Hoy vamos a visitar uno de los palacios más bonitos y mejor conservados del Reino Unido: el Palacio de Hampton Court.

De estilo Tudor, fue construido en el siglo XVI por orden del Cardenal Wolsey, siendo de todas las residencias que tenía el Rey Enrique VIII, una de sus favoritas y a la que trajo a sus 6 mujeres.

En el siglo XVII se amplió por orden de los Reyes Guillermo III y María II, añadiéndose otro nuevo palacio de estilo barroco y a mediados del siglo XIX, se abre al público gracias a la Reina Victoria.

TIP: Te dejamos estos posts con mapas, vídeos e itinerarios sobre qué ver en Londres en 4 días o si tienes menos tiempo para venir a la capital británica, Londres en 3 días.

Qué ver en el Palacio de Hampton Court

Desde que pones un pie en los terrenos del Palacio de Hampton Court, una imponente entrada de ladrillo rojo te dará la bienvenida y comenzarás tu viaje en el tiempo hacia el siglo XVI.

Pero antes, tienes que ir al edificio que está a tu izquierda para comprar la entrada o recogerla si la has adquirido online, que es lo que te recomendamos nosotros.

Con la entrada, que tienes que guardar durante toda la visita, viene incluida la audioguía, el acceso completo al palacio, los jardines, el parque de juegos infantil Magic Garden y el laberinto.

El Palacio de Hampton Court está abierto a partir de las 10 de la mañana y te vamos a contar un secreto; si tienes suerte te podrás encontrar con el mismísimo Enrique VIII y parte de su Corte. 😇

la corte del rey enrique viii

Y después de estos datos prácticos (pero quizás un poco aburridos), no nos enrollamos más y te contamos todo lo que puedes ver en el Palacio de Hampton Court.

Cocinas de Enrique VIII

Situadas en un lateral del patio principal, se entra a ellas por un estrecho pasillo, que da a una zona más pequeña y donde está la puerta de los comerciantes.

patio-interior en el palacio-hampton-court

Por esta puerta llegaba todo lo necesario para la vida en el palacio y desde allí se distribuía a las distintas cocinas que había, así como a los almacenes y a la bodega.

Podrás ver donde se preparaban y cocinaban todas las comidas; todas menos las del Rey, que tenía una cocina exclusiva para él.

the boiling house

Hay que destacar The Boiling House, donde se cocinaba y preparaba la carne, que se hervía en un gran caldero para elaborar los famosos pasteles de carne y otros platos.

La cocina más grande es The Great Kitchen, donde verás un gran horno de leña, en el que el fuego estaba encendido las 24 horas del día y se asaban grandes cantidades de carne.

la gran cocina en palacio de enrique viii

TIP: Si visitas el palacio en verano, verás en directo como se preparan algunas recetas típicas de la época Tudor.

Apartamentos de Enrique VIII

Y una vez te hayas quedado asombrado con las cocinas, ve a la planta alta del palacio, donde estuvieron las habitaciones privadas de Enrique VIII.

Para empezar la visita de esta zona, sube por una bonita escalera hacia el Gran Salón o The Great Hall.

The Great Hall

Esta sala podríamos decir que era multiusos, ya que servía tanto de comedor diario y para las fiestas, como de escenario de obras de teatro y actuaciones musicales, para entretener al Rey y su Corte.

Cuando estés en ella, levanta la vista para no perderte el impresionante techo hecho en madera y no te vayas sin admirar los magníficos tapices que cuelgan de sus paredes.

the-great-hall-palacio-de enrique-viii

En los meses de verano se hace una representación en la que Enrique VIII está buscando una nueva esposa: Se prepara una gran fiesta, en la que el objetivo es confirmar un acuerdo de boda del Rey con Ana de Cleves, pero el carácter del Rey no está poniendo las cosas fáciles…

No te decimos nada más para que tu veas la obra y descubras el final. 😇

The Great Watching Chamber

Desde el Gran Salón puedes pasar a otra bonita sala llamada The Great Watching Chamber o Sala de Vigilancia, ya que aquí era donde se encontraba la Guardia Real para proteger a la Familia Real, así como también servía para entretener a los invitados más ilustres.

Aunque la sala está vacía, estamos seguros que te asombrará su magnífico techo, decorado con pan de oro, donde aún se puede ver el emblema de Jane Seymour, una de las 6 esposas de Enrique VIII.

The Chapel Royal

Saliendo de esta sala y yendo a la derecha por un pasillo largo, encontrarás la entrada a la Capilla Real.

Esta pequeña capilla, bellamente decorada y que hoy en día se utiliza para servicios religiosos, fue donde en 1540 el Arzobispo Cranmer, entregó al Rey Enrique VIII una carta, acusando de adulterio a su nueva mujer Catherine Howard, la cual fue ejecutada poco después en la Torre de Londres.

En la parte alta de la capilla, hay una pequeña sala donde se sentaba la Familia Real y en este lugar, está la réplica de la corona de Enrique VIII.

Tip: No se pueden hacer fotos dentro de la capilla ni a la corona del Rey.

Después de salir de la Capilla Real, baja hacia el patio del reloj para visitarlo y al acabar, entra por la misma puerta por la que saliste y ve a la derecha para continuar hacia los apartamentos de Guillermo III.

