ISABEL II
DE ESPAÑA
(1830-1904)
Bio
Isabel II, conocida como La de los Tristes Destinos o La Reina Castiza, hija de Fernando VII, fue reina de España entre 1833 y 1868, gracias a la Pragmática Sanción (1830) que derogaba la Ley Sálica. Esto provocó la insurgencia de su tío Carlos María Isidro, y esta división entre isabelinos y carlistas acabó provocando la Primera Guerra Carlista. Subió al trono con dos años, por lo que su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, fue nombrada regente.
Cuando Isabel II contaba con 16 años, la Corte arregla su matrimonio con el infante Francisco de Asís de Borbón, duque de Cádiz, impuesto por otros países europeos para que no se perjudicasen sus intereses y alianzas. El matrimonio fue infeliz debido a la condición homosexual de Francisco de Asís, según afirman algunos autores. Eso no fue obstáculo para que tuvieran oficialmente doce hijos, aunque la mayoría nacieron muertos o fallecieron al poco tiempo. Sobrevivieron la infanta María Isabel, conocida posteriormente como la Chata; el infante Alfonso, futuro rey Alfonso XII y las infantas María del Pilar, María de la Paz y María Eulalia.
Isabel II reinó durante un período de transición en el que la monarquía cedió más poder político al parlamento, siendo uno de los más corruptos en la historia de España. La manipulación por parte de sus ministros y por una camarilla religiosa en la corte, formada por el padre Claret y sor Patrocinio, entre otros, fue constante, animándola a interferir con frecuencia en la política de la nación.
Durante su reinado reabrió las universidades cerradas por su padre, pero la educación fue pobre y escasa. La industrialización brilló por su ausencia con apenas algunos focos periféricos en: Cataluña, Málaga, Sevilla, Valladolid, Béjar, Alcoy… La red de ferrocarriles se modernizó y se hicieron obras hidráulicas como el Canal de Isabel II, pero sobre sirvió para enriquecer personajes de la clase dominante como el marqués de Salamanca o el duque de Riánsares. Su política exterior fue especialmente agitada y se anexionaron territorios como Ifni y Tetuán. En 1852, el cura Martín Merino intentó asesinarla clavándole un estilete en el costado. Tras la Revolución Gloriosa de 1968, llega su exilio en el Palacio de Castilla en París, donde permaneció hasta su muerte. La reina castiza está enterrada en el Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial.
En 1834, surge en su honor el Jardín de Isabel II, un jardín que constituyó el primer espacio ajardinado de uso público de Aranjuez y uno de los primeros de España con una estatua suya en bronce.