26.57–68 ; Jn 18.19–24 ), donde
enjuiciaron y condenaron a Jesús ( Mt 27.1 ).
La última vez que se menciona a Caifás es durante el juicio de Pedro, y Juan, cuando
ya no ostentaba el oficio sumosacerdotal ( Hch 4.6 ).
CAÍN Primogénito de Adán y Eva. Nació fuera del Edén y se dedicó a la agricultura (
Gn 2.15 ; 4.1–3 ). Estuvo sujeto a la influencia del maligno ( 1 Jn 3.10–12 ). Le faltó
amor para su hermano → ABEL ( Gn 4.9 ) y fe ( Heb 11.4 ). Permitió que creciera en su
corazón el pecado que entró en el mundo por sus padres ( Jud 11 ). Ofrendó del fruto de
la tierra, pero su ofrenda no agradó a Dios como la de su hermano, aunque no se explica
por qué ( Gn 4.3–5 ). Rechazada su ofrenda, Caín se enfureció y cometió el primer
asesinato al matar a Abel ( Gn 4.5–9 ).
Dios le condenó a vivir errante ( Gn 4.11–14 ) y, para que nadie lo matara, le puso
una señal ( Gn 4.13–15 ). Se radicó en la tierra de → NOD , donde se casó y fundó la
primera ciudad del mundo, Enoc. Tras perder la comunión con Dios, se consolidó con la
humanidad perdida en su arte y en su militarismo ( Gn 4.16–24 )
Bibliografía:
Gerhard von Rad, El libro de Génesis , Sígueme, Salamanca, 1982.
CAINÁN (significado desconocido). Nombre de dos hombres en la Biblia.
1. Hijo de Enós, nieto de Set y padre de Mahalaleel ( Gn 5.9–14 ; 1 Cr 1.2 ; Lc 3.37 ,
38 ).
2. En la genealogía de Jesús, Lucas menciona a otro Cainán, padre de Sala e hijo de
Arfaxad ( Lc 3.36 ). En esto coincide con la LXX ( Gn 10.24 ; 11.12 ). Según el texto
masorético, que no menciona a Cainán, Sala fue hijo y no nieto de Arfaxad. De esto se
deduce que Lucas usaba el texto de la LXX y que ciertas genealogías a veces omiten el
nombre de alguna familia.
CAL Materia preparada al quemar o cocer piedra caliza, conchas y otras sustancias
calizas ( Is 33.12 ), muy conocida en los tiempos bíblicos ( Lc 14.42 , 45 ) y fácilmente
obtenida en la Tierra Santa. Se usaba para hacer mezcla y yeso, y para blanquear paredes
( Dt 27.2 ; Mt 23.27 ; Hch 23.3 ). La mezcla de cal, arena y agua servía para edificar toda
clase de casas ( Ez 13.10 ).
CALA Primera capital de Asiria. Quedaba a 38 km al sur de Nínive, en el ángulo
nordeste de la confluencia del Gran Zab con el Tigris. Según Gn 10.11 , 12 , la fundó
Nimrod (su nombre hoy es Tel-Nimrud), pero de acuerdo con la historia asiria la fundó
Asur, descendiente de Nimrod ( Gn 10.22 ). Allí se puede ver una enorme cabeza de
Nimrod esculpida en una peña.
En Cala los arqueólogos han descubierto los palacios de Asurnasirpal, Salmanasar I y
III, Tiglat-pileser y Asaradón. También encontraron el famoso obelisco negro de
Salmanasar III, que muestra al rey Jehú pagando tributo al rey de Asiria. En la plaza
principal se hallaban las estelas que hablan de Acab y de los despojos que Sargón II se
llevó de Asiria ( 2 R 17.5s ). A Cala se llevaron a los cautivos de Israel Cala ( 2 R 17.1–7
).
CALABACERA Planta que se menciona solamente en Jon 4.6–10 . La identificación
de esta planta con la calabacera la debemos a la LXX. Realmente es el ricinus communis ,
más conocido como palmacristi (palma de Cristo). El ricino se caracteriza por la rapidez
con que crece y se seca; de ahí su importancia en la experiencia de → JONÁS . Es una
planta perenne, de unos 3 m de alto, hojas grandes, aserradas por el margen, divididas en
varios lóbulos, de donde ha venido su nombre popular de palmacristi. El fruto es una
cápsula que contiene tres semillas grandes de las cuales se extrae un aceite purgante y
lubricante. Oriundo de África, el ricino crece silvestre, cerca del agua. Abunda en la
Tierra Santa.
CALABAZA (en hebreo, paqquot ). Coloquíntida, planta de varios tallos rastreros de
unos 3 m de largo. Su fruto tiene la corteza lisa y se parece, por su forma, color y tamaño,
a la naranja. La pulpa del fruto es blanca, amarga y venenosa ( 2 R 4.39 ). Es probable
que la «vid de Sodoma» de Dt 32.32 sea esta misma planta.
La calabaza de 1 R 6.18 ; 7.24 es traducción de otra palabra hebrea relacionada con
paqquot .
CÁLAMO AROMÁTICO → CAÑA AROMÁTICA .
CALCEDONIA → ÁGATA .
CALDEOS, CALDEA Pueblo de origen cusita que se estableció al sur de la llanura
de Babilonia. Por largo tiempo no se sometieron a la vida urbana, sino que continuaron su
organización tribal. Esto fue un foco de resistencia a la dominación asiria. Por tanto, al
declinar el Imperio Asirio, los caldeos llenaron el resultante vacío político en la región de
Babilonia. Primero se adueñaron de la ciudad y la región de Babilonia, luego de
Mesopotamia y por último de un vasto imperio que se extendía hasta las fronteras de
Egipto. Los caldeos gobernaron a Babilonia durante la época de su máximo esplendor.
Este Imperio Caldeo, neobabilónico, solo duró unos cien años. Su fundador,
Nabopolasar, se alió con los medos y de ese modo logró independizarse de Asiria y aun
tomar a Nínive. Bajo su hijo, Nabucodonosor II, esta dinastía alcanzó su máxima gloria.
Fue en esta época cuando los caldeos invadieron a la Tierra Santa con el propósito de
ampliar su radio de acción frente a su gran rival, Egipto. Es a él y a sus tropas a los que se
refiere la mayoría de las profecías del Antiguo Testamento acerca de Babilonia. En
Habacuc 1.5–11 se encuentra una magnífica descripción de las fuerzas de los caldeos. La
toma y destrucción de Jerusalén, así como la cautividad de Judá, se debieron a la
campaña de Nabucodonosor ( 2 R 24.10–25.21 ; 2 Cr 36.1721 ; Jer 39.1–10 ; 52.4–30 ).
Cuando Nabucodonosor muere, le sucede su hijo Evil-merodac, quien trató a los
cautivos judíos con más benignidad que su padre ( 2 R 25.27–30 ). Los días del reino
caldeo estaban, sin embargo, contados. Antes de los cien años de fundado, siendo
Nabonido rey de Babilonia junto a Belsasar su hijo, el reino sucumbió ante la invasión de
los medos y los persas.
Los caldeos eran politeístas. Adoraban diversas imágenes en las que creían que los
dioses residían. Se pensaba que las vidas humanas seguían un curso que podía
descubrirse mediante el estudio de los astros y otras señales, y por tanto los caldeos se
dedicaron a la astrología. Aun mucho después de desaparecido su reino, el término
«caldeo» se utilizaba para referirse a un mago o astrólogo. Así lo emplea a menudo el
libro de Daniel ( 2.10 ; 4.7 ; 5.7 , 11 ).
CALEB Hijo de Jefone, príncipe de la tribu de Judá ( Nm 13.6–14.6 ) y uno de los doce
exploradores que envió Moisés a reconocer la tierra de Canaán. Mientras diez volvieron
pesimistas trayendo malos informes, Caleb y → JOSUÉ fueron los únicos que aconsejaron
a Moisés y a toda la congregación de los hijos de Israel que invadieran la tierra prometida
( Nm 13.1–14.10 ).
Fue uno de los designados para dividir el territorio conquistado ( Nm 34.16ss ), y él
mismo recibió como recompensa, a los 85 años, el monte Hebrón ( Jos 14.6–15 ), según
la promesa de Dios ( Nm 14.14 , 24 ; Dt 1.36 ). Para tomar posesión de Hebrón «echó a
los tres hijos de Anac» y ofreció dar su hija Acsa al que tomara Debir. Otoniel, su
sobrino, recibió la recompensa ( Jos 15.14–19 ). Tal parece que al territorio que ocuparon
Caleb y sus descendientes se le llamó el Neguev de Caleb ( 1 S 30.14 ) o simplemente
Caleb de Efrata ( 1 Cr 2.24 ).
Otros hombres que llevan el nombre de Caleb se mencionan en 1 Cr 2.18 , 42 , 46 .
CALENDARIO → AÑO .
CALNE Ciudad que Nimrod edificó ( Gn 10.10 ) y que los arqueólogos no han podido
identificar. Debe de haber estado en la baja Mesopotamia puesto que se fundó juntamente
con Babilonia, Acad y Erec.
CALUMNIA Acusación falsa, hecha maliciosamente para causar daño. Tanto el
Antiguo Testamento ( Éx 20.16 ) como el Nuevo Testamento ( 1 Ti 3.11 ) condenan la
calumnia, y Lv 6.4 especifica una multa para indemnizar al calumniado. Isaías ( 59.13 )
censura este pecado y Juan el Bautista advierte a los soldados que iban para ser
bautizados que no debían calumniar a nadie ( Lc 3.4 ).
Jesús, que es la verdad ( Jn 14.6 ), exige que sus discípulos sean veraces, y les
instruye para orar por quienes los calumnian ( Lc 6.28 ).
CALVARIO → GÓLGOTA .
CALVICIE → PELO .
CALZADO → ZAPATO .
CALLE Vía pública dentro de la ciudad ( Mt 6.5 ; Lc 14.21 ; Hch 12.10 ). Algunas
calles eran tan angostas que con dificultad podían pasar dos camellos a la vez cuando se
daba el caso; otras, bastante anchas para el tránsito de vehículos ( Jer 17.25 ; Nah 2.4 ).
No siempre eran rectas, antes bien sinuosas.
Algunas veces las calles tenían nombres ( Hch 9.11 ). Había calles con tiendas de una
misma clase de negocios que las identificaban. Por ejemplo, «calle de los panaderos» (
Jer 37.21 ). Saulo de Tarso recobró su vista y conoció el evangelio en la casa de →
ANANÍAS , en la «calle Derecha» de Damasco ( Hch 9.11 ).
CAM ( caliente ). Nombre de una persona y dos lugares del Antiguo Testamento.
1. Segundo hijo de Noé ( Gn 6.10 ) y uno de los cuatro hombres salvados del diluvio.
Tuvo cuatro hijos: Cus, Mizraim, Fut y Canaán ( Gn 10.6 ), quienes fueron padres de
diferentes razas como los etíopes, los fenicios y los acadios. Las diferencias lingüísticas
tan notables entre dichas razas parecen ser consecuencia de las invasiones, conquistas y
reconquistas, como en el caso de los judíos modernos.
Algún tiempo después del diluvio, Noé se embriagó ( Gn 9.20–25 ) y se durmió
desnudo en su tienda. Parece que Canaán, su nieto e hijo de Cam, juntamente con Cam,
de alguna manera abusaron de Noé lascivamente (cf. Lv 20.17 ), y por lo tanto Canaán
fue objeto de la maldición de su abuelo. Proféticamente Noé previó la degradación de la
nación que descendería de su nieto y que habría de ser piedra de tropiezo para Israel ( Jos
23.13 ).
2. Lugar de Transjordania y pueblo de los gigantes zuzitas. No se ha precisado el
lugar exacto ( Gn 14.5 ).
3. Otro nombre para Egipto, usado en poesía ( Sal 78.51 ; 105.23 ; 106.22 ).
CAMA Mueble para dormir o descansar, del cual se mencionan muchos tipos en la
Biblia. El profeta Amós nos dice que en su tiempo existían camas de marfil ( 6.4 ),
mientras el libro de Proverbios nos dice que las había adornadas con elegantes colchas y
perfumadas con mirra, áloes y canela ( 7.16s , BJ). También las había con finas
almohadas ( 1 S 19.13 , 16 ). Las camas de los pobres consistían en simples esteras y
frazadas ( Éx 22.26 , 27 ; Dt 24.13 ), que se podían llevar con facilidad de un lado a otro (
Lc 5.25 ; Jn 5.8 ).
En Gn 49.4 y Heb 13.4 se alude al lecho conyugal y se condenan las relaciones
sexuales fuera del matrimonio.
CAMALEÓN Saurio que se incluye entre los animales inmundos ( Lv 11.30 ). Su
cuerpo mide unos 15 cm. Cada pata tiene cinco dedos, dos de ellos son pulgares al frente
de los otros tres. Sus ojos se mueven hacia atrás o hacia adelante, independientes el uno
del otro. Se alimenta de insectos que atrapa lanzando sobre ellos como dardo su lengua
larga y viscosa. Tiene la facultad de inflarse de aire cuando quiere, y cambia así su color
natural, gris, a verde, púrpura y aun negro cuando se encoleriza.
CAMARERO → EUNUCO .
CAMBISTAS En las tres narraciones referentes a las dos limpiezas del templo que el
Señor hizo ( Mt 21.12 ; Mc 11.15 ; Jn 2.15 ), los banqueros o los «hombres de la mesa»
de Mt 25.27 ( → BANCO ) se llamaban kollybistai con relación directa al cambio de
dinero. Los cambistas trabajaban en mesas sencillas y fueron estas las que el Señor
trastornó. Puesto que la tarifa del santuario ( Éx 30.11–16 ) era un tercio de siclo ( Neh
10.32 ) o el semisiclo, los peregrinos que traían monedas griegas o romanas se veían
obligados a cambiarlas.
CAMELLO Mamífero rumiante muy apreciado como animal de silla y de carga en las
regiones desérticas del Oriente. Se le llama «el buque del desierto». Mide casi 2 m de
altura. Es extraordinariamente vigoroso y resistente para el trabajo. En la planta de las
patas posee una almohadilla ligeramente convexa, que envuelve y mantiene unidos los
dedos, cubierta por una suela flexible que impiden que se hunda en la arena y le permiten
pisar con firmeza en toda clase de terreno.
Hay dos clases de camellos: 1) el dromedario, de Arabia, al que más comúnmente se
hace referencia en las Escrituras y que no tiene más que una giba en la espalda; 2) el
bactriano o común, que se halla en el Asia central, tiene dos gibas y tal vez los escritores
bíblicos no lo conocieron. Cuando los camellos están bien alimentados, las gibas crecen
por la grasa que se acumula allí, pero esta se va absorbiendo poco a poco cuando comen
mal y trabajan mucho. De ese modo suplen la falta de alimento. El dromedario ( Is 60.6 ;
Jer 2.23 ) es de una familia más veloz y liviana que lo distingue del camello común. El
camello cargado camina de 13 a 15 km por hora y puede mantener ese paso 18 horas al
día.
Foto de Gustav Jeeninga
Además de servir como bestia de carga, el camello proporcionaba
leche y cuero para el antiguo pueblo hebreo.
El camello se arrodilla para recibir la carga que puede variar entre 240 y 500 kilos. Su
alimento son hojas ásperas, retoños de árboles y cardos silvestres. Es un rumiante como
la oveja o la vaca. Su estómago posee tres compartimentos. Los primeros dos poseen
bolsas membranosas para contener una provisión suplementaria de líquido, por lo que
puede pasar mucho tiempo sin beber. Ningún otro animal puede soportar los severos y
continuos trabajos del camello, el mal trato que se le da y el alimento tan escaso y
ordinario. Desde los comienzos de la historia, grandes caravanas de camellos han
atravesado año tras año los largos desiertos ardientes ( Gn 37.25 ).
La leche de camella siempre fue un alimento importante para los árabes y en la
actualidad muy apreciada como bebida fresca y saludable. Ningún animal es más útil a
los árabes, no solo vivo, sino aun después de muerto. Su carne es comestible, aunque no
buena. De su pelo se fabrican alfombras, telas para tiendas, sacos para el grano y paño
para vestimentas sencillas. Su estiércol, secado al sol, sirve de combustible.
La riqueza material del hombre se medía por el número de camellos que poseía. Job
tenía 3.000. Los de los madianitas eran como la arena del mar ( Jue 7.12 ; 1 Cr 5.21 ; Job
1.3 ). Rebeca viajó a la casa de Isaac en camello ( Gn 24.61 ); la reina de Sabá trajo a
Salomón camellos cargados de regalos espléndidos ( 1 R 10.2 ), como lo hizo Hazael a
Eliseo ( 2 R 8.9 ). Los cusitas etíopes tenían camellos en abundancia ( 2 Cr 14.15 ) y los
utilizaban incluso en la guerra ( 1 S 30.17 ). Los israelitas usaron muy poco los camellos
después del tiempo de los patriarcas.
Hay tres referencias al camello en el Nuevo Testamento: (1) el vestido de Juan el
Bautista ( Mt 3.4 ; Mc 1.6 ); (2) las palabras de Jesús: «Es más fácil pasar un camello por
el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios» ( Mt 19.24 ; Mc 10.25 ; Lc
18.25 ); (3) el proverbio aplicado a los fariseos: «¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y
tragáis el camello!» ( Mt 23.24 ).
CAMINO Tierra hollada o arreglada de tal manera que es posible andar por ella hasta
un destino. Debido a esto último, «camino» encierra la idea de movimiento progresivo,
como se ve en el sentido figurado que a menudo se le da en la Biblia.
Dios tiene sus propios caminos ( Hch 13.10 ; Ro 11.33 ; Ap 15.3 ), todos los caminos
de la humanidad están en sus manos ( Job 31.4 ; Jer 10.23 ; Dn 5.23 ) y conoce los
caminos del hombre ( Job 23.10 ; Pr 5.21 ; Jer 16.17 ; 17.10 ). Asimismo, Dios ordena los
caminos de los hombres según su voluntad para ellos ( Éx 33.13 ; Sal 37.5 ; 107.7 ; Is
26.7 ; Jer 32.39 ).
Foto de Ben Chapman
Una sección del camino romano en Siria entre Alepo y Antioquía.
Este camino está pavimentado con bloques de piedra de cal
cuidadosamente cortados.
El hombre, por su parte, es propenso a apartarse de los caminos que Dios les señala (
Job 21.14 ; Sal 18.21s ; Pr 2.13s ; Mal 2.9 ). Dios castiga a los que se apartan ( Jer 5.4s ;
Ez 7.8 ), y exhorta al hombre a volver a los caminos que Él trazó ( Is 55.7ss ; Jon 3.8 ;
Zac 1.4 ).
En la Biblia a menudo se contrasta el camino bueno con el malo, como en Sal 1.6 ; Pr
4.18s ; Mt 7.13s ; etc. (cf. Dt 11.26ss ). Jesús dijo de sí mismo: «Yo soy el camino, y la
verdad y la vida» ( Jn 14.6 ). Estos tres elementos constituyen el andar cristiano
totalmente inspirado y guiado por Cristo ( Ro 6.4 ; 3 Jn 3 , 4 ; Heb 10.19–22 ).
«Camino» fue el primer nombre que la comunidad cristiana usó para identificar su
movimiento ( Hch 9.2 ; 19.9 , 23 ; cf. Is 40.3 ).
CAMINO DE UN DÍA DE REPOSO Dios ordenó a los judíos que en → SÁBADO
nadie saliera de su lugar ( Éx 16.29 ). Sin embargo, la exégesis rabínica estableció que en
el día de reposo se podía caminar 2.000 codos, quizás basándose en Nm 35.5 . Esta frase
se menciona únicamente en Hechos 1.12 (cf. Mt 24.20 ) y se refiere a una distancia
limitada, poco más de un kilómetro.
CAMPAMENTO Término militar (nótese el uso de «acampar» en 1 S 13.16 ; 2 Cr
32.1 ). La raíz del vocablo hebreo significa «curvar», porque los campamentos antiguos
solían organizarse en forma circular, para la defensa de animales, mujeres, etc. En Sal
34.7 se encuentra este concepto en relación con el ángel de Jehová, que «acampa
alrededor de los que le temen».
Según Números 2 , el campamento de Israel en el desierto se organizaba alrededor del
tabernáculo. Las tribus se ordenaban junto a una de cuatro banderas y las familias de Leví
formaban el círculo interior. Aunque esta forma de acampar parezca destinada a defender
el tabernáculo, el Antiguo Testamento aclara que, en realidad, era la presencia de Jehová
en el tabernáculo lo que defendía al campamento ( Dt 23.14 ; Éx 33.2 ).
En Heb 13.13 y Ap 20.9 el término «campamento» se emplea en sentido figurado. El
primer texto alude a Jerusalén que en la época de Jesucristo era para los judíos lo que el
campamento fue en el desierto. A Jesús lo crucificaron fuera de este campamento. En Ap
20.9 define místicamente al conjunto de los santos cristianos, el nuevo Israel.
CAMPANILLAS Adornos que se hallaban, alternados con granadas, en la orla de la
toga del sumo sacerdote ( Éx 28.33 , 34 ; 39.25 , 26 ). Sonaban cuando este entraba al
santuario del tabernáculo y servían para llamar la atención tanto del sumo sacerdote como
del pueblo que debía poner todo su corazón y alma en el culto rendido a Dios. Además,
protegían al sacerdote de la muerte ( Éx 28.35 ). Solo en Zac 14.20 se halla otra mención
de las campanillas. Aquí se dice que formaban parte de las monturas de los caballos.
CAMPO, CAMPESINO El libro de Rut ilustra la sociedad campesina
veterotestamentaria. El relato se presenta durante la cosecha de cebada y trigo, y gira
alrededor de los campos de cultivo. Rut, como campesina pobre, ejerce su derecho de
espigar detrás de los cosechadores. El papel de la familia como base social es evidente.
Cuando Booz y Rut se casan, se confirma ante los ancianos y una asamblea popular
frente a la puerta de la aldea. Familia, aldea y campo son las presuposiciones sociales de
la narración.
A menudo, los protagonistas sociales de la Biblia son campesinos. Los profetas
Miqueas, Amós e Isaías eran campesinos. El movimiento de Jesús surgió entre
campesinos, y muchas de las enseñanzas y ejemplos de Jesús reflejan este medio rural.
Jesús mismo provenía de Galilea, una región dominada por el campesinado.
CANÁ ( casa de cañas ). Nombre de ciudad y arroyo.
1. Arroyo que formaba parte de la frontera entre Efraín y Manasés ( Jos 16.8 ; 17.9 ).
Quizás sea el moderno Wadi-Qana .
2. Ciudad en la parte nordeste de Aser ( Jos 19.24 , 28 ). Tal vez sea la moderna Qana
, 10 km al sudeste de Tiro. Existen ruinas antiguas 1, 5 km al norte. No se debe confundir
con Caná del Nuevo Testamento.
CANÁ DE GALILEA (en hebreo, caña , cañaveral ). Aldea mencionada solo en el
Evangelio de Juan. Fue la aldea natal de → NATANAEL ( 21.2 ). Jesús realizó allí su primer
milagro al convertir el agua en vino ( 2.1–11 ) y sanó al hijo de un dignatario ( 4.46–54 ).
Al norte de Nazaret hay dos lugares que se disputan ser el sitio de Caná: 1) Khirbet
Kana, 14 km al norte, que los árabes todavía llaman Caná de Galilea; 2) Kafr-Kanna, 6
km al nordeste de Nazaret, en el camino a Tiberias, que tiene el apoyo de la antigua
tradición eclesiástica.
Foto de Gustav Jeeninga
Caná de Galilea, la aldea donde Jesús realizó su primer milagro.
CANAÁN, CANANEOS Canaán fue hijo de Cam y nieto de Noé. De acuerdo al
testimonio bíblico, Noé maldijo a Canaán, quizás porque junto a su padre vio la desnudez
de su abuelo ( Gn 9.18 , 22–27 ; → CAM ). Más tarde Canaán se identifica en la lista de la
naciones ( Gn 10.15–19 ) y sus descendientes (cananeos) se relacionan con once grupos o
pueblos que históricamente habitaban en Fenicia y Siria Palestina.
Nombre
Los términos Canaán y cananeo parecen abarcar una designación egipcia que
identificaba tanto a los habitantes como al país ubicado en la región oeste de Palestina a
partir de ca. 2000 a.C. Tal designación quizás se fundamentaba en cómo dichos
habitantes se autoidentificaban. Se piensa que kina˓nu significa «mercaderes» o
«comerciantes» ( Os 12.7 ; Sof 1.11 ; cf. Is 23.11 ), aunque tradicionalmente el vocablo
se ha relacionado con «tinte color púrpura», en clara alusión al principal producto
comercial de la comunidad. Se ha sugerido también que el nombre Canaán puede
significar «bajo» o «plano», en relación a la costa mediterránea al norte del territorio
filisteo. De acuerdo a fuentes griegas y fenicias, los habitantes de Fenicia se identificaban
como cananeos.
En la Biblia se indica que Canaán es el país al que emigraron los patriarcas y los
israelitas. Y en la actualidad la región incluye parte del territorio de Israel y Líbano.
Geografía
En la Biblia, como también en fuentes extrabíblicas, se identifican al menos dos
extensiones geográficas relacionadas con el término. En primer lugar se alude al territorio
y a la franja costera que va desde Siria a Palestina, y sobre todo a Fenicia. Los cananeos,
según algunos textos de la Escritura ( Gn 10.15–19 ; Nm 19.29 ; Jos 5.1 ; 11.3 ; Jue 1.27–
37 ), ocupaban la región costera, los valles y las llanuras del oeste palestino y el valle del
Jordán (los amorreos habitaban en las alturas).
La misma designación puede abarcar, por relación o extensión, la región interior de
Palestina y Siria. De ahí que en Gn 10.15–19 se incluye en la lista también al heteo, al
jebuseo, al amorreo, al heveo y al gergeseo, y se indica que las familias de los cananeos
se dispersaron (v. 18 ). Esta región, que abarca la costa mediterránea desde Sidón hasta
Gaza, en el interior incluye ciudades a la orilla del mar Muerto (p. ej., → SODOMA Y
GOMORRA ), y llega al norte hasta Lasa, de ubicación precisa incierta.
Los puertos más importantes de Canaán eran Tiro, Sidón, Beritus (actual Beirut) y
Gebal (conocida en griego como Biblos ). Estos centros de comercio internacional
estaban ubicados en el actual Líbano. Los barcos de estas regiones transportaban madera
de cedro, aceite, vino y tinte púrpura. Llegaban a Canaán barcos con lino de Egipto y
artesanía griega, y Biblos era un importante centro de exportación de papiro. En la época
de Salomón, la artesanía cananea y fenicia tenía tanta fama que del Líbano se envió
madera para la construcción del templo de Jerusalén, y desde Tiro colaboraron en las
obras de construcción ( 1 R 5 ; 7.13–47 ).
Foto de Gustav Jeeninga
Estatua de Baal, un prominente dios pagano de los antiguos
cananeos.
Cananeos Y Amorreos
Aunque en la Escritura los → AMORREOS habitan en las montañas ( Nm 13.29 ; Jos 5.1
; 11.3 ), en su uso más amplio se confunden con los cananeos. Los amorreos se incluyen
en la designación de cananeos ( Gn 10.15–16 ); cuando se indica que Israel conquistó
Canaán, posteriormente se alude a la tierra de los amorreos ( Jos 24.15 , 18 ); Abraham, al
llegar a Canaán, no ocupa la tierra prometida porque la maldad de los «amorreos» no
había llegado al colmo ( Gn 15.16 ); y Siquem, que es una ciudad de Canaán ( Gn 12.5–6
; 34.2 , 30 ), también se conoce como amorrea ( Gn 48.22 ).
Esa confusión semántica quizás se deba a que ambos términos provienen de la
identificación que hacen de ellos los grupos externos (p. ej., egipcios e israelitas). Pero
aunque son vecinos, sin duda son nacionalidades independientes.
Excavación de un templo cananeo del siglo catorce a.C. en Bet-sán.
Historia
La presencia en Palestina de un pueblo de habla semítica en el tercer milenio a.C. la
han corroborado varios descubrimientos arqueológicos. Se ha comprobado que los
cananeos estaban ya establecidos en Palestina a lo menos por el año 2000 a.C. También
los amorreos estaban bien arraigados en Siria Palestina; y en Ebla, al norte de Siria, ya se
manifestaba un elemento semita para el 2300 a.C. En aquellos tiempos, Canaán estaba
dividida en una serie de ciudades estatales y formaba parte del Imperio Babilónico bajo la
dinastía de Ur. La teología y los dioses procedían de Babilonia. Como en todo el imperio,
el famoso Código → HAMMURABI estaba en vigencia en Canaán.
Cuando el dominio de los babilonios, aunque no su influencia, llegó a su fin en
Palestina, los heteos dominaron en el norte y en el sur los egipcios. Los reyes hicsos de
→ EGIPTO unieron Canaán con el Delta. No cabe duda que fue un rey hicso el que
favoreció a José y a su familia. Luego los egipcios derrotaron a los hicsos, quienes eran
extranjeros en la tierra de los faraones, y recuperaron el dominio de Canaán: «Se levantó
sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José» ( Éx 1.8 ).
En el tiempo de la invasión israelita bajo Josué ( ca. 1230–1220 a.C.), el poderío
egipcio casi había desaparecido en Canaán. Existían muchos conflictos entre los
pequeños reinos y principados de las ciudades estatales, pero los faraones permanecían
indiferentes; al parecer solo se interesaban en los tributos que recibían de Canaán. Los
cananeos se hallaban debilitados por sus disensiones, los impuestos y por el sistema
feudal que Egipto había propiciado.
Los primeros doce capítulos del libro de Josué narran la conquista de Canaán por
Israel, y en los capítulos 13–22 se describe la distribución de la tierra entre las doce
tribus.
Cerca del año 1200 a.C., quizás después que los hebreos conquistaron a Canaán,
varios grupos conocidos como «los pueblos del mar» invadieron y arrasaron la costa del
Mediterráneo, infundiendo terror hasta las mismas fronteras de Egipto. Uno de esos
grupos, los filisteos, se asentaron en la región costera al sur de Canaán.
Cultura
Organización social
Los cananeos se organizaban en ciudades estatales que tenían el carácter de pequeñas
monarquías. Cuando los israelitas invadieron Canaán, la tierra estaba dividida de esta
manera ( Jos 10.1–5 ; 11.1–3 ). El rey tenía el privilegio de establecer impuestos, reclutar
el ejército y supervisar el comercio y la religión (cf. 1 S 8 ); la reina cumplía
responsabilidades de importancia; y en los estados más desarrollados la corte se
organizaba de forma fastuosa. La unidad básica de la sociedad cananea era la familia,
como lo indica la literatura de la época, sobre todo la proveniente de Ugarit. Además,
tenían gremios o corporaciones para agricultores, ganaderos, artesanos, comerciantes y
artistas. Los sacerdotes y el personal ocupado de los quehaceres del culto también estaban
organizados. Y los guerreros pertenecían a varios tipos de grupos militares. Parece,
además, que existía una profunda división de clases, incluyendo los patricios o clase alta,
la clase baja y los siervos, quienes disfrutaban de relativa libertad.
Idioma
La lengua de los cananeos pertenece a la familia de idiomas semíticos. La expresión
«la lengua de Canaán» ( Is 19.18 ) se refiere especialmente al hebreo, pero incluye las
lenguas semíticas occidentales. Entre los eruditos se usa a veces el término «cananeo»
para designar el grupo de lenguas semíticas formado por el cananeo antiguo
(representado en las tablillas del Tell el-Amarna), el hebreo, el fenicio, el púnico y el
moabítico ( EBDM II, pp. 87–88). «La definición de lo que es o no es “cananeo” se presta
a mucha controversia. Dentro del grupo general de los idiomas semíticos del nordeste, el
hebreo bíblico (cf. Is 19.18 ) y las glosas y términos semíticos occidentales de las tablillas
de el-Amarna, pueden catalogarse como “sudcananeos” juntamente con el moabítico y el
fenicio» ( NBD , p. 184).
Literatura
El estudio de la literatura de Canaán se fundamenta básicamente en los
descubrimientos de Ugarit. Este material incluye, entre otros documentos, la epopeya de
Baal (escrita ca. 2000 a.C.), la leyenda de Aqhat ( ca. 1800 a.C.) y el relato del rey Keret
(del siglo XVI a.C.). La poesía que manifiestan estas obras puede relacionarse con la
literatura bíblica en lo que respecta al vocabulario y los giros del lenguaje.
Es posible que en los tiempos de Hammurabi se introdujese en Canaán el sistema de
escritura cuneiforme, juntamente con el idioma y la literatura de los babilonios.
Arte
Los hallazgos arqueológicos muestran que los cananeos avanzaron en el cultivo de las
artes, sobre todo en la escultura y la orfebrería. Trabajaban también con esmero la madera
y fabricaban telas preciosas.
Comercio
La situación geográfica de Canaán fue siempre sumamente estratégica. Allí
coincidían las rutas más importantes del comercio mundial de la época. La flota mercante
de los fenicios se hallaba muy activa en el negocio de la púrpura. Las ciudades del
interior tenían como patrimonio no solo la agricultura y la ganadería sino también el
comercio. Concurrían allí las caravanas de Asia Menor, Babilonia y Egipto para el
intercambio de una gran variedad de productos industriales y agrícolas. A los israelitas
recién salidos del desierto la vida de los cananeos debe haberles parecido en extremo
lujosa.
Religión
La obra de Filón de Biblos, erudito fenicio que vivió a finales del primer siglo d.C. y
la literatura épico-religiosa descubierta en Ras Samra (antigua ciudad de Ugarit) durante
los años 1929–1937, arrojan mucha luz sobre la religión de los cananeos, quienes eran
decididamente politeístas. Entre sus dioses sobresalen los siguientes:
El ( el Poderoso ) era la deidad suprema. Era un dios tirano, cruel, sanguinario y
lujurioso, que echó del trono a su padre y asesinó a su hijo favorito y a su hija. Tenía tres
de sus hermanas como esposas. Para los cananeos El era el «Padre de los hombres» y lo
representaban como «el Padre Toro». Es decir, el progenitor de los dioses. El hijo y
sucesor de El era → BAAL (señor), el dios de la lluvia, la tempestad y la fertilidad. Anat ,
hermana y esposa de Baal , forma junto a → ASTORET y → ASERA la trilogía de diosas
cananeas que ilustran la gran depravación del culto cananeo. Eran las diosas de la guerra
y la actividad sexual. Anat , a quien se le llamaba «Virgen» y «Santa», era en realidad una
prostituta del panteón cananeo. Astoret , la diosa de la estrella vespertina, no siempre se
distingue de Anat . Era tanto una diosa madre como una prostituta. Asera , esposa de El ,
según la mitología de Ugarit, era la diosa principal de Tiro en el siglo XV a.C., bajo el
nombre de «Santidad». Se le nombra al lado de Baal en el Antiguo Testamento, donde el
término «Asera» significa principalmente la imagen de esta diosa ( 1 R 15.13 ; 18.19 ; 2
R 21.7 ; 23.4 ).
En los cultos cananeos se sacrificaban animales a los dioses (carneros, corderos y
palomas). Aunque hay indicios de sacrificios humanos en el culto cananeo del segundo
milenio a.C., esta práctica no se ha podido corroborar arqueológicamente. De acuerdo a
los textos ugaríticos y a la literatura egipcia de origen o inspiración semítica, la religión
cananea apelaba a lo bestial y material de la naturaleza humana. Esos cultos incluían
actividades sexuales, en las cuales participaba personal femenino del templo
especialmente separado para tal oficio.
El politeísmo cananeo, que era de lo más degradado, corrompió moralmente al
pueblo. En el culto de sus dioses, hombres y mujeres se prostituían a su antojo. Se ha
dicho que en aquellos tiempos no había en el Medio Oriente una religión tan degenerada
como la de Canaán. Según Lv 18.25 , la tierra estaba contaminada por las abominaciones
practicadas por los cananeos, a quienes la tierra tuvo que vomitar ( Lv 20.22 ).
Exterminio
Jehová ordenó a Israel que exterminase a los cananeos ( Éx 23.31–33 ; 34.11–17 ; Dt
7.2–4 ; 9.3 ). Hay algunos que califican de injusto este mandato y afirman que no se halla
en armonía con el carácter de Dios, quien es «lento para la ira y grande en misericordia».
Una buena respuesta a esta objeción se halla en la justicia de Dios y en la naturaleza de la
religión cananea. El propósito divino en la destrucción de los cananeos era en primer
lugar punitivo ( Gn 15.16 ; Lv 18.25 ). Dios es también justo y sabe dar su paga a los que
hacen mal. Castigó a los antediluvianos ( Gn 6 ) y a los habitantes de Sodoma y Gomorra
( Gn 19 ) mediante fuerzas naturales. ¿Por qué no habría de destruir a los cananeos a
través del pueblo de Israel? No es tampoco la única vez que Él se vale de una nación para
castigar a otra. Lo hace también cuando trae a los asirios para maldición del reino del
norte en Palestina y a los babilonios para ejecutar juicio sobre Judá. Además, el propósito
de Dios al destruir a los cananeos era preventivo ( Éx 23.31–33 ; 34.12–16 ; Dt 7.2–4 ).
No quiere que su pueblo se contamine con las maldades de Canaán. Los cananeos estaban
tan corrompidos, que aun su existencia era incompatible con la conservación de Israel en
pureza y verdad, necesarias para el cumplimiento de su misión universal de bendición (
Gn 12.1–3 ).
Los israelitas no cumplieron cabalmente la orden divina y su desobediencia les trajo
muchos males. El libro de Jueces menciona los continuos fracasos de Israel. Judá no pudo
arrojar a los que habitaban en los llanos ( 1.19 ). «Mas el jebuseo que habitaba en
Jerusalén no lo arrojaron los hijos de Benjamín» ( 1.21 ). Tampoco Manasés ( 1.27 ),
Efraín ( 1.29 ), Zabulón ( 1.30 ), Aser ( 1.31 ), Neftalí ( 1.33 ) ni Dan ( 1.34 ) tuvieron
completo éxito en la empresa de desarraigar a sus enemigos. El cananeo «persistía en
habitar aquella tierra» ( Jue 1.27 ) y fue azote y tropezadero para los hijos de Israel ( Jue
2.1–3 ).
CANCILLER Uno de los altos oficiales en la corte de David ( 1 Cr 18.15 ) y Salomón
( 1 R 4.3 ), y más tarde de los reyes de Judá ( 2 R 18.18 , 37 ; cf. 2 Cr 34.8 ; Is 36.3 , 22 ).
Aunque según parece canciller era sinónimo de «cronista» ( 2 S 8.16 ), pero el canciller
no era un simple cronista; era ejecutivo y consejero del rey. Tal vez arreglaba las
ceremonias y audiencias del palacio, le presentaba al rey los asuntos del día y proclamaba
las decisiones al pueblo.
CANDACE (transcripción del vocablo meroíta Ka(n)take ). Título o nombre dinástico
que llevaban las reinas de Meroe, un reino en el sur de Nubia (en aquel entonces Etiopía,
hoy Sudán). Hechos 8.27 indica que el eunuco bautizado por → FELIPE era el principal
tesorero de una de estas reinas.
CANDELA → LÁMPARA .
CANDELERO Portalámparas o soporte sobre el cual se colocaba la → LÁMPARA para
una mejor iluminación ( Mt 5.15 y //; cf. 2 R 4.10 ).
En lenguaje simbólico, la visión de Zac 4.1–12 describe un candelero (en RV,
candelabro) que incluye un depósito central para aceite. De esta copa salen siete tubos
para alimentar siete lamparillas, colocadas al parecer en el borde de la copa.
Sin embargo, el candelero clásico (candelabro en Heb 9.2 , RV) es el de siete brazos
(en hebreo, menorá ) que aparece en el santuario del tabernáculo ( Éx 25.31–40 ; 27.20s ;
37.17–24 ; Lv 24.3s ). Se hacía de oro, tenía base y tallo, y de este salían simétricos tres
brazos a cada lado, que con el del centro formaban los siete. Cada brazo constaba de tres
cálices a modo de flor de almendro, con sus globos y lirios. Remataban los siete brazos
en siete lámparas que debían arder día y noche.
De manera similar, había en el santuario del templo de Salomón diez candeleros a lo
largo de ambas paredes ( 1 R 7.49 ; 2 Cr 4.7 ). En 586 a.C. los robaron y llevaron a
Babilonia ( Jer 52.4 ).
El candelero del templo de Zorobabel también lo robó y mutiló → ANTÍOCO Epífanes
(175–164 a.C.), aunque Judas Macabeo pronto mandó a fabricar uno nuevo ( 1 Mac 4.49
), que en el templo de Herodes se sustituyó por otro mayor. Es este el que los romanos
llevaron a Roma como parte del botín de Jerusalén (70 d.C.) y lo reprodujeron en el arco
de Tito.
Las siete iglesias y los dos testigos de Apocalipsis se simbolizan con candeleros (
1.12s , 20 ; 2.1 , 5 ; 11.4 ).
CANELA Parte interior de la corteza de un árbol de rico aroma. Originario de Ceilán y
Malasia, se utilizaba en la preparación del aceite de la unción ( Éx 30.22–25 ) y para
perfumar los lechos ( Pr 7.17 ). En Cnt 4.14 se compara a la esposa con la canela. En Ap
18.13 la canela figura entre las valiosas mercancías que exportaba Babilonia.
CANON El término griego kanon es de origen semítico y su sentido inicial fue el de
«caña». Más tarde la palabra tomó el significado de «vara larga» o listón para tomar
medidas utilizado por albañiles y carpinteros. El hebreo kaneh tiene ese significado ( Ez
40.3 , 5 ). El latín y el castellano transcribieron el vocablo griego en «canon». La
expresión, además, adquirió un significado metafórico: se utilizó para identificar las
normas o patrones que sirven para regular y medir.
En la tradición judeocristiana el canon tiene un propósito triple. En primer lugar
identifica y conserva la revelación, a fin de evitar que se confunda con las reflexiones
posteriores en torno a ella. Tiene el objetivo, además, de impedir que la revelación escrita
sufra cambios o alteraciones. Por último, brinda a los creyentes la oportunidad de estudiar
la revelación y vivir de acuerdo a sus principios y estipulaciones.
En el siglo IV la palabra «canon» se utilizó para referirse propiamente a las
Escrituras. El «canon» de la Biblia es el catálogo de libros que se consideran normativos
para los creyentes y que, por lo tanto, pertenecen con todo derecho a las colecciones
incluidas en el Antiguo y el Nuevo Testamento. Con ese significado específico la palabra
fue utilizada posiblemente por primera vez por Atanasio, el obispo de Alejandría, en el
año 367. A finales del siglo IV esa acepción de la palabra era común tanto en las iglesias
del Oriente como en las del Occidente, como puede constatarse en la lectura de las obras
de Gregorio, Priciliano, Rufino, San Agustín y San Jerónimo.
CANON DEL ANTIGUO TESTAMENTO
De acuerdo a los diversos relatos evangélicos, Jesús utilizó las Escrituras hebreas para
validar su misión, sus palabras y sus obras (véanse Mc 1.14 ; Lc 12.32 ). Los primeros
creyentes continuaron esa tradición hermenéutica y utilizaron los textos hebreos, y sobre
todo sus traducciones al griego, en sus discusiones teológicas y en el desarrollo de sus
doctrinas y enseñanzas. De esa forma la iglesia contó, desde su nacimiento, con una serie
de escritos de alto valor religioso.
Los libros de la Biblia hebrea son 24, divididos en tres grandes secciones.
La primera sección, conocida como Torá (vocablo hebreo que por lo general se
traduce «ley», pero cuyo significado es más bien «instrucción» o «enseñanza») contiene
los llamados «cinco libros de Moisés»: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y
Deuteronomio.
La segunda división, conocida como Nebiim (profetas), se subdivide, a su vez, en dos
grupos: Los profetas anteriores , en los que figuran Josué, Jueces, Reyes y Samuel; y Los
profetas posteriores : Isaías, Jeremías, Ezequiel y el Libro de los Doce.
La tercera sección de la Biblia hebrea se conoce como Ketubim (escritos) e incluye
once libros: Salmos, Proverbios y Job; un grupo de cinco libros llamados Megilot
(rollos), Cantar de los cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés y Ester; y finalmente
Daniel, Esdras-Nehemías y Crónicas.
Con las iniciales de Torá , Nebiim y Ketubim se ha formado la palabra hebrea Tanak ,
que significa «la Biblia».
Los 24 libros de la Biblia hebrea son idénticos a los 39 que se incluyen en el Antiguo
Testamento de las Biblias protestantes. Es decir, no contienen los libros
deuterocanónicos. La diferencia en número se basa en contar cada uno de los doce
profetas menores y en la separación, en dos libros cada uno, de Samuel, Reyes, Crónicas
y Esdras-Nehemías. Al unir el libro de Rut al de Jueces y el de Lamentaciones al de
Jeremías, se identifican 22 libros; el 22 corresponde, además, al número de caracteres del
alfabeto hebreo.
La Septuaginta: El Canon Griego
Uno de los resultados del cautiverio de Israel en Babilonia fue el desarrollo de
comunidades judías en diversas regiones del mundo conocido. En Alejandría, capital del
reino de los Tolomeos, el elemento judío en la población de habla griega era
considerable; y como Judea formaba parte del reino hasta el año 198 a.C., esa presencia
judía aumentó con el paso del tiempo.
Luego de varias generaciones, los judíos de Alejandría adoptaron el griego como su
idioma diario, y dejaron el hebreo para cuestiones cúlticas. Para responder
adecuadamente a las necesidades religiosas de la comunidad, pronto se vio la necesidad
de traducir las Escrituras hebreas al griego. Al comienzo, posiblemente la lectura de la
Torá (que era fundamental en el culto de la sinagoga) se hacía en hebreo, con una
posterior traducción oral al griego. Luego los textos se tradujeron de forma escrita. Ese
proceso de traducción oral y escrita se llevó a cabo durante los años 250–150 a.C. La
Torá (o Pentateuco, como se conoció en griego) fue la primera parte de la Escrituras en
traducirse. Más tarde se tradujeron los profetas y el resto de los escritos.
Una leyenda judía, de la cual existen varias versiones, indica que desde Jerusalén se
llevaron a setenta o setenta y dos ancianos hasta Alejandría para traducir el texto hebreo
al griego. Esa leyenda dio origen al nombre Septuaginta (LXX), con el que casi siempre
se identifica y conoce la traducción al griego del Antiguo Testamento.
El orden de los libros en los manuscritos de la Septuaginta difiere del que se presenta
en las Escrituras hebreas. Posiblemente ese orden revela la reflexión cristiana en torno al
canon.
En primer lugar, como en el canon hebreo, la Septuaginta incluye los cinco libros de
Moisés o el Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
La segunda sección presenta los libros históricos: Josué, Jueces, Rut, los cuatro libros
de la monarquía (Samuel y Reyes), Paralipómenos (Crónicas), 1 Esdras (una edición
griega alterna de 2 Cr 35.1 — Neh 8.13 ), 2 Esdras (Esdras-Nehemías), Ester, Judit y
Tobit. Los libros de Judit y Tobit, y las adiciones griegas al libro de Ester, no aparecen en
los manuscritos hebreos.
En la tercera división se encuentran los libros poéticos y sapienciales: Salmos,
Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los cantares, Job, Sabiduría y Eclesiástico ( Sabiduría
de Jesús ben Sira ). De este grupo, Sabiduría (escrito originalmente en griego) y
Eclesiástico (escrito en hebreo) no se encuentran en el canon hebreo. El libro de los
Salmos contiene uno adicional que no aparece en el canon hebreo: el 151, del cual existen
copias tanto en griego como en hebreo.
La sección final de la Septuaginta incluye los libros proféticos: Isaías, Jeremías y
Lamentaciones, junto a Baruc y la Carta de Jeremías, que no aparecen en el orden del
canon hebreo; Ezequiel; y el libro de Daniel, con varias adiciones griegas: la historia de
Susana , el relato de Bel y el Dragón y una oración de confesión y alabanza de 68
versículos entre los vv. 23–24 del tercer capítulo.
Los libros de los Macabeos (que pueden llegar hasta a cuatro en diversos manuscritos
y versiones) se incluyen, como una especie de apéndice, al final de la Septuaginta.
En torno a los libros y adiciones que se encuentran en la Septuaginta, y no aparecen
en las Escrituras hebreas, la nomenclatura y el uso lingüístico en diversos círculos
cristianos no es uniforme. La mayoría de los protestantes identifican esa sección de la
Septuaginta como «apócrifos». La iglesia católica los conoce como «deuterocanónicos».
«Apócrifos», para la comunidad católica, son los libros que no se incluyeron ni en el
canon hebreo ni en el griego. Los protestantes identifican los libros que no se
incorporaron en ninguno de los cánones como seudoepígrafos .
Los libros deuterocanónicos o apócrifos son los siguientes: Tobías, Judit, Sabiduría,
Eclesiástico ( Sabiduría de Jesús ben Sira ), Baruc, 1 y 2 Macabeos, Daniel 3.24–90 ; 13
; 14 y Ester 10.4–16 , 24 . La mayoría de estos textos se conservan solo en manuscritos
griegos.
Como ya dijimos, la Septuaginta hizo posible que los judíos grecoparlantes (en la
diáspora y también en Palestina) tuvieran acceso a los textos sagrados de sus antepasados
en el idioma que podían entender. Además, el texto griego dio la oportunidad a grupos
gentiles de estudiar las Escrituras hebreas ( Hch 8.26–40 ).
La iglesia cristiana se benefició sustancialmente de la traducción de la Septuaginta: la
utilizó como su libro santo y le llamó «Antiguo Testamento». El texto en griego dio la
oportunidad a los cristianos de relacionar el mensaje de Jesús con pasajes de importancia
mesiánica ( Hch 7 ; 8 ); les brindó recursos literarios para citar textos del canon hebreo en
las discusiones con los judíos ( Hch 13.17–37 ; 17.2–3 ); y jugó un papel fundamental en
la predicación del evangelio a los gentiles ( Hch 14.8–18 ; 17.16–32 ).
La Iglesia Y El Canon
Una vez finalizado el período del Nuevo Testamento, la iglesia continuó utilizando la
Septuaginta en sus homilías, debates y reflexiones teológicas. Una gran parte de los
escritores cristianos de la época utilizaban libremente la Septuaginta, y citaban los libros
que no se encontraban en el canon hebreo.
La iglesia Occidental, a finales del siglo IV, aceptó un número fijo de libros del
Antiguo Testamento, entre los cuales se encuentran algunos deuterocanónicos que
aparecen en la Septuaginta. Los teólogos orientales, por su parte, seguían el canon hebreo
de las Escrituras. Tanto Orígenes como Atanasio insisten en que se deben aceptar en el
canon únicamente los 22 libros del canon judío; y San Jerónimo, con su traducción
conocida como «Vulgata Latina», propagó el canon hebreo en la iglesia Occidental.
A través de la historia, la iglesia ha hecho una serie de declaraciones en torno al
canon de las Escrituras. Al principio, estas declaraciones se hacían generalmente en
forma de decretos disciplinares; posteriormente, en el Concilio de Trento, el tema del
canon se abordó de forma directa y dogmática.
El Concilio de Trento se convocó en el año 1545 en el entorno de una serie de
controversias con grupos reformados en Europa. Entre los asuntos a considerar se
encontraba la relación entre la Escritura y la tradición, y su importancia en la transmisión
de la fe cristiana. Se discutió abiertamente la cuestión del canon, y se promulgó un
decreto con el catálogo de libros que estaban en el cuerpo de las Escrituras y tenían
autoridad dogmática y moral para los fieles. Se declaró el carácter oficial de la Vulgata
Latina, y se promulgó la obligación de interpretar las Escrituras de acuerdo a la tradición
de la iglesia, no según el juicio de cada persona. Además, el Concilio aceptó con igual
autoridad religiosa y moral los libros protocanónicos y deuterocanónicos, según se
encontraban en la Vulgata.
Entre los reformadores siempre hubo serias dudas y reservas en torno a los libros
deuterocanónicos. Finalmente los rechazaron por las polémicas y encuentros con los
católicos.
Lutero, en su traducción del 1534, agrupo los libros deuterocanónicos en una sección
entre los dos Testamentos, con una nota que indica que son libros «apócrifos». Aunque su
lectura es útil y buena, afirmó, no se igualan a las Sagradas Escrituras. La Biblia de
Zurich (1527–29), en la cual participó Zuinglio, relegó los libros deuterocanónicos al
último volumen, pues no los consideraba canónicos. La Biblia Olivetana (1534–35), que
contiene un prólogo de Juan Calvino, incluyó los deuterocanónicos aparte del resto del
canon. La iglesia reformada, en sus confesiones Galicana y Bélgica no incluyó los
deuterocanónicos. En las declaraciones luteranas se prestó cada vez menos atención a los
libros deuterocanónicos.
En Inglaterra la situación fue similar al resto de la Europa Reformada. La Biblia de
Wyclif (1382) incluyó únicamente el canon hebreo. Y aunque la Biblia de Coverdale
(1535) incorpora los deuterocanónicos, en Los treinta y nueve artículos de la iglesia de
Inglaterra se dice que esa literatura no debe emplearse para fundamentar ninguna
doctrina. La versión King James (1611) imprimió los deuterocanónicos entre los
Testamentos.
La traducción al castellano de Casiodoro de Reina (publicada en Basilea en 1569)
incluía los libros deuterocanónicos, de acuerdo al orden de la Septuaginta. La posterior
revisión de Cipriano de Valera (publicada en Amsterdam en 1602) agrupó los libros
deuterocanónicos entre los Testamentos.
La Confesión de Westminster (1647) reaccionó al Concilio de Trento y a las
controversias entre católicos y protestantes: afirmó el canon de las Escrituras hebreas. En
su declaración en torno al canon, la Confesión indica que los deuterocanónicos
(identificados como apócrifos) no son inspirados por Dios, y por lo tanto no forman parte
del canon de la Escritura y carecen de autoridad en la Iglesia; indica, además, que pueden
leerse únicamente como escritos puramente humanos. De esa forma se definió claramente
el canon entre las comunidades cristianas que aceptaban la Confesión de Westminster.
El problema de la aceptación de los apócrifos o deuterocanónicos entre las
comunidades cristianas, luego de la Reforma, se atendió básicamente de tres maneras: 1)
Los deuterocanónicos se mantenían en la Biblia, pero separados (alguna nota indicaba
que estos libros no tenían la misma autoridad que el resto de las Escrituras). 2) De
acuerdo al Concilio de Trento, tanto los deuterocanónicos como los protocanónicos se
aceptaban en la Biblia con la misma autoridad. 3) Basados en la Confesión de
Westminster, se aceptaba la autoridad y se incluía en las ediciones de la Biblia
únicamente el canon hebreo.
Luego de muchas discusiones teológicas y administrativas, la British and Foreign
Bible Society decidió, en 1826, publicar Biblias únicamente con el canon hebreo del
Antiguo Testamento. La Biblia Reina-Valera se publicó por primera vez sin los
deuterocanónicos en 1850.
En torno a los apócrifos o deuterocanónicos, las iglesias cristianas han superado
muchas de las dificultades que les separaban por siglos. Ya la polémica y la hostilidad
han cedido el paso al diálogo y la cooperación interconfesional. En la actualidad grupos
católicos y protestantes trabajan juntos para traducir y publicar Biblias. Esta literatura,
lejos de ser un obstáculo para el diálogo y la cooperación entre creyentes, es un recurso
importante para estudiar la historia, las costumbres y las ideas religiosas del período que
precedió el ministerio de Jesús de Nazaret y la actividad apostólica de los primeros
cristianos.
CANON DEL NUEVO TESTAMENTO
Para el exégeta bíblico, no solo es importante establecer cuál es el texto más original de
la Escritura y analizar la historia interna de los diversos libros, sino también trazar los
límites de la Palabra escrita, reconociendo por qué hay diferencia entre la → INSPIRACIÓN
de los libros canónicos y la de los demás ( → CANON ). Aunque para hacer tal estudio es
necesario valerse de inferencias en ciertas épocas, cuando el conocimiento de los datos es
escaso, los rasgos generales del establecimiento del canon son claramente discernibles.
El Período Apostólico
Jesús y los primeros cristianos no carecían de Escrituras; contaban con el Antiguo
Testamento ( Mc 12.24 ) y citaron de las tres divisiones reconocidas por el judaísmo (p.
ej., Lc 24.44 ).
Convencida de la autoridad absoluta de Jesucristo y del Espíritu que Él envió, la
Iglesia vio «cristianamente» las antiguas Escrituras; pues al lado del Antiguo Testamento
apareció una norma superior. Para Pablo ( 1 Co 9.9 , 13s ; 11.23ss ; 1 Ts 4.15 ), un dicho
del Señor Jesús decidía tan categóricamente como una cita escritural toda cuestión de
doctrina o ética. Desde luego, estas palabras del Señor no eran citas de ningún
documento, puesto que los Evangelios aún no se habían escrito.
Al mismo tiempo, se desarrolló una nueva manifestación de autoridad. Pablo, al verse
obligado a decidir sobre algún asunto, apeló a su calidad de comisionado por Jesucristo,
poseedor del Espíritu divino ( 1 Co 7.25 , 40 ; Gl 1.1 , 7ss), y en esto no difirió de otros
doctores apostólicos ( Heb 13.18s ; 3 Jn 5–10 , 12 ; Ap 1.1–3 ). Esta autoridad fue
viviente, actualizada en el mensaje, y no una garantía de status canónico para sus escritos.
Pablo esperaba que sus cartas se leyeran en voz alta en las iglesias (p. ej., 1 Ts 5.26s ), lo
cual no implicaba que estos escritos (cf. Heb 11.32 ; 1 P 5.14 ) se colocaran al mismo
nivel del Antiguo Testamento (aun Ap 22.18s no contradice esta regla).
Aunque la interpretación de 2 P 3.16 es discutida, el texto no parece enseñar que a las
epístolas paulinas se les atribuye igual valor que a las Escrituras veterotestamentarias. En
cuanto a la colección del corpus paulino, es probable que se llevara a cabo ca. 80–85 d.C.
en Asia Menor, y que de una vez gozara de gran prestigio. (Misteriosamente este
prestigio menguó en el siglo II.) No obstante, a fines del siglo I no existía el concepto de
«canon escritural», como si la lista de los libros sagrados estuviera completa. La
existencia de 1) una tradición oral y 2) apóstoles, profetas y sus discípulos hacía
innecesario tal canon.
Los Padres Apostólicos
A finales del siglo I los primeros autores postapostólicos equiparaban la autoridad de
«las Escrituras» (o Antiguo Testamento) y «los dichos del Señor Jesús», o «las palabras
de los santos profetas» y «el mandamiento del Señor transmitido por los apóstoles» (1
Clemente 13.1s; 46.2–3, 7–8.). De igual manera, Ignacio de Antioquía nombró «los
profetas [del Antiguo Testamento]» como antídoto contra la herejía, pero sobre todo «el
evangelio» ( Esmirna 7.2). Con todo, no hicieron referencia a ninguna forma escrita de
los dichos de Cristo, y aunque en diferentes partes conocían algún Evangelio, no existía
ninguna colección completa de → EVANGELIOS .
Hacia 150 d.C., sin embargo, Papías, el autor de 2 Clemente y otros escritores
patentizan conocer varios Evangelios, los cuales figuraban, según parece, entre los cuatro
incluidos en nuestro canon. Hacia 170, Taciano compuso una narración continua de la
vida de Jesús ( Diatessaron ) en la que utilizó estos cuatro, sin excluir materia apócrifa.
Conscientes de la distancia que los separaba de los tiempos apostólicos, los cristianos se
dieron cuenta de la necesidad de definir un segundo canon. Al principio (Justino Mártir,
ca. 155, propuso leer los «recuerdos de los apóstoles» en los cultos) este canon constaba
solo de Evangelios, pero no tardó en formarse un segundo núcleo (escritos apostólicos).
La Influencia de Marción
El semignóstico Marción rompió con la iglesia en Roma ( ca. 150); repudiaba el
Antiguo Testamento con su «Dios vengador de la justicia» y quería sustituirlo por «el
Dios de Jesucristo» y un nuevo canon en dos partes: un Evangelio (Lucas, mutilado) y
diez cartas paulinas (se excluyeron las pastorales). Esta acción de un hereje aceleró la
formación del canon eclesiástico, ya en marcha. Hacia 160–180 las iglesias corrigieron la
lista, añadiéndole los otros tres Evangelios de uso popular, y Hechos y Apocalipsis; así
llegaron a trece las cartas paulinas.
De Ireneo a Eusebio
En su Contra las herejías ( ca. 185), Ireneo citó como canónicos veintidós escritos
del nuestro Nuevo Testamento, más el Pastor de Hermas , pero tenía reservas respecto a
Hebreos, 3 Juan, 2 Pedro, Santiago y Judas. Impugna las aparentes revelaciones
esotéricas de sus opositores, subrayando la derivación apostólica de las tradiciones
eclesiásticas. En África, Tertuliano confirmó casi la misma lista y se empeñó en que se
consagrara el canon de los Evangelios aunque no el de las Epístolas; otro tanto hizo al
respecto Hipólito de Roma, discípulo de Ireneo.
De Roma procedió también el canon del Fragmento Muratoriano ( ca. 195), el cual
no se limitaba a una simple enumeración de los libros; traía datos sobre el autor y los
destinatarios de los libros incluidos y explicaba por qué se rechazaron otros libros (p. ej.,
las Epístolas de «Pablo» a los laodiceos y a los alejandrinos ). Incluyó, cosa curiosa, la
Sabiduría de Salomón y el Apocalipsis de Pedro ; este y el Pastor , no obstante, se
recomendaban más para la lectura particular que para el culto. De nuestro canon actual
solo faltaban Hebreos, 1 y 2 Pedro, Santiago y 3 Juan. El Nuevo Testamento no era
todavía una unidad cerrada: en la época de Eusebio ( ca. 320) los Padres citaban a veces
como Escritura dichos de Jesús no consignados en nuestros Evangelios, Evangelios no
canónicos (p. ej., De los hebreos ), la Epístola de Bernabé , 1 Clemente , la Didajé , los
Hechos de Pablo , el Pastor y el Apocalipsis de Pedro .
La Fijación Del Canon
Con la creciente divulgación de los diferentes escritos, y con más tiempo para
conocer a fondo su valor relativo, tanto el ala oriental como la occidental de la cristiandad
fijaron el canon que conocemos hoy. En el Oriente, el documento decisivo fue la
trigésimo novena Carta pascual de Atanasio (367), con una lista idéntica.
Excepcionalmente, las iglesias de habla siríaca siguieron un proceso más lento para llegar
al canon actual.
Conclusión
La inclusión en el canon de ciertos documentos solo representó el reconocimiento
eclesiástico de una autoridad ya inherente a ellos. En este sentido, la Iglesia no «formó»
el canon; lo descubrió. Existieron tres criterios de canonicidad: 1) Atribución a un
apóstol. Hubo excepciones. Por ejemplo, Marcos y Lucas se aceptaron como autores
íntimamente asociados con los apóstoles. 2) Uso eclesiástico, o sea, reconocido por una
iglesia prominente o por una mayoría de iglesias. 3) Conformidad con las normas de la
sana doctrina. Sobre esta base había incertidumbre al principio respecto al cuarto
Evangelio, pero luego se aceptó; en cambio, el Evangelio de Pedro , a pesar de su
atribución apostólica, Serapión de Antioquía lo rechazó como docético.
En el siglo XVI, tanto la iglesia romana como el protestantismo reafirmaron, tras
largo debate, su adherencia a la norma tradicional. Hoy ciertos teólogos liberales de
ambas comuniones proponen que se establezca un «canon dentro del canon» y que se
vuelva a excluir 2 Pedro, Apocalipsis, etc. El evangélico, sin embargo, al mismo tiempo
que da más importancia a los criterios 2) y 3) que al 1), abraza el canon antiguo como la
expresión escrita del plan de Dios, autoritativa, suficiente y plenamente inspirada.
Bibliografía:
INT , pp. 37–63. IB I, pp. 69–72,77ss. Int. B. I, pp. 319-381s. W. Joest, et al, La
interpretación de la Biblia , Herder, Barcelona, 1970, pp. 143–174.
Cánones judíos y cristianos de las Escrituras
Biblia hebrea (BH)
Torá:
Génesis
Éxodo
Levítico
Números
Deuteronomio
Nebiim: Profetas
Anteriores:
Josué
Jueces
Samuel (2)
Reyes (2)
Posteriores:
Isaías
Jeremías
Ezequiel
Los doce:
(Oseas, Joel,
Amós, Abdías,
Jonás, Miqueas
Nahúm, Habacuc,
Septuaginta (LXX)
Pentateuco:
Génesis
Éxodo
Levítico
Números
Deuronomio
Libros históricos:
Josué
Jueces
Rut
Monarquía:
Samuel (2)
Reyes (2)
Paralipómenos (2)
Crónicas (2)
Esdras (4)
**I,IV Esdras
II Esdras (=Esdras)
III Esdras (=Nehemías)
*Ester (con adiciones griegas)
*Judit
Vulgata (Vlg)
Pentateuco:
Génesis
Éxodo
Levítico
Números
Deuteronomio
Libros históricos:
Josué
Jueces
Rut
Samuel (2)
Reyes (2)
Crónicas (2)
Esdras
Nehemías
Tobías
Judit
Ester
Macabeos (2)
Sofonías, Hageo
Zacarías, Malaquías)
Quetubim:
Escritos:
Salmos
Job
Proverbios
Rut
Cantar de los cantares
Qohelet (Eclesiastés)
Lamentaciones
Ester
Daniel 1–12
Esdras-Nehemías
Crónicas (2)
*Deuterocanónicos
o Apócrifos
**Seudoepigráficos
*Tobías
Macabeos (4)
*Macabeos (2)
III, IV Macabeos
Libros poéticos:
Salmos
**Odas
Proverbios
Eclesiastés
(=Qohelet)
Cantar de los cantares
Job
*Sabiduría de Salomón
*Sabiduría de Jesús
ben Sira (=Siracida)
**Salmos de Salomón
Libros proféticos:
Los doce:
(=Oseas, Amós,
Miqueas...)
Isaías
Jeremías
*Baruc 1–5
Lamentaciones
Carta de Jeremías (=Baruc 6)
Ezequiel
*Susana (= Daniel 13 )
Daniel 1–12
*Bel y el Dragón (= Daniel 14 )
Libros poéticos:
Job
Salmos
Proverbios
Eclesiastés (=Qohelet)
Cantar de los cantares
Sabiduría
Eclesiástico (=Siracida)
Libros proféticos:
Isaías
Jeremías
Lamentaciones
Baruc 1–6
Ezequiel
Daniel 1–14
Los doce:
(Oseas, Joel,
Amós, etc.)
CANTAR DE LOS CANTARES (o sea, la mejor de las canciones ). En Israel,
como en otras culturas, el amor erótico inspiró mucha de la mejor poesía. Desde la
antigüedad, los judíos han leído Cantares en la Fiesta de la → PASCUA .
Autor Y Fecha
Cantares es «de» Salomón según el título ( 1.1 ), y el nombre de este rey también
aparece en 1.5 ; 3.7 , 9 , 11 ; 8.11 , 12 ; cf. 1 R 4.32 . Pero la palabra hebrea traducida
«de» también puede significar «para», «a», «en cuanto a», «según la tradición de»,
«dedicado a», etc. Pocas autoridades modernas sostienen que Salomón sea el autor. La
mayoría fecha el libro después del cautiverio, o sea, en el siglo V o IV a.C.
Recientemente se ha sugerido una redacción ulterior de material salomónico ca. 600 a.C.
Es difícil reconciliar la unidad de estilo que el mismo libro manifiesta con las diversas
fechas que podría sugerir un examen lingüístico. Sin embargo, como ni el tema ni el
mensaje se relacionan con ninguna época determinada, la interpretación del libro no
exige una ubicación cronológica precisa.
Cantares:
Un bosquejo para
el estudio y la
enseñanza
I.
El comienzo del
amor
1.1—5.1
A.
El
enamoramiento
1.1—3.5
1.
La novia anhela
afecto
1.1–8
2.
Expresiones de
amor mutuo
1.9—2.7
3.
Visita del rey a
la casa de la
novia
2.8–17
4.
La novia sueña
con la
separación
3.1–
5
B.
Unidos en amor
3.6—5.1
1.
Procesión
nupcial
3.6–
11
2.
Se alaba la
belleza de la
novia
4.1–15
3.
Se consuma el
matrimonio
4.16—5.1
II.
El amor se
extiende
5.2—8.14
A.
La lucha en el
amor
5.2—7.9
1.
El segundo
sueño de
separación de la
novia
5.2–8
2.
Se alaba la
belleza del
novio
5.9—
6.3
3.
Se alaba la
belleza de la
novia
6.4—
7.9
B.
El crecimiento en
el amor
7.10—
8.14
1.
El deseo de la
novia de visitar
su casa
7.10
—8.4
2.
Viaje y regreso
a casa
8.5–14
Otros Puntos Importantes
Cantares se ha interpretado de las más diversas maneras.
Interpretación alegórica
Los rabíes y casi todos los Padres de la iglesia veían en Cantares una alegoría. Para
los rabíes, se trataba del amor entre Jehová e Israel; para los Padres representaba el amor
entre Cristo y la Iglesia. Y es innegable que las Escrituras emplean la figura del
matrimonio para simbolizar la relación entre Jehová y su pueblo. Sin embargo, este libro
carece de carácter alegórico. Además, esta interpretación resulta problemática cuando se
examinan los detalles de muchos versículos, pues deja a la imaginación del lector el
significado de los pormenores. Los comentarios escritos desde este punto de vista valen
poco como interpretación, pero a veces son riquísimos en sugerencias para la aplicación
de los textos.
Varios evangélicos del siglo pasado y muchos autores católicos sostienen esta
interpretación. Las interpretaciones parabólicas y tipológicas de ciertos evangélicos
contemporáneos pueden considerarse como variantes de la interpretación alegórica,
puesto que según ellas el mensaje básico del libro es espiritual.
Interpretación literal
Teodoro de Mopsuestia (m. 428 d.C.) interpretó Cantares literalmente como una
colección de canciones de amor. Rechazada por herética durante siglos, esta
interpretación ha llegado a prevalecer entre los estudios contemporáneos del libro. Antes
la interpretación literal asustaba a muchos, porque no entendían bien la enseñanza bíblica
en cuanto a la santidad y la hermosura del amor físico en el matrimonio. Esta
incomprensión explica que algunos autores católicos se hayan esforzado por encontrar en
Cantares un sentido mariológico.
El lenguaje de Cantares bien puede aludir a ceremonias litúrgicas y a bodas a la
manera antigua. Pero tales alusiones no bastan para interpretar todo el libro en función de
una liturgia pagana o de costumbres folklóricas sirias en las cuales se festejaba a los
nuevos esposos como reyes durante una semana, como alegan algunos eruditos.
Entre los que interpretan Cantares literalmente hay más de una manera de bosquejar
el libro. Algunos ven tres personajes importantes: 1) la amada, 2) el amado, un pastor, y
3) Salomón. Según esta interpretación, Salomón lleva a la sulamita a su palacio y trata de
ganar su amor ( 1.9–11 ; 3.6–4.7 ; 6.4–10 ; 7.1–9 ), pero ella solo puede pensar en su
verdadero amado ( 1.2–8 ) y en su regreso ( 2.8–3.5 ; 4.8–5.1 ); durante la separación
sueña con él ( 5.2–16 ). La sulamita se mantiene fiel, la liberan del palacio de Salomón y
vuelve al lado de su amado ( 8.5–14 ).
