Siglo XVIII (1701-1750) Panorama histórico dominante

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Cuadernos de Historia de la Salud Pública

versión impresa ISSN 0045-9178

Cuad Hist Salud Pública  n.96 Ciudad de la Habana jul.-dic. 2004

 

Siglo XVIII (1701-1750)

Panorama histórico dominante

Poca tranquilidad reinó en Europa durante este período: en 1699 se inició la guerra entre Rusia, Suecia y Dinamarca que no concluyó hasta el año de 1713. Al mismo tiempo las potencias occidentales como Inglaterra, Países Bajos, Italia, Francia y España sostenían la famosa guerra de la Sucesión por la Corona de España. Escocia se unió a Inglaterra, llamándose ambas desde entonces La Gran Bretaña. Por último, Federico II de Prusia guerreó desde 1741 hasta 1748 con Austria, Inglaterra y Francia, lucha sangrienta, como las anteriores, que terminó con el tratado de Aquisgram.

A virtud del testamento del incapaz Carlos II de España subió al trono Felipe V, pero el emperador de Alemania reclamó sus derechos y la corona de ese país y unido a varias naciones sostuvo la Guerra de Sucesión en la que España se dividió en dos bandos y Portugal se unió a los enemigos de los Borbones.

La guerra tuvo sus alternativas, los austriacos y sus aliados llegaron a invadir Castilla y entraron en Madrid pero batidos después en Almansa tuvieron que retirarse. Derrotados finalmente en Villaviciosa se puso fin a la guerra por el tratado de Utrech en virtud del cual perdió España a Gibraltar y sus posesiones de Italia y Países Bajos. La corte española se afrancesò y estaba dominada por la princesa de los Ursinos. Se publicó la Ley Sàlica, que excluía del trono a las hembras, según regía en Francia y en contra de las costumbres de Castilla. En 1718 trató el rey Felipe V de recuperar los estados de Italia, se hizo dueño de Sicilia y Cerdeña, pero formada la Cuádruple Alianza contra España y derrotada la armada española en Siracusa se vio obligada a pedir la paz y a devolver las dos islas conquistadas en el Mediterráneo. Retirado el hermoso palacio de La Granja, que mandó a construir, a imitación de Versalles, abdicó en su hijo Luis I que falleció al poco de viruela (1724). Vuelto al trono Felipe V y dominado por su ministro Riperda, holandés, intervino en la guerra por la sucesión del trono de Polonia y conquistó los reinos de Nápoles y Sicilia. Después fomentó los centros de cultura debiéndosele la Biblioteca Nacional de Medicina y Cirugía, la Academia de la Historia de la Lengua, la Universidad de Cervera, etc.

En su tiempo se publicó el diario de los literatos de España que inauguró la historia del periodismo en ese país. Mitigó los rigores del Santo Oficio pero ahogó los fueros de Cataluña y las Cortes. Su sucesor Fernando VI (1746) terminó la guerra de Italia con la Paz de Aquisgram por la que fue reconocido el infante español Felipe por Soberano de Parma, Plasencia y Guastala, y el infante D. Carlos como rey de Nápoles.

La América continuaba subyugada por las naciones europeas. En Boston se empezó a publicar el primer periódico regular "News Letter" por J. Campbell, en 1704 y en Filadelfia " Pensilvania Gazette" de S. Keimer.

Durante los años de la guerra de sucesión España y Francia contra Austria, Inglaterra, Holanda y Portugal las costas de Cuba sufrieron ataques por las escuadras enemigas que afectaron principalmente a Trinidad. Durante esos primeros años del siglo se empezó a formar el barrio habanero del Cerro, salió una expedición contra la Florida y se abrió al culto la iglesia y convento de Santa Teresa, O' Reilly y Compostela. En los años de paz que siguieron desde la firma del tratado de Utrech (1713) hasta el año 1726 se estableció en Cuba el Monopolio del Tabaco por el propio gobierno, con gran disgusto y revueltas de colonos o cosecheros. Se instaló la primera Imprenta por C. Habrè (1723), uno de cuyos primeros trabajos, sino el primero, fue la publicación de la Tarifa fijada por Thenessa a los boticarios Juan A. Vázquez, Lara del Rey y José de Urrutia (V. el Apéndice).

En 1726 ardió de nuevo la guerra con la Gran Bretaña cuyas escuadras y corsarios hostilizaron las costas cubanas, dificultando la navegación. Los ingleses se apoderaron de Guantánamo y tuvo efecto un reñido combate naval frente a La Habana. El tratado de Aquisgram, de 1747, puso fin a la guerra.

Durante ese tiempo se fundó un buen Astillero que construyó muy buenos barcos a partir de 1724. Se erigió la Universidad en 1727 y no empezó a funcionar hasta ocho años después. Se terminaron las murallas; se construyó el hospital e iglesia de San Lázaro, se continuó la obra del hospital de Paula cuya capilla mayor se inauguró en 1736. El gobierno español firmó contratos con los de Francia y Gran Bretaña para facilitar la introducción de negros africanos para trabajar en la isla. Se fundó la compañía de Comercio que obtuvo el monopolio de la venta del tabaco y de los principales productos de exportación como maderas, cueros, mieles, etc., con perjuicio de los particulares. Cuba progresó muy poco durante esta primera mitad del siglo XVIII. Se encontraba muy retardada la industria azucarera que sólo producía 20 000 arrobas al año; en cambio, estaban más florecientes las relativas a la ganadería y la del cultivo del tabaco.

Ojeada histórica en el campo de la medicina

El siglo XVI introdujo en la medicina la noción de la química, el XVII agregó el de la física y la de los fermentos y en los primeros años del XVIII se añadieron algunas doctrinas que encontramos en el XIX. Al médico sangrador sucedió el hechicero charlatán o académico filosófico. Continuaba la lucha de clases. Los médicos repudiaban a los cirujanos y éstos se separaron de aquellos. Hoffmann, explicaba los fenómenos de la vida por principios mecánicos y admitía una fuerza vital. Stahl, fundó la teoría del "flogisto" o sustancia que se desprendía de los cuerpos que ardían creando así el "animismo" que admitía un principio vital superior existente fuera del cuerpo; en una palabra, un alma inmortal. La escuela italiana era iatro-mecánica y clínica. Torti, como Morton, fue ardiente propagador del uso de la quina en la fiebre intermitente y Morgagni, estudió y revisó toda la patología. En Francia, Heccquet defendió el mecanismo y decía que la salud no era más que la armonía de los fluidos y de los sólidos del cuerpo. Chirao, de Montpellier, fundó su método llamado "Chirasismo" y aconsejaba al médico que observarse y guiase a la naturaleza, que la levantasen en caso de caída, que no se violentase y se atendiese con cuidado a las crisis. Cooper, estudió las glándulas vulvo-vaginales. Houber, describió el ácido bórico. Se conoció la placenta previa (Bortal). Se fundó el primer lazareto militar en 1704.

Figuraban entre las primeras escuelas anatómicas: En Holanda, Leyde con Boherhave y otros. En Alemania, San Difort y Hales. En Italia, Morgagni, y en Francia, Winslow. Sheen, ligó por primera vez la arteria innominada (braquiocefalica) en 1705. Petit, hizo la primera extracción del cristalino en 1707. Se presentó la primera epidemia de disentería en las tropas en New York. Litre, ideó el primer método para tratar el ano artificial y Rutherford, reconoció el nitrógeno en 1710. B. Rush, gran médico norteamericano (1713) que hizo la primera buena descripción del cólera infantil, del dengue y de la locura. Lancici, atribuyó en 1717, la fiebre terciana a emanaciones de aguas corrompidas. Fahrenheitt, años después, empleó por primera vez el termómetro de mercurio. Palfrr, francés, inventó el moderno fórceps obstétrico. Ocurrió la terrible peste de Marsella. Lady Montagne, introdujo la variolización en Inglaterra. Se fundó la Universidad de Caracas. En Alemania predominaba el vitalismo. Guyot (1724) hizo el primer cateterismo de la trompa de Eustaquio. Casi todos los médicos notables usaban casacones, bordados y pelucas con pelo largo y rizado sobre los hombros, cuello alto, blanco y doblado, cara rasurada y pantalón corto. En España continuaban las abstracciones y disputas. Tanto la medicina como la cirugía estaban atrasadas, había muy pocos operadores. Martín Martínez escribió una anatomía, Casal reconoció la pelagra. Se hicieron traducciones de Winslow y Boherhave y se fundò el famoso Colegio de Cirugía de Cádiz.

De los facultativos médicos de La Habana

Al empezar el siglo XVIII ejercía en la capital de Cuba el Dr. Francisco de la Thenessa García de Cáseres Ramón de Moncada y Rubira; Marcos de Gamboa, Francisco Moreno de Alba y Carlos del Rey, siendo probable que residiese también el cirujano Juan Sánchez, con algunos otros más, a los que se unió, en 1706, el Lcdo. Juan Gregorio de Castro. Carecemos de noticias sobre los que actuaban en el interior de la isla.

El 14 de enero de 1707 se tomó razón en Cabildo del título de Doctor en Medicina de Manuel Fernández Castellón y meses después se inscribió el de Cirujano Manuel Mendiburi y Márquez, natural de Granada, España, cuyo título había sido expedido en Madrid el 17 de octubre de 1699. En resumen, ejercía por tanto en La Habana a principios de siglo: Thenessa (protomédico), Gamboa, Moreno, Fernández, Francisco González del Álamo, Mendiburi y Carlos el Rey.

En acta del cabildo de fecha 27 de enero de 1713, dice el Procurador General: "Sólo hay en La Habana dos cirujanos, Carlos del rey y Francisco Lamy, este tiene la mujer en Canarias y debe escribirle para que venga a unirse a su marido". Desde luego, en la Capital existían algunos médicos pero parece que había escasez de cirujanos. En las siguientes actas del Cabildo no aparece la inscripción de ningún facultativo. En 1717 se inscribió el título de Jacinto Ruiz de Acebedo que fue expedido por la Universidad de México. Fueron recibidos ese mismo año en el Ayuntamiento: Luis Fontayne, en 9 de noviembre, y el cirujano fray Mateo de la Vega religioso de San Juan de Dios. El médico Marcos de Gamboa y el cirujano Bartolomé Valdés se inscribieron en el año 1718. El Cabildo recibió el 19 de junio de 1722 al Bachiller Antonio Villar con título de Madrid de 24 de mayo de 1714. Siete años después (1729) se tomó razón del título de médico de Bonifacio Antonio Solano, y del cirujano José Menéndez y Pimentel, expedido en México.

El 17 de diciembre de 1729 se inscribió en Cabildo el título de protomédico segundo de D. Ambrosio Medrano. Cinco años después figuraba este señor A. Medrano de la Concepción y Herrera como médico y catedrático de Prima. En 1734 se inscribieron los títulos de los bachilleres Felipe de Acosta, graduados en la Universidad de La Habana y el de Esteban de los Ángeles y Vázquez. En 1733 se encontraban en la ciudad el Dr. Felipe de Acosta y el facultativo Felipe Brandatellier. En 1735 se inscribieron los títulos del Br. Juan José Álvarez Franco, expedido en México. El siguiente año se encontraban en La Habana los cirujanos Felipe Acosta y Francisco Villanueva con el cirujano fraile José Colombia de San Juan de Dios; y el Bachiller Francisco Javier Monzón. Luis Fontayne figuraba como catedrático de anatomía y decano de la facultad de medicina, siéndolo de Método D. José Melquíades y Aparicio.

En 1738, siendo médico examinador D. Felipe de Acosta, se inscribió el título del "Maestro cirujano" Esteban de Frías y Lezcano. Un año después figuraba Don Julio Recio de Oquendo como catedrático de anatomía en la universidad, y el Br. José Alemán Salgado. En 1741 se encontraba en La Habana el Br. Agustín Sanabria y Palomino. El 1742 figuraba D. José Ma. Aparicio como catedrático de método. D. Diego Velas (1743), era médico examinador con Nicolás Rodríguez de los Santos.

En 1745 se encontraba en La Habana D. José González Alfonseca. Dos años después D. Agustín Sanabria y Palomino figuraba como catedrático de medicina y explicando por la anatomía de Winslow. Por la misma fecha se encontraban en La Habana el facultativo Domingo Lorenzo de Zayas, el Dr. Felipe Segura y el Bachiller Juan Saco. En 1748 fue nombrado D. José María Aparicio, catedrático jubilado de Método y por último, en el año de 1750 fue recibido el protomédico Don Matías Cantos.

Datos biográficos de algunos facultativos (Actas)

Dr. Don Francisco Tenesa (Thenessa o Teneza) García de Cáseres Ramón de Moncada y Rubira

Según las actas de Cabildo se encontraba en La Habana a fines del siglo XVII y era familiar del santo oficio de la inquisición. En 1706 el capitán general Pedro Álvarez de Villarin le ordenó que visitase las boticas con uno de los alcaldes ordinarios y con el procurador general "pues hacía seis años que no se efectuaba la visita". En 1711 se le dispuso que examinara "a la partera Agueda de Vargas". El 13 de abril de ese mismo año 1711 presentó su título de Protomédico de La Habana ante el Cabildo y presentes Pablo Cavero, gobernador político y oidor de la Audiencia de Santo Domingo; los alcaldes ordinarios Agustín de Arriola y Pedro Benedit Horruitiner, los regidores y el procurador general. Leído el Real Despacho acordaron obedecerlo, acatarlo y cumplirlo y por lo tanto pusieron a Thenessa en posesión de dicho cargo con todos sus privilegios, prestando el juramento correspondiente. El título fue firmado por el rey Felipe, en Madrid, a 9 de julio de 1709.

En Cabildo del 15 de enero de 1712 se concedió a Thenessa "un pedazo de terreno próximo al hospital de San Lázaro". El 28 del mismo mes y año el propio médico y el capitán Juan de Prado "pidieron que se informara a S. M. que no obstante lo que está dispuesto respecto a quedar libres las tierras próximas a la murallas en lo que alcance el tiro de artillería, estas tierras son de utilidad por la yerba y cultivos que benefician a la población". Piden también que se informe "que por ningún concepto se les prive de los hilos de agua de la zanja que entran en la propiedad para su riego". En 10 de junio del mismo año se nombró al doctor Francisco Thenessa "síndico mayordomo adjunto del Pbro. Juan Pérez de Silva, para los pobres de San Lázaro atentos a constar a éste Iltre., cabildo el celo con que dicho regidor se ha aplicado a asistir a dichos pobres". El 24 de noviembre del mismo año 1712 el protomédico D. Francisco Thenessa "pidió merced de las tierras concedidas a los pobres de San Lázaro en el Monte Vedado para que ha dichos pobres se les asegure y perpetúe la renta". El I. A, accedió a su petición y se nombró una comisión para tazar la renta. El 1º de septiembre de 1713 el Pbro. D. Gaspar de Larralbide, apoderado del protomédico Thenessa, pide en nombre de este "un pedazo de tierra baldío y de poca importancia desde el camino que va de la puerta de la Punta hasta el Castillo (…) en parte del pago de los rezs. que dicho Protomédico tiene derecho en esta ciudad". En 12 de diciembre del mismo año Thenessa presenta suplicatoria y documentos autorizados por el escribano público don Francisco Flores Rubio, sobre derechos que habrá de llevar por exámenes y visitas de boticas, etc. y otras preeminencias. Se nombró una comisión para informar y proponer, previa consulta, con los abogados D. Juan Andrés Rubio de Villareal y D. José de Pedroso.

El 12 de enero de 1714 informaron D. Juan Andrés Rubio de Villareal y D. José de Pedroso, con parecer del Lcdo. D. Juan Díaz de León: "Que debe dársele al Protomédico de esta ciudad el tratamiento de Juez privativo despachándole recaudo con la misma norma que los despachan en este Cavo. Y están algunas leyes destos reynos". Acordaron no decretar hasta el primer cabildo, para el que se citará al Gobernador, Alcaldes Ordinarios y Capitulares. El día 26 el Gobernador suspendió nuevamente que se tomase acuerdo "hasta que se tenga información completa". En la discusión del asunto se pidió que llevasen testimonios sobre el tratamiento que se da al Protomédico de México, Lima y Cartagena de Indias. En el siguiente Cabildo, del 15 de febrero, se inserta un auto del Gobernador Capitán General sobre el asunto, suspendiendo el Arancel que ha hecho Thenessa y señalando la fecha del lunes 19 del mismo mes para que concurra a primera hora de audiencia a formarlo. En las actas está el texto del auto del Gobernador General y otras diligencias. Por el sabemos que Thenessa celebró una junta en su casa el 17 de noviembre de 1711, que el Arancel está exigido por Real Decreto de su nombramiento y por las leyes y en su consecuencia " no se le puede conceder tratamiento ni puede ejercer el protomedicato mientras no esté formado el arancel". Se acordó, "suspender el formado por Thenessa por ilegal y se convoca nueva reunión para el día 19"

El 1º de marzo de 1714 el Escribano presenta el Arancel formado el día 19 de febrero y se aprueba y manda a guardar. En el libro de actas folio 207 v-209-v, está la copia literal del arancel (V. el Apéndice). Este fue aprobado en la junta del día 19 que presidió el gobernador y capitán general D. Laureano de Torres con asistencia de D. Vicente José Valdés, fiel ejecutor, y D. Baltasar Sotolongo, regidor por el ayuntamiento con D. Francisco de Thenessa. En 1715 administraba Thenessa, con el Pbro. Juan Pérez de Silva, el hospital de San Lázaro, arruinado por un ciclón.

