La atípica vida de Margarita II de Dinamarca, la reina arqueóloga, artista y bordadora

La atípica vida de Margarita II de Dinamarca, la reina arqueóloga, artista y bordadora

Jubileo de oro

La soberana cumple hoy 50 años en el trono pero los festejos se retrasan por culpa de la pandemia

Margarita de Dinamarca

Posado regio.Margarita II, en el retrato oficial de sus 50 años como reina

P.M.ABRAHAMSEN / P.M.ABRAHAMSEN

Margarita II (81), jefa de Estado de Dinamarca, Groenlandia y las islas Feroe, cumple hoy 50 años en el trono. Y aunque la corona danesa acostumbra a celebrar con mucho boato los aniversarios, la reina ha decidido posponer hasta finales del próximo verano los festejos de su jubileo de oro, ante el incremento de contagios por coronavirus en toda Europa.

La pandemia parece decidida a chafarle los aniversarios redondos a la monarca, que ya tuvo que suspender los festejos organizados por su 80.º cumpleaños. Aun así, hoy se han llevado a cabo a cabo algunos de los actos programados.

La reina ha comenzado el día frente a las banderas reales del palacio de Christian IX en Amalienborg. Estos estandartes fueron llevados a palacio hace medio siglo y su entrega fue la primera señal institucional de que el país tenía una nueva soberana. Las banderas, que besó por primera vez ya como monarca hace cinco décadas, son un símbolo de la continuidad de la monarquía, tal y como ella escribió en sus memorias. 

Margarita de Dinamarca

Margarita de Dinamarca en uns visita al Parlamento danés en 1987

agencias

Acto seguido ha participado junto con el príncipe Federico en una sesión del Consejo de Estado en el castillo de Christiansborg, tal y como ocurrió en 1972, cuando acudió a esta cita antes de que fuera proclamada reina desde el balcón de ese mismo castillo. A la celebración que después ha albergado la cámara han acudido también Mary de Dinamarca, los príncipes Joaquín y Marie y Benedicta, hermana de la reina. La otra hermana, Ana María, mujer de Constantino de Grecia, no ha viajado ya que su marido, contagiado de covid, ha recibido hoy mismo el alta médica. A este aniversario en el que han firmado en el libro de visitas del Parlamento, también han faltado sus ocho nietos, que tenían colegio. 

La reina lucía un vestido azul con chaqueta a juego y su icónico moño. Después de este acto, Margarita y su familia se han desplazado desde Copenhague a la estación de Roskilde, un trayecto que ha durado aproximadamente media hora. Este viaje lo han hecho en el tren que la compañía danesa DSB le regaló a la monarca hace más de dos décadas, coincidiendo con su 60 cumpleaños. Tras esto, y ya en coche, se han dirigido a la catedral de esta ciudad, que se encuentra al norte de la isla de Selandia, para hacer una ofrenda floral en las tumbas de Federico IX y la reina Ingrid, padres de la monarca, al cumplirse también medio siglo del fallecimiento del rey. El templo, de estilo gótico, se construyó entre los siglos XII y XIII con ladrillo rojo,  es patrimonio de la humanidad y alberga las tumbas de 20 reyes y 17 reinas.

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Margarita II en el Parlemento danés

Mads Claus Rasmussen / EFE

A lo largo de la jornada los miembros de la realeza han lucido una medalla conmemorativa por el medio siglo de reinado de Margarita de Dinamarca. Se trata de una pieza dorada con la corona de la reina junto a la orden de Dannebrog y la orden del Elefante. En la cara aparece la monarca rodeada de los tres leones que custodian la entrada del castillo de Rosenborg. El reverso está grabado con el monograma de "14 de enero de 1972- 14 de enero de 2022". 

Margarita de Dinamarca

Margarita de Dinamarca

Kongehuset

Definida como feminista e intelectual, la reina Margarita II de Dinamarca fue coronada un día como hoy de 1972. El suyo, junto con el del la reina de Inglaterra, es uno de los reinados más longevos de la historia.

Margarita Alejandra Thorhildur Ingrid nació el 16 de abril en 1940 en el palacio de Amalienborg de Copenhague. Su llegada al mundo tuvo lugar justamente una semana después de la invasión de Dinamarca por la Alemania nazi. Desde entonces, su vida ha estado plagada de hitos inesperados, como el referéndum para la reforma constitucional de 1953 que permitió a las mujeres heredar un trono que hasta Margarita sólo podían ocupar los varones. Fue coronada reina el 14 de enero de 1972, catorce días después de morir su padre.