La interpretación más aceptada ve solamente dos personajes importantes: Salomón,
quien es el amado, y la sulamita, quien es la amada. Esta se encuentra en el jardín de
Salomón y expresa el anhelo y la satisfacción de su amor ( 1.2–2.7 ). En el siguiente
pasaje ( 2.8–3.5 ) se relata una visita del amado y un sueño de la amada. Sigue una
procesión de Salomón llena de esplendor y cantos de amor ( 3.6–5.1 ). La amada describe
un sueño, según el cual perdía a su amado pero lo encontraba de nuevo ( 5.2–6.9 ). Luego
la novia amada es admirada por sus compañeras y su amado ( 6.10–8.4 ). Al fin, la amada
y el amado conversan sobre su amor ( 8.5–14 ).
Aporte a La Teología
A través de los siglos, Cantares ha testificado de la gloria del amor conyugal, puro y
fiel. Mil años de deificación del sexo en los cultos obscenos paganos del Cercano Oriente
antiguo no pudieron ahogar este testimonio. Dos mil años de represión del instinto sexual
en el cristianismo helenizado tampoco pudieron apagarlo, «porque fuerte es como la
muerte el amor» ( 8.6 , 7 ).
Cantares es la celebración del amor por la vida expresado en la relación matrimonial.
Hombre y mujer alternan libremente sus cantos para afirmar el ser de la amada o del
amado según sea el caso. Cada uno da al otro con generosidad, sin avaricia ni codicia. La
estética es el vehículo que el autor, mediante los cónyuges, usa para hacernos participar
de la intimidad y trasparencia de la entrega mutua de dos personas.
La experiencia de darse implica una serie de tensiones muy profundas, como la
tensión entre cercanía y distancia. Cantares presenta esa tensión al acentuar durante toda
la narración la alternancia entre el gozo de compartir momentos juntos ( 3.4 ) y la
ansiedad y expectativa de la espera y del encuentro ( 5.8 ). Cuando se produce el
reencuentro, la cercanía se transforma en fiesta y en afirmación de la integridad de cada
uno de los cónyuges. Por eso en Cantares los esposos se buscan, se encuentran, se
vuelven a perder y esa dinámica va creando una emoción por el encuentro que abre la
puerta para que se vean cada vez como personas nuevas, frescas.
¿Puede hacerse teología con estos elementos? Sí, y en un sentido todo lo anterior es
ya teología. Pero podemos preguntar aun más: a la luz de este encuentro con el amor de
una pareja tal y como lo presenta Cantares, ¿qué podemos aprender de Dios?
Aprendemos que no podemos amar a Dios de una manera diferente de cómo nos amamos
unos a otros. La madurez de nuestro amor hacia Dios reside en cómo amamos a las
demás personas ( 1 Jn 4.19–21 ). No hay dos amores: uno hacia Dios y otro hacia los
demás. Amor solo hay uno y así como lo vivimos diariamente es cómo se lo damos a
Dios.
Cantares es también, por su contenido tan profundamente humano, una metáfora de
Dios y de Dios como gracia. La relación entre Dios y el ser humano es un proceso de
cercanía y distancia en el cual nos vamos encontrando frescos y renovados cada vez,
listos a compartir la vida que vamos haciendo. Dios nos ama e interactúa con nosotros
para que podamos darnos a él y a los demás con libertad, como un don, de la misma
manera en que Dios mismo se donó en Jesucristo.
Bibliografía:
A. Robert y A. Feuillet, Introducción a la Biblia I, Herder, Barcelona, 1965. A. Colunga,
«Los géneros sapienciales», Los géneros literarios de la Sagrada Escritura , Juan Flores,
Barcelona, 1957, pp. 212–214. P. Trogan, en EBDM II, cols. 107–116.
CÁNTARO Muchas palabras hebreas y griegas que representan gran variedad de
vasijas, recipientes o cubos, se traducen por «cántaro». Destinado a contener líquidos o
alimentos, el cántaro es casi siempre una vasija de barro, muy variada en su forma y
capacidad. En Gn 24.14–18 , 20 es adorno en hombros de Rebeca y útil herramienta de
trabajo en sus manos; en 1 R 18.34 se utiliza en la realización de un milagro. En Mc
14.13 y Lc 22.10 es guía hacia el aposento alto, ya que solo las mujeres acostumbraban
cargarlos. En Jueces 7.16 , 19 , 20 es instrumento de guerra en manos del ejército de
Gedeón. Abandonado junto al pozo de Sicar, es testimonio del espíritu abierto de
Jesucristo que, a diferencia de otros judíos, sí usaba «vasijas en común con los
samaritanos» (traducción reciente de Jn 4.9c ; cf. v. 28 ).
A veces se emplea «tinaja» como sinónimo de cántaro ( 1 R 17.12 , 14 , 16 ; Jn 2.6ss
). Véanse 1 R 7.50 ; 18.34 ; Ec 12.6 y Hag 2.16 .
CÁNTICO GRADUAL Expresión que aparece en el título de cada uno de los
Salmos 120–134 , los cuales constituyen una colección utilizada en el templo de
Jerusalén. Es difícil explicar el término «gradual» (o de las ascensiones, NC). La
tradición consagrada en la Mishnah (que estos Salmos se entonaban sobre las quince
gradas que separaban dos atrios del segundo templo) es inverosímil, como lo es también
la hipótesis de un paralelismo «gradual» en la estructura de cada uno de estos Salmos.
Quizás se refiera a la «subida a Jerusalén» de los peregrinos que tres veces al año
visitaban el templo en el período posterior al cautiverio.
CANTO Los israelitas cantaban en muchas y diferentes ocasiones. Por ejemplo, fiestas
de despedida ( Gn 31.27 ), victorias militares ( Éx 15.1s ; Jue 5.12 ), el descubrimiento de
un pozo ( Nm 21.17 ), y en las fiestas de vendimia ( Is 16.10 ). El canto expresaba
también tristeza ( 2 S 1.17–27 ; Lm passim ) y tenía incluso poderes curativos ( 1 S
18.10s ; junto con la → MÚSICA INSTRUMENTAL ). Pero sobre todo, la dinámica del canto se
experimenta en la adoración de Dios.
Ya fuera para una instrucción fácil de memorizar ( Dt 32.1–43 , el cántico de Moisés),
o durante una oración particular (p. ej., muchos salmos), la música cantada se
consideraba el mejor vehículo para el culto. Aunque el cronista sabe de la gloriosa música
instrumental de la era salomónica, insiste más en la coral ( 1 Cr 15.16–16.6 ; 25.1–8 ; 2
Cr 5.12ss ). En efecto, dentro de pocos siglos los judíos llegarían a considerar la voz
humana como el único instrumento digno de expresar los sentimientos en el culto (cf.
Neh 12.27 , 46 ).
Los → SALMOS son cánticos cuya ejecución se ha adaptado a estilos musicales muy
variados. Aun la lectura pública de las Escrituras ( Neh 8.1–18 ) pronto asumió en el
templo y en la sinagoga la forma de una «cantinela».
La piedad cristiana continuó las prácticas judías ( → HIMNO ) y muchos creyentes en
Corinto, por ejemplo, traían a su asamblea un salmo ( 1 Co 14.26 ). Las instrucciones
paulinas sobre el canto ( Ef 5.19 ; Col 3.16 ) aparecen en un contexto de instrucción
bautismal sobre la nueva conducta del cristiano, y asocian el canto con la plenitud del
Espíritu y la palabra de Cristo.
Bibliografía:
EBDM V, col. 373–378.
CAÑA Planta de difícil identificación específica. La flora palestina incluye por lo
menos cinco especies de plantas a las que se les puede dar este nombre. Se caracterizan
por sus tallos largos y delgados y por encontrarse a la orilla de ríos y lugares pantanosos.
La variedad más común es pharagmites communis . Se trata de una planta que alcanza
hasta 3 m de alto y de 2 a 3 cm de grueso. Se encuentra a la orilla de los ríos de la Tierra
Santa. Con frecuencia se da junto con la typha angustata ( → ALGA ). En la mayor parte
de los textos, caña se usa como nombre genérico, sin designar una variedad específica. (
→ JUNCO .)
En Ez y Ap un mismo vocablo hebreo, qane , se refiere a una medida lineal de unos 3
m ( → MEDIDAS ). En Éx 25.31 ; 37.17 , se trata de la barra o columnilla del candelero (
→ CANDELERO ).
En Is 9.14 , RV dice «caña» donde debía decir «junco», pues así traduce el hebreo
agmown en todos los otros casos.
CAPADOCIA Extensa provincia del este de Asia Menor. En general, su territorio
lindaba al norte con Ponto, al oeste con Galacia y Licaonia, al sur con el Tauro de Cilicia
y al este con Armenia. Capadocia se convirtió en provincia romana en 17 a.C. y la
gobernaba un procurador enviado por el emperador.
A mediados del siglo II a.C. ya existía una colonia judía en Capadocia. El senado
romano dirigió una carta al rey Ariarates intercediendo por ellos ( 1 Mac 15.22 , ca. 139
a.C.). Judíos de Capadocia estuvieron presentes el día de Pentecostés ( Hch 2.9 ) y, según
1 P 1.1 , décadas después allí residían cristianos.
CAPERNAUM (en hebreo, pueblo de Nahum ). Ciudad importante en el ministerio de
Jesús, ubicada en la costa noroeste del mar de Galilea.
El Antiguo Testamento no menciona a Capernaum y cuanto podemos saber de esta
ciudad depende de los Evangelios. Tal parece que en tiempo de Jesús, Capernaum fue un
centro de gran importancia; luego decayó y desapareció de la historia. Jesús, rechazado
en Nazaret, hizo de Capernaum la sede de sus actividades ( Mt 4.13 ; Jn 2.12 ). La ciudad
fue famosa por su sinagoga ( Mc 1.21 ; Lc 7.5 ), y es el único lugar del que se afirma que
Jesús tenía allí su casa ( Mc 2.1 ; 9.33 ) o que era «su ciudad» ( Mt 9.1 ). Se acepta que el
hogar de Pedro y Andrés estaba allí ( Mt 8.14 ; Mc 1.29 ; Lc 4.38 ).
Capernaum fue escenario de muchos incidentes en la vida de Jesús. En su sinagoga
sanó a una persona que tenía un espíritu inmundo ( Mc 1.21ss ; Lc 4.31ss ) y en sus
cercanías sucedieron los hechos que llevaron a Jesús a pronunciar el sermón sobre el pan
de vida ( Jn 6.16–59 ).
En la ciudad había una aduana y un centro para el cobro de impuestos ( Mt 9.9 ;
17.24ss ). Es muy probable que en esta ciudad hubo un destacamento de soldados
romanos, cuyo centurión edificó una sinagoga del pueblo ( Lc 7.5 ). Aquí Jesús sanó a un
siervo de este ( Mt 8.5–13 ), y más tarde al hijo de un oficial del rey ( Jn 4.46ss ). A pesar
de este ministerio en su seno, Jesús incluye a Capernaum entre las ciudades impenitentes
por su dureza y culpabilidad ante Dios ( Mt 11.23 ; Lc 10.15 ).
Luego del ministerio de Jesús, Capernaum perdió su importancia y sus ruinas se
encuentran en un lugar conocido por los árabes como Tell-Hum, que se halla a unos 4 km
al sudoeste de la desembocadura del Jordán en el mar de Galilea. Aunque el nombre
significa, según parece, «colina color café», posiblemente hum es reminiscencia de
Nahum. Las ruinas de una sinagoga de principios de la era cristiana se encuentran en esta
localidad.
Luego de estar olvida y abandonada por siglos, Capernaum surgió de nuevo en 1894,
cuando los ruinas del lugar se entregaron para su custodia a un grupo franciscano.
Durante los años 1905 y 1921 se llevaron a efecto varias excavaciones arqueológicas; y
en 1968, bajo la dirección de V. Corbo y S. Loffreda, se descubrieron varios sectores
importantes de la ciudad y la casa de Pedro. También, bajo las ruinas de una sinagoga del
siglo IV o V d.C., se descubrió la sinagoga del centurión romano ( Mc 1.21 ; Lc 7.5 ).
La casa de Simón Pedro, mencionada con cierta regularidad en los Evangelios ( Mt
17.25 ; Mc 2.1 ; 9.33 ), estaba ubicada al sudeste de la sección que se extiende desde el
lago de Galilea; el norte apuntaba hacia el balcón de la sinagoga y el este hacia un campo
abierto ( Mc 1.33 ; 2.2 ).
Durante la primera revuelta judía llevaron a Josefo a Capernaum para recibir
tratamiento médico, luego de recibir heridas en combate.
CAPITÁN (traducción de una docena de vocablos hebreos y griegos). Jefe militar o
civil cuyo rango surgió ante la necesidad del pueblo seminómada del Antiguo Testamento
de organizarse militarmente, para defenderse de los capitanes vecinos y enemigos ( Gn
26.26 ; cf. 2 S 8.16ss ).
La palabra sar , de uso frecuente, puede indicar indistintamente un jefe de millares,
centenares o cincuentenares ( 1 S 8.12 ). En Ap 6.15 ; 19.18 , los capitanes son típicos de
los poderosos humanamente hablando. ( → CENTURIÓN ; TRIBUNO .)
CARA → ROSTRO .
CARBÓN Brasa o ascua después de apagada. Ardiente o encendido se asocia con el
fuego purificador. Por tanto, aunque el carbón tiene su uso culinario ( Pr 26.21 , →
ASCUAS ; BRASAS ) y cultural ( Is 6.6 ), por lo general el concepto se emplea poéticamente
en pasajes de teofanía o apocalipsis para inspirar respeto ( Job 41.21 ; Ez 1.13 ).
CARBUNCLO Traducción empleada en las versiones antiguas, de dos palabras
hebreas: una, en Éx 28.17 ; 39.10 y Ez 28.13 , puede referirse a una piedra verde (en la
LXX, esmeralda), posiblemente → BERILO ; y la otra, en Is 54.12 , que designa una piedra
roja. El carbunclo moderno es una piedra preciosa parecida al granate rojo, grande y
brillante. Casi siempre se identifica con el llamado → RUBÍ oriental.
CÁRCEL El Antiguo Testamento alude solo en ocasiones a las cárceles de los egipcios,
filisteos y asirios ( Gn 39.20 ; 40.3 ; Jue 16.21 ; 2 R 17.4 ; 25.27 ; Jer 52.11 ). Pero la
legislación hebraica no conocía las penas privativas de libertad. El encarcelamiento se
ordenaba únicamente a título preventivo, para tener al culpable a buen recaudo ( Lv 24.12
; Nm 15.34 ). Sin embargo, algunos textos prueban que los reyes israelitas no dejaban de
encarcelar a los profetas ( 1 R 22.27 ; 2 Cr 16.10 ; 18.26 ; cf. Sal 107.10 ). En la época
posterior al cautiverio, el encarcelamiento se convirtió en castigo represivo también en
Palestina ( Esd 7.26 ; Neh 3.25 ). El Nuevo Testamento lo menciona a menudo ( Mt 5.25 ;
14.3 ; 18.30 ; 25.36 ; Mc 6.17 ; Lc 12.58 ; 22.33 ; 23.19 ). Y sabemos que los primeros
cristianos y más de un apóstol conocieron los rigores de la cárcel ( Hch 4.3 ; 5.18 ; 8.3 ;
16.23 ; etc.).
En caso de fuga de presos, se ejecutaban a los carceleros ( Hch 12.19 ; 16.17 ).
CARDOS Y ESPINAS En Palestina existen más de cien variedades de plantas que
caben bajo esta categoría general. Sin embargo, tenemos solamente 22 términos bíblicos
para identificarlas. Por otra parte, se hace difícil encontrar el equivalente castellano. De
ahí que RV use los términos «abrojos», «cardos», «espinas», «espinos», «ortiga» y
«zarza» sin que haya constancia en la traducción del vocablo hebreo o griego.
De entre las muchas variedades, merecen especial atención la centaurea iberica , y la
centaurea hyalolepsis (cardo en 3.18; Os 10.8 ; del hebreo dardar ). Estas plantas anuales
y bienales producen hojas grandes que los beduinos comen como ensalada. El cardo que
se menciona en 2 R 14.9 y 2 Cr 25.18 es el hebreo khoakh . En este caso se refiere al
prunus ursina , arbusto espinoso de la familia de las rosas, que crece en el Líbano y norte
de Palestina. En las otras ocasiones en que aparece khoakh , RV la traduce «espinos» (
Job 31.40 ; Cnt 2.2 ), «espinas» ( Pr 26.9 ) y «espino» ( Os 9.6 ). En estos casos parece
referirse al scolymus maculatus , una hierba de algo más de un metro de alto que es
sumamente nociva a las gramíneas.
Reina-Valera también dice «espino» para referirse al hebreo sirim , el poterium
spinosum , arbusto espinoso de algo menos de un metro de alto y de copiosas y delgadas
ramas. Este es el arbusto más común en Palestina y los árabes lo utilizan como vallado y
combustible. Es este el espino mencionado en Ec 7.6 ; Is 34.13 ; Os 2.6 ; Nah 1.10 .
Es muy probable que las espinas de la corona de Cristo ( Mt 27.29 ; Jn 19.2 ) fueron
de uno de los arbustos corrientes cerca del Gólgota, tal vez el poterium spinosum ya
mencionado.
La zarza de la tradición mosaica ( Éx 3.2–4 ; Dt 33.16 ) no se ha se ha podido
identificar.
CARGA Término referido a un peso grande o trabajo oneroso ( Éx 1.11 ; 23.5 ; 1 R
5.15 ; Mt 20.12 ), a la responsabilidad de gobernar ( Nm 11.11 , 17 ), alguna aflicción o
preocupación ( Sal 55.22 ), la conciencia del pecado ( Sal 38.4 ), la flaqueza humana ( Gl
6.2 ), alguna molestia para otros ( 2 Co 11.9 ; 12.13 ), o las exigencias legalistas ( Mt 23.4
; Hch 15.28 ; Ap 2.24 ; cf. Mt 11.30 ).
En Is 15.1 ; Nah 1.1 ; Hab 1.1 ; la RV-1909 traduce por «carga» la voz hebrea massa .
En estos pasajes designa una profecía de juicio amenazador. Reina Valera traduce por
«carga» dos distintas voces griegas en Gl 6 ( baros en v. 2 y fortion en v. 5 ). La primera
designa una carga pesada con la que debemos ayudarnos unos a otros; la segunda se
refiere a la carga que cada cual debe llevar solo, sin echarla sobre otro.
CARMELO ( parque o campo fructífero ).
1. Célebre cordillera que corre del noroeste al sudeste por un costado de la llanura de
→ ESDRAELÓN , desde el Mediterráneo (la costa sur de la bahía de Acre), hasta la llanura
de Dotán. La cima principal es el monte Carmelo, cuya mayor altura es de 700 m, y se
extiende 18 km hacia el interior formando la frontera de Aser ( Jos 19.24–26 ). En su
falda nordeste corre el arroyo Cisón.
Foto de Willem A. VanGemeren
Una moderna autopista en un paso a través del monte Carmelo,
cerca de Meguido.
El monte Carmelo es el único promontorio grande que se halla en la costa de
Palestina. Su exuberante vida vegetal y animal durante la estación de las lluvias
manifiesta por qué los escritores antiguos hicieron tantas alusiones a su extremada belleza
( Is 35.2 ), a su manto verde, a la gracia de su configuración ( Cnt 7.5 ) y a sus ricos
pastos ( Is 33.9 ; Jer 50.19 ; Am 1.2 ). Las cuevas naturales abundan en el monte Carmelo
( Am 9.3 ), y en muchas ocasiones han servido de morada a la gente. Todo el monte ha
sido en varias épocas residencia favorita de los devotos. Fue allí donde → ELÍAS derrotó a
los falsos profetas de → BAAL y Asera ( 1 R 18 ; cf. 2 R 1.9–15 ; 2.25 ; 4.25 ). Hay
todavía un pozo en un costado del monte, en un sitio que ahora se llama El Maharraka (el
incendio); y el antiguo Cisón actualmente se conoce con el nombre de Nahrel Mukatta
(río de matanza).
2. Ciudad de Judá, situada en una región pastoril, a 12 km al sudeste de Hebrón ( Jos
15.55 ), llamada hoy Khirbet el-Karmil. También se conoce como Carmel y de allí era
Nabal, marido de Abigail, quien se negó a ayudar a David ( 1 S 25 ). Saúl, de vuelta de su
expedición contra Amalec, erigió allí un monumento ( 1 S 15.12 ), y Hezrai, uno de los
guerreros de David, probablemente venía de este lugar ( 2 S 23.35 ; 1 Cr 11.37 ). Sus
ruinas indican que era un lugar de importancia.
CARNE, CARNAL
En el Antiguo Testamento
Traducción de las voces hebreas basar (269 veces) y sh˓er (16 veces: carne
sangrienta ). Literalmente basar designa la parte carnosa del cuerpo, sea este humano (
Gn 40.19 ) o animal ( Lv 6.27 ). Cuando se refiere a un animal, encierra la idea de carne
como alimento o como sacrificio. Referido a un ser humano, significa todo el cuerpo ( Pr
14.30 ) o, por extensión, la persona entera ( Sal 16.9 ; 63.1 ). Sugiere también la unión
entre dos personas ( Gn 2.24 , esposos; Jue 9.2 , parientes). La expresión «toda carne»
engloba la existencia humana (incluso a veces el reino animal, Sal 145.21 ). El concepto
de la debilidad y la flaqueza de la carne ( Sal 56.4 ) aparece en contraste con el poder de
Dios o los ángeles. Más bien es una debilidad física que moral (cf. Sal 78.39 ).
En El Nuevo Testamento
La voz griega kreas significa carne como alimento. Sarx reproduce muchos matices
de basar : la parte carnosa del cuerpo ( Ap 19.18 ); el cuerpo entero ( Gl 4.13s ); la
persona íntegra ( 2 Co 7.5 ; Ro 7.18 ). Como en el Antiguo Testamento, los cónyuges son
«una sola carne» ( Mt 19.5s ) y hay pasajes referentes a «toda carne» ( Jn 17.2 ); cf. las
expresiones «carne y sangre» ( Mt 16.17 ) y «carne y huesos» ( Lc 24.39 ). La debilidad
de la carne se relaciona con la inconstancia de los discípulos en Getsemaní ( Mc 14.38 ).
Pero hay en el Nuevo Testamento nuevos usos metafóricos de sarx (cf. también los
adjetivos sarkikós y sárkinos ). Puede referirse a la descendencia o linaje ( Ro 1.3 ; 9.3 ; 1
Co 10.18 ), y a la existencia física de las personas en general (cf. «en la carne», Col 2.1 ,
HA). No hay inculpación por ser carne: Cristo y Pablo lo fueron ( Ef 2.15 ; 1 P 3.18 ; 1 Jn
4.2s ; Gl 2.20 ); además, es compatible con «estar/ser en el Señor» ( Flm 16 ). La carne
puede mancillarse ( Jud 8 ), o bien, purificarse ( Heb 9.13 ).
Pablo es excepcional en el uso peyorativo de sarx . Quizás el sentido metafórico más
relevante es el de carne como el ser humano en su fragilidad y, por lo tanto, en su afán de
encerrarse en sí mismo para tratar de salvaguardar su vida ( → PECADO ). Debido a esta
experiencia de encerrarse en sí mismo y distanciarse de los demás y de Dios, el hombre
orienta su vida hacia la destrucción de la intimidad y la interioridad suyas y las de otras
personas. De ahí que carne es, en sentido paulino, símbolo de egoísmo y maldad ( →
CONCUPISCENCIA ). El resultado de esta forma de vida es, lógicamente, la muerte física,
cuando el hombre utiliza carnalmente el poder (opresión, represión, asesinatos, guerra,
etc.) y la muerte espiritual, cuando niega la dignidad a los otros hombres humillándolos y
reduciéndolos a personas de segunda categoría (la violación, el maltrato verbal y
sicológico a los niños y al cónyuge, el racismo, el sexismo, etc.).
Pablo opone carne y espíritu en Gl 5.16–6.10 . Sin embargo, no debemos interpretar
aquí que el ser humano tiene una parte buena (el espíritu) y un lado malo (el cuerpo). La
carnalidad es una forma de vida en que prevalece una actitud en esencia destructiva. En
oposición, espíritu es, como reflejo de la gracia de Dios, una fuerza que da vida y la
protege. Podemos contrastar la obra de la carne con el fruto del espíritu en el texto de
Gálatas. ( → CUERPO .)
CARNERO Macho de la oveja, de carne comestible ( Gn 31.38 ). Se usaba tanto para
el holocausto ( Gn 22.13 ; Lv 1.10 ; 8.18 ) como para los sacrificios de paz ( Lv 9.4 ) o
por el pecado ( Lv 5.15 ; 6.6 ; 8.2 ). Fue sacrificado para la consagración de Aarón y sus
hijos ( Éx 29 ; Lv 8 ). De su lana se hacían vestidos ( Pr 31.13 ); de su piel, la cubierta
para el tabernáculo ( Éx 26.14 ); y de sus cuernos, bocinas ( Jos 6.4 , 5 ).
Daniel tomó el carnero de dos cuernos como símbolo del poder ( Dn 8 ). El cuerno
pequeño representaba a Media y el mayor a Persia.
CARPINTERO Fabricante de artefactos de madera, mencionado con frecuencia en la
Biblia. Está íntimamente relacionado con las construcciones y artesanías religiosas, tales
como el arca, el tabernáculo y aun el tallado de los ídolos ( Gn 6 ; Éx 27 ; Is 44.13 ; 1 Co
3.9–11 ).
Las herramientas del carpintero se mencionan en Is 44.13 ; muchas se hicieron de
piedra, bronce y hierro. Los judíos no eran tan hábiles en la carpintería debido a la vida
nómada que llevaban. David y Salomón importaron carpinteros ( 2 S 5.11 ; 1 R 5–7 ).
Nuestro Señor fue carpintero ( Mt 13.55 ; Mc 6.3 ) y esto ha sublimado el oficio.
Foto de Howard Vos
Relieve en piedra de Egipto mostrando carpinteros trabajando,
probablemente más o menos del 2500 a.C.
CARPO Amigo cristiano de Pablo en Troas, con quien el apóstol dejó su capote ( Hch
16.8 ; 20.5 ). Al escribir a Timoteo desde la cárcel, Pablo le pide que traiga en su próxima
visita el capote, los libros y los pergaminos ( 2 Ti 4.13 ).
CARQUEMIS Ciudad importante del reino heteo, situada en uno de los pasos
principales del Éufrates. Desde tiempos antiquísimos, fue un importante centro
comercial. La atacaron los egipcios en el siglo XVII a.C., y los asirios unos 400 años
después. A principios del primer milenio a.C., Carquemis pagaba tributos a Asiria, y
finalmente la conquistó Sargón II en 717 a.C. Es posible que a esto se refiera Is 10.9 . Fue
en Carquemis donde Josías se opuso a Faraón Necao y perdió la vida en su aventura ( 2
Cr 35.20–24 ). Tres años después, Nabucodonosor derrotó a Necao también en
Carquemis ( Jer 46.1–12 ). Hoy el sitio se llama Jerablus, 100 km al nordeste de Alepo.
CARRERA → JUEGOS DEPORTIVOS .
CARRIZAL → ALGA .
CARRO, CARROZA Vehículos de construcción sólida, diversas formas y dos
ruedas, que servían como medio de transporte y movilidad.
Generalmente «carro» significa vehículo usado para transportar productos agrícolas,
utensilios religiosos y militares, etc. ( Nm 7.3 , 6 ; Is 28.27 ), mientras que la «carroza»
servía como medio de movilidad ( Cnt 3.9 ). Aquellos eran de construcción rústica y
fuerte; estas, finas y casi siempre lujosas. Ambos se construían de madera, incluso las
ruedas. Algunos carros tenían ruedas de metal ( 1 R 7.33 ); otros tenían ruedas herradas, a
modo de refuerzo ( Jue 4.13 ).
Foto de Gustav Jeeninga
Varios pasajeros en un carro cruzan el río en Filipos cerca del lugar
de la antigua ciudad neotestamentaria.
Había carros para usos del Estado ( Gn 41.43 ; 2 S 15.1 ; 1 R 1.5 ), privados ( Gn
46.29 ; 2 R 5.9 ; Hch 8.28 ) y militares ( Éx 14.9 ; Jos 11.4 ; 1 S 13.5 ). Algunos eran
halados por bueyes ( 2 S 6.6 ), otros por caballos ( Jos 11.4 ; 2 R 5.9 ) y en caso especial
se dice que a un carro lo halaron vacas ( 1 S 6.7 ).
Los egipcios conocieron y usaron carros desde la antigüedad ( Gn 41.43 ; 46.29 ; 50.9
; Éx 14.17 , 18 , 23 , 25 ; 15.4 , 19 ). Los cananeos en su tiempo, y los israelitas después,
los usaron en poca escala en territorio de Palestina, posiblemente por lo accidentado del
territorio. Bastante tarde adoptaron los israelitas el uso de carros con propósitos militares
( 2 S 8.4 ; 1 R 1.5 ). Isaías 2.7 cuestiona esta práctica por considerarla típica de una
actitud de soberbia: poner la confianza en el poder militar es colocar al gobernante por
encima de Dios. Los asirios, caldeos, persas y griegos también los conocieron y los
usaron ( 2 R 19.23 ; Jer 47.3 ).
En el Antiguo Testamento se describe un «carro de fuego con caballos de fuego» ( 2
R 2.11 ), que apartó a Elías de Eliseo en un torbellino.
En el Nuevo Testamento se mencionan los carros solo tres veces: en Ap 9.9 ; 18.13 , y
en Hch 8.28–30 cuando el eunuco etíope regresaba a su tierra y Felipe se le acercó para
hablarle de Jesús.
CARSENA Alto funcionario persa de Susa. Era uno de los siete → EUNUCOS que tenían
acceso a la presencia del rey ( Est 1.14 ).
CARTA → EPÍSTOLA .
CASA Término que puede referirse a una construcción relativamente sencilla, como una
vivienda, o a un edificio de mayores proporciones, como un palacio (residencia del rey y
sede de su gobierno, 2 S 11.9 ) o un templo (morada de Dios y lugar de su culto, 1 Cr
22.1 ; 2 Cr 24.4 ).
En Palestina, las casas más antiguas que se han descubierto estaban hechas de barro.
Es curioso notar que el ladrillo secado al sol que se usaba en aquel entonces era de mejor
calidad que el que se usa en la actualidad en la construcción de casas humildes en
Jordania y Líbano. Más tarde se llegaron a emplear ladrillos cocidos al horno,
especialmente en los cimientos de las casas.
Foto de Gustav Jeeninga
Una reconstrucción tamaño natural que muestra la probable
apariencia de una casa común y corriente en Palestina más o menos
en el 750 a.C. Note los agujeros en las paredes que permitían que
entrara aire y luz y saliera el humo.
Durante la época bíblica, la mayoría de las casas se hallaban en las ciudades o
pueblos. Los agricultores salían cada mañana de la aldea para atender sus campos y
regresaban en la tarde. En las ciudades las casas eran más pequeñas que en los pueblos.
En algunas ciudades las casas formaban parte de los muros de protección, como en Jericó
( Jos 2.15 ).
Una casa típica de Jericó era cuadrangular con un vestíbulo al frente, bodegas a cada
lado en donde guardar comida y granos, y una pieza principal que servía de sala y
dormitorio. Detrás había un patio cerrado donde se guardaban a los animales. A veces,
debajo de las casas había un establo donde se encerraba a los animales cuando había mal
tiempo.
Foto: Museo, Haaretz
Interior reconstruido de una típica casa palestina de tiempos
veterotestamentarios. Note la cocina, u horno de barro, en el centro a
la izquierda; el telar horizontal (izquierda); y el área para comer, con
estera y tazones, en el fondo.
El ama de casa cocinaba sobre un brasero o un fuego abierto. No había chimenea y el
humo salía por las ventanas o pequeñas aberturas cerca del techo. El techo se fabricaba de
vigas de madera cubiertas de cañas de bambú con una capa de greda para resistir la
lluvia. El piso de las casas humildes era de barro o de piedra natural. Muchas veces había
una escalera exterior que conducía a la azotea o el terrado. Si la casa tenía una pieza para
huéspedes, se encontraba en la azotea ( 2 R 4.10 ). A veces, para las fiestas especiales, se
construían → CABAÑAS en los terrados. La ley exigía un pretil o baranda alrededor del
terrado ( Dt. 22.8 ) en donde se celebraban muchas actividades familiares: oración,
conversación, trabajo, descanso, etc. Las noticias se proclamaban desde la azotea ( Mt
10.27 ; Lc 12.3 ).
En las regiones montañosas se construían casas de piedra; en las llanuras
generalmente eran de ladrillo. Los muro gruesos resistía tanto el frío como el calor. Las
ventanas eran pequeñas y protegidas con barras de madera o hierro. La puerta se hacía de
madera gruesa y más tarde de hierro; y se cerraba en la noche con una barra de hierro o
madera ( Lc 11.7 ).
En las ciudades griegas del primer siglo, las casas de familias acomodadas tenían un
atrio central, sin techo, con varias habitaciones distribuidas alrededor de este. Atrás
estaban los espacios dedicados a la producción de alfarería, textiles u otros artefactos
fabricados por la casa-empresa.
Uso En Sentido Figurado
El término «casa» se usa también en sentido figurado para referirse a una familia o un
linaje familiar, como «la casa de David» ( 2 Cr 10.19 ; Is 7.13 ; Jer 21.12 ), o bien a toda
la nación: «la casa de Israel» ( 1 S 1.12 ).
En las sociedades antiguas, la «casa» constituía la unidad básica de producción
económica y organización social. Abarcaba a personas de varias generaciones y grados de
parentesco, e incluía a esclavos y otros dependientes que laboraban en la empresa
doméstica, al estilo de las haciendas coloniales en América Latina. Fuera de estos
establecimientos, los pequeños comerciantes y artesanos pobres ocupaban estrechos
locales de trabajo que les servían también de vivienda.
En el mundo grecorromano, la administración correcta del complejo doméstico se
consideraba de vital importancia para el funcionamiento eficaz del estado. El tema
«Sobre el manejo de la casa» aparece repetidamente en los tratados sobre el gobierno de
las ciudades griegas. El mantenimiento del orden social se hacía depender de la estructura
patriarcal de las «casas», que constituían la base económica de la sociedad. La
estratificación doméstica destacaba tres pares de relaciones desiguales: amos/esclavos,
esposos/esposas, padres/hijos. Cualquier alteración de este modelo patriarcal (digamos,
una tendencia hacia relaciones más igualitarias) bordeaba en la subversión. Cuando el
cristianismo llegó al mundo grecorromano con una nueva valoración de las personas, la
clase dominante no tardó en percibir el potencial subversivo de esta nueva religión.
Algunos opinan que los códigos domésticos de las epístolas responden a la necesidad de
desviar este tipo de acusación (cf. Col 3.18–4.1 ; Ef 5.21–6.9 y 1 P 2.17–3.7 ).
Los romanos incorporaron el modelo de la «casa» a la política del imperio y
desarrollaron una ideología en que el César se atribuyó el rol de un paterfamilias absoluto
que detentaba todo poder. El término «la casa del César» abarcaba toda la burocracia
imperial. Algunas personas que servían en esta «casa» eran ya cristianos en tiempos de
Pablo ( Flp 4.22 ).
Las primeras comunidades cristianas se reunían en las casas de sus miembros,
probablemente como células en las viviendas humildes. Cuando se reunía toda la iglesia
«en un solo lugar» ( 1 Co 14.23 ), este local sería la casa de una de las pocas familias más
acomodadas. Según los restos arquelógicos del primer siglo, una casa amplia daría cabida
a unas 60 a 70 personas paradas en el atrio central. El trato desigual típico de una casa
patriarcal se prolongaba en la iglesia, y Pablo lo denunció ( 1 Co 11.21–22 ).
CASIA Corteza aromática de un árbol no identificado que se importaba del Oriente.
Reina Valera traduce así dos voces hebreas: qidda en Éx 30.24 (mirra destilada en Ez
27.19 ) y qetsiot en Sal 45.8 .
CASTIGO Tratamos aquí el concepto castigo en su aspecto legal como mediación de
las relaciones interhumanas. En el caso de Israel o Judá, como en los pueblos vecinos, el
castigo estaba determinado por su visión teológica. No olvidemos que Dios entregó la
Ley directamente a Moisés.
Los castigos de la Ley del Antiguo Testamento establecían una especie de equilibrio
social. Se prescribía una compensación fija en casos de robo o daño, por ejemplo, pero la
compensación alcanzaba hasta cuatro o cinco veces el valor del objeto robado o dañado,
con el fin de frenar así el delito contra la propiedad ajena. («Propiedad» se entendía en un
sentido más amplio que el moderno. Se incluía, por ejemplo, la esposa, los hijos y los
esclavos del ofendido.)
Se castigaba el mal, más bien que al culpable. Castigaban a un hijo de rey que violara
una ley que desconocía por completo ( 1 S 14.24–26 ). Por eso se repite en más de una
ocasión: «Quitarás el mal de en medio del pueblo» ( Dt 17.12 ; 19.19 ; 21.21 ). La
santidad del Dios de Israel obligaba al pueblo a tener igual santidad ( Lv 18.24–30 ).
Cuando se descubría un delito y no se conocía a su autor, había que ofrecer un sacrificio (
Dt 21.1–9 ). En este contexto debemos incluir la → BLASFEMIA ( Lv 24.14–16 , 23 ) y la
→ IDOLATRÍA ( Lv 20.2 ), que se penaban con la muerte. Estos delitos contaminaban a todo
el pueblo y podían acarrear la cólera de Dios y por lo tanto la destrucción no solo del
culpable, sino de toda la nación.
Algunos delitos brindaban a los parientes la posibilidad de vengarse ojo por ojo. Entre
estos estaban el asesinato, el deshonor al padre ( Éx 21.15 , 17 ); el adulterio ( Lv 20.10 );
el rapto ( Éx 21.16 ).
En el contexto del Nuevo Testamento, el concepto de castigo por infracción de la Ley
varía a causa de las influencias griega y romana. En tiempos de Jesús, toda Palestina
estaba ocupada por los romanos y estos tenían una fuerte presencia militar, cultural,
política y jurídica. El Nuevo Testamento muestra un ambiente legal propio de las
ciudades grecolatinas de Asia Menor, Grecia y Roma que contrastaba con el ambiente del
Antiguo Testamento. Vemos en Hechos que protegen a Pablo gracias a la legislación
romana en una corte presidida por una autoridad romana y en donde las decisiones
parecen más reguladas ( Hch 23–25 ). En muchos pueblos pequeños de la Palestina judía,
el rabino o el escriba ocuparon paulatinamente el papel de árbitros que ayudaban a
solucionar los conflictos legales. Sin embargo, también ese papel, con menos
misericordia, podía ser asumido por la autoridad militar romana que ocupaba Palestina.
(Sobre castigos específicos, → APEDREAR ; CEPO ; AZOTES ; AHORCADURA , etc.)
CÁSTOR Y PÓLUX Emblema del barco en que condujeron prisionero a Pablo a
Roma ( Hch 28.11 ). Traducción (RV) del vocablo griego Dioscourois (hijos de Zeus).
Según la mitología griega, eran dioses gemelos, protectores particulares de los marineros.
Sus imágenes se grababan en la proa de los barcos.
CATACUMBAS Túneles subterráneos entrecruzados en que se enterraban a los
muertos. Los cristianos utilizaban las famosas catacumbas de Roma, que se extendían por
cientos de kilómetros, como refugio para escapar de la persecución del Imperio Romano.
Allí también celebraban cultos. Estaban situadas fuera de la ciudad, de ocho a veinte
metros debajo de la tierra. La Biblia no las menciona.
CÁTEDRA → SILLA .
CAUTIVERIO Con la palabra cautiverio se han integrado una serie de hechos
históricos que, por su significado cultural y religioso, desbordan su contenido semántico.
Cautiverio designa dos procesos históricos diferentes que tienen como hechos
culminantes los siguientes: uno, la destrucción de Samaria, capital del reino del norte
(Israel) en 722 a.C. a manos de los asirios; dos, el sitio y la destrucción de Jerusalén
capital del reino del sur (Judá) en 586–7 a manos de los babilonios. La destrucción de
estas dos ciudades significó la destrucción de una forma de vida y obligó a los teólogos
de la época a plantearse el porqué de lo sucedido. Una vez que lo que se considera centro
del universo desaparece, es urgente resolver el profundo sentimiento de caos que inunda
por igual a los que quedaron en el país destruido y a los que salieron cautivos. El libro de
Lamentaciones aporta una muestra del dolor y la desolación que sintieron quienes
vivieron esta época: «¡Cómo ha quedado sola la ciudad populosa! La grande entre las
naciones se ha vuelto como viuda, la señora de provincias ha sido hecha tributaria» ( Lm
1.1 ). Estas personas vieron el «fin de su mundo».
Lamentaciones expresa también la orientación que iría tomando la reflexión teológica
en su búsqueda de comprender lo sucedido y construir otro mundo. Los teólogos miran
hacia atrás para evaluar el pasado y llegan a una conclusión: «Jehová es justo; yo contra
su palabra me rebelé. Oíd ahora, pueblos todos, y ved mi dolor; mis vírgenes y mis
jóvenes fueron llevados en cautiverio» ( Lm 1.18 ). Entienden que lo que les está pasando
es el resultado de una persistente práctica de opresión contra los pobres y de idolatría. En
estos últimos dos conceptos se puede resumir el mensaje de los profetas desde Elías hasta
Jeremías: el pueblo que el mismo Dios había creado y arrancado de la muerte de entre las
garras de Egipto había olvidado la mano liberadora de su Dios y actuaba igual que los
antiguos capataces egipcios.
Lamentaciones concluye con una súplica: «Vuélvenos, oh Jehová, a ti, y nos
volveremos; renueva nuestros días como al principio» ( Lm 5.21 ). Esa súplica es
programática. Los cautivos del reino del sur inician un proceso de reconstrucción de la
tradición yavista que continuará fortaleciéndose con la reconstrucción del templo y de
Jerusalén alrededor del 520 a.C. y la recopilación de lo que hoy conocemos como el
Pentateuco.
Cautiverio de Israel
Mientras Israel estaba en su apogeo político y económico ( 2 R 14.23–29 ), Asiria
iniciaba su conquista de Occidente. Dios usaría a esta nación para castigar la injusticia y
la idolatría del reino de Israel, de acuerdo con las profecías de → AMÓS y → OSEAS .
El cautiverio empezó cuando → TIGLAT-PILESER invadió a Israel, siendo rey → PEKA , y
llevó cautivos a muchos habitantes de la parte norte del reino ( 2 R 15.29 ). La nación se
vio obligada a pagar tributo por varios años, aunque al fin se rebeló ( 2 R 17.4 ) en un
esfuerzo por recuperar su independencia. Salmanasar, emperador de Asiria, sitió a
Samaria, capital del reino del norte, en 722 a.C. Su sucesor acabó de conquistarla unos
meses más tarde. Así terminó el reino de las diez tribus del norte ( 2 R 17.18 ). A muchos
israelitas (27.290 según inscripciones de Sargón) los llevaron a Asiria y colocaron en
varias ciudades ( 2 R 17.6 ; 18.11 ). Al mismo tiempo, llevaron gente de las ciudades del
Imperio Asirio para poblar las ciudades de Israel ( 2 R 17.24 ; Esd 4.10 ).
Aunque esto puso fin a la historia política del reino del norte, la suerte de sus
habitantes fue variada. Sin duda, a muchos de los cautivos los asimilaron los pueblos a
donde los llevaron. Algunos de los que quedaron en Israel se mezclaron con la gente
traída del este, y de ellos surgió el grupo étnico conocido como → SAMARITANOS . Además,
hay indicios de que algunos de los israelitas del norte inmigraron a Judá (sobre todo
levitas) o por lo menos participaron en su religión, pues las reformas de Ezequías y Josías
alcanzaron a los que quedaron en el norte ( 2 R 23.15–20 ; 2 Cr 30.1–5 , 11 , 18 ; 35.18 ).
También es posible que algunos de los cautivos en Asiria regresaran a Judá con los que
volvieron de Babilonia después del edicto de → CIRO .
Escena de una tumba que representa la construcción de ladrillos en
el antiguo Egipto. Durante sus años de esclavitud en Egipto, el
pueblo hebreo realizó este tipo de tareas.
Cautiverio de Judá
Los profetas Amós y Oseas anunciaron que el cautiverio de Israel se debió a su
rebelión contra Dios, y los profetas Isaías, Miqueas, Sofonías, Jeremías, Habacuc y
Ezequiel proclamaron que a Juda le esperaba la misma suerte. Judá se aprovechó de la
caída de Asiria y gozó de un breve avivamiento nacional, pero después de la muerte del
rey Josías cayó bajo el dominio de Egipto. En la lucha por la supremacía en el Medio
Oriente, los babilonios enviaron sus ejércitos para conquistar a Egipto. En camino hacia
el sur conquistaron a casi toda Palestina y sitiaron a Jerusalén donde reinaba Joacim, ya
vasallo de Egipto. Joacim murió durante el sitio, y tres meses más tarde (597 a.C.) su hijo
Joaquín entregó la ciudad a los babilonios. Entonces tuvo lugar la primera de las tres
deportaciones de habitantes de Judea a Babilonia. En 2 Reyes 24.12–17 se describe cómo
llevaron a Babilonia al joven rey, su madre, los tesoros del palacio y del templo, y 10.000
cautivos. Entre ellos quizás se encontraban → DANIEL , muchos de la nobleza y la mayoría
de los artesanos de la capital; «no quedó nadie excepto los pobres», dice el relato.
Los babilonios pusieron a Sedequías, otro hijo de Josías, en el trono de Judá y este
reinó once años. Los que habían quedado ocuparon las casas y las posiciones de los
primeros cautivos y la vida nacional continuó. En 587, engañado por la promesa de ayuda
de Egipto y confiando en su propia capacidad para luchar, el rey se rebeló contra
Babilonia. La venganza de Nabucodonosor fue inmediata y terrible; después de un sitio
mucho más severo, la capital cayó aniquilada por el hambre. Quemaron el templo, el
palacio y muchas casas, y derribaron los muros de la ciudad. Los escasos tesoros y la
poca gente influyente que quedaron se llevaron a Babilonia. En 2 Reyes 25.8–21 y Jer
39.8–10 ; 40.7 ; 52.12–34 se describen esta segunda deportación.
El general babilonio puso a Gedalías, el administrador del palacio, como gobernador
de Judá. Este gobernó desde el pueblo de Mizpa puesto que Jerusalén estaba en ruinas.
Unos meses más tarde lo asesinó un grupo de nacionalistas y muchos judíos huyeron a
Egipto para evitar una suerte semejante; al profeta Jeremías lo obligaron a acompañarlos.
Los babilonios llevaron un tercer grupo de cautivos como represalia por la muerte del
gobernador.
La situación de los cautivos en Babilonia variaba mucho según las circunstancias.
Algunos sufrían y añoraban sus casas y su tierra ( Sal 137.1–6 ; Is 14.3 ; 42.22 ; 47.6 ;
51.7 , 21–23 ). Al rey Joaquín lo sacaron de la cárcel, pero vivía como un rey cautivo ( 2
R 25.27–30 ). Muchos judíos vivían en colonias cerca de la ciudad de Nipur ( Ez 1.1 ;
3.15 ); construyeron sus casas ( Jer 29.5 ; Ez 8.1 ); se casaron ( Jer 29.6 ; Ez 24.18 ) y
prosperaron en el comercio ( Is 55.1 , 2 ; Zac 6.9–11 ). Ciertos documentos de Babilonia
indican que por lo menos un banco tenía muchos clientes judíos. Como consecuencia,
algunos judíos abandonaron la fe de sus padres para adorar a los dioses benefactores de
Babilonia ( Is 46.1–12 ; 50.11 ; Jer 44 ).
El cautiverio terminó con el edicto de → CIRO de Persia que liberó a los judíos y les
permitió regresar a Palestina para reconstruir el templo. Algunos regresaron bajo la
dirección del príncipe Zorobabel de la línea de David y Josué el sumo sacerdote. Con la
culminación del templo bajo el estímulo de la predicación de Hageo y Zacarías, en 516
a.C., finaliza el período del cautiverio.
Por encima de la crisis que el cautiverio representó para Israel, las consecuencias
positivas fueron notables. El pueblo examinó su fe y comprendió mejor la providencia
divina. Aceptó la prueba como un juicio de Dios en el que no faltaron el amor y la
fidelidad del pacto divino ( Is 54.9–13 ; Jer 31.2–3 ). Surgió un nuevo pacto y una nueva
responsabilidad del pueblo de Dios: anunciar al mundo el amor y la soberanía de Dios ( Is
43.10–12 ; Jer 31.31–34 ; Ez 36.26 ).
Fue una época de mucha actividad literaria. Los libros proféticos se copiaron y
estudiaron; la historia de los reinos de Israel recibió su forma final. El pueblo aprendió a
adorar a Dios sin los sacrificios del templo, y posiblemente en esta época se inició la
costumbre de reunirse en → SINAGOGAS . El cautiverio afectó mucho el concepto bíblico
del juicio divino y de la revelación.
CAZA La primera mención que la Biblia hace acerca de la caza aparece en Gn 9.2–4 .
La caza no se menciona antes del diluvio.
En el Antiguo Testamento no se menciona la caza como un pasatiempo. Se respetaba
la vida de los animales y solo se cazaban para obtener comida o por defensa propia si
estos atacaban ( Éx 23.28 , 29 ; 1 R 13.23 , 24 ). Las leyes dadas a los israelitas aun
especificaban los animales que se podían cazar y comer ( Dt 12.15 , 22 ; 14.3–21 ). En
Gn 27.3 se mencionan algunas armas de caza y otras en Job 19.6 ; 41.28 ; Sal 91.3 y Ez
19.8 .
El acto de cazar lo emplearon los escritores de la Biblia para simbolizar hechos de
guerra ( Jer 16.16 ; Pr 6.5 ; 12.27 ; Ez 13.18 , 20 ; Sal 140.11 ). Fueron vigorosos
cazadores → NIMROD ( Gn 10.9 ) y → ESAÚ ( Gn 25.27 ; 27.3 ).
CEBADA Planta gramínea muy parecida al trigo. Se sembraba generalmente a fines del
otoño y se cosechaba desde el tiempo de Pascua en adelante. En Dt 8.8 dice que Palestina
era «tierra de trigo y de cebada». La cebada se utilizaba como alimento para bestias de
carga ( 1 R 4.28 ) y para hacer pan ( 2 R 4.42 ; Ez 4.9 , 12 ), aunque inferior al de trigo.
Los granos tostados eran de apetecible consumo ( 2 S 17.28 ). También se usaba como
ofrenda ( Nm 5.15 ). Los vendedores ambulantes de comestibles ofrecían panes de
cebada en sitios concurridos ( Jn 6.9 ).
CEDAR Segundo hijo de Ismael ( Gn 25.13 ; 1 Cr 1.29 ) y padre de una tribu grande y
poderosa. Los cedaritas habitaban en tiendas hermosas y codiciables ( Sal 120.5 ; Cnt 1.5
; Is 21.13–17 ) y en aldeas sin muros ( Is 42.11 ). Eran pastores de ganado y camellos ( Is
60.7 ; Jer 49.28 , 29 , 32 ) y comerciaban con Tiro ( Ez 27.21 ). Por lo general, se
localizaron al este de Transjordania, pero en ciertas épocas se extendieron al sur de
Palestina hasta la frontera de Egipto.
Por ser una tribu fuerte, a veces se usa Cedar como un término general para los
beduinos o árabes. Se menciona frecuentemente en los profetas. En los anales de
Asurbanipal (668–631 a.C.) se menciona (casi sinónimo con árabes) en batallas contra
Asiria. Primero la derrotó Asiria y luego Babilonia ( Jer 49.28 ).
CEDES Nombre dado a diferentes ciudades.
1. Ciudad situada en el extremo sur de Judá o Simeón ( Jos 15.23 ; 19.9 , 37 ).
Posiblemente sea Cades-barnea.
2. Pueblo en el territorio de Isacar ( 1 Cr 6.72 ), entregado a los gersonitas. Quizás sea
Tel Abu Kades, cerca de Meguido.
3. Ciudad de refugio en la tierra de Neftalí ( Jos 12.22 ; 19.37 ; 21.32 ; 1 Cr 6.76 ). De
este lugar era Barac y allí este reunió a su ejército para guerrear con Sísara ( Jue 4.6 , 10
). Los asirios, bajo Tiglat-pileser, tomaron la ciudad y llevaron cautivos a los habitantes (
2 R 15.29 ). Cedes fue el escenario de la batalla entre Jonatán macabeo y Demetrio ( 1
Mac 11.63 ). Quedaba a unos 7 km al norte del lago de Merom.
CEDRO Árbol majestuoso y alto ( Is 2.13 ; Am 2.9 ) que abundaba sobre todo en el
monte Líbano ( 1 R 5.6–10 ; Sal 29.5 ) donde todavía existen. Eran de tipo abies cedrus o
cedrus libani .
Su madera era muy apreciada en la construcción de palacios y templos ( 2 S 5.11 ; 1
R 6.9–20 ), mástiles para barcos ( Ez 27.5 ), carrozas ( Cnt 3.9 ) e ídolos ( Is 44.14 ). El
cedro simbolizaba fuerza ( Sal 29.5 ; Is 9.10 ), esplendor ( Cnt 1.17 ; Jer 22.14 ) y gloria (
Sal 80.10 ; Zac 11.1 ).
Según parece, había en el desierto de Sinaí una madera llamada cedro que se usaba en
una purificación levítica ( Lv 14.4–6 , 49–52 ; Nm 19.6 ). Este no puede ser el mismo
cedro del Líbano; tal vez sea el juniperus oxycedrus .
CEDRÓN (en hebreo, torrente turbio o negro ). Arroyo y valle que separa a Jerusalén
del Monte de los Olivos. Comienza 2 km al noroeste de Jerusalén y luego gira al sur
formando una cañada al este de la ciudad. La primera parte se llama actualmente Wadi eljuaz y la que está frente a Jerusalén, Wadi Sitti-Miriam. Al sudeste se une con el valle de
Hinom, formando el Wadi en-Nar, y sigue serpenteando hasta desembocar en el mar
Muerto.
Entre la Puerta de Esteban y el huerto de Getsemaní, donde el Cedrón tiene 30 m de
profundidad y 120 de ancho, un puente atraviesa el valle. Quizás David lo cruzó en este
punto cuando huía de Absalón ( 2 S 15.23 , 30 ), y Jesús cuando caminaba hacia
Getsemaní y el Monte de los Olivos ( Jn 18.1 ). Más al sur se halla la Fuente de la Virgen,
o sea, el antiguo Gihón, cuyas aguas Ezequías desvió mediante un acueducto ( 2 Cr 32.4 ,
30 ).
Foto de Howard Vos
Los cedros del Líbano, que antiguamente abundaran en las
montañas de Palestina, han sufrido por la tala indiscriminada
durante siglos. En la actualidad solo quedan unas arboledas aisladas.
Las laderas de Cedrón, sobre todo al sur de Gihón, se han usado para sepulcros desde
la antigüedad ( 2 R 23.6 ; cf. Jer 31.40 ). Puesto que se consideraba que los sepulcros
contaminaba a todo aquel que los tocaba, varios reyes piadosos destruyeron allí los ídolos
y las abominaciones que contaminaban a Jerusalén, despreciando así la idolatría ( 1 R
15.13 ; 2 R 23.4 , 6 , 12 ; 2 Cr 29.16 ; 30.14 ; 34.4 ).
Al sur de la ciudad el valle se ensancha y, al unirse con el valle de Hinom, forma un
terreno fértil que antiguamente se llamaba el «huerto del rey» ( Neh 3.15 ). Al extremo
sur se halla la fuente de Rogel donde Adonías celebraba su ascensión al trono, mientras
en la fuente de Gihón, 800 m al norte, se ungía a Salomón como rey ( 1 R 1.9 , 38s ).
Desde el siglo IV d.C. se ha conocido como el «Valle de Josafat». La tradición judía y
mahometana lo señala como el escenario del juicio final, debido a la profecía de Joel 3.2 ,
12 , 14 . Pero es probable que Joel se refiera a otro valle al norte de Jerusalén.
El Cedrón permanecía seco la mayor parte del año, pero después de una lluvia fuerte
corrían por su cauce torrentes impetuosos. Ahora su lecho está cubierto con hasta 12 m de
suelo. Pero antiguamente las aguas de Gihón y las del templo corrían por aquí. Quizás
Ezequiel hacía alusión a esto cuando profetizaba acerca del río de divina gracia que
renovará al mundo ( 47.1–12 ).
CEFAS → PEDRO .
CEGUERA Como afección corporal se pueden distinguir dos tipos de ceguera: por
enfermedad y por accidente. La ceguera es una enfermedad frecuente en Oriente debido a
factores climáticos y procesos infecciosos como el tracoma. Por este hecho las citas
bíblicas son numerosas y se mencionan al menos dos tipos de esta afección: la ceguera de
nacimiento ( Jn 9.1 ); y la ceguera debido a la vejez (producida tal vez por cataratas),
como en los casos de Isaac ( Gn 27.1 ), Jacob ( Gn 48.10 ) y el profeta Ahías ( 1 R 14.4 ).
Dada la frecuencia de la ceguera en el antiguo Israel, esta constituyó un problema social;
la Ley Mosaica contenía disposiciones ( Lv 19.14 ) y penalidades ( Dt 27.18 ) para los
que maltrataran a los ciegos. La ceguera se tenía por imperfección: los ciegos no podían
ejercer funciones sacerdotales ( Lv 21.18 ), y estaba prohibido ofrecer en sacrificio un
animal ciego ( Dt 15.21 ). Los padecimientos del ciego están objetivamente descritos en
Dt 28.28 , 29 e Is 59.10 . Jesús en su ministerio terrenal curó muchos ciegos ( Mt 12.22 ;
15.30s ; 20.29–34 ; Mc 8.22ss ; 10.46ss ; Lc 4.18s ; Jn 9.1–15 ), lo cual constituye un
milagro insigne ( Jn 10.21 ; 11.37 ).
Algunos pueblos enemigos de Israel acostumbraban a sacarles los ojos a los
prisioneros de guerra como castigo: a Sansón lo cegaron los filisteos ( Jue 16.21 ) y al rey
Sedequías los caldeos ( 2 R 25.7 ). En ocasiones, Dios mismo envía la ceguera ( Gn 19.11
; Éx 4.11 ; Dt 28.28s ; Hch 13.11 ).
En sentido metafórico la ceguera se usa a menudo como ilustración de ignorancia (
Sal 115.5–7 ; 2 Co 4.4 ) o rebeldía ( Is 6.10 ; Mt 23.16–26 ; Jn 9.39ss ).
CELO La palabra «celo» en griego se dice que proviene de una raíz que nos remite a
los significados de caliente, ferviente, entrar en ebullición. Celos traduce bien la palabra
hebrea qin˓ah cuya raíz «designa el rojo que sale al rostro de un hombre apasionado».
Según su motivo, el celo puede ser bueno ( Sal 69.9 ; 2 Co 7.7 ), o malo ( Nm 5.14 ; Hch
5.17 ).
En el Antiguo Testamento Jehová dice de sí mismo que es un Dios celoso ( Éx 20.5 ;
34.14 ; Dt 5.9 ; Nah 1.2 ). En su celo por Israel, su pueblo, se autocompara a un esposo
celoso por la conducta de su compañera. Esta perspectiva acerca de Dios nos indica que
Él no actúa fríamente ante las situaciones. Su amor lo lleva al celo.
Jehová «se enciende» por el amor a los seres humanos y a su creación. Sus acciones,
aun las más violentas, tienden a no mostrar su propio interés, sino su amor espontáneo.
Pero el eje del celo de Dios es su decidida oposición a la → IDOLATRÍA . No se encela
por proteger su honor, como lo haría una persona engañada que trata de defender su
dignidad lastimada tomando algún tipo de venganza. Dios exige la obediencia a la Ley no
por el contrato en sí que denominamos → PACTO , sino porque cuando el pueblo rompe
con la Ley y adora a otros dioses, esto produce innumerables víctimas.
El Nuevo Testamento no menciona que Dios es celoso, sino que el Hijo de Dios lo es
( Jn 2.17 ). Sus hijos espirituales demuestran «celo santo» hacia la santidad de Dios y su
reino ( 2 Co 7.11 ; 9.2 ; 11.2 ). Más frecuente en el Nuevo Testamento, sin embargo, es la
mención del celo pecaminoso, que estorba las relaciones entre un cristiano y Dios ( 1 Co
3.3 ; Gl 5.20 ; Stg 3.14 , 16 ).
El peligro en cuanto al celo humano por las cosas de Dios está en que podemos
reproducir con mucha facilidad, bajo el manto de la defensa de la santidad de Dios, las
prácticas que llevaron a Jesús a la cruz. Esto nos debe llevar a valorar las intenciones más
profundas que nos mueven a actuar con celo. El celo santo por Dios y su obra debe
mostrarse en una actitud flexible, autocrítica, de discernimiento de nuestros corazones. Y
sobre todo, debe alimentarse con un profundo amor a Dios, a nosotros y al prójimo.
CENA DEL SEÑOR Sencilla fiesta ritual ordenada en la Iglesia por Cristo («haced
esto en memoria de mí», Lc 22.19 ), y denominada hoy a veces eucaristía (en griego,
acción de gracias ) o santa → COMUNIÓN . Conmemora la muerte expiatoria de Jesucristo
y a la vez simboliza la unidad de los cristianos y su reiterada fe en la pronta venida de su
Señor.
La última cena que Jesús comió con sus discípulos, durante la Fiesta de la → PASCUA
en la víspera de su crucifixión, sirve de base para la actual Cena del Señor.
Evidentemente fue para Él un momento de extraordinaria importancia ( Lc 22.15 ). Dio
instrucciones precisas en cuanto a los preparativos ( Mt 26.17ss y //), y tomó
precauciones para que Judas, y por ende los líderes judíos, no supieran de antemano
dónde comerían ( → APOSENTO ALTO ).
El → LAVAMIENTO de los pies que Jesús hizo a sus discípulos ( Jn 13.4–17 ) dio inicio a
la celebración de la cena pascual muy cargada en sí de simbolismo religioso. Luego Jesús
tomó el pan, y lo partió y distribuyó entre sus discípulos diciendo: «Esto es mi cuerpo
que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí» ( 1 Co 11.24 ). Después los
invitó a tomar de la copa de vino, y dijo: «Esta copa es el nuevo → PACTO en mi sangre;
haced esto todas las veces que la bebiéreis, en memoria de mí» (v. 25 ). Esta versión
paulina de las palabras de institución, parecida a la de Lucas ( 22.15–20 ), ha de
compararse con la de Marcos ( 14.22ss ), la cual Mateo ha seguido de cerca ( 26.26–30 ).
Frente a la dificultad de fijar la fecha precisa de la institución de la Cena del Señor (
→ JESUCRISTO ), algunos eruditos han tratado de separar por completo esta fiesta cristiana
de la tradición pascual. Afirman que Jesús murió precisamente a la hora en que solía
sacrificarse el → CORDERO pascual ( Jn 19.14 , 31 ) y que, por tanto, no pudo haber
celebrado la comida de la Pascua la noche anterior. Datos descubiertos recientemente en
→ QUMRÁN , sin embargo, parecen indicar que hubo discrepancias en los calendarios
judíos de aquel entonces que quizá permitieran armonizar los relatos sinópticos con el
juanino.
Sea la fecha el 14 ó 15 de → NISÁN , indudablemente los pensamientos de Jesucristo,
al sentarse a la mesa, giraban alrededor de la Pascua. Por sus palabras, y mediante un
simbolismo profético, el Señor comunica a los suyos que el significado original de la
Pascua adquiere una nueva dimensión y cumple la → TIPOLOGÍA del Antiguo Testamento.
Hace del pan y del vino nuevas parábolas de su sacrificio inminente y emblemas de su
muerte que se verificaría por la → EXPIACIÓN del pecado humano y la → PROPICIACIÓN de la
justicia de Dios. Por analogía, Cristo hace así que los suyos se identifiquen con una nueva
liberación del «Egipto» del pecado en cada celebración de la Cena del Señor.
Algunos cristianos, y en particular los catolicorromanos, han interpretado literalmente
las palabras de la institución: «este pan es mi cuerpo ... esta copa es mi sangre». Otros
aseveran que el verbo «ser» tiene aquí el valor exegético de «significa», como en Gn
41.26 ; Dn 7.17 ; Lc 8.11 ; Gl 4.24 ; y Ap 1.20 , además de que en el arameo hablado por
Jesús el «es» faltaría del todo. De ahí se cree que el Señor hablaba metafóricamente.
En la iglesia primitiva, se acostumbraba antes de la Cena del Señor una comida
común que conmemoraba las ocasiones alegres en que Jesucristo partía el pan con sus
discípulos (por ejemplo, Lc 24.30 ; Jn 21.9ss ; cf. Jn 6.11 y el «partimiento del pan» de
Hch 2.42 , 46 ; 20.7 ; etc.). Parece que en Corinto estas fiestas o → ÁGAPES se
convirtieron en ocasiones egoístas para embriaguez y glotonería que merecieron una
severa reprensión de Pablo ( 1 Co 11.20ss ). El apóstol advirtió del juicio que espera a los
que participan de los elementos «indignamente ... sin discernir el cuerpo» (vv. 27–34 ).
CENCREA Uno de los puertos de → CORINTO (a 11 km de la ciudad), situado en el
golfo Sarónico al lado oriental del istmo. Al otro lado se hallaba el puerto de Lecheum.
En Cencrea Pablo se cortó el pelo como señal de su voto y de allí emprendió viaje para
Éfeso ( Hch 18.18 ). Romanos 16.1 indica que existía una iglesia en Cencrea, de la que
→ FEBE era diaconisa.
Pablo conoció el puerto de Cencrea, ya que de ahí zarpó cuando abandonó Corinto
para viajar a Éfeso y luego a Siria ( Hch 18.18 ). Cuando escribió su carta a los romanos
(tal vez desde Corinto), Pablo recomendó a la iglesia de Roma que recibiera dignamente
a Febe, diaconisa de la iglesia de Cencrea ( Ro 16.1–2 ), quien iba a viajar a Roma en ese
momento.
CENEOS (en hebreo, herrero o artífices en cobre ). Tribu madianita ( Nm 10.29 ; Jue
1.16 ; 4.11 ) que habitaba la tierra prometida ( Gn 15.19 ). Su relación con los madianitas
y luego con los amalecitas puede indicar que eran nómadas artesanos en hierro y cobre.
Moisés llegó a ser yerno de un ceneo ( Éx 2.18 ; Nm 10.29 ; Jue 1.16 ; 4.11 ) e invitó a
Hobab (¿su cuñado?) a acompañar a los israelitas. Así que los ceneos acompañaron a
Judá en la posesión de su heredad ( Jue 1.16 ; 1 S 27.10 ), pero permanecieron en el sur
del país (quizás para seguir explotando los metales del Neguev y el Arabá). Saúl los
perdonó cuando guerreaba contra los amalecitas ( 1 S 15.6 ). David cultivó amistad con
ellos ( 1 S 30.26–29 ). Se ha sugerido que los israelitas aprendieron su «yahveísmo» de
los ceneos. Pero la teoría no tiene apoyo bíblico. Más bien Moisés instruyó a Jetro en la
religión de Jehová ( Éx 18.10–12 ). Primero de Crónicas 2.55 puede indicar que los →
RECABITAS eran de ascendencia cenea.
CENEZEOS Antiguo pueblo de Canaán, cuya tierra Dios prometió a Abraham ( Gn
15.19 ), y cuya ascendencia es posible trazar hasta Esaú ( Gn 36.9–11 , 15 , 42 ; 1 Cr 1.36
, 53 ). Hay autores que identifican a Cenez, descendiente de Esaú, con el Cenaz
mencionado en 1 Cr 4.13–15 , aun cuando tal identificación no sea del todo necesaria, y
afirman que algunos cenezeos se unieron a Judá. En este caso Caleb, el cenezeo ( Nm
32.12 ; Jos 14.6 , 14 ), sería descendiente de esta familia edomita.
CENIZAS Término simbólico que representa la vanidad ( Is 44.20 ), la inmundicia (
Job 30.19 ), la desgracia ( Sal 102.9 ), la vergüenza ( 2 S 13.19 ), la humillación ante
Dios ( Gn 18.27 ; Job 42.6 ) y el arrepentimiento ( Dn 9.3 ; Mt 11.21 ).
Las cenizas se usaban en la purificación ritual de los inmundos ( Nm 19.9 , 10 , 17 ;
Heb 9.13 ). En cuanto a los sacrificios, había instrucciones específicas sobre la
disposición de las cenizas restantes y la limpieza del altar después del holocausto ( Lv
6.9–11 ). Jeremías llamó al valle donde se quemaban los cadáveres, el «valle de la
ceniza» ( Jer 31.40 ).
CENSO Enumeración y registro de los ciudadanos de un pueblo. En la antigüedad lo
practicaban los romanos y las civilizaciones del Antiguo Oriente. El Antiguo Testamento
menciona cinco cómputos formales hechos de la población hebrea. El primero ( Éx
30.11–16 ; 38.26 ), para la ofrenda del tabernáculo, y el segundo ( Nm 1–3 ), para el
servicio militar (quizás basado en el primero), se realizaron en el monte Sinaí y dieron
como resultado un número de 603.550 hombres mayores de 20 años.
El tercer censo ( Nm 26 ), realizado cuando iban a entrar en Canaán, sirvió tanto de
base para la división de la tierra como para propósitos militares, y su resultado fue de
601.630. Así, todo el pueblo que atravesó el desierto llegaría a unos 2.500.000, número
sorprendentemente alto. El cuarto censo lo hizo David, según parece por orgullo militar (
2 S 24 ). Ya que el país no pertenecía al rey sino a Jehová, solo Él tenía derecho de
conocer el número de sus súbditos. Por tanto, la conciencia popular condenó el censo, y
Dios, aunque provocó la ocasión de levantarlo (castigando el pecado de rebelión contra
David), respondió con ira a esta arrogancia. La suma de 1.300.000 hombres de guerra ( 2
S 24.9 ; cf. 1 Cr 21.5 ) implicaría una población total de 5.000.000, que sería densa aun
para el día de hoy.
El quinto censo se hizo con los que volvieron de Babilonia ( Esd 2 ; cf. Neh 7.6–69 )
para fijar las herencias en la Tierra Santa, y dio como resultado 42.360. El Nuevo
Testamento menciona dos censos romanos: Lc 2.1ss y Hch 5.37 . ( → CIRENIO .)
Recordemos, sin embargo, que no es fácil determinar con certeza si estos números son
exactos, ya que en la antigüedad no se usaban números sino letras con equivalencia
numérica.
CENTINELA Uno que guardaba, de día o de noche, una ciudad, un ejército o una
viña contra ladrones y el ataque de enemigos. A veces se situaba en una torre o en una
colina para poder observar toda la ciudad.
Por las frecuentes guerras en Israel, la figura del centinela era bien conocida. Gedeón
atacó a los madianitas cuando estos acababan de relevar a los centinela ( Jue 7.19 ).
Jerusalén tenía centinelas que vigilaban la ciudad de día y de noche ( Sal 127.1 ).
Isaías compara al profeta con el centinela que está sobre la atalaya para dar aviso ( Is
21.6 , 8 ). Ezequías, en el pasaje clásico ( Ez 33.1–9 ), describe el trabajo y la
responsabilidad del atalaya.
CENTURIÓN Oficial romano que mandaba 100 soldados. Casi todos los centuriones
eran romanos y soldados profesionales. Constituían la columna vertebral del ejército
romano. En el Nuevo Testamento se mencionan a menudo. Por ejemplo, el comandante
de los soldados que crucificaron a Jesús fue el primero en atribuir a este el título de «Hijo
de Dios» ( Mc 15.39 , 44 ) y → CORNELIO , prosélito judío, fue la primicia del cristianismo
entre los gentiles ( Hch 10 ).
