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Experimentos crueles: la privación del lenguaje de James IV

Publicado 23 Ene 2014 – 09:30 AM EST | Actualizado 2 Abr 2018 – 09:15 AM EDT
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¿Alguna vez te preguntaste cómo sería nuestro lenguaje si nadie nos lo hubiese enseñado? ¿Qué tipo de lenguaje hubiéramos desarrollado por naturaleza? Pues la verdad es que saberlo sería bastante difícil, a menos que en busca de una respuesta estés dispuesto a cometer verdaderas atrocidades, como sí lo estuvo James IV de Escocia con su experimento de la privación del lenguaje.

Luego de conocer varios de los más terribles experimentos crueles de la historia, desde la sífilis de Tuskegee a los más atroces e inimaginables actos de maldad del Escuadrón 731 japonés o los horrores modernos de la Operación MK Ultra de la Cia, hoy vamos a remontarnos mucho más atrás en el tiempo para volver a ahondar esta escabrosa temática. Más precisamente, en esta oportunidad conoceremos el experimento de la privación del lenguaje de James IV de Escocia, otra cruel experiencia que se desarrolló en el siglo XV, en uno de los escenarios más macabros que pueda haber...

Experimento de privación del lenguaje de James IV

(Isla de Inchkeith, Escocia)

Quizá éste sea el menos impactante de la serie de artículos que hemos dado en llamar “ Experimentos crueles”, ya sea porque genera cierto desapego o distanciamiento al tratarse de algo que sucedió hace muchísimo tiempo en comparación a los demás, porque el número de víctimas es más reducido o bien porque en éste en particular no existió un maltrato físico tan abominable como sí ocurrió con otros que hemos visto, especialmente los del Escuadrón 731 japonés, por dar un ejemplo. No obstante, el experimento de la privación del lenguaje de James IV no deja de ser tremendamente cruel.

Se le llamó así a una experiencia que se desarrolló en la isla de Inchkeith, al sur de Escocia, por mandato del rey James IV de Escocia, conocido en español como Jacobo IV, en 1493. Se trató de un experimento en el cual se obligó a trasladar a dos niños recién nacidos y una mujer sordomuda a esta funesta isla, donde se los abandonó con el fin de descubrir cuál era la lengua original del ser humano. La mujer sería la encargada de la crianza de los infantes en silencio y estos aprenderían a hablar libres del condicionamiento de la comunicación humana normal, esperando que revelaran así el lenguaje original, el idioma de la naturaleza y “la lengua de los dioses”.

La isla fue también el oscuro y siniestro escenario de otro aberrante hecho del Hombre, pues allí también se mantenían aislados a los enfermos de la extraña condición que en 1497 afectaba todo Edimburgo: los enfermos de grandgore, como se le llamaba entonces, que en realidad era nada menos que sifilis. Separados de los niños y la mujer, por supuesto, los enfermos fueron abandonados allí en cuarentena, aislados del resto de Escocia.

Los resultados del experimento

(James IV de Escocia.)

Hablar de los resultados de esta experiencia es algo bastante complejo debido a la falta de información fidedigna pese al arduo trabajo de los historiadores. En escrituras de la época se menciona que los niños llegaron a hablar hebreo, lo cual, según los expertos, es una falsedad y un imposible. Lo más probable es que los niños, o bien hayan crecido comunicándose mediante gritos y gestos (como su madre), o bien mediante sonidos similares a los de los animales de la isla (cabras y ovejas). Por otro lado, también existen registros que aseguran que los niños fallecieron pocos años más tarde. Aunque la veracidad de estos datos también es tela de juicio para los expertos. Lo cierto es que nunca se supo qué pasó con este cruel experimento.

James IV fue rey de Escocia desde el 11 de junio de 1488 hasta el final de sus días y era un hombre renacentista y progresista ávido del conocimiento. Este rey verdaderamente amaba las ciencias, pero no tenía idea alguna acerca del rigor experimental o el consentimiento informado al experimentar, para entonces inexistente, claro. Si bien éste es el experimento de privación del lenguaje mejor conocido y más documentado de la historia, no es el único y se cree además que James IV decidió llevar a cabo la experiencia influenciado por un experimento similar que se había desarrollado mucho antes: el experimento de privación del lenguaje de Federico II, Santo Emperador Romano, del siglo XIII. Sea como sea, ésta es una historia tan cruel como interesante y fascinante que nadie jamás podrá repetir con el mismo método.

¿Conocías este experimento? ¿Qué te parece? ¿Conoces algún otro dato acerca del mismo que puedas aportar? ¿Cuáles crees que pueden haber sido los resultados? 

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