El legado millonario y emocional de Pitita Ridruejo: amiga de presidentes e intelectuales y hasta militante de la Virgen Mar�a

"Pitita era soriana, castellana y austera", cuenta uno de los amigos que todav�a llora su muerte.

Resulta dif�cil clasificar a este personaje �nico, hija de una importante familia de banqueros, fervorosa creyente, militante de la Virgen Mar�a, en cuyas apariciones a miles de videntes, Pitita participaba emocionada. Aunque viv�a en un palacio, ocup� un lugar permanente en las revistas del coraz�n, recibi� premios internacionales como la mujer m�s elegante del momento y fue miembro activo de la aut�ntica jet set, la que viajaba por el mundo sin patrocinios ni fines publicitarios. Fue invitada por Isabel II a pasar fines de semana en Windsor, la espa�ola que alternaba con los presidentes de Estados Unidos y la dama de sociedad que compart�a mesa con Lola Flores y Gunilla von Bismarck, en las juergas de la Marbella dorada.

Seguramente, el mayor atractivo de Pitita, nacida Esperanza Ridruejo Brieva en Soria, en 1930, ha sido este mar de paradojas: millonaria, mundana, generosa, exquisita, cat�lica, humanitaria, afectuosa, cercana y apost�lica romana. Tanto, que un d�a que deb�a recibir en Madrid a su �ntima amiga Pat Kennedy, hermana del presidente asesinado, del aeropuerto la llev� directamente a un congreso eucar�stico en C�rdoba y all�, en lugar de alojarse en el excelente parador de la ciudad, se quedaron en una posada, "que era m�s acorde con el esp�ritu de la jornada". Parece que Pat Kennedy no compart�a tanta humildad, pero aguant� el fin de semana piadoso con resignaci�n.

Aunque austera y castellana, en el vestidor de Pitita colgaban modelos exclusivos de Givenchy, Balenciaga, Pedro Rodr�guez o Elio Berhanyer, alguno de los cuales forman parte de la colecci�n del Museo del Traje de Madrid. Hasta que un d�a consider� "una pesadez y esclavitud" vestir siempre de alta costura para mantenerse en lo m�s alto de la lista de elegantes, cuando ella llevaba la elegancia por dentro y por fuera con cualquier traje sencillo.

Pitita deja un legado importante. Desde una gran fortuna en acciones y patrimonio inmobiliario en Madrid, hasta una historia personal, �nica y atractiva que merece la pena ser contada en muchas m�s de las 265 p�ginas que re�nen sus Memorias de Pitita, editadas por Temas de Hoy en 2002.

Palacio en el barrio de los Austrias

Esperanza y su marido, Mike Stilianopoulos, el financiero filipino de origen griego designado por el presidente Ferdinand Marcos embajador en Reino Unido y Espa�a, compraron en los a�os 70 un caser�n-palacio en la calle de Fomento, en pleno barrio madrile�o de los Austrias, reconstruido por ellos mismos en una remodelaci�n espectacular. Hoy, la casa, llena de muebles de �poca, obras de arte y antig�edades, tiene un valor incalculable. Contaba Umbral, amigo y creador del personaje literario de Pitita, que cuando visitaba al matrimonio, Mike estaba cubierto de polvo dirigiendo a los alba�iles en el piso del tejado, en el que habilitaron tres pisos para sus hijos, Ana, Carlos y Claudia. En ocasiones, alquilaron alguno de esos apartamentos para sus amigos. Uno de ellos fue Gustavo de Ar�stegui, ex diputado del Partido Popular y ex embajador en la India, cuando se rompi� su primer matrimonio.

En el bajo del palacio est� El Caf� de Chinitas, propiedad de los padres de Fernando Verdasco, que unos metros m�s all� son due�os tambi�n del restaurante de cocidos La Bola.

En una ocasi�n, Pitita asegur� que el arrendamiento del Caf� era baj�simo y que, inexplicablemente, ella se hac�a cargo de muchos de los gastos del consumo. "Es que yo no entiendo nada de estas cosas. Cuando finalice el contrato, que hagan uno mejor".