El 5 de marzo de 1716 D. Francisco de Flores y Rubio presenta en Cabildo un despacho de D. Francisco Thenessa y se acordó: "que para proveer lo que convenga debe hacer petición en la forma usual". Este escrito está en el acta del 20 de febrero, en el ser trata "de la cartilla o memoria de las medicinas a que deben de tener los boticarios y que las tiene enviada". Pide que el Procurador General interponga los pleitos que ocurrieran por infracciones. En 15 de marzo entra de nuevo en Cabildo un escribano, D. Juan de Zamora, con el escrito de Thenessa y al comenzar a leerlo, a los dos o tres renglones, el Gobernador General dijo que se encontraba enfermo y se suspendió el cabildo. El 29 de abril Thenessa presenta escrito sobre sus prerrogativas y preeminencia. Se dejó para el cabildo próximo.

En 1721 continuaba Thenessa de "mairol" del hospital de San Lázaro siendo su apoderado D. Francisco Saavedra. El 3 de octubre pidió usar "el camino de la Caleta" en tierras de dicho hospital. En noviembre de 1722 nombró el doctor Francisco Thenessa, a Diego Gómez de Velasco, promotor fiscal y portero del Tribunal del Protomedicato. En 1723 y con fecha de enero, nombró a José Rivera, procurador y apoderado del hospital de San Lázaro. El 16 de enero de 1728 se le queja el Ayuntamiento de la falta de medicamentos en los botiquines. Al erigirse la Universidad, ocupa la cátedra de "Instituta", después de habérsele concecido el grado de Doctor en Derecho Civil.

Su vivienda particular "hace espaldas a la plazuela que llaman de Ziénega" (hoy de la catedral) y pide al Cabildo "que se le de ocho varas de terreno de la Plaza que hace esquina al callejón que va de la calle de Santo Domingo a la dicha plazuela". Dicen las actas, folio 85 r y 84 v, mayo 20 de 1724: "D. Francisco Thenessa, Protomédico, que tiene sus casas compradas a D. Ignacio Carmona, hacen espalda a la plazuela que llaman de la Ziénega, y por la estrechez en que me hallo de no tener patio las dichas casas, pido ocho varas de terreno de la plaza, con la que ganará esta pues quedará cuadrada. Las casas están hacia la dicha plazuela de la situación desta por la parte que hace esquina al callejón que va de la calle de Santo Domingo a la dicha plazuela". Se le niega por estar prohibido enajenar terreno de dicha plaza.

En 1729 seguía al frente del hospital de San Lázaro y se le comunica el nombramiento de D. Luis de Fontayne como segundo protomédico. El 23 de diciembre del mismo año se leyó en Cabildo un despacho de Thenessa "Protomédico de la ciudad, médico del hospital de San Juan de Dios y familiar del Santo Oficio", pidiendo que informe el I. A. a S. M. "sobre su actuación por haberse hecho informes siniestros contra él". Señala en su escrito "que el boticario José de Urrutia lo acusa de emulación, pasión y otros motivos". Dice en su defensa "que visita a diario los enfermos de San Juan de Dios y que ejerce con celo el cargo de Protomédico".

El 25 de agosto de 1730 pide, con el doctor Diego Rubí de Celis, cura rector de la parroquial de la ciudad "que se corten los abusos de la Universidad por no tener Estatutos". En su escrito hace gala de sus títulos de "Doctor en la facultad de leyes, derecho civil y medicina, familiar del Santo Oficio y Protomédico principal de esta ciudad, Administrador del Hospital de San Lázaro y Médico de los reales exercitos y armada". El Cabildo acordó darle poder y también a D. Antonio Palacios para que gestionen esos asuntos a fin de que cesen esas irregularidades. En 1735, recomienda al Capitán General "que se fabrique el aguardiente de caña en La Habana para bien de sus moradores".

En 1738, examinó, con Medrano, al "maese de cirujano" D. Esteban de Frías y Lazcano, este vivió después en Sancti Spíritus y en Remedios y llegó a ser un rico terrateniente en ambas jurisdicciones. En Cabildo del 16 de octubre de 1739 se trató "de la pared de una casa de D. Francisco Thenessa que cae a la Plazuela de la Ziénega, que se encuentra en mal estado y si se cae puede ocasionar daños". D. Francisco Teneza o "Thenessa", como se le nombra en el Cabildo, murió en los primeros días del mes de abril de 1742 pues el Capitán General comunicó su muerte al Gobierno Superior el día 7 de ese mes y año, habiéndole sucedido en el cargo de protomédico D. Antonio Medrano el día 6 de abril de 1742 (Actas del Cabildo).


Fig. 9. Botánico Juan Cham Bom Bian (Siglo XIX). Figura emblemática de la medicina china en Cuba.

El doctor Emeterio S. de Santovenia, ilustre Presidente de la Academia de la Historia de Cuba, ha publicado un bello e interesante trabajo en relación con el Protomedicato de La Habana, Cuaderno de Historia Sanitaria, número I, 1952, que dirige el conocido periodista, literato e historiador Sr. César Rodríguez Expósito, del cual hemos tomado los siguientes datos relativos a este "pintoresco" personaje de la medicina.

Don Francisco Teneza García de Cáceres Ramón de Moncada y Rubira llegó a La Habana con antecedentes académicos en 1695. Vino a Cuba en la armada de flota del general Ignacio de Barrios y Leal que salió de Cádiz el 18 de julio de 1695. Era doctor en derecho y civil, no en medicina, y su afán de curar se robusteció en la travesía. El Tribunal del Santo Oficio de Cartagena de Indias le hizo Familiar de la Inquisición y con este título se relacionó con el Ayuntamiento de La Habana. Ejerció la medicina de 1695 a 1708 y fue recomendado por el Cabildo al Rey en 1708, para el cargo de protomédico. Oída la recomendación en la Corte se le concedió el codiciado título de Protomédico de La Habana el 9 de julio de 1700. El título de Teneza, expedido por el rey Felipe V, fue presentado en el Ayuntamiento el 15 de abril de 1711, siendo aprobado. El gobierno de Santiago de Cuba no quedó sujeto a su autoridad solo se extendía esta a la ciudad de La Habana y su jurisdicción. Trató de impedir que Carlos del Rey ejerciera la medicina en La Habana por carecer de título y sostuvo por este motivo larga lucha. Rey acudió a la Corona y el Consejo de Indias alegando que llevaba varios años ejerciendo con éxito la medicina en dicha ciudad. Por fin, el rey Felipe resolvió que pudiera continuar ejerciendo, que Teneza no le perjudicase y que lo amparaba por su práctica y acreditada experiencia. Con esto quedó sentado tácitamente que sin título y sin la aprobación del Protomedicato, se podía ejercer la profesión si se contaba con el amparo Real.

Don Francisco Teneza fue médico de pobres, atendía enfermos en el hospital de San Felipe y Santiago, asistía a los leprosos y cedió un pedazo de su huerta para la casa de estos enfermos. Con su colaborador el Pbro. Juan Pérez de Silva, se coronaron los reales despachos de 19 de junio de 1714 que mandaron fundar el hospital de San Lázaro. El 8 de mayo de 1716 el Rey le nombró médico del hospital de San Juan de Dios.

Tenía sus enemigos que le acusaron de libelos infamatorios. Persiguió y encarceló a algunos que fueron amparados por el Rey Felipe V y este canceló su nombramiento de médico del hospital de San Juan de Dios sustituyéndolo con Don Francisco del Barco. Gracias a su energía y constancia logró interesar al gobernador Guaso Calderón y el obispo Valdés a su favor y el 18 de septiembre de 1722 un despacho regio le reponía en su puesto de San Juan de Dios. Como Protomédico fijó el 10 de enero de 1723, la tarifa de precios de las medicinas.

Teneza fue hombre activo, vanidoso y erudito: "pero él era hombre de su tiempo, del tiempo en que la Medicina en las tierras dominadas por el rey de España, lejos de avanzar con celeridad semejante a la lograda en otros pueblos, estaba manejada, entretenida y mal servida por sujetos que, en vez de saber de esta ciencia y de otras cosas, más sabían de otras cosas que de estas Ciencias" (Santovenia).

Don Manuel Mendiburi y Márquez

Su título de cirujano se inscribió en el Ayuntamiento el 17 de mayo de 1707: "Natural de Granada, de buena estatura con cicatriz de herida en las narices y en el brazo izquierdo y en las muñecas una cruces hechas con pólvora". El título se expidió en Madrid el 17 de octubre de 1699.

Don Carlos del Rey

Se encontraba en La Habana en 1694 y se le titulaba "ministro cirujano". El 27 de enero de 1706 propuso al Cabildo "encañar las zanjas de agua por veinte días". En 22 de mayo de 1711 se discutió en Cabildo su petición para curar a virtud de autorización que le concedió su majestad "por los muchos aciertos que ha tenido en La Habana" y a fin de que el doctor Thenessa "con ocasión de haber conseguido de su Majestad el título de Protomédico no se entrometa con el dicho D. Carlos ni le impida continuar haciendo sus curaciones por los grandes aciertos que se van experimentando". En un Cabildo del mes de junio se presentaron los papeles del doctor Carlos del Rey y se declara: "Que el Ayuntamiento se haya muy enterado de la pericia y suficiencia de D. Carlos del Rey en la Facultad de Medicina, cuyas acertadas curaciones son tan notorias y repetidas que por lo tanto no se le embarace que continúe en el ejercicio de dicha facultad como hasta aquí por el beneficio que resulta a la República y se informa a S. M. para que el Señor confirme el acuerdo de este Cvo. Y se haga saber al Dr. D. Francisco Thenessa para que le conste y suspenda cualesquiera dilixencia que hubiere fho. directa o indirectamente". Más adelante se hace constar "que el único cirujano de la ciudad desde el año 16…" y se citan sus buenos servicios.

El 5 de mayo de 1713 se le cita "como dueño de molinos de tabaco en extramuros". El 15 de julio de 1714 "presenta D. Carlos del Rey médico práctico y cirujano anatómico de esta ciudad un Real Decreto en que S. M. le aprueba como tal médico". En seguida los regidores pusieron el Real Decreto "Sobre sus cabezas como carta del Rey". Dispusieron que se tomara razón de la misma. En la página 242 vuelta, del libro de Actas, se encuentra la copia del real título. En él se señala que hace más de veinte años que ejerce los menesteres de médico práctico y cirujano anatómico con notable acierto. Que aunque no tiene título le favorece la R. C. de 10 de marzo de 1694 que se le concedió para que usase libremente de ella. Que esta fue refrendada por el cabildo por el bien común que resultaba para la República y confirmada por el mismo en 19 de junio de 1711 para que se le permitiese ejercer libremente. Que dicha R. C. fue firmada en Madrid el 11 de diciembre del año 1713. En 9 de octubre de 1716 se le cita de nuevo en las actas "sobre la sierra de agua que tiene pedida D. Carlos del Rey Médico cirujano y Médico práctico". En 19 de abril de 1719 le ordenó el Cabildo que reconociera, como Fiscal del Protomedicato, "una embarcación que llegó a La Habana de la Bahía de San José con enfermos contagiosos". En fin, se le cita por última vez en los libros de actas de julio de 1724 en relación "con cierta cantidad de dinero que el Ayuntamiento le adeudaba".

Don Francisco Lamy

Según el procurador General del Ayuntamiento este cirujano se encontraba en La Habana en 1713 y fue condenado por el Sr. Provisor y el Vicario para que fuese a Canarias para hacer vida marital con su mujer Da. Josefa Lobos de Lamy. Ante situación tan dificultosa "pidió Lamy a las altas autoridades que le dispense tal pena y que se escriba al Cabildo de Canarias para que embarque a la mujer para Cuba".

Doctor Francisco González del Álamo

Citado por primera vez en el acta de fecha 3 de julio de 1711 sobre su suplicatoria cuyo tenor es el siguiente: "Leyere petición del Dr. D. Francisco González y del Álamo médico graduado y aprobado vecino desta Ciudad en que presenta el tratado que dio a los moldes en que espresa su sentir sobre la consulta que este Ayunto. Hizo a los médicos el año pasado de settro. y seis por representación del Procurador General, sobre si la carne de puerco sea dañosa y causa de la epidemia y varias enfermedades que ha padecido esta ciudad el cual sacrifica a la protección de este Iltre. Cavo. Para que pueda siempre su celo a los moldes solicitando el bien publico de esta Ciudad hasta en indagar los mejores alientos, etc. y en vista de dho. Escripto y quadernillo ympreso que la parte del Dr. Francisco González presentó se acordó que se ponga en los autos fhos. de testimonio por escribano y se le de la resolución que tome el Ayunto. en aquel tiempo para que le sirva de experiencia de la cituación con que se acepta por este Ayunto." En 9 de febrero de 1725 se le concedió autorización "sobre una casa de diversiones que tiene en extramuros y para la introducción de una paja de agua en su huerta de hortalizas". En acta de final del año 1727 solicitó del I. A. su respaldo "para celebrar un acto en materia de medicina"; alegando "que es natural y vecino de La Habana, Médico graduado en la Universidad Pontificia de México en ella es Catedrático de Prima de Philosofia que hace casi tres años que lee la facultad de medicina públicamente en los estudios generales en el Convento de San Juan de Letran, orden de los Predicadores de esta Ciudad". El Cabildo respondió "que se aceptaba gustoso dicho acto público en materia de medicina". Nuestro biografiado fue autor de la antes citada disertación "Sobre que las carnes de cerdo son saludables en las Islas de Barlobento"; se duda que se hubiese impreso en Cuba (Veáse un trabajo de J. Le Riverend, Ensayo de bibliografía cubana en los siglos XVII y XVIII). González del Álamo dejó de existir en el mes de marzo de 1728.

Don Jacinto Ruiz de Acebedo

El 23 de abril de 1727 aparece su título copiado en el libro de actas de dicho año, hoja 551, vuelta. Fue expedido por D. Francisco de Brisuela, catedrático de Prima de la Universidad de México, y por D. Marcos José Delgado, catedrático de Método de esa misma universidad. Se consigna en la copia del título: "que es natural de San Cristóbal de la Havana, hombre de buena estatura, cariaguileño, pelo negro y los ojos pardos cejijunto naris agusada con un lunar en el carrillo del lado diestro labios belfos, con una cicatriz en la barba y otra en el dedo mayor de la mano diestra".

Doctor Luis Fontayne

Fue recibido en la reunión del Cabildo del día 9 de noviembre de 1717. Allí se hizo constar: "Que va de protomédico a las poblaciones y colonias francesas de la Isla de Santo Domingo, que vino a Cuba a reconocer las virtudes de las plantas y estando sobre el puerto su mujer dio a luz un niño por cuyo motivo desembarcó con permiso del Gobernador". Se agrega que:"Dicho Señor desea ejercer en esta Ciudad y presentó su titulo en el que se hace costar que es graduado de la Universidad de Montpellier, el cual ya había sido refrendado por el Protomedicato". Se acordó, "que se tome razón del mismo y cuyo titulo esta extendido en idioma extraño". A fines de año presentó Fontayne un escrito del I. A: "Para que lo amparen en la facultad de medico cirujano habiéndole examinado extrajudicialmente Thenessa del que es amigo y compadre, significándole de palabra que podía ejercer sin embarazo y es mas convocándole a juntas con otros médicos". El I. A. acordó "pedir al Protomedicato que tiene providenciada por convenir al bien público". En un acta del I. A., de 1727, se hace constar: "que es natural de Clement, Francia, que fue recibido al uso y ejercicio en 26 de noviembre de1717, que se graduó en Montpellier y de licenciado en Paris que paso a América, que su titulo esta escrito en idioma francés y latín y estuvo en México para hacer la incorporación, que hecha esta lo presento en La Habana donde fue admitido al ejercicio".

Dicho título, que está copiado en la página 429 del libro de actas, dice: "Es un hombre de buena estatura nariaguileño, ojos pardos y en el derecho dos señales de pólvora y en el dedo de en medio de la mano diestra una cicatriz y en el puño de la siniestra y dedo de en medio de ella otras dos, la narís aguileña y pelo rubio; es borlado Doctor de la facultad y en Ciencia de la Medicina por la Real Universidad de Montpellier de Francia; fue Protomédico con titulo del Rey Luis XIV en la Isla de Santo Domingo por espacio de dos años y para adquirir unos conocimientos pasó a La Habana donde se hallaba casado con hijos y fa. destta." En los exámenes contestó todas las preguntas en latin y fue aprobado por unanime consensu y juró defender el misterio de la Virgen Maria. Su título fue expedido en México el 24 de mayo de 1718 por los doctores Juan y Juan José de Brisuela, Marcos José Salgado, ante el escribano Francisco Javier Duran. "Que pasó al Protomedicato de La Habana. Diciembre 19 de 1727".

En acta del 6 de marzo de 1728 se encuentra una petición de Fontayne pidiendo al Cabildo que informe a S. M. sobre la utilidad de su ejercicio profesional en La Habana. Sobre este asunto dice el Procurador General del Ayuntamiento D. Pedro Antonio de Leiba: "Se experimenta en esta Ciudad la falta de medico que asistan a sus 25 o 30 mil personas pues los que tenia unos se han muerto y otros estan ya en estado de ancianidad e ympedidos que no pueden asistir a los enfermos y se recela que estos han de afectar sin poderse reemplazar pues en todas las Ciudades Villas y lugares de esta Isla en la de Santo Domingo ni en la de Puerto Rico no ay quien quiera venir por la gran falta que hay en otras probincias de Nueva España de ello ni quien de esta quiera pasar a estudiar a dhos. reynos por lo dilatado y peligroso del viaje, etc. y aunque en esta Ciudad hay tribunales del Protomedicato y Universidad está tan reciente y ni forma de poder dar prueba diaria a la erección de la Cathedra de Medicina para que con eso y con el tribunal del protomedicato se pueda crear medicos, etc.". Termina el escrito del Procurador pidiendo que se ponga remedio a este estado y se creen en la Universidad cátedras de medicina.

