Películas de Gregory Peck para recordarlo como se merece

Gregory Peck es uno de esos actores por los que la mayoría de cinéfilos siente devoción. Es más, nosotros no hemos escuchado nunca a nadie que hable mal o que diga que no le gustan las películas de Gregory Peck por su mera presencia. No decimos que no los haya, porque seguro que alguno surge. Tiene que haber gente para todo. Pero aquí, en lo que nos respecta, nos declaramos muy fans de Gregory Peck y de muchos de sus personajes.

Como todavía no le habíamos hecho ningún homenaje y, sinceramente, su filmografía merece muchos aplausos y ovaciones, vamos a remediarlo y proponer una sesión cinematográfica con diez películas de Gregory Peck maravillosas e inolvidables.

Recuerda (Spellbound. Alfred Hitchcock, 1945)

La primera de las colaboraciones de Gregory Peck con Alfred Hitchcock es una de las mejores películas del director británico en esos primeros años en Estados Unidos. Siendo justos, hay que reconocer que el mayor atractivo para este film era Ingrid Bergman, más estrella ya a mediados de los cuarenta que Gregory Peck.

Pero el papel del doctor Ballantyne siempre será recordado por ser uno de los primeros en los que Peck realmente encandiló a la cámara. Al año siguiente, actor y director volvieron a colaborar en El proceso Paradine (The Paradine Case, 1947), una de esas pelis de Hitchcock entrañables, pero no tan sublime como muchas otras.

Cielo amarillo (Yellow Sky. William A. Wellman, 1948)

Cielo amarillo es uno de los clásicos más apreciados por los amantes del western, aunque también es cierto que para muchos cinéfilos jóvenes no es tan conocido como otras joyas del género. Ese aprecio es merecido, ya que estamos ante una de las películas del oeste con mejor guion, y también tiene sus toques de intriga, cine negro o incluso romance, con una Anne Baxter como siempre excepcional.

Tampoco es el único western de Gregory Peck digno de recuerdo. Otros muy memorables son Duelo al sol (Duel in the Sun. King Vidor, 1946) y El pistolero (The Gunfighter. Henry King, 1950).

Vacaciones en Roma (Roman Holiday. William Wyler, 1953)

Mucha gente recuerda esta película porque fue el primer gran papel de Audrey Hepburn, y fue un gran primer papel. Ese encanto que destila, estamos seguros de que no solo enamoró a cientos de miles de espectadores desde entonces, sino también a un Gregory Peck que, a su lado, parecía todavía más encantador.

Si no nos creéis, solo tenéis que echarle un vistazo a esta película o, al menos, a esas imágenes tan icónicas de Peck y Hepburn a bordo de una Vespa por el centro de Roma. Aquí, la reseña sobre Vacaciones en Roma.

Moby Dick (John Huston, 1956)

Puede que ésta sea una de las películas de Gregory Peck más representativas de su carrera, aunque haya otras que han permanecido mucho más en el imaginario colectivo y cinéfilo. Pero la imagen de Peck enfrentándose a viento y marea en busca de la ballena maldita que le arrancó una pierna y que le amargó la vida es algo difícil de olvidar.

Horizontes de grandeza (The Big Country. William Wyler, 1958)

No es solo una de las mejores películas de Gregory Peck, sino que es una de las películas imprescindibles para entender el cine que se hizo en el gran Hollywood de los cincuenta, con un Wyler en su plenitud detrás de las cámaras, un reparto maravilloso con Charlton Heston, Jean Simmons y un Burl Ives que arrasó en casi todos los premios. En toda la filmografía de Gregory Peck hay películas buenísimas de géneros muy variados, pero ésta es de las más completas y nos encantaría que se hablara más de ella.

Los cañones de Navarone (The Guns of Navarone. J. Lee Thompson, 1961)

Si antes decíamos que una de las cosas buenas de la carrera de Gregory Peck es que abarcó multitud de géneros, aquí tenemos una buena muestra con una película bélica que fue la causa de que muchos se aficionaran al cine de guerra cuando ya empezaban a cicatrizar las heridas de la Segunda Guerra Mundial. En esta ocasión, junto a Peck encontramos a David Niven, Richard Harris y Anthony Quinn, entre otros. No está mal, ¿verdad?

El cabo del terror (Cape Fear. J. Lee Thompson, 1962)

Al año siguiente, Gregory Peck volvió a trabajar a las órdenes de Thompson, en este caso para una película de intriga y terror en la que encarnaba a un honrado abogado que se ve acosado por un delincuente encarnado por Robert Mitchum. Una película buenísima que, treinta años después, se vio reinterpretada con Nick Nolte y Robert de Niro, también de forma muy buena, en El cabo del miedo (Cape Fear. Martin Scorsese, 1991).

Matar a un ruiseñor (To Kill a Mockingbird. Robert Mulligan, 1962)

Estamos casi seguros de que, al decir películas de Gregory Peck, al noventa por ciento de vosotros os vino a la cabeza esta película en primer lugar. Y no es para menos. La historia es preciosa y el papel de Atticus Finch tenía un potencial que nuestro Gregory supo exprimir al máximo, interpretando a uno de los personajes más admirados y recordados de la historia del cine.

Aquí puedes leer nuestra reseña de Matar a un ruiseñor.

La profecía (The Omen. Richard Donner, 1976)

El cine de terror de los setenta supuso un antes y un después para el género. Ese horror más psicológico que, para muchos, comienza con El exorcista (The Exorcist. William Friedkin, 1972) se vio aquí más que reforzado, plasmado para la eternidad con una película que sigue poniendo los pelos de punta a propios y extraños. Y, por suerte para nosotros, con un Gregory Peck que, aunque ya había dejado atrás sus mejores años, sigue siendo un imán ante la cámara.

Aquí puedes leer nuestra reseña de La profecía.

Los niños del Brasil (The Boys from Brazil. Franklin J. Schaffner. 1978)

Cerramos nuestra lista de películas de Gregory Peck con una que, a pesar de no ser tan recordada por la interpretación de nuestro actor homenajeado (que también), resulta un título más que atractivo para todos los amantes de las historias originales, con vínculos a la realidad histórica y, por supuesto, bien narradas de cabo a rabo. Posiblemente infravalorada en los últimos años, para nosotros es la mejor de las últimas películas en las que trabajó Gregory Peck.

Aquí puedes leer nuestra reseña de Los niños del Brasil.

¿Qué otras películas de Gregory Peck nos hemos dejado en el tintero?

Gregory Peck fue de esos actores que trabajó sin cesar durante muchas décadas. Esto, por sí solo, no es significativo de nada. Pero, hablando de un actor de su talla, sí que aumentan las posibilidades de que la cantidad de películas buenas en su filmografía sea mayor. Vamos a decirlo con otras palabras: la lista de las mejores películas de Gregory Peck ha sido de las más difíciles por el gran número de buenos títulos que tiene a sus espaldas.

Y es que, como se suele hacer con los jugadores reservas de los grandes equipos, aquí tenemos material casi para hacer otra lista de diez películas de Gregory Peck de visionado obligatorio. Que nos perdonen los fans por no haber metido Duelo al sol (ya la nombramos antes), El mundo en sus manos (The World in His Arms. Raoul Walsh, 1952), Mi desconfiada esposa (Designing Woman. Vincente Minnelli, 1957), Arabesco (Arabesque, Stanley Donen, 1966) o Escarlata y negro (The Scarlet and The Black. Jerry London, 1983).

Tal vez deberíamos haber dejado la lista en doce, quince o veinte películas de Gregory Peck y, aún así, nos habríamos quedado cortos.