Pánico de 1857
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El Pánico de 1857 fue una crisis financiera con origen en los Estados Unidos, causada por el declive de la economía internacional y la sobre-expansión de la economía doméstica. Debido a la interdependencia de la economía mundial en ese momento de los años 1850, la crisis financiera que comenzó a finales de 1857 se convirtió en la primera crisis económica a nivel mundial.[1] En el Reino Unido, el gobierno de Lord Palmerston eludió los requerimientos de la Ley bancaria de Peel (Bank Charter Act) de 1844, que requería la existencia de reservas de oro y plata para respaldar la cantidad de dinero en circulación. Esto fue lo que hizo detonar el pánico en Gran Bretaña.[2] El hundimiento del navío SS Central America contribuyó al pánico de 1857, ya que los bancos de Nueva York estaban esperando un muy necesario cargamento de oro; de hecho, no se recuperaron financieramente hasta después de la Guerra Civil.[3] Comenzando en septiembre de 1857, la crisis financiera no duró mucho; no obstante, la recuperación económica no se dio del todo como ya se ha señalado si no hasta después de la Guerra Civil Estadounidense.[4]
Tras la quiebra de la Ohio Life Insurance and Trust Company, el pánico financiero se expandió rápidamente a medida que otros negocios comenzaron a entrar en quiebra. La industria de los ferrocarriles experimentó una crisis financiera y cientos de trabajadores perdieron sus empleos.[5] Dado que los años anteriores al pánico fueron prósperos, muchos bancos, comerciantes y agricultores habían aprovechado la oportunidad para asumir riesgos con sus inversiones y a medida que los precios del mercado comenzaron a caer, empezaron a experimentar rápidamente los efectos del pánico financiero.[6]