Alerta en el palacio de Buckingham. A su majestad Isabel II, que las ha visto de todos los colores durante su largo reinado, solo le falta que la justicia impute a uno de sus hijos por abuso sexual de menores.
Y, salvo una enmienda judicial, a esta horrenda circunstancia abrió este miércoles las puertas un magistrado del tribunal federal de Nueva York.
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El juez Lewis Kaplan hizo caso omiso a los argumentos del príncipe Andrés de Inglaterra, de 61 años, denegó su petición de archivo y autorizó que siga adelante la denuncia que planteó contra él Virginia Giuffre.
Es una de las adolescentes captadas por el millonario pederasta Jeffrey Epstein y su asociada Ghislaine Maxwell, recientemente hallada culpable por una retahíla de conflictos y cuyos letrados han solicitado que se declare nula la vista al descubrirse que un jurado ocultó que había sufrido abusos.
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Giuffre denunció que Epstein, que se suicidó en una prisión de Manhattan en agosto de 2019, y Maxwell, la forzaron y abusaron de ella hace dos décadas. A su vez, la obligaron, bajo amenazas veladas o no tanto, a mantener relaciones sexuales con el duque de York cuando tenía 17 años. Formuló su denuncia el pasado 9 de agosto por un asunto que, además, le infligió dolor de manera intencional y le provocó estrés emocional.
El equipo legal del príncipe Andrés esgrimió un acuerdo de 2009 por el que, a cambio de medio millón de dólares, Giuffre se comprometió con el magnate a poner fin para siempre a todas las acciones legales contra él y “cualquier otra persona o entidad que pudiera haber sido incluida como potencial acusado”. El miembro de la realeza británica no fue mencionado en ese acuerdo. Andrés era uno de los habituales en las fiestas que organizada Epstein y uno de los pasajeros en su avión, conocido como el Lolita Expres . Si bien el juez en su decisión no entra en el fondo de las reclamaciones de Giuffre, si descarta uno a uno todos los argumentos de los abogados defensores.
El juez avala que se investigue por la ambigüedad de un pacto de la víctima con Jeffrey Epstein
Respecto a la cuestión principal, ese acuerdo suscrito por la denunciante y Epstein en el que se incluye la exoneración de otros posibles acusados, el magistrado señaló que ese lenguaje se puede interpretar al menos de dos formas razonables. “El acuerdo es ambiguo. Si se hubiera escrito de manera más clara no habría debate, pero está lejos de ser evidente”, indicó.
La resolución del juez Kaplan supone otro duro golpe para el segundo hijo de la reina Isabel II. Su reputación ha caído en la ignominia por su relación con el tándem Epstein-Maxwell.
El príncipe Andrés junto a la demandante Virginia Giuffre y detrás Ghislaine Maxwell, cuando ocurrieron los presuntos abusos sexuales del hijo de Isabel II a Giuffre, entonces menor de edad
Los procesos penales contra esta pareja significó un ataque a fondo en la reputación del duque de York. Maxwell fue hallado culpable recientemente de cinco cargos por captar a niñas, de las que abusó personalmente y a las que manipuló para que Epstein y sus amigos disfrutaran de ellas bajo el gancho de darles un porvenir.
Giuffre sostuvo que el príncipe Andrés “transpiraba profundamente sobre mi”, la noche en que tuvieron un encuentro en un club de Londres, donde supuestamente se produjo el abuso sexual. Andrés replicó que ese día acudió a una fiesta con su hija Beatrice y que pasó la noche en casa, con sus hijos.
Durante la vista celebrada a principios de mes, el juez ya dio a entender que descartaba la consideración de la defensa de que las acusaciones de Giuffre resultaban ser demasiado vagas. Se reafirmó este miércoles.
“La denuncia de Giuffre no es ni ininteligible, ni vaga, ni equívoca”, señaló Kaplan. “Alega una incidencia discreta de abusos sexuales en tres circunstancias particulares. Identifica a aquellos a los que atribuye esos abusos”, subrayó.
Un magistrado de Nueva York no entra en el fondo pero descarta todos los argumentos de archivo
También avaló la vinculación de las presuntas agresiones a la imposición intencional de la angustia emocional que le supuso ser forzada. Y denegó que se vulnerarán derechos constitucionales por haberse prolongado debido a la pandemia el periodo para alcanzar la prescripción de los delitos.
El caso de Giuffre contra el príncipe Andrés ha ganado en relevancia pública al considerarse que es el paso siguiente de la justicia en la trata de tráfico sexual de Epstein.