La infanta Isabel Clara Eugenia
1577. Óleo sobre lienzo, 116 x 102 cmSala 055
La Infanta (1566-1633), hija de Felipe II, está representada con un gesto distante y elegante, en pie pero de tres cuartos, según una tipología extendida entre los retratistas cortesanos de este momento. Viste traje blanco y oro, cuello y puños de puntas, tocado con plumas y gran profusión de joyas, piedras preciosas y perlas. Lleva un pañuelo en la mano izquierda, según lo habitual en los retratos femeninos, mientras apoya la derecha en un sillón, símbolo de su elevada posición dentro de la corte. La obra muestra la dependencia de Sánchez Coello del modelo de retrato cortesano creado por Antonio Moro, destacando sus cualidades para captar los detalles de joyas y telas.
La firma y la fecha de esta obra aparecen inscritas en el hueco de la ventana que se insinúa al fondo de la estancia, sobre el sillón, y fueron documentadas en los estudios técnicos que se llevaron a cabo con motivo de la exposición que el Museo del Prado dedicó al artista en 1990. La lectura de la firma y fecha que se realizó en aquel momento motivó una datación del cuadro en 1579. Sin embargo, el estudio de una carta de Ana de Dietrichstein -fechada en julio de 1577 y en la que informó a su madre sobre el envío de un grupo de retratos que preparaba Ana de Austria para su madre, la emperatriz María- y el análisis paleográfico comparativo de las firmas del pintor, sugiere la necesidad de adelantar su datación a 1577. En la mayoría de las obras que firmó Sánchez Coello incluyó su nombre en latín con algunas variaciones en la caligrafía. Sin embargo, en la serie de 1577 siguió una misma pauta: firmó en los elementos arquitectónicos -en el pie de la columna en el caso del príncipe Fernando (Descalzas Reales, Patrimonio Nacional, inv. 00612111) y en los huecos de las ventanas en las pinturas del infante Diego Félix (Liechtenstein Museum, Viena) y de la infanta Isabel Clara Eugenia, y eligió la bastarda, una caligrafía minúscula humanística cancilleresca que se acabó normalizando en el último cuarto del siglo XVI gracias al tratado Arte de escreuir del sevillano Francisco Lucas, maestro de escritura del príncipe Fernando, que se imprimió en 1577. Una comparación de las firmas en las pinturas del príncipe Fernando e Isabel Clara Eugenia confirma claramente que en ambas aparece la fecha 1577.
La mencionada carta de Ana de Dietrichstein revela un especial interés por destacar lo "ermosa" que estaba la infanta Isabel Clara Eugenia, refiriéndose no solo a su belleza sino también a su correcto desarrollo físico y sus virtudes. En julio de 1577, la infanta estaba a punto de cumplir 11 años y se aproximaba a la edad mínima para poder contraer matrimonio (12 años). En juego estaba la posibilidad de una boda con su primo Rodolfo II (emperador desde 1576), una unión que fue sugerida ya antes de su nacimiento y que, formalmente, persiguió la emperatriz María desde 1570.
Cruz Medina, Vanessa de, Damas de Palacio y retratística en la corte de Felipe II: retratos de los Austrias y de 'dama desconocida' en el Museo del Prado. Boletín del Museo del Prado., 2019-2021, p.69-84 [76-78 f.7,f.8]