Centro Histórico de Viena

Viena es una de las ciudades más hermosas del mundo y su estancia por sus calles, avenidas y plazas  hacen de la travesía un rato inolvidable. Cada paso que das sientes que transitas por el tiempo. En este artículo analizaremos las paradas obligadas por el Centro Histórico de Viena.

El actual Centro Histórico de Viena: ¿a qué debe su importancia?

Caminar por el centro de la ciudad de Viena, es como percibir pinceladas históricas que pueden llevarte de un siglo a otro. La capital musical de Europa  refleja en su rica arquitectura el paso de diferentes etapas culturales gestadas por invasiones internacionales, conquistas imperiales y alianzas estratégicas de países.

Puede parecerte increíble pero lo que hoy es Viena, es producto de la superación colectiva ante los problemas. Los registros indican que durante el siglo XIV los principales edificios como la  Catedral de San Esteban tuvieron remodelaciones de estilo gótico que aún se pueden apreciar.

Luego con el pasar de los siglos, la ciudad sufrió asedios militares de otras naciones como por ejemplo Turquía. De dichas incursiones militares los barrios recibieron transformaciones significativas  por los  desastres  bélicos. Estas situaciones gestaron edificaciones, que en el día de hoy, son emblemáticas de Viena como, por ejemplo, el Palacio Belvedere de Eugenio de Saboya.

Napoleón Bonaparte hizo de Viena su residencia en el año 1809 y podemos imaginar lo que eso significó para el desarrollo cultural y arquitectónico de la ciudad a pesar de sus conquistas. Ahora bien, fue en décadas posteriores donde Viena tuvo  un floreciente repunte  de prosperidad y esto se ejemplifica  con la creación del bulevar más hermoso del mundo el Ringstrasse y los hermosos edificios que lo rodean hasta el día de hoy.

Ya en una época más reciente la joya de Europa sufre las consecuencias de invasiones extranjeras que derrumbaron parte de edificios importantes. Luego en 1955, cuando se constituye en un país neutral y lejos de formar parte de conflictos internacionales, fueron muchos los organismos que se incorporaron a la vida en Austria,  lo que incrementó la modernización de los alrededores y la oferta de hoteles del Centro Histórico de Viena.

En 1995, cuando Austria ingresa a la comunidad europea sufre una nueva modificación en su universo económico haciendo de Viena destino obligado de turistas y amantes de la historia. Hoy en día, su Centro Histórico representa una mixtura de épocas, cultura y atracciones.

Qué ver en el centro histórico de Viena

Por su vasta  influencia  cultural, el clima y su ubicación geográfica son muchas las cosas que se pueden ver en el Centro Histórico de Viena. No es simple capricho que la parte céntrica de la  ciudad, se  considerara Patrimonio de la Humanidad. A continuación, vamos a describir algunos de los sitios  más destacados.   

El Stadtpark o Parque de la Ciudad

Este hermoso parque Stadtpark inundado de vegetación palaciega, se encuentra abierto al público desde 1862  y su aporte histórico es singular. Una  de sus peculiaridades es que tiene muchas fuentes y estatuas de personajes históricos. Una de ellas es la estatua de Johan Strauss, parada obligada de los turistas luego de recorrer el Centro Histórico de Viena. Es una buena opción para despejar la mente y alejarse del ruido de la ciudad.

El Palacio Belvedere

Esta obra con estilo barroco deja que se visualice como 2 edificios que están unidos por jardines escalonados. Una vez allí, podemos observar la galería de mármol y el salón de los espejos que transmiten a los amantes del arte una serenidad visual óptima. También, durante algunas épocas del año se colocan exposiciones artísticas temporales modernas. Más información sobre el Palacio Belvedere

Complejo de Hofburg

El inmenso complejo de Hofburg  recibe centenares de visitas a diario de turistas que se desviven por la carga arquitectónica cambiante que  se observa en las 18 alas con más de 2 mil habitaciones que posee. Es imposible recorrerlo en un día por lo que te recomendamos que programes más de una visita.

Academia de las Bellas Artes

Este prestigioso centro educativo se fundó en 1692 y aunque en sus orígenes no se abría al público, hoy se puede visitar en horario para el público.

Al igual  que muchas de las construcciones en Viena sufrió mucho por la guerra. Por ende, tuvo que sufrir reparaciones y modificaciones y  durante algún tiempo para uso de estudiantes y turistas se podía acceder a la pinacoteca y  un gabinete de dibujos.

Palacio de Bella Fuente o de  Schönbrunn

El hermoso Palacio de Schönbrunn ha servido de escenario para grandes producciones cinematográficas y sus  jardines ubicados alrededor sirven de colirio a la vista humana. La Glorieta del Palacio, las ruinas romanas  y la casa de las Palmeras son unos cuantos atractivos de este sitio turístico.

Zoológico de Viena

Es el zoológico más antiguo del mundo que se encuentra en funciones. De hecho se pueden observar las jaulas originales aunque no están en uso por ser muy pequeñas. Alberga a casi 800 animales, que se pueden observar en horario de visita.

El Wurstelprater

Este parque de atracciones posee una de las norias más famosas del mundo.

Aunque no es la más grande, sus 60 metros la mantienen en la originalidad. Esta atracción turística también ha sobrevivido a la historia de Viena desde que fue inaugurado  en 1897.

Cripta de los Capuchinos

Si te llaman la atención los mausoleos debes dirigirte a la Cripta Imperial de Viena como también se le conoce.

Y es que en el sótano de la Iglesia de los capuchinos se encuentran los restos de los emperadores herederos del Sacro Imperio Romano Germánico. Su conservación ha sido tema de debate y preocupación de los ciudadanos que respetan el valor histórico del suelo santo.                                        

El Burgtheater

El Teatro Imperial de la Corte como también se le conoce, ha sido el sitio donde se han presentado las obras literarias más importantes.  Tres óperas de Mozart fueron estrenadas en el Burgtheater. Así que si te paseas porViena sería un desperdicio no visitar semejante joya cultural.

Lo mejor de atreverse a visitar el Centro Histórico de Viena es que sería imposible olvidarlo. ¡Anímate  a abrazar el arte, la cultura y la vida de los autriacos!