El 2 de junio de 1953, en la Abadía de Westminster, Lilibet, de 27 años, fue coronada oficialmente como Isabel II, Reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de los demás reinos de la Commonwealth. En realidad, la joven hija del rey Jorge VI ya había ascendido al trono del Imperio Británico el 6 de febrero de 1952, inmediatamente después del repentino fallecimiento de su padre.
Años antes, en 1947, la entonces princesa dio su primer discurso en la radio en ocasión de su 21 cumpleaños. “Declaro delante de todos ustedes que mi vida entera, ya sea corta o larga, estará dedicada a vuestro servicio y al servicio de nuestra gran familia imperial a la que todos pertenecemos”, dijo. Su vida entera está siendo realmente larga -ha cumplido 96 años-, igual que su reinado, tanto que este año se ha celebrado el Jubileo de Platino para los 70 años en el trono.
70 años de reinado
Mientras el Imperio se extinguía, la Reina sigue representado un punto de referencia para los británicos
La reina Isabel II es la última jefa de Estado que haya conocido la Segunda Guerra Mundial y sus protagonistas, desde Churchill a Eisenhower. Quince primeros ministros británicos se arrodillaron en su despacho y catorce presidentes de los Estados Unidos fueron recibidos en los salones del Palacio de Buckingham. Casi un siglo de historia en el que la Reina ha representado un punto de referencia para los británicos mientras el Imperio se extinguía.
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Para celebrar el segundo reinado más largo de la historia conocida -pero el Rey Sol, Luis XIV de Francia, está a tiro-, Gran Bretaña ha preparado una gran cantidad de iniciativas. La mayoría se concentraron durante los cuatro días de fiesta nacional decretados del 2 al 5 de junio pasado, cuando las calles y monumentos de Londres se engalanaron con banderas, festones y suntuosos adornos florales.
Visitantes de los jardines del Superbloom
Exposiciones, eventos, almuerzos al aire libre, música y fiestas animaron a la capital inglesa en lo que fue también la vuelta simbólica a la normalidad tras los años de la pandemia. En este sentido, el Jubileo de Platino es, más prosaicamente, una oportunidad para reponer las arcas de las residencias reales, vaciadas por la falta de turistas, su mayor recurso.
Ante un aumento del gasto del 17%, debido principalmente a la renovación del maltrecho Palacio de Buckingham, los ingresos bajaron un 50% en los últimos dos años. En general, en 2019, los turistas extranjeros aportaron unos ingresos de 16.000 millones de libras a la capital inglesa, que se desplomaron hasta los 3.000 millones en 2021, pasando por un 2020 prácticamente nulo.
La Torre de Londres
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es una de las fortalezas medievales más bellas y mejor conservadas de Europa
Así, diversas iniciativas para el Jubileo tendrán un carácter permanente, o en todo caso se extenderán a lo largo del período estival, para dar un incentivo adicional a los visitantes internacionales. Una de las instalaciones más espectaculares es sin duda el llamado Superbloom de la Torre de Londres, creado por la organización Historic Royal Palaces, encargada de administrar los edificios reales.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la Torre es sin duda una de las fortalezas medievales más bellas y mejor conservadas de Europa y una de las atracciones más visitadas de todo el Reino Unido. Durante más de mil años, el imponente castillo ha protegido la entrada a la City en la orilla norte del Támesis.
La primavera pasada, 20 millones de semillas de 29 especies diferentes de flores fueron esparcidas en el foso que cerca la Torre
Su fama como lugar de encarcelamiento y tortura se debe, en gran parte, a la imaginación de los escritores románticos, pero también a algunos hechos reales, como la ejecución de Ana Bolena en el siglo XVI y el encarcelamiento del jerarca nazi Rudolf Hess, durante la segunda guerra mundial. Ahora, desde el 1 de junio y hasta el 18 de septiembre de 2022, los turistas podrán admirar este fascinante lugar transformado en un espectáculo floral irrepetible.
De hecho, la primavera pasada, 20 millones de semillas de 29 especies diferentes de flores fueron esparcidas en el foso que cerca la Torre, listas para florecer en los días dedicados a la Reina en junio. Sin embargo, las escasas lluvias y los fuertes vientos de los meses anteriores impidieron una súper floración (esto significa bloom, en inglés), de modo que el día de la inauguración aún había muchos capullos cerrados y muy pocas flores. No obstante, la paciencia es una virtud muy británica y por fin el espectáculo ha explotado en todo su esplendor.
30 minutos de naturaleza y arte
Caminando por el Superbloom se descubren esculturas como 'The Nest' de Spencer Jenkins y Mehrdad Tafreshi, inmersas en una alfombra sonora firmada por el compositor Erland Cooper, capaz de trascender el tráfico de la ciudad. La ruta, cuyo billete, sin visita a la Torre, asciende a unos 13 euros para los adultos y 6,50 para los niños, tiene una duración aproximada de media hora y discurre por caminos serpenteantes flanqueados por sauces entrelazados y diferentes microclimas dependiendo de las plantas, las cuales fueron sembradas en función también de la sombra proyectada por la Torre.
El jardín cuenta con una iluminación oculta, para hacerlo fascinante tanto de día como de noche, y en su interior se encuentra el Queen’s Garden, un especial homenaje a Isabel II, inspirado en el vestido que lució cuando fue coronada. La Reina, por su parte, es una conocida amante de los estampados florales llamativos y coloridos, especialmente durante el verano.
El jardín natural del Superbloom es un himno a la biodiversidad y la belleza. Diseñado para atraer insectos y aves polinizadoras, este nuevo paisaje natural en el corazón de la ciudad irá del verde suave de junio a los blancos, azules, rosas y naranjas de julio y agosto, dentro de un recorrido en el que cada parada evoca el pasado de un espacio que fue excavado y llenado de agua en el siglo XIII, utilizado como pasto en el siglo XIX y como huerta durante la Segunda Guerra Mundial.
En el curso del reinado de Isabel II, el foso de la Torre de Londres fue protagonista también del Jubileo de Plata de 1977, así como del evento de 2014, organizado para conmemorar el centenario del estallido de la Primera Guerra Mundial. Entonces, la instalación Blood Swept Lands and Seas of Red recubrió el foso con 800.000 amapolas rojas de cerámica en honor a todos los que murieron en el conflicto. La obra atrajo a decenas de miles de espectadores y hoy se esperan los mismos resultados de este colorido campo florido.
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Concebido para ser admirado desde arriba, este espléndido jardín aloja en el centro una diadema de cristal que recuerda a las Joyas de la Corona, guardadas en la Torre de Londres desde 1303. Por último, también destaca el acceso al césped que se realiza mediante escaleras, rampas o un adrenalínico tobogán de acero de cuatro carriles.
Superbloom introducirá un espacio de belleza natural en un ajetreado entorno urbano y proporcionará un nuevo hábitat rico en biodiversidad para la vida silvestre. Un paraíso para pájaros, abejas y mariposas, y un legado permanente dejado por Su Majestad a sus queridos súbditos.