Capítulo 8 - Gordon Allport - Capítulo 8. Psicología Personalista de Allport TEORÍAS DE LA - Studocu
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Capítulo 8 - Gordon Allport

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Psicología social

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Capítulo 8. Psicología

Personalista de Allport

TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD

Erick Eduardo Aguilar Gallegos | Teoría y Desarrollo de la Personalidad II | 13-07-

Introducción:

Nació en 1897 en Indiana, pero creció en Cleveland, OH.

Realizó sus estudios en Harvard en filosofía y economía.

Enseñó sociología e inglés en Estambul.

Regresó a Harvard para doctorarse en psicología en 1922.

Durante los dos años siguientes estudió en varias famosas universidades europeas, y durante se tiempo visitó a Sigmund Freud.

Gordon Allport se mantuvo estrictamente en el punto de vista de que solamente los seres humos son el objeto apropiado de la psicología.

Se le ha llamado un psicólogo humanista, aunque el término no lo usan como halago alguno de sus detractores.

En su libro The Person in Psychology (1968), Allport se identifica claramente como un psicólogo humanista y acepta la relación intelectual con Rogers, Maslow, y Fromm.

Abogó por el estudio intensivo del individuo singular.

Allport aceptaba los principios generales del comportamiento como una ayuda valiosa, pero el individuo debería ser el objeto de un estudio directo, para que el psicólogo pudiera descubrir cómo se aplicaban estos principios al individuo.

Cuerpo del resumen:

CONSTRUCTOS Y POSTULADOS MENTALES

Uno de los enfoques globales que presentan un mayor reto es el estudio de la evolución del yo. Empezaremos por considerar sus puntos de vista sobre las diversas formas en que se experimenta el yo.

El problema del yo

El concepto del yo ha creado muchas dificultades para el psicólogo que desea respetar los conceptos y métodos de la ciencia en el estudio de los seres humanos. En lo porqué el yo constituye tal problema es un fenómeno desconcertante para Allport. Las experiencias subjetivas del yo no pueden ponerse en duda: son hechos existenciales. Allport sostiene que es absurdo cuestionar su existencia; investigar su génesis, su desarrollo, y los varios papeles en la personalidad pueden promover un fructífero conocimiento científico.

sensaciones físicas. El yo corporal se hace dominante durante el periodo de crecimiento, cuando el niño está muy alerta a los cambios de su propio cuerpo.

Cuando los asuntos sexuales se agudizan, van acompañados de una mayor atención a la apariencia y esto incluye al yo corporal.

2. La identidad del yo

Distinto del yo corporal, es el estudio de la propia identidad, el percatarse de la continuidad de la identidad personal. Es el darse cuenta del yo como el núcleo de la personalidad. A pesar de los muchos cambios que tienen lugar desde la infancia hasta la ancianidad, existe una percepción de continuidad. La identidad se adquiere gradualmente, con muchos obstáculos y algunas personas nunca logran tener un sentido firme de la identidad.

  1. El amor propio

Conforme empieza a tomar forma el sentido de la identidad, la autoexperiencia surge dentro del segundo o tercer año de vida: El amor propio. Este se manifiesta por los esfuerzos propios del niño para familiarizarse con lo que le rodea y puede igualarse al orgullo.

Allport sostiene que el negativismo infantil es una de las manifestaciones más tempranas del amor propio. Conforme los niños se hacen valer efectivamente, desarrollan una autovaluación positiva.

  1. La autoextensión

Entre las edades de cuatro y seis años, son prominentes otras dos dimensiones de la experiencia propia o la autoexperiencia: La autoextensión y la autoimagen.

La autoextensión es lo que la persona valora. Una de las manifestaciones más tempranas de la autoextensión es la propiedad; u niño puede aprender pronto a través de experiencias dolorosas, lo que es suyo y lo que pertenece a sus padres. Con la edad, los intereses del niño se amplían para incluir un equipo de fútbol, una iglesia, el bienestar de su sociedad. Allport señala que Dzla persona es lo que amadz La persona tiene un sentido de autoextensión cuando tiene sentido de propiedad, las cosas que pertenecen o son importantes para el yo.

  1. La propia imagen

Refiere a la imagen de la personalidad total, que incluye el yo corporal y el sentido de identidad. Puede tomarse como nuestra propia concepción del yo. La

autoimagen es en gran parte el producto de los papeles que se han asignado al niño. Si el niño es pequeño o débil, puede ser tratado como un inválido. Gradualmente esto formará una autoimagen que corresponda a las expectativas de quienes el niño considera importantes.

