Leopoldo I (del Sacro Imperio Romano) (1640-1705), emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1658-1705), rey de Bohemia (1656-1705), y rey de Hungría (1655-1687), que extendió las posesiones de los Habsburgo, creó un ejército imperial permanente y consolidó la administración central austriaca. Nacido en Viena, hijo del emperador Fernando III, su reinado estuvo marcado por las guerras, sobre todo contra los turcos otomanos y los franceses. La primera guerra contra los turcos acabó con un acuerdo en 1664, que no impidió que éstos sitiaran Viena en 1683, aunque fueron derrotados por Juan III Sobieski de Polonia, quien encabezaba las fuerzas polacas e imperiales. El general de Leopoldo, el príncipe Eugenio de Saboya, derrotó definitivamente a los turcos en Senta en 1697 y el Tratado de Karlowitz (1699) reconoció el control de los Habsburgo sobre casi toda Hungría.

Leopoldo no tuvo tanto éxito en las guerras contra Francia. La primera acabó con el Tratado de Nimega (1679) que incrementaba el poder de Luis XIV. Más tarde, Leopoldo se unió a la Liga de Augsburgo y a la Gran Alianza en contra de Francia. Las hostilidades llegaron a su fin con la Paz de Ryswick (1697), pero cuatro años después, Leopoldo volvía a enfrentarse a Francia en la guerra de Sucesión española (1701-1714), ya que reivindicaba el trono hispano para su segundo hijo, Carlos, fruto del matrimonio con la hija del rey español Felipe IV, Margarita Teresa. Sin embargo, no vivió para ver el final de esta guerra, pues murió el 5 de mayo de 1705, y heredó el trono su hijo, José I.