El secreto para alcanzar grandes metas, según los expertos

Al enfrentarnos a grandes metas, -ya sea aprender un nuevo idioma, iniciar una rutina de ejercicio o alcanzar un hito profesional-, la tarea puede parecer abrumadora.

Sin embargo, según expertos de instituciones académicas de renombre como la Universidad de Maryland, la Universidad de Pennsylvania y el Harvard Business School, el secreto para alcanzar estas metas radica en descomponerlas en partes más manejables y flexibles.

Phillippa Lally, profesora de psicología y co-directora del grupo de Aplicación y Teoría del Hábito en la Universidad de Surrey en Inglaterra, destaca la importancia de esta estrategia al afirmar: “Dividir grandes metas en submetas más pequeñas puede hacer que parezcan menos abrumadoras y más alcanzables”.

Pero la idea de desglosar metas en submetas no es nueva. Los psicólogos Albert Bandura y otros investigadores ya exploraban esta estrategia en la década de 1970. Sin embargo, hasta hace poco, ha habido una falta de investigación experimental con grandes muestras y en entornos naturales.

Ahora, los investigadores Aneesh Rai, de la Universidad de Maryland; Edward Chang de la Harvard Business School, junto con Katy Milkman, del Wharton School; Marissa Sharif y Angela Duckworth de la Universidad de Pennsylvania, llevaron a cabo un experimento a gran escala para evaluar la efectividad de esta técnica.

A primera vista, dividir un objetivo mayor en ‘subobjetivos’ más pequeños puede parecer un “truco” superficial. Pero en realidad, según los investigadores, “se trata de una estrategia versátil que puede aplicarse a casi cualquier objetivo, ya sea aprender un segundo idioma, adquirir una nueva habilidad en el trabajo, empezar a hacer ejercicio o ahorrar para la jubilación”.

En su estudio, publicado en el Journal of Applied Psychology, colaboraron con Crisis Text Line (CTL), una organización sin fines de lucro que proporciona asesoramiento gratuito en momentos de crisis a través de mensajes de texto.

Los voluntarios de CTL se comprometieron a completar 200 horas de trabajo de asesoramiento en un año, una meta ambiciosa que puede resultar desalentadora para muchos.

El equipo de investigación dividió a los voluntarios en grupos y les asignó diferentes descripciones del objetivo de 200 horas anuales. Un grupo se alentó a lograr el objetivo de 200 horas mediante “algunas horas cada semana”, mientras que otros grupos recibieron submetas claras, como cuatro horas por semana y ocho horas cada dos semanas.

Los resultados del estudio fueron reveladores. Los participantes que se enfocaron en submetas más pequeñas lo lograron entre un 7 y un 8 por ciento más que aquellos que solo tenían el objetivo general de alcanzar las 200 horas. Este aumento significativo en el compromiso con la meta demuestra el poder de descomponer grandes objetivos en tareas más manejables.

El equipo también encontró evidencia sugerente de que la flexibilidad en la planificación de las submetas puede conducir a beneficios más duraderos. Aunque el voluntariado disminuyó en todos los participantes a lo largo del experimento, esta disminución fue más lenta en el grupo con submetas flexibles. Por tanto, este hallazgo sugiere que la flexibilidad puede fomentar una mayor perseverancia a largo plazo.

La investigación de Rai, Sharif, Chang, Milkman y Duckworth se suma a trabajos anteriores de otros científicos del comportamiento, como Hal Hershfield y Shlomo Benartzi de la Universidad de California, Los Ángeles, y Steven Shu de la Universidad de Cornell.

Su trabajo demostró que las personas son cuatro veces más propensas a ahorrar cuando el depósito requerido es de “4,70€” al día, por ejemplo, que en lugar de “140 € al mes”. Estos hallazgos sugieren que esas submetas pueden hacer que los compromisos parezcan menos intimidantes y más alcanzables.

Así, la clave para alcanzar objetivos ambiciosos radicaría en descomponerlas en partes más pequeñas y manejables. Y es que, al establecer objetivos a corto plazo –claros y flexibles-, las personas pueden aumentar su motivación, perseverancia y probabilidad de éxito a largo plazo.

Como señalan los investigadores: “No planee correr 587 kilómetros este año; apunte a 11 km por semana, por ejemplo. Y en lugar de comprometerse a alcanzar 200 horas con una meta en un año, marque cuatro horas a la semana u ocho cada dos semanas en su calendario”. Según los expertos, adoptar este enfoque puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en la consecución de grandes objetivos.

La clave para lograr objetivos ambiciosos

Ahora bien, ¿qué percepción del éxito tienen líderes mundiales de la talla de Bill Gates o Elon Musk? Aunque puedan tener enfoques diferentes, hay algunos principios clave que comparten muchas de las personas más poderosas e influyentes del planeta.

Para Bill Gates, cofundador de la compañía tecnológica Microsoft, el secreto para alcanzar grandes metas implica establecer metas claras, trabajar duro, aprender de los fracasos, buscar soluciones innovadoras y colaborar con otros.

Por su parte, la clave del éxito para Elon Musk implica implica tener una visión audaz, persistir ante la adversidad, enfocarse en la ejecución, apuntar a la disrupción y aprender de los errores, tal y como ha demostrado en su desempeó como empresario y visionario líder.

En cualquier caso, la determinación, la perseverancia, el hecho de aprender de los fracasos y adoptar un enfoque innovador y disruptivo para resolver problemas han sido principios fundamentales en sus propios éxitos y pueden ser aplicados por cualquier persona que busque lograr grandes metas en su propia vida.

Referencias: