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Hubo un tiempo en que Hollywood creó un panteón de parejas de famosos, compañeros en la pantalla y fuera de ella. La década de 1940 nos dio a Spencer Tracy y Katharine Hepburn, y a Humphrey Bogart y Lauren Bacall. Los años 50 trajeron a Paul Newman y Joanne Woodward, los protagonistas de 'The Last Movie Stars', un revelador documental dirigido por Ethan Hawke. Las seis partes de la docuserie ya están disponibles en HBO Max.
La leyenda romántica de Newman y Woodward es irresistible. Él era una superestrella, una maravilla de ojos azules en películas como 'Hud: El más salvaje entre mil´', 'Dos hombres y un destino' y 'La leyenda del indomable', uno de los hombres más guapos que han aparecido en la pantalla. Woodward, una aclamada actriz de actrices, ganó un Oscar al principio de su carrera por 'Las tres caras de Eva', y siguió trabajando mientras criaba a sus tres hijas. Estuvieron casados durante 50 años, hasta su muerte en 2008. En principio, ¿quién no querría vivir esa vida?
Pero la serie de Hawke, cariñosamente honesta, revela lo que la vieja maquinaria publicitaria de Hollywood nunca hizo: que vivieron un romance intermitente durante cinco años mientras él estaba casado con su primera esposa, que él luchó tanto contra el alcoholismo que una vez ella cogió a los niños y se marchó, que sus posteriores aventuras no eran ningún secreto.
Destruir el mito hace que Newman y Woodward sean más reales y estén más en sintonía con el mundo actual. "Si los conviertes en figuras de cuento, no tienes que plantearte preguntas desafiantes", dice Hawke a T&C. "Sólo piensas: 'Dios les regaló una relación amorosa para toda la vida... son afortunados', en lugar de decir: 'Vaya, se esforzaron mucho en amarse y sufrieron de verdad y, sin embargo, utilizaron todo eso para seguir creciendo'. Eso es lo que me parece realmente inspirador". Y duraron más de medio siglo juntos. Una relación tan duradera es casi insondable para las parejas de famosos ahora, cuando un lustro parece largo y es, por ejemplo, un reto seguir el ritmo de las parejas de la familia Kardashian.
La hija menor de los Newman, Clea, que fue al colegio con Hawke, acudió a él con la idea del documental y miles de páginas de entrevistas. En 1986, Newman había empezado a escribir una autobiografía y pidió a su viejo amigo, el guionista Stewart Stern, que grabara entrevistas con él, con Woodward y con sus amigos y colegas. Cinco años después le pidió a Stern que dejara de hacerlo. Newman quemó las cintas, pero las transcripciones sobrevivieron.
Hawke tomó la idea en una dirección audaz que podría haber sido fácilmente estática, pero que resultó ser dinámica. Reunió a un elenco de estrellas para que hablaran con él a través de Zoom y leyeran las transcripciones con voz en off. George Clooney es la voz de Newman y Laura Linney la de Woodward. Zoe Kazan es la primera esposa de Newman, Jackie (¡sí, habló!), junto con Sam Rockwell, Billy Crudup, Sally Field y otros. Sus voces se entremezclan con las de los verdaderos Newman y Woodward, con recortes de entrevistas ante las cámaras a lo largo de sus carreras y con clips de películas.
Estaban eléctricos en su primera película juntos, 'El largo y cálido verano' (1958), y conmovedores en la última, como pareja envejecida en 'Esperando a Mr. Bridge' (1990). Se puede ver por qué él se convirtió en un símbolo sexual y ella obtuvo otra nominación al Oscar como maestra de escuela reprimida en 'Raquel, Raquel' (1968), que Newman dirigió. Hawke también habla con cuatro de las cinco hijas de Newman, incluida Stephanie, la menor de sus tres hijos de su primer matrimonio.
Las revelaciones son a veces crudas. Cuando comenzó su romance, Paul dice: "Dejamos un rastro de lujuria por todas partes, hoteles, moteles, parques públicos y baños", que Clooney entrega con un giro irónico. Joanne dice: "Desde la primera vez que conocí a Paul, siempre supe que era un borracho", una frase que Linney pronuncia con total naturalidad.
El casting de la elegante Woodward fue fácil, recuerda Hawke. Fue una de las grandes mentoras personales de Linney. Woodward tiene ahora 92 años y, como se señala en el documental, se le diagnosticó Alzheimer en 2007. Y muy pocas personas tienen el estrellato que vivió Newman y que tiene Clooney. Por esa razón, dice Hawke, "pensé que Clooney podría tener una visión de lo que Paul estaba hablando. Y creo que era importante, especialmente para los jóvenes, entender lo famoso que era Paul Newman, así que necesitaba evocar ese estatus de icono".
La carrera de Newman siempre eclipsó la de Woodward. "Desde luego, Joanne no quería ser sólo la esposa de Paul Newman", dice Hawke. "Sería deshonesto pensar que no era difícil vivir con el tipo de culto al héroe que rodeaba a su marido". En la serie, Melissa Newman dice sobre la versión simplificada y de cuento de hadas de sus padres: "Hasta cierto punto me siento culpable de desmontar esa historia porque todo el mundo necesita ese tipo de héroes, pero al mismo tiempo creo que merecen más crédito que eso".
Ese mito fue la creación de una era mediática diferente, por supuesto. Uno de los episodios muestra los típicos titulares de revistas como "Los Newman: Cómo seguir casado a pesar del éxito". Un artículo de cotilleo de los años 70 sugiere una ruptura, diciendo: "Los rumores en torno al matrimonio Newman están aumentando hasta convertirse en un silencioso rugido". Pero esos susurros nunca rugieron. ¿Fue porque la prensa era menos intrusiva y no había redes sociales? ¿O es que la prensa no indagó más porque nadie quería realmente romper el cuento de hadas? Es probable que todas esas razones hayan influido.
El título del documental proviene de una entrevista de Gore Vidal, en la que especulaba que, dado que la televisión estaba superando al cine, sus grandes amigos los Newman podrían ser las últimas estrellas de cine. Un buen argumento, pero más de 30 años después, ¿en serio? Clooney está ahí.
Sin embargo, con los divorcios habituales y las redes sociales por todas partes, el suyo podría ser el último matrimonio de Hollywood idealizado de esa manera "feliz para siempre". Tom Hanks y Rita Wilson o Kurt Russell y Goldie Hawn pueden estar entre las parejas más estables de Hollywood hoy en día, con Emily Blunt y John Krasinski en camino para una generación más joven, pero tales ejemplos son cada vez más raros. Newman y Woodward bien podrían ser la última pareja de estrellas de cine, vista bajo una nueva luz que nos permite admirar el amor profundo e imperfecto y la verdad de su precioso romance de más de 50 años.
