Tal día como hoy
en 1972 un acto terrorista ensombrecía unos Juegos Olímpicos con vocación reconciliadora. El entonces presidente del Comité Olímpico Alemán, Willy Daume, había querido llevar los juegos a Alemania para dar la imagen de un país abierto y soñaba con un certamen que contrastara con los Olímpicos de Berlín de 1936, organizados e instrumentalizados por los nazis.
Lo que acabó viendo el mundo en sus televisiones fue muy diferente a su deseo. Crédito: Keystone/Getty Images
La idea de los Juegos abiertos y alegres hizo que las medidas de seguridad se relajasen. Todo marchó como lo había soñado Willy Daume hasta el undécimo día de los Juegos, en la madrugada del 5 de septiembre, cuando
un comando de la organización terrorista palestina Septiembre Negro irrumpió de madrugaba donde se alojaba la delegación deportiva israelí. Crédito: AFP/AFP via Getty Images
Los terroristas asesinaron en las dependencias de la Villa Olímpica al levantador de pesas Yossef Romano y al luchador Mosche Weinberg y tomaron a otros nueve deportistas israelíes como rehenes.
Algunos de ellos eran hijos de supervivientes del Holocausto. Comenzaban 21
horas de caos que terminaron en un intento fallido de rescate por parte de la policía de Alemania Occidental. Crédito: -/EPU/AFP via Getty Images
Las 36 horas siguientes fueron una pesadilla con desenlace trágico en el que
murieron los otros nueve rehenes y un policía alemán en un fallido intento de rescate que el canciller de la época, Willy Brandt, calificaría de "perturbador ejemplo de la incompetencia alemana". A partir de ese fracaso con audiencia mundial, se incorporaron entrenamientos específicos para situaciones similares en la formación de los agentes.
Crédito: Keystone/Getty Images
Crédito: Keystone/Getty Images
Alemania no estaba preparada para un acto terrorista de esas características y los juegos quedaron tocados, aunque continuaron sin la delegación israelí y las de algunos otros países. En la imagen, la atleta Esther Roth-Shachamorov,
una de las supervivientes de la masacre de Múnich. Crédito: JACK GUEZ/AFP via Getty Images
Los agentes alemanes no lograron salvar a ninguno de los rehenes, solo abatieron a cinco de los secuestradores.
Fue el primer acto terrorista al que el mundo asistió frente a su televisor y entre sus consecuencias tuvo la de que se reforzaran las medidas de seguridad en los juegos y otros grandes eventos deportivos. En la imagen, un homenaje en 2012 en Nueva York a las víctimas de la masacre de Múnich. Crédito: AFP/AFP via Getty Images
Las once víctimas fueron David Berger, Ze’ev Friedman, Yoseff Gutfreund, Moshe Weinberg, Yoseff Romano, Mark Slavin, Eliezer Halfin, Yakov Springer, Andre Spitzer, Amitzur Shapira and Kehat Shorr.
Estas son sus historias.
En la imagen, el recuerdo a los atletas fallecidos en los actos del 40 aniversario de la masacre celebrados en Múnich, Alemania. Crédito: Thomas Niedermueller/Getty Images
En la imagen, el recuerdo a los atletas fallecidos en los actos del 40 aniversario de la masacre celebrados en Múnich, Alemania. Crédito: Thomas Niedermueller/Getty Images