Un centurión se compadeció de su siervo enfermo a tal grado que buscó a Jesús para
que lo curara ( Lc 7.1–10 ). El centurión Julio cumplió con su deber y salvó la vida de
Pablo ( Hch 27.1 ).
CEPO Instrumento de castigo, al que solo se alude en pasajes tardíos del Antiguo
Testamento. Constaba de dos grandes piezas de madera, entre las cuales quedaban
apresados los pies y, algunas veces, las manos y el cuello del prisionero. Los profetas
Jeremías ( Jer 20.2–3 ) y Hanani ( 2 Cr 16.10 ) sufrieron el cepo. Y Job alude a él
metafóricamente para expresar su aflicción ( Job 13.27 ; 33.11 ).
En Hch 16.24 se emplea la palabra griega xylon ( objeto hecho de madera ) en
relación con el incidente de Filipos, cuando encarcelaron y pusieron en el cepo a Pablo y
Silas.
CERDO → PUERCO .
CERETEOS Pueblo que probablemente tuvo su origen en Creta y vivía al lado de los
filisteos, en el sudoeste de Canaán ( 1 S 30.14 ; Ez 25.16 ; Sof 2.5 ). Con los peleteos
formaban el cuerpo de guardia de David bajo la dirección de Benaía, uno de «los
valientes» ( 2 S 8.18 ; 20.23 ; 1 Cr 18.17 ). Permanecieron fieles a David durante las
rebeliones de Absalón ( 2 S 15.18 ) y de Seba ( 2 S 20.7 ), y presenciaron el ungimiento
de Salomón ( 1 R 1.38 , 44 ).
CERVIZ Parte posterior del cuello. En sentido figurado, representa el acto de huir del
enemigo, volviéndole la espalda ( Éx 23.27 ). La cerviz endurecida simboliza obstinación
o rebeldía delante de Dios ( Éx 33.3 ; etc.) y la actitud del pecador ( Dt 31.27 ; 2 R 17.14
; Pr 29.1 ; Hch 7.51 ).
En la antigüedad, los conquistadores solían poner el pie sobre el cuello de los
príncipes postrados, en prueba de subyugación ( Jos 10.24 ), figura que se aplicaba
también en otras circunstancias (por ejemplo, Gn 27.40 ; Hch 15.10 ).
CÉSAR Sobrenombre original de la familia juliana en Roma. Después de haber sido
dignificado en Julio César, se hizo nombre usual de los miembros de su familia que
subían al trono. El último de estos fue Nerón, pero dicha denominación la conservaron
sus sucesores, como una especie de título perteneciente al emperador.
A pesar de la tradición republicana de Roma, el César era en realidad un monarca ( Jn
19.12 , 15 ), como se ve en el juramento universal de obediencia. El culto al César que
surgió más tarde llegó a ser para los cristianos el problema terrible que forma el
antecedente histórico de → APOCALIPSIS . Los Evangelios se refieren a → AUGUSTO César
(30 a.C.—14 d.C.) en Lc 2.1 , y a → TIBERIO (14–37 d.C.) en Mc 12.14 //; Lc 3.1 ; 23.2 ;
Jn 19.12 , 15 . Calígula (37–41 d.C.) no aparece en el Nuevo Testamento. Hechos
menciona a → CLAUDIO (41–54 d.C.) en 11.28; 17.7 y 18.2. El César a que se refieren Hch
25–28 y Flp 4.22 es → NERÓN (54–68 d.C.). A veces César es símbolo de cualquier
príncipe terrenal o del estado en general ( Mc 12.17 //).
CESAREA Ciudad situada a unos 104 km al noroeste de Jerusalén, en la costa del
Mediterráneo. Fue construida (29–20 a.C.) por Herodes el Grande en el sitio de la Torre
de Estratón, en honor de Augusto César. Llegó a ser el asiento del gobierno oficial de
Roma en la Tierra Santa, bajo los procuradores y los reyes herodianos.
En el Nuevo Testamento, Cesarea aparece primeramente como la ciudad donde
predicó y residió Felipe ( Hch 8.40 ; 21.8 ); después como refugio de Pablo mientras huía
camino a Tarso ( Hch 9.30 ), y donde Pedro convirtió al centurión Cornelio ( Hch 10 ).
Agripa I gobernó y murió aquí ( Hch 12.19–23 ). Después de sus viajes misioneros,
camino de Jerusalén, Pablo pasó por Cesarea ( Hch 18.22 ; 21.8 , 16 ), y aquí, luego de su
arresto en Jerusalén, fue llevado a la prisión. Compareció ante Félix y Festo ( Hch 23.23 ,
33 ; 24.27 ; 25.1ss ) y de Cesarea zarpó para Roma ( Hch 25.13ss ).
Estos rompeolas construidos por los romanos convirtieron a Cesarea
en una importante ciudad portuaria mediterránea.
Después de la época novotestamentaria Cesarea llegó a ser un centro importante para
la iglesia antigua. Fue sede episcopal y de una escuela teológica donde fueron maestros
Orígenes (185–254) y Eusebio (275–340).
CESAREA DE FILIPO Ciudad conocida por ser el escenario de la confesión
cristológica de Pedro ( Mt 16.13ss ), situada al extremo sur del monte Hermón, donde
nace la fuente principal del río Jordán. En la antigüedad fue lugar de culto al dios Pan; de
allí el nombre de Paneas para la ciudad y toda la región vecina. Paneas llegó a formar
parte de la tetrarquía de Felipe luego de la muerte de su padre Herodes el Grande (4 d.C.).
Aquel remodeló y embelleció la ciudad, y la llamó Cesarea de Filipo, en honor de Tiberio
César y de sí mismo.
En tiempos del Nuevo Testamento, Cesarea de Filipo era un importante centro de
civilización grecorromana. Su influencia fue amplia según se desprende de las frases «la
región de Cesarea de Filipo» ( Mt 16.13 ) y «las aldeas de Cesarea de Filipo» ( Mc 8.27 ).
Hoy se conoce con el nombre árabe de Banias, corrupción del nombre griego.
CETRO Vara que simboliza la autoridad de un legislador, usada especialmente por los
reyes (cf. báculos, Nm 21.18 ). Los cetros del mundo antiguo eran de dos clases:
1. Largos: Surgen de la evolución del significado del bastón del anciano, y llegan a
tenerse como símbolo de la sabiduría y soberanía del rey («los gobernadores» en Am 1.5 ,
8 son, literalmente, «los que tienen el cetro»). Según Gn 49.10 el cetro era lo bastante
largo como para que reposara entre los pies del rey.
2. Cortos: Surgen de la evolución de un arma primitiva; eran símbolo del poder
conquistador del rey (cf. Nm 24.17 ).
El cetro del Mesías simboliza su soberanía y poder ( Sal 45.6 ; 110.2 ). Los judíos
pretendieron ridiculizarlo poniendo una caña en la mano de Jesús ( Mt 27.29 ).
CETURA ( perfumada ). Esposa (o concubina) de Abraham después de la muerte de
Sara. Sus hijos, que no tendrían parte de la herencia con Isaac, fueron enviados hacia el
Oriente. Llegaron a ser progenitores de varias tribus árabes, de las cuales sobresale
Madián ( Gn 25.1–6 ; 1 Cr 1.32 ).
CHACAL Mamífero carnívoro de la familia de los cánidos de un tamaño intermedio
entre el lobo y el zorro. Era común en todo Palestina. Por sus lastimeros aullidos
nocturnos ( Miq 1.8 ) y sus madrigueras en las ruinas, es considerado símbolo de
desolación ( Is 13.22 ; 34.13 ; Jer 9.11 ; 49.33 , etc.). Se alimenta de carroña ( Sal 63.10 )
que olfatea a la distancia ( Jer 14.6 ), pero con todo, es ejemplo para el hombre en el
cuidado de su cría ( Lm 4.3 ). Se reúne en manadas, por lo que se cree que las → ZORRAS
de Jue 15.4 sean en realidad chacales.
CHIPRE Isla grande (de unos 236 km de largo y de una anchura que varía entre 8 y 80
km) en el Mediterráneo, cerca de la costa de Siria (al este) y de Asia Menor (al norte). Su
terreno es montañoso (alcanza alturas de 2.300 m), y posee yacimientos minerales y
considerable variedad de piedras preciosas. A esto se debe en parte el interés que tenían
en la isla los fenicios en tiempos antiguos. En tiempos del Nuevo Testamento era una
provincia imperial de Roma. Hechos 4.36 (la primera referencia novotestamentaria)
afirma que → BERNABÉ era «natural de Chipre». Es más, Chipre estuvo íntimamente
ligada con el desarrollo del cristianismo primitivo ( Hch 11.19 , 20 ). Fue allí donde Pablo
inició su ministerio como misionero ( Hch 13.4–12 ).
CHISMOSO → CALUMNIA .
CIELO Término que puede referirse a las regiones atmosféricas y siderales o a la
morada de Dios. Con ambos sentidos suele usarse indistintamente en plural y singular
tanto en el castellano como en los idiomas originales.
«Los Cielos Y La Tierra»
Expresión que aparece en el primer versículo de la Biblia ( Gn 1.1 ) y en otros
muchos pasajes para designar todo el universo. Los escritores bíblicos aluden
metafóricamente a las puertas o ventanas del cielo, las cuales se abren o se cierran para
dar paso al agua o detenerla ( Dt 11.17 ; Sal 78.23 ). Se habla del sol, la luna y los astros
como si estuvieran colocados en el cielo ( Gn 1.14–17 ). Sería un error interpretar al pie
de la letra tales metáforas escritas en una época precientífica.
Los Tres Cielos
En 2 Co 12.2 se menciona «el tercer cielo» de donde se deduce la existencia del
primero y segundo cielo. Sin embargo, en la Biblia no se habla de ello. Puede ser que el
primero sea la atmósfera que rodea nuestro planeta; el segundo, el espacio físico más allá
de la atmósfera; y el tercero, la morada de Dios. Pablo fue arrebatado hasta el tercer cielo,
pero se le prohibió divulgar lo que allí vio y oyó ( 2 Co 12.1–9 ). Según parece, Juan tuvo
una experiencia similar ( Ap 4.1 ) en la cual basó la mayor parte de Apocalipsis.
Lo fundamental en estas experiencias de Pablo y Juan no es lo que nos permiten
descifrar en cuanto a la estructura del cielo, sino lo que aportan al conocimiento de Dios.
La Morada de Dios
En varios pasajes aparece el cielo como morada de Dios y los seres que con Él
habitan. Por ejemplo: «Padre nuestro que estás en los cielos» ( Lc 11.2 ). Con Dios viven
«los ejércitos de los cielos» ( Neh 9.6 ) y los ángeles ( Mc 13.32 ). Después de su
resurrección, Cristo ascendió al cielo ( Hch 1.11 ) y de allí volverá otra vez ( 1 Ts 4.16 ).
A veces cielo es sinónimo de Dios. El hijo pródigo dice: «He pecado contra el cielo y
contra ti» ( Lc 15.18 ). Ejemplo conocido es el término «reino de los cielos» en Mateo,
evidentemente sinónimo de «reino de Dios».
La Biblia le promete al hombre regenerado una morada en el cielo ( Jn 14.1–3 ).
Hebreos 2.10 lo llama «la gloria». Hay una herencia incorruptible reservada en el cielo
para los creyentes ( 1 P 1.4 ). El cielo es un lugar de bendición, mientras que el infierno
promete tormento y miseria.
La referencia en Ap 21.1 a «un cielo nuevo y una tierra nueva» sugiere que el
universo físico actual será completamente renovado.
CIENCIA → CONOCIMIENTO .
CIERVO/VA Mamífero rumiante de tamaño mediano, entre el venado y el corzo.
Extinto en la Tierra Santa, en las otras regiones bíblicas se hallan dos tipos: el ciervo
berberisco y el persa, que sin duda los judíos conocían.
Es elogiado por su agilidad ( 2 S 22.34 ; Sal 18.33 ; Cnt 2.9 , 17 ; Is 35.6 ); se cuenta
entre los animales limpios ( Dt 14.5 ); tiene carne sabrosa ( Dt 12.15 , 22 ; 15.22 ), que se
servía en la mesa de Salomón ( 1 R 4.23 ). Es tímido y cariñoso ( Pr 5.18 , 19 ; Jer 14.5 ).
CIGÜEÑA Ave zancuda cuyo nombre hebreo significa «piadosa», quizás por
referencia al cuidado de su cría. En la Tierra Santa se conocen dos especies. La blanca
(excepto la punta de las alas) pasa el invierno en África, de donde emigra en verano en
grandes bandadas ( Jer 8.7 ).
La otra especie, de lomo y cuello negros, es muy común en el valle del mar Muerto.
Los hebreos consideraban inmunda a la cigüeña, quizás por su régimen alimentario ( Lv
11.19 ; Dt 14.18 ). A su costumbre de anidar en árboles altos se refiere el Salmo 104.17 .
CILICIA Provincia del sudeste del Asia Menor, llamada antes Traqueya en su parte
occidental y Cilicia Pedias en su parte oriental. Antes de 72 d.C., cuando Vespasiano dio
más autoridad al gobierno provincial, Cilicia Pedias tenía una administración siria (cf.
«en Siria y en Cilicia», en Hch 15.23 , 41 ; Gl 1.21 ). Sus ciudades principales eran
Adana, Seleucia y la capital → TARSO , donde nació → PABLO . Una vital ruta comercial
pasaba por las célebres «Puertas de Cilicia», desfiladero de los montes Tauro, al noroeste
de Tarso.
Entre la población hitita originaria se radicaron muchos judíos que a menudo viajaban
a Jerusalén manteniendo relaciones con los otros judíos y reuniéndose en una sinagoga
particular ( → LIBERTOS ). Esta, a la que Saulo de Tarso quizás asistió, tomó parte en el
debate con → ESTEBAN ( Hch 6.9 ).
Luego de su conversión, Pablo estuvo activo en Cilicia, donde estableció iglesias a las
que, entre otras, se dirigió la carta que envió el concilio celebrado en Jerusalén ( Hch
15.23 , 41 ). El cristianismo floreció en Cilicia hasta que esta la dominaron los árabes en
el siglo VIII.
CILICIO Ropa toscamente tejida y de tela oscura, generalmente de pelo de cabra o →
CAMELLO ( Ap 6.12 ). Era una vestidura áspera que llevaban los que estaban de duelo o
en actitud de penitencia por causa del pecado ( Gn 37.34 ; 2 S 3.31 ; 1 R 21.27 ; Mt 11.21
).
Usado a veces a flor de piel, el cilicio servía de signo de protesta como en el caso de
Mardoqueo ( Est 4.1 ) y los profetas ( Is 20.2 ; Zac 13.4 ).
Ceñírselo era símbolo de los lamentos de Judá por los castigos que el Señor enviaba
al pueblo ( Jer 4.8 ; 48.37 ). Sentarse sobre cenizas era un acto casi siempre asociado con
el uso del cilicio. Todo eso serviría para expresar arrepentimiento.
CÍMBALO Instrumento musical de percusión usado en las ceremonias religiosas de
Israel ( 1 Cr 15.16 , 19 , 28 ; 2 Cr 5.13 ; 29.25 ; Esd 3.10 ; Neh 12.27 ; cf. 1 Co 13.1 ).
Consistía en dos platillos metálicos que sonaban al golpearlos uno contra el otro, y los
había de dos tamaños. Los más grandes se sostenían con ambas manos, y los pequeños se
colocaban uno en el dedo pulgar y el otro en el dedo cordial de una mano. Se cree que el
Salmo 150.5 menciona ambas clases.
CINERET ( arpa, lira ).
1. Ciudad fortificada en la tierra de Neftalí, ubicada en la costa noroeste del lago de
Galilea ( Jos 19.35 ).
2. Pequeña llanura que rodeaba la ciudad de este nombre ( 1 R 15.20 ), designada
como «tierra de → GENESARET » en Mc 6.53 .
3. En el Antiguo Testamento nombre del mar que en el Nuevo Testamento se llama →
MAR DE GALILEA o lago de Genesaret ( Nm 34.11 ; Dt 3.17 ; Jos 11.2 ; 12.3 ; 13.27 ).
Algunos creen que el lago se llamó así por tener forma de arpa.
CINTURÓN El cinturón o cinto fue, en las tierras y el tiempo bíblicos, parte esencial
del vestido tanto del hombre como de la mujer. En su forma y contextura variaba desde el
simple cordel hasta una elaborada pretina, como la que usaban los sacerdotes y el sumo
sacerdote. Por lo general, los cinturones se hacían de cuero ( Mt 3.4 ) o de simple tela a
manera de faja. Los cinturones de lino eran muy delicados ( Jer 13.1 ).
Algunos cinturones de cuero se confeccionaban de tal manera que sirviesen de bolsa
para llevar monedas, navajas, tinteros y hasta alimentos. Tanto en horas de trabajo
manual como de viaje, las personas levantaban las puntas de sus túnicas y las encajaban
en el cinturón para así poder moverse con mayor libertad. De aquí la expresión «ceñidos
vuestros lomos» ( Éx 12.11 ; Lc 12.35 ), que da a entender que el hombre está dispuesto a
la actividad y al servicio.
En la minuciosa lista que Dios da a Moisés ( Éx 28.4 ), se menciona el cinturón como
objeto importante en las vestiduras de los primeros sacerdotes.
CIPRÉS Reina Valera traduce el hebreo berosh indistintamente «haya» ( Ez 27.5 ; 2 S
6.5 ) o «ciprés» ( 1 R 6.15 , 34 ; 9.11 ; Cnt 1.17 ). Tal vez es el juniperus excelsa ,
variedad de junípero que se da en el Líbano. Es un árbol fragante, parecido al → CEDRO ,
cuya madera es estimada para construir buques, instrumentos de música y casas.
CIRCUNCISIÓN Rito religioso en el que se corta el prepucio que cubre el glande del
miembro viril.
La circuncisión se conocía entre los egipcios antes del tiempo de Abraham (DBH, p.
331). La practicaban también los edomitas y moabitas ( Jer 9.25s ). Entre estas naciones
paganas la circuncisión era un rito de pubertad o consagración al matrimonio, que se
efectuaba al llegar a la edad necesaria ( Gn 17.25 ). Los filisteos, asirios, elamitas,
sidonios y los habitantes preisraelitas de Canaán, no la conocían ( 1 S 14.6 ; Ez 32.17–30
).
En El Antiguo Testamento
Dios escogió la circuncisión como señal de su → PACTO con → ABRAHAM y su
descendencia ( Gn 17.10 , 11 ). Algunas de las implicaciones derivadas de este pacto son:
1. La justificación por la fe sola ( Gn 15.6 , 18 ). Pablo habló de la circuncisión sobre
todo como señal y sello de la justicia por la fe ( Ro 4.11 ).
2. La regeneración o el nuevo nacimiento, es decir, una vida nueva ( Gn 17.7 ; Mc
12.26 , 27 ; Ro 4.19 ). Moisés y Jeremías hablaron de la circuncisión del corazón ( Lv
26.41 ; Dt 10.16 ; 30.6 ; Jer 4.4 ; 9.25 , 26 ).
3. La capacidad de engendrar una descendencia santa. La circuncisión se relaciona en
su contexto bíblico original con el proceso de propagación ( Gn 17.7 ; cf. 15.2–5 ). En el
Antiguo Testamento el acto sexual no se considera pecaminoso ( Gn 1.28 ; 2.4 ), pero su
fruto, la naturaleza humana, sí (Salmo 51.5 ). Mediante la gracia representada por la
circuncisión se renueva la capacidad de engendrar una descendencia santa ( Gn 1.28 ;
17.2 , 4–6 ; 1 Co 7.14 ).
La circuncisión en el Antiguo Testamento no era un rito de pubertad, como en las
naciones paganas. Se circuncidaban a los bebés de ocho días ( Gn 17.12 ), por su
necesidad de los beneficios del pacto y su participación en ellos ( Lv 12.3 ; Sal 51.5 ; Ro
5.12 , 18 ; 1 Jn 2.12 ).
4. La circuncisión implicaba obediencia a Dios ( Ro 2.25–29 ; 1 Co 7.17–19 ), no solo
para los creyentes adultos ( Gn 17.1 ), sino también para los hijos ( Gn 17.9 ; 18.19 ; Sal
103.17 , 18 ; Ef 6.4 ; Col 3.20 ; Tit 1.16 ). Era señal de una relación especial, íntima y
santa con Dios ( Gn 17.1 ) y de plena comunión con el pueblo ( Gn 17.14 ). Confería
derechos y obligaciones de la misma manera que lo hacía la identificación de cada
familia con su patriarca ( Gn 17.7 , 8 , 12 , 13 , 23 ; cf. Ro 5.12–20 y el bautismo en Hch
2.39 ; 16.15 , 31 , 33 ; 18.8 ). Como señal del pacto era el requisito para participar
dignamente de la Pascua ( Éx 12.48 ) y de los sacrificios ( Ez 44.7 ).
La práctica común en Israel era muy contraria a la alta enseñanza divina sobre la
circuncisión. Casi desde el principio ( Gn 34 ; cf. 21.4 ), Israel convirtió lo espiritual en
algo carnal e hipócrita. En vez de tener la circuncisión por señal de bendición universal,
la cambió en una distinción nacionalista que redundó en maldición ( Gn 12.2 ; 17.6 , 12 ;
cf. cap. 34 ).
A través del Antiguo Testamento, Dios hace hincapié en la gran importancia de
recordar la señal de su pacto ( Gn 17.14 ) y en el peligro de despreciarla y postergarla (
Éx 4.24–26 ; Jos 5.2–9 ). Sin embargo, advierte que la señal exterior sin la realidad de la
fe y la regeneración interior es vacía y nos condena ( Jer 9.25 , 26 ; Ro 2.25–29 ; 4.9–12
).
En El Nuevo Testamento
La circuncisión se practicó, como correspondía a la cultura judía de la época, en los
casos de Juan el Bautista y Jesús ( Lc 1.59 ; 2.21 ). La imposición del nombre
acompañaba a la circuncisión.
Sin embargo, para mediados del siglo I la circuncisión perdió mucho de su sentido
confesional de la época del regreso. Pablo polemizó fuertemente con los que querían
circuncidar a los gentiles convertidos a Cristo ( Gl 5.2–12 ; 6.12–16 ; Flp 3.2 , 3 ). Su
opinión la adoptó el concilio apostólico ( Hch 15.1–21 ). La circuncisión nunca llegó a
ser ordenanza de la Iglesia ( 1 Co 7.18 , 19 ; Hch 16.3 ; Ro 4.9–12 ; cf. Gl 2.3 ).
La señal del pacto llegó a ser el → BAUTISMO . Este cumplía el verdadero sentido de la
circuncisión: el despojamiento de la vieja naturaleza y la experiencia de la regeneración (
Col 2.11 , 12 ). Así que los cristianos forman la verdadera circuncisión ( Flp 3.3 ).
En Sentido Figurado
La Biblia se refiere con frecuencia a la «circuncisión del corazón» ( Dt 10.16 ; Jer 4.4
; Ro 2.29 ). El Antiguo Testamento menciona árboles frutales incircuncisos ( Lv 19.23 ),
y labios ( Éx 6.12 , 30 ) y oídos ( Jer 6.10 ) incircuncisos. Pablo habla de la
«incircuncisión de vuestra carne» ( Col 2.13 ).
CIRENE Ciudad de Libia en el norte de África, situada al oeste de Egipto. Formaba
parte de la Pentápolis (cinco ciudades, las otras eran Apolonia, Arsinoe, Berenice y
Tolemaida). Los griegos la colonizaron en 631 a.C. Después de la muerte de Alejandro
Magno, cayó en manos de los egipcios (tolomeos). Cedida a los romanos (75 a.C.), estos
la convirtieron en una provincia.
Los judíos cireneos llegaron a ser una de las principales comunidades de la →
DIÁSPORA ( 1 Mac 15.23 ; Hch 2.10 ). A un cireneo, → SIMÓN , lo obligaron a cargar la
cruz de Jesucristo ( Mc 15.21 //). Había cireneos entre los que evangelizaron en Antioquía
por primera vez a los gentiles ( Hch 11.20 ), y más tarde → LUCIO enseñaba en la iglesia
allí ( Hch 13.1 ). Los judíos de Cirene tenían o compartían en Jerusalén una sinagoga (
Hch 6.9 ).
Foto: Museo nacional, Egipto.
Un relieve egipcio en piedra que data más o menos del 2200 a.C.,
mostrando dos niños siendo circuncidados con cuchillos de pedernal.
CIRENIO Gobernador de Siria cuando nació Jesús, según Lc 2.2 . Empezó su carrera
política como cónsul en Roma en 12 a.C. Desempeñó varios puestos y murió en 21 d.C. (
→ JESUCRISTO ).
Lo dicho en Lc 2.2 presenta uno de los problemas más interesantes y más difíciles de
la Biblia, en cuanto a la fecha del nacimiento de Jesús. Dice: «Este primer censo se hizo
siendo Cirenio gobernador de Siria». Datos históricos prueban que Cirenio fue
gobernador de Siria entre 6 y 9 d.C. y que Judea pertenecía a esta provincia. Josefo (
Antigüedades XVIII, i,1) registra un censo en esta época, y Hch 5.37 menciona este censo
en relación con la rebelión de Judas el Galileo. Pero Lc 2.2 se refiere a otro censo previo
(Herodes murió en 4 a.C.) e implica que Cirenio fue gobernador de Siria dos veces. Una
inscripción antigua parece confirmarlo, aunque no aparece el nombre de Cirenio. Quizás
Cirenio haya sido legado especial en Siria entre 10 y 4 a.C. encargado de las relaciones
exteriores, especialmente de la guerra contra los homanadenses (revoltosos de Asia
Menor Central), mientras otro llevaba el gobierno civil de la provincia. De ser así, es
posible también que se hiciera un censo en esta época, ya que Herodes era súbdito del
emperador Augusto y se hicieron censos en otras partes del imperio en este período.
CIRO Fundador del Imperio Persa (559–529 a.C.) que en 559 a.C., después de
encabezar una revuelta militar, se coronó rey de los medos y los persas. Con sus guerras
de conquista extendió su dominio sobre toda el Asia Menor. Sus ejércitos llegaron hasta
Egipto y la India. En 539 se apoderó de la ciudad de Babilonia, donde los judíos se
encontraban desterrados.
En la historia general se destaca como gobernante magnánimo y por haber dado un
trato diferente a los pueblos conquistados: respeto a la vida, consideración a los reyes
vencidos y respeto a los dioses de cada uno de los pueblos.
Los israelitas sin duda se beneficiaron de esta política tolerante. En Is 44.28–45.16 .
Ciro aparece como el ungido de Jehová, distinción reservada primitivamente para el rey
de Israel y convertida luego en título mesiánico ( → UNCIÓN ). Por ello los judíos pusieron
sobre él sus esperanzas de liberación. Y en efecto, Ciro fue el «agente político» de Dios;
un instrumento de los designios divinos. Así, en el primer año de su gobierno en
Babilonia (538 a.C.), devolvió la libertad a los judíos mediante el famoso edicto de
restauración, con el cual también autorizó la restauración del culto judío y la construcción
del templo ( Esd 1.1–4 ; 6.3–5 ).
CISÓN Nombre de arroyo y ciudad.
1. Importante arroyo en el norte de Palestina. Tiene sus fuentes al pie de los montes
Tabor y Gilboa y corre paralelo al nordeste de las montañas del → CARMELO , pasando por
el valle de Jezreel hasta desembocar en el Mediterráneo, al sur de la bahía de Acre.
Durante una buena parte del año está seco; en tiempo de lluvias se vuelve impetuoso
torrente a causa de la conjunción de aguas que bajan del Carmelo. Desde el punto en que
recibe las aguas del Carmelo hasta su desembocadura, el río Cisón ofrece una corriente
perenne; ese tramo es de aproximadamente 4 km de longitud.
Fue escenario de la derrota de → SÍSARA ( Jue 4.7 , 13 ; 5.21 ), y fue allí también
donde perecieron los profetas de Baal tras la contienda habida con → ELÍAS ( 1 R 18.40 ).
En sus riberas se encuentra la famosa montaña de → MEGUIDO ( → ARMAGEDÓN ), sitio de
terribles matanzas.
2. Ciudad de los levitas ( Jos 21.28 ).
CISTERNA Debido a cierto intercambio de términos en el hebreo, es preciso
distinguir la cisterna propiamente dicha, de pozos, fuentes y estanques. Todos tenían gran
importancia en la Tierra Santa. Como allí deja de llover durante el verano, tenían que usar
todos los métodos a su alcance para abastecerse de → AGUA y conservarla. En contraste
con el pozo, que acumula el agua de una fuente subterránea (o agua infiltrada), la cisterna
es un depósito hecho en el suelo, en forma de pera, para recoger y conservar agua de
lluvia. La boca de la cisterna solía taparse con una piedra.
Se han encontrado restos de miles de cisternas, pues toda casa considerable tenía una,
y se hacían cisternas de gran tamaño para el uso público. Debajo del templo se construyó
un depósito inmenso para las necesidades del culto.
Foto de Willem A. VanGemeren
Un pastor saca agua para su rebaño de una cisterna en el Neguev, la
región desértica sureña de Israel.
Como es natural, el agua disminuía durante el verano, y había muchas cisternas secas
que a veces se usaban como mazmorras improvisadas. Por ejemplo, los casos de José (
Gn 37.22 ) y Jeremías ( Jer 38.6 ). En sentido figurado, Jer 2.13 contrasta a Dios, fuente
eterna de agua viva, con los recursos de los hombres (o de falsos dioses) que son
«cisternas rotas que no retienen agua». ( → POZO ; FUENTE ; ESTANQUE .)
CITAS A menudo un escritor bíblico repite lo que otro escribió sin mencionar que se
trata de una cita. Por ejemplo, Nm 26.5ss citado de Gn 46.8ss ; Dt 5.6ss de Éx 20.2ss ; 1
Cr 17 de 2 S 7 ; Neh 7 de Esd 2 ; Sal 18 de 2 S 22 ; Miq 4.1–3 de Is 2.1–4 ; Is 36–39 de 2
R 18–20 ; Jer 52 de 2 R 24–25 ; Abd 1.8 de Jer 4.9 ; Jon 2.3 de Sal 42.7 ; Hab 2.14 de Is
11.9 .
Citas Del Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento se cita expresamente unas doscientas cincuenta veces con
indicaciones como «escrito está» ( Mt 4.4 ), «lo dicho por el Señor» ( Mt 1.22 ), «leído en
el libro de Moisés» ( Mc 12.26 ), «escrito en el profeta» ( Mc 1.2 ), etc.
Mateo, por ejemplo, cita su propia traducción del texto hebreo ( Mt 21.5 de Zac 9.9 )
y de la → SEPTUAGINTA ( Mt 15.9 de Is 29.1 , 3 ), y su propia versión de la recensión de →
QUMRÁN ( Mt 1.23 de Is 7.14 ). No se sabe por qué un mismo evangelista usa tres textos
diferentes.
Para Hab 2.4 , Pablo ( Ro 1.17 ) prefiere la LXX, mientras el autor de Hebreos (
10.38 ) el texto hebreo.
A veces no se cita textualmente, sino que se cambian algunos vocablos del pasaje
reproducido ( Mt 19.18s ). Otras veces, al citar en el Nuevo Testamento un pasaje del
Antiguo Testamento, no se toma en cuenta el contexto inmediato original, sino que la cita
se adapta a las circunstancias de un nuevo contexto que solo en general corresponde a la
antigua situación ( → TIPOLOGÍA ). Por ejemplo, en Oseas 11.1 , «Israel» designa al
pueblo, pero en Mt 2.15 se refiere a Jesús. En Habacuc 2.4 se trata de tener fe en una
profecía que aún no se ha cumplido; Ro 1.17 alude a la fe en el sacrificio cumplido ya por
Jesús. En cada caso, la cita procura interpretar la nueva acción de Dios más que hacer la
exégesis literal del antiguo pasaje. Es importante, pues, interpretar estas citas siempre a la
luz de los dos contextos en que se encuentran. Demuestran que, años antes del
acontecimiento, la voluntad revelada de Dios había insinuado que así sería, porque su
plan salvífico no cambia esencialmente de una época a la otra. Esto lo vemos en Mt 1.23 ;
2.15 , 17 , 23 ; 3.3 ; 4.14 , etc.; una serie de testimonios de que «todo esto aconteció para
que se cumpliese [completase] lo dicho por el Señor por medio del profeta». Es posible
que la iglesia hiciera colecciones de tales textos que hallaron su cumplimiento en
Jesucristo ( → MATEO, EVANGELIO DE ). Asimismo, Lucas 4.21 señala que «hoy se ha
cumplido esta Escritura [ Is 61.1s ] delante de vosotros».
Si tomáramos en cuenta las citas parciales y alusiones a textos veterotestamentarios,
el total pasaría de mil.
Citas de Libros Apócrifos
Judas 14 cita a Enoc 1, indicando la fuente. Pero generalmente este tipo de cita se
hace sin tal indicación ( Ro 13.1 de Sabiduría de Salomón 6.4; 1 P 3.20 de Enoc 6 y 10;
Jud 9 de Asunción de Moisés ).
Citas de Textos Profanos Griegos
Hechos 17.28 cita de Aratos y 1 Co 15.33 de Menandro, poetas; Tit 1.12 de
Epiménides y Gl 5.23 de Aristóteles, filósofos. Las formas rítmicas en Hch 14.17 y Stg
1.17 hacen pensar en alusiones a poesías.
Citas de Himnos
En Ef 5.14 ; 1 Ti 3.16 ; Ap 4.11 ; 5.9–13 ; y 15.3s , se hallan fragmentos de «salmos,
himnos y cánticos espirituales» ( Col 3.16 ), como si los autores aludieran a cantos
comunes en las congregaciones. Mateo 26.30 se refiere al himno pascual que comprende
los Salmos 113–118 .
CIUDAD Conjunto de casas rodeado por una muralla y defendido por un alcázar.
Contrastaba con la → ALDEA en que esta era un simple conjunto de casas físicamente
indefensas. En caso de guerra, los aldeanos se refugiaban en la ciudad, a cambio del pago
de algún tributo por el asilo. La ciudad se consideraba en sentido figurado como la
«madre» ( 2 S 20.19 ), y las aldeas como «hijas» según reza literalmente en hebreo en
pasajes como Nm 21.25 , 32 ; Jos 15.44 ; Jue 11.26 .
Debe entenderse que las ciudades bíblicas, de acuerdo con las excavaciones
arqueológicas, tenían poca extensión. La antigua Debir, por ejemplo, una ciudad
importante, en los tiempos de su mayor prosperidad albergaba apenas de dos mil a tres
mil habitantes.
El nombre de algunas localidades hace alusión a su origen, su situación o su
reputación: → BETSAIDA ( casa de la pesca ) era una ciudad situada a orillas del lago de
Genesaret; → BELÉN ( casa del pan ), una ciudad rodeada de campos de trigo; y → BET-EL
( casa de Dios ) se llamaba así por la fama de su templo. El nombre de → JERUSALÉN , de
discutida etimología, evoca para los israelitas la idea de «ciudad santa» ( Is 52.1 ; Ap 21.2
, 27 ).
En las ciudades las casas generalmente eran pequeñas y estaban amontonadas; las
calles eran estrechas y tortuosas, y muchas veces eran callejones sin salida. Por lo
general, no tenían pavimentación y eran muy sucias; la basura se amontonaba y
abundaban los perros callejeros ( 1 R 22.38 ; Lc 16.21 ). Los profetas aluden a lo sucio de
las calles ( Is 5.25 ; 10.6 ; Miq 7.10 ). En las viejas ciudades los comerciantes se
agrupaban en lugares cercanos. Cada gremio tenía su sección; por ejemplo, «la calle de
los panaderos» en Jerusalén ( Jer 37.21 ). No había plazas, pero las → PUERTAS de la
ciudad servían como tales. En ellas se hacían las transacciones comerciales ( 2 R 7.1 ; 2
Cr 32.6 ). Allí se proclamaban también los anuncios de las autoridades ( Dt 21.19 ; Jer
17.19 ) y se hacían los procesos ( Am 5.12 , RV-1909).
Al atardecer se cerraban las puertas de las ciudades ( Jos 2.5 ) y los centinelas
vigilaban durante toda la noche ( Sal 127.1 ). Las ciudades israelitas, como todas las
demás, tristemente fueron focos de vicios; contra tal situación se pronunciaron los
profetas ( Ez 9.9 ; 24.6 ).
Bibliografía:
R. de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento , Herder, Barcelona, 1964, pp. 106–108.
CIUDAD DE DAVID La fortaleza de Sion, parte sudeste de Jerusalén, llamada
también Ofel. David la tomó de los jebuseos y construyó en ella su palacio ( 2 R 5.6–9 ; 1
Cr 11.5–7 ). Llevó allá el arca y la colocó en una tienda, donde permaneció hasta que
Salomón construyó el templo más al norte ( 2 S 6.12 , 16 ; 1 R 8.1 ). Allí se sepultaron a
David, Salomón y otros reyes ( 1 R 2.10 ; 11.43 ). ( → SION ; JERUSALÉN ; OFEL .) Lucas
2.11 se refiere a Belén, ciudad natal de David, que no debe confundirse con la que es
propiamente la ciudad de David.
Foto de Ben Chapman
Esta maqueta de Jerusalén muestra la posible apariencia de una
típica ciudad amurallada del mundo antiguo durante los días del
ministerio de Jesús.
CIUDADES DE REFUGIO En Israel todo homicidio, incluso el involuntario,
provocaba la acción del «vengador de sangre» ( goel ): el pariente más cercano de la
víctima, que estaba obligado a dar muerte al homicida. Sin embargo, la Ley protegía al
homicida accidental, en el sentido de que este podía hallar seguridad en cualquier
santuario y, más concretamente, en torno a cualquier altar, si se apresuraba a asirse de los
cuernos de este Lugar Santo ( 1 R 1.50 ; 2.28 ). Después que el culto quedó centralizado
en Jerusalén, seis ciudades santas: Cades de Neftalí, Siquem, Hebrón, Golán, Ramot de
Galaad y Beser ( Jos 20.7 , 8 ), fácilmente accesibles ( Dt 19.3 ), fueron designadas como
lugares de refugio contra el «vengador de sangre».
De los diversos textos (de distintas épocas) acerca del «derecho de asilo» ( Éx 21.12s
; Nm 35.9–34 ; Dt 4.41–43 ; 19.1–13 ; Jos 20.4–9 ), se desprende que solo el homicida
involuntario podía acogerse a la protección de esta ley.
En caso de duda, o quizás habitualmente, el refugiado se ponía a disposición de los
ancianos de la ciudad, los cuales se pronunciaban: si se le reconocía como culpable de
homicidio, se le entregaba al «vengador de sangre». Si el homicidio se había efectuado
realmente por descuido o por accidente, se devolvía al homicida a la ciudad de refugio, la
que ya nunca debería abandonar, bajo pena de volver a caer en manos del goel . Ningún
rescate podía liberarlo. No obstante, después del cautiverio, se pronunciaba amnistía
general, al morir el sumo sacerdote, para todos los homicidas involuntarios, los cuales
podían regresar a sus hogares sin temor.
CIUDADANÍA Derecho de los romanos nativos, y de otros que la adquirían por
servicio militar o de otro género, por compra ( Hch 22.28 ), por manumisión, etc.
Aseguraba al que la poseía y a sus hijos ventajas sociales y todos los derechos legales que
se otorgaban bajo el Imperio Romano: entre otros, el de no ser azotados o apresados sin
previo juicio ( Hch 16.37ss ; 22.24–29 ), y el de apelar al emperador y ser juzgado en
Roma ( Hch 25.10–12 ). La ciudadanía simboliza la nueva relación comunitaria que
viven los creyentes al ser acogidos por Dios, el Padre, como hijos ( → CASA ; Ef 2.12 ;
Flp 3.20 ).
CIZAÑA ( lolium temulentum ). Planta anual de más de un metro de alto, con hojas
similares a las del trigo, pero de espigas comprimidas. El grano es de tamaño y aspecto
similar al trigo y de ahí que con frecuencia se siembren juntos accidentalmente ( Mt
13.24–30 ). Debido a un hongo que crece dentro de la semilla de la cizaña, la harina de
trigo que contiene cizaña es amarga y venenosa. La cizaña es uno de los hierbajos más
perjudiciales.
CLAUDA Pequeña isla a unos 37 km al oeste del Cabo Matala de la isla de Creta, o
sea, a 26 km al sur del puerto Fenice. Debido a su tamaño nunca tuvo una población muy
grande ni llegó a tener gran importancia. Cuando Pablo viajaba a Roma, un viento fuerte
del nordeste sopló sobre la embarcación que venía de Creta y, habiendo corrido a
sotavento de Clauda, se pudieron tomar las precauciones mencionadas en Hch 27.16s .
CLAUDIA Mujer cristiana de Roma, cuyos saludos Pablo comunica a Timoteo ( 2 Ti
4.21 ). Una antigua tradición la identifica como madre (o esposa) de Lino, y otra la llama
mujer de Pudente.
CLAUDIO CÉSAR Cuarto emperador de Roma (41–54 d.C.), sobrino de Tiberio, el
segundo emperador, y tío de Calígula, el tercero ( → CÉSAR ). Asumió el poder después
del asesinato de Calígula, y a su vez murió asesinado por su esposa (y sobrina) Agripina,
quien pretendía asegurarle el trono a su hijo Nerón y evitar la coronación eventual de
Británico, hijo de Claudio César con otra mujer.
Hechos 11.28 se refiere a una carestía que afligió el imperio de Claudio César y se
hizo sentir cruelmente en Palestina en los años 44–48. Es el mismo César mencionado en
Hch 17.7 y, según Hch 18.2 , el que expulsó a los judíos de Roma.
Foto de Howard Vos
Busto de Claudio, emperador romano que expulsó a todos los judíos
de la ciudad de Roma ( Hch 18.2 ).
CLAUDIO LISIAS Militar que rescató a Pablo del furor de los judíos en Jerusalén (
Hch 21.31ss ; 22.24ss ) y lo condujo a Cesarea ( 23.10–35 ). Se menciona por nombre en
23.26 ; 24.7 , 22 y muchas veces por el título de → TRIBUNO ( quilarcos , jefe de mil
soldados). De ahí se entiende que Claudio Lisias comandaba la guarnición romana en
Jerusalén, resguardo en la fortaleza Antonia junto al templo. Según 22.28 , Claudio Lisias
compró la → CIUDADANÍA romana.
CLEMENTE ( benévolo ). Nombre (común entre los romanos) de un líder cristiano de
Filipos ( Flp 4.3 ). Se destacó por su valentía en los primeros días de la evangelización,
junto con Evodia, Síntique y otros colaboradores de Pablo. Clemente de Roma es otra
persona.
CLEOFAS (en griego, Kleopás , abreviatura de Cleópatros).
1. Discípulo muy allegado al círculo de los doce que, con un compañero, se dirigía a
Emaús el día de la resurrección. El Señor resucitado sostuvo con los dos viajeros una
conversación reveladora ( Lc 24.13–33 ). No hay base para identificarlo con el que se
señala a continuación.
2. Nombre (en griego, Kleopás , probablemente semítico) del marido de una de las
Marías que estuvieron al pie de la cruz ( Jn 19.25 ).
CLOÉ (en griego, la que reverdece ). Mujer por cuya «casa» Pablo se enteró, estando
en Éfeso, de las disensiones que hubo en la iglesia de Corinto. No se sabe si «casa» alude
a empleados, esclavos o parientes, ni si Cloé era creyente o no, ni si vivía en Corinto o en
Éfeso.
COAT Segundo hijo de Leví ( Gn 46.11 ) y padre de una de las tres familias de levitas (
Éx 6.16 , 18 ), la cual se subdividió en las descendencias de Amram, Izhar, Hebrón y
Uziel. Fue abuelo de Aarón y Moisés ( Éx 6.20 ).
De acuerdo con el primer censo de Israel, había ocho mil seiscientos varones coatitas
que acampaban al sur del tabernáculo ( Nm 3.27–29 ). Tenían a su cargo la transportación
de los utensilios y los muebles sagrados una vez cubiertos por los sacerdotes ( Nm 3.31 ).
En la conquista de Canaán, los coatitas hijos de Aarón recibieron trece ciudades, mientras
los demás coatitas recibieron diez ( Jos 21.4 , 5 ). En el reino de David desempeñaron
varios oficios: cantores en la casa de Jehová ( 1 Cr 6.31–38 ), encargados de preparar los
panes de la proposición ( 9.31 , 32 ), jefes de los tesoros de David ( 26.23–28 ), jueces y
gobernantes ( 26.29 ).
CÓDICE → MANUSCRITO .
CODICIA Codiciar es desear lo que no nos pertenece. En el Antiguo Testamento, la
codicia es una ofensa a Dios. El decálogo prohíbe el robo, el deseo de los bienes ajenos y
el codiciar a la mujer ajena. Es pecado no saber renunciar, por obediencia a Dios, a lo que
en sí mismo podría ser un deseo natural y legítimo ( Nm 11.4ss ), y pecado es el deseo de
satisfacción sexual fuera del matrimonio ( Gn 39.7ss ). El justo debe dominarse en la
esfera sexual ( 2 S 11.2 ; Job 31.1 ).
La palabra griega que algunas veces se traduce «codicia» aparece cincuenta y tres
veces en el Nuevo Testamento, tanto en forma verbal ( epithymeo ), como sustantiva
( epithymia ). Su raíz griega es thymós , «aquello que pulsa, hierve y bulle, en primera
instancia la sangre y el corazón como sitios en los que están ubicadas las emociones»
(clave lingüística del Nuevo Testamento. Elaborada por ISEDET ). Aparece más en las
Epístolas que en los Evangelios. Se emplea a veces para referirse al deseo que el hambre
provoca ( Lc 15.16 ; 16.21 ) o a un anhelo legítimo ( Lc 22 , 15 ; 1 Ts 2.17 ; Ap 9.6 ).
Pero la mayoría de las veces denota un deseo malo de algo que no es bueno. Pablo utiliza
el término en 1 Co 10.6 en el sentido de deseo pecaminoso (cf. Ro 13.9 ; Gl 5.24 ).
La codicia es una manifestación del pecado que hay en el hombre y que lo domina.
Para Pablo este deseo es consecuencia de la prohibición del pecado ( Ro 7.7s ). El Nuevo
Testamento predica arrepentimiento, el cual conduce a la resolución de negarse a sí
mismo ( Mt 15.24 ; Ro 6.11ss ). Incluso después de haber recibido el Espíritu Santo, la
codicia sigue siendo un peligro y hay que combatirla ( Gl 5.17 ).
CODO Medida de longitud muy usada por los hebreos ( Éx 25.10 ; 1 R 7.24 ; Ez 40.5 )
y otras naciones antiguas. Es aproximadamente el largo del brazo, desde el codo hasta la
punta del dedo corazón. Tanto los egipcios como los babilonios, y después los hebreos,
tuvieron un codo real u oficial y otro común. El oficial tenía 20, 8 plg. (53 cm) y el
común 17, 7 plg. (45 cm). Antes del cautiverio de los judíos, parece que se usaba el codo
común. Después del cautiverio, cuando había necesidad de especificar una medida
exacta, aclaraban a cuál codo se referían ( Ez 40.5 ; 43.13 ).
CODORNIZ Ave del orden de las gallináceas, menor que la → PERDIZ y de parecida
coloración. La especie más conocida es emigratoria. Abandona Europa en grandes
bandadas durante el otoño, atraviesa la Tierra Santa y la península del Sinaí, y se
establece en África, de donde vuelve en el mes de marzo.
En dos ocasiones abastecieron de carne a los israelitas ( Éx 16.13 ; Nm 11.31 , 32 ),
hecho que constituyó un milagro. Si bien es cierto que las codornices, en su vuelo
emigratorio, suelen caer al suelo por el cansancio o por el cambio de dirección del viento
que la viene empujando, las circunstancias y la oportunidad del suceso muestran
claramente la intervención de Dios. Así se narra en los pasajes citados y así se recuerda
en Sal 78.25–29 ; 105.40 .
COLONIA Establecimiento de ciudadanos romanos, autorizado por el senado, en
territorio conquistado por Roma, con los privilegios, la libertad y los derechos de
romanos peninsulares. Muchas veces el propósito de la colonia era la rehabilitación de los
veteranos de guerra o los desocupados. Se consideraba como una extensión de Roma y el
modo de hablar, vestirse y gobernar de los colonos era romano. En Hch 16.12 , 20 , 21 ,
se puede ver cómo estimaban los colonos sus privilegios y derechos.
COLORES Por lo general, los nombres de los colores se derivan del nombre de la
sustancia de su origen o de sus usos. En la Biblia, los colores fundamentales son blanco,
rojo, verde y púrpura.
Hasta el día de hoy, los habitantes del Oriente Medio no definen los colores con
precisión, aunque gustan de decorados en amarillo, azul y verde brillantes, en contraste
vivo. En el caso de los hebreos, se añadían a los motivos sicológicos y lingüísticos otros
de orden religioso. La «imagen» prohibida por el segundo mandamiento solía estar
pintada de colores vivos en las religiones de Egipto, Palestina y Mesopotamia; no se
distinguía claramente entre la «escultura» y la «pintura» en este contexto ( Éx 23.12–16 ).
Los griegos pintaban sus templos con colores brillantes, como lo
demuestra esta reconstrucción de una sección del Partenón en
Atenas.
Púrpura
Había dos matices principales. Se obtenía en pequeñas cantidades de cierto molusco,
y su fabricación fue, durante siglos, monopolio de los fenicios. El color en sí no importa
tanto, sino su uso en las vestiduras reales como símbolo de nobleza y riqueza ( Jue 8.26 ;
Est 1.6 ). Tiene interés especial por haberse usado en el → TABERNÁCULO ( Éx 25–39 ) y en
el manto real, con el que los soldados se mofaron del Salvador ( Jn 19.2 ).
Gris
Traducción del vocablo hebreo sebha ( vejez ). Se aplica a las canas del anciano o a la
impresión que produce la escarcha ( 1 R 2.9 ; Job 38.29 ; Pr 16.31 ).
Rojo O Carmesí
Se emplea en gran variedad de contextos. Es el color de ciertos tejidos, la tez humana,
un guiso y hasta del pecado ( Gn 25.30 ; Éx 25.4 ; 1 S 16.12 ; Is 1.18 ).
En la esfera del simbolismo, es natural que se empleen más los colores de significado
evidente, como el blanco, la escarlata y el negro, pero aun en Apocalipsis se recurre
mucho más a los materiales que a los colores.
COLOSAS Ciudad de Frigia situada sobre un cerro, cerca de la confluencia de los ríos
Lico y Meandro, a 16 km río arriba de Laodicea y Hierápolis ( Col 2.1 ; 4.13 , 15 ). Las
tres ciudades formaban una federación. Florecían aquí la vinicultura y una famosa
industria lanera, y se fabricaba un color púrpura llamado «colosense». Colosas era la
ciudad menos importante de las tres, y en tiempos de Pablo era solo un villorrio. Epafras,
alumno de Pablo y fundador de la iglesia ( Col 1.2 ), y → ARQUIPO diácono ( Col 4.17 ;
Flm 2 ), residían allí. Onésimo ( Col 4.9 ; Flm 10 ) y Filemón ( Flm 1 ) tenían relaciones
con Colosas. Un terremoto la destruyó alrededor del 65 d.C. Las ruinas están a 4 km de la
actual aldea de Jonás.
Foto: Servicio fotográfico Levant
La colina de la antigua Colosas, una ciudad en Asia Menor en donde
se estableció una iglesia durante los días del apóstol Pablo.
COLOSENSES, EPÍSTOLA A LOS Una de las cuatro epístolas breves que Pablo
escribió desde la prisión. Las otras tres son Filipenses, Efesios y Filemón. La Epístola a
los Colosenses se concentra en la persona y obra de Jesucristo. Alcanza niveles de
expresión sin paralelos en cuanto a lo que se dice de Cristo en la Biblia. Tiene temas y
portadores comunes con Efesios, y se envía junto con la de Filemón ( Col 4.9 , 17 ) y otra
carta para Laodicea ( 4.16 ). Pablo no indica desde cuál prisión escribe. Sus compañeros
Marcos ( 4.10 ) y Lucas ( 4.14 ) estarían con él en Roma entre 61 y 63 d.C.
Contenido
Al igual que la mayoría de las cartas de Pablo, Colosenses pudiera dividirse en una
sección doctrinal (capítulos 1–2 ) y otra práctica (capítulos 3–4 ). Después del saludo
inicial ( 1.1–2 ), el apóstol da gracias por la fe, amor, esperanza y testimonio de los
colosenses ( 1.3–8 ). Luego desarrolla un majestuoso himno a Cristo en el que enfatiza su
papel en la creación y en la redención ( 1.15–23 ). Ante el superior valor de Jesucristo y
su obra, Pablo acepta gustoso la obligación de proclamarlo y sufrir por Él ( 1.24–2.5 ).
Exhorta a los colosenses a afirmarse en Cristo y no en confusas especulaciones ( 2.6–23
).
En la segunda sección, manda a los cristianos de Colosas a ajustar su conducta a sus
creencias. Como los cristianos han muerto y resucitado con Cristo ( 3.1–4 ), les pide que
vivan para agradar a Dios. Los urge a «hacer morir» lo que desagrada a Dios y a
«vestirse» del carácter de Cristo ( 3.5–17 ). El verdadero cristianismo se manifiesta
también en las relaciones de esposo y esposa ( 3.18–19 ), hijos y padres ( 3.20–21 ) y
esclavos y amos ( 3.22–4.1 ). Concluye hablando de cómo debemos actuar ante los
incrédulos ( 4.2–6 ) y con la habitual despedida ( 4.7–18 ).
COLOSENSES:
I.
Introducción
1.1–
14
A.
Saludo paulino a
los colosenses
1.1–2
B.
Agradecimiento
paulino por los
colosenses
1.3–8
Un bosquejo para el
estudio y la enseñanza
C.
Oración de
Pablo por los
colosenses
1.9–14
II.
La preeminencia
de Cristo
1.15—
2.3
A.
Primera parte:
Supremacía de Cristo en
la Iglesia ( 1.1 — 2.23 )
Cristo es
preeminente en la
creación
1.15–18
B.
Cristo es
preeminente en la
redención
1.19–
23
C.
Cristo es
preeminente en la
Iglesia
1.24—2.3
III.
La libertad en
Cristo
2.4–23
A.
Libertad de las
palabras
seductoras
2.4–
7
B.
Libertad de la
vana filosofía
2.8–10
C.
Libertad del juicio
humano
2.11–17
D.
Libertad de la
adoración
impropia
2.18–19
E.
Libertad de la
doctrina humana
2.20–23
I.
La posición del
creyente
3.1–4
Segunda parte: Sumisión
a Cristo en la Iglesia ( 3.1
— 4.18 )
II.
La práctica del
creyente
3.5—4.6
A.
Quitaos la vieja
naturaleza
3.5–
11
B.
Vestíos de la
nueva
naturaleza
3.12–17
C.
Mandamientos
personales para la
santidad
3.18
—4.6
1.
Santidad en la
vida familiar
3.18–21
2.
Santidad en el
trabajo
3.22
—4.1
3.
Santidad en la
vida pública
4.2–6
III.
Conclusión
4.7–
18
A.
Recomendación de
Tíquico
4.7–9
B.
Saludos de las
amistades de
Pablo
4.10–14
C.
Varios asuntos
relacionados con la
epístola
4.15–18
COLUMNA Pilar generalmente cilíndrico que sostiene un edificio ( Jue 16.25–30 ; 1
R 7.2 ; Ez 42.6 ); apoyo o sostén en sentido figurado ( Job 9.6 ; 26.11 ), o un monumento
conmemorativo ( Gn 35.20 ; 2 S 18.18 ).
En la Biblia se considera como columna del plan de Dios a los profetas ( Jer 1.18 ),
los apóstoles ( Gl 2.9 ), los creyentes en general ( Ap 3.12 ) y la Iglesia misma ( 1 Ti 3.15
).
Además, de columnas de madera ( 1 R 7.2 ), de mármol ( Est 1.6 ) y de hierro ( Jer
1.18 ), la Biblia también menciona columnas extraordinarias de fuego ( Ap 10.1 ) y de
nube ( Éx 13.21 , 22 ).
COMER Desde los tiempos primitivos los hebreos comían sentados ( Gn 43.33 ; 1 S
9.22 ), pero no en mesa alta, como se acostumbra en nuestros días. Sin embargo, el hecho
de que algunos personajes distinguidos solían comer sentados en sillas ( 1 S 20.24 , 25 ),
indica que la mesa alta no era del todo desconocida. En muchas ocasiones comían fuera
de las tiendas, bajo la sombra de un árbol ( Gn 18.1–8 ).
Posteriormente siguieron la costumbre de persas, caldeos y romanos y comían en
torno a una mesa común, sentados en canapés, pieles y posiblemente otros enseres menos
lujosos como las esteras y petates ( Am 6.4 ; Jn 13.23 ). Tal vez esta costumbre se
introdujo debido a los frecuentes contactos que los hebreos tuvieron con los pueblos antes
mencionados ( Est 1.6–8 ). Los comensales se reclinaban con la cabeza en dirección a la
mesa y se apoyaban en el codo izquierdo; usaban la mano derecha para tomar la comida.
Los pies de las personas así reclinadas quedaban fácilmente al alcance de alguno que
pasara ( Lc 7.36–50 ; Jn 12.3 ). Por tanto, a nuestro Salvador no le fue difícil lavarles los
pies a sus discípulos en la última → CENA , y enjugárselos con la toalla que para tal efecto
llevaba ceñida ( Jn 13.5–12 ). Esto explica también la postura de → JUAN en la misma
cena; porque reclinándose al lado y enfrente de Jesús, tenía que estar, por así decirlo, en
su seno ( Jn 13.23–25 ) y podía fácilmente recostar la cabeza en el pecho del Señor. Era
una postura expresiva para indicar intimidad, amistad y amor ( Lc 16.22 ; Jn 1.18 ).
Casi siempre se comía dos veces al día ( Éx 16.8 ; 1 R 17.6 ; Lc 14.12 ). Los textos
anteriores hablan de comer en la mañana y al atardecer, pero también hay referencia a
comidas abundantes al mediodía ( Gn 43.25 ; 1 R 20.16 ). Debido a que en aquellos días
no se utilizaban tenedores, cuchillos, ni cucharas, se fue desarrollando un riguroso hábito
de lavarse muy bien las manos antes de comer. Tan al extremo llegó esta costumbre que
los fariseos la consideraban una prueba de piedad ( Mc 7.2 , 3 ; Lc 11.38 ). Por lo general,
tomaban los alimentos con las manos ( Pr 19.24 ; Jn 13.26 ). Al tratarse de una persona
distinguida o muy apreciada, se le daba una mayor porción de los alimentos ( Gn 43.34 ;
1 S 1.5 ; 9.22–24 ). El hecho de que Cristo diese a Judas el pan mojado ( Jn 13.26 ), así
como la selección de manjares y puestos de honor para determinadas personas ( Gn 43.34
; Rt 2.4 ), indica que los hebreos daban un significado especial, profundo y emotivo a
determinadas acciones que se realizaban durante la comida.
Por lo general, las comidas de los hebreos consistían en carnes, mantequilla, leche,
panes, frutas, etc. En muchas ocasiones, antes de comer se proporcionaba agua para
lavarse los pies ( Gn 18.4 ; Jn 13.5 ). La generosidad de los hebreos los obligaba a
realizar actos de suma cortesía y alta demostración de aprecio durante la comida ( Jn
12.1–8 ).
La costumbre de dar gracias a Dios por los alimentos tuvo su origen en el seno del
pueblo hebreo ( Is 9.13 ). Sin dudas el Señor Jesús practicó la bendición de los alimentos
cada vez que tomó el pan en sus manos ( Mt 15.36 ; 26.26 ; Lc 9.16 ; Jn 6.11 ). En la cena
de Emaús, Cristo, después de una larga explicación de la historia bíblica, «estando
sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió y les dio» ( Lc 24.30 ). El
apóstol Pablo observa esta costumbre y afirma que los fieles, al participar de los
alimentos diarios, deben tener momentos de acción de gracias ( 1 Ti 4.3 ).
COMERCIO Compra, venta e intercambio de bienes, especialmente a gran escala
(como entre naciones) que incluye el transporte de la mercancía de un lugar a otro.
El comercio comenzó mucho antes de que comenzara a escribirse la historia de la
humanidad. En tiempos de Abraham (cerca del año 2000 a.C.), el comercio ya estaba
altamente desarrollado en lugares como la antigua Babilonia y otras culturas entre los ríos
Tigris y Éufrates. Canaán era el cruce de importantes rutas comerciales que conectaban a
Mesopotamia y Egipto; a veces los ejércitos de ambos países recorrían esas rutas para
pelear entre sí.
Foto de Howard Vos
El puerto de Sidón, centro de las actividades comerciales marítimas
de los fenicios durante los tiempos veterotestamentarios.
Israel no tenía buenos puertos, por lo que la mayoría del tráfico se realizaba a través
de puertos que estaban más al norte como Tiro y Ugarit. Israel, sin embargo, exportaba
productos agrícolas como trigo y aceite de oliva ( 1 R 5.11 ). Salomón fue el rey que
mejor pudo desarrollar el comercio internacional de su país ( 1 R 5.10 ; 9.26–28 ), aunque
al parecer más tarde Acab y Josafat comerciaron bastante ( 1 R 20.34 ; 22.48 ). Ezequiel
27 (Tiro) y Apocalipsis 18 (Babilonia) presentan el cuadro más completo de actividades
comerciales que se halla en la Biblia. ( → SALOMÓN .)
COMIDA → ALIMENTOS .
COMINO Hierba anual de medio metro de alto, parecida al hinojo. Sus semillas, de
olor aromático y sabor acre, se usan en medicina y como condimento ( Is 28.25ss ; Mt
23.23 ).
COMPAÑÍA Asamblea de personas que se reúnen con fines militares ( Jn 18.3 ; Hch
10.1 ; 27.1 ), civiles ( 1 R 10.28 ) o religiosos ( 1 S 10.5 ). Según el contexto, compañía
puede ser un grupo informal de compañeros ( Lc 2.44 ) o miríadas de ángeles en festiva
convocación ( Heb 12.22 ).
COMPASIÓN Sentimiento íntimamente ligado con la demostración del amor, que en
la Biblia se expresa con el término hebreo rakhamin y el griego splagjna . El primero
designa en el Antiguo Testamento el sentimiento paternal de Dios ( Dt 13.17 ; Sal 103.13
; Is 49.15 ; Os 11.8 ), y el segundo denota la disposición y actitud de Jesús frente a las
personas ( Mt 9.36 ; 14.14 ; 15.32 ; Mc 6.34 ; Lc 7.13 ). Ambos, sin embargo, hablan del
más profundo sentimiento. Literalmente, «sentir con las entrañas».
Dios siente compasión por la necesidad extrema de las personas ( 2 S 12.22 ; Is 54.7 ,
8 ). Cristo encarna esa compasión divina y la enseña con actos y palabras ( Mt 18.27ss ;
Lc 10.30ss ; 15.20 ). Es la compasión de Cristo la que se espera del cristiano ( 1 P 3.8 ). (
→ MISERICORDIA .)
COMÚN Traducción de varios términos hebreos y del griego koinós , que se usa tanto
en sentido positivo como negativo. Por un lado significa «profano» ( 1 S 21.5 ) o
«inmundo». De acuerdo con la Ley Mosaica había actos inmundos que estaban
prohibidos ( Lv 18.21 ; 19.8 , 12 ; 20.3 ); personas inmundas a las que no se debían tocar
( Lv 12–15 ) y animales inmundos cuya carne era ilícito comer ( Lv 11 ; Dt 14.3–21 ; cf.
Hch 10.14 ; Ro 14.14 ).
Por otro lado, común se usa para referirse a algo que es de posesión general: la fe ( Tit
1.4 ), la salvación ( Jud 3 ) y cosas ( Hch 2.44 ). También se habla neutralmente de la
gente común ( 2 R 25.11 ).
COMÚN, TENER EN Práctica voluntaria en la que algunos cristianos del Nuevo
Testamento generosamente ponían sus bienes a la disposición de todos los creyentes (
Hch 2.44–47 ; 4.32–5.11 ).
El libro de los Hechos informa que «todos los que poseían heredades o casas las
vendían y traían el precio de lo vendido» a los apóstoles para distribuirlo ( Hch 4.34–35 ).
Esto no necesariamente quiere decir que todos los cristianos vendieron absolutamente
todo lo que tenían. La información parece referirse a casas y terrenos aparte de la casa
donde vivía la familia.
La trágica historia de → ANANÍAS y SAFIRA demuestra que la venta y distribución de
propiedades y otros bienes era parcial y voluntaria entre los cristianos ( Hch 5.1–4 ). Sin
embargo, hay una profunda verdad que no debemos pasar por alto: «Ninguno decía ser
suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común» ( Hch 4.32
). Lo importante de todo no es que vendieran o no todas sus posesiones, sino la actitud
desprendida de los creyentes ( Hch 2.45 ; 4.34 ). Aquello sí que era unidad de espíritu en
Cristo Jesús.
COMUNIÓN Término que aparece dos veces en el Antiguo Testamento (RV: Sal
25.14 ; Pr 3.32 ), traducción del vocablo hebreo sod ( amistad o conocimiento íntimo ).
En el primer texto se refiere a la relación con Dios y en el segundo a «los justos». En el
Nuevo Testamento, RV, aparece doce veces y es siempre traducción de la voz griega
koinonı́a (tener en común, participación, compañerismo).
El cristiano tiene comunión con el Padre ( 1 Jn 1.3 ), con el Hijo ( 1 Co 1.9 ) y con el
Espíritu Santo ( 2 Co 13.14 ); con el cuerpo y la sangre de Cristo mediante la Santa Cena
( 1 Co 10.16 ), y con sus hermanos en la fe ( Hch 2.42 ; 1 Jn 1.7 ). Por tanto, es llamado a
participar en los sufrimientos de Cristo ( Flp 3.10 ), en los de sus hermanos perseguidos (
Heb 10.33 ) y en la necesidad de los creyentes pobres ( Ro 12.13 ; Heb 13.16 ). Pero se le
prohíbe tener comunión con las «tinieblas» ( 2 Co 6.14 ; 1 Jn 1.6 ). ( → EXCOMUNIÓN .)
CONCIENCIA Facultad común a todos los hombres ( Ro 2.13–15 ) que nos permite
discernir entre el bien y el mal y nos impulsa a escoger entre los dos. Tanto la naturaleza
como la Biblia enseñan que la conciencia opera en todo nuestro ser en relación con los
problemas de carácter moral. La conciencia es uno de los aspectos de nuestra semejanza a
Dios y prueba que somos responsables ante el tribunal del Creador. En cierto sentido la
voz de la conciencia pura refleja la voluntad de Dios y nuestro deber es obedecerla.
No obstante, el pecado influye adversamente en la conciencia y cuando esta se
corrompe va perdiendo su sensibilidad moral. Como todos sufrimos las consecuencias del
pecado original, ya no se puede identificar la voz de la conciencia con la de Dios. Al
hombre depravado, los malos deseos le tergiversan y pervierten el juicio. La conciencia
de Saulo, por ejemplo, le impulsaba a perseguir a los cristianos ( Hch 26.9 ). Su pecado
consistía en no aprovechar los medios a su alcance para enmendar e iluminar su
conciencia.
Una conciencia «buena y limpia» ( 1 Ti 1.5 ; 3.9 ), rociada con la sangre de Cristo e
iluminada por el Espíritu Santo ( Ro 9.1 ), discierne claramente la voluntad de Dios. El
hombre, así, debe procurar «tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los
hombres» ( Hch 24.16 ). Si la gracia de Dios no purifica una conciencia «contaminada o
débil» ( 1 Co 8.7 ), «corrompida» ( Tit 1.15 ), «mala» ( Heb 10.22 ) o «cauterizada» ( 1 Ti
4.2 ), será una conciencia vengadora e instrumento de espantoso y eterno remordimiento,
como lo demuestra el caso de Judas.
CONCILIO → SANEDRÍN .
Término que aparece veinticuatro veces en la RV, casi siempre como traducción del
vocablo griego synedrion (un conjunto sentado), del cual viene la palabra «sanedrín».
Definición
Sanedrín fue el nombre dado al concilio o consejo judío establecido en los últimos
dos siglos a.C., y activo hasta el año 70 d.C. Era un cuerpo de la aristocracia sacerdotal y
de la nobleza compuesto de setenta y un miembros con sede en Jerusalén. Trabajaba bajo
la dirección del sumo sacerdote y tenía funciones legislativas, ejecutivas y judiciales. Su
autoridad variaba según el régimen político, además de que había otros concilios o
consejos ( Mt 10.17 ; Mc 13.9 ).
Historia
Los rabinos atribuían la formación del concilio a Moisés ( Nm 11.16 ), y afirmaban
que había ejercido funciones judiciales desde Moisés hasta los tiempos talmúdicos. Sin
embargo, 2 Cr 19.8 afirma que Josafat estableció una corte suprema en Jerusalén. Esta
corte era exclusivamente judicial, mientras que el concilio posterior también ejercía
poderes legislativos y ejecutivos. Los ancianos del libro de Esdras ( 5.5 , 9 ; 6.7 , 14 ;
10.8 ), y los nobles y oficiales del libro de Nehemías ( 2.16 ; 4.14 , 19 ; 5.7 ; 7.5 ) podrían
considerarse antecesores del concilio, pero no puede probarse una relación directa.
La existencia del concilio se atestigua desde comienzos del siglo II a.C. Antíoco el
Grande (223–187 a.C.) dirige una carta a la gerousía , el senado de Jerusalén, cerca de
200 a.C. (Josefo, Antigüedades XII.iii.3). La palabra gerousı́a tiene la connotación de
aristocracia gobernante y es común en los apócrifos y otros libros como sinónimo de
«concilio» ( Jdt 4.8 ; 1 Mac 12.6 ; 2 Mac 1.10 ; etc.; Filón, Embajada a Gayo , p. 229;
Josefo, Antigüedades IV.viii.14); aunque puede referirse también a concilio fuera de
Jerusalén (Filón, Contra Flaco , pp. 74,76). En el Nuevo Testamento gerousı́a aparece
una sola vez ( Hch 5.21 ), al parecer como una explicación del vocablo «sanedrín» que le
antecede.
En la LXX synedrion aparece algunas veces y equivale a «asamblea deliberativa» o
«tribunal de justicia» ( Pr 22.10 ). Josefo usa el término por primera vez al señalar que el
legado romano en Siria, Gabino (57–55 a.C.), dividió a Palestina en cinco distritos
( synedria ), cada uno bajo un sanedrín ( Antigüedades XIV.v.4); o sínodo ( Guerra judía
I.viii.5). El arreglo duró poco y el sanedrín de Jerusalén volvió a tener preeminencia.
Josefo es el primero que utiliza el término sanedrín para referirse al concilio supremo de
Jerusalén, al relatar que el joven Herodes tuvo que presentarse ante el sanedrín de la
capital judía para informar de sus actividades en Galilea ( Antigüedades XIV.ix.3–5).
Luego el término aparece veintidós veces en el Nuevo Testamento: ocho en los
Evangelios y catorce en Hechos. A veces se refiere a cualquier judicatura, especialmente
en el plural ( Mt 5.22 ; 10.17 ; Mc 13.9 ), pero suele designar al concilio supremo ante el
cual Jesús ( Mc 14.55 ), Pedro y Juan ( Hch 4.15 ), Esteban ( Hch 6.12 ) y Pablo ( Hch
22.30 ) tuvieron que comparecer. El término presbyterion también es sinónimo de
«sanedrín» ( Hch 22.5 ), traducido «los ancianos» en RV.
