Disentería: Causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento y prevención | NCGo
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Tratamiento de la disentería

Tratamiento de la disentería bacilar

La mayoría de las personas con disentería bacilar no necesitan medicamentos recetados. La infección suele pasar por sí sola en una semana.

Mientras espera a que desaparezca, puede hacer algunas cosas para ayudarle a sentirse mejor. Beba mucha agua o bebidas de «rehidratación», como las bebidas deportivas, para recuperar el líquido que perdió con la diarrea.

Un medicamento con subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol) puede aliviar los síntomas como los calambres en el vientre y la diarrea. También puede tomar un analgésico de venta libre como el paracetamol para controlar los calambres dolorosos.

No tome un medicamento para la diarrea de venta libre como la loperamida (Imodium) a menos que su médico se lo recomiende. Estos medicamentos pueden empeorar la disentería.

Si la infección no desaparece por sí sola en unos días, es posible que necesite tratamiento con antibióticos. Hable con su médico.

Tratamiento de la disentería amebiana

Si tiene disentería amebiana con síntomas, puede tomar medicamentos para matar los parásitos en la sangre, los intestinos y el hígado. Permanecerás con estos medicamentos durante unos 10 días. Los médicos tratan la disentería amebiana que no causa síntomas con medicamentos como el yodoquinol o el furoato de diloxanida.

Seguridad en la disentería

La disentería es muy contagiosa. Quédese en casa y no vaya al trabajo o a la escuela hasta que no tenga diarrea durante al menos 48 horas para evitar transmitir la infección a otras personas. Lávate las manos con frecuencia y no prepares comida para nadie durante al menos 2 días después de que desaparezcan los síntomas. Evita también las relaciones sexuales hasta que te sientas mejor.

Una vez que la infección haya desaparecido, limpia bien tu casa para eliminar los gérmenes. Lava tus sábanas, toallas y ropa con agua caliente. Desinfecta los asientos de los inodoros, las manijas de las cisternas, las manijas de los lavabos, las perillas de las puertas y otros lugares que tocas con frecuencia.

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