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Boda real en Palermo

La boda de Jaime de Borb�n-Dos Sicilias: as� fue la prohibida historia de amor de sus padres, los duques de Calabria

Actualizado

El hijo del duque de Calabria se casa este s�bado con Charlotte Lindesay-Bethune. Sus padres vivieron un amor que no fue aceptado pero termin� en boda siete a�os despu�s del nacimiento de su primog�nito.

Jaime de Borb�n-Dos Sicilias y Charlotte Lindesay-Bethune.
Jaime de Borb�n-Dos Sicilias y Charlotte Lindesay-Bethune.INSTAGRAM

Este s�bado, 25 de septiembre, tendr� lugar en Sicilia una boda real con sabor espa�ol: la del pr�ncipe Jaime de Borb�n-Dos Sicilias Landaluce, duque de Noto y primog�nito del duque de Calabria, que es el actual jefe de la casa de las Dos Sicilias, aunque mantiene una vieja disputa con el duque de Castro por la jefatura de la dinast�a. La novia es la arist�crata brit�nica Charlotte Lindesay-Bethune, hija del conde de Lindesay, destacado pol�tico y miembro de la C�mara de los lores.

La ceremonia religiosa se celebrar� en la catedral de Palermo y el banquete en el palacio de los Normandos, antiguo palacio real, que fue hogar de los antiguos monarcas borbones de las Dos Sicilias. Al enlace est�n invitados los Reyes de Espa�a, Felipe y Letizia, as� como sus padres, Juan Carlos y Sofia y las infantas Elena y Cristina, pues tienen con los Calabria estrechos lazos familiares ya que Don Juan Carlos era primo hermano del abuelo del novio, el Infante Don Carlos, fallecido en 2015.

Jaime y Charlotte tiene la misma edad, 28 a�os, llevan tres a�os de noviazgo y ambos se dedican al mundo de las finanzas: el novio, licenciado en Derecho y m�ster en Administraci�n de empresas por el IE, dirige un fondo de capital riesgo, Plug and Play, y su futura esposa trabaja en el Citibank en Londres.

Considerado uno de los solteros de oro de la realeza, el duque de Noto es una persona discreta, religiosa y muy responsable quiz� por ser el primog�nito de siete hermanos a los que lleva gran diferencia de edad: saca diez a�os a Juan, el segundo, que tiene 18 a�os y a la peque�a, Mar�a, que tiene solo 6 a�os, nada menos que 22. "Tengo cierta responsabilidad por ser para ellos un buen ejemplo " confesaba en una entrevista a Vanity Fair.

Pedro de Borb�n-Dos Sicilias y Sof�a Melgarejo, duques de Calabria.
Pedro de Borb�n-Dos Sicilias y Sof�a Melgarejo, duques de Calabria.GTRES

Una peculiar situaci�n consecuencia del complicado noviazgo que en 1991, con 18 y 23 a�os, iniciaron sus padres, Pedro de Borb�n Dos Sicilias y la arist�crata Sofia Landaluce Melgarejo, biznieta del duque de San Fernando de Quiroga, cuya familia posee importantes fincas en La Mancha. El padre de Pedro, anterior duque de Calabria, no aceptaba a Sofia por no ser de sangre real, pues tem�a que un matrimonio desigual amenazara la condici�n de su primog�nito como jefe de la Casa Dos Sicilias, dado el enfrentamiento din�stico que mantienen desde la d�cada de los 60 con la rama del duque de Castro.

Ni siquiera el nacimiento del primer hijo en com�n de la pareja, Jaime, que vino al mundo en junio de 1993, logr� doblegar la oposici�n de su abuelo a la boda, que se mantuvo hasta que el nieto cumpli� siete a�os. Logrado por fin el consentimiento,el enlace se celebr� en marzo de 2001 en el club Puerta de Hierro de Madrid y asistieron el entonces Pr�ncipe Felipe, muy amigo del novio, que ejerci� de testigo y sus hermanas las infantas Elena y Cristina.

El tiempo dio la raz�n a Pedro de Borb�n y a Sofia Landaluce, cuya solida uni�n fue reforzada con el nacimiento de seis hijos m�s: Juan (18), Pablo (17), Pedro (14), Sofia (13), Blanca (10) y Mar�a (6). La familia reside en La Toledana, la finca de los Calabria en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real), donde la pareja se refugi� inicialmente para vivir su amor prohibido bajo la protecci�n de su abuela paterna, la fallecida Infanta Alicia. All� el duque de Calabria, que es ingeniero de Montes, gestiona La Toledana y otras fincas como la dehesa de la Higuera y El Crespo, esta �ltima a medias con la familia Landaluce, que dada su gran riqueza cineg�tica explotan tambi�n para cacer�as

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