A cada miembro del sanedrín se le llama bouleutes ( consejero ), por ejemplo, José de
Arimatea ( Mc 15.43 ; Lc 23.50 ). El sanedrín, como cuerpo autoritativo, desapareció
después de la destrucción de Jerusalén (70 d.C.). Lo sucedió el Beth Din ( corte de
justicia ) de los rabinos, que era un organismo compuesto de eruditos sin poder político.
Composición
El sumo sacerdote era el presidente del concilio. Sus miembros provenían de la
aristocracia sacerdotal o eran laicos nobles; más tarde también participaron → ESCRIBAS ,
pertenecientes en su mayoría a los → FARISEOS , pero hubo algunos de los → SADUCEOS .
Bajo los primeros → ASMONEOS , los saduceos constituían la mayoría y aprobaron leyes y
ordenanzas favorables a sus interpretaciones. La reina Alejandra (78–69 a.C.) se
identificó con los fariseos abrogando aquellas leyes y estableciendo otras que estos
últimos respaldaban. Más tarde Herodes (37–4 a.C.), al comenzar su reinado y para
aminorar el poder de la antigua aristocracia, mató a cuarenta y cinco miembros del
concilio y le dio más participación a los fariseos que representaban menos amenaza para
él. Durante el período de los procuradores (6–70 d.C.) el concilio se componía de la
aristocracia sacerdotal, la nobleza que contaba con la simpatía de los saduceos y los
eruditos de los fariseos.
Competencia
Durante la época romana (63 a.C.—70 d.C.), en especial bajo los procuradores, este
cuerpo era la última autoridad en Judea. Tenía ingerencia no solo en cuestiones religiosas
sino también en asuntos legales y gubernamentales, siempre y cuando no se violara la
autoridad del procurador romano. Este último tenía que confirmar las sentencias de
muerte aprobadas por el concilio ( Jn 18.31 ). La muerte de Esteban, por tanto, parece ser
un caso de violencia de parte de la multitud, instigada por el concilio ( Hch 7.54–60 ).
Lugar de Reunión
Según las fuentes rabínicas, el concilio se reunía por lo general en el lugar del templo
llamado «pórtico de los sillares de Piedras». La reunión en el palacio del sumo sacerdote
( Mt 26.57ss ; Mc 14.53ss ) fue una excepción a la regla, debida quizás a que el templo
estaba cerrado de noche. Los miembros se sentaban en un semicírculo; frente a ellos
estaban los secretarios de la corte y, detrás de estos, tres filas de los discípulos de «los
hombres sabios». El acusado se presentaba vestido de luto. Una decisión favorable, por
simple mayoría, podía anunciarse el mismo día; una desfavorable, que necesitaba dos
terceras partes, al día siguiente o más tarde.
CONCILIO DE JERUSALÉN Nombre dado a la reunión de los líderes de las
iglesias en Jerusalén y Antioquía, la cual se relata en Hch 15.2–29 . Ocurrió ca. 49–50
d.C., como consecuencia de acaloradas discusiones acerca del carácter que el cristianismo
debía mantener entre los gentiles. La Iglesia, que se consideraba como el verdadero
Israel, esperaba que el cristianismo continuara según las normas del Antiguo Testamento.
Sin embargo, la conversión de multitudes de gentiles hizo surgir al menos dos
inquietudes. Por un lado, quedaban por aclarar las implicaciones que tenía para la iglesia
el pacto que Dios había hecho con Abraham, un pacto que había de permanecer para
siempre e incluía la → CIRCUNCISIÓN ( Gn 17.9–14 ). Por el otro, había una serie de
factores anexados a las relaciones permisibles entre gentiles y judíos.
Las inquietudes mencionadas cristalizaron en dos preguntas básicas: 1) ¿Era legítimo
el directo acercamiento de Pablo y Bernabé a los paganos si estos no cumplían los
requisitos del judaísmo? 2) ¿Cuál debía ser el reglamento en el futuro? ¿Debía procederse
en base a una norma conveniente o en base a la Ley de Dios?
La práctica de comer juntos judíos y gentiles en las iglesias de Antioquía y Galacia
escandalizaba a los hermanos en Jerusalén, y hacía cada vez más difícil la evangelización
de los judíos de esta ciudad. Sin embargo, basándose en la aprobación evidente de Dios
con respecto a los gentiles, el concilio ( Hch 15.10 ) determinó no exigir que estos
pasaran por el judaísmo como medio para obtener la salvación de Dios. Este nuevo
acceso de gentiles a la comunidad mesiánica se vio como el cumplimiento de una
profecía ( Am 9.11s ).
En vista a las inquietudes de los judíos y de las demandas de la Ley, solo se pidió la
abstención de las prácticas generalmente consideradas por los judíos como herencia de la
corrupción gentil ( Hch 15.20 , 29 ).
Son impresionantes en el relato del concilio la madurez de los creyentes de Jerusalén
y su amor hacia los de afuera. Dieron libertad a los gentiles de acercarse sin condiciones,
sabiendo que con cada nuevo creyente gentil se complicaba más su propia tarea en
Jerusalén.
Muchos identifican el relato de Gl 2.1–10 con el de Hch 15 , y afirman que hay una
serie de discrepancias entre los dos. Pero es más probable que Gl 2.1–10 se refiera a la
visita descrita en Hch 11.27–30 , y que el silencio de Gl 2 con respecto al decreto del
concilio se deba a que Gálatas se escribió antes del concilio.
Es interesante notar que unos siete años después Pablo mismo hizo caso omiso del
decreto del concilio respecto a la carne ( Ro 14.1ss ). Esto quizás indica que por aquel
tiempo la proporción de gentiles y judíos había cambiado tanto que los decretos ya no
tenían vigencia.
Bibliografía:
A. Wikenhauser, Los hechos de los apóstoles , Herder, Barcelona, 1967, pp. 232–237; 250–
265.
CONCUBINA Mujer considerada como esposa de segunda categoría bajo el sistema
de la poligamia. Comúnmente se tomaba de entre las esclavas o cautivas, por ejemplo,
Agar, la concubina de Abraham ( Gn 16.2 , 3 ), y Bilha la de Jacob ( Gn 30.3 , 4 ). Se
podían repudiar con más facilidad que a una → ESPOSA ( Gn 21.10–14 ). Sin embargo, en
la Ley de Moisés se reconocieron y definieron sus derechos ( Éx 21.7–11 ; Dt 21.10–14 ).
En el caso de Abraham, el Antiguo Testamento señala una sola causa para el concubinato:
esterilidad de la esposa y deseo urgente de tener hijos. La esposa prohijaba los hijos
nacidos de la concubina ( Gn 16.1–3 ; 30.1–3 ).
CONCUPISCENCIA → CODICIA .
CONDENACIÓN → JUICIO .
CONDUCTA Término que aparece once veces en RV, usado para explicar un estilo de
vida y el modo de comportarse o de tratar a los semejantes. Es más, la misma palabra
griega se traduce también por «manera de vivir». (Véanse Ef 4.22 ; 1 P 1.15 , 18 ; 2.12 ; 2
P 3.11 . Nótese que la palabra «conversación» de RV-1909, se ha sustituido en RV-1960
por conducta o «manera de vivir» excepto en 1 Co 15.33 .)
En el Nuevo Testamento conducta se deriva de un verbo que denota propiamente «ir y
volver». De aquí que en sentido figurado se refiera a la manera de actuar o conducirse, en
la acepción de practicar ciertos principios. Esto encierra una identificación esencial entre
principios y conducta. Solo nos asimos a la verdad cristiana en la medida en que
permitimos que ella rija nuestra vida y nuestras relaciones con los demás.
CONEJO Traducción ocasional de dos palabras hebraicas: arnebet y shapan .
1. Arnebet (lepus syriacus) . Liebre que se clasifica como animal inmundo en Lv 11.6
y Dt 14.7 .
2. Shapan (hyrax syriacus) . Se traduce por «conejo» en Lv 11.5 y Dt 14.7 (en este
último, arnebet se traduce «liebre»; cf. Sal 104.18 y Pr 30.26 ). Son quietos y
asustadizos, y se juntan en manadas. Deuteronomio 14.7 los incluye entre los animales
inmundos porque aunque rumian, no tienen pezuñas hendidas.
En realidad ni el conejo ni la liebre rumian, aunque parecen hacerlo por el
movimiento del hocico. Por eso Dt 14.7 se aducía como prueba contra la veracidad o
inerrancia de la Biblia. Sin embargo, hay que recordar que el lenguaje bíblico aquí es
popular (y no científico ni técnico) y describe las cosas según las apariencias (como en el
caso de «puesta de sol»). ( → INTERPRETACIÓN .)
CONFESIÓN Término usado en la Biblia principalmente en dos sentidos: (1)
reconocimiento de Dios como el Ser Supremo, digno de gratitud y alabanza, y contra
quien al faltar el hombre peca; y (2) reconocimiento delante de Dios de la culpa por una
infracción cometida con miras a obtener el perdón.
A los israelitas se les insta a la confesión de su iniquidad y la de sus padres ( Lv 26.40
), a fin de que Dios se acuerde de su pacto con los antepasados de ellos (v. 42 ). El
individuo que cometía un pecado debía confesarlo ( Nm 5.7 ). El rey David, al
arrepentirse, confesó su falta a Dios ( Sal 32.5 ; 38.18 ; 51.1–5 ). En tiempos de Esdras
los israelitas «confesaron sus pecados, y las iniquidades de sus padres» ( Neh 9.2 ).
En Proverbios 28.13 , al que confiesa sus pecados y se aparta de ellos, se le promete
que «alcanzará misericordia». El reconocimiento de Jehová Dios en tiempos de
calamidad y peligro, era una confesión que contribuía a preparar el camino para el →
PERDÓN ( 1 R 8.33 , 34 ; 2 Cr 6.24–27 ).
En el Nuevo Testamento la confesión guarda una relación muy estrecha con la actitud
pública hacia Cristo y viene a ser el → TESTIMONIO espontáneo, gozoso y valiente respecto
a la fe del cristiano. Es un acto de lealtad y amor al nombre y causa de Cristo. Él espera
de sus seguidores esta confesión pública, la cual será recompensada ( Mt 10.32 ).
Confesar es declarar con la boca el señorío de Cristo y su resurrección ( Ro 10.9 ). Uno
de los triunfos de la muerte del Salvador es que toda lengua le confesará como el Señor (
Flp 2.11 ). La confesión de los pecados está ligada al → ARREPENTIMIENTO y al → BAUTISMO
( Mt 3.2 , 6 ). Confesar nuestros pecados, como cristianos, es una práctica necesaria y
obligatoria ( Stg 5.16 ; 1 Jn 1.9 ), que debe hacerse únicamente a la persona o las
personas ofendidas.
CONFIRMACIÓN Término que en el Nuevo Testamento quiere decir «esforzar», es
decir, «animar» e «infundir vigor» ( Lc 22.32 ; Hch 14.22 ; 15.32 , 41 ; 16.5 ),
«establecer» o «hacer firme y cierto» ( Ro 15.8 ; 1 Co 1.6 ; Col 2.7 ).
Es dudable que se pueda relacionar la imposición de manos con la confirmación. En
Hechos 14.22 y 15.32 , 41 , se nos dice que Pablo confirmaba a los creyentes, pero nada
indica que dicha confirmación tuviera carácter ritual ni sacramental.
En Hechos 8.17 ; 19.6 la imposición de manos se asocia con la recepción del Espíritu
Santo. Hebreos 6.2 indica que la iglesia primitiva la consideraba como acto o símbolo
importante en la vida cristiana. Pero en el Nuevo Testamento no constituye parte del
bautismo cristiano, ni de la admisión en la iglesia.
CONGREGACIÓN «Asamblea», «reunión» y «congregación» son traducciones de
seis palabras hebreas que tienen varios sentidos.
1. Sinónimo de «cita», hora designada para reunirse en un lugar (por ejemplo, Éx
27.21 ).
2. Grupo de personas reunidas para la guerra ( 2 S 20.14ss ), la sublevación ( Nm 16.3
) o un servicio religioso ( Nm 10.7 ).
3. Término genérico usado para referirse a Israel ( Neh 5.13 ; Is 1.13 ). Sin embargo,
tenía también un sentido específico referido a las asambleas rituales ( Neh 8.18 ). Había
instrucciones para convocar a tales reuniones y el llamado se hacía con trompetas ( Nm
10.2–8 ). Si todo el pueblo pecaba, había una asamblea especial para realizar la expiación
( Lv 4.13–21 ).
La LXX a menudo traduce con ecclesía la voz hebrea cajal (por ejemplo, 1 R 8.14 ; 1
Cr 28.8 ) que a su vez se traduce por «congregación» en la RV. ( → SINAGOGA .)
CONOCIMIENTO En la filosofía griega, el conocimiento se consideraba como el
sumo bien del hombre. Para Sócrates, equivalía a la virtud, de ahí su máxima clásica:
«Conócete a ti mismo». Pero en el Antiguo Testamento todo conocimiento se contrasta
con el conocimiento de Dios. El conocimiento de Dios es infinito ( Sal 147.5 ) e íntimo.
Jehová conoce los nombres ( Éx 33.12 ; Sal 91.14 ), los pensamientos ( Job 21.27 ; Sal
44.21 ; 94.11 ), los caminos ( Job 23.10 ) y las actividades del hombre ( Sal 139.2 ; Is
66.18 ). Mientras el hombre persigue el conocimiento ( Pr 2.3–5 ; 3.13 ; 4.5 ; 23.23 ),
debe reconocer que todo su conocimiento es incompleto ( Ec 8.7 ; 9.12 ; 11.5 ; Is 59.8 ;
Miq 4.12 ) y puede ser vano ( Is 44.25 ).
En el Antiguo Testamento incluso la relación sexual se describe como «conocer»,
dando a entender que tal acto no solo tiene carácter fisiológico, sino también sicológico (
Gn 4.1 , 17 , 25 ; 24.16 ; 1 S 1.19 , RV-1909). Sobre todo conocimiento, el hombre debe
anhelar el conocimiento de Dios ( Sal 46.10 ; Jer 9.24 ) y su poder ( Is 33.13 ). Esto no es
saber algo acerca de Dios, sino conocer profundamente quién es. El tiempo vendrá,
declararon los profetas, cuando todo el mundo conocerá a Jehová ( Is 19.21 ; 49.26 ; Jer
31.34 ).
En el Nuevo Testamento se halla el mismo concepto del conocimiento. Toda persona
posee un conocimiento parcial e insuficiente de Dios ( Hch 14.17 ; Ro 1.19 , 20 ); el
conocimiento completo se halla solamente en Cristo ( Mt 11.25–27 ; Col 2.2 , 3 ), en
quien «habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad» ( Col 2.9 ). Entonces, el
conocimiento de Dios, recibido a través de Cristo, pone al hombre en una relación nueva
con Dios ( Jn 7.17 ; 17.3 ). Este conocimiento es la única fuente de libertad ( Jn 8.32 ), es
para todo el mundo ( Col 1.28 ) y es meta del cristiano ( Flp 3.10 ).
Es notable que tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento el
conocimiento espiritual no lo alcanza el hombre por sí solo, sino que es don de Dios ( Jer
24.7 ; 1 Co 1.30 ; 12.8 ). ( → GNOSTICISMO .)
CONSAGRACIÓN Traducción de tres palabras hebreas. La primera significa
«separar» o → « SANTIFICAR ». Viene de la raíz de «santo» y se traduce preferentemente
por «santificar» por tratarse de aquello que está apartado exclusivamente para Dios ( Éx
13.2 ; Is 13.3 ; Jer 1.5 ). El equivalente en el Nuevo Testamento también se traduce por
«santificar» ( Jn 10.36 ; 17.19 ; 1 Co 7.14 ).
La segunda viene de la raíz de → « NAZAREO » ( Nm 6 ) y significa también «apartar»,
«dedicar» ( Lv 21.12 ; Nm 6.9 , 18 , 19 ).
La tercera significa «llenar la mano». Es esta la frase más usada en el Antiguo
Testamento para expresar consagración, casi siempre en relación con el sacerdocio. Se
traduce literalmente en Éx 29.33 . Las manos del → SACERDOTE se llenaban con la ofrenda
que había de ofrecer a Jehová.
CONSOLADOR → PAREACLETO ; ESPÍRITU SANTO .
CONTAMINACIÓN → INMUNDO .
CONVERSIÓN La conversión es un concepto muy importante en el Antiguo
Testamento. Debe entenderse en sus tres tipos básicos: conversión individual, conversión
comunitaria y conversión como parte de un proceso permanente en la vida del creyente.
En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea que se traduce «conversión» es shub , que
significa «regresar, volverse» y es un llamado de atención para dejar de lado prácticas
idolátricas y volver a Dios. Todo lo que ocupe en el corazón del creyente el lugar
destinado a Dios es idolátrico, y el llamado a la conversión implica echar a un lado todo
lo que aparte al creyente de Dios. Tal es el mensaje, por ejemplo, de los profetas en su
llamado a dejar los ídolos ( Is 46 ), las injusticias ( Is 5.8 ) y toda forma de inmoralidad.
El aspecto comunitario de la conversión en el Antiguo Testamento se manifiesta de
dos modos: primero, en que Dios insta personalmente o a través de los profetas a que
todo el pueblo se convierta ( Os 14.12 ); y segundo, que esto parece ser un requisito para
una conversión que produzca frutos de arrepentimiento manifiestos en obras de
solidaridad y justicia hechas evidentes en el seno de la misma comunidad. Por ejemplo,
Amós 2.6–8 relaciona la idolatría de Israel con las inmoralidades y la injusticia social de
las que hay que arrepentirse cambiando la conducta. El llamado individual a la
conversión está íntimamente relacionado con la responsabilidad del creyentes ante el
pueblo de Dios, y los profetas llaman a que el creyente cambie su existencia en términos
de solidaridad y de justicia con el prójimo (por ejemplo, que sea honesto en términos
comerciales, usando balanzas y pesas justas como en Miq 6.11 ), así como también con la
íntima relación entre Dios y cada individuo ( Zac 1.3 ).
En el Nuevo Testamento las palabras que expresan conversión son metanoia (en los
Sinópticos y Apocalipsis) y epistrefo (en Hch, y 1 P). El concepto shub del Antiguo
Testamento se complementa con la noción de proceso de conversión ( metanoia ), por
ejemplo en Mateo 3.8 , y se continúa con la idea de conversión como manifiesta en actos
externos ( epistrefo ) en Hch 26.20 (también en Mt 3.8 ). La conversión es una vuelta de
algo hacia algo. En su lado negativo es el arrepentimiento ( Hch 26.20 ) y en su fase
positiva es la fe ( Hch 11.21 ). La verdadera conversión se levanta sobre el
arrepentimiento y la fe, que llevan al creyente no solamente a observar una nueva forma
de vida, sino a una transformación espiritual completa ( 2 Co 3.18 ).
El Nuevo Testamento enseña que la conversión no es pasiva (algo que se tiene o se
siente), sino dinámica (algo que se hace). Es la respuesta que una persona da al evangelio
en forma incondicional y que le afecta en su totalidad. Significa comprometerse con
Cristo y vivir para Dios en novedad de vida, mediante el poder que da el Espíritu Santo (
Ro 6.1–4 ; Col 2.10–16 ; 3.1ss ). Entonces la conversión en el Nuevo Testamento es un
activo compromiso con Cristo mediante el poder del Espíritu Santo, que continúa durante
toda la vida del creyente y que conduce al hombre a la liberación de estructuras de
injusticia, violencia, mentira y esclavitud. La verdadera conversión libera al individuo de
toda forma de idolatría y restaura su relación con Dios.
Bibliografía:
J. Komonchak, The New Dictionary of Theology , Gill and Macmillan, Dublín, 1987. Varios,
Enciclopedia judaica , Keter Pub. House, Jerusalén, 1971. Varios, The Interpreters Dictionary of
the Bible , Abingdon, NY, 1962. F. Gesenius, Hebrew and English Lexicon , Bagster, Londres,
1957. Moulton y Gedden, Concordance to the Greek Testament , T&T Clark, Londres, 1970.
CONVICCIÓN Proceso en el que la persona se convence de que ha pecado y le duele
profundamente. El concepto de la convicción es un tema importante en la Biblia, aunque
la palabra en sí no aparezca en este sentido. El que convence de pecado es el Espíritu
Santo ( Jn 16.7–11 ); y los medios de convicción son o la Palabra de Dios ( Hch 2.37 ) o
la revelación que Dios hace de sus demandas a través de la naturaleza y la percepción
innata de lo que está mal y lo que está bien ( Ro 1.18–20 ; 2.15 ). El propósito de la
convicción es llevar a la persona a arrepentirse de sus pecados ( Hch 2.37–38 ; Ro 2.1–4 )
y volverse a Dios para alcanzar salvación y vida eterna.
CONVOCACIÓN Acto de llamar o convocar a una reunión sagrada del pueblo de
Israel para descanso y adoración ( Lv 23.2 , 4 , 37 ). En la Biblia esta palabrea siempre
está precedida del adjetivo «santa». En los días de las grandes → FIESTAS se convocaba al
pueblo con dos trompetas de plata ( Nm 10.2 ).
COPA Taza de distintas formas (casi siempre redondas) y materiales, desde el humilde
barro hasta la plata y el oro ( 1 R 10.21 ). Las copas usadas en las libaciones religiosas
tenían que ser de materiales preciosos ( Éx 25.29 ; 37.16 , 17 ). Era práctica común en el
Oriente el uso de copas especiales para la adivinación ( Gn 44.2 , 5 ).
En el lenguaje figurado fue el símbolo de una clase de experiencia con Dios. Para los
creyentes era la copa de bendiciones ( Sal 23.5 ; 116.13 ); para los malvados era la copa
de ira ( Sal 11.6 ; Is 51.17 , 22 ; Hab 2.15 , 16 ). Babilonia era la copa de cuyo vino
beberían todas la naciones ( Jer 51.7 ). Jerusalén es figurada como copa de vértigo para
sus enemigos ( Zac 12.2 ).
Foto de Howard Vos
Copas de oro que los arqueólogos descubrieron en tumbas de la
antigua ciudad de Micenas, en la isla de Creta.
La copa de Jesús fue de sufrimiento ( Mt 20.22 , 23 ). La copa de la → CENA DEL
SEÑOR puede referirse a la «copa de la salvación» ( Sal 116.13 ) o al rito de la libación de
la copa de vino en el templo, que simboliza la ayuda salvadora de Dios.
COPERO Empleado especial en el Oriente Antiguo, que atendía las mesas de la corte.
No solo servía el vino; también lo preparaba y lo probaba ( Gn 40.11 , 13 ) para
cerciorarse de la calidad y de que no se mezclara con veneno alguno. Cada rey tenía su
copero particular. Este fue el cargo de Nehemías ( Neh 1.11 ; 2.1 ), un judío que servía al
rey Artajerjes. Faraón, en Egipto, tenía su copero personal ( Gn 40.21 ). Este empleado
era en muchos casos el confidente o el favorito del rey, de ahí su importancia.
Foto de Howard Vos
Este relieve en piedra de Asiria muestra al rey Asurbanipal (centro)
en su trono entre su copero (izquierda) y otro siervo (derecha).
CORAZA Parte de la armadura que llevaban los soldados sobre el pecho para
protegerse desde el cuello hasta la cintura. Se hacía de cuero endurecido o de metal, y a
veces de metal sobre cuero. Algunas tenían tal contextura que su peso era enorme, como
en el caso de la coraza de Saúl ( 1 S 17.38 ).
En el Israel primitivo, llevar coraza era signo de nobleza ( 1 R 22.34 ), pero más tarde
todo guerrero la usaba ( 2 Cr 26.14 ; Neh 4.16 ). En tiempos de Cristo algunos soldados
romanos usaban una doble coraza, una delante para proteger los órganos vitales y otra
detrás para proteger las espaldas.
En sentido figurado, «coraza» alude a cómo Jehová se ciñe de justicia ( Is 59.17 ).
Pablo, recordando este versículo, habla de «la coraza de fe y amor» ( 1 Ts 5.8 ) y de «la
coraza de justicia» ( Ef 6.14 ), como de una armadura espiritual que protege al cristiano.
CORAZÍN Ciudad del mar de Galilea en donde Jesús predicó e hizo muchos milagros.
Fue reprendida duramente junto con las ciudades vecinas de → BETSAIDA y → CAPERNAUM
(todas ubicadas al norte del mar) porque no se arrepintió ( Mt 11.20–24 ; Lc 10.13s ).
Corazín se ha identificado con las ruinas de Khirbet Kerase a tres kilómetros al norte
de Capernaum. En estas ruinas se hallan los vestigios de una sinagoga hecha de basalto
negro, con un asiento especial; seguramente esta era la «cátedra de Moisés» ( Mt 23.2 )
que formaba parte del mobiliario de las sinagogas.
Foto de Amikam Shoob
Toda mujer que había dado a luz debía presentar una ofrenda que
incluía un palomino, según le instruía el libro de Levítico ( Lv 12.6 ).
CORAZÓN Término que se usa figuradamente en las Escrituras para designar el
centro, la totalidad o la esencia de todas las cosas o actividades. En particular se refiere al
centro de la personalidad del hombre.
El pensamiento hebreo tendía hacia lo subjetivo más que a la observación científica, y
por tanto a menudo se ve una falta de precisión en la terminología veterotestamentaria.
«Carácter», «personalidad», «voluntad» y «mente» son términos modernos, que ahora
representan lo que corazón significaba para los hebreos.
Especialmente en el Antiguo Testamento, a veces corazón significa «el centro», «lo
oculto» o «la fuente» (por ejemplo, Sal 46.2b , donde se habla del «corazón del mar», es
decir, el centro o el medio del mar). De ahí que, en el aspecto sicológico, el término
signifique el centro o el foco de la vida. El corazón es la fuente de los motivos, de las
pasiones y de los procesos mentales, por eso Jeremías afirma que «engañoso es el
corazón» ( 17.9 ). Es asimismo fuente de sabiduría y emociones, según Pr 2.10 , y fuente
de la voluntad, de acuerdo con Dt 6.5 («Amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón»).
En el Nuevo Testamento, la palabra corazón tiene un uso sicológico y espiritual más
amplio que en el Antiguo Testamento. Cristo y Pablo usan el término para referirse a la
fuente o asiento de los sentimientos, deseos, esperanzas, motivos, voluntad y
percepciones intelectuales. El hombre se comporta según su corazón; Dios conoce este
centro vital y no se deja engañar por las apariencias externas ( 1 S 16.7 ). Dios puede
limpiarlo ( Sal 51.10 ) y recrearlo ( Ez 18.31 ). Tratándose de la fuente de todos los
deseos, el corazón debe guardarse con todo cuidado ( Pr 4.23 ), y encaminarse en los
senderos de justicia ( 23.26 ).
Cristo subraya la importancia del estado del corazón cuando dice: «los de limpio
corazón ... verán a Dios» ( Mt 5.8 ). Y para Pablo el hombre puede comprender y
experimentar el amor de Dios, solo cuando Cristo habita en el corazón por la fe ( Ef 3.17
). Es la paz de Dios lo que guardará el corazón del hombre, principio importante de salud
mental.
CORBÁN (en hebreo, lo que es acercado ). Término que designaba cualquier ofrenda
presentada en el santuario.
En tiempos de Jesús, la declaración de un objeto como Corbán u ofrenda para el
templo, significaba renunciar a dicho objeto. No era posible aprovecharlo ni siquiera en
beneficio de un familiar cercano que lo necesitara. La → TRADICIÓN FARISAICA contradijo
así el quinto mandamiento y brindó excusa de la irresponsabilidad para con los padres (
Mc 7.11 ; cf. Éx 20.12 ; 21.17 ; Dt 5.16 ; Lv 20.9 , etc.).
Debido a este quebrantamiento de la Ley, y a que los → VOTOS no podían revocarse,
si un hijo en un momento de enemistad con sus padres declaraba como voto: «Todo
servicio o ayuda que vosotros pudierais requerir de mí será para vosotros Corbán», ellos
quedaban en la miseria. Puesto que los votos no podían revocarse, este voto de
«renuncia» tampoco obligaba al hijo a entregar de por vida bienes o ganancias al templo;
en más de una ocasión todo era en realidad un simulacro ( Is 29.13 ; cf. Mc 7.6s ).
CORDERO → CARNERO ; OVEJA .
CORDERO DE DIOS Título que se aplica exclusivamente a nuestro Señor. Aparece
en el Nuevo Testamento dos veces; Jn 1.29 y 36 . Fue la proclamación que Juan el
Bautista hizo de Cristo al identificarlo como el Redentor enviado de Dios. En los tiempos
del Antiguo Testamento el cordero era el animal siempre sin mancha que los israelitas
solían usar para el → SACRIFICIO debido a su inocencia y a su carácter humilde y sumiso.
Se le sacrificaba todos los días en las ofrendas de la mañana y la tarde, y en ocasiones
especiales, por ejemplo, la Pascua ( Éx 12.3–13 ; 29.38–46 ; Lv 4.32 ; Nm 6.14 ).
El cordero simboliza a Cristo, quien en el Calvario se ofreció a sí mismo, en sacrificio
vivo, para llevar nuestros pecados sobre su cuerpo ( 1 P 2.24 ). Las palabras de Juan el
Bautista ( Jn 1.29 , 36 ) son así una interpretación de Is 53.7 , en donde el Siervo
Sufriente aparece representado como un cordero que es llevado al matadero. También
Felipe, el evangelista, explica este pasaje profético como cumplido en Cristo ( Hch 8.30–
35 ). Pablo se refiere a Cristo como nuestro cordero pascual ( 1 Co 5.7b ). La misma idea,
la del cordero sacrificado por nosotros, aparece en los escritos de Pedro ( 1 P 1.18 , 19 ).
En el libro de Apocalipsis la imagen de Cristo como el cordero es prominente. Con tal
epíteto se le menciona veintiocho veces. Juan lo ve como «un cordero inmolado, que
tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por
toda la tierra» ( Ap 5.6b ). Este cordero, que posee los atributos de Dios, es vencedor y
redentor por su muerte, y es digno, por tanto, de recibir todo poder, honra y gloria ( Ap
5.8 , 12 , 13 ); los redimidos por su sangre están delante de Él limpios y llenos de gozo y
victoria ( Ap 7.9 ); y de su trono emana el río del agua de la vida ( Ap 22.1 ).
CORDÓN, CUERDA, CORDELES Términos usados para referirse a una medida
( 2 S 8.2 ; 1 R 7.15 , 23 ; Sal 78.55 ; Is 34.17 ; etc.). Es muy probable que los hebreos
aprendieran el arte de medir durante su estancia en Egipto ( → NILO ), donde dicho arte se
practicaba desde tiempos muy antiguos.
En particular, «cuerdas» se usaba también figuradamente, como en Sal 16.6 , para
referirse a una porción determinada; «cordón» era la cinta o lazo que ataba el pectoral del
sumo sacerdote al efod ( Éx 28.28 , 37 ; 39.21 , 31 ); a una «cuerda de estopa» se
comparan los mimbres que ataban a Sansón ( Jue 19.6 ), y como un «cordel de lino» se
describe la medida que tenía en su mano el varón con aspecto de bronce que vio Ezequiel
( Ez 40.3 ).
CORÉ (en hebreo, qorah ).
1. Hijo de Esaú y Aholibama, una mujer cananea. Nació en Canaán antes que Esaú se
separara de su hermano Jacob, y llegó a ser uno de los jefes de la nación de Edom ( Gn
36.5 , 14 , 18 ; 1 Cr 1.35 ).
2. Quinto hijo de Elifaz y de Ada y nieto de Esaú ( Gn 36.15s ). Hay quienes opinan
que se trata de una adición, ya que en otras listas de los hijos de Elifaz ( Gn 36.11 , 12 ; 1
Cr 1.36 ) el nombre de Coré no aparece.
3. Hijo de Hebrón, posiblemente bisnieto de Caleb ( 1 Cr 2.42 , 43 ).
4. Hijo de Izhar y nieto de Coat de la tribu de Leví ( Éx 6.18 , 21 ). Estaba al servicio
del tabernáculo como levita. Con la ayuda de Datán, Abiram, On y 250 varones, más un
buen número de príncipes de Israel, encabezó una sublevación contra Moisés y Aarón.
Dios desaprobó la rebelión y todos los rebeldes fueron destruidos ( Nm 16.1–35 ; 26.9 ;
Dt 11.6 ; Sal 106.17 ), lo cual sirvió de lección a Israel ( Nm 16.40 ).
Sin embargo, los hijos de Coré no murieron ( Nm 26.11 , 58 ). Durante el reino de
David se incluían entre los músicos ( 1 Cr 6.22 ).
Figuran como cantores en el título de varios Salmos: 42 ; 44–49 ; 84–85 ; 87–88 . ( →
MÚSICA .)
CORINTIOS, EPÍSTOLAS A LOS Cartas escritas por el apóstol Pablo a la
iglesia de Corinto. Además de las dos cartas que se han conservado en el Nuevo
Testamento, hubo una carta anterior a nuestra 1 Corintos, según 1 Co 5.9 . En 2 Co 2.4
Pablo se refiere a otra carta suya, escrita «con muchas lágrimas», conservada como los
capítulos 10–13 de la misma epístola de 2 Corintios.
Foto de Howard Vos
Ruinas del tribunal civil conocido como la basílica Juliana en la
antigua Corinto. Algunas de las acusaciones entre los cristianos
corintios ( 1 Co 6.1–11 ) quizás se ventilaron en este mismo sitio.
Primera Epístola a Los Corintios
A través de esta epístola, Pablo alude al período que pasó en Corinto, cuando primero
anunció allí el mensaje cristiano y fundó la congregación. Por su propio testimonio se
sabe que vivió entre los corintios como un artesano más, rechazando todo sostén
económico de la iglesia ( 1 Co 4.11–12 ; 9.1–15 ). En esta nueva comunidad cristiana, la
mayoría de las personas eran de nivel humilde ( 1.26–28 ) y experimentaban cierta
marginación e incluso explotación de los pocos hermanos de clase social más acomodada
(cf. 1 Co 6.7–8 ; 8.7–12 ; 11.21–22 ).
Según Hch 18.1–3 , Pablo se presentó en la ciudad de Corinto como miembro de la
comunidad judía, donde conoció a Aquila y Priscila, pareja que ejercía su mismo oficio
de hacer tiendas. Pablo consiguió con ellos techo y trabajo. Hechos 18.3–18 relata que un
sector de la sinagoga se opuso violentamente al mensaje de Pablo, lo expulsó de su
comunidad e intentó que las autoridades romanas lo condenaran. En cambio, otro grupo,
compuesto de judíos y gentiles convertidos al judaísmo, se inclinó por el evangelio y con
estos se formó la iglesia.
PRIMERA DE
CORINTIOS:
Un bosquejo para el
estudio y la enseñanza
I.
II.
Introducción
1.1–9
Reporte sobre las
divisiones
1.10–17
III.
Primera parte:
Respuesta al reporte
de Cloé sobre las
divisiones ( 1.1 — 4.21
)
B.
Razones para las
divisiones
1.18—4.21
A.
Malinterpretación
del mensaje del
evangelio
1.18—
3.4
Malinterpretación
del mensajero ...del
evangelio
3.5—4.5
C.
I.
Sobre el incesto
13
5.1–
Malinterpretación
del ministerio de
Pablo
4.6–21
Segunda parte: En
respuesta a los
reportes sobre la
inmoralidad ( 5.1 —
6.20 )
A.
B.
Sepárense de los
creyentes
inmorales
5.9–13
II.
Sobre el litigio entre
los creyentes
6.1–11
III.
Advertencia contra
la inmoralidad
sexual
6.12–20
I.
Tercera parte: En
respuesta a la Carta
de preguntas ( 7.1 —
16.24 )
Entregar los
fornicadores a la
disciplina
5.1–8
Consejo sobre el
matrimonio
7.1–40
A.
Principios para la
vida matrimonial
7.1–9
B.
Principios para el
creyente casado
7.10–16
C.
Principio de morar
en el llamado de
Dios
7.17–24
D.
Principios para los
solteros
7.25–38
E.
Principios
relacionados con
segundas nupcias
7.39–40
II.
Consejo sobre la
libertad espiritual
8.1
—11.1
A.
Principios sobre la
libertad y el creyente
débil
8.1–13
B.
Ilustración de Pablo
y su libertad
9.1–
27
C.
Advertencia contra
la pérdida de
libertad
10.1–13
D.
Exhortación a usar
la libertad para
glorificar a Dios
10.14—11.1
III.
Consejo sobre la
adoración pública
11.2—14.40
A.
Principios de la
oración pública
11.2–16
B.
Se reprenden los
desórdenes en la Cena
del Señor
11.17–34
C.
Principios sobre el
ejercicio de los dones
espirituales
12.1—
14.40
IV.
Consejo sobre la
resurrección
15.1–58
A.
El hecho de la
resurrección de
Cristo
15.1–11
B.
Importancia de la
resurrección de
Cristo
15.12–19
C.
Orden de las
resurrecciones
15.20–28
D.
Implicaciones
morales de la
resurrección de
Cristo
15.29–34
E.
Cuerpos de los
muertos
resucitados
15.35–
50
F.
Cuerpos de los vivos
trasladados
15.51–
58
V.
Consejo sobre la
recolección para
Jerusalén
16.1–4
VI.
Conclusión
16.5–
24
Varios datos en Hechos 18 permiten calcular la fecha de la estancia de Pablo en
Corinto. Hechos 18.2 menciona que Aquila y Priscila salieron de Roma debido a un
edicto del emperador Claudio que expulsó a los judíos de Roma, el cual puede fecharse
aproximadamente en 49. Pablo pasó año y medio en Corinto antes de que se presentara
un enfrentamiento con los judíos que llegó hasta el tribunal del procónsul Galión ( Hch
18.12 ). De fuentes históricas se sabe que Galión ocupó su puesto en Corinto por doce
meses a partir de la primavera del año 51.
La cronología de los movimientos de Pablo se construye con referencia a estos datos.
Tomando en cuenta el hecho de que no se hacían viajes durante los meses de invierno,
Pablo puede haber viajado desde Macedonia ( Hch 16.11–17.14 ) hasta Corinto a
mediados del año 50. Menos de dos años más tarde salió de Corinto para Éfeso y
Antioquía, y en seguida regresó a Éfeso ( Hch 18.18–24 ), donde quedó por un tiempo.
Según varios indicios del capítulo 16 de 1 Corintios, se estima que Pablo redactó esta
carta durante su estadía en Éfeso, entre el año 52 y el año 56.
Foto de Gustav Jeeninga
Las ruinas de Corinto, una de las ciudades más adineradas e
inmorales de la antigedad ( 1 Co 5.1 ; 6.9–11 ).
Motivo de 1 Corintios
En 1 Corintios, Pablo responde preocupado a noticias que ha recibido acerca de la
iglesia en Corinto. Estas noticias provienen de dos fuentes y reflejan dos perspectivas
distintas. Algunas personas se han comunicado con él verbalmente ( 1.11 ; 5.1 ; 11.18 ), y
el cuadro que le presentan es de mucha tensión en el interior de la iglesia: grupos rivales,
conductas escandalosas y discriminación contra los más pobres. Por el carácter de los
asuntos que denuncian, parece que estas personas pertenecen al estrato social de menos
prestigio en la iglesia, el cual era el sector más grande ( 1.26–28 ). Por otro lado, Pablo
responde también a una carta que otro grupo le ha escrito ( 7.1 ). Tal vez son personas de
nivel más acomodado y de más liderazgo en la iglesia. Este grupo ha levantado preguntas
sobre diversos temas: el matrimonio y el ascetismo, el consumo de carne sacrificada en
templos paganos, los dones espirituales y su uso en el culto y otros. Para iniciar su
comentario sobre cada uno de estos asuntos, Pablo cita algo de la opinión que este grupo
le ha transmitido en su carta ( 7.1 ; 8.1 ; 12.1 ).
En esta carta pastoral dos ejes fundamentales atraviesan las respuestas de Pablo a
estas situaciones: el del futuro escatológico que agudiza la conciencia e inspira la
constancia; y el del amor solidario que impulsa y orienta a los cristianos a entregarse a sí
mismos en bien de los demás. El conjunto se resume en la persona de Cristo Jesús ( 1.30 )
porque Él demostró en su vida y muerte esa solidaridad, y fue reivindicado por la
resurrección. Este gran marco de la crucifixión-resurrección está anclado a ambos
extremos de la carta ( 1.18–2.16 y 15.1–58 ), y engloba los asuntos tan heterogéneos que
se encuentran entre esos dos punto.
Segunda Epístola a Los Corintios
En 1 Corintios se revelan varias tensiones entre Pablo y la congregación que fundó,
sobre todo el cuestionamiento de su apostolado ( 1 Co 9.1–6 ). Esta situación se deterioró
y la visita a Corinto que Pablo propuso en 1 Co 16.5–8 resultó toda una desilusión ( 2 Co
2.1 ). En su angustia Pablo se defendió por medio de una fuerte carta, escrita «con
muchas lágrimas» ( 2 Co 2.4 ). La mayoría de los estudiosos concuerdan en que los
capítulos 10–13 de 2 Corintios, de gran tono polémico, constituyen esa carta. En ella
Pablo responde vehementemente a los nuevos maestros que se han adueñado de la iglesia.
Frente a estos «superapóstoles» ( 2 Co 12.11 ), Pablo se vio obligado a reivindicar su
propio apostolado, con el fin de recuperar un espacio de ministerio entre los corintios. En
este proceso desenmascara a sus adversarios como «obreros fraudulentos» y «falsos
apóstoles» ( 2 Co 11.13 ).
La carta, junto con el envío de Tito a Corinto, parece haber logrado un cambio en la
actitud de la iglesia. Pablo da testimonio de su gran alivio al encontrarse con Tito en
Macedonia y recibir la buena noticia de una reconciliación ( 2 Co 7.6–7 ). Aunque
aparece al principio de 2 Corintios, la sección 1.1–2.13 refleja este desenlace final, junto
con la sección 7.5–16 .
Incluidas en 2 Corintios se encuentran dos cartas sobre el importante proyecto de la
colecta para los pobres de Judea. Tanto el capítulo 8 como el 9 versan sobre la
administración de este significativo esfuerzo de Pablo por demostrar la solidaridad de las
iglesias gentiles con la iglesia originaria en Palestina.
SEGUNDA DE
CORINTIOS:
Un bosquejo para el
estudio y la enseñanza
I.
II.
Introducción
1.1–11
Justificación paulina de
su cambio de planes
1.12—2.13
A.
Plan original
de Pablo
1.12–22
B.
Cambio de
planes de
Pablo
1.23—
2.4
Primera parte:
Justificación paulina
de su ministerio ( 1.1
— 7.16 )
C.
Pablo ruega que se
perdone
2.5–13
III.
D.
Cristo es el tema del
ministerio
4.1–7
E.
En el ministerio
abundan las pruebas
4.8–15
F.
Motivación en el
ministerio
4.16—
5.21
G.
En el ministerio no se
ofende
6.1–10
IV.
Exhortaciones paulinas
a los corintios
6.11—
7.16
A.
Pablo ruega por la
reconciliación
6.11–
13
B.
Pablo ruega por la
separación de los
incrédulos
6.14—7.1
C.
Pablo se reúne con
Tito
7.2–7
D.
La respuesta de los
corintios a la carta de
Pablo
7.8–16
I.
Ejemplo a los
Filosofía
paulina del
ministerio
2.14
—6.10
A.
Cristo hace
que
triunfemos
2.14–17
B.
Las vidas
cambiadas
prueban el
ministerio
3.1–5
C.
El Nuevo
Pacto es la base
del
ministerio
3.6–18
Segunda parte:
Recolección paulina
para los santos ( 8.1 —
9.15 )
II.
macedonios
8.1–6
Exhortación a los
corintios
8.7—9.15
A.
Ejemplo de
Cristo
8.7–9
B.
Propósito de
las ofrendas
8.10–15
C.
Explicación
de la
delegación
8.16—9.5
D.
I.
Tercera parte:
Vindicación paulina
de su apostolado ( 10.1
— 13.14 )
Exhortación a
ofrendar
9.6–15
Pablo responde a sus
acusadores
10.1–18
A.
Se responde a la
acusación de
cobardía
10.1–2
B.
Se responde a
la acusación de
mundanalidad
10.3–9
C.
Se responde a
la acusación de
debilidad
personal
10.10–18
II.
Pablo defiende
su apostolado
11.1—12.13
A.
Declaración paulina
sobre su apostolado
11.1–15
B.
Los sufrimientos de
Pablo apoyan su
apostolado
11.16–33
C.
Revelaciones paulinas
apoyan su
apostolado
12.1–10
D.
Las señales de Pablo
apoyan su
apostolado
12.11–13
III.
Pablo anuncia su visita
venidera
12.14—13.10
A.
Pablo no desea ser
una carga financiera
12.14–18
B.
Pablo no quiere que
sean carnales
12.19–
21
C.
Advertencia paulina
para que se examinen a
sí mismos
13.1–10
IV.
Conclusión
13.11–14
Bibliografía:
Gordon D. Fee, Primera epístola a los corintios , Nueva Creación, Buenos Aires/ Grand
Rapids, 1994, pp. 880. Irene Foulkes, Problemas pastorales en Corinto. Comentario exegéticopastoral a 1 Corintios , San José, SEBILA/DEI, 1996, p. 432. Varios, «Pablo de Tarso, Militante
de la fe», Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana (RIBLA), #20, 1995.
CORINTO A la mitad de la península griega la tierra se reduce a una angosta cintura
de menos de 6 km de ancho, conocida como el Istmo de Corinto. La ciudad de Corinto
está ubicada sobre la parte alta del Istmo, que era un importante puente de tierra entre la
parte norte y la parte sur de Grecia. Por otro lado, esta franja de tierra constituía una
barrera para la navegación entre el mar Egeo al este y el mar Adriático al oeste. En las
inmediaciones de Corinto el terreno es árido, apto principalmente para viñedos y olivares,
con la ayuda de sistemas de riego. Más abajo en la llanura de la costa del Adriático, la
tierra era fértil y productiva.
La ciudad de Corinto no era puerto en sentido estricto, ya que no estaba ubicada en
ninguno de los dos litorales del istmo. El puerto sobre el mar Adriático, al oeste de
Corinto, era Lequeo, y el del mar Egeo, al este, era Cencrea. El transbordo de carga y aun
de barcos pequeños sobre el istmo se efectuaba en su punto más angosto, donde un
camino de mármol (existente todavía) permitía deslizar bultos y barcos de un lado a otro.
Foto de Howard Vos
El templo de Apolos en Corinto y la acrópolis de la ciudad al fondo.
En las inmediaciones de la ciudad de Corinto el terreno es árido, apto principalmente
para viñedos y olivares, con la ayuda de sistemas de riego. Más abajo en las llanuras de
las costas, la tierra era fértil y productiva.
Con la expansión del Imperio Romano durante el siglo I, mucho tráfico comercial,
político y militar pasaba por el Istmo de Corinto, punto de conexión entre Italia y la parte
oriental del imperio. La ciudad de Corinto cobró gran importancia como un centro de
comercio y transporte internacional, con negocios de transbordo o venta de mercancías,
así como de recolección de tarifas e impuestos. Eventos deportivos de la envergadura de
los Juegos ístmicos bienales atraían a Corinto gran cantidad de aficionados, y este
turismo deportista generaba importantes ingresos para los comerciantes y artesanos de la
región.
Gran número de comerciantes y hombres de negocios (más unas cuantas mujeres de
negocios) viajaban a menudo entre Corinto y las otras ciudades principales del imperio.
Varios miembros de la iglesia de Corinto participaban en esta actividad comercial, sea
como líderes de una casa-empresa (Estéfanas, 1 Co 16.15–18 ), sea como representantes
más humildes, quizás esclavos o libertos, como «los de Cloé» ( 1 Co 1.11 ).
Algunas de las descripciones y los estereotipos que suelen citarse para caracterizar la
ciudad de Corinto no pertenecen al siglo I, sino que reflejan un período anterior de su
historia, antes de ser destruida por los romanos en 146 a.C. Fue en la época anterior a esa
fecha que Corinto se granjeó la reputación de ciudad notoriamente inmoral; sin embargo,
los términos despectivos aplicados a los corintios por los atenienses pueden atribuirse en
parte a la rivalidad que había entre las dos ciudades. Fue también en esa época temprana
que se decía que en el templo de Afrodita en Corinto había un millar de prostitutas
dedicadas al aspecto erótico del culto a esta diosa de la fertilidad.
Refundada como colonia romana por el emperador Julio César en el año 44 d.C.,
Corinto resurgió como un centro de arte y cultura, renombrada por sus imponentes
edificios públicos, estatuas y templos de mármol. Floreció de nuevo en la ciudad la
fabricación de artículos de bronce de alta calidad. Pablo debió haber escuchado a menudo
el «metal que resuena, o el címbalo que retiñe» ( 1 Co 13.1 ).
Igual que en el caso de otras ciudades conquistadas e incorporadas al Imperio
Romano, a Corinto se le permitió tener gobierno propio, pero este funcionaba bajo la
vigilancia de un gobernador (el «procónsul» de Hch 18.12 ) enviado desde Roma. Había
dos gobernantes locales, responsables de promover los intereses de Roma y mantener el
flujo de tributos e impuestos hacia las arcas imperiales. Satisfechas estas demandas de
hegemonía política y económica, el imperio imponía la paz y la estabilidad en la región.
Bajo estas condiciones una pequeña capa de empresarios de Corinto desarrolló una
notoria prosperidad, mientras la gran mayoría de la población vivía en la pobreza. Esta
estratificación socioeconómica se refleja en la conformación de la iglesia de Corinto ( 1
Co 1.26–28 ).
En una colonia romana como Corinto el idioma oficial fue el latín, y la gran mayoría
de las inscripciones públicas encontradas por los arqueólogos emplean el idioma del
imperio. Sin embargo, el griego perduró como el idioma del pueblo, y fue en el dialecto
popular (no literario) de este idioma que Pablo escribió sus cartas a la iglesia de Corinto.
No se ha podido establecer con exactitud el número de habitantes de Corinto en el
siglo I; las cifras estimadas van desde cien mil hasta medio millón. La mitad o más de la
población eran esclavos.
La vida de la ciudad giraba alrededor de las plazas y los edificios dedicados a las
funciones del gobierno y la práctica de la religión. Las excavaciones arqueológicas han
puesto al descubierto numerosos bloques de locales comerciales y talleres artesanales
alrededor de la plaza central, el Ágora. Con la excepción de la pequeña elite, que tenía
casas amplias, los corintios habitaban locales estrechos que les servían a la vez como
vivienda, taller y tienda. Según Hch 18.2–3 Pablo se estableció en Corinto como
trabajador artesanal y practicaba su oficio de hacer carpas o tiendas compartiendo el local
de Aquila y Priscila.
En el costado sur del Agora se encuentra un imponente tribunal que podría ser el que
se menciona en Hch 18.12 , ante el cual Pablo tuvo que comparecer. Además de los
templos ubicados en el corazón de la ciudad, el templo de Afrodita dominaba toda la
región de Corinto desde la cima del Acrocorinto, una escarpada montaña que se eleva
unos 500 m sobre el nivel de la ciudad.
Bibliografía:
Jerome Murphy-O’Connor, St. Paul’s Corinth: Texts and Archaeology , Glazier, Wilmington,
DE, 1983, p. 192.
CORNELIO ( → CENTURIÓN ). Romano de Cesarea, «temeroso de Dios», cuya
importante conversión al evangelio ( Hch 10 ) se destaca con repetidas menciones ( 11.1–
8 ; 15.7 , 14 ). Las visiones simultáneas de Cornelio y Pedro que precedieron a esta
conversión, y los fenómenos pentecostales que la acompañaron ( 11.15–17 ), hicieron
manifiesto que Dios había quitado la pared divisoria entre judíos y gentiles ( Ef 2.14–16
). Estos últimos entraron en la Iglesia con igual derecho que los judíos ( Hch 2 ) y los
samaritanos ( Hch 8 ).
La conversión de Cornelio sentó precedente para resolver la cuestión de la relación
entre judíos y gentiles. Se aclaró que la Iglesia era una entidad aparte del judaísmo y que
los gentiles no tenían que pasar por la puerta judaica. Aunque lo dicho de Cornelio en
Hch 10.2 no asegura que era → PROSÉLITO del judaísmo, su carácter noble y piadoso
amortiguó el choque de esta innovación que parecía peligrosa a los creyentes judíos
CORO Medida igual al → HOMER ( Ez 45.14 ), usada para harina ( 1 R 4.22 ), cereales (
2 Cr 2.10 ; Lc 17.6 ; cf. texto griego) y aceite ( Ez 45.14 ). Equivalía aproximadamente a
doscientos veinte litros. ( → MEDIDAS .)
CORONA Símbolo distintivo de nobleza, realeza o autoridad que se lleva sobre la
cabeza. Desde los tiempos bíblicos su forma ha variado desde un sencillo círculo de oro
hasta un tocado complicado de distintos diseños e incrustado de joyas ( 2 S 12.30 ). En
ocasiones, como en el caso de la coronación de Joás (rey de la dinastía davídica), la
imposición de la corona se asociaba con la entrega del «testimonio» (una copia de la Ley)
y la unción ( 2 R 11.12 ). Muchos salmos (por ejemplo, Sal 2 ) celebran este tipo de
coronación.
En la época del Antiguo Testamento la corona tenía sentido simbólico. La de David y
sus descendientes representaba el reino asegurado por un pacto con Jehová, reino que
podía perderse por la apostasía ( Sal 89.38 , 39 ; cf. 21.3 ). Como pura figura,
representaba la consumación y → GLORIA del varón, el valor de la mujer virtuosa para su
marido, las canas para el anciano, los nietos para el abuelo, etc. ( Pr 12.4 ; 16.31 , BJ;
17.6 ).
En el Nuevo Testamento no se emplea el término «corona» con respecto a reyes
terrenales. No obstante, Mateo, Marcos y Juan describen la coronación escarnecedora de
Jesucristo por los soldados romanos. Estos, al entretejer una corona de espinas,
inconscientemente hicieron un símbolo de la realeza del Señor y de la maldición del
pecado que asumió por nosotros.
Hebreos 2.7 , citando el Salmo 8.5 , recuerda que Dios coronó al hombre de honra y
gloria. Luego señala a Jesús como el único digno de llevar tal corona ahora, y eso «a
causa del padecimiento de la muerte» ( Heb 2.9 ).
En el Nuevo Testamento «corona» traduce dos palabras griegas: → DIADEMA , que
aparece tres veces ( Ap 12.3 ; 13.1 ; 19.12 ) y stéfanos, dieciocho veces. Stéfanos era el
premio que ganaban los atletas vencedores en los juegos olímpicos. Era una guirnalda
sencilla, hecha de hojas de laurel, perejil, olivo o pino que, aunque hermosa, pronto se
marchitaba. Pablo, escribiendo a los corintios, compara esta corona con la corona
«incorruptible» que espera al creyente que termina fielmente su carrera ( 1 Co 9.24–27 ; 2
Ti 2.5 ; cf. Heb 12.1 , 2 ). También se habla de la corona de «justicia», de «vida» o de
«gloria» ( 2 Ti 4.8 ; Stg 1.12 ; 1 P 5.4 ) y se nos amonesta acerca del peligro de perderla (
Ap 3.11 ). Pablo tenía por corona a sus hijos en la fe ( Flp 4.1 ; 1 Ts 2.19 ).
Las coronas no son para gloria propia. Los ancianos de Ap 4.4 , 10 las echan delante
del trono del Señor como tributo por haberlos capacitado para ganarlas.
CORREO El despacho regular de correo mediante jinetes y postas solo se organizó en
tiempo de los persas ( Est 3.13 , 15 ; 8.10 ). Pero tanto en Israel como en Babilonia se
utilizaban en ocaiones veloces jinetes para llevar mensajes ( 2 Cr 30.6 , 10 ; Jer 51.31 ).
Era proverbial la rapidez de tales mensajeros ( Job 9.25 ).
Comúnmente, los reyes y los particulares utilizaban sus propios amigos y siervos para
enviar misivas ( 2 S 11.14 ; Neh 6.5 ; Hch 23.23 , etc.). Los autores de las cartas del
Nuevo Testamento, para hacerlas llegar a las iglesias, no tenían más recurso que
confiárselas a sus discípulos ( Hch 15.23 ).
CORZO (traducción del vocablo hebreo tsébi , que a menudo también se traduce por
gacela ). Cuadrúpedo rumiante que se identifica con la gacela y el antílope, dorcas o
gacela arábiga, que abunda en Siria, Arabia, Persia y Egipto. Es muy elogiado en la
poesía oriental por su gracia y hermosura. Mide unos 56 cm de alto y es de un color
rojizo oscuro con manchas pardas oscuras o negras y blancas; tiene cuernos negros, que
vistos de frente presentan la forma de una lira, y grandes ojos brillantes; anda en manadas
y se domestica con facilidad, aunque es muy tímido. Su carne es sumamente apetecible (
1 R 4.23 ). «Tabita» y «Dorcas» ( Hch 9.36 ), palabras aramea y griega, respectivamente,
corresponden al hebreo tsébi del Antiguo Testamento.
El corzo es animal limpio ( Dt 12.22 ; 14.5 ), objeto de caza ( Pr 6.5 ; Is 13.14 ),
ligero ( 2 S 2.18 ; 1 Cr 12.8 ) y bello ( Cnt 2.7 , 9 , 17 ; 3.5 ; 8.14 ). ( → CIERVO .)
COS ( ágil, ligero ).
1. Descendiente de Judá ( 1 Cr 4.8 ).
2. Jefe de la séptima división de sacerdotes ( 1 Cr 24.10 ; Esd 2.61 ; Neh 7.63 ).
3. Ascendiente de Meremot ( Neh 3.4 , 21 ).
4. Isla y ciudad en el mar Egeo, frente a la costa sudoeste de Asia Menor ( Hch 21.1 ;
1 Mac 15.23 ), donde Pablo hizo escala rumbo a Jerusalén.
COSECHA Término de uso frecuente en las Sagradas Escrituras que significa
recolección de los frutos de la tierra ( Éx 22.29 ; 23.10 , 16 ; 34.22 ; Dt 16.13 ; Is 16.9 ;
17.11 ; 32.10 ; Mt 3.12 ; Jn 4.36–38 ; 1 Co 9.11 ; 2 Co 9.6 ; Gl 6.7 ; Ap 14.15 ; etc.). ( →
AGRICULTURA .) Según la ordenanza divina, la cosecha debía efectuarse anualmente
durante períodos de seis años y en el séptimo debía darse descanso a la tierra ( Éx 23.10 ,
11 ). Las primicias de las cosechas debían pagarse lo más pronto posible ( Éx 22.29 ).
La gran Fiesta de los Tabernáculos ( Dt 16.13 ) se celebraba en ocasión de la
recolección de los frutos, por eso también se llamaba de las Cosechas o Cabañas ( Éx
23.16 ; 34.22 ; Dt 16.13–15 ). En los días de Nehemías esta fiesta se celebró con gran
pompa y supremo regocijo ( Neh 8.14–18 ).
La Biblia establece que el hombre cosecha los resultados de sus acciones ( Job 4.8 ;
Pr 22.8 ; Gl 6.7 ). Cristo hizo referencia en varias ocasiones a la cosecha para enseñar
verdades espirituales ( Mt 3.12 ; Mc 4.29 ; etc.).
CREACIÓN Acto del libre albedrío de Dios por el cual hizo todo el universo para su
propia gloria, sin valerse de materiales ya existentes. El relato de la creación en Gn 1–2
no debe considerarse como texto científico de geología, sino más bien como una
exposición teológica de la soberana intervención de Dios, que dio origen a «todas las
cosas, las que hay en el cielo y las que hay en la tierra, visibles e invisibles» ( Col 1.16 ).
Por cuanto todo lo que sabemos mediante la revelación tiene elementos de «sabiduría de
Dios en misterio» ( 1 Co 2.7 ), la verdad bíblica de la creación es evidente solamente por
medio de la fe. Como se afirma en Hebreos 11.3 , «por la fe entendemos haber sido
constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que no se ve fue hecho de
lo que no se veía».
La Biblia descarta tanto el dualismo de la filosofía clásica de los griegos como el
materialismo absoluto. El primero enseña que las fuerzas del bien y del mal son eternas y
que el espíritu refleja el bien mientras la materia refleja el mal. El materialismo absoluto,
en cambio, enseña que la materia es eterna y que la historia es determinada por las leyes
del desarrollo material. El primer versículo de la Biblia contradice ambas filosofías al
decir: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra» ( Gn 1.1 ). De igual manera, la
doctrina bíblica de la creación descarta el panteísmo. El universo no es una manifestación
externa de Dios mismo, sino la obra de sus manos, y como tal, completamente distinta de
la esencia divina.
La creación la realizó el Dios trino. Se le atribuye al Padre ( Gn 1.1 ; Sal 33.6 ), al
hijo ( Jn 1.3 , 10 ; Col 1.16 ) y al Espíritu Santo ( Gn 1.2 ; Job 26.13 ), sin hacer
distinción entre lo creado por cada persona de la Trinidad.
Creación Del Universo
La Biblia enseña que Dios hizo el universo de la nada. Antes del «principio» no
existía ninguna cosa material, ni existía el tiempo mismo. Solamente existía Dios.
Génesis 1.1 se refiere a la creación ex nihilo de toda la materia y energía de que se
compone el universo. Desde entonces, han variado de forma, pero no ha sido necesaria
otra creación. Dios no creó el universo impulsado por necesidad, porque Dios no necesita
de nada ( Hch 17.25 ). Lo hizo espontáneamente, movido por su voluntad y para su
propia gloria.
El lenguaje de Gn 1–2 no es científico; se escribió en una época precientífica por un
hombre precientífico. El Espíritu Santo no se propuso revelar en aquel entonces los
descubrimientos posteriores de Copérnico, Galileo, Newton y Einstein, hallazgos que le
correspondían al hombre bajo el mandamiento divino de sojuzgar la tierra y señorear en
la creación ( Gn 1.28 ). Por tanto, el lenguaje bíblico es fenomenológico; describe
solamente lo perceptible. Sin telescopio ni microscopio, sin haber descubierto siquiera
que el mundo no fuese plano, el hombre tenía por delante mucho que estudiar e
investigar. Desde ese punto de vista, es evidente que no hay ninguna contradicción entre
la historia bíblica de la creación y la ciencia moderna, ni la habrá cuando la ciencia de un
siglo futuro haga anticuada nuestra ciencia de hoy.
Con el desarrollo de la geología, por ejemplo, ya se sabe que los «días» de Génesis 1
pudieran no ser días literales de veinticuatro horas. Más bien, son etapas de duración
indefinida, expuestas en lenguaje fenomenológico. Es innecesario postular un cataclismo
en Gn 1.2 , donde dice que «la tierra estaba desordenada y vacía», para reconciliar la
geología con la Biblia. Asimismo, es artificial e innecesaria la teoría de que Dios pudiera
haber creado todas las rocas y fósiles en una semana en la forma en que existen
actualmente, dándoles solamente una apariencia de antigüedad. También en otras partes
la Biblia dice → DÍAS para referirse a períodos que no son de veinticuatro horas ( Is 13.6 ;
2 Co 6.2 ; 2 P 3.8 ).
Foto de Howard Vos
Dios el Creador, de una pintura de Miguel Ángel en la Capilla
Sixtina en Roma.
Creación de La Vida
La creación de la vida levanta ciertos interrogantes en cuanto a la teoría de la
evolución; pero, nuevamente, si se entiende la Biblia en el sentido correcto, no hay
conflicto. Evidentemente Dios creó la vida por lo menos en siete etapas, con un «género»
en cada etapa, durante los «días» tres, cinco y seis. En el sexto día creó al hombre.
No se sabe con exactitud a qué corresponde un «genero» en la taxonomía moderna.
Un factor importante es que la creación de todos los géneros no fue ex nihilo , sino por
medio de algún material ya creado y existente: «Produzca la tierra hierba verde» ( Gn
1.11 ), «produzcan las aguas seres vivientes» ( Gn 1.20 ), «produzca la tierra seres
vivientes» ( Gn 1.24 ), etc. Posiblemente Dios creó al progenitor de cada género, y luego
permitió que las leyes naturales (que también Dios estableció) operasen para el desarrollo
de miles de especies distintas en forma paulatina. En ese sentido pudiera haber ocurrido
un cierto proceso de evolución, y las pruebas científicas parecen ser abundantes para
sostenerlo como hecho evidente de la naturaleza. Tal proceso no contradice la enseñanza
bíblica que sostiene que la mano del Dios soberano desempeñó un papel sublime en el
origen de toda la vida.
Creación Del Hombre
El hombre fue la culminación de toda la creación. Nuevamente, Dios usó elementos
materiales ya existentes («del polvo de la tierra», Gn 2.7 ), pero la diferencia de toda otra
creación radica en la declaración de que Dios creó al hombre a su imagen ( Gn 1.27 ).
Ningún animal asumió la → IMAGEN de Dios, y por eso no había entre ellos una «ayuda
idónea» ( Gn 2.20 ). El concepto de la imagen de Dios decididamente no se presta a la
teoría de que el hombre es producto de la evolución, sea en el sentido de evolución
materialista o en el sentido de evolución teísta. El soplo de «aliento de vida» ( Gn 2.7 )
alude a un acto instantáneo y no a un proceso largo. La «imagen de Dios» como tal no
pudo evolucionar. El concepto de una imagen de Dios parcialmente desarrollada es un
tanto absurdo.
La imagen de Dios, por supuesto, no tiene significado material, puesto que Dios es
espíritu ( Jn 4.24 ). La semejanza del hombre con Dios no está en su cuerpo, sino en su
espíritu. Por consiguiente, algunos teólogos opinan que el asunto del cuerpo físico del
hombre se puede tratar en renglón aparte. Fisiológicamente, es evidente que el hombre
tiene mucho en común con los animales superiores, y de ahí que, según algunos, Dios
intencionalmente creó un nuevo cuerpo muy parecido físicamente a los antropoides ya
existentes. Algunos teólogos modernos creen, sin embargo, que Dios tomó un antropoide
ya desarrollado y sopló en él «aliento de vida», dándole así un espíritu según la imagen
de Dios. En este caso, el primer ser que «recibió» la imagen de Dios pasó a ser → ADÁN .
Además de otras dificultades que podría tener, esta última teoría no toma suficientemente
en cuenta la íntima relación que existe entre el cuerpo y el espíritu humanos. Olvida
algunos detalles específicos del relato de la creación, como por ejemplo el hecho de que
Dios formó al hombre del polvo.
La Biblia enseña la unidad de la raza humana como un punto teológico muy
importante. De la primera pareja, Adán y Eva, desdendió todo ser humano ( Hch 17.26 ).
La caída de Adán, que implicó la caída de todo el género humano ( 1 Co 15.22 ), hace
resaltar esta unidad.
CREER → FE .
CRESCENTE (en latín, creciente ). Compañero de Pablo posiblemente en Roma, que
según 2 Ti 4.10 y algunos más, después se dirigió a Galacia o a Galia. Quizás Crescente
inició el avance occidental del evangelio aun antes de la muerte de Pablo.
CRETA (en hebreo, kaftor ; en griego krete ). Isla grande (240 km de largo por entre 10
a 56 km de ancho) situada en el Mediterráneo, al sudeste de la península de Grecia y a
media distancia entre Siria y Malta. Es escabrosa y montañosa, pero tiene muchas
llanuras y valles fértiles. Sus habitantes, posibles ascendientes de los filisteos, eran
excelentes marineros que visitaban todas las costas, y también hábiles en el manejo del
arco y la flecha. Toda la civilización minoica era una de las más elevadas entre 3000 y
1100 a.C., y descollaba especialmente en las artes plásticas. Creta era una de las «Kaes»
contra cuya infidelidad amonestaba el proverbio griego, a saber: Kappadokia , Kilikia y
Krete . Esto concuerda con las características que el apóstol atribuye a los cretenses, al
llamarlos «siempre mentirosos», brutos y glotones, citando al poeta cretense Epiménides
( Tit 1.12s ).
Algunos cretenses se hallaban entre la muchedumbre pentecostal ( Hch 2.11 ), pero
Creta es más conocida por el viaje de Pablo a Roma ( Hch 27 ). La nave se dirigió
primero a Salmón, promontorio oriental de la isla, y permeneció en → BUENOS PUERTOS .
Después zarparon y el viento los llevó hacia Malta. Se supone que Pablo visitó a Creta
anteriormente y estableció iglesias allí confirmando a Tito como su superintendente ( Tit
1.5 ).
El valle central de la isla de Creta, con las ruinas del palacio real de
Cnosos al frente.
CRISÓLITO (en hebreo, tarsis ; en griego, jrysólithos ). Piedra preciosa de color oro
claro, que quizás se pueda identificar con el topacio de los tiempos romanos. Figura en el
pectoral del sumo sacerdote ( Éx 28.20 , NC), en la descripción del rey de Tiro ( Ez 28.13
), en visiones proféticas ( Ez 1.16 , RV; Dn 10.6 , NC) y en la descripción de la Jerusalén
celestial ( Ap 21.20 ).
CRISOPRASO Piedra preciosa que aparece en Ap 21.20 , en el décimo cimiento de la
Jerusalén celestial. Su clasificación es incierta, pero si aquí es la misma que conocemos
hoy, será calcedonia verde o crisopracio, que es una variedad del cuarzo compuesta de
sílice y níquel.
CRISPO Principal líder de la sinagoga de Corinto, convertido al evangelio con toda su
familia durante la visita de Pablo ( Hch 18.8 ). Se cuenta entre los pocos que el mismo
Pablo bautizó ( 1 Co 1.14 ).
CRISTAL Sustancia transparente e incolora, mencionada en imágenes poéticas ( →
VIDRIO ). Según el contexto, los términos hebreos gabis y qerah pueden traducirse
«cristal» ( Job 28.18 , BJ; Ez 1.22 , RV), «nieve» ( Job 6.16 RV) o «helada» ( Gn 31.40 ,
RV). Los términos griegos krystallos y krystallizo igualmente equivalen al cuarzo o al
hielo ( Ap 4.6 ; 21.11 ; 22.1 ).
CRISTIANISMO Fe centrada en Jesucristo, el único Salvador y Mediador entre Dios
el Padre y la humanidad pecadora.
El cristianismo es singular entre las religiones del mundo. La mayoría de aquellas
enfatizan la vida del fundador, pero el cristianismo enfatiza la muerte de Jesucristo. La
muerte de Jesucristo es singular también porque estuvo profetizada desde las primeras
páginas de la Biblia ( Gn 3.15 ) y se cumplió en los días del Nuevo Testamento miles de
años después.
La Resurrección también es esencial en el cristianismo. Su muerte y resurrección son
tan importantes que los cuatro Evangelios le dedican por lo menos una quinta parte de sus
enseñanzas. Marcos 10.45 sintetiza esta extraordinaria misión de Cristo diciendo: «El
Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate
por muchos».
El mundo tenía ya muchísimas religiones cuando Cristo nació. Los romanos habían
combinado sus dioses con los dioses de los griegos y adoraban a miles de deidades.
Ninguno de esos dioses había vivido jamás; la mayoría se basaban en imaginaciones o
historias heroicas. Sin embargo, Jesucristo vivió en Palestina, fue crucificado bajo Poncio
Pilato (gobernador de Judea) y se levantó de entre los muertos por el poder de Dios el
Padre.
La gente que adoraba a los dioses de la mitología en la práctica cerraba los ojos a las
señales visibles de la verdad que apuntaban hacia Dios y la salvación por gracia ( Ro
1.20–21 ). Este plan llegó a plena madurez en la cruz.
