Palacio de Buckingham, detalles de su interior

Pues, además de ser la residencia oficial de la monarquía inglesa en Londres, el Palacio de Buckingham es también la sede administrativa, y quizás más aún, la fachada más famosa de cualquier edificio del mundo.

Este fastuoso edificio tiene en total 775 habitaciones. Entre ellas se incluyen 19 salas de Estado, 52 habitaciones reales, 188 habitaciones para el personal que trabaja en el Palacio, 92 oficinas y 78 baños. Este palacio cuenta con 108 metros de largo y 120 metros de profundidad, incluyendo el patio central, así como 24 metros de altura.

Pero Buckingham es, como ves, más que una simple residencia de reyes, es el centro de trabajo de la monarquía constitucional británica. Alberga las oficinas en las que trabajan la Reina de Inglaterra y el Duque de Edimburgo, así como todo su personal. También es el lugar de celebración de las grandes ceremonias reales, las visitas de Estado y las investiduras y todos aquellos actos que sean organizados por la casa real inglesa.

Por otra parte, aunque interiormente está decorado y amueblado con preciosas obras de arte que forman parte de la colección real, por cierto una de las principales colecciones de arte del mundo, no está considerado ni como galería de arte ni como museo.

Eso si, más de 50.000 personas visitan cada año el Palacio como invitados a banquetes, almuerzos, cenas y recepciones. Para aquellos que reciben una invitación para visitar el Palacio de Buckingham, lo primero con lo que se encontrarán será el Gran Hall y las escaleras de mármol de la Gran Escalinata. En las paredes grandes retratos aparecen fijados, entre ellos los de la reina Victoria.

Un poco más allá se sitúa el Salón del Trono, a veces utilizado como salón de baile. Está dominado por un arco apoyado sobre un par de alas que simulan el símbolo de la victoria. Es aquí donde, en ocasiones especiales, la reina recibe a las visitas distinguidas o se hacen fotografías de boda. Es la sala más grande del Palacio, y fue mandada construir por la reina Victoria en 1853, e inaugurado en 1856, en memoria del final de la guerra de Crimea.

A lo largo de la Galería de Oriente es por donde la reina lleva a sus invitados hasta el Salón de Baile, donde se celebran normalmente los grandes banquetes. El Salón de Baile, por otra parte, se suele usar cada vez que la reina debe realizar un banquete importante a algún alto cargo, o un dignatario personaje que visite el Palacio. Durante su historia se ha usado para albergar conciertos o investiduras reales.

Desde el Salón de Baile accedemos a la West Gallery, con cuatro hermosos tapices, que nos conducirán a los Jardines de 1868. Otra importante sala de almuerzo se halla al oeste del Palacio. Muchas personas distinguidas han cenado en esta sala, tanto reyes, presidentes como ministros.

El Palacio también alberga el Salón Azul, donde en mayo de 1838 se celebraron los fastos para organizar la coronación de la antes nombrada reina Victoria. Otra sala es la de Música, entre el jardín y el Salón Azul. Precisamente en esta sala de música fueron bautizados por el Arzobispo de Canterbury el príncipe de Gales, el Duque de York y el príncipe Guillermo.

El Salón del Norte es el último de los grandes salones del Palacio. También ha servido como lugar de recepciones reales. Originalmente fue concebido como parte de los aposentos privados de Jorge IV.