Probablemente, la �nica vez que se vio llorar en p�blico a la reina Isabel II ocurri� durante el funeral de su hermana, la princesa Margarita, fallecida en febrero de 2002 a los 71 a�os a causa de un ataque de apoplej�a. Adem�s de hermanas fueron �ntimas amigas y confidentes, como as� lo desvel� su institutriz, Marion Crawford en la biograf�a The Little Princesses: The Intimate Story of HRH Princess Elizabeth and HRH Princess Margaret by Their Governess (1950), donde contaba jugosos detalles. Este hecho motiv� que los Windsor no le dirigieran jam�s la palabra y le obligaron a abandonar el hogar que le hab�an proporcionado de por vida en los jardines de Kensington tras su jubilaci�n.
A pesar de esta simbiosis entre las hermanas, la princesa Margarita le dio innumerables quebraderos de cabeza a la reina a quien, por cierto, sol�a morder durante las peleas infantiles. El primer gran disgusto fue cuando se enamor� de Peter Townsend, un h�roe de guerra brit�nico, caballerizo del rey Jorge VI, divorciado, padre de dos hijos y diecis�is a�os mayor que ella. Su affaire empez� en 1947, cuando la princesa ten�a 17 a�os, pero no se hizo p�blico hasta 1953 cuando �l le propuso matrimonio. Como cabeza de la iglesia anglicana, Isabel II deneg� el permiso para una boda. Su hermana cay� en depresi�n.
El multimillonario Billy Wallace le hizo palpitar de nuevo, se comprometieron cuando Margarita de Inglaterra ten�a 26 a�os y todo salt� por los aires cuando �l confes� una infidelidad. Poco despu�s tuvo un corto romance con el futuro primer ministro canadiense John Napier Turner. En 1960 se cas� con el fot�grafo Anthony Armstrong-Jones, a quien la soberana dio el benepl�cito otorg�ndole el t�tulo de I conde Snowdon. A pesar de los dos hijos en com�n, David II conde Snowdon (60) y lady Sarah (58), su relaci�n estaba abocada al fracaso.
Ambos fueron infieles desde el principio. Ella lo fue con un �ntimo amigo de su esposo, Anthony Barton, y �l tuvo un hijo con una amiga del matrimonio, Camilla Fry. En el interior del palacio de Buckingham saltaban chispas porque la reina no pod�a consentir m�s esc�ndalos, pero no pod�a evitar que a su hermana le atrajeran hombres m�s j�venes que esta. Los rumores apuntaban a que hab�a tenido romances con los actores Warren Beatty, Peter Sellers y John Bindon, incluso con Mick Jagger y que Picasso andaba como loco por casarse con ella (esto �ltimo no ten�a fundamento).
Finalmente, el tabloide News of the World demostr� una de las infidelidades m�s s�lidas de Margarita al publicar en 1976 unas fotos de ella junto a su jardinero, Roddy Llewellyn, diecisiete a�os m�s joven que Su Alteza Real en las aguas paradis�acas de isla Mustique, al norte de Venezuela. Isabel II estall�, pero a Margarita le dio igual. Su relaci�n dur� desde 1973 hasta 1981, tres a�os despu�s de su divorcio con lord Snowdon. El primer divorcio real en m�s de 400 a�os y que dio v�a libre a los de los hijos de la monarca (la princesa Ana y los pr�ncipes Carlos y Andr�s).
La princesa Margarita dio rienda suelta a sus caprichos en la isla privada de su �ntimo amigo lord Colin Glennconer, que le construy� una enorme villa donde lleg� a recibir a su hermana. Tanto en su hogar como en la playa se convert�a en la protagonista absoluta de las fiestas. Los cigarrillos y las botellas de vodka y ginebra fueron sus adicciones favoritas desde su adolescencia. Era tal su obsesi�n que pegaba con pegamento las cajas de cerillas a las botellas de vodka para que le resultara m�s f�cil fumar y beber. En m�s de una ocasi�n se la vio borracha. La reina sent�a verg�enza ajena.
Con su hermana la reina Isabel II tuvo serios encontronazos. A esta �ltima no le hac�a gracias que en documentos oficiales solo firmara como Margarita, sin t�tulo ni escudo oficial, pero lo hac�a a prop�sito porque as� gozaba de su independencia. El d�a de su boda se neg� a usar una de las diademas de los Windsor porque prefiri� llevar la tiara Poltimore que ella misma compr� en una subasta. Cuando falleci�, la reina Isabel II se sumi� en una gran tristeza y permiti� que su ex amante, Roddy Llewellyn, asistiera al servicio f�nebre. Al final, se quer�an.
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