En tiempos del apóstol Pablo se corrió el grave peligro de que los judíos convertidos
convirtieran la nueva religión en una simple extensión del judaísmo. Pablo contendía que
la salvación solo por la fe era la esencia del cristianismo ( Ef 2.8–9 ).
Las luchas de Pablo fueron con un grupo de judíos convertidos llamados →
JUDAIZANTES ( Hch 15 ; Gl 2 ) que pensaban que el gentil convertido tenía que
circuncidarse para hacerse cristiano. Pablo, Bernabé y otros viajaron a Jerusalén, centro
del judaísmo, a arreglar la disputa con líderes de la iglesia. En efecto, se concluyó que el
cristianismo era una religión en sí, no una simple extensión del judaísmo.
Hoy día, el grito de batalla de Pablo resuena entre los cristianos: «Uno no se justifica
por las obras de la ley sino por fe en Jesucristo» ( Gl 2.16 ). La salvación se obtiene solo
por fe en la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. El cristianismo es más que un
credo, que una religión. Es una manera de vivir para los que aceptan a Jesucristo como
Salvador y Señor.
Foto de Gustav Jeeninga
Lugar apartado del monasterio de Koziba en un antiguo camino de
Jerusalén a Jericó al sur de Israel.
CRISTIANO Término híbrido que combina el título griego jristos con la terminación
latina ianus , y significa «partidario» o «seguidor de Cristo» (cf. «herodiano», partidario
de Herodes).
Aparece tres veces en el Nuevo Testamento ( Hch 11.26 ; 26.28 ; 1 P 4.16 ). Fue un
distintivo inventado por personas extrañas al evangelio, y no por los discípulos mismos.
Los adherentes a la fe de Cristo preferían llamarse «hermanos», «discípulos», «santos»,
«creyentes» o «elegidos», mientras que, para los judíos, eran «galileos» o → « NAZARENOS
». Los judíos no admitirían que los nazarenos fuesen cristianos, o sea, «las personas de →
CRISTO (Mesías)», ya que para ellos Jesús no era el Mesías.
Una fidedigna tradición que afirma que Lucas era natural de Antioquía, apoya la idea
de que allí fue donde se inventó el apodo de «cristiano» ( Hch 11.26 ). Además, el
contexto revela que el empleo del nuevo nombre corresponde a la fecha de la formación
de la primera iglesia local, predominantemente gentil. Ya no se trataba de una secta más o
menos adherida a una sinagoga, sino de una compañía de ciudadanos locales que
hablaban insistentemente de Cristo. Lo más probable es que los antioqueños, célebres por
sus bromas e ironías, inventasen el apodo para señalar despectivamente a los miembros
de la iglesia: «¡secuaces del partido de Cristo!» Más tarde cuando Pedro anima a los
creyentes frente a la inminente persecución neroniana, parece que los cristianos ya eran
una secta proscrita: «Si alguno padece como cristiano, no se avergüence» ( 1 P 4.16 ).
Tácito, historiador romano, confirma que Nerón inventó cargos contra la secta «que la
gente común llamaba cristiana». ( → JESUCRISTO .)
CRISTO → MESÍAS ; JESUCRISTO .
CRÍTICA BÍBLICA Tarea sistemática aplicada al estudio del texto bíblico, de sus
contextos históricos y literarios, con la intención de llegar al mensaje original que sus
autores tenían en mente y que sus primeros receptores comprendieron. El propósito es
intentar que aquel mensaje del texto bíblico llegue hasta las comunidades de hoy, en sus
respectivos contextos.
Esta tarea está definida por dos elementos bien concretos. En primer lugar, es crítica ,
y en segundo lugar, es bíblica . La palabra «crítica» viene de la voz griega krinein , que
significa «juzgar», «discernir». No debe entenderse, por lo tanto, en sentido negativo,
sino más bien neutro. Este término califica la labor de los biblistas o exégetas, quienes
utilizan principios y técnicas claramente definidas y desarrolladas de manera científica a
través de los años. Y es bíblica porque trabaja dentro de los límites establecidos por el
canon de las Sagradas Escrituras. La Biblia es un texto muy diferente a cualquier otro
tipo de escrito antiguo o moderno, pues se le reconoce no solo como literatura, sino sobre
todo como Palabra de Dios.
Esta disciplina tiene como meta final comunicar el mensaje de salvación y confrontar
a hombres y mujeres con la voluntad soberana del único Dios y Señor del universo.
El campo de la crítica bíblica es amplio y complejo. Las técnicas y métodos utilizados
en la misma se han venido acumulando a través de muchos siglos. Durante los dos
últimos siglos, y sobre todo en el siglo XX, la crítica bíblica se ha desarrollado
tremendamente. La lista de métodos y ciencias auxiliares ha aumentado
considerablemente. En este ensayo intentamos presentar el perfil de las ciencias y
métodos que se han hecho clásicos y que han venido a enriquecer la tarea de la exégesis
bíblica.
Foto de Howard Vos
Ruinas de un almacén romano en Ostia, Italia, una ciudad situada
en la boca del río Tíber.
Crítica Textual ( → CRÍTICA TEXTUAL DEL ANTIGUO TESTAMENTO )
Esta disciplina busca averiguar las palabras exactas que el autor empleó, si estas se
han alterado en el transcurso de los siglos después de haberse copiado el texto. No es de
extrañarse que los escribas, que no contaban con los métodos modernos de composición e
imprenta, se hayan equivocado a veces en la reproducción manuscrita de los textos. En
escritos tan extensos y que por espacio de 1500–2500 años se produjeron así
innumerables veces, era inevitable que el texto sufriera numerosas variaciones. Cambios
no intencionales (contaminación de textos paralelos, errores cometidos al copiarse un
texto, etc.) y cambios deliberados (aclaraciones, la eliminación de durezas gramaticales,
«correcciones» doctrinales, etc.) oscurecieron muchas veces el texto del autógrafo.
Puesto que no nos ha quedado ningún autógrafo bíblico, y los manuscritos antiguos
varían entre sí, la crítica textual desempeña un papel vital en el estudio de las Escrituras.
Providencialmente, sus resultados han sido tan positivos que se ha logrado reconstruir, en
el 99, 9% de los casos, el texto original. Esto se ha conseguido no solo con el estudio
minucioso de manuscritos copiados en el idioma original ( → TEXTO ), sino también con
el cotejo de traducciones antiguas en otros idiomas ( → VERSIONES ) y con el examen de
las citas bíblicas tomadas de autores casi contemporáneos. Las siguientes versionas
españolas se basan en textos científicamente establecidos: BC, BJ, HA, LA, NC, VM.
Foto de Howard Vos
El desierto de Sin, una región inhabitada a través de la cual los
israelitas pasaron entre Elim y el monte Sinaí (Éx 16.1 ).
Crítica Literaria
Se ha definido de dos maneras. La primera, es una metodología desarrollada el siglo
pasado y tiene como meta descubrir si el pasaje estudiado es una unidad integral y
original o ha sufrido alteraciones, extensiones o recortes. En relación con lo anterior, el
crítico literario investiga cuál es el contenido original de un texto y cuáles son los
añadidos. Se preocupa también por preguntar cuáles son los diferentes estratos que
componen un escrito o libro. Vista desde esta perspectiva, a la crítica literaria le interesa
descubrir cuál es la génesis, es decir, los orígenes de un texto.
Para distinguir esta crítica de la textual, solía llamársela la «alta crítica», porque
constituye el aspecto posterior (o «superior») del proceso crítico, que depende del previo
trabajo textual.
Aunque los rabinos y los padres eclesiásticos la practicaban hasta cierto punto ( →
CANON ), la crítica literaria como ciencia data de la Introducción al Antiguo Testamento ,
de J.C. Eichhorn (1787). Este examinó la estructura interna de cada libro, las fuentes
utilizadas y el modo de combinarlas o elaborarlas. La «crítica de las fuentes» se realiza
con mayor acierto cuando se cuenta con una fuente documentaria utilizada por el propio
autor bíblico. Por ejemplo, los libros de Samuel y Reyes, a los que recurrió con
frecuencia el autor de los dos libros de Crónicas, nos permiten sacar conclusiones bien
definidas respecto al estilo literario del cronista.
En cuanto al Nuevo Testamento, se cree comúnmente que Marcos sea una de las
fuentes principales de los otros dos → EVANGELIOS SINÓPTICOS ; esto permite analizar la
forma en que Lucas y Mateo se valieron de su fuente. Dado el caso de la desaparición de
la fuente, este tipo de crítica es más conjetural y arriesgado. Así, en la crítica del →
PENTATEUCO , hoy se puede apreciar mejor que en 1900, lo difícil que es determinar con
exactitud el número de fuentes utilizadas, su fecha y su interrelación.
Para fijar la fecha de un escrito hay criterios internos y externos. Si una obra la cita
una autoridad de fecha conocida, se sigue que aquella es más antigua. Si se refiere a
acontecimientos cuya fecha se ha determinado mediante otros documentos (por ejemplo,
ciertos pasajes del Antiguo Testamento referentes a incidentes de la historia egipcia o
mesopotámica), es posterior a ellos y nos da indicios de la fecha (por ejemplo, libros
proféticos que indican cierto año del reinado de tal o cual rey).
Mientras más avanza la reconstrucción de la historia del Cercano Oriente, más
factible es situar un escrito antiguo en el marco histórico que le corresponde. Sin
embargo, hay que dejar lugar para el elemento predictivo de la profecía; el interpretar
todas las predicciones cumplidas como vaticinios después del suceso es poco científico.
Cuando se trata de determinar la fecha de una profecía realmente predictiva, se la
considera anterior a los acontecimientos predichos, pero posterior a los referidos como
fondo histórico. Así se infiere que el libro de Nahum es anterior a la caída de Nínive (612
a.C.) por cuanto la predice, pero posterior a la caída de Tebas (663 a.C.) a la que se
refiere ( Nah 3.8s ) como dato histórico. Su fecha exacta dentro de ese medio siglo tiene
que determinarse mediante un examen de la fraseología y un cálculo de las
probabilidades.
Durante los primeros siglos de Posreforma hubo, tanto entre católicos como entre
protestantes, un endurecimiento de las líneas dogmáticas. El examen del aspecto humano
de la composición bíblica cedió ante la constante reafirmación de la infalibilidad
escritural (cuando en realidad esta hubiera cobrado más realce con la ayuda de aquel). A
fines del siglo XVIII se aplicaron a la Biblia varios métodos de investigación literaria, y
en el siglo XIX se produjo mucha literatura en relación con ello. Sobre todo en el campo
neotestamentario, los racionalistas y antisupernaturalistas estuvieron en la vanguardia del
movimiento, y la filosofía idealista de Hegel o el cientificismo optimista de Darwin (cf. la
teoría Wellhausen, → PENTATEUCO ) influyeron en ellos sobremanera. Como contrapeso,
los eruditos conservadores (por ejemplo, Delitzsh y Hengstenberg en Antiguo Testamento
y Westcott y Lighfoot en Nuevo Testamento) adelantaron mucho nuestro conocimiento de
las circunstancias humanas de los escritores, sin perder de vista la → INSPIRACIÓN única de
la Biblia. La exploración arqueológica, los descubrimientos filológicos, y los estudios del
rabinismo prepararon el terreno para un nuevo viraje en el siglo XX hacia una
investigación histórica más atinada que la de los liberales del siglo XIX.
Esta última metodología se ha desarrollado en las últimas décadas del presente siglo.
Pertenece más bien a los estudios literarios modernos, pues reconoce el texto bíblico
como literatura universal. Las técnicas y métodos aplicados han sido tomados, en su
mayor parte, de la crítica literaria secular. El estudio se dirige a descubrir la estructura y
el carácter literario del texto, las técnicas y las licencias literarias que usó el autor, el
empleo de metáforas y símbolos, los efectos dramáticos y estéticos logrados en el escrito.
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Tacos de salida de corredores en un estadio en la ciudad griega de
Delfos. El apóstol Pablo usó imágenes de estas carreras en sus
escritos ( 2 Ti 4.7 ).
Crítica de Las Formas
Para el estudio de la forma literaria de un pasaje, el exégeta pregunta cuál es: 1) la
estructura de la unidad; 2) el género literario al que pertenece; 3) el contexto de vida al
que pertenece (por ejemplo, un funeral, una boda, la coronación de un rey); 4) la
intención del pasaje.
En las primeras décadas de nuestro siglo ciertos especialistas alemanes hicieron
hincapié en tres métodos críticos: 1) el estudio de la tradición oral tras los documentos; 2)
la comparación de los temas en las religiones egipcias y mesopotámicas con otros
similares en la religión hebrea, para ver cómo Israel se sentía atraído por las culturas
circunvecinas y simultáneamente reaccionaban en su contra; y 3) la crítica de las formas
literarias que revisten los relatos, las leyes y los poemas del Antiguo Testamento.
En su comentario sobre Salmos (1933), H. Gunkel aplicó con éxito estos principios,
valiéndose de la «situación vital» de cada salmo para entender mejor los géneros
literarios y viceversa. Con resultados menos convincentes, M. Dibelius y R. Bultman
aplicaron el mismo método al Nuevo Testamento. Estos formistas nos han legado una
excelente metodología, pero muchos de ellos, motivados por sus presuposiciones
filosóficas, la usan para llegar a conclusiones muy escépticas respecto a la historicidad de
los relatos de la Biblia (por ejemplo, la desmitización de Bultmann, quien niega la
posibilidad del milagro), y la relación del Jesús histórico con el Cristo de la proclamación
eclesiástica. Para el evangélico, el método formista revela cuán exactas eran las
tradiciones orales, que fueron la base de nuestros libros canónicos, y la creatividad
inspirada de los autores bíblicos.
En las últimas décadas ha resurgido una teología bíblica que adopta la terminología y
la estructura conceptual de la Biblia misma. Hoy hay menos interés en sistematizar,
helenizar o modernizar la verdad bíblica que en formular preguntas que las Escrituras
estén dispuestas a contestar, y luego describir la respuesta. Esto facilita la «traducción»
de estos conceptos en la vida actual de la comunidad creyente. El descubrimiento de los
rollos de → QUMRÁN , los escritos → GNÓSTICOS de Nag Hammadi, los papiros en el griego
koiné ( → GRIEGO [idioma]), y → TÁRGUMES en → ARAMEO han hecho posibles muchos
comentarios técnicos y obras como los ocho tomos de G. Kittel ( Diccionario Teológico
del Nuevo Testamento , 1933 en adelante, en alemán e inglés). Sigue la reacción erudita
contra el liberalismo de hace cincuenta años y, aunque hay siempre nuevos ataques contra
la veracidad de las Escrituras, se nota en la vasta literatura al respecto que más estudiosos
que nunca reconocen en ellas un origen divino.
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La colina, o tell, de Mizpa, una antigua ciudad fortificada en el reino
de Judá durante el tiempo del rey Asa ( 1 R 15.22 ).
Crítica O Historia de Las Tradiciones
Método cuyo interés es reconstruir la historia de una unidad literaria a partir de su
supuesto punto de partida, su desarrollo en la tradición oral, hasta su aparición en forma
escrita y su redacción final. Es un método más bien diacrónico. Supone que una gran
cantidad de trozos y tradiciones literarias acompañaron al pueblo de Dios en sus diversos
momentos históricos. Esas tradiciones fueron recontadas de generación en generación y
enriquecidas con las nuevas experiencias históricas. Un hecho o un relato se remodelaba
y evolucionaba hasta llegar a su redacción final o canónica. Esto se nota con más claridad
en el estudio de pasajes paralelos (el Decálogo y las Bienaventuranzas) y de conceptos
teológicos importantes (el éxodo).
Crítica O Historia de La Redacción
Método exegético que se preocupa por descubrir las perspectivas teológicas, las
inclinaciones literarias y los motivos por los cuales un autor bíblico escribió lo que hoy
reconocemos como su libro (Deuteronomio, Lucas). Es un método más bien sincrónico.
Se ha mostrado muy efectivo y creativo en el estudio de las perícopas en los Evangelios
Sinópticos. Las diferencias que encontramos en pasajes paralelos no son casuales ni
fortuitas, sino que responden a la intención del autor y las necesidades de su audiencia.
Crítica Retórica o Nueva Crítica Literaria
Diversas formas de lectura y análisis que usa el exégeta para hacer una atenta y
cuidadosa discriminación del uso artístico del lenguaje, del cambiante juego de ideas,
licencias, tonos, sonidos, imágenes, sintaxis, perspectivas narrativas, unidades
composicionales y mucho más.
Nos introduce además a una gran gama de niveles en la asimilación y apropiación del
mensaje, no solo a través de las dimensiones racionales y cognoscitivas, sino también en
las dimensiones emotivas e imaginativas. Es decir, nos ayuda a descubrir los niveles de
apelación de una obra literaria de manera más integral y completa.
El retórico-crítico se preocupa por demostrar que una unidad literaria no solo apela al
intelecto, sino a todas las dimensiones de la personalidad humana capaces de percibir
mensajes. Se preocupa por decodificar no solo aquello que apela a lo lógico y racional,
sino también a las emociones, a lo lúdico y religioso del hombre. No solo le interesa
descubrir qué piensa el autor, sino también la textura y la solidez del pensamiento del
autor.
Método Estructuralista o Semiótico
En términos generales, es la descripción formal de las estructuras fundamentales de
un texto, relacionadas con el sentido o significado. La pregunta no es qué significa el
texto, sino qué hace posible el significado, cómo puede decir el texto lo que realmente
dice.
En esta metodología la búsqueda de opuestos y oposiciones es crucial. Por ejemplo,
en los capítulos 2–3 y 6–9 de Génesis, el significado se deduce del modelo proporcionado
por la oposición mojado/seco: demasiado agua significa muerte; demasiada sequedad
significa muerte; pero un balance entre agua y tierra significa vida.
En esta metodología se considera que los relatos tienen al menos dos niveles: el
superficial y el profundo. El primer nivel tiene dos componentes, el narrativo y el
discursivo. El componente narrativo mira el relato como una serie de estados y
transformaciones: presencia de actores y receptores y cambio de papeles por la presencia
de otros actores. Por lo general hay un sujeto poseedor/desposeído, un sujeto/villano y un
sujeto/héroe. El componente discursivo se preocupa por las unidades de contenido que
arropan los programas narrativos. Estas unidades de contenido se llaman figuras, y a su
vez se definen a partir de tres ejes: la actorialización, la espacialización y la
temporalización.
El nivel profundo se preocupa por la lógica de las relaciones, generalmente de los
opuestos.
Método Social En El Estudio de La Biblia
Método globalizante que busca «poner juntas las disciplinas que le abren [al exégeta]
el pasado y las disciplinas que le explican el presente».
El método sociológico incluye las herramientas propias de las ciencias sociales
(antropología, sociología, ciencias políticas, economía, sicología). En la aplicación de
este método algunos dependen de los trabajos de Max Weber y Carlos Marx. Su intención
es completar la perspectiva para lograr una «lectura» más completa de la Biblia. Un
ejemplo: El método histórico-crítico estudia la conquista de Israel, y parece que se
preocupa solo por el hecho histórico en sí, sin detenerse a preguntar por las características
sociales del pueblo que logró ocupar la tierra conquistada. Con la perspectiva sociológica
se descubren otras posibles maneras de entender la conquista. Con la aplicación del
método sociológico se empiezan a revisar y redefinir conceptos como «tribu», «alianza»,
«nación».
Crítica Canónica
La crítica canónica realiza su tarea asumiendo que la «lectura» de la Biblia es una
empresa comunitaria y que el exégeta está al servicio de la comunidad. Como una más de
las disciplinas que estudian e interpretan la Biblia, la crítica canónica presupone la
existencia y necesidad de las herramientas del método histórico-crítico, pero pretende ir
un paso más allá.
La exégesis tradicional solo ha querido penetrar en el mundo del «ayer» del texto
bíblico, señalando que su tarea no abarca la preocupación por señalar su impacto en las
comunidades de «hoy». Se preocupan por lo que significó y no por lo que significa el
mensaje del texto. En efecto, la crítica bíblica tradicional, por lo general, ha mantenido
encerrada a la Biblia en el pasado.
La crítica canónica reconoce que la Biblia pertenece no a un autor y una audiencia
originales, ambos hipotéticos, sino a las comunidades creyentes. Es un método sincrónico
orientado al lector/escucha del texto. Por ello sabe de antemano que la «lectura» varía de
acuerdo a las características y perspectivas de la comunidad lectora (evangélico, católico,
judío). Libera al texto de su cautiverio del pasado y se preocupa por colocarlo en un
contexto más amplio: el del canon.
Las Ciencias Auxiliares
En la definición de los distintos métodos ya se han presentado algunas de las ciencias
auxiliares que acompañan al exégeta al realizar su tarea interpretativa. Aquí se van a
presentar las que no se han analizado:
Lingüística
El exégeta recurre a esta ciencia como herramienta para la traducción y el análisis
semántico del pasaje en estudio.
En la traducción se habla sobre todo de la teoría y principios seguidos en ella. ¿Qué
principios han regido en la traducción de esta u otra versión? De las versiones que se
conocen en español podemos hablar de dos tipos de traducción: la traducción literal o por
equivalencia formal , y la idiomática o por equivalencia dinámica o funcional . Entre
estos dos métodos se da una amplia gama de posibilidades: desde las traducciones
exageradamente literales, hasta las adaptaciones demasiado libres.
Ambos métodos tienen sus ventajas y debilidades, y el exégeta serio deberá utilizar
versiones bíblicas que reflejen los dos. La traducción formal ayuda, especialmente al
estudiante que no conoce el hebreo a captar la forma y el sabor del hebreo/arameo/griego.
La traducción dinámica es de gran ayuda para captar de manera más fácil el significado
del mensaje original.
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Arco sobre un camino romano cerca de la ciudad neotestamentaria
de Tesalónica. Ahora la ciudad moderna se llama Salónica.
Arqueología
La arqueología ofrece información en cuanto a pueblos y culturas anteriores a
nosotros, y arroja luz sobre el escenario histórico y cultural donde ocurrieron los hechos.
Su tarea consiste en descubrir, registrar y estudiar sistemáticamente los testimonios que
han prevalecido a lo largo del tiempo (documentos escritos, objetos de la vida cotidiana,
edificaciones y monumentos) no con el propósito de demostrar, probar o defender la
Biblia y sus enseñanzas, sino de entenderla mejor .
Entre los logros más importante de esta ciencia auxiliar están:
1. La fechación más exacta de los períodos y hechos más importantes de la historia
bíblica.
2. El estudio comparativo de idiomas emparentados con el hebreo, como el ugarítico,
el eblano, etc.
3. La historia del desarrollo del idioma hebreo. El descubrimiento de escritos de
diferentes épocas históricas ha ayudado a estudiar la historia del hebreo.
4. La comprensión del mundo sociorreligioso donde vivió el pueblo de Dios en sus
diferentes momentos históricos. La familiarización con el entorno religioso de Israel
arroja luz para comprender mejor el mensaje de varios libros de la Biblia: 1 y 2 Reyes,
Oseas, Jeremías, 1 Corintios, Apocalipsis.
Geografía
Muchas afirmaciones teológicas que encontramos en la Biblia permanecerían oscuras
si no se recurriera al estudio de la geografía: la localización del Edén; la afirmación de los
sirios en 1 R 20.23 : «Sus dioses son dioses de los montes, por eso nos han vencido; mas
si peleáremos con ellos en la llanura, se verá si no los vencemos». Toda la cuestión de los
fenómenos naturales que acompañan la historia de Elías y el enfrentamiento entre Jehová
y Baal se entienden mejor si se toma en consideración la estrecha relación entre la
realidad geográfica y la fe cananea.
Historia Comparada de Las Religiones
En su libro Mitos y leyendas de Canaán , G. del Olmo Lete dice: «Un suficiente
conocimiento de la mitología cananea es hoy día indispensable para una recta inteligencia
de la Biblia hebrea». Esta afirmación es también aplicable a la relación de la fe bíblica
con las religiones de Egipto, Mesopotamia, Grecia y Roma. Muchos de los ritos y
prácticas registradas en la Biblia tienen paralelos en las religiones de otros pueblos.
El conocimiento de las religiones del entorno bíblico nos ayudarán a descubrir en qué
consiste realmente lo distintivo y singular de la fe bíblica. Nos permitirán encontrar
respuestas más realistas y claras a preguntas sobre Dios, revelación, cielo-infierno, etc.
Bibliografía:
IB , pp. 93–176. INT , pp. 67–126. A. Deissler, El Antiguo Testamento y la moderna exégesis
católica , Herder, Barcelona, 1966. S. Neill, La interpretación del Nuevo Testamento 1861–1961 ,
Ediciones 62, Barcelona, 1967.
CRÍTICA TEXTUAL El texto hebreo del Antiguo Testamento tomó forma a través
de los años. Su historia comienza en la etapa de transmisión oral de los poemas, oráculos
y narraciones, y continúa hasta la época de la producción y distribución de Biblias
impresas en la Edad Media. En el largo proceso de transmisión textual del Antiguo
Testamento se pueden identificar complejidades y problemas difíciles de resolver; sin
embargo, el estudio de ese largo proceso de redacción y transmisión es fundamental para
la comprensión adecuada de las dificultades que presentan las variantes y las diferencias
entre los diversos manuscritos hebreos disponibles el día de hoy.
Gracias a importantes descubrimientos de manuscritos antiguos en el desierto de
Judá, y a la continua y dedicada evaluación de esos documentos, poseemos el día de hoy
una mejor comprensión de los problemas relacionados con la llamada «2 de octubre de
1997». Esta disciplina, aplicada a los manuscritos del Antiguo Testamento, estudia los
diversos textos hebreos, analiza la relación entre ellos, evalúa las formas que se utilizaron
para copiar los documentos y, además, intenta describir el proceso de transmisión de los
manuscritos. La crítica textual moderna pondera principalmente la información que se
obtiene de la transmisión de los diversos manuscritos; su finalidad no es explicar el
crecimiento literario de los diferentes libros de la Biblia, sino evaluar científicamente los
problemas relacionados con la transmisión de los documentos bíblicos. Los resultados de
esta disciplina contribuyen considerablemente a la exégesis y a la comprensión de textos
difíciles.
El texto del Antiguo Testamento ha llegado a la época actual en diversos idiomas y en
diferentes versiones. Quienes estudian los manuscritos de los textos antiguos poseen el
día de hoy documentos de más de dos mil años. Y, anuque muchos de estos «testigos» del
texto bíblico son fragmentos breves, contribuyen de forma sustancial a la evaluación
adecuada del texto bíblico.
La comparación y el análisis de estos diversos testigos es una preocupación
fundamental de la «crítica textual». La necesidad de ese tipo de estudio textual de la
Escritura se desprende de lo siguiente: diferencias entre los diversos «testigos» del texto
bíblico; errores, correcciones y cambios en los documentos; y diferencias entre textos
paralelos en los documentos estudiados.
La historia de la transmisión del texto hebreo del Antiguo Testamento es importante
por varias razones: revela el cuidado con que los copistas trabajaron con los documentos
a través de las generaciones; pone de manifiesto las posibilidades y las limitaciones de los
primeros traductores e intérpretes de esta literatura; y sirve de base para comprender los
problemas relacionados con la transmisión de textos sometidos a un proceso largo de
traducción y reproducción. Ningún manuscrito original ha llegado hasta el día de hoy.
Los «autógrafos», es decir, los originales de los libros de la Biblia, no están disponibles
para estudio. Únicamente poseemos copias de copias de manuscritos.
El valle del río Jordán al sur de Jericó cerca del mar Muerto.
Manuscritos Hebreos
Para el estudio del texto del Antiguo Testamento, se dispone de manuscritos en
hebreo y en otros idiomas. Esos «testigos» son la base fundamental de la crítica textual.
El análisis de los documentos requiere, en primer lugar, que se evalúen los textos
hebreos; posteriormente las traducciones antiguas se retraducen al hebreo y se comparan
con los manuscritos hebreos disponibles.
El Texto Masorético
El texto hebreo que se ha preservado en los manuscritos que han servido de base para
las ediciones contemporáneas de la Biblia Hebrea quedó prácticamente fijo luego del
llamado «Concilio» de Jamnia, a finales del siglo I d.C. Se conoce como «masorético»
porque su forma actual procede de la labor de los eruditos judíos llamados «los
masoretas».
El Pentateuco Samaritano
El pentateuco samaritano es un texto hebreo antiguo; su importancia reside en que es
independiente a la tradición de los masoretas. El ejemplar conocido más antiguo es el
texto de Abisha, y se conserva en la comunidad de Nabulus. Aunque los samaritanos
sostienen que lo preparó Josué, «trece años después de la conquista de Canaán», la copia
disponible se ha fechado en el siglo XI d.C.
Los Manuscritos de Qumrán
Los manuscritos descubiertos en → QUMRAN representan diferentes tradiciones
textuales, incluyendo las del texto masorético y la del pentateuco samaritano. Esos
descubrimientos proveen información valiosa en torno a la situación de los textos bíblicos
en Palestina en un período de transmisión textual importante: ca. 250 a.C—68 d.C.
En Qumrán se han encontrado copias de todos los libros del Antiguo Testamento, con
la posible excepción de Ester. Además, se han descubierto manuscritos de libros apócrifos
y seudoepígrafos.
Traducciones Antiguas
El objetivo de la «crítica textual» del Antiguo Testamento es identificar y evaluar las
variantes en los textos hebreos disponibles. Para lograr ese objetivo es necesario estudiar,
junto a los manuscritos hebreos, las versiones antiguas. Esas versiones están basadas en
manuscritos hebreos antiguos que pueden ayudar en la comprensión de los problemas de
transmisión textual. Entre las versiones antiguas más importantes se encuentran textos en
griego, arameo, sirio, latín y árabe.
Aunque el estudio de las versiones en la «crítica textual» del Antiguo Testamento se
mantendrá por los próximos años, su importancia ha disminuido. Los nuevos manuscritos
descubiertos en el desierto de Judá anteceden por siglos las copias de los manuscritos de
las versiones antiguas.
Foto: Servicios fotográficos Levant
Típica escena del desierto en la tierra de los antiguos edomitas en la
región sureña del mar Muerto.
La Septuaginta
La Septuaginta (LXX) o versión de los Setenta es la traducción al griego del Antiguo
Testamento hebreo. Además de su contribución a los estudios del texto bíblico hebreo,
esta versión es muy importante porque sirvió de base para la predicación evangélica
primitiva: fue el vehículo literario de los evangelistas de la iglesia ( Hch 8.26–40 ).
Representa la forma en que se utilizó el Antiguo Testamento durante la época apostólica.
El origen de la Septuaginta se relaciona con los judíos de Alejandría, por el año 250
a.C. Primeramente se tradujo al griego el Pentateuco, luego el resto del Antiguo
Testamento. En el documento conocido como «La carta de Aristeas» se presenta el origen
legendario de la versión.
Otras Versiones Griegas
Otros textos griegos de importancia para el estudio del texto del Antiguo Testamento
son: la versión de Aquila, la revisión de Teodocio y la versión de Symmachus.
La versión de Aquila (que fue un prosélito de Sinope, en Ponto, discípulo del rabino
Akiba) es extremadamente literal. Aunque el traductor manifiesta buen conocimiento del
griego, su objetivo era producir una traducción que reprodujera las particularidades del
hebreo. Esa misma característica la hace útil para el estudio del texto hebreo.
Teodocio fue un prosélito, según la tradición de la iglesia, que en el siglo II d.C.
revisó una traducción griega, basada en el texto hebreo.
Los estudiosos no están de acuerdo en la identificación del texto griego básico: para
algunos era la Septuaginta; según otros, revisó un texto anterior.
Symmachus preparó una nueva traducción griega del Antiguo Testamento por el año
170 d.C. El objetivo era producir una versión fiel a la base textual hebrea y, al mismo
tiempo, utilizar adecuadamente el griego. De acuerdo a Eusebio y San Jerónimo,
Symmachus era un cristiano de origen ebionita; según Epifanio, un samaritano convertido
al judaísmo.
Estas tres versiones griegas de la Biblia están incluidas en la gran obra de Orígenes.
El objetivo de «La Hexapla» era ayudar a los cristianos en sus discusiones exegéticas con
los judíos. El volumen se organizó en seis columnas: 1) el texto hebreo; 2) el texto hebreo
transliterado al griego; 3) Aquila; 4) Symmachus; 5) la Septuaginta; y 6) Teodocio. El
orden de las versiones en la presentación corresponde a su relación con el original
hebreo.
Foto de Howard Vos
El gran teatro en Éfeso, donde los adoradores de la diosa pagana
Diana casi atropellan a Pablo ( Hch 19.21–41 ).
Versiones En Otros Idiomas
La Peshita es la traducción de la Biblia al sirio. La calidad de su traducción varía de
libro en libro; en algunas secciones es literal, y en otras es libre. La base textual es similar
al Texto masorético.
Los tárgumes son traducciones expandidas del texto hebreo al arameo. Su utilidad en
los estudios textuales del Antiguo Testamento varía entre tárgumes y entre libros. Por lo
general, la base textual son manuscritos en la traducción masorética.
A partir del 389 d.C., San Jerónimo se dio a la tarea de traducir el Antiguo Testamento
al latín, utilizando como base el texto hebreo, no la Septuaginta como era la costumbre
cristiana. Aunque el traductor tenía un buen dominio del hebreo, la traducción revela un
interés particular por destacar las implicaciones mesiánicas del Antiguo Testamento. El
texto básico de la traducción es del texto masorético.
Foto: Universidad de Michigan
Página de un códice, libro primitivo, que contiene Ro 16.4–13 escrito
en el idioma griego.
Problemas Textuales
Uno de los objetivos de la crítica textual es, en primer lugar, identificar las
dificultades en el texto hebreo para, posteriormente, remover los errores que se han
incorporado en los manuscritos. Esa finalidad requiere una comprensión clara de la
naturaleza y la forma que manifiestan esos posibles errores textuales. Muchos factores
pueden propiciar la incorporación involuntaria de errores en un manuscrito; por ejemplo,
la lectura y la comprensión adecuada se dificulta cuando el texto que sirve de base para la
traducción o el copiado esta en mal estado físico, o simplemente por la fatiga del escriba.
Los problemas textuales en los manuscritos del Antiguo Testamento se pueden
catalogar de dos formas: los errores involuntarios relacionados con la lectura y escritura
de los textos; y los cambios textuales debidos a las alteraciones voluntarias introducidas
por los copistas.
Los errores involuntarios incluyen los cambios textuales introducidos en los
manuscritos cuando los escribas escuchaban, leían o copiaban erróneamente alguna letra,
palabra o frase. Entre esos errores se pueden identificar los siguientes: 1) confusión de
letras similares ( Is 28.20 ); 2) transposición de letras ( Is 9.18 ); 3) haplografía: omisión
de letras o palabras similares ( Is 5.8 ; Is 38.11 ); 4) ditografía: repetición de alguna letra,
palabra o frase ( Is 30.30 ); 5) omisión de palabras similares o que tienen terminaciones
idénticas ( Is 4.5–6 ); 6) errores en la unión o división de palabras ( Am 6.12 ; Is 2.20 );
7) vocalización equivocada ( Is 1.17 ); y 8) incapacidad de distinguir abreviaturas.
Las alteraciones voluntarias de los copistas tienen el objetivo de superar dificultades
textuales o teológicas. En ese período de transmisión textual, los manuscritos aún no se
consideraban inalterables, y los escribas deseaban hacer bien su trabajo de transmitir y
restaurar el verdadero texto. En sus labores podían evitar incomprensiones del mensaje y
dificultades en la lectura de los textos. En algunas ocasiones, las añadiduras son letras o
palabras que confirman una posible interpretación del texto. Como los manuscritos se
utilizaban para la lectura pública en la liturgia, otras alteraciones intentaban evitar
palabras raras, que podían malinterpretarse o pronunciarse mal ( Is 39.1 ), o sustituir
expresiones que podían ser religiosamente ofensivas ( Job 1.5 , 11 ; 2.5 , 9). Las glosas y
adiciones textuales pueden incluirse entre las alteraciones voluntarias de los copistas ( 1
R 18.19 ; cf. vv. 22–40 ).
CRÓNICAS, LIBROS DE En el canon hebreo, las Crónicas eran un solo libro
llamado Dibré Jayyamı́n ( hechos de los días ). En la LXX se dividió en dos que se
llamaron Paraleipomena ( cosas omitidas ) porque se creía que contenían historia que
«omitieron» los otros libros históricos, lo cual explica que en algunas versiones
catolicorromanas estos libros se llamen Paralipómenos.
Contenido
En la primera parte se resume la historia sagrada desde Adán hasta Saúl. De ahí en
adelante la narración va paralela con la de 2 Samuel y 2 Reyes, añadiendo algunos datos,
pero omitiendo otros muchos sobre todo los relacionados con el reino del norte.
PRIMERO DE
CRÓNICAS:
I.
A.
Desde Adán
hasta Noé
1.1–4
B.
Desde Noé
hasta
Abraham
1.5–27
II.
Un bosquejo para el
estudio y la enseñanza
La familia de Adán
1.1–27
La familia de
Abraham
1.28–54
A.
Desde Abraham
hasta Isaac
1.28–34
B.
Desde Isaac
hasta Israel
1.35–54
III.
La familia de
Israel
2.1–55
A.
Los hijos de
Israel
2.1–2
B.
Los hijos de Judá
2.3–55
Primera parte: Desde
Adán hasta Saúl ( 1.1
— 9.44 )
IV.
La familia de
David
3.1–24
A.
Los hijos de
David
3.1–9
B.
Los hijos de
Salomón
3.10–24
V.
Los descendientes
de las tribus
israelitas
4.1—
8.40
A.
La familia de
Judá
4.1–23
B.
La familia de
Simeón
4.24–43
C.
La familia de
Rubén
5.1–10
D.
La familia de
Gad
5.11–22
E.
La familia de
Manasés
5.23–26
F.
La familia de
Leví
6.1–81
G.
La familia de
Isacar
7.1–5
H.
La familia de
Benjamín
7.6–12
I.
La familia de
Neftalí
7.13
J.
La familia de
Manasés
7.14–19
K.
La familia de
Efraín
7.20–29
L.
La familia de
Aser
7.30–40
M.
La familia del Rey
Saúl
8.1–40
VI.
Los descendientes del
remanente
9.1–34
A.
La familia de las
tribus que
retornaron
9.1–9
B.
La familia de los
sacerdotes que
retornaron
9.10–13
C.
La familia de los
levitas que
retornaron
9.14–34
VII.
La familia de Saúl
9.35–44
I.
Segunda parte: El
reinado de David ( 10.1
— 29.30 )
David llega a ser rey
10.1—12.40
A.
Muerte de Saúl
10.1–14
B.
Unción real de
David
11.1–3
C.
Conquista de
Jerusalén
11.4–9
D.
Relato sobre
los hombres
fuertes de
David
11.10
—12.40
II.
La extracción del arca
del pacto
13.1—17.27
A.
Transportación
impropia del arca
13.1–14
B.
Prosperidad del
reinado de David
14.1–17
C.
Transportación
adecuada del arca
15.1–29
D.
Celebración del arca
en Jerusalén
16.1–
43
E.
Institución del pacto
davídico
17.1–27
III.
Las victorias militares
del rey David
18.1—
20.8
A.
Resumen de las
primeras victorias de
David
18.1–17
B.
Resumen de las
posteriores victorias de
David
19.1—20.8
IV.
La preparación y la
organización de Israel
para el templo
21.1—
27.34
A.
Censo pecaminoso
de David
21.1–30
B.
Provisiones
materiales para la
construcción del
templo
22.1–5
C.
Encargo a los líderes
para la construcción
del templo
22.6–19
D.
Organización de los
líderes del templo
23.1—26.32
E.
Organización de los
líderes de Israel
27.1–34
V.
Los últimos días de
David
28.1—29.30
A.
Exhortaciones
finales de David
28.1–10
B.
Provisiones finales
para el templo
28.11—29.9
C.
Última oración de
agradecimiento de
David
29.10–19
D.
Coronación de
Salomón
29.20–25
E.
Muerte del rey
David
29.26–30
Propósito Y Posición En El Canon
El autor pone en relieve la dinastía davídica, el → PACTO eterno que Yahveh había
hecho con David, el templo con su culto establecido por David, el papel de los → LEVITAS
y la Ley. Los libros de Samuel y Reyes se escribieron desde el punto de vista profético,
pero los de Crónicas desde el sacerdotal o levítico. Por tanto, estos tratan de asuntos
eclesiásticos relativos a la construcción y la dedicación del templo, y a las ordenanzas del
culto público. Hacen resaltar las épocas cuando la fe había sido la fuerza dominante entre
el pueblo y sus líderes (por ejemplo, los reinos de Asa, Josafat, Ezequías y Josías) y había
traído la prosperidad, y subrayan que el abandono de la fe verdadera redundaba en ruina y
maldición. La insistencia en lo anterior era necesaria para la comunidad posterior al
cautiverio a la que escribía el autor.
Son los últimos libros en el canon hebreo ( 2 Cr 24 ; cf. Mt 23.35 ). Dada la afinidad
de estilo, vocabulario, procedimiento y teología entre Crónicas y → Esdras-Nehemías ,
algunos han creído que anteriormente formaban parte de una misma obra. Aunque no
fuera así, es probable que los haya escrito un mismo autor o al menos cronistas de un
mismo círculo. Interpretada así, la obra del cronista (y su círculo) presenta una visión
panorámica de la historia de Israel (desde Adán hasta Nehemías) con su centro en la
época normativa de David. La obra expresaba el anhelo de la comunidad del
poscautiverio sobre el restablecimiento de la dinastía davídica en el reino del → MESÍAS .
( → CANON .)
SEGUNDO DE
CRÓNICAS:
Primera parte: El reinado
de Salomón ( 1.1 — 9.31 )
I.
La sucesión de
Salomón como
rey
1.17
IV.
La muerte de
Salomón
9.29–31
II.
Un bosquejo para el estudio
y la enseñanza
Se termina el
templo
2.1—7.22
III.
La gloria del
reinado de Salomón
8.1—9.28
I.
Segunda parte: Los reinados
de reyes selectos de Judá (
10.1 — 36.23 )
El reinado de
Roboam
10.1—
12.16
II.
El reinado de
Abías
13.1–22
III.
El reinado de
Asa
14.1–
16.14
IV.
El reinado de
Josafat
17.1
—20.37
V.
El reinado de
Joram
21.1–
20
VI.
El reinado de
Ocozías
22.1–
9
VII.
El reinado de
Atalía
22.10—23.15
VIII.
El reinado de
Joás
23.16—24.27
IX.
El reinado de
Amazías
25.1–28
X.
El reinado de
Uzías
26.1–23
XI.
El reinado de
Jotam
27.1–9
XII.
El reinado de
Acaz
28.1–27
XIII.
El reinado de
Ezequías
29.1—
32.33
XIV.
El reinado de
Manasés
33.1–20
XV.
El reinado de
Amón
33.21–25
XVI.
El reinado de
Josías
34.1—35.27
XVII.
El reinado de
Joacaz
36.1–3
XVIII.
El reinado de
Joacim
36.4–8
XIX.
El reinado de
Joaquín
36.9–10
XX.
El reinado de
Sedequías
36.11–21
XXI.
La proclamación
de Ciro sobre el
retorno a Jerusalén
36.22–23
Autor Y Fecha
La obra es anónima pero la tradición judía la atribuye a Esdras. Hay diversidad de
opiniones respecto a la identidad del autor. La tradición judía, el ambiente de la época, la
posición de Esdras como escriba, la biblioteca que según Josefo poseía Nehemías y la
ausencia de pruebas de que se haya escrito en fecha posterior, ha hecho creer a algunos
que el autor fue Esdras (458–398 a.C.). También se ha afirmado que no fue Esdras, sino
otro que después se habrá valido de los escritos de él. Y hay quienes se inclinan por una
fecha ca. 300 a.C., basándose en la oposición del cronista a la comunidad samaritana que
empezó ca. 350 a.C.
Resumiendo, las Crónicas son un libro del poscautiverio cuyo autor quizás fue Esdras
o, menos probable, un levita que en una época posterior se aprovechó de los escritos de
Esdras.
El autor dice haber usado documentos como base de su obra. Mucho del material es
paralelo al de Samuel y Reyes, pero no se sabe si el cronista cita estos libros o si ha usado
las mismas fuentes. Menciona seis fuentes históricas ( 1 Cr 9.1 ; 27.24 ; 2 Cr 16.11 ; 24.7
; 27.7 ; 33.18 ) que bien podrían ser diferentes nombres de una misma obra. También usa
ocho fuentes proféticas ( 1 Cr 29.29 ; 2 Cr 9.29 ; 12.15 ; 13.22 ; 20.34 ; 26.22 ; 32.32 ;
33.19 ; 35.25 ).
Marco Histórico
Muchos críticos han dudado de la historicidad de Crónicas, arguyendo que contienen
datos idealizados, exagerados e incluso inventados con fines apologéticos. Pero estudios
recientes y nuevos descubrimientos arqueológicos tienden a confirmar los relatos de
Crónicas. Aún quedan problemas difíciles de resolver, como ciertas discrepancias
(especialmente numéricas) entre las narraciones de Crónicas y las de Samuel y Reyes,
pero otros que parecían irresolubles hoy pueden explicarse como errores de transmisión o
con la costumbre de usar ciertos números hiperbólicamente (por ejemplo, 2 Cr 14.9 ). (
→ ESDRAS ; NEHEMÍAS .)
CRONOLOGÍA DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Desde la creación hasta los patriarcas
En su famosa cronología, el obispo Usher estimó como fecha de la creación del
mundo el año 4000 a.C., basándose para ello en los patriarcas ( Gn 5.3–32 ; 7.11 ; 9.28 ,
29 ; 11.10–26 ) según el texto masorético. Pero si se usa el texto samaritano o el de la
LXX, se llega a resultados distintos. Sin embargo, no debe descartarse la teoría de las
lagunas; es decir, si se afirma en el texto que «A» engendró a «B» esto no significa
exclusivamente que «B» sea el hijo inmediato de «A». Puede tratarse del nieto o del
bisnieto o de descendientes aun más remotos.
Una tercera teoría interpreta la lista de los patriarcas no como individuos sino como
representantes de dinastías. Al comparar las listas de los patriarcas resulta preferible el
uso del texto masorético porque el texto samaritano y la LXX aplican su propio criterio y
redondean las cifras. Con todo, sin embargo, debe llegarse a la conclusión de que es
imposible calcular la edad del mundo a base de datos exclusivamente bíblicos. Cabe
mencionar que la cronología judía actual toma el año 3761 a.C. como año de la creación,
resultado que obtiene de distintos datos de la Biblia y del Talmud.
Además, debe tenerse en cuenta que, a veces, para determinar ciertos acontecimientos
se hace referencia a otros sucesos; por ejemplo, la visión de Amós en el segundo año
después del terremoto, y hoy día no es posible aprovechar con sentido absoluto tales
datos históricos. Y para expresar tiempos más amplios, como la duración de una
generación, de un reinado o de otro oficio, redondeaban la cifra y decían «40 años» ( Jue
3.11 ; 5.31 ; 8.28 ; 13.1 ; 15.20 ).
Foto de Howard Vos
Éfeso era una ciudad importante de la era neo-testamentaria. Aun
puede verse esta hermosa calle de mármol que lleva a un puerto
cercano.
Desde Abraham Hasta La Monarquía
Sería de gran provecho para poder fechar con exactitud la prehistoria de Israel, o sea
el tiempo entre Abraham y el éxodo de Egipto, si pudiéramos señalar como punto de
partida acontecimientos paralelos en la historia profana. Muchos han creído que en Gn 14
se ofrece tal punto de comparación. El capítulo describe la lucha de Abraham contra
cuatro reyes que invadieron a Israel. Se ha intentado identificar a estos reyes con algunos
conocidos de la historia antigua: → AMRAFEL con Hammurabi, rey y legislador de
Babilonia (1728–1686); Arioc con Arriwuku el de las cartas de Mari ( ca. 1750); y Tidal
con Tudhalia, nombre de varios reyes hititas. Pero en ningún caso es segura la
identificación.
El antecedente cultural reflejado en la historia de los patriarcas sugiere la primera
mitad del segundo milenio a.C. Asimismo la historia de José cuadra con el período en que
los → HICSOS dominaron a Egipto ( ca. 1710–1570).
Sobre la permanencia de los israelitas en Egipto existen varias opiniones. Por un lado,
los 430 años de Éx 12.40 parece ser demasiado tiempo si desde Jacob a Moisés hay
solamente cuatro generaciones ( Éx 6.16–20 ). Además, según la LXX, los 430 años
abarcan también la estadía de los patriarcas en Canaán. Sin embargo, la genealogía de Éx
6.16–20 probablemente es esquemática, ya que Bezaleel, contemporáneo de Moisés, es la
séptima generación de Jacob ( 1 Cr 2.18–20 ), y de Jacob a Josué hay doce generaciones (
1 Cr 7.23–27 ). A la luz de estos datos y los cuatro siglos de Gn 15.13 , es preferible
aceptar los 430 años como la duración real de la permanencia en Egipto.
Algunos fechan el → ÉXODO en el siglo XV a.C. basándose en la cifra de 1 R 6.1 que
lo coloca 480 años antes de la construcción del templo de Salomón. Además, Garstang,
quien excavó parte de Jericó, afirmó que esta ciudad la destruyeron poco antes de 1400
a.C.
Por otro lado algunos ven la cifra de 480 como número esquemático que implica doce
generaciones o quizás un error de copista, pues una serie de pruebas indican que el éxodo
cabe mejor en el siglo XIII. Los esclavos israelitas edificaron las ciudades del delta, Pitón
y Ramesés, pertenecientes a los reinados de Seto I (1302–1290) y Ramsés II (1290–
1224). (No hay base para la teoría de que Ramsés II solo renombró construcciones
anteriores.) Las pruebas disponibles indican que la existencia de poblaciones sedentarias
en Edom y Moab (contra las cuales lucharon los israelitas) cabe mejor en el siglo XIII
que en el siglo XV. La arqueóloga K.M. Kenyon afirma que la destrucción de Jericó, que
Garstang fechó ca. 1400, fue más bien una etapa de la civilización ocurrida mucho antes.
Además, la arqueología muestra que varias ciudades de Canaán (Laquis, Bet-el, Hazor,
etc.) fueron destruidas a finales del siglo XIII, lo cual pareciera tratarse de la conquista de
Josué.
La estela de Merenptah (rey egipcio), fechada 1220 a.C., indica que Israel ya estaba
establecido en Canaán por aquel entonces. Este rey afirma que derrotó a Israel y destruyó
sus cosechas, de modo que el éxodo debe fecharse por lo menos 40 años antes.
Considerando todos los datos, la mejor fecha para el éxodo sería ca. 1280 a.C. Aunque
las cifras de Jueces parecen contradecir esto, debemos recordar las costumbres y modos
de calcular el tiempo en el mundo antiguo. A cada juez correspondía el gobierno de una
sola tribu, pero en ocasiones varios de ellos deben haber gobernado simultáneamente una
tribu.
Foto de Howard Vos
Ruinas del gran teatro al aire libre en Éfeso (parte inferior derecha
de la foto), en donde Pablo casi lo atropellan los adoradores paganos
por proclamar lealtad al único y verdadero Dios ( Hch 19.21–41 ).
La Monarquía
Para la cronología de este tiempo se cuenta con muchas más fuentes y documentos
que para la del período anterior: los datos paralelos de la antigua historia oriental y
especialmente los datos cuneiformes de los asirios y babilonios son de gran valor, pues
estos pueblos conocían ya el calendario del sol. Con estos datos, astrónomos modernos
sugieren que la mención de un eclipse de sol en el año de Ber-segale corresponde al 15 de
junio de 763; también permitió confirmar la lista de los reyes asirios. Por otra parte, como
los reyes asirios y babilonios se relacionaron con los reyes de Israel y Judá, de sus
historias pueden obtenerse datos que aporten a una recopilación de la historia de Israel y
Judá.
Pueden considerarse como seguras las siguientes fechas: Batalla de Qarqar, durante el
reinado de Acab en Israel, 853; conquista de Samaria por Sargón en el año de su
ascensión al trono, 722; sitio de Jerusalén por Senaquerib (705–681) en su cuarto año,
701; batalla de Carquemis en el año 21 de Nabopolasar, 605; conquista de Jerusalén por
Nabucodonosor II (605–592), 597; destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor, 587–86.
Para fechar el período de la monarquía, los dos sistemas más aceptables son los de
Albright y de Thiele, que difieren poco entre sí. En el sistema de Albright se supone que
existen algunos errores (quizás de copista) en los datos bíblicos, los cuales hacen
necesarios ciertos ajustes. Thiele se ocupa en armonizar los datos por medio de un
análisis de los cómputos usados por los autores.
En primer lugar hay que suponer varias corregencias simultáneas en un mismo
reinado, cuando el sucesor iniciaba su gobierno mientras el titular aún vivía (cf. 2 R 15.5
).
Además, existe el problema de determinar cuándo comienza el nuevo año. En Judá,
este se contaba desde el 1° de tisri (septiembre-octubre), pero en Israel festejaban el
comienzo del año en el mes de nisán; había años de nisán para Israel y años de tisri para
Judá. También hubo dos sistemas para fechar el inicio de un reinado: tomando en cuenta
el año de la entronización del rey (en tal caso un mismo año fue contado como el último
del antiguo rey y el primero del nuevo rey), o anotando el año que seguía a la
entronización. Se cree que Israel y Judá usaron diferentes sistemas, por lo menos en
algunas épocas.
Aunque todavía algunas fechas son discutibles, el cuadro siguiente (del reino
dividido), con pocos ajustes, utiliza las conclusiones de Thiele, ya que este armoniza
mejor los datos bíblicos y toma en cuenta los datos y la metodología del Cercano Oriente
Antiguo.
Foto de Howard Vos
Estatua de Amenofis II de Egipto. Muchos eruditos creen que era el
faraón reinante cuando el pueblo hebreo recibió la libertad de la
esclavitud bajo el liderazgo de Moisés.
Después Del Cautiverio
Las fechas de los reyes babilonios y persas mencionadas en esta época se pueden fijar
con certeza, aunque el Antiguo Testamento da pocos datos cronológicos después del
cautiverio. Se ha discutido la fecha de Esdras en relación con la de Nehemías. Existe
cierta prueba (pero no conclusiva) de que Esdras no precedió a Nehemías en Jerusalén.
Por tanto, algunos creen que Esdras llegó en el séptimo año de Artajerjes II (397) o en el
año 37 de Artajerjes I (428) en vez de la fecha tradicional de 458 que es el séptimo año de
Artajerjes I ( Esdras 7.7 ).
Bibliografía:
Bright, Historia de Israel . BJ . NBD .
LAS CIVILIZACIONES DEL MUNDO ANTIGUO
Compliado por J. Mervin Brenemen
EGIPTO
SIRO-PALESTINA [Y
ANATOLIA]
Prehistoria anterior a 3000 Ocupación sedentaria en
a.C.
Jericó desde 6000 a.C.
MESOPOTAMIA
Período histórico
Egito unido bajo las
dinastías I y II
Imperio Antiguo, 2565–
2180
Dinastías IV–VI
Grandes pirámides
Textos religiosos
Decadencia y
recuperación, 2180–2000
Dinastías XIII–X
Dinastía XI
Poder centralizado en
Tebas
Imperio Medio, 2000–
1786
Dinastía XII
Poderoso gobierno central
Capital en Menfis
Prosperidad
Literatura clásica
(dinastías X–XII)
(Memorias de Sinuhé)
Segundo período
intermedio, siglos XVIIIXVI
Dinastías XIII–XIV,
Incertidumbre
Ocupación de los hicsos,
1720–1560
Dinastías XV y XVI
Dinastías XVII, 1600–
1570
Reyes de Tebas expulsan
a los hicsos
Imperio Nuevo
Dinastía XIII, 1570–1304
Amosis, 1570–1545
Amenofis I, 1545–1525
Tutmosis I, 1525–1508
Tutmosis III, 1490–1436
Amenofis II, 1436–1410
Tutmosis IV, 1410–1402
Amenofis III, 1402–1364,
Cartas de El Amarna
La Edad de Bronce Antiguo, Cultura sumeria, 2800–2400
3100–2300
Primera literatura en Asia
Tumbas de los reyes
Extensión del poderío hasta el
Mediterráneo
Período intermedio: Bronce Supremacía de los acadios,
Antiguo
2360–2180
Bronce Medio, 2200–1950 Sargón I el gran rey (de Acad)
Invasión de los guti, 2180–
2080
La Edad del Bronce Medio, Tercera dinastía de Ur, 2060–
1950–1550
1950
(sumerios)
Patriarcas en Canaán
Presión de los semitas en el
norte
(Comerciantes asirios en
Asia Menor,
1900–1750)
Israelitas en Egipto
(Antiguo Imperio Hitita,
1740–1500)
La Edad del Bronce
Reciente, 1550–1200
Egipto contra Palestina
Primera dinastía de Babilonia,
1830–1531
Epopeya de Gilgames escrita
(Amorreos, Zimri-Lin rey de
Mari Samsí-Adad
I de Nínive, siglo XVIII)
(Los archivos de Mari)
Hammurabi, 1728–1686
Conquista Mari
Código de leyes
Dinastía casita, 1600–1150
En Babilonia desde 1531
Imperio Mitani, 1500–1370
Tablillas de Nuzi, 1500–1400
Amenofis IV, 1364–1347
Horembeb, 1333–1304
Dinastía XIX, 1304–1200
Seti I, 1303–1290
Ramsés II, 1290–1224
Dinastía XIX, 1304–1200
Asiria gana poder, 1350–1200
Seti I, 1303–1290
(Nuevo Imperio Hitita,
Ramsés II, 1290–1224
1375–1200)
Textos de Ugarit, siglos
XIV–XIII
Batalla de Cades, 1286
(hititas y egipcios)
Pacto de no agresión
egipcio-hitita (1280)
Estelas de Seti I y Ramsés II
en Beisán
Éxodo (1280 ?)
HISTORIA DE ISRAEL
EGIPTO
Meneftá,
1224–1211
PALESTINA
Conquista de Palestina por
los israelitas, 1250–1200
Victoria de Meneftá sobre
los israelitas, 1220
(según su estela)
Imperio Cananita–Hazor,
1221
Dinastía XX La Edad de Hierro I, 1200–
, 1200–1065 970
Período de los jueces hasta
Ramés III,
1026
1175–1144
Invasión de los filisteos
Derrota a los Confusión política
pueblos del
Mar
Decadencia
Débora y Barac derrotan a
los cananeos, ca. 1125
Gedeón
Muerte de Elí, ca. 1050
Samuel, ca. 1045
Saúl, ca. 1030–1010
David, 1010–970 Hiram I
en Tiro
Sisac I, 945– La Edad de Hierro II, 970–
OTRAS NACIONES
Cultura de los micenios (Grecia) ca. 1500–
1200
Caída de Troya, ca. 1200
Griegos colonizan la costa agea de
Asia Menor,1200
Decadencia de Asiria
Invasión de los arameos en Siria
Wen-Amón (Egipto), ca. 1100
Breve resurgimiento de Asiria
Tiglat-pileser I, 1116–1078
Asiria débil de nuevo
Reinos arameos (Damasco, Soba, Jamat)
(Influencia fenicia en Israel, en tiempo de
David y Salomón)
Asur-Dan II, 935–913 (Asiria)
924
ISRAEL
Dinastía de
Jeroboam I
Jeroboam I,
931/30–
910/09*
Nadab,
910/09–
909/08
Dinastía de
Baasa
Baasa,
909/08–
886/85
Ela, 886/85–
885/84
Zimri,885/84
Dinastía de
Omri
Omri,
885/84–
874/73
(con Tibni,
885/84–880)
Funda
Samaria:
Controla
Moab
Acab,
874/73–853
Ocozías,
853–852
Joram, 852–
580
Salomón, 970–931
Calendario de Gezer,
siglo X
PROFETAS
Ahías
Semaías
1 Reyes 11.30 1 Reyes
12.22
Jehú
1 Reyes 16.1
JUDÁ
Dinastía de
David
Roboam,
931/30–913
OTRAS NACIONES
Siria
Asiria
Decadencia
Campaña de
Sisac
en Palestina, 925
Adad-Nirari II,
912–892
^
Abiam, 913–
911/10
Asa, 911/10–
870/69
Ben-Adad I
(?)
890–860
Azarías
2 Crónicas (Guerra contra
15.1
Baasa, 895)
Hanani
2 Crónicas
16.7
Asur-nasir-Pal II,
884–859
Asiria despierta
de nuevo
Elías
Micaías
Eliseo
Josafat,
870/69–848
(corregente
Eliezer
desde
2 Crónicas 873/72)
20.38
(Reforma, 867)
(Controla
Edom)
Joram , 848–
841
(corregente
desde 853)
Ben-Adad
II (?)
860–842
Guerra
contra Acab
Hazael,
842–805
Salmanasar III,
859–824
(Batalla de
Qarqar, 853)
Jehú paga tributo,
841
841
Campaña
contra Noab
Dinastía de
Jehú
Jehú, 841–
814/13
Edom se libera (Piedra
Ocozías, 841 moabita
Atalía, 841–835 ca. 830)
Joel 825 ? Joás, 835–796
(o ca. 400) (Reforma)
Joacaz,
814/13–798
Joás,
798/782/81
Jeroboam II,
782/81–753
(corregente,
793–782/81)
(Ostraca de
Samaria)
Zacarías,
753/752
Jonás
Amós, 760
Oseas, 750–720
Samsi-Adad V,
824–811
Adad-Nirari III,
811–783
Ben-Adad
Amasías, 796– III (?)
767
796–770
Decadencia asiria
Reconquista a Israel
Fenicios fundan
Edom
domina a Cartago, 814
Azarías, 767– Siria
740
ca. 770–750 Tiglat-pileser III,
(corregente
745–727 (Recibe
desde 791)
tributo de
Reconquista del Rezín, 760 Manahem 741.)
sur
Empieza la
hasta Elat
política de
trasladar los
pueblos
conquistados
Últimos
reyes
Salum, 752
Manahem,
Isaías
752–742/41
742–700 Jotam, 740/39– Alianza
Pekaía,
Miqueas
732/31
siro-israelita
742/41–
742–687 (corregente
invade Judá, Salmanasar V,
740/39
750–740/39) 735
727–722
Peka,
Acaz, 732/31– Siria cae
Sargón II, 722–
740/39–
716/15
ante
706
732/31
(corregente,
Asiria, 732
(corregente,
735–732/31
752–740/39)
o desde 744/43)
Oseas,
732/31–
723/22
(alianza con
Egipto)
Toma de
Samaria, 722
* La forma doble de las fechas (por ejemplo: 931/30–910/09), se usa porque el año
hebreo no corresponde con nuestro año de enero a diciembre.
JUDÁ
BABILONIA
Reyes
Ezequías,
716/15–687/86
(corregente
desde 729)
(Inscripción de
Siloé)
El Imperio Neobabilónico
Manasés, 687– 626–539
Nahum, ca. 642
Nabopolasar 626–605
628
(corregente,
Jeremías, 627 697–687)
Hulda
Sofonías, 625 Amón 642–640
Habacuc, 609 Josías, 640–609
Reforma (se
extiende
a Samaria)
ASIRIA
Profetas
Profetas
Josías muerto
al oponerse
a Necao, 609
Joacaz, 609
Joacim, 609–
598
(Puesto en el
trono por
Necao; desde
605 vasallo
de Babilonia)
Joaquín, 598–
597
Sedequías,
597–587
(cartas de
Laquis)
Jerusalén cae,
587
Reyes
Hageo, 520
Edicto de Ciro,
538
Zorobabel en
Jerusalén,
538
Se inicia la
Ezequiel
(593–573)
Daniel
Nabucodonosor, 605–562
Batalla de Carquemis, 605
(Nabucodonosor derrota a
Necao)
Daniel y amigos al
cautiverio, 605
Muchos judíos, Ezequiel al
cautiverio, 597
Amel-Marduk, 562–559
Amel-Marduk indulta a
Joaquín, 561
Nabonido, 559–539
(Belsasar actúa en
Babilonia)
Babilonia capturada por
Ciro, 539
Senaquerib, 705–681
Esaradón, 681–669
Asiria (derrota a Tirhaca de
Egipto, 671)
Asurbanipal, 669–633
Gran biblioteca en Nínive
Nínive destruida por los
medos y
babilonios, 612
OTRAS NACIONES
Necao II (Egipto), 609–593
Ciajares (Media), 625–585
(Leyes de Solón: Atenas, 594)
Astiages (Media), 585–550
Ciro (Persia) derrota a
Astiages, 550
Toma a Sardis, 546
IMPERIO PERSA
(ARQUEMENIDA)
Ciro, 550–530
Cambises, 530–522
Cambises conquista Egipto,
525
(Establecimiento de la
Darío I 552–486
república de
Gran palacio en Persépolis Roma, 509)
Zacarías, 520
(?)
Malaquías,
460 (?)
Abdías (?)
Joel, ca. 400
(?)
(o ca. 825)?
construcción Jerjes I, 486–465
del templo, 537 Artajerjes I, 464–423
Resumen
Darío II Notas, 423–404
construcción, Los judíos en Babilonia
520
prosperan
Templo
(archivos de la familia
terminado, 515 Marusu)
Artajerjes II, Mnemón,
Esdras a
404–359
Jerusalén, 458 Artajerjes III, Ojus, 359–
(ó 428? ó 398?) 338
Nehemías en Arsas, 338–336
Jerusalén, 445 Darío III, Codomano, 336–
Bagoas,
331
gobernador
Persia cae ante Alejandro
Magno, 331
Batalla de Maratón, 490
(persas y griegos)
Papiros en la colonia judía en
Elefantina
(Egipto), 498–399
Persas toman a Atenas pero
son
derrotados en Salamina, 408
Edad de Oro: Pericles
(Atenas), 461–429
Platón, 429–347
Guerra del Peloponeso
(Grecia), 431–304
Egipto se libera de Persia, 401
Rebelión de Ciro el Joven
(expedición descrita en la Anábasis de
Jenofonte), 401
Aristóteles, 384–322
Persas reconquistan a Egipto,
342
CRONOLOGÍA DEL PERÍODO INTERTESTAMENTARIO
JUDEA
Tolomeo I* entra a
Jerusalén, 320
EGIPTO
Alejandro Magno,
332–323
Tolomeo I, Soter,
323–285
SIRIA
Seleuco I, Nicator,
312–281
Tolomeo II, Filadelfo, Antíoco I, Soter,
285–246
281–261
Antíoco II, Theos,
Tolomeo III,
261–246
Antíoco III conquista a Evergetes, 246–222 Seleuco II,
Palestina, 198
Calinicios, 246–
Tolomeo IV,
226
Helenización de
Filopator, 222–205 Seleuco III, Soter,
Jerusalén bajo el
Tolomeo V, Epífanes, 226–223
sumo sacerdote Jasón, 205–180
Antíoco III, El
175
Tolomeo VI,
Grande, 223–187
Melenao, sumo
Filometor, 180–145 Seleuco IV,
sacerdote, 172
Filopator, 189–174
Antíoco IV saquea el
Antíoco IV,
templo, 169
Epífanes, 175–163
NOTAS
Cumplimiento de
Daniel 11 ?
¿Establecimiento de
Qumrán?
Fiesta de Hanukkah
Templo judío en
Leontópolis
Profanación del
templo, 167
Rebelión de Matatías,
167–6
Judas Macabeo toma el
mando, 166–60
Reedificación del
templo, 164
Jonatán, 160–143
Jonatán llega a ser
sumo sacerdote, 152
Simón, 142–134
Declaración de
independencia, 142
Juan Hircano I, 134–
104
Aristóbulo I, 104
Alejandro Janeo, 103–
76
Alejandro Salomé, 76–
67
Aristóbulo II, 67–63
Juan Hircano II, sumo
sacerdote,
63–40
Herodes, rey de Judea,
37–4
¿Los rollos del mar
Muerto?
Tolomeo VII, 145
Tolomeo VIII, 145–
116
Antíoco V, Eupator, Destrucción del templo
163–162
samaritano, 129
Demetrio I, Soter,
162–150
Alejandro Balas,
150–145
Demetrio II, 145–
Tolomeo IX, 116–109 138
Tolomeo X, 108–89 con Antíoco VI,
145,142
Antíoco VII,
Sideletes, 138–129
Demetrio II,
Nicator, 128–125
Alejandro Zabinas,
125–123
Antíoco VIII, 122–
113
Seleuco V, 122
Antíoco IX, Cicico,
113–95
Tolomeo XI, 88–80 Guerras de
sucesión, 95–84
Tigrames el
Conquista de Jerusalén
Tolomeo XIII y
armenio, 83–69
por
Cleopatra, 51–48
Antíoco VII (de
los romanos, 63
Cleopatra y Tolomeo nuevo), 68–64
XIV y XV, 47–42
Pompeyo conquista
Antonio y Cleopatra, a Siria, 63
42–31
Conquista de Egipto
por Roma
(Octavio), 31
*Tolomeo o Ptolomeo
CRONOLOGÍA DEL NUEVO TESTAMENTO
IMPERIO
ROMANO
PALESTINA
MINISTERIO DE
JESÚS Y ACTIVIDAD
APOSTÓLICA
PRODUCCIÓN
LITERARIA
César Augusto, Herodes el Grande, rey Nacimiento de Jesús, 7–4
27a.C.—14 d.C de Judea, 37–4a.C.
a.C
Arquelao, etnarca de
Judea, 4 a.C.—6 d.C. Bautismo de Jesús, fin 27
Tiberio, 14–37 Herodes Antipas,
d.C.
d.C.
tetrarca de Galilea, 4 Crucifixión y
a.C.—39 d.C.
resurrección, 30 (Pascua)
Herodes Felipe,
Calígula, 37– tetrarca de Iturea, 4
Conversión de Pablo, 33–
41
a.C.—34 d.C.
34
Poncio Pilato,
Primera visita de Pablo a
procurador romano, Jerusalén, 36
Claudio, 41–54 26–36 d.C.
Martirio de Jacobo, 41
Edicto de
Pablo viaja a Jerusalén,
expulsión de
46*
los judíos, 49 Herodes Agripa, 41–
44*
Primer viaje misionero,
47–48
Concilio apostólico, 49
Segundo viaje misionero,
49–52
Llegada de Pablo a
Nerón, 54–68 Herodes Agripa II, 50 Corinto, 50
—ca. 100
Llegada de Galión a
(tetrarca del territorio Corinto, 51*
septentrional)
Estancia de Pablo en
Éfeso, 53
Félix, procurador
Regreso de Pablo a
romano, 52–59
Jerusalén, 57
Galba, 68–69
Otto, Vitelio,
69
Vespasiano,
69–70
Tito, 79–81
Domiciano,
81–96
Nerva, 96, 98
Trajano, 98–
117
Festo, procurador
romano, 59–61
¿Gálatas?, 48/49
1 y 2 Tesalonicenses,
51
1 Corintios, 55
2 Corintios, Filipenses,
56
Romanos, 57
Santiago, Colosenses,
Filemón, 60
61–62, Efesios, 61
1 Timoteo, Tito, 66
2 Timoteo, 2 Pedro, 67
Marcos, 68/69
Hebreos, 69
Prisión en Cesarea, 57–59 Mateo, Lucas, Hechos,
Llegada de Festo a
72/74
Cesarea, 59*
Juan, 1, 2, y 3 Juan,
Salida de Pablo hacia
Apocalipsis, 90–100
Roma
Llegada de Pablo a Roma,
60
Martirio de Jacobo
Guerra judía, 66–70 hermano del Señor
Destrucción de
Martirio de Pedro, 64
Jerusalén por Tito, 70 Martirio de Pablo, 67
Persecuciones bajo
Domiciano, 81–96
Muerte de Juan, 100
* Cinco fechas guías, relativamente seguras, de las que se parte para elaborar la
cronología.
