Prince Rogers Nelson fue uno de los músicos más influyentes de los últimos 40 años, pero era tan brillante como excéntrico. Incluso, hubo una etapa en que Prince cambió su nombre por un símbolo, y luego, por un sonido. Así fue como pasó.

Fue justo hoy, pero hace 30 años, que Prince decidió cambiar su nombre artístico. Además de ser un músico superdotado, el cantante de Minneapolis se distinguía por sus excentricidades, pero esta fue una de las más grandes en su vida. Su nuevo nombre cambió por un símbolo. 

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Según la versión oficial, lo que buscaba Prince era estimular una forma diferente de pensar, pero el símbolo que escogió el músico, que se parecía a uno que había incluido en el arte de algunos de sus discos, no tenía pronunciación alguna, lo que le complicó el trabajo a las redacciones de noticias de música, que acabaron por referirse a él como “El artista antes conocido como Prince”.

El símbolo lo adaptó en su guitarra y también lo llegó a utilizar en el escenario hasta sus últimos conciertos.

Más adelante, cambió de nuevo su nombre impronunciable por el de un sonido parecido al de un par de copas finas chocando, pero como ya caía en lo ridículo, regresó al nombre con el que se dio a conocer.

En algunas entrevistas, Prince dijo que el cambio de nombre se debía a que buscaba deshacerse de los complejos que traía desde el pasado y esto fue justo lo que le ayudó a superarlos, pero todo indica que el motivo real fueron los problemas que tenía con su disquera, Warner Bros. a quien acusaba de haber registrado su nombre para adueñarse de sus creaciones, y con esto intentó darle solución al problema.

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