Angustias le miró muy contenta, y dijo con noble fogosidad: -No estoy arrepentida de aquella acción; pues si mucho le admiré a usted al verlo batirse la tarde del 26 de
marzo, más lo he admirado luego al oírlo cantar, en medio de sus dolores, la jota aragonesa, para distraer y alegrar a mi pabre madre.
Pedro Antonio de Alarcón
En seguida manifestó en secreto a Angustias y a don Jorge que el mal de doña Teresa radicaba en el corazón, de lo cual tenía completa evidencia desde que la pulsó por primera vez la tarde del 26 de
marzo, y que semejantes afecciones aunque no eran fáciles de curar enteramente, podían conllevarse largo tiempo a fuerza de reposo, bienestar, alegría moderada, buen trato y no sé cuántos otros prodigios...
Pedro Antonio de Alarcón
cuya base principal era el dinero. -¡El 26 de
marzo! -murmuró el Capitán-. ¡Es decir, que yo tengo la culpa de todo lo que ocurre!
Pedro Antonio de Alarcón
¡Bien me lo había yo temido desde que nací! ¡Y bien me lo figuré en cuanto me vi rodeado de faldas la noche del 26 de
marzo! ¡Inútil fue tu precaución, padre mío, de hacerme amamantar por una cabra!
Pedro Antonio de Alarcón
a tarde del 26 de
marzo de 1848 hubo tiros y cuchilladas en Madrid entre un puñado de paisanos que, al expirar, lanzaban el hasta entonces extranjero grito de ¡Viva la República!, y el Ejército de la Monarquía española (traído o creado por Ataúlfo, reconstituido por don Pelayo y reformado por Trastamara), de que a la sazón era jefe visible, en nombre de doña Isabel II, el Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de la Guerra, don Ramón María Narváez.
Pedro Antonio de Alarcón
Por Real Decreto 473/1988, de 30 de marzo, se dictaron las disposiciones de aplicación de la Directiva del Consejo de las Comunidades Europeas 76/767/CEE, sobre aparatos a Presión.
La joven no vaciló un punto: corrió adonde estaban su madre y la doméstica; explicóles el caso; díjoles que en la calle de Preciados no había ya tiros; tuvo que batallar, no tanto con los prudentísimos reparos de la generosa guipuzcoana como con el miedo puramente animal de la informe gallega, y a los pocos minutos las tres mujeres transportaban en peso a su honesta casa, y colocaban en la alcoba de honor de la salita principal, sobre la lujosa cama de la viuda, el insensible cuerpo de aquel que, si no fue el verdadero protagonista de la jornada del 26 de
marzo, va a serlo de nuestra particular historia.
Pedro Antonio de Alarcón
Articulo 8º: Fuera de las declaraciones consignadas en los artículos precedentes y de las obligaciones que el gobierno de Chile tiene espontáneamente aceptadas en el supremo decreto de 28 de marzo de 1882, que reglamentó la propiedad salitrera de Tarapacá, el expresado gobierno de Chile no reconoce créditos de ninguna clase que afecten a los nuevos territorios que adquiere por el presente tratado, cualquiera sea su naturaleza y procedencia.
Viéronse en la necesidad de matarlo de un tiro.
Marzo 9.— Hoy hace treinta y nueve días, hora por hora, que el perro rabioso entró de noche en nuestro cuarto.
Horacio Quiroga
Confío en que mañana de noche concluya, con la cuarentena, esta historia que mantiene fijos en mí los ojos de mi mujer y de mi madre, como si buscaran en mi expresión el primer indicio de enfermedad.
Marzo 10.— ¡Por fin!
Horacio Quiroga
¡Y no hacen, sin embargo, otra cosa, otra que espiarme noche y día, día y noche, a ver si la estúpida rabia de su perro se ha infiltrado en mí!
Marzo 18.— Hace tres días que vivo como debería y desearía hacerlo toda la vida.
Horacio Quiroga
Una traducción de unos papiros egipcios que llegaron a manos de José Smith en 1835, los cuales contenían escritos del patriarca Abraham. La traducción se publicó en serie en el periódico Times and Seasons, empezando el 1º de marzo de 1842 en Nauvoo, Illinois.