CRONOLOGÍA DEL PERÍODO INTERTESTAMENTARIO Desde el
punto de vista de la historia bíblica, son pocos los acontecimientos importantes después
de las conquistas de Alejandro. Los escritores judíos no conservaron documentos
referentes a esta época comparables con las narraciones del Antiguo Testamento, sino
hasta principios del siglo II a.C., cuando comienza la gesta de los macabeos. Los libros
→ APÓCRIFOS que pertenecen a este período son de fecha incierta. Por esta razón nuestra
cronología será más detallada a partir del año 167 a.C., cuando comienza el período de
los macabeos. Sin embargo, es imposible dar fechas exactas para muchos
acontecimientos, y quizás otras cronologías muestren una variación de uno o dos años.
En cuanto al cómputo del tiempo, los judíos (y todos los territorios circundantes) lo
contaban a partir de la era seléucida, que corresponde al año 312 a.C. Durante el período
de los macabeos, contaban los años a partir del comienzo de cada gobernante nacional.
Puesto que durante este período, como en siglos anteriores, la historia de Palestina se
desenvolvió entre Egipto y un gran poder asiático, en la correspondiente cronología
colocamos los acontecimientos de Palestina entre los de Egipto y Siria, hasta que Roma
aparece en el ámbito de las tierras veterotestamentarias.
CRONOLOGÍA DEL NUEVO TESTAMENTO Tarea difícil es la de fechar
los acontecimientos narrados en el Nuevo Testamento debido a la escasez de datos y a la
complejidad del calendario del siglo I. Los historiadores seculares prestaron poca
atención al movimiento cristiano, y puesto que los escritores cristianos tuvieron otros
fines además de los historiográficos, solo podemos inferir una cronología aproximada, lo
cual trae como resultado toda una gama de opiniones. En la tabla adjunta se
sobreentiende para casi todos los casos una fecha aproximada. (Para la cronología de la
vida de Jesús → JESUCRISTO ; HERODES ; CIRENIO ; CENA DEL SEÑOR .)
Para la época apostólica, los pocos datos cronológicos provenientes de las epístolas
ubican ciertos hechos únicamente en relación con otros también difíciles de fechar. Para
una cronología absoluta hay que recurrir a Hechos. De los acontecimientos allí
mencionados, solo a cinco se les puede asignar fechas más o menos fijas, gracias a las
fuentes judías o romanas (indicados en la tabla con un *): la muerte de Herodes → AGRIPA
I, el hambre en Judea durante la procuraduría de Tiberio Alejandro y el gobierno de
Claudio ( Hch 11.28 ), el edicto de → CLAUDIO que ordenaba salir de Roma a los judíos, el
proconsulado de → GALIÓN y la procuraduría de → FESTO .
Las demás fechas tenemos que inferirlas de estas. Para el período 30–50, los puntos
de referencia de la cronología son las visitas de Pablo a Jerusalén, de las cuales Hechos
menciona cinco ( 9.26–30 ; 11.30 con 12.25 ; cap. 15 → CONCILIO DE JERUSALÉN ; 18.22 ;
21.17ss ) y → GÁLATAS menciona dos ( 1.18–24 ; 2.1–10 ). De la correlación que se haga
de estas dos listas dependerá nuestra teoría. La tabla adjunta identifica la visita de Hch
11.30 y 12.25 con la de Gl 2.1–10 . Para el período 50–70, nos servimos de las fechas de
Galión y Festo, y acomodamos los datos de Hechos convencionalmente. Es curioso, pero
así sabemos el mes exacto cuando ocurrieron ciertos acontecimientos sin poder precisar
el año ( → PABLO ).
Consúltense los artículos sobre cada libro del Nuevo Testamento para ver los
problemas que presenta la determinación de las fechas.
Bibliografía:
DBH , pp. 967s, 1384–1397. VD III, pp. 320–327.
CRUZ, CRUCIFIXIÓN Instrumento de muerte en que murió Jesucristo, inspirado
quizás en la antigua costumbre de empalamiento, ya que la palabra griega stauros (cruz),
significa palo o estaca vertical. Inventada posiblemente por los persas o fenicios, la
usaron los griegos y cartagineses, y sobre todo los romanos.
Además de la crux simplex o palo vertical, se empleaban otras formas. La crux
commissa (o de San Antonio) que tenía la forma de una T mayúscula, y la crux immisa ,
en que el palo vertical sobresalía sobre el horizontal. Según la tradición, esta última fue la
cruz en que murió Jesús. La referencia en los Evangelios al título sobre la cabeza de Jesús
(por ejemplo, Mt 27.37 ) respalda esta idea. El uso de la crux decussata (de San Andrés),
en forma de X, no se ha podido comprobar definitivamente.
La cruz consistía en un palo vertical de unos 2, 5 m de largo (que muchas veces se
dejaba permanentemente en el lugar de ejecución), el palo transversal o patibulum , y una
saliente de madera o sedile , que servía de asiento para sostener el cuerpo del crucificado
y prolongar así su martirio.
Foto de Gustav Jeeninga
Ruinas de una iglesia en Laodicea, mostrando grabados de dos
cruces latinas y el peculiar diseño de una cruz griega al frente.
Para los escritores romanos, la crucifixión era «el suplicio más cruel y horroroso de
todos». Se aplicaba generalmente a esclavos y a libres no romanos, por crímenes de robo,
homicidio, traición o sedición. Después de condenado, el reo sufría los → AZOTES
prescritos, lo que a veces producía la muerte. Luego se le imponía el patibulum y se le
llevaba por las calles principales hacia un lugar fuera de la ciudad. Iba custodiado por
cuatro soldados, y llevaba un «título» o tablilla blanca con su nombre y delito escrito.
Cuando los evangelistas escuetamente dicen de Cristo que «le crucificaron», se
refieren a un proceso bien conocido. En el lugar de ejecución, los soldados desnudaban al
reo y tomaban sus vestidos como botín. Luego de atarle o clavarle las manos al
patibulum , levantaban este con la víctima y lo colocaban en su lugar, de manera que los
pies quedaban a poca distancia de la tierra. Los pies y las manos podían atarse o, como en
el caso de Cristo, clavarse a la cruz ( Lc 24.39 ). Los restos recién descubiertos de un
crucificado en Palestina indican que un solo clavo atravesó lateralmente ambos tobillos.
Por último se aseguraba el título, dejando a la víctima en agonía.
Foto de Gaalyah Cornfeld
Restos de un crucificado descubiertos por arqueólogos, con una púa
atravesada a través de los huesos de los pies de la víctima.
Lo horrible de la muerte por crucifixión se debía en parte al intenso dolor causado por
la flagelación, los clavos y la incómoda posición del cuerpo que dificultaba la
respiración. Además, la deshidratación por la pérdida de sangre y la calentura producían
una sed intolerable. A esto hay que agregar la vergüenza que sufría el condenado al verse
desnudo ante los curiosos que pasaban insultándole. Los judíos acostumbraban ofrecer al
crucificado una bebida narcótica para aliviar el sufrimiento, bebida que Jesucristo
rechazó ( Mt 27.34 ).
El crucificado moría lentamente, casi siempre el segundo día, pero a veces hasta el
octavo. El exceso de sangre en el corazón, debido a la obstrucción de la circulación,
combinado con la fiebre traumática, el tétano y el agotamiento, mataba a la víctima. Para
acelerar la muerte de un crucificado, se le quebraban las piernas con un martillo
(costumbre llamada crurifragium , cf. Jn 19.32s ), antes de traspasarle con espada o
lanza, o bien se le ahogaba con humo.
Cuando los escritores del Nuevo Testamento hablan de la crucifixión no se refieren al
sufrimiento que causaba, sino a su significado. La crucifixión en varios pasajes representa
todo el mensaje de salvación por la muerte de Cristo (por ejemplo, 1 Co 1.18 ). A los
griegos les parecía locura que el Mesías hubiera muerto en la forma más ignominiosa ( 1
Co 1.23 ), y para los judíos esta afirmación era un tropiezo ( Gl 5.11 ). Para estos, un
crucificado caía bajo la maldición aplicada a cadáveres colgados en un lugar público ( Dt
21.22 , 23 ; cf. 2 S 4.12 ). Rechazaban hasta violentamente la idea de salvación mediante
una cruz ( Gl 6.12 ; Flp 3.18 ).
Foto de Gaalyah Cornfeld
Este dibujo de una crucifixión está basado en los restos de un
hombre crucificado en el primer siglo d.C. descubiertos en una cueva
de Jerusalén. Ambos pies los traspasaron con una púa debajo del
talón.
Los cristianos, sin embargo, veían en la cruz su salvación ( 1 Co 2.2 ). Cristo, al llevar
nuestros pecados en la cruz ( 1 P 2.24 ), sufrió la maldición que a nosotros nos tocaba (
Gl 3.13 ). Su muerte en la cruz efectuó la reconciliación con Dios ( Col 1.20 ), como
también la reconciliación entre judíos y gentiles ( Ef 2.16 ).
La cruz también simboliza separación de la vieja vida. Por su unión con Cristo, el
creyente participó en la muerte sobre la cruz ( Ro 6.6 ). Como resultado, está libre del
dominio del pecado ( Ro 6.11 ), del yo egoísta ( Gl 2.20 ; 5.24 ) y del mundo ( Gl 6.14 ).
Al decir que el discípulo debe «tomar su cruz» ( Mc 8.34 ; Lc 9.23 ; 14.27 ), Jesús
recordaba la escena de un condenado llevando su patibulum por las calles. De igual
manera, el seguidor de Jesús tiene que aceptar el desprecio y renunciar a sus derechos
propios.
CUADRANTE Moneda de cobre más barata del sistema romano, aunque equivalía a
dos lepta o «blancas» en el sistema judío del siglo I ( Mc 12.42 ). Su poco valor ( ca. 1/4
centavo de dólar) se presta para ilustrar la cancelación completa de una deuda «hasta el
último cuadrante» ( Mt 5.26 //).
CUARTO (nombre latino transcrito al griego). Amigo y posible colaborador de Pablo
en la iglesia de Corinto, que envía saludos a los cristianos de Roma ( Ro 16.23 ). Según la
tradición, después de ser uno de los setenta discípulos de Jesús ( Lc 10.1 , 17 ), lo
nombraron obispo en Berea.
CUARTO Moneda de cobre llamada «as» en el sistema romano. Equivalía a la cuarta
parte del sestercio de cobre, o sea la decimasexta parte de un → DENARIO (aunque en un
principio el denario valía 10 cuartos). Mateo 10.29 la identifica como el precio de dos
pajarillos (cf. Lc 12.6 ), aproximadamente un centavo de dólar.
CUCHILLO Instrumento cortante fabricado de piedra, acero, hierro o bronce ( Éx
4.25 ; Jos 5.2 , 3 ). Este instrumento casero, según lo revelan excavaciones modernas, era
relativamente escaso en comparación con otros utensilios antiguos. No obstante, las
Sagradas Escrituras revelan que el cuchillo se utilizó en ocasiones dramáticas, como la
circuncisión de los hijos de Moisés ( Éx 4.25 ) y el sacrificio frustrado de Isaac ( Gn
22.10 ).
En forma figurada la palabra «cuchillo» se emplea para aconsejar moderación ( Pr
23.2 ).
CUELLO → CERVIZ .
CUERNO En sentido simple y literal, rara vez se mencionan los cuernos en la Biblia (
Gn 22.13 ; Sal 22.21 ; 69.31 ), pero a menudo se alude a ellos en sentido figurado o en
leyes relacionadas con animales que poseen cuernos. La legislación hebrea fijaba la
responsabilidad que tenía el dueño de un buey acorneador ( Éx 21.28–36 ). Pulidos y
decorados, los cuernos se usaban como recipientes para líquidos valiosos ( 1 S 16.1 , 13 ;
1 R 1.39 ) como lo prueba, además, el nombre de una de las hijas de Job, Keren-hapuc (
cuerno de tinte para los ojos ; Job 42.14 ).
Los cuernos del → ALTAR ( Éx 27.2 ; 30.2 ) eran prominencias en sus cuatro ángulos;
se ungían con la sangre de los sacrificios ( Éx 29.12 ; Lv 4.7 , 18 , 30 , 34 ) y a ellos se
podían aferrar los reos en demanda de clemencia ( 1 R 2.28 ).
En la versión RV se ha conservado la mención de cuernos para referirse a reyes y
reinas ( Dn 7.20–24 ; 8.3–9 ; Zac 1.18–21 ; Ap 17.7–12 ). La idea de poder y triunfo
simbolizada por los cuernos se ve en la acción simbólica de Sedequías ( 1 R 22.11 ).
CUERPO En el Antiguo Testamento no hay una palabra específica para cuerpo, aunque
la idea está incluida en la palabra hebrea basar , que equivale más bien a → CARNE . El
concepto bíblico del → HOMBRE es monista (se le considera como una unidad) y no
dualista como el griego; en el cual el hombre tiene dos elementos: cuerpo y alma.
La ausencia de un término preciso para cuerpo como algo separado del alma, hace
necesario considerar brevemente la palabra hebrea nefes , a menudo traducida como →
ALMA . Sin embargo, en numerosos pasajes nefes se refiere concretamente al cuerpo y a
sus sensaciones físicas: hambre, sed, sueño ( Nm 11.6 ; Is 29.8 ; 55.2 ; Jer 50.19 ). Es
evidente que se refiere a la persona, sin precisar sus diferentes elementos, e involucra al
ser visible e invisible que es a un tiempo cuerpo, intelecto, voluntad, afecto, etc.
La esperanza del hebreo no reside entonces en la inmortalidad de un alma incorpórea,
sino en la → RESURRECCIÓN del hombre ( Dn 12.2 ).
En el Nuevo Testamento también encontramos este mismo concepto unitario del
hombre, pero aparece la palabra griega soma , que significa precisamente cuerpo, y para
carne se reserva sarx . En Mateo 10.28 se habla del cuerpo y del alma en una clara
referencia a lo corruptible y a lo eterno del ser humano (cf. 1 Ts 5.23 ), sin que
necesariamente tenga relación con el concepto griego de que el cuerpo es el recinto malo
que alberga el alma pura.
Por el contrario, en la teología paulina hay una notable valoración del cuerpo, que
aunque corruptible, es bueno porque Dios lo hizo ( 1 Co 12.12–24 ). Y para Pablo cuerpo
y personalidad llegan a ser sinónimos, pues dice: «vosotros sois templos de Dios» ( 1 Co
3.17 ) o «vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo» ( 1 Co 6.19 ). Y en Romanos 12.1
exhorta a presentar nuestros cuerpos a Dios como ofrenda agradable.
Pablo no establece una tensión entre el cuerpo malo y el espíritu bueno. El malo es el
hombre, en quien cuerpo y alma son indivisibles. El hombre redimido (Pablo lo llama
nuevo hombre) está habilitado para hacer lo bueno porque tiene el Espíritu y la vida de
Dios; el apóstol reserva la palabra «carne» para designar la inclinación pecadora del
hombre natural. Pero Dios espera que el creyente íntegro le sirva a plenitud por el
Espíritu Santo ( Ro 6.12s , 19 ; 2 Co 5.10 ).
En toda la Biblia el cuerpo está incluido en la redención (por ejemplo, Ro 8.18–23 ),
simplemente porque el cuerpo es el hombre así como el alma lo es también. Y la
esperanza del creyente es la resurrección del cuerpo ( 1 Co 15 ; Flp 3.20s ) que es
sinónimo de la resurrección del hombre ( 1 Ts 4.13–17 ).
CUERPO DE CRISTO En la Biblia se usa esta expresión en tres sentidos:
El Cuerpo Físico
El «tabernáculo» de su encarnación, como reza en Heb 10.5 : «Por lo cual, entrando
en el mundo dice: ... me preparaste cuerpo». Este cuerpo era humano: sentía sed, hambre
y cansancio. Así que Cristo no solo tuvo solamente forma o apariencia de la humanidad,
sino que era completa y perfectamente hombre ( Flp 2.6–8 ; Col 2.9 ), pero sin pecado (
Heb 4.15 ). En este cuerpo Cristo padeció, lo crucificaron y sepultaron ( Mt 27.58 ). ( →
JESUCRISTO ; ENCARNACIÓN .)
Resucitado, el mismo cuerpo ( Lc 24.3 ) sufrió, según parece, cierta modificación. No
dejó de ser físico, humano, pues Cristo comió y bebió para comprobarlo, y mostró sus
heridas a sus discípulos ( Lc 24.39 , 43 ). Sin embargo, parece que ya no necesitaba de la
comida física para sostenerse ni estaba sujeto a las leyes naturales del espacio: se
apareció en cuartos cerrados ( Jn 20.19 ), a la orilla del mar de Galilea ( 21.1ss ), etc.
Tal parece que este cuerpo resucitado y glorificado fue la forma que tomó Cristo en su
transfiguración ( Mt 17.2 ). Por cuanto Pablo se refiere a la resurrección de Cristo como
«las primicias» de la resurrección de los fieles ( 1 Co 15.20 ), se supone que el cuerpo de
Cristo resucitado revela la naturaleza del «cuerpo celestial» ( 1 Co 15.40 ; Flp 3.21 ) que
ha de tener el cristiano. ( → RESURRECCIÓN .)
El Cuerpo Simbólico
Al instituir la Santa Cena, Jesucristo ofreció pan a sus discípulos, diciendo: «Esto es
mi cuerpo, que por vosotros es dado» ( Lc 22.19 ). Desde entonces, el pan de la eucaristía
o comunión ha simbolizado el cuerpo y la vida que Jesucristo ofreció en el Calvario para
justificar y liberar a los que por la fe se identifican con su sacrificio ( → CENA DEL SEÑOR
).
El Cuerpo Místico
Se refiere a la Iglesia, o sea, el conjunto de cristianos que representan la
«encarnación» actual de Cristo en el mundo. Él prometió estar con ellos mediante su
Espíritu Santo, «todos los días, hasta el fin» ( Mt 28.20 ). Pablo emplea esta figura a
menudo para ilustrar la naturaleza vital y dinámica de la Iglesia ( Ef 1.23 ), su expansión
y crecimiento ( 3.6 ), y sobre todo su unidad en medio de una profusión y diversidad de
dones ( Ro 12.5 ; 1 Co 12 ; Ef 4.3–16 ). Apela a la figura del cuerpo para que cada
cristiano comprenda la relación de facto y funcional que goza con los demás cristianos,
sujetos todos a la cabeza directriz que es el Señor Jesucristo. ( → IGLESIA .)
CUERVO Pájaro omnívoro, más grande que la paloma, de plumaje negro ( Cnt 5.11 ) y
pico cónico. En Palestina se enumeran hasta seis especies. En los monumentos asirios se
representan en bandadas, en los campos de batalla, devorando cadáveres. Esto lo hacen
comenzando por los ojos ( Pr 30.17 ). Por el hábito de comer carroña, se consideran
inmundos en Lv 11.15 y Dt 14.14 .
El cuervo habita en lugares desiertos, en ruinas ( Is 34.11 ) y en cañadas ( Pr 30.17 ).
Se suponía que abandonaba tempranamente su cría, cuya alimentación debía ser objeto de
la providencia divina ( Job 38.41 ; Sal 147.9 ; Lc 12.24 ). Noé envió un cuervo desde el
arca ( Gn 8.7 ) y en 1 R 17.4–6 se menciona como instrumento de la providencia divina
para alimentar al profeta → ELÍAS ( → JUDEA , ilustración).
CUEVA Cavidad subterránea formada natural o artificialmente. Se hallan en gran
cantidad en el área central montañosa de Palestina, debido a la abundancia de rocas
calíferas que con facilidad se disuelven en las corrientes de aguas subterráneas. Algunas
de estas cuevas son de gran extensión.
Los aborígenes de la actual Tierra Santa fueron trogloditas, y Lot y sus hijas se
establecieron en una cueva después de la destrucción de Sodoma ( Gn 19.30 ). Sobre
todo, servían de refugio en tiempos de guerra o de opresión ( Jue 6.2 ). David hizo de la
cueva de → ADULAM su primer cuartel general al huir de Saúl, y luego también utilizó
otras. Se utilizaban también como tumbas y es notable la de → MACPELA ( Gn 23 ). ( →
QUMRÁN ; SEPULCRO .)
Foto de E. B. Trovillion
En tiempos prehistóricos, las familias vivían en algunas de estas
cuevas en las proximidades del monte Carmelo.
CULANTRO Es el coriandrum sativum , hierba anual de las umbelíferas, de medio
metro de alto y de olor penetrante y desagradable. Se usa como condimento y como
medicina estomacal. Los árabes la siembran, pero en Siria y Palestina se considera un
hierbajo. Éxodo 16.31 y Números 11.7 comparan el maná con la pequeña semilla, gris y
elipsoidal del culantro.
CURTIDOR Artesano que convierte las pieles de animales como ovejas, cerdos,
camellos, toros, etc., en resistentes cueros para diferentes usos. Los curtidores eran
comunes en las tierras bíblicas. Confeccionaban bolsas y odres para transportar agua,
leche, aceite. En el Nuevo Testamento se habla de un Simón, el curtidor ( Hch 9.43 ; 10.6
, 32 ).
CUS ( negro ). Transcripción de cush , nombre hebreo y asirio, derivado del egipcio, que
en la RV suele traducirse por «Etiopía».
1. Hijo mayor de Cam y padre de Seba, Havila, Sabta, Raama, Sabteca y del poderoso
Nimrod ( Gn 10.6–8 ; 1 Cr 1.8–10 ).
2. Región circundada por el río Gihón, el segundo de los cuatro brazos del río del
Edén ( Gn 2.13 ), tal vez situada al oeste de Asia que comprendía mayormente a Persia.
3. Hijo de Benjamín, al que David dedica un sigaión suplicando vindicación ( Sal 7 ,
título).
4. Región situada al sur de Egipto, quizás Nubia o el norte del Sudán.
Tradicionalmente se identifica con Etiopía, pero para algunos es la moderna Abisinia.
Al principio solo designaba un reducido territorio vinculado con las cataratas del
Nilo, cerca de Syene (actualmente Aswan). Rápidamente, entre los propios egipcios y
después entre los hebreos y asirios, la denominación se hizo más extensiva. Comprendía
por el este hasta el mar Rojo. De allí, precisamente, se dice que salió Nimrod para
establecerse en Mesopotamia después de iniciar su reino con Babel ( Gn 10.8 ). Puede
reforzarse esta opinión con el relato bíblico que coloca a los árabes «junto» a los etíopes
cuando el Señor los levantó contra Joram ( 2 Cr 21.16 ).
En las profecías contra Egipto, se pone como límite para la desolación a → SEVENE
(Syene) en la frontera con Etiopía ( Ez 29.10 ; 30.6 ).
CUTA Antigua ciudad babilónica y centro del culto al dios → NERGAL . Después de
llevar al cautiverio a los israelitas, Sargón II, rey de Asiria, trasladó a Samaria habitantes
de Cuta ( 2 R 17.24 , 30 ). Los cutitas se mezclaron con los israelitas que quedaron en la
tierra, con lo que se produjo la raza mestiza de los → SAMARITANOS . Los cutitas siguieron
adorando a Nergal, por lo que también se formó una religión híbrida ( 2 R 17.29–33 , 41
).
DABERAT ( prado ). Pueblo antiguo en la frontera de Zabulón ( Jos 19.12 ) y de
Isacar, asignado a los levitas ( Jos 21.28 ; 1 Cr 6.72 ). Hoy probablemente es Daburiya,
pueblo al noroeste del monte Tabor. Era lugar estratégico y quizás fue aquí donde Barac
derrotó a Sísara ( Jue 4.14–22 ).
DABESET Población en la frontera occidental de Zabulón ( Jos 19.11 )
DAGÓN Deidad principal de los → FILISTEOS , venerada en Palestina, según parece, aun
antes de que ellos la invadieran. En los textos → RAS SAMRA , al dios Baal se le llama
«hijo de Dagón».
Cuando los filisteos capturaron el arca, la metieron en el templo de Dagón, junto al
ídolo, el cual cayó dos veces «delante del arca de Jehová» ( 1 S 5.1–4 ). Había dos
templos grandes dedicados a Dagón: uno en Gaza y otro en Asdod ( Jue 16.23 ; 1 S 5.2 ).
Sansón destruyó el de Gaza ( Jue 16.23–30 ) y durante el período intertestamentario se
asoló el otro ( 1 Mac 10.83 , 84 ). Una tradición, sin base histórica, dice que Dagón tenía
cuerpo de pescado. Nada se sabe con certeza de la naturaleza del culto ni de la apariencia
del ídolo.
DALAÍAS Descendiente de David ( 1 Cr 3.24 ).
DALFÓN Hijo de Amán, el que quiso destruir a los judíos en tiempo de Ester ( Est 9.7
).
DALMACIA Región situada en la costa oriental del mar Adriático, a donde Tito se
dirigió, según 2 Ti 4.10 , posiblemente para evangelizar a los feroces habitantes. Más
tarde Augusto César y Tiberio subyugaron el territorio y lo convirtieron en provincia
romana a la que se llamó Ilírico ( Ro 15.19 ). Hoy forma parte de la Federación
Yugoslava.
DALMANUTA Región al lado occidental del mar de Galilea hacia donde se
dirigieron Jesús y sus discípulos después de la alimentación de los cuatro mil, según los
mejores manuscritos de Mc 8.10 . En el pasaje paralelo de Mt 15.39 se la llama Magadán
(BJ y HA, → MAGDALA en RV), quizás otro nombre para el mismo lugar. Se desconoce su
situación exacta.
DÁMARIS Hija espiritual de Pablo en Atenas ( Hch 17.34 ).
DAMASCENO Natural de Damasco ( Gn 15.2 ).
DAMASCO ( lugar bien regado ). Capital de la actual Siria. Es una ciudad
antiquísima. Durante los siglos X al VIII a.C., fue también la capital de Aram, un reino
rival de Israel (aunque en momentos fueron aliados), hasta que se incorporó al Imperio
Asirio en 732 a.C.
Está enclavada en medio de una fértil llanura rodeada por los montes del Antilíbano
por todos lados, menos por el este hacia donde se abre el vasto desierto de Arabia. Se alza
a orillas del río Abana. Algo más al sur fluye el Farfar ( 2 R 5.12 ). Ambos ríos corren
hacia las zonas áridas del este, donde desaparecen.
Foto de Howard Vos
Puerta romana y entrada a la «calle llamada Derecha» en la antigua
ciudad de Damasco, Siria ( Hch 9.10–11 ).
Damasco siempre ha sido centro comercial y religioso por su posición estratégica en
el cruce de tres rutas de caravanas. El vino de la región de Damasco era muy famoso en
el Medio Oriente, sobre todo el de la ciudad de Helbón ( Ez 27.10 ).
La divinidad principal de Damasco era Hadad, dios de las tormentas y la fertilidad; el
templo a su nombre, el principal de la ciudad ( 2 R 5.18 ), posiblemente yace bajo la
sinagoga Umayyad, en la sección antigua de la actual ciudad.
Damasco aparece por primera vez en una inscripción egipcia de Tutmés III (siglo
XVI a.C.). A partir de entonces se menciona con frecuencia en textos asirios y egipcios.
Durante la era de → AMARNA fue la capital de un reino → AMORREO que participó
activamente en los esfuerzos de los asiáticos por sacudir el yugo egipcio. En 1200 a.C.,
los → ARAMEOS conquistaron la ciudad y establecieron allí la capital de un reino que
pugnó con los israelitas por la hegemonía de la región.
David conquistó este reino damasceno y lo hizo tributario de Israel ( 2 S 8.5 , 6 ; 1 Cr
18.5ss ) hasta que, en tiempos de Salomón, Rezón de Soba estableció la independencia (
1 R 11.23ss ). Durante cerca de dos siglos, Damasco hizo la paz en algunas ocasiones con
Israel y Judá, pero lo más frecuente era verla luchando contra los israelitas.
Al tiempo que luchaba contra Israel, Damasco pugnaba por contener a Asiria. En 854
a.C., encabezó una coalición de pequeños reinos que se enfrentó a Asiria, en la batalla de
Qarqar, y logró relativo éxito. Más de un siglo después (734 a.C.), Rezín de Damasco y
Peka de Israel pretendieron repetir la hazaña. Acaz de Judá no quiso participar en la
alianza, y esto precipitó la invasión de Judá por los ejércitos de la coalición siro-israelita (
2 R 16 ).
Como consecuencia, según lo anunció Isaías, Tiglat-pileser, rey de Asiria, conquistó a
Damasco y mató a Rezín. Así llegó el fin de la gloria de Damasco. En lo sucesivo no fue
más que capital de provincia bajo asirios, babilonios, persas y seléucidas. Los romanos la
pusieron bajo la autoridad de un gobernador → NABATEO que cuando Pablo visita a
Damasco era → ARETAS IV ( 2 Co 11.32 ).
Pablo visitó Damasco luego de su encuentro con el Cristo resucitado, y fue en esta
ciudad que realmente se convirtió al cristianismo ( Hch 9.22 ; 26.12–23 ). En Damasco
había una comunidad judía considerable que puede haber estado relacionada con la
comunidad esenia de Qumrán, cerca del mar Muerto. De acuerdo a los relatos de Josefo,
la gente de Damasco asesinó a diez mil quinientos judíos durante la primera revuelta
judía (66 d.C.).
DAN ( juez ). Nombre de un hombre, una tribu y una ciudad nombrada en honor del
primero.
1. Quinto hijo de Jacob y Bilha, sierva de Raquel ( Gn 30.1–6 ). Se le considera el
fundador de la tribu de Dan y, por consiguiente, uno de los patriarcas de Israel.
2. Una de las doce tribus de Israel, cuyas cualidades agresivas se ponen de manifiesto
y se elogian en Gn 49.16ss ; Dt 33.22 . En el reparto de la tierra prometida, a los
descendientes de Dan correspondió una pequeña faja de terreno fértil que limitaba al sur
con Judá y al oeste con el Mediterráneo; Jope era su puerto principal ( Jos 19.40–46 ).
Los filisteos atacaban sin cesar esta región ( Jue 13–16 ) y danitas como → SANSÓN la
defendían.
Foto de Howard Vos
Un altar para la adoración pagana en la ciudad de Dan. Acab, rey de
Israel, construyó partes del altar.
Sin duda, debido a la estrechez del territorio y a los frecuentes ataques de los filisteos,
la mayoría de los danitas se dieron a la búsqueda de mejores tierras donde hallar
tranquilidad. Sin embargo, parece que un remanente de la tribu se quedó en el área
original ( Jue 5.17 ).
Los danitas no se mencionan en la lista de las tribus de Israel en Ap 7.5–8 .
3. Ciudad. Viajando hacia el norte, los danitas llegaron a las vertientes del Jordán, en
las faldas del monte Hermón, donde hallaron a Lesem, ciudad pacífica, habitada por
gentes sumamente confiadas y poco dadas al comercio exterior. La ciudad estaba
enclavada junto a las principales vías de comunicación entre el Mediterráneo, al oeste, y
la ciudad de Damasco, al este.
Los danitas conquistaron la ciudad de Lesem y le dieron el nombre de Dan ( Jos
19.47 ; Jue 18.29 ). No obstante, la idolatría que se practicaba en Lesem dominó a sus
conquistadores. Dan se convirtió en un centro idolátrico con una historia posterior muy
triste ( 1 R 12.28 , 29 ; Am 8.14 ). Finalmente, llevaron a los danitas al → CAUTIVERIO en
722 a.C.
La expresión «desde Dan hasta Beerseba» quiere decir que Dan marcaba el límite
norte de Israel.
DANA Aldea de Judá. Probablemente estaba situada cerca de Hebrón ( Jos 15.49 ).
Algunos la identifican con la moderna Deir esh-Shemesh o Simya.
DANIEL ( Dios es mi juez, juez de Dios ). Nombre de cuatro personas en el Antiguo
Testamento.
1. El «Daniel» mencionado en Ez 14.14 , 20 ; 28.3 , que quizás sea el Dan’el de los
textos de → UGARIT , donde la leyenda de Aqht habla de Dan’el, un rey justo. Que el
Dan’el de Ezequiel es distinto al profeta se indica por: (1) la grafía diferente que, en
hebreo, tiene este nombre en Ezequiel (falta la yod o i); (2) al Dan’el de Ezequiel se
menciona en relación con Noé y Job, figuras de la remota antigüedad, mientras que el
profeta Daniel era un joven contemporáneo de Ezequiel; (3) Ezequiel habla de una tierra
no israelita, y escoge a tres personas no israelitas como ejemplos de justicia proverbial.
Esto explica por qué Daniel es el nombre del suegro de Enoc en Jubileos 4.20.
2. Hijo de David ( 1 Cr 3.1 ).
3. Sacerdote en tiempos de Nehemías ( Esd 8.2 ; Neh 10.6 ).
4. El cuarto de los profetas mayores. Pertenecía a una familia noble de Judá ( Dn 1.6
), tal vez incluso de sangre real (Josefo, Antigüedades , X.x.1). En 605 a.C. fue llevado a
→ BABILONIA en la primera deportación. Fue educado en la corte de Nabucodonosor,
instruido en la escritura y el idioma de los babilonios y se le dio el nombre de →
BELTSASAR . Después de unos tres años de educación y de resistir el impacto de la cultura y
la religión babilónica, según el libro de Daniel, este y sus compañeros aventajaban a
todos los demás, por lo que recibieron buenos puestos al servicio del rey (cf. → JOSÉ ).
Se hizo famoso como intérprete de visiones ( Dn 2–5 ). Su fama creció cuando,
mediante sus propias visiones, profetizó el triunfo del reino mesiánico ( Dn 7–12 ). Se
distinguió por su valor y su tenaz observancia de la Ley. Gozó de la protección especial
de Jehová, tanto en la corte ( Dn 1 ) como en el foso de leones ( Dn 6 ). Con gran
sabiduría sirvió en el gobierno bajo → NABUCODONOSOR , → BELSASAR y → DARÍO el medo.
Tuvo su última visión en el tercer año de → CIRO (536 a.C.) cuando ya tenía 80 años.
Según una tradición rabínica, Daniel volvió a Jerusalén con los cautivos liberados por el
decreto de Ciro.
Fuera del libro de Daniel ( → DANIEL, LIBRO DE ), la única mención bíblica de Daniel
como profeta la hace Cristo ( Mc 13.14 // Mt 24.15 ).
DANIEL, LIBRO DE Libro profético del Antiguo Testamento que recalca la verdad
de que Dios es el Señor de la historia. Lleva el nombre de Daniel, su autor y personaje
central, a quien Dios rescató milagrosamente de un foso de leones a donde lo habían
arrojado por no querer orar a un Dios pagano.
DANIEL:
Un bosquejo para
el estudio y la
enseñanza
Primera parte: La historia
personal de Daniel ( 1.1–21 )
I.
Daniel es llevado a
Babilonia
1.1–7
II.
La lealtad de Daniel
en Babilonia
1.8–16
III.
I.
El sueño de
Nabucodonosor
49
2.1–
Reputación de
Daniel en Babilonia
1.17–21
Segunda parte: El
plan profético para
los gentiles ( 2.1 —
7.28 )
A.
Nabucodonosor
encubre su sueño
2.1–13
B.
Dios revela el
sueño
2.14–23
C.
Daniel interpreta el
sueño
2.24–45
D.
Nabucodonosor
asciende a Daniel
2.46–49
II.
La imagen dorada de
Nabucodonosor
3.1–
30
A.
Se prepara la
imagen de
Nabucodonosor
3.1–7
B.
Los amigos de
Daniel rehúsan
adorarla
3.8–12
C.
Los amigos de
Daniel confían en
Dios
3.13–18
D.
Se protege a los
amigos de Daniel en el
horno
3.19–25
E.
Ascensión de los
amigos de Daniel
3.26–30
III.
La visión del gran
árbol de
Nabucodonosor
4.1–
37
A.
La proclamación de
Nabucodonosor
4.1–3
B.
La visión de
Nabucodonosor
4.4–18
C.
Daniel interpreta la
visión
4.19–27
D.
La humillación de
Nabucodonosor
4.28–33
E.
La restauración de
Nabucodonosor
4.34–37
IV.
Belsasar y la escritura
en la pared
5.1–31
A.
Belsasar contamina
los vasos del
templo
5.1–4
B.
Belsasar ve la
escritura
5.5–9
C.
Daniel interpreta la
escritura
5.10–29
D.
Belsasar muere
5.30–31
V.
Decretos de Darío
6.1–28
A.
Ascenso de
Daniel
6.1–3
B.
Darío firma un
decreto tonto
6.4–9
C.
Daniel ora
fielmente
6.10–15
D.
Daniel en el foso de
los leones
6.16–17
E.
Daniel es salvado de
los leones
6.18–24
F.
El decreto sabio de
Darío
6.25–28
VI.
Daniel y su visión de
las cuatro bestias
7.1–
28
A.
La revelación de la
visión
7.1–14
B.
La interpretación de
la visión
7.15–28
Tercera parte: El
plan profético para
Israel ( 8.1 —
12.13 )
I.
Daniel y su visión del
carnero y el macho
cabrío
8.1–27
A.
La revelación de la
visión
8.1–12
B.
La extensión de la
visión
8.13–14
C.
La interpretación
de la visión
8.15–
27
II.
Daniel y su visión de
las 70 semanas
9.1–
27
A.
El entendimiento de
Daniel
9.1–2
B.
La intercesión de
Daniel
9.3–19
C.
La intervención de
Gabriel
9.20–23
D.
La revelación de las
70 semanas
9.24–
27
III.
Daniel y su visión del
futuro de Israel
10.1
—12.13
A.
La preparación de
Daniel
10.1–21
B.
Los reyes del norte
y del sur
11.1–35
C.
El rey que se
magnífica a sí
mismo
11.36—
12.3
D.
La conclusión de las
visiones de Daniel
12.4–13
Estructura Del Libro
Los doce capítulos de Daniel pueden dividirse en tres secciones importantes: (1)
Información acerca de Daniel (capítulo 1 ); (2) relatos sobre Daniel y tres amigos durante
los días de cautividad entre los babilonios y los persas (capítulos 2–7 ); y (3) los sueños y
visiones de Daniel referentes al futuro de Israel y los postreros días (capítulos 8–12 ).
El primer capítulo prepara el escenario para el resto del libro al presentar a Daniel y
sus tres amigos, Ananías, Misael y Azarías. Los babilonios habían tomado cautivos a
estos cuatro jóvenes en sus ataques contra Judá en 605 a.C. Como eran inteligentes y
prometedores, los prepararon bien para servir en la corte del rey Nabucodonosor. Les
cambiaron el nombre y la dieta para ajustarlos culturalmente en un intento por arrancarles
su identidad judía. Pero Daniel y sus amigos se enfrentaron al reto, y demostraron que la
alimentación de los judíos era superior a la de los babilonios. Los jóvenes crecieron en
conocimiento y sabiduría y se ganaron el favor de la corte imperial.
En la segunda sección (capítulos 2–7 ), Daniel y sus amigos se vieron sometidos a
diversas pruebas, pero a través de ellas demostraron que aunque estaban cautivos de un
pueblo pagano, el Dios que adoraban todavía era el Rey de reyes. Los amigos de Daniel
(que recibieron los nombres de Sadrac, Mesac y Abed-nego) no quisieron adorar a los
dioses babilónicos. Los arrojaron entonces en un horno encendido. Para asombro de sus
verdugos, el fuego no los quemó porque Dios les dio su protección. A Daniel, que no
quiso adorar a Darío, el rey de Persia, lo echaron en una guarida de leones. Pero Dios
intervino directamente y lo protegió. En todas estas pruebas se demostró que el Dios al
que servían era superior al dios de sus captores.
La capacidad de Daniel como intérprete de sueños queda bien establecida en esta
segunda sección del libro. Le interpretó varias visiones y sueños al rey Nabucodonosor de
Babilonia. Mientras le revelaba lo que apareció escrito en la pared al sucesor de
Nabucodonosor, Belsasar, dejó bien claro que el Imperio Babilónico sucumbiría ante los
medos y los persas. Esto sucedió exactamente como dijo Daniel ( 5.13–31 ), quien
continuó sirviendo en la corte del recién establecido rey persa.
La sección final del libro de Daniel (capítulos 8–12 ) consiste en una serie de visiones
sobre una sucesión de reinados y los postreros tiempos. Estas visiones las tuvo el profeta
durante sus años de cautiverio. Estando junto al río Tigris, vio en visión que un macho
cabrío atacaba a un carnero. El macho cabrío simbolizaba a los griegos, quienes habrían
de derrotar a los medos y a los persas ( Dn 8.20–21 ). Este macho cabrío tenía cuatro
cuernos, que representaban la futura división del Imperio Griego entre los cuatro
generales de → ALEJANDRO MAGNO .
En otra extraordinaria mirada al futuro, Daniel presenta la → PROFECÍA de las setenta
semanas. En esta visión, el ángel Gabriel reveló a Daniel que Israel un día volvería a su
territorio después de su período de cautividad. Esto se vería años después con la llegada
del Mesías. Pasado todo esto llegaría el juicio final y el fin de las edades.
El espectacular libro de Daniel concluye con una visión del juicio final, en el que los
justos recibirán vida eterna y los malos recibirán el castigo que les impondrá Dios ( 12.8–
9 ).
Autor Y Fecha
La mayoría de los eruditos conservadores creen que el libro de Daniel lo escribió el
profeta y estadista de ese nombre que vivió cautivo de Babilonia y Medo-Persia casi
setenta años después que comenzara su cautividad en 605 a.C. Pero esta teoría la
rechazan algunos eruditos, quienes objetan los detalles específicos de las visiones
proféticas de Daniel.
Daniel hizo varias predicciones sorprendentes. Predijo que después del Imperio
Babilónico y el Imperio Medo-Persa llegarían los griegos bajo Alejandro el Grande. El
Imperio Griego se dividiría más tarde entre los cuatro generales de Alejandro al morir
este. Daniel dijo también que el pueblo judío sufriría una gran persecución bajo alguien
que ascendería al poder tras la muerte de Alejandro.
La mayoría de los intérpretes identifican a este gobernante como Antíoco Epífanes,
gobernador de Siria. Antíoco persiguió sin compasión a los judíos de 176–164 a.C.
porque estos no querían adoptar prácticas religiosas paganas. Esto ha llevado a muchos a
pensar que el escritor no fue el profeta Daniel, sino un autor desconocido cuatrocientos
años después de la época de Daniel. Tal escritor, afirman, debe haber escrito el libro
durante la persecución que desató Antíoco Epífanes para llevar esperanza y celo religioso
al pueblo que sufría. Para los que apoyan dicha teoría, estas no son profecías sino la
historia que se escribió después de los hechos y que alguien quiso atribuir a Daniel.
La realidad es que los que atacan la autenticidad del libro de Daniel no tienen
suficientes evidencias. No hay ninguna razón verdaderamente convincente para
abandonar la opinión tradicional de que este libro lo escribió el profeta Daniel. Según lo
que el mismo libro dice, la cautividad de Daniel se prolongó desde el reinado de
Nabucodonosor de Babilonia ( 1.1–6 ) hasta el reinado de Ciro de Medo-Persia ( 10.1 ),
que concluyó allá por el 536 a.C. Daniel tiene que haber escrito el libro durante ese
período o poco después. Su propósito fue enseñar que Dios es Señor de la historia y que
no ha abandonado a su pueblo.
Aportes a La Teología
La mayor contribución teológica de Daniel surge de su naturaleza como profecía
apocalíptica. Altamente simbólica en sus expresiones, la profecía de Daniel estuvo
dirigida a lo que era el futuro cercano del profeta, pero aun hoy día contiene un mensaje
para el futuro.
En la profecía apocalíptica, el futuro inmediato y el muy posterior a menudo parecen
fundirse en uno. Un ejemplo de esto es la figura de Antíoco Epífanes, prominente en los
capítulos 8 y 11 del libro. En estos pasajes vemos al personaje que profana el templo en
el 168 a.C. actuando como el anticristo de los postreros días ( 8.23–26 ; 11.36–45 ; Ap
13.1–10 ). Estos saltos del futuro cercano al distante han confundido a muchos, pues
hacen difícil interpretar correctamente el libro.
La narración de Daniel llega a su clímax en la visión de 10.1–12.4 . Ahí se ve
claramente que Daniel trata uno de los problemas más agudos de la experiencia humana:
qué significa vivir la fe bajo la opresión de un gobierno tiránico. Y el camino que Daniel
parece recomendar está bien resumido en las palabras: «el pueblo que conoce a su Dios
se esforzará y actuará» ( 11.32 ).
La base de todo en el libro es el conocimiento de Dios (su carácter y su voluntad),
verdadero, profundo y creciente. Se puede ver esto en toda la experiencia personal de
Daniel. La idea determinante es que Dios es soberano sobre toda la historia. Las visiones
de los reinos del mundo (caps. 2 ; 7 ; 8 ; 10–12 ) revelan que Dios sí tiene un plan y que
su voluntad se cumplirá. El creyente puede confiar en Dios, a pesar de las circunstancias.
Daniel muestra una actitud consecuente en cuanto al compromiso con Dios. No
importa cuán excepcional sea el poder humano que impere, el creyente orienta su vida
hacia el camino de Dios ( 1.8–21 ; 3.1–30 ; 6.1–28 ).
En Daniel se encuentra la figura del → « HIJO DEL HOMBRE » ( 7.13 , 18 ), término que
llegó a ser el título propio de Jesús. También en Daniel se nos presenta la explicación más
detallada de la esperanza de resurrección en el Antiguo Testamento ( 12.2 ).
Uno de los asuntos más llamativos del libro es la respuesta de Dios a las oraciones del
siervo fiel. En ocasiones Dios manifiesta su poder mediante la aparición de seres
celestiales ( 9.20–23 ).
El libro de Daniel proporciona el marco estructural para el libro de Apocalipsis, y es
en Apocalipsis donde el contenido de la última semana profética ( 9.27 ) se desarrolla.
DANJAÁN Población, probablemente de Dan, que Joab incluyó en el censo que
realizó por órdenes de David ( 2 S 24.6 ).
DANZA → BAILE .
DARA → DARDA .
DARCÓN Siervo de Salomón. Algunos de sus descendientes regresaron del cautiverio
con Zorobabel ( Esd 2.56 ).
DARDA Sabio con el que se comparó a Salomón ( 1 R 4.31 ). Probablemente se trata
del → DARA de 1 Cr 2.6 , a quien se identifica como hijo de Zera, de la tribu de Judá.
Como uno de los hijos de Mahol, debe haber pertenecido al gremio de la música.
DARDO Arma que se arroja, semejante a una lanza corta. En el Antiguo Testamento
«dardo» es traducción de varios vocablos hebreos ( 2 S 18.14 ; Job 41.26 ; Ez 39.9 ; Hab
3.14 ; Zac 9.14 ). En ocasiones los soldados ataban estopa encendida a la punta de sus
dardos para incendiar el campamento enemigo (cf. Ef 6.16 ).
DARÍO Nombre de varios reyes persas.
1. Darío I (521–486 a.C.). Se destaca en la historia general por su interés en organizar
el Imperio Persa siguiendo la labor que iniciaron → CIRO y Cambises. Dividió el imperio
en veinte satrapías y continuó, respecto a los pueblos conquistados, la política tolerante
de Ciro. Se destacó por su política expansionista. En el este consiguió extender su
dominio hasta la India, aunque no tuvo tanto éxito en el oeste; fracasó en su campaña
contra Grecia. Su ejército fue derrotado en 490 a.C. en la célebre batalla de Maratón. En
la historia bíblica se destaca por haber permitido a los judíos proseguir la construcción
del templo de Jerusalén ( Esd 4.24–6.12 ; Hag 1.1 , 15 ; 2.10 ; Zac 1.1–7 ).
2. Darío II (423–408 a.C.). Nehemías 12.22 se refiere a «Darío el persa», el cual es
Notos o el emperador de Persia, Darío II.
3. Darío el medo. Según el libro de → DANIEL , había un Darío, hijo de → ASUERO
(Jerjes), de la estirpe de los medos ( 9.1 ; 11.1 ) y tenía 62 años cuando empezó a
gobernar. Esto fue después de la muerte de → BELSASAR y la caída del Imperio de →
BABILONIA en 539 a.C. ( 5.30 , 31 ).
Foto de Howard Vos
Tumbas de Darío I y Artajerjes I en la ciudad real de Persépolis, en
la antigua Persia.
Mucha confusión y misterio ha oscurecido la identidad de Darío de Media. Algunos
eruditos han negado la existencia de tal legislador, concluyendo que el escritor del libro
de Daniel incurre en un disparate histórico al decir que «Darío de Media tomó el reino,
siendo de sesenta y dos años» ( Dn 5.31 ) cuando Belsasar, rey de Babilonia, murió. Sin
embargo, inscripciones cuneiformes persas muestran que Ciro II («el Grande») fue el
sucesor de Belsasar.
Una posible respuesta a este problema es que «Darío de Media» fue el general del
ejército que Ciro envió a conquistar Babilonia. También es posible que «Darío de Media»
fuera otro nombre o título usado por el escritor del libro de Daniel para el mismo Ciro,
rey de Persia. A la verdad, en Daniel 11.1 , la Septuaginta (traducción griega del Antiguo
Testamento) tiene a Ciro en lugar de Darío. Así que, una traducción bastante legítima de
Daniel 6.28 podría ser: «Y este Daniel prosperó durante el reinado de Darío, es decir
durante el reinado de Ciro el persa» (según nota en Biblia de estudio Harper-Caribe ).
Esta es una lógica y razonable interpretación al silencio y al escepticismo en cuanto a este
pasaje del libro de Daniel.
DATÁN → CORÉ .
DAVID Segundo rey de Israel (1000–962 a.C.). Se menciona unas ochocientas veces en
el Antiguo Testamento y sesenta en el Nuevo Testamento. No se sabe con certeza el
significado de su nombre. Fue el menor de ocho hermanos ( 1 S 17.12ss ) y su padre, Isaí,
era nieto de Rut y Booz. Desde muy joven demostró tener valor y ternura como pastor de
ovejas.
Se alude a David por primera vez después de la desobediencia de Saúl, durante la
campaña contra los amalecitas, cuando Samuel informó a este que Dios le había quitado
el reino ( 1 S 15.28 ). Es notable que, habiendo fracasado el primer reino, no se haya
pensado en la posibilidad de volver al sistema de jueces. Antes bien, Samuel es enviado a
Belén con el mandato divino de escoger al sucesor de Saúl.
La elección de David en vez de uno de sus hermanos mayores llama la atención a una
curiosa serie de casos en que se ha dado preferencia al hermano menor (por ejemplo,
Isaac, Jacob y José), casos estos que constituyen una violación del derecho de →
PRIMOGENITURA y que ilustran, por tanto, la soberanía de Dios en el desarrollo de los
sucesos que culminan en nuestra redención.
Foto de Willem A. VanGemeren
La ciudadela o «Torre de David» en la sección de la antigua ciudad
de Jerusalén.
Más adelante ungen a David y a Saúl se le priva del poder carismático.
A David, un músico excelente, se le pidió presentarse en la corte para tocar el arpa y
así calmar la turbada mente de Saúl. Posteriormente se enfrentó a → GOLIAT y lo venció,
hazaña que señala el comienzo de la amistad con Jonatán (hijo de Saúl) y de su desarrollo
como guerrillero y héroe del pueblo. Saúl, celoso de la creciente popularidad de David,
procuró atraerle la enemistad de los filisteos ofreciéndole sus hijas Merab y Mical ( 1 S
18.17–29 ). Al fin David aceptó casarse con esta.
Dos veces intentó Saúl matar a David, pero este logró escapar. Jonatán procuró
restaurar la amistad entre su padre y David, pero su intervención fue infructuosa y David
adoptó una vida de fugitivo y guerrillero. Se refugió entre los filisteos que le brindaron
asilo. Tras una breve y tal vez peligrosa permanencia en la tierra del rey filisteo Aquis,
huyó a la cueva de → ADULAM donde «se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que
estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu» ( 1 S 22.2 ).
Reunió a cuatrocientos hombres y los preparó como guerrilleros profesionales.
Foto de Howard Vos
Oasis en En-gadi en donde David se escondió del rey Saúl durante
sus años de fugitivo ( 1 S 23.29 ; 24.1 ).
Después que David rechazó a los filisteos en Keila (ciudad judaica), Saúl supo dónde
encontrarlo. Por tanto, David se vio obligado a trasladarse al desierto de Zif y
posteriormente a Maón. En → EN-GADI le perdonó la vida a su perseguidor ( 1 S 24.1s ).
Poco después David contaba ya con seiscientos soldados. Saúl persistió en
perseguirlo y una vez más cayó entre sus manos ( 1 S 26.7ss ). Como le era ya imposible
estar a salvo en su propia tierra, David decidió buscar nuevamente la protección de los
filisteos. Estos le permitieron establecerse en Siclag, ciudad que llegaría a ser tierra de los
reyes de Judá ( 1 S 27.6 ). Una vez que los filisteos derrotaron a Israel, el mismo soldado
que acababa de matar a Saúl fue a comunicárselo a David ( 2 S 1.10 ). Muerto Saúl, se
inició una nueva etapa en la vida de David.
Posteriormente, David se dirige hacia el norte y en Hebrón lo proclaman rey de Judá.
Allí reinó siete años y medio ( 5.5 ). Mientras tanto, Abner, el general de Saúl, coronó a
→ IS-BOSET . Era inevitable un conflicto entre las fuerzas leales a Saúl y las de David. Tras
una serie de encuentros entre David y Abner, asesinaron a este, lo cual dejó libre el
camino para que David asumiera el gobierno de todo Israel.
Apenas coronado rey de Israel, David conquistó la fortaleza de Jerusalén que aún se
hallaba en manos de los jebuseos y trasladó su corte allí. Los filisteos reaccionaron
lentamente ante la expansión de la hegemonía de David, aunque sí guerrearon con él dos
veces. Sistemáticamente David fue subyugando a los demás enemigos que lo rodeaban
hasta extender su reino desde la frontera egipcia y el golfo de Aqaba en el sur, hasta el
Éufrates en el norte.
Foto de Howard Vos
La colina de Gabaa en donde David permitió la ejecución y
humillación de varios descendientes de Saúl debido a la matanza que
este hizo de gabaonitas ( 2 S 21.1–9 ).
Realizó estas conquistas durante la primera parte de su reinado. Sus múltiples triunfos
no se debieron tan solo a la escasez general de grandes líderes militares en esa época,
sino también a su propio genio militar. Después de sus conquistas, se produjo el
consiguiente enriquecimiento de Israel.
Como una mancha en la vida de David fue la relación que tuvo con Betsabé, esposa
de Urías ( 2 S 11 ). Este pecado, junto con los problemas implícitos en la poligamia,
marcó el principio de su descenso.
Los conflictos familiares comenzaron cuando Amnón, uno de los hijos de David,
deshonró a Tamar, su hermana. Absalón, otro hijo de David, lo hizo matar para vengarla,
después de lo cual tuvo que ir al destierro ( 2 S 13 ). Pasados tres años, Absalón se
reconcilió con David, aunque después, aprovechando el descontento de cierto sector del
pueblo, se sublevó contra su padre y se proclamó rey en Hebrón. Se produjo el inevitable
choque militar entre David y su amado hijo, durante el cual mataron a este a pesar de las
órdenes que David dio de que no lo hicieran.
Aplastada la sublevación de Absalón, sobrevino la de Seba, que también se frustró.
Pero estas rebeliones hicieron que David se organizara mejor. Por ejemplo, decidió hacer
un censo ( 2 S 24 ; 1 Cr 21 ). No obstante, en sus últimos días lo acosaron las intrigas de
sucesión. Adonías intentó usurpar el trono, a pesar de que David lo había destinado para
Salomón. Después de asegurarle el reino a este, «murió en buena vejez, lleno de días, de
riqueza y de gloria» ( 1 Cr 29.28 ).
Rara vez se encuentran en una sola persona la habilidad, la virtud y la fuerza de
voluntad que vemos en David, aunque haya pasado por momentos de debilidad. Cierto
que hubo ocasiones en que a su corazón lo endureció la pasión o el orgullo, pero jamás
quiso vengarse de la crueldad de Saúl, y la genuina sinceridad de su lamento por la
muerte de este, de Jonatán y de Absalón, patentiza nuevamente la gran ternura que le era
característica. Repetidas veces se manifiesta su grandeza como poeta, músico y
compositor.
Bibliografía:
Juan Bosch, David: Biografía de un rey , Santo Domingo, 1963.
DEBIR Ciudad conocida primero por → QUIRIAT-SEFER ( Jue 1.11 ).
En los días en que Josué entabló sus luchas de conquista, Debir era la fortaleza de uno
de los cinco reyes de los vastos dominios de los amorreos. Se encontraba casi a igual
distancia entre Hebrón y Laquis, a la orilla de la ruta principal hacia Egipto. Josué la
conquistó ( Jos 10.38 ), pero más tarde la reconquistaron sus antiguos moradores, los
cananeos. Otoniel volvió a subyugarla ( Jos 15.15 , 16 ) y posteriormente esta ciudad se
entregó a los hijos del sacerdote Aarón. Debir se ha identificado como Tel Beit Mirsim,
unos 20 km al sudoeste de Hebrón.
Otros dos sitios llevan el nombre Debir ( Jos 13.26 ; 15.7 ) y también un rey amorreo
( Jos 10.3 ).
DÉBORA ( una abeja ).
1. Ama y compañera de Rebeca ( Gn 24.59 ; 35.8 ).
2. Profetisa que aparece en la serie de jueces que gobernaron en Israel antes de la
monarquía ( ca. 1125 a.C.). Era esposa de Lapidot ( Jue 4.4 ). A su sede en el centro del
país llegaban a consultar sobre casos demasiado difíciles para los jueces locales, y
disputas entre las tribus. Así Débora fomentó entre las tribus dispersas un sentido de
unidad y lealtad a Jehová que les hacía falta para la lucha contra los cananeos.
Aunque no era líder militar, Débora organizó el ataque contra → SÍSARA , capitán del
ejército del opresor cananeo Jabín, valiéndose de → BARAC para dirigir las fuerzas
israelitas. A instancias de este, Débora los acompañó a la batalla, la cual terminó en
victoria para Israel ( Jue 4 ). El cántico de victoria de Débora y Barac ( Jue 5 ), en que se
ha conservado el lenguaje del Antiguo Testamento, constituye una de las principales
fuentes de información para el estudioso de la poesía hebrea, y de la historia de este
período cuando las tribus vivían aisladas en las montañas y apenas comenzaban a
disputar a los cananeos el dominio de los valles y los caminos.
DECÁLOGO → DIEZ MANDAMIENTOS .
DECÁPOLIS (en griego, diez ciudades ). Grupo de ciudades griegas de considerable
importancia, situadas principalmente al este y al sur del mar de Galilea (lago Tiberíades),
y al lado oriental del Jordán, en la que Jesús llevó a cabo una parte destacada de su
ministerio ( Mt 4.25 ; Mc 5.1–20 ; 7.31–37 ). El nombre se relaciona a una liga de
ciudades, de las que siete se encontraban dentro del área propiamente denominada.
Decápolis: Escitópolis ( → BET-SAN ), → GADARA , Hipo, Pela, Abilá, Gerasa y Filadelfia.
Al nordeste de esta región se hallaban cuatro más: Dión, Canatá, Rafaná (Rafón) y →
DAMASCO . El número de ciudades que se identificaban con el nombre no estaba
claramente definido, aunque se alude específicamente a diez.
La liga de ciudades surgió después de la conquista de Alejandro Magno, cuando
numerosos grupos de griegos invadieron a Palestina y levantaron ciudades que más tarde
se constituyeron en centros de cultura helénica, cultura que competía con la judía (lo cual
explica la presencia allí de un hato de cerdos, Mc 5.11 ). Se organizaron en una liga por
razones de comercio y defensa. Luego de la conquista romana, fueron declaradas
ciudades libres, aunque sujetas al gobernador romano de Siria. Con la anexión nabatea y
la creación de la provincia de Arabia por el emperador Trajano (106 d.C.), la Decápolis
llegó a su fin; las ciudades que la constituían formaron más tarde parte de las provincias
vecinas.
DECRETO Traducción en el Antiguo Testamento (entre otras, por ejemplo, «edicto»,
«estatuto», «ley», «mandamiento», «ordenanza», «sentencia») de varios términos hebreos
y arameos que significan «orden real» o «proclamación oficial». Por ejemplo, los
decretos de Nabucodonosor, Darío y Asuero ( Dn 3.29 ; Esd 6.12 ; Est 1.20 ; etc.).
El Antiguo Testamento describe a Dios como el gran rey de la tierra que promulga sus
decretos ( Sal 2.7 ), y tanto la creación (la lluvia, Job 28.26 ; los cielos, Sal 148.6 ; el mar,
Pr 8.29 ; Jer 5.22 ), como la historia ( Sof 2.2 , «el día de la ira») los dominan estos
«estatutos» o «leyes». En el Nuevo Testamento la palabra griega traducida por «decreto»,
«edicto» y «ordenanza» se refiere a los decretos de César ( Lc 2.1 ; Hch 17.7 ) o del
faraón de antaño ( Heb 11.23 ), a la resolución del concilio de Jerusalén ( Hch 16.4 ), y en
Col 2.14 (cf. 2.20 , «preceptos») y Ef 2.15 («ordenanza») a las demandas detalladas de la
Ley Mosaica.
DEDÁN Nombre de dos hombres y una región en la Biblia.
1. Camita, hijo de Raama y nieto de Cus ( Gn 10.7 ). No se ha identificado el pueblo
del cual fuera progenitor.
2. Nieto de Abraham y Cetura ( Gn 25.3 ). La tribu dedánica se estableció al sur de
Edom. Los israelitas los consideraban como parientes suyos ( Jer 49.8 ). Eran
comerciantes y sus grandes caravanas viajaban por Palestina ( Is 21.13–17 ).
3. Una región cerca de Edom y el mar Muerto. Dedán se menciona en la literatura
cuneiforme de Asiria y Babilonia, y hoy todavía es un notable centro comercial llamado
Alula, a 112 km al sudoeste de Tema ( Ez 25.13 ; 27.15 , 20 ; 38.13 ).
DEDICACIÓN, FIESTA DE LA Fiesta mencionada solo una vez en la Biblia ( Jn
10.22 ). Se instituyó para conmemorar la gesta de Judas Macabeo, quien en 164 a.C.
purificó ceremonialmente y rededicó el templo y el altar de los holocaustos, que Antíoco
Epífanes profanó ( 1 Mac 4.52–59 ; 2 Mac 2.20 ; 10.6ss ). Se iluminaba profusamente el
templo y también las casas.
Los judíos modernos celebran esta «Fiesta de las luces» ( Hanukkah ) y en varios
aspectos es semejante a la Navidad de los cristianos. Incluso, la fecha de esta celebración
a veces coincide con el 25 de diciembre.
DEHESA Tierra acotada y dedicada a pastos ( Is 30.23 ).
DELAÍA Nombre de cuatro personajes de la Biblia.
1. Cabeza del vigesimotercer grupo de sacerdotes ( 1 Cr 24.18 ).
2. Príncipe que trató de evitar la destrucción del rollo de Jeremías ( Jer 36.12 , 25 ).
3. Antepasado de unos que regresaron con Zorobabel ( Esd 2.60 ; Neh 7.62 )
4. Padre de Semaías ( Neh 6.10 ).
DEMAS (en griego, hombre del pueblo ). Cristiano de Roma y compañero de Pablo en
su primer encarcelamiento allí ( Col 4.14 ; Flm 24 ). Es lamentable, pero durante el
segundo encarcelamiento de Pablo, Demas lo abondanó «por amor de este mundo», y se
fue a Tesalónica ( 2 Ti 4.10 ).
DEMETRIO Nombre común entre los griegos.
1. Jefe del gremio de plateros de Éfeso, fabricantes de diminutos nichos que
contenían imágenes de la diosa Artemisa ( → DIANA ). Demetrio, alarmado por la
amenaza económica que representaba la evangelización, instó a sus colegas a organizar
una protesta masiva contra Pablo y sus compañeros. Su discurso ( Hch 19.24–28 )
incluyó también el motivo religioso. El secretario de Éfeso logró evitar el motín y
reprendió a Demetrio (v. 38 ).
2. Cristiano de Asia Menor cuya conducta loable era conocida de muchos: Juan lo
recomendó con entusiasmo (3 Jn 11s) a Gayo y su iglesia.
DEMONIOS (del griego daı́mon o daimónion ). Seres espirituales hostiles a Dios y a
los hombres. En el pensamiento griego popular se designaba así a los espíritus malos, y
en particular a los de los muertos que ejercían su maleficio como fantasmas.
La mención de los espíritus de los muertos, llamados elohim en 1 S 28.13 e Is 8.19 , a
los cuales se consultaba por los médiums ( → HECHICERÍA ), revela que muchas de los
conceptos que encontramos en Grecia acerca de los demonios, aparecieron
esporádicamente en Israel. La prohibición del espiritismo ( Nm 23.23 ; Dt 18.10 ; 1 S
15.23 ) explica que la demonología haya ocupado un lugar tan marginal en el Antiguo
Testamento. Más bien muchas actividades destructoras, que las naciones vecinas
imputaban a los demonios, se atribuyen a Jehová ( 1 S 16.14b ; 2 S 24.16 ).
Foto de Gustav Jeeninga
Pazuzu, un demonio asirio del desierto que tenía patas y alas de
águila, cuerpo humano con garras y una cabeza deforme.
En el Antiguo Testamento la nomenclatura para los demonios es variada y extraña: se
llaman shedim (señores) en Dt 32.17 , y es probable que sh˓rim en Is 13.21 , lilit en Is
34.14 (ambas palabras se traducen → CABRAS en RV) y → AZAEL ( Lv 16.10–22 ) se
refieran a demonio.
En el judaísmo tardío y en el rabinismo aparecen los demonios más explícitamente
como seductores de las personas y enemigos de Dios. Se trata de → ÁNGELES caídos (cf.
Jud 6 ), a veces relacionados con los «hijos de Dios» de Gn 6.1–4 . Los demonios están
sujetos a → SATANÁS o → BELIAL . En la Mishnah se consignaban instrucciones para los
exorcistas (cf. Lc 11.24 ; Ap 18.2 ), como los cementerios ( Mc 5.2 ) y por ello se les
llama «espíritus inmundos».
Foto de Gustav Jeeninga
Estas columnas rodeaban completamente un teatro al aire libre en
Gadara (la moderna Gerasa) durante el período neotestamentario. Al
parecer esta no es la misma Gadara (llamada también Gergesa) en la
región donde Jesús sanó a dos endemoniados ( Mt 8.28–34 ).
La mención de la actividad demoníaca en el Nuevo Testamento se concentra en los
Evangelios, como si la irrupción especial del ministerio terrenal de Jesús provocara
mayor oposición satánica. Frente a la evidencia de los milagros del Señor, sus enemigos
lo acusaron de «tener un demonio» ( Jn 7.20 ; 10.20 ), pero al contrario, Jesús actuaba
con autoridad propia «desatando» a los dominados por Satanás ( Lc 13.10–17 ). Su poder
sobre los demonios confirmó que Él es el «más fuerte», que entró en la casa del «fuerte»
[Satanás], lo ató, y ahora «saquea sus bienes [los demonios]» ( Mc 3.27 ). El poder de
Jesús sobre los demonios señalaba la llegada del Reino de Dios ( Lc 11.20 ). Jesús
compartió esta victoria con sus discípulos ( Lc 9.1 ; 10.17 ) e incluso con los que no se
contaban entre sus seguidores íntimos ( Mc 9.38s ).
Muchos eran los efectos de la posesión demoníaca: la mudez ( Mt 9.32s ), la epilepsia
( Mc 9.17s ), hábitos antisociales ( Mc 5.1–5 ) e intentos suicidas ( Mt 17.15 ). Sin
embargo, no toda enfermedad se atribuía a la posesión. Mateo 4.24 distingue bien entre
las causas naturales y sobrenaturales al afirmar que Jesús sanó a «los que tenían
dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados,
lunáticos y paralíticos».
Foto de Howard Vos
Un elaborado sarcófago, o ataúd, en la ciudad de Tiro, que data del
período romano.
Como habitantes del mundo espiritual, los demonios sabían quién era Jesús aunque Él
callaba este tipo de testimonio ( Mc 3.11s ). Reconocían también que su fin en el →
ABISMO será para destrucción eterna ( Mt 8.29 ; Lc 8.31 ; cf. Stg 2.19 ).
Después de los Evangelios canónicos, disminuye la preocupación por los demonios.
Hechos 19.13–16 ( → ESCEVA ) es una anécdota singular acerca del judaísmo
contemporáneo. Escribiendo a mediados del siglo II, el autor desconocido de la
conclusión del Evangelio de Marcos ( 16.9–20 ) se refiere al exorcismo, puesto que este
pasaje se basa en una tradición confiable, es probable que Jesús haya hecho una promesa
tal. Según 1 Ti 4.1 los demonios atentan contra la sana doctrina. En 1 Co 10.20s , Pablo
equipara el culto a los ídolos con el tributo a los mismos demonios en su esencia (cf. Ap
9.20 ).
Bibliografía:
M. García-Cordero, Teología de la Biblia I, B.A.C., Madrid, 1970, pp. 451–468. VTB , pp.
185–187.
DENARIO (del griego deni , diez a la vez ). Moneda romana, de plata, usada en la
época novotestamentaria ( Mt 18.28 ; Mc 6.37 ; 12.15 ; Jn 6.7 ; 12.5 ; Ap 6.6 ). Su
nombre se deriva de los diez ases (pequeña moneda romana; → CUARTO ) que valía al
principio, cantidad que aumentaron después a dieciséis. Desde el siglo II a.C. el denario
era la principal moneda del imperio y llevaba, como todas las de plata u oro, la imagen
del emperador ( Mt 22.19s ). De la parábola de los jornaleros en la viña se desprende que
un denario era lo que se solía ganar por un día de trabajo ( Mt 20.1–16 ). El buen
samaritano dio dos denarios al mesonero ( Lc 10.35 ).
DEPORTES → JUEGOS DEPORTIVOS .
DERBE Pequeña población de Licaonia, en el Asia Menor, a donde Pablo y Bernabé se
dirigieron después de visitar a Listra ( Hch 14.20s ). Quedaba unos 90 km al este de
Listra y a corta distancia del muy conocido paso llamado «Las puertas cilicianas». Los
misioneros hicieron «muchos discípulos» aquí, y entre estos → GAYO que trabajó después
con Pablo ( Hch 14.21 ; 20.4 ). Pablo volvió a visitar a Derbe durante el segundo viaje y
quizás en el tercero ( 16.1–4 ; 18.23 ; 19.1 ).
Foto de Howard Vos
La colina sin excavar de Derbe, una ciudad que el apóstol Pablo
visitó ( Hch 14.20 ; 16.1 ).
DESCENSO AL INFIERNO Doctrina según la cual Jesucristo, después de su
muerte y antes de su resurrección, descendió a la morada de los muertos: → HADES
(griego) o → SEOL (hebreo). Esta doctrina, si bien no se enseña explícitamente en el
Nuevo Testamento, ya en el siglo II se hallaba en los escritos patrísticos y en el siglo IV
se encuentra en todos los credos de la iglesia.
Esta doctrina parece hallarse en forma implícita en Hch 2.27 ; Ro 10.7 , y quizás en
Ef 4.9ss ; pero sobre todo en 1 P 3.18–4.6 . Según este último pasaje, Cristo «fue y
predicó» a los espíritus de los muertos («espíritus encarcelados») en el Hades .
Algunos, para obviar la enseñanza del «descenso», interpretan el pasaje como una
referencia a la predicación de Cristo por medio de Noé en los días de este, tesis que
resulta difícil de sostener por el contexto sintáctico en que se encuentra «espíritu» en 1 P
3.18 , del original griego.