El 15 de diciembre de 1729 presentó el doctor Luis Fontayne una R. C. de fecha 15 de enero de 1718 a virtud de la cual S. M. le confirió el cargo de segundo protomédico para que entre en propiedad en el primero en caso del fallecimiento de D. Francisco Tenesa. El doctor Fontayne hace constar "que es Decano de la Facultad de Medicina de la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo". El Ayuntamiento resolvió "que todo se comunique al padre Prior del convento de San Juan de Letran y al protomédico Thenessa". En acta del día 3 de noviembre de 1730 pide el doctor Luis Fontayne "protomédico y decano de la facultad de medicina de la Universidad y catedrático de la anatomía que se informe a S. M. sobre sus buenos procederes y aciertos en el ejercicio de su facultad". Acordose "no ha lugar"; pero en acta del día 10 del mismo mes y año, se reconsideró y se hizo el informe favorable que se remitió a Su Majestad. En acta del 6 de julio de 1736 se copia su título de protomédico, siendo todavía catedrático. Fontayne murió el 29 de agosto de 1737.

Fray Mateo de la Vega

Su título fue presentado en el I. A. a fines de 1717. Titulado "religioso confeso de la orden de Ntro. Padre Sor San Juan de Dios y fue examinado por el Dr. Francisco Tenexa, protomédico". Prestó servicios en el hospital de su orden.

Bachiller Bartolomé Valdés

Su título de cirujano fue presentado al I. A. el 28 de enero de 1718. Se dispuso que lo reconociera el abogado D. Pedro Fernández de Velasco "y el punto que se le han llenado los temas de D. José de Urrutia y D. Lázaro del Rey".

Bachiller Antonio Villa

En 19 de junio de 1722 fue recibido en el Ayuntamiento. Su título, de Madrid, "y no ha venido a América por ningún delito" (Actas).

Licenciado Bonifacio Antonio Solano

Su título de médico fue inscripto en el I. A. de La Habana el 21 de marzo de 1729. Consigna "que es de buena estatura, cariaguileño, ojos pardos, naris aguileña un lunar abajo del cuello, pelo negro y lazo; hijo de D. Francisco López Solano y Da. Juana Álvarez, españoles cristianos limpios de toda mala raza de Moros, Judíos, ni de los nuevamente convertidos a nuestra fe Católica, no castigado por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, etc." Se añade: "Estando en la sala de nuestra Audiencia y Jusgado le fue abierto de repente el Libro del Metodo de Galeno y le hicimos las preguntas y repreguntas siguientes: Que nan est Resio obquan aponitexemphine presipne in febribus? Quod intendit dicere Galenum inultimis verbis? Quid est es morbos? Qued sund Medici oficio". Siguen muchas preguntas en latin. Para el examen práctico pasaron al hospital e hicieron reconocer al candidato a cuatro enfermos que padecian diarrea, viruela, terciana e hidropesía "los quales vió reconocio, pulso y tomó indicacion y habiendo pasado a la sala de nuestra Audiencia le hicimos las preguntas sobre preguntas siguientes: exque cognosisti primum e grotan tern labore tercianana? Quit expurie? Interalimenta qulia sut oligenda? Prescribet medicamentum expurgant?; Quit significat hidrops? Hidros ps est morbos vel est simptoma? Qualia suntsigne Bariolum? etc." "Contestó bien, demostró aplicación y fue aprobado. México 20 de julio de 1726" (Actas).

Don José Menéndez y Pimentel

En 25 de agosto de 1729 se tomo razón del título de cirujano de este señor: "Natural de La Habana, hombre de buena estatura, de unos cuarenta años, grueso, rostro moreno, belfo de ambos labios y nariz roma, cristiano viejo y limpio de toda mala raza de moros, indios y otra secta, no castigado ni penitenciado por ningún tribunal, practicó tres años en el hospital de San Felipe y Santiago de la orden de San Juan de Dios de La Habana". Al examinarse en México se le presentaron enfermos en el hospital de Ntra. Sra. de la Concepción y Jesús Nazareno, examinó casos de edema, flegmón de la rótula, un caso de supuración y otro de herpes nulum, angina complicada, fue preguntando y repreguntando en castellano de la manera siguiente: "Qué es herida? Qué es solución de continuidad? Qué es dislocación? Quántas hernias hay y en que se reconocen? En que se reconoce cuando es penetrante o no una herida? Se le hicieron preguntas sobre el hígado, bazo, nervios, úlceras, etc. Se le aprobó y juró defender el Misterio de la Virgen María. Dado en Nueva España, México, el 20 de junio de 1729. Firman los doctores Marcos J. Delgado, Ildefonso de Roxas y Cristóbal de la Vega.

Doctor Ambrosio de la Concepción Medrano y Herrera

El 17 de diciembre de 1729 se copió en el libro de actas del Cabildo el título de Protomédico del Presbítero D. Ambrosio de la Concepción Medrano y Herrera, catedrático de Prima de la facultad de medicina y "para que unido con el de Francisco Thenessa protomédico actual del S. M. en esta dha. Ciudad y sin perjuicios de las facultades y regalias que le estan cedidas en ese oficio"; juró ante el Cabildo. El 24 de enero de 1738 "se le recibió como protomédico segundo y con acción a primero caso de que muera Thenessa". Dicho título "se besó y se puso sobre la cabeza de cada regidor como carta y escrito de nro. Rey y Señor". El 6 de abril de 1742 se dictó providencia: "Para que se tenga por protomédico primero de esta plaza e Isla a D. Ambrosio de Medrano por muerte del Dr. Francisco Thenessa según despacho de S. M. de San Idelfonso de 9 de Sepbre. de 1737". Seguidamente se copia un decreto del Capitán General para que se "considere a D. Ambrosio Medrano como protomédico primero con fecha 6 de abril de 1742".

En acta del 17 de mayo de 1743 se hace constar que Medrano tiene los siguientes títulos: "Pbro Colegial del Real Colegio del Cristo de la Corte de México, catedrático de Prima y Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Pontificia de la Habana, Alcalde Mayor y Protomédico Presidente de esta Ciudad e Isla, General de sus Médicos, Cirujanos, Boticarios, Barberos, Flebotomianos, Hernistas, Algebristas, Oculistas, Alcalde de los leprosos y Médico Propietario del Real Hospital de San Felipe y Santiago, de los Exercitos y Armadas de Su Majestad, etc. Murió en 1753 y le sucedió como Protomédico D. Manuel Arango y Barrios.

Bachiller Felipe de Acosta

En acta del 3 de noviembre de 1730 se encuentra la copia de título de este Bachiller en Artes y en Medicina. "Natural de la villa de Higuey, isla Española, hombre de mediana estatura, delgado, de pelo castaño, ojos pardos claros, nariz aguileña, con una cicatriz en el pecho más abajo de la tetilla en el lado derecho y es graduado en Br. en Medicina por la Real Universidad de La Habana, etc." Se añade que practicó dos años como se manda, y demostró su habilidad y competencia en los exámenes, etc. El documento está firmado por Thenessa y el Escribano Público D. Gaspar Fuentes. En 1733 fue "interprete", con Felipe Bruchatellier, en el examen de D. Francisco Villanueva. En 1738 examinó a D. Esteban de Arias digo Frías y Lazcano, citado anteriormente, con la consideración de "cirujano y profesor de medicina".

Doctor José de Arango y Barrios

Fue recibido en el Ayuntamiento el día 3 de noviembre de 1730. La copia de su título dice, entre otras cosas: "Natural de La Habana, hombre de buena estatura con una cicatriz de nacimiento del dedo pulgar de la mano izquierda". Se graduó en la Universidad de La Habana, practicó los dos años y sufrió los exámenes del Protomedicato. El Consejo de Indias lo nombró protomédico tercero el 18 de julio de 1741 por la avanzada edad de Thenessa y para que atendiese sus enfermos en el hospital de San Juan de Dios. El 25 de enero de 1743 fue recibido en Cabildo como protomédico segundo "con opción a primero, con las regalias y demás cosas que en el se contiene, se tomó su título, se besó y se puso sobre las cabezas de los regidores como escrito del Rey y se acordó se cumpliese todo". D. Juan Álvarez Franco lo era tercero. En el título de Arango se hace constar que tiene como sesenta años, felices aciertos y que es médico de la enfermería de San Juan de Dios. En 1748 era catedrático de Vísperas de la Facultad de Medicina de la propia Universidad de San Jerónimo. Sucedió en 1753 a Medrano como protomédico primero, con Juan Álvarez Franco de segundo y Aparicio de tercero.

Doctor José Melchiades Aparicio

Bachiller en artes y en medicina. En acta de 3 de noviembre de 1730 se encuentra la copia de su título y recibió la autorización para ejercer por disposición de Thenessa. "Natural de La Habana, hombre corpulento y delgado con una cicatriz en el labio de abajo y otra en el dedo índice de la mano derecha sobre la coyuntura". Tiene el título fecha de La Habana, 3 de octubre de 1730. En 1736 era catedrático de Método de la Universidad y continuaba en el cargo en 1748. En 1756 protomédico tercero. El 1761 protomédico segundo. En 1764, idem. En 1765 protomédico primero. En 1781 año en que murió.

Licenciado Esteban de los Ángeles y Vázquez

Este señor fue recibido por el Cabildo de La Habana el 10 de noviembre de 1730. En la copia de su título se le describe así: "Natural de La Habana, de estatura regular, delgado con una cicatriz en el dedo medio de la mano izquierda y dos lunares uno inmediato a otro situado en el brazo izquierdo". Se graduó en la Universidad de La Habana, practicó los dos años de costumbre, hizo los exámenes del Protomedicato y se le expidió el título el 30 de octubre de 1730. Murió en 1742 siendo catedrático de la anatomía, ya doctor.

Francisco de Villanueva

El 18 de septiembre de 1733 solicitó Villanueva del I. A. que se le admitiese al ejercicio de la medicina. Señala: "que es natural de la provincia de Ren, Bretaña, Francia, que está examinado por el protomedicato y recibido por Mro. de Cirugía". Se le admitió. Su título fue expedido por el doctor Fontayne "decano de la Facultad de Medicina de la Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de La Habana, Catedrático de Anatomía en ella borlado, de las Universidades de Paris y Montpellier, protomédico segundo por el Rey, alcalde examinador, etc". En el título se hace constar que Villanueva "es un hombre de mediano cuerpo color blanco rosa de pelo negro picado de viruela, jorobado y manco del dedo chico de la mano izquierda". Declaró: "que en una embarcación francesa que apostó en este puerto y naufragó a la entrada del mismo se le ha perdido toda la ropa y lo que traía y entre ellos sus títulos y papales de cirujía, que era examinado y aprobado en la ciudad de París y que habiendo pasado de esta a la Florida de mandato de este superior gobierno. Este médico francés fue examinado por el Tribunal del Protomedicato el día 8 de enero de 1733 sirviendo de intérprete el doctor Felipe de Acosta y D. Felipe de Duchatellier. Se le examinó con una calavera y con ciertos instrumentos en la prueba teórica y en la práctica en el hospital de San Juan de Dios y vista su habilidad y competencia fue aprobado. Se le despachó el título el 4 de marzo del mismo año y fue firmado por el doctor Luis Fontayne, protomédico segundo en ejercicio de primero, con las firmas del escribano D. Gaspar Fuentes y de los facultativos D. Felipe de Acosta y D. Felipe de Duchatellier.

Felipe Duchatellier

Sólo conocemos de este facultativo que el día 8 de enero de 1733 sirvió de intérprete, con D. Felipe de Acosta, en el examen que el tribunal del protomedicato hizo a D. Francisco de Villanueva. Firmó el título de su coterráneo con Fontayne, Acosta y el escribano D. Gaspar Fuentes.

Bachiller D. Juan José Álvarez de Franco y Rodríguez

El 14 de diciembre de 1735 se tomó razón de su título que había sido expedido por el doctor Marcos José Salgado, catedrático jubilado de prima de la Real Universidad de México, y el doctor Idelfonso de Roxas, decano de dicha facultad y el protomédico don José Valentín de Gujo. Ante ellos compareció Álvarez de Franco con su título de bachiller en Medicina. En él se hace constar que es hijo de Domingo y de Tomasa y que practicó con el Dr. Nicolás Flores, médico catedrático de la facultad de medicina. En el examen teórico se le abrió de repente el libro de Galeno con el que le hicieron preguntas y repreguntas. En el examen práctico del hospital se empleó el latín y se le aprobó nomine discrepanti en la ciudad de México. El 24 de julio de 1744 (Actas, folio 139 v. de la copia) está la R .P. de nombramiento del doctor Juan Joséph Álvarez Franco como Protomédico por la muerte de Thenessa comunicada al Gobernador General con fecha 7 de abril. Para Auxiliar del viejo Thenessa habían sido nombrados dos protomédicos D. Ambrosio Medrano y D. José de Arango. Muerto Thenessa le sucedió Medrano quedando Arango de segundo y Álvarez Franco, tercero, con derecho al ascenso en la primera vacante. Medrano, anciano y débil no puede atender a sus cargos de protomédico y eclesiástico. La Real Pragmática de donde han sido tomados estos datos fue firmada en el Buen Retiro, España, a 11 de diciembre del año 1743. Muerto Medrano en 1753 le sucedió Arango como protomédico primero y como segundo Álvarez Franco que continuaba en el puesto en 1761.

Fray José Coimbra

Este fraile con título de cirujano fue recibido por el I. A. el 8 de marzo de 1736 y pertenecía a la orden de San Juan de Dios. Su título fue aprobado por el Protomedicato de La Habana que le dio licencia para ejercer como "maestre cirujano". En las actas del Cabildo está la copia de su título que fue expedido por D. Luis Fontayne "protomédico de la parte francesa de la isla de Santo Domingo y después catedrático de Anatomía de la Universidad de La Habana y Protomédico de ella". Se describe el aspecto físico de Coimbra del siguiente modo: "Natural de La Habana, hombre trigueño con cara larga, cerrado de barba y buena estatura". Obtuvo permiso especial del prelado por ser religioso. Fue examinado por Luis Fontayne, Francisco de Villanueva "maestro cirujano" y Felipe de Acosta "cirujano latino y bachiller en medicina". Le hicieron el primer día las preguntas teóricas y el siguiente el examen práctico en el hospital de San Juan de Dios "donde reconoció llagas, etc." Contestó bien, juró defender el Misterio de la Purísima Concepción, pagó los derechos de media annata y se le extendió el título el día 16 de marzo de 1734.

Doctor Francisco Javier Monzón

Recibido en Cabildo del día 6 de julio de 1736. "Natural de La Habana, pequeño de cuerpo, picado de viruela, ojos pardos, color blanco, pelo castaño oscuro y con una cicatriz entre la garganta y el pecho". Hizo el examen teórico y el práctico en el hospital de San Juan de Dios. Se le expidió el título el día 6 de julio de 1736.

Esteban de Frías y Lazcano

Con fecha 21 de noviembre de 1738 pidió licencia para ejercer y presentó su título de "maestro cirujano". Sufrió examen ante los protomédicos Thenessa y Ambrosio de Medrano "catedrático de prima y decano de la facultad de San Jerónimo de Medicina". Se le describe "como un hombre alto y delgado de cuerpo, pelinegro, cara redonda, un diente menos del lado izquierdo y otros dos algo corridos, católico y limpio de toda mala raza". Entre sus examinadores el doctor Felipe Acosta, cirujano profesor de medicina, le hizo preguntas por espacio de una hora y al siguiente día acudió a la enfermería de San Juan de Dios "para reconocer enfermos de llagas y apostema que padecen los de las camas 37 y 32 de la sala de San Nicolás y número 22 de la del Santo Cristo". Respondió bien y le aprobaron como cirujano romancista. Juró, pagó los derechos de media annatas y le concedieron facultad para ejercer "sin poder hacer evacuaciones de purgantes y sangría sin consulta de médico". El título fue firmado en La Habana a 30 de octubre de 1738. Firmaron los médicos con el escribano Díaz Brito. (Este señor ejerció en Remedios y Sancti Spíritus y con tal motivo puede verse el Diccionario Biográfico Remediano).

Bachiller José Alemán y Salgado

Recibido por el I. A. el 26 de febrero de 1739 "como médico aprobado con los honores, goces y regalías que están prevenidos". En su título se hace constar que es "hijo de La Habana, de buena estatura, delgado, trigueño de buen rostro, rubio, ojos pardos claros y con una cicatriz sobre la ceja izquierda". Dijo Alemán "Que había estudiado en la Universidad de La Habana donde se leían cuatro cátedras de la facultad de medicina y entre ellas la Anathomía el tiempo de cuatro años cumplidos y graduado bachiller, en dicha facultad de medicina y practicado por dos años que S. M. por sus estudios tiene dispuesto; que es hijo de padres cristianos viejos limpios de toda mala raza de moros y judíos". Se le examinó con el libro octavo de la practica de Galeno, en el capítulo IV que empieza así: Eterium si propter obstruccionem, etc. Contestó con inteligencia y claridad y se le aprobó. El examen de la parte practica lo hizo en San Juan de Dios y se le señalaron cuatro enfermos de las salas del Santo Cristo, cama 10 "de dolor de costado bastardo galicado". Cama No.19, de fiebre ardiente y continua llamada "Assodes", y cama número 23, de abceso de pulmón. Se le preguntó de cada uno de los enfermos, de sus enfermedades, estado, causas, signos, pronósticos, curaciones y satisfizo enteramente todas las preguntas por lo que le aprobaron. Juró defender el Misterio de la Purísima Concepción, guardar las Reales Pragmáticas etc. Pagó los derechos de annatas "su lleva y conducción a España". Se le despachó la licencia para ejercer y curar en La Habana a 2 de febrero de 1739. Firmaron: Thenessa, Medrano, y E. de los Ángeles Vázquez, como examinadores del protomedicato con el escribano Don Francisco García Brito.

