Lucha por el fiordo

La batalla de Narvik: la primera derrota de Hitler en Noruega

De abril a junio de 1940 británicos y noruegos lucharon por proteger el vital puerto de Narvik del ataque de Alemania, en un duro combate librado por tierra y mar que se saldó con la retirada de los nazis.

Bundesarchiv Bild 183 2005 1202 500, Norwegen, bei Narvik, Gebirgsja¨ger

Bundesarchiv Bild 183 2005 1202 500, Norwegen, bei Narvik, Gebirgsja¨ger

Soldados alemanes hacen un descanso en abril de 1940 durante un alto en la lucha contra los noruegos.

Con la invasión de Polonia en septiembre de 1939, Hitler prendió la mecha de la que sería la guerra más devastadora del siglo XX. Tras conquistar el país en una fulgurante campaña donde que contó con el apoyo de la Unión Soviética, el dictador alemán puso sus miras en el norte de Europa.

Concretamente en Noruega, país del que se importaba el hierro esencial para la maquinaria bélica del Tercer Reich, y desde cuya costa sus submarinos podrían amenazar al tráfico comercial británico.

Para conseguirlo se ideó el plan Weserübung, una atrevida operación que pretendía ocupar por sorpresa las neutrales Dinamarca y Noruega sin mediar declaración de guerra. La conquista de la primera se llevaría a cabo mediante un ataque por tierra sobre la península de Jutlandia, en la que los flamantes panzers alemanes no tendrían rival.

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La captura del segundo objetivo por otra parte se conseguiría mediante un ataque en dos fases: un primer desembarco en los principales puertos del país, seguido por la llegada de refuerzos por mar una vez se hubieran asegurado los muelles y los aeródromos costeros.

La conquista de Narvik

Situada en el extremo norte de Noruega, el puerto de Narvik era uno de los objetivos principales de la invasión, al ser uno de los pocos puertos libres de hielo durante todo el año gracias al efecto cálido de la Corriente del Golfo. Además, la ciudad estaba conectada por ferrocarril con las minas de hierro de Suecia, lo que la convertía en un premio muy apetitoso pese a su remota situación.

UK NWE Norway 2

UK NWE Norway 2

Al ser el único puerto noruego abierto todo el año con conexión a las minas de hierro de Suecia, Narvik (arriba) era un objetivo fundamental de la invasión alemana. 

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Hitler confió tan vital misión a los 2.000 soldados de élite de la división alpina mandada por el general Eduard Dietl, que serían escoltados por diez destructores y protegidos de posibles ataques británicos en alta mar por los cruceros Hipper, Schanhorst y Gneiseneau. Churchill, en efecto estaba dispuesto a impedir la captura de tan vital puerto, que ya había sido minando sin éxito al principio de la guerra, por lo que el desembarco se debería realizar rápidamente antes de que la Royal Navy pudiera acudir al rescate de los noruegos.

La invasión se puso en marcha cubierta por la niebla el 7 de abril, dividida en cuatro columnas navales que partieron de Alemania rumbo a la costa occidental noruega, mientras una quinta flota se dirigía hacia Oslo. Gracias al exceso e confianza de los británicos, la travesía se realizó sin complicaciones, con la destrucción del destructor inglés Glowworm como único incidente.

Glowworm deploying smoke

Glowworm deploying smoke

El destructor británico Glowworm cruza frente a la proa del Hipper poco antes de ser hundido por los alemanes

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El convoy de Narvik llegó finalmente a su destino el 9 de abril, donde se topó con los patrulleros Eidsvold y Norge. Desconocedores de que se encontraban en guerra, los noruegos no abrieron fuego de inmediato, ocasión que aprovecharon los alemanes para acercarse y disparar sus torpedos contra el Eidsvold, cuya munición estalló partiendo al buque por la mitad. Atracado todavía en el muelle, el Norge respondió con sus cañones, pero fue torpedeado y también se fue a pique.

Cogida por sorpresa, la guarnición noruega del coronel Konrad Sundlo no pudo oponer resistencia al desembarco alemán, y muchos fueron capturados por desarmados y a medio vestir. Sundlo entregó la ciudad ese mismo día sin combatir, al tiempo que lo que quedaba de sus hombres se echaba al monte para hacer la guerrilla al invasor.

El contraataque británico

No por haber tomado Narvik estaba asegurada la posición alemana, como se demostró esa misma noche, cuando la escuadrilla de cinco destructores ingleses del comodoro Bernard Warburton-Lee penetró en el fiordo a las cuatro de la madrugada, y hundió tes buques de guerra alemanes antes de que estos pudieran reaccionar.

Narvik harbor in 1940 with broken German Destroyer

Narvik harbor in 1940 with broken German Destroyer

Destructor alemán inutilizado en la costa de Narvik.

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Tras dar este hábil golpe, Lee emprendió la huida bajo una lluvia de fuego procedente de los cañones costeros, pero en mitad de la ría vio su retirada cortada por otros cinco destructores enemigos. Ambas flotillas entablaron combate inmediatamente en la negrura de la noche, y una de las primeras salvas se llevó por delante a Lee y toda su plana mayor al impactar en el puente del HMS Hardy.

