Elegancia, funcionalidad y simplicidad.
Estas son tres de las palabras que definen la corriente del minimalismo, un movimiento artístico que a día de hoy se ha convertido en una auténtica filosofía de vida para muchas personas… Y que también merece la pena recuperar en arquitectura e interiorismo. Sobre todo cuando hablamos de iluminación, donde todas las luces tienen un protagonismo especial.
“Menos es más” es el principal lema del minimalismo. Y así también se cumple en la decoración de interiores, en el que se prioriza una selección consciente de pocos elementos que tengan su funcionalidad en el espacio.
De hecho, en la decoración de interiores el minimalismo sigue siendo de las propuestas más populares, por la gran elegancia y sobriedad que transmite, combinado con un espíritu moderno.
La iluminación no queda fuera de juego en esta ecuación, ya que ayuda a realzar el espacio y los elementos de estas propuestas.
Pero, ¿cómo podemos sacar partido a un interior minimalista gracias a una iluminación cuidada? En este artículo vamos a hablar sobre esta tendencia y sobre cómo puedes potenciarla gracias a la iluminación.
Tendencia minimalista en el diseño y la arquitectura
En el minimalismo, tanto en diseño como en arquitectura, hay un factor clave: la importancia de los espacios vacíos.
De hecho, la esencia del minimalismo se encuentra en simplificar a la mínima expresión cada aspecto. Quitar el ruido para crear una intención especial a cada pieza decorativa (incluyendo la iluminación).
Pensamos en el espacio como en la música. Cuando un intérprete lee la partitura, es consciente que uno de los elementos más importantes es el silencio: este espacio, que ayudará a acentuar las notas más intensas en una pieza musical.
Y como en la música, el minimalismo en interiores juega con el espacio para marcar aquellos elementos esenciales.
De hecho, aunque ya han pasado casi 100 años del origen del minimalismo, sigue siendo uno de los movimientos mejor considerados, por su sencillez, atemporalidad y elegancia.
Los colores que suelen acompañar este estilo suelen ser neutros: blanco, negro, beige… Unos colores que no captan especialmente la atención, pero que causan una sensación de bienestar por su armonía.
Sin embargo, los colores relajados también dan juego a utilizar tonalidades más llamativas de manera mesurada. Por ejemplo, puedes realzar un centro de mesa con un amarillo mostaza o acompañar el salón con una alfombra rojo burdeos.
Más allá de los colores, uno de los materiales protagonistas en los interiores minimalistas es el metal, que permite crear estructuras de finas líneas y uniformes, volviendo al principio de equilibrio. Aquí ni nada sobra, ni nada falta.
La iluminación en los interiores minimalistas
En la construcción de un ambiente minimalista, la iluminación juega un papel crucial.
Por las características de este tipo de decoración, lo más probable es que se formen varios espacios vacíos que, si no están bien iluminados, pueden crear sombras que rompan la uniformidad del ambiente.
Este es uno de los motivos por los que, en el interiorismo minimalista, se busca la total integración de la iluminación con la arquitectura y la decoración. Gracias a la iluminación, se pueden acentuar tanto estos espacios en blanco previamente diseñados, como los elementos que acompañan la estancia.
Además, en este tipo de decoración, la luz debe acompañar en todo el ambiente, sin ser la protagonista. Lejos quedan estas arañas gigantescas y rococó que se pueden ver en ambientes maximalistas.
Para los interiores minimalistas, una de las mejores opciones es la instalación de luces empotrables con marcos reducidos metálicos. También pueden encajar de manera brillante las luces empotrables sin marco, que permiten integrar la luz a la perfección, desde el techo.
Y en los elementos de iluminación, una de las elecciones de materiales preferida vuelve a ser los acabados metálicos, ya que permite dibujar líneas rectas que respetan la mínima expresión. Por ejemplo, en FARO podemos encontrar propuestas elegantes y minimalistas como las luminarias empotrables.
Interiores minimalistas: un estilo atemporal
Como puedes ver, las bases del minimalismo se encuentran en simplificar, simplificar y simplificar… Hasta llegar a la mínima expresión de la funcionalidad del objeto. A la hora de decorar, no se buscan adornos innecesarios, sino que se busca un equilibrio y paz visual para conseguir un resultado sobrio y funcional.
Es una manera muy elegante de jugar con los elementos y los espacios vacíos, sin necesidad de rellenar el espacio de muebles que dividan la atención y hagan perder la magia de un espacio construido con las bases del minimalismo.
Sin duda, en este tipo de interiores, la luz va a jugar un papel importante a la hora de acentuar aquellos elementos que más nos interesa resaltar… Para poner el foco en lo esencial.
Iluminar una estancia minimalista puede suponer todo un reto. Si quieres resaltar los elementos esenciales de la casa con elegancia, sin abandonar la simplicidad, contacta con Faro Barcelona y te ayudaremos a elegir la iluminación que más encaje con tu espacio.