Diana de Gales hubiera cumplido 60 años y sus hijos, Guillermo y Harry, se reúnen para inaugurar su estatua

La expectación es máxima. Todos quieren ver juntos de nuevo a Guillermo y Harry, dos hermanos que crecieron juntos, dos niños a los que la adversidad unió con fuerza, dos hombres separados por el destino. Los hijos de Carlos y Diana viven separados, física y emocionalmente, pero ahora puede que estrechen sus lazos: estarán el uno al lado del otro y compartirán los mismos recuerdos y las mismas emociones. La cita es este jueves 1 de julio y el motivo es el acto de homenaje que se ha preparado en honor a Lady Di, que ese día hubiera cumplido 60 años. Si la fatalidad no lo hubiese impedido, sería una feliz abuela con cinco nietos: Jorge, Carlota y Luis, hijos de Guillermo, y Archie y la pequeña Lili, que se llama Lilibeth Diana, un cariñoso guiño a sus dos abuelas.

El duque de Cambridge y el duque de Sussex vuelven a ser los protagonistas de un evento en el que deberían ser 'actores secundarios'. Ocurrió lo mismo la última vez que estuvieron juntos. Fue en el funeral en memoria de su abuelo, Felipe de Edimburgo, que falleció en abril de 2021. El 'Daily Mail' lleva días elucubrando sobre este tema y dice que la relación entre Guillermo y Harry "atraviesa por su momento más delicado tras las explosivas declaraciones de los Duques de Sussex sobre la Familia Real británica en su polémica y comentadísima entrevista a Oprah Winfrey".

A todos los medios les choca que el funeral por su abuelo paterno y el nacimiento de Lilibeth no haya hecho que sus posiciones se acerquen un poco más, y hay revistas y diarios que dicen que la última vez que se vieron tuvieron "un feroz enfrentamiento con duros reproches". Por eso todos los objetivos de las cámaras estarán muy pendientes de sus gestos, sus expresiones... su comunicación no verbal, para analizar todo con lupa e intentar descubrir si todo lo que se dice es cierto o se trata de un invento de cierto tipo de prensa.

Harry llegó a Londres el viernes 25 de junio, para cumplir con los cinco días de cuarentena impuesta, y ver la estatua de su madre que ha realizado el artista Ian Rank-Broadley, una obra que será presidirá el homenaje. Las medidas de seguridad sanitaria son severas en Reino Unido y lo más probable es que no asistan ni Meghan Markle ni Kate Middelton, la primera sobre todo porque dio a luz hace tan solo tres semanas y la familia vive en California.

Parece que sí asistieran los hermanos de Diana, Charles Spencer y Lady Sarah McCorquodale, y también dos de sus íntimos amigos, Elton John y su marido David Furnish. Ellos son dos de los donantes que financian de forma privada la estatua que decorará los jardines del Palacio de Kengsinton. "La localización ha sido escogida cuidadosamente, con la estatua situada a un lado de uno de los caminos del llamado jardín hundido, cerca de un espacio abierto entre los setos", decía Jane Sidell, inspector de monumentos históricos de Inglaterra.

Los británicos se preguntan si reflejará lo bella y carismática que era Lady Di, la mujer que les hizo emocionarse en vida y que hoy, convertida en un mito, les sigue pellizcando el corazón. "Ian es un escultor extremadamente talentoso y creará un tributo a nuestra madre que perdurará en el tiempo. Estamos deseando presentar la estatua, que permitirá a todos aquellos que visiten el Palacio de Kensington recordarla y celebrar su vida y su legado", dijeron los príncipes Guillermo y Harry. En Londres se exhibe ahora el vestido de novia de Diana, y son muchos los que acuden a verlo para estar, aunque sea separados por un cristal, un poquito más cerca de su princesa.