Si se rechaza esta interpretación, siempre queda el problema de quiénes eran los
espíritus encarcelados. ¿Ángeles caídos ( Gn 6 ) u hombres? ¿Y qué clase de mensaje
habrá predicado? ¿De condenación o de esperanza? El problema tiene que resolverse de
acuerdo con el concepto que uno tenga de la enseñanza general de las Escrituras sobre
este tema. O bien se puede dejar, por ahora, sin resolver.
DESEADO DE TODAS LAS NACIONES Frase con que en algunas versiones
se traduce lo que algunos interpretan como un título mesiánico ( Hag 2.7 ; cf Mal 3.1 ). El
profeta Hageo habla de un día en que lo más preciado de los tesoros de los gentiles será
dedicado al Dios de Israel. Algunos creen que se refiere al primer advenimiento de Cristo.
DESIERTO Traducción de varias voces hebreas. Midbar , la más común, se
relacionaba con el nomadismo y designaba un lugar de pastos libres, no muy colonizado,
a donde se podía llevar el ganado. En estos desiertos había aldeas ( Jos 15.61 , 62 ; Is
42.11 ) dedicadas, por lo general, al abastecimiento de las caravanas. Eran puntos de
descanso.
En ciertos sectores del → NEGUEV se desarrollaron cultivos, pero para los israelitas,
que vivían en regiones más fértiles, el desierto representaba lugares solos ( Dt 32.10 ),
secos ( Os 13.5 ), oscuros ( Jer 2.6 , 31 ) e inseguros ( Lm 5.9 ).
El término hebreo horba ( desolación ), que también se traduce desierto, se refiere a
lugares habitados ( Lv 26.31 , 32 ; cf. Is 48.21 ; Ez 13.4 ). El término → ARABÁ (seco,
estéril) denomina el valle del Jordán y su extensión hasta el golfo de Aqaba. Pero se
refiere también, en sentido más general, al desierto (por ejemplo, Job 24.5 ; Is 33.9 ). En
el Nuevo Testamento, el desierto simboliza una separación de la vida social; Juan el
Bautista vive en el desierto de Judá ( Mc 1.4 ) y Jesús va al desierto para luchar con
Satanás ( Mc 1.12s ) y para orar ( Mc 1.35 ).
DESNUDEZ, DESNUDO Palabras que pueden significar diferentes cosas:
1. Sin ropas ( Gn 2.25 ).
2. Pobremente vestido ( Job 22.6 )
3. Partes del cuerpo que no deben exhibirse ( Lv 18.1–19 ).
4. Acto vergonzoso ( Gn 9.22 ).
DESPOJOS Botín de guerra, sea de bienes materiales o prisioneros humanos, tomado
después de una batalla victoriosa. Desde tiempos de Abram se dedicaba la décima parte
de este botín a Jehová ( Gn 14.20 ; cf. Heb 7.2ss ), la cual se destinaba al uso de los
sacerdotes.
David dividió los despojos por igual entre los que pelearon y los que guardaron el
equipaje ( 1 S 30.26–31 ).
«Despojar» a veces significa saquear ( Gn 34.27 , 29 ; 1 S 14.36 ).
«Despojar» se usa también en sentido figurado (por ejemplo, Col 2.5 ). La idea de
«despojarse» (deshacerse voluntariamente de una cosa) aparece en dos ocasiones en el
Nuevo Testamento ( Ef 4.22 ; Flp 2.7 ).
DESPOSAR Contraer un compromiso nupcial que, en la sociedad hebrea, establecía
una relación permanente y exigía fidelidad absoluta, aunque la unión no se consumaba
antes del matrimonio ( Gn 29.21 ). Violar esta relación se consideraba como adulterio (
Dt 22.23s ), lo cual explica que José haya resuelto divorciarse de María ( Mt 1.18s ). ( →
MATRIMONIO .)
Generalmente, los padres del joven iniciaban las gestiones para el desposorio ( Gn
24.4 ; 38.6 ), aunque a veces el joven mismo escogía primero la novia ( Gn 34.4 , 8 ; Jue
14.2 ). En algunas ocasiones se pedía el consentimiento de la novia, como en el caso de
Rebeca ( Gn 24.58 ). El pacto con la familia de la novia se sellaba con el pago de la →
DOTE .
Dios habla de desposarse con su pueblo, empleando una preciosa metáfora para
ilustrar su amor y fidelidad hacia el hombre ( Os 2.19s ; Jer 2.2 ; cf. 2 Co 11.2 ).
DEUDOR Aunque la ley israelita admitía que un deudor se vendiera a sí mismo como
esclavo para saldar una deuda ( Lv 25.39 , 47 ) y que el → LADRÓN ( → ROBO ) incapaz de
restituir se vendiera como esclavo ( Éx 22.3 ), sin embargo, no autorizaba al acreedor a
poner sus manos sobre el deudor ( Dt 24.7 ). Por otra parte, parece que la ley israelita
apoyaba la costumbre antigua de que un padre vendiera los suyos para pagar una deuda (
Éx 21.7 ). En todo caso, en 2 Reyes se habla de una viuda que recurrió a Eliseo para no
verse obligada a vender sus dos hijos ( 4.1–7 ). Nehemías habla de padres que se ven en
el trance de vender sus hijos para hacer frente a sus deudas ( 5.5 ; cf. Gn 47.18 , 19 ; Is
50.1 ). Amós censura a los acreedores que vendían sus hermanos israelitas porque estos
no les pagaban un par de sandalias ( 2.6 ).
En el Nuevo Testamento se cuenta una parábola que narra acerca de un señor que
mandó a vender un siervo que le debía una fuerte suma: él, su mujer y sus hijos ( Mt
18.25 ). Este mismo relato nos hace ver, además, que en tiempos de Cristo se conocía la
prisión por deudas.
Las relaciones entre acreedores y deudores solían ser muy tensas en Israel. Jeremías
alude al odio que las animaba ( 15.10 ). Más de un deudor prefería salir del paso, dándose
a la fuga. No obstante, la legislación procuró siempre proteger al deudor, refrenando los
abusos de los acreedores con medidas en favor de quienes, por su insolvencia, tuvieron
que venderse como esclavos ( → AÑO SABÁTICO ).
Jesús no permaneció insensible ante las preocupaciones del pueblo en este aspecto.
Además de la parábola que acabamos de mencionar, refirió la parábola del mayordomo
infiel ( Lc 16.5ss ) y la de los dos deudores desiguales ( Lc 7.41ss ). En el modelo de
oración, que el Señor propuso a los suyos, dice literalmente: «Perdónanos nuestras
deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores» ( Mt 6.12 ). Son
conocidas, además, aquellas palabras de Pablo: «Con nadie tengáis otra deuda que la del
mutuo amor» ( Ro 13.8 , BJ).
DEUTERONOMIO, LIBRO DE Libro del Antiguo Testamento que comúnmente
se identifica como el discurso de despedida de Moisés antes de morir. El título del libro
viene de deuteronomion (que quiere decir «segunda ley» o «repetición de la ley»),
palabra griega con la que la Septuaginta tradujo Deuteronomio 17.8 . El texto hebreo no
dice «repetición», sino copia, como se traduce en Reina-Valera (revisión de 1960). En
hebreo el título se compone de las primeras palabras del libro: Ele Jadvarim («estas son
las palabras»).
Estructura Del Libro
Según el libro mismo, Deuteronomio tuvo su origen en la enseñanza de → MOISÉS .
Después de una breve presentación de Moisés como el que habla, el libro presenta una
serie de cálidos discursos y alocuciones de Moisés ante el pueblo. Con breves
interrupciones, estos discursos continúan hasta el capítulo 31 . El capítulo 32 registra el
Cántico de Moisés y el capítulo 33 es la Bendición de Moisés. El último capítulo habla de
la muerte de Moisés y el nombramiento de Josué como nuevo jefe del pueblo.
Dios sacó al pueblo de Egipto (les recuerda Moisés en sus discursos) y los condujo
por el desierto hasta la frontera misma de la tierra prometida. Los Diez Mandamientos
estaban en vigencia, y sus principios debían gobernar la vida del pueblo de Dios. Como
pueblo escogido, debían mostrar al mundo una vida santa y actuar siempre con justicia.
Estarían rodeados de un mundo de idólatras, pero Israel debía adorar solo al único Dios.
«Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu
corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas» ( 6.4–5 ).
Al hablar, Moisés repite muchas de las leyes y regulaciones sobre el día de reposo, las
formas de adorar, el cuidado de los pobre, las festividades religiosas, las herencias, la
moralidad sexual, el derecho de propiedad, el trato de los esclavos y la administración de
justicia.
DEUTERONOMIO:
Un bosquejo para el estudio y la
enseñanza
I.
II.
Primera parte: El primer
discurso de Moisés Lo que Dios
ha hecho por Israel ( 1.1 — 4.43
)
Preámbulo del
Pacto
1.1–5
Repaso histórico
de los hechos divinos
por Israel
1.6—
4.43
A.
Desde el Monte
Sinaí hasta Cades
Barnea
1.6–18
B.
En Cades
Barnea
1.19–46
C.
Desde
Cades Barnea
hasta
Moab
2.1–
23
D.
Conquista
de
Transjordania
2.24—3.20
E.
Cambio de
liderazgo
3.21–29
F.
I.
Resumen del
Pacto
4.1–43
Introducción a la
Ley de Dios
4.44–
49
Segunda parte: El segundo
discurso de Moisés Lo que Dios
espera de Israel ( 4.44 — 26.19
)
II.
Explicación de las
estipulaciones del
pacto
5.1—11.32
A.
El pacto del
Gran Rey
5.1–33
B.
El
mandamiento
a enseñar la
Ley
6.1–
25
C.
El
mandamiento
de conquistar
a Canaán
7.1–26
D.
El
mandamiento
de recordar al
Señor
8.1–
20
E.
Mandamientos
sobre la justicia
propia
9.1—
10.11
F.
Mandamientos
sobre las
bendiciones y las
maldiciones
10.12—11.32
III.
Explicación de las
leyes adicionales
12.1—26.19
A.
Explicación de
las leyes
ceremoniales
12.1—16.17
B.
Explicación de
las leyes
civiles
16.18—
20.20
C.
Explicación de
las leyes
sociales
21.1—
26.19
I.
La confirmación
Tercera parte: El tercer
discurso de Moisés Lo que Dios
hará ( 27.1 — 34.12 )
del pacto
27.1—
28.68
II.
Establecimiento
del pacto
29.1—
30.20
III.
D.
El canto de
Moisés
31.30
—32.47
E.
La muerte de
Moisés
32.48
—34.12
1.
Se le ordena
a Moisés que
vaya al Monte
Nebo
32.48–52
2.
Moisés
bendice a las
tribus
33.1–29
3.
Moisés ve la
Tierra
Prometida
34.1–4
4.
Moisés
muere y es
lamentado
34.5–8
5.
Josué
reemplaza a
Cambio del
mediador del
pacto
31.1—
34.12
A.
Moisés
encarga a
Josué y a
Israel
31.1–13
B.
Dios
encarga a
Israel
31.14–21
C.
Se deposita
el Libro de la
Ley
31.22–29
Moisés
34.9
6.
Moisés es
alabado en
Israel
34.10–12
Autor Y Fecha
Se hace difícil cree que Moisés haya escrito la narración de su propia muerte ( 34.1–
12 ). Pero no hay razón para dudar que tanto la estructura como las enseñanzas básicas
del libro tuvieran su origen en Moisés. Es más, los eruditos bíblicos conservadores están
unidos en la convicción de que Moisés escribió este libro. Pero muchos eruditos liberales
teorizan que el libro se debe a la pluma de algún reformador religioso de Judá poco antes
o durante el reinado de Josías, entre el 640 y el 609 a.C. (Véase 2 R 22–23 .)
Esta teoría pasa por alto la declaración del libro mismo de que Moisés escribió la
mayor parte del mismo, si no todo, y pidió que el pueblo lo leyera con regularidad ( 31.9–
13 ). Los pronombres personales «yo» y «nosotros» que aparecen en el libro parecen
referirse a las experiencias de Moisés y su pueblo. La conclusión lógica es que Moisés
escribió los primeros treinta y tres capítulos, y que su sucesor añadió el capítulo 34 como
tributo al líder caído. El libro debe haberse escrito allá por el 1400 a.C.
Foto de Howard Vos
Esta pintura de una tumba en Tebas muestra a dos mujeres de la
nobleza egipcia con un juego de tablero. Los israelitas eran esclavos
de los gobernantes de Egipto ( Dt 16.12 ).
Conservación E Influencia
El pueblo recibió el encargo de escribir las leyes después de la muerte de Moisés (
27.1–8 ). Los ancianos ( 27.1 ) y los levitas ( 27.9 , 11 , 14 ) participaban con Moisés en
la producción oral del material.
Moisés encargó a sus hermanos levitas la fiel conservación del libro ( 4.2 ; 17.18 ;
31.9 , 24–26 ). Hay estudios relativamente recientes que demuestran que Deuteronomio
fue cuidadosamente conservado y utilizado, particularmente en las tribus del norte
(compárese por ejemplo 33.13–17 con 33.7 ), por los profetas ( 13.1–5 ); 18.15–22 ;
34.10 ) y los levitas ( 33.8–11 ; cf. 10.8 , 9 ; 12.12 , 18 , 19 ; 14.27s ; 16.11 , 14 ; 18.1–8 ,
etc.).
Deuteronomio se leía cada siete años ( 31.10 , 11 ); cf. 15.1–6 ) en la fiesta de los
tabernáculos ( 16.13–15 ) para celebrar la renovación del pacto entre el siervo Israel y su
rey Jehová ( 33.2–5 ). Puede ser que esta fiesta se celebrara durante muchos años,
especialmente en → SIQUEM ( Jos 24.1 , 25s).
Después de la caída de Samaria (722 a.C.), los profetas y levitas del norte llevarían el
libro a Jerusalén, donde inspiró la reforma en el tiempo de Josías ( 2 R 22 ; 23 //).
Durante los muchos años que se conservó y utilizó el libro, se le habrán hecho
enmiendas y alguna edición menor. Se le adaptó a las diversas situaciones locales, pero
siempre bajo la inspiración del mismo Espíritu que había dirigido a Moisés. Compárese
las leyes de Éxodo 21–23 con las de Deuteronomio y cf. Josué 24.25s .
Aporte a La Teología
Como un libro «litúrgico» que promueve la renovación del pacto, Deuteronomio
representa un esfuerzo por salvar la brecha entre las generaciones ( 4.9 ; 5.2 , 3 , etc.) Y
relaciona la fe mosaica con la nueva vida en Canaán ( 4.14 ; 6.1 , etc.). Se dirige al
hombre integral, y explica la ley al intelecto (por ejemplo 4.12 , 15 , 16 ), apela al
corazón ( 4.29 , 39 ; 6.4–6 , etc.) y estimula la voluntad ( 30.19 , 20 ).
Como libro «ecuménico», Deuteronomio recalca la unidad del pueblo de Dios («todo
Israel»; 1.1 ; 5.1 , etc.). Y la centralización del culto que Jehová escogió ( 12.5 , 11 , 14 ,
18 , 21 , 26 , etc.).
Como libro «de protesta», Deuteronomio subraya la suprema autoridad de la Palabra
de Dios, una revelación clara ( 30.11–14 ) y sencilla ( 29.29 ) que los padres de familia
pueden enseñar a sus niños ( 6.6–9 ; 20.25 , etc.).
Como libro «evangelístico», Deuteronomio insiste en la necesidad de la regeneración
( 10.16 ; 30.6 ) y la conversión individual ( 4.29 ; 30.19 , 20 ). Se instruye al pueblo de
Dios para una guerra santa, enérgica y victoriosa ( 20.1–20 ). Pero Deuteronomio también
recalca la importancia de las leyes justas ( 4.8 ) para gobernar a la sociedad ( 16.18–19.21
, etc.).
Deuteronomio define por primera vez en el Antiguo Testamento la doctrina de la
elección de Israel ( 4.20 , 34 ; 7.6ss ; 8.17s ; 9.4s ; 10.15 , etc.), basada en la gracia de
Jehová.
Como libro «existencialista», Deuteronomio insiste en la importancia del presente y
la necesidad de una decisión «hoy» ( 30.2 , 8 , 11 , 16 , etc.).
Por primera vez en el Antiguo Testamento, encontramos en Deuteronomio un
monoteísmo explícito ( 4.35 , 39 ; 32.39 , etc.). En esto se basa lo que Jesús llamó «el
primer mandamiento» ( 6.4 , 5 ; cf. Mc 12.29 , 30 ).
Como sabía bien que las provisiones del viejo pacto no bastaban ( 31.1 , 22 , 26–29 ),
Moisés habló de un profeta venidero ( 18.15–19 ) cuya enseñanza produciría obediencia.
En su propia muerte Moisés simbolizó la del nuevo Siervo que sufriría en lugar del
pueblo la ira penal de Jehová ( 1.37 ; 3.26 ; 4.21 ; 34.4 ; cf. Is 53 ; Gl 3.10–14 ).
Deuteronomio En El Nuevo Testamento
Deuteronomio se cita unas ciento noventa y cinco veces en el Nuevo Testamento. De
aquí tomó Cristo toda su defensa contra el tentador y la primera parte de su resumen de la
ley y los profetas.
Según Pablo, Deuteronomio, bien entendido, implica la justificación por la fe ( Ro
10.6–8 ; cf. Dt 30.12–14 ; 1.32 ). Mas no se trata de una fe meramente intelectual, sino de
un entregarse absolutamente a Jehová, de una confianza cabal en Él para toda bendición
presente y futura, que redunde en una obediencia completa (cf. 1.32 y 1.26 ).
DÍA Unidad de tiempo equivalente a veinticuatro horas, que a través de la historia se
ha medido de diferentes maneras: de mañana a mañana por los caldeos, de puesta a
puesta de sol por los hebreos y griegos, o asignándole cierta cantidad de partes.
Actualmente es común medirlo de medianoche a medianoche.
En ocasiones, sin embargo, solamente se denomina «día» al tiempo de luz (Gn 1.5,
16, 18). Jesús lo mencionó en este sentido (Jn 11.9). Así establece, además, el contraste
con la noche (Is 27.3; Mc 5.5; Lc 18.7; 1 Ti 5.5).
La Ley judía establecía seis días laborales y el séptimo como día de reposo. Esta
disposición recordaba que Dios terminó su obra el séptimo día y lo bendijo (Gn 2.2, 3; cf.
Éx 12.14, 16; 20.8–11).
Son múltiples los usos figurados de «día». Denota un acontecimiento único o implica
las características de determinado tiempo. Se usa tanto en singular como en plural, por
ejemplo, «el día de Jesucristo» (Flp 1.6, 10; 2.16), «el día de Jehová» (Mal 4.5), «el día
de salvación» (Is 49.8), «los días de Noé» (Mt 24.37), «los días del Hijo del Hombre» (Lc
17.26), «todos los días», como expresión de siempre (Mt 28.20), etc.
Los creyentes en Cristo son llamados «hijos del día», porque su naturaleza es opuesta
a la de los hijos de las tinieblas (1 Ts 5.5–8). Jesús llamó día al tiempo en que podría
trabajar (Jn 9.4). Según Pablo, la → NOCHE es el tiempo actual mientras vivimos en espera
del día cuando Cristo se manifestará (Ro 13.11–13). Nuestro deber como cristianos,
exhorta el apóstol, es andar como de día (Ro 13.13).
En el Antiguo Testamento, «día» se asocia a acontecimientos que constituyen una
visitación especial de Dios. El día de Jehová (o del Señor) es de juicio nacional o
individual, sobre su pueblo o sobre los pueblos paganos (Is 2.12; 13.9; Sof 1.14–18). Es
el día de la ira de Dios (Jl 2.31; Mal 4.5; cf. Is 13.13; 66.15; Sof 2.2).
En el Nuevo Testamento, el día final especialmente alude a la Segunda Venida de
Cristo (Mt 10.15; Jn 6.3, 9; 1 Ts 5.4). Este día será, como en el Antiguo Testamento, de
juicio, salvación y exaltación divinos.
La expresión «en los últimos días» parece abarcar todo el tiempo desde el sacrificio
de la cruz hasta la Segunda Venida de Cristo. Pedro reconoce el Pentecostés como
manifestación de estos días (Hch 2.17), y el autor de Hebreos afirma que en ellos Dios se
ha revelado por medio del Hijo (Heb 1.2). Sin embargo, «en los postreros días vendrán
tiempos peligrosos» y el juicio estará cercano (2 Ti 3.1; 2 P 3.3). Cristo se refirió a estos
días como el tiempo de la → GRAN TRIBULACIÓN que se relaciona con su segundo
advenimiento (Mt 24.19–22; cf. Mc 13.5–23), cuya fecha es el gran secreto del Padre (Mt
24.36; Mc 13.32).
DÍA DE EXPIACIÓN El día santo más solemne de los judíos, que se celebraba el
décimo día del séptimo mes. La Biblia especifica claramente lo que debía hacerse en este
día (Lv 16; 23), como también su significación cristiana (Heb 9; 10). Esta era la única
ocasión del año en que al → SUMO SACERDOTE se le permitía entrar al → LUGAR SANTÍSIMO.
Se quitaba sus vestimentas oficiales y se vestía humildemente de blanco; luego entraba
llevando un incensario de oro y una vasija con incienso. Al poner incienso en los
carbones encendidos, tomados previamente del altar, una nube de humo cubría el →
PROPICIATORIO del → ARCA DEL PACTO. De la sangre del becerro sacrificado para expiación,
el sacerdote tomaba con su dedo y rociaba siete veces el propiciatorio, para purificar el
santuario y expiar los pecados del sacerdocio.
Luego, se echaban suertes sobre dos machos cabríos: uno era sacrificado, y con parte
de la sangre entraba el sumo sacerdote nuevamente en el Lugar Santísimo; repetía la
ceremonia del rociamiento y purificaba esta vez al pueblo. Después ponía sus manos
sobre la cabeza del otro macho cabrío, el de → AZAZEL, y el animal era llevado lejos, a un
lugar desierto, donde se le perdía. Con esto se simbolizaba la expulsión de los pecados
del pueblo. Todo el ceremonial de este día era un tipo de Cristo y de su obra vicaria,
según la interpretación de la Epístola a los Hebreos. Cristo, nuestro Sumo Sacerdote,
ofreció el sacrificio de sí mismo, no por pecados suyos, sino por los nuestros; no entró en
el Lugar Santísimo del templo, sino en el cielo mismo; y su ofrenda propiciatoria no
necesita repetirse cada año, sino que fue perfecta, única y completa.
DÍA DE REPOSO → SÁBADO.
DÍA DE JEHOVÁ Expresión cuya idea común en el Antiguo Testamento denota la
consumación del → REINO DE DIOS y la destrucción de sus enemigos (Is 2.12; 13.6, 9; Ez
13.5ss; 30.3; cf. Dn 2.44). Es el día de la visitación y de la ira de Jehová (Is 13.9, 10; Sof
1.14).
Con el sentido de un día de juicio o de manifestación de la cólera divina, aparece por
primera vez en Amós. El profeta ve este día como de tinieblas y no de luz (Am 5.18, 20);
como el día de la separación definitiva entre los buenos y los malos, y de juicio y castigo
sobre el pecado también de Israel. Así lo consideran también Sofonías, Nahum, Habacuc
y Joel.
Posiblemente para los israelitas, la significación de este día estuvo asociada
inicialmente con un festival anual en el que celebraban el reinado de Dios sobre la
creación. Festejaban los dones divinos de la fertilidad y las cosechas, la majestad de
Jehová en la liberación de Israel y su dominio sobre todas las naciones (cf. Sal 93; 95–
100). Toda esa majestad y soberanía serían plenas en el día de Jehová (Sal 9.8; 96.13;
98.9). Israel conoció a Jehová, pero cuando venga ese día «toda la tierra será llena del
conocimiento de Jehová» (Is 11.9; cf. Hab 2.14; Zac 14.9).
En la literatura apocalíptica, es el día de la aniquilación de los pueblos enemigos de
Israel. Sin embargo, hay textos del precautiverio en los que se declara alguna posibilidad
de salvación para aquellos.
En el Nuevo Testamento, la realización del día de Jehová se traslada al fin del mundo.
Su sentido escatológico es más específico en cuanto a la → SEGUNDA VENIDA del Hijo del
Hombre, pero esto no significa olvidar las implicaciones en el presente (cf. Jn 8.56).
Segunda de Pedro 3.10 alude a la conmoción cósmica que precede al juicio de Dios. Se
incluyen elementos de gozo, esperanza y victoria. Es el día de Cristo (2 Co 1.14; Flp 1.6;
cf. Mt 24.27, 30). Sin embargo, permanecen la ira, el juicio y el castigo para los
incrédulos que serán juzgados en este día (Mt 10.15; Ro 2.5, 6; 1 Co 3.13; 2 P 3.7). Pero
para quienes creen en Cristo, que también serán juzgados (1 Co 1.8), es día de resurreción
y recompensa (Mt 16.27; Jn 6.39).
Pablo afirma que este día vendrá como «ladrón» (1 Ts 5.2). Determinará la
culminación de la historia y el establecimiento definitivo del reino eterno del → MESÍAS.
DÍA DEL SEÑOR Frase que en su forma griega (Kyriaké gemera) aparece
únicamente en Ap 1.10, donde no se refiere a un período apocalíptico, sino a un día de
veinticuatro horas. «Día del Señor» con sentido escatológico es traducción en el Nuevo
Testamento de la frase gemera kyrı́ou (1 Ts 5.2; 2 Ts 2.2; 2 P 3.10). La expresión
inicial, en que la primera palabra no es sustantivo sino adjetivo, se podría traducir
literalmente «día señorial» o «día dominical» (entendiendo que «dominical» viene del
latín dominus que significa «Señor»).
La Vulgata traduce la frase correctamente dominica die. La VM la traduce «día de
domingo», que conserva el sentido ya que «domingo» se deriva de dominus. La
traducción de RV no es incorrecta, pero no distingue entre el día de Ap 1.10 y el día
escatológico.
Para aclarar a qué día se refiere Juan es necesario ver los escritos de los padres
apostólicos. La Didajé (ca. 100 d.C.) 14.1 exhorta: «Reunidos todo día del Señor
[kyriakén] romped pan». Muy semejante es Hch 20.7, donde leemos que los discípulos
se reunieron «el primer día de la semana ... para partir el pan». En la Epístola de Ignacio
a los magnesios 9.1 (ca. 110 d.C.), se dice: «no guardando ya el sábado sino viviendo
según el domingo [kyriakén], día en que amaneció nuestra vida» (Ruiz Bueno, Padres
apostólicos, pp. 91,464).
Así, pues, antes del fin de la época apostólica, se daba importancia al primer día de la
semana (cf. también 1 Co 16.2), día cuando, según el testimonio unánime de los cuatro
Evangelios, resucitó nuestro Señor e hizo sus primeras apariciones a los creyentes. (→
SÁBADO.)
DIABLO Transcripción del vocablo griego diabolos (calumniador, acusador),
usado en la LXX para traducir la palabra hebrea satán (→ SATANÁS). El Nuevo
Testamento usa el nombre diablo como sinónimo absoluto de Satanás, pero esta última
denominación es más típica de Palestina (→ BELIAL; BAAL-ZEBÚ; DEMONIOS). En las
Epístolas pastorales (1 Ti 3.11; 2 Ti 3.3; Tit 2.3) el plural de este vocablo se traduce
«calumniadores».
DIACONISA Una sola mujer lleva el título griego de diákonos (→ DIÁCONO) en la
Biblia: «la hermana Febe» de la iglesia de Cencrea (Ro 16.1). De esta referencia se
deduce la existencia del oficio y la presencia de mujeres en el diaconado de la iglesia
primitiva. Quizás la frase «mujeres» en 1 Ti 3.11 se refiere a diaconisas, aunque algunos
exégetas sostienen que estas son las esposas de los diáconos. En el primer caso, Pablo
indicaría los requisitos para el diaconado total en los vv. 8–13, subrayando que las
diaconisas deben ser «honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo». Las
mujeres que servían a Jesús (Lc 8.2, 3) podrían conceptuarse como precursoras de estas.
DIÁCONO (en griego, siervo o ministro). Diákonos y sus derivados aparecen más
de cien veces en el texto griego del Nuevo Testamento, pero la palabra «diácono» solo
tres en la RV. Este término semitécnico designa al que desempeña determinado oficio en
la iglesia local. En Filipenses 1.1 Pablo menciona a los diáconos en íntima relación con
los → OBISPOS; igualmente según 1 Timoteo 3.8, 12 los requisitos para el diaconado (cf.
los vv. 8–13) no difieren mucho de los correspondientes al obispado. Las
responsabilidades de los diáconos son sobre todo administrativas y caritativas, y sus
virtudes (sobriedad, honradez y transparencia [de carácter]), las más apropiadas para
oficiales encargados de las finanzas y el servicio social. Aunque toda la iglesia ha de
ejercer la diakonı́a, es también un don especial (Ro 12.7; 1 P 4.11; cf. «los que ayudan»
en 1 Co 12.28), el cual pueden recibirlo tanto hombres como mujeres (→ DIACONISA). Los
diáconos se destacaban sobre todo en la → SANTA CENA, o en el ágape de esta, en el cual
la iglesia expresaba su preocupación social.
El relato en Hechos 6 de la selección de siete personas aprobadas para supervisar el
fondo para las → VIUDAS, se ha interpretado como la institución formal del diaconado (→
IMPOSICIÓN DE MANOS); pero su importancia estriba ante todo en la autorización apostólica
de obras de beneficencia y en la delegación de tales tareas a los que Dios ha señalado
mediante dones particulares. Nótese, sin embargo, que la diakonı́a material no entra en
discrepancia con la diakonı́a de la Palabra y los prodigios (Hch 6.8–8.40).
Durante el período postapostólico, el concepto neotestamentario del diaconado sufrió
una constricción e institucionalización y llegó a ser una orden en la jerarquía ministerial.
En los otros usos de esta familia de palabras (→ SIERVO; MINISTRO) nunca se pierde de
vista la acepción original: el diácono es el que sirve en un banquete (Mc 1.31; Lc 10.40;
Jn 2.5, 9; cf. Mc 10.45; Lc 22.26s), aunque se habla también de servir o ministrar en un
sentido más general.
DIADEMA Tocado de metal precioso; por ejemplo, una chapa de oro que llevaban
sobre la frente los de categoría social o religiosa, en ciertos actos importantes. Por
diadema se traducen cuatro vocablos hebreos y uno griego que tienen diferentes matices.
Era insignia del rey o del sumo sacerdote. Tenía forma de banda, adornada con piedras
preciosas o con una inscripción (Ap 19.12) y se sujetaba con una cinta (Éx 29.6; 2 S 1.10;
etc.). Era una → CORONA DE HONOR que usaban los recién casados, los comensales, los
reyes, los sumos sacerdotes y los funcionarios del gobierno persa (Cnt 3.11; Is 28.5;
62.3); y era una lámina de oro puro que llevaba el sumo sacerdote en el turbante durante
las ceremonias (Lv 8.9; etc.).
DIAMANTE Piedra preciosa de sin igual dureza y lustre; es transparente, pero puede
presentarse opaca. Es un carbón mineral cristalizado que se usa para diversos adornos. En
la Biblia «diamante» es la traducción de dos palabras hebreas: shamir, piedra dura
usada para grabar (Jer 17.1); y yahalon, término que usaron los profetas para ilustrar la
dureza de la frente (Ez 3.9) y del corazón (Zac 7.12).
Por su rareza y costo, se supone que el diamante fue poco conocido por los judíos,
aunque había una piedra semejante en el pectoral del sumo sacerdote (Éx 28.18).
DIANA Nombre latino de la diosa más célebre de Asia Menor, llamada Artemisa por
los griegos. En la mitología clásica griega Artemisa era una hermosa cazadora virgen, una
deidad lunar a la que se consideraba protectora de las jóvenes casaderas y ayudadora de
las mujeres en tiempo de parto. En sus orígenes asiáticos había sido diosa de la naturaleza
silvestre y de la fecundidad, con rasgos a veces feroces. Gracias al sincretismo de la
época, la Diana de los romanos era una fusión de varias diosas primitivas.
Diana de Éfeso (Hch 19.23–41) se parecía a → ASTAROT o a → ASTORET; era la diosa
madre, símbolo de fertilidad y dadora de los alimentos. Probablemente los efesios la
veneraban con ritos impuros y prácticas misteriosas y mágicas. Se creía que la imagen
original cayó del cielo (Hch 19.35), lo que tal vez indica que el ídolo se formó con
material de un meteorito. Por lo general, a Diana la representaban de la cintura a los pies
por un trozo cónico de madera, con busto de mujer cubierto con muchos pechos, la
cabeza coronada con torrecillas y cada una de sus manos apoyada en un báculo.
El templo de Diana tenía ciento treinta y tres metros de largo y setenta y cuatro de
ancho. Lo sostenían ciento veintisiete columnas jónicas hechas de mármol blanco, cada
una con dieciocho metros y medio de altura. Se reconstruyó en tiempo de Alejandro
Magno con la ayuda de todas las ciudades griegas del Asia. Era una de las siete
maravillas del mundo y orgullo de los efesios (Hch 19.27–34). Si Pablo estuvo en Éfeso
cuando escribió 1 Corintios, posiblemente pensó en este templo cuando escribió las
palabras de 3.9–17 (cf. Ef 2.19–22).
Los templecillos de Diana hechos por → DEMETRIO y otros plateros se vendían como
fetiches o recuerdos, y representaban un negocio de grandes ganancias (Hch 19.24).
Algunas copias hechas de terracota o mármol se conservan hasta hoy. En el mes de
Artemisión (abril-mayo), peregrinos de toda Asia Menor acudían a las fiestas de Diana.
DIÁSPORA → DISPERSIÓN.
DIBLAIM Suegro del profeta Oseas (Os 1.3).
DIBLAT Lugar de ubicación desconocida que el profeta Ezequiel menciona (Ez 6.14).
Quizás se trate de la → RIBLA donde el faraón Necao depuso a Joacaz de Judá (2 R
23.33).
DIBÓN Ciudad moabita ubicada a seis kilómetros al norte del río Arnón.
Foto de Gustav Jeeninga
Una muralla de una ciudad en la excavación de Dibón, una
de las principales ciudades de Moab (Is 15.2).
Cuando Moisés llegó al Arnón, los amorreos les habían quitado el territorio al norte
de este río a los moabitas. Moisés atacó a Sehón, rey amorreo, y acampó en Dibón (Nm
21.21–31; 33.46) que después se asignó a Gad (Nm 32.34; cf. Jos 13.7–9).
Moab volvió a ocupar Dibón hasta que David la reconquistó (2 S 8.2). Cuando la
guerra civil y la división de Israel, Moab la volvió a tomar. Omri se la quitó a Moab pero
→ MESA, rey moabita, se levantó contra Acab, hijo de Omri, y logró recuperarla.
DIENTES Término usado a menudo en sentido figurado. Por ejemplo: «crujir de
dientes», para expresar la rabia y angustia de los condenados en el infierno (Mt 8.12;
24.51; Lc 13.28); «a diente limpio», para indicar la falta de alimentos (Am 4.6); «diente
por diente», para explicar una acción recíproca contra un ofensor (Lv 24.20).
A veces se emplea el refrán «Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los
hijos tienen la dentera» para ilustrar la herencia de pecados paternales (Ez 18.2).
DIEZ MANDAMIENTOS (o Decálogo). Resumen de los preceptos básicos del →
PACTO MOSAICO (Éx 20.1–17; Dt 5.6–21). Moisés tres veces los llama los Diez
Mandamientos, o literalmente, Diez Palabras (Éx 34.28; Dt 4.13; 10.4). Tanto el hecho de
estar enmarcados en un contexto del pacto como los términos de su prólogo (Éx 20.2; Dt
5.6) hacen resaltar que nunca habían de ser un camino de salvación. Más bien
constituyeron una instrucción básica para el pueblo de Dios ya redimido (→ ÉXODO).
La validez permanente de estas diez palabras como principios básicos que siguen
guiando al → PUEBLO DE DIOS, aun bajo el nuevo pacto, se hace evidente por:
1. La unidad del pacto, que prometió un cambio de lugar (en el corazón), y no la
unidad de la ley misma (Jer 31.33; Heb 10.16).
2. La majestuosa promulgación original (Éx 19; Dt 5.1–5).
3. Su forma física tan perdurable (Éx 31.18).
4. Su colocación bajo el trono de Dios en el → ARCA DEL PACTO como expresión eterna
de su carácter santo (Éx 25.16; 40.20; cf. Ap 11.19).
5. La naturaleza divina y comprensiva de su contenido, que abarca todo el campo de
la vida religiosa y moral.
6. La actitud del Nuevo Testamento hacia ellas (por ejemplo, Mt 19.17–19; y cartas
paulinas Gl y Ro).
La división de las diez palabras que mantienen los protestantes es la que Josefo dice
que prevalecía entre los judíos de su tiempo. La iglesia Católica Romana hace una
división diferente: une la primera y la segunda (Éx 20.4–6), para formar una primera, y
divide en dos la décima (20.17a y 20.17b), para formar la novena y la décima de su
orden. La división tradicional de las diez palabras en «dos tablas» (preceptos religiosos)
[Éx 20.3–11] y preceptos morales [Éx 20.12–17] no es legítima.
La arqueología ha sugerido que las «dos tablas» (Éx 31.18; 32.15s; etc.) eran iguales
y contenían unas mismas estipulaciones en vez de ser dos partes de una lista. Esto hace
resaltar la unidad esencial de las dos dimensiones de la responsabilidad del hombre (hacia
Dios y hacia el prójimo) que Cristo recalcó en su propio resumen de los preceptos del
pacto (Mt 22.34ss; cf. Ro 13.8–10; 1 Jn 4.20).
Los elementos discrepantes entre la versión de Éx 20 y la de Dt 5 y entre el Antiguo
Testamento y el Nuevo Testamento (→ SÁBADO) son de esperarse, a la luz de las prácticas
establecidas en la antigüedad para las renovaciones de los pactos. Esto no afecta la
permanencia esencial de los principios básicos del pacto (cf. Gn 17.7; Heb 13.20).
A la luz de su contexto (el pacto), podemos apreciar la forma negativa de ocho de los
Diez Mandamientos, que pone de relieve la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Pues el
primero libera del temor de muchos poderes divinos: solo hay un Dios, el que les salvó.
El segundo evita que el hombre adore una proyección o creación de sí mismo. El tercero
mantiene reverencia ante el nombre (y persona) de Dios. El cuarto proclama un día de
reposo, comunión con Dios, y la dignidad del trabajo. El quinto santifica la institución de
la familia y añade una promesa. El sexto proclama la santidad de la vida y la libertad del
vivir. El séptimo mantiene la unidad del esposo y la esposa. El octavo indica derechos
personales. El noveno destaca el valor de la verdad. Y el décimo prohíbe la codicia, que
puede trastornar la vida en la comunidad del pacto. Así, los Diez Mandamientos son una
especie de carta de libertad, que Jehová presentó a su pueblo salvado de Egipto. Y aun en
la presente dispensación, el tenerlos en el corazón nos libera del mundo, del pecado y del
diablo (Ro 6.17).
Bibliografía:
Juan Calvino, Institución de la religión cristiana, Fundación Editorial de Literatura
Reformada, Países Bajos, 1, 16–307, l967. W.H. Ford, Sencillos sermones sobre los Diez
Mandamientos, Casa Bautista, El Paso, l963. Ernest F. Kevan, La Ley y el evangelio, Ediciones
Evangélicas Europeas, Barcelona, l967. D. Elton Trueblood, Bases para la reconstrucción, La
Aurora, Buenos Aires, l947.
DIEZMOS La décima parte de las entradas o ganancias netas, dedicada a Dios para
fines religiosos y como expresión de adoración a Él. La práctica de diezmar es muy
antigua y se conoció aun entre los pueblos no hebreos. En la historia bíblica la primera
mención que se hace de los diezmos es cuando → ABRAHAM, después de haber logrado
una victoria militar sobre cuatro reyes, dio los diezmos del botín a → MELQUISEDEC,
sacerdote del Dios Altísimo (Gn 14.17–20). No se nos dice quién instruyó a Abraham a
hacerlo así, pero fácilmente podemos inferir que por el ejemplo de sus antepasados (cf. la
ofrenda de → ABEL, Gn 4.4) entendió que esta era una manera apropiada de reconocer la
soberanía de Dios sobre todas las cosas. El sacerdote, en este caso, representaba a Dios y
a la religión.
Este mismo principio, que sirve de base a la costumbre religiosa de dar los diezmos,
aparece también en el Nuevo Testamento, no necesariamente en cuanto a la proporción de
la décima parte, pero sí en cuanto a la motivación de adoración, gratitud y
responsabilidad cristianas (2 Co 9.7; Heb 7.1–10; cf. Lc 21.1–4).
Es en el sistema mosaico, sin embargo, donde sin duda Dios demanda de su pueblo
los diezmos de todo. Aunque no se anuncian castigos por no darlos, hay promesas de
bendiciones por darlos (Dt 28.1–13; Mal 3.10). Los diezmos son de Jehová y abarcaban
la tierra y su producto y los animales del campo. Cuando por una razón especial alguien
quería rescatar algo del diezmo, debía agregar la quinta parte del precio (Lv 27.30–32).
Los escribas y los fariseos fueron sumamente escrupulosos en diezmar aun hierbas
diminutas como la menta, el eneldo y el comino, y merecieron la reprensión de nuestro
Señor por el legalismo extremo, vacío de la debida motivación espiritual (Mt 23.23).
Los israelitas debían dar los diezmos a los → LEVITAS, quienes eran la tribu sacerdotal
del pueblo. Esto era la compensación a ellos por su ministerio. Pero los levitas, a su vez,
debían dedicar en ofrenda a Dios el diezmo de los diezmos, presentándolo delante de →
AARÓN (Nm 18.21–28). El principio detrás de esta práctica rige para el sostén económico
de la obra del evangelio, pues Pablo dice que «ordenó el Señor a los que anuncian el
evangelio, que vivan del evangelio» (1 Co 9.11–14).
DILEÁN Aldea al extremo sur de Judá, cerca de Laquis (Jos 15.38). Es posible que
sea el lugar que hoy se llama Tell en-Najileh.
DILUVIO
Historia Bíblica
Una vez que el pecado entró en la humanidad, la maldad se multiplicó a medida que
los hombres se multiplicaron. Con dolor, Dios decidió aniquilar gran parte de la creación,
pero no sin antes señalar un plan de salvación. Noé, quien fue la excepción en medio de
la generación corrupta, llegó a ser el personaje redentor en este juicio divino (Gn 6.1–8;
Lc 17.27).
Dios le da instrucciones a Noé para construir una enorme embarcación de ciento
treinta y siete metros de largo, veintitrés de ancho y catorce de alto aproximadamente (→
CODO), que para acabarla necesitó cien años. A la vez que trabajaba como constructor,
Noé predicaba un mensaje urgente de arrepentimiento (1 P 3.20), que lamentablemente
nadie creyó en aquella ocasión.
Concluido su trabajo, y según la orden divina, Noé metió en el arca ejemplares de
todo animal de la tierra: siete parejas de cada uno de los animales limpios y una de los
inmundos. Entraron también Noé, su esposa, sus tres hijos y las esposas de estos, y luego
«fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron
abiertas» (Gn 7.11).
Al cabo de ciento cincuenta días la lluvia cesó (Gn 8.2) y Dios se acordó de Noé. El
patriarca se salvó por gracia y en muestra de gratitud ofreció a Dios un sacrificio sobre un
altar (Gn 8.20). Dios prometió, entonces, que nunca más destruiría la tierra con agua y
como señal de esta promesa puso su arco en el cielo (Gn 8.20–22; 9.12–17; → ARCO IRIS).
Aunque la historia bíblica no es un relato propiamente científico según nuestro
moderno entendimiento, de sus detalles algunos creen entender que el diluvio fue algo
más que una magna inundación. Las edades de los hombres cambiaron una vez pasado el
diluvio, tal vez por un cambio en la órbita del mundo; Génesis 7.11 parece implicar un
fenómeno cósmico, y la afirmación de que «las aguas crecieron» y luego permanecieron
sobre la tierra (Gn 7.24; 8.11) parece recordar el mundo primitivo completamente líquido
(Gn 1.2, 9).
Foto de Howard Vos
Inscripción en tablilla babilónica de piedra que describe un
gran diluvio. A diferencia de las historias babilónicas, el
relato bíblico del diluvio enfatiza el pecado del pueblo y el
poder y el juicio moral de Dios.
La Arqueología Y El Diluvio
Wooley descubrió en Ur un depósito de arena de tres metros de profundidad en el
nivel que corresponde al 4000 a.C., y se han encontrado depósitos semejantes en Kis,
Fara y Nínive, pero debido a que las edades de estos hallazgos no concuerdan entre sí, no
pueden considerarse como pruebas del diluvio de Noé.
En Mesopotamia se han encontrado versiones del diluvio tales como las epopeyas del
Gilgamés, Atrahasis y Ziusudra, pero las diferencias entre estas y la historia bíblica son
mayores que las semejanzas. El diluvio mismo, por ejemplo, es resultado del capricho de
los dioses, los cuales son numerosos «como las moscas». De esta manera, en vez de
pensar que el autor bíblico copió de la tradición mesopotámica, sería mejor postular un
origen común que se refleja más correctamente en la Biblia.
La Antropología Y El Diluvio
Además de las historias antiguas de los sumerios y los babilonios, existen en muchas
partes del mundo leyendas acerca de un diluvio: 13 en Asia, 4 en Europa, 9 en Australia y
Polinesia, y 37 en las Américas. Las cuentan entre los esquimales, en Tierra del Fuego, en
el Perú, Brasil y América Central; en Grecia, India, Tíbet y China. Se cree que debido a
las proporciones de esta catástrofe no se ha podido borrar de la memoria de la humanidad
y que a medida que la humanidad ha aumentado, esta historia se ha difundido.
DIVISIÓN DEL AÑO EN EL RELATO DEL DILUVIO
Días
Llueve 40 días (7.21)
40
Aguas crecen y prevalecen (24)
110
Bahan hasta encallarse el arca (8.5)
74
Noé espera 40 días, suelta el cuervo (6)
40
Espera una semana, suelta la paloma (10)
7
Suelta la paloma por segunda ves (10)
7
Esta vez la paloma no vuelve (12)
7
Noé quita la cubierta del arca (13)
29
Desembarcan (14)
57
Total de días en el arca
371
Dificultades En El Relato Del Diluvio
No es de extrañar que haya dificultades textuales. Cuando se compara la historia
bíblica con la babilónica, o con las otras, no se puede menos que admirar el alto tono
moral y espiritual de aquella y la claridad de los detalles del relato acerca de Noé.
Muchos conjeturan un texto compuesto de dos tradiciones (J y P), pues hay muchas
repeticiones y algunas discrepancias. Sin embargo, esta explicación enfrenta muchas
dificultades (→ PENTATEUCO). La aparente discrepancia en los datos cronológicos del
diluvio desaparecen si entendemos que el final del cap. 7 de Génesis resume los
resultados de los cuarenta días de lluvia mencionando los ciento cincuenta días, y el cap.
8 empieza inmediatamente después de los cuarenta días, mencionando de nuevo los
ciento cincuenta días. Así, el año (meses de treinta días) y diez días se divide según se
indica en la tabla al pie de esta página.
Diferentes opiniones se contraponen en cuanto al alcance del diluvio y muchos
factores científicos hacen difícil pensar en un diluvio universal. La superficie de la tierra
no aguantaría tanta agua, hay falta de evidencia geológica, muchos fósiles humanos
antiguos se han hallado muy esparcidos, y algunas especies de animales solo se han
encontrado en áreas remotas como Australia. Además, el lenguaje bíblico bien puede
interpretarse en sentido relativo indicando un diluvio local o limitado.
Por otro lado, algunos creen que la existencia de mastodontes congelados en los
hielos de Siberia y Alaska comprueba que hubo una inundación repentina con un
trastorno catastrófico del clima. Ven la posibilidad de un diluvio universal en la edad
posglacial cuaternaria o aun en las edades glaciales. Además, las universales tradiciones
del diluvio tienen en común la destrucción total de la humanidad y el reinicio de la
cultura. Esta idea se puede asociar con un diluvio local si la humanidad no se había
extendido, o si la edad del hielo reconcentró a la población en un área. Sin embargo, no
existen suficientes datos para asumir una actitud dogmática sobre el alcance geográfico
del diluvio.
Conclusión
Las lecciones espirituales no dependen de pruebas científicas. La historia del diluvio
sirve como prototipo del juicio final del mundo y la aparición de un nuevo mundo (2 P
3.5–7). Lo ineludible y repentino del juicio, lo duradero de la fe, la solidaridad familiar,
la obediencia, la paciencia de Dios y la acción de gracias se ven gráficamente ilustrados
en la historia del diluvio.
La única mención del término diluvio en el Antiguo Testamento, aparte de Gn 6–11,
se encuentra en Sal 29.10 (cf. Is 54.9). Sin embargo, las referencias al diluvio son
numerosas en el Nuevo Testamento: Mt 24.37s; Lc 17.26s; Heb 11.7; 1 P 3.20; 2 P 2.5.
DIMNA Ciudad de Zabulón asignada a los levitas de la familia de Merari (Jos 21.35).
Quizás sea el mismo lugar que en 1 Cr 6.77 se llama Rimón.
DINA Única hija de Jacob y Lea mencionada en el Antiguo Testamento. En Canaán, →
SIQUEM, hijo del príncipe de Siquem, la violó. Más tarde la pidió en matrimonio. Los hijos
de Jacob pusieron como condición la circuncisión de todos los varones de la ciudad, y
después se vengaron del ultraje matando a todos los varones mientras sanaban de la
circuncisión. Jacob desaprobó la conducta de sus hijos (Gn 34; 49.5–7).
DINERO En el Antiguo Testamento, se refiere a los metales preciosos (oro, plata,
cobre, etc.) usados libremente como medio de cambio. Es por tanto distinto a la moneda
cuyo peso y aleación legítimos garantizaban la autoridad pública al acuñarla. En la
antigüedad, el dinero se pesaba en forma de barras, anillos o lingotes (Jos 7.21). Por eso,
en el Antiguo Testamento el verbo «pagar» significa en realidad «pesar» para su entrega
(Gn 23.15, 16; Is 46.6; Jer 32.9). Al pago se le llamaba kesita (Gn 33.19; Jos 24.32; Job
42.11), pero más tarde se designa simplemente como «pieza» o «moneda».
En la historia económica de la Palestina anterior al cautiverio, no existía ninguna
moneda acuñada. Esto no se conoció en la región sino hasta la época persa, y en el Asia
Menor tal vez en el siglo VII a.C.
Foto de Gleason Archer
Moneda ateniense del siglo V a.C., mostrando el búho
sagrado en su reverso.
Monedas Persas
Entre las primeras monedas se cuentan las que acuñaba en Lidia el rey Creso (561–
546 a.C.). Ciro el Grande conquistó el país, y seguramente llevó consigo la idea de
acuñar monedas en su país.
El rey Darío el Grande (522–486 a.C.) acuño monedas de oro conocidas como daricos
(dracmas de oro en algunas versiones castellanas de la Biblia) en la que aparecía la efigie
del rey persa. Esta era común entre los israelitas durante la cautividad. Era similar a la
moneda de oro de cinco dólares norteamericana.
Los arqueólogos han hallado monedas de diseño griego que dicen «YGD» (Judá),
probablemente acuñadas por los persas para el uso de los judíos. Sin embargo, estas
monedas no se mencionan en la Biblia.
Foto de Gleason Archer
Moneda romana de tiempos neotestamentarios. Conocida
como blanca, enojó al pueblo judío porque representaba el
báculo, o vara, de un sacerdote pagano.
Monedas Griegas
Los griegos pronto adoptaron la práctica de acuñar monedas, en las que grababan
figuras de animales, objetos y dioses griegos, y las llamaron → DRACMAS. El tetradracma
o siclo de Tiro tenía el tamaño de una moneda norteamericana de cincuenta centavos.
Probablemente circulaba entre los israelitas.
Alejandro el Grande de Grecia conquistó el Imperio Persa. En el período entre el
Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, las monedas griegas (especialmente el
tetradracma) comenzaron a circular por toda Palestina. Después de Alejandro, los
tolomeos establecieron casas para acuñar monedas en Gaza, Jaffa y Tiro.
En el Nuevo Testamento, los judíos utilizaban el didracma (pieza de dos dracmas)
para pagar el impuesto del templo (Mt 17.24). Se menciona también el estatero (Mt
17.27), moneda equivalente a cuatro dracmas
Foto de Gleason Archer
El denario se consideraba como el sueldo de un día de un
obrero en tiempos de Jesús (Mt 20.1–16). Este denario en
particular muestra la imagen del emperador romano Tiberio.
Monedas Judías
Cuando los seléucidas se apoderaron de Palestina, allá por el año 200 a.C.,
impusieron la cultura griega a los judíos. Cerca del año 167 a.C., los judíos se rebelaron
bajo el mando de Simón Macabeo, y el derecho a acuñar moneda era uno de los motivos.
La rebelión fracasó. La dominación seléucida se prolongó hasta que la familia sacerdotal
judía de los asmoneos, a la que pertenecían los macabeos, se rebeló, tomó el poder y
comenzó a emitir monedas de cobre (medio → SICLO, un tercio de siclo y un cuarto de
siclo de peso). Pero esta breve fase de libertad duró solo hasta que los romanos se
anexaron a Palestina en el 64 a.C.
La única moneda judía que menciona el Nuevo Testamento son las dos blancas o
cuadrante que mencionó Jesús en Mateo 5.26 y que valía una cuarta parte de una moneda
de plata. Vuelve a mencionarse en Marcos 12.
Foto de Gleason Archer
Este siclo de plata lo acuñó el pueblo judío durante su
primera revuelta contra el dominio romano (6670 d.C.).
Representa el florecimiento de un almendro a un lado y un
cáliz de plata en el otro.
Monedas Romanas
Las monedas romanas que se mencionan en el Nuevo Testamento tenían una marcada
influencia griega, aun las de Herodes el Grande y sus hijos. La unidad básica era el →
DENARIO DE PLATA, que probablemente equivalían al salario diario de un obrero, como en la
parábola de los obreros de la viña (Mt 20.9–10, 13). A Jesús le mostraron un denario
cuando trataron de comprometerlo en cuanto a si se debía pagar impuestos a Roma (Mt
22.15–22).
El denario de oro valía como veinticinco denarios. La «moneda de plata» apenas valía
la decimosexta parte de un denario de plata.
DINTEL Pieza superior que corona y une las dos partes laterales del marco de la
puerta. Era de piedra o madera (Éx 12.7, 22, 23; 1 R 6.31). Los israelitas pusieron en los
dinteles la sangre del cordero sacrificado la noche de la → PASCUA (Éx 12.7–22).
DIONISIO Miembro del tribunal aristocrático del → AREÓPAGO en Atenas, convertido
por la predicación de Pablo (Hch 17.34). El Nuevo Testamento no lo menciona más, pero
la tradición afirma que llegó a ser un eminente instructor, que lo nombraron primer
obispo de la iglesia en Atenas y que sufrió el martirio bajo Domiciano. Las obras místicas
que se le atribuyen son espurias, pues son producciones de algún escritor desconocido del
siglo V o VI.
DIOS La Biblia no intenta probar la existencia de Dios ni especular sobre su
naturaleza. Da por sentado que «Jehová es el Dios verdadero; Él es Dios vivo y Rey
eterno» (Jer 10.10). El insensato que niega a Dios (Sal 14.1; 53.2) no es un ateo; su
negación es de orden ético: vive como si Dios no existiese y juzgase a las personas. Los
milagros y actos poderosos de Dios no se aducen para demostrar su existencia, sino para
afirmar la confianza o estimular la alabanza (Sal 8; 19.1–7; 104; Is 40.25–31). Dios se da
a conocer en la creación y en la historia: es por ello el Dios vivo (Jos 3.10; Sal 19.1ss; Os
1.10; Ro 1.19ss; 1 Ti 3.15; Heb 9.14; 10.31). En consecuencia, el hombre se allega a Dios
prestando oído a su Palabra y obedeciendo su voluntad, y no mediante la especulación
(Jer 22.15s; Jn 7.17).
Los Nombres de Dios
En el Antiguo Testamento
Diferentes nombres subrayan el carácter personal de Dios. Ello no significa, sin
embargo, que se considere al Dios verdadero simplemente como una persona poderosa,
como los dioses del medio (1 S 15.29; Is 40.28). Se subraya la diferencia entre Dios y el
hombre (Nm 23.19; Ez 28.2; Os 11.9), aunque la Biblia no se niega a hablar de Dios con
términos antropomórficos. Dios creó al hombre a su imagen y es lógico que los términos
tomados de la experiencia humana sean los más aptos para hablar de Él.
El nombre El, Elohim (traducido en nuestras versiones a veces por «Dios» y otras
por «Señor») viene de una raíz que significa «poder» y se refiere a todo lo divino. A
veces se combina con otras palabras (Gn 28.19; 33.20). Se usa el plural (Elohim) para
referirse al Dios de Israel, no por resabios politeístas, como pretenden algunos, ni en
directa referencia a la → TRINIDAD, como dicen otros, sino para intensificar o reforzar la
idea expresada: la plenitud de Dios.
Jehová (Yahveh) representa el nombre propio de Dios tal como se ha revelado a
Israel en los actos poderosos de liberación (→ JEHOVÁ). Adonai (traducido por lo general
en nuestras versiones por → «SEÑOR») es también un plural, que da la idea de soberanía,
poder pleno, y se combina a veces en expresiones como «Señor se señores» o «Señor de
toda la tierra». Otros términos («Jehová de los ejércitos», usado 279 veces en el Antiguo
Testamento; «Jehová Dios eterno», Gn 21.33; «el Altísimo» y «el Omnipotente», Nm
24.16; o combinaciones con Jehová: Gn 22.8, 14; Jue 6.24; Jer 23.6) representan
combinaciones de las designaciones mencionadas, que conmemoran manifestaciones o
señales particulares del Dios de Israel.
Foto de Gustav Jeeninga
El templo dedicado a la adoración del emperador romano
Adriano en Éfeso. Esta forma de idolatría la condenó
Jehová Dios, quien declaró: «No tendrás dioses ajenos
delante de mí» (Éx 20.3).
En el Nuevo Testamento
Al eliminarse en el judaísmo el uso ordinario de Jehová, aparecen muchas
designaciones abstractas o indirectas: «el Nombre», «el Eterno», «el Inmortal», «el
Todopoderoso», «el Altísimo». El Nuevo Testamento toma las traducciones griegas de
estos nombres, que frecuentemente son referidos también al Señor Jesucristo. Dios y
Señor (Kyrios) son, sin embargo, los más utilizados y hemos de ver en ellos la
traducción de «Jehová Dios» y de «el Señor Dios» del Antiguo Testamento. La
paternidad de Dios se enseña en el Antiguo Testamento con respecto al pueblo de Israel y
a algunos de sus líderes. En el Nuevo Testamento se caracteriza a Dios como Padre de
nuestro Señor Jesucristo y a los creyentes, que han recibido el Espíritu de adopción, como
hijos de Dios.
Las características de Dios
Dios es poderoso y ejerce su dominio como Señor (Adonai) y dueño o amo (Baal)
de su pueblo y del universo entero (Éx 15.3; Sal 24.8; Jer 32.18), a diferencia de los
dioses falsos (Jer 10.11s). Su poder se ha manifestado eminentemente en la resurrección
de Jesucristo (1 Co 6.14; Ef 1.20). Dios es santo (Is 6.3; 40.25; Hab 3.3; 1 P 1.16; Ap
4.8), lo que significa que está separado y por encima de todo lo que es ordinario, creado y
débil, tanto física como moralmente (Gn 18.27; Job 42.6; Sal 8.5); su santidad se muestra
en su justicia (Is 5.6; Ez 28.22), pero también en la fidelidad de su amor (Os 11.9) y en la
liberación de su pueblo (Is 41.14; 43.3).
El → AMOR de Dios está presente en el Antiguo Testamento referido principalmente a
Israel (Is 43.4; 54.5–8; Jer 31.3; Os 3.1; 11.1), pero en el Nuevo Testamento es elevado a
una afirmación universal (Jn 3.16) y centrado en la obra de Jesucristo (Ro 5.8; 8.32; 1 Jn
4.9). A tal punto se revela el amor de Dios por todos los hombres (Tit 3.4), que es posible
describir a Dios mismo en función del amor (1 Jn 4.8); un amor, sin embargo, que debe
entenderse a la luz de la revelación divina y no como la divinidad de cualquier forma de
amor.
No han faltado quienes hayan creído ver en la Biblia una variedad de concepciones de
Dios: desde un politeísmo primitivo hasta una concepción espiritual y ética. Aunque la
comprensión de Dios gana en claridad de una sección a otra, hay una notable unidad a
través de toda la Escritura en la afirmación de un Dios único, espiritual, todopoderoso,
santo, personal y ético en sus relaciones con el hombre; un Dios juez y redentor. La
doctrina de la → TRINIDAD no se afirma explícitamente en la Biblia, pero desde el
comienzo esta afirma la plenitud y riqueza del ser de Dios, y el Nuevo Testamento amplía
las declaraciones sobre la eternidad del → VERBO, la preexistencia del → HIJO y la
divinidad y eternidad del → ESPÍRITU.
DIÓTREFES (en griego, alimentado por Zeus). Arrogante y ambicioso líder (quizás
obispo o pastor) de la iglesia (sin duda cerca de Éfeso) de la cual era miembro → GAYO.
Era opositor del «anciano» que escribió 3 Juan (vv. 9, 10) y tal vez partidario del →
GNOSTICISMO naciente.
DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITU Don del Espíritu Santo que capacita al
creyente para determinar si la persona que habla en lenguas lo hace en el Espíritu Santo o
guiado por espíritus falsos (1 Co 12.10). El apóstol Pablo sugiere que la persona guiada
por el Espíritu Santo se interesa en las cosas que fortalecen la iglesia (1 Co 14.12, 26).
DISCÍPULO (alumno o aprendiz). Término usado para designar a los seguidores de
Juan el Bautista (Mt 22.16), y sobre todo a los de Jesucristo (por ejemplo, Mt 10.24). El
discípulo es más que un alumno que se sienta a escuchar; es un aprendiz que sigue a su
→ MAESTRO y aprende a su lado. A veces «discípulo» se refiere en especial a los →
APÓSTOLES (Mt 10.1; 11.1), pero en otras ocasiones a los creyentes en general (Mt 10.42;
Hch 6.1, 2, 7).
DISPERSIÓN La dispersión o diáspora (del griego) es el nombre que se da al grupo
de judíos que por diversas razones, y sobre todo a partir del cautiverio, vivían fuera de
Palestina. Algunos de estos judíos habían sido llevados como prisioneros a tierras lejanas,
como Babilonia. Pero muchos otros se habían dispersado por razones del comercio, de
modo que no puede decirse que la dispersión fuese un fenómeno completamente
involuntario. En todo caso, al comenzar la era cristiana había más judíos fuera de
Palestina que en ella. Como es natural, con la destrucción de la ciudad en 70 d.C., esta
situación se hizo aun más marcada.
Uno de los principales centros de la dispersión era la región de Babilonia. Allí había
aproximadamente un millón de judíos. Entre ellos se produjeron varias traducciones del
Antiguo Testamento al arameo, que reciben el nombre de → TÁRGUMES. Además, allí se
creó el → TALMUD babilónico, uno de los documentos más importantes en la historia del
judaísmo.
Un grabado en piedra del palacio de Tiglat-pileser de
Babilonia, mostrando la deportación de los ciudadanos
judíos conquistados que vivían en la ciudad de Astarot.
El otro lugar en que se concentraban los judíos de la dispersión era Egipto,
especialmente la ciudad de → ALEJANDRÍA. Se dice que allí también el número de judíos
alcanzaba al millón. La presencia de judíos en Egipto es antiquísima, pues el profeta
Jeremías se refiere a ellos (Jer 44.1). Tras la fundación de Alejandría, ciudad en que el
comercio era muy activo y próspero, el número de judíos en Egipto aumentó
grandemente. Los judíos de la dispersión alejandrina contribuyeron a la historia del
judaísmo (y aun a la del cristianismo) mediante su versión del Antiguo Testamento al
griego, comúnmente conocida como → SEPTUAGINTA (LXX). También en Alejandría
floreció el filósofo judío Filón, quien trató de armonizar el pensamiento de Platón con la
doctrina del Antiguo Testamento, sobre todo mediante la interpretación alegórica de este.
Además, entre los judíos de Alejandría se produjeron varios libros que por largo tiempo
estuvieron rondando el canon del Antiguo Testamento.
Además de Babilonia y Egipto, los judíos se encontraban dispersos por todo el
Imperio Romano, con un fuerte contingente en Siria y Asia Menor y otros núcleos
importantes, aunque menores, en el norte de África y Roma. La importancia de los judíos
dispersos en Siria, Asia Menor y Roma fue inmensa para la historia del cristianismo. El
libro de Hechos es claro al mostrar cómo los judíos de la → SINAGOGA eran el primer
punto de contacto que Pablo tenía al llegar a cada nueva ciudad. Mediante la lectura y el
estudio del Antiguo Testamento, estos judíos estaban preparados para recibir el evangelio.
Aun cuando Pablo era el apóstol a los gentiles, siempre encontró en medio de la tierra de
los gentiles un grupo de personas que al menos compartían con él una tradición religiosa
común.
La dispersión fue importante para el desarrollo del judaísmo porque propició el auge
de las sinagogas. Distantes del templo, y no pudiendo participar por tanto en la adoración
que allí se celebraba, los judíos de la dispersión se reunían en sinagogas para orar y
estudiar las Escrituras. Esto no significa en modo alguno que perdieran el contacto con el
templo y el judaísmo palestinense. Al contrario, la mayoría de los judíos enviaba una
suma anual para sostener el templo. En ocasión de las grandes fiestas religiosas, muchos
judíos de la dispersión visitaban a Jerusalén, tal como puede verse en Hch 2.9–11.
Tanto Stg 1.1 como 1 P 1.1 aplican el concepto de la dispersión a los cristianos, ya
que estos también son advenedizos en donde residen, gozan de una solidaridad
desconocida entre las culturas en que habitan y deben lealtad a la Jerusalén celestial.
DIVORCIO La disolución legal del → MATRIMONIO (→ ADULTERIO).
En el Antiguo Testamento, Moisés permitió el divorcio por «la dureza de vuestro
corazón», según dijo Jesucristo a los judíos (Mt 19.7, 8). No significa que Moisés
inventara el divorcio, sino que hizo leyes para reglamentar una práctica que ya existía
desenfrenadamente. Fue un paso que protegió el matrimonio más que antes, aunque hoy
nos parece demasiado liberal en la Ley Mosaica. El pasaje clásico es Dt 24.1–4 que dice
que si al hombre no le gusta su esposa «por haber hallado en ella alguna cosa indecente»,
puede darle carta de divorcio y despedirla. Se da por sentado que el divorcio termina el
matrimonio, y que los divorciados pueden casarse de nuevo como si fuesen solteros. El
nuevo matrimonio no constituye adulterio por cuanto el antiguo ya ha dejado de existir.
La mujer repudiada «podrá ir y casarse con otro hombre» (Dt 24.2).
Jesús dijo: «lo que Dios juntó, no lo separe el hombre» (Mc 10.9), dando a entender
que es pecado disolver el matrimonio, aunque la Biblia no enseña que sea del todo
imposible disolverlo. La enseñanza de Cristo es mucho más estricta en cuanto a los
motivos, pues solamente reconoce el divorcio por causa de la infidelidad sexual (Mt
19.9). (Aquí la palabra → FORNICACIÓN debe entenderse como pecado sexual en general, y
no en su significado más limitado de relaciones entre solteros.) En cambio, cuando el
divorcio es por cualquier otro motivo, el divorciado no debe casarse de nuevo porque
ante los ojos de Dios sigue siendo casado. Solamente por causa de → ADULTERIO el
divorciado tiene libertad de volverse a casar (Mt 19.9).
Sin embargo, el divorcio nunca es obligatorio. Si ha habido arrepentimiento, se debe
perdonar al transgresor. El profeta → OSEAS se destaca por su capacidad de perdonar. Su
paciencia en el matrimonio simbolizaba el amor perdonador y redentor de Dios.
Hay variedad de criterios sobre el llamado «privilegio paulino» como base del
divorcio. Primera de Corintios 7.10–16 trata del problema de un creyente casado con una
incrédula y viceversa. Si el incrédulo abandona la casa, el creyente «no está sujeto a
servidumbre» (1 Co 7.15). Varios comentaristas piensan que este abandono es motivo
justo para un divorcio, y que la persona abandonada es libre para divorciarse y casarse de
nuevo. Cualesquiera que sean las circunstancias, el divorcio es un asunto grave. Pero la
Biblia no indica que sea pecado imperdonable.
DOCTOR → MAESTRO.
DOCTRINA En el Antiguo Testamento, doctrina significa «lo que es recibido» (Dt
32.2; Job 11.4; Pr 4.2). Dios, como fuente de conocimiento, es llamado «maestro» (Sal
94.10) y su enseñanza se manifiesta en juicios (Dt 4.1), palabras (Dt 4.10) y en su
voluntad, fundamentalmente contenida en la Ley. «Enseñar» significa conducir al hombre
a la experiencia más íntima con la voluntad divina, puesto que la doctrina afecta tanto al
intelecto como a la voluntad humana.
En el Nuevo Testamento se emplean varios términos relacionados con el acto y el
contenido de la enseñanza tanto de Jesús (Mt 7.28) como de los apóstoles (Hch 2.42; Ro
6.17). Jesús es el objeto inmediato de la doctrina y la conducta del creyente el resultado
(Flp 2.1ss). De aquí las relaciones de la enseñanza con otras actividades tales como
«amonestar», «advertir», «exhortar».
En el Nuevo Testamento, la doctrina se califica con las expresiones: «según la
piedad» (1 Ti 6.3; Tit 1.1), «buena» (1 Ti 4.6) y «sana» (Tit 2.8), en contraste con los
efectos perniciosos de las falsas doctrinas. En las Epístolas pastorales la doctrina aparece
formada con más rigidez, restringida al ejercicio de ciertas personas y como señal de
ortodoxia ante las → HEREJÍAS.
DODANIM Pueblo descendiente de Javán, hijo de Jafet (Gn 10.4; 1 Cr 1.7). La LXX
traduce el nombre hebreo por Rodioi, dando a entender que se refiere a los habitantes de
la isla de Rodas.
DOEG Edomita que administraba los rebaños del rey Saúl. Presenció el auxilio que
Ahimelec, sacerdote de Nob, le prestó a David cuando este huía de Saúl (1 S 21).
Tergiversando los hechos, lo denunció a Saúl, quien se encolerizó a tal extremo que
ordenó la muerte de Ahimelec y demás sacerdotes de Nob (Sal 52.1). Como sus siervos
no osaron cometer semejante atrocidad, Doeg estuvo presto a ejecutar las órdenes del rey.
Mató a ochenta y cinco sacerdotes e hirió, a filo de espada, a todos los moradores de la
ciudad de Nob, sin respetar sexo ni edad (1 S 22.18, 19).
DOMINGO → DÍA DEL SEÑOR.
DOMINIO PROPIO Capacidad que tiene un individuo de controlarse o de
equilibrar sus acciones y emociones. Se puede decir que el dominio propio es el resultado
arduo y difícil de un ejercicio de la personalidad. El dominio propio se contrastaba con la
conducta destructora y desordenada (cf. Ro 13.13s; 1 Ts 5.6–8; 1 P 1.13).