Bachiller José Julián Recio de Oquedo y de la Coba

Se recibió su título en el Ilustre Ayuntamiento el 30 de abril de 1739. Fue expedido por los doctores Thenessa y Medrano. "Hombre de mediana estatura, pelo rubio, ojos azules con una cicatriz en el nacimiento del muslo derecho, hijo de Matías y de Josefa de la Coba de la ciudad de Sevilla, limpio de mala raza, etc. Se le examinó en teoría y al día siguiente en la práctica en el hospital de San Juan de Dios sobre enfermos de fiebre "hetica", de fiebre maligna con inflamación del hígado y de "convulsión opostotona" en la sala de San Nicolás. Fue aprobado, juró, pagó los derechos, etc. Habana a 23 de abril de 1739. En 1742 era catedrático de Anatomía en la Universidad y en 1765 protomédico. En 1789 era conjuez del protomedicato y murió en la calle de Cuba No. 28.

Bachiller Agustín Sanabria y Palomino

Su título fue presentado en el I. A. el 14 de abril de 1741 y fue expedido por el D. Francisco de la Thenessa. "Hombre de mediana estatura, pelo negro, color blanco y ojos azules con algunas señales de viruela". Hijo natural de Miguel de Castro Palomino y de Aguastina González y natural de La Habana. Limpio de toda mala raza y de buenas costumbres y procedimientos. Estudió en la Universidad de San Jerónimo las asignaturas de Prima, de Víspera y de Anatomía y se graduó de Bachiller en Filosofía y en Medicina. Practicó, como de costumbre, dos años. Hizo el examen teórico por el método de Galeno, abriendo de repente el libro cuarto el que leyó y respondió a las dudas y preguntas que se le hicieron. Efectuó el otro examen, el practico en el Hospital Real de San Juan de Dios donde vio cinco enfermos, tres en la sala de San Nicolás, el No.35 "afecto de pecho originado de una emotoises y obstrucciones en el vientre"; el No. 43 "que padecía obstrucción de la región del hígado y boca del estomago con fiebre lenta sintomática pequeña"; el No. I de la cama "que padecía tos humoral con fiebre Pútrida", y en la sala de San Sebastián dos enfermos, el No. 18 "que aseveró ser padecer de Parótidas en el lado derecho con fiebre supuratoria de dicho Tumor" y el No. 35, cuyo enfermo "afirmó ser de terciana doble con obstrucción de las vísceras de la región natural y pulsándolos, expresó todo así como los remedios con desembarazo y satisfizo las preguntas y repreguntas con claridad, suficiencia y cumplidamente por lo que le aprobamos en teoría y en práctica, etc." Juró defender el Misterio de la Purísima Concepción. Guardar las leyes y pragmáticas y usar bien y con legalidad su oficio, y hacer limosnas a los pobres, pagó las medias annatas y se le concedió facultad "para poder llevar consigo uno o más practicantes". Firman Thenessa y el escribano D. Miguel de Ayala en La Habana al 23 de marzo de 1741.

Bachiller Nicolás Rodríguez de los Santos

Se tomó razón de su título en el I. A. el día 17 de mayo de 1743. Fue expedido por el doctor Ambrosio de la Concepción y Medrano "Pbro. Colegial del Real Colegio del Cristo de la Corte de México, catedrático de Prima y Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Pontificia de La Habana, Alcalde Mayor y Protomédico Presidente de esta Ciudad e Isla, General de sus Médicos, Cirujanos, Boticarios, Barberos, Flebotomianos, Herbistas, Algebristas, Oculistas, Alcalde de los leprosos y Médico Propietario del Real Hospital de San Felipe y Santiago y de los Exercitos y Armadas de S. M. V. Se describe a Rodríguez de los Santos como "natural de esta ciudad de La Habana, bajo de cuerpo, blanco, pelirubio y el rostro con muchos barros". Fue examinado por D. Diego Valdés, maestro cirujano y en presencia del cirujano se le hicieron distintas preguntas por dos horas. El siguiente día reconoció enfermos en el hospital de San Juan de Dios y respondió bien, como se dijo, a las preguntas que se le hicieron y se le aprobó como "maestro cirujano romancista". Dado en La Habana a 21 de abril de 1743. Firmado por el escribano D. Cristóbal Vianes de Salas.

Bachiller Hilarión Francisco de Paula y Armestoy

Su título fue expedido por el doctor Ambrosio Medrano. "Hombre de buena estatura, pelo negro, ojos negros, natural de La Habana, hijo legítimo y limpio de toda mala raza, etc. Estudió en La Habana. Hizo el primer examen teórico abriéndosele el libro de Galeno. El ejercicio práctico en el hospital de San Juan de Dios, sala de San Servando, donde vio enfermos "de diarrea" y en la sala del Santo Cristo examinó el enfermo número 23 de "idropesía y ascitis". A todo replicó bien. Lo aprobaron, juró defender el Misterio de la Purísima Concepción, etc. Firmado por Medrano, J. Arango y el escribano Cristóbal Viane y Salas.

Diego Valdés

Formó parte del tribunal, como "maestro de cirujano" en 1743, cuando se examinó D. Nicolás Rodríguez de los Santos. En 1744 constituyó también parte del tribunal que prestó examen a D. Esteban José de Frías y Lazcano.

Juan Tomás García y Mellado

Su título de "maestro de cirujano" fue inscripto en el I. A. el día 17 de julio de 1744 y había sido expedido por el doctor Ambrosio Medrano. En dicho documento se hace constar "que es natural de Veracruz, México, hijo de Andrea y de Agustín, hombre bajo de cuerpo, de color trigueño y pelinegro". Lo firman Ambrosio Medrano y el escribano C. Vianes.

José González y Alfonseca

Figuraba en La Habana en 1745. Cubano. Graduado médico en La Habana. Escribió sobre el origen, fundación, progresos y estudios en la Universidad habanera (V. Le Riverend. Una bibliografía cubana, siglo XVII y XVIII).

Santiago Lorenzo de Zayas

Presentó su título en La Habana en el año 1746.

Doctor Felipe Segura

Ejercía en La Habana en 1746.

Juan Saco

Estaba en La Habana en 1746.

Bachiller Miguel Rodríguez y León

Su título se inscribió en el I. A. en 7 de junio de 1748. Natural y vecino de La Habana con título de México de fecha 3 de octubre de 1747. "Mediano de estatura, algo trigueño, ojos pardos, nariz prolongada, ceja espaciosa, pelo lassio que tira a castaño, un lunar en el brazo izquierdo para la parte de adentro con varias cicatrices en la mano derecha y una en la cabeza en ciensiria".

Bachiller José del Barrio

Visitaba San Lázaro, 1749.

Bachiller Matías Cantos

Se inscribió su título el 22 de agosto de 1749. Fue despachado por el protomedicato en 21 de ese mes y año. Fue firmado por Medrano, "Pbro. Colegial del Real Colegio de Xpto. de la Corte de México, catedrático de Prima y decano de la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo" y por Arango Barrios, "catedrático de Vísperas de la facultad de medicina de la propia Universidad". "Hombre blanco, buen rostro, ojos negros, hombre de buena conducta, jíbaro. "Limpio de mala raza. "Se le abrió la obra de Galeno en el examen teórico y contestó todas las preguntas y repreguntas que se le hicieron. En San Juan de Dios se le señalaron cuatro enfermos de la sala de San Sebastián, uno con fiebre maligna con el síntoma de vomito negro, contagiado, flegocidad y tensión. Otro de oftalmia con regalo gálico. Y otros dos de la sala Santo Xpto. uno con terciana doble continua perniciosa en aparato de maligna, hígado inflamado con cáustico letal y otro de hemolisis del estómago con fiebre lenta". Contestó bien. Juró defender el Misterio de la Concepción y se le despachó el título con guarda de prerrogativas, etc. En agosto de 1749. Firmado por los protomédicos con el escribano C. Vianes de Sala.

El Protomedicato

Al empezar el siglo XVIII el estado de la medicina en Cuba era casi primitivo por la falta de facultativos. Por tanto, tenían los habitantes "por necesidad" que valerse de "intrusos" para aliviarles o consolarlos en sus enfermedades. El médico más prestigioso era D. Francisco Thenessa quién con la ayuda del Cabildo y otros altos empleados de la colonia logró obtener del rey Felipe V el título de Protomédico de La Habana y su Jurisdicción que luego se extendió a toda la Isla. Lo presentó en el I. A. el 13 de abril de 1711 ante los regidores y principales autoridades. Aquellos, después de oír la lectura del Real Decreto acordaron acatarlo, obedecerlo y dieron posesión del alto cargo al doctor Thenessa.

Dice el doctor Santovenia: "La Corona procuró puntualizar las atribuciones del Protomedicato de La Habana. Los médicos y cirujanos sujetos a la jurisdicción real que tuviesen títulos o aprobaciones de tribunales hispánicos de la clase del que se creaba no debían ser impedidos ni molestados en forma alguna. Los que se hallasen en necesidad de ser examinados, así como los boticarios sujetos a las visitas, pagarían derechos conforme a un arancel que habían de acordar el Capitán General de la Isla y los Capitulares de La Habana. Estos funcionarios y los demás vasallos del Rey en esta jurisdicción de La Habana quedaban obligados a guardar a Teneza honras, gracias, mercedes, franquicias y prerrogativas análogas a las gozadas por los otros protomédicos de Indias".

En nuestras investigaciones en las actas del Cabildo habanero encontramos las siguientes noticias: El 13 de abril de 1711 se recibió como Protomédico al doctor D. Francisco de la Thenessa, se le entregó el bastón y se copió su real título. En 1714, formó Thenessa un Arancel para los médicos que fue aprobado por el I. A. El 20 de noviembre de 1720 fue nombrado D. Diego Gómez de Velasco "Promotor fiscal del Protomedicato".

En 1725 pidió Thenessa a la Superioridad "que se fabrique aguardiente para el bien de los moradores". El 15 de diciembre de 1729 empezó a ejercer sus tareas como segundo protomédico el doctor Luis Fontayne, francés. El 25 de agosto de 1730 pidió Thenessa al Cabildo "que se cortaran los abusos de la Universidad que carecía de estatutos". Ese mismo año el escribano público D. Gaspar Fuentes "testimonió los documentos de Thenessa".

El Protomedicato tomó medidas en 1732 contra una epidemia de viruela. En actas de 1736 del I. A. se encuentran las copias de los títulos de protomédicos Thenessa, Franco y Fontayne. El 24 de enero de 1736 se recibió en cabildo al protomédico segundo doctor Ambrosio Medrano por muerte del que lo era doctor L. Fontayne, fallecido el 29 de agosto de 1737. El Tribunal dispuso medidas sanitarias contra la epidemia de fiebre amarilla desarrollada en los marinos de la escuadra de Pizarro en 1738.

En 1741 el escribano de Cabildo D. Miguel de Ayala dio fe de los documentos presentados por Thenessa el que tenía por segundo al doctor A. Medrano. Providencia del 6 de abril de 1742 para que se tenga por protomédico primero a D. Ambrosio Medrano por haber muerto Thenessa días antes cumpliéndose así lo dispuesto en el despacho de S. M. firmado en San Ildefonso, España el 9 de septiembre de 1737; y un decreto del Capitán General de 6 de abril de 1742 para que se considere a D. Ambrosio Medrano como protomédico primero. En ese mismo año actuó el Tribunal contra la epidemia de fiebre amarilla que afectó a la marinería de la escuadra de Rodríguez Torres.

El 25 de enero de 1743 recibió el Ilustre Ayuntamiento a D. José de Arango y Barrios como protomédico segundo, "con opción a primero" con "las regalías y demás cosas que en el se contiene". Dicen las actas en el mismo año "se erigió plaza de tercer protomédico para que la desempeñe sin sueldo D. José de Arango Barrios y con opción a la plaza de segundo y derechos a la primera según se confirió a D. Luis Fontayne y a D. Ambrosio Medrano por despacho del Rey, de Aranjuez, de junio de 1741.

En 25 de enero de 1743 dispuso el Capitán General que el doctor Medrano ocupase el puesto de protomédico primero por muerte de Thenessa y que D. José Arango y Barrios tomase posesión del cargo de protomédico segundo.

En documento del Cabildo de 1748 figuran D. Ambrosio Medrano y D. José de Arango Barrios como protomédicos primero y segundo.

En 1749 el escribano D. Cristóbal de Vianes dio fe de los documentos extendidos a los citados protomédicos.

En 1750 se inscribieron diversos títulos confirmados por Medrano y Álvarez Franco que había sido nombrado protomédico tercero en 1743 siendo catedrático de anatomía de la Universidad. En dicho año 1750 eran protomédicos Medrano, Arango y Álvarez Franco y escribano D. Cristóbal de Vianes.

Con los cambios señalados anteriormente actuó el tribunal en esta primera mitad del siglo XVIII procurando llenar los fines para los cuales había sido creado. Examinó a muchos profesionales, auxilió a las autoridades en las epidemias que tuvieron lugar en ese tiempo e hizo lo posible por cumplir con su noble misión tan difícil en toda época por la desorbitación de las pasiones humanas tan propia en cada ser viviente.

Hospitales

Hospital de San Felipe y Santiago o de San Juan de Dios

Al iniciarse el siglo XVIII contenía buen número de enfermos y muy escaso presupuesto. El día 1º de julio de 1707 el Prior del Convento "se opone a que se le quite la zanja de agua de la que está en posesión desde tiempo inmemorial". Diez años después, final de 1717, fray Mateo de la Vega, religioso del convento y del hospital, inscribió su título de cirujano en el Ayuntamiento después de haber demostrado su competencia ante el protomédico Thenessa. Figuraba en 1731 como prior fray José Díaz Ponte y en las salas de su hospital se hacían los exámenes por los protomédicos. Cuando afectó a La Habana el brote de viruela de 1732 se aislaron casos en cierta sala del establecimiento; existían también casos de "tabardillo y calenturas malignas" que reinaban como la fiebre amarilla, más en el verano. Sus salas tenían, como por costumbre, nombre de Santos como hemos visto: San Nicolás, San Sebastián, del Santo Cristo, etc. Aun las salas del viejo hospital Mercedes llevan nombres por el estilo y muchas clínicas habaneras de nuestra época. Hasta su muerte (1742) el doctor Thenessa visitaba los enfermos del hospital y le sucedieron en su humanitaria labor Ambrosio Medrano y Juan José de Arango. Se asistieron muchos casos de fiebre amarilla. En 1743 fray Miguel de Barrios y Reyes "prior del Convento Hospital Real de San Felipe y Santiago" pidió al comandante de marina D. José Duro que pague las estancias de marinos y de la armada a razón de cuatro reales plata por día pues hubo en los últimos años afluencia de tropas en La Habana con aumento de enfermedades, a tal extremo que no cabían en sus tres salas y se le agregaron celdas en mal estado para los enfermos y hasta se alquilaron casas para alojarlos (Clavijo, Trayectoria hospitalaria de la Armada Española, pág. 209). El hospital tenía entonces 40 religiosos para todas sus atenciones y un promedio de 200 enfermos diarios. En 1745 se continuaba asistiendo a los enfermos de la marina en sus salas.

Iglesia y Hospitalidad de Belén

El obispo Compostela, para facilitar la labor del único hospital de la ciudad, San Felipe y Santiago, estableció la convalecencia de Belén, en una casa alquilada que atendía el ermitaño Sebastián de la Cruz. Después, en la propia huerta del Obispo, fundó una Enfermería mejor que encomendó a los Religiosos Belemitas importados de México. Con la ayuda del I.A. y con un legado de D. Juan Francisco Carballo se mejoró la Convalecencia donde se asistían, al igual que en San Felipe y Santiago, muchos soldados y marinos. La Iglesia se abrió al culto el año en que murió Compostela (1704) en el sitio donde estuvo la ermita de San Diego que estaba bajo la protección de tan ilustre patricio el obispo Diego Evelino de Compostela. En diciembre 26 de 1709 acordó el Cabildo "asistir a la función del día de San Juan Evangelista que se celebra en Belén a beneficio de su hospital". En 1712 el mercader Juan Francisco Carballo "continuaba la fábrica para escuela y convalecencia" (Actas). En 1721 el Rey concedió autonomía a la hospitalidad "para su gobierno". Hizo vida lánguida y pobre hasta mediados de siglo.

Hospital de Marinos (Armada)

Desde antes del año 1721 se atendían en San Felipe y Santiago y en la Enfermería de Belén los enfermos de la marina y tropa de tierra. En 1738, con la llegada de la Armada de Pizarro, aumentó de una manera notable el número de enfermos de fiebre amarilla, por cuyo motivo se habilitó un Hospital Provisional para marinos en una casa del obispo Jerónimo Valdés, situada al lado del Hospicio de San Isidro (que ocupaban los franciscanos) que tenía 41 varas de frente con tres viviendas a la calle, edificio que había servido para Cuartel de Dragones y con capacidad para 360 enfermos. Allí se alojaron los enfermos de la armada. El terreno que ocupó la casa perteneció a D. Francisco Moreno, después sirvió de retiro a los obispos Compostela y Jerónimo Valdés. En 1740 atendía a los enfermos el doctor José Melchiades Aparicio, el cirujano mayor Diego Valdés, el practicante Eusebio de Frías y seis enfermeros. Por motivos de economía y terminada la epidemia, se cerró este hospital, en marzo de ese mismo año, pasando los pocos enfermos que quedaban al de San Juan de Dios, donde, con disgusto de marinos y frailes, permanecieron once años después, 1751 (Clavijo).

Iglesia y Hospital de Paula

El 20 de marzo de 1714, repuesta la iglesia y hospitalidad de sus daños, acató con gusto la orden del Cabildo, de fecha 23 de marzo, que recomendó a todas las iglesias de la ciudad "celebracen misas y rogativas a San Francisco de Paula por la intensa sequía reinante". En 1730 fueron nuevamente arruinadas las fábricas de la iglesia y del hospital por la terrible tormenta del mes de octubre que ocasionó grandes daños en las provincias de La Habana y Matanzas. La situación de los edificios de Paula en el litoral de la bahía los predisponía a estas calamidades. Pronto empezaron las obras de reconstrucción y el día 29 de junio de 1735 "se inauguró con gran pompa la Capilla Mayor del Templo donde se colocó la imagen de San Francisco de Paula habiendo asistido a la procesión el Cabildo secular y el pueblo" (Actas). En 1745 todavía no se habían concluido todas las obras de reconstrucción. Como establecimiento dedicado solo a mujeres alojó pocos casos de viruela y menos de fiebre amarilla en las epidemias de los años 1732, 1738 y 1742.