Sin desmoralizarse por la pérdida de su comandante, los británicos continuaron con su huida hacia adelante, intercambiando torpedos y cañonazos mientras navegaban hacia la entrada del fiordo. En el combate se perdieron los destructores Hardy y Hunter, pero sin apenas combustible los alemanes no pudieron perseguirles, y las tres naves supervivientes escaparon hundiendo de paso un mercante alemán cargado de munición.

Narvik

Narvik

El puerto de Narvik en una fotografía de los años previos a la guerra.

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Este primer ataque había sido una simple incursión nocturna, pero Churchill estaba decidido a recapturar Narvik, de modo que reunió una poderosa escuadra formada por el acorazado Warspite, nueve destructores y el portaaviones Furious, que debían limpiar la zona de naves fascistas antes de la llegada de una fuerza de desembarco que uniría fuerzas con los noruegos.

Mandada por el almirante William Whitworth, la escuadra británica alcanzó la costa de Narvik la mañana de 13 de abril, iniciando su ataque a las 12:30 contra una reforzada flotilla alemana que sumaba ocho destructores y dos submarinos bajo Erich Bey.

HMS Warspite, Norway 1940

HMS Warspite, Norway 1940

El Warspite abre fuego contra un destructor alemán en los primeros momentos de la batalla. La superior potencia de fuego de este acorazado y el apoyo de los aviones del Furious marcaron la diferencia en el combate del 13 de abril.

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Con sus torpederos en vanguardia Whitworth se adentró en el fiordo desplegando los hidroaviones swordfish del Warspite para que informaran de la posición del enemigo. Su primera víctima fue el submarino U-64, descubierto en superficie y hundido por los aviones, acompañado al poco por por el destructor Koelner, emboscado en el puerto de Djupvik.

Battle of Narvik with several ships on fire at the harbor

Battle of Narvik with several ships on fire at the harbor

Buques alemanes en llamas tras la batalla. De los ocho destructores y dos submarinos alemanes solo se salvó uno de estos últimos, que se sumergió para escapar a mar abierto.

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El combate principal se libró entonces frente a Narvik, donde los destructores alemanes presentaron batalla con su torpedos y artillería. Apoyados por los bombarderos del Furious, los británicos tenían ventaja numérica y de potencia de fuego, por lo que si bien tres de sus destructores sufrieron graves daños, la batalla se saldó con el hundimiento de toda la flotilla alemana. De manera sorprendente, el almirante no ordenó tomar la ciudad tras una victoria tan completa, sino que se retiró, dando tiempo a los nazis para desmontar los cañones de sus naves hundidas y montar con ellos una potente batería naval.

El pulso por Narvik

La retirada de la flota británica fue sin duda un alivio para los alemanes, pero lo cierto es que su situación era crítica. Pese a que 2.600 marineros se unieron a las tropas de montaña de Dietl, este solo controlaba un pequeño territorio alrededor de Narvik, y solo podía recibir suministros por aire.

British troops with French Hotchkiss H39 tanks in Steinland, Norway, 1940  N229 (1)

British troops with French Hotchkiss H39 tanks in Steinland, Norway, 1940 N229 (1)

Soldados británicos fotografiados junto a un tanque Hotchkiss H39 francés en la isla de Steinland. La fuerza de desembarco era un contingente multinacional formado por británicos, franceses y supervivientes polacos de la invasión nazi de 1939.

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De hecho, los nazis se encontraban cercados por 8.000 noruegos mandados por el general Carl Gustav Fleischer, a quienes se les unieron en mayo los batallones británicos, franceses y polacos de la fuerza de desembarco. El lazo se fue estrechando, y con el regreso de la Navy se lanzó una atrevida operación anfibia (apoyada por los polacos desde el interior), que logró tomar el pueblo de Bjerkvik al norte de Narvik.

The British Army in Norway April   June 1940 N160

The British Army in Norway April June 1940 N160

Soldados franceses (izquierda) y noruegos (derecha) fotografiados durante la ofensiva que llevaría a la liberación de Narvik en mayo de 1940. 

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La superioridad naval aliada era total, y con la llegada a la zona de los modernos portaaviones Ark Royal y Glorious, los aliados consiguieron también el control del aire. Para no correr el riesgo de quedar rodeados en Narvik, los alemanes empezaron a retirarse siguiendo el ferrocarril hacia Suecia, de modo que cuando los franceses cruzaron el fiordo Rombak el 28 de mayo para atacar la ciudad solo se encontraron con una resistencia esporádica por parte de unidades de retaguardia. La ciudad fue liberada, y en represalia la Luftwaffe la arrasó con bombas incendiarias a principios de julio.

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Sin embargo esta pequeña victoria fue eclipsada por la tremenda derrota aliada en Francia, donde los alemanes se habían abierto paso por las Ardenas, aislando a los aliados en Bélgica y capturando a un millón y medio de franceses. La caída de Francia daba un vuelco a la situación estratégica, y los aliados se retiraron de vuelta a Gran Bretaña para defenderse. Abandonados por sus aliados, a los noruegos no les quedó más remedio que rendirse, y Narvik se rindió a los nazis el 7 de junio.