En un mundo tan dividido por las controversias, la voz de San Juan Pablo II hace eco y, a través de sus palabras, Jesucristo te dice: “no tengas miedo”. 

La vida de San Juan Pablo II estuvo llena de momentos críticos. Tal vez, el más recordado sea el día en que intentaron asesinarlo en la Plaza de San Pedro, un 13 de mayo de 1981, siendo ya Papa. 

Sin embargo, si nos detenemos a revisar su juventud, (incluso antes de que él pudiera imaginar que podía llegar a ser un consagrado), podrían sorprenderte el sinfín de momentos difíciles que le tocó vivir

Imagínalo: en plena Segunda Guerra Mundial e invasión de su país, Polonia, se quedó sin su padre, su única familia. A pesar del escenario trágico desencadenado por los nazis, tomó la decisión de ser sacerdote: “después de ver el horror de estos tiempos, todo me ha ido llevando hacia algo bueno: el sacerdocio. La dignidad de todas las personas, y la experiencia de conocerme a mí mismo a través de Dios, de vivir a Dios desde adentro, quiero ser sacerdote.” (Karol, 2005). 

¿Qué mensaje nos deja? Que, a pesar de la turbulencia, Dios nos acompaña en nuestras decisiones y que, incluso, esas turbulencias pueden encausar nuestro camino hacia algo grande y maravilloso.

Por eso, hoy te compartimos los mensajes más poderosos de San Juan Pablo II a los jóvenes. ¡Mira a Dios y no temas!

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Mensajes de San Juan Pablo II a los jóvenes

“La humanidad tiene la necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes, que se atrevan a caminar contra corriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo la propia fe en Dios, Señor y Salvador”.

“¡No tengáis miedo! ¡Abrid de par en par las puertas a Cristo!”. 

“Gracias a todos los jóvenes de habla hispana. No teman a responder generosamente al llamado del Señor. Dejen que su fe brille en el mundo, que sus acciones muestren su compromiso con el mensaje salvífico del Evangelio”. 

“El amor se siente, no se ve; el amor silencioso es el más fuerte de todos”.

“La Fe no teme a la razón. Estas son como dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad”.

“La peor prisión es un corazón cerrado”. 

“La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón”.

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