Así luce Claudia Rose, la bellísima hija de Michelle Pfeiffer que rechaza Hollywood

Michelle Pfeiffer es sin dudas una de las estrellas más queridas, talentosas e icónicas de Hollywood. A lo largo de su amplia carrera, ha participado de una enorme cantidad de producciones, aunque en este caso nos meteremos de lleno en su vida privada para conocer a su hija mayor: la hermosa Claudia Kelley.

Con 30 años y un perfil muy bajo, Claudia Rose Kelley es la hija mayor que Michelle Pffeifer adoptó cuando tenía apenas dos meses de relación junto a su esposo, el productor David E. Kelley. Fue fruto de un amor que la actriz no quería privarse.

Corría el mes de marzo de 1993 cuando la pequeña llegó a la vida de la pareja, aunque cabe aclarar que la intérprete de Gatúbela en las películas de Batman de Michael Keaton había iniciado el proceso de adopción muchísimo antes de iniciar una relación con Kelley.

Cabe destacar que Claudia fue bautizada a los pocos meses, cuando Michelle Pfeiffer y su esposo tuvieron su soñada boda (fue el mismo día). Nueve meses después nacería el hijo biológico de la pareja, John Henry.

La hija de la actriz fue el cambio que la estrella necesitaba para darse cuenta que estaba lista para formar una familia, por eso no perdió la oportunidad cuando el productor se lo propuso. Pero, más allá de su fuerte exposición pública, ha logrado mantener a sus hijos lejos del foco mediático.

Una de las últimas veces que Claudia se mostró en público fue durante los Oscar de 2010, el día que descubrió la estrella de la actriz en el Paseo de la Fama. Al crecer, la joven estudió literatura y lenguas extranjeras en la Universidad de Princeton, además de realizar una maestría en literatura rusa en la Universidad de Columbia.

La joven es constantemente presumida por su madre en redes sociales. Todo esto generó gran sorpresa en sus fanáticos y seguidores, ya que la chica no se dejaba ver por las cámaras desde hace ya muchos años.

Como mamá orgullosa, Michelle Pfeiffer habló en más de una oportunidad sobre las virtudes y el talento de Claudia, la cual se tomó muy en serio su educación y sus ganas de crecer por vuelo propio. De hecho hace muy poco se especializó en lenguas esclavas, otra formación académica que denotan por dónde irá su profesión.

"No hay nada normal en mi niña. Ella es una fuerza a tener en cuenta y un ser humano asombroso. Quería que fuera una joven realmente independiente y franca, ¡y seguro que lo entendió!", dijo tiempo atrás.