Dos arcadas cubiertas por una bóveda de vidrio nos dan la bienvenida a este impresionante paseo comercial. Las grandes marcas no pueden faltar, cada una tiene su local con vidrieras que sorprenden, al igual que los elevados precios. Hay también algunas opciones para comer o tomar algo. Su construcción es del siglo XIX, entre los años 1865 y 1877. No se olviden de dar la vuelta completa, con el pie derecho y los ojos cerrados sobre el toro que se ubica en el mosaico central para tener buena suerte.