Este mi�rcoles, 29 de septiembre, Juan Valent�n, el hijo mayor de la Infanta Cristina e I�aki Urdangarin cumple 22 a�os. Si algo caracteriza al sobrino de Don Felipe es su alergia total a estar en el foco p�blico y, sobre todo, medi�tico, lo que le convierte en el m�s misterioso de los hermanos.
Mientras de Pablo sabemos que vive en Barcelona y ha fichado por el equipo del Bar�a B de balonmano, de Miguel que estudia Oceanograf�a en el Reino Unido y de Irene que vive con su madre en Ginebra, a Juan se le ha perdido la pista. Ni siquiera este verano, el primero que Urdangarin ha disfrutado en semilibertad, ha aparecido en ninguna de las fotos que se publicaron de la Infanta e I�aki en las playas de Bidart. Se les ve�a junto a sus hijos Pablo, Miguel e Irene, pero la gran inc�gnita era �d�nde estaba Juan?
Su primog�nito, por ser el mayor y el que m�s cuenta se daba, ha sido el que m�s sufri� el calvario familiar a causa del caso N�os. Ten�a apenas 10 a�os cuando en 2009 tuvo que dejar Barcelona, sus amigos del Liceo franc�s y su hogar del palacete de Pedralbes para afincarse en Washington y despu�s en Ginebra. La imputaci�n de su padre en 2011, que acab� con su ingreso en prisi�n en 2018, marcaron su existencia, convirti�ndole en un chico t�mido y retra�do. Especialmente traum�tico fue cuando los Urdangarin-Borb�n regresaron a su a�orada Barcelona en 2012 y la gente les insultaba por la calle. Incluso sus hijos mayores sufrieron un escrache cuando un d�a fueron al cumplea�os de un amigo y apareci� en la pared de la casa una pintada donde se le�a "ladrones".
Juan Valent�n es adem�s un chico muy religioso y responsable en exceso, algo que le inculcaron desde la infancia: siendo muy peque�o, cuando sus padres ten�an un compromiso fuera de casa, I�aki aleccionaba a su hijo mayor para que controlara a sus hermanos y si alguno hacia una trastada, le llamara por el m�vil.
Discreto hasta la exageraci�n, siempre fue complicado seguirle la pista: en 2017, tras finalizar el bachiller en el Ecolint en Ginebra, desapareci� del mapa, aunque posteriormente se descubri� que se hab�a tomado un a�o sab�tico para marcharse a Camboyacomo cooperante de la ONG Sauce, que dirige el jesuita Enrique Figaredo en la ciudad de Battambang. A su regreso, se matricul� en 2018 en la universidad brit�nica de Essex para cursar relaciones internacionales, carrera que consta de tres cursos en dicho centro.
Sin embargo, en 2019, cuando se le cre�a en el Reino Unido, se le empez� a ver con cierta asiduidad por Madrid, en una ocasi�n almorzando en un restaurante con su t�a, la Infanta Elena y sus primos Froil�n y Victoria Federica, a los que est� muy unido. Tambi�n lo est� a su abuela, la Reina Sof�a, quien siempre ha protegido mucho a sus nietos Urdangarin, visit�ndoles en Washington y en Ginebra, sus lugares de exilio.
Trascendi� que Juan estaba realizando unas pr�cticas de voluntariado en la ONG Entreculturas en la capital y viv�a a caballo entre el Reino Unido y Madrid, para estar m�s cerca de su padre, preso entonces en la c�rcel abulense de Brieva e incluso propiciarle un arraigo cuando disfrutara de sus permisos de fines de semana. Pero Urdangarin apenas ha pisado Madrid, pues cuando en enero de este a�o logr� el tercer grado penitenciario, decidi� afincarse en Vitoria con su madre, Claire Liebaert. A su hijo Juan poco se le ha visto en la capital alavesa, la �ltima vez las pasadas navidades, que si pas� junto a su familia. A partir de ah�, su vida se ha convertido de nuevo en un misterio.
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