MARÍA LUISA
DE PARMA
(1751-1819)
Bio
Reina consorte de España por su matrimonio con Carlos IV, considerada la última reina del Antiguo Régimen. Huérfana a los 8 años, pasó una infancia bastante solitaria. A los 13 contrajo matrimonio con el príncipe de Asturias, futuro Carlos IV, de quien era prima carnal por el lado paterno. María Luisa de Parma tuvo un total de 23 embarazos, por lo que sufrió un ostensible deterioro físico, aunque solo siete niños llegaron a la edad adulta. Ejerció una gran influencia sobre su marido y participó en reuniones de ministros, ya que Carlos IV prefería cazar y no le interesaban mucho las cuestiones de Estado. La reina medió en la elección de Manuel Godoy como Primer Ministro, al que enriqueció y ennobleció.
Contó con la fidelidad absoluta de ambos monarcas, a pesar de que supuso una enemistad con su hijo Fernando quien, deseoso de poder, la desprestigió todavía más, si cabe. Fue en su tiempo maltratada en la correspondencia diplomática y en los libelos que, con finalidad política se expandieron por Francia y España. Vie politique de Marie-Louise de Parme, Reine d’Espagne, publicado en 1793, es el compendio de las calumnias que circulaban por entonces con el fin de denigrar a la monarquía española.
Fundó en 1794 la Orden de Damas Nobles que lleva su nombre con la colaboración del conde de Aranda, por entonces primer secretario de Estado. Las damas que pertenecieran a la Orden tenían la obligación de hacer visitas a hospitales, asilos de mujeres y de otras atenciones sociales de beneficencia.
Destacó la rivalidad que mantuvieron la reina y la duquesa de Alba, musa de Goya. También tuvo desavenencias con la duquesa de Osuna. Numerosos libros recogen la protección que la reina María Luisa dispensó a los artistas y cómo favoreció el desarrollo cultural. Intervino en la decoración de estancias del Palacio Real de Madrid y fue la inspiradora de la “casitas” o palacetes de los Reales Sitios. Como La Casa del Labrador, en Aranjuez, su residencia regia preferida. La firma del Tratado de Fontainebleau provocó la entrada del ejército francés en España.
Coincidiendo con este hecho, se organizó una conjura en la que tomó parte el príncipe de Asturias, futuro Fernando VII. En marzo de 1808 tuvo lugar el Motín de Aranjuez que logró la caída de Manuel Godoy y la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo. A pesar de que su fidelidad le supuso verse privado de todos sus bienes, Godoy siguió a Carlos IV y a María Luisa de Parma en su destierro. Falleció en Roma reinando ya su hijo Fernando en España, el cual ordenó el traslado de los restos de sus padres al Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial.