Una monja de clausura explica qué sucede si se enamora de alguien estando en el convento: «Hay dos opciones»

Una monja de clausura explica qué sucede si se enamora de alguien estando en el convento: «Hay dos opciones»

La religiosa y creadora de contenido sor Marta ha aclarado qué ocurriría si encontrara el amor en el monasterio y cómo tendría que actuar en esta situación

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Una monja de clausura explica qué sucede si se enamora de alguien estando en el convento ABC
Inés Romero

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Las mujeres que toman la decisión de ser monjas tienen que tener varias cosas claras. Una de ellas es que deben renunciar al amor en pareja y a formar una familia. Tomar esta decisión no es nada fácil, pero muchas de ellas siguen el camino de la religión y prefieren escoger el amor de Dios.

Sin embargo, se pueden dar situaciones en las que su vida de un giro de 180 grados. Las monjas son personas y, como todo ser humano, también tienen sentimientos. ¿Qué pasaría si el día de mañana se enamoran?, ¿cómo afrontan este conflicto?

Sor Marta es monja de clausura y, además, creadora de contenido en redes sociales. La hermana se encarga de responder este tipo de cuestiones a través de vídeos en TikTok (@sormarta.osb) y en YouTube. Su objetivo es dar a conocer esta profesión y detallar todo lo que hacen.

¿Qué ocurre si una monja se enamora en el convento?

En una de sus publicaciones, un usuario le ha preguntado a sor Marta si las religiosas se pueden enamorar. La joven no ha tenido problemas en resolver esta duda. «Soy monja, pero también una persona de carne y hueso. Puede ser que surja un enamoramiento», ha afirmado de foorma clara.

Además, ha aclarado que si ocurre esta situación, «hay dos opciones». «Por un lado, tendría que ver si es algo momentáneo. Soy humana y tengo sentimientos, pero creo que mi vocación es ser monja entonces voy a permanecer fiel y voy a cortar cualquier contacto con la otra persona para no alimentar nada», señala.

Por el contrario, si este amor sigue adelante, hay que seguir un procedimiento. «Debo discernir si realmente es Dios el que me está llamando a compartir mi vida con esa persona. Tendría que reconocer que todo lo que he vivido en el monasterio, en cierta manera, ha sido un error. Hay que tener en cuenta que la vocación del Señor es desde siempre y para siempre», sostiene.

Por lo tanto, si a una religiosa le pasa esto, tendría que escribir a Roma «pidiendo la dispensa». «Personalmente, si esto me ocurriese, confío en que seguiría en el monasterio», concluye.

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