En la misma forma que otros aspectos del yo, la autoimagen es un proceso que evoluciona lentamente. Primero es vago y mal definido, pero conforme la conciencia se convierte en una característica predominante de la personalidad y conforme el niño adquiere capacidad de proyectarse al futuro, la autoimagen se amplía a incluir no solamente una imagen aproximada al yo real, sino también imágenes de los yos potenciales.

  1. El yo que afronta la vida en forma racional

Entre las edades de los seis y doce años, los niños se dan cuenta de sus crecientes poderes intelectuales. Empiezan a saber y sentir que pueden resolver problemas y que algunos otros los superan en esto. Durante este periodo, la criatura se siente atraída por juegos de palabras, rompecabezas, claves, y adivinanzas. En sus relaciones fuera del hogar con otros niños de su edad, hay una continua competencia de habilidades, incluso intelectuales.

El conocimiento del yo en este sentido es una autoexperiencia significativa, que puede contribuir al enriquecimiento o el empobrecimiento del yo.

  1. Las luchas propias

En la observación de la edad de 12 años en adelante nos encontramos el segundo periodo de mayor cambio: La adolescencia. Durante este lapso emerge una nueva dimensión de la autoexperiencia, la proyección de metas, y objetivos a largo plazo. Allport llama a este aspecto del yo la lucha propia , término que usa para indicar que todos los aspectos del yo están envueltos en el proceso de la lucha por lograr metas, el yo corporal, la identidad propia, la autoextensión, autoimagen, y el yo como el que afronta la vida en forma racional.

Conforme el individuo llega a la condición de adulto, debe hacerse cargo cada vez más de sus propios asuntos.

La conciencia del deber contra el haber de

Puede considerarse a la conciencia como un indicador interno del bien y el mal en la conducta que se hace activo cuando el comportamiento viola las normas o valores aceptados. Los valores y las normas pueden ser impuestos por otros e imponerse mediante castigos o premios. La conciencia que está formada con base a un código externo es denominada por Allport como la conciencia del Dzdeberdz ,

La perspicacia es otro proceso cognoscitivo que desempeña un papel cada vez mayor en el desarrollo del niño. La perspicacia cognoscitiva es la formación de una representación conceptual de un evento. Allport cita el caso de la niña de tres años a quien su madre sorprendió abriendo la llave del gas de la estufa, y procedió a pegarle la mano exclamando Dzno debes hacer esodz. De acuerdo con los principios del condicionamiento, la vista de la estufa en lo adelante debería ser una condición suficiente para que la niña la evite. Si un estímulo neutral ocurre al mismo tiempo que el estímulo doloroso, entonces el neutral adquiere algunas propiedades del estímulo doloroso.

Al principio, los niños son casi totalmente dependientes de su ambiente; después, conforme maduran sus capacidades psicológicas y tiene lugar mucho aprendizaje, crecen en autonomía e independencia, y cuando llegan a edad adulta, se hacen responsables de sus vidas.

Intenciones contra impulsos

Para Allport, el término intención lo utiliza para significar motivación, que en general es consciente y orientada hacia el futuro. Para Allport, la intención es sinónimo de interés. DzLa intención es una forma de motivación demasiado descuidada, pero una de importancia primordial para el entendimiento de la personalidad. Hace posible superar el motivo y el pensamiento en oposición. Como todos los motivos, la intención se refiere a lo que el individuo intenta hacer. Hay intenciones inmediatas y a corto plazo, pero el término tiene valor particular al señalar las disposiciones a largo plazo en la personalidad.

Allport mantiene que el conocimiento de las interacciones de una persona proporciona una perspicacia que no ofrecen otros aspectos de la personalidad. Podemos conocer aptitudes de una persona, pero sin conocer sus intenciones no tenemos formas de saber cuáles de esas aptitudes desarrollará a la persona.

La psicología de impulsos y el énfasis en las necesidades básicas resaltan las tendencias para conservar, adaptar, o enfrentarse a las tensiones; pero pasan por alto la actividad espontánea, el crecimiento, y un alcance más amplio, característico del comportamiento normal en una persona.

Autonomía funcional

Allport dice: DzLa autonomía funcional considera a los motivos adultos como sistemas variados, de automantenimiento y contemporáneos, que provienen de sistemas de antecedentes, pero funcionalmente independiente de ellos.

