Gastaron millones en su reforma y la usaron aproximadamente unos ocho meses. Meghan Markle y el príncipe Enrique tuvieron el sueño de iniciar una vida fuera del bullicioso Londres y la cesión de Isabel II de una antigua casa de servicio, Frogmore Cottage, más 2,7 millones de euros del contribuyente británico para la reforma lo hicieron realidad.
Pero no era Londres lo que les fastidiaba, y, al poco de estrenar la casa, los duques de Sussex comunicaron que querían iniciar una nueva vida lejos del Reino Unido, así que devolvieron esos 2,7 millones de euros y aseguraron que usarían la casa en sus visitas al país. Pero como los viajes a Reino Unido de Meghan y Enrique han sido más bien escasos, decidieron sacarle rentabilidad a la inversión y alquilaron la casa a Eugenia de York y a su marido, que entonces estaban viviendo apretados en el pequeño Nottingham Cottage.
La ubicación de Frogmore Cottage, cerca del Castillo de Windsor.
La extensa familia real británica usa los edificios históricos y las edificaciones adyacentes a estos para residir. Así, las estancias se reparten según el rango y se ocupan las mejores como si fuese el juego de la silla vacía. Defunciones, nacimientos, bodas, renuncias y caídas en desgracia hacen asignar nuevas ubicaciones y como de un tiempo a esta parte ha ocurrido varios de estos, algunos aún están rotando de casa.
Es el caso del príncipe Andrés, quien perdió todos los honores por su cercanía a Jeffrey Epstein, y tras la muerte de Isabel II, su madre, se ha quedado sin su cama en Buckingham, y ahora The Sun asegura que Frogmore Cottage sería su próximo destino, y así dejaría libre el suntuoso Royal Lodge que ocupa desde 2004. Esta sería, según el citado medio, la decisión de Carlos III para zanjar la deriva de esta casa abandonada en la que tanto dinero han gastado.
Frogmore Cottage está ubicada en los jardines colindantes al castillo de Windsor, a una hora en coche de la capital británica. Está listada como edificio de especial interés y hasta la reforma de los Sussex estaba dividida en cinco apartamentos, pues los últimos inquilinos del lugar –desde los años 70– habían sido exclusivamente personas al servicio de la familia real británica en Windsor.
El príncipe Andrés, duque de York, y y su hija, la princesa Eugenia de York.
En el replanteamiento de los espacios primaba proyectar una casa familiar en lo que había sido una residencia con 10 habitaciones. Según publicó The Sun, la reforma fue encargada a Vicky Charle, hasta hace unos años la interiorista de Soho House, una cadena hotelera y club que Meghan Markle y el príncipe Enrique conocen bien, pues una de sus primeras citas fue en uno de sus establecimientos en Londres. En esta reforma se filtró que Markle había elegido pintura vegana para las paredes y que preparó una sala exclusiva para practicar yoga en su nuevo hogar.
Frogmore Cottage es una casa de campo ubicada en Frogmore Estate, un parque privado propiedad del monarca británico, donde también se encuentra Frogmore House, otra casa de campo más palaciega donde Enrique y Meghan celebraron la fiesta tras la ceremonia en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor. Frogmore House, que ha sido una de las residencias oficiales de los Windsor por más de 200 años, está abierta al público solo unos meses al año. El Mausoleo Real y la Casa del té de la Reina Victoria completan la lista de lugares de interés que se encuentran dentro del circuito de Frogmore.
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Frogmore House, donde el príncipe Enrique y Meghan Markle celebraron la fiesta de su boda.
Frogmore –literalmente, ‘el sito con más ranas’– fue bautizado así por la reina Victoria en 1875 en una tarde en la que fue a tomar el té a los jardines y la multitud de ranas típicas en las ciénagas del cercano río Támesis le resultaron muy molestas. Los documentos sobre la vivienda, anteriormente llamada Double Garden Cottage, se remontan a 1801 siendo la reina Carlota la primera en usar el recinto como casa de descanso para ella y sus hijas solteras.
La caseta convertida en mansión con los años tiene una larga historia siempre ligada a los Windsor. Entre los inquilinos más ilustres a los que el monarca británico del momento permitió vivir en la cabaña está la gran duquesa Xenia Alexandrovna de Rusia, quien se refugió en Inglaterra durante los años 20 en su exilio por la Revolución rusa. El caserón también fue hogar del reconocido sirviente indio de la reina Victoria Abdul Karim.