Hospital de San Lázaro

Al empezar el siglo XVII existía una mala casa cerca de la "Caleta de San Lázaro", en el camino del Vedado, para aislar a los leprosos. El 17 de agosto de 1703 dispuso el Ayuntamiento que los doctores Francisco Moreno y Marcos de Gamboa "reconocieran a la negra Catalina esclava del Tte. Juan Castro que parece padecer de mal de San Lázaro y que si lo padece se lleve al hospital de San Lázaro". En 1704 se dispuso que "se manden los lazarinos que andan por las calles a la casa que está destinada para su habitación en la Caleta y que hasta la fecha no ha tenido efecto; que se haga cumplir".

El 16 de enero de 1705 dispuso el Cabildo "que se recogieran los lazarinos". En junio se nombró al padre Juan Pérez de Silva "para que administre los años del 10 al 12 la limosna del hospital de San Lázaro". En noviembre de ese mismo año dispuso "que se prohíban las granjerías de vender lecheros la leche que ordeñan con sus manos para los pobres de San Lázaro y otros alimentos. El 10 de junio de 1712 fue nombrado el doctor Francisco Thenessa síndico mayor y adjunto al Pbro. Juan Pérez de Silva para los pobres de San Lázaro "atento a constar en este ilustre Cabildo el celo con que dicho regidor (Thenessa) se ha aplicado a asistir a dichos pobres". En 1713 se insiste en el I. A. sobre la pobreza del hospital "a pesar de los buenos servicios que allí presta su mayordomo el Pbro. D. Juan Pérez de Silva".

En 1714 se discutió en el Cabildo "sobre una tierra situada entre las estancias que llaman de los Lazarinos de D. Nicolás de Borges la que fue de Alonso Bdo. de Quirós que es un pedazo de tierra realengo junto a La Caleta". En febrero de 1715 se trató en el I. A. de una petición de D. Juan Pérez de Silva, admor. del hospital de San Lázaro, en la que dice: "que por los años de 1712 y 1713 se hizo en representación para que se hiciese Casa a los enfermos de mal de San Lázaro por estar arruinadas en las que habitan". Pidió el Cabildo que se diese cumplimiento a la R. O. de S. M. que dispone su fundación. En mayo 17 del mismo año se hace constar que el hospital "es administrado por el Pbro. Juan Pérez de Silva y el protomédico Thenessa y que la casa era tan débil que un temporal que sobrevino el año de mil setecientos y doce se llevó la cubierta y mayor parte de la casa dejando a los miserables enfermos expuestos a la inclemencia del tiempo". Se detallan los medios necesarios para la fundación, que se busque sitio, etc.

En 1716 presentó en Cabildo un escrito D. Juan Pérez de Silva, de la hospitalidad de San Lázaro, en relación "con la fabrica que está entendiéndose necesita una paja de agua para dicha hospitalidad". En septiembre 16 de 1718 pide el capitán D. Juan Pérez de Silva, administrador de San Lázaro, para cumplir el R. D. de 19 junio de 1714 que ordena se funde el hospital, providencia para hacer la fabricación y manutención de sus pobres enfermos. Siete días después se trató en Cabildo "sobre tierras para el hospital". En el mes de octubre vuelven a ocuparse los capitulares de los arbitrios para la fábrica. En 2 de diciembre señalaron sobre el daño que resulta que enfermos del hospital se pongan en contacto con comestibles que se venden al público como casabe, leche de vaca y otras cosas que después se introducen en la ciudad. El 20 de junio de 1719, nuevo acuerdo del Cabildo sobre lo que venden los lazarinos y "así mismo el peligro que puede tener el contacto de sus manos con las monedas"; se dio cuenta de todo al Capitán General para su resolución. El 3 de octubre de 1721 pidió Thenessa el uso del camino de La Caleta "en tierra del hospital de San Lázaro".

En enero de 1724 solicitó José de Rivera y Agustín, provisor del hospital, un pedazo de tierra en la vecindad. En junio 23 acordó el I. A. que se informe a S. M. en relación con la pobreza del establecimiento para que conceda mil pesos de los derechos de la fábrica de la Muralla; además se le manifestó que la ciudad está llena de enfermos de San Lázaro que no pueden ser recibidos en la casa por su gran pobreza. En enero 13 del año 1725 "representación del Procurador General sobre la presencia de lazarinos en las calles de la ciudad". Representación de D. Miguel C. de Barrera, del 11 de octubre del año 1726, "sobre la colecta de la limosna y derechos del hospital de San Lázaro".

En 1729 continuaba D. Francisco de la Thenessa al frente de la hospitalidad. En 29 de abril se trató en Cabildo de "un niño lazarino que hay inmediato a la casa de la población antigua cerca de la Puerta de la Muralla". Su Majestad dispuso, el 19 de marzo de 1730, "que se reciban en el hospital de San Lázaro a los enfermos sin costo alguno". En 1741 "quedó reconstruida la casa hospital". El Administrador D. Tomás Aguirre, dijo en 1749, "el hospital está en mal situación económica por sus pocas rentas, carece de Capellan y se tiene que acudir al curato en caso necesario lo que trae dificultades pues el de Guadalupe, el más próximo, está situado a un cuarto de legua, tiene 60 o 65 enfermos de todos colores, edades, y sexos, que gastan al año $3.467 y 4 reales y solo tiene una entrada fija mensual de $1.322 (¿); los enfermos piden limosna por las calles; que un hombre a caballo con un esclavo recorre las huertas y estancias próximas en busca de alimentos; que lo visita el doctor José del Barrio causándole la visita dos horas de tiempo; que se dan al protomédico seiscientos pesos por la asistencia del hospital cada año, etc." Que el establecimiento se compone "de una ermita con casas de alojamiento para los sirvientes y de sesenta bujios o chozas que albergan a los enfermos pobres en muy confusa y continua situación por las cercanías de los sexos que se debe separar en fábricas distintas y que se haga una iglesia mas capaz". La Real Cédula de Su Majestad sobre este hospital tiene fecha de San Lorenzo, España, a 15 de noviembre de 1748. Le ayudan con dinero los regidores y las limosnas que se piden.

La Universidad

Antiguamente la enseñanza de la medicina se daba en Escuelas como la de Salerno y Montpellier. Después se efectuaban los estudios teóricos en Universidades siendo las más antiguas de Europa la de París (1111), la de Bolonia (1158) y la de Oxford (1167). La primera que se creó en España fue la de Palencia a fines del siglo XII, le siguió la de Salamanca y a esta las de Barcelona, Valencia, Alcalá de Henares, etc. Ellas variaban en tipo, en tanto que los estudios clásicos dominaban en la de Salamanca los humanistas se difundían en Alcalá. En 1619, según Fernández Navarrete, existían en España 32 universidades.

Las primeras universidades en el Nuevo Mundo fueron la de Santo Domingo, autorizada por Bula de Paulo III en 28 de octubre de 1538; la de San Marcos de Lima, por R. C. de Carlos I, de 12 de mayo de 1551; la de México, fundada también por Carlos I de España y V de Alemania, por R. C. de 21 de septiembre de 1551; la de los angustinos de Quito, de los jesuitas de Quito, de San Carlos de Guatemala, etc. Estas universidades americanas fueron autorizadas por un Breve o una Bula del Papa.

El número de cátedras de cada universidad variaba con la importancia de la misma. La de Salamanca llegó a tener 60, enseñando gramática, filosofía, matemáticas, teología, ambos derechos, ciencias naturales, medicina, música, lenguas, etc. La de Alcalá llegó a tener 42 cátedras. A diferencias de las extranjeras tenían conexión estrecha con el Rey, Cabildos y Altas Autoridades y relación íntima con el elemento clerical. Unas tenían más carácter democrático como la de Salamanca, en cambio la de Alcalá era de tipo aristocrático y ordenancista. La enseñanza se hacía por explicación oral de los textos (leer in voce) y por el dictado (leer in seroptis). La medicina era todavía considerada como una rama de la filosofía y enseñada según las obras de Aristóteles, Averroes, Avicena, Rhazes, Galeno e Hipócrates. Generalmente se distribuían en cuatro años de estudios o cursos. Libros de texto y cursos eran determinados por las bulas pontificias. Las Bibliotecas eran pobres y rara vez contaban con mil volúmenes. En España los sueldos de los profesores oscilaban entre 900 y 1200 pesetas al año. En cada universidad y en cada país seguían estatutos especiales para el cultivo de la profesión; sin embargo, con e transcurso del tiempo la marcha de la enseñanza se hizo más uniforme. Para ser admitido a estudios superiores había que demostrar poseer cierta cultura general adquirida en escuelas religiosas, municipales o alguna universidad artística. En la universidad solo adquiría el estudiante de medicina la parte teórica, la práctica se aprendía en otros lugares; la clínica al lado de un maestro en los hospitales y la farmacia en las oficinas de la botica. El examen de Licenciado consistía en una prueba teórica de suficiencia ante los miembros de la facultad. Un médico aprobado en estas condiciones llevaba primero el título de "magíster", "maestro", "maese" y el público le llamaba "físico" o "phsicus".

"La designación de 'Doctor en Maedicina' parece haber sido aplicada por primera vez en el siglo XII a los graduados de Salerno y el ceremonial para concederlo era el siguiente: El candidato estaba, en primer término, obligado a defender cuatro tesis de Aristóteles, Hipócrates, Galeno y de un autor contemporáneo; tenía después que prestar un juramento, cuyos términos se ajustaban en lo más esencial a lo prescrito en el Decreto de Federico II, y, una vez cumplidas satisfactoriamente estas formalidades recibía un anillo, una corona de laurel y de hiedra, un libro, primero cerrado y después abierto, y el beso de paz y el título de Dr. en Filosofía y en Medicina" (García del Real).

La verdadera legalización de los estudios médicos en España parte del reinado de D. Juan I pero fueron sus sucesores Enrique III y Juan II con los que comienza la verdadera legislación médica. El último creó en 1422 un Tribunal de Alcaldes y Examinadores para que apreciaran la competencia de los pretendientes al ejercicio profesional. De este modo se creó el Tribunal del Protomedicato dedicado a examinar a "físicos" y cirujanos españoles y luego a los hispanos americanos. Sus prerrogativas fueron confirmadas y ampliadas por Enrique IV y por los Reyes Católicos en 30 de marzo de 1477. Dice García del Real: "Los médicos fueron entonces en España aquellas personas a quienes en primer término se aplicó una jurisprudencia especial, supuesto que este Tribunal del Protomedicato data de 1422, en tanto que el Consejo Real y la Chancillería de Valladolid no fueron creadas hasta 1442, etc. el Consejo de Indias en 1511, el Tribunal de la Inquisición en 1583, el Tribunal de las Cruzadas y el Consejo de Hacienda después".

Las primeras gestiones que se hicieron en La Habana para crear la Universidad partió de los frailes dominicos. En 1670 el religioso de la casa de San Juan de Letrán fray Diego Romero propuso a la Superioridad que se fundase una universidad en La Habana. La situación que reinaba en España con sus guerras con el extranjero y en Cuba con la escasez de facultativos era poco propicia para que el éxito coronase la empresa. Las gestiones continuaron por parte de fray Diego de la Maza y otros del mismo convento de San Juan de Letran auxiliados por el Ilustre Cabildo. Afianzada la paz en España por el tratado de Utrech y amante el rey Felipe V de los adelantos científicos y literarios (creó la Academia de la Historia y de la Medicina) apoyó con ardor la idea y logró obtener un Breve del Papa Inocencio XIII "de doce de septiembre de mil setecientos veinte y uno, dispensar para siempre a los religiosos del Convento de San Juan de Letran la facultad de erigir Universidad y conferir los grados de la ciencia que en él se enseñaban y leían de la misma manera que lo hacía la Universidad de Santo Domingo de la Isla Española".

En 1726, sin haber empezado a funcionar la Universidad se concedió autorización a fray Tomás de Linares, prior del Convento, al doctor Francisco González de Álamo para abrir un curso de medicina en el Convento de San Juan de Letran y fueron sus oyentes: los licenciados José Arango y Barrios, José Melquíades de Aparicio y Esteban de los Ángeles Vázquez, y el 20 de octubre comenzó a leer la ciencia de la medicina D. Marcos Hernández y Catategui.

Por "pase" de 27 de abril de 1727 del Real Consejo de Indias se aprobó el establecimiento de la Universidad. El 12 de noviembre se entregaron las bulas pontificias y reales decretos a fray José de Poveda, prior del Convento de San Juan de Letran, Orden de los Predicadores, para que funde la Universidad.

A fines del año de 1727 se inician en las actas del Cabildo las primeras noticias sobre la Universidad. En la del 30 de octubre existe una representación del Procurador General pidiendo "que el M. R. P. P. de Santo Domingo se sirva presentar las Bulas Pontificias y Real Decreto sobre fundación en esta Ciudad de una Universidad". En el acta del 28 de noviembre, pág. 408, se encuentra la Copia del testimonio de la Bula (Pase) sobre la fundación de la Universidad en el Convento de los Predicadores. En ese mismo año, mes y día, se dice "que el Br. Francisco González del Álamo dedica y ofrece a esta Ciudad un acto en materias de medicina; dicho señor es natural y vecino de La Habana, Médico graduado en la Universidad Pontificia de México en ella Catedrático de Prima de Philosofía que hace casi tres años que lee la facultad de Medicina públicamente en los estudios generales del Convento de San Juan de Letran, Orden de los Predicadores de esta Ciudad y pide y dedica al Cabildo un acto en materia de Medicina"; el Cabildo lo acepta gustoso.

El 5 de enero de 1728 "se erige la Universidad" y meses más tarde por R. O. de 23 de septiembre aprobó el rey Felipe V la erección. Su primer Rector Cancelario fue fray Tomás Linares, y Conciliarios los frailes Julio Salcedo, Francisco Sotolongo, Melchor Sotolongo y Matías Oquendo. La Universidad confirió este año el primer grado de Doctor al francés Luis Fontayne. En las actas del Cabildo de este 1728 se trata del establecimiento; de un pedimento de D. Luis Fontayne para que se informe a S. M. de su utilidad de residir en La Habana; con este motivo manifestó el Procurador General Leyba que había muy pocos médicos y casi todos viejos para sus 20 o 30 000 personas y "aunque en esta Ciudad hay Protomedicato y Universidad está tan reciente y ni forma de poder dar prueba diaria de la erección de la Cáthedra de Medicina para que con eso y con el tribunal del protomedicato se pueda crear médicos, etc." El Cabildo acordó "que se ponga remedio a esto y se cree en la Universidad Cáthedra de medicina". En acta de 16 de diciembre de 1729 existe un despacho del Prior de San Juan de Letran presentando una B. C. de confirmación de la Universidad que fue estudiada por los regidores. En una petición del doctor Luis de Fontayne contenida en la misma acta sobre su cargo de segundo protomédico hace constar "que es Decano de la Facultad de Medicina de la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo". En la copia del título del protomédico Pbro. D. Ambrosio Medrano se hace constar "que es catedrático de Prima de la facultad de medicina".


Fig. 10. Convento de Santo Domingo o San Juan de Letrán, donde se fundó la Real y Pontificia universidad de La Habana (1728).

De lo dicho anteriormente se deduce que en el año de 1729 solo existían dos catedráticos de medicina en la Universidad. El Dr. Luis Fontayne, decano y profesor de anatomía y el Pbro. Ambrosio Medrano que lo era de prima o fisiología. Francisco González Álamo había muerto en mayo de 1728; José Arango y Barrios, luego catedrático de vísperas o patología no inscribió su título en el Ayuntamiento hasta el 3 de noviembre de 1730. Y José Melquíades Aparicio, más tarde catedrático de método medendi o terapéutica no obtuvo su título hasta el 3 de octubre de 1730. Este regía la de método en 1736 y Arango Barrios la de vísperas desde antes de 1749. Los textos de Galeno y de Martín Martínez dominaban en las cátedras de anatomía y fisiología.

En el año 1730 existía mucha irregularidad en la Universidad. El 25 de agosto pidieron los doctores Diego Rubio de Celis, cura rector de la parroquial de la ciudad, y Francisco Thenessa, recién graduado en medicina por la Universidad con el grado de Doctor y protomédico principal que el Cabildo "pusiera fin a los abusos y desórdenes que existían en la Universidad por no tener Estatutos". El Ayuntamiento acordó "dar poder a Thenessa y a D. Antonio Palacios para que gestionen ante el Capitán General a fin de que cesen esas irregularidades". Muchas páginas de las actas están ocupadas por este acuerdo. Ya por esta fecha se habían recibido en la Universidad varios facultativos. En noviembre insistía el I. A. sobre las irregularidades universitarias y pedían "la limitación de poderes a los frailes".

Por Real Cédula de 14 de marzo de 1732 se mandó se formasen los Estatutos para su régimen, conforme con lo que dispuso el Papa Paulo III cuando se fundó la de Santo Domingo, (Bula de 18 de diciembre de 1538). En acta del 10 de octubre del mismo año 1732 se trata de nuevo de esos estatutos. En 1733 el rector cancelario fray Melchor de Sotolongo, dispuso, cumpliendo orden superior, que los que se graduasen de Doctor y de Maestro en cualquier facultad debían hacer el juramento de defender el Misterio de Nuestra Señora la Virgen María. Se estableció la imprenta universitaria para imprimir los estatutos.

Por fin, el 27 de julio de 1734 se aprobaron los Estatutos Universitarios. La institución lleva el título de Real y Pontificia con blasón de armas y luego con insignias. Según dichos estatutos además de las cátedras de Gramática, Artes, Teología y Sagradas Escrituras, que ya tenían en su convento los religiosos mencionados, se crearon las de Matemáticas, Filosofía, Derecho Civil, Cánones y Medicina, formando un total de 21.

