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¿Por qué fueron perseguidos los cristianos? Un estado de la cuestión - Repositorio Institucional de Documentos
Resumen: Existe el tópico firmemente asentado de que los cristianos fueron víctimas de una persecución ininterrumpida entre los siglos I y IV, pero lo cierto que hasta el edicto del emperador Decio en el año 250 no podemos hablar de persecuciones de carácter general en todo el territorio del Imperio. Hasta entonces las persecuciones tuvieron lugar de forma local y esporádica, bajo el estímulo de la acusación popular y con el amparo de una actitud entre tolerante y ambigua por parte de los emperadores, que mayormente dejaron en manos de las autoridades subordinadas la iniciativa en la represión. Durante los dos primeros siglos las autoridades imperiales consideraron al cristianismo como un problema de orden público que no constituía una amenaza para Roma. A mediados del siglo III la situación de crisis que asolaba al Imperio y la imparable expansión de las comunidades cristianas propiciaron un cambio de percepción. Los cristianos comenzaran a ser percibidos por el poder como una amenaza a la estabilidad política y a la cohesión del Imperio. Es entonces cuando se inaugura el periodo de persecuciones generales que con periodos de distinta intensidad cesó de forma definitiva con los Acuerdos de Milán entre Constantino y Licinio en el año 313. En este trabajo se presenta una síntesis del desarrollo histórico de las persecuciones a la vez que se indaga en las causas por las cuales fueron perseguidos los cristianos, el fundamento jurídico de la represión y las razones por las cuales fracasaron las persecuciones. Todo ello atendiendo especialmente al contexto histórico en el que desarrolló y consolidó el cristianismo, el del Imperio romano.