La princesa Margarita, después reina Margarita II de de Dinamarca (izquierda) y la princesa Beatriz, posteriormente reina de Holanda juntas en el Palacio de Jutlandia el 31de julio de 1954

La princesa Margarita, después reina Margarita II de de Dinamarca (izquierda) y la princesa Beatriz, posteriormente reina de los Países Bajos juntas en el palacio de Jutlandia el 31de julio de 1954

Propias

La reina también fue la primera mujer de su familia que estudió en una escuela pública, aunque se graduó en una privada a finales de los cincuenta. Se licenció en Cambridge en Ciencias Políticas, e hizo cursos de Economía y Arqueología, una de sus grandes aficiones. Incluso participó en una excavación en Italia con su abuelo Gustavo II de Suecia y cooperó en proyectos en Egipto y Sudán.

Declaraciones bochornosas

En su largo matrimonio tuvo que aguantar desaires públicos de su marido, que ahora repite su hijo menor, Joaquín

En febrero de 2018, la reina sufrió un duro golpe. Su esposo durante 50 años, el príncipe Enrique, fallecía a los 83 años. Se habían conocido en 1966 en Londres, donde ella estudiaba y él era diplomático. Se casaron dos años después y fue al parecer un gran amor. Pero la disconformidad de Enrique de Laborde de Monpezat con su papel de príncipe consorte –siempre quiso ser nombrado rey– tensionó el matrimonio, como también le pasó a Isabel II con Felipe de Edimburgo. El príncipe no dudó en airear en los últimos años de su vida lo que pensaba de su mujer, molesto por no sentirse a su altura. 

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El príncipe Enrique de Dinamarca y su esposa, la reina Margarita II durante su visita a Livo (Dinamarca) en el 2014

EFE

Ya en el 2002 la reina tuvo que soportar el bochorno de que el consorte abandonara el país para instalarse en el Château de Cayx en el sur de Francia, una de sus residencias familiares, hasta que al poco tiempo volvió a Copenhague. Entre las lindezas que le dedicó a la reina hay frases del tipo “soy un perro al que le tiran un terrón de azúcar de vez en cuando” o “mi esposa no me da el respeto que una esposa normal debe darle a su cónyuge”. Incluso se negó a que le enterraran con ella.

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La princesa Benedicta y los príncipes Federico y Mary 

Martin Sylvest / AP

Al contrario que su madre, todos los descendientes de Margarita y Enrique fueron varones. En 1968, nacía el príncipe heredero, Federico de Dinamarca, y casi trece meses después, el príncipe Joaquín, que como su padre se llama sí mismo “el segundón”. Sufrió un ictus el pasado verano en Francia, donde vive con su segunda mujer y sus dos hijos en común. Entre Federico y Joaquín le han dado ocho nietos.

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El príncipe Joaquín y la princesa María  llegan al Parlamento para celebrar el jubileo de su madre

Mads Claus Rasmussen / EFE

La reina danesa es una mujer con una gran lista de vocaciones, además de la arqueología, es una apasionada del arte y ha expuesto sus obras. Una afición que comenzó gracias a la novela El señor de los anillos, que leyó en 1969. Más tarde ilustró la edición danesa de este libro bajo seudónimo.

También diseña. El pasado septiembre, Netflix la fichaba para hacer los escenarios y el vestuario de la película Ehrengard . En el 2017 hizo lo propio para el ballet El cascanueces .Y años antes, además de hacer la escenografía y el vestuario, se atrevió a interpretar a una campesina en Los cisnes salvajes . A su vena creativa también suma el bordado. Hasta este mismo enero, ha compartido sus creaciones en una exposición en Copenhague que incluía dos bolsos de fiesta que regaló a sus nueras, las princesas Mary y Marie.

Margarita de Dinamarca

Margarita de Dinamarca revisa los bocetos de la película de la película 'Ehrengard' para Netflix

REDACCIÓN / Terceros

Otra de las aficiones de la monarca es el tabaco. “Fumo en cualquier parte donde haya un cenicero” es una de sus frases más conocidas, aunque hace dos décadas deja este hábito en casa, tras ser criticada por ser un mal ejemplo para la salud pública de sus súbditos.

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