Este espectacular palacio se encuentra en el sur oeste de la ciudad. En un entorno idílico rodeado de espectaculares jardines y zonas verdes. Para visitar el Palacio de Hampton Court puede coger un tren en la estación de Waterloo que tarda 40 minutos en llegar a la estación Hampton Court que se encuentra justo al lado de Palacio.
El palacio fue mandado a construir por el Cardenal Wolsey pero a Enrique VIII le encantó y acabó comprándoselo. Aquí estuvieron viviendo sus 6 mujeres y era uno de sus palacios favoritos. Por eso lo dotó con una gran cocina, una buena bodega y los jardines que estaban de moda en ese momento. Era más que una casa, era un hotel, un lugar de ocio donde podía mostrar su extravagancia.
Cuando Guillermo III y Maria II subieron al trono en 1689 le encargaron a Cristopher Wren que remodelara el palacio con el estilo barroco de la época. Es la reina Victoria la primera que lo abre al público en 1838, y desde entonces ha atraído a multitud de turistas que lo visitan cada año.
Tal palacio no podía librarse de los fantasmas y al parecer en el aniversario de su muerte se puede ver a la tercera mujer de Enrique Jane Saymour pasear por sus estancias.
Las partes más destacadas de la casa que se pueden visitar son:
LAS COCINAS DE ENRIQUE viii
Se crearon para alimentar la gran corte con la que iba el rey. Se convirtió en una gran industria alimentaria que podía dar 1600 comidas al día. Se puede ver como era el proceso de almacenaje de tantos alimentos y el cocinado.
LA CAPILLA REAL
Es uno de los pocos lugares del palacio donde no se pueden sacar fotografías. Que ha estado en uso desde la época de Enrique VIII, llama la atención su techo decorado en azul y dorado con ángeles que sujetan espadas o trompetas ¡menuda combinación!
LOS APARTAMENTOS DE GUILLERMO III
la parte que mandó reformar este rey a Sir Christopher Wren. La visita empieza por la escalera del rey, donde nos podemos imaginar lo impresionados que quedaban los visitantes al palacio cuando llegaban a este lugar. Después se encuentra el salón de audiencia del rey, el salón comedor. A continuación hay varias habitaciones cada vez más pequeñas y más privadas a las que solo podían acceder el entorno más cercano del rey y la reina.
LOS JARDINES
En un palacio tan lujoso no podía faltar los jardines, actualmente un total de 16, entre los que se encuentra un viñedo con el que se elaboraba un vino especial para uso de la familia real. Dentro de ellos destaca el Jardín de la gran fuente reformado en 1689 sobre los terrenos de caza de la época de Enrique VIII. El jardín privado que tiene un paseo central y una fuente. Y nuestro favorito, el jardín del estanque, mucho más pequeño y con multitud de detalles.
Como dato curioso contar que el rey Jorge III no le gustaba este palacio y decidió dividirlo en diferentes estancia y cederlo a familias que habían hecho alguna aportación a la monarquía. La mayoría de sus habitantes eran mujeres solteras o viudas de guerra. Los últimos habitantes del palacio estuvieron viviendo aquí hasta 1980.
Como dato curioso contar que el rey Jorge III no le gustaba este palacio y decidió dividirlo en diferentes estancia y cederlo a familias que habían hecho alguna aportación a la monarquía. La mayoría de sus habitantes eran mujeres solteras o viudas de guerra. Los últimos habitantes del palacio estuvieron viviendo aquí hasta 1980.
La entrada cuesta 24,5 libras. Está incluida en la tarjeta London Pass. Y también puedes comprar una tarjeta conjunta (membership) que vale para un año y te incluye la entrada a este palacio, el de Kensington, la Torre de Londres, Kew Palace y la Banqueting House.
El precio es caro pero tiene para visitar un día completo. Si hace buen tiempo puedes llevar algo para comer y disfrutar de sus jardines, aunque cuenta con cafetería y restaurante.
Si tienes cualquier duda sobre como visitar el Palacio de Hampton Court déjanos un comentario.
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