Necesario, como sociedad, modificar la visión que se tiene de la vejez: gerontólogos

“En todos los niveles, independientemente de nuestra educación, edad o preparación, uno de los retos más grandes que tenemos como sociedad es sensibilizarnos y cambiar la forma en cómo vemos, sentimos y actuamos ante el proceso de envejecimiento”, dijo Rita Esther Magallón, jefa del Departamento de Enfermedades Crónicas de la Secretaría de Salud del Estado de Colima, durante el Conversatorio que se realizó como parte de las actividades de la semana académica de Trabajo Social.

Bajo el tema “Estudiar la gerontología y aplicar los conocimientos para mejorar el bienestar de las personas adultas mayores”, tres egresados de la Maestría en Gerontología que ofrece la Facultad de Trabajo Social de la Universidada de Colima, compartieron con estudiantes de licenciatura la experiencia no sólo de lo que significó cursar este posgrado, sino también los retos que afrontan en sus áreas de trabajo y el compromiso que tienen como gerontólogos para ser parte del cambio que necesitan las personas de la tercera edad.

Durante su participación, Ana Maribel Villicaña dijo que para 2050 México será un país de adultos mayores y que la Maestría en Gerontología, además de ser una opción para preparar o especializar profesionistas que atienden esta población, es excelente para formar proyectos de vida; “estudiar cambió mi perspectiva y mi entorno; ahora todo lo veo a futuro, pues me sensibilizó respecto al tema de la vejez, mi vejez”.

La parte más importante de todo esto –comentó Gilberto Preciado, asistente de dirección de la Clínica Hospital del ISSSTE en Manzanillo y otro de los participantes del conversatorio– es que al cursar la maestría, “los que trabajamos en el área médica adquirimos más herramientas para que nuestra atención hacia las personas adultas mayores sea mucho más especializada y de gran calidad”.

Asimismo, Gilberto destacó que este posgrado tiene la ventaja de estar diseñado para abonar a todos los perfiles y disciplinas, “por lo que cualquier profesionista que tenga la curiosidad y ganas de saber y estudiar esta carrera debe hacerlo, pues no es exclusiva de los médicos, trabajadores sociales o enfermeros”.

Respecto a la multidisciplinariedad de la Maestría en Gerontología, César González, profesor investigador de la Facultad de Trabajo Social y moderador de este conversatorio, mencionó que ésta es importante porque las características demográficas que presentan los adultos mayores en México son diversas, “hay una necesidad de atención desde una perspectiva multidisciplinar y entonces tenemos que comenzar a atacar todos estos ejes y contextos desde la biología, la psicología y lo social y tratar de mejorar el bienestar de esta población”.

Por su parte, Kenia Bracamontes, especialista Geriatra en el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social), compartió con los jóvenes que, a pesar de los estudios o la preparación que se pueda tener en este tema, “la cercanía con el adulto mayor y su realidad siempre nos enseñarán más, tanto del contexto que realmente vive como de la persona a la que estamos atendiendo y tal vez será complicado, porque el adulto mayor viene con creencias y valores muy arraigados y tenemos que encontrar o crear herramientas para afrontar cada escenario, pero al final es gratificante ver cómo algo que tú recomendaste, un pequeño cambio que sugeriste, impacta de gran manera en sus vidas”.

Aseguró, además, que existe la necesidad de contar con una mayor cantidad de gerontólogos, por lo menos en el área en que ella trabaja, donde para atender a una población de 14 mil adultos mayores en su clínica, sólo existen dos enfermeras gerontogeriatras.

Derivado de esto, Bracamontes explicó que tratar de sensibilizar a todo un sistema en el tema del adulto mayor es complicado y trae consigo muchos retos, dentro de los que destacó dos: Dar mayor peso a la gerontología como una propuesta preventiva, mediante el trabajo con una población que esté, mínimo, diez años antes de catalogarse como adulto mayor, “para lograr el envejecimiento exitoso que tanto anhelamos” y el aprender a trabajar como equipo interdisciplinario, “ya que el adulto mayor es bio-psico-social, y si hacemos esto, estaremos en condiciones óptimas de ofrecer a nuestros adultos mayores una atención de mayor calidad y calidez”.

Desde su experiencia, Gilberto Preciado dijo que el mayor reto dentro de su área laboral ha sido crear grupos de apoyo para reforzar el trato y la atención que se brinda a los pacientes durante su consulta, entre ellos a los adultos mayores, y destacó la importancia de identificar el momento en que más que una consulta médica, el paciente busca un contacto humano, “porque antes que profesionistas tenemos que ser seres humanos y el que como gerontólogos tengamos la sensibilidad y empatía de lo que pasa con el adulto mayor es fundamental. Ellos tienen algo que sólo con el tiempo llega, y es la experiencia”, concluyó.

Otro de los retos que se presentan en los diferentes contextos desde los que se trabaja la vejez, mencionó Rita Magallón, es la necesidad de modificar la forma de cómo pensamos, cómo actuamos y cómo nos sentimos respecto a la edad y al proceso de envejecimiento; “sabemos que va a llegar la muerte, pero se nos olvida que existe un proceso que se da entre la tercera edad y el último día de nuestra vida”.

“El reto, entonces, es cambiar la perspectiva que se tiene de la vejez, empezar a sensibilizar a las generaciones más jóvenes para minimizar el miedo y desconocimiento de lo que en realidad es la vejez”, reforzó por último Maribel Villicaña.