El personal administrativo de la Universidad se componía de un Rector, un Vice-Rector, cuatro Conciliarios y un Secretario. Además del Claustro de los Doctores se nombraban dos Comisarios, un Fiscal, un Tesorero, un Maestro de Ceremonias y dos Sinodales de Latinidad; formándose un Tribunal de Justicia compuesto del Rector, un Censor Regio, un Asesor, el Fiscal y el Secretario, cuyo tribunal era el que entendía de todo lo relativo a matriculas, exámenes, grados y lo concerniente a la disciplina interior de la Corporación y de los alumnos. Todos estos cargos eran anuales al principio y más tarde el de Secretario fue declarado perpetuo. La elección del Rector, que debía recaer precisamente en un religioso de la Orden, se verificaba el día 7 de septiembre y la de los demás funcionarios el 12 del mismo mes. El "reverendísimo señor Rector" era elegido por votación de los doctores y maestros (el Rector podía aumentar el número de las cátedras). En las elecciones de los demás funcionarios (de oficio), del día 12 y por boletas, se hacían las del vicerrector, conciliarios, fiscal, tesorero, maestro de ceremonias, comisario y secretario (este cargo se declaró perpetuo en 1761) por un año como se dijo. El Claustro, formado por catedráticos y doctores, de todas las facultades, lo presidía el Rector. Las Cátedras se proveían por oposición, y el que la obtenía estaba obligado a servirla un sexenio, terminado el cual se declaraba vacante la cátedra y se formaba nuevo expediente de provisión con sujeción al Reglamento. Si el catedrático que cesaba no era Doctor, tenía derecho a que se le confiriese el grado previo examen y libre del pago de derechos, además durante el sexenio gozaba de un corto sueldo, teniendo como gajes también las propinas de los grados. La Universidad estaba sometida a un Real Patronato.

El curso académico, cuya duración era de seis meses se abría el 14 de septiembre de cada año, y en esta época debían los alumnos inscribirse en la matricula abonando por ella un real que se distribuía entre el Secretario y la Caja del establecimiento. También estaban obligados a matricularse en la Universidad los alumnos del Colegio Seminario de San Carlos, en el cual, con exclusión de la medicina, se cursaban las mismas facultades. Al fin de cada curso debían los alumnos acreditar su asistencia a clases, por medio de certificación del catedrático de la asignatura y declaración jurada de dos condiscípulos, en vista de la cual el Secretario formaba el oportuno asiento en el libro de"juras de curso". Por este asiento se cobraban dos reales: Mitad para el Secretario y mitad para la Caja. Los escolares que no habían concurrido a matricularse al principio del curso en septiembre, podían hacerlo en el inmediato mes de marzo en que empezaba el "cursillo o curso atravesado", pero con obligación de completar oportunamente los meses que les faltaban para ganar curso académico. Terminados los estudios necesarios y previos los ejercicios correspondientes se recibían los grados de Bachiller, Licenciado y Doctor, en los cuales, además de los derechos para la Caja del Convento se repartían propinas a los jueces examinadores; debiendo advertirse que en los de Doctor se distribuían también guantes a cada uno de los doctores asistentes y una vela de cera de a libra y un bonete con borla, o su equivalente en metálico, al Doctor; iguales prendas se entregaban al Decano de la Facultad. También tenía efecto en estos grados la ceremonia del vejámen, que consistía en un discurso festivo y satírico en que se hacía cargo el graduado de sus defectos físicos y morales. Este discurso lo escribía y pronunciaba el Doctor a quien nombraba el rectorado con tal fin. Así subsistió la Universidad hasta el año de 1842.

El 5 de agosto de 1735 leyose en Cabildo una carta del rector fray Juan Bautista de Castroverde del Rosario comunicándole que había recibido la R. C. de S. M. aprobando los estatutos de la Universidad. Entonces empezó a funcionar con más orden. Contaba, como se señaló, de 21 cátedras: de teología (religiosos dominicos), leyes, cánones, medicina, artes (filosofía), matemáticas, sagradas escrituras, retórica y gramática, dirigidas por seculares por oposición cuyo resultado era la propiedad.

Los primeros exámenes de catedráticos se hicieron sin petición ni límites en la duración. Los estatutos determinaban sobre exámenes secretos de la licenciatura, en relación con los ejercicios a oposición de cátedras, su duración por seis años, etc. La oposición consistía en una lectura, por lo menos de una hora, de un toma elegido en tres escogidos a suerte por el tribunal sobre la materia de la cátedra. Los que aspiraban al grado de Bachiller en Medicina leían ante sus catedráticos estas materias: a) de rebus naturalibus, b) de rebus non naturalibus, c) de rebus practen naturam, d) de sanguinis missiones, e) ex purgationes, f) de pulsibus, g) de urinis, h) de cirugía, i) de anathomia, j) de facultatibus medicamentorum. Tenían además que sufrir un examen de las materias siguientes: a) de physica, b) de generatione et corruptione, c) de humoribus, d) de spiritibus, c) de partibus, f) de facultatibum, g) de civo et potu, h) de comno atque vigilia, i) de morbis, j) de causis morborum, k) de syntomatae, L) de signis critici, LL) de pulsibus, m) de urinis, n) de indicationibus, ñ) de sanguini missión, o) de expurgatione, y p) de febribus. Las calificaciones eran de aprobado y reprobado y se hacían por rigurosa votación secreta. Reinaba gran formalismo y el latín era la lengua que imperaba. Los juramentos eran extensos y para todo se invocaba la religión y los santos. Los grados eran de Bachiller, Licenciado y Doctor y se conferían con gran solemnidad en la iglesia del convento que estuvo en pie con su hermosa torre hasta 1919 en O' Reilly y Mercaderes.

En 1736 estaba regida la Universidad por fray Tomás Linares, rector cancelario; fray José Lucas Arencibia, vicerector; frailes, Juan de Rosario, Francisco Fleytas, Cipriano Alverro y Melchor Sotolongo, conciliarios; D. Felipe Acosta, tesorero y fray José González Alfonseca, maestro de ceremonias. En el mes de marzo el I. A. reguló los toques de las campanas de las iglesias y conventos por el fin y auto de los señores Contadores del Tribunal y Real Audiencia y de sus mujeres. Citan las actas al doctor José Melquíades Aparicio como catedrático de "Método", este año, en la Universidad.

En 1737, rector cancelario fray Diego de Escobar; vice, fray Martín de Oquendo; conciliares, frailes Tomás Linares, José Ignacio Poveda, Bernabé Borges y José González Alfonseca; maestro de ceremonias, fray Nicolás Sotolongo, y tesorero D. Justo Álvarez Franco. Efectuó la iglesia del convento rogativas y procesiones, en julio, para que terminase la epidemia de fiebre amarilla que azotaba a la población. En 29 de agosto murió el doctor Luis Fontayne, primer catedrático de anatomía, sucediéndole D. Esteban Vázquez.

En 1738, rector cancelario, fray José Ignacio de Poveda; vice, fray Francisco Fleytas; conciliarios, frailes Tadeo Linares, Martín Oquendo, Melchor Sotolongo y Diego Escobar; tesorero D. Cristóbal Sotolongo y maestro de ceremonias, Felipe González y Alfonseca.

En 1739, rector cancelario, fray Martín de Oquendo; vice, fray Juan B. del Rosario Sotolongo; conciliarios, frailes Tomás Linares, José Poveda, Bernabé de Borges y Francisco Fleytas; tesorero D. Gabriel de Santa Cruz, y maestro de ceremonias D. José Francisco Velasco. Aumenta el número de médicos graduados, se leen cuatro cátedras de medicina y se obliga al Bachiller que practique con un profesor médico de reputación por lo menos dos años según disposición de S. M.

En 1740, rector cancelario fray Melchor de Sotolongo; vice, fray José de Alfonseca; conciliarios, frailes Juan B. del Rosario Sotolongo, Bernabé de Borges, Martín de Oquendo y Nicolás de Sotolongo; tesorero doctor Gabriel de Santa Cruz; maestro de ceremonias, Pbro. doctor José Mayorga, y fiscal doctor Juan Peñalver y Angulo. Año de intranquilidad por la guerra con la Gran Bretaña.

El rector cancelario en el año 1741 fue fray Francisco Martínez. En enero la institución estuvo representada en la gran procesión que se efectuó ese mes al llevar la imagen de la Virgen de Loreto del colegio de la Compañía de Jesús a la iglesia Parroquial "por los felices progresos de las armas españolas en la campaña de Nápoles". Continuó la intranquilidad por las amenazas inglesas en las costas. El edificio sufrió súbito estremecimiento al explotar el pañol de la pólvora "al caer una centella en el navío de S. M. el día 30 de junio, sufrieron muchos edificios y sobre todo la Iglesia Parroquial (situada a la vera da la Universidad) por lo que ha sido abandonada y pasando sus celebridades a la de San Felipe de Neri "(Actas).

En 1742, rector cancelario, fray Tomás Linares; vice fray José González Alfonseca; conciliarios, frailes Melchor Sotolongo, Bernabé Borges, Tadeo Linares y Juan Chacón; fiscal doctor Bernardo Urrutia y Matos; tesorero, Pedro José Calvo, y maestro de ceremonias Pbro. José Sotolongo Esquivel. El catedrático doctor Ambrosio Medrano ocupa el cargo de protomédico primero el día 6 de abril por muerte de Thenessa. "Crecido número de coches y calesas circulan frente a la Universidad e Iglesia Parroquial arruinada" (Actas).

En el año 1743, rector cancelario fray Melquíades Sotolongo; vice, fray Tadeo Linares; conciliarios, frailes, Tomás Linares, José Poveda, José González Alfonseca y José Velasco; fiscal Francisco Gamarra; tesorero Pedro Calvo; y maestro de ceremonias Pbro. José H. Mayorga. El día 23 de enero fue recibido en el I. A. como protomédico segundo el catedrático doctor José de Arango y Barrios de sesenta años de edad. Por R. O. dispuso el Rey que "el gobierno no intervenga en los asuntos de la Universidad en relación con la cátedra de sagrados cánones ".Apareció este año el primer periódico médico en España de D. Francisco Fernández Navarrete. Continuaron los ingleses hostilizando las costas.

En 1744, rector cancelario fray José Alfonseca; vice, fray Juan F. Chacón; conciliarios, frailes Melquíades Sotolongo, Bernabé Borges, Tadeo Linares y Miguel de Cárdenas; tesorero doctor Pedro Calvo; fiscal doctor Lorenzo Tinoco; maestro de ceremonia D. Francisco Nápoles. El Gobernador General residía en el Castillo de la Fuerza cerca de edificio universitario. Las tropas españolas luchaban en Italia para adquirir los ducados de Parma, Plasencia y Toscana para el cuarto hijo del rey Felipe V. Continuaban las hostilidades de los ingleses.

En 1745, rector cancelario fray José Lucas Arencibia; vice, fray José González Alfonseca; conciliarios, frailes Juan B. del Rosario, José Velasco, Miguel de Cárdenas y Juan F. Chacón; tesorero doctor Pedro Calvo; fiscal doctor Gabriel de Santa Cruz; maestro de ceremonia D. Agustín Sanabria y comisarios Pbro. José Mayorga y Bller. Cristóbal de Sotolongo. En el verano se iluminó el edificio por la boda o desposorio de la Infanta María Teresa con el Delfín de Francia (Actas). España agotaba sus fuerzas en la guerra que sostenía en Italia.

En el año de 1746, rector cancelario fray José Poveda; vice, fray Nicolás de Sotolongo; conciliarios, frailes Juan Chacón, Juan B. del Rosario, Bernabé Borges y José Velasco; tesorero, doctor Pedro Calvo; fiscal, D. Manuel Felipe Arango; maestro de ceremonias, D. Joaquín de Zayas Bazán y comisarios doctores Pedro Calvo y Manuel Felipe Arango. En el mes de abril envió la Universidad su representación en el recibimiento del nuevo Capitán General D. Juan Gómez de Tineo, sucesor de Guemes. Nueva asistencia, al poco, a los funerales de Tineo, que desempeñó poco tiempo su alto cargo, se efectuaron en la iglesia de Santo Domingo donde fue enterrado en la capilla del Rosario por disposición del difunto (Actas). Pidió el rector Poveda al Cabildo "que se jure por Patrona a Nuestra Señora del Rosario" (Actas). A la muerte de Tineo siguió la del rey D. Felipe V, a los 63 años ocurrida el 9 de julio después de un intranquilo reinado de 46 años. A fines de año se recibió la R. O. dando cuenta del triste suceso y en 2 de diciembre pidió el Cabildo "que se tenga moderación en los lutos"; se hizo el pregón por las calles y se efectuaron honras en la Parroquial Mayor con asistencia de la Universidad. Si políticamente acabó el rey con los fueros de Cataluña y con las Cortes, por otro lado favoreció el desarrollo de las esferas científicas y literarias de la nación.

En 1747 fungía de rector cancelario fray José González de Alfonseca. Hasta los primeros días de año se hicieron iluminaciones en el Convento y Universidad, así como distintos festejos por el advenimiento al trono del rey D. Fernando VI. El 9 de junio nueva comisión universitaria para recibir al Capitán General D. Francisco Cagigal. Los ingleses continuaron hostilizando las costas de Cuba y se efectuó un combate naval con la escuadra española frente a La Habana.

En 1748 rector cancelario fray Juan Bautista Sotolongo, vice, fray Martín de Oquendo; conciliarios, frailes, Francisco Martínez, José Poveda, Nicolás Sotolongo y Juan Chacón; tesorero, D. Julián Recio de Oquendo; fiscal D. Antonio Barrera; maestro de ceremonias, D. Ubaldo de Coca; comisario, doctor Agustín Sanabria. El nuevo Rey de España hizo la paz con sus enemigos y volvió la tranquilidad a las costas de Cuba y el cese de la guerra con Italia y Gran Bretaña. A fines de noviembre ocurrió un desagradable incidente en la procesión de la Bula de la Iglesia de San Juan de Letrán "por la grave alteración por el orden de llevar las varas del Palio" pues está establecido que las entreguen a la puerta de la Iglesia a los vecinos más destacados y a oficiales de mayor graduación según la R. C. de 1726 pues dispuso el Rey que solo en caso excepcional de estar impedido algún Regidor se entregue las varas a esos señores y oficiales" (Actas). Parece que en el acto fue postergado algún regidor lo que trajo el incidente y la protesta del Cabildo. Llegó al I. A. un despacho de S. M. en relación con la Universidad: causas estudiantiles, oposiciones, etc.

En 1749, rector cancelario fray José González Alfonseca; vice, fray José Velasco; conciliarios, frailes Bernabé Rojas, Martín de Oquendo, Nicolás Sotolongo, Ubaldo de Coca; tesorero, Juan Álvarez Franco; maestro de ceremonias, fray José de Oseguera; fiscal, Pbro. Juan Miguel de Castro Palomino, y comisario D. Juan Alemán y Salgado y D. Pedro Alonso Zayas. En el mes de enero se efectuaron luminarias y regocijos, te deum, etc. por la llegada de la R. O. de San Lorenzo, de 3 de noviembre de 1748, dando cuenta de la firma de la paz general.

En 1750, al finalizar esta media mitad de siglo, gobernaba la Universidad el rector fray Juan Chacón con el vice fray Ubaldo Coca, los conciliarios frailes Francisco Martínez, José Poveda, José González Alfonseca y Nicolás de Sotolongo; tesorero, D. Lorenzo Menocal; fiscal D. Santiago Echevarría, y comisarios doctores José Alemán Salgado y Pedro Alfonso de Zayas. El rector pidió que se creasen nuevas cátedras y que se dotaran mejor las existentes; señaló la necesidad de la creación de una de física experimental (que no fue aceptada) y dos de matemáticas (sólo se aprobó una). El 4 de septiembre el I. A. expidió un documento "sobre méritos del Rector de la Universidad doctor José González Alfonseca". Con la paz reinó más tranquilidad en todas partes.

Los primeros títulos de médicos expedidos por la Universidad fueron: El de Luis Fontayne, Lcdo. el 6 de septiembre de 1728 y también el de Doctor con la misma fecha; José de Arango Barrios, de Lcdo. el 5 de diciembre de 1730 y el de Doctor el 5 de enero de 1731; Ambrosio Medrano, el 6 de noviembre de 1730 y de Doctor el 5 de enero de 1731; Felipe de Acosta, Br., 1730; José Melchiades Aparicio, 1730; Esteban de los Ángeles Vázquez, 1730; José Alemán Salgado, Br. 1739; Julián Recio de Oquendo y de la Cora, Br. , 1739; Agustín Sanabria y Palomino, Br. 1741; Nicolás Rodríguez de los Santos, 1743; Hilarión Francisco de Paula Armestoy, 1743; José de González Alfonseca y Santiago Lorenzo de Zayas Bazán 1746. Los primeros Decanos de la Facultad de Medicina fueron los doctores Luis Fontayne (1728) y Ambrosio Medrano 1737.