Apartamentos de Guillermo III

Subiendo por la imponente escalinata con su maravilloso mural, llegarás a la entrada de los apartamentos de Estado del Rey Guillermo III.

escalera de acceso a palacio barroco en hampton court palace

King´s Guard Chamber

La primera sala que te vas a encontrar, es la de la Guardia del Rey, donde revisaban que los cortesanos que tuviesen audiencia, fueran vestidos correctamente y se supieran comportar ante el Rey.

Aquí podrás ver una extensa colección de armas colgadas en las paredes.

sala de la guardia del rey de guillermo iii

Presence Chamber

Y una vez que la guardia del rey te dé permiso, entrarás en la Sala del Trono, que, aunque normalmente solía estar vacía, los cortesanos tenían la obligación de hacer una reverencia.

Es una sala sencilla y decorada con grandes tapices, donde verás el trono, aunque no fuese éste dónde solía recibir el Rey.

Privy Chamber

De la Sala del Trono, se pasa a una pequeña sala llamada Privy Chamber donde solo los hombres de Estado y los cortesanos más fieles, se reunían con el Rey.

sala-del-trono

Aquí el trono es más sencillo, ya que la idea era la de dar la sensación de reuniones más íntimas y cercanas.

The Great Bed Chamber

En las 2 siguientes salas, verás 2 camas, pero la primera de ellas no se usaba para dormir, sino para hacer el ritual llamado Levé, donde el Rey era vestido ceremoniosamente delante de unos pocos cortesanos escogidos.

the great chamber en el palacio hampton court

En la planta de abajo del palacio es donde se encuentran las estancias privadas del Rey y una de las primeras que verás, será su estudio, en el que destacan los cuadros colgados con cuerdas, sistema que se usaba para que pudiese cambiarlos de sala cuando quisiera.

estancias privadas de guillermo iii

Saliendo del estudio, llegarás a una terraza interior que tenía una función importante durante todo el año: La Orangerie.

la orangerie de hampton court

La Orangerie

En la Orangerie era donde se guardaban los naranjos en invierno para protegerlos del frío y en verano se usaba de terraza, abriendo las puertas y teniendo acceso al jardín.

Para terminar la visita al Palacio de Hampton Court, atraviesa la Orangerie y entra en el comedor privado del Rey, donde la mesa está puesta como si fuese a comer en cualquier momento.

comedor de guillermo iii en el palacio hampton court

Una vez visites el comedor, dirígete al patio donde tienes el acceso a los jardines.

Jardines del Palacio de Hampton Court

Al salir, estarás recorriendo lo que una vez fueron los jardines privados del Rey Guillermo III y que se extienden a lo largo de 26 hectáreas.

Puedes dar un paseo o descansar bajo la sombra de alguno de sus maravillosos árboles para después ir hacia las puertas de la Orangerie, donde se encontraba el jardín de plantas exóticas de la Reina María II.

Muy cerca hay una serie de pequeños pero bellísimos jardines y para terminar, no dejes de ver la viña más grande del mundo, plantada en 1768 y que todavía hoy da uvas.

jardines-de-hampton-court

Para continuar la visita, sal de los jardines por donde entraste y recorre los patios de ambos palacios, para salir por la entrada principal.

Justo a tu derecha, tendrás un camino que te llevará al Jardín Mágico y al laberinto.

Magic Garden

El Jardín Mágico es un parque infantil interactivo, inspirado en la historia del Palacio de Hampton Court y está construido sobre el terreno donde Enrique VIII disfrutaba de las Justas.

Magic Garden o jardín mágico palacio hampton court

Si viajas con los peques, estamos seguros que se lo pasarán bomba, ya que está dividido en varias zonas con distintas actividades para niños de todas las edades.

Maze

Aunque no es muy grande, tiene el título de ser el laberinto de setos más antiguo del mundo, ya que fue plantado hace más de 300 años para divertimento del Rey Guillermo III y su Corte.

Por supuesto, una vez que llegues al centro, que puede no parecerte muy difícil, tienes el reto de volver a salir por donde entraste.

laberinto en hampton court palace

Tip: Justo al lado del centro hay una salida “de emergencia” 😃 por si no te apetece dar más vueltas.

Nosotros te recomendamos que pruebes suerte y aunque reconocemos que conseguimos llegar al centro y salir por donde teníamos que salir, dimos bastantes vueltas y pasamos un rato divertido.

Como llegar al Palacio de Hampton Court

Si estás de vacaciones en Londres, te recomendamos visitar este magnífico palacio y sus jardines, ya que se encuentra muy cerca de la ciudad y es perfecto para pasar un día en familia.

Puedes llegar en tren desde la estación de Waterloo, que tarda unos 40 minutos.

Desde la estación de Hampton Court, tienes que caminar unos 5 minutos, cruzando el puente que verás nada más salir de la estación, para entrar en los terrenos del palacio.

jardin en hampton court palace

TIP: Si viajas en tren, con el billete y el cupón del descuento del 2×1, te ahorrarás una entrada de adulto.

Donde comer en el Palacio de Hampton Court

Dentro del palacio hay varios restaurantes y cafeterías, donde puedes comer algo e incluso tomar el té tradicional inglés con sándwiches y pasteles.

Como es de esperar de un palacio, no es barato, pero comimos bastante bien y nos sirvió para hacer un descanso y reponer fuerzas antes de continuar la visita.

Más pronto o más tarde, tendrás que volver a la época moderna y dejar el Palacio de Hampton Court para volver a casa, pero seguro que esta experiencia no la olvidarás fácilmente.

Y si quieres seguir teniendo experiencias iguales o mejores que ésta cada semana, puedes suscribirte al blog para no perderte ninguna de ellas. 😉

 

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