La traducción de Ricardo Redoli conserva el valor del original a través del verso octosílabo y de la forma del romance: no hay en español una forma métrica más adecuada al relato de sucesos y de acontecimientos de todo tipo. Los vínculos del romance con la épica son bien conocidos y el carácter noticiero de la epopeya encuentra en los romances su adecuado vehículo de expresión. Pero, además, el romance tiene una clara raíz popular o popularizante, muy a tono con lo que debió ser la difusión de algunos cantares de gesta. Es, pues, una opción adecuada dentro de lo que podríamos considerar una "equivalencia dinámica". En cuanto al contenido, es bien conocida la precisión y finura con que traduce Ricardo Redoli. Buen conocedor de la literatura medieval francesa, es a la vez un excelente traductor gracias a su dominio de la lengua poética. Este Cantar de Roldán nos acerca, sin duda, al original y nos permite leer un texto de hace novecientos años manteniendo las técnicas tradicionales, pero la frescura de una noticia que acaba de ocurrir.