Este principio sostiene que una actividad es motivacional en su propio derecho: no se origina de otro motivo que de sí mismo. El músico se dedica a su arte

porque le agrada hacerlo, incluso acepta una reducción de salario para ocupar un puesto donde pueda tocar su instrumento.

La autonomía funcional puede contrastarse con la sublimación. Un comportamiento sublimado puede haberse originado y trazado a un motivo inaceptable y presenta una salida disfrazada para ese motivo. El niño sádico que disfruta torturar insectos puede encontrar una salida sublimada en la disección de animales durante su capacitación preparatoriana para el estudio de medicina.

El principio de la autonomía funcional también mantiene que una actividad que está al servicio de un motivo puede por sí convertirse en motivacional. Lo que empieza como una actividad desarrollada por necesidad puede llegar a ser adecuada en la esfera propia y convertirse en un poderoso motivo autónomo.

Habilidades frecuentemente se convierten en intereses

El ejercicio de las habilidades puede lograr un significado motivacional y sirven de base para la adquisición de intereses duraderos o intenciones a largo plazo. La autonomía funcional: Una habilidad desarrollada tiene su propia motivación. Los intereses frecuentemente se forman alrededor de una habilidad o talento en particular. Tenemos la tendencia de disfrutar aquello que podemos hacer bien.

La autoimagen y el estilo de vida son factores organizadores.

La autoimagen en evolución señala las principales direcciones del desarrollo y es autónoma funcionalmente en la edad adulta.

Rasgos: Unidades básicas de la personalidad

Rasgos comunes contra carácter personal

Se ha identificado un gran número de rasgos con los cuales muchas personas pueden compararse, por ejemplo, el nivel de aspiración, grado de neurosis, y la introversión-extroversión. Por ejemplo, podríamos medir por medio de una prueba estandarizada lo que se compara una persona con otras que tienen mismos rasgos o similares, dando a esta persona una calificación en percentil que revela su lugar respecto de su desempeño en relación con otro gran número de personas también sometidas a la prueba. Tales posiciones pueden ser bastante útiles al consejero: Un perfil de rasgos de la personalidad puede usarse para aconsejar a un estudiante que abandone la medicina, porque su patrón de rasgos difiere de los médicos típicos.

Allport define al carácter personal como Dzuna estructura neuro psíquica generalizada y peculiar a cada individuo y con la capacidad de producir estímulos funcionalmente equivalentes e iniciar formas uniformes o equivalentes de comportamientos de adaptación o de estilodz.

Algunas advertencias sobre los rasgos

Un rasgo nunca se presenta solo; muchos determinantes siempre están activos en forma simultánea. Los efectos de un rasgo frecuentemente pueden detectarse por incongruencias en el comportamiento. Se necesitan repetidas observaciones a fin de observar la congruencia producida por un rasgo. Un rasgo en particular puede ser bloqueado por un rasgo opuesto.

Otra dificultad es que se depende en los comportamientos evidentes para hacer inferencias y observaciones pueden ser incorrectas. Por ejemplo, un hombre que parece ser amistoso porque le simpatizamos, en realidad tiene un motivo de hacerse agradable para poder usarnos con algún propósito.

PUNTOS DE VISTA SOBRE LA ANORMALIDAD

Allport no era un terapeuta practicante y su teoría de la personalidad no nos dice mucho sobre la gran variedad de anormalidades posibles. Si trata del comportamiento anormal en términos generales. No adhiere a las etapas psicosexuales que describe Freud, pero sí enfatiza el papel de apoyo que los padres deben asumir en la educación de los hijos. La atrofia de la personalidad puede presentarse debido a deficiencias paternas, como el maltrato y descuido de los niños, incongruencias en establecer e imponer normas y dejar de servir como modelos apropiados.

Allport también da un lugar al teorizar a otras dos causas principales de anormalidad, estrés ambiental y genes deficientes. El individuo con impedimentos físicos o deficiencia mental y emocional tendrá grandes dificultades para enfrentarse a las demandas personales y del ambiente.