Farmacias y Boticarios

Tenemos noticias de los siguientes "boticarios" citados en las Actas del Cabildo: El 13 de agosto de 1706 dispuso el Cabildo "que se vuelvan a visitar las boticas que hace seis años que no se hace, para que tengan buenos medicamentos, que la inspección la haga uno de los Alcaldes Ordinarios con asistencia del doctor Francisco Thenessa y el Procurador General". En Cabildo de diciembre 16 de 1729 se hace constar que "en la Ciudad hay tres boticas con abundancia de medicamentos a la curazon de los enfermos". En acta del 23 de diciembre se dice "leyose una petición de D. José de Urrutia, maestro de boticario, para que se informe a S. M. sobre calumnias que se le quieren hacer (se refiere al doctor Thenessa). El Protomédico dice "que el boticario le acusa de emulación, pasión y otros motivos". En 1º de junio de 1731 "recibimiento del maestro de boticario D. Antonio de Urrutia y Montori, con licencia para abrir oficina pública"; se copia el título de este señor donde se dice "natural de La Habana, de buen cuerpo, trigueño, picado de viruela, ojos pardos y pelo negro", está firmado por el doctor Thenessa y el escribano Gaspar Fuentes en 15 de octubre de 1730. Cinco años después se inscribieron los títulos de los boticarios José Díaz y Juan Saco Quiroga. En acta de Cabildo de 12 de mayo de 1741 se recibió al "maestro de boticario" Blas de Fuentes y Bernal, con el título de México; lo copian, contiene detalles y se hace constar que nació en La Habana. En 20 de mayo de 1744 se tomó razón del título de boticario de Francisco Toscano, natural de la villa de Niebla, Sevilla, expedido en Madrid el 28 de febrero de 1739. También se inscribió el de Manuel de Arconada, examinado en México. En el verano de 1745 se tomó razón del título de "maestro de boticario" D. Francisco Sánchez Rollizo, expedido en Madrid, copiado como todos en las actas, el 17 de noviembre de 1738. El 29 de abril de 1746 se inscribió el título de "maestro de boticario" de Matías Pérez Gragea, natural y vecino de La Habana, para poner oficina. El 23 de junio del mismo año se recibió en Cabildo al boticario Antonio de la Fuente Real, natural de La Habana.

El 8 de noviembre de 1748 fue recibido el boticario Jerónimo Garzón, vecino de La Habana con título despachado por los doctores Medrano y Arango, haciéndose señalar que es natural de la villa de Alcaudete, del reino de Jaén, etc. siendo expedido su título en La Habana el 10 de octubre de 1747.Por último el 4 de septiembre de 1750 se tomó razón en Cabildo del título de boticario de Antonio López Gavilán, expedido por los protomédicos Medrano y Arango; se hace constar "que es hijo de la abana le examinamos de latinidad y teoría del arte, y sobre conocimientos de drogas y simple elección de yerbas, separación y duración de las medicinas y el modo de conferir los correspondientes con lo demás tocando a dicho arte"

En total, se inscribieron en este período unos doce boticarios y calculamos que al final del mismo existirían menos de diez oficinas de farmacia en La Habana. En ellas se expendía: trementina, ruda, alumbre, vitriolo, azufre, copaiba, borraja, adormidera, calomelanos, cantárida, cardenillo, sasafraz, diasordio, electuarios, elixeres y emplastos diversos, corteza de quina, acacia, granada, zaragatona, diversas flores, genciana, guayaco, gomas, laudano, miel rosada, opio pulverizado, oximieles, pelitre, peonía, etc.

Epidemiología

Los focos infecciosos de esta primera mitad del siglo XVIII en Cuba fueron los siguientes: 1709, intenso brote de fiebre amarilla en San Juan de los Remedios. 1718, foco en la factoría de negros de La Habana. 1719, mucha rabia en los perros en La Habana y en algunos pueblos del interior como San Juan de los Remedios. 1720, dicen las Actas de Cabildo, 19 de abril, "que en la embarcación que llegó a la bahía de San José han venido muchos enfermos contagiosos de los que han muerto los más". 1725, numerosos casos de rabia en los perros de La Habana. Mucha fiebre amarilla en la Capital por la llegada de muchos soldados españoles. 1730, numerosos casos de viruela en los negros de la factoría procedentes de una expedición africana. 1732, continúa la viruela con numerosos casos de "tabardillo y calenturas malignas" en La Habana. 1737, seguían las fiebres malignas en La Habana, se hicieron ruegos y procesiones en las iglesias habaneras para su conclusión (Actas). 1738, recrudecimiento de la fiebre amarilla en La Habana por la llegada de la escuadra de Pizarro. En Santiago de Cuba reinaban las mismas enfermedades y se hicieron como de costumbre rogativas y procesiones contra "la peste". 1741, epidemia de fiebre amarilla en las tropas inglesas que atacaron a Guantánamo, Oriente. En 1742 la presencia en La Habana de la escuadra de Rodrigo Torre hizo aumentar los casos de fiebre amarilla. Hubo además epidemias de sarampión (grave en La Habana en 1727) y de gripe (1733).

En el extranjero: 1705, tifus exantemático en Irlanda. 1709, primera epidemia de disentería en New York. 1712, encefalitis letárgica en Alemania. 1718, fiebre amarilla en Barbada. 1723, fiebre amarilla en Lisboa. 1730, fiebre amarilla en Cádiz. 1732, pandemia gripal mundial. 1733, fiebre amarilla en Santo Domingo y viruela en Guatemala. 1736, fiebre amarilla Lisboa. 1739, fiebre ondulante, Dublín. 1743, peste bubónica en Sicilia. 1744, mucho tifo en Europa. 1745, fiebre recurrente en Irlanda y fiebre amarilla en Carolina del Norte. 1750, epidemia de erisipela en Francia.

Miscelánea

1701. La población de la Isla llega a 60 000 habitantes de los cuales la mitad residen en La Habana. Esta ciudad tiene 5           facultativos médicos y 2 boticas. La Muralla llega a Paula y se siguió por la Marina ("La Prensa", julio de 1849).          Alarmas por las guerras con Portugal, Austria y Gran Bretaña. Festejos por la proclamación del rey Felipe V.

1702. Gobierna la Isla Pedro Nicolás Benito de Lugo. Se cuidan los puentes de la muralla.

1703. Gobernador D. Nicolás B. Chirino, Carestía en los bastimentos. Una galeota habanera persigue a los corsarios. Casos           de lepra por las calles.

1704. Fallece el Obispo Diego Avelino de Compostela, reformador. Se abre al culto la Iglesia de Belén. Casa en La Caleta           para los lazarinos. Los Jesuitas tratan de edificar una casa y una iglesia en la Plazuela de la Ciénaga. Los ingleses ocupan           a Gibraltar,10 Agosto.

1705. La Guerra agrava la situación. La galeota de Juan Iriarte combate con los piratas en Trinidad matándoles 80 hombres en          el canal Nombre de Dios (Actas). Por R. O. de 16 de mayo ordenó el Rey al Obispo Jerónimo Valdés, sucesor de          Compostela, que diese comienzo a la obra de la Casa Cuna. Ingleses y holandeses saquean a Arcos de Canasí. Se niega          el terreno en la Ciénaga a los jesuitas. Peste en Constantinopla.

1706. El 13 de mayo F. Álvarez de Villarín sucede en el gobierno a Chacón y Chirino pero volvieron estos el 8 de julio.

1707. Continúan gobernando interinamente Chacón y Chirino. Actúa el obispo Jerónimo Valdés. "Que están frente al puerto            desde hace tiempo dos embarcaciones piratas-corsarios haciendo diferentes hostilidades en grave perjuicio del común            de esta república" (Actas). Activa la galeota. La Casa de Beneficencia en Oficios y Muralla. Se abre al culto la iglesia            de Santa Teresa. El doctor Francisco González Álamo publicó, según algunos en México, según otros en Cuba (La            Habana) una "Memoria sobre lo que no es perjudicial el uso del cerdo en las islas de Barlovento", si es cierta la            segunda opinión se le puede considerar como el primer impreso hecho en nuestra isla; lo más probable que fuese hecho            en México y su segunda edición en Cuba.

1708. Laureano Torres y Ayala nuevo gobernador general. Siguen los ataques a las costas. "Se puso preso en el Morro al           Teniente Gobernador D. Joseph Fernández de Córdova por ultrajes y ofensa a la Nobleza de esta Ciudad" (Actas).           Epidemia de fiebre amarilla en La Barbada (Romay).

1709. Primera "epidemia oficial" de viruela en San Juan de los Remedios señalada por las actas de su Cabildo. En La Habana           casi inservible la galeota perseguidora. En el extranjero fallecieron Mauriceau (gran tocólogo francés), Cooper cirujano           inglés), y Poupart (anatómico francés).

1710. Quedó establecida la Casa Cuna en Oficios y Muralla, La Habana, antes estaba en la de Santa Teresa (Teniente Rey).          Tomó residencia el Capitán General Nicolás Chirino Vandeval. Cubierto por el cieno el embarcadero de Luyanó          (Actas). Se funda el pueblo de Bejucal. Derrotado el rey Felipe V, abandonó a Madrid al que volvió pronto al ser          derrotado en Starembergen, Villaviciosa. En Europa, Goenell, hacía buenas litotricias.

1711. Menos alarmas en las costas. Petición para fundar el Convento de la Merced. Thenessa, protomédico. No existe          matadero de reses en La Habana por haber sido derribado el inmediato a la iglesia del Espíritu Santo, se matan las reses         "en los corrales de fuera de la muralla" (Actas). Varada en la playa "la piragua perseguidora"; que se haga una nueva         (Actas). Grandes inundaciones con daños en el río Husillo. Que se arme la galeota perseguidora. Que los enemigos del         mal han cogido diez o doce embarcaciones españolas y francesas (Actas). En el extranjero: Primera cátedra de anatomía         en Lima. Fallece el Delfín de Francia de viruela.

1712. En La Habana actúa una nueva "piragua" contra los corsarios. Los caminos del interior obstruidos por las tormentas: la          del 14 de octubre destruyó la escuadra de Diego de Alarcón en Jaimanitas y arruinó el hospital de San Lázaro, Habana.

1713. Numerosos molinos de tabaco cerca de La Habana. Confirmación de la ciudad de San Felipe y Santiago (Actas).          Arancel de Thenessa. Firma del tratado de Utrech entre Gran Bretaña, Francia y España.

1715. Gobierna la Isla D. Laureano Torres de Ayala. Movimientos de vegueros en Vuelta Abajo reprimidos con severidad.           Europa, muere el anatomista Viceussens.

1714. En vigor el arancel de Thenessa. Existe una casa de juego en la playa de Juan Sosa y molinos de la Chorrera (Actas).          Ciclón, causa la pérdida de la fragata San Juan. Se obtiene licencia para continuar la obra del hospital de San Lázaro y la          Casa de Expósito.

1716. Gobernador D. Vicente Raja. El 15 de marzo dispuso el Cabildo "que salga la goleta de perseguir a diferentes           embarcaciones piratas levantadas que han robados las embarcaciones que bienes a este dicho puerto y diferentes           haciendas y otras hostilidades que están executado" (Actas). Regocijos por el nacimiento del infante D. Carlos el día 20          de enero.

1717. Gobernador José Gómez Masaver. La paz que reinaba fue turbada por haber invadido los españoles las islas de           Cerdeña y Sicilia. Festejos por los desposorios del Rey Felipe V con Da. Isabel de Farnesio. Fiestas a final de           noviembre por el cumpleaños del Rey.

1718. Gobernador Gregorio Guaso Calderón, desde el 23 de junio. Se inicia la construcción de un nuevo matadero en La           Habana. A final de año se enciende la guerra con Gran Bretaña. Consagración del obispo de Santo Domingo como           Príncipe de la Iglesia. Ataque inglés a Bahía Honda, las dos galeotas siguen a sus barcos (Actas). Salieron fuerzas para           atacar a Pensacola, Florida. Terminó la guerra ruso-turca-sueca-dinamarquesa iniciada en 1699.

1719. La escuadra española derrotada por la inglesa en Finisterre, Vigo. Alarmas en las costas de Cuba. Por haber mucha           rabia en los perros, dice el Cabildo, "que no se usen estos para perseguir a los negros fugitivos". Se ha concluido el           nuevo matadero situado "en extramuros entre el castillo de La Punta y la Puerta de la Muralla" (Actas). Se establece la           Factoría, negros.

1720. España hace la paz. Se crea en ese país la Junta Superior de Sanidad. Terrible peste en Marsella, duró dos años,           procedía de Siria.

1721. En La Habana llovió tres meses sin cesar desde antes de octubre; se hicieron rogativas en las iglesias para que cesara el           temporal y "aplacar la indignación de Dios" (Actas). Bastante tranquilidad en Cuba. Se inicia la Universidad y se           establece el primer hospital de San Juan de los Remedios.

1722. Se tomaron medidas contra las pestes de Marsella y de Puerto Velo. Fiestas por los reales desposorios. Huracán.

1723. Se publica en La Habana imprenta de Habré (Hijo de Gante, residió en Francia y tenía una prensa francesa) El           PRIMER IMPRESO HECHO EN CUBA; contiene la Tarifa General de Precios de Medicinas para las farmacias           redactado por D. Francisco Thenessa. Segundo movimiento de vegueros en Vuelta Abajo. Gran epidemia de fiebre          amarilla en Lisboa. Mueren Vasalva y Leuwenhouk que estudiaron el oído y los infusorios.

1724. El gobernador Guazo Calderón entregó el mando, el 25 de septiembre, a Dionisio Martínez de la Vega. De las Actas de          Cabildo: Muchos enfermos de San Lázaro por las calles. Noviembre 25, jura y aclamación del rey D. Luis I, se hicieron          saludos de artillería por los castillos, etc. y se reunieron en la Casa Cabildo el Capitán General y todas las Altas         Autoridades; después, "todos a caballo y en jacas costosas y muchos números de criados con diferentes libreas llevan         delante los porteros con las masas e insignias de la Ciudad y los demás ministros de vara y capa de clarines, trompetas,         chirimías y otros instrumentos, recorren las calles, van al teatro, con los Altos Militares y el Capitán General, allí en una         caseta, al costado de la Plaza Mayor con la tropa formada, se hace silencio y entonces dice el Alférez Real, portador del         pendón de Castilla o Real: 'Castilla', 'Castilla', 'Castilla' por el Católico Rey y Señor; 'Qué viva', 'Qué viva', 'Qué viva',         levantando dicho Real Pendón en alto y respondiendo todos a las aclamaciones, regando en la Plaza mucha cantidad de        monedas de plata, fabricadas para este fin por dicho Alférez Mayor con la efigie del Rey". Los días siguientes siguieron las        salvas de los castillos, fiestas de iglesias y conventos, luego continuaron las máscaras y corridas de toro, etc. Este rey Luis        vivió muy poco pues murió de viruela el mismo año de su coronación.

1725. Se ha vuelto a introducir la rabia en los perros. En 27 de abril se recibió en el I. A. la R. C. del 30 de septiembre dando           cuenta de la muerte del rey Luis, se dispone las exequias, luto, misas, sufragios, etc. (Actas). En San Juan de los           Remedios los regidores sargento mayor y padres de familia "guardan luto y se visten con casaca de balleta con tres           botones de lo mismo" (Actas de su Ayuntamiento). Se estableció un astillero en el muelle de la Machina. Gran peste en          Moscú.

1726. Muchos comentarios en La Habana por el pleito seguido por el Conde de Bayona contra los herederos de Magdalena           Marada, prevenido por el Presidente y Oidores de la Audiencia de Santo Domingo Lcdo. Fernando Rey y Villar de           Francos, Francisco Granado, firmado en Santo Domingo el 13 de febrero por D. Fhe. Fortún, Secretario de Cámara           del Rey (Actas). A finales de año vuelve a estallar la guerra con la Gran Bretaña. En Cuba ocurrieron varias tormentas           que dificultaron los abastos. En Europa murió el famoso médico Antonio Pachioni.

1727. Dificultades comerciales en Cuba. Se aprueba el establecimiento de la Universidad. Los españoles hicieron un ataque
          infructuoso contra Gibraltar. En Europa murió Bruner, descubridor de las glándulas duodenales.

1728. El 5 de enero de erige la Universidad ante el Capitán General y altas autoridades (Actas). Dispuso el I. A. hacer la fiesta           de San Marcial "como abogado de las hormigas por restituirse los capitulares que pasaron presos a los Reinos de           Castilla en 1718 en que se desarrollaron grandes turbulencias que ocasionó el estanco del tabaco" (Actas). Festejos por            las bodas reales. Que las paredes de la Iglesia Parroquial "son de tierra sin tener de piedra más que los Arcos y           Columnas y las naves de la Capilla del Cuerpo Principal" (Actas). Año de intensa sequía. En Europa falleció el partero           Chamberlain que inventó un fórceps.

1729. Paz con Gran Bretaña. Deslile empezó a usar el agua helada con fines médicos. Murió Jules Clement que asistió a la           princesa heredera de Francia iniciándose en ese país la costumbre de asistir los médicos a las parturientas.

1730. La población de Cuba llegó a los cien mil habitantes. Se inició una prolongada epidemia de viruela en La Habana. Dicen           las Actas de noviembre "que en los dos meses próximos pasados de septiembre y octubre han sobrevenido dos           tormentas consecutivas de vientos contrarios la una por la parte del Sur y la otra por la parte del Norte habiendo           causado tales estragos en los campos que no ha quedado plantío en pie, etc." (Actas). Epidemia de fiebre amarilla en          Cádiz y de viruela en la isla de Jamaica.

1731. Se terminó de edificar el Convento de San Francisco. Dice un acta del día 2 de febrero: "Pedimento del Conde de Casa           de Bayona para fundar una ciudad en su ingenio de Quiebra Hacha con el título de Santa María del Rosario".