Los Verdasco han enviado una gran corona de flores al velatorio de Pitita, "con la que ten�amos una gran relaci�n", cuenta a LOC alguien de la familia. "Aqu� vino a celebrar el cumplea�os de una de sus hijas con su nieta, era una gran se�ora".

La hospitalidad de Pitita se extend�a al m�s all�.

A los almuerzos y cenas a los que asist�a lo mejor de la sociedad de Madrid, adem�s de Umbral y su esposa, Mar�a. En la capilla del palacio de Fomento se celebraron misas funeral por almas tan diversas como la de Blas Pi�ar, el ultraderechista dirigente de Fuerza Nueva, la de la madre de la contertulia de S�lvame Mila Xim�nez, la del pr�ncipe Kardam de Bulgaria o la de Francisco S�nchez-Ventura, hermano del que fue ministro de Justicia a la muerte de Franco y que se consideraba "guerrero de la Virgen" y firme creyente, como Pitita, de las apariciones de la madre de Cristo.

Esas misas estaban oficiadas siempre por el padre Ra�l, en lat�n y siguiendo el rito antiguo y preconciliar. Al sacerdote, tan cercano a su madre, le buscaron los hijos de Pitita cuando ella falleci�, pero estaba en Brasil y no pudo asistir en los primeros oficios f�nebres.

Familia de financieros

En el funeral en 2016 por Mike, su marido durante 60 a�os, Pitita ech� de menos la presencia de Isabel Preysler, que, al parecer, en ese momento asist�a a un desfile de moda. Pitita conoci� bien y trat� de cerca a la familia Preysler Arrastia, miembros como ella de la alta sociedad de Manila (Filipinas). Pitita siempre tuvo buenas palabras para esa familia y desminti�, cuando tuvo ocasi�n, historias falsas sobre los or�genes humildes de Preysler, de la que se lleg� a decir sin fundamento alguno que hab�a llegado a Espa�a para trabajar cuidando ni�os.

Tanto Epifanio Ridruejo, padre de Pitita, como su hermano fueron importantes financieros en Soria, asentados m�s tarde en Madrid, donde llegaron a los puestos m�s altos de Banesto y del Banco Central.

Mario Conde, siendo ya presidente de Banesto, se interes� por el futuro de Carlos Stilianopoulos, el �nico hijo var�n de Pitita, estudiante de econom�a y finanzas en una universidad brit�nica. "Tu padre fue una persona admirable que dio nueva vida a Banesto... El nieto de don Epi tiene que trabajar en el Banco, dile que venga a verme a su regreso de Inglaterra", le dijo Conde a Pitita en una cena en honor al presidente de Portugal en el palacio de El Pardo. Carlos Stilianopoulos acab� siendo un alto ejecutivo de Caja Madrid y Bankia en tiempos de Rodrigo Rato, pero dej� la entidad en 2013 para trabajar por su cuenta.

Los tres hijos de Pitita y Mike han vivido siempre con gran discreci�n, aunque no han podido evitar figurar en la cr�nica social. La primera esposa de Carlos fue Gracia Abascal Valdenebro, una sobrina de Naty Abascal, y su boda en Sevilla fue un gran acontecimiento social.

Ana, la mayor, se cas� con Rafael Calleja, Koke, un aficionado al polo y a los caballos, divorciado de Paloma de la Concha, hija del que fuera s�ndico de la Bolsa de Madrid. Calleja, simp�tico y muy popular en Marbella, donde viv�a, fue concejal del Ayuntamiento de Juan Antonio Roca y Marisol Yag�e y acab� procesado en el caso Malaya, aunque no ingres� en prisi�n.

Claudia, artista y pintora de �xito, estuvo casada con el escultor Juan Garaiz�bal, que posteriormente se cas� con la influencer Mar�a Le�n, en un matrimonio que dur� poco.

A Pitita le hubiera gustado estar presente en su propio funeral. En el fondo, disfrutaba tanto en la capilla de su casa siguiendo la misa en lat�n, como en los salones de los que fue la gran dama.

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