Funcionamiento apropiado contra el oportunista

Allport contrasta el funcionamiento oportunista con el funcionamiento apropiado. El proprium completamente desarrollado incluye atributos como una autoimagen en evolución, luchas propias, amor propio, y saber enfrentarse a las situaciones en forma racional. La conciencia debería tiene una influencia de dirección y unificación en su papel como indicador de que un comportamiento sea o no apropiado. La conciencia del debería es una fuerza motivadora importante del proprium. Dirige conducta hacia la satisfacción de las luchas propias y la propia imagen.

Vivir en forma oportunista significa para Allport la preocupación con la satisfacción de impulsos y placeres momentáneos. La persona sana se ocupa de alcanzar el futuro que desea trabajando hacia sus metas, en tanto la persona

oportunista está atada a los requerimientos actuales o volver a vivir problemas del pasado.

Comparación entre las orientaciones neuróticas y normales

Allport es bastante específico acerca de las diferencias entre las orientaciones neuróticas y anormales hacia la vida. Tiene tendencia a considerar que la diferencia no es solamente de grado, sino más bien de clase: nos enfrentamos a la realidad o tratamos de negarla.

El punto de vista de Allport de que lo normal y lo neurótico son discontinuos parece contrario a nuestras experiencias diarias. También parece ser bastante obvio que las personas presentan variaciones en el grado de salud mental de la misma forma que varían en el grado de salud física; Allport sostiene tensamente la discontinuidad de lo normal y lo neurótico.

Allport sostiene que el proceso básico de lo normal es bastante diferente a lo neurótico. Una persona que está típicamente orientada hacia la realidad puede tener un mal día, durante el cual su comportamiento es de inadaptación y se asemeja al comportamiento habitual del neurótico.

Las siete dimensiones de las cuales los normales difieren de los neuróticos:

  1. El neurótico trata de evitar rápidamente cualquier cosa que le produzca pena o tensión, mientras la persona normal generalmente confronta los requisitos de las circunstancias de la vida y trabaja para satisfacer sus necesidades. El neurótico batalla más para afrontar la realidad.
  2. Los neuróticos generalmente tratan de negar sus dificultades, pero por lo regular fracasan porque sus problemas continúan plagándolos con fuerza. La persona normal tiene una idea buena sobre problemas que puede o no resolver, en tanto que el neurótico no sabe distinguir al respecto.
  3. El neurótico se caracteriza por muchas divisiones en su personalidad, ya que varios segmentos no están integrados apropiadamente bajo un control adecuado. Las personas normales se caracterizan por su integración y unidad.
  4. Los neuróticos no solamente tratan de engañar a los demás acerca de su verdadera naturaleza, sino también se engañan a sí mismo. Muestran falta de perspicacia. La gente normal conoce sus motivaciones y metas y se da cuenta de sus limitaciones y posibilidades.
  5. Los neuróticos se caracterizan por una atrofia en el crecimiento de su personalidad. La persona normal piensa, siente, y actúa conforme a su edad.
  6. Los neuróticos encuentran molestos sus impulsos. Se hallan haciendo cosas que no entienden. Las personas normales pueden reprimir la

en sus posibilidades. Las metas y los valores configuran la vida y le dan estabilidad y dirección.

Madurez más que ausencia de enfermedad

Una personalidad sana se caracteriza por la alegría de vivir, un impulso hacia adelante tiene siempre algo pendiente. Para Allport, la madurez s más que ser normal o no estar enfermo.

La madurez implica no solo la falta sino también la creación de tensiones.

La persona madura realmente crea tensiones. Aun cuando las resultantes de conflictos, frustraciones y presiones de la vida diaria son desagradables y nos impulsan a deshacernos de ellas lo antes posible. Cuando se alcanza una meta, se proyecta otra para reemplazarla, usando la energía disponible.

La madurez requiere del establecimiento de un firme sentido de identidad.

Cada persona nace dentro de una cultura que le impone muchas limitaciones y restricciones, formándolo de acuerdo con sus moldes culturales. Cada individuo tiene su propia naturaleza interna, que debe afirmarse dentro del establecimiento cultural.

Una autoimagen bien formada que está siendo satisfecha

La autoimagen se refiere al concepto que tenemos de nosotros mismos, que debería ser bastante exacto, pero también incluye la imagen, más o menos bien definida, de lo que nos gustaría ser.

Criterio de la madurez

Es importante recordar que la madurez para Allport no es un factor general, sino una serie de logros progresivos. El adulto normal es sumamente complejo, con muchas facetas de compromiso. Las metas deben delinearse, tanto a largo como a corto plazo, y es preciso aprender los medios apropiados para lograr estas metas.