1732. Muchas enfermedades en La Habana, dicen las Actas: "Enero, de orden del Capitán General que se comunique a los           prelados de los difuntos que se sepultan en sus iglesias durante la actual epidemia que se profunden los sepulcros vara y           media y que los pisen y les echen bastante cal encima por estar esta Ciudad informada de los Médicos que de hacerse           esto así los vapores que exhalaran los cadáveres pueden infisionar el aire, lo que Dios no permita y resultar malas           consecuencias". "Que se haga el 8 del corriente enero, a las cuatro de la tarde, la procesión del Santo Cristo del           Buenviaje y se disponga ocho días de misas en la Parroquial Mayor por la salud pública y la falta de lluvias que se           experimentan". En acta del 25 de enero, "que se experimenta el accidente de la viruela y otras enfermedades", "que se           han muerto mas de cuatro mil y depende de la introducción de negros que hace el Real Nasiente". En el propio Cabildo           se hicieron estas consideraciones sobre la viruela: "Que no se debe tener por peste por ser ordinaria y natural el que de           a todos los individuos y que el haberse experimentado alguna gravedad en estos tiempos proviene de la desigualdad de          temperamentos de estos países, de la mala estación del año y de lo mucho que ha que no se padecía en esta república,          etc. pues aun constan nocivas cualidades y siendo el número de enfermos mucho, solo se ha experimentado la ortalidad          cuatrocientos y una personas de toda clase y edades, accidente y estado según certificaciones expedidas por lo  curas de          esta ciudad con notable ventaja de las islas de Barlobento y con las de tierra firme donde el estrago ha sido mucho          mayor, no solo de la viruela sino también del vómito negro, etc".
         "Que se experimentó el sarampión el año 1727 y las enfermedades que se padecen en la primavera por el influjo de la          constitución. Unos creen se debe a la introducción de negros pues se habían pasado siete años sin haberlos. Dijo          Gregorio Menéndez Valdés cura de la Iglesia Parroquial que desde el 1º de noviembre de 1731 hasta la fecha que es el          tiempo que se ha experimentado la epidemia de viruela han muerto 42 blancos adultos, 57 párvulos blancos, 108 adultos          negros, pardos libres y esclavos, total 257, lo que expide a pedimento de D. Dionisio Martínez de la Vega Capitán          General, el 21 de enero de 1732. En el Espíritu Santo según Nicolás Sotolongo, enterraron en el mes de febrero 116          personas, de ellas 42 blancos (19 adultos y 23 párvulos) y las 74 restantes negros, mulatos, indios y mestizos (53 adultos          y 22 párvulos). Miguel Barroso, cura del convento de San Juan de Dios que en esa fecha han muerto de epidemia 35          personas, 30 negros, 3 indios, 1 mulato y 1 blanco. El 25 de enero entró en puerto la fragata inglesa con negros de         África  la que reconoció el doctor Luis Fontayne, segundo protomédico, con el escribano Gaspar Fuentes y         reconociéndolos uno a uno los ochenta y uno no se encontró ninguna enfermedad. De Santiago de Cuba informaron el 15         de marzo que no habían observado enfermos en ellos". Acta del 25 de enero "que se haga la procesión de la Virgen del         Rosario por la epidemia de viruela". Acta del 22 de agosto "que se hagan rogaciones y procesiones en el Cristo del         Buenviaje "por la salud del pueblo y por las grandes enfermedades que se están experimentando de tabardillos y         calenturas malignas". En Europa se publicó este año la anatomía de Winslow. Desde 1729 grandes epidemias mundiales         de gripe.

1733. Visita las villas del interior el obispo fray Juan Lazo de la Vega. Dos ciclones, el del 16 de julio destruyó la escuadra de           Rodrigo de Torres en Cayo Matacumbre. Epidemia de gripe y de fiebre amarilla que llamaban también mal de Siam, en           Santo Domingo y en Guatemala y posiblemente en Cuba. En Europa se inicia una gran guerra entre Austria, Francia,           Italia y España.

1734. Gobernador General D. Juan F. Guemes y Horcacitas. España conquista el reino de Nápoles. Empieza el monopolio del           tabaco por la tabacalera española. Luminarias y regocijos por haberse coronado el infante D. Carlos como Rey de           Nápoles. Demostraciones de alegría por el nacimiento de una hija del gobernador Guemes (Actas). Segunda imprenta           en La Habana de Francisco José de Paula (Actas). Intenso huracán de San Agustín en La Habana. Aprobados los           estatutos universitarios. En Europa falleció el famoso médico Stahl autor de la teoría del "flogisto".

1735. Año de intensa sequía en Cuba. Fiestas religiosas a San Antonio de Abad por la epidemia de lombrices en el ganado           (Actas). El astillero se transforma en arsenal. España siguió guerreando en Italia. En Europa Butler mejora el forceps           obstétrico.

1736. Orden de S. M. para la Sala Capitular hasta se restituya a la Cárcel y se celebren los cabildos en la Sala Principal de las           Casas de Ayuntamiento cerrándose sus puertas y haciéndose los tabiques (Actas). Obras en el Castillo de San Severino           de Matanzas (Actas). Cesó la guerra de España en Italia por el tratado de Aquisgram. Epidemias de fiebre amarilla en           Lisboa y en México. En Europa se destacaba Haller, fundador de la fisiología experimental.

1737. El 19 de julio "rogativas y procesiones en las iglesias por la salud del pueblo; D. Gonzalo Recio de Oquendo Alférez           Mayor y Regidor Perpetuo de esta Ciudad y Alcalde Ordinario de ella por S. M. Presenta a V. S. Sa. como de mas de           dos años de este presente tiempo sea contagiada esta dicha Ciudad de diversas enfermedades agudas y especial de           calenturas malignas especie tan extraña que según a oído tratan a muchos físicos tan opuesto a la naturaleza del clima           que proceden confusión en el acierto de tales curaciones y por que es indudable que la gravedad de nuestras culpas es           el beneno que maligna la salud del lugar y suplica a V. S. a que se sirva dar providencia para que por este I. A. se           disponga una fervorosa rogación, etc." Ocurrió el fallecimiento del doctor Luis Fontayne.

1738. En Cuba hubo alarmas por la guerra con la Gran Bretaña y dificultades comerciales por la escasez de la moneda. En           marzo 17 "para que el Cabildo asista a la Parroquial Mayor en rogación por el feliz suceso de las Armas de S. M en su           expedición contra los enemigos infieles" (Actas). Se terminaron las murallas. La guarnición de La Habana contaba con 4           000 hombres.

1739. El Cabildo de La Habana pasó a Matanzas el día 9 de enero, con el Capitán General, para inaugurar las obras del           castillo de San Severino (Actas). "El Procurador General Félix Francisco Ruiz se queja al Cabildo del ningún celo que se           observa con las personas que mueren de enfermedad contagiosa dando lugar a que los efectos y fragmentos de la casa           se comuniquen de unos a otros o ya por venta o por gracia, que se repara tal desorden pues de lo contrario se           aumentará el contagio" (Actas). Intensa sequía en los primeros meses. Amenazas inglesas: se arman corsarios y sale una           expedición para la Florida. Muchas enfermedades en Santiago de Cuba (Actas). En Europa el doctor Fuller hizo la           primera afirmación clara y concluyente de lo que es la viruela.

1740. Siguen las alarmas por las amenazas inglesas, atacaron a Cartagena de Indias. Acta del día 22 de junio: "El Capitán           General toma medidas para defender la ciudad" (Actas). Acta del 26 de agosto: "Te Deum en la Iglesia Mayor por            haber levantado los ingleses el sitio por mar y tierra del Presidio de la Florida" (Actas).

1741. Gran escasez de bastimentos en La Habana. Acta del 9 de enero: "Procesión llevando la imagen de la Virgen del Loreto           del Colegio de la Compañía de Jesús a la Iglesia Parroquial por los felices progresos de las armas españolas". De las           Actas: "Al caer una centella sobre el barco de guerra español explota y se incendia con daños en la Parroquial Mayor y           algunas casas próximas". Fiestas y corridas en la nueva Plaza de toros por haber concedido S. M. el empleo de           Teniente General al Gobernador General Guemes. Ataque inglés a Oriente, Cuba. En Italia los españoles atacan a los           Ducados.

1742. Acta del día 12 de julio: "Que hace diez y siete meses que está en el puerto la escuadra de S. M. que manda el general           Domingo de Torres con tropas y que falta ganado para su abastecimiento". Se discute sobre el sitio donde debe           edificarse la Parroquial Mayor. Las fuerzas españolas en la Florida atacan a la Carolina. Nuevas guerras de España en           Italia. Lucha Federico II de Prusia con Inglaterra, Austria y Francia. Falleció en Alemania el gran médico "mecanicista"           Hoffmann.

1743. Se crearon en Cuba oficinas de administraciones de tesorería en varios pueblos de interior. España siguió la guerra en           Italia. Terrible peste en Mesina.

1744. Vigilancia y alarmas en la costa por la guerra con los ingleses. Ciclón. Muere el protomédico Thenessa. En Europa           desde, 1734, ocurrieron varias epidemias de tifus exantemático y se iniciaron las verdaderas historias de la medicina           pues antes sólo se escribían biografías de médicos notables.

1745. El Capitán General Diego de Peñalosa sucede a Guemes. Se pone azotea a las Casas Capitulares. Regocijos por la           boda de la infanta María Teresa con el Delfín de Francia. Epidemia de fiebre amarilla en la Carolina del Norte y de           fiebre recurrente en Irlanda. Discuten los cirujanos franceses sobre la amputación inmediata en los grandes           traumatismos, se opone a ella Faure.

1746. Luto por la muerte del rey Felipe V, le sucede su segundo hijo Fernando VI. Acta del 21 de abril con el regimiento del           Capitán General Juan Gómez de Tineo que sucede al interino Peñalosa; Gómez de Tineo murió pronto sucediéndole el           Teniente Rey D. Diego de Peñalosa.

1747. Los muelles de la bahía habanera sólo llegaban a Luz, Machina y Carpineti (La Prensa, julio de1849). Junio 9,           recibimiento del nuevo Capitán General D. Francisco Cagigal. Siguen las hostilidades inglesas. Dicen las actas sobre la           muerte del Rey Felipe: "Se dio a conocer por bandos, se dispuso luto a todos los vecinos; dos regidores a acaballo por           las calles con sus cadas y balletas negras asistidos por escribanos y dos porteros con repenes y gorras de balleta,          cubiertas de luto las mazas, llevando de escolta un oficial y veinte y un dragones hicieron el pregón al son de caxas de          guerra formadas de negros y a la voz de pregoneros en calles y plazas mas publicas, refiriendo el fatal suceso de la          muerte del Rey. Desde el día 21 a las diez de la mañana por la Parroquial se hizo el doble general de campanas          siguiéndole todas las iglesias seculares y regulares de la Ciudad hasta el anochecer, cada media hora hasta disparando          ampolleta un tiro de cañón todas las fortalezas de la Plaza y navíos de la presente escuadra de guerra, lo ejecutaron          también desde el amanecer del siguiente día hasta terminar las exequias. Para ellas se juntaron desde el Capitán General,          todas las Autoridades vestidas de luto con asistencia de escribanos. Pasaron a la Parroquial donde había un gran túmulo          con las armas reales, etc. Cantos, música, responsos religiosos en Santo Domingo, San Francisco, San Agustín, San Juan          de Dios y numeroso clero con dobles de campana, descargas de la artillería y fusilería de la tropa situada frente a la          Parroquial Mayor. La jura y aclamación de Fernando VI fue el 3 de febrero. El día 4 y los siguientes cinco días se          efectuó el Te Deum y demás fiestas en acción de gracias: iluminaciones, paseo del Real Pendón y tres días de corridas de          toros. El día 3 en la Plaza, junto a la Capitanía General, marchó S. E. a caballo con las altas autoridades y criados con          librea, con dragones, trompetas, etc. Dieron un paseo por las calles acompañados de doseles y otros adornos          simbólicos. Llegados al Teatro y congregados allí todos, el Alférez Real dijo en voz alta 'Castilla', 'Castilla', 'Castilla' por          el católico rey D. Fernando VI. Seguidamente tremoló el Real Pendón a lo que siguió la aclamación del pueblo a los          gritos de "Viva", 'Viva', 'Viva'. Luego descargas de la fusilería y distribución de la moneda de plata fabricada a costa del          propio Alférez Real. Se repitió por tres veces la proclamación con regocijos y descargas de artillería. Al regresar la         comitiva dejaron al Alférez Real en su casa y allí sobre el balcón quedó colgado el Pendón Real. Volvieron al         Ayuntamiento donde se desmontaron de los caballos, etc. El día 4 asistió el Cabildo con el Alférez Real al Te Deum en la         Iglesia Parroquial, siendo colocado el Pendón Real en el Presbiterio con salvas de artillería, etc.; corridas de toros y otras         diversiones por tres días, alcancías para caballeros, fuegos artificiales, etc." D. Blas de los Olivos empieza a hacer los         impresos del gobierno.

1748. Tranquilidad. El Rey hizo la paz.

1749. Paz. El obispo Ponce visitó el interior.

1750. Progreso con la paz reinante.

Noticias relativas a pueblos del interior

1720. Remedios, epidemia de rabia en los perros.

1721. Se inicia la construcción del hospital de caridad de Remedios al norte del templo del Santo Cristo.

1722. En Santa Clara el padre Juan Conyedo funda el hospital de caridad de San Juan de Dios.

1725. Santa Clara, primera botica, de Dubois.

1726. Se termina la construcción del hospital de Remedios, titulado de San Juan de Dios, casa de madera.

1727. Santa Clara, el Cabildo toma medidas contra los curanderos.

1728. Puerto Príncipe, el capitán Gaspar Alonso de Betancourt funda el hospital de San Juan de Dios.

1730. Santa Clara, se traslada el hospital de caridad de la plaza de la parroquial al sur del pueblo. (O. Lubian). J. de Puga,          médico y boticario. En Puerto Príncipe, Ciriaca Varona funda un hospital para mujeres.

1735. Los alcaldes hacen cumplir medidas higiénicas.

1736. En Sancti Spíritus se funda el hospicio de Santo Domingo por el padre Avilés y el padre Sierra. En Puerto Príncipe,           primera botica de D. Francisco J. Casado.

1742. Existe un pobre hospital en Remedios, siendo su mayordomo el cura Andrés González Montero con una negra          "hospitalaria" que gana cuatro pesos al mes y cuatro empleados con sueldo cada uno de un peso al mes para atender a          cinco enfermos.

1743. En Santa Clara Juan Suri abre la primera buena botica. Matanzas, se inscribe el segundo médico D. José Bonoza el 19          de junio.

1746. Puerto Príncipe, se concluye hospital de San Lázaro.

1748. Matanzas, primer hospital en una casa de tabla y guano de D. Carlos Tápanes.

1749. Puerto Príncipe, apertura del hospital de San Lázaro. 1750. Llega a Matanzas el cirujano Marcos Lebrum.

Resumen de este período (1701-1750)

La situación de Cuba durante esta primera mitad del XVII fue bastante parecida a la del siglo anterior a causa de las constantes guerras que España sostuvo con varias potencias extranjeras, cuyos navíos hostilizaban nuestras costas. Esto impidió la entrada de europeos con su saber en todas las materias. También contribuyeron al retraso las sequías, las tormentas y las epidemias. El estancamiento y monopolio del tabaco dio motivo a la insurrección de los cosecheros que fueron rudamente castigados. Se estableció la Universidad lo que fue un gran adelanto. Se hizo la muralla, se fundaron varios pueblos, se estableció la compañía del comercio, se construyó el hospital e iglesia de San Lázaro y los primeros hospitales en casas de madera o embarrado, algunos de piedra, en los pueblos del interior. La población de la Isla pasó de los cien mil habitantes, la mitad en La Habana. La política del rey Felipe V fue beneficiosa para las ciencias y las letras.

Tanto en Europa como en España continuaba la división y la lucha de las distintas escuelas médicas. Al médico sangrador sucedió el académico-filosófico. Se propagó el uso de la quina en la fiebre intermitente y de la ipeca, mercurio, opio, ruibarbo y vejigatorios en la neumonía y pleuresía. En México y algunas de las Antillas se empleaba la terapéutica del doctor José Escobar Morales (que murió en la epidemia de fiebre amarilla de Matlazahuatt) en la fiebre amarilla por medio del agua de esclaviosa, alcanforada, de cardo santo y sal volátil. Usaba en "flujos de sangre": vinagre de Castilla, sal de nitro y alcanfor en fomentos sobre la cabeza. En ictericia, sal volátil y azafrán. En delirios, agua de cerezas negras, agua de la epidermis de la canela y jarabe de diacondión. Entre los estudiantes se empezó a utilizar la anatomía de Martínez y la de Winslow. La enseñanza universitaria consistía en lecturas teóricas basadas en las obras de Galeno y en la filosofía aristotélica. La cirugía muy atrasada, apenas se realizaba ninguna operación, los prácticos generales sólo hacían la reducción de alguna luxación y otras operaciones menores. Se sucedían las epidemias de viruela y de fiebre amarilla y malignas. Se restableció el protomedicato con el doctor Francisco Thenessa, etc.

Al empezar el siglo sólo había en La Habana unos 6 facultativos y a mediados del mismo poco más de 20, varios de ellos graduados en La Habana. Empezaron a establecerse en los pueblos del interior. Residieron en La Habana en este tiempo: Marcos Gamboa, Juan G. Castro, Manuel González, Manuel Mendiburi, Francisco Lamy, Francisco González del Álamo, Jacinto Ruiz, Luis Fontayne, Mateo de la Vega, Bartolomé Valdés, Antonio Villa, Bonifacio A. Solano, José Hernández, Ambrosio Medrano, Felipe Acosta, José de Arango, J. M. Aparicio, Esteban A. Valdés, Francisco Villanueva, Felipe Buchtellier, Juan J. Álvarez de Franco, José Coimbra, Julián Recio de Oquendo, José M. Aparicio, Francisco J. Monzón, Esteban de Frías, José Alemán, Agustín Sanabria, Nicolás Rodríguez, Hilarión de Paula, Diego Valdés, Juan T. García, José González Alfonseca, Santiago de Zayas, Felipe Segura, Juan Saco, Miguel Rodríguez, etc.

Continuaban prestando servicio los hospitales de San Felipe y Santiago (San Juan de Dios), Convalescencia de Belén, hospital de mujeres de Paula, de leprosos de San Lázaro. Funcionó por algún tiempo el de la Armada. Se establecieron los primeros hospitales fijos en el interior.

Las Boticas llegaron a seis, muy mal surtidas, por la dificultad de las comunicaciones. En cuanto a las parteras sólo encontramos una señalada en las actas del Cabildo llamada Águeda Vargas.

 

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