Varios concepto están estrechamente implicados para designar la moderación con que
el líder cristiano debe controlar su vida, utilizar los bienes materiales y de manera
especial la comida, la bebida (Ef 5.18; 1 Ti 3.2s) y los apetitos sexuales (1 Co 7.9; 1 Ti
5.14). La templanza es el término que más se aproxima a esta significación. La palabra
griega sofrosyne señalaba la discreción y moderación que debía tener un rey en la
administración de su imperio. Solo la mansedumbre y el dominio propio por su
naturaleza no necesitan arbitrio alguno (Gl 5.23). La cobardía es antitética al dominio
propio (2 Ti 1.7). Este es parte de un proceso de esfuerzo humano que se añade a la fe.
Dios ha dado al creyente un espíritu de dominio propio para que este regule su conducta
moral.
La palabra enkrateia se usa en la LXX para referirse al control de José sobre sus
emociones e impulsos frente sus hermanos (Gn 43.31). En el Nuevo Testamento, el
dominio propio es esencialmente un fruto del Espíritu (Gl 5.22s).
DONES ESPIRITUALES (en griego jarı́smata, derivado de járis que significa
gracia; así «dones de gracia»; cf. el término técnico carismas). En el Nuevo
Testamento, aparte de 1 Pedro 4.10, el uso de la palabra se encuentra principalmente en
las epístolas paulinas. La aplicación de esta palabra a las diversas funciones que
contribuyen a la edificación de la comunidad cristiana y al cumplimiento de su misión es
una contribución original del apóstol Pablo. Al considerar una función específica dentro
de la vida de la comunidad («el cuerpo») como un «don» o un «carisma», Pablo nos
enseña en primer lugar que tal función se desempeña por gracia de Dios y no por derecho
ni por mérito propio. Tanto la autoridad como las capacidades para el ejercicio de la
función proceden del Espíritu. En segundo lugar, nos enseña que cada función se justifica
en la medida en que presta un servicio a la edificación del cuerpo (1 Co 12.7; 14.3–12; Ef
4.12). La función, en cuanto a don del → ESPÍRITU, se recibe con el fin de compartirla y
así contribuir al desarrollo de la comunidad.
En tres lugares (1 Co 12.4–11, 28–30; Ef 4.7–12 y Ro 12.3–8) Pablo aporta listados
de «dones» o «carismas» que por entonces deben haber sido comunes en la experiencia
de las primeras comunidades cristianas. De estos pasajes pueden destacarse los siguientes
aspectos centrales:
a) Para el buen desarrollo de la comunidad (cuerpo) es necesario que exista una
diversidad de dones (1 Co 12.4–6; Ro 12.4). El símil del cuerpo es una poderosa
ilustración de que el desarrollo unilateral de una o más funciones (dones en desmedro de
otros) destruye la comunidad.
b) Dado que todos los dones, por más diversos entre sí que sean, proceden del
«mismo Espíritu» (1 Co 12.4; Ef 4.4–6), la diversidad no destruye la unidad, sino que la
hace posible. La unidad se ve amenazada solo cuando una función, en tal caso entendida
como derecho y mérito propio, se trata de imponer sobre las demás.
c) Todo miembro de la comunidad recibe un don (o dones) del Espíritu (1 Co 12.7;
Ro 12.3). No existen miembros que carezcan de dones. Por lo tanto, la distinción entre
miembros carismáticos y no carismáticos dentro de la comunidad cristiana es superflua.
No hay ningún indicio en los textos de que el apóstol Pablo haya considerado estas
listas como exhaustivas, y por lo tanto normativas para las comunidades cristianas en
todo tiempo. La misma diferencia entre las listas confirma la impresión de que Pablo
tomó algunos ejemplos relevantes para las comunidades de su tiempo, con el fin de
explicar su enseñanza y mensaje. Por lo tanto, las listas deben entenderse como abiertas:
cada comunidad cristiana ha de estar dispuesta a recibir del Espíritu nuevos dones
necesarios para responder a los desafíos de su tiempo (Ro 12.2).
Aunque es posible clasificar los dones mencionados en distintas categorías (digamos,
relativos al ministerio de la Palabra; relativos al servicio o asistencia a la comunidad;
relativos a la administración u organización de la comunidad, etc.), no se puede derivar
de los listados del apóstol una especie de jerarquía de dones, de acuerdo a la cual ciertos
dones serían calificados como más necesarios o dignos que otros.
Tampoco se puede extraer de estas listas una distinción entre dones considerados
«ordinarios» (naturales) y dones considerados «extraordinarios» (sobrenaturales), con el
resultado de calificar los últimos más relevantes que los primeros o viceversa. La
distinción entre lo ordinario y lo extraordinario varía de una cultura a otra, y por cierto
nuestra manera moderna de hacer tal distinción era desconocida en tiempos bíblicos. Al
caer tal distinción, se hace también irrelevante el viejo debate acerca de si los carismas
son un don permanente para la comunidad cristiana, o si se agotaron al fin de la era
apostólica. Un talento tan «ordinario» como la música o la enseñanza puede ser un
carisma, en tanto se acepte gozosamente como un don del Espíritu y se ponga al servicio
de la vida y misión de la iglesia. Una experiencia como hablar en lenguas o danzar, tan
extraordinaria para alguno, puede ser un carisma ordinario para comunicar el gozo
indecible de la presencia del Espíritu a una comunidad para cuya cultura las
formulaciones intelectuales de la fe carecen de poder comunicativo. Lo que es claro es
que para Pablo una iglesia sin diversidad de dones-carismas carece de las condiciones
necesarias para existir.
De todas maneras, para el apóstol Pablo, como también para Juan (1 Jn 4.1), todavía
queda abierta la pregunta por el discernimiento de espíritus: no basta con pretender que lo
que uno hace lo hace en nombre del Espíritu Santo para que realmente sea así. A la
pregunta por el criterio o la norma de discernimiento, Pablo responde con su hermoso
himno a la preeminencia del amor (1 Co 13), aunque también en este contexto podría
citarse su listado de los frutos del Espíritu (Gl 5.22s). Al final, que un determinado talento
o una función permanente o temporal sea genuinamente un don o un carisma del Espíritu
Santo se muestra al ejercitarlo como un servicio de amor incondicional a la edificación de
la iglesia, su unidad, y el cumplimiento de su misión en el mundo.
DONES ESPIRITUALES EN TRES PASAJES CLAVE
DON
Ro 12.3–8
1 Co 12.4–11, 28–30
Ef 4.7–12
Palabra de sabiduría
*
Palabra de ciencia
*
Fe
*
Sanidades (cf. Hch 4.30)
*
Milagros
*
Profecía (cf. 1 Co 14.3, 24)
*
*
*
Discernimiento de espíritus (cf 1 Co 14.29)
*
Géneros de lenguas (1 Co 14:6ss)
*
Interpretació de lenguas (1 Co 14.5, 16, 19)
*
Apostolado
*
Enseñ;anza
*
*
*
Ayuda
*
Admiinistración
*
*
Servicio
*
Exhortación
*
Repartimiento
*
Presidencia
*
Misericordia
*
Evangelización
*
Pastorado
*
DOR Ciudad cananea en la costa de Palestina al sur del monte Carmel, unos ocho
kilómetros al norte de Cesarea. El rey de Dor se unió con el de Jabín para pelear contra
Josué (Jos 11.2; 12.23). Aunque lo derrotaron, los israelitas no pudieron ocupar la ciudad
(Jos 17.11; Jue 1.27). Era una ciudad importante y por tanto muy disputada. Salomón
pudo tomarla y uno de los oficiales de la ciudad, Abinadab, se casó con Tafat, hija de
aquel (1 R 4.11).
DORMIR → SUEÑO.
DORCAS (gacela; en arameo, Tabita). Cristiana caritativa de → JOPE, resucitada
por Pedro (Hch 9.36–43). Siguiendo el ejemplo de Jesús en la casa de Jairo (Mt 9; Mc 5;
Lc 8), Pedro sacó a los que lloraban (unas viudas que quizás se vestían gracias a la
caridad de Dorcas) y pronunció una frase casi idéntica a la de Jesús.
Muchas conversiones resultaron de este primer milagro apostólico de resurrección.
Dorcas es la única mujer llamada «discípula» en el Nuevo Testamento.
DOTÁN (dos pozos o doble fiesta). Ciudad situada al norte de Siquem, en el camino
entre Galaad y Egipto. Aquí los ismaelitas compraron a → JOSÉ de sus hermanos y lo
llevaron a Egipto. Actualmente se llama Tell Dota y cerca del lugar hay cisternas
semejantes a aquella donde pusieron a José (Gn 37.17ss).
Dotán es también el lugar donde «Jehová abrió los ojos del criado» de Eliseo para que
viera la protección con que Dios guardaba a su amo de los sirios que sitiaban la ciudad (2
R 6.13ss).
Foto de Howard Vos
El montículo de Dotán (centro), la ciudad
veterotestamentaria donde los hermanos de José lo
echaron en una cisterna para luego venderlo a unos
vendedores de esclavos (Gn 37.17–28).
DOTE Regalo que el padre hacía a su hija cuando esta se casaba. Consistía en bienes
(Jos 15.17–19; 1 R 9.16) o sirvientas (Gn 29.24). Puesto que la mujer casada era dueña de
alguna propiedad, es evidente que el esposo no la compraba como a una esclava. El
regalo que el novio le daba al suegro también se llama dote en algunas versiones (por
ejemplo, BJ: Gn 34.12; 1 S 18.25). En estos casos la dote compensaba a la familia de la
novia y sellaba el pacto entre las dos familias.
DRACMA Unidad básica de las monedas griegas, representada por una moneda de
plata (Lc 15.8s), aproximadamente equivalente al → DENARIO (dieciséis centavos de
dólar) aunque su poder adquisitivo era mucho mayor: era el precio de una oveja, y un
buey valía cinco dracmas. Circulaban, además, las didracmas (monedas de dos dracmas,
Mt 17.24) con que los judíos pagaban el impuesto anual de medio → SICLO y, más
comúnmente, las tetradracmas (monedas de cuatro dracmas, Mt 17.27), que se llamaban
también estateros.
DRAGÓN Término más empleado en la RV-1909 que en la RV-60. Esta se limita en
el Antiguo Testamento a traducir así la voz hebrea tannin, que significa un ser marítimo
muy grande y temible (Is 27.1; 51.9; Jer 51.34). El dragón de Ez 29.3; 32.3; 32.2 (que
representa a Egipto) se asemeja al cocodrilo. La misma palabra se traduce por «monstruo
marino» en Gn 1.21; Job 7.12; Sal 74.13; 148.7, y «culebra» o «serpiente» en Éx 7.9, 10,
12; Dt 32.33. En Sal 91.13 debe ser «serpiente» en vez de «dragón».
En la literatura judía intertestamentaria el dragón ya es una realidad apocalíptica y el
de Ap 12; 13; 16; 20 es un animal simbólico que parece tener forma de un gran cocodrilo
con alas. Simboliza a Satanás y a su representante el anticristo, como la encarnación de la
enemistad contra Dios, y hace recordar la lucha entre Tiamat y Marduk de la mitología
babilónica.
La voz hebrea tan, que en RV-1909 y en algunas versiones católicas se traducía por
«dragón», se traduce más correctamente por «chacal» en la RV-1960 (Is 13.22; 34.13;
35.7; Mal 1.3).
DRUSILA Hija menor de Herodes Agripa I y hermana de Agripa II y de Berenice (→
HERODES). Era poseedora de una gran belleza y debido a esto sufrió la tiranía de Berenice,
quien era menos atractiva. Su hermano la dio en matrimonio a Azizos, rey de Emesa, pero
el procurador romano Félix, ayudado por el mago judío Atomos de Chipre (relacionado
tal vez con el Elimas de Hch 13.8), la convenció de que abandonara a Azizos y se casara
con él. Esto era una transgresión de la Ley judía y posiblemente Pablo los exhortó al
respecto cuando compareció ante Félix (Hch 24.24ss).
Drusila y Félix tuvieron un hijo, Agripa, que pereció en la erupción del Vesubio, en
79 d.C.
DUELO Los israelitas, al estilo oriental, manifestaban llamativamente su dolor. En
medio de llantos y lamentaciones, el que estaba de duelo, sobre todo por la muerte de un
ser querido, desgarraba sus vestidos (Gn 37.29; 2 S 1.11; 13.31; etc.).
Después el afligido se vestía de luto (Gn 37.34; 2 S 14.2; Sal 35.14), o se ceñía los
lomos con saco, es decir, con tela basta, oscura, hecha de pelos de cabra o de camello. Iba
con la cabeza cubierta y los pies descalzos (2 S 15.30; Is 20.2; Ez 24.17), se cortaba el
pelo total o parcialmente (Job 1.20; Is 22.12; Jer 16.6; 48.37; Am 8.10), se afeitaba la
barba o, en todo caso, se cubría el mentón (Is 15.2; Jer 41.5). Descuidaba a propósito su
aseo personal (Éx 33.4; 2 S 14.2), manchaba con ceniza o con polvo la cabeza y el rostro,
y lanzaba al cielo sus lamentaciones (endechas, elegías), revolcándose a veces por tierra
(2 S 13.19; Job 2.12; Is 61.3; Jer 6.26; Ez 27.30). La más hermosa de estas lamentaciones
es quizás la que cantó David por la muerte de Saúl y Jonatán (2 S 1.19–27), pero a veces
el lamento consistía de un simple grito agudo y repetido («¡Ay, hermano mío!», 1 R
13.30).
En algunos casos, la gente se hacía incisiones sangrientas, que la Ley prohibía, o se
golpeaban el pecho o los muslos (Is 32.12; Jer 31.19). El → AYUNO acompañaba a toda
expresión de tristeza (1 S 31.13; 2 S 1.12; 3.35; etc.).
Jesús era contrario a toda manifestación ostentosa de duelo (Mt 6.16, 18).
DUMA (silencio). Nombre de un hombre y dos lugares en el Antiguo Testamento.
1. Descendiente de Ismael (Gn 25.14; 1 Cr 1.30). Varios lugares de Arabia llevan este
nombre.
2. Ciudad en las montañas de Judá (Jos 15.52), la moderna ed-Dome que queda a 17
km al sudoeste de Hebrón.
3. Lugar mencionado en Is 21.11. Podría ser una referencia simbólica a Edom, puesto
que la profecía tiene que ver con Seir.
DURA Llanura en Babilonia donde Nabucodonosor levantó su imagen de oro (Dn
3.1). Ha sido imposible determinar el lugar exacto, pero algunos estudiosos se inclinan a
identificarla con una llanura que se encuentra ubicada al sudeste de Babilonia en la que se
ha descubierto el pedestal de una gran estatua.
EBAL → GERIZIM.
EBED-MELEC (siervo del rey). Categoría de oficiales (mercenarios) de palacio, que
llegó a ser nombre propio. Es probable que David la instituyera en Israel.
Una persona de ese nombre, eunuco etíope, al servicio del rey Sedequías, rescató a →
JEREMÍAS del calabozo al que lo arrojaron (Jer 38.7–13), y por ello se le prometió
protección para el momento de la caída de Jerusalén (Jer 39.15–18).
EBEN-EZER Nombre del sitio donde se libró una gran batalla entre Israel y los
filisteos, fatal para Israel, pues no solo lo derrotaron, sino también lo despojaron del arca
de Dios (1 S 4.1; 5.1). Más tarde, reconquistada el arca, se libró una batalla contra los
filisteos donde se vencieron a estos. Samuel tomó una piedra y le dio, en memoria de la
victoria, el nombre de Eben-ezer, que significa «piedra de auxilio» (1 S 7.12). Aunque no
se sabe el lugar exacto de Eben-ezer, generalmente se afirma que se encontraba frente a
→ AFEC, en la ladera de una montaña. Afec estaba situada en el extremo norte de los
territorios que dominaban los filisteos.
Foto de Howard Vos
Restos de casas israelitas excavados en Ebenezer, donde
los filisteos capturaron el arca del pacto de Israel (1 S 4.1–
22).
ECBATANA → ACMETA.
ECLESIASTÉS, LIBRO DE (nombre de origen griego; el nombre hebreo es
Cohelet; ambos significan «predicador»). Libro del Antiguo Testamento que en el
canon hebreo era el cuarto de los cinco rollos. Se usaba en la liturgia de la Fiesta de los
Tabernáculos, y forma parte de la literatura hebrea de «Sabiduría».
Autor Y Fecha
Aunque la descripción del «predicador» parece indicar que fue Salomón (1.1; cf. 1 R
3.12 y Ec 1.16), el nombre de este rey no aparece en la obra. En Eclesiastés se ha
encontrado cierta influencia fenicia, lo que podría indicar que se escribió en tiempos de
Salomón. No obstante, ciertos rasgos lingüísticos hacen creer que lo escribió alguien del
poscautiverio basado en la experiencia de Salomón.
Bajo la influencia de cierta diversidad de estilo y vocabulario, algunos opinan que el
libro se debe a varios autores, pero es más probable que sea de uno solo. El tema no es
muy evidente. El autor busca el significado de su existencia y examina la vida «debajo
del sol», desde todo punto de vista, para ver dónde se encuentra la felicidad.
El libro quizá se escribió en un período de 40 años, del 970 al 931 a.C.
ECLESIASTÉS:
Un bosquejo para el estudio y la enseñanza
I.
Introducción: Todo es vanidad1.1–3
Primera parte: «Todo es vanidad» (1.1–11)
II.
Ilustraciones de la vanidad
1.4–11
Segunda parte: La prueba de que «Todo es vanidad» (1.12—6.12)
I.
Prueba experiencial de que «Todo es vanidad»
1.12—2.26
A.
Vanidad de la sabiduría
1.12–18
B.
Vanidad del placer
C.
Vanidad de los grandes logros 2.4–17
D.
Vanidad de la ardua labor
II.
Prueba de que «Todo es vanidad» basada en la observación 3.1—6.12
A.
Naturaleza inalterable del programa de Dios 3.1–22
1.
Dios predetermina los sucesos de la vida
2.1–3
2.18–26
3.1–8
2.
Dios predetermina las condiciones de la vida 3.9–15
3.
Dios lo juzga todo
B.
Desigualdades de la vida
1.
Opresión malvada
2.
La idiotez de la ardua labor
3.
Naturaleza pasajera de la popularidad
C.
Insuficiencias de la religión humana 5.1–7
D.
Insuficiencias de la riqueza
1.
La riqueza no satisface5.8–12
2.
La riqueza ocasiona dificultades
3.
La riqueza definitivamente viene de Dios
E.
La vanidad inescapable de la vida
3.16–22
4.1–16
4.1–3
4.4–12
4.13–16
5.8–20
5.13–17
6.1–12
5.18–20
1.
No hay satisfacción en la riqueza
6.1–2
2.
No hay satisfacción en los niños
6.3–6
3.
No hay satisfacción en el trabajo
6.7–8
4.
No hay satisfacción en el futuro
6.9–12
I.
Cómo lidiar en un mundo malvado
7.1—9.18
Tercera parte: El consejo para vivir con la vanidad (7.1—12.14)
A.
Se contrasta la sabiduría y la necedad 7.1–14
B.
Sabiduría de la moderación
7.15–18
C.
Fortaleza de la sabiduría
7.19–29
D.
Sumisión a la autoridad
8.1–9
E.
Incapacidad para entender lo que Dios está haciendo 8.10–17
F.
El juicio le llega a todos
9.1–6
G.
Disfruta la vida mientras la tengas
H.
Valor de la sabiduría 9.13–18
II.
Consejo para las incertidumbres de la vida
A.
Características de la sabiduría10.1–15
B.
Sabiduría relacionada con el rey
C.
Sabiduría relacionada con los negocios
D.
Sabiduría relacionada con la juventud11.7—12.8
1.
Regocijaos en la juventud
2.
Recuerda a Dios en la juventud
III.
Conclusión: Teme a Dios y guarda Sus mandamientos12.9–14
9.7–12
10.1—12.8
10.16–20
11.1–6
11.7–10
12.1–8
Tema Del Libro
Pese al estado imperfecto de la revelación en aquel tiempo y la consiguiente
incapacidad del autor para comprender a plenitud el concepto de la vida de ultratumba,
reconoce que el significado de su existencia va más allá de la vida terrenal. No es del
todo negativo (2.24; 3.12, 13; 9.7). La clave que busca se halla en 12.13, 14: «Teme a
Dios y guarda sus mandamientos». Hay tanta vanidad porque «Dios hizo al hombre recto,
pero ellos buscaron muchas perversiones» (7.29).
Aporte a La Teología
Eclesiastés puede considerarse una apología dirigida a las personas cuya visión no va
más allá de lo que está «debajo del sol». El autor les demuestra la vanidad de la filosofía
que abrazan, y subraya la futilidad del materialismo y de una vida sin Dios. Visto así,
Eclesiastés resulta ser una viva crítica del secularismo y pretende combatir la tendencia a
relegar la religión a la categoría de simple instrumento del secularismo. Si el hombre
concibe el mundo como un fin en sí, la vida se vuelve vanidad; pero si lo considera como
un medio por el que Dios se nos revela y nos muestra su sabiduría y justicia, la vida tiene
significado (2.24; 5.18–20).
Una importante verdad que hallamos en Eclesiastés es que la vida hay que disfrutarla.
El Predicador repite esta verdad varias veces como para que se escape de nuestra
atención: «Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien
en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien
de toda su labor» (3.12–13; véase también 2.24–25; 5.18; 8.15; 9.7–10). La aceptación
con agradecimiento de las bendiciones cotidianas puede traer gozo y sentido de
realización a la vida.
Otros Puntos Importantes
Uno de los más conmovedores pasajes de la Biblia es el el poema de Eclesiastés sobre
el momento adecuado para cada actividad (3.1–8). Este pasaje, si se toma con seriedad,
puede devolver equilibrio a nuestra vida. Otro pasaje contundente en la descripción en
sentido figurado del envejecimiento (12.1–7). El Predicador comprende que la vejez con
todas sus aflicciones aguarda a toda persona. Por lo tanto aconseja: «Acuérdate de tu
creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos» (12.1).
ECLESIÁSTICO → APÓCRIFOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO.
ECRÓN Ciudad filistea (Jos 13.3) situada a unos 15 km al este de la costa
mediterránea de Palestina del Sur. Es la más norteña de las cinco ciudades principales de
los filisteos. Se le asignó a la tribu de Judá (Jos 15.11, 45, 46) o a la de Dan (Jos 19.43).
Cuando los filisteos capturaron el arca del pacto, la llevaron luego a Ecrón donde causó
grande consternación (1 S 5.8–10).
Entre otros, el reinado de Roboam (ca. 910 a.C.) fue un período de extensa práctica
en Judá de la religión de Baal, dios de Ecrón (1 R 14.25).
EDÉN Región o territorio dentro del cual Yahveh plantó un «huerto» de árboles (Gn
2.8) para morada de → ADÁN y → EVA.
No se sabe el significado de la palabra hebrea, pero su pronunciación sugiere otra
parecida que significa «delicia», «abundancia», «gozo». Esto explica la traducción →
PARAÍSO en Gn 2.8ss de la LXX (donde el hebreo gan significa «huerto»), y en Is 51.3 de
la RV (donde el original reza «Edén»). Sin embargo, hoy muchos comentaristas niegan
que Edén sea nombre propio; lo derivan más bien del sumerio «estepa» y afirman que el
huerto estaba ubicado en medio de un llano. La historia posterior del vocablo, no
obstante, indica una identificación geográfica precisa. Por su situación en Edén, al huerto
real que Dios plantó se le dio el nombre de «huerto de Edén» (Gn 2.15; 3.23s; Ez 36.35;
Jl 2.3). También se le ha llamado «huerto de Dios» (Ez 28.13; 31.8s) y «huerto de
Jehová» (Is 51.3).
Foto de Howard Vos
El río Tigris (visto aquí desde las cercanías de Bagdad, Irak)
es el Hidekel que se menciona en el relato del huerto del
Edén (Gn 2.14).
Aunque parece que Gn 2.10–14 procede de una tradición diferente de la de su
contexto, la descripción de cuatro ríos que se originan en una sola fuente que brota del
Edén no discrepa de los demás detalles del capítulo. Resulta difícil identificar con
precisión dos de los ríos (→ PISÓN; GIHÓN), aunque es evidente que el autor considera el
huerto de Edén como un lugar real, determinado (además de un estado o condición de
vida), que se encuentra sobre esta tierra. No hay duda que el tercer río, → HIDEKEL,
designa al Tigris; el cuarto, → ÉUFRATES, es bien conocido. Los territorios (→ HAVILA;
CUS; ASIRIA) regados por estos ríos sugieren que Edén estaba ubicado o en el sur de
Mesopotamia (Calvino, Delitzch) o en la región de Armenia. Otras teorías presuponen
que el autor tenía nociones vagas e incorrectas de la geografía. Pero, en realidad, es muy
difícil interpretar con exactitud lo que dice el autor. Por ejemplo, ¿qué quiere decir «al
oriente» (Gn 2.8)? Algunos entienden que el huerto se plantó en la parte oriental de Edén;
otros le atribuyen a la expresión un sentido temporal (por ejemplo, Jerónimo: «al
principio»); pero la mayoría sostiene que Edén se hallaba al oriente con respecto al
escritor. Sin embargo, Gn 3.24 parece indicar que Edén estaba al occidente (Dios pone la
guardia al lado oriental). En fin, lo esencial no es el sitio preciso; el huerto fue una región
que abundaba en luz y agua, la mejor parte del mundo y su centro ideal eternamente
atractivo al hombre.
En el huerto, lleno de árboles hermosos y fructíferos (Gn 2.9), el hombre debía
trabajar (2.15, contrástese 3.17ss). También había ganado, aves y animales domésticos
(2.19s; 3.1). Había en medio del huerto dos árboles misteriosos: el de la «vida» y el de
«ciencia del bien y del mal». Al hombre se le prohibió el segundo. Cuando este desacató
la prohibición, perdió también el derecho al primero, así como al resto del huerto
(3.22ss). Edén simboliza el compañerismo entre Dios y el hombre, interrumpido por la
desobediencia cuyo castigo es la mortalidad.
EDOM (tierra roja). Tierra habitada por los descendientes de → ESAÚ. Se extendía, en
forma rectangular, desde el mar Muerto y el arroyo de → ZERED en el norte, hasta Elat y
Ezión-geber por el golfo de Aqaba en el sur, incluyendo ambos lados del → ARABÁ (Dt
2.8–12). Era tierra montañosa y quebrada. Parte del Arabá está bajo el nivel del mar y a
sus lados hay montañas que tienen una altura de mil quinientos metros sobre el nivel del
mar. Las ciudades de Edom que más se mencionan en la Biblia son → BOSRA, → SELA
(Petra) y → TEMÁN.
El Pueblo
Los edomitas eran parientes de los israelitas (Gn 25.19–26). Descendían de Esaú, a
quien según el relato bíblico se le llamó Edom cuando decidió cambiar su primogenitura
por un guiso rojo. Habitaban la tierra del mismo nombre de su predecesor.
Antes de llegar los edomitas, esta tierra la habitaban los → HOREOS. Según parece, las
dos razas se fundieron porque en Gn 36.2 se dice que Esaú se casó con → AHOLIBAMA,
mujer horea.
Los edomitas eran agricultores y comerciantes. A su tierra la atravesaban numerosas
caravanas, a las que cobraban peaje y alojamiento. También les vendían el cobre y hierro
que extraían de sus minas. Quizás hablaban hebreo. Practicaban el politeísmo. El
gobierno era monárquico, aunque parece que los reyes los elegía el pueblo (Gn 36.31–
39).
Foto de Gustav Jeeninga
Petra, situada en la antigua Edom, es el lugar de numerosos
edificios que los nabateos labraron en los desfiladeros de
piedra caliza roja más o menos en el 300 a.C.
Su Historia
Los faraones egipcios, Mer-ne-Pta (1225–1215 a.C.) y Ramsés (1198–1167 a.C.),
afirmaban que Edom y Seir estaban sujetos a ellos. Más tarde, algunos israelitas se
casaron con edomitas y surgió una pequeña raza mestiza.
Después del éxodo, Edom prohibió a los israelitas pasar por su tierra para entrar en la
tierra prometida (Nm 20.14–21; 21.4; Dt 23.7, 8; Jue 11.17, 18).
Durante el reinado de Saúl hubo guerra entre Israel y Edom (1 S 14.47). David mató a
dieciocho mil edomitas en el Valle de la Sal (2 S 8.13; cf. 1 R 11.15). En días de Salomón
surgió de nuevo el conflicto con los edomitas e Israel los subyugó. No obstante, a veces
se rebelaban y recobraban temporalmente su independencia. Asiria los conquistó en 732 y
los dominó durante varios años.
Cuando Nabucodonosor sitió a Jerusalén, los edomitas colaboraron con él y se
regocijaron en la destrucción de la ciudad, lo cual indignó grandemente a los judíos (Sal
137.7; Lm 4.21; Ez 25.12; 35.3ss; Abd 10ss).
Idumea
Después del cautiverio los edomitas invadieron la parte sur de Judá y se establecieron
allí, por lo que la parte sur de Judea llegó a llamarse Idumea después del cautiverio.
En el siglo III a.C. los nabateos (→ NABOTEOS) invadieron la tierra de Edom y
levantaron un reino con → SELA como capital.
En 165 a.C. Judas Macabeo capturó a Hebrón (1 Mac 4.29, 61; 5.65) y en 126 Juan
Hircano, el sumo sacerdote macabeo, obligó a los edomitas a convertirse en judíos,
imponiéndoles la circuncisión.
Cuando llegaron los romanos a dominar a Palestina, Idumea y los edomitas
desaparecieron de la historia.
EDREI Nombre de dos ciudades.
1. Ciudad de Og, rey amorreo de Basán (Dt 1.4), situada en el límite sur de Basán.
Moisés y los israelitas invadieron Basán y derrotaron a Og en Edrei (Nm 21.33–35; Dt
3.1–3; Jos 12.4). Más tarde la ciudad se le asignó a la tribu de Manasés.
2. Ciudad de Neftalí (Jos 19.37) cerca de Cedes.
EFA Medida de capacidad de origen egipcio pero de uso común entre los hebreos.
Según Josefo (Antigüedades VIII, ii, 9), contenía unos veintidós litros y equivalía al bato,
medida de capacidad líquida. En Éxodo 16.36 se nota que el efa contenía diez gomeres.
Así que un gomer representa la décima parte de un efa. El efa fue una norma para la
medida de granos y cosas semejantes, puesto que se clasifica con balanza y pesas en Dt
25.14, 15. De acuerdo con Zac 5.6–10, en un efa cabía una persona.
EFA Nombre de tres personas y una tribu mencionadas en el Antiguo Testamento:
1. Hijo de Madián y nieto de Abraham y su concubina Cetura (Gn 25.4).
2. Concubina de Caleb (1 Cr 2.46).
3. Hijo de Jahdai (1 Cr. 2.47).
EFAI Residente de Netofa en Judá cuyos hijos estuvieron entre los que se unieron a →
GEDALÍAS en Mizpa (Jer 40.8–13). A Efa y a sus hijos se les ofreció protección, pero
Ismael los mató después (Jer 41.3).
EFATA Palabra aramea que quiere decir «ábrete» (Mc 7.34).
EFER (gacela). Nombre de tres hombres en el Antiguo Testamento.
1. Segundo hijo de Madián y nieto de Abraham y Cetura (Gn 25.4).
2. Descendiende de Judá a través de Esdras (1 Cr 5.23, 24).
3. Jefe de una familia de la media tribu de Manasés que se estableció al este del
Jordán (1 Cr 5.23, 24).
EFES-DAMIN Lugar entre Soco y Azeca, en Judá, donde David mató al gigante →
GOLIAT (1 S 17.1). En 1 Crónicas 11.13 se le llama Pas-damim.
EFESIOS, EPÍSTOLA A LOS Más que una epístola simplemente, este escrito es
un tratado epistolar, quizás dirigido a los creyentes de toda el Asia Menor, especialmente
a los gentiles (2.11, 19; 5.7s). Se escribió si no juntamente, al menos muy cerca de la
Epístola a los → COLOSENSES, y es muy probable que la llevara un mismo correo, Tíquico
(6.21, 22; cf. Col 4.7–9). A diferencia de las demás cartas paulinas, no contiene
exhortaciones de carácter personal ni soluciones para problemas concretos, indicio de su
carácter encíclico.
Autor Y Fecha
Desde los primeros años del siglo II, la tradición concuerda en que esta carta la
escribió Pablo quizás entre 50–60 d.C. Sin embargo, durante los últimos años, la alta →
CRÍTICA ha puesto en tela de duda tal tradición. Los argumentos en contra de la paternidad
paulina tienen carácter subjetivo y se relacionan con el estilo, el vocabulario, la doctrina y
los paralelos íntimos con otras cartas de Pablo. Según Barth, Efesios contiene 80 palabras
que no se encuentran en otras cartas paulinas, además del aumento en el uso de verbos en
proporción con los sustantivos; además, contiene 231 verbos y 158 sustantivos, mientras
que → GÁLATAS 139 verbos y 202 sustantivos. También ciertas palabras típicamente
paulinas (misterio, servicio, herencia, plenitud, por ejemplo) parecen tener un sentido
diferente en Efesios. En ningún momento estos han sido argumentos decisivos. Las
diferencias internas, comparadas con las otras cartas, pudieron deberse a que fueron
distintas las circunstancias que dieron motivo a la epístola.
EFESIOS:
I.
Alabanza por la redención
A.
Saludo de Pablo
1.1–14
1.1–2
Un bosquejo para el estudio y la enseñanza
B.
Elegido por el Padre
1.3–6
C.
Redimidos por el Hijo 1.7–12
D.
Sellados por el Espíritu
1.13–14
II.
Oración por revelación
1.15–23
III.
Posición del cristiano 2.1—3.13
Primera parte: La posición del cristiano (1.1—3.21)
A.
La posición individual del cristiano
2.1–10
1.
Condición antigua: Muertos a Dios
2.1–3
2.
Condición moderna: Vivos para con Dios
B.
La posición corporativa del cristiano 2.11—3.13
1.
Reconciliación de judíos y gentiles
2.11–22
2.
Revelación del misterio de la Iglesia
3.1–13
IV.
Oración por la realización
I.
Unidad en la iglesia
3.14–21
4.1–16
Segunda parte: La práctica del cristiano (4.1—6.24)
A.
Exhortación a la unidad 4.1–3
B.
Explicación de la unidad
4.4–6
C.
Medios para la unidad: Los dones
D.
Propósito de los dones 4.12–16
4.7–11
2.4–10
II.
Santidad en la vida
4.17—5.21
A.
Quitaos la vieja naturaleza
B.
Vestíos de la nueva naturaleza 4.23–29
C.
No contristéis al Espíritu Santo
D.
Caminen como hijos de la luz 5.13–17
E.
Llenaos del Espíritu Santo
III.
Responsabilidades en el hogar y en el trabajo 5.22—6.9
A.
Esposas: Someteos a sus maridos
5.22–24
B.
Esposos: Amad a vuestras esposas
5.25–33
C.
Hijos: Obedezcan a sus padres6.1–4
D.
Siervos: Someteos a vuestros amos
IV.
Conducta en el conflicto
4.17–22
4.30—5.12
5.18–21
6.10–24
6.5–9
A.
Vestíos de la armadura de Dios
B.
Oren por valor 6.18–20
C.
Conclusión
6.10–17
6.21–24
Marco Histórico
Tradicionalmente la iglesia ha aceptado que la carta se escribió en un inicio para la
iglesia de → ÉFESO. De los escritores de los primeros siglos solo Marción, Orígenes y
Basileo daban cabida a otra tradición; a saber, que la carta era la mencionada en Col 4.16,
«la de Laodicea», o bien que no tenía destinatarios fijos. Y es cierto que las palabras «en
Éfeso» no se hallan en los tres manuscritos griegos más importantes (aunque en su lugar
se deja un espacio en blanco), y que en el contexto de Efesios 1.1 causan problemas
gramaticales. Además, la evidencia interna (la falta total de saludos personales, por
ejemplo) pareciera negar que se escribiera a una iglesia con la que Pablo convivió casi
tres años (Ef 1.15; 3.2; 4.21; cf. Hch 19; 20.31).
La mayoría de los eruditos concluyen que debiera encontrarse otra explicación. Se
han sugerido las siguientes:
1. La epístola se envió a Laodicea, una iglesia que Pablo no conocía personalmente.
2. Se envió como carta circular a varias iglesias a través de Tíquico (Ef 6.21; Col
4.7s). Esta teoría presupone que el nombre de las iglesias destinatarias no aparecía en el
manuscrito original, sino que se añadía en cada caso cuando la epístola llegaba a ellas.
3. Tenía como propósito ser el mensaje póstumo del anciano apóstol a la iglesia
universal. Así se explican las diferentes referencias a personas y la amplitud de la visión
cósmica (1.10, 14, 20–23; 2.14–16; 3.14–21; etc.).
4. Se envió para impedir que se extendiese la herejía combatida en la Epístola a los
Colosenses.
No se puede, pues, precisar con seguridad ni los destinatarios ni el propósito original
de la carta, pero es posible sugerir que se escribió inmediatamente después de
Colosenses. Constituye una meditación sobre la grandeza del misterio de Cristo (1.9;
3.4s) y la responsabilidad de la Iglesia en Él (2.10; 4.17ss), temas ya analizados en
Colosenses, y se envió a varias iglesias, quizás al mismo tiempo que Colosenses (61–62
d.C., durante la cautividad del apóstol en Roma).
Estructura Del Libro
La Epístola desarrolla muchas de las doctrinas contenidas en Colosenses y las
recapitula. Se puede decir que la forma es más bien homilética que epistolar. Matiza con
tonos especiales las más fundamentales doctrinas cristianas:
A. La predestinación divina de los santos antes de la fundación del mundo (1.3–6,
11s).
B. La redención en Cristo (1.7; 2.1–10; 5.2).
C. La recapitulación de todas las cosas en Cristo (1.10).
D. El Espíritu Santo (1.13s; 2.18, 22; 3.16; 4.30; 5.18; 6.17).
E. El poder de Dios operante en la resurrección de Cristo (1.19s; 3.20s).
F. Cristo la cabeza de la Iglesia (1.22s; 5.23).
1. Unida en un solo cuerpo (2.11–22; 3.1–9; 4.3–6).
2. Fundamentada sobre los apóstoles y profetas (2.20).
3. Edificada como templo del Señor (2.21s).
4. Dotada con todos los recursos necesarios para su crecimiento y perfeccionamiento
(4.7–16).
5. La Esposa de Cristo (5.25–33).
G. El modelo de la nueva vida en Cristo (4.17–6.9).
H. Los requisitos para estar firmes en el Señor (6.10–20)
Aporte a La Teología
La naturaleza de Efesios hace difícil determinar las circunstancias específicas que
llevaron a escribir la epístola. Está claro, sin embargo, que los destinatarios eran
principalmente gentiles (3.1) que antes estaban alejados de la ciudadanía de Israel (2.11).
Ahora, gracias al don de Dios, disfrutaban de las bendiciones espirituales que
proporciona Cristo.
El tema de Efesios es la relación entre el Jesucristo celestial y su cuerpo aquí en la
tierra, la Iglesia. Cristo ahora reina «sobre todo principado y autoridad y poder y señorío»
(1.21), «y sometió todas las cosas bajo sus pies» (1.22). En su estado de exaltación, no se
ha olvidado de su pueblo. Al contrario, se indentifica plenamente con la Iglesia que
considera su Cuerpo y la llena de su presencia (1.23; 3.19; 4.10).
La relación de esposo a esposa es una bella analogía que expresa el amor, el sacrificio
y el señorío de Cristo por la Iglesia (5.22–32). El Cristo entronizado habita por la fe en el
corazón de los creyentes (3.17) para que puedan disfrutar de su amor. No hay
absolutamente nada que esté fuera de su alcance redentor (1.10; 3.18; 4.9).
La unión de Cristo con su Iglesia se expresa también en la unidad de los creyentes.
Los que antes andaban lejos, «apartados» y separados de Dios han sido «hechos cercanos
por la sangre de Cristo» (2.13). Es más, los creyentes ahora son llevados por Cristo a
sentarse con Él en los lugares celestiales (2.5–6). Como los creyenbtes están con Él,
procuran ser como Él y están «solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de
la paz» (4.3). Él mismo «es nuestra paz» (2.14), dice Pablo, y derriba las paredes y
barreras que antes separaban a los judíos de los gentiles, y los une en un Espíritu ante el
Padre (2.14–22).
Después de expresar estas maravillosas bendiciones espirituales, Pablo exhorta a los
creyentes a que anden como es digno de los que han sido llamados (4.1). Este
llamamiento es una útil demostración de ética cristiana. En vez de presentar leyes y
regulaciones, Pablo dice, en efecto, que nuestra manera de vivir debe honrar al que nos
llamó. Cristo libera al cristiano, pero este tiene que dar cuenta a Cristo. Pablo hace varias
declaraciones sobre cómo los creyentes pueden honrar a Cristo (4.17–5.9), pero la meta
no es ganar mérito por medio de la moralidad. En vez de buscar personas buenas, Pablo
quiere personas nuevas, el «varón perfecto», reedificado según «la estatura de la plenitud
de Cristo» (4.13). Esta madurez puede referirse a la deseada y todavía no alcanzada
unidad de la iglesia.
ÉFESO Ciudad del occidente de Asia Menor, y centro importante en la historia de la
iglesia primitiva. Estaba situada entre Mileto y Esmirna, en el valle del río Caistro, a 5
km del mar Egeo y entre las montañas de Koresos. Su excelente acceso al mar la
convirtió en el principal puerto de Asia durante el Imperio Romano. Compartió con
Alejandría y Antioquía la supremacía en el Mediterráneo oriental, y llegó a ser la más
importante gracias a su posición geográfica y actividad industrial.
Historia General
Como ciudad, probablemente Éfeso se fundó en el siglo XII a.C., cuando los
colonizadores griegos se mezclaron con los indígenas de la región, descendientes de
habitantes de Anatolia en el centro de Asia Menor. En 560, Creso, rey de Lidia, conquistó
a Éfeso. Este restauró el famoso templo de Artemisa y benefició de gran manera a la
ciudad. Tres años después la capturaron los persas. Lisímaco, uno de los sucesores de
Alejandro Magno, la reconstruyó más tarde (322) y además de embellecerla la inundó
con la influencia helenista.
En 133 a.C., Atalo III, rey de Pérgamo, entregó la ciudad a Roma y así se mantuvo
hasta el 262 d.C., cuando los godos destruyeron tanto al templo como a la ciudad. En la
era apostólica, Éfeso era el centro administrativo y religioso de la provincia romana de
Asia; algunos de sus oficiales se llamaban asiarcas (Hch 19.31).
El templo de → DIANA, considerado una de las siete maravillas del mundo, estaba
situado al nordeste de la ciudad. Se terminó al principio del siglo III a.C. Daba renombre
a Éfeso y esta se jactaba de ser «guardiana del templo de la gran diosa Diana» (Hch
19.35). Fueron impresionantes la superstición y el ocultismo que florecieron a la sombra
del culto a esta diosa, cuyas características eran semejantes a las de la diosa oriental de la
fertilidad.
Foto de Gustav Jeeninga
Una calle de mármol con columnas en la antigua Éfeso.
Historia Sagrada
Según Hechos, Pablo visitó a Éfeso dos veces: a finales de su segundo viaje
misionero, cuando iba de prisa hacia Jerusalén (18.19–21), y durante el tercero (19.1–41).
Había en Éfeso una numerosa colonia judía donde Pablo y sus compañeros, → AQUILA Y
PRISCILA, fueron bien acogidos al llegar por primera vez. El apóstol deseaba estar en
Jerusalén para cierta fiesta y esto acortó su visita, pero sus compañeros permanecieron
allí. Sin duda, fundaron la iglesia ayudados por → APOLOS (Hch 18.24–26).
La segunda visita de Pablo duró tres años (19.8, 10; 20.31), pero esta vez la situación
fue diferente. Al principio, los judíos lo recibieron bien, pero después de predicar tres
meses en la sinagoga surgió la oposición (quizás por desacuerdo en cuanto a lo que es el
«reino de Dios», 19.8, 9). Por tanto, trasladó su centro de actividades a la «escuela de uno
llamado → TIRANNO».
Con este punto como cuartel, Pablo llevó a cabo una obra extensa, ayudado por sus
compañeros y convertidos como → TÍQUICO, → EPAFRAS y → FILEMÓN (Hch 19.10).
Seguramente durante esta época nacieron «las siete iglesias ... en Asia» (Ap 1.11) y otras
como → COLOSAS y → HIERÁPOLIS (Col 4.13). Su ministerio lo acompañaron «milagros
extraordinarios» (Hch 19.11). Tantos se convirtieron, que los fabricantes de ídolos vieron
en peligro su negocio y provocaron el tremendo alboroto relatado en Hch 19.23–41.
Foto de Ben Chapman
El gran teatro de la ciudad de Éfeso, mostrando la avenida
de mármol que llevaba al puerto cercano ahora relleno
debido a la erosión.
Éfeso llegó a ser un centro importante de la iglesia primitiva. Timoteo permaneció allí
para cuidar de la iglesia después de la ida de Pablo (1 Ti 1.3). La tradición (escritos
postapostólicos) afirma que el apóstol Juan se trasladó a Éfeso a finales del siglo I para
supervisar y ayudar a las iglesias de Asia. Esto explica por qué les dirigió los mensajes
escritos en Ap 2 y 3 durante su destierro en la isla de → PATMOS.
Desde la época postapostólica hasta la invasión musulmana, Éfeso fue un centro
eclesiástico importante. Aquí se celebró, en 431, el tercer concilio ecuménico donde se
condenó la cristología nestoriana.
EFOD Parte decorativa de la vestidura sagrada, usada tanto por los sacerdotes hebreos
como por sacerdotes de otras religiones de la época. En su forma más antigua
probablemente se trataba de una simple faja de lino. Los sacerdotes de Nob se conocían
como «varones que vestían efod de lino» (1 S 22.18).
Samuel (1 S 2.18) y David (2 S 6.14) usaban un sencillo efod de lino. Pero conviene
distinguir este efod sencillo del que formaba parte del vestido del sumo sacerdote y que
estaba ricamente bordado con hilos de «oro, azul, púrpura y carmesí». Tenía broches de
oro y anillos para sujetar el racional que tenía las piedras preciosas en las que estaban
grabados los nombres de los hijos de Israel. Consistía en dos piezas sin mangas, una
delantera y otra posterior que llegaban hasta la mitad del muslo. Se aseguraba con un
cinturón entretejido y tirantes (Éx 28.6, 12; 29.5). Se menciona también un efod que se
colgaba en el templo y se usaba para los oráculos (1 S 21.9).
Los judíos veían con singular reverencia el efod y lo empleaban en cultos idolátricos.
El efod de Gedeón, hecho de mil setecientos siclos de oro (alrededor de 20 kg), «fue
tropezadero» para él (Jue 8.27). Micaía hizo uno para que se reverenciara a su ídolo como
era debido (Jue 17.5).
EFRAÍN (doblemente fructífero). Hijo de José y Asenat, hermano de Manasés y
patriarca de una de las tribus de Israel. Nació en Egipto cuando su padre ocupaba el cargo
de primer ministro de la nación (Gn 41.50). Por la línea materna los hijos de José
pertenecían a una familia distinguida. Asenat era hija de Potifera, sacerdote de On. El
matrimonio de José y Asenat se realizó con el beneplácito del rey (Gn 41.45), lo cual dio
a José fama y gloria en tierra extranjera.
José dio a su hijo el nombre de Efraín «porque Dios me ha hecho fructificar en la
tierra de mi aflicción» (Gn 41.52). En efecto, José conoció la esclavitud y el
encarcelamiento en Egipto. De ahí subió para ser el segundo en el país. Esto, junto con su
feliz matrimonio, fueron triunfos que José supo apreciar. Por eso dijo que Dios lo había
hecho «fructífero» en tierra de dolor, experiencia que perpetuó en el nombre de uno de
sus hijos.
Jacob, ya en su vejez, se gozó al ver a sus nietos, los hijos de José, a quienes adoptó
como hijos suyos (Gn 48.5, 11). En esta ocasión memorable Jacob bendijo a Efraín
dándole cierta preferencia sobre Manasés su hermano (Gn 48.17–19). José vivió hasta ver
la tercera generación (Gn 50.23). En 1 Cr 7.22 se dice que algunos hijos de Efraín
murieron en combate, por lo cual Efraín lloró amargamente. Nada más se sabe de la vida
de este distinguido patriarca.
Los descendientes de Efraín llegaron a formar una de las tribus del pueblo de Israel.
En la división de la tierra prometida, después de la conquista, correspondió a la tribu de
Efraín una rica y extensa región al centro del país. Tenía a Dan y a Benjamín al sur, Gad
al este y Manasés al norte (Jos 16.1–10). Entre los varones famosos, descendientes de
Efraín, se cuentan → JOSUÉ (Nm 13.8, 16) y Jeroboam, rey de Israel (1 R 12.20, 25). En el
territorio de Efraín estuvo la ciudad de Ramataim, cuna del profeta Samuel (1 S 1.1).
Al parecer, fue una tribu dominante y en su regionalismo llegó a poseer su propio
dialecto (Jue 12.5, 6). Fue tanto el predominio de esta tribu, que en muchos pasajes
bíblicos se cita el reino del norte como reino de Efraín (Os 4.17). El profeta Oseas habla
de la caída de Efraín (Os 11.1–12), dejando ver la ingratitud de esta gente ante el
permanente y cuidadoso amor de Dios.
El nombre de Efraín también designaba la región habitada por los descendientes de
este y una puerta en el muro de Jerusalén (2 Cr 25.23). En tiempos novotestamentarios
Jesús visitó una ciudad del mismo nombre (Jn 11.54).
EFRATA (fructífera). Nombre empleado indistintamente con Belén para referirse a un
mismo lugar (Gn 35.16, 19; 48.7). Algunos suponen que fue la segunda esposa de Caleb
(la madre de Ur) la que dio su propio nombre a ese lugar (1 Cr 2.50, 51; 4.4). El rey →
DAVID y su padre Isaí eran efrateos (1 S 17.12).
El profeta Miqueas exalta a la «pequeña» Efrata o Belén por el histórico destino que
se le dio como lugar del nacimiento del Salvador (Miq 5.2–4).
EFRÓN Nombre de una persona y tres lugares en el Antiguo Testamento
1. Heteo de quien Abraham compró una parcela en donde se encontraba la cueva de
→ MACPELA (Gn 23.8, 9). Esta pasó a ser la tumba de los patriarcas Abraham, Isaac y
Jacob, así como de sus respectivas esposas: Sara, Rebeca y Lea (Gn 23.8–17; 25.9;
49.29–30; 50.13).
2. Zona montañosa que servía de límite a Juda, entre Neftoa y Quiriat-jearim, diez
kilómetros al noroeste de Jerusalén (Jos 15.9; → EFRAÍN).
3. Ciudad que Abías arrebató a Jeroboam I (2 Cr 13.19).
4. Fortaleza del sudeste de Galilea que Judas Macabeo capturó. Estaba situada entre
Astoret Karnaim y Bet-sán (1 Mac 5.46–52; 2 Mac 12.27–29). Algunos identifican este
lugar con et-Taiyibeh.
EGIPTO Región al nordeste de África. Por la variación de sus límites en diferentes
épocas, en ocasiones se ha denominado Egipto solo a la cuenca del Nilo, y a veces a las
regiones áridas que se encuentran al este y al oeste de dicha cuenca, hacia el este hasta el
mar Rojo, y hacia el oeste a una distancia indeterminada cuyas fronteras con la región de
Libia son imprecisas. Como es natural, el límite norte de Egipto es el Mediterráneo. Al
sur, el límite se ha fijado en distintos lugares, pero por lo general en una de las varias
cataratas que forma el Nilo en su descenso hacia el mar.
El nombre castellano «Egipto» se deriva del griego, pero se ignora su significado
original. Los egipcios llamaban al país «Kimet», lo cual probablemente quería decir
«negro», refiriéndose al contraste entre la arena roja de la región circundante y la fértil
tierra negra del valle del Nilo. También lo llamaban «las dos tierras», aludiendo a la
unión del Alto y el Bajo Egipto. En el Antiguo Testamento, al sur del país se le llama →
MIZRAIM y → PATROS. En el Nuevo Testamento se le da el nombre griego de Aigyptos.
Foto de Willem A. VanGemeren
Ramsés II de Egipto le ordenó a sus artesanos que tallaran
estas enormes estatuas en la roca sólida en el siglo XIII a.C.
Geografía
Desde tiempos antiguos un autor llamó a Egipto «don del → NILO». En efecto, toda la
geografía, la economía y la historia del país las han dominado siempre el Nilo. Este río,
que nace en las regiones tropicales de África, corre hacia el norte y cae en una serie de
seis cataratas, hasta llegar al Mediterráneo, a varios miles de kilómetros de su nacimiento.
Los egipcios no conocían las regiones ecuatoriales del Nilo ni sabían que sus
inundaciones periódicas se debían al carácter periódico y torrencial de las lluvias en la
región. Solo sabían que una vez al año, a principios del verano, el río se desbordaba y que
unos tres meses después sus aguas descendían al nivel acostumbrado. Puesto que a tales
inundaciones se debía la fertilidad del valle, buena parte de la religión del país giraba en
torno al Nilo, según veremos más adelante.
En sentido estricto, Egipto se extendía desde la desembocadura del río hasta la
primera catarata (tradicionalmente, las cataratas se han contado de norte a sur, en sentido
inverso a la corriente del río). Desde allí hasta la tercera catarata se hallaba la región de
→ NUBIA, en la cual los egipcios tenían intereses económicos y por tanto la invadieron
repetidamente. Más arriba, en las regiones de la cuarta y quinta cataratas, se encontraba
→ ETIOPÍA. Más allá, desde el punto de vista egipcio, el Nilo se perdía en las penumbras
de la leyenda.
Debido a las inundaciones del río, Egipto era una franja fértil en medio de una región
desértica. El ancho de esta franja variaba de región en región, según el alcance normal de
las inundaciones del río. Allí donde las colinas a ambos lados del Nilo se acercaban a
este, la zona fértil era estrecha. Donde se alejaban, había varios kilómetros de tierra
cultivable. Cerca de la desembocadura, en la región del delta, la tierra depositada por el
río alcanzaba unos 200 km de ancho.
A todo lo largo del país la agricultura fue siempre la principal ocupación de los
egipcios, que se dedicaban en especial al cultivo de cereales. En algunos oasis que se
encontraban más apartados del río se cultivaban uvas. En las regiones pantanosas se
cosechaba el papiro, de enorme importancia como medio de escritura. El Nilo y sus
inundaciones determinaban también el modo y lugar de vida de los egipcios. A fin de no
desperdiciar la tierra cultivable, la población se congregaba en pequeñas aldeas
densamente pobladas y de allí salían a trabajar en los campos. Por la misma razón las
tumbas se construían fuera de la tierra cultivable, en las regiones del desierto, y esta es
una de las causas por las que han perdurado hasta el día de hoy.
Puesto que las inundaciones periódicas obligaban a remarcar los linderos, se
desarrolló la ciencia de la geometría. Además, a fin de retener las aguas de la inundación
por mayor tiempo y poderlas emplear de nuevo según fuese necesario, se construyó toda
una serie de canales que obligaron a los egipcios a practicar la ingeniería.
La flora del país no era muy rica. Aparte del cultivo de cereales, viñedos y papiro, el
resto de la flora tenía muy poca importancia económica. El país era particularmente pobre
en árboles, de modo que tenían que importar maderas de otras regiones, sobre todo de
Fenicia y Nubia. También se importaba el aceite de oliva.
La fauna del país era abundante. En el río había cocodrilos, hipopótamos y peces, y
estos últimos contribuían a la alimentación de la población, la hiena, los lobos y los
antílopes, además de varias clases de aves, muchas de las cuales eran domesticables. El
principal animal doméstico era el ganado vacuno; el lanar parece haber sido escaso y
despreciado (Gn 46.34). El asno se empleaba como bestia de carga desde los tiempos más
remotos y mucho más tarde se introdujo el camello. Los caballos se desconocían en los
primeros años del desarrollo histórico de la nación, y fue después de la invasión de los
hicsos cuando su uso se propagó aunque no para montarlo, sino para tirar de los carros de
guerra.
Foto de Howard Vos
Estas dos columnas heráldicas de Tutmosis III entre las
ruinas de un antiguo edificio egipcio representaban al Bajo
Egipto (izquierda) y al Alto Egipto (derecha).
Historia
Puesto que la historia de Egipto abarca unos cinco mil años, solo podemos dar aquí
una breve idea de su desarrollo, destacando los períodos importantes para la historia
bíblica. Tradicionalmente, la historia de Egipto se ha dividido en treinta dinastías. La
primera, fundada por el legendario Menes, data de alrededor del año 3000 a.C. y marca la
unificación del país. El período que va de la tercera a la sexta dinastías recibe
comúnmente el nombre de «Imperio Antiguo». Dentro de este fue la cuarta dinastía, el
período de mayor gloria. En esta se construyeron las famosas tres grandes pirámides.
Ya durante la quinta y sexta dinastías comenzó a descentralizarse el poder y los
nobles fueron adquiriendo cada vez más independencia. Esto trajo un «período
intermedio», o de confusión y fragmentación, que duró hasta la duodécima dinastía. Esta
se centraba en la ciudad de Tebas, que anteriormente había tenido poca importancia en el
país. A este período se le llama «Imperio Medio». Sin embargo, este nuevo resurgimiento
no pudo sostenerse, pues pronto el caos reinó de nuevo en el país y se produjo la invasión
de los hicsos.
Lo que se sabe a ciencia cierta sobre los hicsos es poco. Baste decir que eran de
origen semita, que se establecieron principalmente al norte de Egipto y que no trataron de
conquistar a Tebas, sino que se contentaron con imponerle tributo. Los hicsos fueron los
que introdujeron los caballos y los carros de guerra en Egipto, además de otros
implementos y tácticas militares. Se ha sugerido que fue durante este período cuando José
y los israelitas se trasladaron a Egipto, pues es posible que los gobernantes semitas
estuvieran más dispuestos a dar a José el alto cargo que llegó a ocupar. Sin embargo, esta
hipótesis no está del todo exenta de dificultades.
Tras el período de los hicsos, la decimoctava dinastía trajo un despertar que se conoce
como «Imperio Nuevo». Fue entonces, quizás en reacción a la conquista por parte de
fuerzas exteriores, cuando Egipto comenzó a desarrollar una política imperialista. Esta
nueva época de expansión terminó cuando diversas facciones en Egipto, sobre todo los
sacerdotes por una parte y el faraón por otra, entraron en conflictos de poder. El conflicto
llegó a una ruptura total entre el faraón y los sacerdotes de Tebas, cuya consecuencia fue
la desaparición de la dinastía y del Imperio Asiático que creó. Ese imperio quedó en parte
supeditado al Imperio Nuevo, de origen tebano, que florecía al norte.
Los documentos egipcios no mencionan el → ÉXODO, y por ello es difícil precisar su
fecha con relación a los gobernantes del país. Pero una inscripción del sucesor de Ramsés
II menciona a Israel e insinúa que se trataba de un pueblo nómada al este de Egipto.
Durante la vigésima dinastía, Egipto volvió a perder sus posesiones en Palestina. Fue
entonces cuando cayó en el período de decadencia que les permitió a los israelitas las
glorias que la Biblia narra entre la época de Samuel y la caída de Samaria. Durante ese
período el faraón más importante, desde nuestro punto de vista, es → SISAC, fundador de
la vigesimosegunda dinastía. Después, una dinastía etíope logró establecerse en el país, a
la que pertenece el faraón → TIRHACA. Fue durante el gobierno de esta dinastía, la
vigesimoquinta, que Asiria tomó a Israel e hizo sentir su poderío sobre Judá, para después
invadir el propio Egipto y llegar hasta tomar la ciudad de Menfis.
Aprovechando un momento de debilidad asiria, Samético, que pertenecía a una
familia poderosa de origen saíta, estableció la vigesimosexta dinastía. Se produjo
entonces un renacimiento durante el cual Egipto volvió a extender su poderío hasta la
segunda catarata, y trató de restaurar su hegemonía sobre la región de Siria Palestina.
También a esa dinastía pertenecieron → NECAO y Hofra, faraones que trataron de
restablecer su poderío en Palestina. El resultado neto de las gestiones de Hofra, tratando
de erigirse en campeón del reino de Judá frente a Babilonia, fue la destrucción de ese
reino, la caída de Jerusalén y el cautiverio en Babilonia.
Sin embargo, el propio Egipto era ya una nación débil, y a fines del siglo VI a.C. cayó
en poder de los persas que gobernaron, aunque con breves interrupciones cuando algunos
gobernantes nacionales lograban independizarse, hasta que → ALEJANDRO MAGNO
conquistó el país en 332. Este fundó la primera ciudad egipcia junto a la costa del
Mediterráneo: → ALEJANDRÍA. Tras su muerte, Egipto quedó en manos de → TOLOMEO,
quien fundó una nueva dinastía que logró mantenerse en el poder, con altas y bajas, hasta
que su última reina, Cleopatra, sucumbió ante el avance del Imperio Romano.
Bajo los tolomeos, Alejandría llegó a ser uno de los principales centros económicos y
culturales de la cuenca del Mediterráneo, y siguió siéndolo aun después de incorporarse
al Imperio Romano en 30 a.C. Allí vivió Filón y floreció más tarde una gran escuela de
enseñanza cristiana, cuyos principales maestros fueron Clemente y Orígenes. En el siglo
VII d.C., los musulmanes conquistaron a Egipto. Estos destruyeron lo que quedaba de la
pasada gloria de Alejandría.
Foto de Howard Vos
La Esfinge y la gran Pirámide, símbolos eternos de la tierra
de Egipto y su pueblo.
Religión
Para el egipcio, todo cuanto sucedía era intervención de poderes divinos. Había, por
tanto, dioses de ciudades o lugares específicos, de astros y fenómenos astronómicos, tales
como el sol y la esfera celeste, de animales y plantas, y también de diversos aspectos de
la vida, tales como el amor y la guerra. Estos dioses no estaban siempre bien definidos, y
a menudo se fundían los unos con los otros. Pero lo importante para los egipcios,
especialmente en los primeros períodos de su historia, era el hecho de que toda la realidad
la gobernaban los dioses. El faraón reinante era el dios Horus, alrededor del cual giraba
toda la vida del país. Después de su muerte, se convertía en el dios Osiris y gozaba de
vida eterna. En algunos períodos, se acostumbraba enterrar junto al faraón a los sirvientes
de este para que le acompañaran y sirvieran en la vida futura. Con el correr de los años, la
religión egipcia fue evolucionando de tal modo que la inmortalidad estaba al alcance, no
solo del faraón, sino de los poderosos de la tierra.
El desarrollo de la clase sacerdotal pronto comenzó a limitar el poder absoluto del
faraón. En el siglo XIV a.C., el faraón Amenhotep IV trató de remediar esta situación
enfrentando a los sacerdotes, al tiempo que promulgaba la religión monoteísta del dios
Aton, el disco solar. Amenhotep se cambió el nombre y tomó el de Ak-en-aton, y además
abandonó la capital de Tebas, donde existía una poderosa casta sacerdotal. Sin embargo,
su reforma fracasó y su yerno Tutankamen se rindió ante el poder de los sacerdotes. A
partir de entonces, el poder de esta clase fue cada vez mayor.
Los últimos siglos de la independencia de Egipto trajeron períodos desastrosos, en los
que el pueblo perdió mucha de su fe en el dios faraón al mismo tiempo que los antiguos
dioses le resultaron demasiado lejanos para creer en ellos y adorarlos. De esta manera la
religión tomó un giro cada vez más personal y profundo, que subrayaba la necesidad de
una vida justa a fin de lograr la inmortalidad futura.
El triunfo del cristianismo en Egipto fue sorprendente. No sabemos cómo llegó allí la
nueva religión, pero el hecho es que ya a mediados del siglo II había en Alejandría una
iglesia lo bastante fuerte como para tener una famosa escuela catequística. Poco después,
los cristianos se contaban en gran número, y en el siglo V eran casi la totalidad de la
población. Tras las conquistas musulmanas, sin embargo, el número de cristianos
disminuyó hasta quedar reducido a una pequeña minoría.
Foto de Howard Vos
La Esfinge y la gran Pirámide, símbolos eternos de la tierra
de Egipto y su pueblo.
Egipto En El Antiguo Testamento
Debido a la enorme importancia que tuvo Egipto en todo el desarrollo histórico del
Cercano Oriente, era de esperarse que se mencionara repetidamente en la Biblia. En la
«tabla de las naciones» de Gn 10 se menciona a Mizraim como hijo de Cam (Gn 10.6).
En época de escasez, Abraham recurrió a Egipto en busca de alimentos (Gn 12.10). Agar,
la esclava de Sara, era egipcia (Gn 21.9) y también lo fue la mujer de Ismael (Gn 21.21).
Una narración paralela sobre Isaac afirma que él también acudió a Egipto en tiempos de
escasez (Gn 26.2). La historia de José narra cómo él, su padre Jacob y toda su familia
llegaron a vivir en Egipto, y también le atribuye a la administración de José la estructura
social de Egipto, según la cual todas las tierras y las personas pertenecían al faraón (Gn
47.13–26).
El gran acto redentor de Dios en pro de su pueblo en el Antiguo Testamento es el →
ÉXODO o salida de Egipto. A partir de entonces, Egipto aparece a menudo en el Antiguo
Testamento como símbolo de opresión y se alaba frecuentemente al Dios de Israel como
«el que te sacó de la tierra de Egipto».
Salomón se casó con una princesa egipcia (1 R 3.1). Sin embargo, ya en tiempos de
su hijo Roboam, el faraón Sisac invadió a Judá y el reino quedó sometido a Egipto (2 Cr
12.1–9). Desde esa fecha, Egipto fue una potencia preponderante en Palestina y los
hebreos unas veces fueron subyugados o aliados y otras combatieron contra él. Esta
situación perduró hasta que el auge del Imperio Asirio puso fin a la hegemonía de Egipto
sobre Palestina, que desde entonces estaría casi continuamente sujeta a influencias
procedentes de Mesopotamia y Persia.
Egipto En El Nuevo Testamento
Tanto en el Nuevo Testamento, como en el Antiguo Testamento, Egipto es símbolo de
esclavitud, y la salida de allí es señal de la acción redentora de Dios. Así hacen referencia
a él en sus discursos Esteban (Hch 7) y Pablo (Hch 13.17). Lo mismo se hace en Judas 5.
En Ap 11.8 se coloca a Egipto junto a Sodoma como señal de perdición.
Puesto que la salida de Egipto es el gran acto redentor de Dios en el Antiguo
Testamento, no es extraño que en el Nuevo Testamento nuestro Señor Jesucristo se
presente en cierto modo como la culminación de Egipto (1 Co 10.1–4; Heb 8). Esta es
quizás la importancia teológica de la huida a Egipto narrada en Mateo 2, pues así el Señor
que antaño sacó a Israel de Egipto, viene ahora del propio Egipto para obrar la redención
final del nuevo Israel (Mt 2.14, 15).
EGLÓN (novillo). En la Biblia, nombre de un rey y una ciudad.
1. Rey moabita, en el período de los jueces, que conquistó la ciudad de Jericó y
oprimió a los hebreos. Fue asesinado en su propio palacio por Aod, hijo de Gera (Jue
3.12–30).
2. Ciudad cananea en el desierto de Judá. Su rey, Debir, formó una alianza con otros
gobernantes cananeos para pelear contra Josué (Jos 10.1–35). En Jos 15.39 se menciona
como perteneciente a Judá, junto a Laquis y Boscat en la llanura (cf. 15.1–12).
Foto de Howard Vos
El rey Senaquerib de Asiria bajo escolta de su guardia real,
en un relieve del palacio de Senaquerib en Nínive.
EJÉRCITO Término que aparece con mucha frecuencia en las Escrituras y se usa en
por lo menos cuatro sentidos diferentes.
Designa a la multitud de los israelitas organizados en tribus para marchar a través del
desierto (Éx 7.4; Nm 1.52).
Algunas veces se usa para referirse a la hueste de los cuerpos celestes (Gn 2.1; Sal
33.6). El culto al «ejército de los cielos» era común entre los paganos y lo practicaron los
israelitas en tiempos de decadencia espiritual (Dt 17.3; 2 R 17.16; 21.3; Jer 19.13).
El conjunto de los seres celestiales, los ángeles, se llama «ejército». Dios se llama
«Jehová de los ejércitos», frase que aparece casi trescientas veces en el Antiguo
Testamento (Sal 24.10; 46.7). El Señor es jefe de las huestes angelicales, y estas son
ministros a su disposición para pelear sus batallas y servir a su pueblo en la tierra (1 S
17.45; Is 31.4; Heb 1.13).
El uso más común de la palabra, sin embargo, es militar. Hasta los días de Saúl no
hubo un ejército profesional entre los israelitas (1 S 13.2; 14.52). Antes de la monarquía
los ejército se levantaban improvisadamente (Jue 6.32–35). David aumentó el ejército y
lo organizó en doce divisiones de infantería (1 Cr 27). Salomón desarrolló aun más la
milicia. Su ejército tenía caballería y → CARROZAS (1 R 9.19; 10.26).
En la época del Nuevo Testamento se hallaban contingentes del ejército romano en
todas las partes del imperio. Por eso hay tanta mención de soldados y se emplean tan a
menudo figuras de la milicia desde Mateo hasta Apocalipsis (Mt 8.5–10; Mc 5.9; 2 Co
10.4; Ef 6.11–17; 1 Ti 1.18; 2 Ti 2.4; Ap 12.7). Las divisiones principales del ejército
romano eran: legión, cohorte y centuria. Una → LEGIÓN (Mt 26.53; Mc 5.9) solía contar
de seis mil soldados, aunque el número variaba. Se dividía en diez cohortes
(«compañías» en la RV, Hch 10.1; 21.31; 27.1). Una se hallaba acantonada en Jerusalén
para mantener el orden. La cohorte se dividía en grupos de cien, que por tanto se
llamaban «centurias». El jefe de una legión se llamaba legatus, el de una cohorte,
quiliarcos, que en griego significa «jefe de mil», pero en la RV se traduce → TRIBUNO
(Hch 21.31; 24.7), y el de una centuria → CENTURIÓN (Mt 8.5; Hch 10.1; 27.1).
ELA (roble). Nombre veterotestamentario.
1. Príncipe de Edom (Gn 36.41; 1 Cr 1.52).
2. Hijo de Baasa y rey de Israel durante dos años (ca. 886–885). Mientras estaba
embriagado en casa de su mayordomo Arsa, vino uno de sus oficiales, Zimri, y lo mató (1
R 16.6–10).
El valle de Ela, lugar de la batalla entre David y Goliat (1 S
17; 21.9).
3. Padre de Oseas, último rey de Israel (2 R 15.30; 17.1; 18.1, 9).
4. Hijo de Caleb, quien con Josué sobrevivió al peregrinaje en el desierto (1 Cr 4.15).
5. Benjamita que vivió en Jerusalén después del cautiverio (1 Cr 9.8).
6. Valle que los filisteos utilizaban para penetrar hasta la parte central de Palestina.
Fue aquí donde David dio muerte a Goliat (1 S 17.2ss; 21.9). Quizás fue el mismo lugar
donde hoy se encuentra Wadi es-Sant, unos 24 km al sudoeste de Belén.
ELAM (alto). En el Antiguo Testamento, nombre de siete u ocho hombres y una
región.
1. Nombre de uno de los hijos de Set (Gn 10.22), y de varios otros personajes y
familias del Antiguo Testamento (1 Cr 8.24; 26.3; Esd 2.7, 31; 8.7; 10.2, 26; Neh 7.12,