¿Quién mato a JFK?: Oliver Stone sigue buscando la respuesta

De una forma trágica se inscribió en los anales de la historia la fecha del 22 de noviembre de 1963. Ese día, por la tarde, en la plaza Dealey de la ciudad de Dallas, el 35º presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy (JFK), era asesinado mientras recorría en coche descubierto las calles de esta localidad, saludando al numeroso público que aguardaba la comitiva para testimoniarle su respeto y cariño.

Desde el principio un extraño misterio ha parecido envolver este dramático suceso. En menos de dos horas, la policía detuvo a Lee Harvey Oswald como presunto autor del magnicidio, aunque durante los interrogatorios negaría su responsabilidad en el crimen. Al día siguiente, cuando era conducido a través del garaje de la comisaría central de Dallas, este era asesinado por un matón llamado Jack Ruby.

El recién ascendido presidente Lyndon B. Johnson ordenó rápidamente la creación de una comisión para esclarecer los hechos. Esta comisión, presidida por Eral Warren, también presidente del Tribunal Supremo de Justicia, estaba compuesta por siete miembros, que llegaron a la conclusión, después de varios meses de investigación, de que Oswald fue el único asesino, aunque algunos de sus componentes no estuvieron muy de acuerdo con esta teoría.

Asesinato de John Fitzgerald Kennedy (JFK)
John Fitzgerald Kennedy (JFK) momentos antes de morir asesinado en Dallas

Había varias cosas que no encajaban en la versión dada por la comisión Warren, una de ellas, quizá la más polémica, fue la teoría de la bala mágica, la cual sostenía que una sola bala hirió al gobernador de Texas, John Connally, que iba en el asiento delantero del vehículo y milagrosamente cambió su trayectoria, atravesando el cuello de Kennedy, para aparecer finalmente junto al gobernador. Y tampoco se aclararon las vinculaciones de Oswald con la CIA.

Por otra parte, Jim Garrison, fiscal del distrito de Nueva Orleans, había iniciado el procesamiento de Clay Shan, un hombre de negocios de dicha ciudad, como conspirador en el crimen. Garrison, que intentaba descubrir un complot, fue en su momento tachado de lunático. La opinión pública norteamericana nunca ha estado conforme con la versión oficial sobre la muerte de Kennedy.

Años más tarde, en 1976, a raíz del asesinato de Martin Luther King, el Congreso de los Estados Unidos dispuso un comité para que volviera a investigar exhaustivamente ambos crímenes. Este comité, después de dos años de trabajo, presento un informe que aceptaba las conclusiones que había presentado la Comisión Warren, negando cualquier conspiración en el tema. Este extenso informe de más de 600 páginas fue rechazado sin embargo por el Comité, que tres semanas después aprobó un sumario de siete páginas en el que se decía que probablemente Kennedy fue asesinado como resultado de una conspiración, aunque Oswald estaba implicado en ella.

En 1991, Oliver Stone, basándose precisamente en el libro de Jim Garrison, On the trial of the Assassins, que aporta sus experiencias en el caso, y también en el libro de Jim Mars, Crossfire: the plot that killed Kennedy, que recoge las investigaciones realizadas en los años setenta y ochenta, reconstruyó minuciosamente los hechos, teniendo como principal protagonista a Kevin Costner, que interpreta al fiscal Garrison.

JFK: Caso abierto, dirigida por Oliver Stone
Kevin Costner interpreta al fiscal Garrison en «JFK: Caso abierto» (1991)

Con ‘JFK: Caso abierto‘, que puso en tela de juicio a altos personajes, estamentos e incluso al propio sistema norteamericano, Stone se ganó la ira de muchos. Prestigiosos medios de comunicación, como la revista Time, el Washington Post o el Chicago Tribune le atacaron abiertamente por esta película en base a un borrador del guion que alguien consiguió robarle cuando empezaba el rodaje. Una película, sin duda, polémica y comprometida, en la que el director de ‘Nacido el cuatro de julio‘ puso todo su interés y por supuesto todo su gran talento.

30 años después, Oliver Stone ha realizado el documental ‘JFK: Caso revisado’, visto en España en la última edición del BCN Film Fest. ¿Qué nuevos datos aporta? A partir de documentos desclasificados,  el cineasta va más allá y pone nuevamente en duda la versión oficial, la que señala a Lee Harvey Oswald como el «lobo solitario» que mató a Kennedy. Califica, además, las investigaciones de «vergonzosas». Y aporta nuevas pruebas y consulta a nuevos testigos.

Un documental que concluye con un memorable discurso de JFK sobre los derechos civiles: «Los que no hacen nada fomentan la vergüenza, así como también la violencia. Los que actúan con valentía admiten lo correcto, además de la realidad».

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