Autoextensión

Conforme el yo crece y se desarrolla, se extiende cada vez más cosas. Primero, el principal foco de concentración es el organismo mismo. Después lo que nos rodea en el hogar y la vida hogareña se percibe y se coloca en relación con el yo. Estos intereses y complicaciones, aun cuando cambian de un periodo a otro durante el transcurso de la vida, son absolutamente esenciales a la consecución de la madurez.

El punto clave del requerimiento de la autoextensión es que existe muchísimo más en vivir que la simple supervivencia y la satisfacción de los impulsos. El yo entra en la satisfacción de los impulsos. El yo entra en la satisfacción de los impulsos particularmente cuando un impulso se ve contrariado durante cierto lapso, pero tal condición no promueve el logro de la madurez. Una persona cuyas energías están totalmente dedicadas simplemente a seguirla pasando no puede satisfacer sus otras potencialidades y la vida para esa persona necesariamente tiene que ser rutinaria y gris.

Cálidas relaciones del yo con otros

Allport sostiene que el ajuste social de la personalidad madura se caracteriza por dos tipos de cordialidad: las capacidades de intimidad y de compasión. Las cálidas experiencias humanas de naturaleza social, como en un buen matrimonio o en una estrecha amistad, le prestan vigor a la vida y sirven de tónico al crecimiento y funcionamiento de la personalidad.

El contemplar a otra persona como la imagen en espejo de sí mismo, un congénere humano que a pesar de las diferencias comparte una naturaleza humana básica, probablemente es la base de la empatía y también la raíz de la intimidad. Una relación íntima proporciona a las partes participantes experiencias profundas que no tienen substituto.

Seguridad emocional

Varias cualidades quedan bajo este título. Reconocer las imperfecciones inherentes, pero siempre luchar por mejorarse con una autoestima genuina, hace que las personas maduras aprecien el hecho de que uno no es todo lo que desharía ser. La gente madura llega a reconocer el carácter ficticio irreal de tales papeles ideales y llevan todos sus esfuerzos a la satisfacción de su potencial individual.

Otra fase de la seguridad emocional es la aceptación de emociones como parte del yo. A este respecto, la cultura puede ser un impedimento; se espera que los hombres repriman sus expresiones emocionales, en tanto la mujer tiene una libertad mucho mayor para expresarse. La gente madura acepta sus emociones como parte de sí misma, sin permitir que éstas rijan sus vidas y sin rechazarlas como ajenas a la naturaleza humana. Uno de los aspectos más significativos del control emocional consiste en no permitir que las emociones se impongan hasta tal punto de construir una interferencia con otras personas.

De la forma la persona madura vive con estas frustraciones y aprende a seguir adelante. Aprende a cooperar en lugar de luchar continuamente contra lo inevitable en la vida.

EVALUACIÓN CRÍTICA

Allport ha sido una gran influencia en el campo de la personalidad y ha expresado los problemas que son los asuntos principales de este campo. Ha criticado persistentemente el énfasis de la psicología y la psiquiatría estadounidenses en los determinantes de comportamiento irracionales e inconscientes. Allport mantiene que la información obtenida a través de las pruebas proyectivas populares no es substancialmente distinta de lo que podemos obtener sencillamente al pedir a la persona que nos hable de sí misma.

Allport ha criticado otras muchas tendencias actuales en la psicología, proponiendo lo que él cree son enfoques más fructíferos. Sus ideas respecto a rasgos, valores, y carácter personal; su principio de autonomía funcional, su distinción entre el deber y el haber de la conciencia, el énfasis en las intenciones y luchas propias en el adulto, así como en su énfasis sobre el papel central del comportamiento expresivo, han proporcionado a los psicólogos maneras de entender al individuo.

Allport no ha conquistado a muchos discípulos que continúen su desarrollo y comprobación. El mismo admitió que no hizo una investigación suficiente para apoyar sus teorías, muchas de las cuales son simplemente hipótesis no probadas. Reconoció las influencias del ambiente en su tratamiento de la importancia de la cultura, situación y papel de las expectativas, pero nunca se consideró la forma en que estas fuerzas interactúan con su conceptualización de la personalidad.

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Capítulo 8 - Gordon Allport

Materia: Psicología social

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TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD
Erick Eduardo Aguilar Gallegos | Teoría y Desarrollo de la Personalidad II | 13-07-2019

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